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Análisis del Currículum: Alcance, secuencia, continuidad e integración.
Perspectivas Curriculares
Integrantes:
Camilo Jara
Gabriela Ortiz
Solange Lazo
El presente análisis aborda aspectos que tienen relación con la forma en la que
están desarrollados los contenidos y habilidades que deben desarrollar los estudiantes a
lo largo de la Enseñanza Media. Como sabemos, el currículum es un constructo social
que varía en cada país, y se ajusta a las necesidades e intereses de éstos, así como
también al contexto en que se desarrollan. La selección de los contenidos que abarca el
Currículo nacional inexorablemente es un acto de poder. Es en esta acción que queda
plasmada cuál es la necesidad hacia la que apunta un determinado sector político, es
decir, cuáles son sus objetivos para la sociedad acorde a determinados criterios de
interés.
De esta manera, “el currículum es un artificio vinculado con los procesos de
selección, organización, distribución, transmisión y evaluación del contenido escolar
que realizan los sistemas educativos” (Gvirtz, 2005: 50), el cual puede encontrarse
orientado a ciertas ideologías que determinan el propósito de la educación que busca
implementarse. Estas visiones curriculares discrepan con respecto al “tipo de
conocimiento que debería enseñarse en las escuelas, la naturaleza inherente de los niños,
los componentes del aprendizaje escolar, la forma en que los profesores deberían
instruir a los niños y la manera de evaluar a los estudiantes” (Schiro, 2008: 01);
ideologías que podemos definir como: Académica Erudita, de Eficiencia Social,
Centrada en el Estudiante, y de Reconstrucción Social.
Adherir a una ideología o la predominancia de una por sobre las demás, incide
en el modo en que los contenidos son abarcados. Pero también, deja en evidencia, como
en el caso de Chile, una serie de ajustes y modificaciones que se han realizado luego de
la Dictadura Militar; asimismo, podemos mencionar el cambio de coalición política en
el Estado durante el último periodo, ya que también ha dejado su huella con respecto a
la desarticulación entre las partes que constituyen el currículum nacional. Estos ajustes
implican discontinuidad en algunos aspectos, especialmente en los criterios que
organizan el currículum: alcance, secuencia, integración, continuidad. De este modo,
podemos vislumbrar desorganización con respecto a la manera en que los contenidos se
plantean, como por ejemplo, en el hecho de que existan documentos vigentes con
diferentes años de publicación. Así, se produce una implementación deficiente del
currículum al igual que los Planes y Programas, ya que, al no ser una actualización
orgánica, repercute en la disparidad de la renovación y el desajuste en cuanto a la
renovación de los contenidos y la correcta progresión del desarrollo de las habilidades y
competencias que los estudiantes deben adquirir durante la Enseñanza Media, en tanto
que se ven influenciadas por los diferentes intereses de cada gobierno al mando del país.
Alcance
Para comenzar a desarrollar los criterios, es necesario aclarar, en primer término,
que el desarrollo de este informe consiste sólo en una descripción general de los
alcances, secuencias, continuidad e integración que presentan los documentos que,
abarcan tanto los conocimientos que deben aprender los alumnos como las habilidades y
estrategias claves para la formación del individuo.
En primer término, comenzaremos respondiendo la pregunta ¿Qué se enseña y
para qué se enseña? Dentro de lo que es el marco y los programas de estudios, podemos
notar que primero y segundo medio se articulan alrededor de tres competencias: lectura,
escritura y oralidad. Mientras que tercero y cuarto medio quedan fuera de estos criterios,
pues no están dentro del reajuste del marco en el 2009. En estos cursos (1 a 4 medio), la
materia que se pretende enseñar se enfoca en la lectura, análisis e interpretación de los
textos literarios y no literarios, tales como cuentos, novelas, textos expositivos,
argumentativos, poemas, etc. Todos estos contenidos están enfocados en el desarrollo
de la comprensión, permitiendo ampliar el vocabulario del individuo y, todo esto, en
conjunto, propiciar una buena comunicación oral y escrita. Es decir, los conocimientos
y habilidades que se pretenden enseñar en esta etapa: enseñanza media, apuntan a un
desenvolvimiento oral y escrito de los alumnos, permitiendo su participación dentro de
la sociedad. Esto lo podemos ver en la siguiente cita:
“Interactuar oralmente con propiedad a través del diálogo en diversas situaciones comunicativas, aportando nuevas ideas, proponiendo acciones, tomando decisiones y valorando esta instancia como una forma de entendimiento con el otro” (Marco Curricular 2009, pág. 9)
En esta misma línea de análisis, pero ahora enfocado sólo en tercero y cuarto
medio del plan diferenciado, es posible notar que los contenidos que se enseñan, se
orientan en el conocimiento de las distintas variables del lenguaje castellano empleado
dentro de los diferentes países con el mismo habla (evolución, principalmente, en Chile)
y, además, cómo éste (el lenguaje) genera identidad dentro de un individuo, en una
cultura o en la historia misma. Lo anterior, apoyado en la lectura de distintos textos
literarios (líricos, narrativos, etc.) que plasmen diferentes aspectos del tema identidad.
Todo esto se enseña con el propósito de que, en primer lugar, los alumnos tengan
conciencia y valoren el instrumento llamado lenguaje, pues es gracias a él por el cual
logran interactuar con su entorno, como también, generar identidad dentro de un
contexto particular. Y, en segundo lugar, relacionar las distintas expresiones de
identidad en la literatura con su experiencia de vida misma. Es decir, en el programa
diferenciado de tercero y cuarto medio, es posible notar un interés relacionado a la
identidad que se pueda generar con el uso del lenguaje, ya sea en un contexto particular
o a nivel global, tomando en cuenta las experiencias de los alumnos. Esto se puede ver
reflejado en la siguiente cita
“Comprender que las lenguas no son un mero reflejo pasivo de la realidad, sino que se relacionan estrechamente con los modos de vida de las comunidades que las usan, recrean y transmiten; y que constituyen cauces que guían la actividad intelectual y emocional de cada comunidad, y establecen marcos de mundos posibles para ésta” (Programa de Estudio 3º Medio: Diferenciado “Lenguaje y Sociedad”, pág. 9)
En segundo término, respondiendo a la pregunta ¿Qué tipo de conocimiento se
enfatiza? El conocimiento que se pretende enfatizar en los programas de estudio y
marco curricular, es la comprensión de los diferentes tipos de textos, es decir, se hace
hincapié en el eje de lectura. Esto, ya que al realizar la lectura de distintos tipos de
textos, literarios y no literarios, es posible generar en el individuo un vocabulario
completo y constituido, permitiendo que éste se exprese de forma acabada tanto oral
como escrita. En este sentido y, ligado a los objetivos transversales, se pretende que
quién aprenda este tipo de conocimiento tenga confianza en sí mismo, facilitándose así
aquello que hable y escriba. Esto significa que, gracias a este conocimiento, el individuo
podrá desenvolverse en la sociedad en la que vive. Esto podemos verlo reflejado en los
siguientes objetivos transversales “Autoestima y confianza en sí mismo; Conocimiento
de sí mismo, potencialidades y limitaciones de cada uno” (Marco curricular 2009, pág.
6)
En tercer término y, respondiendo a la pregunta ¿Qué contenido sería
destacable? Es posible afirmar que, realizando un análisis global de la materia que se
nos presenta dentro de los programas de estudio en cada nivel de la enseñanza media, el
contenido más relevante pertenece a la argumentación presente en tercero medio. El
nombre del ramo en sí, Lenguaje y Comunicación, podemos verlo en su mayor
expresión en esta materia, pues es aquí donde el alumno desarrolla todas sus
capacidades argumentativas (orales y escritas). Esto se demuestra, claramente, en
simples hechos como una conversación con otro individuo, la lectura de distintos tipos
de textos que influyen de forma distinta y, además, en el poder que tiene la palabra que,
como ya dijimos, es capaz de intervenir, convencer y cambiar comportamientos de
personas que escuchan o leen los argumentos. Es decir, “La argumentación” es unos de
los pilares fundamentales dentro de la comunicación humana tanto cotidiana (entre
amigos, familiares) como pública (medios de comunicación, libros, etc.)
Finalmente, y avocado a la pregunta ¿Qué contenidos no se consideran y
debieran estar presentes? Según nuestra opinión, el contenido que no se considera en su
totalidad es la redacción de informes académicos. Debido a la falta de hincapié que se
genera en la redacción, muchos de los estudiantes al entrar a la universidad presentan
dificultades en la escritura de informes o ensayos que se les piden para los diferentes
ramos de su carrera. En este sentido, la mayor parte de las universidades deben tener
cursos de nivelación en este factor, como por ejemplo: expresión escrita, evitando así,
notorias diferencias entre sus alumnos. Es de esta manera, como podemos ver una
carencia en la práctica concreta del marco y los programas de estudio que establece el
ministerio a los establecimientos, ya que los jóvenes que ingresan a la universidad
deben volver a “aprender” esta habilidad. Es decir, la expresión escrita queda, en cierta
forma, obviada por los programas y por el currículo, creyendo que los alumnos tienen el
nivel adecuado para enfrentarse al desarrollo de informes universitarios, siendo que los
establecimientos de educación superior tienen dentro de sus mayas ramos que ayuden a
los nuevos alumnos a la redacción de informes, pues conocen y tienen conciencia de
esta debilidad.
Secuencia
Dentro de este criterio y para guiar nuestra respuesta, responderemos las
preguntas ¿Cómo se organizan los contenidos de la asignatura? ¿Qué criterios de
organización se pueden identificar? Y ¿Cómo valoran las secuencias identificadas?
Como bien sabemos, dentro de los documentos del ministerio, tanto el marco
curricular como los programas de estudios de los diferentes cursos de enseñanza media,
podemos notar la presencia de diferentes criterios de organización tanto a nivel global
como local. En este sentido, es posible mencionar la presencia de dos criterios globales:
Por un lado nos encontramos con el marco curricular del año 2005, en base al cual se
articulan los contenidos de tercero y cuarto medio de la formación general (Esto
explicado, anteriormente, en el criterio de alcance), en el que es posible apreciar la
organización de los contenidos desde lo simple a lo complejo. Es decir, los contenidos
explicitados dentro de estos documentos (marco y programas) se articulan de lo más
familiar para el estudiante hasta llegar a lo más global, desconocido.
Un ejemplo que podemos encontrar con este tipo de organización de los
contenidos, se representa notoriamente en los contenidos y objetivos que plantea tercero
medio del plan diferenciado, pues en éste se esboza en la idea de conocer, comprender y
utilizar de buena forma el lenguaje que manejan los estudiantes mismos para que, de esa
manera, se den cuenta la creación cultural de que se puede representar a través de éste,
siendo esto desconocido para el estudiante. Es decir, éste, mediante el lenguaje utilizado
tomará conciencia de los diferentes sentidos asociados, conocerá los distintos idiomas
ligados y, además, podrá darse cuenta la importancia que tiene para las diferentes
culturas (identidad), esto significa que, desde algo familiar a él como lo es el lenguaje
podrá conocer diferentes ámbitos que se desarrollan en torno al mismo. Esto podemos
verlo reflejado en la siguiente cita:
“(…) adquieran una mayor conciencia del instrumento fundamental que utilizan para comunicarse (…) aprecien la riqueza y variedad de recurso que ofrece y la valoren tanto en cuanto medio de expresión personal, interacción social y creación cultural y artística como (…) identidad que afirma el sentido de pertenencia a una comunidad” (Programa de Estudio 3º medio: Diferenciado “Lenguaje y Sociedad”, pág. 5)
Y, por otro lado, en el marco curricular y programas del 2009, es posible notar
una organización de los contenidos y objetivos desde las partes al todo. Es sabido que el
marco curricular del año 2009 es un reajuste del marco de año 2005 y, si bien no se
presentan mayores cambios en la organización anteriormente planteada, se incluyen las
competencias: lectura, escritura y oralidad. Es así como estas competencias son las que
generan esta visión (de las partes al todo) al marco y programas de estudios, pues en
base a estos tres componentes se llegará a los objetivos y contenidos que se requieren
ser aprendidos. Esto se puede ver reflejado en los dos primero niveles de la enseñanza
media, primero y segundo medio, pues sus contenidos se articulan en base a estas
competencias.
De alguna forma, los cambios producidos dentro de lo que es los programas de
estudios como los marcos curriculares, han tenido carencias dentro de la
implementación de los mismos. Esto se refleja, principalmente, en el cambio que se
produjo en el marco del 2009, pues aquí se plantea la idea de articular los conocimientos
en base a las competencias: lectura, escritura y oralidad, lo que propiciaría un mayor
hincapié en los contenidos, es decir, profundizar en éstos, pero se estaría obviando el
hecho de que en el marco del 2005, al estar los contenidos organizados desde lo más
familiar a lo desconocidos (simple a complejo) lo que facilitaría de manera evidente la
comprensión de los contenidos.
Continuidad
Cuando revisamos la continuidad en el Currículum nacional (2009), apuntamos
hacia la búsqueda de la integración de los contenidos que allí se proponen a lo largo de
la Enseñanza Media, en conjunto con los Planes y Programas (2011; 2004). No
obstante, si realizamos una observación detenida, hallamos incongruencias que
discontinúan la progresión del aprendizaje, en tanto se pretende establecer relación entre
contenidos inconexos, así como también estamos ante el conflicto que surge a raíz de la
modificación y actualización de estos documentos de manera dispar, lo cual desarticula
la coherencia entre las partes que constituyen el Currículum. A modo groso, éste plantea
que los estudiantes adquieran habilidades lectoras, escritoras y orales de manera
progresiva, por lo que los contenidos se gradúan de acuerdo al nivel de complejidad. No
obstante, podemos percibir ciertas discordancias, en tanto que se abordan ciertos
contenidos de manera aislada, lo cual genera una discontinuidad en los contenidos y
vacíos conceptuales.
De esta manera, podemos vislumbrar deficiencias con respecto a la progresión
entre las unidades que se proponen para cada nivel. Muchas de estas no logran solaparse
de manera explícita, pese a que se realiza el ejercicio de vincularlas a través de
diferentes trabajos y propuestas metodológicas sugeridas en las actividades. Por tanto,
se genera cierto aislamiento de los contenidos, ya que no se encuentran estructurados de
manera que se potencie el desarrollo de conocimientos y habilidades. Resulta pertinente
mencionar el caso del eje de escritura en Primer año Medio, en el cual, como queda
patente en el Currículum (2009), se señala que el objetivo es la “producción de textos
escritos y audiovisuales ajustados a propósitos y requerimientos del nivel” (pág. 72), no
obstante, en los Planes y Programas (2011) se plantea una tarea de un mayor grado de
dificultad, la cual no se encuentra ajustada a la realidad de los estudiantes de este nivel:
“Aplicar todas las etapas de la escritura recursivamente para lograr un texto coherente y
cohesionado con la calidad necesaria para ser publicado” (pág. 49). En este sentido, el
ejercicio de la producción textual no se encuentra medido en cuanto a la progresión
continua del desarrollo de la habilidad, sino que, se plantea desde un escenario ideal. En
esta situación, no hay una continuidad clara del desarrollo de la habilidad y se produce
un vacío para los estudiantes en este eje.
Ello puede deberse, en primer lugar, a la segregación y asociación de los Planes
y Programas; de esta manera, podemos mencionar el caso de Tercer y Cuarto año
Medio, en tanto que ambos documentos publicados por el MINEDUC corresponden a
una reactualización del año 2004, mientras que los de Primer y Segundo año Medio son
del año 2011. Entonces, estamos ante el primer desajuste curricular en el sentido de que
sus partes fueron concebidas de manera anacrónica. Prueba de lo anterior es el siguiente
fragmento:
“(…) Primer Año Medio prioriza el conocimiento y la práctica del discurso dialógico; el 2° Medio se centra en el discurso expositivo; el 3° Medio, en el discurso argumentativo; y el 4° Año Medio enfrenta el desarrollo integrativo de estas modalidades discursivas en la práctica del discurso público (…)” (Planes y Programas 3° Medio: 2004, pág. 9).
Así, queda en evidencia que no hay una continuidad real con respecto a la
manera en la que se encuentran planteados los contenidos a nivel general. Una falla
sustancial con respecto a la organización es lo que ocurre con Tercero Medio, ya que se
comienza a trabajar con la argumentación como tema central, la cual requiere
herramientas del discurso dialógico, y se presume visto en Primero Medio. Sin
embargo, como consecuencia del reajuste curricular, en Primer año Medio el énfasis se
encuentra en los géneros literarios y los textos no literarios, por consecuencia, se
produce un vacío conceptual que no contempla la nueva articulación de los contenidos,
y el cual puede ser retomado en el plan de la Formación Diferenciada para el subsector
de Lenguaje y Comunicación (2004), así como en la Formación General.
Ahora bien, si nos detenemos en los CMO del Currículum (2009), podemos
encontrar que se busca establecer una progresión que asegure la continuidad en los
aprendizajes adquiridos por los estudiantes. Del análisis desprendemos que sí hay
progresión en la medida que se trabajan y desarrollan diferentes habilidades a lo largo
de la enseñanza media. Por ejemplo, en Primero Medio se espera: “Participación en
debates, entrevistas, foros, juicios ficticios, dramatizaciones y otras situaciones
comunicativas orales, públicas o privadas, sobre temas de interés provenientes de
experiencias personales y colectivas, lecturas y mensajes de los medios de
comunicación” (Currículum, 2009: pág. 71), lo cual, en Cuarto Medio —nivel que aúna
los contenidos— se complejiza y complementa con lo visto en años anteriores, así como
con el desarrollo cognitivo propio del estudiante.
Sobre el criterio de continuidad en el tipo de actividades y propuestas de
evaluación, podemos percibir que ésta no es variada, pero si continua en relación a los
requerimientos para los estudiantes y ajustándose a los contenidos del curso. El nivel de
complejidad aumenta, al menos en el los CMO; este alcance se realiza, ya que en los
Planes y Programas (2011) se generan ciertos desajustes, como queda en evidencia en el
caso de Segundo Medio, ya que los alumnos deben “expresar opiniones
fundamentándolas con argumentos” (pág. 57), contenido que está orientado para los
alumnos de Tercero Medio. Además, encontramos otro desajuste que se produce con
respecto al análisis literario, ya que se plantea: “Analizar e interpretar novelas y textos
narrativos breves” (pág. 53), siendo que en Primero Medio este ejercicio se había
realizado con un nivel de complejidad mayor.
Dentro de las propuestas de actividades y de evaluación destacadas se encuentra
el trabajo con la literatura contextualizada que se realiza a lo largo de la Enseñanza
Media, ya que permite articular otras disciplinas, pero además genera conciencia crítica
en los estudiantes. También, el desarrollo de habilidades investigativas a través de
diferentes fuentes informativas; trabajo al que se le da mayor énfasis en Tercero Medio.
Por último, el desarrollo de instancias en las cuales se mejoran las habilidades
lingüísticas de los estudiantes, con la finalidad de que desarrollen competencias que les
permitan desenvolverse en situaciones públicas y privadas.
Integración
Respecto a la evaluación de la integración en el curriculum nacional, es preciso
señalar que ésta si se encuentra presente en el subsector de lenguaje y comunicación. En
primer término, con una constante promoción a vincular, principalmente en las
actividades de evaluación o lecturas, la asignatura de lenguaje y comunicación con otras
como Historia y ciencias sociales, Filosofía e incluso Biología. En segundo término,
existe una constante disposición a lo largo de todo el curriculum de lenguaje y
comunicación de vincular los contenidos del subsector con la vida personal y social del
alumno, con su contexto actual y además, pensando en el futuro social o académico del
estudiante, puesto que todo el curriculum de lenguaje está en función de fortalecer
herramientas como la escritura, la comprensión lectora y la expresión oral. Todas
herramientas fundamentales para un correcto desempeño en el mundo de hoy.
Continuando con el último punto, podemos observar dicha disposición a enseñar
un lenguaje como herramienta funcional en las siguientes líneas:
“La orientación general del sector promueve tomar conciencia del valor e importancia del lenguaje, la comunicación y la literatura como instrumentos de formación y crecimiento personal, de participación social y de conocimiento, expresión y recreación del mundo interior y exterior.” (Marco curricular Pág. 31)
Por otro lado, el marco curricular de lenguaje y comunicación declara de manera
explicita que es ésta área la base de los demás subsectores y que por lo tanto, aprender
los contenidos propuestos ayudará a entender de mejor manera los otros subsectores de
aprendizaje. Además, el lenguaje se entiende como una herramienta fundamental para el
desenvolvimiento en sociedad, basándose en el fortalecimiento de valores como la
participación ciudadana, el respeto, la tolerancia, entre otros. Esto lo podemos ver
reflejado en las siguientes líneas:
“La propuesta formativa de este sector de aprendizaje apunta hacia el desarrollo de las competencias comunicativas requeridas por los estudiantes para su desarrollo integral. Dado que el lenguaje es la base de las demás áreas del saber y constituye en sí mismo una herramienta fundamental para la integración de las personas en una sociedad moderna, participativa y democrática, se propicia el desarrollo del pensamiento crítico y reflexivo, la creatividad y el diálogo” (Marco curricular Pág. 31)
Es preciso entender además, que como ya hemos mencionado anteriormente, el
área de lenguaje y comunicación se mueve constantemente en tres ejes: La lectura, la
escritura y la oralidad. Estos ejes “cumplen una doble función: por una parte, permiten
conectar el enfoque del sector con el enfoque del conjunto del currículum y, por otra,
llevar a la práctica la implementación de la enseñanza del lenguaje procurando una
perspectiva integradora que se plasme en los Programas de Estudio del sector” (Marco
curricular Pág. 32) Por lo tanto, se hace necesario entender estos tres ejes como
integrales entre sí y además como integradores con los otros subsectores y con la
sociedad misma, con el contexto de los alumnos y con los contenidos que se enseñan a
lo largo del curriculum de lenguaje y comunicación.
El criterio curricular de integración aparece constantemente en diferentes zonas
del curriculum y es así como destacaremos algunas a continuación que respaldaran ya lo
mencionado en los párrafos anteriores.
Primero, destacaremos la presencia de éste criterio en el programa de tercero
medio, en éste año se pone especial énfasis en el trabajo con textos argumentativos,
señalando que ello ayudará a los estudiantes a:
“tomar conciencia de las razones que dan fundamento a nuestras opiniones y puntos de vista, del diálogo con los que sostienen posiciones diferentes y de la responsabilidad que conlleva la práctica de un discurso como el argumentativo, que manifiesta el poder del lenguaje de influir y actuar sobre las personas moviéndolas a adoptar determinados comportamientos, actitudes o posiciones.
Por otro lado, es importante indicar que encontramos disposición a la integración
con otras asignaturas no de una manera constante ni de gran importancia, sino que de
manera esporádica y sugerente. Sin embargo, presentaremos a continuación dos
ejemplos de integración con otras asignaturas, Biología e Historia:
a) Investigación sobre un tema con el subsector de Biología: “El docente se
pone de acuerdo con quien está a cargo de la asignatura de Biología, seleccionan un
tema que tenga relación con lo que están viendo en clases de Ciencias y, al menos, tres
textos que traten sobre este. […] Los estudiantes planifican y escriben el texto en grupos
de a tres. Ambos docentes lo corrigen, uno se preocupa de que el contenido sea correcto
y el otro evalúa la redacción y el desarrollo de ideas”. (Programa primero medio Pág.
95)
b) Línea de tiempo de la producción literaria de occidente: “Entregar al
estudiante una cronología que le permita ordenar en el tiempo las obras, movimientos y
periodos literarios de diferentes épocas y contextos con los que hayan tomado hasta aquí
contacto” (Programa tercero medio Pág. 138) (Véase línea de tiempo Págs. 138 a 140)
Continuando con nuestro análisis respecto al criterio de integración, es preciso
indicar que en los ramos diferenciados, tanto en Literatura e Identidad como en
Lenguaje y Sociedad existe integración de los contenidos con las experiencias de los
estudiantes, ya que, como bien los nombres de cada ramo lo señalan se busca fortalecer
la interacción del estudiante con su sociedad, potenciando los lazos de identidad como
hispanohablante y la meta cognición del lenguaje, entendiéndolo como una gran
herramienta para el desarrollo en sociedad. Esto lo podemos ver reflejado en la
introducción del programa de lenguaje y sociedad, quien posición al lenguaje como un:
“medio de expresión personal, interacción social creación cultural y artística como en
cuanto símbolo de identidad que afirma el sentido de pertenencia a una comunidad”
(Programa de Lenguaje y sociedad Pág. 5)
En conclusión, podemos indicar que sí está presente el criterio de integración y
que se ve de una manera bastante sólida y constante en el ámbito de integración con las
experiencias exteriores, personales y sociales del alumno. Mientras que por otro lado,
sentimos que la integración con otras asignaturas de manera explicita es débil, pero si
consideramos las herramientas que entrega la asignatura en el ámbito de lectura,
escritura y oralidad, es innegable que ayuda a comprender de mejor manera el resto del
curriculum.
Conclusiones
Una vez revisados cada uno de los criterios: Alcance, Secuencia, Continuidad e
Integración, concluimos que el curriculum de lenguaje y comunicación posee todos
estos criterios, entendiendo que siempre se pueden hacer mejoras al curriculum en cada
unote estos, pero en lo fundamental creemos que está bien estructurado.
Por otro lado, nos encontramos en una disyuntiva al señalar una ideología
predominante, pues consideramos que las ideologías: centrada en el alumno y eficiencia
social, actúan en conjunto, estructurando un currículum más integro. Para entender esto,
es preciso señalar que no nos quedamos en la visión negativa de la ideología de
eficiencia social, sino que la entendemos, específicamente, con el área de Lenguaje y
Comunicación, como una ideología bastante positiva, ya que fortalece las habilidades
y/o competencias lectoras, escritura y oralidad, que por cierto son fundamentales dentro
de las capacidades del alumno. Esto, pues una sociedad como la de hoy en día exige
poseer dichas habilidades para un correcto desarrollo tanto a nivel individual como
colectivo. Mientras que la ideología centrada en el alumno, fortalece otras capacidades y
valores, tales como la tolerancia, el respeto, la empatía, la valoración de la literatura,
entre otras, que son necesarias en la formación de un alumno integral y en su inserción
en la sociedad de hoy.
Respecto a los desafíos de la implementación curricular, nos parece preciso señalar que,
el problema recae en diversas aristas. Por un lado, creemos que uno de las principales
dificultades radica en el profesorado y que el énfasis debe estar puesto sobre ellos y no
sobre el curriculum prescrito. No porque los profesores sean mediocres o no logren
entregar una buena educación (aunque claramente los hay) sino porque el profesorado
en general no posee ni el tiempo ni el conjunto de herramientas y habilidades para
enfrentarse a una buena lectura y comprensión del curriculum. Es vital comprender y
darle un correcto sentido a lo que se indica en el curriculum nacional, para así, ser más
eficiente a la hora de planificar y preparar clases.
Respecto a esto último, debemos ser claros y justos al señalar que la mayoría de
los profesores no tiene la cantidad suficiente de horas para la planificación, por ende es
entendible que la implementación del currículum se aleje de los resultados esperados
por el currículum prescrito.
En síntesis, está claro que existen desafíos y mucho por mejorar, pero respecto al
análisis realizado durante este informe, debemos indicar que en su mayoría el
currículum sí presenta los criterios buscados y que valoramos el esfuerzo, dedicación y
trabajo que hay detrás de la creación y redacción del currículum nacional de Lenguaje y
Comunicación.
Bibliografía
Currículum: de la Educación Media Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos
Obligatorios; Formación diferenciada humanista científica, Lengua Castellana y
Comunicación; Actualización 2005, Santiago.
Currículum: de la Educación Media Objetivos Fundamentales y Contenidos Mínimos
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2009, Santiago.
Lengua Castellana y Comunicación: Lenguaje y Sociedad; Programa de Estudio Tercer o
Cuarto Año Medio; Formación Diferenciada.
Lengua Castellana y Comunicación: Lenguaje e Identidad; Programa de Estudio Tercer o
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Lengua Castellana y Comunicación; Programa de estudio: Primer año Medio,
Actualización 2011, Santiago.
Lengua Castellana y Comunicación; Programa de estudio: Segundo año Medio, Actualización
2011, Santiago
Lengua Castellana y Comunicación; Programa de estudio: Tercer año Medio, Actualización
2004, Santiago.
Lengua Castellana y Comunicación; Programa de estudio: Cuarto año Medio, Actualización
2004, Santiago.
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