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7/31/2019 Aira, Roussel
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46 CARTA. PRIMAVERA-VERANO 2011
Explicar una vez ms el famosoprocedi-
miento de Roussel es tiempo perdido;
por clara que sea la explicacin, volver
a quedar un malentendido. Roussel es
la torre de Babel de sus intrpretes y estudiosos.
De algn modo, se las arregl para hacer que todos
hablen idiomas distintos. Cada artculo que se es-
cribe sobre l podra llevar por ttulo: Los errores
ms frecuentes que se cometen al hablar de Roussel.
El precio que se paga por creer haberlo entendi-
do es creer que el otro, cualquier otro, lo entendi
mal. Esto s es explicable, parcialmente al menos:
un escritor nico, que no entra en
ninguna de las categoras en las que
se clasican los dems escritores,
sigue siendo nico en la recepcin,es decir, vuelve nico al lect or, que
se siente separado de todos los
dems lectores por el abismo del
error. Algo parecido sucede cuando
el dilogo no es ya entre expertos
sino entre el que sabe, el que ha de-
dicado aos y pasin a la lectura de
Roussel, y el que no sabe y querra
saber: la distancia entre ambos es
excesiva. Los rousselianos sabemos
demasiado sobre Roussel; hay de-
masiada erudicin construida a su
alrededor, y lo leemos todo, lo in-
corporamos todo al corpus, porque
todo es pertinente, dada la calidad
de Mundo que tienen Roussel y su
obra, calidad que este hecho precisamente conr-ma. El que quiere entender el Mundo deber hacer
a un lado la categora de lo pertinente, porque todo
lo es, y es eso lo que lo hace Mundo.
Aun as, l a tentacin de volver a explicarl o se
hace irresistible, quizs no solo por motivos psico-
lgicos sino por una condicin inherente a la obra,
que exige la multiplicacin de lo nico en el seno
del malentendido. Volver a explicarlo tiene algo de
prueba de laboratorio. El resultado de la prueba
no puede ser otro que sacar a luz un error ms, y a
partir de l, sacar a luz la curiosa propiedad de los
errores sobre Roussel: la de no ser errores.
Pues bien, uno de los errores ms frecuentes
cuando se habla de Roussel es confundir su proce-
dimientoparticular con el procedimiento en gene-
ral. Un procedimiento es un mtodo para generarargumentos narrativos, historias. Tambin podra
haberlos para generar argumentos de otro tipo,
poticos, cientcos y hasta loscos; pero en el
fondo siempre sern relatos. Ese mtodo podra
consistir en extraer palabras al azar del dicciona-
rio, o de un sombrero, y armar una historia que vaya
de la primera palabra a la segunda, de la segunda
a la tercera Si la primera palabra que sali de la
galera es cuchara, la segunda mercurio, la tercera
bacteria, la historia podra ser sobre un juego de
platera en el palacio del rey de un pas cuyo prin-
cipal producto de exportacin es el mercurio, y
una cuchara de esa platera durante una cena apa-
rece con una extraa marca Y de esa marca sale
la frmula para crear una bacteria que
se alimentara de mercurio y llevara a
la ruina al pas Improviso un ejemplo
cualquiera. El procedimiento podraser cualquier otro, usando imgenes
recortadas de revistas, o mezclando ti-
tulares del diario. No necesita ser muy
creativo o extrao, basta con que sirva
al propsito de poner el azar al servi-
cio de una formacin lingstica cual-
quiera, que luego la honestidad (la ho-
nestidad de buen jugador, que no hace
trampas) del escritor usar para crear
una historia. (O haciendo trampas, lo
mismo da). Como se ve por el ejemplo
anterior, el de la cuchara y el mercurio,
el procedimiento no da la historia he-
cha sino los elementos con que hacerla,
y con los mismos elementos se podrn
inventar historias distintas, mejores o
peores segn quin las haga. Roussel lo tena claro:As como con las rimas pueden hacerse buenos o
malos versos, con este procedimiento se pueden
hacer buenos o malos libros.
La alternativa a usar un procedimiento es
inventar historias como se ha hecho siempre, sa-
cndolas de la imaginacin o la memoria, o de las
innitas combinaciones, en diferente proporcin,
de imaginacin y memoria (y, habra que agregar,
deseos conscientes e inconscientes, rencores, a-
nidades, antipatas, ideologas, y todo el resto de
la panoplia psicolgica). Si siempre se hizo as, y
todas las obras maestras de la literatura (menos las
de Roussel) se hicieron as, por qu innovar? Ya
el mero hecho de que sea lo que hacen todos, y que
se haya hecho siempre as, es un buen motivo para
intentar algo distinto. Mediante el procedimientoel escritor se libera de sus propias invenciones, que
de algn modo siempre sern ms o menos previ-
sibles, pues saldrn de sus mecanismos mentales,
de su memoria, de su experiencia, de toda la mi-
seria psicolgica ante la cual la maquinaria fra y
reluciente del procedimiento luce como algo, al
n, nuevo, extrao, sorprendente. Una invencin
realmente nueva nunca va a salir de nuestros vie-
jos cerebro s, do nde todo ya est condicion ado y
resabido. Solo el azar de una maquinacin ajena a
nosotros nos dar eso nuevo.
Ajena a nosotros A medias. Porque el pro-
cedimiento, como dije, nos da las piezas del rom-
pecabezas, pero nosotros debemos armarlo. Pero
un efecto de esta ajenidad es que, bien usado, el
procedimiento genera una historia tal que el lector
se preguntar:Cmo se le pudo ocurrir?, con un
gesto de incredulidad. Es una pregunta, y un ge sto,muy elocuente. Quiere decir que solo se nos pue-
de ocurrir lo predeterminado por nuestra historia,
mentalidad, medio, poca, etc. Las formaciones que
propicia el procedimiento, en cambio, estn libres
de esos condicionamientos.
(Estos razonamientos admitiran, me parece,
una objecin de segundo grado. Si el procedimiento
sirve para darnos una historia que a nuestra limi-
tada capacidad de invencin le estara vedada Los
hechos reales de nuestra vida, de nuestra biografa,
no nos estn dando los mismos elementos, inde-
pendientemente de nuestra imaginacin o capaci-
dad de inventar? Dicho de otro modo, nuestra vida,
lo que nos pas o pas en nuestra familia y entorno,
no es tan objetivo como el azar?)
Dicho todo lo cual, digamos que elprocedimien-
to que us Roussel fue uno entre todos los que po-dran usarse. Consista en el hallazgo y desarrollo de
frases inesperadas, provenientes de homonimias,
deformaciones, segundas y terceras acepciones,
toda clase de juegos de palabras a los que tan bien
se presta el francs. Por ejemplo, tomaba una frase
hecha cualquiera,Demoiselle prtendant(seorita
con pretendiente), y la someta a variaciones homo-
fnicas que dabanDemoiselle (piln) retre (una
clase de soldado alemn o centroeuropeo) en dents
(hecho con dientes). La historia que naci de estos
tres elementos fue la de un piln modicado que
compona con dientes un mosaico representando a
un soldado. Hacerlo verosmil, sin dejar cabos suel-
tos, lo oblig a la invencin de una complicadsima
mquina, varias historias colaterales, y las consi-
guientes digresiones cientcas, todo lo cual ocupatreinta densas pginas de Locus Solus. No vale la
pena demorarse en la descripcin delprocedimien-
REVERSO La fgura de Raymond Roussel (1877-1933) parece estar abonada al errorinterpretativo de su propia legin de admiradores y estudiosos. El escritor argentino Csar
Aira busca la Clave Unifcada del autor deImpresiones de frica rastreando unprocedimientoen el que la literatura es ocupacin del tiempo.
Por Csar Aira
Raymond Roussel.La Clave Unifcada
LosrousselianossabemosdemasiadosobreRoussel, haydemasiadaerudicinconstruida asu alrededor
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to de Roussel, que l mismo hizo en su libro tes-tamento Cmo escrib algunos libros mos. Podrahaber sido cualquier otro procedimiento. Este suyoera evidentemente el que le resultaba ms produc-tivo, pero quizs solo porque no encontr otro, o nole interes buscarlo. De modo que es un error de losestudiosos de Roussel (y este s, el ms frecuente)encarnizarse en la descripcin del procedimiento,y prcticamente limitar a esta descripcin la inter-pretacin y apreciacin de su obra. Y sin embargoAqu es donde se prueba que los errores que se co-meten con Roussel tienen la curiosa propiedad dedejar de ser errores. Porque hay un punto en quela diferencia entre general y particular se desva-nece: el nico escritor que us un procedimiento
para generar historias fue Raymond Roussel y elnico procedimiento que se us nunca fue el suyo.De modo que el error de confundir procedimientogeneral con procedimiento particular se transfor-ma en el error de distinguirlos.
El procedimiento sirve solo para generar elargumento. Luego, una vez escrita la historia, elprocedimiento desaparece, queda oculto, es tanparte de la historia como que el autor haya usadotinta azul o tinta negra para escribir, o cualquierotro dato desprovisto de la menor importancia paraentender o juzgar el texto, o para disfrutarlo. Enese punto se equivoca Foucault, en su libro sobreRoussel, al decir que quien no sepa francs, y por lotanto no capte los juegos de palabras subyacentes alas historias, perder algo en la lectura de Roussel.Me parece un grave error de su parte. El procedi-
miento es una herramienta del autor (de Roussel,porque no hubo otro), y al lector no le concierne.Una herramienta que le permiti encontrar lashistorias ms extraas, las invenciones ms rarasy sorprendentes, esas que a l jams se le habranocurrido si se hubiera conado en su propia inven-cin. Luego traducir a Roussel no solo es posiblesino conveniente, y leerlo en traduccin a otra len-gua (al menos en sus obras en prosa, es decir lashechas segn el procedimiento) es el nico modode apreciarlo plenamente, en tanto al apartarlo delfrancs se consuma el ocultamiento de la gnesis.
Un bigrafo y estudioso, Mark Ford, dice delasImpresiones de frica: Cada episodio pone enprctica una adivinanza lingstica, y ms adelantehabla de los acertijos narrativos que genera el pro-
cedimiento. Es el mismo error que cometen casitodos los rousselianos. Esos acertijos los resuelveel autor, no el lector. Los resolvi Roussel, y la re-
solucin dio por resultado sus novelas, ofrecidas allector como pura lectura, como lectura de novelasde Julio Verne, ni ms ni menos.
Esa fue la lectura que se hizo de sus librosmientras l viva. La revelacin del mecanismoproductivo, el procedimiento , la dej escrita paraque se publicara despus de su muerte. Antes, na-die saba de la existencia delprocedimiento, y creande buena fe que esas fantsticas invenciones salande su cabeza. Y salan realmente, porque el proce-dimiento es apenas una herramienta descartable,que solo funcion en manos de Roussel. Pero laobnubilacin que produjo la revelacin del pro-cedimiento hizo que ya nadie pudiera leerlo con lacorrecta admiracin del lector puro; se interpuso el
conocimiento de la maquinaria de invencin.Pero habra que examinar esa admiracin.Para aquellos lectores, los que lo leyeron mientras
l viva, los lectores entre los que Roussel busc elelogio (y lo busc patolgicamente), qu era suobra? l la propona como un equivalente de susautores favoritos, Julio Verne, Pierre Loti. Parala clientela de estas lecturas, lo de Roussel era unpoco demasiado raro, aun en su narrativa (las dosnovelas y las dos piezas teatrales), no digamos ensu poesa descriptiva, y mucho menos en lasNuevasImpresiones de Afr ica, con el juego de los parn-tesis. Pero fue ledo y admirado, aunque no siem-pre por quienes l habra elegido; por ejemplo, lossurrealistas, de cuyos elogios tena motivos parasospechar, porque lo ponan en el rubro de las re-cuperaciones de extravagantes curiosos, ingenuoso locos, como Brisset.
De los testimonios que han quedado de lec-turas contemporneas de Roussel, previas a la re-velacin del procedimiento (las de Montesquiou,
LOCUS SOLUS
Raymond Roussel, a
la edad de tres aos,
abrazado a un cisne. Una
imagen premonitoria de
lo que sera su peculiar
sentido de la belleza.
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Breton, Raymond Queneau y otros), la ms aguda
es la que hizo un escritor argentino, Jos Bianco,
en un artculo aparecido en el suplemento literario
del diarioLa Nacin de Buenos Aires, en marzo de1934, un ao antes de la aparicin de Cmo escribalgunos librosmos (y meses despus de la muertede Roussel en Palermo, dato que aparentemente
Bianco desconoca).
Bianco, por supuesto, se asombra ante la ex-
traeza de esta obra, extraeza que adjudica a un
agente vago y servicial como es la fantasa: el sue-o mgico que es la fantasa de Roussel. Pero a esa
inagotable fantasa, intuyendo la existencia de
algo oculto, Bianco la hace administrar por Roussel
con rigurosa lgica de demente, o con una exas-
perante meticulosidad de ingeniero. Postula dos
fases: la fantasa creadora, onrica, csmica, y luego
una estricta y vigilada racionalidad para transmitir
esa fantasa. Lo compara con Daisy Ashford, la nia
autora de The Young Visiters, por la lgica que exigeel nio, pero tambin por la gratuidad de sus inven-ciones. Sabios y fascinantes juegos de nios, dice,
y a la poblacin de sus novelas la describe como
una atrayente utilera infantil.
Bianco, no lector (fue el primero, en su
calidad de secretario de redaccin de la
revistaSur, en leer el primer cuento deBorges,Pierre Menard, autor del Quijote,
y lo calic ese mismo da como lo mejor que he
ledo en mi vida), adivina oscuramente el suple-
mento oculto en la obra de Roussel, ese procedi-miento que se revelara un ao ms tarde. Es ne-cesario un terrible talento para hacer soportable un
poco de genio, dice en su artculo. De ese poco de
genio no puede decir nada, ya que es la invencin
de un modo distinto de crear; el terrible talentoes lo visible, la laboriosidad espantable del nio o
del loco para salirse con la suya.
Ms cerca todava del secreto est Bianco en
este elogio: Todo escritor resulta indigente si se lo
compara con Roussel, las mismas elucubraciones
de Poe tienen algo de montonas, de limitadas.Esta ltima palabra acierta ms all de lo que se
propone. En efecto, tanto Poe como cualquier otro
escritor estn limitados por su poder
creativo personal, su imaginacin,
su inteligencia. Roussel, al utilizar
un mecanismo movido por lo ilimi-
tado del azar, puede operar con una
latitud sin fronteras personales. (Eso
tambin lo entrevi otro adelantado,
Raymond Queneau, que en 1933 dijo:
Roussel crea mundos con una po-
tencia, una originalidad, una inspi-
racin, de la que hasta hoy Dios crea
tener la exclusividad).
Bianco acerca a Roussel y
Proust: idntica ociosa y magnca
gratuidad. Jean Cocteau, que coin-cidi con Roussel en una clnica de
desintoxicacin, lo acerca tambin a
Proust, por su aspecto fsico: ambos provenan del
mismo medio, dice, haba tenido educacin y ex-
periencias equivalentes, se movan entre la misma
gente. El acercamiento es intrigante; se dira que
no podan haber tomado caminos literarios ms
divergentes. Proust eligi los lmites biogrcos
de su experiencia y su sensibilidad, y los hizo es-
tallar desde adentro; Roussel, el ms impersonal y
menos autobiogrco de los escritores, llegaba por
el camino opuesto a la misma ociosa y magnca
gratuidad.
Pero donde Jos Bianco ms se acerca a l a adi-
vinacin delprocedimiento es donde se reere a la
dicultad de hablar sobre Roussel: Sobre Rousseles imposible escribir. Por encima de la literatura,
est ms all de la crtica. Debo reducirme a una
serie de fatigosos balbuceos de entusiasmo, cual
esos que lanzan ciertas mujeres delante de las
obras de arte, cuando no encuentran un argumen-
to valedero que pueda explicar razonablemente su
admiracin. Es cierto, nada puede ser ms difcil
que expresar el placer esttico cuando este, en pa-labras de Hegel citadas por Breton a propsito de
Roussel, depende exclusivamente del modo en
que la imaginacin se pone en escena, y en que no
pone en escena otra cosa que a s misma. La obra
de Roussel hace insalvable esta dicultad, pero ah
est el recurso de volver a explicar elprocedimientopara sortearla.
Podemos preguntarnos por qu Roussel revel
el secreto de suprocedimiento. Habr sospecha-do que era su mejor creacin, la creacin de las
creaciones, y que era lo nico que podra darle la
gloria que anhelaba, y que quizs haba empeza-
do a sospechar que no le daran sus libros? Hizo la
revelacin en el libro Cmo escrib algunos librosmos, preparado por l para su edicin pstuma;es una recopilacin de textos juveniles, inditos,
esbozos de novela. Antecedido por la revelacinpropiamente dicha, que es el nico texto normalque escribi Roussel, su busca del tiempo perdido,un relato psicolgico, biogrco, ajeno a todo pro-
cedimiento o mtodo. Quizs la explicacin de esta
maniobra pstuma es simplemente que exista un
secreto, y el activo de un secreto es su revelacin.Y no todo escritor, o ningn escritor, tiene un se-
creto que pueda ser revelado limpiamente, como
el suyo, en veinte pginas. Un secreto que, aunque
intuido o sospechado, se haba mantenido secreto
para todo el mundo.
En trminos maostas, la Contradiccin Prin-
cipal en Roussel se da entre el procedimiento y laobra. Pero la obra se extiende ms all de esta du-
pla, pues las obras escritas con elprocedimientoson
solo cuatro, y Roussel escribi otros tres libros, delos que especic que no haban surgido de proce-
dimiento alguno; estn escritos en verso, rimados, y
como l dijo que elprocedimiento ensuma, est emparentado con la rima,
cuando no us elprocedimientous supariente la rima. O, al revs, solo po-
da escribir en prosa si haba un pro-
cedimiento emparentado con la rima;
en verso, donde la rima (y el metro) ya
estaba, no lo necesitaba.
No es solo el auxilio del azar
formal de la rima lo que necesita en
estos libros ajenos al proced imien -to. En ellos hay un estricto plan deproduccin, en general asociado a la
descripcin. Aqu hay una intencin
ligeramente perversa (tambin po-dra decirse vanguardista, si no fueraporque Roussel fue todo lo contrario
de un vanguardista) de poner a trabajar la inade-
cuacin. Porque el verso medido y rimado sera el
ltimo formato que se le ocurrira utilizar a un es-
critor para hacer la descripcin al detalle de seres y
objetos concretos visualizados previamente.
El primero fueLa Doublure, escrito en su pri-mera juventud, que consiste principalmente de una
descripcin (de doscientas pginas) del desle de
muecos cabezones en el carnaval de Niza. Otro,LaVue, tres largos poemas que describen con minu-cia de microscopio sendas fotografas o dibujos en
blanco y negro. Y por n su ltimo libro, lasNuevasImpresiones de frica, cuyo plan inicial era, como
en La Vue, la descripcin de imgenes dentro deobjetos pequesimos, y termin siendo una seriede enumeraciones asociativas y comparativas, en
REVERSO
Dos manifestaciones de
la galaxia rousseliana:
una representacin de
Locus Solus en el
Thtre Antoine de Pars
y la revista homnima de
poesa norteamericana
que John Ashbery
coordin a partir de los
aos sesenta.
Todoescritorresultaun pocoindigente sise le comparacon Roussel
(Jos Bianco)
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LOCUS SOLUS
una estructura de frases encajonadas mediante
parntesis (llega a haber ms de diez niveles pa-
rentticos). Tambin en verso, tambin descripti-
vo, hay un poema adolescente, Mi alma, en el queel planteamiento descriptivo queda subordinado
al proyecto de llevar una metfora a sus ltimasconsecuencias. La metfora es la del alma del poeta
como una mina de la que se extraen metales pre-
ciosos. El desarrollo, en cientos de versos, describe
hasta el ms exasperante detalle el trabajo en esa
mina.
En el ttulo del libro testamento, Cmoescrib algunos libros mos, queda im-plcitamente subrayada la palabra al-gunos. En el texto, la declaracin es tan
lacnica como tajante: No es necesario aclarar que
mis otros libros,La Doublure, La Vue yNuevas im-presiones de Africa, no tienen absolutamente nadaque ver con el procedimiento. Si bien esto pone a
esos otros libros en un plano secundario, tambin
acenta su existencia. De ah que hayan excitado el
inters crtico, siquiera en los mrgenes del inte-rs desproporcionado enfocado alprocedimiento.Y, un paso ms all, han planteado el enigma de la
obra como totalidad. Qu une a las dos mitades
de la produccin de Roussel, las he chas con y sin el
procedimiento? Porque la segunda no est marcadasolo por la ausencia delprocedimiento: es tanto oms original y extraa que la otra. El problema no
se planteara si se tratara de libros convencionales,
de los que podra pensarse que fueron vacaciones
del arduo trabajo de las novelas. Como los astrofsi-
cos que buscan la explicacin general que conjugue
todas las explicaciones parciales a los distintos fe-
nmenos explicados del Universo, as los rousselia-
nos buscan la Clave Unicada de Roussel.
Yo creo haberla encontrado: lo que tiene en
comn todo lo que escribi, del principio al n desu vida, es, simplemente, la ocupacin del tiempo.
Escribi para llenar de manera sli-
da y constante un tiempo vital que
de otro modo habra quedado vaco.
Para ello debi inventar modos de
escribir, marcos, formatos, que ocu-
paran la mayor cantidad posible de
tiempo. Qu tienen en comn to-
dos sus escritos? El parecido con la
resolucin de crucigramas: la fusin
de un mximo de signicado con un
mnimo de sentido, lo que se tradu-
ce, precisamente en la ocupacin del
tiempo.
El labrado de las homonimias en
elprocedimiento, las trabajosas vero-similizaciones, las explicaciones decomplicadsimas mquinas nunca
vistas; y, fuer a del procedimiento, laesforzada redaccin de los alejandri-
nos, el hallazgo de las rimas... Todo se
resuelve en lo mismo: el tiempo que
lleva hacerlo. El ltimo libro, las Nuevas Impre-siones de frica, con su mecanismo de parntesis,exacerba algo que siempre haba estado ah. No se
puede creer qu tiempo inmenso exige la composi-
cin de versos de ese tipo, dice Roussel, y calcula
que el poema, de unas cuarenta pginas apenas, le
llev siete aos de trabajo sin pausa.
Ahora bien, se dir que esto es una obviedad.
Toda obra de todo escritor se hizo ocupando el
tiempo que llev escribirla. Pero sucede que en
Roussel la ocupacin del tiempo est en primerplano y, si mi hiptesis es cierta, constituye el mo-
tivo de escribir. Obsrvese que su testamento se
titula Cmo escrib, y noPor qu; en Roussel nohay ningnpor qu, solo hay un cmo; es una tcni-ca, algo que ocupa el tiempo sin dirigirse a ningn
objetivo. La nica respuesta a un por qu, la res-puesta teleolgica, biogrca, la nica nalidad a laque pudo aferrarse, fueron conceptos
vacos como la fama, la gloria, la di-fusin (lpanouissement), y volverlospatologas (por las que fue tratado, y
por las que al n muri).
Todo lo que escribi comparte
ese aire de rompecabezas de arma-
do paciente e ingenioso; y a eso se le
agrega su gratuidad maniesta, su fal-
ta de todo mensaje, ideolgico o ins-
tructivo; hasta sus admirados Verne o
Loti tienen un componente educativo
o informativo; Roussel arma maque-
tas de Verne o Loti despojadas de ese
componente, puramente formales.
Por n, tampoco hay elementos au-tobiogrcos, eso se ocup de dejarlo
en claro explcitamente. (De todos
mis viajes, nunca saqu nada para
mis libros). Entonces, qu queda,
en trminos de justicacin o expli-
cacin para haber escrito? Respuesta: la ocupacin
del tiempo.
Y ms all del trabajo de producirlas, o como
consecuencia de ese trabajo, sus textos, las in-
vencion es de sus novelas, huele n a tiempo. Eso
es lo que debi de sentir Duchamp, que dijo que
su experiencia de asistir a la puesta en escena de
la teatralizacin de las Impresiones de fr ica fuelo que dict la direccin que tomara su obra. Y la
obra de Duchamp tambin podra verse como un
gran aparato para ocupar el tiempo sin imponerobjetivos de sentido. (Su prctica del ajedrez, y la
leyenda que l mismo alent, de que haba aban-
donado el arte para dedicarse al ajedrez, van en la
misma direccin).
En qu otra cosa podra haberlo ocupado, el
tiempo, un hombre como Roussel, rico, neurtico,educado para la inutilidad. Es cierto que no fue el
nico hombre rico, neurtico, desocupado que ha
habido. En l parece haber habido una sensibilidad
especial al empleo del tiempo. Si bien la escritura
lo absorbi casi por completo (l se las arregl para
que as lo hiciera) quedaron mrgenes, que ocup
en actividades tambin tpicamente de empleo deltiempo: las drogas, los viajes. Lo anterior no quieredecir que no sea un gran escritor. Al contrario. Nin-
gn elogio le queda grande al escritor que escribi
solo para llenar el tiempo, e hizo de esa ocupacin
la nica materia de su obra. Porque tambin po-
dra haber ocupado su tiempo escribiendo nove-
las como las de Dostoievsky, o poemas como los
de Verlaine. No habran sido menos ecaces en
ese cometido. Pero entonces habra debido escri-
bir sobre sus sentimientos, ideas, experiencias, yeso estaba fuera de las intenciones del gran dan-
di que fue Roussel. La literatura est toda hecha
de elementos extraliterarios. Qu sucedera si
le sacramos todo lo que en ella es informacin,
comunicacin, ideologa, autobiografa, opinin?
Si logrramos aislar el puro mecanismo de lo que
hace literaria a la literatura? Creo que tendramos
algo as comoLocus Solus o cualquier otro de suslibros. En su concentracin por encontrar forma-
tos que le dieran una plena ocupacin del tiempo,
Roussel hizo a un lado todos esos elementos, y dej
la literatura desnuda. x
Csar Aira(Coronel Pringles, 1949) es escritor
argentino. Su ltimo libroEl errorest publicadopor Mondadori.
Lo que tieneen comntodo lo queescribiRoussel delprincipio alfn de su vidaes la Ocu-
pacin delTiempo
Roussel siempre sostuvoque de ninguno de susviajes obtuvo nada parasus libros. El estreno deImpresiones de fricafue un acontecimientosocial en Pars.
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