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CORTE NACDONAL DE JUSTBC~A
JSALA DE LO PENAL
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Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA¼r4v1 Seguridad y P~,z
Iilurn,z,,ca, Karnayrnc~nio, Kasilcrnan,a
JUICIO No. 0967-20 13Recurso: Casación
Delito: Tenencia y Posesión Ilícita de Estupefacientes
CORTE NACIONAL DE JUSTICIA
SALA ESPECIALIZADA DE LO PENAL, PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y
TRÁNSITO.
Quito, 19 de mayo de 2014; las 10:00.-
VISTOS: Se examina en sede de casación el fallo emitido por la Sala Única de la
Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos el 26 de junio deI 2013, las 10h05, el cual
condenó a Ricardo Suquisupa Roser& por el delito de tenencia y posesión ilícita,
por el cual la Fiscalía General del Estado lo acusó. Al ser el estado del recurso el de
resolver, este Tribunal de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito hace las
siguientes consideraciones:í
PRIMERO: JURISDICCIÓN, COMPETENCIA Y VALIDEZ DEL RECURSO.
1.1. JURISDICCIÓN.- La Corte Nacional de Justicia tiene jurisdicción en todo el
territorio nacional2, encargada de administrar justicia; potestad conferida el 26
de enero del 2012 por el Consejo de la Judicatura a los nuevos jueces y juezas
que integran las Salas Especializadas3.
‘En adelante recurrente, casacionista.Artículo 182 inciso final de la Constitución de la República y 172 del Código orgánico de la Función Judicial.El inciso 1 del articulo 182 de la Constitución de la República, manifiesta: “La Corte Nacional de Justicia estará
integrada par juezas y jueces en el número de veinte y uno, quienes se organizarán en salas especializadas, y serándesignados para un periodo de nueve aflos”
l~7
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIAIk’rdad Seguridad y Ri:
FIIumas,ra, Kaniciymanra. KasiÑrn~,nta
1.2. COMPETENCIA.- Medida dentro de la cual la potestad jurisdiccional está
distribuida entre las diversas cortes, tribunales y juzgados. Bajo esta premisa,
este Tribunal de la Sala Especializada de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial
y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, es competente para resolver los (recursos de casación y revisión, conforme a lo dispuesto en los artículos 184.1
y 76.7.k, de la Constitución de la República, artículos 184 y 186.1 del Código
Orgánico de la Función Judicial (reformados mediante la Ley Orgánica
Reformatoria del Código Orgánico de la Función Judicial, publicada en el
Suplemento del R. O. No. 38 de 17 de julio de 2013); artículo 359 y siguientes
del Código de Procedimiento Penal; y, acorde al artículo 5 de la Resolución
No. 04-2013 de la Corte Nacional de Justicia de 22 de julio de 2013.
1.3. VALIDEZ.- Este recurso de revisión, ha sido tramitado conforme las normas
procesales del Capítulo V, Titulo IV, Libro IV, del Código de Procedimiento
Penal, artículos 349 al 358; de igual forma se ha aplicado lo que dispone el
artículo 76.3 de la Constitución de la República, por lo que al no existir vicios (que lo invaliden, se declara válido lo actuado.
SEGUNDO: INTEGRACIÓN DEL TRIBUNAL DE LO PENAL, PENAL MILITAR,
PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO.
Por el sorteo realizado4, le ha correspondido conocer el presente recurso a este
Tribunal de Casación, de la Corte Nacional de Justicia, integrado por el doctor Wilson
Sorteo realizado el 12 de noviembre del 2012, las 15h59, en la Secretaria de la Sala Penal, Penal Militar, Penal Policial yTránsito.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~,dcd Scsuridad y fi:
tII,,n,anui. Ka,r,c,vrn,izuQ Kusd<miin’a
Merino Sánchez, Juez Nacional (en calidad de Ponente); doctora Gladys Terán Sierra
y doctora Lucy Blacio Pereira, Juezas Nacionales, integrantes de este Tribunal.
TERCERO: SENTENCIA QUE SE IMPUGNA.
La sentencia impugnada es la expedida por la Sala Única de la Corte Provincial de
Justicia de Sucumbios el 26 de junio del 2013, las 10h055.
CUARTO: HECHOS.
4.1. ANTECEDENTES DE LA SENTENCIA IMPUGNADA Y ACTUACIONES
PROCESALES.
La Fiscalía de Sucumbios tuvo conocimiento mediante parte policial de la aprehensión
del ciudadano Rodrigo Rigoberto Guamán Herrera, por Transporte y Tenencia de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas, así como la aprehensión de Cristian
Ricardo Suquisupa Rosero, Jorge Mario Olmedo Diez y Telmo Remigio Castro
Donoso, por el delito de asociación ilícita y tenencia ilegal de sustancias
estupefacientes y psicotrópicas.
El Juez Primero de Garantías Penales de Sucumbíos, dictó auto de llamamiento a
juicio en contra de Rodrigo Guamán Herrera, Cristian Suquisupa Rosero, Jorge
Olmedo Diez, Telmo Castro Donoso y Oscar Reyes Lozano.6
5Tribunal integrado por los doctores: Wilfrido Erazo Araujo, Luis Legña Zambrano y Carlos Moreno Oliva. Fs.92-102 del proceso de instancia.6 Fs. 30-34 del proceso sustanciado ante el Tribunal Primero de Garantías Penales de Sucumbios.
494
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIAVerdad Seguridad y Pa:
II/urjan In. Kazrjayrr,an la. Ka,ckrn ,,nf a
El 19 de noviembre del 2009, los jueces del Tribunal de Garantías Penales de
Sucumbíos, declararon al ahora recurrente culpable en calidad de autor del delito
tipificado en el artículo 62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas y
en relación a los artículos 29.6 y 7; 44 y 73 inciso tercero del Código Penal, fue
condenado a la pena de veinte meses de prisión correccional.7
El casacionista interpuso recurso de apelación, el cual fue conocido por los jueces de
la Sala Única de la Corte Provincial de Justicia de Sucumbíos y con fecha 26 de junio
del 2013 las 10h058, confirma la sentencia de minoría dictada por el Tribunal de
Garantías Penales de Sucumbíos9 y declaran culpable al recurrente del delito previsto
en el artículo 62 de la Ley de Garantías Estupefacientes y Psicotrópicas, imponiéndole
la pena de doce años de reclusión mayor extraordinaria. El recurrente10, como la
doctora María Mercedes Arias, Fiscal encargada de la Unidad en Patrimonio
Ciudadano y Administración Pública de Sucumbios11; indistintamente, propusieron
recurso de casación; recurso, que le compete a este Tribunal resolver.
QUINTO: ARGUMENTOS Y FUNDAMENTACIÓN DEL RECURSO.
Las partes procesales fundamentaron su recurso en la audiencia oral, pública y
contradictoria, celebrada el 23 de enero del 2014, las 14h30, en la sala de audiencias,
de esta Corte Nacional de Justicia.
5.1.- INTERVENCIÓN DEL RECURRENTE.
‘Ibídem, fs. 2471-2482.Fs. 92-104 del proceso de instancia.Voto de minoría de la doctora ulia Ortiz Vásquez, del Tribunal de Garantías Penales de Sucumbios. Fs. 2483-2494, del
proceso sustanciado ante el Tribunal Primero de Garantías Penales de Sucumbios.10 Fs. 103 del proceso de instancia.11 Ibídem, fs. 108-109.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
4~+CORTE NACIONAL DE
JUSTICIAVirda~I !kgur,dcul y h,:
flhi,man,a. ¡<am ayrnanta Kas:1~rnan a
El doctor Hermes Sarango Aguirre, en representación legal del recurrente manifestó
que los jueces ad quem, impusieron la pena de doce años de reclusión a su defendido
basándose en un voto de minoría o voto salvado expedido por el Tribunal de
Garantías Penales de Sucumbíos; se debe tener presente, que el voto salvado es un
voto referencial que carece de eficacia jurídica, evidenciando la falta de motivación de
la sentencia recurrida.
Manifiesta, que su defendido no fue detenido con la droga ya que se lo detuvo en un
lugar distinto, a más de media hora del lugar donde se detuvo al cargamento de droga
que portaba el señor Guamán. Su defendido fue juzgado por tenencia de armas y
luego se le incorporo a este proceso de tráfico de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas, inaplicando el artículo 62 de la Ley de sustancias estupefacientes y
psicotrópicas.
Hace notar, nuevamente, que su defendido no fue detenido con la droga, sino el señor
Guamán Herrera, quién aceptó ser el portador de la droga, que jamás señaló en su
testimonio y en la respectiva audiencia que su defendido haya sido el poseedor o el
tenedor de la droga.
Los señores Rigoberto Guamán Herrera, Jorge Mario Olmedo y Telmo Remigio
Castro Donoso fueron condenados a una pena de veinte meses, en calidad de
encubridores por los mismos hechos, en tanto que su defendido en una nueva
audiencia y con otros jueces, se le impuso la pena de doce años de reclusión,
inaplicando de esta manera el artículo 62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y
Psicotrópicas, por no encontrarle con un solo gramo de droga como consta en autos.
La sentencia recurrida, señala, que su defendido iba custodiando el vehículo que
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
SACORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~rdad S~sIsr,da(f y Pa:
flIur;ia;na Rúiz,atqr,:,zj (rs, Ka s:krnan~a
llevaba la droga, dicha custodia no está tipificada en la ley de drogas ni en el Código
Penal, argumento para ser condenado.
Con relación al arma, el defensor, manifiesta que al casacionista se le encontró un
arma, pero a treinta metros del lugar donde fue detenido el auto que trasportaba la
droga; hace énfasis en que los señores Jorge Mario Olmedo y Telmo Remigio Castro
Donoso, que eran quienes iban con el señor Suquisupa, fueron sentenciados por
encubridores; jamás pudo haberse encasillado la conducta de su defendido en el tipo
penal del artículo 62 de la ley de la materia.
Considera que ha existido una indebida aplicación del artículo 42 del Código Penal,
por cuanto, de lo mencionado se desprende que su defendido no es autor del delito
por el cual fue sentenciado, y en el caso no consentido se subsumiría su conducta en
el artículo 44, del mencionado Código, esto es, encubridor.
Manifiesta que acorde al principio de estricta legalidad su defendido fue imputado por
un acto que no está tipificado en ningún cuerpo legal, violando el artículo 76.3 y 82 de
la Constitución de la República, pues la seguridad jurídica está en juego; no se puede
hacer una interpretación extensiva de la norma, al pretender subsumirse la conducta
de su defendido en un tipo penal que no le cobija.
El articulo 327 del Código de Procedimiento Penal señala lo siguiente “cuando en un
proceso existan varios coacusados el recurso interpuesto por uno de ellos beneficiara
a los demás siempre que la decisión no se funde en motivos exclusivamente
personales, este beneficio será exigible aunque mediare sentencia condenatoria
ejecutoriada en contra de uno de los acusados”; es decir, que a los señores
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
SACORTE NACIONAL DE
JUSTICIAVerdad Seguridad y Pa:
fliuníanin, Karnayrnnnto. Ka.s:krnasí~n
procesados que estuvieron junto con su defendido les impusieron la pena de veinte
meses, y al casacionista la pena de doce años.
5.2.- INTERVENCIÓN DE LA FISCALÍA GENERAL DEL ESTADO.
En representación de la Fiscalía General del Estado, el doctor José García Falconí,
manifestó, que la Corte Provincial de Justicia Sucumbíos, con fecha 26 de junio del
2013, confirmó la sentencia de minoría dictada por el Tribunal de Garantías Penales
de Sucumbíos, y señala que existe con certeza el delito tipificado y sancionado en el
artículo 62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas y la
responsabilidad de dicho ilícito por parte del recurrente por lo que se le impone la
pena de doce años de reclusión mayor extraordinaria y multa de dos mil salarios
mínimos vitales.
La doctora María Mercedes Arias, fiscal encargada de la unidad de Patrimonio
Ciudadano de la Administración Pública de Sucumbíos, en su fundamento de recurso
( de casación señala que está de acuerdo con la culpabilidad del recurrente pero nocon de la pena, por cuanto, se trata de un delito de tráfico ilícito de cuatrocientos
noventa y dos paquetes de clorhidrato de cocaína, tres toneladas de droga, al
respecto, el artículo 62 de la Ley de Sustancia Estupefacientes y Psicotrópicas dice
en su parte final: “serán sancionados con penas de doce a dieciséis años de reclusión
mayor extraordinaria y multa de sesenta a ocho mil salarios mínimos vitales
generales’Ç pero la nueva administración de justicia a raíz de la nueva Constitución de
la República, señala que los jueces deben aplicar el principio de proporcionalidad en
dos momentos procesales que son fundamentales. Al momento de establecer
medidas cautelares personales y al momento de dictar una sentencia condenatoria, el
principio de proporcionalidad es el equilibrio que debe tener entre el poder punitivo
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
4~+CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~‘erd,:j Seg~mdad y Pu:
1iIumunr~ - K,im oyrnanta, Ku.ç:IrntIn!a
que tiene el Estado ecuatoriano, y los derechos del ciudadano, es decir, que los
señores jueces al momento de dictar sentencia tienen que utilizar los principios de
razonabilidad, ponderación y de proporcionalidad, de acuerdo al delito que se está
investigando siendo este un delito de tráfico de drogas.
Más aún, dentro del proceso y de la sentencia impugnada, se establece que el
recurrente fue capturado con tres toneladas de cocaína y con armas de fuego, sin
embargo, no utiliza el principio de proporcionalidad del artículo 76.6 de la Constitución
de la República y fija la máxima pena, es decir los dieciséis años de reclusión mayor.
SEXTO: CONSIDERACIONES Y FUNDAMENTOS DEL TRIBUNAL DE LO PENAL,
PENAL MILITAR, PENAL POLICIAL Y TRÁNSITO.
6.1. CIERTAS APRECIACIONES DEL RECURSO DE CASACIÓN.
El artículo 169, de la Constitución de la República, señala:
“El sistema procesal es un medio para la realización de la justicia. Las normas
procesales consagrarán los principios de simplificación, uniformidad, eficacia,
inmediación, celeridad y economía procesal, y harán efectivas las garantías del
debido proceso. No se sacrificará la justicia por la sola omisión de
formalidades.”
Así mismo, el artículo 76.7,m), de la Constitución de la República, entre las garantías
del debido proceso, establece el derecho de las personas a recurrir de un fallo o
resolución, en todos (os procedimientos que se decida sobre sus derechos; esta
prerrogativa de la norma constitucional que va de la mano con la garantía
Dr. WiIson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIAtirrducJ S~sur,dad y Paz
tifziniariui Kan,a v,r,:n,,a, Kas:Ñrna,ata
internacional de la “revisión de un tallo condenatorio”12, le da a la jueza o juez de
casación la posibilidad de analizar, de una manera amplia y sin restricciones, en caso
de considerar que existe una vulneración a sus derechos; garantizándose así un
examen integral de la resolución recurrida y con éste a la tutela judicial.
Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en el caso Herrera
Ulloa Vs. Costa Rica señaló: “ El juez o tribunal superior encargado de resolver el
recurso interpuesto contra la sentencia penal tiene el deber especial de protección de
las garantías judiciales y el debido proceso a todas las partes que intervienen en el
proceso penal de conformidad con los principios que lo rigen. (. . .)La posibilidad de
“recurrir del fallo” debe ser accesible, sin requerir mayores complejidades que tornen
ilusorio este derecho. (...) Independientemente de la denominación que se le dé al
recurso existente para recurrir un tallo, lo importante es que dicho recurso garantice
una examen integral de la decisión recuaida.”13
El recurso de casación es un recurso extraordinario y formal, que tiene como finalidad
rectificar la violación de la ley en que ha incurrido el Inferior en la sentencia; no quiere
decir, que las Juezas y Jueces realicemos un nuevo estudio del proceso, ni una nueva
valoración de las pruebas, como bien lo señala Ricardo O. Núñez, ya que “no implica
la posibilidad del examen y resolución “ex novo” de la cuestión justiciable, en todos
sus aspectos de hecho y de derecho, sino, únicamente, el examen y resoluciones por
éste de la aplicación de la ley procesal o sustantiva hecha, en el caso, por el tribunal
“a quo”4. De manera que, este recurso no faculta al Juzgador realizar un nuevo
12 Convención Americana Sobre Derechos Humanos. San José, Costa Rica. Artículo ah) “Garantías Judiciales (...)
derecho de recurrir del fallo ante juez o tribunal superior.13 Corte Interamericana de Derechos Humanos. Caso Herrera Ulloa vs. Costa Rica. Sentencia 2 de julio de2004. Parr, 163,164 y 165.‘~ En, Alfonso Zambrano Pasquel, Manual de Práctica Pro cesal Penal, Ara Editores, Lima-Perú, 2009, p.375
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
‘4CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA¼rda,) S~gur,dnd y Pa:
IIIuraaz, 1:’. K~;;jaymanrc~. Kas:&rnün~a
examen de la prueba actuada dentro del proceso, tiene como objetivo corregir y
enmendar los errores de derecho que vicien la sentencia judicial, por uno de los
motivos consignados en el artículo 349 del Código de Procedimiento Penal.
La discordancia entre la verdad fáctica y su reconstrucción contenida en la sentencia,
no pueden abrir nunca la vía de la casación. Por su parte, Fabio Calderón Botero, en
su obra Casación y Revisión en materia penal, manifiesta: “es un juicio técnico
jurídico, de puro derecho sobre la legalidad de la sentencia, también conocido por la
doctrina como error in iudicando”15, el Dr. Orlando A. Rodríguez en su libro Casación y
Revisión Penal, manifiesta que la proposición jurídica es una carga procesal para el
impugnante, que debe identificar y demostrar un error judicial atribuido al orden
judicial sentenciador de instancia, y a partir de la causal legal construir un argumento
de sustentación para que el Tribunal o la Corte de Casación ejerza el Control
Constitucional16 y legal de la sentencia impugnada17.
Pues está claro, que el recurso extraordinario de casación, implica la acción de
declarar sin ningún valor ni efecto una sentencia, y que es un medio técnico de
impugnación extraordinario contra sentencias dictadas contra la jurisprudencia, la ley
o los trámites sustanciales de los Jueces y Juezas de los Tribunales de Garantías
Penales yde las Salas de lo Penal de las Cortes Provinciales de justicia.
Ahora bien, Ecuador al ser un Estado Constitucional de Derechos y Justicia, la
prerrogativa fundamental es el derecho a la igualdad, esto quiere decir todas las
~ Fabio Calderón Botero, Casación y Revisión en materia penal, Editorial Temis, Colombia, 1973, p. 213.‘~ Está claro que el control de constitucionalidad lo hace la Corte Constitucional, no obstante, el autor al
referirse a este control, se refería específicamente, que las Juezas y Jueces que conocen un recurso decasación, deben hacer un análisis del caso concreto con parámetros constitucionales y obviamente legales.17 Orlando Rodríguez Choconta, Casación y revisión penal, EditorialTemis, Bogotá-Colombia, 2008, Capitulo
VI.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
‘4CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~rdud Scgizndcid y Pa:
¡llur,u,;i,a Ka,na ‘rna,, ro. Kas:?in’.an’a
ciudadanas y ciudadanos son iguales ante la ley, erradicando cualquier clase de
discriminación; bajo esta perspectiva, la importancia del recurso extraordinario de
casación frente a la unificación de la jurisprudencia, la garantía del principio de
legalidad en una dimensión amplia, acompañada de la protección efectiva de los
derechos fundamentales —constitucionales- bajo el principio de la prevalencia del
derecho sustancial, donde en materia penal, no solo el procesado es el destinatario de
su esfera de acción, sino las partes y los intervinientes en la actuación procesal18.
Bajo este paradigma constitucional, es importante señalar que la Sala Especializada
de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y Tránsito de la Corte Nacional de Justicia,
ejerce el examen de legalidad de las sentencias judiciales impugnadas, así como el
control constitucional, al caso concreto19, para establecer si lo resuelto en ellas por las
juezas o jueces, se ajusta o no a lo ordenado por la ley, la Constitución de la
República, incluso los tratados internacionales. La casación a más de ser protectora
del principio de legalidad, es protectora de las garantías fundamentales, en este
sentido la Corte de Justicia de Colombia en su sentencia C-590-2005, señaló:
(‘~ Ponencia ‘Recurso extraordinario de casación en el sistema latinoamericano”, esgrimida por el Dr. Javier
Zapata Ortiz, Magistrado de la Corte Suprema de Justicia de Colombia, en la ciudad de Quito, el 22 de marzode 2013, en el Seminario Internacional “Recurso extraordinario de casación en el Estado Constitucional deDerechos y Justicia”19 Con relación al control constitucional el único intérprete es la Corte Constitucional según lo establece los
artículos 429 y 436 de la Constitución de la República. No obstante aquello, no puede sino entenderse quees máximo a relación a otros intérpretes como bien lo establece el articulo 429 de la norma suprema. Alrespecto Agustín Grijalva manifiesta que ningún órgano puede ser máximo en relación a nada o a nadie. Dehecho la Constitución de la Republica hace referencia a otros intérpretes, así, el artículo 11.5 que trata elprincipio de efectividad al señalar que “en materia de derechos y garantías constitucionales, las servidoras ylos servidores públicos administrativas y judiciales deberón aplicar la norma en la interpretación que mósfavorezcan su efectivo vigencia”. De igual manera, el artículo constitucional 426 se refiere a la aplicacióndirecta de la Constitución por parte de todas las personas, autoridades e instituciones, e incluyendo lasjuezas y jueces. ver más en Agustín Grijalva, Santiago Andrade, Claudia Storini, LA NUEVA CONSTITUCIÓNDEL ECUADOR Estada, derecho e instituciones, universidad Andina Simón bolívar, sede Ecuador, Corporacióneditora Nacional, Quito Ecuador, 2009, p.272-275.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA¼,&uI Scgunda~I y Pa:
!Ilumanra, Kamavyruizita. Kas,krncuna
“C-) la afectación de derechos o garantías fundamentales se convierte en larazón de ser del juicio de constitucionalidad y legalidad que, a la manera de
recurso extraordinario, se formula contra la sentencia. O lo que es lo mismo, lo
que legitima la interposición de una demanda de casación es la emisión de una
sentencia penal de segunda instancia en la que se han vulnerado derechos o (garantías fundamentales. Precisamente por ello se ha presentado también una
re formulación de las causales de casación, pues éstas, en la nueva
normatividad, sólo constituyen supuestos específicos de afectación de tales
garantías o derechos’~
6.2.- ANÁLISIS DEL CASO
El delito por el cual fue sentenciado el recurrente, fue el de tenencia de sustancias
sujetas a fiscalización, delito, que para este Tribunal es de suma importancia hacer un
análisis, a fin de comprender el caso sub examine.
Este hecho antijurídico se encuentra tipificado en la Ley de Estupefacientes y
Sustancias Psicotrópicas, Título Quinto, De las Infracciones y las Penas; Capítulo
Primero, De los Delitos; artículo 62; que dice:
“Sanciones para la tenencia y posesión ilícitas.- Quienes sin autorización
legal o despacho de receta médica previa, posean o tengan, con su
consentimiento expreso o tácito, deducible de una o más circunstancias,
sustancias estupefacientes o psicotrópicas, en sus personas, ropas, valjjas,
muebles, en su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro sitio del que
sean propietarios, arrendatarios, tenedores u ocupantes a cualquier título, o
que esté bajo su dependencia o control, serán sancionados con la pena de
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA¼,rdac! SLgt:s,dad y »~::
(human a. Ka,,iav,naai, Kus:k,nau a
doce a diez y seis años de reclusión mayor extraordinaria y multa de sesenta a
ocho mil salarios mínimos vita les generales”.
Cabe señalar, que este tipo de delitos vulnera el bien jurídico salud pública, el mismo
que es entendido como:
“Un conjunto de condiciones que positiva y negativamente garantizan y
fomentan la salud de todos los conciudadanos (...) el carácter de “pública” que
califica a la salud, no debe entenderse como referencia a una peculiaridad del
bien jurídico protegido, sino, más bien, como un rasgo característico de los
ataques que suponen estos delitos y que consiste en la afección plural que
representan por su carácter de delitos de peligro”20.
Ahora bien, se debe tener claro que todos los tipos penales contenidos en la Ley de
Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas no son infracciones de resultado sino
de peligro; aquí la diferencia radica, en que “los primeros requieren la efectiva
destrucción o menoscabo del objeto de protección -bien jurídico protegido-, en
tanto que en los segundos se requiere sólo el peligro, es decir, la amenaza -de
destrucción o menoscabo- sobre dicho objeto”~; así, no podemos sostener que el
transporte, la tenencia, el tráfico de sustancias sujetas a fiscalización, inter alia,
dañen directamente a la salud pública; por el contrario, debemos entender que el
espíritu del legislador al tipificar los delitos relacionados con las drogas, ha sido el
evitar que se consume el objetivo último de su comercialización, esto es, su
consumo por parte del adquirente final del producto, actividad que termina por
20 Diego corredor Beltrán. “De los Delitos contra la Seguridad Pública’~ en Universidad Externado de colombia, Lecciones
de Derecho Penal, Parte Especial. Departamento de Publicaciones. Bogotá, colombia. Año 2011. Pág. 293.21 Julio césar castro. “Delitos de PeligroÇ en Edgardo Alberto Donna, Delitos de Peligro — II. Rubinzal-culzoni Editores.
Buenos Aires, Argentina. Año 2008. Pág. 291.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
4~.CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~WrI,xd Seg,rridod 5’ 1~,:
li/unjan ro. Kan ,av,nan,,, Kas:krnnn,a
dañar la salud, razón por la cual ha tipificado las conductas que ayudan de una u
otra forma a que el precitado objetivo se complete.
Tanta es la preocupación respecto a este tipo de delitos, que inclusive han sido
considerados por la Organización de las Naciones Unidas, como uno de los ejes
fundamentales de su acción normativa, resultando como fruto de dicha actividad,
entre otras normas jurídicas de relevancia, la Convención contra el Tráfico Ilícito de
Estupefacientes y Sustancias Psicotrópicas de 1988, que en su preámbulo se
manifiesta: “Profundamente preocupada por la magnitud y la tendencia creciente de
la producción, la demanda y el tráfico ilícitos de estupefacientes y sustancias
sicotrópicas, que representan una grave amenaza para la salud y el bienestar de los
seres humanos”; esto a su vez, ha llevado a que las legislaciones de los Estados
parte, busquen la manera de tipificar los delitos relacionados con la droga, inclusive
aunque no se halle comprobada la intención, motivación o fin último con el que se la
posee, pues a fin de cuentas, el mero hecho de tenerla, implica un real peligro de que
sea usada, ya para el propio consumo o para su posterior comercialización.
Respecto a la tenencia de drogas se deben justificar los siguientes elementos básicos:
i) al igual que en todos los delitos contenidos en la Ley de Sustancias Estupefacientes
y Psicotrópicas, debe existir una sustancia sujeta a control o fiscalización; la cual, al
tenor del artículo 62 del indicado cuerpo leal, debe encontrarse en la persona del
sujeto activo de la infracción o en sus “ropas, valUas, muebles, en su domicilio, lugar
de trabajo o cualquier otro sitio del que sean propietarios, arrendatarios, tenedores u
ocupantes a cualquier título, o que esté bajo su dependencia o control”; sin que exista
receta médica que autorice dicha tenencia. II) En cuanto al sujeto activo de la
infracción, éste debe encontrarse consciente de la ilicitud de la sustancia, pese a lo
cual, ha decidido seguirla teniendo bajo su dominio.
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA~Wda~I Segundad y Paz
IiIun,an,cj, Kamayrnanza. I~as~krnun~ a
Queda claro entonces, que el sujeto activo en este tipo de delitos es aquel que esté
en posesión de la sustancia no permitida; para lo cual el articulo 42 del Código Penal
es claro en manifestar:
« ‘Se reputan autores los que han perpetrado la infracción, sea de una maneradirecta e inmediata, sea aconsejando o instigando a otro para que la cometa,
cuando el consejo ha determinado la perpetración del delito; los que han
impedido o procurado impedir que se evite su ejecución; los que han
determinado la perpetración del delito y efectuándolo valiéndose de otras
personas, imputables o no imputables, mediante precio, dádiva, promesa,
orden o cualquier otro medio fraudulento y directo; los que han coadyuvado a
la ejecución, de un modo principal, practicando deliberada e intencionalmente
algún acto sin el que no habría podido perpetrarse la infracción; y los que, por
violencia física, abuso de autoridad, amenaza u otro medio coercitivo, obligan a
otro a cometer el acto punible, aunque no pueda calificarse como irresistible la
fuerza empleada con dicho fin’~
Se colige, entonces, de acuerdo al artículo 62 de la Ley de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas el autor de este delito es aquel que esté en posesión
de la sustancia prohibida; particular no evidenciado en el presente caso, por cuanto, al
recurrente no se le encontró droga en su posesión como lo requiere la normativa en
mención, a criterio del Tribunal A quo —sentencia de mayoría- y al tenor de las reglas
de la sana crítica consideró que el ciudadano Rodrigo Rigoberto Guamán Herrera,
conductor del furgón de marca Chevrolet era el autor del delito tipificado en el artículo
62 de la Ley de Sustancias Estupefacientes y Psicotrópicas “disímil a esta conducta
ha sido la del procesado Cristian Ricardo Suquisupa Rosero, mismo que fue detenido
en un lugar y horas diferentes a la de Rodrigo Rigoberto Guamán Herrera, mientras el
Dr. Wilson Merino SánchezJUEZ NACIONAL
CORTE NACIONAL DE
JUSTICIA¼vda,I Scguridad y’ l~i:
ii/u r1a31 la. Kaula)’rna:IIa, Ra.s~krncun,
procesado Cristian Ricardo Suquisupa Rosero, se transportaba en el automóvil
Toyota, quién conociendo la conducta delictuosa de Rodrigo Rigoberto Guamán
Herrera, le proporcionaban los medios para que se aproveche de los efectos del delito
cometido, toda vez que este circulaba a prudencial distancia del furgón, a fin de evitar
su represión; y, el conocimiento por parte de Cristian Ricardo Suquisupa Rosero, de la
conducta delictuosa de Rodrigo Rigoberto Guamán Herrera, hace que efectivamente
también se dé la vuelta con el automóvil en la vía y tome la dirección contraria, esto es
Quito-Lago Agio; encubrimiento que se lo determina dado que los policías que
atestiguaron en la audiencia del juicio el 27 de febrero del 2013, han sido reiterativos
en declarar que el automóvil Toyota, en el que viajaba Cristian Ricardo Suquisupa
Rosero no encontraron ninguna sustancia estupefaciente, y se lo detuvo a 17
kilómetros de distancia de donde se aprendió a Rodrigo Guamán, en un furgón y la
sustancia estupefaciente. Así presentaba la prueba de parte de la Fiscalía a cargo del
doctor Alejandro Orellana, el día y hora del juicio a Cristian Ricardo Suquisupa
Rosero, esta (la prueba evacuada) no arroja elementos convincentes una
responsabilidad como autor del prenombrado procesado en el delito que se juzga
pues de ello lo que se ha establecido con certeza es su culpabilidad en el grado de
encubridor” 22
Queda claro entonces que el recurrente tuvo participación en el cometimiento del
presente delito como cómplice; no como autor, como erróneamente consideraron los
jueces ad quem; al respecto, la doctrina penal se ha referido al elemento humano
como agente activo del hecho ilícito, para lo cual se tiene en cuenta a lo denominado
“codelincuentes” que no es otra cosa que la manifestación de la voluntad y conducta
humana en el cometimiento de un ilícito.
~ Fs. 101 del proceso sustanciado en el Tribunal de Garantías Penales de Sucumbios.
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‘4CORTE NACIONAL DE
JUSTICIAVerdad Seguridad y R::
U/liman ir, Kan, ayrnijita. KasrÑmawa
El Código Penal, en su artículo 43 describe la conducta típica del cómplice y que por
la importancia de su texto, se lo transcribe:
‘Art. 43.- Son cómplices los que indirecta y secundariamente cooperan a la
ejecución del acto punible, por medio de actos anteriores, o simultáneos.
Si de las circunstancias particulares de la causa resultare que el acusado de
complicidad no quiso cooperar sino en un acto menos grave que el cometido
por el autor, la pena será aplicada al cómplice solamente en razón del acto que
pretendió ejecutar.”
Este Tribunal, considera cómplice al recurrente, por cuanto, sin ser autor, cooperó en
la ejecución de un hecho delictivo por actos anteriores o simultáneos, proporcionando
a sabiendas ocasión, medios o datos que facilitaron la comisión del delito. La
participación del cómplice en el hecho delictivo es accesoria, secundaria.
De lo señalado ut supra, se tiene que los jueces ad quem al sentenciar al recurrente a
doce años de reclusión mayor extraordinaria por el delito de tenencia de drogas,
violaron el artículo 42 del Código Penal y el artículo 62 de la ley de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas —indebida aplicación-, por lo cual es procedente el
recurso extraordinario de casación interpuesto por el recurrente.
SEXTO: RESOLUCIÓN
En mérito de lo expuesto, al tenor de los fundamentos fácticos, jurídicos y
constitucionales, este Tribunal de la Sala de lo Penal, Penal Militar, Penal Policial y
Tránsito de la Corte Nacional de Justicia, “ADMINISTRANDO JUSTICIA EN
NOMBRE DEL PUEBLO SOBERANO DEL ECUADOR, Y POR AUTORIDAD DE LA
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JUSTICIA~trdi,~I S~gundad 5 F~z:
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CONSTITUCIÓN YLAS LEYES DELA REPÚBLICA’~ de conformidad con el artículo
358 deI Código de Procedimiento Penal, resuelve:
1. Declarar PROCEDENTE el recurso de casación interpuesto por el recurrente;
y, en virtud de ello, revocar la sentencia impugnada, con relación a su grado de (responsabilidad de la infracción.
2. Declarar a Cristian Ricardo Suquisupa Rosero, de nacionalidad ecuatoriana,
con cédula de ciudadanía No. 2100087119, de 34 años, de estado civil unión
libre, domiciliado en el barrio “San Francisco” de la ciudad de Nueva Loja,
CÓMPLICE del delito tipificado en el articulo 62 de la Ley de Sustancias
Estupefacientes y Psicotrópicas, imponiéndole la pena de cinco años de
reclusión mayor ordinaria; mas, haciendo justicia, y teniendo como escenario el
hecho que a los ciudadanos Jorge Mario Olmedo y Telmo Remigio Castro
Donoso, a quienes la policía detuvo en las mismas circunstancias que al
recurrente, es decir, conduciendo un vehículo que iba, según se ha dicho,
escoltando al otro vehículo en el cual se encontró la sustancia sujeta a
fiscalización, se les condenó a la pena de veinte meses de prisión correccional,
este Tribunal impone la misma pena de veinte meses de prisión correccional al
recurrente Cristian Ricardo Suquisupa Rosero la que cumplirá en el Centro de
Rehabilitación Social de Sucumbíos o en el lugar que se encuentre detenido o
las autoridades carcelarias dispongan.
3. Por existir actuaciones que llaman la atención, dentro del proceso penal,
remítase atento oficio al Consejo de la Judicatura para que investigue la
actuación de los fiscales y jueces de primera y segunda instancia intervinientes
en la tramitación del presente proceso penal; así como del proceso penal en el
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JUSTICIAVcjd,,41 Segt:r,dacf y Pu:
HIti ,,,oi, a. Ka,n~Iv4r,aIIta. Kagücrnan’a
cual se juzgó a Jorge Mario Olmedo,
Rigoberto Guamán Herrera.
4. Devuélvase el proceso al
doctor Milton
PUBLIQUESE.
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Dra. GI~~ :n Sierra
JUE W~CIONAL
Certifico.-
Telmo Remigio Castro Donoso y
Álvarez
origen. Actúe en la presente causa el
SE SABER, CÚMPLASE Y
Dr. Milton ~Uvaret’Gba~rr’SECRETA’RIO RELATOR
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