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Adaptación de la pieza musical
“And the Waltz Goes On”
por Anthony Hopkins
Trabajo realizado por:
Brenda Castro C.
&
Gabriela Jaramillo.
Motivo de la Adaptación
El cortometraje “Llegó la hora” está inspirado en el alcance del amor verdadero, que nos
topa cuando menos lo imaginamos y luchamos por él hasta alcanzarlo. Inspirado en las grandes
historias románticas de la bella Paris, con influencias en productos audiovisuales generados por la
empresa Walt Disney, tales como Fantasía 2.000 y aquella serie de cortos, dentro de lo que se
tituló como “Silly Simphony”.
La pieza elegida como clave para la adaptación de este cortometraje es “And the Waltz
Goes On”, composición escrita por Anthony Hopkins e interpretada por la orquesta de André Rieu.
Esta pieza es un vals puro, el cual refleja las emociones que experimenta el ser humano al estar
enamorado; no solo por el género, el cual asociamos con el romance, sino por el lenguaje musical
que utiliza el autor en sí. Dentro de la estructura musical de la obra, los crescendos y diminuendos,
varían y se conjugan con la historia que se desea narrar.
La trama que realizamos y que deseamos contar, se identifica por ser muy pasional. Y una
de las cosas que nos atrajo de esta pieza, es que se compenetra con la narración, el mensaje y la
emoción que se desea transmitir.
Los elementos con los cuales se trabajará este proyecto audiovisual:
Tema: El amor.
Tipo de cortometraje: Animación.
Pieza musical base: “And the Walts Goes On”.
Localidad: Paris, Francia.
Los elementos mencionados se compaginan a su plenitud en la adaptación de este
cortometraje.
Sinopsis
FRÉDÉRIC D’AUBETERRE (21), un joven repartidor y poeta amateur, vive su cotidianidad sin
mayor emoción, esperando que la felicidad llegue a su vida. Una noche, al finalizar su jornada
laboral, se detiene frente a un teatro para contar las ganancias del día; cuando de pronto, una
chica sale del lugar. Su nombre es SOPHIE FABLET (20), una joven actriz. Frédéric queda
enamorado de ella inmediatamente. La sigue con la mirada hasta que la flamante Sophie, se
pierde en las calles de París.
Al día siguiente, Frédéric no puede dejar de pensar en Sophie durante todo el día y escribe
poemas para ella. En la noche vuelve al teatro para intentar hablarle, pero se detiene al ver que un
joven guapo y un tanto corpulento, la saluda con suma confianza. Triste se da la vuelta y vuelve a
casa, sin percatarse que el amigo de Sophie juega muy coquetamente con la estola que esta carga
en el cuello hasta quitársela y colocársela él mismo, mientras habla moviendo la mano de forma
amanerada.
Frédéric se levanta la mañana siguiente triste, pero al verse en el espejo, se arregla de
distintas formas. Está decidido a conquistar a Sophie. Cuando la alarma de su habitación suena,
toma su bicicleta y sale a trabajar.
Recorre las calles de la ciudad, pasando frente a un café, en donde cree haber visto a
Sophie, por lo que repentinamente se detiene y retrocede para confirmar que sea así. Frédéric
entra al café, le roba una bandeja a un mesero y le deja a Sophie, uno de sus poemas con un
pétalo que le quitó a una flor de sus entregas. Inmediatamente sale corriendo. Sophie confundida
por lo ocurrido, ve a Frédéric correr. Guarda el poema y el pétalo.
Cerca de la noche, Frédéric pasa rápidamente por una floristería, pues recogerá un ramo
de flores para Sophie. Se le hace tarde. Empieza a llover. Hay tráfico, así que Frédéric empieza a
correr para llegar a tiempo, mientras termina de arreglarse y procura mantener intacto el ramo de
tulipanes. En su travesía por llegar a tiempo, y estar un tanto distraído por permanecer impecable,
no se percata que está pronto a cruzar una avenida, donde por poco no lo atropella una carroza. El
susto fue tal, que Frédéric ha soltado los tulipanes que llevaba y ahora, son arrastrados por la
fuerza del viento. Frédéric escucha la voz de una mujer rubia, quien expresa “Vive l’amour”.
Frédéric la escucha y mira que lanza un tulipán al aire e inicia a correr tras él. Cuando de
pronto, se cruza con unos cachorros y, en su intensión por mantener el equilibrio y evitar
ensuciarse con un charco, se enreda de pies y cae, quedando Sophie frente a él. Ella le tiende su
mano, en donde guarda el pétalo del tulipán que le dió en la cafetería. Frédéric mira el pétalo,
sorprendido y sonrojado, la toma de la mano y caminan juntos.
Propuesta Técnica
Planteamiento de Sonido y Musicalización
La historia del cortometraje se desarrollará a través de los compases de “And the Waltz
Goes On”. Los cambios en los tiempos, ritmos y silencios nos llevarán a través de las acciones,
decisiones y vivencias del protagonista, Frédéric.
La pieza inicia de forma lenta y retraída, la cual representa la tristeza del personaje y el
vacío que existe en su vida, dentro de la cotidianidad rutinaria que le asedia.
La repetición de la parte más sublime de la pieza, irá en concordancia con la cercanía y la
aparición del personaje de Sophie, el amor de Frédéric. Cada vez que esta esté cerca de él o
viceversa, se escuchará la parte más majestuosa de la pieza, que será la clave para indicar una
nueva faceta del personaje de Frédéric; puesto que en cada uno de sus encuentros con su
doncella, tendrá que superar obstáculos o crear nuevas estrategias para acercarse a ella. Vale
destacar que este fragmento de la pieza musical, representa el amor de Frédéric hacia Sophie. Un
amor que parece inalcanzable.
A su vez, las partes del vals que poseen ritmos más acelerados, irán en relación a la
cotidianidad de Frédéric y sus reacciones luego de ver a la implacable Sophie.
Corcheas, semifusas, silencios y demás, nos llevarán hacia al ajetreo del corazón y alma de
Frédéric. Su entusiasmo y vuelta a la vida son reflejados en estos momentos rítmicos, tanto de la
historia como de la pieza.
Otro elemento añadido a este proyecto audiovisual fueron los sonidos diegéticos,
tomando como pieza base y fundamental, la composición musical de Anthony Hopkins, ya que
forma parte del mundo de esta historia.
Entre los sonidos diegéticos considerados para darle mayor realismo al cortometraje
están: el tráfico, las bocinas de autos, los cascos de un caballo, el sonido de la lluvia y cachorros
que se involucran en la trama de la historia. A estos se añaden un elemento como un sub código
de valor convencional, el cual es el sonido repetitivo de las campanas de una iglesia, que
representa la salida de Sophie de su trabajo en el teatro. Este sonido se halla tres veces dentro del
relato. Bajo esta sucesión de ideas, consideramos que vale destacar otra referencia sonora,
titulada “Paperman”, un cortometraje producido por Walt Disney.
Y finalmente, esta pieza audiovisual contará con un par de pequeños diálogos, los cuales
darán mayor énfasis al desarrollo de ciertos personajes y su papel en la historia. Estos diálogos
aparecerán de forma que no interrumpan la pieza musical.
Planteamiento Estético
El color
La imagen que se trabajará en el cortometraje “Llegó la hora”, gozará de una paleta de
colores complementarios, como azules, rojos y amarillos dentro de sus respectivas gamas. Estos
variarán sus tonalidades dependiendo del tiempo en donde transcurra la historia. Por ejemplo, las
tonalidades más oscuras harán referencia a la noche y las más claras indicarán la mañana y la
tarde.
Se utilizará principalmente el color azul, los amarillos y los rojos.
El color azul y el amarillo van relacionados con la mente. Este aspecto se unifica
perfectamente con el fin del cortometraje “Llegó la hora”, ya que se relaciona con el mundo
interior del personaje, sus pensamientos y sentimientos. Frédéric busca darle sentido a sus
poemas románticos, sin antes haber experimentado los puros sentimientos de estar enamorado.
Así mismo, vale destacar que el color azul en las escenas en donde está pronto a
encontrarse con Sophie, se va intensificando. Esto con el fin de poder darle mayor profundidad al
sentimiento que siente el protagonista, hacia su musa y su verdadero amor. Este color se asocia
además con la parte intuitiva y creativa, aspectos que caracterizan a Frédéric en la historia.
El color amarillo simboliza el lujo y se dice que facilita el poder de la palabra y el saber
comunicarse. Este color principalmente se seleccionó para identificar el poder de la escritura, don
del cual goza Frédéric y el que lo hace aproximarse a Sophie. Va relacionado con lo valioso que
tiene el ser humano, que son sus distintas cualidades, que en la vida real pues tienen un gran
valor. Además que al igual que el color azul, el amarillo se asocia con la nobleza y Frédéric vendría
a interpretar ese joven que se convierte en el príncipe de su propia historia, cuyo final es feliz.
Mientras que el color rojo, lo seleccionamos para identificar a la protagonista del
cortometraje, Sophie. Este color la identifica no solo físicamente, pues tiene el cabello rojizo, sino
también en su forma de vestir y en cada lugar que se encuentre siempre estarán presentes
tonalidades de este color. El rojo se asocia con el éxito, pues Sophie es una actriz, que se viste
impecablemente. También es un color que representa la fuerza, la valentía y la pasión.
La fuerza y la pasión van ligadas directamente a los personajes principales, ya que son
quienes rigen la trama en sí misma. Son los que mueven los sentimientos y las acciones, y además
son quienes están en la búsqueda del amor verdadero. Que mediante sus acciones hacen que la
trama siga su continuidad armónicamente, ya que de ellos depende el fin que buscan,
encontrarse. Mientras que la valentía, va relacionada directamente con Frédéric, que motivado
por sus pensamientos y su sentimiento hacia Sophie, hace lo imposible por verla, para así poder
acercarse cada día más y conocerla mejor. Aun cuando Frédéric siente que es inalcanzable.
Las escenas
La primera escena de “Llegó la hora”, contextualiza la historia. Se mostrará Paris a través
de un gran plano general, que con la ayuda de un movimiento de cámara de estilo travelling
haremos el plano cada vez más cerrado. Y conforme se vaya aproximando la imagen se vuelve más
oscura. Esto debido a que nos inducirá a la habitación del protagonista de la historia, Frédéric.
Esta escena goza de una puesta
visual un tanto opaca y llena de
contraste. Esto debido a que nos
sumerge dentro del mundo de un
personaje que busca encontrar el
sentido de sus poemas, darles mayor
énfasis a lo que intenta expresar, pero
sin sentimiento alguno. Se mostrará un
plano entero, donde verán una
habitación triste, fría y solitaria, donde
solo vemos a Frédéric, leyendo y
tachando ciertas líneas de sus poesías. Es
una escena que no es rápida, pero que
sigue el compás de la música, lo cual
genera intriga e interés por el personaje.
Las siguientes escenas, son
aquellas que contextualizan más la vida
del personaje en cuestión, pues vamos
conociendo su cotidianidad, como repartidor. Si bien es una escena en donde podemos percibir
que en la ciudad de Paris lo conocen y lo reciben gratamente, observamos que este personaje, se
siente solo, por su expresión facial. Por lo que el nivel de contraste y de colores azules se
mantiene, quizás un tanto más claro, debido a que ya es de día, pero la presencia de los colores,
exceptuando los azules, es muy sutil. Tal motivo, es porque deseamos dar indicio que habrá algo
que cambiará la vida de Frédéric. Consideramos que sería ideal que la cámara siguiera al
personaje, para mostrar las distintas expresiones de quienes lo saludan y luego ver en un plano
medio corto su expresión de tristeza.
Una vez que Frédéric se encuentra con Sophie, su mundo gira por completo y no solo
cobra vida al igual que la pieza musical, sino también por medio del color. A partir de este punto
comienzan a aparecer las tonalidades rosas, rojos, amarillos y verdes. Los días comienzan a tener
mayor profundidad de color, para hacer notar el cambio que hay en la vida de Frédéric, y dejar a
un lado la monotonía para ir en busca del amor.
En la Dirección de Arte, deseamos que Sophie sea iluminada por los faros, cada vez que la
protagonista pasa por cada poste, en la escena cuando Frédéric la ve por primera vez.
Reproduciéndose una luz amarillenta, propia de la esencia que marca aquellos romances puros,
inocentes, que nos cautiva por sus historias y nos hace soñar. Además de reforzar el arte que
realiza como actriz. Estas iluminaciones vienen a representar aquellas luces de los teatros, en
donde únicamente le dan todo la atención a quien se encuentra en medio del escenario y está
próximo a decir su fragmento. Así mismo, también para hacer énfasis que los une, no solo el deseo
de conseguir el amor de su vida, sino también el amor hacia el arte que ambos realizan.
Vale destacar que la escena también marca la separación que existe entre ambos, el
estatus. Ella con colores como el fucsia, rojo y verde. Mientras que Frédéric goza de colores como
el naranja, el rojo, el amarillo. Solo el color azul los une, un color de ensueño, que le da magia a la
escena por su brillantez y contraste. En cuanto al movimiento de cámara, deseamos que sea estilo
travelling, ya que queremos darle movilidad a la escena, al acompañar a Sophie mientras camina.
La siguiente escena marca que su destino está escrito. Él debe de luchar o hacer lo posible
por conocer al amor de su vida. Es una escena colorida, que marca el paso del amor floreciente, en
donde prevalecen los colores cálidos, los naranjados, amarillos, rojos, verdes y ciertas tonalidades
azules. Los primeros colores en relación a Sophie, pues la escena habla de ella, la esperanza.
Mientras que los azules, identifican a Frédéric. Deseamos que el plano vuelva a repetir el patrón
de dividirlo en colores, esto debido a que si bien, se encuentran dentro del mismo contexto, aún
se mantienen separados, en vista que solo el protagonista ha conocido de vista a Sophie, pero ella
no a él.
Es un plano lleno de color, que transmite armonía, vida, pero que se contrapone con el
plano medio que deseamos hacer de Sophie, en donde podemos visualizar su rostro triste, al estar
rodeada de varias parejas enamoradas dentro del local. Es una manera de demostrar que dentro
de tanta pureza, belleza y del encanto y la magia de Paris, no se es del todo feliz, puesto que hay
alguien que aún no ha conocido el verdadero amor, y que sueña con alcanzarlo.
La siguiente imagen se elaboraría como un plano general, que muestre no solo la reacción
de Frédéric al creer haber visto a Sophie, sino en dónde se encuentra. Luego proseguimos con un
plano corto de su rostro, donde disfrutemos de su expresión de asombro, seguidamente de un
plano detalle de sus pies, que van en retroceso hasta llegar a la cafetería, donde confirmará que,
efectivamente, la joven de la cafetería es Sophie.
Una vez que Frédéric está dentro de la cafetería, hace de las suyas para lograr acercarse a
Sophie y darle uno de sus poemas, acompañado de un pétalo de tulipán. Las escenas estarían
compuestas por planos enteros, americanos y medios, respectivamente.
La siguiente escena, es el momento en donde Frédéric decide darle un ramo de tulipanes a
Sophie, pues al ver si reacción en la cafetería, notó que le gustó el gesto. Los tulipanes será la
manera en que Sophie pueda identificar quién es el enamorado poeta. Se utilizará un plano
americano del personaje de Frédéric y de su amigo y jefe, Adriano, quien posteriormente le
prepará un ramo de tulipanes rojos, asociados al amor.
En la novena imagen, Frédéric gozará de un plano entero al momento en que inicia su
travesía, para lograr llegar a tiempo al teatro. Serán las campanas de la iglesia que le darán ese
toque sublime de intensidad y emoción, al anunciar que la hora de salida de Sophie se aproxima.
A partir de este momento, se comienzan a ver grandes arquitecturas de la ciudad, gracias a un
paneo que se desea realizar, en donde podamos disfrutar de los monumentos arquitectónicos,
iconos de Francia, tales como:
El Arco del Triunfo, cuando Frédéric al estar sumergido en sus pensamientos y en
permanecer impecable, no se percata que en el lugar pasaba una carroza, que por poco no lo
atropella. La imagen permanecerá fija, creando un plano levemente en contrapicado, donde
veremos asomada en la carroza a una mujer pomposa, que expresa: “Vive l’amour”, al tiempo que
lanza un tulipán al aire. Luego observaremos un plano que pasa de americano a entero, a través de
un travelling, en donde visualizaremos a Frédéric correr por la ciudad, tratando de superar
distintos obstáculos que harán que Sophie lo vea y lo reconozca. Frédéric en su esfuerzo por llegar
a tiempo, se enreda de pies y cae frente a Sophie, quien le tiende su mano, mostrándole el pétalo
del tulipán que le dió en la cafetería de la ciudad. La escena contará con un plano entero que luego
pasará a formar un plano medio de tipo conjunto.
En la escena final, Frédéric y Sophie comienzan a hablar tímidamente, se ríen mientras se
miran. Inician a caminar juntos hasta que llegan a la Torre Eiffel, donde se toman de las manos.
Creando así un plano general, en donde disfrutaremos de los protagonistas juntos en la tradicional
imagen de Paris.
El cortometraje será computarizado en animación 2D como se muestra en las imágenes
referenciales, diseñadas para esta presentación. Las sombras jugaran un papel importante, ya que
reforzarán los momentos de soledad o tristeza y aquellos en donde Frédéric y Sophie están juntos,
pues le da un aura nostálgica y romántica.
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