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Alteridades alterizadas: procesos de integración de la población inmigrante en un contexto de crisis desde una
perspectiva local y comunitaria
Alterized alterities: the integration of the inmigrant people in a crisis context from a local and community
perspective
Rubén Lasheras Ruiz, Joseba Verdugo Goicoechea, Isabel Izaskun Ollo Alcasena
ruben.lasheras@unavarra.es
Departamento de Trabajo Social (Universidad Pública de Navarra)
Resumen:
La cuestión migratoria continúa representando un asunto cotidiano, sin embargo, fenómenos
como la estabilización de los flujos, los retornos o los procesos de adquisición de la nacionalidad,
evidencian el inicio de una nueva fase que obliga a repensar las fórmulas para la convivencia. A la
tradicional ubicación del colectivo de origen extranjero en el espacio de la alteridad se ha unido
una reproducción de este ejercicio de distanciamiento en el seno del propio grupo. Como si de un
exitoso proceso de integración se tratara, es evidenciada la asunción de prejuicios y estereotipos
por parte de las personas de origen extranjero que contribuyen a la creación de nuevas periferias y
al ensanchamiento de los límites del espacio de la alteridad.
Palabras clave: Alteridad, convivencia, barrio, inmigración, integración
Abstract:
The immigration issue continues to be an everyday affair. However, phenomena such as the
stabilization of the people, processes returns or acquisition of nationality, shows the beginning of
a new phase in coexistence. The traditional location of the foreign-born group in the space of
otherness joins reproduction of this rejection among immigrants. Apparently, foreign-born
citizen are well integrated receiving country but in fact, it doesn’t happen because those foreign
born citizens tend to assume stereotype and prejudice. All that, contributes to create new
outskirts and the widening of the otherness space limits.
Keywords: Alterity, living together, neighborhood, inmigration, integration
Introducción
El territorio navarro se ha caracterizado por concentrar una significativa llegada de
personas de orígenes diversos en un relativamente corto período de tiempo. En el momento
presente, la cuestión migratoria continúa rep
constatación de fenómenos como, por ejemplo, la estabilización de los flujos, los retornos o los
procesos de adquisición de la nacionalidad, hacen patente que una nueva fase se inicia.
en el marco de una crisis económica, social y política
colectivo migrante, históricamente afectado por la desigualdad, la marginación y la exclusión.
el desempleo, la irregularidad sobrevenida, la precarización laboral, la
de la alteridad, son algunos de los fenómenos que enfrenta cotidianamente este colectivo.
Con el propósito de atender detenidamente
se está desarrollando, con el apoyo de la Cátedra
Pluralismo de la Universidad Pública de Navarra y
Grado y Posgrado en Trabajo Social de
investigación-acción-participación (apo
Solidario) sobre la convivencia
porcentaje de personas de origen extranjero
elkarbizitzen, despliega una metodología
texto representa un inicial análisis de los 27 relatos de vida realizados a personas de origen
extranjero que residen en el barrio.
Imagen
1 El proyecto completo ha logrado implicar al alumnado de las asignaturas
Social e Investigación, diagnóstico y evaluaciónen Intervención Social con Individuos, Familias y Grupos, ambas titulaciones de la Universidad Pública de Navarra.
El territorio navarro se ha caracterizado por concentrar una significativa llegada de
personas de orígenes diversos en un relativamente corto período de tiempo. En el momento
presente, la cuestión migratoria continúa representando un asunto cotidiano, sin embargo, la
constatación de fenómenos como, por ejemplo, la estabilización de los flujos, los retornos o los
procesos de adquisición de la nacionalidad, hacen patente que una nueva fase se inicia.
crisis económica, social y política que está agravando la vulnerabilidad del
colectivo migrante, históricamente afectado por la desigualdad, la marginación y la exclusión.
l desempleo, la irregularidad sobrevenida, la precarización laboral, la discriminación o el impulso
, son algunos de los fenómenos que enfrenta cotidianamente este colectivo.
Con el propósito de atender detenidamente estas realidades desde una perspectiva local
el apoyo de la Cátedra UNESCO de Ciudadanía, Convivencia y
Pluralismo de la Universidad Pública de Navarra y un elevado protagonismo del alumnado del
en Trabajo Social de esta misma universidad1, un trabajo
participación (apoyado también en el AySS – Aprendizaje y Servicio
convivencia en Buztintxuri (Pamplona), barrio de la capital
porcentaje de personas de origen extranjero. El proyecto, titulado Conviviendo en Buztintxuri
metodología combinada de técnicas cuantitativas y cualitativas.
inicial análisis de los 27 relatos de vida realizados a personas de origen
extranjero que residen en el barrio.
Imagen 1. Logotipo del proyecto (Elaboración propia)
ha logrado implicar al alumnado de las asignaturas Desigualdad, Pobreza y Exclusión Investigación, diagnóstico y evaluación del Grado en Trabajo Social y Prácticas y Supervisión del Máster Universitario
en Intervención Social con Individuos, Familias y Grupos, ambas titulaciones de la Universidad Pública de Navarra.2
El territorio navarro se ha caracterizado por concentrar una significativa llegada de
personas de orígenes diversos en un relativamente corto período de tiempo. En el momento
cotidiano, sin embargo, la
constatación de fenómenos como, por ejemplo, la estabilización de los flujos, los retornos o los
procesos de adquisición de la nacionalidad, hacen patente que una nueva fase se inicia. Todo ello
está agravando la vulnerabilidad del
colectivo migrante, históricamente afectado por la desigualdad, la marginación y la exclusión. Así,
discriminación o el impulso
, son algunos de los fenómenos que enfrenta cotidianamente este colectivo.
desde una perspectiva local,
UNESCO de Ciudadanía, Convivencia y
un elevado protagonismo del alumnado del
, un trabajo diagnóstico de
Aprendizaje y Servicio
la capital con el mayor
Conviviendo en Buztintxuri-n
de técnicas cuantitativas y cualitativas. Este
inicial análisis de los 27 relatos de vida realizados a personas de origen
Desigualdad, Pobreza y Exclusión del Máster Universitario
en Intervención Social con Individuos, Familias y Grupos, ambas titulaciones de la Universidad Pública de Navarra.
3
Este análisis preliminar rubrica la apertura de un nuevo escenario en los procesos de
integración en un contexto socioeconómico nítidamente desfavorable. Ante la sucesión de
múltiples impactos que el colectivo de origen extranjero sufre en ámbitos como el empleo o los
ingresos, tradicionalmente se identificaban estrategias de índole diversa destacando aquellas de
carácter relacional. Éstas, se han sucedido principalmente en una doble dirección: como vía para
el acceso a recursos materiales (apoyos económicos, en especie, etcétera) y sociales (identificación
colectiva, ancla contra el desarraigo, etcétera). Ambas son fundamentales como garantía de acceso
al bienestar.
Sin embargo, como trata de exponer la presente comunicación, en esta aproximación al
espacio convivencial desde una perspectiva local, son identificados discursos que, lejos de
profundizar en clave colectiva, ensanchan el anteriormente trazado espacio de la alteridad e
influyen en los procesos de integración. Éstos parecen implicar la asunción por parte del
colectivo de origen extranjero de un discurso excluyente (en algunos casos cabría hablar de
activación del ya existente) que reproduce y multiplica los obstáculos. Es decir, se produce un
notorio ejercicio de diferenciación en el seno de un grupo social (el colectivo de origen
extranjero) que es, a su vez, objeto de diferenciación. De ahí su denominación alteridades
alterizadas.
Este fenómeno es considerado como objeto de atención preferente ya que obliga a
replantear las intervenciones en relación al proyecto que enmarca esta comunicación: la gestión
de la convivencia en el espacio local.
1 Marco teórico-conceptual
Como se adelantara, existen una serie de fenómenos que impulsan a hablar de una nueva
fase del ciclo migratorio. Uno de ellos es la estabilización de los flujos. Hechos como el
empeoramiento de la situación económica o la finalización de procesos de reagrupación ha
provocado una constatable reducción de las llegadas que habían caracterizado la última década en
el territorio navarro. Los retornos también se han incrementado aunque el regreso no ha sido
contemplado de forma mayoritaria debido a las todavía complejas realidades de los países de
origen o las lógicas reticencias a asumir los inevitables costes de un nuevo tránsito. Igualmente, el
nivel de asentamiento tras largos años de estancia, eleva el número de tarjetas de residencia
permanentes y, en muchos casos, el acceso a la nacionalidad española. Según los datos que
suministra la Encuesta 2010 sobre Inmigración en Navarra, el deseo de permanencia en el territorio, a
4
pesar del enorme impacto de la crisis, continúa siendo la opción mayoritaria entre el colectivo de
origen extranjero.
Si bien el mencionado acceso a la nacionalidad española está constituyendo un importante
avance en el acceso a la ciudadanía (como máximo estatus jurídico en relación a los derechos), el
estigma asociado a la condición migrante (Goffman, 1990), la consideración outsider (Elias y
Scotson, 1994) o su ubicación en el espacio de la alteridad (Simmel, 1986), continúan dificultando
el desarrollo de los procesos de integración. Es la atención sobre la reproducción de estos
discursos entre aquellas personas incluidas en estos espacios de exclusión la que dirige la atención
de esta comunicación.
Con este propósito, emerge como referente teórico principal el trabajo de Georg Simmel
en su estudio de los efectos y las acciones recíprocas, es decir, «el hacer y el padecer» que se
materializan en las relaciones sociales (Simmel, 2002a). En concreto, son sus reflexiones desde la
figura del extranjero, como encarnación (forma social) de una de las posibles expresiones de
relación con la alteridad (la otredad), las centrales para nuestro objeto de estudio. Como es
sabido, la cohesión social se erige y consolida precisamente en el campo de la relación
(incluyendo también las representaciones) con el otro (Willadino, 2003).
1.1 Georg Simmel y la figura del extranjero En la definición inicial del extranjero2, Simmel descarta una posible esencia natural de
carácter nómada, sin embargo, indica que su llegada no implica necesariamente un asentamiento
estable, abriendo la puerta a un tránsito potencial futuro, aspecto que, en esencia, también podría
hacerse extensible a un amplio espectro de la ciudadanía actual:
“El extranjero al que vamos a referirnos no es el nómada migrador, en el sentido que hemos
dado a esta palabra hasta ahora, no es el que viene hoy y se va mañana, sino el que viene hoy
y se queda mañana; es, por decirlo así, el emigrante en potencia, que, aunque se haya
detenido, no se ha asentado completamente” (Simmel, 2002a: 211)
Pero es la posición social dual que ocupa con respecto al grupo (y sus consecuencias) la
que protagonizará este análisis:
“El extranjero es un elemento del grupo mismo, como los pobres y las diversas clases de
«enemigos interiores». Son elementos que si, de una parte, son inmanentes y tienen una
posición de miembros, por otro lado están como fuera y enfrente” (Simmel, 2002a: 212)
2 El texto adopta la expresión genérica extranjero en concordancia con el léxico utilizado por Simmel.
5
Desde ese lugar que ocupa, el extranjero cristaliza la representación paradigmática de la
figura de la alteridad (otredad) como símbolo de la diferencia, siendo ésta históricamente
determinante en la constitución del vínculo social (Willadino, 2003). Las relaciones con el
extranjero pueden adquirir diferentes configuraciones en torno a varios ejes. Nuestro eje de interés
es aquel que maneja las relaciones con el extranjero desde la proximidad y la lejanía:
“El extranjero nos es próximo en cuanto sentimos que entre él y nosotros se dan igualdades
sociales, profesionales o simplemente humanas; en cambio, nos es lejano en cuanto esas
igualdades están por encima de ambos, y sólo nos ligan porque ligan asimismo a otros
muchos ” (Simmel, 2002a: 215)
Este metafórico transitar sobre la dimensión espacial habilita que el extranjero eleve la
frontera de lo social y nos desvele los continuos movimientos centrífugos y centrípetos
inmanentes a toda colectividad que, como podrá comprobarse, explican el fenómeno que nos
ocupa:
“Para que exista un nosotros tiene que haber un límite de extensión, esto es una distancia de
lo otro, de lo que no somos. La pregunta del extranjero nos retrotrae a las condiciones no-
incluyentes de toda inclusión, de todo (no)ser-con-otros (Penchaszadeh, 2008: 52)
Como puede comprobarse, este ejercicio de señalamiento de “lo que no somos” resulta,
aunque a primera vista resulte paradójico, un motor fundamental para la cohesión social. La
definición de la alteridad permite, por efecto de oposición, delimitar un “nosotros” aglutinador.
Desde una perspectiva histórica, Simmel (2002b) comprobó este obrar con una doble
identificación: interna o externa. En el caso de la Grecia antigua, la figura del esclavo constituía un
“extranjero interior” frente al “extranjero exterior” que encarnaba el bárbaro. Desde la perspectiva
proximidad/lejanía, el vínculo establecido con el bárbaro, debido a la inexistencia de similitudes y
cualquier tipo de reconocimiento, representaba la distancia máxima con la alteridad y, en
consecuencia, se caracterizaba por la “no relación” (Willadino, 2003).
1.2 Procesos de integración/exclusión social desde las similitudes/diferencias
Si la tipología previamente expuesta es aplicada a una sociedad concreta, la relación
establecida con el extranjero puede transitar entre un carácter positivo o negativo. El primer caso
representaría aquellas situaciones donde el extranjero es reconocido y aceptado, pasando a
integrarse y formar parte del grupo. Por el contrario, la relación negativa estaría definida por una
coexistencia territorial pero con acogida parcial o ausencia de la misma. En este último escenario,
6
oposición, exterioridad, distancia, rechazo, hostilidad y exclusión3, serían las realidades
dominantes.
Retomando el eje proximidad/lejanía, la ubicación en una realidad de carácter positivo o
negativo dependerá de si la relación con la alteridad acentúa las diferencias o las similitudes.
Cuanto más se incida en las diferencias, mayor será el grado de oposición y hostilidad hacia las
personas de origen extranjero y, en consecuencia, serán también mayores las probabilidades de
que sean alejadas y ubicadas en un espacio marginal. En el otro extremo, la identificación de
similitudes y el reconocimiento mutuo habilita relaciones de reciprocidad que permitan la
inclusión del extranjero (Willadino, 2003).
Una peculiaridad que Simmel señala con respecto a las relaciones con el extranjero (en su
doble condición próxima y lejana) es su carácter abstracto, genérico y universalista. Simmel nos
recuerda que la acción de lo común se debilita en proporción a la amplitud del círculo en el que
se contenga de un modo general esa comunidad “a medida que los elementos comunes tienen un
carácter más general, el calor de la relación creada por ellos se convierte en frialdad y deja paso al
sentimiento de que esta relación es casual” (Santamaría, 2002: 74). Como resultado, la relación
que se tiene con el extranjero se articula del siguiente modo:
“Como tal miembro está al mismo tiempo próximo y lejano. Esto procede de que la relación
se basa en la igualdad general humana. Pero entre los dos elementos se produce una tensión
particular, porque la conciencia de no tener de común más que lo general hace que se
acentúe especialmente lo no común. De aquí que, en el caso de los extranjeros por
nacionalidad, ciudad o raza, lo que se ve en ellos no es lo individual, sino la procedencia
extranjera, que es o podría ser común a muchos extranjeros. Por eso a los extranjeros no se
los siente propiamente como individuos, sino como extranjeros de un tipo determinado.
Frente a ellos, el elemento de alejamiento no es menos general que el de proximidad”
(Simmel, 2002a: 216)
Una aproximación al escenario presente rubrica que este marco de relaciones ha
protagonizado la llegada de personas de origen extranjero en los últimos años. Sin embargo,
como era señalado al comienzo de esta comunicación, se constata que este proceso se reproduce
con especial vigor en el seno del grupo que habitaba el espacio de la alteridad. El demostrado
inicial sentimiento de pertenencia como herramienta defensiva ante un ambiente hostil se ha
transformado a través de esa tensión particular y la conciencia de no tener de común más que lo general en
3 En sentido estricto, y considerando el carácter multidimensional, acumulativo, heterogéneo y procesual de la noción exclusión social, tendrían que ser un mayor número las variables contempladas para sostener este enunciado.
7
un nuevo ejercicio que acentúa lo no común. Este hecho demanda una breve atención sobre las
características del espacio local que nos ocupa: el barrio de Buztintxuri.
1.3 Buztintxuri: condición urbana moderna y otras características Como uno de los últimos barrios construidos en Pamplona, Buztintxuri no escapa a las
características definitorias que señalaba Simmel con respecto a la condición urbana moderna. En
primer lugar, su emplazamiento temporal sitúa al barrio en el marco de la modernidad, época en
la que Simmel (como a su modo también lo hicieron otros autores) caracterizó por “una
acentuación del carácter excluyente del vínculo social y la pérdida de la densidad moral”
(Willadino, 2003: 13). Es decir, representó a las sociedades modernas como naturalmente
excluyentes. Este debilitamiento del lazo social, tiene su máxima expresión en las interacciones
que se producen en la ciudad. Más concretamente en su limitación. Por ejemplo, los procesos de
individualización obstaculizan la búsqueda de las similitudes con “el otro”:
“El desarrollo de los centros urbanos y el incremento de la densidad material y social en las
ciudades están relacionados con la exacerbación de las diferencias y la intensificación de las
relaciones sociales marcadas por el cálculo racional, la desconfianza, la hostilidad, el
conflicto, la extrañeza generalizada, o bien por la indiferencia” (Willadino, 2003: 13)
Esta exacerbación de las diferencias y el cambio en las relaciones sociales cotidianas se ha
visto notablemente agravada ante el cambio producido en los escenarios de convivencia
cotidianos caracterizados por la emergente pluralidad de procedencias y la diversidad cultural
resultante de las llegadas producidas en los últimos años.
1.3.1 Inmigración y espacio urbano
Se señala a las ciudades como destinos preferentes de la población migrante y, en
términos generales, se han subrayado frecuentemente peores condiciones habitacionales, accesos
a través de vías informales y mayor “perifización” de los asentamientos (Malheiros, 2002). En
este sentido, los temores se han reunido habitualmente en fenómenos como los riesgos de la
concentración, el imaginario del gueto, la degradación urbana o la usurpación del espacio público.
Estas atribuciones han sido conceptualizadas a través de nociones incorporadas al acervo popular
como, por ejemplo, los barrios de inmigración. Éstos, mayoritariamente situados en la periferia
urbana, son asociados a la marginalidad, la pobreza y la exclusión social. El proyecto toma como
amenazas reales estas definiciones estigmatizadoras como riesgos para la convivencia.
1.3.2 Información demográfica: un barrio joven
Como puede comprobarse en las siguientes tablas y pirámides poblacionales, las 7.364
personas que habitan el barrio componen una joven fotografía de un barrio en crecimiento.
Población Total Población Hombres Población Mujeres % Población respecto al municipio
Tabla 1. Población (Municipio: INE enero 2012
Gráfico 1. Pirámide de población (Municipio:
En lo referente a la población de origen extranjero
masculinizada y, al contrario de lo que suele ocurrir, presenta
autóctona.
.
Población extranjera Total Población extranjera Hombres Población extranjera Mujeres % Población extranjera % Población extranjera respecto al municipio
Tabla 2. Población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
Información demográfica: un barrio joven y plural en crecimiento
obarse en las siguientes tablas y pirámides poblacionales, las 7.364
personas que habitan el barrio componen una joven fotografía de un barrio en crecimiento.
Buztintxuri-Euntzetxiki 7.364 3.663 3.701 3,7
Población (Municipio: INE enero 2012 - Barrios: Ayuntamiento de Pamplona diciembre 2012)
Pirámide de población (Municipio: INE enero 2012 - Barrios: Ayuntamiento de Pamplona
diciembre 2012)
En lo referente a la población de origen extranjero (21,8%), se encuentra ligeramente
masculinizada y, al contrario de lo que suele ocurrir, presenta un menor nivel de juventud
Buztintxuri-Euntzetxiki1.607 824 783 21,8
% Población extranjera respecto al municipio 6,7
Población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
8
en crecimiento
obarse en las siguientes tablas y pirámides poblacionales, las 7.364
personas que habitan el barrio componen una joven fotografía de un barrio en crecimiento.
Pamplona/Iruña 197.604 94.402 103.202
-
Barrios: Ayuntamiento de Pamplona diciembre 2012)
Barrios: Ayuntamiento de Pamplona
, se encuentra ligeramente
un menor nivel de juventud que la
Euntzetxiki Pamplona/Iruña 23.872 12.172 11.700 12,1
-
Población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
Gráfico 2. Pirámide de población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
El señalado porcentaje de personas de origen extranjero (21,8)
media del conjunto de Pamplona (
Gráfico 3. Comparativa del porcentaje de personas extranjeras (Buztintxuri/Pamplona)Sociología del Ayuntamiento de Pamplona)
Este hecho le sitúa a la cabeza de los barrios de Pamplona con mayor porcentaje de perso
origen extranjero. Aunque el siguiente gráfico evidencia también su tendencia descendente, este
hecho tiene varias lecturas (incremento de retornos, actualización de empadronamientos
etcétera) que no mitigan la pertinencia del análisis de este espa
23,325 24,8
31,3
27,7
7,48,7
9,9 10,9 10,9
2002 2003 2004 2005 2006
. Pirámide de población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
porcentaje de personas de origen extranjero (21,8) prácticamente
de Pamplona (12,1).
Comparativa del porcentaje de personas extranjeras (Buztintxuri/Pamplona)Sociología del Ayuntamiento de Pamplona)
Este hecho le sitúa a la cabeza de los barrios de Pamplona con mayor porcentaje de perso
origen extranjero. Aunque el siguiente gráfico evidencia también su tendencia descendente, este
hecho tiene varias lecturas (incremento de retornos, actualización de empadronamientos
) que no mitigan la pertinencia del análisis de este espacio local.
27,726,5 27,1
2523,5
22,3 21,8
10,912,1 12,6 12,7 12,8 12,6 12,1
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
9
. Pirámide de población extranjera (Ayuntamiento de Pamplona 2012)
prácticamente duplica la
Comparativa del porcentaje de personas extranjeras (Buztintxuri/Pamplona) (Departamento de
Este hecho le sitúa a la cabeza de los barrios de Pamplona con mayor porcentaje de personas de
origen extranjero. Aunque el siguiente gráfico evidencia también su tendencia descendente, este
hecho tiene varias lecturas (incremento de retornos, actualización de empadronamientos,
Buztintxuri
Pamplona/Iruña
10
Gráfico 4. Porcentaje de personas extranjeras en los distintos barrios de Pamplona (Departamento de Sociología del Ayuntamiento de Pamplona)
Con respecto a la composición del colectivo de origen extranjero que reside en
Buztintxuri, los datos de los países más representados muestran la predominancia del origen
comunitario (principalmente Portugal, Bulgaria y Rumanía). Como también puede comprobarse
en el siguiente gráfico, estas tres procedencias muestran, además, una tendencia creciente que se
ha simultaneado con un descenso en los últimos años de otros orígenes, principalmente Ecuador,
Colombia o Portugal. Si, como se indicara, la crisis ha impulsado la ralentización del flujo
migratorio e incrementado los retornos, el descenso de población ecuatoriana (o la tendencia que
apunta Colombia) no deben ser interpretadas exclusivamente como abandonos del barrio sino, al
igual que ocurre en el resto de Navarra, realidades vinculadas a la adquisición de la nacionalidad
española. Por último, el destacado número de personas que conforman la variable “otros”
revelan el heterogéneo escenario ante el que nos encontramos.
0
5
10
15
20
25
30
35
2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Azpilagaña
Buztintxuri-Euntzetxiki
Casco Viejo/Alde Zaharra
Chantrea/Txantrea
Ensanche/Zabalgunea
Ermitagaña-Mendebaldea
Etxabakoitz
Iturrama
Mendillorri
Milagrosa-Arrosadia
Rochapea/Arrotxapea
San Jorge-Sanduzelai
San Juan/Donibane
TOTAL
11
Gráfico 5. Distribución por países de la población extranjera residente en Buztintxuri (Departamento de Sociología del Ayuntamiento de Pamplona)
1.3.3 Localización
El emplazamiento del barrio es también una variable incidente en este inicial diagnóstico.
Buztintxuri, situado en el norte de la capital, podría considerarse un barrio parcialmente aislado.
Aunque no podría hablarse de segregación espacial, sus límites, como puede apreciarse en las
fotografías, están claramente definidos por importantes barreras físicas: el bucle ferroviario que
atraviesa la capital o las distintas circunvalaciones urbanas que la rodean. Este hecho, sumado a
su ubicación periférica incide notablemente en las posibilidades de interacción social y, por lo
tanto, en las relaciones que el barrio estable con el entorno. Del mismo modo, su emplazamiento,
junto a otros barrios y municipios con porcentajes de personas extranjeras significativamente
superiores a la media navarra (véase el caso del municipio de Berriozar o los barrios de San Jorge
/Sanduzelai y Rochapea / Arrotxapea) también acentúa la diversidad de orígenes que caracteriza
los escenarios cotidianos de Buztintxuri.
0
50
100
150
200
250
300
350
400
450
2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012
Rumania
Portugal
Bulgaria
Argelia
Ucrania
Marruecos
Bolivia
Colombia
Ecuador
Brasil
Nigeria
Moldava
Perú
R. Dominicana
China
Otros
12
Imágenes 2. Fotografía aérea de Buztintxuri, bucle ferroviario y comunicaciones (SITNA y elaboración propia)
1.3.4 Condiciones socioeconómicas
Si bien este es uno de los ámbitos donde el desarrollo del diagnóstico está actualmente
aportando mayor información, han sido identificados una serie de particularidades que podrían
acentuar la vulnerabilidad del barrio y, en consecuencia, incidir en las condiciones de convivencia.
En primer lugar, su nacimiento en plena época de explosión inmobiliaria supone que una
alta proporción de personas accediera a viviendas de costes elevados. Ello ha derivado en un
incremento de impagos en materia de vivienda que amenaza actualmente la extensión de
desahucios.
En segundo lugar, al natural menor desarrollo (en recursos, equipamientos, comercios,
actividades, etcétera) asociado a la propia juventud del barrio, se añade la presente crisis. Con ella,
las tasas de desempleo han crecido exponencialmente. Conocido el duplicado impacto que la
crisis ha supuesto sobre la población inmigrante (Lasheras y Zugasti, 2010), el desempleo
amenaza a un significado número de vecinos y vecinas. Como efecto, desde el Área de Servicios
Sociales ha sido indicado el elevado número de familias del barrio que tienen dificultades para
enfrentar los gastos de alimentación cotidianos. Estas realidades han tenido una significada
trascendencia pública y han originado una representación estigmatizada del barrio que amenaza
con impregnar el imaginario social de la capital.
13
2 Objetivos
Tras la necesaria aproximación teórica y empírica, los objetivos de esta comunicación son
fundamentalmente tres:
- Identificar los discursos que enfatizan los elementos no comunes en el seno de la
población de origen extranjero.
- Analizar los atributos y representaciones de la alteridad unidos a estos discursos.
- Explorar el efecto que atributos y representaciones generan en los escenarios de
convivencia.
3 Hipótesis
Vinculadas a los objetivos previamente expuestos, son dos el número de hipótesis que dirigen la
presente comunicación:
- El desarrollo de una nueva fase del proceso migratorio ha generado nuevas
representaciones sociales sobre el lugar que ocupa la alteridad.
- El tradicional ejercicio de diferenciación que caracterizaba a las relaciones entre el
colectivo autóctono y extranjero, y que tenía como resultado el distanciamiento entre
ambos, se reproduce en un nuevo ejercicio de distanciamiento en el seno del colectivo
extranjero.
4 Metodología
Los resultados que construyen esta comunicación provienen del desarrollo de las técnicas
cualitativas empleadas en el diagnóstico. En concreto, proceden del análisis de los discursos
extraídos de 27 relatos de vida realizados a personas de origen extranjero (incluyéndose también a
las minorías étnicas) que residen en el barrio4. El relato de vida recoge, de forma narrativa y fiel a
las palabras utilizadas por el o la informante, una descripción de las experiencias vividas
(Amezcua y Hueso, 2004). La selección de esta técnica biográfica se produce por su capacidad
4 Los relatos de vida se enmarcaron en la asignatura Desigualdad, pobreza y exclusión social del Grado en Trabajo Social de la Universidad Pública de Navarra. Sus autoras y autores fueron: Nahia Abarzuza Ruiz de Larramendi, Nerea Aldunate González, Ainara Álvarez Medina, Sara Ardanaz Pezonaga, Michelle Paulet Arguello Henríquez, Ainhoa Aristu Martínez de Zuazo, Mikel Azcona Goñi, Andrea Baztan Aranguren, Susana Bedmar Jiménez, Amaya Olagüe Baztan, Isabel Izaskun Ollo Alcasena, Ainhoa Oses Mauleón, Nais Pascual Hernández, Aingeru Pérez Iradiel, Ixaro Petrirena Gortari, Patricia Puyol Cruces, Mikel Rivero Usunariz, María Rosón Ordoyo, Adriana Sangüesa Recio, Marta Sanz García, Jeanne Mayu Serreau Hübner, Leila Torres Escudero, Irantzu Urra Garde, Leticia Valencia Salinas, Joseba Verdugo Goicoechea, Mikel Vicente Burgui y David Viedma García.
14
para permitir análisis longitudinales de las dinámicas trayectorias de vida. Es decir, habilita la
atención sobre aspectos como las transformaciones o las estrategias desarrolladas.
4.1 Muestra El diseño de la muestra no tenía una aspiración representativa debido a los
condicionantes de la accesibilidad. Sin embargo, pretendía atender a la diversidad de orígenes
presentes. La selección se produjo a través dos vías fundamentales. En primer término, los
contactos suministrados por las trabajadoras sociales y el personal de la Unidad de Barrio (Área
de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Pamplona), del Área de Atención Primaria del Centro
de Salud de Buztintxuri, del Colegio de Infantil y Primaria de Buztintxuri y de la Asociación de
vecinos y vecinas de Buztintxuri. En segundo lugar, parte del alumnado realizó contactos
personales, localizaciones en la vía pública o mediante ayuda de compañeras de cursos
anteriores5. Esta buscada diversidad de fuentes trataba también de reproducir las distintas
realidades personales existentes en el barrio.
El proceso de selección de perfiles se acompañaba de una breve explicación de los
objetivos del trabajo y una hoja de consentimiento en el que la persona entrevistadora se
comprometía a garantizar la confidencialidad.
4.2 Instrumento y contenidos El proceso comprendió un ejercicio previo de elaboración de un guión básico con los temas
considerados esenciales que fue utilizado como herramienta de apoyo en el desarrollo de los
encuentros. No obstante, se enfatizó la necesidad de buscar el discurso espontáneo y habilitar un
espacio para que la línea narrativa de la persona entrevistada fuese la protagonista. Los campos de
estudio que comprendía esta herramienta eran los siguientes: empleo, situación económica,
condiciones de vida, redes de apoyo, acceso a servicios, estado de salud, vivienda, relaciones de
género, infraestructuras y convivencia en el barrio.
4.3 Desarrollo y perfiles analizados El trabajo de campo se desarrolló entre los meses de octubre de 2012 y enero de 2013,
desempeñándose un trabajo de seguimiento y supervisión por parte del profesor responsable de
la asignatura, Rubén Lasheras Ruiz. Se establecieron dos encuentros con cada una de las personas
entrevistadas. En la práctica totalidad de los casos el lugar de desarrollo fue el propio barrio y,
principalmente, los domicilios particulares. Las entrevistas fueron grabadas tras el pertinente
5 Cabe destacar la gran ayuda que la alumna del tercer curso del Grado en Trabajo Social, Sanae Talhaoui
Ichouyab, suministró en la búsqueda de los perfiles.
15
consentimiento y posteriormente transcritas íntegramente eliminando cualquier información que
permitiera la pérdida del anonimato.
En lo concerniente a los perfiles, destaca la presencia de mujeres (19 frente a 8 varones), el
amplio espectro de edades (desde los 22 a los 67 años), la heterogénea composición de orígenes
(17 países presentes) y, por último, una importante variedad de situaciones laborales6:
Sexo Origen Edad Varón Senegal - Mujer Gabón 48 Mujer Bulgaria 27 Varón Argentina 38 Mujer Brasil 28 Mujer Rumanía 27 Mujer Colombia 67 Mujer Portugal 30 Mujer Búlgara 26 Varón Marruecos 26 Varón Ucrania 34 Mujer Argelia 39 Varón Perú 25 Mujer Brasil 28 Mujer Rumanía 25 Mujer Colombia 45 Varón Rumanía 36 Varón Portugal 27 Mujer R. Dominicana 32 Mujer Bolivia 44 Varón Moldavia 23 Varón Ecuador 25 Mujer Moldavia 29 Mujer Bolivia 31 Mujer Bulgaria 26 Mujer Colombia 32 Mujer Camerún 32
Tabla 1. Perfiles de las personas entrevistadas (Elaboración propia)
5 Presentación y análisis de resultados de las técnicas cualitativas
El siguiente apartado plasma el inicial análisis de los relatos de vida realizados. Como se
adelantara, entre el amplio abanico de campos por explorar, la comunicación se centra en una
serie de realidades concretas que aparecen de forma transversal. Estas son, en primer lugar, la
fractura en el sentimiento de pertenencia colectivo. En segundo lugar, las evidentes 6 Si bien es notable la diversidad de vínculos con el espacio laboral, se descubre una mayor presencia de
realidades de ruptura (véase el caso del desempleo) o algunas situaciones de precariedad (temporalidad, carencia de contrato, etc.) ligadas al ejercicio del servicio doméstico. Estas realidades corroboran la mayor vulnerabilidad de acceso del colectivo de origen extranjero al espacio laboral y el mayor impacto sufrido por efecto de la crisis (Lasheras y Zugasti, 2010).
16
contribuciones a la extensión de los prejuicios y, en consecuencia, el ensanchamiento del espacio
de la alteridad. Seguidamente, la competencia por los recursos y los síntomas de aporofobia y, por
último, la representación de los propios procesos de integración como un recurso escaso.
5.1 Fracturas en el sentimiento de pertenencia colectivo
Como se adelantaba, ha existido una histórica división entre las personas autóctonas y las
personas procedentes de otros países. Las primeras mantenían las posiciones de poder y las
segundas adquirían generalmente un estatus inferior. Este hecho se traducía en una serie de
obstáculos objetivos entre los que se encuentran, por ejemplo, mayores dificultades de acceso al
mercado laboral: “la gente de fuera tiene más dificultad para encontrar trabajo que los de aquí”
(Mujer, 30 años, Bulgaria). A ellos contribuía también la extensión de una serie de
representaciones estigmatizadoras a nivel institucional y social:
“Esta familia que te digo (para quienes estuvo trabajando) era español y me cogieron bien.
De mi parte no me ha tocado, pero a mi tía sí que le tocó cuando llegó aquí en 1998. Dijo
que no le podían coger en casas..., que decían que huelen mal las africanas..., que si roban...,
que si son malas personas..., mi tía me contaba... mi tía me decía que había sufrido, que yo
había tenido suerte que estemos aquí ahora. Y está mejorando. Y mi tía estaba aquí desde
hacía 30 años, pero hace 1 año que se fue ya” (Mujer, 48 años, Gabón)
Todo ello en un contexto marcado por la existencia de débiles redes sociales (familiares,
amistades, etcétera) resultantes de los temores al rechazo o la propia carencia de tiempo para su
desarrollo debido a la obligada necesidad de anteponer la obtención de recursos económicos:
“Yo tenía como miedo... a hablar con ellos, que igual me desprecian..., pero no, ahora ya no
tengo. Ahora ya puedo hablar. Me daba algo como cuando había mucha gente, yo no podía
salir… Cuando hicimos un cursillo y yo estaba ahí sola, una negra (ríe). Antes yo no podía
hacer eso. Porque es como... no sé, algo te entra en el cuerpo” (Mujer, 48 años, Gabón)
“No, yo he tenido esa vida en Portugal, trabajaba, vivía en una habitación, euro, cada euro,
no gastar, no... Prácticamente no gastar nada, trabajas, comes, vives y ya está... al final llega
un momento (...) ¿lo que he vivido? nada... yo he visto media España, he viajado mucho, he
disfrutado de muchas cosas y esa gente que no ha disfrutado, no digo de aquí, de mis
compatriotas, pues nada, no han visto nada... el trabajo, trabajo, trabajo” (Varón, 34 años,
Ucrania)
Estas situaciones de vulnerabilidad y rechazo (“como racistas, que alguien te ve y te
desprecia - Varón, 38 años, Argentina) trataban de ser enfrentadas mediante el fortalecimiento de
17
elementos identitarios comunes. En primer término, y de forma natural, a través del
establecimiento de relaciones con compatriotas. Por extensión, frecuentemente se producían
uniones entre personas de orígenes diversos que compartían el tránsito reciente y la condición
extranjera en un nuevo territorio. Ambas realidades facilitan los encuentros y el establecimiento
de relaciones:
“Y lo que tiene este barrio es que hay mucho inmigrante y por lo menos, pues relacionas…
Si claro, al ser cada uno… tiene sus vivencias, no es como ser un español que por lo menos
tienes a tu familia y… tienen otra forma de… otro tipo de… enseñanza o de cultura que los
españoles… yo creo que... me relaciono mejor con ellos pero no tengo ningún problema con
nadie ni con españoles ni con…” (Varón, 38 años, Argentina)
Ambas estrategias se encaminaban a la suma de fuerzas en la defensa de derechos y
libertades. Una de sus manifestaciones más evidentes fue el enorme crecimiento de las
asociaciones de inmigrantes.
Sin embargo, pese al mantenimiento de condiciones adversas, los discursos obtenidos en
los relatos apuntan a una fragilización de los citados lazos colectivos que, en ocasiones, se ha
traducido en una pérdida de identidad colectiva e, incluso, en rupturas de las relaciones de
solidaridad tejidas con las personas de una misma nacionalidad:
“Si estoy con los de mi país, no puedo aprender, ellos me lastiman mucho, critican mucho”
(Mujer, 32 años, Camerún)
Del mismo modo, y frente a esa identidad compartida ligada al tránsito que permitía
vehicular relaciones entre personas de distintos orígenes, es apreciable una cierta transformación
de los discursos que, desde el apuntado eje proximidad/lejanía, ahonda en las diferencias y, por lo
tanto, provoca el distanciamiento:
“Cuando trabajé en el bar venían muchos marroquíes, querían tomar algo sin pagar y me
decían que les invitara por el hecho de ser extranjeros como yo, y yo les decía, yo soy
europea y tú no” (Mujer, 26 años, Bulgaria)
La heterogeneidad en el seno del colectivo de personas de origen extranjero ha propiciado
que, con el paso del tiempo, se establezca una jerarquización donde los países próximos al
“modelo occidental”, fundamentalmente los europeos, adquieran un superior reconocimiento.
Este hecho impulsa a señalar la existencia en las personas inmigradas de una brecha inter-regional
que separa dos espacios: aquel grupo de personas (fundamentalmente comunitarias) que se
18
incluirían en el “nosotros” y que, a su vez, incluyen a las personas de otros continentes en el
espacio de la alteridad. Como resultado, se produce una perversión porque lo que en principio es
una estrategia de integración simbólica termina reproduciendo pautas xenofóbicas de la sociedad
receptora.
5.2 La extensión de los prejuicios y el ensanchamiento de la alteridad La materialización de esa fractura de la identidad compartida se aprecia a través de la
contribución a la extensión de prejuicios desplegados desde el propio colectivo de origen
extranjero. Este ejercicio pone de manifiesto el carácter abstracto, genérico y universalista que
caracteriza la relación con el extranjero y que, en este caso, se reproduce en el seno del propio
colectivo. Como puede comprobarse en los siguientes fragmentos, lejos de una negación de los
prejuicios instaurados en la sociedad de acogida, se asimila un discurso estigmatizador que
enfatiza las distancias y especialmente en el caso de personas comunitarias frente a no
comunitarias. Las primeras enarbolan discursos, generalmente arbitrarios, que desprestigian o
mantienen estereotipos sobre aspectos sociales, culturales o, incluso, gastronómicos:
“Ahí tienes a América Latina que vienen aquí a armar follones (…) Ellos vienen aquí y al
final ecuatorianos con colombianos han venido aquí a pelear, al desorden vamos. Y claro,
eso pagan justos por pecadores” (Varón, 27 años, Portugal)
“Yo en plan trabajo y compañeros, muchos chicos de color, prefiero trabajar con ellos que
con latinos. Son gente que si no te metes con ellos nunca te harán ni daño ni te van a
molestar, ni nada.” (Varón, 34 años, Ucrania)
“Pues mira… a parte de los vecinos que teníamos encima que justo te comentaba antes,
realmente con nadie más, pues nos tocó una gente de Sudamérica, que realmente son muy
fiesteros y les gusta mucho beber y los bailoteos… tal y cual. Pues hemos tenido que llamar a
la policía, por el hecho de que nos tenían hasta las seis de la mañana, bailando, saltando,
tocando la guitarra... (Mujer, 27 años, Rumania)
“Cuando nos encontramos una chica colombiana, mi persona y la ucraniana cuando de
repente dice la ucraniana: «es que la comida de vuestro país es antigua». Yo me sentí fatal
(…) Esa gente que dice que allá no hay gastronomía, que allá no hay hoteles de 5 estrellas...”
(Mujer, 45 años, Colombia)
“Si, claro, alguna vez, extranjeros que pegan a sus mujeres en la calle... Para ellos es lo más
normal, creo yo” (Varón, 26 años, Perú)
19
Este último testimonio, perteneciente a una persona que se define “de aquí” tras una
estancia prolongada, evidencia que los procesos de integración catalogados como “exitosos”
parecen demandar la asimilación e interiorización de los prejuicios. En este caso, se atribuye a la
población de origen extranjero (como representación de la alteridad) un mayor índice de
realidades de violencia de género omitiendo la naturaleza real de estos fenómenos.
Por último, esta serie de prejuicios no siempre son heredados del territorio de acogida
sino que también forman parte del acerbo colectivo de los países de origen. Así, a pesar de la
distancia, se mantienen conductas criminalizadoras del extranjero, que es la base ideológica de la
xenofobia.
5.3 Competencia por los recursos y los síntomas de aporofobia En la base de estos discursos estigmatizadores se ha identificado tradicionalmente un
escenario de competencia por recursos escasos (vivienda, empleo, prestaciones, etcétera). Es
decir, la figura del extranjero era percibida como una amenaza para el bienestar colectivo. Esta
representación, que impulsaba la discriminación de la población autóctona hacia la de origen
extranjero, se traslada, interioriza y reproduce en el seno del colectivo extranjero y, especialmente,
en un momento de escasez de recursos generalizada como el actual:
“Yo conozco a muchos amigos que son de aquí, son de aquí todos, de España, y dicen yo
toda la vida trabajando, descontando y ahora sin trabajo, se ha movido un poco la cosa, va a
pedir el piso o el no sé qué y tampoco le dan… y viene un extranjero o latino o marroquí o
cualquiera, sus niños tienen el comedor gratis, sus, le dan pisos de alquiler por gobierno de
navarra muy barato, ¿Qué pasa aquí? Yo soy de casa y no me dan y vienen otros y les
dan…tampoco entiendo, y en caso de extranjeros también (…) No, no, injusta, ¿no? Es
decir, que hay gente que no han querido trabajar o por muchas cosas no se preocupaban por
su bienestar ni nada, únicamente pidiendo ayudas, de todo… He conocido a gente con renta
baja con unos pisos, que… ¿cómo se puede pagar tan poco alquiler?” (Varón, 34 años,
Ucrania,)
“¡Bua! Pues yo creo que hoy en día tienen más oportunidades que nosotros, les dan más
ayudas a los de allí que a los de aquí, porque yo soy de Perú pero me considero de aquí
porque vine aquí desde los 6 o 7 años, y voy a algún sitio a pedir algo y no me dan nada, sin
embargo viene uno que ha venido hace nada y le dan todas las ayudas. Y a los de aquí nos
tienen más apartados que a los de fuera, es que es la puta verdad (sonríe)” (Varón, 25 años,
Perú)
20
“Yo creo que la gente de aquí si es que ahora ven a gente de fuera trabajando en un puesto y
piensan: ¿estos que hacen aquí, sabes? Por eso en un trabajo al de aquí le cogen porque lo
primero es la gente de aquí y a ti no (…) De hecho aquí en Pamplona no sé si existe algún
sitio. No porque ahora mismo está la cosa que cada uno tira como puede y…ya está (…) yo
me siento muy integrada aquí” (Mujer, 30 años, Bulgaria)
En la senda previamente marcada, es preciso subrayar que el territorio de acogida y, en
concreto, el contexto existente, puede actuar como amplificador de prejuicios previamente
existentes:
“Los griegos son unos vagos y la crisis no es tan, tan como habláis. Yo vivo en la frontera y
quieren trabajar poco, poco y ganar mucho. Tienen la boca muy grande” (Mujer, 26 años,
Bulgaria)
Este ejercicio de criminalización, intensificado por la situación de crisis, es una realidad
histórica común en la que las personas con dificultades económicas son, inicialmente
identificadas y, posteriormente, socialmente culpabilizadas de su situación (Lewis, 1961). En sus
niveles más intensos este fenómeno se ha identificado con la aporofobia o miedo a la pobreza y
emerge de forma implícita en alguno de los discursos recogidos:
“Hay un poco de todo, un poco de todo porque también es una ciudad, bastante, bastante…
no diría yo racista pero hay muchísima gente de mucho nivel y realmente no están
acostumbraos igual están más acostumbrados a vivir más al sur de España, este tipo de gente,
más que en el norte. Y realmente al principio sí que ha costado un poco” (Mujer, 27 años,
Rumania)
En el caso del colectivo de origen extranjero, es clara la distinción que se realiza desde,
por ejemplo, la clase social:
“Hay de todo, depende de que busques, la gente que encuentras ves que te respetan a ti, tú
también los respetas a ellos, llevas buena amistad, y todo bien, todo bien. Pero hay de todo,
Buztintxuri es un barrio donde hay gente que vive de clase alta y hay gente de muchos
edificios de alquiler de bajo coste; negros, marroquís, rumanos y de todo, depende de lo que
buscas” (Varón, 34 años, Ucrania)
Los efectos de este temor se traducen frecuentemente en hostilidad y rechazo ante las
personas más débiles. En definitiva, provoca una serie de divisiones y fracturas extensibles a todo
grupo social. Como resultado, aquellos grupos asociados a estas realidades de pobreza o debilidad
21
son identificados como una amenaza al orden social y, en el caso del colectivo migrante, esta
actitud contribuye a extender, incluso entre el propio grupo, discursos sobre la excesiva presencia
de personas de origen extranjero que afecta al acceso a los servicios y genera conflictos
cotidianos:
“Lo veo bien porque al final aquí ha venido todo dios: el primo, el hermano, el tío, el no sé
qué... al final la sanidad... y ahora claro no hay dinero. Claro se han venido todos y al final
pues...” (Varón, 27 años, Portugal)
“Hay bastante inmigración y realmente no me parece… bueno a veces me parece mala y a
veces me parece buena también depende un poco de las situaciones que te hayan tocado en
el barrio (...) Pues no sé, es los típicos grupillos (…) tanto de etnia marroquí como de etnia
rumana, (…) tanto lo que son sudamericanos o gente de Sudamérica, por llamarlo así, pues
se ven un poco lo que son grupillos luego me han tocado pues algún caso pues de vecinos
que… de fuera que me han tocado… que me han tocado encima del piso (Risas) y claro,
pues he tenido algún caso desagradable que no… que te hace cambiar un poco de idea, el
concepto de la gente extranjera” (Mujer, 27 años, Rumania)
Por último, y en una nueva muestra de interiorización de prejuicios, las demostraciones de
rechazo también se producen hacia las minorías étnicas presentes en el territorio e históricamente
marginadas como, por ejemplo, las personas de etnia gitana:
“(...) desahuciados primero, vete a varios gitanos, eso es como ITV, no me he pasado pero si
paso y te van a decir que no te funciona algo y te ponen multa de 300 euros y ¿Cuántos hay
furgonetas de gitanos que van ahí, que contaminan, que no cumplen ninguna ley de tráfico,
cada rueda de distinto dibujo y todo? A ellos no se atreven a parar,…esos tienes que parar,
que… mayoría no tienen ni carnet de conducir, ni carnet ni nada….No sé si te gusta ver
Comando actualidad, pues te chocas con unos casos que dices: «Por favor, ¿qué pasa aquí? El
último gilipollas del pueblo, que soy yo, ¿no?»” (Varón, 34 años, Ucrania)
5.4 La integración como recurso escaso y la aculturación En relación a la apuntada escasez de recursos y la identificación de la inmigración como
un fenómeno invasivo, se ha instaurado en el imaginario que esta realidad es la que impide la
culminación de los procesos de integración y éstos son, en consecuencia, representados también a
semejanza de recursos escasos que implican “una lucha por ellos”:
“Y ahora lo que... lo que da ahora mucho, son los latinos que creen que son españoles.
Porque de mi parte, un latino es igual como yo aquí en España. Y yo puedo decir que soy
22
más española que ella, porque Guinea se llamaba Guinea española antes, y latinos sí. Pero se
quieren hacer como superiores, y esto... antes me dolía pero ahora...yo les hablo como... (…).
Y antes cuando entré aquí yo creía que por el ver el color (de la piel) “ah, este tiene que ser
español”, pero no es así. Puedes hablar con una española como un español, como hablando
con un africano, es así. Hay gente mala en África y gente mala en España, en todos los lados”
(Mujer, 48, Gabón)
De ahí que, especialmente en las personas más jóvenes, también se acentúe esta condición
que pueda garantizar la puerta de una completa integración. Aunque no se expresa de manera
explícita, se deja entrever que relacionarse con personas de un mismo país de origen o de otros
países implica un descenso en la escala social:
“Si yo creo que sí, sobre todo en las conversaciones, por ejemplo con gente de aquí tienes
unas conversaciones, de hablar algo y te responden y con gente de fuera solo hablan de
peleas… y no tienes una manera de hablar con ellos o dialogar, no te entiendes muy bien.
Igual es porque siempre me he relacionado con gente de aquí y luego hablo con ellos y ni les
entiendo (...) Bueno… en algunas sí pero en otras no tanto, porque hay veces que… no sé...
como muy distinto… yo prefiero estar con gente de aquí que con gente de fuera, porque son
muy conflictivos y no tienen ningún tema para hablar contigo, siempre pelear, movidas”
(Varón, 25 años, Perú)
“Pues, mira, tengo amistades un poco de todo, también, no te voy a engañar, me gusta más
relacionarme con gente española que de fuera, no sé por qué, igual porque he tenido mucho
trato con gente de fuera y igual un poco no… no voy a evaluar igual a todos los que he
conocido pero realmente sí que influye un poco (…) Luego también tengo muchos amigos
fuera se puede decir, aunque en mi país también mantengo contacto. Es que… un poco de
todo” (Mujer, 27 años, Rumania)
“No, yo toda mi vida he andado con chicos de aquí españoles. Con marroquís poco, no he
tratado con ellos yo. Sí, siempre con españoles. De toda la vida, desde la infancia. Hay de
todo aquí. Este barrio está “quemado” por la delincuencia…y por la droga” (Varón, 26 años,
Marruecos)
“Sí, muchos amigos míos que, son todos de aquí, de Navarra, de San Sebastián, de mi país
conozco gente, conocer conozco, pero sin más, no es por no querer, pero siempre he
trabajado con gente de aquí y nunca he tenido compañeros de mi país,... ha sido así por
trabajo, no porque no quería y mucha gente...” (Varón, 34 años, Ucrania)
23
Como puede comprobarse, los testimonios ilustran el modo en el que se están
produciendo algunos procesos de integración. En ocasiones, el sentimiento de integración
implica un notorio ejercicio de renuncia. Es además frecuente que los procesos de integración
sean vinculados a un menor arraigo hacía el país de origen. En consecuencia, se produce un
proceso de aculturación y la acrítica asimilación de la cultura del país receptor. En ocasiones, y
fuertemente ligado a los periodos de permanencia más prolongados, este ejercicio es de tal
intensidad que niega la evidencia de un origen extranjero pese a que, como puede comprobarse,
incluso la adquisición de la nacionalidad del país de acogida (es decir, el acceso a la ciudadanía
derechos y obligaciones) no exime de ser objeto de discriminación, tanto por parte del colectivo
autóctono como por una sección del colectivo inmigrado:
“No, yo me siento muy integrada aquí, no. De hecho ninguno me ha tratado como si fuera
yo de fuera. Que he estado en sitios donde me han mirado vamos…. (Hace una mueca)”
(Mujer, 30 años, Bulgaria)
“Yo creo que, como llevo bastante tiempo, soy de aquí” (Brasil, mujer, 28)
Al igual que se apreciaba en anteriores apartados, este fenómeno se traslada también al
definido como espacio de la alteridad donde se demandan cambios en la dirección de renunciar a
aspectos propios de la identidad de origen:
“Yo creo que primero tendrán que cambiar ellos” (refiriéndose a las personas inmigradas de
fuera de Europa cuando se le pregunta sobre cambios que deberían darse sobre el mercado
laboral en relación con dichas personas) (Varón, 27 años, Portugal).
En resumen, podría llegar a establecerse una relación directa con respecto al eje
proximidad/lejanía: a mayor nivel de integración, mayor distancia con respecto al resto de
colectivos extranjeros.
6 Conclusiones
Los discursos presentados corroboran la señalada nueva fase del proceso migratorio que
se extiende también al terreno de lo político. Durante los años anteriores a la crisis, las personas
inmigrantes eran un recurso solicitado (desde una dimensión utilitarista alentada por mensajes
institucionales que impregnaron el imaginario social). Esta misma representación ha propiciado
que, en el contexto de crisis actual, estas personas sean percibidas como excedentes y vean
amenazados sus derechos y libertades.
24
Esta transformación no ha limitado un discurso estigmatizador que tiende a
homogeneizar al colectivo de origen extranjero, a negarle la diversidad compositiva propia de
todo grupo social y a ubicarlo en el espacio de la alteridad. Lejos de desaparecer, y como ha
podido comprobarse, ese mismo discurso (o incluso en un grado más estigmatizador) ha
impregnado las representaciones de algunas personas que componían el colectivo de origen
extranjero (principalmente en el caso de aquellas de procedencia comunitaria) y ha permitido,
desde el eje proximidad/lejanía, crear nuevas periferias (generadoras, rescatadoras y
reproductoras de estereotipos) que ensanchan el espacio de la alteridad (alteridades alterizadas) y,
en consecuencia, amplifican sus efectos. En esta actitud parecen identificarse intensos procesos
de renuncia identitaria donde la aculturalización aparece como condición sine qua non para la
integración. En definitiva, una clara manifestación de dos de las dimensiones centrales en toda
realidad social: la centrífuga y la centrípeta.
Estos fenómenos evidencian, en primer lugar, el desarrollo de procesos de integración en
clave asimilacionista que no sólo alejan posibles marcos multiculturales, interculturales o
transculturales, sino que, como una paradójica expresión del éxito integrador, conlleva
impregnarse de prejuicios y estereotipos. En segundo término, la pérdida de la dimensión
comunitaria o la ruptura del lazo social implican la disolución de vínculos, la ausencia de
convivencia e, incluso, una amenaza para la propia coexistencia. Como resultado, se producen
una serie de fracturas que complejizan el escenario social al afectar a la posibilidad de establecer
redes de solidaridad.
Estas realidades corroboran las hipótesis de esta comunicación al verificar la existencia de
nuevas representaciones sociales sobre el lugar que ocupa la alteridad y comprobar su
reproducción en el seno del colectivo de origen extranjero.
Con respecto a las posibilidades de intervención y en clave fundamentalmente propositiva
(aspecto cardinal que impulsaba el proceso diagnóstico del proyecto ante la necesaria gestión de
la convivencia local), es preciso retomar brevemente algunas aportaciones de Simmel. Este autor
definía una tipología de similitudes que habilitan las relaciones de reciprocidad, es decir, que
permitan el establecimiento de vínculos sociales. En primer lugar, las similitudes singulares (aquellas
propias de un grupo en particular), en segundo término, las similitudes específicas (características de
un tipo de persona) y, por último, similitudes universales (atribuidas a la humanidad en su conjunto).
Las primeras están ligadas a los vínculos de carácter comunitario, las segundas al lazo societario y,
las últimas, habilitarían la construcción de un lazo moral universal (Willadino, 2003). Esta
tipología nos aproxima a los diferentes niveles de trabajo necesarios para el logro de espacios de
convivencia y rubrica la necesidad de actuar desde el espacio local. En esta dirección, creemos
25
necesario articular o reconfigurar estratégicamente una identidad que considere la dimensión
histórica y social de los fenómenos de tránsito. Un ejercicio de estas características, entendiendo
el barrio como espacio democrático de acción reivindicativa, permitiría al colectivo migrante
ocupar la posición de sujeto político de lucha en pos de la igualdad.
Por último, y no por ello menos importante, con respecto a la metodología de
investigación y los resultados obtenidos, se demuestra nuevamente la importancia de fórmulas de
contacto con el entorno para hacer rescatar a la universidad su contrato con la sociedad y, al
mismo tiempo, incluir ejercicios docentes motivadores para el alumnado.
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Granada.
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26
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brasileño: un análisis de trayectorias de violencia y estrategias de resistencia. (Tesis Doctoral). Universidad
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