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Compilación que refiere sobre el uso de este conocido argumento, usado frecuentemente por quienes ejercen el Derecho.
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Argumento Ad Populum
Un argumento ad populum, argumentum ad populum (en latín, 'dirigido al
pueblo') o sofisma populista, es una falacia que implica responder a un
argumento o a una afirmación refiriéndose a la supuesta opinión que de ello
tiene la gente en general, en lugar de al argumento por sí mismo. Un
argumento ad populum tiene esta estructura:
1. Para la mayoría, A.
2. Por lo tanto, A.
Los argumentos ad populum se suelen usar en discursos más o
menos populistas, y también en las discusiones cotidianas. También se utiliza
en política y en los medios de comunicación aunque no es tan poderosa como
el argumentum ad hominem. Suele adquirir mayor firmeza cuando va
acompañada de un sondeo o encuesta que respalda la afirmación falaz. A
pesar de todo, es bastante sutil y para oídos poco acostumbrados al
razonamiento puede pasar inadvertido.
1. Uso:
Esta falacia es una variedad de la falacia ad verecundiam, con la
diferencia de que en vez de atribuir la autoridad a una persona o a un
reducido grupo de eminencias, se le atribuye a un gran colectivo de
gente, por ejemplo a la población de un país. Mediante un ardid
argumental uno puede apoyar su afirmación basándose en que es la
opinión de la mayoría.
2. Validez:
Existen dos grados de falacia ad populum con mayor y menor
consistencia. Se puede afirmar sin pruebas que lo confirmen que la
opinión mayoritaria de la gente es X. En ese caso la falacia es doble, se
afirma una premisa que se desconoce y además se le da autoridad a
esa dudosa opinión mayoritaria.
Pero puede ocurrir que se haya hecho algún tipo de consulta popular
que permita conocer esa opinión. Aun suponiendo que la consulta se
haya hecho correctamente y que la opinión esté bien reflejada en los
resultados este argumento sigue siendo falaz. Nada justifica un
razonamiento sólo porque la mayoría piense lo mismo. Este
pensamiento se basa en la intuición de que la opinión general tiene
autoridad porque tanta gente no puede estar equivocada.
Se suele oír en frases del tipo todo el mundo sabe que... o ...esto es lo
que la sociedad desea; así como en la mayoría de los españoles sabe
que..., La gente quiere...
3. Subtipos:
Dos tipos de argumentum ad populum muy utilizados son la apelación a
la tradición y la apelación a la práctica común. La apelación a la tradición
es decir algo como: esto siempre se ha hecho así, por lo tanto es así. La
apelación a la práctica común, en cambio, es decir algo como: todo el
mundo lo hace así, por lo tanto es así.
Un ejemplo más concreto de apelación a la práctica común podría ser:
«Esta ley no es buena porque ningún país del mundo tiene nada igual y
se ha venido haciendo así hasta ahora.» Tal razonamiento olvida que
para que haya innovaciones siempre alguien ha de ser el primero.
Además, si bien una manera de hacer las cosas puede haber funcionado
hasta ahora, eso no significa que vaya a seguir funcionando siempre.
4. Ejemplos:
La gente quiere ver telebasura así que es lícito poner telebasura
¿Se le ha preguntado bien a la gente qué es lo que quiere ver?
¿A la gente le ponen lo que quiere o ve lo que le ponen?
Esta película tiene que ser buena porque la ha visto mucha gente
¿Se sabe a cuántos de los que la vieron les gustó? Y aunque a
todos les gustara eso expresa una preferencia pero no una
verdad.
La gente habla maravillas de la homeopatía ¿Significa eso que
funciona? ¿Es la evidencia irrefutable de que la homeopatía
funciona? ¿Podría ser que la gente hablara maravillas sobre lo
que CREE que hace maravillas en lugar de hablar de lo que
realmente hace?
Si la mayoría dice que la gripe es una estrategia del gobierno
para distraernos y sólo unos pocos afirman lo contrario, entonces
la mayoría tiene razón.
Dios debe existir, ya que todas las culturas creen en algún tipo de
ser superior.
Si lo dudas, interrógales, o más bien yo lo voy a hacer por ti.
¿Qué os parece, varones atenienses? ¿Esquino es huésped de
Alejandro o mercenario suyo? ... ¿Oyes lo que dicen?
Debe ser una película estupenda, porque hay unas colas
enormes en la taquilla.
¿Por qué saqueaste aquella tienda durante el motín callejero?
Todo el mundo lo hacía.
Cincuenta millones de fans no pueden estar equivocados.
La marca X es la marca líder en Europa, por eso deberías
comprar productos de esta marca.
La mayor parte de la gente del planeta cree en algún dios, y no se
conocen entre sí. Eso no puede ser coincidencia: Dios debe
existir.
Los ecologistas dicen que el calentamiento global está
sucediendo porque la mayoría de los científicos dicen y lo creen
así.
"... esto es lo que la sociedad desea"
"la mayoría de los españoles sabe que..."
La gente quiere ver telebasura así que es lícito poner telebasura.
Si la mayoría dice que la gripe es una estrategia del gobierno
para distraernos y solo unos pocos afirman lo contrario, entonces
la mayoría tiene razón.
Durante miles de años la gente ha creído en Jesús y en la Biblia.
Esta creencia ha tenido un gran impacto en sus vidas. ¿Qué más
pruebas necesitas de que Jesús fue el Hijo de Dios? ¿Intentas
decirle a esa gente que todos son unos estúpidos confundidos?
La inmensa mayoría de la gente en este país cree que la pena de
muerte tiene un efecto disuasorio importante. Sugerir que no lo
tiene es ridículo.
Lo único que digo es que miles de personas creen en el poder
piramidal, así que algo debe de haber.
Cincuenta millones de fans de Elvis no pueden estar
equivocados.
Todo el mundo lo está haciendo.
En un tribunal de justicia, el voto del jurado, por mayoría, por lo
que siempre tomar la decisión correcta.
Google da más resultados cuando se aplica esta ortografía, por lo
tanto, esto tiene que ser la forma correcta.
Mucha gente compra garantías extendidas, por lo que es
aconsejable comprar.
Argumento Ad Misericordium
Consiste en apelar a la piedad para lograr el asentimiento cuando se carece de
argumentos. Trata de forzar al adversario jugando con su compasión (o la del
público), no para complementar las razones de una opinión, sino para
sustituirlas.
“Las palabras que mueven a la piedad, las súplicas y ruegos a los amigos son
eficaces cuando el juicio depende de la multitud.” Gorgias.
Es una variedad de sofisma populista, en cuanto busca el apoyo irracional de la
audiencia y, como aquella, se incluye entre las Falacias de Eludir la cuestión.
Hazlo por mi amor.
Si lo haces me voy a sentir muy mal.
Los pensionistas no pueden ser los únicos españoles que no se
beneficien de la bonanza económica.
Sólo un gobierno sin entrañas puede echar a la calle a los trabajadores
del astillero.
Uno apela a las emociones cuando piensa que serán favorables a su causa, lo
cual es legítimo, pero comete una falacia cuando lo hace por carecer de
argumentos. La apelación a la misericordia debe ser un complemento de las
razones, no su vicario.
“Ya sé que está prohibido girar a la izquierda, guardia, pero no me multe, por
favor. He tenido un mal día; estaba intentando llegar al hospital porque acaban
de ingresar a mi anciana madre. Y voy con el tiempo justo porque entro a
trabajar dentro de una hora en mi segundo empleo que es de tiempo parcial y
salario mínimo, pero no puedo perderlo porque es el único soporte de los
diecisiete miembros de mi familia.”
La historia es muy triste, pero, ni nos consta que sea cierta (cosa frecuente en
las apelaciones a la piedad), ni aporta una sola razón por la que el protagonista
deba eludir la ley, ni justifica el giro a la izquierda. Es una buena forma de
Eludir la cuestión y busca su amparo en la fragilidad sentimental del
interlocutor.
En ocasiones se emplea como punto de partida de una lacrimosa Pendiente
resbaladiza:
“Ya sé que he girado mal, guardia, pero, por favor, no me multe. Si lo hace, me
quitarán el permiso de conducir, no podré trabajar y mis hijos se verán en la
miseria.”
Sufrir la multa es el primer paso en una terrible cadena de infortunios. De
hecho, el primer paso fue el giro a la izquierda y no hay razón para esperar que
las consecuencias de la multa sean tan graves como se anuncian.
No es raro, cuando se reclaman responsabilidades políticas, que el gobierno
recuerde, como única defensa, el listado de servicios a la patria realizados por
la persona que se juzga.
Se comete esta falacia, cuando se apela a la piedad para conseguir que se
acepte una determinada conclusión. Un ejemplo sutil se encuentra en la
Apología de Sócrates de Platón, que relata la defensa de sí mismo que hizo
Sócrates:
“Quizá haya alguno entre vosotros que pueda sentir resentimiento hacia mí, al
recordar que él mismo en una ocasión similar y hasta quizá menos grave, rogó
y suplicó a los jueces con muchas lágrimas y llevó ante el tribunal a sus hijos
para mover a compasión, junto con toda una hueste de parientes y amigos. Yo
en cambio, aunque corra peligro no haré nada de esto. El contraste puede
aparecer en su mente, predisponerlo en contra de mí e instarlo a depositar su
voto con ira, debido a su disgusto conmigo por esta causa. Si hay alguna
persona así entre vosotros –observad que no digo que la haya- podría
responderle razonablemente de esta manera:
“Claro amigo, yo soy hombre, y como los otros hombres, una criatura de carne
y sangre, y no de madera o piedra como dice Homero, y tengo también familia,
sí, y tres hijos, ¡Oh atenienses!, tres en número, uno casi un hombre y dos aún
pequeños; sin embargo, no traeré a ninguno de ellos ante vosotros para que os
pida mi absolución”.
Este argumento se usa a veces de manera incluso ridícula, como el caso de un
joven juzgado por matar a sus padres; puesto ante las pruebas que lo
acusaban, solicitó piedad en base a que era huérfano.
Argumento Ad Baculum
Un argumento ad baculum o argumentum ad baculum (en latín, significa
‘argumento que apela al bastón’) es una falacia que implica sostener la validez
de un argumento basándose en la fuerza, en la amenaza o en el abuso de la
posición propia. Resumiendo: «La fuerza hace el derecho».
El argumentum ad báculum se puede considerar como un subtipo de la falacia
argumentum ad consequentiam o como un subtipo de la falacia argumento de
autoridad. En el primer caso, interpretaríamos que el argumentante se ve
forzado a admitir la validez de la falacia para evitar las consecuencias
negativas de no hacerlo (por ejemplo, la violencia); mientras que en el segundo
caso, entenderíamos que el argumentante admitiría la validez de la conclusión
falaz ante la autoridad que reclama la falacia (autoridad basada no en el
conocimiento como en el argumento de autoridad clásico sino basada en la
fuerza). Aunque estas interpretaciones son factibles, el argumento ad báculum
―dado lo extendido de su uso y la importancia en la argumentación política y
periodística falaz― se suele considerar un tipo de falacia independiente.
1. Uso
Esta falacia se presenta de dos modos: como falacia lógica y como
falacia no lógica; analizaremos estos dos usos a continuación.
El uso del argumentum ad báculum es fácilmente identificable y
neutralizable en una argumentación cuando se manifiesta de manera
explícita; sin embargo, lo más común es que se oculte su uso con
insinuaciones veladas. Este carácter generalmente implícito de su uso
hace que su fuerza en la argumentación sea más sutil pero no menos
destructiva para el discurso racional. Por ejemplo, raramente esta falacia
se presenta de esta manera: «Si no crees en X, te golpearé» sino más
bien así: «Yo creo en X y tengo capacidad de ejercer la fuerza. ¿Tú en
qué crees?». Es claro en el ejemplo segundo el uso de esta falacia,
aunque no se presente con total explicitud la amenaza.
Un tipo de falacia estrechamente ligada al argumentum ad báculum es el
argumentum ad terrorem. Las opiniones son divergentes sobre su
relación: hay quienes consideran que ad terrorem es un subtipo del
argumento ad baculum; otros autores sostienen que ambas
denominaciones se refieren a una misma falacia; y, finalmente, hay
quien mantiene que son dos tipos de falacias diferenciadas.
A escala internacional, «báculum» (‘palo’) significa ‘guerra’ o ‘amenaza
de guerra’. Harry Hopkins ejemplifica este argumento falaz en un diálogo
entre Stalin y Churchill, en el cual el segundo alegaba los consejos del
papa a la hora de discutir medidas durante la Segunda Guerra Mundial.
No falto de reflejos, el líder comunista contestaba: «¿Cuántas divisiones
dice usted que tiene el papa para el combate?».
1.1 Como argumento lógico
Como falacia lógica el argumentum ad baculum tiene la siguiente forma:
Si X no acepta que Y es verdadero entonces ocurrirá Z (siendo Z una
coacción o ataque contra X). Por lo tanto, Y es verdadero.
Este argumento es falaz ya que el ataque o coacción no dicen nada de
la validez o invalidez de Y. Esta falacia fue identificada ya en la Edad
Media aunque, desgraciadamente, su uso es tan antiguo como el
hombre.
Ejemplos:
«Si Irán sostiene su derecho a usar energía atómica con fines civiles
deberá enfrentarse a las decisiones que tome la comunidad
internacional. Luego Irán no debe usar energía atómica con fines
civiles».
No se discute prioritariamente sobre el derecho o no de un país de usar
una fuente de energía, sino que la argumentación se centra,
esencialmente, en las consecuencias que tendría para Irán ese uso.
A: «Yo pienso que a los gatos no se los debe dejar en libertad en la
calle, porque causan muchas muertes innecesarias de otros animales.
B: Pues yo tengo un gato, y me da igual lo que pienses, porque yo a mi
gato lo dejaré estar libremente fuera de casa.
B no dice nada para rebatir el argumento de A, sino que abusa de su
posición como dueño de un gato para zanjar la discusión y ridiculizar lo
dicho por A.
1.2 Como argumento no lógico
Otra es la forma no lógica de esta falacia:
Si X no acepta que Y es verdadero entonces ocurrirá Z (siendo Z una
coacción o ataque contra X). Por lo tanto, X debería aceptar la verdad de
Y para evitar Z.
Esta es una forma no lógica de la falacia ya que la conclusión no dice
nada de la validez o invalidez de Y sino únicamente la conveniencia de
X de aceptar su verdad para evitar una consecuencia Z. La conclusión
es de naturaleza pragmática: da unas pautas de conducta para X
encaminadas a evitar Z. Sin embargo, X podría no desear evitar Z por
razones éticas o de sentido práctico (minusvaloración del riesgo real de
la amenaza, por ejemplo). El tipo no lógico, por las razones antes
aducidas, de la falacia ad baculum es mucho más frecuente que el tipo
lógico.
Ejemplos:
«Si no pagas tus impuestos, entonces te embargarán tu sueldo y tus
propiedades; por lo tanto, si no quieres verte convertido en un indigente
debes pagar tus impuestos».
«Si no usas tu cinturón de seguridad, la policía te multará. Por lo tanto, si
ves un policía cerca, utiliza tu cinturón de seguridad para evitar ser
multado» (y no por las razones de seguridad que implican el llevar
puesto el cinturón).
En la película Star Wars (Episodio IV: una nueva esperanza) se produce
un ejemplo de este «argumento ad baculum» cuando el robot R2-D2
está ganando una partida de dejarik (una especie de ajedrez holográfico)
al inmenso wookiee extraterrestre Chewbacca:
C3PO (androide): Él ha hecho un movimiento correcto, gritar no te
servirá.
Han Solo (interrumpiendo): Déjalo. No es inteligente irritar a un wookiee.
C3PO: Pero, señor, a nadie le preocupa irritar a un androide.
Han Solo: Es porque los androides no le arrancan los brazos a sus
contrincantes cuando pierden, y los wookiees sí.
C3PO: Entendido, señor. Te sugiero una nueva estrategia, R2: deja
ganar al wookiee.
Ignoratio Elenchi
En lógica, conclusión irrelevante, ignoratio elenchi, refutación ignorante o eludir
la cuestión es una falacia en la que se presenta un argumento que puede ser
por sí mismo válido, pero que prueba o concluye una proposición diferente a
que la que debería probar o concluir.
Aristóteles creía que todas las falacias lógicas podían ser reducidas a ignoratio
elenchi. También en algunos casos estas conclusiones irrelevantes son
intentos deliberados por parte de manipuladores, expertos en falacias, de
cambiar el asunto de la conversación.
Ejemplo:
«Pablo es un buen deportista y debe ganar la copa. Después de todo, es un
buen tipo, ha donado mucho dinero y es miembro de una ONG.» Las
donaciones o preferencias solidarias no tienen que ver con el merecimiento
deportivo de una copa.
Evadir la conversación o ignoratio elenchi de conversación» o eludir la
cuestión: Es un razonamiento que se supone tendrá que responder a un tema
determinado pero en lugar de hacerlo, narra o explica aspectos distintos.
La mejor manera de hacerlo es explicar y narrar extensamente algo anexo a la
respuesta pero que el espectador viera con buenos ojos. Es decir, si la
pregunta es sobre una supuesta corrupción fiscal. La respuesta sería hablar
sobre lo buena persona, eficiente, honrada que es tu familia en casa. Hablar
luego de la honradez o de la eficiencia de tus colaboradores.
Así sin responder directamente a la pregunta permites que el espectador
suponga por asociación y caiga en la falacia de asociación. Este tipo de
respuesta se da mucho en política y debates y es muy usual y al mismo tiempo
muy importante. Es una técnica sencilla pero poderosa si se sabe lo que el
público desea escuchar.
Cuando se describe algo, también se pueden insertar comandos u órdenes que
según la programación neurolingüística permiten que la gente haga o piense
del modo que se desee. Cuando se describe algo positivo no de uno mismo
sino de otra persona, por asociación neurolingüística esas mismas palabras
son interpretadas sobre ti o sobre el propio receptor. De esta manera si se
describen situaciones positivas es posible programar a los oyentes para que en
realidad crean que tú las posees.
«¿Ganarán el partido mañana?». Respuesta: «Hemos trabajado duro, el equipo
está al 100% y luchará hasta el final para conseguir lo mejor de ellos. Esta
temporada hemos ganado casi todos los partidos, mañana será un día
importante y los chicos lo saben».
«¿Te gusta María?». Respuesta: «Ella es alguien especial, siempre estoy con
ella y lo pasamos bien. Es una buena chica y puedo confiar en ella, es mucho
de lo que siempre he buscado en una mujer».
«¿Qué prefieres, amor o sexo?» Respuesta: «El amor es algo muy importante
en la vida de todos, me gusta amar y ser amado, y con el sexo igual. Nadie
puede vivir sin amor. Por fortuna, tengo la suerte de ser amado por una familia
que me aprecia y que me quiere y de tener muchos amigos».
El falso razonamiento también llamado sofisma o Falacia “Ignoratio Elenchi”, se
traduce como “ignorancia de la causa” y es aquel en el cual el razonamiento
lleva a probar una cuestión o hipótesis ajena al objeto original del razonamiento
(también se le conoce como una conclusión irrelevante)
La falacia ignoratio elenchi tiende a probar el punto equivocado, en ocasiones
de una forma intencionada, para “distraer” la atención de un asunto particular,
hacia otro punto que puede o no estar relacionado con el tema tratado, pero
que por algunos matices o relaciones puede confundir al interlocutor o auditorio
desviando su atención sobre el tema tratado.
En esta falacia, se comienza por enunciar la hipótesis a probar y se enumeran
los elementos a tomar en cuenta. Es durante la enumeración y el análisis,
donde accidental o deliberadamente, se desvía la atención del punto que
debería ser respondido, llegando a una conclusión ajena, que si bien podría
estar relacionado, no es la cuestión que debería de responder.
La falacia ignoratio elenchi es utilizada muy a menudo en algunas exposiciones
oratorias, políticas, e incluso en asuntos legales, (como en juicios orales) en las
cuales puede ser usada para influenciar, desviando la atención con situaciones
distintas, como en algunos juicios en donde el abogado defensor hace una
narración y exposición de lo “bueno” que es su cliente, en los ámbitos social,
familiar, laboral, religioso, etc., influyendo en el ánimo del jurado, juez y
auditorio, evadiendo el asunto concreto.
El Fiscal - El Joven Emmanuel conducía drogado un auto robado, el cual
chocó contra un asilo de ancianos mientras huía de la persecución de la
policía.
Abogado- Mi cliente es un joven estudioso, tiene un buen record de asistencia
al colegio y calificaciones sobresalientes. Además es trabajador, ya que ayuda
a sus padres en su restaurante; es religioso, va a la iglesia todos los domingos,
es boy scout y un buen jugador de futbol.
(En este caso la falacia ignoratio elenchi consiste en la enumeración y
exposición de hechos concernientes a la persona de quien se habla, pero que
no tienen relación alguna con el asunto el delito cometido; y aun así puede
llegar a influenciar a quienes oyen la exposición).
Quien la comete saca la discusión de su terreno, o se empeña en probar lo que
nadie discute. Hace como el estudiante al que preguntan la lección 16ª y
contesta la 14ª porque es la que se sabe bien.
—¿Qué buscas debajo de la farola?
— Las llaves.
—¿Estás seguro de que es aquí donde las has perdido?
— No, pero aquí hay más luz.
Por ejemplo, quien no desea entrar en un debate sobre la licitud de un proyecto
(que es lo que se discute), puede desviar la atención hacia la utilidad (que no
discute nadie).
Demóstenes— Ahora bien, sé que Esquines va a evitar la réplica a los cargos
mismos y, en su deseo de desviaros lo más lejos posible de los hechos, va a
discurrir sobre los grandes beneficios que resultan a todos los hombres por
efecto de la paz y, contrariamente, los males que les sobrevienen a raíz de la
guerra. De esta guisa va a ser su defensa.
La resume bien el dicho: ¿De dónde vienes? Manzanas traigo.
— El secuestro es un crimen horrendo.
— Sin duda, pero aquí lo que se discute es si el acusado lo cometió o no.
Este recurso falaz fue bautizado por Bentham como Escudo de prevaricadores,
porque se emplea para evitar la censura de las personas que ejercen el poder.
El conductor: Gracias al euro, ante nosotros se abre un sólido futuro común
para todos los europeos a salvo de la inestabilidad internacional y de las
maniobras de los especuladores.
El policía de tráfico: Vale, pero usted sopla el alcoholímetro.
Es una falacia madre, de la que participan todas las que tratan de desviar la
atención hacia otro asunto, como es el caso de las siguientes: Ataque personal,
falacia Casuística, falacia Ad Consecuentiam, sofisma Patético, falacia de la
Pista falsa.
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