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economia en crisis
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"¿Cómo es posible que funcione el
sistema si no hay consumidores?"
La ensayista Barbara Ehrenreich ataca la trampa del
pensamiento positivo
José María Marti Font Barcelona 14 NOV 2011 elpais.com
"Si tienes cáncer y no te curas es porque no tienes una actitud positiva; si te despiden de
tu trabajo y no encuentras otro es por la misma razón; si eres pobre es tu culpa, porque
odias la riqueza". Barbara Ehrenreich (Butte, Montana, 1941) es una representante
clásica del pensamiento de izquierdas norteamericano y adora desmontar mitos y
supercherías como las arriba señaladas. Bióloga de formación, pasó pronto a dedicarse
al análisis político y a la crítica social. Es autora de más de una veintena de libros y
acaba de publicar Sonríe o muere. La trampa del pensamiento positivo (Turner).
Estuvo en Barcelona y dio una conferencia en el Centro de Cultura Contemporáneo
(CCCB) insistiendo en que no es cierto que el vaso siempre esté medio lleno, nunca
medio vacío. Ehrenreich tuvo cáncer de mama y le irritó profundamente el activismo
positivo del que se vio rodeada durante su enfermedad, y descubrió que se trataba de un
auténtico movimiento social, no solo relacionado con el cáncer. Su teoría es que no es
más que una treta para justificar las desigualdades.
"Es cruel decir a un enfermo o a quien pierde su empleo: 'trabaja tu actitud"
La escritora cree que esta filosofía está en el origen de la crisis económica
"Me irritó mucho esta filosofía, porque básicamente suponía que yo era responsable de
mi enfermedad. Cuando empecé a investigar sobre el problema de los ejecutivos que
perdían su empleo me di cuenta de que era lo mismo que con el cáncer: si te han
despedido es porque no tienes un pensamiento positivo, les decían, y si no encuentras
trabajo es porque no has visto lo que de positivo tiene esta oportunidad. Y sobre esto se
ha creado una gigantesca industria que básicamente consiste en decir que uno puede
conseguirlo todo si solo cambia su manera de pensar. Es simplemente cruel decirle a
alguien que ha perdido su trabajo o a quien le han diagnosticado una enfermedad
importante que debe trabajar en su actitud".
En su opinión, esta filosofía también está en el origen del desbarajuste económico y
financiero que ha provocado la crisis por la que atravesamos. "A principios de la década
de 1980 hubo un cambio profundo en la cultura de las grandes empresas
norteamericanas, consistente en abandonar la racionalidad de manera plenamente
consciente. 'No queremos pensar demasiado. Un auténtico líder no tiene que pensar
demasiado porque es alguien genial que debe seguir su inspiración', decían. Todo lo que
hasta entonces se había hecho: analizar los riesgos y estudiar las distintas opciones ya
no servía, la palabra clave era carisma: las cualidades carismáticas del líder. Sobre este
principio se creó una cultura del negocio que lleva a los empleados a retiros sobre el
espiritualismo de los nativos americanos...".
Para Ehrenreich, los líderes empresariales y financieros que nos han llevado a esta
situación son gente que vive en otro mundo. "Cuando vales cientos de millones de
dólares no ocupas el mismo mundo que la gente corriente; no vas en vuelos
comerciales, usas el helicóptero en la ciudad, te alojas solo en hoteles de cinco estrellas,
vives en una burbuja en la que todo lo que deseas se hace realidad. Si estás en tu casa de
Palm Beach y piensas que no tienes un buen borgoña para ofrecer a tus invitados,
mandas a un empleado en tu avión privado a tu casa en la Costa Este para que traiga
unas cuantas cajas a tiempo para la cena. Es mágico. Porque además esta gente es más
rica que nunca y tiene auténticos poderes mágicos comparado con nosotros".
Cree que las soluciones al desbarajuste no tienen por qué ser demasiado radicales y que
lo que exigen los jóvenes indignados es perfectamente razonable. "No se puede tener
una economía basada exclusivamente en el juego, ni tampoco es posible mantener una
proporción tan alta de pobreza en la población. Está afectando profundamente al
sistema. Simplemente hay que parar y razonar. ¿Cómo es posible que funcione el
sistema si no hay consumidores? Se ha olvidado el principio básico de Henry Ford, que
pensaba que cualquiera de sus empleados debería ser capaz de comprarse uno de sus
coches para que realmente su negocio, basado en la producción en cadena, pudiera
funcionar".
¿Y cómo ha sido posible llegar a este punto? ¿No hay nadie pilotando el avión? "Esto es
lo que estamos descubriendo ahora", responde, "que los grandes chicos listos, los
masters del universo son gente de la que es imposible fiarse, y es precisamente a ellos a
quienes les dimos nuestra confianza y nuestro dinero. Por eso ahora hay este
movimiento de quienes se dan cuenta de que estos tipos son unos timadores y que esto
no puede continuar".
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