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EL PAISAJEINTERIOR
Por Perla Schwartz
Mlnimamente ha sido difundida al 'español la obra de la poeta norteamericanaElizabeth Bishop (19 11- 1979). En sumomento fue traducida por Octavio Pazy estuvo presente en sus Versiones y diversiones: posteriormente se ocuparonde ella Ramón Xirau. José Emilio Pacheco y Ulalume González de León; éstaúltima se encargó de elaborar una compilación breve para la colección " Material de lectura" .
Por eso resulta importante el volumenantológ ico que ha publicado El Tucán deVirginia en coedición con Cuadernos deLaOrquesta del CREA en su serie Los8/'idos. libro preparado por la poeta Verónica Vo lkow que de este modo puedeagradecerle el bagaje poético a su admirada Elizabeth Bishop, con quien al traducirla realiza una especie de juego deespejos.
Bishop es una poeta cien por cientodescript iva, en una perspectiva visionaria y reflex iva. que a través de la realidadexterna se preocupó por buscar los trazos de su propio itinerario interno en unaproyección hacia lo universal que sostuvo hasta el final.
Poco antes de morir hacia 1977 declaró a su amiga Joan Keefe en unacarta: "Indudablemente cada génerojuega una parte importante en el hacerart ístico. pero el arte es arte por simismo, sin separar escritos , pinturas, ocomposiciones musicales en dos sexos,porque ésto es enfatizar valores que noson necesariamente artlst icos."
Elizabeth Bishop nació en Worcester:Massachusetts, en 1911; dejándolahuérfana su padre a los ocho meses deedad fue criada por sus abuelos maternos y una tia en Bastan, debido a que su,madre sufrla sucesivas crisis nerviosasque indudablemente dejaron una huellade soledad en la poeta. Viajera incansable conoció Francia, Bélgica, Inglaterra,España. Italia, el norte de Africa hastaque radicó la mayor parte de su vida enBrasil, que se convirtió en una prolonga-
St oJames's Park, correr y tumbarme a laorilla del lago. Mas no."
El viaje sirve además como incursiónparalela en la realidad mexicana: el viajero mira, comprende, compara ; su identidad se define a partir de lo ajeno; el conocimiento de lo ajeno se origina en eldescubrimiento de lo propio . Se es a lavez que se paret:e: ante la "ontologicalcard " el lector es invitado a valorar y avalorarse ; la página en blanco frena lavelocidad contagiosa del libro. FernandoCuriel nos obliga a meditar y a lo largodel libro encuentra las más divertidas estratagemas para ello; nos insertamos ensu libro a partir de poemas, dibujos, recortes de periódico. de las fotos del " album" . Nos conectamos, dentro del libro , con la memoria y la mirada que nospreceden.
Vida en Londres nos recuerda que, ennuestro tiempo los mitos envejecen antes que nosotros mismos : el viaje pretende revisitar los 60 ' y la modernidadcontagiosa de sus generaciones jóvenespara encontrarse con sus ecos ; de lascorr ientes "beat" y "pop", de su violencia renovadora no quedan más que lasformas tan disciplinadas de denuncia delos jóvenes ingleses de hoy. Una voz irónica a la vez que melancólica' evoca laNaranja Mecánica: Inglaterra se ha dejado domar . Sus jóvenes son los Utt leAlex ya saturados de su misma violenciapasada, de su modernidad.
En el texto sobrevive la capacidad desorprenderse ante los periódicos, losservicios telefónicos poéticos, las for mas de protesta; la serie de retratos del"álbum" son un guiño al lector que todavla guarda su solemnidad : Inglaterrasigue siendo esto también. Pero a ellos-a la Reina Victoria, a Orwell, a VirginiaWoolf- cada quien los revive a su manera. Vueltos a nuestras propias fórmulas -si es que ast lo queremos- estamosya preparados para el " fade out" . Nospodemos reubicar, si este es nuestrodeseo, en la cómoda Inglaterra de la memoria compartida.
Predispuesto por los rituales propiosde su viaje. Fernando Curiel se entusiasma, critica, se sorprende, expresanostalgias, busca equivalencias de lopropio en lo ajeno, comprueba y refutaprejuicios y opiniones, evoca, poetiza.Vida en Londres, mensaje mexicano alViejo Mundo, se instala en aquel género de libros de viajes sentimentales cuyo sabor refinado se lo debemos a
Sterne.O
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DFONDO DE CULTURA ECONÓMICfi
Alí Chumacero
Los momentoscríticos
Selección,prólogo y bibliografia
de Miguel Ángel Flores
"Dicho más claramente:no hay contradicciónentre el poeta y el crítico,sí para escribir poesía seemplea principalmente-laimaginación y para hacercrítica se hace uso principalmente de la razón y elconocimiento.El crítico conduce no sóloa la lectura de los librosque están apareciendo sino que contribuye a queel caos de la imaginación,o peor aún, de las imaginaciones, se perfile en unacontinuidad que al fin y alcabo creará lo que llamamos tradición de la litera-tura. (... )El crítico debe ser el ordenador y el orientador, ymientras más críticos haya, mejor."
Extracto de la entrevista queaparece en el prólogo allibro .
LETRAS MEXICANAS
Otros títulos sobre el tema:Albert Béguin
CREACION y DESTINOI. Ensayos sobre crítica literaría
II. La realidad del sueño
Fabienne BraduSEÑAS PARTICULARES:
ESCRITORAEnsayos sobre escritorasmexicanas del siglo XX
Noé JitrikLA VIBRACIÓNDEL PRESENTE
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ción de si misma, en el alcance del paisaje deseado; incluso tiene varias traducciones del portugués al inglés.
Sólo regresó a Estados Unidos hasta1969 donde fue maestra de las Universidades de Washington y Harvard. Su bibliografla poética se resume en los volúmenes: Norte y sur (1 946) , Preguntas de
viaje (1965) y Geografia 111 (1976) .
En la antologla realizada por VerónicaVolkow se incluyen poemas de los treslibros mencionados, además de los incluidos en De otra parte y Primavera fria.Tan sólo lamentamos la ausencia de unode sus más intensos poemas "In vitacióna Marianne Moore" , el resto de la selección nos da un acercamiento correcto aElizabeth Bishop.
Ella fue la poeta del paisaje interior,aquella que supo describir ese mundosolitario que observó desde el silencio,la escritora de los personajes extrañoscomo El hombre polilla o El Caballero deShalott, al t iempo que voz de un enigmático hermetismo espiritual.
Apunta certera Volkow en la introducción : "Quizá la poesla de ElizabethBishop desde un principio fue la búsqueda de una ubicación sin ubicación, deun lugar sin lugar entre otros lugares,de un lugar sin lugar en el orden social,de un lugar que de alguna otra manerasólo quiere ser Intimo , ser sól o élmismo, de una atopla, de una utopía."
La antologla está presentada de manera bilingüe , lo que permite conocercon mayor fidelidad a la poeta y poderentablar una confrontación entre el original y su correspondiente traducción; hayuna selecc ión de 19 poemas, entre losque destacan "El caballero de Snalott" ,ese hombre que en sus propios reflejoscuenta con la capacidad del autodescubrimiento y el asombro, dejando escaparesa sutil ironla que tan bien supo manejar la poeta norteamericana; " Paisajemarino " , encuentro y desencuentro entre el oleaje y el cielo; " Casas para lapesca", vivencia en el Brasil que nos remite hacia el propio conocimiento introspectivo . " Preguntas de viaje", ubicablecomo una metafísica de la prop ia existencia: "Continente, ciudad, país. sociedad:/ la elección no es nunca amplia, nies nunca libre./ Y aquí. o allá ... No.¿Debimos quedarnos en casa,j dondequiera que ésta se encuentre?" Sin faltarel ya clásico "Visitas a Saint-Elizabeth"inspirado a partir de una visita a EzraPound con profundos ecos de las propias vivenc ias con su madre internada
en un asilo para débiles mentales. ,En suma, se trata de una valiosa opor
tunidad de conocer a una vasta escritoraimportante, vital para el desarrollo de laliteratura norteamericana del siglo XX.O
Elizabeth Bhisop . Antologla. Selección, versiones Vprólogo de Verónica Volkow. El Tucán de Virg inia VLosCuadernos de La Orquesta. México, 1986.
POESÍADE INAGOTABLEJUVENTUD
Por Hemán Lavín Cerda
No es ésta la primera vez que escribosobre Pablo Neruda; lo he venido haciendo desde hace unos veinte años,con relativa cert idumbre y frecuencia: articulas, ensayos, notas críticas, recuerdos y poemas. A pesar de ello, su figurasiempre se me escapa como si fuese elfantasma de aquellos mascarones deproa en su casa de Isla Negra, junto alocéano no siempre pacifico que a vecesazota las costas de Chile.
Tal vez debl decir que se nos escapansu genio y figura hasta más allá de la sepultura. Dicho de otro modo, su poeslaes como la contradictoria fuente de lainagotable juventud. De pronto parecieraenvejecer, aunque la supuesta senectudes engañosa y tiene mil caras comotodo espejismo verdadero; no obstante,algo se envejece, pero como por arte demagia, algo también rejuvenece. Hay unmilagro oculto que no siempre se revela.Probablemente el fenómeno tiene su origen en aquella perdurable descolocacióno deslizamiento lingülstico que es el artede la poesia, con todas las consecuencias imaginables e inimaginables,
Navegaciones, más de algún naufragio, y regresos. Idas y venidas; altas ybajas mareas, como dentro de los limites de un paradigma romántico: así fuesiempre la vida de este viajero inmóvil,como alguna vez lo rebautizó Emir Rodrlguez Monegal con un oximoron feliz. In-
movilidad a menudo transgredida por elpropio poeta en sus itinerarios a lo largoy ancho de nuestro mundo. Una existencia que estuvo regida por el ritmo delpéndulo: del escepticismo al júbilo, delaislamiento a la solidaridad, de la penetración órfica a la claridad de los objetosdescubiertos o inventados por el hombre, de las lluvias infinitas al sol que hacegerminar la semilla sepultada en la tierra,de la desesperación a la esperanza y finalmente al fatalismo , del optimismo a laduda y de allf al apocalipsis, del realismoingenuamente socialista a las preguntasinterminables y sin respuesta, del doloral juego, de la pasión al desengaño delcuerpo que se enferma, de la admiracióna Stalin al aborrecimiento -para algunos,demasiado tardío: para otros, más valetarde o póstumo...- , de los crepúsculosde Santiago de Chile en la década delveinte a los vuelos por todo el mundo,del trágico sentimiento unamuniano alamor por los combates populares y encontra del oscurantismo, del torbellinode las multitudes al cansancio, como élmismo lo advierte en Animal de luz, unode sus textos más conmovedores queaparece en su obra póstuma Jardln deinvierno: " Soy en este sin fin sin soledad/ un animal de luz acorralado/ porsus errores y por su fo llaje (...) De tantover mis ojos otros ojos/ y mi boca detanto ser besada.Z de haber tragado elhumo/ de aquellos trenes desaparecidos:/ las viejas estaciones despiadadas/y el polvo de incesantes librerlas'; elhombre yo, el mortal , se fatigó/ de ojos,de besos, de' humo, de caminos'; de libros más espesos que la tierra.// y hoyen el fondo del bosque perdido/ oye elrumor del enemigo y huye/ no de losotros sino de sí mismo'; de la conversación interminable'; del coro que cantabacon nosotros/ y del significado de lavida" . Entre otras cosas, Neruda experimentó en carne propia las delicias V sufrimientos del culto a la personalidad, aslcomo fue adicto a la estética del gigantismo un tanto simplista que por fortunano alcanzó a infiltrarse en toda su obra;ésta es mucho más libre que cualquierafán programático desarrollado sin tolerancia. Lacreación en este poeta es, entonces, un acto libertario de lucidez habitual, de muerte a la rutina, de asombropermanente a través del juego y delfuego, como en alguna oportunidad lodirla refiriéndose al trabajo de VicenteHuidobro. " En sus últimos anos -confiesa Neruda en uno de sus textos enprosa- , Huidobro trató de reanudar V
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