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• En el siglo XVI la familia indígena Guayupe ocupaba el suroeste del actual
departamento del Meta. Distribuidos en diferentes asentamientos, los guayupe
fueron agricultores, pescadores y comerciantes.
• Acicateado por la fiebre de El Dorado,
el primer español que pisó el lugar donde
hoy se ubica Villavicencio fue Pedro de
Limpias en 1536 o 37, como avanzado
de Nicolás de Federmán.
• Al calmarse la fiebre de El Dorado, la manigua se tupió nuevamente
sobre las entradas al llano. La corona española buscó desentenderse
del chicharrón y entregó el territorio primero a los jesuitas y luego a
otros misioneros católicos.
• Se establecieron grandes haciendas en las que el trabajo indígena fue
la base de la economía, pero cerca de 176 con la expulsión de los
jesuitas de las colonias españolas, aquellos emporios se vinieron abajo.
FUNDACIÓN DE LA CIUDAD…
• Espadas y blasones, escudos y armaduras, hidalgos y clérigos, actas y
pergaminos: todos brillaron por su ausencia en la fundación de
Villavicencio…
• Según el registro histórico Villavicencio se fundo a raíz del paso obligado
que debían hacer por el sector conocido como Gramalote los arrieros
procedentes de distintas zonas de los llanos orientales que llevaban el
ganado hacia Bogotá.
• El 6 de abril de 1840 quedó fundada
una población, plantada sobre la
margen derecha del caño Gramalote a
la que se puso el mismo nombre del
arroyo, llamado así porque sus riberas
estaban cubiertas con una especie de
pasto o gramínea conocida con tal
nombre”. Este lugar corresponde hoy
a la parte baja o antigua del barrio El
Barzal.
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Paleavillavo.jpg
• En la década de 1840 Gregorio
Fernández fue comisario y
Justiniano Castro corregidor.
Entre los apellidos más antiguos
figuran Acuña, Carrillo, Jara,
Moreno, Pardo, Gutiérrez,
Romero, Prieto, Moyano y
Reina. Según datos de
población encontrados, en 1846
había en el poblado 30 familias.
Llegada a Villavicencio. Viaje de Edouard André (1875-1876). En:
AcevedoLatorre, Eduardo. Geografía Pintoresca de Colombia. Litografía
Arco, Bogotá, 1984.
Iglesia en los llanos. Viaje de Edouard André (1875-
1876). En: AcevedoLatorre, Eduardo. Geografía
Pintoresca de Colombia. Litografía Arco, Bogotá,
1984.
Salinas de Upín, Viaje de Edouard André (1875-1876). En:
AcevedoLatorre, Eduardo. Geografía Pintoresca de Colombia.
Litografía Arco, Bogotá, 1984.
• En enero de 1845 el Gobernador de Cundinamarca ordenó al jefe político de
Cáqueza “delinear la población que se está formando en Gramalote escogiendo
un punto conveniente por su situación y abundancia de aguas, trazando una
plaza espaciosa y por lo menos las ocho calles que a ella deben conducir con
una anchura de 25 a 30 varas y designando en la plaza los lugares que deben
ocupar la capilla, la casa cural, la escuela, la cárcel y la casa municipal”.
• En 1850, la ciudad fue rebautizada con el nombre de Villavicencio, en honor al
prócer quiteño Antonio Villavicencio y Verástegui y dos años después el
corregimiento fue elevado a cabecera de Cantón siendo designado Nicolás Díaz
como su primer alcalde.
Proyecto para la población de la colonia militar y penal del Meta, Situada en terreno de la
salina de Upín, 1907. Archivo General de la Nación, mapoteca 4, ref. 264A.
• Según la investigadora Jane Rausch, Villavicencio “era en 1861 una
aglomeración de ranchos levantados en calles trazadas en ángulos rectos.
La mayoría de los 600 habitantes cultivaban la yuca, el plátano y el arroz, o
recogían el ganado que vagaba en los llanos”. Las casas eran casi todas de
bahareque o madera con techo de palma.
• En la plaza principal, lugar del mercado dominical, las fiestas patrias y las
corridas de toros, crecían varios mangos. Según Rufino Gutiérrez, en 1884
la villa tenía 3.315 habitantes.
• La región fue escenario del espíritu civilizador y de progreso capitalista
propios del momento, con un inusitado desarrollo agropecuario y comercial
en varias haciendas.
• Entre 1860 y 1880 Villavicencio presento un prospero desarrollo
comercializando sus productos hacia el oriente del país y hacia Venezuela a
través de sus vías fluviales en un inicio y posteriormente de nuevo hacia
Bogotá gracias a la construcción de un camino de herradura que se recorría
en 5 días.
• La Guerra de los Mil Días dio al traste con la prosperidad de las haciendas y
dividió aún más a los locales.
• Y, al igual que las guerras, la naturaleza ha sido inclemente con la capital del
Meta. Durante el siglo XIX, dos incendios voraces se desataron: el 9 de
febrero de 1871 la conflagración se llevó todo el sureste de la población; y
en 1890 se dice que quedaron solo dos casas en pie.
• El fin del siglo XIX sorprendió a la población en situación de
precariedad en materia de servicios públicos; la existencia de
solo dos escuelas es un ejemplo de ello. Se había establecido
un servicio provisional de acueducto; pocas casas tenían
servicio a domicilio y la gente se surtía en fuentes públicas. El
excedente se derramaba por la ciudad en una canal
empedrada.
• Con el siglo XX, regresan los misioneros. Ahora se trata de
los montfortianosquienes llegaron para quedarse muchos años.
• Cuando en el llano no había puestos de salud, en 1911 se fundó el Hospital
de Montfort, al que se le fueron agregando servicios.
• En abril de 1916 se inauguró la planta eléctrica construida por el contratista
Jorge Vejarano. Tras comprobar deficiencias en la instalación, el Ministerio
de Hacienda estableció un impuesto para corregirlas.
• En 1942 Villavicencio contaba con teléfono internacional
privado (en el hotel Meta), eficiente y claro, y servicio oficial de
teléfono que comunicaba, difícilmente, con varios pueblos de la
intendencia.
• Existían 1.150 casas, para una población urbana de 7 mil almas
y del doble para todo el municipio.
• Había una producción anual de arroz de 300 mil arrobas,
exportación de 30 mil cabezas de ganado y sacrificio de 8 mil
reses para la ciudad.
• Organizados desde las altas esferas del gobierno, a partir del 9
de abril de 1948 los chulavitas bajaron al llano y se ensañaron
con todo lo que oliera a liberal.
• En respuesta, se conformó la Guerrilla Liberal del llano.
• Tras el golpe de Estado de 1953, retornó paulatinamente la
calma a la zona, hasta los años 80 cuando, nuevos factores la
manchan de sangre una vez más.
• El aterrizaje del primer avión, piloteado por Camilo Daza en el campo de El
Barzal (años 30) inaugura la aviación en la región, que viene a solucionar,
en parte, las necesidades de locomoción del llano y la selva.
• Villavicencio adquiere la condición de epicentro de un febril movimiento
aéreo que llega a su clímax con la llegada de los DC 3 de Avianca en los
años 50, tiempos en que el viaje en jeep entre Bogotá y Villavicencio tardaba
14 horas, a pesar de la corta distancia.
Casa de la Misión Montfortiana, década de 1910.
Iglesia de Nuestra Señora Del Carmen, década de 1900.
Ordenacíon de los primeros religiosos Montfortianos en Villavicencio, década de 1930.
Vista del puente Eduardo Santos, río Guatiquía,
década de 1940.
Aviador "Conejo" Valdés (aeroplano construido en el
patio de la misión Montfortiana), década de 1930.
REFERENCIAS
Salamanca, J. 2009. VILLAVICENCIO: la ciudad de las dos caras. Revista Credencial Historia. Bogotá - Colombia. Edición 231. Marzo de 2009. Recuperado de: http://www.banrepcultural.org/blaavirtual/revistas/credencial/marzo2009/villavicencio.htm
Citando a:
Los forjadores de Villavicencio cuentan su historia. Volúmenes. I y II.Corporación Cultural Municipal de Villavicencio. Biblioteca Germán Arciniegas. Dirección de Loreley Noriega Acosta 1998.
Mauricio Diéres. Lo que nos contó el abuelito. Villavicencio 1842 – 1942. Imprenta San José de Villavicencio. 22 de mayo de 1942.
Juan B. Caballero Medina. Monografía histórica de Villavicencio. Gráficas Juan XXIII. Villavicencio, 1990.
Germán Castro Caicedo. El Alcaraván. Editorial Planeta, junio de 2001.
Los llanos: una historia sin fronteras. I Simposio de Historia de los Llanos Colombo Venezolanos. Academia de Historia del Meta. María Eugenia Romero Moreno. Asociación Cravo Norte. Octubre de 1988.
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