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Libro de Manuel González Beceña
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Manuel González Beceña
Editorial Voces de Hoy
Cuba nunca ha sido nación. ¿Lo será?… Historia, cultura, formación…
Primera edición, 2010 Edición, composición y diseño interior: Josefina Ezpeleta Diseño de cubierta: Pedro Pablo Pérez Santiesteban © Manuel González Beceña, 2010 © Editorial Voces de Hoy, 2010 ISBN: 978-0-557-70843-7 Editorial Voces de Hoy Miami, Florida, EE.UU. www.vocesdehoy.net Este libro no podrá ser reproducido, ni total, ni par-cialmente. Todos los derechos reservados.
A modo de prólogo
Sin más pretensiones que las de mostrar el con-
cepto de NACIÓN desde un ángulo muy personal,
Manuel González Beceña nos presenta el presente
ensayo bajo el título: Cuba nunca ha sido nación.
Pudiera decirse que por su título, el libro sería
capaz de engendrar cierta polémica entre los co-
nocedores o seguidores del tema. Sin embargo,
pienso que el autor nos regala la posibilidad de la
reflexión a través de sus postulados e interro-
gantes. Beceña, quien se muestra un estudioso del
asunto, ha hecho un análisis histórico sobre el
contenido, dividiendo el libro en cuatro partes
fundamentales: «Manual del nacionalista», «Memo-
rándum de influencias sociales. Civilización occi-
dental», «El camino hacia la democracia» y «Cuba,
siglo XXI. El camino a la nación». En cada uno de los
casos el autor presenta un repertorio informativo
que enriquecerá el acervo histórico-cultural de cada
lector, y nos permitirá llegar a nuestras propias
conclusiones.
El análisis mostrado en estas páginas lleva un
sello de auténtico valor, que traza sus raíces en
varios de los hechos fundamentados por la historia
y sus legislaciones jurídicas, cuyas bases levantan
los cimientos de una NACIÓN. Para ello, Manuel
desglosa varios de los artículos de la Constitución
6 Manuel González Beceña
de 1940, subrayando la mala interpretación que
algunos han hecho de la misma, al afirmar su
obsolescencia.
Ilustraciones y ciertos apéndices sobre los te-
mas tratados enriquecen la calidad informativa
e instructiva del libro, algo que en mi opinión muy
personal valoro extraordinariamente, al apoyar el
crecimiento de las obras que constituyen un ba-
luarte de enseñanza y patriotismo.
Sin ser un especialista en este tipo de materia,
reconozco que González Beceña entrega a nuestro
mundo un conocimiento sin fronteras para aden-
trarnos en los orígenes de Cuba hasta la actualidad
del siglo XXI. Cuba nunca ha sido nación se adiciona
a los buenos textos de lectura necesaria para cono-
cer con profundidad los argumentos tratados en sus
líneas y, sin duda alguna, postula a Manuel como
un estudioso y amante indiscutible de la mayor de
las Antillas.
PEDRO PABLO PÉREZ SANTIESTEBAN
Editorial Voces de Hoy
Introducción
Esto no es un libro de historia de Cuba, tampoco de
filosofía en cuanto a conceptos, ni pretende ser un
manual de economía política, pero sí deseo que
pensemos en el pasado, en la formación de nuestra
cultura y sobre todo en el futuro, en un camino
histórico para realizar. Así pues hemos dividido el
presente ensayo en cuatro partes:
I – «Manual del nacionalista», donde se pre-
senta a la NACIÓN como una concepción natural del
hombre en su trayectoria social.
II – «Memorándum de influencias sociales. Civi-
lización occidental», en la que se esbozan algunos
conceptos que consideramos fundamentales para la
comprensión de las partes subsiguientes.
III – «El camino hacia la democracia», dirigido
a los pasos a fin de salirnos del estancamiento
social, político y económico, basados en la carta
magna.
IV – «Cuba, siglo XXI. El camino a la nación», en
la cual tomamos parte de nuestra historia, nuestra
formación, y así basados en nuestra cultura, pro-
seguir hacia la anhelada nación cubana.
Esta modesta presentación nos lleva a una pro-
puesta de implementación de conceptos naturales,
8 Manuel González Beceña
dentro de la legalidad constitucional, basados en
nuestra formación como pueblo. Seguimos el cami-
no histórico en busca del bienestar y la felicidad.
MANUEL GONZÁLEZ BECEÑA
Miami, 10 de octubre de 1996 (Grito de Yara)
Manual del nacionalista
1996
10 Manuel González Beceña
La nación. Su origen. Comunidad humana
La NACIÓN es la máxima concepción del HOMBRE,
como ser pensante, pues determina su propia huma-
nización, concepción, como pensamiento espontá-
neo, que en su inicio, aún sin un claro entendi-
miento, sí responde a una representación discursiva
y conexa. HOMBRE como especie humana, sin dife-
rencia de sexo, raza, color o religión.
Así, al principio, cuando aquel ser deambulante,
sin rumbo, piensa en sí mismo y en los suyos,
y comprende que ha de seguir pautas, buscar una
estabilidad y decide encontrar en la Tierra su
ASENTAMIENTO. Es esta la primera unión de este ser
—que ya reflexiona—, con el mundo material que
lo sustenta. Como resultado de este pensamiento se
forman grupos, que comienzan a habitar juntos.
Estos grupos, aún temerosos, son impulsados por el
instinto de supervivencia a unir esfuerzos para lo-
grar una protección mutua y defender lo que ya
consideran suyo y de sus descendientes; el HOMBRE
piensa y se proyecta con los demás.
Así, estas agrupaciones humanas comienzan a or-
ganizarse, de acuerdo a sus capacidades, para utili-
zar los medios naturales que las rodean. Planifican,
crean los métodos idóneos para lograr el BIENESTAR
colectivo, y por esta determinación económica que
Manual del nacionalista 11
los une definitivamente, comienzan a actuar como
un TODO.
El HOMBRE responde y obedece a los impulsos
para su asentamiento, su protección y su bienestar;
son leyes naturales que lo llevan a establecer las re-
laciones necesarias ante las situaciones que confron-
tan. Estas leyes determinan la hechura y la existen-
cia del HOMBRE mismo como ser humano; ellas
establecen los derechos naturales, inalienables, que
conducen a la integración de esa COMUNIDAD HU-
MANA que llamamos NACIÓN, la cual precede a la
SOCIEDAD CIVIL.
El contrato social
La NACIÓN, basada en leyes naturales, requiere nor-
mas para mantener su integración. Ante esta reali-
dad, un gobierno se establece entre los hombres, el
cual deriva sus poderes, exclusivamente, por el con-
sentimiento de quienes lo crean, lo cual se deno-
mina contrato social. A esta sociedad política, por
existir, gobernantes y gobernados, le llamamos ES-
TADO, cuya estructura y funcionamiento, principios
y proyecciones, en un sistema democrático, han de
plasmarse en una CONSTITUCIÓN. El estado es la
estructura jurídica para la implementación y desa-
rrollo de la NACIÓN; al gobierno se le otorga el
privilegio, la facultad de dictar las normas y los
12 Manuel González Beceña
procedimientos necesarios y estas normas han de
ser el producto de un cuerpo legislativo, las cuales,
por ser de carácter impositivo (del latín positum),
son llamadas leyes positivas, que habrán de esta-
blecer los derechos, las leyes comunes de la socie-
dad civil. Leyes, fundamentalmente, para mantener
la coexistencia. Este orden socio-político: nación,
sociedad, gobierno, estado, es el que establece las
prioridades.
País, patria y nación. El hombre
El asentamiento, como ley natural, ha establecido
más que una relación necesaria, ha establecido una
realidad, una unidad física, incontrovertible; el
asentamiento de los hombres en la Tierra conlleva
al establecimiento del país, lugar donde habitamos.
La busca de la protección mutua ha determinado la
convivencia. Así, hemos desarrollado costumbres
similares, tradiciones; comenzamos a escribir una
historia común y creamos símbolos e instituciones
representativas de esos sentimientos. Hacia nuestro
país, un amor telúrico, entrañable. Se desarrollan
pensamientos, intereses y anhelos, privativos, muy
nuestros, pensamos en el país como herencia y pa-
trimonio; es la patria, la cual nos lleva a crear un
gobierno independiente de otros países, y así
Manual del nacionalista 13
formar una unidad política. La patria es legado
físico y espiritual para futuras generaciones. Pero el
hombre no solo busca el habitar y convivir, el hom-
bre busca el bienestar, la felicidad. El país y la
patria son instituciones básicas, pero intermedias
y no pueden presentarse ni aceptarse como alter-
nativas a la NACIÓN. El país y la patria comprueban,
fehacientemente, la existencia de un cuerpo y un
alma nacional. Es indiscutible que son los hombres
las células que forman y transforman, que le dan
vida a ese cuerpo y a esa alma.
La nación, trinidad humana
El razonamiento humano, puro, nace de un cono-
cimiento previo natural, al cual llamamos instinto,
que no se fundamenta en la experiencia, pero que
impulsa a actuar con certeza pues se basa en
representaciones válidas. El hombre concibe. Así, la
concepción de la NACIÓN se forma y se repite en
cada persona que nace, es universal. El hombre ha
de buscar el asentamiento, la protección y el bie-
nestar; así fue en el comienzo, ayer, así es hoy y así
será siempre. Cada hombre que nace es célula que
buscará integrarse, que desea vivir. Este proceso de
agregación humana continúa; buscará espontánea-
mente la asociación de cada hombre con los medios
14 Manuel González Beceña
y riquezas que lo rodean; es simbiosis social, ine-
vitable. El proceso de la adaptación de la ecología
humana es infinito y universal.
El hombre buscará la unidad económica con los
medios de subsistencia y de esta evolución cons-
tante depende el orden social, que no se establece,
pues ha de restablecerse continuamente, creando
las relaciones necesarias ante las situaciones que se
presenten.
Podemos habitar en nuestro país manteniendo
la unidad física; podemos constituir un gobierno, un
estado, formar con ellos nuestra Patria y convivir en
unidad política; pero no tendremos NACIÓN hasta
que no implementemos con equidad la utilización
de nuestros medios y riquezas naturales para lograr
el bienestar colectivo, a través de una unidad econó-
mica que nos integre en una COMUNIDAD HUMANA.
Es el hombre quien ha de formar la NACIÓN, no esta
al hombre.
La NACIÓN es una concepción humana, no es un
pensamiento político ni una institución jurídica. La
unidad física, la unidad política y la unidad económica
forman una gran UNIDAD, que cual trinidad huma-
na, solo es verdadera cuando se mantiene insepa-
rable.
Manual del nacionalista 15
El hombre contra el hombre
Pero aquel hombre antes temeroso, que buscaba la
integración, ya se siente poderoso; comienza a es-
pecular, comienza a crear instituciones para su pro-
pio beneficio. El hombre, para engrandecerse, lo
hará por sobre el beneficio de los demás y el bie-
nestar propio de algunos prevalece por sobre el
bienestar colectivo; es el HOMBRE contra el HOMBRE.
Las leyes naturales, el asentamiento, la pro-
tección y el bienestar son declaradas como princi-
pios; las leyes orgánicas no garantizan su imple-
mentación. El hombre ha quedado solo con sus
principios, los cuales habrá de defender por sí
mismo. Se ha perdido la relación universal, concepto
de lo que pertenece a todos en todo tiempo. La
NACIÓN ha quedado postergada y el estado, cual
gigantesca serpiente, ha engullido jurídicamente
a la NACIÓN.
El «ciudadano» ha sustituido al hombre; el or-den jurídico, radicalmente, al orden natural. El hombre habrá de luchar contra sí mismo, contra esa nueva imagen jurídica creada —espejismo social. El hombre ya no se reconoce, ha perdido su identidad humana; entrega su destino, obedece. La NACIÓN ha sido desvirtuada, la gran concepción perece, ahoga-da en falsos conceptos. El hombre ha regresado a su
16 Manuel González Beceña
origen de ser deambulante. Sin NACIÓN no hay destino, sin destino no hay NACIÓN.
La nación, revolución constante La NACIÓN es integración a un destino común, a tra-vés del establecimiento continuo de las relaciones necesarias para que el hombre universal, como ciu-dadano, pueda lograr su total emancipación.
La NACIÓN se implementa, no se funda, ni se instituye con características permanentes; es evo-lutiva, es dinámica social. La NACIÓN es revolución humana, constante. La decisión es clara: o vivimos como NACIÓN, en comunidad humana, pacífica-mente o viviremos en constante zozobra, hasta desaparecer como PUEBLO.
Relaciones fundamentales. Procedimientos únicos Debemos implementar las relaciones necesarias a fin de responder a las situaciones naturales, para el asen-tamiento, protección y bienestar —derechos natu-rales del hombre—, relaciones que conlleven a la unidad.
Del asentamiento: el hombre habrá de tener acceso a la utilización de la tierra para vivienda y usu-fructo. La tierra, toda, es patrimonio de la NACIÓN. Relación para la unidad física.
Manual del nacionalista 17
De la protección: el hombre debe disfrutar de
plena libertad; del derecho a elegir a sus gober-
nantes y a ser elegido. El poder supremo reside en
el pueblo. Relación para la unidad política.
Del bienestar: el hombre debe de tener igualdad
de oportunidades económicas y de disfrutar del
derecho a mantener para sí el producto de su tra-
bajo. Relación para la unidad económica.
Estas relaciones fundamentales garantizan la im-
plementación de la NACIÓN. Los procedimientos
han de ser únicos de cada NACIÓN y sin soberanía
no hay NACIÓN.
Sin nacionalistas no hay nación
El hombre, buscando su integración, ha establecido
el país, se amuralla en la patria; un cuerpo y un
alma nacional han tomado forma real y de esa for-
ma seguirá buscando su integración económica. El
hombre no cesa en su concepción: la NACIÓN ha de
ser su modo natural de vida. El hombre es, intrín-
secamente, nacionalista, pues busca su destino con-
juntamente con los demás, en comunidad humana.
Camino este inexorable.
El nacionalismo es la expresión vívida y real de
esos sentimientos y proyecciones. El nacionalismo
no es doctrina ideológica ni programa político, es
guía perenne. Es el hombre nacionalista, quien, en
18 Manuel González Beceña
forma constante, implementa la NACIÓN. Es el hom-
bre anti-nacionalista, intrínsecamente egoísta, quien
pretende impedir el camino hacia la integración,
quien crea leyes anti-naturales de contención. El
anti-nacionalista secuestra a la NACIÓN y la encierra
en un sistema jurídico-económico que crea para su
propio beneficio. La pobreza, la inestabilidad y el
desasosiego son los efectos sociales del anti-na-
cionalismo.
Sin nacionalistas no habrá NACIÓN.
El «hombre nuevo»
El camino, el destino del hombre natural es inte-
grarse en NACIÓN, vivir en estabilidad, en comu-
nidad humana. Para comprobarlo, solo tenemos
que mirar alrededor, revisar la historia. Sin em-
bargo, este camino lo detiene el hombre mismo,
quien crea instituciones para su contención. Es el
hombre precedente, el que ya se ha posesionado,
quien impide el paso al hombre que emerge y que
busca naturalmente su integración.
Se ha establecido un «orden social»; un control jurídico establece los derechos y la «justicia» se basa en lo que esas leyes han de permitir. El estado se establece bajo un orden político que instaura un proceso de espera. Habrá que cambiar el gobierno para variar las leyes de contención. Muchas veces el
Manual del nacionalista 19
hombre no consiente ni espera, de ahí que surjan revoluciones o movimientos que implantan los cambios necesarios.
El camino hacia la NACIÓN puede aplazarse,
pero es inexorable. La NACIÓN no puede desvir-
tuarse; se trata entonces de desvirtuar al hombre, de
desviarlo del camino natural. La perversidad social
se une a la fuerza bruta; se experimenta con el
hombre, se intenta crear un «hombre nuevo», uno
que no solo obedece, sino que consiente.
En camino al abismo
Para crear al hombre nuevo, hay que desviarlo del
cauce natural, de su propia y natural formación. Es
necesario crear o aprovechar un estado de agitación
y es luego la propaganda la que hace posible el
movimiento social hacia nuevas direcciones. El es-
tado de agitación perturba, desorienta al hombre, el
cual comienza a responder a motivaciones colec-
tivas, de grupo y se convierte en masa, bajo el adoc-
trinamiento constante. Estas motivaciones se basan
en la evocación de valores o características étnicas,
raciales, religiosas, patrióticas o de clase social. Es
ahora la participación, más que los logros, lo que
integra al hombre. Se crea el «espíritu de cuerpo»
de grupo. Una idea o ideología hace olvidar el
20 Manuel González Beceña
destino; el estado se estructura bajo esa idea, se con-
vierte en amo absoluto. El hombre, entonces, se ha
entregado.
Estos movimientos segregacionistas, ya que di-
viden a la población, son esencialmente anti-nacio-
nalistas, pues niegan al hombre universal. Con iro-
nía, usan el término «nacionalista» para ocultar sus
intenciones, que no son más que la de entregar a un
grupo selecto, a una élite, a una cúpula gobernante,
los destinos de la NACIÓN.
El hombre nuevo es un ser atrofiado, anti-
natural, que copia la imagen del líder; una repro-
ducción grotesca. El «logro» es un rebaño en ca-
mino al despeñadero, al abismo social.
El hombre nacionalista vs el hombre anti-
nacionalista
Es el hombre nacionalista, el hombre natural, el que
inicia y marca el camino hacia la integración como
NACIÓN, el que en ese camino establece y forma
países, el que al habitar en comunidad, al convivir
con los demás, ha ido creando cultura, tradiciones
y una historia común, que forman la PATRIA, esa
fuerza espiritual que lo abraza a otros hombres. Es
el hombre nacionalista el que considera al país
y a la patria como patrimonio de todos, el que
Manual del nacionalista 21
defiende el medio ambiente y preserva las riquezas
naturales para futuras generaciones; el que cree en
el hombre universal como célula integradora, que
en simbiosis social, actúa en mutuo beneficio, se
entrega totalmente para lograr el bienestar cole-
tivo, al cual el hombre contribuye para luego reci-
bir. Es el hombre nacionalista el que con honda
admiración a su propia concepción, desea relacio-
narse con otros grupos que se establecen con igual
concepción en otras latitudes, el que respeta para
ser respetado. El hombre nacionalista continúa el
camino hacia la integración.
Es el hombre anti-nacionalista el que se detiene
y se atrinchera para evitar la integración como NA-
CIÓN, el que se posesiona del país, negándole a los
demás el acceso a la utilización justa de la tierra; es
el hombre anti-nacionalista, ser materialista, el que des-
truye o distorsiona el espíritu patriótico, el que di-
vide para vencer. Es el hombre anti-nacionalista el
que considera y usa al país y a la patria como po-
sesión privada, el que destruye el medio ambiente
y explota las riquezas naturales para su propio be-
neficio, sin considerar las futuras generaciones; es el
hombre egocéntrico, que solo piensa en sí mismo,
es célula atrofiada, que se distancia para actuar
egoístamente, que solo piensa en recibir y no en
contribuir. Es el hombre anti-nacionalista un após-
tata de la gran concepción, quien al no respetar a su
22 Manuel González Beceña
propia NACIÓN, no respeta las demás. Es el hombre
anti-nacionalista el que detiene el camino y con-
fronta para disgregar, siguiendo la frase célebre de
Julio César: Divide et vinces.
La nación no tiene «izquierda» ni «derecha»
Es indiscutible que el estado natural del hombre es
la felicidad. Los llamados problemas «económicos,
políticos y sociales» no surgen de forma espontánea,
son producto de las acciones de contención del
hombre anti-nacionalista, el gran disociador.
Si pensáramos y actuáramos como comunidad
humana, como NACIÓN, esos «problemas» no existi-
rían.
El hombre de «derecha» o de «izquierda» es
aquel que se sale de un cauce normal, que deriva
trata de imponer direcciones para establecer privi-
legios. Así se reparte el país en pedazos, sin nin-
guna concepción económica o el estado se pose-
siona de las tierras; ambos sistemas establecen la
esclavitud económica que les garantiza el poder
político. Se crean sistemas financieros donde la
abusiva renta y el interés usurero hacen imposible
la emancipación del hombre, o el hombre es des-
poseído de todo medio de producción. Se crean
leyes «positivas» o «revolucionarias» para legalizar
las injusticias.
Manual del nacionalista 23
En ambos casos se ignoran las leyes naturales. Se
esclaviza, se encadena al hombre para secuestrar
a la NACIÓN, hacen que el hombre mire a los lados
para desviarlo del cauce normal. El hombre debe
caminar hacia el frente, hacia la integración cons-
tante, rechazar las izquierdas y las derechas, el inte-
grismo absolutista. La NACIÓN no debe detenerse.
Traición, secuestro y destino
El nacionalismo no es un sistema, no es un con-
junto de conceptos o ideas que forman una doctri-
na, a la cual el hombre se adhiere y que por con-
secuencia lo inmoviliza. El nacionalismo es pensa-
miento activo para implementar la concepción de la
NACIÓN, la cual es destino y no predestinación, es
integración constante del hombre universal que
nace y renace en todas las latitudes y en cualquier
tiempo. Es por eso que las fuerzas anti-naciona-
listas, tarde o temprano, serán barridas y con ellas,
el estado absolutista que las representa, tanto en su
versión fascista de control vertical, como en la so-
cialista de control total.
El anti-nacionalista puede entregar el país, el
país puede ser ocupado y con él la NACIÓN se-
cuestrada, pero nunca ahogada. La concepción no
muere. La NACIÓN es invencible, indefectible, as-
ciende por sobre la traición y la entrega; sus hijos
nacionalistas la rescatarán. Es el destino.
24 Manuel González Beceña
La ecología, parte integral de la nación
La ecología es la «ciencia que estudia las relaciones
de los seres vivos [las plantas, los animales, el
hombre] entre sí y su entorno»,1 como partes de un
complejo, o sea de un todo. La ecología estudia, por
lo tanto, el proceso de simbiosis natural, estudia
y explica no solo la adaptación del hombre como
ser biológico al medio ambiente físico, sino también
su adaptación al proceso social y económico. Esta
simbiosis produce cambios simultáneos tanto en el
mundo exterior como en el hombre mismo. No po-
dremos comprender la integración del hombre en
NACIÓN si no nos basamos y entendemos el proceso
natural, si no estudiamos la ecología humana.
El medio ambiente es llamado medio ecológico
porque en él se producen cambios, como resultado
tanto de un proceso natural como de acciones
externas. Las riquezas naturales, base de la sub-
sistencia humana, son parte del sistema ecológico;
su preservación y utilización son esenciales para la
vida del hombre. Si el país y la patria son el cuerpo
y alma respectivamente de la NACIÓN, y el hombre
es el que le da vida, es la ecología quien mantiene
a ese cuerpo saludable.
1 Definición según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, 2da. edición. (N. del E.)
Manual del nacionalista 25
Una NACIÓN que no cuida su ecología ha de
enfermarse y perecerá físicamente. La ecología en
sus tres componentes —vegetal, animal y huma-
na—, es parte integral de la NACIÓN. La flora, la
fauna y por sobre todo el hombre, son tesoros pre-
ciosos de la NACIÓN.
La identidad nacional. Cultura y destino
La cultura consiste en la suma de ideas que los
miembros de una sociedad han adquirido a través
de la imitación o instrucción. La imitación se debe a
la observancia de las relaciones humanas coti-
dianas o al estudio del proceso histórico y la ins-
trucción cultural puede tomar características de
adoctrinamiento religioso o político.
La cultura en todo caso se aprende, no se nace
con ella. Las ideas, al aceptarse, forman conceptos,
los que han de determinar un comportamiento, o sea,
se espera que nos comportemos de acuerdo a nues-
tra cultura. En este sentido la cultura tiende a la
repetición de hechos, tiende a regular, a igualar
personalidades, a mantener una relación de recipro-
cidad en el comportamiento de persona a persona;
así la cultura nos une socialmente a través de
manifestaciones comunes. La cultura se forma den-
tro de una sociedad establecida, nos identificamos
por nuestra actuación similar de acuerdo a nuestra
26 Manuel González Beceña
cultura. Esta similitud nos distingue de otros gru-
pos, crea una identidad cultural, producto de la
adaptación, de la busca de la aceptación dentro de
la sociedad.
La NACIÓN es concepción y no suma de con-
ceptos, es pensamiento universal. La NACIÓN pre-
cede a la sociedad. Es la concepción de la NACIÓN la
que une al hombre en sociedad y la cultura se for-
ma dentro de la sociedad. El comportamiento na-
tural del hombre es su integración en NACIÓN, es su
destino. El propósito de la integración determina
una actuación que no responde a la aceptación sino
a la proyección. Es esta similitud de proyecciones
para la implementación de la NACIÓN la que nos
identifica, similitud que crea una identidad nacional.
La identidad cultural establece una relación de
reciprocidad entre los hombres; la identidad na-
cional establece una relación del hombre, no solo
con el hombre, sino también con los medios natu-
rales que lo rodean. Los lazos culturales que unen
pueden ser también lazos que amarran y detienen.
La cultura es aceptación, la NACIÓN es proyección.
Regímenes absolutistas han tratado de sustituir
al hombre nacionalista por el hombre cultural. Así, pa-
ra imponer un comportamiento común de obedien-
cia y sumisión, se crea una personalidad cultural, a la
cual se le rinde culto a través de la imitación. Países
imperialistas tratan de mantener lazos culturales
Manual del nacionalista 27
con sus antiguas colonias para mantener la explo-
tación económica; lazos que, como cordones umbi-
licales, detienen la emancipación de esos pueblos.
El alfabeto conjunto de signos para la comunicación
gráfica y el idioma —su expresión en sonido—, que
de por sí no crean ideas, solo las transmiten, se
mantienen como parte de la cultura, al ser imitados
por instrucción, aunque la cultura es un modo de
ver, de hacer y no simplemente un modo de decir.
En ambos casos de regímenes absolutistas y de paí-
ses imperialistas, se impone una «cultura» para
detener la integración como NACIÓN.
La NACIÓN ha de ser esencialmente autóctona, así también la cultura. Ambas han de determinar-las los propios hombres que las integran. La cultura es abrazo fraternal que nace espontáneamente de las relaciones humanas.
El proceso de desnacionalización. La nación: un todo El hombre, por ley natural, buscará establecer su asentamiento, lograr su protección y obtener su bie-nestar; lo hizo en el comienzo, lo hace hoy y lo hará
mañana y siempre, concepción universal que se extiende a cualquier tiempo y se expresa en cual-quier latitud. El hombre buscará la relación para
28 Manuel González Beceña
establecer la unidad física, la unidad política y la unidad económica.
El proceso de integración se repite en cada hombre que nace y se repite de nuevo cuando este se mue-ve a un nuevo ambiente. El proceso renace, el hom-bre buscará integrarse en la nueva nación, ya esta-blecida por hombres de diferentes orígenes. Este
proceso requiere una readaptación que comienza con la desnacionalización. El hombre ya no concibe su país de origen como el lugar físico para su asen-tamiento, protección y bienestar, busca unirse física, política y económicamente al nuevo ambiente. Sin embargo, el hombre tiende a mantener su cultura, o sea, la suma de ideas adquiridas en el país de origen. Las ideas religiosas o políticas producto de creencias más fuertes, que han pasado a formar par-te de la conciencia, se mantendrán por más tiempo.
El concepto del país de nacimiento como patria tiende a mantenerse, aún cuando el hombre ya no concibe ese país como lugar de asentamiento o lu-gar para su bienestar. Los lazos culturales mantie-nen una identificación con el país de origen, aunque la identidad nacional de origen ha desaparecido, pues el hombre ha establecido nuevas relaciones de des-tino en la nueva NACIÓN. El destino es uno, así también la NACIÓN. La gran unidad de la NACIÓN la forman la unidad física, la unidad política y la uni-dad económica, factores inseparables. La NACIÓN es un todo.
Manual del nacionalista 29
Sin equidad no hay nación
Para buscar su bienestar el hombre ha de producir
riquezas; con esta finalidad el hombre desarrolla
ideas y métodos y este talento creador, de entrepre-
neur, es esencial para el desarrollo de la NACIÓN,
para su mantenimiento. Es claro que donde no se
producen riquezas impera la pobreza, la cual es una
enfermedad social. Tanto las riquezas naturales co-
mo las producidas dentro del proceso social, han de
distribuirse con equidad, para que no exista la po-
breza en medio de las riquezas. Lo que el hombre
productor ha de mantener para sí como derecho in-
dividual y lo que habrá de distribuirse para el
bienestar colectivo, establece el balance económico
que garantiza la estabilidad social.
Es la concepción de la NACIÓN la que crea la
sociedad, la asociación de los hombres. Si esta so-
ciedad no se mantiene, regresaremos irremisible-
mente al estado original. No existirá la NACIÓN don-
de no exista la equidad. El hombre, que en busca de
riquezas pierde la visión de la NACIÓN, también
pierde la visión misma de su destino; es ceguera
que no le permite ver más allá de sí mismo. Ciego
es por la ambición y ciego es el pueblo que lo sigue.
30 Manuel González Beceña
El cosmopolitismo y la nueva cultura
El hombre anti-nacionalista sabe que la NACIÓN,
como integración humana, es indefectible, por eso
pretende desvirtuarla, diluirla. El anti-nacionalismo
conduce al cosmopolitismo, como concepto filosó-
fico de teoría que exhorta a renunciar a los senti-
mientos patrióticos, a la cultura y a las tradiciones
nacionales en nombre de la «unidad del género
humano». El cosmopolitismo tiene un doble propó-
sito: primero, satisfacer las ambiciones desmedidas
del hombre y segundo, destruir la concepción de la
NACIÓN; pretende basarse en un «derecho cosmo-
polita» que le otorga al hombre el derecho a extraer
o producir riquezas en cualquier país. O sea, que
aquellos que no respetan los derechos naturales de
sus conciudadanos, pretenden imponer un derecho
global para toda la humanidad.
Económicamente proclaman el «capitalismo cos-
mopolita»”, socialmente un «nuevo orden mun-
dial». La tecnología establecerá las relaciones ne-
cesarias y a la vez el control económico absoluto. El
tecnócrata será la imagen de esta nueva «cultura».
Prometen una gran unidad económica mundial,
donde la unidad física del hombre con su país es
irrelevante y se sustituye por una unidad total, sin
fronteras; donde la unidad política del hombre con
su gobierno se establecerá mediante acuerdos en
Manual del nacionalista 31
reuniones de la diplomacia mundial, sin consultar
a los pueblos; donde la protección será ofrecida por
un organismo internacional de fuerza y vigilancia.
El hombre así se convertiría en esclavo, pues es-
clavo es aquel que no decide su propio destino. El
nuevo orden mundial pretende dictar el destino del
hombre.
La «creación» de naciones
El país es el cuerpo y la patria
es el alma de la NACIÓN;
el hombre le da vida.
La infraestructura es el conjunto de instalaciones
e instituciones que mantienen las relaciones dentro
de la NACIÓN. La infraestructura es el sistema orgá-
nico de la NACIÓN, se forma y se reforma continua-
mente durante el proceso natural de la integración.
Existen hombres que buscan obtener riquezas fue-
ra de su país; existen estados que salen de sus
fronteras para enriquecer su tesoro nacional. Leyes
internacionales y acuerdo entre países regulan esas
relaciones e inversiones; el imperialismo propugna
la política en los estados en que impera, de someter
a otros bajo una dependencia económica o política
a través de esas relaciones. Con esos fines se han usado
la fuerza militar y las imposiciones financieras.
32 Manuel González Beceña
Hablamos del viejo imperialismo colonial que aún
muestra sus garras.
El cosmopolitismo es la versión moderna del
imperialismo. Ya no es necesario ocupar el país
militarmente ni someterlo a constantes presiones
financieras. Ahora solo basta con «construirle» una
infraestructura colonial al país que se desea so-
meter, el sistema orgánico así implantado lo man-
tendrá bajo la dependencia económica y política. La
NACIÓN, entonces, responderá a ese sistema, su des-
tino queda sellado dentro de esa infraestructura.
A este experimento contra la humanidad se le llama
la «creación de naciones».
El hombre anti-nacionalista se ha vestido de
cosmopolita, inversionista internacional y benefac-
tor. Los estados imperialistas proclaman la recons-
trucción económica de los países subdesarrollados.
Ya los hombres no integran su NACIÓN, han de inte-
grarse a una nación creada desde el exterior; la
civilización se detiene a la llamada del orden mun-
dial.
El dinero y el sistema monetario. El interés y el sistema bancario
El hombre, aquel ser deambulante, se detuvo, buscó
en la tierra su asentamiento. En aquellos tiempos el
valor de la tierra era cero, nada pagó por ella;
Manual del nacionalista 33
construyó su vivienda, sembró, crió sus animales,
extrajo riquezas o las produjo. La tierra es el medio
natural para la obtención o producción de riquezas,
riquezas que hacen posible el bienestar —la satis-
facción de las necesidades del hombre.
El hombre no solo produce riquezas, sino que
las intercambia y el trueque fue el sistema original.
Luego se usó la moneda como valor de cambio, la
cual tenía un valor intrínseco, que en sus diferentes
denominaciones debía representar un valor equita-
tivo al de los bienes que se vendían o se compraban.
Ahora el precio es el valor aceptado; el precio bási-
camente representa el valor original más el valor
agregado por inversiones, gastos, trabajo, más la
utilidad.
El estado, como organización política y jurídica,
establece el sistema monetario, generalmente me-
diante la emisión y circulación del dinero a través
de un departamento del tesoro y una banca nació-
nal, con más o menos autonomía.
Actualmente el dinero no tiene un valor intrín-
seco, solo un valor de cambio garantizado por el
estado, como toda relación de cambio obedece a la
ley de la oferta y demanda. En el mundo moderno
no podemos esperar a que se produzca la relación
de cambio para emitir el dinero, este así se con-
vierte no solo en instrumento de cambio, sino en
instrumento económico, pues el dinero circulante
34 Manuel González Beceña
ha de mantener no solo una relación de valor equi-
tativa a los bienes producidos, sino también a los
por producir en un futuro inmediato, en un ciclo
económico. Esto requiere una constante supervi-
sión, pero sobre todo, que no olvidemos la gran
visión, la concepción de la NACIÓN: el bienestar del
hombre. El sistema monetario ha de servir a esa
finalidad.
El hombre actualmente ha de obtener el dinero
para adquirir los bienes que necesita para satisfacer
sus necesidades. El dinero representa la última fase
para la consecución del bienestar, representa el tra-
bajo y el esfuerzo del hombre que produce bienes
o servicios para luego intercambiarlos. Un dinero
devaluado al momento del intercambio es estafa,
un crimen contra la NACIÓN.
Por otra parte, el capital es el dinero que se
invierte para producir riquezas; puede provenir del
ahorro, que es proceso lento aunque seguro o pue-
de adquirirse mediante préstamos a través de insti-
tuciones bancarias o depositarias, que usan los
fondos de los depositantes o también a través de la
Banca Nacional que le abre créditos a esas institu-
ciones, creando los fondos necesarios para el servi-
cio de préstamos. Estos créditos se pasan a los
prestatarios y estas transacciones van creando ins-
trumentos de cambio; sin emisión de dinero, se crea
Manual del nacionalista 35
dinero y estos préstamos se realizan a través de
cargos de intereses.
Cuando se quiere estimular las inversiones, la
banca nacional rebaja el interés, cuando se desea
detener el desarrollo, se elevan los intereses, y de
esta forma la banca nacional influye en la pro-
ducción de bienes y en la creación de trabajos, pero
también puede crear contracción económica y de-
sempleo. En países donde la banca más que autó-
noma es independiente, la misma puede dictar la
política económica, por sobre el mismo gobierno.
Los préstamos bancarios requieren una garantía.
Cuando se trata de la tierra o de edificios cons-
truidos sobre ella, los intereses pagados se cargarán
al valor de la tierra, pues los edificios sufren de-
preciación. La suma de esos intereses irá aumen-
tando constantemente el valor de la tierra, que cada
vez será más cara, obstaculizando el proceso na-
tural de asentamiento e integración. Cuando el
prestatario no puede efectuar los pagos, las pro-
piedades en garantía pasarán a las instituciones de
crédito, las cuales no se instituyen para ser pro-
pietarias. De la propiedad privada se pasa a la
propiedad bancaria.
La banca es una institución esencialmente para
el depósito del dinero y para el intercambio comer-
cial, pero por sobre todo, es depositaria de esperan-
zas. La banca ha de ser luz que ilumine el horizonte
económico de la NACIÓN, no la que lo determine.
36 Manuel González Beceña
Los impuestos. El sistema fiscal
El gobierno realiza las funciones del estado, el cual
es institución para la implementación de la NACIÓN.
Los gastos para realizar las funciones del gobierno
se sufragan con los ingresos que provienen de las
tasas e impuestos que paga la población. El estado
es depositario. Los impuestos también se emplean
para lograr y mantener el orden social.
Revolucionemos el obsoleto concepto socialista,
digamos: cada cual obtenga de acuerdo a su capa-
cidad, sin olvidar que a cada cual, de acuerdo a sus
necesidades. Establezcamos un estado de concien-
cia y no un estado absolutista; de nuestros corazo-
nes y bolsillo depende esta decisión.
Un sistema fiscal ha de determinar la política de
ingresos y gastos. Los ingresos, factibles primero,
los gastos, necesarios después. La prioridad: el hom-
bre, porque sin él no hay NACIÓN. El déficit no es
solo hendidura gráfica en las estadísticas, puede ser
hendidura abismal, por donde se pierda la NACIÓN.
El déficit se cubre con dinero emitido por el sistema
financiero, la banca nacional, sin respaldo de bienes
producidos. Se llega a la bancarrota.
Un gobierno irresponsable puede simplemente
emitir más dinero, aumentando el circulante, sin
ningún incremento en la producción de bienes lo
cual produce la inflación y la devaluación. Puede
Manual del nacionalista 37
también el gobierno buscar el dinero a través de
préstamos, mediante inversionistas o la banca na-
cional o extranjera, por lo cual la nación tendrá que
pagar intereses que habrán de incluirse en los gas-
tos presupuestarios; la carga pasa a la NACIÓN en
forma de nuevos impuestos. Los gastos necesarios
se sacrifican para pagar la deuda pública; el hombre
queda postergado, la NACIÓN hipotecada.
El gobierno puede estimular la economía con la
creación de trabajos, los cuales originan gastos en el
presupuesto, mas se espera que los salarios incre-
menten la demanda y que la empresa privada res-
ponda con la producción de bienes. La política
fiscal se convierte así en política económica. Estos
trabajos han de ser temporales, de recuperación
y no habrán de formar parte de los trabajos buro-
cráticos de implementación o de servicios públicos
necesarios de la NACIÓN. Una política fiscal de altos
impuestos, al disminuir el dinero circulante y las
inversiones, puede ocasionar contracción económi-
ca; al contrario, bajos impuestos tienden a revitali-
zar la economía.
Los puestos y trabajos gubernamentales se man-
tienen a través de la recaudación de impuestos y los
gobiernos son electos mediante elecciones, situacio-
nes que pueden converger en un pensamiento: usar
los impuestos, el sistema fiscal, para mantener los
puestos de gobierno. Este nuevo cuerpo social,
38 Manuel González Beceña
llamémosle «fiscocracia», emerge como una fuerza
real que no solo interfiere en la unidad económica,
sino también en la unidad política de la NACIÓN. El
sistema fiscal es institución para el servicio público,
no para establecer una clase dominante.
La especulación y la bolsa de valores
El capital para inversiones, además de lograrse por
el ahorro y obtenerse por préstamos directos o ban-
carios, puede adquirirse con la emisión y venta de
títulos y documentos donde se promete el pago de un
interés o utilidad sobre el dinero invertido en esos
títulos, entre ellos: los bonos que pagan un interés
a su fecha de vencimiento y las acciones que pro-
meten un pago de dividendos en las utilidades
futuras. El valor de estos títulos es llamado valor
fiduciario pues se basan en la credibilidad de quie-
nes lo emiten y en la confianza de quienes lo ad-
quieren. La compra y venta de estos valores se
efectúa en lugares específicos llamados bolsa de
valores; el mercado de estos valores es llamado
bursátil, donde fluctúan los precios, que se basan en
la especulación sobre precios futuros y posibilidades
de cobro; y las especulaciones se basan no solo en
factores económicos, sino también en factores
políticos y sociales. El total de estos valores fidu-
ciarios en posesión de una persona, una empresa
Manual del nacionalista 39
o una institución, constituyen sus valores en cartera
(o «portafolio»), valores que son fácilmente transfe-
ribles, por lo que se pueden usar como instrumento
de pagos y también como garantía de financia-
miento para nuevas inversiones. Este incontrolable
intercambio de estos valores, la fluctuación de sus
precios o cotizaciones de mercado y su diversa
utilización, constituyen el llamado «mundo finan-
ciero», un mundo apartado, incomprendido por el
pueblo, pero además inconsistente.
La NACIÓN es integración constante que requiere
consistencia y cohesión en su proceso. La bolsa de
valores no debe funcionar como apartheid como
sistema para establecer diferencias económicas y so-
ciales entre la población. La riqueza de una NACIÓN
la constituyen los bienes producidos por el trabajo,
donde se agrega un valor real, no las alzas en la co-
tización de valores fiduciarios motivados por la es-
peculación.
Los empréstitos. Los «clubes» financieros
El hombre financiero es aquel que posee, deposita
y reserva valores, es banquero y además presta
capital para inversiones, financia con la finalidad de
obtener una utilidad, es banquero-financiero. Esta
profesión es tan antigua como el hombre mismo, es
hoy una ciencia. El banquero-financiero instituye su
40 Manuel González Beceña
banco privado; en el pasado usaba el nombre de su
familia para dicha institución, y ese nombre era la
mayor garantía; ellos mismos, al inicio, les llamaban
a sus instituciones «casas» de asentamiento.
Estos bancos financieros privados siempre han operado fuera del sistema de una banca nacional o federal, por eso toman riesgos y realizan activi-
dades que no están bajo las regulaciones del sis-tema bancario del país o de la nación. Histórica-mente han sido tan poderosos que han financiado a sus propios gobiernos y a otros en la construcción de infraestructuras; también han brindado apoyo para guerras entre países y han subvencionado acti-vidades imperialistas de colonización. Del poder económico pasaron a un poder político y a una influencia internacional. En la actualidad, muchos de estos banqueros-financieros operan bajo el nom-bre de «clubes», representando a instituciones de varios países.
Estos «clubes» internacionales de banqueros-fi-nancieros hacen préstamos a gobiernos, bajo la garantía de bonos del estado, de bonos del tesoro, de «futuros» en la producción y de cualquier título o documento de cambio transferible; no solo la NACIÓN es hipotecada, sino que su destino es in-cierto. Estos «clubes» van más allá de un simple préstamo de dinero; para garantizar el cobro de sus inversiones, en ocasiones reclaman establecer siste-mas económicos y políticos. Cuando un gobierno
Manual del nacionalista 41
abre las puertas a estos «clubes», puede estar ce-rrando las puertas del propio destino de la NACIÓN. El peso total de la responsabilidad ha de recaer en los gobernantes que entregan las llaves de la NA-CIÓN, traicionando la confianza depositada en ellos. De las Naciones Unidas a una «única NACIÓN».
La NACIÓN es comunidad humana, implemen-
tada a través de la unidad física (territorial), la
unidad política y la unidad económica bajo lazos
históricos y patrióticos. Una NACIÓN ha de brillar
entre las demás naciones del mundo por sus carac-
terísticas únicas e independientes, características
determinadas por el hombre en su proceso natural
de integración. Tanto el hombre como la NACIÓN
necesitan la paz para su desarrollo y existencia. El
primer mandato de la Organización de las Naciones
Unidas (ONU) ha de ser la total emancipación del
hombre universal, para que logre su destino dentro
de la unidad física (territorial) determinada por el
proceso histórico. La historia no se impone, tam-
poco las naciones.
La política actual de las Naciones Unidas, evi-
dente y públicamente expresada, a través de
representativos de naciones que influyen y deter-
minan esa política, es la de establecer un orden
mundial, al cual hay que rendirle pleitesía, y el
grado de esta va determinando la clasificación de
naciones en grupos:
42 Manuel González Beceña
1° grupo.- los países que promueven el orden
mundial;
2° grupo.- los países que han prometido inte-
grarse y se mueven en la dirección del orden;
3° grupo.- los países que se oponen al orden; y
4° grupo.- los países sin infraestructuras, incapa-
ces de tomar una decisión, a los cuales es necesario
reconstruir.
Es lamentable observar cómo los recursos econó-
micos y militares de la organización mundial se
usan para establecer el orden, que no solo contradice
los postulados de la organización, sino el concepto
mismo de unas «naciones unidas». El orden pre-
tende establecer el concepto de una «única NA-
CIÓN», sin fronteras ni nacionalidades; del anti-
nacionalismo al absolutismo mundial.
La renta. La propiedad financiera
La renta es un ingreso, una utilidad o un beneficio
que se obtiene mediante una inversión. La renta
puede recibirse a través de ingresos periódicos, co-
mo en el alquiler o arrendamiento, llamémosle
renta periódica; también la renta puede recibirse en
forma de utilidad al venderse la inversión, llamé-
mosle renta económica, renta que es producto del
Manual del nacionalista 43
proceso económico-social y no del cobro por el uso
o utilización como es el caso de la renta periódica.
Cuando se invierte en la tierra o en edificios
construidos sobre la misma, la garantía básica reside
en el valor de la tierra, pues los edificios sufrirán la
natural depreciación. En el caso de inversiones en
la tierra, la renta económica es representada por la
utilidad final, o sea, por el aumento en el valor de
la tierra. El inversionista esperará hasta obtener el
precio más alto o la situación más propicia, todo lo
cual responde a un proceso de especulación; el in-
versionista mantendrá la tierra secuestrada hasta
obtener el precio codiciado. Esta propiedad de la
tierra que se usa para la venta especulativa es pro-
piedad financiera.
El inversionista que especula con el valor de la tierra se sienta sobre ella esperando que el valor de la misma aumente por factores externos, que nada tienen que ver con su trabajo o esfuerzo. El inver-sionista en la tierra esperará a que se construyan nuevos caminos o carreteras, inversión pública pa-gada por los impuestos de los contribuyentes o es-perará a que los propietarios a su alrededor cons-truyan edificios que han aumentar el valor de su inversión; también esperarán que la necesidad de tierras para viviendas o agricultura provoque que la demanda aumente, y a la vez los precios, así especulan con las necesidades humanas. La renta
44 Manuel González Beceña
económica, financiera, es producto del secuestro de las tierras. Todo esto es posible porque las leyes encubren la propiedad financiera de la tierra bajo el mismo concepto de la propiedad privada, que es propiedad para el uso particular, personal.
El derecho a la propiedad privada se basa en el derecho que el hombre tiene a reservar para sí el
producto de su trabajo, derecho indiscutible. Pero tanto el aire que respiramos, el agua que bebemos, como la tierra, no son producidas por el hombre, son elementos vitales creados para la subsistencia del hombre, que preceden a este. El asentamiento en la tierra es ley natural que le otorga al hombre el derecho a la vivienda y a la utilización de la tierra; no podemos invocar las «libertades individuales» para luego establecer un «derecho individualista». La tierra, en «función social», es concepto aceptado en todas las constituciones progresistas y democrá-ticas. La propiedad financiera de la tierra no realiza ninguna función social.
El aumento especulativo del valor de la tierra provoca la necesidad de mayores inversiones de capital —que es dinero para producir bienes y ser-vicios—, ocasiona contracción económica. Asimis-mo, si el capital es obtenido a través de préstamos bancarios, aunque el interés sea bajo, el total au-mentará por el monto del principal. Todos estos gastos extraordinarios afectarán a los salarios, los cuales serán más bajos. El aumento especulativo de
Manual del nacionalista 45
la tierra afecta negativamente al capital, al interés y a los salarios. La propiedad financiera de la tierra es un lastre económico que todos pagamos.
El secuestro de las tierras no solo conduce a la
contracción económica y a la pobreza; como conse-
cuencia también crea masas de destituidos, seres
humanos sin hogares. La propiedad financiera es la
institución legalizada que más interfiere en el pro-
ceso de la integración en NACIÓN. El secuestro de
las tierras es el secuestro del cuerpo mismo de la
NACIÓN; es necesario liberarse de las ataduras.
Los salarios. El progreso humano
El capital es el dinero que se invierte para la pro-
ducción de bienes o riquezas, o para la prestación
de servicios. En ambos casos es el trabajo el que
produce las riquezas o mediante el cual se prestan
los servicios. El salario se paga con el trabajo; es el
trabajo la fuente del salario. El capital permite el ejer-
cicio y determina la forma de trabajo. El salario lo
produce el trabajo y no el capital. Claramente: sin
trabajo no hay salario.
El salario se paga generalmente por horas de
trabajo, pues aun en casos de sueldo fijo, el mismo
lo determina las horas a trabajar. El caso de pagos
«a destajo» o «por pieza» es un incentivo a la
producción y también un sistema donde el inver-
sionista fija de manera más concreta su asignación
46 Manuel González Beceña
de capital al trabajo. Aunque mucho se ha escrito
sobre «las leyes» que determinan los salarios y se
pretende relacionar el valor agregado por el trabajo
a los salarios, esta pretendida «ecuación económi-
ca» es inconsistente con la realidad. La realidad es
que el trabajador, para obtener su salario, alquila su
cuerpo y su capacidad por un período determinado
de tiempo, durante el cual ha de producir riquezas
o prestar servicios. Al ser el salario el único medio
de subsistencia del trabajador, la única relación eco-
nómica que se establece es la del salario con el valor
de los bienes que el trabajador ha de adquirir en el
mercado para su subsistencia y la de su familia. Es
esta la tesis, la proposición del sindicalismo puro
y su principal razón.
Los salarios no solo son un «problema» econó-
mico entre el empresario y el trabajador; los salarios
nutren y revitalizan la economía total de la NACIÓN.
Los salarios representan la sangre que circula por
las arterias básicas de la NACIÓN y no solo afectan
a los músculos de ese cuerpo, que son los trabaja-
dores, sino a la existencia misma de la NACIÓN. Un
país con salarios bajos será un país pobre, siempre
un país y nunca una NACIÓN. No nos dejemos en-
gañar por las estadísticas de «per cápita» nacional,
donde la producción nacional de bienes se divide
matemáticamente entre los habitantes, donde solo
se cuentan las cabezas y no los estómagos vacíos.
Manual del nacionalista 47
Cuando hablemos de riqueza distributiva, hable-
mos del hombre entero y no de un hombre dego-
llado. No hay injusticia más grande e innecesaria
que la de un país rico con un pueblo pobre; y esa
injusticia es perpetrada a través de salarios misera-
bles.
Sin trabajo no hay salarios, no hay subsistencia,
por eso el trabajo es derecho natural, basado en la
ley natural de protección; en este caso, la máxima
protección, la protección de la existencia misma del
hombre. Cuando no se establece el derecho al tra-
bajo, el hombre ha de ofrecer su cuerpo y capa-
cidad como una mercancía devaluada. Cuando ha-
blamos del «mercado de trabajos», hablamos de un
moderno mercado de esclavos económicos, no es
necesario comprar al hombre completo; el hombre
ante la necesidad del trabajo vende su utilización
a precio bajo. En países donde existen seguros de
desempleo o ayuda de bienestar social en que el
hombre recibe dinero mensualmente sin trabajar,
este es presa de un sistema de devaluación moral.
La dignidad en la existencia se logra solamente
a través del trabajo, justamente remunerado.
El control de los trabajos nace del control de la
tierra y del control de los medios de producción; los
gobiernos en vez de liberar la tierra y sus medios,
en vez de ir a la raíz del problema, crean entonces
«trabajos de gobierno», de servicios, donde no se
48 Manuel González Beceña
crean riquezas; de un problema de dependencia
económico-social pasamos a un problema de depen-
dencia política. Cuando el gobierno toma posesión
de las tierras y se convierte en el único empleador,
se completa la total dependencia del hombre al
estado.
Tanto el control de la tierra como el control de
los puestos de gobiernos, obstaculizan la unidad
económica, el camino hacia la integración como NA-
CIÓN. Las clases desposeídas tomarán un sendero,
los poderosos y los gobiernos, otro; la lucha de
clases se inicia. El resultado es histórico: o revolú-
ción o emigración masiva. Toda esta sangre, todos
estos sufrimientos, porque el hombre no puede ob-
tener un trabajo donde reciba un salario que haga
posible su propia existencia.
Todos sabemos qué hacen los animales cuando
necesitan sustento, lo buscan o lo arrebatan. Al
hombre se le ha «civilizado» para que espere pa-
cientemente por la benevolencia de otros hombres
que controlan las riquezas. No detengamos el pro-
greso humano, no forcemos al hombre a compor-
tarse como animal salvaje, vivamos todos en comu-
nidad humana, vivamos como NACIÓN. El trabajo
y los salarios son el medio económico natural para
lograrlo.
Manual del nacionalista 49
El equilibrio de la nación. La balanza
de pagos
Si las importaciones de un país exceden a las expor-
taciones se produce un déficit en su balance o ba-
lanza de pagos, déficit que lo cubre el crédito que se
ha de obtener. El país adquiere una deuda nacional,
tarde o temprano siempre la NACIÓN paga. En el
presente, los países más desarrollados, además de
bienes, también comercian los servicios. Un país no
tiene necesariamente que producir todos los bienes
que necesita, pero sí debe de producir bienes para
la exportación que compensen en su valor a aque-
llos que necesitan importar. Es lamentable observar
cómo países subdesarrollados, pero con una mino-
ría enriquecida, importan artículos de lujo para sa-
tisfacer las demandas de esa élite y cómo se impor-
tan armamentos para mantener dictaduras militares
en el poder, mientras el pueblo carece de bienes
elementales. La «independencia económica» no
requiere, no se basa en un aislamiento comercial de
auto-abastecimiento, sino en una balanza comercial
nivelada o preferentemente favorable.
El crédito que los países necesitan para cubrir su déficit comercial se obtiene a través de la banca de los países con los cuales comercia o a través de préstamos de la banca internacional. La ONU ha establecido el Fondo Monetario Internacional para
50 Manuel González Beceña
asistir a los países en el desarrollo de sus relaciones comerciales. En última instancia se recurre a los «clubs» de banqueros privados internacionales. Cuando todas estas maniobras se agotan, se recu-rrirá irremisiblemente a la venta de las riquezas naturales de la NACIÓN. La balanza comercial de una NACIÓN determina el equilibrio económico de la
misma; cuando ese equilibrio se pierde, la NACIÓN cae al abismo. Tanto el presupuesto nacional como la balanza comercial han de mantenerse nivelados bajo mandato constitucional. Es ley fundamental mantener la existencia de la NACIÓN.
De la estatización a la bolsa de valores
Cuando el estado toma posesión de las empresas o propiedades privadas, o sea, las expropia, es lo que se conoce como «nacionalización», aunque en realidad lo que ha ocurrido es una estatización, pues el estado no va a transferir esas empresas o bienes a la colectividad, sino que por el contrario, las administrará y explotará con poder absoluto. La estatización generalmente se produce en empresas privadas que han disfrutado de privilegios mono-polísticos, en especial aquellas de servicios públi-
cos, que son parte de la infraestructura nacional, y que en la mayoría de los casos han pertenecido a empresas extranjeras. Se usa el término «naciona-lización» porque se arrebatan las empresas a los
Manual del nacionalista 51
extranjeros, y esto satisface un sentimiento naciona-
lístico innato, más que una realidad económica. Este sentimiento nacionalístico —no nacionalista—, ha sido usado por los gobernantes para ocultar sus propios errores y desmanes, y también como medio de consolidarse en el poder político.
El fracaso de la estatización es parte de la his-
toria. Los gobiernos han aumentado los impuestos
para mantener la burocracia estatal y como no ha
sido suficiente, han recurrido a la emisión de bonos
para cubrir el déficit de operaciones. Las empresas
estatales se convirtieron en carga pública y deuda
internacional. Además, las empresas estatizadas se
han utilizado para el enriquecimiento ilícito de los
gobernantes y sus aliados políticos. La «cleptocra-
cia», el gobierno de los ladrones, encontró en esas
empresas estatales un campo perfecto para robar
con absoluta impunidad. El fracaso era evidente
y las protestas explosivas, era necesario buscar una
salida rápida y solapada, pues el gobierno no podía
someterse a una supervisión pública. Las empresas
estatizadas se convirtieron en empresas «privadas»
y sus acciones se vendieron a empresas extranjeras
o se pusieron a la venta en la bolsa de valores.
A este proceso se le llama «privatización» cuando
en realidad es una internacionalización. El proceso
de la estatización quedó cerrado. La infraestructura,
el sistema orgánico de la NACIÓN, ha vuelto a ma-
nos extranjeras y aun peor, las riquezas naturales
52 Manuel González Beceña
de la NACIÓN garantizan la emisión de esas acciones
emitidas. El destino de la NACIÓN está oculto en la
bolsa de valores; puede usted. despertar mañana
sin tener NACIÓN.
Resumen de un camino histórico. El rescate
Aquel hombre deambulante que buscó por ley na-
tural el asentamiento, la protección y el bienestar,
que eligió un gobierno e instituyó un estado, que
creó su país y su patria, ha sido engañado por su
propio hermano, el hombre. La implementación de
la NACIÓN la detienen leyes anti-naturales o el in-
tegrismo estatal. Se encarcela y vitupera a los
nacionalistas, se han creado hombres nuevos «jurí-
dicos», «culturales», «tecnócratas», el hombre natu-
ral ha sido sustituido por imágenes falsas; el
camino hacia la NACIÓN ha sido desviado a la
izquierda o hacia la derecha, hacia el integrismo, un
callejón sin salida. La ecología humana, proceso
natural, ha sido radicalmente interrumpida, el hom-
bre se desnacionaliza, pierde su cultura. La inter-
vención militar o económica establece un derecho
cosmopolita: se «crean» naciones. El dinero se crea
bajo un sistema bancario de emisión de valores de
cambio. El interés usurero ahoga al capital, los im-
puestos hostigan al hombre trabajador, la especu-
lación financiera secuestra los valores reales de la
Manual del nacionalista 53
NACIÓN; los «clubs» financieros controlan el sistema
político-económico de los países y desaparecen las
naciones bajo el absolutismo mundial. Las tierras
son secuestradas, se impide su utilización, la renta
sobre la tierra secuestrada ahoga al capital y al
trabajo, la falta de empleos y los salarios miserables
detienen el progreso y la dignidad humana. Las
naciones caen en el abismo, finalmente las naciones
son vendidas en subastas públicas, es el hombre
nacionalista quien habrá de rescatar a la NACIÓN
y habrá de ponerla en el sitial que se merece. Es el
destino.
El nacionalismo, armonía universal
El hombre nacionalista busca su bienestar, su felici-
dad dentro de la concepción de la NACIÓN, que es
comunidad humana, su bienestar está siempre relacio-
nado con el bienestar colectivo; este pensamiento va
formando dentro del hombre una armonía universal,
pues por puro razonamiento comprende que sin esa
armonía no habrá destino, lo cual lo lleva a la
tolerancia, a la justicia y a la austeridad, conducta
que, determinada por la conciencia, se convierte en
doctrina ética. El nacionalismo no puede integrarse
en doctrina política. El que pretende secuestrar a la
NACIÓN dentro de una doctrina de integrismo, no
responde a sentimientos nacionalistas, sino a inte-
54 Manuel González Beceña
reses políticos y personales. El nacionalismo, si se
encierra en una «causa», muere. Démosle vida en
armonía universal.
Círculo de estudio. Cultura taína
Como muestra de la fase primaria del camino hacia
la nación, queremos mostrarle al lector un círculo
creado por el autor basado en: (1) la mitología taína
que dio origen a su formación política y (2) el ca-
lendario agrícola que tuvo su origen en la contem-
plación de los astros.
Estos gráficos se diseñaron cuando apareció en
la entrada del puerto de Miami un círculo de cons-
trucción tribal, que marcaba en la Tierra, el movi-
miento del sol. 2
La mitología taína se conceptualiza en círculos
concéntricos y contempla cuatro ciclos:
1- Yaya.- «Sumo espíritu»,
esencia, causa de la vida.
Representa a Yuenhu, hi-
jo de Atabey (madre de
las aguas), dios agrícola.
2 Se cree que fue obra de la tribu de los Tequesta que habita-ban esta área y se le conoce con el nombre de Círculo de Miami. (N. del E.)
Manual del nacionalista 55
2- Yayael.- Hijo de Yaya, desterrado y muerto por su propio padre. Restos de una calabaza, de donde se originan los peces y el mar.
3- Deminán.- Caracaracol, uno de los cuatro gemelos producto de la fecundación de la Madre Tierra (Itiba Cahubaba) por el Padre Cielo. Deminán derrama la calabaza que dio origen a los peces y al mar. Es símbolo del 4 [«cuaternidad»]: cuatro puntos cardinales, cuatro elementos (fuego, agua, tierra, aire); la creación. Nace tortuga hembra. Las personas salieron de dos cuevas de la montaña Cauta:
56 Manuel González Beceña
los taínos de Cacibajagua y los no taínos de Amayaúna. El pájaro carpintero «talla» a la hembra.
4- Guanayona.- Behique mítico que sale de la
cueva Cacibajagua, engaña a su cuñado Ana-
cacuya y se lleva a las mujeres en canoa
a Matinino y luego a Guanín (isla al este).
Regresa a Cauta (la montaña de origen, al oes-
te) con las cibas y los guanines de Guabonito.
Manual del nacionalista 57
Pléyades (grupo de estrellas situadas a un
costado de la constelación de Tauro), princi-
pio de junio (inicio del año).
58 Manuel González Beceña
Calendario agrícola taíno.
Manual del nacionalista 59
Explicación de algunos elementos del calendario
agrícola taíno:3
Trigonolito, cemí4 de piedra, símbolo fundamental de los
taínos, que representa los tres puntos cardinales. Muchos
taínos llaman a los tres puntos «YOCAHU BAGUA
MAOROCOTI», que es otra palabra para el Creador, YAYA.
Los gemelos representan las fuerzas vitales de la naturaleza
en oposición: BOÍNAYEL, uno de los cemíes gemelos, dios de
la lluvia; MÁROHU, otro de los gemelos que representa la
sequía, «espíritu de tiempo despejado».
3 Tomado de Relación acerca de las antigüedades de los indios, de Fray Ramón Pané, 1498. (N. del A.) 4 Los cemíes son ídolos en la cultura taína, en la mayoría de las veces representados en piedras talladas. (N. del E.)
60 Manuel González Beceña
Inriri o pájaro carpintero, que le «talló» el sexo a las cibas.
Madre: ITIBA CAHUBABA, «Madre Tierra», que parió
a los cuatro gemelos, fecundada por el Padre: YU-
CAHU o YUCAHUGUAMÁ. CONEL, personaje mudo
encantado por los gemelos. GUABANCEX, cemí que
representaba una divinidad hembra y que tenía
a su cargo reunir las aguas, por lo que al irritarse,
producía inundaciones; acompañada siempre por GUA-
TAMBA y COATRISQUIE, trinidad destructiva. BEHI-
QUE: hacía las veces de sacerdote o shamán, era
como un intermediario entre los taínos y sus divi-
nidades o dioses y también servía de curandero.
En cuanto a los astros (Sol y Luna), el solsticio es
el momento cuando el Sol ocupa el lugar más alto
o más bajo sobre el horizonte, mientras que el equi-
noccio es la época del año en que el día es igual a la
noche. Estrellas: Pléyades, Orión (hermosa constela-
ción ecuatorial) y Sirio (la más brillante de las es-
trellas vista desde nuestro planeta, exceptuando el
sol).
Manual del nacionalista 61
Madre de las aguas: ATABEY.
COHOBA, polvo alucinógeno que se extrae de la
semilla del árbol de cojóbana (Anadenanthera pere-
grina). ROZA: se refiere a la acción de rozar.
Todo lo anterior se resume en la próxima ima-
gen del círculo de la mitología taína, también deno-
minado cosmovisión taína.
62 Manuel González Beceña
Cosmovisión taína
Memorándum de influencias
sociales. Civilización occidental
64 Manuel González Beceña
Fundamentos básicos del capitalismo
La fisiocracia —del griego physis, natural, natura-
leza y kratein, regla. La tierra como base de toda
riqueza y que lo natural predomine, sin imposi-
ciones, que el hombre invente, manufacture y co-
mercie de acuerdo a su instinto natural (iniciativa
individual), como dijera Jean-Claude Vincent Gour-
nay (1772-1759), laissez faire, déjalo a él hacer.
Ya en 1644, cuando Jean-Baptiste Colbert (1619-
1683) le preguntó al hombre de negocios Legendre,
«¿qué debe hacer el gobierno para ayudar?», este le
contestó: nous laisser faire, dejen que nosotros lo
hacemos, déjennos solos.
François Quesnay (1694-1774) se considera el pa-
dre de la fisiocracia, fundamentalmente por el con-
tenido de su obra Tableau Economique, de 1758, don-
de además del laissez faire como teoría económica,
consideraba la tierra como base de la riqueza y de
imponer un solo impuesto a la población (impot
unique) por el uso comercial de la misma, como
principal ingreso para el estado.
Adam Smith (1723-1790) visitó a Quesnay en
1765 y compartió con él ideas. En su obra The
Wealth of Nations presentó nuevas ideas al proceso
económico de producción y la obra se tomó como
base para implementar el capitalismo como sistema
económico-social.
Memorándum de influencias sociales 65
«Capitalizar» es el derecho de cada cual a pre-
servar lo que produce con sus manos o inteligencia,
en oposición a la teoría comunista de «de cada cual
de acuerdo con su capacidad, a cada cual de acuer-
do a sus necesidades», lo cual da base al estado pa-
ra controlar el proceso económico, deteniendo el
proceso natural de laissez faire, o libre empresa. Ac-
tualmente vemos cómo el gobierno usa los im-
puestos para recaudar fondos de las empresas
privadas y luego distribuirlos para las necesidades
sociales. (¿«Socialismo democrático»?) Esta modali-
dad sí en exceso puede frenar las inversiones pri-
vadas y la iniciativa individual.
66 Manuel González Beceña
Pensamiento básico del comunismo5
En la obra que dejó y se conoce como su testamen-
to, Jean Meslier (1664-1729) predicaba: «por una
sociedad comunista, en donde el producto nacional
debería ser igualitariamente compartido».
En Francia, 1755-1760 Morelly, en su obra Code
de la Nature, planteó: «Chacun selon ses facultés, à cha-
cun selon ses besoins» («De cada cual de acuerdo
a sus facultades, a cada cual de acuerdo a sus nece-
sidades»).
Gabriel Bonnot de Mably (1709-1785) publicó en
1789: «Todo lo que debemos hacer es mantener el
comunismo como un ideal hasta que la civilización
deba gradual y cautelosamente moverse lentamente
cambiando los hábitos del hombre moderno de la
competencia a la cooperación.»
Karl Marx (1818-1883), en su obra El Capital,
presenta la teoría comunista que luego toma el
nombre de marxismo.
Vladimir Ilich Uliánov, Lenin (1870-1924) toma
para su revolución contra el zar, conceptos del
marxismo y los aplica a su movimiento interna-
cional que toma el nombre de marxismo-leninismo.
5 El comunismo teórico pasó en la práctica a convertirse en un capitalismo de estado. (N. del A.)
Memorándum de influencias sociales 67
Josef Stalin (1879-1953) establece el sistema dic-
tatorial de control total del estado —estalinismo.
68 Manuel González Beceña
Concepto bíblico de la Tierra.
Antiguo Testamento - Torá
Y llamó Dios a lo seco «tierra», y al conjunto de las aguas llamó «mares»; y vio Dios que era bueno. Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba, planta que dé simiente, árbol de fruto que produzca fruto según su género, cuya simiente esté en él, sobre la tierra, y fue así.
Génesis 1-10-11
La tierra pues no podrá venderse en perpetuidad; porque mía es la tierra; pues que
vosotros sois extranjeros y transeúntes para conmigo.
Levítico 25:23
Mas cuando un hombre vendiere casa de habitación en ciudad murada…
Levítico 25:296 En este último versículo se establece la diferencia entre «casa murada» dentro de la ciudad, propie-dad familiar y la tierra para la producción a que se refiere el versículo anterior (25:23).
6 Santa Biblia, versión moderna, La Palabra de Dios para una Nueva Era, Sociedades Bíblicas en América Latina. (N. del E.)
Memorándum de influencias sociales 69
Delineación de las tierras (económica-
política-social) en la época colonial
Se tomó como ejemplo el pueblo de Holguín, en
enero de 1752.
La DEHESA se delineaba para el asentamiento
y desarrollo de una población urbana. El EJIDO
(o EGIDO) eran los terrenos preferentemente dedica-
dos a la producción agrícola para el sustento de la
población; se entregaba en usufructo con la obli-
gación de una producción determinada.
Las haciendas eran comuneras; los productores
no poseían una determinada extensión de tierra,
sino «pesos de posesión», algo así como acciones,
y de acuerdo a ellos se hacía la distribución de las
70 Manuel González Beceña
ventas. Luego se comenzaron a dividir las ha-
ciendas en fincas de propiedad privada y se co-
menzaron a levantar las cercas de división.
A – Río Jigüe. B – Río Marañón. C – Río San Miguel.
D – Camino de Cuba. E – Camino del Bayamo.
F – Camino de Puerto Príncipe. G – Cerro.
Memorándum de influencias sociales 71
José Martí. El fisiócrata
Así en una nación de propietarios bien propor-
cionados y de trabajadores satisfechos, cada hombre
gozaría en seguridad, sin ira ni envidia, de todo lo
que es legítimamente suyo, porque lo puede producir
con su mente o sus brazos, dejando de poseer aquello
que desde Santo Tomás de Aquino hasta Herbert
Spencer vienen reconociendo en principio los filósofos
que no puede ser propiedad privada, por lo mismo que
no es el aire, la tierra pública.7
JOSÉ MARTÍ
El Apóstol, José Martí, dijo: «La política está, y no
hay otra política, en administrar los bienes nacio-
nales con la equidad que por sí sola, sin más
sistemas ni panaceas, hace a los pueblos libres
y felices».8
7 Mejía Sánchez, Ernesto, Nuevas cartas de Nueva York, de José Martí, Ciudad México, Siglo XXI, 1980, página 91. 8 Ibid., página 131.
72 Manuel González Beceña
Fascismo
Cuando hablamos de fascismo, nos referimos a un sistema dictatorial de élite militar que trabaja con poderosas empresas privadas y estatales con-formando el llamado «estado corporativo». El sis-tema apela a un nacionalismo extremo, con milicias paramilitares de vigilancia y castigo a quienes se oponen al régimen. Se elimina la libertad de prensa y se instaura un solo partico y un sindicato único, que responde a proyectos políticos, económicos y sociales del régimen.
Ejemplos históricos lo son la Alemania de Adolf Hitler (1899-1945), la Italia de Benito Mussolini
(1883-1945) y en cierto grado, el peronismo de Argentina y el franquismo de España. También, el falangismo de José Antonio Primo de Rivera (1903-1936).
Memorándum de influencias sociales 73
En la Alemania hitleriana, el Partido Nacional
Socialista (nazi) fue el ejemplo típico; al querer
dominar mediante la ocupación militar a otros
países, llevó al mundo a la Segunda Guerra Mun-
dial. El nazismo —también llamado nazi-fas-
cismo— fue derrotado militarmente, pero no ven-
cido ideológicamente.
El estado. Los tres poderes (otorgados)
en virtud de un contrato social
Se define al estado como «la sociedad organizada
políticamente». El vocablo «político» proviene de
los vocablos griegos πολιτικός (politikos, que signi-
fica cívico), πολιτης (polites, que significa ciudada-
no) y πόλη (polis, que significa ciudad), nombre de
aquellos auditorios públicos establecidos en la
antigua Grecia para las reuniones de los ciudadanos
donde se discutían y se aprobaban las leyes y las
medidas a tomar respecto a los asuntos sociales. Así
pues, llamamos políticos a aquellos que nos go-
biernan o que participan en el proceso para formar
el gobierno, que luego discuten y aprueban las
leyes. Al pasar de los siglos, la diferencia entre
aquellos políticos, ejemplo de la democracia griega,
y los actuales, es abismal.
Fundamentalmente, el estado se compone de
tres poderes:
74 Manuel González Beceña
1) El poder ejecutivo
2) El poder legislativo
3) El poder judicial
Como sabemos y nos enseñan, estos tres poderes
deben mantener una autonomía entre ellos, sin in-
jerencias ni presiones; en especial del poder eje-
cutivo (presidencia) respecto a los demás. Lamen-
tablemente en muchos casos no se mantiene ese
balance constitucional y con toda premeditación, se
logra la imposición de un solo poder, el ejecutivo;
un sistema autocrático bajo el poder de una sola
persona, el presidente. Llamémosle dictadura
«constitucional».
El gobierno. Los tres poderes (no otorgados)
Mediante el proceso político de elecciones libres
y por el voto o sufragio, que debe ser secreto,
directo y universal dentro de una democracia que
establece el derecho igual a todo ciudadano, ele-
gimos un gobierno (nacional, estatal, municipal,
etc.), que establece y mantiene una burocracia para
su desenvolvimiento. Claro, un gobierno estable-
cido por la fuerza no cumple estas normas esen-
ciales de legitimidad.
El gobierno puede adoptar medidas bajo tres
poderes:
Memorándum de influencias sociales 75
1) El poder compensatorio.- para compensar
a sus aliados, a las instituciones y a las
empresas afines, mediante empleos, compen-
saciones, subsidios, préstamos, etc.
2) El poder condenatorio.- para castigar a ad-
versarios políticos mediante presiones econó-
micas o de fuerza pública, tanto a ciuda-
danos como a empresas, organizaciones, etc.
3) El poder condicionatorio.- de crear condi-
ciones con leyes o medidas especiales que
afecten la estabilidad económica, política
y social para lograr medidas «extraordi-
narias» que conlleven a la imposición y per-
manencia de sus planes e ideologías.
Estos tres poderes nos pueden llevar de una
democracia a una autocracia, dictadura o tiranía,
por lo cual es fundamental que el principal poder
ciudadano —el voto—, se otorgue cuidadosamente,
pues el ya ejercido o el próximo pudiera ser el
último.
No debemos olvidar los gobiernos «revolucio-
narios» que dentro de una euforia o utopía pueden
usar estos tres poderes en forma inmediata y com-
pulsiva.
76 Manuel González Beceña
El nuevo des-orden mundial.
El fasci-estalinismo
Estemos claros: la teoría comunista va contra la
misma naturaleza humana; muy pocos (por no
decir nadie) van a contribuir con toda su capacidad
para otros, no importa la intervención estatal para
lograrlo. Además, el estado absolutista no puede, es
incapaz de una distribución equitativa de las ri-
quezas para darle a cada cual de acuerdo a sus
necesidades individuales; ya establecido el estado
estalinista, que mantiene el gobierno de unos pocos
abanderados, de aquí inexorablemente se pasa al
fascismo.
Las empresas intervenidas, nacionalizadas o for-
madas bajo el poder estatal pasan a ser parte in-
tegral del gobierno (estado corporativo) con los lí-
deres del gobierno como empresarios, que disfrutan
de las utilidades que se prometieron iban a repar-
tirse equitativamente con los obreros y productores.
Así también, las tierras y los latifundios pasan
a manos de interventores designados «de dedo»
por el poder central.
Un sindicato único que responde a las metas de
un único partido se implementa luego de destruir el
movimiento obrero democrático. A este nuevo sis-
tema le siguen llamando socialismo, más bien socia-
lismo del siglo XXI.
Memorándum de influencias sociales 77
A esta combinación de lo peor del fascismo con
lo peor del comunismo le debemos llamar fasci-
estalinismo. Para entenderlo gráficamente, les obse-
quiamos un nuevo logo que indica el nuevo des-
orden mundial.
78 Manuel González Beceña
Como ejemplo claro de esta metamorfosis socio-
política-económica, tenemos el ejemplo de Cuba
y que ahora vemos lo imitan doctrinalmente en
Venezuela y también en otros países de nuestro
hemisferio, como Bolivia, Nicaragua y Ecuador. En
todos se están usando los tres poderes del gobierno
para llegar a este fasci-estalinismo, en forma
paulatina junto a la destrucción de los derechos
constitucionales establecidos.
El camino hacia la democracia
1996
80 Manuel González Beceña
Estado de derecho
Cubanos: Pensando en la situación de nuestra pa-
tria, nos preguntamos, ¿cómo lo haremos? Las
preocupaciones nos hacen buscar respuestas, acudi-
mos a la Constitución de 1940,9 y estas son las res-
puestas que encontramos:
Artículo 29: Todo el que se encuentre detenido o pre-
so fuera de los casos o sin las formalidades y ga-
rantías que prevean la Constitución y las leyes, será
puesto en libertad, a petición suya o de cualquier otra
persona, sin necesidad de poder ni de dirección
letrada, mediante un sumarísimo procedimiento de ha-
beas corpus ante los Tribunales ordinarios de Justicia.
Libertad para los presos políticos.
9 En 1939 se convocó a una Asamblea Constituyente, inte-grada por 76 delegados que representaban a 9 partidos polí-ticos, la cual redactó y aprobó esta constitución, que entró en vigor el 10 de octubre de 1940. Con esta nueva Carta Magna comenzó un nuevo período de legalidad institucional. (N. del E.)
El camino hacia la democracia 81
Artículo 30: Toda persona podrá entrar y permanecer
en el territorio nacional, salir de él, trasladarse de un
lugar a otro y mudar de residencia, sin necesidad de
carta de seguridad, pasaporte u otro requisito seme-
jante, salvo los que se dispongan en las leyes sobre
inmigración y las atribuciones de la autoridad en caso
de responsabilidad criminal. A nadie se obligará
a mudar de domicilio o residencia sino por mandato
de autoridad judicial y en casos y con los requisitos
que la Ley señale. Ningún cubano podrá ser expatria-
do ni se le prohibirá la entrada en el territorio de la
República.
Los cubanos podrán ingresar a Cuba libremente;
y nadie podrá ser desalojado arbitrariamente de su
residencia.
Artículo 32: Es inviolable el secreto de la co-rrespondencia y demás documentos privados, y ni aquella ni estos podrán ser ocupados ni examinados sino a virtud de auto fundado de juez competente y por los funcionarios o agentes oficiales. En todo caso, se guardará secreto respecto de los extremos ajenos al asunto que motivare la ocupación o examen. En los mismos términos se declara inviolable el secreto de la comunicación telegráfica, telefónica y cablegráfica.
82 Manuel González Beceña
Se reprimen todos los organismos estatales de vigi-
lancia y represión. Artículo 33: Toda persona podrá, sin sujeción a cen-sura previa, emitir libremente su pensamiento de palabra, por escrito o por cualquier otro medio grafico u oral de expresión, utilizando para ello cualesquiera
o todos los procedimientos de difusión disponibles.
Libertad absoluta de prensa.
Artículo 37: Los habitantes de la República tienen el de-recho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el desfilar y asociarse para todos los fines lícitos de la vida, conforme a las normas legales correspondientes, sin más limitación que la indispensable para asegurar el orden público. Es ilícita la formación y existencia de organizaciones políticas contrarias al régimen de gobierno representativo democrático de la República, o que atenten contra la plenitud de la soberanía nacional.
Libertad de asociación.
Estos artículos 29, 30, 32 y 37 garantizan dere-
chos individuales que establecerán la concordia y la
paz pública.
Artículo 77: Ninguna empresa podrá despedir a un trabajador sin previo expediente y con las demás
El camino hacia la democracia 83
formalidades que establezca la Ley, la cual deter-minará las causas justas de despido.
Ningún trabajador podrá ser despedido arbitraria-
mente.
Artículo 69: Se reconoce el derecho de sindicación a los patronos, empleados privados y obreros, para los fines exclusivos de su actividad económico-social. La autoridad competente tendrá un término de treinta días para admitir o rechazar la inscripción de un sindicato obrero o patronal. La inscripción determi-nará la personalidad jurídica del sindicato obrero patronal. La Ley regulará lo concerniente al reco-nocimiento del sindicato por los patronos y por los obreros, respectivamente. No podrán disolverse de-finitivamente los sindicatos sin que recaiga sentencia firme de los tribunales de justicia. Las directivas de estas asociaciones estarán integradas exclusivamente por cubanos por nacimiento.
Libertad sindical, fuera del control político.
Artículo 71: Se reconoce el derecho de los trabaja-dores a la huelga y el de los patronos al paro, con-forme a la regulación que la Ley establezca para el ejercicio de ambos derechos.
Se garantiza la libre negociación de contratos co-
lectivos.
84 Manuel González Beceña
Artículo 60: El trabajo es un derecho inalienable del
individuo. El Estado empleará los recursos que estén
a su alcance para proporcionar ocupación a todo el
que carezca de ella y asegurará a todo trabajador,
manual o intelectual, las condiciones económicas
necesarias a una existencia digna.
El desempleo es condición económico-social ina-
ceptable.
Artículo 83: La Ley regulará la forma en que podrá
realizarse el traslado de fábricas y talleres a los efectos
de evitar que se envilezcan las condiciones del tra-
bajo.
Los centros de trabajos habrán de respetarse.
Artículo 86: La enumeración de los derechos y be-
neficios a que esta Sección se refiere no excluye otros
que se deriven del principio de la justicia social y se-
rán aplicables por igual a todos los factores concu-
rrentes al proceso de la producción.
La justicia social es fundamental.
Estos artículos 77, 69, 71, 60, 83 y 86 garantizan
la seguridad en el trabajo por sobre cualquier
cambio en la administración, propiedad o gobierno,
El camino hacia la democracia 85
y evitarán despidos y desempleos masivos que
puedan provocar una grave crisis política.
Artículo 105: Son funcionarios, empleados y obreros
públicos los que, previa demostración de capacidad
y cumplimiento de los demás requisitos y formali-
dades establecidos por la Ley, sean designados por
autoridad competente para el desempeño de funciones
o servicios públicos y perciban o no, sueldo o jornal
con cargo a los Presupuestos del Estado, la Provincia
o el Municipio, o de entidades autónomas.
Lo esencial es determinar si ciertamente se desem-
peñan funciones o servicios públicos.
Artículo 106: Los funcionarios, empleados y obreros
públicos civiles de todos los poderes del Estado, los de
la Provincia, del Municipio y de las entidades o cor-
poraciones autónomas, son servidores exclusivamente
de los intereses generales de la República y su ina-
movilidad se garantiza por esta Ley Fundamental,
con excepción de los que desempeñen cargos políticos
y de confianza.
La inamovilidad se establece para todos los trabaja-
dores regulares. No habrá despidos en masa.
Del Presidente de la República, sus atribuciones
y deberes:
86 Manuel González Beceña
Artículo 142:
m) Disponer de las Fuerzas Armadas de la República,
como Jefe supremo de las mismas.
n) Proveer a la defensa del territorio nacional y a la
conservación del orden anterior, dando cuenta al
Congreso. Siempre que hubiere peligro de invasión,
o cuando alguna rebelión amenazare gravemente la
seguridad pública, no estando reunido el Congreso, el
Presidente lo convocará sin demora para la resolución
que proceda.
Estos incisos m y n, se complementan. Aun du-
rante un gobierno de transición, sin un Congreso,
elegido por el pueblo, el espíritu de constitu-
cionalidad y de Justicia Social habrá de mantenerse.
La venganza no puede afectar la seguridad terri-
torial.
Estos artículos 105, 106 y 142 (m y n), luego de
un gobierno socialista, donde no existe una clara
división entre obreros civiles, empleados públicos
y las fuerzas armadas, y organismos paramilitares,
son determinantes para mantener la estabilidad del
gobierno.
Artículo 118: El Estado ejerce sus funciones por
medio de los Poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial
y los organismos reconocidos en la Constitución
o que conforme a la misma se establezcan por la Ley.
El camino hacia la democracia 87
Las Provincias y los Municipios, además de ejercer
sus funciones propias coadyuvan a la realización de
los fines del Estado.
Aun durante un gobierno de transición, la división
de poderes ha de ser establecida.
Artículo 170: La justicia se administra en nombre del
pueblo y su dispensación será gratuita en todo el te-
rritorio nacional. Los Jueces y Fiscales son indepen-
dientes en el ejercicio de sus funciones y no deben
obediencia más que a la Ley. Sólo podrá administrarse
justicia por quienes pertenezcan permanentemente al
Poder Judicial. Ningún miembro de este Poder podrá
ejercer otra profesión. Los registros del Estado Civil
estarán a cargo de miembros del Poder Judicial.
Los líderes de un gobierno de transición han de
organizar, sin demora, las bases para crear el Poder
Judicial
Artículo 171: El Poder Judicial se ejerce por el
Tribunal Supremo de Justicia, el Tribunal Superior
Electoral y los demás Tribunales y Jueces que la Ley
establezca. Esta regulará la organización de los
Tribunales, sus facultades, el modo de ejercerlas y las
condiciones que habrán de concurrir en los funcio-
narios que los integren.
88 Manuel González Beceña
Es esta la única forma que un gobierno adquiere
legitimidad y reconocimiento.
Artículo 182: El Tribunal de Garantías Constitu-
cionales y Sociales es competente para conocer de los
siguientes asuntos. a) Los recursos de inconstitu-
cionalidad contra las Leyes, Decretos-leyes, Decretos,
resoluciones o actos que nieguen, disminuyan, res-
trinjan o adulteren los derechos y garantías consig-
nados en esta Constitución o que impidan el libre
funcionamiento de los órganos del Estado.
Este Tribunal, aun en base y forma transitoria, pro-
tegerá a toda persona individual o colectiva que ha-
ya sido afectada por un acto o disposición que
considere inconstitucional.
Estos artículos 118, 170, 171 y 182a, de carácter
orgánico, inspirarán plena confianza en el gobierno
de transición y sus instituciones.
Artículo 2: La soberanía reside en el pueblo y de éste
dimanan todos los poderes públicos.
La convocatoria a elecciones ha de ser inmediata.
Del Tribunal Superior Electoral:
Artículo 184: El Tribunal Superior Electoral estará
formado por tres Magistrados del Tribunal Supremo
El camino hacia la democracia 89
de Justicia y dos de la Audiencia de la Habana,
nombrados por un período de cuatro años y por los
plenos de sus respectivos tribunales. La presidencia
del Tribunal Superior Electoral corresponde al más
antiguo de los tres Magistrados del Tribunal Supre-
mo. Cada uno de los miembros del Tribunal tendrá
dos suplentes, nombrados por el organismo de donde
procedan.
Durante el gobierno de transición, el Tribunal Su-
perior Electoral nominado habrá de contar con el
respaldo de las fuerzas políticas participantes.
Artículo 185: Además de las atribuciones que las
Leyes electorales le confieran, el Tribunal Superior
Electoral queda investido de plenas facultades para
garantizar la pureza del sufragio, fiscalizar e in-
tervenir cuando lo considere necesario en todos los
censos, elecciones y demás actos electorales, en la
formación y organización de nuevos partidos,
reorganización de los existentes, nominación de
candidatos y proclamación de los electos. Le co-
rresponde también:
a) Resolver las reclamaciones electorales que la Ley
someta a su jurisdicción y competencia.
b) Dictar las instrucciones generales y especiales
necesarias para el cumplimiento de la legislación
electoral.
90 Manuel González Beceña
c) Resolver, en grado de apelación, los recursos sobre
la validez o nulidad de una elección y la proclamación
de candidatos.
d) Dictar instrucciones y disposiciones, de cumpli-
miento obligatorio, a las Fuerzas Armadas y de
Policía para el mantenimiento del orden y de la
libertad electoral durante el período de confección del
censo, el de organización y reorganización de los
partidos y el comprendido entre la convocatoria
a elecciones y la terminación de los escrutinios. En
caso de grave alteración del orden público, o cuando
el Tribunal estime que no existen suficientes ga-
rantías, podrá acordar la suspensión o la nulidad de
todos los actos y operaciones electorales en el te-
rritorio afectado, aunque no estén suspendidas las
garantías constitucionales.
Artículo 186: La Ley organizará los Tribunales Electorales. Para formarlos podrá utilizar a funcio-narios de la carrera judicial. El conocimiento de las reclamaciones electorales queda reservado a la juris-dicción electoral. Sin embargo, la Ley determinará los asuntos en que, por excepción, podrá recurrirse de las resoluciones del Tribunal Superior Electoral, en vía de apelación ante el Tribunal de Garantías Constitucionales y Sociales.
Artículo 187: Se crea la carrera administrativa de los empleados y funcionarios electorales, subordinados
El camino hacia la democracia 91
a la jurisdicción máxima del Tribunal Superior Electoral, y se declaran inamovibles los empleados permanentes de las Juntas electorales. La retribución fijada a estos funcionarios y empleados permanentes por el Código Electoral, no podrá ser alterada sino en las condiciones y circunstancias establecidas para los funcionarios y empleados judiciales. La Ley no podrá asignar distintas retribuciones a cargos de igual grado, categoría y funciones.
Este Tribunal autónomo, garantiza la pureza de
unas elecciones, lo cual le dará al gobierno electo el
reconocimiento internacional. Además, el proceso
servirá para la reivindicación de los ideales demo-
cráticos. El Tribunal Superior Electoral deberá cons-
tituir un Buró de Información independiente, brin-
dando libre acceso a delegados de las Embajadas
acreditadas y de los organismos de prensa e infor-
mación internacionales.
Artículo 94: Es obligación del Estado hacer cada diez
años por lo menos un Censo de población que refleje
todas las actividades económicas y sociales del país,
así como publicar regularmente un Anuario Esta-
dístico.
La toma del Censo empleará a miles de personas
y dará a conocer la opinión directa del pueblo. Ca-
sa por casa.
92 Manuel González Beceña
Artículo 8: La ciudadanía comporta deberes y dere-
chos, cuyo ejercicio adecuado será regulado por la
Ley.
Artículo 10: El ciudadano tiene derecho:
a) A residir en su patria sin que sea objeto de
discriminación ni extorsión alguna, no importa cuá-
les sean su raza, clase, opiniones políticas o creencias
religiosas.
b) A votar según disponga la Ley en las elecciones
y referendos que se convoquen en la República.
Artículo 97: Se establece para todos los ciudadanos
cubanos como derecho, deber y función el sufragio
universal, igualitario y secreto. Esta función será
obligatoria, y todo el que, salvo impedimento admi-
tido por la Ley, dejare de votar en una elección o re-
ferendo será objeto de las sanciones que la Ley le
imponga y carecerá de capacidad para ocupar ma-
gistratura o cargo público alguno durante dos años,
a partir de la fecha de la infracción.
Artículo 11: La ciudadanía cubana se adquiere por
nacimiento o por naturalización.
Artículo 12: Son cubanos por nacimiento:
a) Todos los nacidos en el territorio de la República,
con excepción de los hijos de los extranjeros que se
encuentren al servicio de su Gobierno.
El camino hacia la democracia 93
b) Los nacidos en territorio extranjero, de padre
o madre cubanos, por el solo hecho de avecindarse
aquellos en Cuba.
c) Los que habiendo nacido fuera del territorio de la
República de padre o madre natural de Cuba que
hubiesen perdido esta nacionalidad, reclamen la ciu-
dadanía cubana en la forma y con sujeción a las
condiciones que señale la Ley.
Artículo 15: Pierden la ciudadanía cubana:
a) Los que adquieran una ciudadanía extranjera.
b) Los que sin permiso del Senado entren al servicio
militar de otra nación, o al desempeño de funciones
que lleven aparejada autoridad o jurisdicción propia.
Artículo 98: Por medio del referendo el pueblo
expresa su opinión sobre las cuestiones que se le so-
meta. En toda elección o referendo decidirá la mayoría
de los votos válidamente emitidos, salvo las excep-
ciones establecidas en esta Constitución. El resultado
se hará público de modo oficial tan pronto como lo
conozca el organismo competente. El voto se contará
única y exclusivamente a la persona a cuyo favor se
haya depositado, sin que pueda acumulársele a otro
candidato. Además, en los casos de representación
proporcional se contará el sufragio emitido a favor del
candidato para determinar el factor de partido.
94 Manuel González Beceña
Artículo 102: Es libre la organización de partidos
y asociaciones políticas. No podrán, sin embargo,
formarse agrupaciones políticas de raza, sexo o clase.
Para la constitución de nuevos partidos políticos es
indispensable presentar, junto con la solicitud corres-
pondiente, un número de adhesiones igual o mayor al
dos por ciento del Censo electoral correspondiente,
según se trate de partidos nacionales, provinciales o mu-
nicipales. El partido que en una elección general
o especial no obtenga un número de votos que re-
presente dicho tanto por ciento desaparecerá como tal
y se procederá de oficio a tacharlo del Registro de
Partidos. Sólo podrán presentar candidatura los par-
tidos políticos que, teniendo un número de afiliados
no menor que el fijado en este artículo, se hayan
organizado o reorganizado, según los casos, antes de
la elección. Los partidos políticos se reorganizarán en
un solo día, seis meses antes de cada elección pre-
sidencial o de gobernadores y de alcaldes o concejales
o para delegados a una Convención Constituyente. El
Tribunal Superior Electoral tachará, de oficio del
Registro de Partidos los que en tal oportunidad no se
reorganizaren. Las asambleas de los partidos con-
servarán todas sus facultades y no podrán disolverse
sino mediante reorganización legal. En todo caso
serán los únicos organismos encargados de acordar
postulaciones, sin que en ningún caso pueda dele-
garse esta facultad.
El camino hacia la democracia 95
Artículo 104: Desde la convocatoria a elecciones
hasta la toma de posesión de los electos, el Tribunal
Superior Electoral tendrá jurisdicción sobre las
Fuerzas Armadas y sobre los Cuerpos de Policía, al
solo objeto de garantizar la pureza de la función
electoral.
Estos artículos 2, 8, 10, 11, 12, 15, 94, 97, 98, 102, 104, 184, 185, 186 y 187 van a conformar una república libre, independiente y democrática.
Artículo 280: La moneda y la Banca estarán some-
tidas a la regulación y fiscalización del Estado. El
Estado organizará, por medio de entidades autóno-
mas, un sistema bancario para el mejor desarrollo de
su economía y fundará el Banco Nacional de Cuba,
que lo será de Emisión y Redescuento. Al Establecer
dicho Banco, el Estado podrá exigir que su capital sea
suscrito por los Bancos existentes en el territorio
nacional. Los que cumplan estos requisitos estarán
representados en el Consejo de Dirección.
Se estabilizará el peso cubano y el estado socialista
cederá el control de la banca.
Artículo 253: El Estado no concertará empréstitos sino en virtud de una Ley aprobada por las dos terceras partes del número total de los miembros de cada Cuerpo colegislador, y en que se voten al mismo
96 Manuel González Beceña
tiempo los ingresos permanentes necesarios para el pago de intereses y amortización.
El gobierno de transición, al no existir un cuerpo
legislativo elegido por el pueblo, no podrá concer-
tar empréstitos.
Artículo 266: El Tribunal de Cuentas es el organismo
fiscalizador de los ingresos y gastos del Estado, la
Provincia y el Municipio, y de las organizaciones
autónomas nacidas al amparo de la Ley que reciban
sus ingresos, directa o indirectamente, a través del
Estado. El Tribunal de Cuentas sólo depende de la
Ley, y sus conflictos con otros organismos se some-
terán a la resolución del Tribunal Supremo de Jus-
ticia.
Hay que crear inmediatamente organismos que
fiscalicen las finanzas del Estado.
Estos artículos 253, 266 y 280 devolverán la
confianza del pueblo en las instituciones finan-
cieras.
Artículo 25: No podrá imponerse la pena de muerte.
Se exceptúan los miembros de las Fuerzas Armadas
por delitos de carácter militar y las personas cul-
pables de traición o de espionaje en favor del enemigo
en tiempo de guerra con nación extranjera.
El camino hacia la democracia 97
No podemos regresar a la etapa del «paredón».
Artículo 28: Nadie será procesado ni condenado sino
por juez o Tribunal competente, en virtud de Leyes
anteriores al delito y con las formalidades y garantías
que éstas establezcan. No se dictará sentencia contra
el procesado rebelde ni será nadie condenado en causa
criminal sin ser oído. Tampoco se le obligará a de-
clarar contra sí mismo, ni contra su cónyuge o pa-
rientes dentro del cuarto grado de consanguinidad
o segundo de afinidad. No se ejercerá violencia ni
coacción de ninguna clase sobre las personas para
forzarlas a declarar. Toda declaración obtenida con
infracción de este precepto será nula, y los respon-
sables incurrirán en las penas que fije la Ley.
No podemos regresar a la Justicia Popular, ni a los
Tribunales Revolucionarios.
Estos artículos 25 y 28 garantizan el respeto a la
vida y sellarán definitivamente la etapa de sangre
y violencia de la Revolución.
Hemos reconocido el horizonte, una etapa fu-
tura, que habrá de producirse. La Constitución de
1940 nos señala los procedimientos para garantizar
que un gobierno transitorio nos conduzca a lo fun-
damental.
98 Manuel González Beceña
Artículo 1: Cuba es un Estado independiente y so-
berano organizado como República unitaria y demo-
crática, para el disfrute de la libertad política, la jus-
ticia social, el bienestar individual y colectivo y la
solidaridad humana.
Y que así sea.
La reconciliación
Cubanos, muchos han hablado de «la reconciliación
nacional». Pero esta reconciliación no va a ser pro-
ducto de un abrazo, de una hermandad, no importa
el optimismo, ni las promesas; la que habrá que
reconciliar son las diferencias sociales y económicas
entre la población y los perjuicios causados por la
El camino hacia la democracia 99
revolución socialista en el proceso de 49 años. Los
conflictos mayores se basan en el derecho a la
propiedad. Estudiemos la constitución de 1940:
Artículo 87: El Estado cubano reconoce la existencia
y legitimidad de la propiedad privada en su más
amplio concepto de función social y sin más limi-
taciones que aquellas que por motivos de necesidad
pública o interés social establezca la Ley.
Artículo 88: El subsuelo pertenece al Estado, que
podrá hacer concesiones para su explotación, con-
forme a lo que establezca la Ley. La propiedad minera
concedida y no explotada dentro del término que fije
la Ley será declarada nula y reintegrada al Estado. La
tierra, los bosques y las concesiones para explotación
del subsuelo, utilización de aguas, medios de trans-
porte y toda otra empresa de servicios públicos,
habrán de ser explotados de manera que propendan al
bienestar social.
Artículo 89: El Estado tendrá el derecho de tanteo en
toda adjudicación o venta forzosa de propiedades
inmuebles y de valores representativos de propiedades
inmobiliarias.
Artículo 90: Se proscribe el latifundio, y a los efectos de su desaparición, la Ley señalará el máximo de extensión de la propiedad que cada persona o entidad pueda poseer para cada tipo de explotación a que la
100 Manuel González Beceña
tierra se dedique y tomando en cuenta las respectivas peculiaridades. La Ley limitará restrictivamente la adquisición y posesión de la tierra por personas y compañías extranjeras y adoptará medidas que tiendan a revertir la tierra al cubano. Artículo 91: El padre de familia que habite, cultive y explote directamente una finca rústica de su propiedad, siempre que el valor de ésta no exceda de dos mil pesos, podrá declararla con carácter irre-vocable como propiedad familiar, en cuanto fuera imprescindible para su vivienda y subsistencia, y quedará exenta de impuestos y será inembargable e inalienable salvo por responsabilidades anteriores a esta Constitución. Las mejoras que excedan de la suma anteriormente mencionada abonarán los im-puestos correspondientes en la forma que establezca la Ley. A los efectos de que pueda explotarse dicha propiedad, su dueño podrá gravar o dar en garantía siembras, plantaciones, frutos y productos de la misma.
Estos Artículos 87, 88, 89, 90 y 91 hay que
considerarlos como un todo. Fundamentalmente se
establece la propiedad en «función social»; se trata
de adoptar medidas «que tiendan a revertir la tierra
al cubano»; y se declara la propiedad familiar en
cuanto fuera imprescindible para la vivienda y sub-
sistencia.
El camino hacia la democracia 101
Artículo 24: Se prohíbe la confiscación de bienes.
Nadie podrá ser privado de su propiedad sino por
autoridad judicial competente y por causa justificada
de utilidad pública o interés social, y siempre previo
el pago de la correspondiente indemnización en
efectivo fijada judicialmente. La falta de cumplimien-
to de estos requisitos determinará el derecho del
expropiado a ser amparado por los Tribunales de
Justicia, y en su caso reintegrado en su propiedad. La
certeza de la causa de utilidad pública o interés social
y la necesidad de la expropiación corresponderá
decidirlas a los Tribunales de Justicia en caso de
impugnación.
Se establece la indemnización y un proceso judicial
en caso de impugnación del propietario.
Del Título VI, Sección Segunda (Disposiciones
Transitorias):
Segunda. El Estado repartirá las tierras de su
propiedad que no necesite para sus propios fines, en
forma equitativa y proporcional, atendiendo a la
condición de padre o cabeza de familia y dando
preferencia a quien la venga laborando directamente
por cualquier título. En ningún caso el Estado podrá
dar a una sola familia tierras que tengan un valor
superior a dos mil pesos o una extensión mayor de
dos caballerías.
102 Manuel González Beceña
Es lícita la repartición de dos caballerías de tierras
estatales.
Estos artículos 24, 87, 88 89, 90 y 91, así como
también el Título VI, Sección Segunda, servirán
para reconciliar el traspaso del monopolio estatal
a una justa tenencia de la tierra.
Antes de proseguir con el «proceso revolucio-
nario», debemos exponer en qué basa su legitimi-
dad y su constitucionalidad.
A continuación, la proclamación de la Ley Fun-
damental de la República de Cuba del 7 de febrero
de 1959:
El Gobierno Revolucionario, cumpliendo con sus deberes para con el Pueblo de Cuba, interpretando la voluntad y el sentir del mismo y ante la necesidad inaplazable de acordar y viabilizar la legislación adecuada para hacer posible la realización de los hechos que impone la Revolución, haciendo uso de los plenos poderes de que está investido, acuerda por unanimidad aprobar, sancionar y promulgar la siguiente.
La fraseología indicaba que la «revolución» sería
considerada como fuente de derecho.
Y así comenzó la redacción de la Ley Fun-
damental de 1959 tratando de adaptarla original-
mente a la Constitución de 1940. Sin embargo, se
El camino hacia la democracia 103
cambió el siguiente artículo de la Constitución de
1940:
Artículo 119: El Poder Legislativo se ejerce por dos Cuerpos, denominados, respectivamente, Cámara de Representantes y Senado, que juntos reciben el nom-bre de Congreso. Artículo 119 [reformado]: El Poder Legislativo se
ejerce por el Consejo de Ministros.
Y así se comenzó a gobernar por decretos.
De todos es conocido que una de las situaciones
más conflictivas que ha de enfrentar un futuro
gobierno en Cuba es la propiedad de la vivienda;
sin duda el temor de aquellos que viven en Cuba
a ser desalojados, les haga permanecer junto a la
«revolución». Veamos la Ley de Reforma Urbana,
de 14 de octubre de 1961, para ir a la raíz del
conflicto:
Artículo 1: Toda familia tiene derecho a una vivienda
decorosa. El Estado hará efectivo ese derecho en tres
etapas:
a) Etapa actual.- El Estado viabilizará la amorti-
zación la casa que habite cada familia con lo que
actualmente paga por renta en un período que no
será menor de cinco años ni mayor de veinte años
fijado de acuerdo con el año de construcción del
inmueble.
104 Manuel González Beceña
b) Etapa futura inmediata.- El Estado con los re-
cursos provenientes de esta Ley y otros recursos,
acometerá la construcción masiva de viviendas que
serán cedidas en usufructo permanente mediante
pagos mensuales que podrán exceder del 10 por ciento
del ingreso familiar.
c) Etapa futura inmediata.- El Estado con sus propios
recursos construirá las viviendas que cederá en
usufructo permanente y gratuito a cada familia.
Artículo 2: Se proscribe el arrendamiento de in-
muebles urbanos y cualquier otro negocio o contrato
que implique la cesión del uso total o parcial de un
inmueble urbano. Esta proscripción no afecta a los
planes que para solución de los problemas futuros
inmediatos de la vivienda, el Estado considere
necesario acometer de acuerdo con el inciso b) del
Artículo 1.
Artículo 3: Los casos de duda sobre la condición del
inmueble urbano a los efectos de esta Ley serán
resueltos por los Consejos de la Reforma Urbana que
en ella se crean.
Tratando de reconciliar el conflicto, volvamos a la
Constitución de 1940:
El camino hacia la democracia 105
Artículo 79: El Estado fomentará la creación de
viviendas baratas para obreros. La Ley determinará
las empresas que, por emplear obreros fuera de los
centros de población, estarán obligadas a propor-
cionar a los trabajadores habitaciones adecuadas,
escuelas, enfermerías y demás servicios y atenciones
propicias al bienestar físico y moral del trabajador
y su familia.
La construcción de viviendas contenidas en la Ley
de Reforma Urbana, artículo 1 incisos b) y c), es un
logro que habrá de respetarse, con la excepción de
una indemnización para los antiguos propietarios
de la tierra.
Sin embargo, el artículo 1 inciso a) de la Ley de
Reforma Urbana sobre la amortización de la casa
que habite cada familia, requiere las siguientes con-
sideraciones de los derechos individuales, conteni-
dos en la Constitución de 1940
Artículo 23: Las obligaciones de carácter civil que
nazcan de los contratos o de otros actos u omisiones
que las produzcan no podrán ser anuladas ni
alteradas por el Poder Legislativo ni por el Ejecutivo,
y por consiguiente, las Leyes no podrán tener efecto
retroactivo respecto a dichas obligaciones. El ejercicio
de las acciones que de éstas se deriven podrá ser
suspendido, en caso de grave crisis nacional, por el
106 Manuel González Beceña
tiempo que fuere razonablemente necesario, mediante
los mismos requisitos y sujeto a la impugnabilidad
a que se refiere el párrafo primero del artículo an-
terior.
Donde se establece que todos los contratos debieron
ser respetados, incluyendo los de arrendamientos.
Para su mejor comprensión, repetimos el artículo 24:
Artículo 24: Se prohíbe la confiscación de bienes.
Nadie podrá ser privado de su propiedad sino por
autoridad judicial competente y por causa justificada
de utilidad pública o interés social, y siempre previo
el pago de la correspondiente indemnización en
efectivo fijada judicialmente. La falta de cumpli-
miento de estos requisitos determinará el derecho del
expropiado a ser amparado por los Tribunales de
Justicia, y en su caso reintegrado en su propiedad. La
certeza de la causa de utilidad pública o interés social
y la necesidad de la expropiación corresponderá
decidirlas a los Tribunales de Justicia en caso de
impugnación.
Aquí está en duda la certeza de la causa, y la
decisión, fue tomada por un organismo, creado por
«la Revolución», sin derecho a impugnación. Sin
embargo, los ocupantes actuales de las viviendas,
están protegidos por la Constitución de 1940.
El camino hacia la democracia 107
Artículo 30: […] A nadie se obligará a mudar de
domicilio o residencia sino por mandato de autoridad
judicial y en los casos y con los requisitos que la Ley
señale.
No se pueden efectuar desalojos arbitrarios.
Artículo 43: La familia, la maternidad y el matri-
monio tienen la protección del Estado.
La necesidad familiar ha de prevalecer. Repitamos
el artículo 1:
Artículo 1: Cuba es un Estado independiente y so-
berano organizado como República unitaria y demo-
crática, para el disfrute de la libertad política, la jus-
ticia social, el bienestar individual y colectivo y la
solidaridad humana.
Enfatizamos: habrán de ser determinantes la justicia
social, el bienestar individual y colectivo, y la soli-
daridad humana, y también, los pagos realizados
por las familias ocupantes al estado socialista.
Los artículos 1, 23, 24, 30, 43 y 79 de la Cons-
titución de 1940 contienen las consideraciones para
reconciliar a la familia cubana.
Otro aspecto a considerar son las confiscaciones
de carácter socio-político. La Ley Fundamental de
108 Manuel González Beceña
la República de Cuba del 7 de febrero de 1959,
introdujo un cambio en el artículo 24 de la Cons-
titución de 1940, insertando «se prohíbe la confis-
cación de bienes» luego de «pero se autoriza la de
los bienes del tirano depuesto el 31 de diciembre
de 1958 y de sus colaboradores, los de las personas
naturales o jurídicas responsables de delitos come-
tidos contra la economía nacional o la hacienda
pública y de los que se enriquezcan o se hayan
enriquecido ilícitamente al amparo del poder pú-
blico». Las confiscaciones rápidamente se exten-
dieron a los «contrarrevolucionarios» y también
a aquellos que salían de la Isla, «huyendo» de la
justicia revolucionaria.
También el gobierno revolucionario, en esta mis-
ma Ley Fundamental, en su artículo 232, estableció:
Esta Ley Fundamental podrá reformarse por el
Consejo de Ministros, en votación nominal, con la
conformidad de las dos terceras partes de sus com-
ponentes, ratificada por igual votación en tres se-
siones y con la aprobación del Presidente de la
República.
Además, en el Título IV, Sección Primera, inciso
Tercero, de esta misma Ley Fundamental, se lee:
El camino hacia la democracia 109
En los casos de expropiaciones forzosas que se
realizaren para llevar a efecto la Reforma Agraria y el
consiguiente reparto de tierras, no será impres-
cindible que el pago previo de las indemnizaciones sea
en efectivo. La Ley podrá establecer otros medios de
pago, siempre que reúnan las garantías necesarias.
El gobierno revolucionario sepultaba el artículo
24 de la Constitución de 1940. Además se olvidaban
los procedimientos establecidos para cambiar una
verdadera constitución, leamos en la Constitución
de 1940:
Artículo 285: La Constitución solo podrá reformarse: a) Por iniciativa del pueblo, mediante presentación al Congreso de la correspondiente proposición, suscrita, ante los organismos electorales, por no menos de cien mil electores que sepan leer y escribir y de acuerdo con lo que la Ley establezca. Hecho lo anterior, el Congreso se reunirá en un solo Cuerpo, y dentro de los treinta días subsiguientes votará sin discusión la Ley procedente para convocar a elecciones de Dele-gados o a un referendo. b) Por iniciativa del Congreso, mediante la propo-sición correspondiente, suscrita por no menos de la cuarta parte de los miembros del Cuerpo colegislador a que pertenezcan los proponentes.
110 Manuel González Beceña
Artículo 286: La reforma de la Constitución será específica, parcial o integral. En el caso de reforma específica o parcial, propuesta por iniciativa popular, se someterá a un referendo en la primera elección que se celebre, siempre que el precepto nuevo que se trate de incorporar, o el ya existente que se pretenda re-visar, sea susceptible de proponerse de modo que el pueblo pueda aprobarlo o rechazarlo, contestando «sí» o «no».
En el caso de renovación específica o parcial por iniciativa del Congreso, será necesaria su aprobación con el voto favorable de las dos terceras partes del número total de miembros de ambos cuerpos colegis-ladores reunidos conjuntamente, y dicha reforma no regirá si no es ratificada en igual forma dentro de las dos legislaturas ordinarias siguientes.
En el caso de que la reforma sea integral o se con-traiga a la soberanía nacional o a los artículos vein-tidós, veintitrés, veinticuatro y ochenta y siete de esta Constitución, o a la forma de Gobierno, después de cumplirse los requisitos anteriormente señalados, se-gún que la iniciativa proceda del pueblo o del Con-greso, se convocará a elecciones para Delegados a una Asamblea plebiscitaria, que tendrá lugar seis meses después de acordada, la que se limitará exclusiva-mente a aprobar o rechazar las reformas propuestas.
Esta Asamblea cumplirá sus deberes con entera independencia del Congreso, dentro de los treinta días subsiguientes a su constitución definitiva. Los
El camino hacia la democracia 111
Delegados a dicha Convención serán elegidos por provincias, en la proporción de uno por cada cin-cuenta mil habitantes o fracción mayor de veinticinco mil, y en la forma que establezca la Ley, sin que ningún congresista pueda ser electo para el cargo de Delegado.
En el caso de que se trate de realizar alguna re-elección prohibida constitucionalmente o la continua-ción en su cargo de algún funcionario por más tiempo de aquel para que fue elegido, la proposición de reforma habrá de ser aprobada por las tres cuartas partes del número total de electores de cada provincia.
Es evidente que el gobierno revolucionario no
podía actuar sobre las bases de la Constitución de
1940, y mucho menos someterse a la voluntad
popular para reformar los artículos 23, 24 y 87.
Hemos mencionado que las viviendas fabricadas
por la Reforma Urbana de acuerdo al artículo I(b)
y (c) habrán de respetarse; y que es fundamental
diferenciar las viviendas ocupadas por familias, en
virtud de la Ley de Reforma Urbana, artículo I(a),
donde las familias habitaban esas propiedades bajo
el pago de rentas de las viviendas confiscadas por
motivos socio-políticos. Sin embargo, en ambos
casos debemos considerar el siguiente artículo de la
Constitución de 1940:
112 Manuel González Beceña
Artículo 273: El incremento del valor de las tierras
y de la propiedad inmueble, que se produzca sin
esfuerzo del trabajo o del capital privado y úni-
camente por causa de la acción del Estado, la Pro-
vincia o el Municipio, cederá en beneficio de éstos la
parte proporcional que determine la Ley.
Lo cual significa que la indemnización a reclaman-
tes por confiscaciones debe ser basada en el valor
original.
Para formarse una idea general de la situación
de tierras y propiedades debemos cumplimentar,
de la Constitución de 1940 el Título VI, Sección
Segunda, Párrafo 1ro. (Disposiciones Transitorias):
El Congreso, en el término de tres legislaturas a partir de la promulgación de esta Constitución, procederá a acordar las Leyes y disposiciones ne-cesarias para la formación del Catastro Nacional, a la medición exacta del territorio nacional y a la reali-zación de los estudios topográficos complementarios.
Estos artículos 273, 285 y 286 y la Disposición
Transitoria sobre el catastro nacional, nos indican
que los traspasos de propiedades han de realizarse
bajo un gobierno elegido democráticamente, y
nunca bajo un gobierno de transición, que carecería
de legitimidad.
El camino hacia la democracia 113
La transición
Cubanos:
El reconocimiento y la legitimidad del gobierno
de transición no se van a lograr solo por la pro-
clamación de la constitución, sino por su justa im-
plementación. Las acciones y medidas para poner
un final al aparato represivo del estado socialista
y para desmantelar las estructuras económicas que
mantienen en completa sumisión al pueblo, han de
ser específicamente orientadas a la finalidad de la
instauración de un gobierno democrático a través
de elecciones libres. No se puede crear un nuevo
proceso «revolucionario». Sin embargo, el gobier-
no de transición ha de ser el instrumento capaz, no
solo de restablecer las libertades individuales, si-
no de iniciar las vías necesarias para el desarrollo
económico, político y social de la NACIÓN cubana;
sin olvidar que la transición es un proceso inter-
medio, por lo cual ha de evitarse la creación de
estructuras permanentes, que serán la responsabi-
lidad de un gobierno electo por el pueblo. No se
114 Manuel González Beceña
podrá gobernar por decretos ni se habrán de crear
infraestructuras irreversibles.
Es esencial reconocer que si el gobierno transi-
torio ha de operar bajo la constitución de 1940, no
puede este gobierno transitorio, por sí mismo, re-
formarla: pues las reformas a la constitución habrán
de efectuarse bajo los artículos 285 y 286 (presen-
tados en la página 110), los cuales requieren que las
enmiendas o cambios habrán de efectuarse por
iniciativa del pueblo a través del congreso, o por la
iniciativa misma del congreso. Por lo tanto, no se
puede enmendar la constitución sin un congreso
elegido por el pueblo. Las medidas que tome el
gobierno de transición no podrán tener el carácter
de leyes permanentes, pues necesitarán ratificarse
posteriormente por el congreso.
Estas razones, la de desmantelar el estado socia-
lista, la de no crear estructuras permanentes y el
lograrlo bajo la constitucionalidad, nos llevan a la
necesidad de crear comisiones de carácter transi-
torio, capaces de evolucionar un sistema de control
estatal hacia un sistema democrático y de libre
empresa. Las comisiones transitorias pueden ser
varias, pero son esenciales las siguientes:
1) La Comisión Nacional para el Rescate, Desa-
rrollo y Preservación de la Tierra. Objetivo: rescatar
las tierras del Monopolio Estatal creado por el
Instituto Nacional de la Reforma Agraria (INRA).
El camino hacia la democracia 115
La Comisión será la depositaria de las tierras y tra-
tará de reconciliar los artículos 87, 88, 89, 90, 91 y 24
de la Constitución de 1940, con la presente situación
y con miras al futuro.
2) La Comisión Nacional para la Reorganización
del Comercio, Industria y Servicios Profesionales.
Objetivo: traspasar todas las agencias estatales de
producción y distribución, y de servicios profesio-
nales, hacia esta entidad, y comenzar el proceso de
privatización, basándose en los siguientes artículos
de la Constitución de 1940:
Artículo 271: El Estado orientará la economía
nacional en beneficio del pueblo para asegurar a cada
individuo una existencia decorosa. Será función pri-
mordial del Estado fomentar la agricultura e in-
dustria nacionales, procurando su diversificación
como fuentes de riqueza pública y beneficio colectivo.
Artículo 73: El cubano por nacimiento tendrá en el
trabajo una participación preponderante, tanto en
el importe total de los sueldos y salarios como en las
distintas categorías de trabajo, en la forma que deter-
mine la Ley. También se extenderá la protección al
cubano naturalizado con familia nacida en el terri-
torio nacional, con preferencia sobre el naturalizado
que no se halle en esas condiciones y sobre los
extranjeros.
116 Manuel González Beceña
3) La Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Servicios Públicos y la Administración de Gobierno.
Objetivo: traspasar las agencias gubernamentales
bajo el control político del estado socialista hacia
esta comisión para reorganizarlas dentro de una
administración civil profesional.
Esta comisión definirá las diferencias entre
servicios públicos y actividades políticas estatales,
basándose en los siguientes artículos de la Cons-
titución de 1940:
Artículo 105: Son funcionarios, empleados y obreros
públicos los que, previa demostración de capacidad
y cumplimiento de los demás requisitos y formali-
dades establecidos por la Ley, sean designados por
autoridad competente para el desempeño de funciones
o servicios públicos y perciban o no sueldo o jornal
con cargo a los presupuestos del Estado, la Provincia
o el Municipio o de entidades autónomas.
Artículo 106: Los funcionarios, empleados y obreros
públicos civiles de todos los poderes del Estado, los de
la Provincia, del Municipio y de las entidades o cor-
poraciones autónomas, son servidores exclusivamente
de los intereses generales de la República y su ina-
movilidad se garantiza por esta Constitución, con
excepción de los que desempeñen cargos políticos y de
confianza.
El camino hacia la democracia 117
La inamovilidad creará el ambiente para la nece-
saria paz pública y estabilidad del gobierno.
Los miembros de estas comisiones deberán ope-
rar en el terreno, lo más rápido posible, luego que el
gobierno de transición asuma el poder, para llevarle
la confianza al pueblo. Las comisiones serán el
vínculo entre el gobierno y la población y deberán
rendir sus informes semanalmente. Las comisiones
deberán informar su recomendación, en un plazo
de 90 días.
La implementación de la Constitución de 1940,
el censo de la población, el Catastro Nacional y las
comisiones de transición le devolverán a la pobla-
ción cubana un nuevo deseo de convivir en solida-
ridad. La reconciliación será natural, espontánea.
Después de 49 años de adoctrinamiento socialis-
ta es imprescindible el resurgimiento del pensa-
miento libre. La Constitución de 1940 nos guía:
Artículo 47: La cultura, en todas sus manifesta-
ciones, constituye un interés primordial del Estado.
Son libres la investigación científica, la expresión
artística y la publicación de sus resultados, así como
la enseñanza, sin perjuicio, en cuanto a ésta, de la
inspección y reglamentación que al Estado corres-
ponda y que la Ley establezca.
118 Manuel González Beceña
Artículo 51: La enseñanza pública se constituirá en
forma orgánica, de modo que exista una adecuada
articulación y continuidad entre todos sus grados,
incluyendo el superior. El sistema oficial proveerá al
estímulo y desarrollo vocacionales, atendiendo a la
multiplicidad de las profesiones y teniendo en cuenta
las necesidades culturales y prácticas de la nación.
Toda enseñanza, pública o privada, estará inspirada
en un espíritu de cubanidad y de solidaridad humana,
tendiendo a formar en la conciencia de los educandos
el amor a la patria, a sus instituciones democráticas
y a todos los que por una y otras lucharon.
Artículo 53: La Universidad de La Habana es autó-
noma y estará gobernada de acuerdo con sus Esta-
tutos y con la Ley a que los mismos deban atempe-
rarse. El Estado contribuirá a crear el patrimonio
universitario y al sostenimiento de dicha Univer-
sidad, consignando a este último fin, en sus presu-
puestos nacionales, la cantidad que fije la Ley.
Artículo 54: Podrán crearse Universidades oficiales
o privadas y cualesquiera otras instituciones y cen-
tros de altos estudios. La Ley determinará las con-
diciones que hayan de regularlos.
Artículo 55: La enseñanza oficial será laica. Los
centros de enseñanza privada estarán sujetos a la
reglamentación e inspección del Estado; pero en todo
El camino hacia la democracia 119
caso conservarán el derecho de impartir, separada-
mente de la instrucción técnica, la educación religiosa
que deseen.
Artículo 56: En todos los centros docentes, públicos
o privados, la enseñanza de la Literatura, la Historia
y la Geografía cubanas, y de la Cívica y de la
Constitución, deberán ser impartidas por maestros
cubanos por nacimiento y mediante textos de autores
que tengan esa misma condición.
Artículo 59: Se creará un Consejo Nacional de
Educación y Cultura que, presidido por el Ministro
de Educación, estará encargado de fomentar, orientar
técnicamente o inspeccionar las actividades educati-
vas, científicas y artísticas de la Nación. Su opinión
será oída por el Congreso en todo proyecto de ley que
se relacione con materias de su competencia. Los
cargos del Consejo Nacional de Educación y Cultura
serán honoríficos y gratuitos.
Enfaticemos: hay que devolver «el espíritu de cu-
banidad y de solidaridad humana, tendiendo a for-
mar en las conciencias de los educandos el amor
a la patria, a sus instituciones democráticas y a to-
dos los que por una y otras lucharon».
Sobre el autor,
Manuel González Beceña
1959 hasta hoy Octubre 2010
122 Manuel González Beceña
Holguín, 1960. Manuel, organizador de la Liga General
Sagua. Participaron: Industria y Comercio de Holguín,
y los centrales Santa Lucía, Chaparra y Delicias. Apenas se
nota, pero las vallas anunciadoras, promovidas por el autor,
hicieron posible la construcción del pequeño estadio del
Liceo Park. Lanzando la bola inaugural, el Dr. Elósegui,
Director de Deportes de la zona. Detrás, de izquierda
a derecha: Zayas, el R.F. de Holguín, Aguilera, Paco
Cordón, Villavicencio y Manuel (que salió de Cuba en abril
de 1961).
Sobre el autor, Manuel González Beceña 123
Documento del registro de la organización Hermandad
Obrera Latino-americana (HOLA), 1972.
124 Manuel González Beceña
Proclamación de HOLA (1978), organizada por Manuel
y varios trabajadores hoteleros. HOLA apoyó la huelga que
inició en el Central Talismán Nicolás Raymond, antiguo
líder del Central Los Caños, de la zona de Guantánamo.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 125
Manuel, presentando un acto de HOLA En la foto, los
compañeros Uria, Pepe Martínez, Gustavo Fuerte, Avilio,
la Sra. Gayón y Rubén Gayón.
126 Manuel González Beceña
En el municipio de Bayamo en el exilio —calle 7 del NW
esquina 22 Ave.—, donde por gentileza de los bayameses,
celebrábamos las reuniones de la Hermandad (HOLA).
Sobre el autor, Manuel González Beceña 127
Miami, 1980. Acto del municipio de Holguín en el exilio,
presidido por el Dr. José Sera Serrano, «Pepito«. En la
foto: Urbino, (no hay dato), Sera, Manuel, el Padre
García, nieto del Mayor General Calixto García,
Nicomedes Hernández y del Cerro.
128 Manuel González Beceña
Miami, 1983. Acto del municipio de Holguín, Oriente,
Cuba, en el exilio, organizado, entre otros, por «Millo»
Ochoa, el Dr. Castaigne, Fernando Sera y Manuel. De
izquierda a derecha: Fernando Sera, Marielena Kell,
Alfredo González, Alfredo Marrero, Mario Goderich
(Presidente del municipio del Cobre), Julián Domínguez
(Presidente del municipio de Bayamo), Rodrigo Suárez
Baster, Laíto Aguilera (Presidente del municipio de
Antilla), Tudela (Presidente del municipio de
Guantánamo) y Mesa (Presidente del municipio de
Campechuela).
Sobre el autor, Manuel González Beceña 129
Manuel, junto al Representante del Congreso, Claude
Pepper y el Vicepresidente Nacional de la AFL-CIO.10 Ya
en estos años, la AFL-CIO no prestaba la ayuda a la
causa cubana como lo hacía el ex presidente George
Meany.
10 AFL-CIO, siglas de la American Federation of Labor and Congress of Industrial Organizations. (N. del E.)
130 Manuel González Beceña
Manuel, entonces Chairman del Labor Council for Latin
American Advancement (LACLA) del condado Dade,
dirigiendo la palabra en el almuerzo anual de la AFL-
CIO. A la izquierda, Jack Otero, Presidente del Concilio
y Lane Kirkland, Presidente Nacional de la AFL-CIO.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 131
A continuación, documentos nunca antes publi-
cados, que muestran la labor individual de Manuel
por la causa de la libertad de la patria y el esfuerzo
realizado por la ayuda humanitaria, sin recibir
dinero de «programas« ni asistencia de gobiernos
extranjeros.
Carné de Manuel de la Unión Sindical de Trabajadores de
Cuba Ortodoxa (1999). Lamentablemente, esta gestión no
pudo desarrollarse.
132 Manuel González Beceña
Se logró que la Cruz Roja Internacional hiciera contacto
directo con la Cruz Roja Cubana.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 133
Contacto entre la Cruz Roja Internacional y la Cubana.
134 Manuel González Beceña
El Director de la Cruz Roja Cubana contesta
positivamente. La lucha de Manuel siempre fue lograr el
envío de medicinas directamente, sin agencias
intermediarias. Sin embargo, las «agencias» comerciales
lo impidieron.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 135
A continuación, publicaciones dirigidas por Ma-
nuel: El Trabajador, El Aldabonazo y El Semáforo,
donde participaron y contribuyeron trabajadores de
nuestra comunidad. Su pensamiento está definido
con sus acciones.
En la esquina superior izquierda: «Hoteleras por Manuel
González».
136 Manuel González Beceña
Sobre el autor, Manuel González Beceña 137
HOLA prestó apoyo a la organización OMICA.11 Hoy, «La
Casa Campesina» en Homestead.
11 Siglas de Organized Migrant in Community Action. (N. del A.)
138 Manuel González Beceña
Oposición pública a las recién formadas entonces «Cumbres
Ibero-americanas».
Sobre el autor, Manuel González Beceña 139
140 Manuel González Beceña
Presentación de la tesis chibasista para una revolución
democrática. La «ortodoxia» ha sido desvirtuada
y traicionada en el «exilio» transmigratorio.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 141
En defensa de la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
142 Manuel González Beceña
En defensa de la lucha por la independencia de Cuba.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 143
Logo de United Artist and Technician Association
(UATA), que dirigía como líder indiscutible Manolo
Fernández, antiguo Presidente de los Artistas Cubanos.
Manuel ayudó a su formación cuando era organizador de la
AFL-CIO.
144 Manuel González Beceña
Manuel organizó una pequeña compañía de banquetes con
su experiencia de 15 años en el sector hotelero, junto a sus
compañeros gastronómicos que ofrecían un excelente
servicio.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 145
En las próximas páginas mostramos un breve
estudio del desenvolvimiento y desarrollo de las
tierras de cultivo en Cuba. Se encuentra en inglés ya
que se envió a Farmer’s Educational and Coope-
rative Union of America para mostrarles el control
absoluto de las tierras por el estado y nuestras ideas
para el futuro. Buscábamos apoyo internacional.
Lamentablemente nos comunicaron que Cuba esta-
ba asociada y participaba activamente dentro del
programa de desarrollo. En ese año de 1998 la sede
de la asociación se encontraba en Canadá; luego se
trasladaría a Honduras (Cuba había sido sede en
una oportunidad).
Aunque esta sinopsis merece atención, lo im-
portante es demostrar cómo Cuba ha obtenido reco-
nocimiento internacional al participar activamente
con delegaciones culturales, médicas, deportivas,
etc., dejando el sistema absolutista de gobierno para
el control interno. Manos abiertas, puños cerrados.
146 Manuel González Beceña
Estudio del desenvolvimiento y desarrollo de las tierras de
cultivo en Cuba presentado a Farmer’s Educational and
Cooperative Union of America.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 147
A continuación, la traducción de las tres páginas
mostradas en la imagen anterior:
1
DEL DESCUBRIMIENTO
A 1902
COLONIA DE ESPAÑA
DE 1902 A 1959
REPÚBLICA
DEMOCRÁTICA
(establecida el 20 de
mayo de 1902)
1) Latifundios, fincas (grandes extensiones de
tierra), de propiedad pri-
vada, fundamentalmente
por: españoles y cubanos
nativos (criollos) Uso: caña de azúcar,
tabaco, café y ganado.
2) Fincas medianas y pe-
queñas, de propiedad
privada, por españoles
y cubanos. Uso: caña de azúcar, taba-
co, café, vegetales, frutas,
ganado, productos lác-
teos, etc.
Debido a la «concentra-
ción» que ordenó el Gene-ral Weyler en 1897
1) Latifundios, fincas, de propiedad privada, por
americanos, cubanos, es-
pañoles y otros.
Uso: caña de azúcar,
tabaco, café, ganado, arroz, fibra para textiles.
2) Fincas medianas y pe-
queñas, de propiedad
privada, por cubanos,
españoles, americanos
y otros. Uso: caña de azúcar, taba-
co, frutas, vegetales, pro-
ductos lácteos, aves de
corral, etc.
En 1959 el gobierno revo-
lucionario de Castro pro-mulgó la Reforma Agraria.
148 Manuel González Beceña
durante la Guerra de In-
dependencia, los cubanos
perdieron la mayor parte
de sus tierras. Esta expro-
piación la legalizó el Tra-
tado de París, entre Esta-dos Unidos y España.
El Instituto Nacional de
Reforma Agraria (INRA)
se apropió de todas las
tierras privadas excepto
algunas fincas menores
de 5 caballerías.12 No se le dio ninguna tierra a agri-
cultores en propiedad.
A partir de 1959 las pe-
queñas fincas de propie-
dad privada se organiza-
ron en Cooperativas de Créditos y Servicios bajo
el control de la Asocia-
ción Nacional de Agricul-
tores Pequeños (ANAP),
entidad estatal.
2
De 1959 a 1975
ESTADO COMUNISTA
De 1975 a 1994
ESTADO COMUNISTA
1) «Granjas del pueblo» (antiguamente latifun-
dios), propiedad estatal.
Fincas mayores de 5 caba-
llerías.
Uso: caña de azúcar,
1) Granjas estatales, anteriormente «granjas
del pueblo», fincas
mayores de 5 caballerías,
propiedad estatal.
Uso: caña de azúcar,
12 Una caballería son 33.33 acres. (N. del A.)
Sobre el autor, Manuel González Beceña 149
arroz, tabaco, café,
ganado, fibra para
textiles.
2) Cooperativas de Cré-
ditos y Servicios (CCS).
Fincas menores de 5 caba-
llerías. De propiedad pri-
vada pero controladas
por la ANAP.
Uso: caña de azúcar, taba-co, café, frutas, vegetales,
productos lácteos, etc.
arroz, tabaco, frutas,
cítricos, ganado, fibras,
etc.
2) Cooperativas de
Producción Agropecuaria
(CPA), propiedad estatal.
Uso: caña de azúcar, taba-
co, café, maíz, vegetales,
frutas, productos lácteos,
ganado, etc.
3) Cooperativas de
Créditos y Servicios
(CCS). Fincas menores de
5 caballerías, de propie-
dad privada.
Uso: caña de azúcar, vegetales, frutas, ganado,
productos lácteos, etc.
1975.- Las «granjas del pueblo» se dividieron en:
(1) grandes fincas renombradas «granjas estatales» y (2)
fincas más pequeñas nombradas Cooperativas de
Producción Agropecuaria (CPA).
1994.- El gobierno creó las Unidades Básicas de Pro-
ducción Cooperativa (UBPC) fundamentalmente
a partir de las CPA y algunas CCS. Las UBPC se
150 Manuel González Beceña
daban en usufructo, pero se les obligaba a vender al
menos el 80% de la producción al estado a precios
fijos después de satisfacer las metas gubernamentales.
Se promulgó la Ley de Inversiones Extranjeras.
Personal militar se hizo cargo de las granjas estatales.
3
De 1995 a 1998
ESTADO FASCISTA
De 1998 hasta ahora
ESTADO FASCISTA
1) Granjas estatales con-
troladas por el estado.
2) Fincas militares,
controladas por la élite
militar, de propiedad
privada.
3) Fincas de inversores
extranjeros, como la de cítricos en Jagüey Gran-
de, provincia de Matan-
zas, operada por inverso-
res israelíes; y la de
productos lácteos Perú en
la provincia La Habana,
operada por inversores alemanes en asociación
con el estado.
1) Granjas estatales.
2) Fincas militares.
3) Fincas de inversores extranjeros.
4) Cooperativas de Pro-
ducción Agropecuaria
(CPA).
5) Unidades Básicas de
Producción Cooperativa
(UBPC). 6) Cooperativas de Cré-
ditos y Servicios.
7) Cooperativas de Pe-
queños Agricultores
Independientes. De
propiedad privada, en
busca de una economía libre de mercado.
FUTURO: SOCIEDAD
DE LIBRE MERCADO
Sobre el autor, Manuel González Beceña 151
4) Cooperativas de
Producción Agropecuaria
(CPA) de control estatal.
5) Unidades Básicas de
Producción Cooperativa
(UBPC) en usufructo,
controladas por el estado.
6) Cooperativas de Cré-
ditos y Servicios, contro-ladas por la ANAP.
Mayo de 1997.- Algunas
cooperativas CCS se
declararon indepen-
dientes y crearon la Aso-
ciación Nacional de Agricultores Indepen-
dientes Cubanos
(ANAIC).
1) Estructurar las granjas
estatales, fincas militares
y fincas de inversores
extranjeros en una Fundación Nacional de la
Tierra, para arrendar
a compañías privadas
a través de una entidad
autónoma no política,
creando una economía de
libre mercado. Considerar indemnización al antiguo
propietario privado.
2) Privatizar las CPA y las
UBPC.
3) Quitarle el control al
estado y la ANAP de las
CCS y apoyar, en sus metas hacia una econo-
mía de libre mercado,
a las cooperativas
independientes.
152 Manuel González Beceña
Contacto que se desvaneció porque el Partido Liberal de
Canadá tenía relaciones estrechas con el Partido Comunista
de Cuba.
Sobre el autor, Manuel González Beceña 153
Y desde hace unos años, un sitio en Internet reúne
a muchos holguineros: El Foro Holguinero, en el que
con mucho amor trabajan Manuel y su esposa Shari
y donde lo mismo encontramos un interesante
artículo de historia, que curiosidades de Holguín,
que fotos —antiguas y actuales— de familias hol-
guineras, que una producción artística de algún
holguinero, esté donde esté.
El Foro Holguinero, publicación de las familias
holguineras, número 1, año 2006.
154 Manuel González Beceña
www.foroholguinero.org
Año 2010… continuamos la lucha.
Cuba, siglo XXI
1996
156 Manuel González Beceña
Nuestra formación geológica e histórica.
El pueblo cubano.
Surge una perla en el mar
En la Tierra, en la era Mesozoica, durante el pe-
ríodo geológico llamado Triásico (unos 4,300 mi-
llones de años después del origen) existían dos
continentes: el boreal llamado Laurasia y el austral
llamado Gondwana. Laurasia se extendía desde lo
que hoy llamamos Canadá, Groenlandia, Europa
Cuba, siglo XXI 157
hasta todo el norte de Asia y Gondwana com-
prendía lo que hoy llamamos Suramérica, África,
Arabia, India, Australia y la Antártida. Solo dos
inmensos continentes paralelos, uno al norte y otro
en el sur, formados producto del rompimiento de
un gran continente llamado Pangea. Nuestro
archipiélago cubano no existía; en lo que sería su
futuro lugar, solo las aguas que esperaban.
En el período Jurásico, de la misma era
Mesozoica, surgen del mar tres formaciones entre
ambos continentes: la Jagua (en la actual provincia
de Pinar del Río) Quemados, (en Las Villas) y Ca-
maján en (Camagüey). En el período siguiente en la
misma era, llamado Cretácico, luego de actividades
volcánicas, estas tres formaciones primarias se
sumergen en el mar. Nuevas actividades volcáni-
cas en la época del Eoceno (período Paleógeno de la
era Cenozoica) cambian la dirección de la forma-
ción sumergida, de la original este-oeste, a la este-
sureste; surgieron a la vez otras formaciones, que
luego se sumergieron. Así en la siguiente época del
Oligoceno, se desarrolló la estructura anticlinal de
la Sierra Maestra, que fuera también sumergida. En
el vientre de los mares: La Jagua, Quemados, Ca-
maján y la Sierra Maestra, en formación Este-
Suroeste. En la época del Mioceno (período Neóge-
no), la gestación isleña llegaba a su final; de los
mares surge Cuba, la Perla de las Antillas, para
ocupar su lugar en la geografía mundial.
158 Manuel González Beceña
Durante la época del Pleistoceno, del período
Cuaternario, el archipiélago continúa su formación.
En la siguiente época del Holoceno, la Isla de Pinos
se separa de la formación original.
Cuba, sus islas y cayos, son sin dudas una for-
mación geológica independiente. Así surgió gallar-
da y airosa, premiada por la naturaleza, codiciada
por las naciones más fuertes Cuba, una perla del
mar.
Sentimientos primarios. Amor telúrico: etnia.
Cuba fue la base de paso de miles de millones de
aves migratorias y ellas nos regalaron las simientes
de nuestra —una vez— exuberante flora. Recor-
demos las palabras de Cristóbal Colón: «Es la tierra
más hermosa que ojos humanos vieron.» Ejemplos
de nuestra flora autóctona descuellan aún hoy: la
altiva palma real, símbolo nacional, y la robusta cei-
ba, rodeada de misticismo. Cómo llegaron a Cuba
las especies de su fauna, es todavía para algunos,
un misterio paleontológico. Pero lo que sí consti-
tuye una feliz realidad es que en nuestra tierra no
se procrearon especies dañinas, feroces ni veneno-
sas. Tierra noble y hospitalaria. ¿Qué ha pasado
entre nosotros los seres humanos?
Cuba, siglo XXI 159
A través de las otras islas vecinas llegaron
a Cuba sus primeros habitantes: guanajatabeyes
y siboneyes, los verdaderos descubridores de la
Isla. Otro grupo, el de los taínos, se unía a la po-
blación isleña cincuenta años antes del «descu-
brimiento» histórico y casual del Almirante Cris-
tóbal Colon, quien llamó indios a sus habitantes,
pues pensó había llegado a la India. Así, con el
nombre de indios se han quedado, gracias a la acep-
tada infalibilidad de quienes han escrito la historia.
El exterminio, genocidio de la población indí-
gena, fue iniciado en la hoguera de la inquisición
española. El crucifijo se convirtió en signo de la más
alta perversión humana. Sacrilegio y holocausto. La
aniquilación total llegó a su término bajo el sistema
de «encomiendas»; el hombre esclavizado condena-
do a morir, atado a su propia tierra, elemento fun-
damental de subsistencia. Ironía satánica: la pobla-
ción indígena, como excusa a su total exterminio, ha
sido además víctima del oprobio. Sus verdugos, los
que escribieron la historia, los acusan de vagos,
débiles y enfermizos. Pero existen dos casos, dos
nombres que han brillado sobre el oscurantismo
histórico: los caciques Guamá y Hatuey. El cacique
Guamá dio a los conquistadores, en las sierras de
Baracoa, tal ejemplo de fortaleza y valor, que el
propio gobernador de la Isla, Manuel de Rojas, tuvo
que encargarse de su persecución y muerte. Guamá
fue quizás el primer guerrillero de nuestra América.
160 Manuel González Beceña
El cacique Hatuey fue otro que se enfrentara a la
invasión del territorio; al ser puesto a morir en
la hoguera, se le ofreció la oportunidad de ir al cielo
si aceptaba el bautismo, y su pregunta fue: ¿Van los
españoles (sus verdugos) al cielo? Le contestaron
afirmativamente y su respuesta, que luego se con-
vertiría en histórica, fue: Entonces yo no quiero ir al
cielo. ¿Es acaso esta la respuesta y el entendimiento
de un salvaje? ¿O la reflexión de la más pura ino-
cencia?
Se dice que por el poblado de Yara, lugar donde
muriera el indio Hatuey, se veía en las noches una
luz que atravesaba los cielos: «la luz de Yara», que
fue tomada como el alma del cacique Hatuey que
clamaba por la libertad. El 10 de octubre de 1868 esa
luz se convierte en lucero que guía al Padre de la
Patria, Carlos Manuel de Céspedes, al grito de inde-
pendencia o muerte en el ingenio La Demajagua,
y con limpias campanadas proclama la libertad de
los esclavos negros, las nuevas víctimas de la colo-
nización española. Hatuey podía ya ascender a los
cielos.
Sí, los indígenas cubanos fueron exterminados
físicamente, pero el valor y el espíritu de Guamá
y Hatuey han quedado grabados en nuestro pueblo,
como parte de los sentimientos primarios de
nuestra etnia. La flora y la fauna inspiran ese amor
Cuba, siglo XXI 161
telúrico que nos une y del cual nacen los senti-
mientos patrióticos.
Resumen en pocas palabras: sentimientos prima-
rios, amor telúrico: etnia, la savia de la naciona-
lidad.
La nación cubana. Fundición de bronce.
En Cuba comenzó la importación de esclavos ne-
gros en 1513, antes de las gestiones humanitarias
pero tardías del Padre de las Casas a favor de la
libertad legal de los indígenas, quienes estaban
prácticamente exterminados. En realidad se nece-
sitaba mano de obra esclava para las plantaciones
azucareras y cafetaleras, y Cuba así se convirtió en
una colonia de plantaciones.
A su llegada el esclavo era calimbado, o sea,
marcado con un hierro candente en un hombro. Las
razas africanas que se escogieron fueron las más
dóciles, aquellas menos propensas a la rebeldía. En
los cargamentos de esclavos se ordenaba que la
tercera parte fueran mujeres para que contribuyera
a la proliferación del «pie de cría». Luego no había
misericordia alguna para con las madres y esposos
a los cuales se separaba brutalmente, si así convenía
a los intereses del esclavista.
Al igual que hicieron los aborígenes para es-
capar de la explotación, ahogaban a sus crías para
ahorrarles una vida de horrores, mientras que otros,
162 Manuel González Beceña
los más decididos, tomaban el monte y allí forma-
ban sus palenques. A estos últimos se les conocía
con el nombre de cimarrones.
Es esta la realidad, al igual que con los indíge-
nas, los verdugos, los que escribieron la historia,
pretendieron excusar sus acciones, llenando a la
raza negra de oprobios, tildándolos de vagos y de
faltos de inteligencia. Estas falsedades son la base
para la discriminación, que aún perdura.
Como consecuencia de la Guerra de los Diez
Años (1868-1878), la colonia, llamémosle la España
imperial, se vio forzada a dictar la ley de vientres
libres en 1870 y hasta de ofrecer la libertad a los
esclavos que se alistaran en sus filas. En 1880 no
hubo más remedio que decretar la abolición total de
la esclavitud, sin indemnización y en un término
gradual de ocho años, plazo que después tuvo que
reducirse. Además, el crecimiento manufacturero,
donde se necesita la cooperación del trabajador,
hacía obsoleta la esclavitud. Así también, la má-
quina de vapor sustituía a la mano esclava.
Aún más, el rápido crecimiento de la población
negra y el recuerdo del levantamiento negro de
1812, liderado por José Antonio Aponte, hacían
evidente el temor al peligro negro, este llamado
«peligro» fue la raíz del racismo en Cuba. Aún
existen espinas que hieren, que hacen sangrar y de-
bilitan nuestra nacionalidad.
Cuba, siglo XXI 163
Todos los hermanos Maceo, entre ellos Antonio
y José, los más conocidos, Doña Mariana Grajales
(más Doña que ninguna), Guillermón Moncada,
Quintín Banderas, Flor Crombet (banderas y flores),
Juan Gualberto Gómez (defensor de la soberanía
nacional) y más…, ciento de miles más que dejaron
de ser negros para ser cubanos. Ellos, los de des-
cendencia africana, supieron olvidar los agravios
y perdonar. Pura nobleza, tomaron el machete re-
dentor y lucharon juntos a sus hermanos blancos.
Sin ellos la independencia de Cuba no se hubiera
logrado. Ellos, los de descendencia africana, fun-
dieron en bronce la nación cubana. Fuimos uno
solo… ¿Lo somos ahora?
164 Manuel González Beceña
La democracia y el derecho natural
Al llegar a la década de 1860, en Cuba existían
cuatro grupos bien definidos, tanto por su origen
étnico, como por sus actividades económicas, polí-
ticas y sociales:
1. Los españoles o peninsulares. La clase domi-
nante que representaba el poder colonial, com-
puesta en su mayoría por la administración, el
ejército, la industria y el comercio.
2. Los criollos o blancos nativos. Este grupo tenía
dos clases: una superior económicamente, com-
puesta de terratenientes, profesionales, comercian-
tes y propietarios urbanos, y otra clase más hu-
milde compuesta de campesinos, arrendatarios,
artesanos y proletarios urbanos.
3. Los negros y mulatos libres. Campesinos al
nivel más bajo, como precaristas, aparceros, arrie-
ros, etc., así como artesanos y proletarios que
recibían salarios más bajos que los blancos.
4. Los negros esclavos en servicios domésticos
y parias infelices en las plantaciones.
La riqueza de Cuba radicaba en la fertilidad de
sus tierras y en la productividad de sus agriculto-
res. Veamos algunos datos de esta etapa del siglo XIX:
Cuba, siglo XXI 165
Habitantes 1,396,470 831,281 residían
en zonas rurales
Producto bruto
de la propiedad
Rústica:
$129,510,518
Urbana:
$22,720,057
Presupuesto de
la Isla
$32,893,220 Los propietarios
y agricultores
aportaban
$26,281,778
Los cargos fiscales se aplicaban directamente
a través de los diezmos (a la producción) y la
alcabala (sobre las ventas) e indirectamente con
cargo a las importaciones (procedentes en su
mayoría de España). La España imperial era un
gran pulpo explotador.
El por ciento de esclavos, negros y mulatos li-
bres en la población era el siguiente:
Provincia Esclavos Negros y mulatos
libres
Oriente 19.8% 32.0%
Camagüey 21.0% 15.7%
Las Villas 21.5% 14.1%
Matanzas 46.8% 5.5%
La Habana 22.2% 16.0%
Pinar del Río 30.3% 12.0%
166 Manuel González Beceña
Oriente era la más cubana de las regiones porque
en ellas existía el menor número de peninsulares,
extranjeros y esclavos, y el mayor número de crio-
llos libres de ambas razas. La demografía es ciencia
básica en los estudios políticos. Yara y Baire son
ejemplos históricos.
La España imperial también trató de establecer
en los pueblos de nuestra América una hegemonía
cultural a través del idioma y de la religión católica.
Mal han usado a Cervantes y a Jesús. Pero la hispa-
nofilia fue desapareciendo cuando los cubanos,
muchos de ellos desterrados, viajaron al extranjero.
Y así fue formándose el pensamiento político cu-
bano del siglo XIX, que basó sus conceptos y fun-
ciones en la ideología individualista cuyas raíces se
encuentran en el derecho natural. Estas ideas, en lo
religioso influyeron en el deísmo, en lo económico
en la fisiocracia y en lo político en el humani-
tarismo.
Durante la Guerra de Independencia (1895),
como consecuencia de la reconcentración del go-
bernador Valeriano Weyler, los cubanos fueron
despojados de sus tierras y además, alrededor de
200,000 personas perdieron sus vidas. La intervén-
ción de Estados Unidos desvió nuestra lucha por la
independencia en el Tratado de París, entre Estados
Cuba, siglo XXI 167
Unidos y España. En el artículo IX, el gobierno
norteamericano legalizó la citada usurpación:
Los derechos civiles y la condición política de los
habitantes naturales de los territorios aquí cedidos
a los Estados Unidos se determinarán por el Con-
greso.
La etnia cubana desaparecía, perdía su asentamien-
to. Después, la Enmienda Platt desvió los destinos
de Cuba hacia el Norte. La ley de Inmigración de
1903, con la intención de blanquear la isla, permitió
la entrada inmediata de más de 135,000 españoles
a nuestras tierras. La inmigración masiva continuó,
trajo con ella ideas libertarias, socialistas, falan-
gistas. Del norte, más ideas y pensamientos. El
capitalismo cosmopolita sustituyó a la España im-
perial, el pensamiento político martiano desapare-
ció, solo nos quedó la poesía y la prosa del Apóstol.
Teníamos patria, pero no nación.
La Revolución Socialista actuó como un borrón
sangriento a lo establecido hasta 1959. Luego de
treinta y siete años de fracasos hay que recuperar el
pensamiento martiano. Revolucionar la revolución,
una ciencia: demografía, y un concepto: el derecho
natural.
168 Manuel González Beceña
El derecho natural. Unidad física, unidad
política, unidad económica
El derecho natural: derecho a la vida
Todo pueblo tiene un origen y un destino que lo va
uniendo y lo ha de mantener unido a lo largo de un
camino que llamamos histórico. La fuerza innata
que mueve a los integrantes de ese pueblo es la
búsqueda del bienestar y la felicidad. El hombre
concibe un destino donde pueda disfrutar de los
derechos inherentes a la naturaleza humana, piensa
en una comunidad que llamamos NACIÓN, y esta se
fundamenta en el derecho a la vida, derecho na-
tural.
Se inicia el camino. El hombre, ser deambulante
buscó su asentamiento en la tierra para vivienda,
para usarla en la obtención de bienes y extracción
de riquezas naturales. Se establece así una unidad
física con el territorio; a esta unión de sus
pobladores con la tierra le llamamos país.
En la lucha por la supervivencia estos pueblos
han de organizarse para lograr su protección para
garantizar la continuidad del proceso, han de
instituir una unidad política capaz de mantener la
cohesión del grupo. Se han formado tradiciones
y costumbres, el país es ya herencia y patrimonio,
símbolos y sentimientos: ha nacido la patria. Ya la
Cuba, siglo XXI 169
agrupación humana compone un cuerpo y un alma.
Se instituye el estado como representante de esa
sociedad.
Pero la concepción de la NACIÓN no se realiza
sin la obtención del bienestar y para esto hay que
implementar las relaciones continuas y necesarias
entre el hombre y los medios de subsistencia. Hay
que establecer la unidad económica que garantice la
utilización de esos medios. La equidad y la justicia se
hacen imprescindibles; es aquí en la etapa final del
proceso de integración donde el hombre se levanta
contra el hombre.
El estado, con sus leyes orgánicas y convenció-
nales, muchas veces impide la implementación del
derecho natural, el estado contra la nación, se desva-
necen los sueños y las ilusiones. La concepción de la
NACIÓN ha sido desvirtuada. La NACIÓN no puede
implementarse sin la unidad física, la unidad polí-
tica y la unidad económica; solo esta trinidad hu-
mana puede hacer realidad los derechos inherentes
a la naturaleza humana, sin exclusiones, ni sub-
terfugios.
Hasta aquí comprendemos el origen natural de
toda agrupación humana, también entendemos que
es la lucha del hombre contra el hombre, la que de-
tiene la implementación de la NACIÓN. Claramente
esta situación no existía en las sociedades primi-
tivas, donde los medios de subsistencia eran libres
170 Manuel González Beceña
y abundantes. Hemos tratado de seguir al hombre
que, como individuo, lucha por sus derechos natu-
rales.
La proclamación de estos derechos naturales
inherentes influyó en la Declaración de Filadelfia de
1776 y en la Declaración del hombre y del ciu-
dadano de 1789 de los Estados Unidos. Estos de-
rechos naturales se titulan ahora derechos humanos,
algunos de ellos contenidos en la Declaración
Universal de los Derechos Humanos, proclamada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en
1948. Lamentablemente, las Naciones Unidas no es
más que una organización mundial de gobiernos
unidos, en muchos de los cuales no se respetan los
postulados de la organización. Sin embargo la pro-
clamación le da vigencia al derecho natural.
Quizás todos comprendemos que los derechos
humanos son derechos inalienables, pero lo que
pretendemos ignorar es que son además inherentes
a la naturaleza humana. Cada hombre que nace
buscará el asentamiento, la protección y el bienes-
tar; es la concepción universal.
Por esto el pensamiento político cubano del siglo
XIX tuvo su raíz en el derecho natural, no podría
haberse formado otro pensamiento. El pueblo cu-
bano surgía naturalmente dentro del sistema opre-
sor de la España imperial.
Cuba, siglo XXI 171
Tanto la tesis anexionista como la autonomista
negaban e impedían el proceso natural. Se iniciaba
el camino hacia la NACIÓN cubana. El pensamiento
político, el derecho natural: derecho a la vida, no
a una simple existencia.
La unidad física: base natural de todo país
Era el año 1608, el pirata francés Gilberto Girón,
que tenía su base en un lugar de las costas cubanas
que por su apellido es conocido, había secuestrado
al Fray Juan de las Cabezas Altamirano. Los vecinos
del hato de Yara se dispusieron a vengar la ofensa.
Este relato está contenido en la obra Espejo de
Paciencia,13 considerada primera obra literaria cuba-
na.
Andaba entre los nuestros diligente
Un etíope digno de alabanza,
Llamado Salvador, negro valiente,
De los que tiene Yara en su labranza,
Aquel «Oh, Salvador criollo, negro honrado», dio
muerte en combate al pirata Girón. En otras es-
trofas:
13 Escrito en 1608 por el canario Silvestre de Balboa y Troya de Quesada (1563-1649). Primer poema épico-histórico de la lite-ratura cubana. (N. del E.)
172 Manuel González Beceña
Un indio de los nuestros solamente
Murió de una herida penetrante,
Sin que hubiese más daño en nuestra gente
En victoria tan grande e importante.
En estas estrofas encontramos un gran valor his-
tórico, aquellos pobladores habían establecido una
unidad física, consideraban a aquel territorio como
suyo a pesar de las diferencias económicas y socia-
les.
En 1762 los criollos defendieron los intereses de
los españoles contra los ingleses. A los «naturales
del país», los personificó José Antonio Gómez,
quien se convertiría en figura legendaria. Pepe An-
tonio luchó por su país, no por España.
Alrededor de 1730, se suspendió la explotación
de la Real de Minas de Santiago del Prado o del
Cobre. Los negros y mulatos esclavos de la mina se
declararon libres y se fueron al monte, hasta que en
1798 el conflicto se resolvió a favor de los rebeldes.
Ellos demandaron el derecho de vivir como hom-
bres libres en su nueva tierra; establecían su país.
En 1708 la España imperial implantó el mono-
polio del tabaco en la Isla. El 21 de agosto de 1717,
al arribar el barco para conducir el tabaco a España,
500 vegueros criollos y canarios ocuparon el caserío
de Jesús del Monte, bloqueando el camino hacia La
Habana, acción que se conoce como la Sublevación
Cuba, siglo XXI 173
de los Vegueros y que ocasionó la renuncia del
Gobernador Vicente Raja. En 1723 los vegueros
tomaron de nuevo las armas y en esta ocasión
fueron reprimidos violentamente por el Capitán
General Gregorio Guazo y Calderón. Los once
prisioneros fueron ejecutados y sus cuerpos exhi-
bidos en las horcas. La brutalidad de la España
imperial se manifestaba contra sus propios hijos
y descendientes.
Los vegueros defendían el producto de sus tie-
rras. Dijo el Apóstol: «La tierra, madre de todo bien
y universal sustento.» Debemos añadir: la base
natural de la nacionalidad.
Al llegar el año 1897 y durante la Guerra de In-
dependencia, la riqueza de Cuba radicaba en la
fertilidad de sus tierras y en la productividad de
sus agricultores. La población rural era en su mayo-
ría criolla y los patriotas controlaban los campos.
El gobernador español Valeriano Weyler ordenó
la reconcentración de esa población rural en algu-
nas ciudades, verdaderos campos de concentración
que causaron alrededor de 200,000 víctimas a aque-
lla población criolla, que además, fue despojada de
sus tierras y propiedades. Esta usurpación de las
tierras fue legalizada por el artículo IX del Tratado
de París, entre España y Estados Unidos, lo cual dio
origen a los latifundios y al monocultivo de la caña
de azúcar; agonía perenne de la economía cubana.
174 Manuel González Beceña
El 20 de mayo de 1902 los cubanos recibimos
una república sin tierras, sin base natural. Se
rompía así la unidad física. La utilización de las
tierras en su mayoría quedó en manos extranjeras.
Tendríamos que restablecer el proceso natural de
asentamiento de nuestro pueblo, a través de la
recuperación de las tierras. El cubano se convirtió
de nuevo en ser deambulante.
En 1903 el General Manuel Sanguily y entonces
senador de la república denunció el enajenamiento
de las tierras; era ya tarde, poco se pudo hacer. No
obstante se realizaron esfuerzos: repartición de
realengos, la «ley de tanteo» que permitía al estado
comprar tierras en subastas, etc. El partido ABC
incluyó en su programa nacionalista la recupera-
ción de las tierras; el proceso era lento y los la-
tifundios crecían.
La Constitución de 1940 en su artículo 89, rati-
ficó la ley de tanteo y en el artículo 90, proscribió
los latifundios, indicando que la ley señalaría el
máximo de extensión de la propiedad por persona
o entidad, estableciendo además que limitaría la
adquisición y posesión de la tierra por personas
y compañías extranjeras, y adoptaría medidas que
tendieran a revertir la tierra al cubano. En el ar-
tículo 88 estableció que el subsuelo pertenece al
estado.
Cuba, siglo XXI 175
La Ley número 3 del 10 de octubre de 1958,
dictada por el alto mando del Ejército Rebelde en la
Sierra Maestra, entre otros por tanto acordó que
sería tarea del futuro gobierno de la República
dictar una ley adicional que diera cumplimiento al
artículo 90 de la Constitución de 1940. Sobre el
latifundio, en dicha ley de la Sierra, en su artículo
1°, se concedía la propiedad de la tierra a quienes
en general ocuparan lotes de cinco o menos caba-
llerías.
En la Ley de Reforma Agraria del 17 de mayo de
1959, en su artículo 1° se proscribió el latifundio,
limitando el máximo de extensión de tierra que
podía poseer una persona natural o jurídica, a 30 ca-
ballerías (402 ha); esta ley se conoce como Primera
Ley de Reforma Agraria. En octubre de 1963 se
aprobó la Segunda Ley de Reforma Agraria estable-
ciendo que las extensiones de tierra que se pose-
yeran no podían ser mayores de 5 caballerías
(67 ha).
La ley número 3 de la Sierra Maestra la pro-
mulgó un grupo de rebeldes que se oponían a la
dictadura de Fulgencio Batista. A las leyes 2da y 3ra
de la Reforma Agraria se les dio carácter de cons-
titucionalidad, bajo la ley fundamental de la
República de Cuba del 7 de febrero de 1959, de
acuerdo a lo siguiente:
176 Manuel González Beceña
El gobierno revolucionario, cumpliendo con sus
deberes para el pueblo de Cuba, interpretando la
voluntad y el sentir del mismo y ante la necesidad
inaplazable de acordar y viabilizar la legislación
adecuada para hacer posible la realización de los
hechos que impone la Revolución, haciendo uso de los
plenos poderes de que está investido, acuerda por
unanimidad aprobar, sancionar y promulgar lo si-
guiente:
Y así se instituyó la Revolución como fuente de
derecho. Se iniciaba un período de 3714 años de ar-
bitrariedades y abusos, de ilegalidad.
La reconcentración de Weyler despojó a los cu-
banos de sus tierras, luego vinieron los latifundios
y ahora la estatización de las tierras. El resultado ha
sido el mismo: durante el capitalismo, falsos con-
ceptos jurídicos mantuvieron una injusta tenencia
de la tierra y durante el socialismo, el monopolio
estatal establece un control absoluto. Ambos siste-
mas han impedido una justa utilización de la tierra,
el resultado en ambos casos: la pobreza.
Hay que recuperar las tierras que ahora usurpa
el estado socialista y entregarlas a la NACIÓN cuba-
na. Busquemos en el derecho natural lo que falsas
14 Recordamos que el autor escribió estos textos en 1996. (N. del E.)
Cuba, siglo XXI 177
teorías económicas no han logrado: la unidad física,
la base natural de todo país.
La unidad política: fragua perenne de la patria
El Real Seminario de San Carlos y San Ambrosio,
fundado en 1773, no se limitaba solo a la enseñanza
religiosa y a la preparación del sacerdocio, sino que
también, según los historiadores, en su seno se de-
sarrollaron ideas y pensamientos que alegan, con-
tribuyeron a formar la cultura y la nacionalidad
cubana. Estos historiadores también admiten que
según los reglamentos del seminario, redactado por
el Obispo Santiago de Hechavarría y Elgueza, en el
mismo no se permitía el ingreso de aquellos que no
fueran descendientes de cristianos viejos, a los que
no estuvieren limpios de mala raza como judíos,
moros, etc., a los recién convertidos al catolicismo,
a los negros y a los mestizos, a los condenados por
el Santo Oficio y a sus descendientes, así como
tampoco a los hijos de los trabajadores manuales.
Debemos concluir que solo se admitían a los cató-
licos blancos que fueran ricos o profesionales, y co-
mo consecuencia, filosofaban alrededor de los inte-
reses creados: los economistas de la clase dominan-
te y los religiosos de la Iglesia Católica. Por esto sus
ideas agonizaban entre el reformismo, el autono-
mismo y la anexión. Ignoraban los sentimientos de
178 Manuel González Beceña
un pueblo que nacía fuera de los muros del Se-
minario.
Los que escribieron la historia para tratar de
probar el espíritu liberal del Seminario, citan el
hecho de que en su seno surgieron, entre otros, José
Agustín Caballero y de la Barrera (1762-1835), Félix
Varela y Morales (1853-1899) y José Antonio Saco
(1797-1879).
Pues bien, el Padre Caballero redactó un pro-
yecto sobre autonomismo para presentarlo en las
Cortes Españolas en 1812. En dicho proyecto se
establecía un consejo que designarían junto con el
Capitán General, que era español. El Padre Félix
Varela presentó el llamado Proyecto de Instrucción
para el gobierno económico-político de las Provin-
cias de Ultramar en las Cortes Españolas, el 15 de
febrero de 1823. El proyecto se componía de un
preámbulo y de 189 artículos divididos en tres
títulos.
José Antonio Saco fue un reformista de carácter
anexionista; muchos anexionistas deseaban mante-
ner la esclavitud. Durante la misma época también
presentó su proyecto autonomista Francisco de
Arango y Parreño (1765-1837), que representaba las
ideas de cubanos distinguidos de la cultura y la
economía.
Sin duda que las ideas y pensamientos del Se-
minario de San Carlos se enfrentaban a la férrea
Cuba, siglo XXI 179
línea colonialista de la España imperial, lo cual fue
formando un concepto de lo criollo y hasta de lo
patriótico, pero ellos nunca tuvieron una visión de
la NACIÓN cubana. Pensando en aquella época trata-
mos de comprender a los padres Caballero y Vare-
la, pero no debemos admitir la mistificación de sus
ideas para establecer hegemonías eclesiásticas. No
necesitamos divisiones religiosas en la lucha contra
la dictadura castrista.
En marzo de 1869 y a solo cinco meses de ini-
ciada la Guerra de los Diez Años, el Gobierno de la
República de Cuba en Armas envió a José Morales
Lemus como su enviado especial ante el gobierno
de Estados Unidos. Morales Lemus se entrevistó
con el presidente norteamericano Ulysses S. Grant.
Un mes después, la Cámara de Representantes, con
una votación de 98 a 24, le otorgaba al presidente
Grant el poder para reconocer la soberanía e inde-
pendencia de Cuba. Sí, cubanos, muy pronto co-
menzamos el penoso cabildeo. En aquel entonces
los Estados Unidos comenzaron gestiones diplo-
máticas con España, se le ofreció $100 millones
como indemnización si reconocían la independen-
cia de Cuba.
En la época presente conocemos entrevistas de
ex presidente Bill Clinton con el ex primer ministro
español Felipe González sobre el problema de Cu-
ba. España ha iniciado una nueva colonización de
180 Manuel González Beceña
Cuba, a la cual llamamos inversiones, y no lo du-
den, en el futuro se hablará de indemnizaciones.
Cuando se inició la Guerra de Independencia en
1895, bajo la presidencia de Grover Cleveland, se
reiniciaron las gestiones diplomáticas con España.
El imperio español respondió que gastarían hasta el
último centavo y el último hombre para mantener
a Cuba. Esta misma arrogancia aún los mantiene
soñando con Iberoamérica. Los cubanos no necesi-
tamos intermediarios.
El 15 de febrero de 1898 explotó —o explota-
ron— en la bahía de La Habana el acorazado Maine.
El 18 de abril, una resolución conjunta de la cámara
y el senado de Estados Unidos, proclamó en su
artículo 1 que el pueblo de la Isla de Cuba es y por
derecho debe ser libre e independiente; en el ar-
tículo III, el congreso otorgaba al entonces presi-
dente William McKinley, la autoridad de usar la
fuerza militar para implementar la resolución con-
junta. Se iniciaba la guerra hispano-americana. Las
consecuencias son bien conocidas, las causas nece-
sitan un estudio especial.
La resolución conjunta, aparte de la explosión
del Maine, fue el resultado del cabildeo de la Junta
Cubana de Nueva York, presidida por Tomás Es-
trada Palma (1835-1908). La Junta emitió, en bonos,
$37,500,000 (no todos fueron vendidos) para sufra-
gar los gastos del cabildeo, pagaderos en una futura
Cuba, siglo XXI 181
República de Cuba. El asesor legal de la Junta era el
abogado Horatio S. Rubens, la operación financiera
estuvo bajo la dirección del banquero de Wall Street
Samuel M. Janney, el contacto y propulsor de las
gestiones de la Junta Cubana en el Congreso era el
senador Henry Teller, de Colorado.
Según la historia, el senador Teller fue el que
introdujo la cláusula IV de la resolución conjunta,
donde se establecía que los Estados Unidos no
tenían la intención de ejercer soberanía, jurisdicción
ni control sobre Cuba, excepto para lograr su pa-
cificación. Esta cláusula tuvo muy malos resul-
tados pues le dio base a parte del contenido de la
Enmienda Platt, que insertaron como apéndice en la
Constitución de 1901. El artículo 3 establece:
Que el Gobierno de Cuba consiente que los Estados
Unidos puedan ejercitar el derecho de intervenir para
la conservación de la independencia cubana, el
mantenimiento de un gobierno adecuado para la
protección de vidas, propiedad y libertad individual
y para cumplir las obligaciones que con respecto
a Cuba han sido impuestas a los Estados Unidos por
el Tratado de París y que deben ahora ser asumidas
y cumplidas por el gobierno de Cuba.
Don Tomas Estrada Palma, presidente de la Junta
Cubana, luego como presidente de la República de
182 Manuel González Beceña
Cuba, pidió la intervención de Estados Unidos en
1906. No debemos pasar por alto que la Resolución
Conjunta debió incluir una cláusula donde se reco-
nociera al gobierno de la República de Cuba en
Armas, como el verdadero y legal gobierno de la
Isla, cláusula propuesta por la Junta Cubana y el
senador Teller. Sin embargo, el presidente Mc-
Kinley amenazó con vetar la resolución completa si
se incluía la citada cláusula. Esta exclusión hizo
posible que los Estados Unidos negociaran el Tra-
tado de París, en cuanto a Cuba, directamente con
España, excluyendo a los cubanos.
En el artículo IX del Tratado de París se lega-
lizaba la usurpación de las tierras de los cubanos
por la España imperial, durante la reconcentración
de Weyler. Este fue el resultado del cabildeo ini-
ciado en 1869. Más de un siglo después persistimos
en el mismo error. Una NACIÓN no se forma en los
salones de gobiernos extranjeros. El 20 de mayo de
1902, recibimos una república enmendada y sin
tierras. ¿Qué se intenta entregarnos ahora?
Después de años de lucha contra los extranjeros
y contra nosotros mismos, los sueños parecían ha-
cerse realidad: promulgamos nuestra propia Cons-
titución de 1940. El 10 de marzo de 1952, de 2:40
a 3:46 de la madrugada transcurrieron 66 minutos,
minutos fatídicos que cambiaron el destino de Cu-
ba. El 1° de enero de 1959, Cuba comienza a girar
Cuba, siglo XXI 183
como satélite de la Unión Soviética; la sovieti-
zación de Cuba dejaría hondas huellas en nuestro
pueblo; la anemia espiritual corroe el alma nacional
cubana.
En el transcurso de más de 37 años se ha for-
mado en los Estados Unidos lo que sus mismos
integrantes llaman «la comunidad cubano-america-
na», producto de la adaptación de un original
exilio. El origen allá y el destino aquí. Surge un
pensamiento para la convivencia interior y la con-
vivencia económica: la dualidad política. Tratan de
distorsionar conceptos, dan señales equívocas, tra-
tan de desviar el camino histórico cubano hacia sus
propios horizontes. Así, han llegado a promulgar la
Ley Torricelli-Graham en 1992 y después la Ley
Helmes Burton en 1996, buscando soluciones para
Cuba, bajo las leyes de su nuevo país, los Estados
Unidos. Los más ambiciosos preparan la invasión
política y económica de Cuba, reclaman una nueva
declaración conjunta; volver al 1902 o algo peor.
Existe otro grupo desviado que regresa a la
época colonial, sus pensamientos divagan alrededor
del Real Seminario de San Carlos, constituyen una
élite religiosa-cultural, sufren intensamente de his-
panofilia, virus que enferma nuestra nacionalidad.
Callan y tratan de ocultar la ayuda masiva de
España al régimen castrista. Su lealtad a Cuba es
184 Manuel González Beceña
secundaria, se atan a raíces ya podridas y también
a las pesetas.
La recuperación de las tierras. La Constitucionalidad Colonialismo, autonomismo: «plattismo», intervén-
ción, anexión, sovietización, internacionalización. Caminos extranjerizantes, negación a nuestro pro-pio destino. Los habitantes de todo país se van integrando naturalmente en busca de la protección mutua; para mantener la necesaria cohesión van formando la unidad política: pueblo–sociedad–estado. Se va construyendo una fragua donde se consolidan los sentimientos y pensamientos de ese pueblo, esa herencia espiritual que llamamos patria.
El pueblo cubano, «los criollos», se fueron inte-grando dentro de la colonia, la independencia era inevitable, era el único camino. Y es el único ca-mino.
La unidad política —pueblo-sociedad-estado—, es proceso natural, pero puede romperse, desviarse o detenerse, si se alteran o se prostituyen algunos de los factores: el pueblo, la sociedad o el estado. Se
puede marginar parte del pueblo y crear una so-ciedad injusta, pero indefectiblemente se producirá una revolución o una ruptura.
Cuba, siglo XXI 185
Un estado totalitario puede romper la cohesión
y convertir al pueblo en masa, y hasta formar una
nueva clase, pero cuando resurja la conciencia na-
cional, serán barridos. Se puede alterar la compo-
sición misma del pueblo con inmigraciones masivas,
como la española luego de la independencia. Todo
esto los cubanos lo hemos sufrido… lo estamos su-
friendo.
Sin embargo, en el presente hay métodos más
sutiles que responden al planeamiento de un nuevo
orden mundial. Se prostituye el concepto de patria,
se instituye la dualidad política y el antiguo país se
convierte en un campo para inversiones y aventu-
ras políticas. La infraestructura controlará al estado.
Nuestra respuesta: reintegrarnos a nuestro pue-
blo, el de allá, el único, total y permanentemente
con el pensamiento de una sociedad cubana y de-
mocrática, nada de leyes extranjeras que nos im-
pongan requisitos. El camino pueblo-sociedad-
estado hay que renovarlo para lograr la unidad
política: fragua perenne de la patria.
Análisis retrospectivo
En los capítulos anteriores hemos señalado:
Que la Isla de Cuba es una formación geo-
lógica independiente, premiada por la naturaleza
y codiciada por las naciones más poderosas.
186 Manuel González Beceña
Ejemplos históricos: la colonización española, la
intervención de los Estados Unidos y la sovieti-
zación de la extinta URSS. El mantener la soberanía
nacional es primordial.
Que a pesar de la exterminación de la po-
blación indígena, los espíritus de los caciques Gua-
má y Hatuey en su lucha por defender su territorio,
han dejado huellas indelebles en nuestra historia,
formando parte integral de nuestra etnia; lo nues-
tro.
Que los esclavos africanos, al huir a los mon-
tes y formar los palenques, establecieron en prin-
cipio los primeros territorios libres contra la colo-
nización, y que esos africanos dejaron de ser negros
para ser cubanos, fundiendo nuestra nación en bron-
ce. Cuba constituye una cultura autóctona, pues
criollos y esclavos se abrazaron en la cubanidad
y no en la hispanidad.
Que como consecuencia de la reconcentra-
ción del gobernador español Valeriano Weyler, los
cubanos fueron despojados de sus tierras y que
como resultado de la intervención armada de los
Estados Unidos, en el artículo IX del Tratado de
París, se legalizó esa usurpación, repartiéndose
España y Estados Unidos nuestras tierras y nuestras
industrias y comercios. De este modo se formaron
los latifundios y se inició nuestra dependencia al
Cuba, siglo XXI 187
monocultivo de la caña de azúcar, agonía econó-
mica que aún persiste. La independencia económica
es esencial.
Que las medidas represivas de la España
imperial contra la población criolla hacen que surja
espontáneamente dentro de la colonia una nueva
NACIÓN. Los cubanos basaron sus aspiraciones en el
derecho natural, no en conceptos jurídicos ni teorías
económicas.
Que el cubano buscó su unidad física con la
Isla, independientemente del imperio español, que
luchó por crear su propio gobierno buscando la
unidad política: pueblo-sociedad-estado, alejada del
autonomismo y de la anexión. Por sobre todo, el
cubano comprendió que el bienestar y la felicidad
del pueblo cubano solo se lograrían estableciendo
una unidad económica que permitiera una justa
utilización de las tierras y sus recursos naturales.
Cuba inició sin duda el camino histórico: país,
patria, NACIÓN.
Que desde el mismo comienzo de las luchas
independentistas, los cubanos han buscado la cons-
titucionalidad: Guáimaro, Jimaguayú, La Yaya y fi-
nalmente la Constitución de 1940 que vino a plasmar
las ansias de nuestro pueblo, a través de un estado
de derecho, que buscara la concordia nacional y la
paz pública. Lamentablemente, la Constitución de
188 Manuel González Beceña
1940 fue violada, prostituida y finalmente suplan-
tada. Con ella se fueron los sueños de una república
libre e independiente. El camino hacia la NACIÓN
cubana ha quedado interrumpido. Así estamos en
1996.
Dos errores históricos fundamentales
Históricamente los cubanos hemos aceptado o co-
metido dos errores fundamentales: tener un falso
concepto de NACIÓN y una injusta tenencia de la
tierra.
En cuanto a la NACIÓN, confundimos al estado,
que es organización política, con la NACIÓN que es
comunidad humana. Hace poco hemos leído de un
ilustre jurista cubano, que la NACIÓN se integra
políticamente en el estado. Por favor… es este el
mismo concepto de los comunistas, donde el estado
absolutista devora, engulle a la NACIÓN. Así tam-
bién en la prensa de Miami, otro cubano —este
poeta e intelectual—, manifestaba que «la NACIÓN
es un concepto jurídico» y no económico, entonces
eso quiere decir que podríamos formar una NACIÓN
en un bufete de abogados y el pueblo, que se muera
de hambre y necesidad.
Otros confunden la NACIÓN con la patria, que es el lugar donde se nace, o con el país, que es el lugar donde se habita. Existen otros que se han asentado
Cuba, siglo XXI 189
en estas tierras y se atreven a hablar de «dos patrias», algo incluso peor. Los que se han fundido en esta nueva NACIÓN y nos tratan de vender la teoría de dos países y una NACIÓN, se basan en el capitalismo cosmopolita, que pretende ignorar fronteras para establecer el nuevo orden mundial.
Recordemos con amargura que muchos de los
criollos no lucharon por la independencia, sino por
la autonomía que les permitiera mantener privile-
gios económicos, y entre ellos, muchos esclavistas
que abogan por la anexión a los Estados Unidos.
Así también se desarrolló una élite cultural e inte-
lectual, ilustres que ataban sus ombligos a la madre
patria, impidiendo el desarrollo de nuestra nació-
nalidad; la hispanofilia es aún un virus persistente.
Algunos confunden la observancia de tradiciones
con la identidad nacional.
Todas estas desviaciones, confusiones y conve-
niencias han contribuido a la gran traición: la en-
trega de nuestra patria a los intereses del comu-
nismo internacional y a la explotación de nuestro
pueblo por los intereses extranjeros. El cubano es
hoy un paria en su propia tierra. Lamentablemente
se pretende cambiar de amo y mantener a Cuba
esclava.
En el presente se da un fenómeno sui generis:
a causa de la institucionalización del exilio, la eco-
logía humana ha producido un ser político-econó-
mico que piensa con dos cabezas, un ser bicéfalo.
190 Manuel González Beceña
Un ser con doble visión, digamos, doble ambición:
obtener y mantener posiciones políticas e inversio-
nes financieras en los Estados Unidos y también en
una futura Cuba democrática. Para ello han creado
legislaciones que sirven de puente, de influencia: la
Ley Torricelli y la Ley Helms-Burton, tendencias
extranjerizantes, «plattistas». La doble nacionalidad
ha de ser impuesta, a continuación la invasión po-
lítica y económica de la Isla, control de los medios
de comunicaciones y una economía de depen-
dencia, una economía de «pesebre». Así la dualidad
política conducirá a la anexión. Traición.
Aún hoy, algunos se inspiran en la nostalgia cultural hacia la madre patria; otros desean fun-dirse al coloso del Norte y se autodenominan Cuban-Americans; allá en Cuba entregan la Isla al mejor postor. Por si todo esto fuera poco, algunos desvirtúan y prostituyen nuestras reservas naciona-listas y les hacen reverencias a Hitler, Mussolini, Franco y a José Antonio Primo de Rivera; se han convertido en nacionaliztas (con «z»); coquetean con el Ku Klux Klan, dividen racialmente a nuestro pueblo; sustituyen la estrella solitaria por la svás-tica, se inspiran en la violencia. En el otro extremo los pacifistas se inspiran en Mahatma Gandhi y Martin Luther King.
Martí y Maceo se recuerdan en los días de sus muertes, se sepultan cada año más hondo. El con-cepto de la NACIÓN se presenta vago, confuso, el
Cuba, siglo XXI 191
objetivo fundamental para la lucha, Cuba y la felicidad de nuestro pueblo, se ha desvirtuado. Nos dispersamos confundidos. La diáspora ideológica quizás es irreversible. Se comete el genocidio políti-co e intelectual, impunemente. Nuestro pueblo va desapareciendo, la etnia cubana se va diluyendo, se pierde.
En las calles de Miami, en la radio y en la televisión se escuchan arengas patrioteras, mientras se incita a jurar otras banderas. La campaña One Nation, una NACIÓN: los Estados Unidos de Améri-ca. Cuba postergada a un plano de conveniencia política. «Salgan a votar.» Allá en nuestra tierra gritan: ¡Que Viva la Revolución! , ¡Patria o Muerte! La que muere, la que agoniza, es Cuba. Se ha perdido la unidad física, la unidad política y la unidad económica, y sin esas relaciones se va per-diendo la gran concepción de la NACIÓN. Salvemos a Cuba que es cual nave al garete, rescatémosla y naveguemos abrazados a ella, hacia el futuro, sin desviaciones.
En cuanto a una injusta tenencia de las tierras: La NACIÓN es la máxima concepción del hombre como ser pensante pues determina su propia huma-nización. La concepción, como pensamiento es-pontáneo que en su inicio, aun sin un claro entendimiento, sí responde a una representación discursiva y conexa. Hombre como especie huma-na, sin diferencias de sexo, raza, color ni religión.
192 Manuel González Beceña
Así el principio, cuando aquel ser deambulante, sin rumbo, piensa en sí mismo, en los suyos y com-prende que ha de seguir pautas, que ha de buscar una estabilidad y decide encontrar en la tierra su asentamiento, es esta la primera unión de este ser (que ya reflexiona) con el mundo material que lo sustenta. En esta concepción universal que se re-
pite, que se manifiesta en cada hombre que nace; el hombre buscará su integración, su asentamiento en la tierra, es instinto, es ley natural. Sin embargo, el hombre que ya se ha establecido, que se ha posesionado de la tierra, impedirá este proceso natural con la creación de leyes orgánicas que le preserven sus privilegios.
Decimos que la nación es integración a un des-tino común, a través del establecimiento continuo de las relaciones necesarias para que el hombre universal como ciudadano pueda lograr su emanci-pación. Es por estos conceptos naturales que una injusta tenencia de la tierra impide no solo la emancipación del hombre, sino que también hace imposible la implementación de la NACIÓN, que ha de ser por sobre todo, comunidad humana. La de-cisión es clara: existimos como NACIÓN o viviremos en constante zozobra, hasta desaparecer finalmente como pueblo.
A ciencia cierta, Cuba no podía ser NACIÓN mientras formara parte física del imperio español y la exportación de los productos de la tierra fuera
Cuba, siglo XXI 193
controlada; a Cuba se le arrebató, al nacer como república, toda posibilidad de ser NACIÓN cuando sus tierras fueron usurpadas por la reconcentración de Weyler. Cuba no podía ser NACIÓN mientras los extranjeros controlaban o poseían nuestras tierras y se nos imponía el monocultivo azucarero. Cuba no pudo realizarse como NACIÓN mientras unas pocas manos ya cubanas establecían y mantenían los latifundios, en medio de la pobreza; Cuba no puede hoy ser NACIÓN, mientras el estado socialista niegue a nuestro pueblo una justa utilización de las tierras y se las entregue al extranjero. La expe-riencia, la dura realidad, nos señala que la pobreza, bajo el sistema colonial, el sistema capitalista y el sistema socialista ha tenido el mismo origen: el control de las tierras por sistemas que han impe-dido el proceso natural de integración y una justa utilización de las mismas.
Todos sabemos que en el presente, si a los cubanos se les entregan tierras para ser cultivadas libremente, la pobreza desaparecería en pocos me-ses. Es el embargo a las tierras cubanas por el régimen comunista lo que ocasiona la pobreza, es la Ley de Reforma Agraria la que ahoga a nuestro pueblo y lo mantiene en cadenas, no las leyes extranjeras.
Por cuanto: en este largo y penoso camino he-
mos podido comprobar que no puede implemen-
tarse la NACIÓN sin una justa tenencia de las tierras.
194 Manuel González Beceña
Por cuanto: sin una justa tenencia de las tierras
la NACIÓN, al carecer de una unidad física y unidad
económica, es pura fantasía.
Por tanto: dejemos de soñar o de permitir que
nos engañen. La NACIÓN es comunidad humana:
una justa tenencia de las tierras es derecho natural.
Periplo, peripecias y consecuencias. Pautas
para la lucha.
Esta es la tierra más hermosa
que ojos humanos vieron.
CRISTÓBAL COLÓN
Colonización. Inquisición. La hoguera. Las encom-
iendas. Genocidio. La Trata. Esclavitud. El cima-
rrón. Los Palenques. La Iglesia. El Seminario. El
«Grupo Ilustrado». La Hispanofilia. El autono-
mismo. La anexión. Las Logias. «Independencia
o Muerte». Los voluntarios. El Cabildeo. Washing-
ton. La Junta Cubana de Nueva York. Los Bonos de
la República. Wall Street. La reconcentración. El
Maine. La Resolución Conjunta. La Intervención.
El Tratado de París. The USA Envoy. La Enmienda
Platt. La Constitución de 1901. La Ley de Inmi-
gración. El Tratado de Reciprocidad. La República
enmendada sin tierras.
Cuba, siglo XXI 195
La Guerrita de 1906. La Segunda Intervención. La Guerrita de los negros. «El chacal de Oriente». Los Latifundios. El monocultivo. La cuota. El anar-co-sindicalismo. Tumba la caña, que ahí viene Me-nocal sonando el cuero. El Tiburón se baña pero salpica. La Chambelona. El asno con garras. Las Po-rras. El 12 de agosto. El 4 de septiembre. Los sar-gentos. El directorio. La Pentarquía. El Gobierno Revolucionario. El Partido. King Kong que se vaya Ramón. El Nacional. Atarés. De sargento a coronel. Batista Presidente, Pedraza Coronel y Grau de lim-piabotas en la puerta del Cuartel. El Palmacristi. Las cartillas. Los Patronatos. The USA Embassy. La Constitución de 1940, la esperanza de un pueblo.
La jornada gloriosa. El tercer piso. Hay dulce para todos. Las botellas. El nepotismo. El peculado. El Baga. El brillante del capitolio. Vergüenza contra dinero. La causa 82. ¡Qué desparpajo señores! El último aldabonazo. El golpe. Los estatutos. El Pacto de Montreal. El Moncada. Los esbirros. El 26 de julio. El Granma. La Sierra Maestra. El Pacto de Caracas. «Patria o Muerte». Las fuerzas desarmadas de Cuba. La revolución, la gran estafa.
Paredón. ¡Se ñamaba! Elecciones: ¿para qué? La Reforma Agraria. Las confiscaciones. La estatiza-ción. El embargo. La resistencia. La clandestinidad. El Escambray. La CIA. Bahía de Cochinos. La trai-ción. El canje. La crisis de los cohetes.
196 Manuel González Beceña
El Pacto Kennedy-Kruschev. La entrega. Cuba satélite, brazo armado. El éxodo. La Tricontinental. Los No Alineados. Venceremos. El caballo. Cama-rioca. El Mariel. Las bases soviéticas. La comuni-dad. Los viajes familiares. El diálogo. La reunifi-cación familiar. El Muro de Berlín. El nuevo orden mundial. Las Cumbres Iberoamericanas. La Ley
Torricelli. Los paquetes. La dolarización. Las inver-siones. La disidencia. Los derechos humanos. La ONU. La NACIÓN y la inmigración. Guantánamo. La Sección de Intereses. El Pacto Migratorio. Puerto Cabañas. Washington-Madrid-La Unión Europea. Juraguá-Lourdes-Cienfuegos. La resistencia pasiva. La dualidad política. Dos países y una NACIÓN. El colapso económico. El colapso cardiaco. El Malecón. Las Avispas Negras. El concilio. Paredón en los cielos. La Ley Helms-Burton. Cuba (David) contra EE.UU. (Goliat). Ginebra. La OEA. El foro de Sao Paulo. La internacionalización, la estrategia de la dictadura.
Estas consecuencias históricas: una república sin tierras, la suplantación de la Constitución de 1940, una Revolución que ha resultado una estafa y la negativa internacionalización de la lucha, apuntan nuestros errores, pero al mismo tiempo nos señalan pautas, para la lucha, entre otras cosas: la recu-peración de las tierras, la restitución de la Cons-titución de 1940.
Cuba, siglo XXI 197
Revolucionar la revolución y nacionalizar la oposición a la dictadura.
La Constitución de 1940. Cronología, presente
y futuro
Alrededor del año 1825, Joaquín Infante, abogado
bayamés, escribió el proyecto para la primera
Constitución de Cuba que constaba de cien artícu-
los. Fue en realidad una serie de demandas de la
colonia al imperio español, entre ellas: libertad de
prensa, derechos domiciliarios y separación de po-
deres; sin embargo, en ella se permitía la esclavitud.
Existieron también proyectos autonomistas del
Padre Caballero (1811) y del Padre Varela (1823).
Se buscaba un estado de reconocimiento para la Isla. Ya en el plano insurreccional, se escribieron la Constitución de Narciso López (1851) y la del Ave María (1858). En plena manigua se redactaron
198 Manuel González Beceña
las Constituciones de Guáimaro (1869), la de Ba-raguá (1878), la de Jimaguayú (1895) y la de La Yaya (1897). Históricamente los cubanos hemos buscado la constitucionalidad, el estado de derecho.
Al terminar la Guerra de Independencia entre Es-paña y Cuba y a través de una Asamblea Nacional, se aprobó la Constitución de 1901, bajo la intervención
de los Estados Unidos; en esta Constitución de 1901, se incluyó un apéndice, que reconoce la En-mienda Platt, en que se le otorga el derecho a los Estados Unidos a intervenir en la nueva república. Nacimos con apendicitis aguda, imposibilitados, afectados.
En 1928 se hacen reformas a la Constitución de
1901, con la intención de extender el período pre-
sidencial. El gobierno es derrocado y se redactan
sucesivamente, los Estatutos del Gobierno Provisio-
nal de 1933 y la Ley Constitucional de 1934; la
Enmienda Platt es abolida. Cuba comienza a respi-
rar libremente. Se redactan unas Disposiciones
Constitucionales para el régimen provisional de
1935. Finalmente se redacta, por la voluntad del
pueblo libre de Cuba, la Constitución de 1940. En el
porvenir: la NACIÓN cubana.
El 10 de marzo de 1952, el golpe militar; sesenta
y seis minutos fatídicos que cambiaron los destinos
de Cuba. Se redactaron los Estatutos Constitucio-
nales de 1952, llamados Estatutos del Viernes de
Cuba, siglo XXI 199
Dolores. La Constitución de 1940 es sacrificada,
muerta y sepultada; aún esperamos ese gran Do-
mingo de Resurrección.
El 7 de febrero de 1959 un nuevo gobierno
aprueba la Ley Fundamental de la República de Cu-
ba. La Revolución se establece como fuente de de-
recho, a la basura la prometida Constitución de
1940, esa la dejaron en la Sierra Maestra. Se aprue-
ban Leyes de Reforma Agraria y Reforma Urbana.
Se establece de hecho un estado socialista. En 1976
se proclama una Constitución Socialista sin haberse
efectuado elecciones libres. ¿Elecciones para qué?
Relincho para sumisión total. Casi dos siglos de
lucha para emerger como NACIÓN y cada vez nos
sumergimos más. Volvamos a lo básico, a lo nues-
tro, a la Constitución de 1940, fuente de derecho,
puente de salvación, de transición y de reconci-
liación.
Hemos presentado la cronología de la lucha por
la constitucionalidad. Apelamos a la historia. Otros
en estas tierras del destierro apelan a las historietas,
dicen: la Constitución de 1940 es vieja, y les res-
pondemos que algunos de ellos son más viejos que
la Constitución y que muchos de ellos han jurado
otra Constitución aún más vieja, proclamada en
1789. Otra historieta cuenta: «Nosotros la hicimos,
la conocemos mejor que nadie». Señores, hay
autores que no saben interpretar sus propias obras,
200 Manuel González Beceña
además ninguno de estos sobrevivientes fueron
redactores, solo firmantes. No olvidemos tampoco
que la esterilidad de la intelectualidad, con los años,
suele convertirse en chochera. Debemos agregar
que muchos de estos personajes de la política si-
lente violaron la Constitución, sufren de complejos
y no van a declararse reos de un delito de lesa
patria. La intransigencia los ha momificado. No son
peligrosos. El ataque más sutil a la Constitución de
1940 viene de aquellos que pretenden apoyarla,
pero… «con modificaciones»; desean prostituirla,
antes que emerja. Disertan: «Estos artículos sí,
aquellos no.» La desmenuzan, la hacen trizas, la
empequeñecen. Detrás de estas historietas, detrás
de bambalinas, están los directores, ellos tiene sus
«constitución» redactada; solo esperan el momento.
La ocultan. ¿Cómo piensan gobernar? ¿Por decre-
tos? ¿Qué planes tienen?, ¿economía de pesebre?,
¿anexión? Son evasivos, recurren, se escurren;
murmuran; una Constitución pequeña, una «Cons-
tituyente». Directores: ¡pongan las cartas sobre la
mesa!
Del otro lado allá en nuestra patria, tenemos el
estado socialista, con su Constitución de 1976. Los
resultados son evidentes, una constitución que no
implementa un estado de derecho, sino un estado
absolutista, un estado de fuerza no debe ser consi-
derado como tal. Pero al menos, ellos allá han
Cuba, siglo XXI 201
puesto las cartas sobre la mesa. Nuestras cartas son
cartas de libertad, no cartas marcadas, nuestras
cartas son los 286 artículos de la Constitución de
1940.
Como prueba fehaciente de la actualidad de la Constitución de 1940, presentamos varios artículos de esta y su aplicación para resolver la presente problemática cubana:
Artículo 29: Todo el que se encuentre detenido o pre-
so fuera de los casos o sin las formalidades y ga-
rantías que prevean la Constitución y las leyes, será
puesto en libertad, a petición suya o de cualquier otra
persona, sin necesidad de poder ni de dirección
letrada, mediante un sumarísimo procedimiento de ha-
beas corpus ante los Tribunales ordinarios de Justicia.
[Libertad para los presos políticos.]
Artículo 30: Toda persona podrá entrar y permanecer
en el territorio nacional, salir de él, trasladarse de un
lugar a otro y mudar de residencia, sin necesidad de
carta de seguridad, pasaporte u otro requisito seme-
jante, salvo los que se dispongan en las leyes sobre
inmigración y las atribuciones de la autoridad en caso
de responsabilidad criminal. A nadie se obligará
a mudar de domicilio o residencia sino por mandato
de autoridad judicial y en casos y con los requisitos
que la Ley señale. Ningún cubano podrá ser expatria-
do ni se le prohibirá la entrada en el territorio de la
202 Manuel González Beceña
República. [Los cubanos podrán ingresar a Cuba
libremente; y nadie podrá ser desalojado arbitra-
riamente de su residencia.]
Artículo 32: Es inviolable el secreto de la corres-
pondencia y demás documentos privados, y ni aquella
ni estos podrán ser ocupados ni examinados sino
a virtud de auto fundado de juez competente y por los
funcionarios o agentes oficiales. En todo caso, se
guardará secreto respecto de los extremos ajenos al
asunto que motivare la ocupación o examen. En los
mismos términos se declara inviolable el secreto de la
comunicación telegráfica, telefónica y cablegráfica.
[Se reprimen todos los organismos estatales de
vigilancia y represión.]
Artículo 33: Toda persona podrá, sin sujeción a cen-
sura previa, emitir libremente su pensamiento de
palabra, por escrito o por cualquier otro medio grafico
u oral de expresión, utilizando para ello cualesquiera
o todos los procedimientos de difusión disponibles.
[Libertad absoluta de prensa.]
Artículo 37: Los habitantes de la República tienen el de-
recho de reunirse pacíficamente y sin armas, y el
desfilar y asociarse para todos los fines lícitos de la
vida, conforme a las normas legales correspondientes,
sin más limitación que la indispensable para asegurar
Cuba, siglo XXI 203
el orden público. [Libertad de asociación.] Es ilícita
la formación y existencia de organizaciones políticas
contrarias al régimen de gobierno representativo
democrático de la República, o que atenten contra la
plenitud de la soberanía nacional. [Ideologías
dictatoriales o extranjerizantes.]
Estos artículos 29, 30, 32 y 37, garantizan derechos
individuales que establecen la concordia y la paz
pública. La sabiduría se adelanta a los tiempos.
Permanece.
Riquezas y economía. Juristas y economistas.
El nuevo orden mundial
Riquezas y economía. Sinopsis. Prognosis
Hemos presentado que es imprescindible durante
un gobierno de transición conformar el catastro na-
cional: territorio, suelos, riquezas naturales, y tam-
bién realizar el Censo Nacional, para convocar lo
antes posible a elecciones libres y democráticas.
A continuación, una sinopsis de nuestros recursos
naturales y de nuestros recursos humanos.
Geográficamente, Cuba es un archipiélago, en el cual la Isla de Cuba —la mayor— tiene una exten-sión de 114,524 km2, rodeada de otras islas y cayos.
204 Manuel González Beceña
En las tierras cubanas se encuentran los siguientes recursos naturales: Níquel: 17 millones de toneladas, una de las
reservas más grandes del mundo. Cobalto: 370,000 toneladas en contenido; la
mayor reserva del hemisferio occidental.
Ambos metales sirven para usar en la aleación
con vistas a la producción de acero y se encuentran principalmente formando parte de vastas zonas de serpentina laterítica en el noreste de la provincia de Oriente, desde la Sierra de Nipe hasta el sureste de Baracoa. La composición típica de estos yaci-mientos incluye un 40% de hierro, 1% de níquel (en Cuba un 1.3%), 2% de cromo y 0.05% de cobalto. El níquel comenzó a explotarse en la planta de Nicaro,
en 1943. Al finalizar la década de 1950 funcionaba la planta de Moa, donde se prestaba especial aten-ción a la explotación del cobalto.
Cuba, siglo XXI 205
Hierro: 2,615 toneladas, reservas inferidas.
Los yacimientos se encuentran al noreste de Cuba,
en la provincia de Oriente, al este de Santiago de
Cuba, en depósitos de hematita, en Juraguá, Dai-
quirí y Firmeza, en las estribaciones meridionales
de la Sierra Maestra. Estos yacimientos los explota-
ron desde 1884 empresas de Estados Unidos. Ade-
más existen grandes yacimientos en la Sierra de
Nipe (Pinares de Mayarí).
Manganeso: Se calculan las reservas entre
800 y 1,800 toneladas, en yacimientos de origen
hidrotermal, los cuales se encuentran en la vertiente
norte de la Sierra Maestra.
Cobre: Fue el segundo mineral explotado en
Cuba en el siglo XVI. Las primeras minas dieron el
nombre de El Cobre, a Santiago del Prado, y se
explotaron hasta la Guerra de los Diez Años (1868-
1878). Las minas de El Cobre pasaron a manos
cubanas, por reclamación. En 1913 se comenzaron
a explotar las Minas de Matahambre, en Pinar del
Río. El tenor de las piritas y calcopiritas de Mata-
hambre es del 6%, que se eleva a un 32% mediante
un proceso de concentración. Las reservas se calcu-
lan en 200, 000 toneladas métricas.
Cromita: Cuba dispone de grandes reservas de cromita, tanto en la faja laterítica del norte de Oriente (Mayarí, Moa, Baracoa) como en Minas, al norte de Camagüey, donde hay un coto de 325 km2,
206 Manuel González Beceña
con un total de 500,000 toneladas potenciales. En la zona de Cayo Guan (Moa-Baracoa), las reservas se elevan a más de 1 millón de toneladas. La cromita en Cuba generalmente es de bajo tenor, cae dentro del tipo refractario, aunque también se ha explota-do la de tipo metalúrgico. Como mineral de valor estratégico, el mayor período de extracción corres-
pondió a la Segunda Guerra Mundial. Oro: El primer mineral explotado en Cuba; el
oro nativo lo encontraron en las arenas auríferas (placeres) durante los primeros años de la coloniza-ción. En el siglo xx se ha explotado con procedi-mientos industriales, un yacimiento en Aguas Claras, Holguín, que ha rendido hasta $100,000 algunos años. Deficiencia en minerales combustibles: Uno
de los hechos negativos dentro del marco geo-gráfico de la economía cubana es la ausencia casi total de minerales combustibles. Los procesos orogénicos registrados en Cuba, podrían explicar la pérdida del petróleo acumulado posiblemente en épocas geológicas anteriores. Los expertos consi-deran que los yacimientos de petróleo encontrados en Cuba son residuales, tales como los de Bacura-nao (La Habana) y Jatibonico (Camagüey); los de nafta natural en Motembo (Las Villas); y de petró-leo ligero en Jarahueca (Las Villas). Cuba no posee yacimientos de carbón mineral. En la Ciénaga de Zapata se han acumulado depósitos de material
Cuba, siglo XXI 207
orgánico llamado turba, que se encuentra en una vasta depresión de unas 150,000 hectáreas, en el área cenagosa y hasta una profundidad de 5 o 6 metros. Estos depósitos de turba se calcularon en 50 millo-nes de toneladas métricas. Su valor calórico es bajo y su extracción podría crear un desastre ecológico. La conversión de alcohol en combustible y la ener-gía nuclear deben aliviar nuestra dependencia de la importación de petróleo. Cuba debe movilizar sus propios recursos. Riqueza forestal: Cuba aún exporta algunas
maderas. La riqueza forestal ha de ser rescatada
y desarrollada, lo cual tomará largos años.
Riqueza de nuestros suelos: Cuba cuenta con
la gran fertilidad de sus tierras, en especial las
arcillosas, tipo Matanzas y Habana. En cuanto a la
experiencia de fertilidad de estos suelos, el natura-
lista norteamericano Thomas Barbour (1884-1946)
reportó, con asombro, haber encontrado suelos con
más de 20 metros de espesor, donde las tierras,
tanto de la superficie como las profundas, mante-
nían su fertilidad. La edafología, la ciencia de los
suelos, ha de ser determinante en el futuro de
nuestra Isla, para garantizar la protección, el desa-
rrollo y la reconstrucción de los suelos.
Los suelos, las tierras, la capa vegetal y el sub-
suelo: inseparables, física y económicamente. El
estudiar la vegetación original de la isla y su estado
208 Manuel González Beceña
actual causa indignación: hemos traicionado a las
generaciones futuras, desde la colonización hasta el
socialismo. Cuba no cuenta con ríos caudalosos; de
un total de 200 ríos, solamente 14 poseen cauces su-
periores a los 100 km: Cauto (254 km), Zaza (148 km),
Sagua la Grande (148 km), San Pedro (130 km), en-
tre los más largos. Sin embargo, Cuba cuenta con
gran disponibilidad de aguas subterráneas, verda-
deros ríos bajo tierra.
El océano y las costas: La insularidad de Cuba
convierte al océano en un elemento sustancial de su
ambiente geográfico y de su sistema ecológico.
Cuba, por su situación geográfica, es llamada «la
llave del Golfo»; encrucijada de la navegación
atlántica. Cuba reposa sobre una plataforma insular
de unos 75,000 km2, equivalente al 65% del terri-
torio emergido. La riqueza pesquera tenía y debe
tener su sostén ecológico en criaderos naturales
sobre esta plataforma. Cuba cuenta con centenares
de bahías de bolsa, clave de su desarrollo portuario;
entre ellas, que figuran entre las mayores y más
seguras del mundo: La Habana, Santiago de Cuba,
Guantánamo, Cienfuegos (Jagua), Nipe (la mayor),
Gibara, Mariel, Bahía Honda y Cabañas.
Ningún punto de Cuba dista más de 50 km del
mar, lo cual modera la temperatura al permitir la
Cuba, siglo XXI 209
acción de los vientos alisios, vientos fijos que
acarician la Isla.15
En cuanto a la población, en 1990 se reportó en
10.5 millones, en 1995 se calcularon 11.5 millones,
un crecimiento de un 10%, o sea más de un 1.5%
anual (aunque solo se estimaba un 1.1% anual). La
densidad de la población ha aumentado de 236 por
km2 en 1990 a 256 km2 en 1995, mientras que el
promedio de la población urbana ha crecido de un
72% a un 74% en el mismo período.
En el período de 1992 a 1995, la distribución por
edad ha cambiado de la forma siguiente: en meno-
res de 15 años, de un 23.3% a un 22%; en los de 15
a 59 años, se ha mantenido alrededor del 65%; y en
los de más de 60 años, del 11.8% al 9%.
En cuanto a la religión, el 40% son católicos, los
49% no religiosos y un 6% de ateos (1990), aunque
en la actualidad se menciona que antes de Castro,
había un 85% de católicos.
Se reporta en la actualidad una composición
racial como muestra el gráfico siguiente:
15. Los datos se tomaron de Cuba: Economía y Sociedad, de Leví Marrero, publicado en 1972. De las reservas naturales deben descontarse las extracciones castristas canadienses de los últimos 25 años (N. del A.)
210 Manuel González Beceña
En Cuba se reporta 1 radio por cada 3 personas,
1 televisor por cada 5 personas y 1 teléfono por
cada 19; 241,000 vehículos privados y alrededor de
165,000 de vehículos comerciales. La revolución se
ha montado en bicicletas. Saben leer y escribir el
96% de la población y asisten a las escuelas prima-
rias (de 6 a 14 años) el 97%.
La vida promedio de los hombres se ha elevado
en los últimos 5 años de 72 a 75 años, la de las mu-
jeres de 74 a 79 años. En el mismo período la mor-
talidad infantil se ha reducido de 16 a 8 por cada
mil nacidos vivos. Las camas de hospitales han
aumentado de 1 por cada 174 habitantes, a 1 por
cada 132. Los médicos, de 1 por cada 333 habitantes
a 1 por cada 231. Los familiares de residentes en la
isla que viven en el extranjero envían toneladas de
medicinas anualmente.
Cuba, siglo XXI 211
Respecto a la economía, pueden constatar algu-
nos datos en las siguientes tablas:
1974 1990 1993
Producción
nacional
$18.
billones
$13.7
billones
Per cápita
estimado
$1,800 $2,644 $1,250
Como se observa, ha existido un descenso extraor-
dinario en la producción y el per cápita.
1987 1993
Importaciones $7.6 billones* $1.7 billones
Exportaciones $5.4 billones* $1.5 billones
*- En ambas, el 72% con la URSS.
Lo anterior refleja el cese del intercambio con la
URSS de $5 billones anuales.
El presupuesto nacional en 1990 era de $14.4 bi-
llones, el 6% dedicado a la defensa militar. El
ejército cuenta con 106,000 hombres activos. La
fuerza laboral, estimada en 4,620,800 (1988) se dis-
tribuye de la manera siguiente:
212 Manuel González Beceña
El turismo ha aumentado de $189 millones en la
década anterior a $382 millones en 1992. Se calcula
en el presente que la industria produce más de
$800 millones anuales y que pueda en el futuro
cercano sobrepasar $1 billón.
Las tierras arables han aumentado del 23% al
29%; las tierras usadas para la agricultura en 1987
fueron el 52%. En 1993, el ganado vacuno lo con-
formaban 4.5 millones y el ganado porcino alcanzó
1.6 millones. La pesca produjo 165,236 metros cúbi-
cos en 1991. La energía eléctrica produjo 16.2 billo-
nes de kilowatts anuales.
La producción en Cuba se centra, en la agricul-tura, en: caña de azúcar, tabaco, arroz, frutos me-
nores y vegetales, entre otros; y en la industria: azúcar, cigarros, cemento, refinerías y textiles, químicos y empacadoras, entre otros. Cuba exporta: azúcar (el 75% del total), níquel, hierro, manganeso y cobalto, café y cigarros, maderas, pescados
Cuba, siglo XXI 213
y mariscos, entre otros; e importa: petróleo, capital de producción, maquinarias, materias primas y ali-mentos, además de otros renglones.
Respecto a las relaciones internacionales, Cuba está asociada a la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y a sus agencias UNESCO (Organi-zación de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura), OMS (Organización Mundial de la Salud) y otras. Mantiene relaciones diplomá-ticas y comerciales con la casi totalidad de los países del mundo, con excepción de los Estados Unidos. Los socios comerciales más importantes en la actualidad son Canadá, España, México, Japón y Rusia.
Estos datos generales se han tomado de la pu-blicación Almanaque Mundial de 1990, 1992 y 1996, que aun sin grandes detalles y sin ordenamiento cronológico, sí creemos que reflejan la situación de Cuba, sin prejuicios ni motivos ulteriores como los datos estadísticos del gobierno castrista o de grupos de inversionistas privados extranjeros que fun-cionan con intereses del exilio.
En síntesis podemos concluir que Cuba posee los recursos naturales y humanos para realizarse como NACIÓN. Tenemos que enfatizar que los gran-des cerebros de la economía en el exilio se han equivocado rotundamente al predecir el «colapso económico». La economía cubana está en estado crítico, pero estable.
214 Manuel González Beceña
El estado socialista ha realizado los cambios pertinentes: ha incrementado el turismo, ha permi-tido la dolarización, ha firmado pactos con muchos países para resolver la crisis petrolera, ha creado los mercados agropecuarios, los restaurantes popula-res, los trabajos independientes de oficios, y sobre todo, ha convertido el «exilio», otrora combatiente,
en un exilio contribuyente. ¡El exilio ha salvado la economía castrista! Increíble pero cierto.
Tenemos la esperanza que el pueblo de Cuba comprenda que no tiene que vivir en la pobreza, dentro de las riquezas naturales que los rodean. La lucha del pueblo cubano es exigir el acceso a la utilización de esas riquezas, para lograr su bienes-tar y felicidad. Esta demanda no puede realizarse sin una completa democratización. La libertad eco-nómica nos llevará a la libertad política, pues am-bas son inseparables. Y ese día habrá de llegar, el proceso natural se obstruye, pero no se detiene en el horizonte la NACIÓN cubana.
Juristas y economistas. La soga al cuello
Cuba, sus islas y sus cayos, son sin dudas una
formación geológica independiente; pues así surgió,
gallarda y airosa, premiada por la naturaleza,
codiciada por las naciones más fuertes. Cuba, una per-
la del mar. Ciertamente, si Cuba no tuviera una
posición geográfica privilegiada, si no tuviera las
Cuba, siglo XXI 215
riquezas minerales y su suelo no contara con una
fertilidad extraordinaria, además de su clima y be-
lleza, quizás no hubiera sido tan codiciada, quizás
hubiéramos podido vivir más tranquilos. En esta
nueva etapa que presume la caída del socialismo, se
han despertado de nuevo las ambiciones de los
«inversionistas».
Estas ambiciones han desequilibrado el proceso y quizás lo hayan impedido. En las leyes Torricelli y Helms-Burton, se contemplan las garras de esas ambiciones; también en las conferencias y semina-rios que se han efectuado durante los últimos años, acerca de una Cuba post-Castro o algo peor, una Cuba democratizada y capitalizada, aún bajo un gobierno «socialista». Han mediatizado y desvirtua-do la lucha. Para ellos el pueblo, los casi 12 millones de habitantes de la Isla, simplemente no cuentan. La ambición los ciega. Sin embargo sus «estudios» y análisis no dejan de brindar datos interesantes.
Podemos decir que las leyes son disposiciones para establecer las relaciones necesarias para la convivencia social. Nos resulta sorprendente obser-var cómo juristas tratan de acomodar las leyes para satisfacer las necesidades o ambiciones de sus clientes o de grupos económicos con definidas
intenciones; al hacerlo disturban, trastornan la convivencia social, las relaciones que por principio, se han de tratar de establecer, en todo estado de derecho.
216 Manuel González Beceña
En cuanto a establecer relaciones con el «estado socialista» para fines lucrativos de la «empresa privada» sueñan, porque el «estado socialista» es un «estado absolutista» y bajo el mismo no hay garantías, a pesar de leyes de acomodamientos (transitorias) para superar las crisis económicas periódicas. Si algunas dudas les quedan, recuerden
las palabras que acompañan a las nuevas legisla-ciones «de apertura» de la Asamblea Nacional cu-bana (1992):
No están inspiradas por el neo-liberalismo, ni con-ducen hacia una transición hacia el capitalismo. Es una apertura para defender y desarrollar el So-cialismo, y esto no es ocultado por nuestro gobierno y está presente en el espíritu de esta ley.
Aquellos que lo interpretan de otra forma, o a sa-
biendas cooperan con el «socialismo» o son ilusos
o lo hacen para ganar millones con consejos legales
acerca de estas potenciales inversiones. Se trata de
establecer una coexistencia económica, a través
de una reconciliación jurídica.
Uno de los estudios más interesantes es el de la firma de abogados internacionales Baker & Mc-Kenzie. El trabajo fue elaborado y presentado por el Sr. Sergio A. Leiseca y se basa primordialmente en la constitución socialista y sus reformas aparecidas en la Gaceta Oficial de la República de Cuba, edición
Cuba, siglo XXI 217
extraordinaria # 7, del 1° de agosto de 1992, que establece las leyes en cuanto a las inversiones extranjeras. La firma Baker & MacKenzie y el Sr. Leiseca reconocen a la Revolución, al estado abso-lutista, como fuente de derecho y titularon su presentación: «Los derechos de propiedad de inver-sionistas extranjeros y las garantías legales contra los riesgos no comerciales en Cuba». Ellos implícita-mente asumen que estas reformas se mantendrán cuando se legalice, bajo las leyes de Estados Uni-dos, el comerciar e invertir en Cuba, y que estas personas y compañías que deseen invertir lo hagan, aunque el proceso político en Cuba no cambie. Simplemente, se estimula el invertir en Cuba aun-que continúe la dictadura.
De acuerdo a la constitución socialista actuali-zada en agosto de 1992, se reconocen tres activos: 1) las propiedades del «patrimonio del estado socia-lista», 2) la pequeña propiedad agrícola, y 3) activos y bienes derivados del trabajo personal. No se reconocen las compañías productoras privadas ni otra propiedad privada que no sea la agrícola, limitada a 2 caballerías (en algunos casos hasta 5 caballerías, y son excepciones).
Los inversionistas extranjeros podrán adquirir bie-nes producidos por el trabajo personal (artículo 21) y también adquirir derechos sobre las propiedades que formen parte del «patrimonio del estado so-cialista», aunque solo con la aprobación específica
218 Manuel González Beceña
del Consejo de Ministros de la República Socialista (artículo 15) y bajo el concepto de «empresas mix-tas». De acuerdo a este artículo 15, el «patrimonio del estado socialista» es el dueño absoluto de todo. Claro, después de todas estas «concesiones» se contemplan futuras expropiaciones, «por la propie-dad pública» con la apropiada indemnización;
«Otra resolución», la ley socialista establecerá el proceso (artículo 25). El artículo 3 establece pagos de acuerdo al «valor comercial». En caso de expro-piación no se garantiza la conversión en moneda fuerte, solo se permite la convertibilidad, en la extracción de utilidades periódicas. (artículo 8).
La firma Baker & Mckenzie declara que estos
procedimientos concuerdan (generalmente) con los
principios aceptados por el derecho internacional.
Todos sabemos que el derecho internacional poco
puede o poco ha hecho acerca de las confiscaciones
de la Revolución (Robolución). Se presentan como
ejemplos, los acuerdos con España del 27 de mayo
de 1994 y con Inglaterra e Irlanda del Norte, del
30 de enero 30 de 1995. La síntesis: capitalismo cos-
mopolita (internacional) y socialismo. ¡Los conseje-
ros internacionales se han quitado las caretas!
En julio de 1994, el Sr. Enrique Llaca (ya falle-
cido) ofreció un análisis de los estudios realizados
por el Sr. José E. Alonso y el Dr. Armando M. Lago,
«sobre la asistencia extranjera que va a necesitar
Cuba, siglo XXI 219
una Cuba nuevamente libre y democrática, después
del régimen comunista», donde se ofrece un «so-
mero» detalle de las deudas de Cuba, en millones
de dólares:
Deuda con Cantidad
Estados Unidos, por
confiscaciones
1,800
más intereses al 6%: 3,564
5,364
Los bancos del Club
de París, por
préstamos e intereses
8,077
La URSS (Rusia)
15,000 millones de rublos
(a un cambio de $850/1)
más intereses al 6%: 352
Ciudadanos
españoles, por
confiscaciones
359
más intereses al 6%: 667
1,026
Ciudadanos cubanos, por confiscaciones
7,000 Más intereses al 6%: 13,020
(en 31 años) 20,020
Total 34,839
Luego llegan a conclusión que esta deuda de 34,839 mi-
llones puede ser pagada sin intereses, a un pago
anual de 1,161 millones. Estos señores reconocen la
Revolución, el estado absolutista, como fuente del
220 Manuel González Beceña
derecho, quieren que el pueblo cubano pague las
deudas de la Revolución.
Repito, no aceptamos la revolución como fuente
de derechos, ni caemos en las redes de la dialéctica so-
cialista. Tampoco aceptamos el nuevo dialecto
socialista, donde la semántica (el significado de las
palabras) se desvirtúa para servir al sistema. Nues-
tra convicción no nace de la intransigencia, sino del
estudio y sobre todo de mirar hacia el futuro, hacia
el destino de Cuba como NACIÓN.
Legalmente hablando: si aceptamos la revolu-
ción, aceptamos sus decisiones y las consecuencias
de las mismas. Con el mismo razonamiento, si acep-
tamos las consecuencias, legalizamos la Revolución.
Para nosotros, hasta que no se celebren elecciones
libres, democráticas y multipartidistas, Cuba está
ilegalmente gobernada por un grupo de insur-
gentes, producto de una revuelta (enero de 1959),
que destituyó a otro grupo de insurgentes que to-
maron el poder el 10 de marzo de 1952.
El reconocimiento diplomático internacional no
determina la legitimidad de las acciones en cuanto
a las leyes comunes y orgánicas internas. Más de
medio millón de exiliados, un éxodo masivo, de-
muestra que la revolución no es triunfante y que no
representa ab initio un cambio en voluntad popular
del pueblo de un régimen democrático y de libre
empresa a un régimen absolutista y de control
Cuba, siglo XXI 221
estatal. Por lo tanto no se puede responsabilizar al
pueblo cubano por los actos de una Revolución no
aceptada. Habría que estudiar, de las deudas
presentadas cuántos millones fueron empleados en
la industria bélica. Las deudas adquiridas para
servicios públicos y civiles, podrían aceptarse, pero
nunca las deudas «odiosas» contraídas. Cuba en
realidad en 1959 cayó en manos de un estado
socialista, fue absorbida, invadida por poderes
internacionalistas. Las tropas soviéticas, los cohetes
nucleares y las bases de submarinos y de radares
que aún están establecidas en territorio cubano,
constituyen tropas de ocupación.
Aunque Cuba como territorio, como país, no ha
dejado de existir, sí dejó de existir como república
democrática y unitaria. Al cesar la Constitución de
1940 y no sustituirse a través de un referéndum, no
ha existido una sucesión legal.
La soberanía que reside en la voluntad del pue-
blo dejó de existir, no se puede responsabilizar al
pueblo de la misma manera que a un estado
sucesor; según el derecho internacional, no puede
responsabilizarse por los actos injustos cometidos
en sus territorios por un estado opresor (en el caso
de una ocupación). Al cesar el estado socialista
(opresor), la unidad ilegal que cometió los daños
deja de existir, así mismo, la responsabilidad, in-
cluyendo la responsabilidad de pagos.
222 Manuel González Beceña
Es esta una realidad que se trata de evadir con la
promulgación de la Ley Helms-Burton y sus re-
quisitos que establecen una transición económica.
En el caso de reclamaciones al gobierno de tran-
sición o al gobierno democrático (elegido luego del
estado socialista), es un requerimiento que se agote
el «remedio local», antes de establecer que la jus-
ticia se ha denegado (la Cláusula Calvo). Cuando la
justicia se ha denegado por no existir o negarse el
proceso, se recurre a la vía diplomática.
Por ejemplo, los Estados Unidos arreglaron (di-
plomáticamente) sus reclamaciones a Rusia que
eran de $70 billones, o sea, un 12.29% sin intereses.
Con China, las reclamaciones de $196 billones
(principal) se redujeron a $80.5 (sin intereses), o sea,
un 40.93%. Sin embargo, en el caso de Vietnam
(reunificado el 2 de julio de 1976), las reclamaciones
de $99.5 billones (principal) se arreglaron por $204 bi-
llones (principal e intereses) lo que implica más
o menos un interés anual de alrededor de 4% a 5%
por 20 años. No olvidemos que los Estados Unidos
perdieron 47, 369 soldados en Vietnam y el costo de
la guerra fue de billones de dólares. No es este el
caso de Cuba.
No entendemos por qué algunos economistas
cubanos del exilio, no solo aceptan la Revolución
como fuente de derecho, sino también generosamen-
te recomiendan planes con un pago de intereses
Cuba, siglo XXI 223
sobre el 200% del principal. El valor de las pro-
piedades confiscadas a ciudadanos de Estados Uni-
dos se estableció en 800 millones (no 1,800). Si el
remedio local se denegara y la gestión diplomática
fallara, habría que propiciar una gestión de «buenos
oficios», quizás a través de las Naciones Unidas. La
Ley Helms-Burton impone una solución unilateral,
que es inaceptable de acuerdo al procedimiento
internacional.
No tenemos reparos en declarar que estos «eco-
nomistas» cubanos defienden los intereses de los
Estados Unidos. Al establecer (en sus planes) un
pago anual de $1,161 millones, ponen a la Repú-
blica de Cuba en bancarrota antes de comenzar el
proceso. Es un proceso de estrangulación, no de
reconstrucción; la soga puesta al cuello.
El nuevo orden mundial. La democratización
Varias veces hemos mencionado el término «el
nuevo orden mundial». El 27 de julio de 1993, en su
programa, Charlie Rose le hizo esta pregunta a Ma-
deleine Albright, embajadora de Estados Unidos en
la ONU. ¿Qué es el nuevo orden mundial?
ALBRIGHT: Y así yo he tratado de pensar para mí mis-
ma, «¿Qué estamos contemplando en las Naciones
Unidas?» Y lo que yo veo básicamente son cuatro
grupos de países. El primero es el grupo mayor,
224 Manuel González Beceña
aquellos que tienen un interés en un sistema
funcional internacional, que comprenden que es
importante tener alguna forma de un orden mun-
dial, tener reglas para el camino a fin de tratar de
entender cuán bien nos comportamos los unos con
los otros.
ROSE: ¿Son estos esencialmente el Consejo de Seguridad, más Alemania y Japón, y dos o tres países más?
ALBRIGHT: No, no son muchos más. Quiero decir
están entre los diez, veinte o cuarentas. Yo no he
calculado el número, es francamente el mayor gru-
po. Y ellos no son necesariamente aquellos con los
que todos nosotros estamos de acuerdo con su
forma de gobierno. Hay algunos que tienen más,
que no son gobiernos elegidos democráticamente,
en la forma nuestra, pero que en la mayor parte
aceptan ciertas reglas establecidas. Entonces en el
segundo grupo están las nuevas democracias, no
solo las del ex bloque soviético, sino las de otros
continentes, que quisieran muchos ser responsables
ciudadanos internacionales, pero que no tienen
todavía sus instituciones en su lugar, que no tienen
los medios para realmente ser parte de ese grupo.
El tercer grupo son aquellos que yo llamo bribones
(rogue), que no tienen una voz en él, y quienes por
el contrario, están calculando cómo retorcer (screw)
el sistema.
Cuba, siglo XXI 225
ROSE: ¿Quiénes son ellos?
ALBRIGHT: Irak, Libia, Corea del Norte, aquellos
que realmente no se sienten parte del juego y que,
por lo tanto, literalmente tratan de deshacerlo.
ROSE: ¿Cuál es el temor, acerca de que dos de
ellos están moviéndose fervorosamente para en-
contrar u obtener armas atómicas?
ALBRIGHT: Exactamente. Y el problema aquí es
que nosotros invertimos gran cantidad de tiempo,
el grupo internacional, en castigar o sancionar a
aquellos regímenes bribones. Y el cuarto grupo lo
conforman los llamados estados fallidos (failling):
los somalíes, los haitianos, los camboyanos. Estos
son lugares que no tienen estructuras, que no tienen
estructuras, que la comunidad internacional está
tratando de darles algunas estructuras. Y así yo
vería cómo la tarea del nuevo mundo es recibir las
nuevas democracias, reformar a los bribones y restau-
rar los estados fallidos. Esta es la clase de estruc-
tura general dentro de la cual estamos operando.
Poco después, en ese mismo año de 1993, basa-
dos en esa entrevista, presentamos un trabajo
titulado: «El mundo se partió en cuatro». La Sra.
Albright ha ganado popularidad por su enérgica
posición ante el derrumbamiento de las dos avione-
tas de Hermanos al Rescate, además por el término
que usó para describir tan cobarde acción. Pero la
Sra. Albright, según sus propias palabras, es figura
226 Manuel González Beceña
de importancia en el establecimiento del nuevo
orden mundial, que le ha brindado el escape a la
dictadura castrista. Digámoslo claramente, al ase-
sinato de cuatro personas (tres de ellos ciudadanos
de los Estados Unidos) en aguas internacionales,
correspondía una respuesta militar, no una condena
diplomática. Quizás las propias palabras de la Sra.
Albright (las de 1993) expliquen la situación. Castro
habilidosamente, y aunque no ha efectuado cam-
bios, se ha situado fuera de los países llamados
bribones por la Sra. Albright.
Castro se ha situado dentro del nuevo orden
mundial. Recordemos que se aceptan países aunque
sus gobiernos no hayan sido elegidos democrática-
mente. Además, ya sabemos que la dictadura cas-
trista está protegida por el veto, a cualquier acción
de Rusia y China. La política hacia Cuba, tanto de
la ONU, como de la Unión Europea, así como tam-
bién la de los Estados Unidos, es la «democrati-
zación» de una dictadura castrista, quizás a una
dictadura castrada. No pensemos otra cosa.
Cuba, siglo XXI 227
Patriotas cubanos (mambises). Los dejaron sentados
esperando por la independencia. Medite.
Tres comisiones esenciales
Nuestros grandes problemas históricos.
Perspectiva
Podemos resumir los grandes problemas históricos
de Cuba en:
1- La intervención extranjera
2- Los latifundios
3- El monocultivo azucarero
4- La corrupción administrativa
5- Los gobiernos dictatoriales
228 Manuel González Beceña
Luego de elegir un gobierno democrático, de-bemos darnos a la tarea de resolver esos proble-mas. Hemos presentado que el proceso natural del hombre en busca de su bienestar lo va conduciendo a vivir en comunidad humana, a implementar la NACIÓN, la cual se conforma de tres unidades:
1- La unidad física, el país
2- La unidad política, el estado
3- La unidad económica, la utilización
Estas tres unidades son inseparables y constitu-yen una trinidad humana. La unidad física la confor-ma el asentamiento del hombre en las tierras: propiedad familiar, ya sea urbana para su residen-cia o agrícola para la subsistencia familiar, sin fines lucrativos. La unidad política se conforma en la busca de la protección del grupo social: el estado.
La unidad económica es la última fase que se conforma con la utilización de los medios naturales, para obtener el bienestar y la felicidad.
Para continuar el proceso natural hacia la NA-CIÓN, luego del derrocamiento de la dictadura cas-trista y para desmantelar el estado absolutista es necesario establecer un gobierno capaz de imple-mentar:
1- El estado de derecho
2- La transición
3- La reconciliación
Nuestro planteamiento es bien claro:
Cuba, siglo XXI 229
1- Proscribir toda la legislación del gobierno
socialista: no reconocer la Revolución como fuente
de derecho.
2- Restituir la Constitución de 1940 como el
único instrumento jurídico político y social, además
de histórico, capaz de devolver de forma inmediata
la paz y la concordia al pueblo cubano.
Las tierras públicas: la subsistencia
En el comienzo del proceso social, político y econó-
mico, proceso natural de la existencia humana,
todas las tierras eran públicas. El hombre buscó su
asentamiento en las tierras para vivienda y sub-
sistencia de él y su familia, nació así la propiedad
familiar, urbana o agrícola, que ha de ser perma-
nente, por ser la familia la base de la sociedad;
y además privada, por las relaciones humanas que
se originan y desarrollan en su seno. Continuando
el proceso natural: los hombres buscaron su pro-
tección, edificaron juntos fuertes, plazas, caminos,
etc., se estableció la propiedad comunal, que luego
por el desarrollo político, llamamos propiedad esta-
tal. El estado ha de ser institución permanente para
la protección y tranquilidad de la colectividad, que
busca su bienestar y felicidad.
Así, debemos aceptar que en el comienzo todas las tierras eran públicas, al igual que lo eran el aire
230 Manuel González Beceña
y el agua, bienes creados por la naturaleza, no por el trabajo ni el esfuerzo del hombre. Se tomaron las tierras públicas para instituir la propiedad familiar y la propiedad estatal. El concepto de las tierras públicas ha de preservarse como primordial y esen-cial. Quedaba el resto de las tierras públicas para lograr la subsistencia del grupo social, el hombre bus-
caba el bienestar colectivamente. Pero el hombre co-mienza a utilizar las tierras públicas con fines per-sonales, lucrativos. Se traslada, se plasma, el concepto de propiedad privada, aplicable a la propiedad familiar, para proteger estas inversiones lucrativas. Con la privatización permanente, comienzan a de-saparecer las tierras públicas, comienza la lucha por la subsistencia, emerge como mal social, endémico: la pobreza. El derecho natural a la subsistencia queda sepultado por las leyes orgánicas de con-tención. El hombre pierde el derecho natural de habitar en este mundo; se crea el derecho orgánico, común, para legalizar este crimen de lesa humani-dad. Se instituye la «vaca sagrada» de la propiedad privada de las tierras públicas, luego le atan el cencerro de la democracia. La democracia, que es el derecho a elegir nuestros gobernantes, se constituye en condena para permitir la pobreza; la democracia nada tiene que ver con el derecho natural de la existencia. No sigamos los mugidos de la «vaca sa-grada», nos conduce al abismo, a desaparecer como comunidad humana.
Cuba, siglo XXI 231
Para crear más confusión de conceptos, se altera la semántica. Los juristas llaman derechos públicos a la parte del derecho que trata de los intereses del estado. Ante tamaña incongruencia, planteamos el derecho natural. Lo público es del público y lo estatal es del estado. Esta confusión de conceptos nos lleva a la aceptación del estado como representante abso-luto del pueblo.
Así, ya con claro entendimiento de lo natural, que es ineludible, encontramos:
Las tierras públicas, donde se ha de desa-rrollar el proceso económico-social con fines lucrativos.
La propiedad familiar, privada, ya sea urba-na o agrícola, sin fines lucrativos.
La propiedad estatal, donde el grupo social, a través del gobierno, implementa las infraes-tructuras necesarias.
Esta presentación nos ayuda a comprender dos conceptos, que se han polarizado:
La NACIÓN, comunidad humana.
El estado, organización política. Lo que ha sucedido, tanto en el sistema socialis-
ta, como en el sistema de capitalismo cosmopolita, es que el estado ha engullido a la NACIÓN. En el so-
cialismo, el estado devora a la NACIÓN, la estatiza; en el capitalismo la mastica, no la deja desarrollar, la privatiza. Por esto, hay que crear un organismo económico-social, no político y darle capacidad
232 Manuel González Beceña
jurídica autónoma dentro del estado democrático. Se trata de implementar la unidad económica: la utilización de los medios naturales de las tierras públicas, sin interferencias del poder político.
Es esencial comprender que no presentamos una hipótesis, no creamos, ni suponemos, nos basamos en el proceso natural, en la realidad historiológica.
Tampoco deben considerarse nuestros razonamien-tos como una tesis, para conllevarnos a una conse-cuencia: una síntesis. Presentamos la NACIÓN, que es concepción, no consecuencia. Desechemos tam-bién, que unimos factores que formarían parte de un complejo. Plateamos que la NACIÓN es trinidad humana: unidad física, unidad política y unidad económica; un TODO, económico-político y social, inseparables.
No intentamos someterlos a ustedes, cubanos, a un razonamiento dialéctico, a teorías. Somos más exigentes, les pedimos que se sometan a una ca-tarsis, a una limpieza espiritual, que eliminen todas las emociones y pensamientos acumulados, que puedan pensar claramente, sin interferencias. Ca-tarsis es purgación espiritual. Es esencial que los cubanos comprendamos de una vez y por todos nuestros grandes errores históricos, que debido a la imitación, han venido a formar parte de nuestra cultura socio-político-económica. No importa el sistema político, impuesto o aceptado. Repetimos:
Cuba, siglo XXI 233
1. Un falso concepto de lo que es NACIÓN.
Confundimos la NACIÓN con el país o con la patria,
o una mezcla de ambas, a través del amor telúrico.
Aún algo peor, se confunde la NACIÓN con el
estado.
2. Una injusta tenencia de las tierras. Confun-
dimos el derecho a capitalizar los bienes produ-
cidos por el esfuerzo humano, con capitalizar los
bienes naturales: tierra, aire y agua. Aun algo peor,
los socialistas permiten que el estado monopolice
las tierras públicas.
3. Como producto de las dos anteriores, una
falta de destino: lo entregamos permanentemente
a manos privadas, al estado absolutista. Aceptamos
el paternalismo, empresarial o estatal. No visuali-
zamos el proceso natural, el paso y advenimiento
de nuevas generaciones. Debemos pensar en una
Cuba en el año 2050. El pueblo es el de ayer, el de
hoy, pero por sobre todo, el pueblo es del futuro. Es
esa la visión, preservar nuestro pueblo, marchemos
en esa dirección.
234 Manuel González Beceña
El General Calixto García Íñiguez (1839-1898), el «León de Holguín», luego de largos años de lucha por la
independencia, fue postergado en la fase final (Guerra Hispano-Americana). Es este el momento de arrebatárselas
al estado socialista y restituirla a la nación cubana permanentemente.
Oportunidad única, histórica. El reinicio
Se dice que no hay mal que por bien no venga. El
estado socialista, dentro del dolor y las injusticias,
ha propiciado una oportunidad única e histórica, el
reiniciar el proceso natural hacia la NACIÓN.
Cuba, siglo XXI 235
Durante el gobierno de transición debemos crear tres comisiones esenciales:
La Comisión Nacional para el Rescate, Desarrollo
y Preservación de las Tierras. Objetivo: Rescatar las tierras del monopolio
estatal, al que el gobierno castrista llama «patrimo-nio del estado socialista». Monopolio que en el co-mienzo de la Revolución estableció el Instituto Na-
cional de la Reforma Agraria (INRA) y que en el presente se encubre bajo diferentes estructuras co-mo: las Unidades Básicas de Producción Coopera-tiva (UBPC), las Cooperativas de Producción Agrí-cola (CPA) y otras. A este monopolio estatal de las tierras le contraponemos el concepto natural de tie-rras públicas, que se extiende no solo a lo agrario, sino también a lo industrial y comercial, a todas las
tierras que no sean propiedad familiar (urbana o agrícola) ni propiedad estatal (reducida a las es-trictas y necesarias infraestructuras), ni que sean las tierras que se utilizan con fines lucrativos y que constituyen la riqueza natural de la NACIÓN.
Esta Comisión será la depositaria de las tierras públicas, hasta que un congreso democrático (el poder legislativo) apruebe las leyes necesarias para determinar la utilización de estas tierras. El go-
bierno de transición tratará en lo máximo de con-ciliar los artículos 24, 87, 88, 89, 90 y 91 de la Cons-titución de 1940. No podrán efectuarse repartos ni
236 Manuel González Beceña
devoluciones, sin ser aprobados por el gobierno elegido democráticamente.
La Comisión Nacional para la Reorganización del Comercio, la Industria y los Servicios Profesio-nales.
Objetivo: Traspasar todas las agencias estatales de producción y distribución a esta comisión y co-
menzar el proceso de privatización, sin establecer infraestructuras permanentes, que será la responsa-bilidad única del gobierno elegido democrática-mente. En el proceso de privatización (transitorio) no se efectuarán ventas, solo se implementarán nuevas estructuras administrativas, basadas en la libre empresa y el mercado libre. Se ha de evitar la venta de los activos de la NACIÓN, con lo cual se han enriquecido los «nuevos gobernantes», en los antiguos países socialistas y en otros donde se han traspasado entidades estatales a compañías interna-cionales. El soborno ha engrosado, con millones, cuentas bancarias en el extranjero. La comisión se basará en los artículos 73, 105, 106, y 271 de la Constitución de 1940.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los Servicios Públicos y la Administración de Go-bierno.
Objetivo: Traspasar las agencias gubernamen-tales bajo el control político del estado socialista a esta comisión, para reorganizarlas dentro de una
Cuba, siglo XXI 237
administración civil, y lo hará basándose en los Artículos 105 y 106 de la Constitución de 1940.
El Fondo Nacional de la República de Cuba.
La Comisión Nacional de Fomento Agrícola
e Industrial
Luego de que se elija un gobierno democrático, y a través del congreso que implemente las leyes necesarias:
La Comisión Nacional para el Rescate, Des-rrollo y Preservación de las Tierras ha de transferir todos sus activos al Fondo Nacional de la República de Cuba, entidad autónoma, al cual administrará la Comisión Nacional de Fomento Agrícola e Indus-trial.
El Fondo Nacional de la República de Cuba, ya en posesión de las tierras públicas y propiedades edificadas sobre ellas, y basado en su propio inmen-so caudal económico (riquezas mineras, turísticas, agrícolas, forestales, etc.) y con la autoridad jurídica que le otorgue el congreso, comenzará el proceso de la indemnización de todas las tierras y propiedades que, dentro del concepto de tierras públicas, que
haya confiscado el estado socialista. La indemnización se realizará a través de bonos
otorgados en forma de cupones, emitidos a fecha fija, y que podrán negociarse. Las cortes judiciales fijarán el precio de la indemnización.
238 Manuel González Beceña
La indemnización la implementará la Comisión Nacional de Fomento Agrícola e Industrial, bajo dos aspectos: las tierras públicas, consideradas patrimonio de la nación, que pasarán todas al Fondo Nacional; y las edificaciones, construidas sobre las tierras públicas con fines lucrativos (in-dustria o comercio) que podrán, bajo reclamación,
restituirse a sus antiguos propietarios. La indemni-zación, de acuerdo al artículo 87 de la Constitución que reza: «la legitimidad de la propiedad privada ha de basarse en el más amplio concepto de función social».
Aquí se separan las tierras, la riqueza natural, de las riquezas producidas por el hombre. Se reconoce el esfuerzo, el trabajo humano.
Las tierras públicas no se venderán a perpetui-dad, solo se darán en usufructo, bajo arrendamien-to. Los contratos de arrendamientos se acordarán entre la Comisión Nacional y los inversionistas pri-vados, compañías, individuos o cooperativistas. El estado no tendrá participación directa en el proceso económico nacional. En los contratos de arrenda-miento se considerarán, entre otros: el derecho de los trabajadores, el sistema ecológico, los impuestos y reglamentaciones estatales y por sobre todo, una planificación nacionalista; todo supervisado por el Tribunal de Cuentas. La NACIÓN no queda en ma-nos privadas ni cae en las garras estatales.
Cuba, siglo XXI 239
Tanto las inversiones agrícolas o de extracción,
como las antiguas y nuevas inversiones sobre las
tierras públicas (industriales o comerciales), se
harán bajo contrato de arrendamiento, pues todas
las tierras públicas han sido redimidas por la in-
demnización. Aún en el caso de devoluciones de
edificios, se devuelve el edificio, pero no las tierras
que han sido compensadas. Deja de existir la pro-
piedad privada de las tierras a perpetuidad. Se ga-
rantiza la libre empresa a futuros empresarios
y generaciones.
El inversionista en las tierras ha de ser produc-
tor de bienes o servicios. Al no venderse las tierras,
no hay espacio para la revalorización financiera. La
utilidad por compra y venta de las tierras, la renta
económica (financiera) deja de materializarse. Esa
revalorización permanece en el Fondo Nacional de
la República de Cuba. Patrimonio de la NACIÓN. No
podrán crearse fortunas multimillonarias en medio
de la pobreza. Entonces seremos un solo pueblo.
El ciclo económico, período necesario para que el inversionista recupere su capital, más la utilidad legítima, determinará la extensión del contrato de arrendamiento, de acuerdo a la Comisión Nacional y al inversionista. El período de arrendamiento no podrá obstaculizar el desarrollo económico ni impe-dir el acceso a nuevos inversionistas.
240 Manuel González Beceña
La Comisión Nacional de Fomento Agrícola e In-
dustrial la conformarán las clases vivas de la po-
blación: productores, trabajadores, ingenieros, pro-
fesionales, etc., elegidos desde la base municipal en
elecciones no partidistas. Una verdadera represen-
tación cívica-económica.
La Comisión Nacional de Fomento Agrícola e In-
dustrial representará al pueblo ante las reclama-
ciones de antiguos propietarios; aceptará los precios
de compensación o luchará por un arreglo justo
donde se estabilice la economía nacional; emitirá los
bonos de compensación y las fechas de pagos. Lue-
go prestará apoyo y cooperación a los inversio-
nistas, ya sean personas indemnizadas por sus
tierras o nuevos inversionistas. La Comisión Nacio-
nal será la depositaria de todos los fondos prove-
nientes de los contratos de arrendamiento, fondos
que se usarán para el pago de indemnizaciones.
Estos fondos también se utilizarán para implemen-
tar la observancia honesta de los contratos y mante-
ner la calidad de los suelos. La burocracia ha de ser
mínima y actuará independientemente del poder
estatal.
Fundamentalmente se crea el Fondo Nacional
y la Comisión Nacional para garantizar a genera-
ciones futuras que contarán con los medios natu-
rales de subsistencia y las libertades empresariales.
Cuba, siglo XXI 241
La Constitucionalidad. Estado de derecho
La creación del Fondo Nacional y la Comisión Na-
cional no requieren un cambio integral de la Cons-
titución de 1940, porque no se cambia ni el sistema
de gobierno ni la estructura del estado cubano co-
mo independiente y soberano organizado como re-
pública unitaria y democrática (artículo 1 de la
Constitución de 1940).
El Estado cubano seguirá de acuerdo a la cons-
titución, velando y fomentando la propiedad familiar
y la propiedad estatal, de acuerdo a los siguientes
artículos:
Artículo 30: A nadie se obligará a mudar de su domicilio
o residencia sino por mandato de autoridad judicial y en
los casos y con los requisitos que la Ley señale.
No se podrán efectuar desalojos arbitrarios.
Artículo 43: La familia, la maternidad y el matrimonio
tienen la protección del Estado.
Esto en casos de reclamaciones de antiguos propie-
tarios de residencias.
242 Manuel González Beceña
Corrientes ideológicas. Nacionalismo
Es esencial destacar que ante la situación de nuestra
patria, se han desarrollado tres tendencias mayoris-
tas en contra del régimen castrista:
1) La corriente socialista, que plantea continuar
con la Constitución de 1976 adaptada o convocar
a una Asamblea Constituyente para implementar
un «socialismo moderado», estilo Fabiano o men-
chevique. Podemos incluir en ese grupo también
a la social democracia y al socialismo cristiano.
2) La corriente conservadora de derecha, que
representa el capitalismo salvaje o cosmopolita
y pretende establecer la economía de pesebre, en-
tregar las riquezas de Cuba a manos privadas
internacionales y depender de ellas para el desa-
rrollo económico; una vuelta al pasado.
Tanto la corriente socialista como la conserva-
dora, son fundamentalmente, anti-nacionalistas,
pues responden a teorías y movimientos interna-
cionales.
3) La corriente nacionalista democrática, que
presenta resolver la situación por nuestros propios
recursos y basados en nuestra formación histórica
y cultural. Al buscar nuestro origen, contemplamos
la Constitución de 1940 como el instrumento polí-
tico-social y económico idóneo para el futuro in-
mediato.
Cuba, siglo XXI 243
Hemos observado cómo el proceso de privati-zación se ha hecho lento, pues no se basa en un concepto natural; por esto los pueblos se van incli-nando de nuevo al socialismo. El enfrentamiento ocurre ente socialistas y nacionalistas. Nosotros presentamos un nacionalismo integral a través de la unidad económica, bajo un estado de derecho: la Constitución de 1940. Se acabaron los tiempos de las teorías y las promesas.
El gobierno constitucional. Caminemos
Queremos enfatizar que no reconocemos a la
Revolución como fuente de derecho. No dialoga-
mos ni con los personeros ni con el sistema. El
gobierno democrático no va a ser un gobierno
sucesor de la Revolución. Nuestra presentación pa-
ra lograr la unidad económica se basa exclusiva-
mente en los artículos de la Constitución de 1940,
en especial:
Artículo 24: Se prohíbe la confiscación de bienes.
Nadie podrá ser privado de su propiedad sino por
autoridad judicial competente y por causa justificada
de utilidad pública o interés social, y siempre previo
el pago de la correspondiente indemnización en
efectivo fijada judicialmente. La falta de cumpli-
miento de estos determinará el derecho del expropiado
a ser amparado por los Tribunales de Justicia, y en su
244 Manuel González Beceña
caso integrado a su propiedad. La certeza de la causa
de utilidad pública o interés social y la necesidad de la
expropiación corresponderá decidirlas a los Tribu-
nales de Justicia en caso de impugnación.
Planteamos que la devolución masiva de propie-
dades causará el caos social y económico, y la
estabilidad política será imposible; es esta nuestra
fundamental causa justificada de utilidad pública
o interés social.
Artículo 273: El incremento del valor de las tierras
y de la propiedad inmueble, que se produzca sin
esfuerzo del trabajo o del capital privado y úni-
camente por causa de la acción del Estado, la Pro-
vincia o el Municipio, cederá en beneficios de estos la
parte proporcional que determine la Ley.
Planteamos que las indemnizaciones han de basarse
en el valor original, sin reconocer ninguna revalori-
zación, pues no ha existido el esfuerzo humano.
Fundamentalmente la Constitución no reconoce la
renta económica de las tierras, o sea la utilidad de la
compra-venta.
Si revisamos este trabajo, vemos que Cuba emer-ge como una formación geológica independiente. Recordemos las luchas de los caciques Guamá y Hatuey por el territorio; el establecimiento de los
Cuba, siglo XXI 245
palenques, territorios donde se establecían libres los cimarrones; la rebelión de los vegueros; las palabras del Apóstol: «La tierra madre de todo bien y uni-versal sustento»; la lucha del General Manuel Sa-guily y de Juan Gualberto Gómez por el rescate de nuestras tierras. Todo quedó plasmado en artículos de la Constitución de 1940:
Artículo 87: El Estado cubano reconoce la existencia
y legitimidad de la propiedad privada en su más
amplio concepto de función social y sin más limi-
taciones que aquellas que por motivos de necesidad
pública o interés social establezca la ley.
Artículo 88: El subsuelo pertenece al Estado, que
podrá hacer concesiones para su explotación, confor-
me a lo que establezca la ley. La propiedad minera
concedida y no explotada dentro del término que fije
la ley, será declarada nula y reintegrada al Estado. La
tierra, los bosques y las concesiones para explotación
del sub-suelo, utilización de aguas, medios de
transporte y toda otra empresa de servicios públicos,
habrán de ser explotados de manera que propendan al
bienestar social.
Artículo 89: El estado tendrá el derecho de tanteo en
toda adjudicación o venta forzosa de propiedades
inmuebles y de valores representativos de propiedades
inmobiliarias.
246 Manuel González Beceña
Artículo 90: Se proscribe el latifundio, y a los efectos
de su desaparición, la ley señalará el máximo de
extensión de la propiedad que cada persona o entidad
pueda poseer para cada tipo de explotación a que la
tierra se dedique y tomando en cuenta las respectivas
peculiaridades. La ley limitará restrictivamente la ad-
quisición y posesión de la tierra por personas y com-
pañías extranjeras y adoptará medidas que tiendan
a revertir la tierra al cubano.
Artículo 91: El padre de familia que habite, cultive
y explote directamente una finca rústica de su
propiedad, siempre que el valor de esta no exceda de
dos mil pesos, podrá declararla con carácter irre-
vocable como propiedad familiar.
Conclusiones:
1) La legitimidad de la propiedad privada se
basa en la función social (artículo 87).
2) Si el subsuelo pertenece al estado, la capa
superior queda de hecho supeditada (artículo 88).
3) El estado tiene el derecho de tanteo (artículo
89).
4) Se proscribe el latifundio (artículo 90).
5) Se reconoce la propiedad familiar (rural)
(artículo 91).
Nada estamos presentando que no sea conci-liatorio con la Constitución de 1940.
Cuba, siglo XXI 247
El camino hacia la nación
Nuestra presentación se ha realizado pensando en
el pueblo de Cuba. Muchos le dirán que la Cons-
titución de 1940 es vieja. No la han leído, estudiado,
no la han comprendido, no les conviene. Nuestro
trabajo la explica por sí sola.
Nuestro pensamiento fisiocrático es la base na-tural, ideológica, del liberalismo. Queremos libera-lizar la libre empresa, implementando una justa y equitativa utilización de los medios naturales. Otros abogan por el capitalismo salvaje o cosmo-polita, aberración monstruosa del liberalismo: monopolios, monocultivo. Nuestra implementación solo puede realizarse si rescatamos los medios naturales y los ponemos al alcance del pueblo: nacionalización, concepto contrario a la estati-zación, que monopoliza las tierras a través del estado socialista.
Nosotros no solo pensamos en una Cuba «des-
pués de Castro», sino pensamos en una Cuba
eterna, visualizamos el siglo XXI. Nuestra población
se ha duplicado en los últimos treinta años. Quizás
en el año 2050, la Isla deba lograr la subsistencia de
veinte millones de cubanos. En el presente, el cin-
cuenta por ciento de las tierras de cultivos, se usan
para productos de exportación, en busca de divisas.
248 Manuel González Beceña
La reforma de las tierras es ineludible. No incube-
mos más Revoluciones.
Cuando se implemente el Fondo Nacional de la
República de Cuba, como patrimonio nacional y en
control de las tierras públicas, (la plataforma insular
incluida), será la Comisión Nacional de Fomento
Agrícola e Industrial, quien cederá bajo aplicación
y planificación las tierras para:
Urbanización. Propiedad privada.
Infraestructura. Propiedad estatal.
En realidad todas las tierras y su utilización
serán controladas, existirá un planeamiento econó-
mico-ecológico. Este organismo autónomo supervi-
sará los proyectos urbanos y contratos guberna-
mentales, lo que garantizará la máxima honradez
en los permisos de zonificación y en las subastas de
contratas. ¡Se crearán áreas forestales, los cubanos
respiraremos aire puro y tomaremos aguas cris-
talinas!
Los edificios construidos para fines lucrativos
deberán amortizarse durante el contrato de arren-
damiento (los contratos pueden extenderse hasta
cuarenta y nueve años), lo cual permitirá una reur-
banización periódica, cuando sea necesaria. El mis-
mo concepto se le aplicará a aquellos que bajo
contrato de arrendamiento operen sus edificios, fac-
torías, confiscados por la Revolución. Se comienza
Cuba, siglo XXI 249
un nuevo proceso. Los arrendamientos para la
agricultura los planificarán, tanto para el consumo
nacional, como para la exportación, la Comisión
Nacional y la empresa privada. Debemos alimentar
a nuestro pueblo. No hablamos de economía mixta,
hablamos de empresa privada sobre tierras nació-
nalizadas al servicio de la NACIÓN.
Es necesario enfatizar que hablamos de econo-
mía de mercado, los precios los fija la competencia.
Luego de los contratos de arrendamientos, los in-
versionistas son libres de vender sus productos
o servicios. Nuestra presentación conlleva a:
Erradicar la pobreza, al permitir la utiliza-
ción de las tierras a todo aquel que quiera culti-
varlas (bajo contrato), por lo que la producción
agrícola será inmensa. El hambre será cosa del
pasado, permanentemente.
Aumentar las inversiones. Al liberar las tie-
rras y facilitar créditos para inversiones, a través del
Fondo Nacional se incrementan la producción, los
trabajos y la demanda (consumo).
Incrementar el ingreso nacional. Al aumentar
las inversiones se aumentarán los trabajos. El tra-
bajo producirá salarios que aumentarán el con-
sumo.
Estamos planteando una economía capitalista.
Durante los contratos de arrendamiento no habrá
250 Manuel González Beceña
impuestos a la producción ni a la inversión; el
arrendamiento será el impuesto único. El inversio-
nista tendrá garantía absoluta de su inversión. El
inversionista podrá transferir (bajo la aprobación de
la Comisión) el contrato de arrendamiento, así
también los herederos directos, cónyuge e hijos,
podrán continuar el contrato. Lo que no se hereda
son las tierras públicas (porque no se han com-
prado) ni los inmuebles construidos con fines
lucrativos (amortizados). La herencia crea una
desigualdad de oportunidades en el sistema de
libre empresa (realidad admitida por F.A. Hayek,
ultraconservador, en su obra El camino a la servi-
dumbre; nosotros arrancamos de raíz ese mal, que
paraliza el sistema empresarial.
La herencia de todos los productos y bienes
producidos o adquiridos será indiscutible. Así tam-
bién la propiedad familiar de las tierras. Sin
embargo, el patrimonio nacional, las tierras públi-
cas, las hereda el pueblo cubano.
La Comisión Nacional para la Reorganización
del Comercio, Industria y Servicios Profesionales,
creada durante el gobierno de transición para ini-
ciar el proceso de privatización (desmantelar las
estructuras económicas socialistas), dividirá sus
funciones entre la Comisión Nacional de Fondos
Agrícolas e Industrial, que planificará las inversio-
nes sobre las tierras, contratos de arrendamientos,
Cuba, siglo XXI 251
etc. y las agencias estatales que implementarán
todas las funciones normales de una república
unitaria y democrática, con excepción de la función
de orientar la economía nacional, para lo cual será
necesario reformar el siguiente artículo de la
Constitución de 1940:
Artículo 271: El estado orientará la economía na-cional en beneficio del pueblo para asegurar a cada individuo una existencia decorosa. Será función primordial del Estado fomentar la agricultura e in-dustria nacionales, procurando su diversificación como fuerza de riqueza pública y beneficio colectivo.
Creemos que este artículo se puede modificar a esta redacción:
El estado orientará la economía nacional en beneficio del pueblo, para asegurar a cada individuo una existencia decorosa, y crea con esa finalidad el Fondo Nacional de la República de Cuba y la Comisión Nacional de Fomento Agrícola e Industrial con carácter autónomo. Será función primordial del Fondo Nacional de la República de Cuba, como depositario de las tierras públicas, a través de la Comisión de Fomento Agrícola e Industrial, el fo-mentar la agricultura e industria nacional, procu-rando su diversificación como fuente de riqueza pública y beneficio colectivo.
252 Manuel González Beceña
El estado cede estas funciones económicas al Fondo
Nacional de la República de Cuba y a la Comisión
Nacional de Fomento Agrícola e Industrial. Se
divide constitucionalmente el poder político y el
poder económico. La corrupción administrativa pier-
de terreno, las dictaduras se dificultan. Desapare-
cen los latifundios. Acabaremos con el monocultivo
azucarero. Será imposible la intervención extran-
jera.
La Comisión Nacional para el Desarrollo de los
Servicios Públicos y la Administración de Gobierno,
creada durante el gobierno de transición, para
desmantelar el poder político del estado socialista,
transfiere íntegramente sus funciones al ESTADO
CUBANO.
Se mantiene la unidad política, se afirma la
unidad física y lograremos la unidad económica:
¡Seremos NACIÓN!
Nuestra lucha se resume en los puntos si-
guientes:
Rescate de la libertad. Derrocamiento de la
dictadura castrista. Restitución de la Constitución
de 1940. Estado de derecho. Rescate de las tierras.
Unidad económica. Elecciones democráticas. Uni-
dad política. El Fondo Nacional de la República de
Cuba. Patrimonio Nacional.
Y nuestra proyección:
Cuba, siglo XXI 253
No reconocer a la Revolución como fuente de
derecho. No constituir un gobierno sucesor de la
dictadura. Indemnización: en el concepto de reco-
nocer un daño, de enmendarlo en lo posible, de
rehabilitar al perjudicado.
254 Manuel González Beceña
Actualización
En el mes de septiembre pasado del año 2010, el máximo líder de la «revolución socialista» de Cuba, acaba de declarar que el sistema no trabaja a favor del pueblo, 51 años de fracasos. En Venezuela, el discípulo de esta revolución ha declarado que ahora su sistema es perfecto, no el de Cuba. El líder de la Sierra Maestra quiere rectificar sus errores, quiere limpiarse de sus crímenes, pues aspira al Premio Nobel de la Paz; recuerden aquello de «la historia me absolverá». Está claro que la enteralgia sufrida durante cuatro (4) años (con visita quizás al purga-torio) le ha provocado una explosiva enteomanía. El pasado 6 de septiembre de 2010 nos anunció el inicio de una guerra nuclear, la cual no pudo iniciar él en 1962, pero que continúa en su mente holo-cáustica. Nuestra tesis ofrece hoy, más que nunca, una alternativa para nuestra patria, fundamentada en el derecho natural.
Ha resultado evidente que tanto el «capitalis-mo» como el «comunismo», con sus variantes, no han podido terminar con esa enfermedad social que llamamos pobreza, así pues nuestra tesis es actual.
El mundo se convulsiona en el proceso de la
producción y distribución de las riquezas en busca de satisfacer las elementales necesidades humanas.
La «revolución socialista» de Cuba y los movi-
mientos de masas para un cambio revolucionario en
Cuba, siglo XXI 255
Estados Unidos se produjeron paralelamente a fina-
les de la década de los cincuenta. Los protagonistas
cubanos aún se mantienen en el poder; la lucha
contra ellos es actual. Aquí en los Estados Unidos
los protagonistas fueron, entre otros, los hippies, los
Black Panthers, los chicanos, la izquierda «ultra libe-
ral» y el partido comunista. Algunos de estos hippies
(como los Clinton) en la actualidad ya adultos, bien
educados, mediante el proceso político han llegado
al poder. La Sra. Hilary Clinton presentó un trabajo
sobre Saul D. Alinsky como su tesis en la carrera de
abogado.
El movimiento chicano, centrado en la United
Farm Workers, se manifiesta ahora junto a la Unión
Internacional de Empleados de Servicios (SEIU),
256 Manuel González Beceña
que representa la mayor cantidad de empleados pú-
blicos en el gobierno federal, en los estados y mu-
nicipios; ellos nos hablan de un movimiento obrero
mundial al mismo estilo comunista, Pues bien, los
«nuevos Black Panthers» han reaparecido: los mis-
mos uniformes, la misma ideología de los años se-
senta. Y por si no fuera suficiente, se ha organizado
la ACORN (Association of Community Workers for
Reform Now, o sea, Asociación de Organizaciones
Comunitarias por una Reforma Ahora), dicen que
para servicios comunitarios, pero que con los mi-
llones recibidos del gobierno federal, han realizado
una actividad política, en muchos casos fraudulen-
ta, para elegir a sus afines. Todo esto en concor-
dancia con el nuevo Partido Demócrata Socialista
organizado en Chicago y que presenta la solución
de repartir las riquezas, específicamente el dinero
de los contribuyentes, para satisfacer las necesida-
des sociales; pura ideología marxista.
Volvamos a los años de 1970: la huelga del
Central Talismán en la Florida. Esta huelga la
iniciaron cubanos lidereados por Nicolás Raymond;
al prolongarse, organizadores de la U.F.W. (United
Farm Workers) de César Chavez se presentaron pa-
ra respaldarla. Entre los organizadores de la unión
estaban los jóvenes Eliseo Medina y Ramón Rodrí-
guez. Más tarde se presentaron los Black Panthers
y en una reunión con Chávez ofrecieron su ayuda,
Cuba, siglo XXI 257
la cual este aceptó bajo la protesta de Nicolás Ray-
mond, un cubano de la raza negra. En esos mo-
mentos los cubanos nos retiramos. Han pasado
muchos años. Los factores de influencia son los mis-
mos. En la actualidad Eliseo Medina, aquel joven,
es vicepresidente de SEIU y su vocero principal
para los chicanos e hispanos; también en esa unión
se encuentra actualmente Ramón Rodríguez
En las pasadas elecciones generales del año
2008, la unión SEIU y la organización comunitaria
ACORN compartieron oficinas políticas a favor del
Partido Demócrata; en una de ellas, una bandera
cubana junto a la foto del Che Guevara.
Repetimos, ACORN fue acusada de cometer
fraudes electorales con inscripciones y boletas au-
sentes; esta organización recibió $20 millones del
gobierno federal para asuntos comunitarios. El
258 Manuel González Beceña
Departamento de Justicia ha ignorado los fraudes,
al igual que los cargos presentados contra los Black
Panthers por amenazar a electores en las entradas de
los centros de votación.
La Junta Ejecutiva Nacional de la UFW, después de que la
eligieran en la convención constitucional en 1973, en el
momento del juramento. De izquierda a derecha: César
Chávez, Gilbert Padilla, Dolores Huerta, Philip Vera Cruz,
Pete Velasco, Mack Lyons, Richard Chávez, Eliseo Medina
y Marshall Ganz. (Foto: Frank Greer)
La antigua organizadora de la UFW y brazo
derecho de César Chávez, la Sra. Dolores Huerta
y la creadora de la frase «Sí se puede» (Yes we can),
bien conocida por sus manifestaciones contra el
«imperialismo yankee», ha visitado el condado de
Dade en compañía de una candidata del Partido
Cuba, siglo XXI 259
Demócrata que aspira a la Cámara Estatal del esta-
do de la Florida. Están aquí, ahora.
Presentamos estos datos y anécdotas para mos-
trar que nuestras experiencias mantienen vigencia;
las ideologías son las mismas, los personajes reapa-
recen.
Y aquí estamos, gracias a Dios, para recordarles
que el pasado: está presente.
Salí de Cuba en 1961; soy ciudadano cubano.
Por no ser ciudadano de Estados Unidos, no partici-
po en procesos electorales, aunque sí tomo en con-
sideración procesos que pueden afectar o demorar
el regreso a una Cuba libre y democrática.
Públicamente he expresado mi desacuerdo con
las leyes Graham-Torricelli y la Helms-Burton, con
la política de la Fundación Cubano-Americana, con
las arengas polarizantes de Radio Mambí y con la
implementación y funcionamiento de Radio Martí,
factores de influencia que por largos años se han
mantenido, que están presentes sin resultados
positivos y que actualizan la necesidad de tesis que
definan a cabalidad un proceso político, económico
y social.
260 Manuel González Beceña
Epílogo
El camino histórico se resume en:
1- El país
EL TERRITORIO NACIONAL
LOS RECURSOS NATURALES
2- La patria
Cuba, siglo XXI 261
Definimos CULTURA como expresión de la conciencia
social, en interconexión con la comunidad, que
posee su propia dinámica de relaciones adquiridas,
que además registra la memoria histórica bajo nue-
vas circunstancias e identifica a un sujeto y a su
grupo creando un marco, una zona atípica, distin-
tiva, un fenómeno socialmente vivo, que así tam-
bién refleja situaciones sociales del pasado. Y de esa
manera forma un entorno geo-social de desarrollo,
de particularidades, creando posibilidades, proyec-
tos anhelos e intenciones de una nueva cultura.16
3- La NACIÓN
EL PUEBLO – LAS RIQUEZAS NATURALES – LOS DERECHOS HUMANOS
– LA INTEGRACIÓN ECONÓMICA, POLÍTICA Y SOCIAL
EL CAMINO DE CUBA HACIA LA NACIÓN NO SE HA TERMINADO
¡CUBA NUNCA HA LOGRADO SER NACIÓN!
16 Conceptos tomados del libro El fondo cultural holguinero, de Jorge González Aguilera. (N. del A.)
262 Manuel González Beceña
Amigo lector:
Gracias por su paciencia, perseverancia e interés
en haber recorrido estas páginas. Deseo explicarles
que los temas «El Manual del nacionalista», «El
camino hacia la democracia» y «Cuba siglo XXI» se
redactaron en diferentes fechas y de forma indepen-
diente, por lo cual seguramente ha encontrado
repetición de conceptos fundamentales en ellos. El
referirnos a nuestro país y a nuestra patria como
NACIÓN es simplemente entregar nuestro destino;
no continuar nuestro camino histórico sería sentar-
nos, ya cansados, y sentarnos a un lado, quizás
tomar un trillo más fácil, más pequeño, y luego
encontrarnos de nuevo con ese camino: inexorable.
No quiero terminar sin antes hacerle una pre-
gunta: ¿Cree usted que Cuba es o ha sido nación?,
y si su respuesta es afirmativa, en qué período de
su historia lo fue.
¡Que Dios nos bendiga!
MANUEL
Octubre de 2010
Cuba, siglo XXI 263
Sin haber pertenecido
Al mirar alrededor yo solo encuentro mentira
gente que en esta vida odian y solo miran
recompensa material, entonces me pregunto yo:
¿qué ando por aquí haciendo? pues aquí no pertenezco
y me viene al pensamiento si es que existe un Dios
me ha mandado equivocado, y busco, pero no encuentro un mundo más adecuado para vivir cada momento
de acuerdo a un sentimiento que sea más elevado;
pienso que he reencarnado de un ente que es sublime que en este mundo no vive
pero sin duda existió; este ser se ha trasladado a una eterna dimensión de hecho muy superior, a donde pienso volver
cuando de allá sea llamado. Sí, en este mundo he vivido
sin haber pertenecido, excusen mi intromisión.
MANUEL GONZÁLEZ BECEÑA, Junio de 2001
264 Manuel González Beceña
Otoño 2010: 75 años de vida, de cara al futuro.
Se dice que «la experiencia es la madre de las
ciencias», concepto que llama a un previo conoci-
miento al pasado. Sin embargo, la «razón pura» no
requiere un previo conocimiento, se gesta, se con-
cibe, se da a luz; se abren nuevos horizontes. Así
pensamos, así escribimos.
Índice
A modo de prólogo ................................................. 5
Introducción ............................................................. 7
Manual del nacionalista .......................................... 9
La nación. Su origen. Comunidad humana ... 10
El contrato social ................................................ 11
País, patria y nación. El hombre ...................... 12
La nación, trinidad humana ............................. 13
El hombre contra el hombre ............................. 15
La nación, revolución constante ...................... 16
Relaciones fundamentales. Procedimientos
únicos ............................................................... 16
Sin nacionalistas no hay nación ....................... 17
El «hombre nuevo» ............................................ 18
En camino al abismo .......................................... 19
El hombre nacionalista contra el hombre
anti-nacionalista ............................................. 20
La nación no tiene «izquierda» ni «derecha» . 22
Traición, secuestro y destino ............................ 23
La ecología, parte integral de la nación .......... 24
La identidad nacional. Cultura y destino ....... 25
El proceso de desnacionalización. La
nación: un todo .............................................. 27
Sin equidad no hay nación ............................... 29
El cosmopolitismo y la nueva cultura ............. 30
La «creación» de naciones ................................ 31
El dinero y el sistema monetario. El interés
y el sistema bancario ..................................... 32
Los impuestos. El sistema fiscal ....................... 36
La especulación y la bolsa de valores ............. 38
Los empréstitos. Los «clubes» financieros ..... 39
La renta. La propiedad financiera ................... 42
Los salarios. El progreso humano ................... 45
El equilibrio de la nación. La balanza
de pagos .......................................................... 49
De la estatización a la bolsa de valores ........... 50
Resumen de un camino histórico. El rescate .. 52
El nacionalismo, armonía universal ................ 53
Círculo de estudio. Cultura taína .................... 54
Memorándum de influencias sociales.
Civilización occidental ........................................ 63
Fundamentos básicos del capitalismo ............ 64
Pensamiento básico del comunismo ............... 66
Concepto bíblico de la Tierra. Antiguo
Testamento – Torá ......................................... 68
Delineación de las tierras (económica-
política-social) en la época colonial ............. 69
José Martí. El fisiócrata ...................................... 71
Fascismo .............................................................. 72
El estado. Los tres poderes (otorgados) en
virtud de un contrato social ......................... 73
El gobierno. Los tres poderes (no otorgados) . 74
El nuevo des-orden mundial. El
fasci-estalinismo ............................................. 76
El camino hacia la democracia ............................... 79
Estado de derecho .............................................. 80
La reconciliación ................................................ 98
La transición ....................................................... 113
Sobre el autor, Manuel González Beceña.
1959 hasta hoy ...................................................... 121
Cuba, siglo XXI .......................................................... 155
Nuestra formación geológica e histórica.
El pueblo cubano ........................................... 156
Surge una perla en el mar ........................... 156
Sentimientos primarios. Amor telúrico:
etnia ............................................................ 158
La nación cubana. Fundición de bronce ... 161
La democracia y el derecho natural ........... 164
El derecho natural. Unidad física, unidad
política, unidad económica .......................... 168
El derecho natural: derecho a la vida ........ 168
La unidad física: base natural de todo
país ............................................................. 171
La unidad política: fragua perenne de la
patria .......................................................... 177
La recuperación de las tierras.
La constitucionalidad .................................... 184
Análisis retrospectivo .................................. 185
Dos errores históricos fundamentales ....... 188
Periplo, peripecias y consecuencias.
Pautas para la lucha ................................. 194
La Constitución de 1940. Cronología,
presente y futuro ...................................... 197
Riquezas y economía. Juristas y economistas.
El nuevo orden mundial ............................... 203
Riquezas y economía. Sinopsis.
Prognosis ................................................... 203
Juristas y economistas. La soga al cuello ... 214
El nuevo orden mundial.
La democratización ................................. 223
Tres comisiones esenciales ................................ 227
Nuestros grandes problemas históricos.
Perspectiva ................................................ 227
Las tierras públicas: la subsistencia ........... 229
Oportunidad única, histórica. El reinicio . 234
El Fondo Nacional de la República de Cuba.
La Comisión Nacional de Fomento Agrícola
e Industrial ...................................................... 237
La constitucionalidad. Estado de derecho . 241
Corrientes ideológicas. Nacionalismo ....... 242
El gobierno constitucional. Caminemos ... 243
El camino hacia la nación ............................ 247
Actualización ............................................................ 254
Epílogo ...................................................................... 260
Algunos de los títulos publicados Editorial Voces de Hoy
Holguín durante la Guerra Grande, Cuba 1868-1878, de
Beatriz R. Suárez Font.
Huellas de un camino, de Ricardo M. del Toro Tamayo.
Una hoja en el tiempo y Un coma %, de Teresa Ci-
fuentes-Plá.
El mundo lleva alas, antología poética. Bosque de bojs, Me lo contaron las vicarias y Ecos de mis
antojos, de Josefina Ezpeleta. Thaormine la culpable. Diario de una alcohólica, Perdida en
el tiempo y Retazos, de Estrella Fresnillo-Díaz.
Clavelina, la princesita que quería volar, de Marlene de la
Victoria López Huerta.
Cien y 1 poemas de amor y Mi corazón te llama. ¿Dónde
estás?, de Elías Ramos. Plagio de lo humano, Frente al espejo, Amparo, la hija de
Jacinta y Recaredo y El juego de la memoria, de Pedro Pablo Pérez Santiesteban.
De la Loma al verso, de Josefina Ezpeleta y Pedro Pablo
Pérez Santiesteban.
Cuentos de Merssy. Volumen 1, de Merssy Álvarez.
Prefiero a Juanita, de Narciso Julián.
Zahir, el príncipe negro, de Fabio Figueroa. Univisión: un hogar lejos del hogar. Impacto de la televi-
sión en español en los Estados Unidos, de Rubén Soto. Cuarto creciente. Volumen 1, de Nely Morosini.
Tras el velo cristalino, existo, de Silvia Lafuente.
Piedras sagradas e Impronta, de Carmen Luisa Pinto.
Vitrales de sentimientos y Cuba, cuna de José Martí. El
hombre amor, de Blanca M. Segarra.
Destrucción de un país, de Olivia Sifontes.
Eidos, de Alain González. The Blue Album for Piano, de Leonardo Curbelo.
Clarita, de Ana Palacios.
El pececito de la fortuna y el cojo dormilón, de Blanca Men-
dieta. Lágrimas negras. Historias reales de la vida de un hombre,
de Gabriel Astengo.
Mis experiencias con DIOS, de Ramona Melo.
Fernando, de Olivia Sifontes.
Parto cubano, de Aylem Collazo Amador y Amelia Amador Martínez.
Pesadilla, de Iván J. Valle Rodríguez.
Puerta abierta al manicomio, de Asunción Muñoz Vignau.
La cueva de los cristales, de H. de los Santos.
Mágicas flores yo soy. Mensajes de luz, de Mar y Sol.
Recuerdos de una exiliada, de María Elena Palicio y Jo-
sefina Leyva. Sentimientos y verdades de un corazón, de Evis Cruz.
Kenatt, de Julio Zambrano.
Los álamos del parque, de José Álvarez.
Emociones, de Lydia Egües y Luis R. Ascaso.
El inestar, de Nelson Jiménez.
Experiencias espirituales, de Sara Acosta.
A la vuelta de la esquina, de Gualberto Milán. Con las manos en los bolsillos, de Giraldo Rodríguez Martín.
Son y sazón cubano, de María Argelia Vizcaíno.
Los Martínez-Casado. Dinastía de artistas cubanos. Home-
naje de amor, de Marta Ruilópez Martínez-Casado
de Sykes.
Paredes blancas, de Manuel Menéndez.
Entre luces, de Orestes A. Pérez. Poemas de La Edad de Oro / The Golden Age Poems,
de José Martí. Traducción de Elinor Randall.
Los come yuca. Relatos de la Yegua Indómita, Vol. 2, de
Juan Carlos Rivera.
Cartas para mi hijo adolescente, de Estela Vatri.
La ciudad de las noches sin estrellas, de Rubén Alfonso.
Ellos besan y se van, de Shona González.
Adrián Leiva. La batalla inconclusa, del Centro Cultural Cubano de Miami.
Miércoles de ceniza, de Ernesto R. del Valle.
Mi amigo Nicolás, de Margarita Polo.
Algunos títulos de próxima aparición
Editorial Voces de Hoy Apuntes, de Pedro Pablo Pérez Santiesteban.
Fe con leche con amor, de Gladys Enrizo.
Cuba. Diario íntimo, de Jobani Elías.
Familia y discapacidad, de María Teresa García.
Animales nocturnos, de Valeria S. Marcon Gamboa.
Ovnis en Cuba, de Hugo J. Parrado Francos. Dos aleteos de un zunzún / The Flutters of a Hum-
mingbird, de Josefina Ezpeleta y Bárbara Laplace. Traducción de Olga Ma. Geraci.
Diario de mis miedos, de María Hortensia Ruisánchez.
La guitarra y su técnica, de José Olivares.
La claridad asombrosa, de Francisco Jesús Muñoz Soler.
Niña guerrillera, de Luna Ovalle. Un cementerio que agoniza, de Rodolfo Torres.
De historias, cuentos y novelas, de Amelia M. Doval. El reino de los zancudos. Relatos de la Yegua Indómita,
Vol. 2, de Juan Carlos Rivera.
El cenicero del diablo y otras historias, de Ernesto Ravelo.
Encuéntrate en un bosque llamado poesía, de Tina De
Carlo.
El mundo ficcional de Josefina Leyva, de Bertha Bilbao
Richter. El regreso a la novia de Lázaro, de Alberto Lauro.
¿Salvos solo por fe? Y las obras, ¿qué?, de Sigifredo de
Bruzos.
Tras la huella de un pasado, de Víctor Sacre.
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