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Jornadas de Administración – FCE – UBA
11 y 13 de Octubre
13 de Octubre Jornada de actualización en RSE
Dossier
Material académico de respaldo
Auspicia la Jornada
2
INDICE
BERNARDO KLIKSBERG - BIBLIOTECA ¿COMO ENFRENTAR LA POBREZA Y LA
DESIGUALDAD? ( DIARIO “PAGINA 12”) – 1. LOS ESCANDA LOS ETICOS DE
NUESTRO TIEMPO.
Página 3
BERNARDO KLIKSBERG - BIBLIOTECA ¿COMO ENFRENTAR LA POBREZA Y LA
DESIGUALDAD? ( DIARIO “PAGINA 12”) – 2. ¿POR QUE LA ACTUAL CRISIS
ECONOMICA MUNDIAL?
Página 19
FEDERICO SARAVIA Y JUAN ESCOBAR - HACIA UNA DEMOCRA CIA SOCIALMENTE
RESPONSABLE, UNA REFLEXIÓN DESDE LA UNIVERSIDAD PÚB LICA. (FRAGMENTO
DEL LIBRO PUBLICADO POR PROMETEO EN 2010).
Página 33
HECTOR A. LAROCCA – RESPONSABILIDAD SOCIAL EMPRESAR IA, UNA PUESTA
EN VALOR PARA LA SEGUNDA DECADA DEL SIGLO XXI.
Página 52
DIEGO MATIAS GUILISASTI – LA SUSTENTABILIDAD: EL CA MINO DE TODOS QUE
POCOS SIGUEN.
Página 61
3
BIBLIOTECA BERNARDO KLIKSBERG
¿COMO ENFRENTAR LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD?
En este primer número de la Biblioteca Bernardo Kliksberg, el Padre de la Gerencia Social,
analiza “Los escándalos éticos de nuestro tiempo” y “La disparada de las desigualdades”. El
próximo domingo (25/9/11) presentará las causas claves de la actual crisis económica
mundial.
1. LOS ESCANDALOS ETICOS
DE NUESTRO TIEMPO
I. LA POBREZA MATA
El mundo está recorrido por olas de cambio científico y tecnológico. Se suceden las rupturas
epistemológicas y los cambios paradigmáticos, en numerosas disciplinas. Crecen a diario
nuevas áreas del conocimiento como la genética, la microelectrónica, la informática, la
robótica, la ciencia de los materiales, la biotecnología, las ciencias de las comunicaciones, y
muchas otras.
El stock tecnológico básico está siendo totalmente renovado, y la humanidad tiene una
excepcional capacidad para producir bienes y servicios de nuevo cuño.
Es posible ampliar fuertemente la esperanza de vida, tener cosechas plurianuales fuera de
estación, contar con bibliotecas cuasi universales en internet, interconectar la computadora,
el televisor, y el teléfono, fabricar autos movidos por electricidad, y muchos otros desarrollos
casi no soñables poco tiempo atrás.
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Sin embargo, los beneficios del progreso tecnológico están llegando sólo a un sector del
género humano. Grupos masivos, están excluidos, y luchando por asegurar las necesidades
más básicas de sus familias.
Todos los días perecen cerca de 26.000 niños por causas totalmente enfrentables, ligadas a
la pobreza. Casi la mitad de la población de un planeta con enormes capacidades de
producción se halla por debajo del nivel de la pobreza, y la quinta parte, en indigencia o
pobreza extrema. Si utilizaran todo lo que ganan solo en comprar alimentos, igual no les
alcanzaría para adquirir el mínimo de calorías y proteínas necesarias.
Cada año mueren 18 millones de personas por causas vinculadas a la pobreza. La mayor
parte niños. Son muertes evitables.
La convivencia de posibilidades inéditas de producción, y sectores minoritarios en opulencia,
y riesgos severos de supervivencia de niños, y madres, es un “escándalo ético” de grandes
proporciones.
Forma parte de una extensa nómina de Escándalos Eticos de nuestro tiempo.
Entre los principales se hallan los que se describen sintéticamente a continuación.
II. ALGUNOS ESCÁNDALOS ETICOS
1. El Hambre Inexplicable
Con la revolución verde, y las nuevas tecnologías disponibles, los niveles de productividad
en las actividades generadoras de alimentos han ascendido fuertemente.
Las evaluaciones técnicas indican que se pueden producir alimentos suficientes para una
población significativamente superior a la actual.
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Contradictoriamente, el número de hambrientos supera los 1000 millones. Casi uno de cada
seis habitantes del planeta, padece de ese problema inadmisible.
Los más afectados son los más vulnerables, los niños. Los déficits de desnutrición en las
edades tempranas se pagan con daños para toda la vida.
La Unicef ha establecido que si un niño no se alimenta adecuadamente en sus primeros
años, no se establecen las conexiones interneuronales en su cerebro, y quedará con
retrasos y disminuciones severas.
En el 2008 uno de los efectos de la crisis fue el fuerte aumento de los precios de alimentos.
Ese año el planeta tuvo la mayor cosecha de su historia. Sin embargo murieron 5 millones
de niños por hambre.
El gasto en alimentos consume del 50 al 80% del presupuesto de los casi 3000 millones de
personas, que viven por debajo del umbral de pobreza. Por ende los aumentos los afectan
gravemente.
La situación generó revueltas sociales en diversos países, y fue un detonante de las que se
produjeron en el mundo árabe.
En el 2011, se está registrando una suba de consideración en los valores de los alimentos.
El índice global de precios de los alimentos de la FAO creció un 32% entre junio y diciembre
del 2010, y sigue subiendo.
Ante el aumento los pobres tratan de enfrentarlo salteando comidas y reduciendo la calidad
de los alimentos que ingieren. Ello aumenta el déficit de micronutrientes de los niños.
Cuanto más alimentos se produzcan mejor será, pero como anota el Nobel Amartya Sen en
sus trabajos pioneros sobre el hambre (1981), no es sólo un tema de producción, sino
también de acceso a los alimentos.
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Las pronunciadas desigualdades limitan el acceso, y factores como entre otros la
especulación en los mercados alimentarios, y la indefensión de los pobres, en esta área,
contribuyen a agravarlo.
América Latina expresa nítidamente la paradoja de potencialidades alimentarias versus
realidades. Según estimados de CEPAL-OPS por sus condiciones naturales favorables, la
región una de las mayores productoras de alimentos del planeta puede generar alimentos
para una población tres veces mayor que la que tiene. Sin embargo, tiene 53 millones de
desnutridos, y un 16% de desnutrición crónica infantil.
2. El Déficit De Agua Potable E Instalaciones Sanit arias
Asegurar agua potable, e instalaciones sanitarias a todos es crucial en salud. las brechas
son muy importantes. 900 millones de personas carecen de agua potable, y utilizan agua
contaminada. 2600 millones de personas no tienen una instalación sanitaria.
La mitad de las camas de hospitales del mundo están ocupadas por pacientes que tienen
enfermedades ligadas a la ingesta de agua en mal estado.
Muere más gente por esta carencia que por todas las otras formas de violencia incluidas las
Guerras.
La falta de instalaciones sanitarias, crea riesgos de gran consideración para la salud en
general, y particularmente para los niños.
Se estima que mueren 1.800.000 niños al año por estas causas inaceptables.
En América Latina a pesar de ser poseedora de la tercera parte de las aguas limpias del
orbe, hay 50 millones de personas sin agua potable, y 119 millones sin instalaciones
sanitarias apropiadas.
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3. Las Elevadas Tasas de Mortalidad Infantil Y Mort alidad Materna
En la Asamblea General de las Naciones Unidas todas las naciones se comprometieron a
alcanzar en el 2015, nuevas metas que garanticen los derechos fundamentales a todos los
habitantes del orbe. Son las metas del milenio.
En mortalidad infantil están lejos de ser cumplidas. El número de niños que perecen antes
de cumplir 5 años de edad, debía bajar en 2/3 en el 2015 respecto a 1990. Se debía llegar a
que fueran 3 de cada 100, en lugar de 10 de cada 100.
En el 2010, la meta estaba distante. Murieron por causas evitables vinculadas a la pobreza,
8.1 millones de niños menores de 5 años, el 7.2%.
También hubo adelantos, pero hay retraso en la meta de reducir en 3/4 la muerte de madres
durante el embarazo o el parto.
Era de 480 muertes cada 100.000 nacidos vivo en 1990, y se fijó reducirla a 120 muertes
para el 2015. En el 2005, la tasa se estimaba en 450 muertes.
En el 2010 se calculó en 350.000 las madres que perecieron por esta causa. El 98% de las
muertes se produjeron en países en desarrollo.
América Latina con avances, tiene serios problemas causados por la inequidad en salud.
Casi 30 de cada 1000 niños perecen antes de cumplir un año de edad, frente a 3 en
Noruega o Suecia.
La mortalidad materna supera las 80 madres cada 100.000 nacidos vivos, frente a 6 en el
Canadá. Son más de 20.000 madres que perecen por año.
Cuando se desagrega las cifras respectivas en poblaciones indígenas, superan las 400
madres cada 100.000 nacidos vivos.
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4. Los Déficits En Educación
La educación es la base del progreso en el siglo XXI. Tanto para las personas, las familias,
como los países.
Las naciones que encabezan las tablas de progreso tecnológico, competitividad, y avance
económico, como las escandinavas han hecho inversiones sistemáticas y de largo plazo en
educación, y la han jerarquizado al máximo.
En el mundo en desarrollo. 121 millones de niños no van a la escuela del todo, la cobertura
preescolar es limitada, los porcentajes de deserción en primaria son significativos, y en
secundaria muy altos. Incluso sigue habiendo un sesgo de género. Sólo el 43% de las niñas
van a la escuela secundaria, y dos tercios de los analfabetos son mujeres.
El caso de América Latina a pesar de que sus países son considerados por sus ingresos per
cápita de renta media, los indicadores educativos dejan muchos interrogantes. Según datos
recientes de UNESCO:
� Con crecimiento el preescolar sólo abarca sectores de la población. En algunos
países sólo llega al 30% del alumnado posible.
� Casi todos los niños ingresan a la escuela primaria, pero en el 20% más pobre la
deserción es de casi un 15%.
� 6 millones de jóvenes entre 15 y 19 años no terminaron la primaria.
� La situación es mucho peor en secundaria. Sólo la completan el 49% de los hombres,
y el 55% de las mujeres.
� No finalizan la secundaria, el 70% en Guatemala, Honduras, y Nicaragua, el 50% en
Bolivia, Colombia, Panamá y Paraguay.
� Las desigualdades influyen poderosamente. En el 20% más rico terminan la
secundaria el 81% de los hombres, y el 86% de las mujeres. En el 20% más pobre,
sólo el 23% de los hombres, y el 26% de las mujeres.
� En el 20% más rico completan un grado universitario 27 de cada 100 jóvenes, en el
20% más pobre sólo 1 de cada 100.
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A pesar de un discurso que ensalza la educación como prioridad, las asignaciones de
recursos son en buena parte de la región proporcionalmente bajas.
Finlandia gasta en educación primaria 5373 dólares por alumno, España 4800, México 1604,
Colombia 1257, y Perú 446.
Costa Rica modelo en este campo puso en su Constitución invertir no menos del 6% del
Producto Bruto Anual. El Congreso argentino aprobó una ley que obliga al Estado con un
monto similar, y países como Brasil, y Uruguay han mejorado considerablemente sus
inversiones.
Argentina es en el 2011, el líder continental con una inversión del 6.47% de Producto Bruto.
La solución no pasa como presionaron algunos organismos financieros internacionales en
restar asignaciones a las Universidades, en general subfinanciadas, para pasarlas a la
escuela primaria. Ambas son imprescindibles. Lo que se necesita es ampliar la inversión
educativa frente otros rubros menos prioritarios, y mejorar su calidad.
Un eje estratégico es la jerarquización del maestro. Un reciente estudio de McKinsey sobre
países exitosos muestra que “aseguran la estructura de remuneración y reconocimiento
adecuado para los profesores”. Asimismo crean incentivos para atraer a los mejores talentos
a la docencia. En Corea llaman a los maestros los “constructores de la nación”. En Canadá
están primeros en las encuestas de credibilidad.
En América Latina, la profesión se ha desjerarquizado, las condiciones económicas son
precarias, las posibilidades de perfeccionamiento y desarrollo limitadas. La mayoría de los
maestros tienen otro empleo para subsistir.
5. La Generación Perdida
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La OIT califica de ese modo a los jóvenes que a consecuencia de la crisis económica actual
no han podido siquiera ingresar al mercado de trabajo.
La crisis destruyó millones de puestos de trabajo, llevando la desocupación europea al 10%
actual, y la de Estados Unidos al 9.2%.
Las tasas de desocupación juvenil casi duplican las generales.. En muchos países europeos
y en USA superior al 25%.
Se da asimismo un mecanismo regresivo. Los jóvenes graduados aceptan puestos que
antes estaban destinados a los que sólo tenían secundario, y éstos últimos van a posiciones
aun inferiores.
En América Latina, uno de los efectos de las altas tasas de deserción en secundaria, es la
creación de un enorme sector de jóvenes que dejaron la escuela, y no pueden ingresar en
un mercado de trabajo que exige como mínimo incluso para tareas de líneas, diploma de
secundaria.
Se estima que el 20%de los jóvenes latinoamericanos, fuera de la escuela, y del mercado de
trabajo.
La ortodoxia económica ha logrado generalizar que se los llame “los ni,ni”, Los que “ni
estudian, ni trabajan”. Es un calificativo “coartada”. Pareciera que ellos decidieron no
estudiar, ni trabajar. Nada más lejano a los datos. Dos de cada tres jóvenes del 20% más
pobre desertan antes de finalizar secundaria. Los estudios indican que lo hacen por
desnutrición, porque trabajan, hay14 millones de menores de 14 años trabajando en la
región, porque viven en viviendas precarias hacinadas, porque no tienen los medios básicos.
Sin secundaria no consiguen trabajo alguno en la economía formal. No son “ni,ni”, es un
lenguaje que oculta el problema. Son excluidos del sistema, expulsados por el mismo.
En México, por ejemplo según la UNICEF, el 53% de los menores de 18 años están en
pobreza. Hay una “bomba de tiempo” de jóvenes excluidos. Están desesperados. Si la
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sociedad no trata de incluirlos, las bandas criminales pueden tentar algunos de ellos. Está
probado que cuánto más educación, y más oportunidades de trabajo para jóvenes excluidos,
menor delicitualidad juvenil, y más seguridad ciudadana.
6. Discriminación De Género
Ha habido avances muy importantes en este campo. La gran mayoría de las mujeres se
integró a la fuerza de trabajo, y aumento la participación pública de la mujer.
Sin embargo, las barreras siguen siendo difíciles de sobrepasar.
Así en América Latina la mujer gana un 30% menos que el hombre a igual responsabilidad
laboral. Menos del 10% de los altos ejecutivos son mujeres.
Las mujeres trabajan, y al mismo tiempo tienen que llevar adelante, el hogar, la educación y
cuidado de los niños, el cuidado de los mayores. La “economía del cuidado” está a su cargo.
Los hombres realizan en la mayoría de los países menos del 5% de las tareas del hogar.
Ello obliga a las mujeres trabajadoras, que tienen además que hacer merito especiales en el
trabajo por la discriminación, a una doble y muy esforzada jornada diaria.
Subsiste el tema de la violencia. El 30% de las mujeres latinoamericanas ha sido objeto de
alguna forma de violencia doméstica. Continúan asimismo los feminicidios como en Ciudad
Juárez, o Guatemala, sin descubrimiento ni sanción de los culpables.
Persiste en la región una cultura machista cuyos estereotipos están presente desde la
escuela hasta los medios masivos.
A nivel mundial, aun en lo político solo 8% de los altos cargos de Gobierno están ocupados
por mujeres, y ninguno de los 27 Presidentes de los Bancos Centrales de la Unión Europea
que están tomando decisiones fundamentales, son mujeres.
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7. El cambio climático
Continúa la intoxicación de la atmosfera, la desaparición de especies, la desforestación, la
ruptura de equilibrios ecológicos básicos.
Se estima que los efectos del cambio climático a través del aumento de huracanes,
inundaciones, la desertificación, las epidemias, y otros, están causando 300.000 muertes
anuales.
50 millones de personas se vieron obligadas a emigrar de sus comunidades, y conformaron
un nuevo grupo de migrantes que no está contemplado por ninguna legislación, “los
refugiados climáticos”.
La inequidad es muy alta. Por cada habitante del mundo desarrollado que es víctima
personal de efectos del cambio climático, son 80 las víctimas en el mundo en desarrollo.
Los agricultores pobres, los pobres urbanos, los 118 millones de personas que viven en
tugurios en América Latina por ejemplo, tienen muchas posibilidades de ser afectados, y
carecen de posibilidades de defensa.
Los últimos datos son inquietantes. En el 2010 se produjeron varios records climáticos. Fue
el ano de más calor desde 1880 cuando comenzaron las mediciones. En la última década se
dieron 9 de los 10 años más calientes.
Los niveles de temperatura en el Ártico llevaron a que la extensión de hielo en Diciembre
2010 fue la menor en ese mes, desde que ello se empezó a medir en los 70.
Moscú tuvo la temperatura más alta de su historia en el 2010, durante 33 días seguidos. La
ola de calor causó 11.000 muerto. El 2011 fue en Estados Unidos el año más caliente de los
últimos 75 años.
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El calentamiento que causa a su vez todo orden de distorsiones en la naturaleza está
impulsado por las emisiones de dióxido de carbono, y de gases invernadero de las industrias
contaminantes. Hansen advierte “Si la tendencia de calentamiento continua como es
esperable, si siguen aumentando los gases de invernadero el record de 2010 no durará
mucho”.
Uno de los peligros mayores que provoca el calentamiento global es el de las sequías y la
desertificación. Se estima (Hertsgaard, 2011) que en 20 años el número de personas en
"países en situación de stress de agua" puede pasar de 800 millones a 3000 millones.
En un mundo opulento en tecnologías, y activos, una parte muy importante de su población
no siente los efectos del progreso tecnológico.
Está encerrada en trampas que comprometen su vida, o aspectos básicos de la misma,
como las sumariamente revisadas, y otras agregables.
Llevan al sufrimiento diario de niños, madres, y jóvenes, y vulneran los derechos
fundamentales de gruesos sectores del género humano.
La paradoja de la pobreza en medio de la riqueza potencial, tiene una de sus explicaciones
principales en el aumento sustancial de las desigualdades.
III. LA DISPARADA DE LAS DESIGUALDADES
Multitud de investigaciones han verificado que las desigualdades pronunciadas obstaculizan
de múltiples maneras el desarrollo, y son causa central de la pobreza.
Entre otros efectos crean “el accidente de nacimiento”. Según en qué estrato social se nazca
serán las oportunidades desde las más básicas como estar bien nutrido hasta las más
exigentes como la posibilidad de finalizar postgrados.
Además en sociedades asimétricas, el nacimiento en un marco familiar, con mayor o menor
capital socioeducativo, incide fuertemente sobre la performance en la escuela, y determina
también el capital social, y la red de relaciones con que se contará.
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Por otra parte las desigualdades agudas permean el sistema educativo, y llevan a que el
mismo este abierto para los “que tienen”, y con muchas dificultades de tránsito para los que
“no tienen”, produciendo circuitos educativos totalmente diferenciados para unos y otros que
a su vez refuerzan las desigualdades iniciales.
Junto a ello, reducen el tamaño de los mercados, internos, la capacidad de ahorro nacional,
fracturan la cohesión social, influyen en la tasa de delincuencia, y muchos otros efectos no
deseables.
Investigaciones cercanas de la Universidad de Harvard demostraron que hay una
correlación econométrica robusta entre niveles de desigualdad y grados de corrupción. You
Jong-Sung y Sanjeev Khagram (2004) encontraron esa correlación en estudios en más de
100 países.
Una hipótesis usual en los estudios sobre corrupción señala que esta es función de la
motivación y la oportunidad. Cuando las sociedades son muy desiguales, los grupos más
poderosos tienen más oportunidades e incentivos para prácticas corruptas y amplias
posibilidades de impunidad.
Los grupos pobres no tienen información, no pesan, están poco articulados, y no tienen
como monitorear.
Se crea un círculo perverso. La corrupción a su vez aumenta la desigualdad, que luego la
incentiva. Gupta (1998) estimó que un incremento de un punto en el índice de corrupción
hace aumentar el coeficiente Gini, que da cuenta de la desigualdad en la distribución de los
ingresos, en nada menos que 5.4 puntos.
¿Cuál es la situación actual del mundo en términos de desigualdad?. La Encíclica Caritas in
Veritate (2009) la describe vívidamente:
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“La riqueza mundial crece en términos absolutos pero aumentan también las
desigualdades. En los países ricos nuevas categorías sociales se empobrecen y
nacen nuevas pobrezas. En las zonas más pobres algunos grupos gozan de un tipo
de superdesarrollo derrochador y consumista que contrasta de modo inaceptable con
situaciones persistentes de miseria deshumanizadora”.
Llama a estas desigualdades “Las disparidades hirientes”.
Los datos recientes son muy expresivos. El 1% de la población mundial es poseedor
actualmente del 43% de los activos del mundo. El 10% más rico tiene el 83% de dichos
activos.
En cambio el 50% de menores ingresos sólo tiene el 2% de los activos.
Crecen y se afirman las grandes fortunas en un proceso de concentración de los ingresos.
Aumenta el número de billonarios, personas que son dueñas de más de 1000 millones de
dólares. Son actualmente
El coeficiente Gini ha empeorado en los países que lideran hoy la economía mundial. En
Estados Unidos pasó de 0.34 en los 80, a 0.38 a mediados de los 2000. En Alemania de
0.26 a 0.30, y en China de 0.28 a 0.40.
Han aumentado las distancias entre los países, y al interior mismo de muchos de ellos.
En la economía más poderosa del planeta, la de Estados Unidos que produce el 28% del
producto bruto mundial, un estudio del Economic Policy Institute midió la distancia entre el
1% más rico, y el 90% de la población, entre 1980 y el 2006. El 1% tenía 10 veces más que
el 90% al comienzo del periodo y 20% más a su término. Si se toma el 0.1% más rico, sus
ganancias fueron aún mucho mayores. Pasó de tener 20 veces más que el 90% en 1980, a
80 veces en el 2006.
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Entre los sectores más beneficiados los servicios financieros en USA doblaron su
participación en el producto bruto, entre 1980 y el 2000, pasando al 8%. Sus ganancias
aumentaron del 10 al 35% del total de las ganancias corporativas en ese periodo.
El New York Times indica que en los últimos 30 años el 1% más rico pasó de tener el 9% del
ingreso nacional en 1979, al 23.5% en el 2007.
Los daños que las altas desigualdades están causando en dicho país son múltiples. Así
según los estudios de Levine y Dijk (2010), el stress que generan aumenta la tasa de
divorcios.
Por otra parte las familias no encuentran otra alternativa para hacer frente a sus gastos, que
mudarse a zonas más lejanas de sus trabajos, pero más baratas, aumentando las horas
utilizadas en viajar hacia y desde el trabajo, y reduciendo las dedicadas a la familia.
En una obra reciente de gran repercusión “El nivel del espíritu: porque la igualdad es
beneficiosa para todos” Richard Wilkinson y Kate Picket (2010), muestran con detalladas
estadísticas que comparan países más y menos desiguales, que la mayor desigualdad lleva
a más criminalidad, mayor mortalidad infantil, más obesidad, más embarazos adolescentes,
mayor discriminación de género y menor esperanza de vida.
Además señalan que se convierte en un problema de piel, y empeora la vida de todos.
Causa stress crónico. Atenta contra las nociones básicas de “juego limpio”.
Ya la Escuela de salud de Harvard (1997) demostró que incide en una baja de los niveles de
confianza interpersonal, dimensión central del capital central, influyendo a través de ello
negativamente sobre la esperanza de vida.
Analizando las tendencias en estados Unidos Robert Frank (Cornell University, 2010)
concluye: “No hay evidencia que las mayores desigualdades mejoren el crecimiento o la vida
de nadie. Si, los ricos pueden comprar ahora mansiones más grandes y hacer fiestas más
costosas. Pero ello no parece hacerlos más felices. Y en nuestra economía un efecto del
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crecimiento de las desigualdades ha sido robar a los graduados más talentosos hacia el
campo de las finanzas en Wall Street”.
La desigualdad lesiva para cualquier economía, es un factor fundamental en el caso
latinoamericano.
Cuando se hace la pregunta, de por qué un Continente con condiciones naturales
excepcionales para la producción de alimentos, con fuentes de energía barata en cantidad,
con reservas cuantiosas de materias primas estratégicas, con un potencial turístico
formidable, y otros factores favorables tiene una tercera parte de su población en pobreza, y
agudos vacíos sociales, hay que tener en cuenta que es la región más desigual de todas.
En un estudio pionero Birdsall y Londono (1997), simularon econométricamente cual sería la
pobreza si la desigualdad no hubiera crecido en América Latina como lo hizo desde los 70 a
mediados de los 90, periodo de las dictaduras militares, y de la experimentación de recetas
ortodoxas extremas.
Estiman que el aumento de pobreza hubiera sido la mitad del que fue. Ello es llamado
“pobreza innecesaria” creada sólo por el aumento de las desigualdades.
Mientras que la brecha entre el 10% más rico y el 10% más pobre es en Noruega de 6.1
veces, y en España de 10.3, en América Latina es 5 a diez veces mayor. Supera las 30
veces. En el 2009 la brecha era en Colombia de 60.4, en Honduras de 59.4.
Las desigualdades en el mundo y en la región fueron agravadas por la crisis mundial, actual
la mayor que sufrió la economía del planeta en los últimos 80 años.
Hay soluciones. Hay política publicas creadoras de desigualdad como las aplicadas en la
Argentina en los 90, que hicieron que 8 millones de personas dejaran de ser clase media y
se transformaran en pobres en esa década, y políticas proigualdad como la Asignación
Universal para hijos de trabajadores informales, puesta en práctica por Cristina Fernandez
de Kirchner, que protege ya a 3.700.000 niños pobres del país.
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Mientras que el desempleo se triplico en la Argentina de los 90, llegando al 22% en el 2000,
entre el 2003 y el 2011 se crearon 5 millones de puestos nuevos de trabajo, y el desempleo
es el 7.3%.
Los escándalos éticos referidos, y el aumento de las desigualdades, fueron agudizados por
la actual crisis económica mundial la mayor desde la de 1930. En nuestra próxima entrega
haremos un análisis no convencional de sus causas.
Sin Palabras
Muchos de los 1020 millones de personas hambrientas que hay en el mundo son niños.
Con una taza de micronutrientes diaria los niños no tendrían hambre. Vale 0.25
centavos de dólar. Cada segundo se gastan 1.500.000 dólares en armamentos. Con
una reducida fracción de ellos se podría cambiar la situación de los niños hambrientos.
No Hay Derecho
Una mujer que nace hoy en un país pobre tiene una esperanza de vida de 45 años. Si
nace en uno rico, vive 80 años. 35 años de diferencia.
En la parte de La disparada de las desigualdades
Sin Luz
Es una época de avances tecnológicos sin precedentes en la producción y distribución
de energía eléctrica. Pero no llega a todos. 1400 millones de personas no tienen
electricidad. El total de energía eléctrica consumida anualmente por los 800 millones de
personas que viven en el SubSahara africano, es igual a la que consumen los 19
millones que residen en el Estado de New York.
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¿COMO ENFRENTAR LA POBREZA Y LA DESIGUALDAD?
II. ¿POR QUE LA ACTUAL CRISIS ECONOMICA MUNDIAL?
Bernardo Kliksberg
El pensamiento del gran maestro de la UBA, padre de la Gerencia Social, pionero mundial
de la ética para el desarrollo, y asesor especial de la ONU.
En el número anterior Kliksberg abordó los “Escándalos Éticos” del mundo actual. En este
analiza por qué el mundo se halla sumido en la mayor crisis económica de los últimos 80
años.
1. Miedo
El último número de The Economist (3/10/11) tiene en la tapa un grave llamado de alerta. La
revista muy leída por las elites del planeta dice: “La economía mundial. Tenga miedo”.
En lugar de negar la profundidad de la crisis económica mundial actual, y adjudicarla a
meras coyunturas, o una etapa del ciclo económico muestra que se debe “tener miedo”.
Los datos recientes son muy delicados. La Economía americana produce casi la cuarta parte
del Producto Bruto Mundial. No logra generar empleo. La tasa de desempleo abierto, es del
9.1%, 14 millones de desocupados. Si les suman los subocupados, que no logran tener más
que algunas horas de trabajos, son otros 11 millones, y si se le adicionan los que ya no
buscan más trabajo, porque saben que no tienen chance de conseguirlo, y no aguantan más
rebotar una y otra vez, son otros 5 a 6 millones. Casi 30 millones de personas que están
fuera del mercado de trabajo. Las tasas son mucho peores para los negros y los latinos,
donde la desocupación abierta más que duplica la general.
20
La economía americana ha producido el mayor número de pobres desde 1959, en que la
oficina de Censos inició su medición. Son actualmente 46.2 millones. La tasa subió al 15.1%
del 14.3% en el 2009. El 20% de los chicos, y el 27% de los negros y de los latinos son
pobres.
La situación europea es explosiva. La tasa de desocupación es el 10%, y la juvenil supera el
25%. La economía crece pobremente. En el 2011 a lo sumo 1.7% en la euroarea, y en el
2012, 1%. Economías como la inglesa y la francesa menos de un 1% en el 2011.
La OIT y la OECD señalan (26/9/11) que el número total de desempleados está en 200
millones a nivel mundial una cifra totalmente crítica. En los países del G20 se han perdido 20
millones de empleos desde que se inició la crisis en el 2008. La economía americana no
crecerá más de un 1.6% en el 2011, y un 1.9% en el 2012. Eso siempre que el Congreso
acepte la propuesta del Presidente de continuar con el seguro al desempleo, y los recortes
de impuestos a los salarios.
Los indignados del mundo están en las calles de las más diversas capitales, protestando en
los países árabes por libertad, empleo y alimentos, en la India contra la corrupción y la
pobreza, en Grecia contra el ajuste brutal, en España contra el altísimo desempleo, en Chile
por educación gratuita, y ahora también en Wall Steet.
En una nota de tapa “A medida que crece la desconfianza en el voto, las protestas surgen
en el mundo” (28/9/11) el New York Times llama la atención sobre que hay en muchos casos
un doble reclamo en las protestas. Junto al económico se halla la búsqueda de una
democracia real. Una manifestante en España, Marta Solanas (27) observa: “Nuestros
padres, después de la dictadura de Franco, estaban agradecidos porque podían votar.
Nosotros somos la primera generación que decimos que el voto no está incidiendo”. Quieren
junto al voto lograr con las protestas que se los escuche y cambie el modelo.
¿Qué causas llevaron a esta crisis estructural, que es en realidad la continuidad de la gran
crisis iniciada al final del 2007, que tuvo un punto de inflexión agudo en la quiebra de
Lehman Brothers, el tercer banco de USA, y que llevó a una caída del Producto Bruto
21
Mundial del 3.5 % en el 2009?. ¿Por qué la economía más poderosa del mundo la
americana se transformó en poco tiempo en incapaz de generar lo más importante que una
economía puede aportar empleos decentes, y lo mismo se está dando en las europeas?.
¿Qué falla en el sistema?.
Analicemos algunas de las causas centrales. Si no se actúa sobre ellas será difícil que las
cosas mejoren.
2. Se agotó la receta
Se suponía que aplicando el modelo ortodoxo, resumido en las políticas incluidas en el
Consenso de Washington que se aplicaron estrictamente en la Argentina de los 90 por el
Gobierno de Menem, la economía crecería, y el crecimiento se “derramaría” al conjunto de la
población. No sucedió así en la Argentina, al final de la década, el ajuste ortodoxo, la
privatización salvaje, la concentración del crédito, la desregulación total y otras de las
recetas, hicieron que el país triplicara su pobreza, multiplicara la desigualdad, y llegara a un
23% de desocupación, y que al final del 2002, estallara económica y socialmente, con 46%
de pobreza.
Lo mismo está sucediendo en el planeta cada vez que se aplica rigurosamente la receta
ortodoxa. Ojalá diera los resultados que los economistas ortodoxos auguraron a nivel
internacional y del país. La realidad no funciona así.
El modelo ortodoxo destruye empleo y producción. Menem, repetía insistentemente que o el
modelo ortodoxo o el caos. Era una de las tantas simplificaciones propias de su era. En los
hechos el modelo condujo al caos, aniquilando masivamente empleos, desindustrializando,
empobreciendo a las provincias, y a las áreas rurales, expulsan do masivamente amplios
sectores sociales de los mercados de trabajo y consumo.
Hoy cultores de la receta, la defienden a ultranza en Estados Unidos y en Europa. En USA el
Tea Party exige a Obama, eliminar el déficit fiscal con cortes masivos centrados en los
22
programas sociales. Por otra parte, se opone a aumentar los impuestos a los más ricos, para
atenuar los impactos. Lo plantea como una cuestión de principios.
Si algunas de sus propuestas se concretaran los resultados sociales según diferentes
estudios pueden agravar sensiblemente la difícil situación actual. Se estima que si el
Congreso no renueva el seguro de desempleo habrá 3.2 millones más de personas en
pobreza. Si se recortan las estampillas para comprar alimentos, a las que están aplicando
hoy 40 millones en pobreza casi extrema, la desnutrición crecería fuertemente. Sin seguro
social el número de personas mayores pobres se quintuplicaría.
En Europa en el país donde se está experimentando si la receta puede salvar la situación
Grecia, se está reproduciendo el título de una de las obras de Garcia Márquez, “Crónica de
una muerta anunciada”.
Los recortes fiscales, los aumentos de impuestos, los despidos públicos masivos, han
llevado a que la economía cayera un 7% en el trimestre abril-junio, y el desempleo abierto
pasara el 16%.
Esto no es gratis humanamente. El Wall Street Journal (20/9/11) retrata así la situación en
materia de suicidios: “Los suicidios registrados se han duplicado desde antes de la crisis, un
40% más de griegos se suicidaron en los primeros 5 meses de este año que en igual
periodo del pasado…la línea de suicidios de una ONG líder Klimaka recibía 10 llamadas por
día, ahora son 100. Los llamados tienen un cierto perfil: hombre, 35 a 60 años y
financieramente arruinado”.
No puede ser. Obama ha reclamado en sus nuevos discursos: “Uds. han visto en los
debates republicanos recientes al público aplaudiendo a quien cuando le preguntaron qué
haría si alguien estaba muriendo por falta de seguro de salud, contestó “que se las
arreglara”. Eso no refleja lo que nosotros somos”.
La conservadora The Economist dice que el principal responsable del alto desempleo “es el
cambio prematuro a la austeridad fiscal por los gobiernos…la inmediata prioridad deber ser
23
fortalecer la demanda, o por lo menos no dañarla” (10/9/11), “la obsesión colectiva con
medidas de austeridad de corto plazo de los decisores de política en el mundo rico están
causando dolor” (1/10/11). El New York Times (29/9/11) reclama editorialmente que “Se está
matando la recuperación. Una fijación global en la austeridad es exactamente el curso
equivocado”. Resalta sobre Europa: “Las naciones ricas como Alemania e Inglaterra podrían
gastar más para aumentar el crecimiento. En su lugar están cortando gastos. Alemania y sus
vecinos ricos insisten que Grecia, Portugal y otras naciones endeudadas acepten dosis de
austeridad aún mayores…Enviando esas economías a cerca del colapso harán que nunca
podrían salir de sus deudas”.
Las referencias a mirar hacia economías como las de Argentina, y Brasil son cada vez más
continuas. Porque vienen creciendo sostenidamente en los últimos 8 años, y generando
trabajo e inclusión. Sus ciudadanos han dado mandato masivo a gobiernos que están
apostando porque otra economía es posible, más allá de la receta.
Las políticas aplicadas en la Argentina, y su gestión eficiente de las condiciones externas
favorables generaron del 2003 al 2011, 5 millones de puestos de trabajo nuevos. En Brasil
más casi 30 millones salieron de la pobreza, y son ahora productores y consumidores.
3. La conducta de los altos ejecutivos financieros
La desregulación salvaje de la era Bush, creó un clima de “incentivos perversos”. Era posible
llevar adelante casi en impunidad lo que el Presidente Obama ha llamado “una codicia
desenfrenada”.
Los altos niveles gerenciales de diversas empresas financieras de gran peso las llevaron a
situaciones de altísimo riesgo sistemático, para favorecer la maximización de ganancias a
corto plazo, dado que sus “paquetes” estaban ligados a los beneficios inmediatos de las
empresas. Las intoxicaron de activos dudosos, que incidían en los balances aparentes, aun
cuando el futuro fuera totalmente incierto.
24
Fue la acusación del Congreso en sus interpelaciones contra Richard Fuld Presidente de
Lehmans Brothers que llevó a la quiebra a una empresa de 160 años de existencia. El
Presidente de la Comisión respectiva del Congreso Henry Waxman le mostró que había
cobrado en los últimos años 500 millones de dólares. Además que se había cubierto, por si
lo despedían con un "paracaídas" de oro, una cláusula en su contrato que en ese caso
obligaba a la empresa a pagarle 65 millones de dólares. Le preguntó: “¿es esto juego
limpio?”. Nicholas Cristoff Premio Pulitzer, tituló su columna en el New York Times dedicada
a Fuld “Se necesita ejecutivo, 17.000 dólares por hora, no se necesita ser competente”. Su
remuneración era 2000 veces el salario mínimo (8.25 la hora), que ganaban amplios
sectores.
También la que se le hizo a John Tayhn Presidente de Merrill Lynch, que ya habiendo sido
su empresa absorbida por otra, con dinero del Estado, anticipó el pago de bonos por 4.000
millones a los altos ejecutivos. Asimismo en plena crisis hizo redecorar su oficina por
1.200.000 dólares incluyendo una alfombra por 87.000 dólares y una cómoda de 35.000
dólares.
Además estas conductas del alto nivel corporativo mostraron una total insensibilidad a la
posible ira de los ciudadanos. Uno de los tantos casos de manifestación de esta “campana
de cristal” fue la comparecencia de los Presidentes de las tres grandes empresas
automotores al Congreso para pedir desesperadamente un rescate multimillonario. Se les
preguntó en primer término, como habían viajado de Detroit a Washington. Indicaron que en
avión privado. Se les mostró que el costo de ese viaje en el que pedían ayuda masiva del
contribuyente era 60 veces al que hubieran tenido comprando un pasaje business.
La ira popular contra los altos ejecutivo registrada en todas las encuestas de opinión, era no
solo por estos y otros casos similares, sino porque expresaban todo un estilo de cultura
corporativa.
4. Los sesgos de las agencias calificadoras de ries gos
25
Las agencias son claves para los inversores. Califican los bonos y papeles emitidos por las
corporaciones y los bancos para obtener recursos de los inversores. El Congreso americano
las interpeló y enjuició severamente por su pésimo trabajo en los años de las burbujas.
David Segal (New York Times, 18/3/09) describió así su operatoria: “Pusieron su sello de
aprobación en incontables subprimes, y valores vinculados que ahora se describen como
tóxicos. El problema señalan los críticos consistía en que eran pagadas por las
corporaciones cuya deuda debían graduar, percibían millones en honorarios, y tenían un
incentivo financiero en dar altas notas a valores que no lo merecían. Por lo menos 10
grandes compañías que quebraron o fueron rescatadas en el 2008 tenían calificación para la
inversión. Era lo mismo que dar a pacientes con enfermedades mortales certificados de
salud total. Moody’ s calificó la deuda de Lehman Brothers con A2 días antes de que se
presentara a quiebra, y le dio a la deuda no asegurada de AIG, un rating de A3, más alto
aún que A2, una semana antes de que el Gobierno se viera obligado a tomar la compañía”.
Una investigación del senado (Abril, 2011) mostró que más del 90% de las calificaciones de
AAA dadas por las agencias a inversiones basadas en paquetes de hipotecas en el 2006 y
en el 2007 fueron después degradadas al estatus de basura causando grandes pérdidas a
los inversores.
Un informe reciente de la SEC (Agencia de Control), encontró en diversos casos que las
agencias han emitido “informes inexactos, han fallado en informar o manejar conflictos de
interés, y han puesto la generación de ganancias para ellas por encima de análisis
financieros rigurosos” (Wyatt, The New York Times, 1/10/2011).
5. En busca de la ética perdida
El New York Times se pregunta sobre que tenían en común algunos de los Presidentes de
Corporaciones cuyo manejo precipitó la crisis, e ironiza diciendo que casi todos ellos eran
egresados de reconocidas Escuelas de Alta Gerencia. Ha surgido una pregunta común a
gran parte de la opinión pública: ¿qué sucedió en dichas escuelas con su formación ética?.
26
Pocos años antes cuando las quiebras de Enron, World Com, y otras cuando el Congreso
Americano comenzó a interpelar a los responsables, se alzó la voz del Profesor Emérito de
George Washington University, Amitai Etizioni que lo exhortó desde el Washington Post
“Llamen a declarar a los Decanos de los Master en gerencia”. Mostró encuestas, algunas
señalaban que el perfil ético de los estudiantes de dichos Master era peor cuando se
graduaban que cuando ingresaban.
A la cabeza de los cuestionamientos se pusieron los estudiantes de las mismas escuelas de
gerencia fuertemente afectados por el juicio social sobre su profesión. Un grupo de
estudiantes de la promoción 2009 de Harvard propuso a sus compañeros que al graduarse
lo hicieran jurando de modo voluntario “actuar con la más absoluta integridad”, no caer en
corrupción, ni en egoísmos. La respuesta fue inesperada. En pocas horas recibieron pedidos
de ayuda para implantar ese juramento de estudiantes de más de 25 escuelas del mundo.
Poco tiempo después escribían “nuestro buzón de email ha explotado”. 115 países, con 49
idiomas distintos lo han visitado, y el juramento está siendo adoptado en múltiples escuelas.
El gran tema planteado es: la gerencia es un recurso fundamental para la economía y la
sociedad. Las escuelas líderes forman gerentes al más alto nivel tecnológico, pero las
evidencias indican que no hacían el trabajo de preparar éticamente, mostrando los dilemas,
y valores éticos en juego. La educación de los Masters gerenciales tenía un talón de Aquiles
en lo ético. No preparaba a los estudiantes para cuando tuvieran que enfrentar situaciones
éticas conflictivas. De hecho, al no darle relevancia a la ética, la desvalorizaba en su
percepción.
El Wall Street Journal resalta (Canales, Massey, Wrzesniekwski, 13/8/10) “Algunos expertos
creen que las escuelas deben entrenar gerentes en elementos más estrechos de las
estrategias empresariales como negociación, incentivos, y otros, y dejar la enseñanza de
valores a otros. No podemos estar más en desacuerdo”. Las contradicciones son muy
fuertes. Destaca que cuando se preguntó a estudiantes de escuelas de negocios líderes las
calidades para ser un gerente exitoso, mencionaron entre las primeras visión y perspicacia
mientras que honestidad y responsabilidad recién aparecían después de mucha discusión.
27
En cambio cuando se los interrogaba sobre las características que más valoraban en los
seres humanos, solidaridad, integridad, y responsabilidad eran las primeras.
Piper, catedrático de Harvard describe que en los currículos gerenciales el énfasis está en
“cuantificación, modelos formales y formulas, y se minimiza la aplicación de juicios y el
debate sobre valores…los estudiantes asumen que no tiene importancia”.
Una experimentada profesora explica en el Financial Times (Gentile, 13/9/10) que el
ambiente que se crea hace que: “la manera de demostrar que un alumno es listo es
argumentar que la competencia en el mercado no permite una moralidad personal, y está
mal comportarse de ese modo egoísta poniendo la conciencia de uno sobre el bien de la
empresa y sus accionistas”.
Hay una gran reacción en marcha en las mismas escuelas. La Presidenta de la Universidad
de Harvard Drew Faust, rompió la tradición por la que los Decanos de su famosa escuela de
negocios eran profesores de economía o finanzas, y nombró recientemente nuevo decano a
Nithin Nhoria profesor de liderazgo y ética, conocido por su pensamiento crítico, y su énfasis
en lo ético. El nuevo decano explica que “la crisis ha conmocionado la confianza de la
sociedad en las empresas y también en la educación gerencial”.
Faust explicitó con claridad su mensaje de cambio: “…los estudiantes están muy
preocupados acerca de la imagen de las empresas y sus lugar en la vida americana y en el
mundo”.
Otras reconocidas universidades se hallan en la misma dirección. El Decano de la Escuela
de Southern University, Ellis plantea “hemos enseñado a nuestros estudiantes a buscar
grietas en la economía y los hemos preparado para explotarlas”.
Cabrera, Presidente de la Thunderbird, alerta “Algo grande ha fallado. No podemos mirar
para otro lado y decir es no es nuestra falta, cuando hay una sistemática y tan extendida
falla de liderazgo”.
28
Para La nueva decana de Kellogg, Blount, el cambio es una necesidad “Estamos llegando a
un tiempo crítico para la educación de negocios”. Enfatiza enseñar ética y responsabilidad
social.
El autor de “Felicidad en el trabajo” Rao, señala metas muy concretas: “Demasiadas de
nuestra escuelas de negocios no son instituciones educativas, sino de adoctrinamiento.
Necesitamos más cursos que hagan pensar profundamente a los participantes sobre sus
valores, su rol en la sociedad, y como intentan cumplirlo”.
El debate es de gran relevancia para América Latina donde hay un clamor de la ciudadanía
por ética en todos los campos, y son estimulantes iniciativas renovadoras de diversas
Universidades e instituciones empresariales de la región y la creación de la RED de la Red
de Universidades Iberoamericanas por la Responsabilidad social empresarial integrada por
230 Universidades de 21 países (con sede en la FCE de la UBA, y apoyada por el PNUD, y
la AECID).
Los vacíos éticos en las políticas públicas, la cultura corporativa amoral, y las marcadas
deficiencias en la formación éticas de los gerentes, causaron daños profundos a vastos
sectores del planeta.
Contar con un “trabajo decente” el gran derecho que debería asistir a todo ser humano como
lo plantea la OIT se ha transformado para muchos en inalcanzable. La crisis que primero fue
financiera y luego se transformó en económica, se convirtió rápidamente en humanitaria.
Hay un clamor por cambios. Hacia el centro de ellos se plantean junto a grandes planes de
reactivación, un rol regulatorio serio, y activo de las políticas públicas, la revisión de la
cultura corporativa y una reformulación integral del modelo.
6. La salida
La crisis económica mundial no es coyuntural u obedece a meros desajustes financieros
corregibles como lo suelen plantear los economistas ortodoxos en Argentina y el Continente.
29
Sus razones son estructurales. Como se ha visto el modelo de conjunto no funciona. No da
respuestas, en que más interesa a la gente, el empleo, la inclusión, la salud, la educación.
Deja a los ciudadanos a la intemperie, y expulsa a vastos sectores del sistema.
Fue aleccionador el mea culpa de Allan Greenspan. Presidente del Banco Central de USA la
Reserva Federal durante 18 años, acérrimo defensor de no regular las hipotecas ni los
derivativos, eminencia del modelo.
Fue interpelado por el Congreso americano durante la crisis del 2008 sobre los desastrosos
resultados de esas recomendaciones. Contesto: “estoy en estado de estupor. Creímos que
las instituciones financieras se auto regularían para proteger sus intereses y los de los
accionistas y no lo hicieron. Todo el edificio intelectual que construimos se ha venido abajo”
(The Week, 7/11/08).
Sin embargo, su autocritica nunca es mencionada por sus discípulos locales. Como si no
hubiera existido.
Por otra parte, el modelo, incentiva vacíos éticos de gran magnitud en los comportamientos
de actores económicos claves como los altos ejecutivos y otros.
En general escinde la economía de la ética. La economía seria para técnicos
profesionalizados, la ética para el mundo del espíritu. No hay lugar en la economía ortodoxa
para las ideas de justicia social, responsabilidad social, solidaridad, preocupación por el otro.
Milton Friedman uno de los gurúes neoliberales ataco duramente la idea de responsabilidad
social de la empresa privada. La veía como un atropello contra lo que debía ser el único
objetivo central de las empresas, maximizar las ganancias de sus propietarios.
La falta de interés por el otro se ha mostrado crudamente en la crisis economica actual. Una
de sus más severas expresiones es el aumento del tiempo de duración del desempleo. Se
30
sabe que ataca gravemente la autoestima, lleva a implosión de la familia, humilla, y mina la
salud, y la motivación.
Está subiendo en USA y es actualmente de 10 meses, promedio. Hay 4.5 millones de
desempleados que están en esa situación desde hace más de un año. Es el más alto
después de la segunda guerra mundial.
Sin embargo, en lugar de empatía, algunas empresas pusieron en sus búsquedas de
empleo en internet o directas la frase de que “candidatos desempleados no serán
considerados”. La Oficina de Estadísticas Laborales calcula que los trabajadores sin empleo
durante más de 6 meses, solo tienen un 10% de posibilidades de encontrarlos.
También se ha expresado sin ambigüedad en el punto de principio de los fundamentalistas
de mercado de que no deben subirse los impuestos a los más ricos. Elizabeth Warren la
autora de la ley de regulación financiera furiosamente atacada en el Congreso por ella lo ha
puesto claro “Nadie en este país se ha hecho rico por sí solo. …nosotros los contribuyentes
educamos la fuerza de trabajo del sector privado en nuestras escuelas, les proveemos
caminos y trenes por donde sus mercaderías son transportadas, y pagamos policías y
bomberos para proteger sus oficinas y mansiones…como no les vamos a poder pedir que
compartan los sacrificios necesarios” (The Week, 7/10/11).
Enfrentar la crisis requerirá prestar atención a otros modelos de economía que hablan con
sus resultados, y trabajar para volver a integrar ética y economía.
Los países escandinavos están entre los 10 primeros puestos de las tablas mundiales de
desarrollo humano, progreso tecnológico, equilibrio medio ambiental, y eliminación de la
discriminación de género. En el UNASUR Argentina, Brasil, Uruguay, y otras economías han
logrado reducir la pobreza fuertemente, crear empleos en escala, y tener tasas de
desempleo menores que las de los países ricos, subir sus presupuestos de salud y
educación sustancialmente, poner en marcha programas sin precedentes a nivel
internacional por los más desfavorecidos. Entre ellos asignación universal creado por
Cristina Kirchner, que cubre a 4 millones de niños pobres, y Bolsa Familia establecido por
31
Lula, que protege a 45 millones de pobres, y continuado ahora por Dilma Rousseff a través
de “Brasil sin Miseria”.
Un artículo en la principal página de opinión del New York Times titulado “Tango de la
recuperación argentina” (1/9/11) resalta que en los últimos 8 años, en la gestión de gobierno
actual, el país creció a un 7.8% anual, el desempleo bajó del 20% en 2002 a menos del 8%,
la pobreza se redujo casi a la mitad. Concluye “la diferencia abismal entre las políticas de
austeridad y bajo crecimiento de fines de los 90 y el alto crecimiento favorecido por el
gobierno de los 2000 son una prueba de que se puede reactivar la economía”.
En lugar de insistir en más políticas “Consenso de Washington” como las de los 90, el autor
subraya lo opuesto. Frente a los problemas por los que atraviesa la economía americana
sugiere “Washington debería prestar atención” a la experiencia argentina.
La Generación Perdida
Los jóvenes son uno de los sectores más afectados por la crisis del modelo. La tasa de
desocupación de jóvenes de USA es la mayor desde la segunda guerra mundial, y uno
de cada cinco esta debajo de la línea de pobreza. El economista de Harvard Freeman
dice “serán llamado las generación perdida. Sus carreras no serían las mismas, si
hubiéramos evitado este desastre económico”.
Los Muy Ricos
Destaca Moah (New Republic, The Week, 7/10/11)” “El 10% de los contribuyentes
fiscales de USA reciben el 50% del ingreso total, y son dueños de dos tercios de la
riqueza del país. En las décadas recientes, la distancia entre ricos y pobres se ha
convertido en mayor que en cualquier punto previo en la historia. Mientras la tasa fiscal
promedio sobre los más ricos ha caído”.
El Premio Pulitzer Kristof (2/10/11) señala que el 1% más rico tiene más que el 90% de
la población.
32
Fallas Eticas
Afirmó Angel Gurria, Secretario General de la OECD (que agrupa a los países más
ricos): “La crisis económica actual está costando al mundo trillones de dólares, millones
de trabajos perdidos, una gran pérdida de confianza en los mercados financieros, y una
regresión en nuestros esfuerzos para reducir la pobreza global. Es el resultado de la
combinación de severas fallas. La falla en ética corporativa es una de ellas. Una que
está en el epicentro de este terremoto financiero y económico”.
33
Hacia una democracia socialmente responsable
Una reflexión desde la Universidad Pública 1
Mg. Federico Saravia y Juan Escobar
17. Acciones orientadas por la RS
Toda implementación práctica de una perspectiva socialmente responsable en un
espacio organizacional implica un abordaje de la complejidad inherente a las
organizaciones.
Supone, así mismo, la conjunción de los factores diversos que se despliegan en torno
de la actividad central de cada organización, de manera que se logre coordinar diferentes
disciplinas para la consecución de ese objetivo común.
En este aspecto cobra especial relevancia el diseño organizacional en cuanto
condicionante de las acciones que expresan la responsabilidad social en cada caso, por su
incidencia determinante en la cultura de las organizaciones.
El punto de partida de la responsabilidad social es el ejercicio de la libertad individual.
Pero la libertad individual no es absoluta. Al menos, desde el momento en que acepta
encuadrarse en el marco normativo de las comunidades en las que el individuo desarrolla su
acción. Es justamente la acción individual la que origina toda organización, que a su vez
pasa a configurarse como el marco de acción para quienes la integran, generando una
tensión entre las voluntades individuales y los límites que le impone el marco organizacional
que se constituye de esta manera en el ámbito de concurrencia donde las acciones
individuales transcienden hacia lo colectivo.
La manera en que esas acciones individuales se articulan se encuentra condicionada
en gran medida por el diseño organizacional en cuanto expresión práctica de los criterios
que dieron origen a la organización. Expresión de la visión, la misión y los objetivos
asumidos en la etapa inicial, el diseño organizacional canaliza la acción de los integrantes
1 Fragmento del libro publicado por Prometeo en 2010.
34
dentro de sus límites, reproduciendo con cada acción el carácter sistémico de esos
parámetros.
Si la organización es producto y marco de la acción humana, entonces, para llegar a
definir ese contexto de las acciones individuales, puede resultar conveniente recurrir a
aproximaciones sucesivas teniendo en cuenta cierta tipología elemental de las
organizaciones.
En principio es necesario reconocer tres tipos básicos de organizaciones que se
diferencian notablemente en el aspecto morfológico de su configuración. Esa divisoria
contemporánea entre las organizaciones que las clasifica en empresarias, estatales y de la
sociedad civil, permite un primer acercamiento para identificar similitudes y diferencias. Cabe
destacar una peculiaridad respecto a las organizaciones de la sociedad civil –entendiendo
por tal al sector organizado de la sociedad– que aún en la actualidad suelen denominarse
por la negativa, como “organizaciones no gubernamentales” o bien como “organizaciones sin
fines de lucro”, alternativamente si de lo que se trata es de diferenciarlas del Estado o de las
empresas propiamente dichas.
Desde que a cada diseño organizacional corresponde un repertorio de acciones y
decisiones congruentes con los parámetros que establece, se lo puede considerar una de
las manifestaciones más relevantes de la propia identidad organizacional , lo que permite a
la organización reconocerse y ser reconocida tanto por quienes la integran como por
quienes se vinculan con ella a través de su actividad.
Esto permite comprender de una manera más acabada las dificultades con las que
puede encontrarse toda organización para implementar políticas de responsabilidad social
en la medida que su identidad no fue diseñada en un sentido convergente, que el conjunto
que forman su visión, su misión y los objetivos trazados no son congruentes con esa
perspectiva ética.
Pero no se trata meramente de corregir elementos de la identidad organizacional para
generar automáticamente los cambios deseados en el desempeño corporativo, aunque ese
replanteo para adecuarlos sea el primer paso.
35
A partir de allí la tarea por delante consiste en emprender una reforma paulatina y
progresiva del comportamiento organizacional en los diversos aspectos que van
sedimentando en el tiempo para ir incorporándose a una cultura compartida por quienes
forman parte de ella en su quehacer cotidiano, que es donde se verifican los cambios en la
justa proporción que se van haciendo efectivos.
Esta noción de cultura organizacional pone de relieve una vez más el restringido
alcance de las visiones individualistas.
Como afirma Robert Solomon, se trata de una noción clara e irreductiblemente social,
desde que presupone “la existencia de una comunidad establecida y rechaza de manera
explícita el individualismo atomístico.
Los individuos forman parte de una cultura sólo en tanto desempeñan una función
dentro de ella, participan en su desarrollo y se adaptan a su estructura.”
Respecto de la vinculación entre ética y cultura en las organizaciones, Solomon
sostiene que si a toda cultura le corresponde una ética, “en realidad, es posible afirmar que
la cultura es la ética, la cual incluye las reglas elementales que aglutinan a la organización y
la protegen incluso de sí misma. En último análisis, son los valores, no la gente o los
productos lo que define a una corporación y su cultura”.
Cabe realizar asimismo una diferenciación entre la identidad organizacional y su
imagen , que es la manera en que se presenta ante propios y extraños, en cuya relación
resulta imprescindible la veracidad para que exista congruencia y correlación entre una y
otra.
Para que la imagen constituya un reflejo de la identidad y no su espejo deformante
que muestra una versión idealizada de la organización más que su realidad.
Por otra parte, respecto de la cultura organizacional y las posibilidades de adecuación
en el sentido de la responsabilidad social, un condicionante a tener en cuenta es el que
refiere a lo que podríamos llamar el nivel de institucionalización propio de la organización
que se trate.
36
El nivel de institucionalización se vincula con la permanencia en el tiempo de las
organizaciones y la consiguiente consolidación de las culturas organizacionales.
En el caso de las organizaciones estatales, que se fundan en su carácter institucional,
queda claro que implica una restricción respecto del grado de libertad en cuanto a la
variación estructural, que depende de procedimientos específicos en ámbitos de decisión
que exceden su propia competencia, independientemente de la capacidad cierta de
reformulación con la que cuenten. En este sentido, si la cultura organizacional se presenta
contradictoria con las prácticas inherentes a la responsabilidad social, constituye un severo
escollo para su reformulación, que no puede ser sino paulatina y progresiva, ya que es
frecuente que los planteos de cambio demasiado radicales se encuentren con un nivel de
resistencia burocrática que termine por hacerlos naufragar en beneficio de la tendencia
hacia el statu quo que expresa.
Por el contrario, cuando la génesis de la organización es concordante con parámetros
de responsabilidad social, como es el caso de la Universidad pública, su nivel de
institucionalización ofrece una perspectiva de convergencia con la recuperación histórica de
ese mandato ético y la adecuación de las prácticas actuales, muchas veces producto de la
incidencia de los sucesivos paradigmas epocales tanto político-económicos como
organizacionales, permite que las transformaciones necesarias se inscriban en un marco de
recuperación de los valores que le dieron origen.
En el caso de la Universidad pública argentina, la responsabilidad social –a través de
un manifiesta vocación de consustanciarse con los problemas nacionales y comprometerse
en sus soluciones– es uno de los ejes insoslayables de la Reforma Universitaria de 1918,
con amplia repercusión en América latina, cuyos valores se hace necesario ampliar y
actualizar respecto de las exigencias de nuestro tiempo, particularmente teniendo en cuenta
que la desigualdad social y la pobreza de nuestra región así lo exigen.
La organización socialmente responsable constituye un entramado de relaciones que
trascienden el ámbito organizacional y por las que se inserta en el tejido social, se integra en
las comunidades de las que forma parte. La responsabilidad social refiere así a los impactos
que la organización genera en su entorno. Y desde un punto de vista cuantitativo, a cómo
37
distribuye los costos y los beneficios entre los diversos grupos involucrados. De esta
manera, lo que podríamos definir como el aspecto administrativo de la responsabilidad
social plantea su desarrollo como un camino de perfeccionamiento organizacional, desde el
momento que aporta una mayor racionalidad en la distribución de costos y beneficios, esto
se corresponde con un incremento de su eficiencia en un sentido amplio, que abarca tanto
su propio funcionamiento como el aporte constructivo que se encuentra en condiciones de
realizar a su entorno.
Desde la perspectiva que asumimos, estas buenas prácticas deben avanzar en el
sentido de incorporarse paulatinamente a la rutina propia de la organización, es decir que
necesariamente deben consolidarse como parte de los hábitos que hacen a su actividad
cotidiana. Porque las buenas prácticas forman parte de la cultura organizacional en la
medida que se hacen costumbres. Buenas prácticas que son manifestaciones de una ética
que construye comunidad en la convivencia, que es donde aflora el sentido de la comunidad,
donde se expresan sus valores, como el respeto y la solidaridad, la proactividad o la
cooperación.
La variable administrativa de la responsabilidad social se relaciona específicamente
con el ámbito de lo contractual, de las formalidades que constituyen los actos
administrativos y su concordancia con la realidad. La responsabilidad administrativa pone
el acento en los hábitos y procedimientos, en las prácticas cotidianas, en los reglamentos y
la normativa por la que se rige.
Ese aspecto administrativo implica el día a día de aquello que hace a la cultura de la
organización. De cómo se relaciona en ese día a día con la sociedad y con sus propios
integrantes y cómo se gestionan y mantienen esas relaciones. Acerca de cómo se hace lo
que se hace con quienes se hace. La responsabilidad administrativa trae consigo la
necesaria reflexión acerca de los usos y costumbres, de su adecuación en el sentido de los
objetivos a alcanzar.
La práctica de la responsabilidad social incide necesariamente en la trama contractual
que constituye a las organizaciones, tanto de los contratos formales y explícitos, como de los
implícitos o informales. Una trama que es parte de la cultura cotidiana, compartida por
38
quienes dan vida a las organizaciones, quienes se integran a la comunidad a través de ellas.
Porque es en esa esfera de lo contractual donde se formaliza y hace efectiva la distribución
de costos y beneficios en la actividad de la organización para con quienes forman parte de
ella y en su relación con la sociedad. Para una primera evaluación, en consecuencia, cada
organización debe comenzar por identificar y reconocer justamente esos diversos grupos o
segmentos de la sociedad involucrados en la actividad la organización y las relaciones a
través de las cuales se vinculan. En la Universidad pública la responsabilidad administrativa
se agrega a la responsabilidad política justamente por su vinculación con la esfera estatal.
La responsabilidad administrativa refiere así a las cuestiones de diseño de las
relaciones que establece, de cómo las formas las condicionan, y la iniciativa de cambiarlas
gradualmente en la medida que no se adecuen a generar un entorno mejor tanto hacia
quienes la integran como hacia la sociedad a quien está destinada su acción. Pero en la
órbita de lo estatal no sólo eso, sino documentarlo, generar memoria institucional; hacer
público lo público, comunicarlo, difundirlo en la sociedad, como una herramienta más de
promoción de la responsabilidad social.
Entonces, desde el momento en que la responsabilidad social implica un verdadero
cambio cultural en la organización –que para ser sustentable debe ser gradual, progresivo–,
es necesario asumirla como la línea rectora de las políticas a implementar desde la
organización.
Si se trata de una perspectiva socialmente responsable ésta no puede quedarse en el
maquillaje organizacional, en la mera fachada; deberá constituirse en paradigma de
construcción comunitaria, abierto a su complejidad y transversal a las dimensiones pública,
privada y social que se entrelazan en una misma realidad.
La noción de convergencia –de uso más frecuente a partir de su utilización referida a
la evolución de la tecnología– se presenta como una alternativa de complementariedad
organizacional, en el marco de la comunidad de referencia.
El desarrollo deseable en los umbrales del nuevo siglo, para trascender las
problemáticas que lo frenan, hace ineludible una transformación en la dinámica social que
involucra a todos los actores de la comunidad.
39
Toda sociedad que se proponga avanzar hacia un desarrollo sustentable –en el
sentido de eliminar la pobreza, disminuir las desigualdades, en definitiva, orientarse hacia
una atención eficiente de las necesidades sociales, con mayores posibilidades de
autorrealización para sus integrantes–, debe partir de considerar al conjunto de sus
miembros como actores sociales llamados a cumplir una tarea en la reconstrucción del
tejido comunitario.
Se trata de una tarea en la que individuos y organizaciones deben comprometerse en
asumir la responsabilidad de una acción solidaria y mancomunada en cada uno de los
ámbitos de incumbencia.
Esto concierne: a las empresas tanto respecto de los mercados y de las comunidades
en las que actúan, como de las cadenas de valor en las que se insertan; al Estado, tanto a
nivel nacional como provincial y municipal, desde la gestión de lo público; a la sociedad civil,
en una articulación proactiva de los intereses que en ella se expresan; y a la Universidad,
trascendiendo lo estrictamente académico, para configurar la acción institucional que la
coyuntura y su proyección hacen precisos.
Aludimos a una tarea en la que deben confluir la reflexión acerca del bien común y
encontrar los cauces para hacer efectivas alianzas estratégicas congruentes con este fin,
con avances sensibles en la orientación asumida, sobre la base de hechos concretos que se
demuestren operativos en la realidad.
El enfoque de la responsabilidad social dista de encontrarse organizado en un cuerpo
teórico homogéneo, en parte porque se trata de un debate en curso, de un work in progress,
donde la pluralidad de definiciones en cuestión hablan de la infinidad de matices que puede
presentar, desde el momento que se trata ineludiblemente de una perspectiva situada. Es
una operatoria en la que se pasa de la abstracción a la práctica concreta, a través de la lente
de cada actividad organizacional específica, generando una multiplicidad de significados a
los que resta contactar e integrar desde sus puntos en común.
Por otra parte, esta pluralidad, esta ausencia de un pensamiento único respecto de la
cuestión, hace a la dificultad de comprensión que parece obstaculizar una difusión mayor de
su temática –y las problemáticas subyacentes– en el ámbito de la opinión pública.
40
En distintos niveles de análisis, puede ser entendido por algunos como el camino que
tienen las unidades económicas del sector privado para retribuir a la comunidad, como
contraprestación por los recursos que extraen de ella para la realización de su actividad. O
bien puede aparecer ante los más escépticos como una mera actividad de marketing, de
lavado de imagen de las empresas.
Desde esa visión escéptica, –que es relevante en la medida que suele ser compartida
no solamente por detractores de la actividad empresaria, sino incluso por no pocas
empresas–, la responsabilidad social empresaria no sería mucho más que una máscara, que
de esta manera encubre el hecho de que la empresa en realidad no cambia.
La empresa, más allá de algunas declaraciones de principios y buenas intenciones,
de todas formas continuaría siendo la misma de siempre. Haciendo lo mismo, de la misma
manera y con las consecuencias de siempre.
Es decir que, desde una mirada escéptica, la responsabilidad social empresaria no
significaría ningún cambio de actitud ya que, a pesar de ella, la empresa continuaría
generando con su actividad y de forma continuada, las mismas externalidades negativas que
inciden, por caso, en el medio ambiente donde se sitúa la empresa o del que surgen sus
insumos.
Lo cierto es que una enumeración exhaustiva de las distintas interpretaciones es una
tarea imposible, y puede resultar más provechoso el abordaje desde las experiencias de
instituciones concretas, en circunstancias específicas.
Porque, en mayor o en menor medida, las acciones en el sentido de un
comportamiento socialmente responsable por parte de las organizaciones conllevan un
cambio deliberado de la realidad, tanto hacia el interior del espacio organizacional, como
para su entorno más o menos inmediato.
Por eso mismo, la articulación en redes de cooperación significa la oportunidad de
potenciar el alcance de esa transformación, muchas veces silenciosa, ya que evita
previsibles esfuerzos superpuestos y mejora la eficiencia del acceso a los recursos, tanto
por individuos como por organizaciones que forman el público objetivo de estas acciones.
41
18. La RS y la Universidad Pública
La Universidad Pública –libre, gratuita y laica– es un componente fundamental de la
sociedad argentina desde sus orígenes, tanto de la comunidad nacional en cuyo devenir
está inserta. Como se ha dicho, el período actual que llamamos globalización se caracteriza
como una época de urgencias; las grandes desigualdades propias del orden industrial no
han hecho sino profundizarse durante las últimas décadas.
En la sociedad de la información y del conocimiento y en los albores del siglo xxi, la
Universidad pública pasó a tener un protagonismo como casi ninguna otra institución estatal,
en términos de su incidencia sobre el presente y su proyección sobre el futuro. Por lo tanto,
asumirla como un tema esencial y situarla en el centro de la escena nos parece insoslayable
en el mundo en que vivimos, donde hacen falta puntos de referencia definidos para encarar
las acciones que exigen las circunstancias.
Son estas circunstancias en las que las sociedades vienen reclamando de sus
organizaciones –tanto políticas, como económicas o de la sociedad civil– que encarnen en
mayor medida los valores éticos necesarios para una mejor convivencia y un desarrollo
equitativo de las comunidades que integran. En ese sentido cobran especial relevancia las
palabras de Bernardo Kliksberg en su libro Más ética, más desarrollo cuando expresa:
Ciertamente, los valores éticos deberían enseñarse desde los primeros estadios
educativos, en el ámbito familiar y la sociedad toda debería jerarquizarlos y cultivarlos. (…)
Sin embargo, la responsabilidad de las escuelas o facultades donde se preparan gerentes
es clave. Por otra parte, no se trata solamente de enfatizar que no se debe caer en
corrupción, sino más allá educar para la responsabilidad social empresarial. Este concepto
se ha ido ampliando cada vez más ante las exigencias de la sociedad civil en los países
desarrollados y hoy implica que una empresa debe tener trato limpio con los consumidores,
buen comportamiento con sus empleados, cuidar el medio ambiente, comportarse con toda
corrección en los países en desarrollo e involucrarse activamente en programas a favor de la
comunidad y de la ciudad donde opera. Estos comportamientos comienzan a premiarse y
castigarse por la sociedad y los consumidores.
42
Hay un reclamo social en aumento por empresas más éticas. América Latina tiene
graves problemas en este campo. Junto a la conocida corrupción en sectores públicos, son
innumerables los casos de corrupción corporativa. La idea de responsabilidad social
empresarial está en diversos países en un estadio primario y atrasado. La universidad
latinoamericana y particularmente las facultades donde se forman economistas, gerentes y
otras profesiones clave para el desarrollo tienen una gran responsabilidad al respecto. La
gran discusión ética pendiente sobre la economía y la gerencia necesarias para nuestras
sociedades debe reflejarse activamente en los curriículos. No se trata de dictar una materia
más que se llame ética, para calmar la conciencia. La enseñanza de la ética debe
transversalizarse. En cada área temática deben examinarse dilemas e implicancias éticas.
También debe generarse una agenda de investigación sobre las dimensiones éticas de las
políticas económicas y de las prácticas gerenciales. Asimismo la universidad debe hacer
extensión activa sobre estos temas al medio. La cuestión no se resuelve sólo con códigos de
ética que después tengan cumplimiento limitado. La universidad debe estar a la cabeza de
una acción colectiva de amplios alcances para reforzar la formación y los valores éticos de
profesionales cuyas decisiones pueden influir tanto en la vida de sus pueblos.
La Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires es una de
las casas de estudios más importantes de nuestro país, y como tal es también un ámbito de
pertenencia para quienes forman parte de su comunidad universitaria; y, considerando que
son setenta mil las personas que desarrollan de manera cotidiana sus actividades, resulta
ser la más numerosa de América Latina.
Así, la comunidad universitaria es el lugar de pertenencia de miles de personas y les
aporta sentido a parte de sus vidas, en la medida en que forja una identidad compartida.
Estas personas se integran de manera diversa, en consonancia con las funciones que
asumen en su marco institucional, sea como profesores, estudiantes en carrera o
graduados; como no-docentes o como funcionarios.
Hace poco más de un siglo, desde que por decreto con fecha del 26 de febrero de
1910 del Dr. Joaquín Figueroa Alcorta –refrendado por su Ministro de Instrucción Pública Dr.
Rómulo S. Naón– se creó el Instituto de Altos Estudios Comerciales. Este instituto, después
de algunas vicisitudes de supresión y restablecimiento, el 9 de octubre de 1913 se convirtió
43
en la actual Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires, que hoy
fundamenta su prestigio en una trayectoria de excelencia académica y de un definido
compromiso con el destino nacional, a lo largo de su historia.
Pero justamente el prestigio de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA
implica la responsabilidad, esto es, la capacidad de responder a lo que la sociedad espera
de ella.
Desarrollar el potencial solidario de la FCE y sus capacidades constructivas con
relación al entorno social que le da sentido, es el mayor desafío que hoy debe afrontar la
comunidad universitaria. Se trata de un factor insoslayable para contribuir a la construcción
del futuro deseado para el conjunto nacional.
Por eso, la pertenencia a la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de
Buenos Aires es algo que, en una medida importante, nos define. Y su misión de generar
alternativas que contribuyan al bien común de una manera significativa nos compromete a
todos los que formamos parte de ella.
Las transformaciones del entorno social de la FCE (que se vienen produciendo desde
la Noche de los Bastones Largos y que se acentuaron con la última dictadura, para quedar
como plataforma para la democracia posible) requieren preguntarse por el papel que está
llamada a asumir en la situación actual, en este punto de nuestra historia como país.
Porque el lugar de relevancia que ocupa esta alta casa de estudios en la sociedad
argentina implica una responsabilidad para con el conjunto social, para con el entorno que
brinda encarnadura y razón de ser a la actividad universitaria y a sus instituciones.
Esa percepción de la pertenencia de toda organización a la comunidad en la que se
inserta, esta conciencia de que no hay organización sin comunidad, es el punto de partida
para asumir un nuevo y necesario compromiso fundacional.
Este compromiso implica asumir la responsabilidad social que corresponde a cada
uno y la manera en que se articula en las organizaciones en las que participa, y que debe
necesariamente manifestarse en los distintos aspectos que hacen a la actividad institucional.
44
De esta manera nos encontramos con las dimensiones fundamentales de la acción
desde la perspectiva de la responsabilidad social: la dimensión individual, punto de partida
de cualquier cambio posible; la dimensión organizacional, base de la integración social del
individuo; y la dimensión comunitaria, en la que interactúan las organizaciones con su
entorno.
La noción de responsabilidad social, que surge a partir de las demandas de diversos
sectores relacionadas con la organización empresaria a fin de que se tuvieran en cuenta sus
intereses, fue evolucionando hacia una perspectiva que abarca al conjunto de las
organizaciones, entre ellas, las organizaciones del ámbito educativo.
De esta manera se fue instalando la problemática de la responsabilidad social como
preocupación académica, lo que concita un creciente interés reflejado en la proliferación de
abordajes desde distintas disciplinas, no siempre lo suficientemente interconectadas. La
reflexión en torno de la responsabilidad social universitaria en el ámbito que nos ocupa,
permite abordar conceptualmente diversos aspectos que hacen a la identidad organizacional
que define su naturaleza.
En lo que se refiere al espacio latinoamericano, la cuestión de la responsabilidad
social universitaria se suele abordar desde una pluralidad de enfoques emergentes de la
cultura y de la experiencia histórica de cada país.
Con todo, y más allá de los abundantes desarrollos conceptuales, es significativo el
protagonismo que viene desplegando el voluntariado universitario , como práctica solidaria
y expresión viviente de un compromiso en acto dentro del paradigma de la responsabilidad
social. Multitud de organizaciones de todo tipo se relacionan con el fenómeno del
voluntariado, que asimismo desborda las estructuras y se manifiesta incluso fuera de ellas,
por la iniciativa individual de muchas personas que desarrollan esta actividad de manera
anónima, puntual o continua, en ámbitos acotados, atendiendo de manera directa
necesidades sociales que por algún motivo no cuentan con otra cobertura. La Facultad de
Ciencias Económicas de la UBA no ha permanecido ajena a esta tendencia y se relaciona
de manera articulada con otras instituciones educativas del continente, para intercambiar
experiencias y mejorar sus prácticas orientadas de responsabilidad social. La
45
implementación de esas acciones, en lo que respecta al caso específico de la FCE, parte de
asumir la responsabilidad agregada que le corresponde por formar parte de la universidad
pública, lo que determina –en gran medida– una mayor apertura a la comunidad y la
configuración de canales de complementación entre el Estado, las empresas y las
organizaciones sociales.
Como se ha dicho, la Universidad de Buenos Aires, a partir de lo que establece el
Estatuto universitario, cuenta con tres pilares para su actividad. Ellos son la formación
académica, la investigación y la extensión universitaria.
Son características de la Universidad de Buenos Aires, la gratuidad así como el
acceso irrestricto. Esto, sumado a su pertenencia a la educación pública y a un gobierno
ejercido con la concurrencia de todos los claustros, lo que garantiza la democracia interna y
la autonomía universitaria, confirman el especial lazo que la une con la sociedad y la calidad
de su compromiso.
Porque la universidad pública se debe a la sociedad de la que emerge, en la medida
que es de ella de donde provienen los recursos para que sea posible contar con un ámbito
de libertad donde generar conocimiento, reflexión e investigación. Esto es así desde el
momento en que es del conjunto de la sociedad donde se obtienen esos recursos, incluido el
aporte de los sectores más postergados. De allí que lo producido por la universidad pública
deba orientarse imperativamente hacia la construcción del bien común, que nuestra
Constitución Nacional entiende, desde su Preámbulo, en términos de “bienestar general”.
Los esfuerzos realizados por la comunidad universitaria de nuestro país son un
verdadero motivo de orgullo, como puede verse en la cantidad de proyectos relevados en el
marco del Programa Nacional de Voluntariado, llevado adelante por el Ministerio de
Educación de la Nación.
Pero la dimensión de los problemas que resta resolver vuelve insuficiente toda
iniciativa de acción directa y hace más que necesario un mayor énfasis en la promoción
tanto del voluntariado, como de la responsabilidad social, para generar una mayor
conciencia en el conjunto del cuerpo social.
46
Esta constatación explica la creación y el sostenimiento del Programa de Voluntariado
Universitario por parte de la Facultad de Ciencias Económicas, a través de su Secretaría de
Extensión Universitaria. Con él, la Facultad avanzó en el sentido de una mayor coordinación
y organización de las iniciativas existentes de solidaridad y acción.
Se hacía necesario que los estudiantes, graduados, docentes y trabajadores no
docentes contaran con un ámbito institucional, dedicado a la actividad voluntaria, que
paralelamente organizara esas actividades y brindara a los voluntarios una capacitación
continua y adecuada a esos fines. El sitio institucional de la Facultad lo describe de la
siguiente manera:
Por Resolución del Consejo Directivo Nº 457/06, se creó el Programa de Voluntariado
Universitario (PVU) de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos
Aires. El mismo apunta a realizar, mediante el trabajo voluntario y no remunerado, la misión
de la Secretaría de Bienestar Estudiantil, enmarcada en el concepto de Extensión
Universitaria.
Los estudiantes y graduados pueden mediante la implementación del PVU contribuir
a la mejora de distintos ámbitos de la Comunidad, aportando el conocimiento adquirido en
los claustros universitarios, así como la práctica profesional, en la búsqueda del bienestar
general.
La Solidaridad es un valor central de este programa, enmarcado en la vocación
universalista de transmisión del conocimiento y en el carácter comunicativo de todo proyecto
científico, en cuanto a la necesidad de su difusión y la aplicación al ámbito cotidiano.
La Oficina de Asistencia Integral a Micro, Pequeñas Empresas y ONGs; la Promoción
de los Derechos Humanos; el Programa de Desarrollo Emprendedor; la promoción de
Actividades Comunitarias y el trabajo que se lleva a cabo en el Museo de la Deuda Externa,
en tanto producción y divulgación de conocimiento, son las principales áreas que integran el
PVU. En ellas, los Voluntarios pueden contribuir en un verdadero proceso dialéctico entre la
academia y la sociedad, la teoría y la empiria, la reflexión crítica y la acción preformativa.
47
La Secretaría de Bienestar Estudiantil, implementa el Programa de Voluntariado
Universitario en las siguientes líneas de trabajo:
• Museo de la Deuda Externa: en el ámbito del Museo, se forman y trabajan
voluntarios, quienes realizan tareas vinculadas a la docencia y la investigación, dando
cumplimiento al objetivo de la extensión universitaria.
Se apunta a difundir la problemática del endeudamiento público argentino, el cual se
erige como uno de los principales condicionantes de nuestra historia económica, entre los
argentinos y extranjeros que se acercan a ilustrarse sobre el tema. Para dicha tarea se
cuenta con medios audiovisuales y gráficos (un documental e historietas), los cuales fueron
elaborados por el equipo de la Secretaría de Bienestar Estudiantil.
• Oficina de Asistencia Integral a Micro y Pequeñas Empresas y ONG: Esta oficina
busca, por medio del trabajo voluntario, mejorar el funcionamiento de las micro y pequeñas
empresas, organizaciones de la sociedad civil y la economía social (cooperativas, mutuales,
asociaciones civiles, emprendimientos promovidos por organizaciones sociales, entre otros)
a través de la asistencia técnica y asesoramiento (en aspectos tales como administración,
análisis de mercado y rentabilidad económica, contabilidad, producción y costos). Para el
tratamiento de cuestiones jurídicas y/o legales se trabaja en conjunto con los voluntarios de
la Facultad de Derecho de la UBA. La actividad (que se realiza en grupos de trabajo de tres
o cuatro voluntarios) está siempre coordinada por un docente experto en el tema específico
a abordar.
• Programa de Desarrollo Emprendedor: La misión de este proyecto es promover y
crear nuevos emprendimientos productivos, ofreciendo asesoramiento a emprendedores que
presenten ideas novedosas y potencialmente rentables, que apliquen nuevas tecnologías
pero que no cuenten con los medios para llevar adelante el emprendimiento, ya fuera por
falta de recursos humanos adecuados, financiamiento, infraestructura, capacidad de gestión,
entre otras cuestiones.
Específicamente, en el marco del Programa de Desarrollo Emprendedor se pretende
brindar asistencia en la presentación de Planes de Negocios a las diversas instituciones e
inversores susceptibles de financiar los diferentes proyectos.
48
Este programa constituye un acompañamiento guía en todo el proceso de elaboración
del business plan, el cual no sólo servirá para abrir canales de financiamiento, sino que
constituirá la referencia permanente del mismo emprendedor a lo largo de la evolución e
implementación de su proyecto. Así como también será su carta de presentación al resto de
la comunidad.
• Actividades Comunitarias: En el marco de este proyecto, un grupo de voluntarios de
la Facultad realiza tareas de apoyo escolar a niños provenientes de familias de bajos
recursos económicos, en comedores comunitarios o escuelas de nivel medio de la Ciudad
Autónoma de Buenos Aires. Entre otras de las actividades que se han realizado, cabe
destacar la recolección de alimentos no perecederos e indumentaria para los afectados por
las inundaciones en la Provincia de Santa Fe.
Junto con la Secretaría de Bienestar Estudiantil y la Cátedra de Dirección General, los
voluntarios organizaron una Campaña de Concientización en la Donación Voluntaria de
Sangre.
19. Algunas conclusiones
Estos tiempos de globalización plantean un escenario de grandes contrastes. Son
tiempos en los que las democracias se ven cuestionadas por las desigualdades que se
profundizan en la medida en que la lógica del mercado avanza sobre las poblaciones,
consolidando la hegemonía de los intereses particulares de una minoría concentrada, en
detrimento del bien común.
Frente a estas consecuencias, la democracia está llamada a afirmarse como el
ámbito de la responsabilidad colectiva. Pero se trata de una responsabilidad que, en
términos de justicia, no corresponde distribuir de manera uniforme.
En otras palabras, si todos somos responsables, si lo somos colectivamente, no
puede decirse que lo somos en la misma proporción. El nivel de responsabilidad social que
corresponde a cada ciudadano no es absoluto: es relativo a la posición social de cada
ciudadano, que surge de su participación en organizaciones sociales, empresariales o
estatales.
49
Una democracia socialmente responsable implica una democracia activa, que
garantiza una calidad de vida digna a sus ciudadanos, articulando productivamente sus
capacidades. Hablamos de una democracia que reconozca un derecho en cada necesidad.
La responsabilidad social de cada uno depende del lugar que ocupamos en la
organización –a través de la cual nos insertamos en la dinámica social– y del lugar que esa
organización ocupa en el conjunto social del que forma parte.
Situarse en la Universidad pública y preguntarse por la responsabilidad social que le
corresponde en un contexto social de graves carencias, implica una toma de partido.
No puede ser una actitud neutra. La universidad pública es parte del Estado y esto la
define respecto del bien común al que debe orientarse.
Entonces, la primera cuestión está referida a la responsabilidad social de la
Universidad pública como parte del Estado, sostenida por el conjunto social y llamada a
ejercer una acción decidida y conciente que contribuya a la recuperación del bien común.
El bien común se manifiesta como bienestar general , que se verifica en una
calidad de vida digna para el conjunto de la población, y a su vez implica garantizar, desde
el Estado Democrático, el respeto efectivo a los derechos humanos de quienes habitan su
territorio.
Los niveles de concentración económica y exclusión social que dejaron a su paso las
dos últimas décadas del siglo xx (durante las que se consolidó la instalación del nuevo orden
global), hacen que los umbrales del nuevo siglo se transformen en el necesario ámbito del
balance para proyectar el camino de la reconstrucción, ineludible para cimentar la
sustentabilidad de los conjuntos sociales.
No obstante, la misma evolución del capitalismo expansivo durante el siglo pasado,
con el despliegue de las comunicaciones y de las tecnologías de la información, junto al
crecimiento progresivo del sector de los servicios en los mercados de trabajo, entre otros
procesos confluyentes; configuró una economía del conocimiento, donde los valores
simbólicos o intangibles pueden traducirse en valor económico. En una economía del
50
conocimiento donde su producción constituye un capital decisivo en lo estratégico, la
educación pública se convierte en un desafío para la democratización del acceso a esta
herramienta de supervivencia individual y colectiva frente a un panorama de creciente
exigencia en torno a las capacidades productivas. En este marco, a la universidad pública le
cabe un rol protagónico.
Nuestra democracia precisa avanzar en un modelo de responsabilidad social que, al
dar un sentido definido a la ciudadanía de cada uno (de acuerdo a su posición social y al
lugar que ocupa en la sociedad), permita articular colectivamente la acción individual en el
sentido de la recuperación del bienestar general.
Este modelo –presente de manera dispersa en la sociedad civil– debe manifestarse
en el ámbito establecido para la construcción del bien común que es el Estado.
La universidad pública como espacio estatal de producción y transferencia de
conocimiento, tiene por asumir una responsabilidad social que no es menor: consiste en
presentar alternativas convenientes para la sustentabilidad del conjunto nacional, en el
camino que se define a partir de iniciativas como el Plan Fénix, donde se evidenciaron las
expectativas de la sociedad respecto al aporte universitario al bien común.
A partir de esto, quedó claro que la Universidad pública (particularmente la
Universidad de Buenos Aires) continúa siendo un referente social insoslayable, aún en
medio de la crisis institucional que se desencadenó en diciembre de 2001, cuyas
consecuencias todavía vivimos.
La responsabilidad social de las organizaciones se relaciona, en gran medida, con la
percepción que de ellas tiene el resto de la sociedad. Del lugar que ocupa en esa
perspectiva la universidad pública, más allá de dificultades propias de su autonomía, deriva
el rol que le corresponde en la etapa de necesaria reconstrucción que nos encontramos
transitando en la generación, promoción y multiplicación de iniciativas que contribuyan a
atender necesidades básicas insatisfechas en nuestra población. Es esta fuerte convicción –
así como las reflexiones de estas páginas– lo que ha dado fundamento a nuestra actividad
diaria tanto en el ámbito de la Secretaría de Extensión Universitaria, como en el de la
51
Secretaría de Bienestar Estudiantil de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad
de Buenos Aires.
52
Universidad de Buenos Aires
Facultad de Ciencias Económicas
V Jornada de Administración
“Jornada de actualización en RSE”
Responsabilidad Social Empresaria Una puesta en valor para la segunda década del sigl o XXI
Héctor A. Larocca*
13 de octubre de 2011
53
La RSE ha llegado para quedarse…”simplemente porque ha ganado la batalla de las ideas
(The Economist)”.
Con este enunciado tan sencillo como elocuente exponemos los aspectos más sustantivos
acerca de la Responsabilidad Social Empresaria.
1.- La Empresa es un fenómeno que ha adquirido una relevancia sustantiva, en los últimos
20 años. 1990-2010.
En realidad el fenómeno organizativo que se conoce como empresa surge como un producto
de la revolución industrial (S XIX), es decir el agrupamiento organizado de conocimientos,
capital económico – financiero, tecnología, procesos y una estructura organizativa que haga
posible transformaciones de materias primas en productos terminados útiles para el
consumo (mercado).
Sin embargo, esta descripción tradicional que aun se mantiene con buena salud, se ha ido
transformando hasta tomar las características actuales, que en muchos casos dista de la
descripción original.
Si optamos por una retrospectiva de 20 años es porque a finales de los ’80 se producen en
el campo de las ideas acontecimientos que influirán notablemente en la identidad de la
empresa, redefiniéndola. Entre otros:
a) La revolución conservadora
Los gobiernos de Ronald Reagan y Margareth Thatcher pondrían en marcha el pensamiento
conservador, ultraliberal en función política en EEUU e Inglaterra respectivamente.
b) La caída del muro de Berlín
No representa solamente el aspecto físico de las fotografías sino el haber dado el brazo a
torcer del estatismo originado en la revolución rusa de 1917. El capitalismo como sistema de
ideas económicas queda identificado como “el pensamiento único” y desde la historia
F.Fukuyama instala el “fin de la historia”.
c) El consenso de Washington
Este término fue acuñado por Williamson (1990) como una manera de codificar las políticas
de liberalización económica promovidas por las instituciones financieras internacionales,
54
como parte de su estrategia de reformas estructurales. Sin embargo, muy pronto su uso fue
más allá de la lista e incluso de la intención del autor, para ser usado como un sinónimo de
“neoliberalismo”.
d) La revolución de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC’s)
Este combo fue suficiente como para haber dado lugar a la posmodernidad y el
neoliberalismo. Por ese tiempo también un Premio Nóbel de Economía, Milton Fridman
expresa “…la empresa debe dedicarse a ganar dinero, otros se deben ocupar de lo
demás…”. Los empresarios abrazan con efusividad el enunciado y comienza una carrera de
concentración, las empresas van por todo, no solo por lo económico (ganar dinero) sino
también por lo político (ganar poder).
Y este es el tema: a más poder, más responsabilidad. La sociedad comienza a pedirle a las
empresas más responsabilidad que la económica y la reidentificación la coloca, al menos
con una tríada de responsabilidades: económica, social y ambiental.
La concentración, el tamaño, la múltiple localización, la polarización de la estrategia y la
atomización de la operación, entre otros elementos a tener en cuenta, transforma a este
fenómeno, tal que domina el funcionamiento del planeta ejerciendo una decisiva influencia
sobre la calidad de vida de las personas.
General Motors es más grande que Dinamarca, DaimlerChrysler es más grande que
Polonia, la holandesa Shell es más grande que Venezuela; IBM es más grande que
Singapur, Sony es más grande que Paquistán. En 1999 las ventas de cada una de las
mayores corporaciones del mundo, son más grandes que el Producto Bruto Interno de 182
países; un estudio (Institute for Policy Studies, Sarah Anderson, John Cavanagh, citado por
Volpentesta Jorge R. Gestión de la Responsabilidad Social Empresaria, Buyatti, 2009)
muestra las siguientes conclusiones:
1º De las 100 economías más grandes del mundo, 51 son corporaciones; solo 49 son países
(comparación entre ventas y PBI de cada país).
55
2º Las ventas de las 200 mayores corporaciones crecieron a una tasa más rápida que la de
la actividad económica global.
3º Las ventas combinadas de las 200 mayores corporaciones son más grandes que las
economías combinadas de todos los países del planeta menos los 10 más grandes.
4º Mientras que las ventas de las 200 mayores corporaciones representan el 27,5% de la
actividad económica del mundo, emplean solamente el 0,78% de la mano de obra del
mundo (23.000.000 de personas).
5º Entre 1983 y 1999 los beneficios de las 200 mayores corporaciones crecieron el 362,4%,
el número de personas empleadas creció el 14,4%.
6º El 5% de la mano de obra empleada por las 200 mayores corporaciones son empleados
de Wal-Mart, gigante de la venta al por menor, que es el mayor empleador privado en el
mundo con 1.140.000 trabajadores, mas que el doble de quien lo sucede, DaimlerChryler
que emplea 466.938 personas.
De la concepción unidireccional, es decir que está para servir los intereses de los
accionistas, propietarios, dueños, (shareholders) hacia una concepción multidimensional
donde la empresa debe atender diversos intereses: el de los clientes, los empleados, los
proveedores, el Estado y la sociedad en general, (stakeholders).
A estas consideraciones se agregan en los últimos veinte años una desvalorización del
Estado como garante de la calidad de vida de la gente y asegurador de la satisfacción de las
necesidades básicas.
El mercado, espacio natural de las operaciones de la empresa desplaza al estado (estado
mínimo, estado subsidiario, “achicar el estado es agrandar la nación”) por lo cual este actor
–la empresa- es dueño y señor del devenir cotidiano de las decisiones de la gente
56
influenciando sus comportamientos, administrando los presupuestos individuales, creando
necesidades secundarias cuando aun no están resueltas las básicas.
La empresa es una protagonista central de la crisis integral por la cual atraviesa el planeta al
cierre de la primera década del siglo XXI.
Los casos más resonantes de quiebras que se vienen sucediendo en la última década
arrastran a todos los involucrados: accionistas, clientes, proveedores, personal, etc. sin
límites geográficos, opera el efecto dominó.
Enron, Parmalat, WorldCom, Tyccon, Health South Corp. Global Crossing, Sunbean, y
muchos otros; .en todos los casos las caídas no fueron por problemas inherentes a la
naturaleza de la empresa (competitividad, productos, servicios, mercados, tecnología, etc.)
sino por las decisiones adoptadas por sus ejecutivos, sin prejuicios, que hicieron prevalecer
sus intereses personales por encima de los de la empresa. La condicia, el cortoplacismo, las
ganancias inmediatas, las actitudes y comportamientos anti éticos fueron cambiando al
sistema capitalista, generando el denominado capitalismo de casino, especulador, donde los
aspectos financieros prevalecen sobre los referidos a la producción y distribución de los
bienes y servicios, la denominada economía real. Ello no ha sido gratuito para la sociedad
en general, que paga fuertemente con su calidad de vida la concentración del poder
económico y también político.
Uno de los últimos acontecimientos, la caída de Lehman Brothers, 2007, se convertirían en
uno de los detonantes de la extendida crisis mundial actual.
Ello ha colocado a la empresa en el centro de atención de universidades, gobiernos,
sociedad civil, la Iglesia y otras organizaciones reclamándole un comportamiento ético en
varios aspectos, pues los cuestionamientos refieren a los perjuicios producidos por las
decisiones de los que están llamados a dirigir y conducir: el management.
En este escenario la Responsabilidad Social toma un valor multiplicador y se transforma en
el paradigma que está instalando la sociedad contemporánea.
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2.- La demanda por responsabilidad social se extiende a todos los fenómenos organizativos:
universidades, sindicatos, ONG’s, estado, etc. si bien este artículo refiere a la especificidad
de la empresa por su poder y capacidad de influencia sobre la sociedad.
La agenda básica que hoy se considera para que una empresa sea socialmente
responsable, refiere al menos a estos cinco puntos:
a) Buen trato con el personal
b) Productos y servicios sanos y saludables
c) Cuidado del medio ambiente
d) Servir a la comunidad
e) Involucramiento en causas de interés nacional
Detallaremos brevemente cada uno de estos puntos:
a) Buen trato con el personal
El punto de partida es reconsiderar qué es el trabajo, un “sacrificio” para proveerse de los
bienes necesarios para vivir, o bien una expresión de las potencialidades humanas para que
se desarrollen las capacidades y calificaciones. Hay consenso en la ultima interpretación, y
es la empresa uno de los espacios para el desarrollo de esas capacidades, pues es el mayor
empleador mundial. Ello implica reconsiderar aspectos que contempla la RSE, entre otros:
conciliación (equilibrio) entre vida laboral y vida familiar, remuneraciones dignas, buen clima
laboral, creación de oportunidades, expectativas de estabilidad y progreso que permitan al
trabajador organizar su futuro, una brecha remunerativa con equidad, es decir minimizar la
diferencia entre los que más y menos ganan, igualdad de género, no discriminación. A este
conjunto hoy se lo denomina “trabajo decente” (OIT); todo por encima de las disposiciones
legales, estas no alcanzan para la RSE, solo alcanzan para aumentar las ganancias: trabajo
precario, trabajo infantil, contratos basura, tercerizaciones invisibles, trabajo en negro, etc.
b) Productos y servicios sanos y saludables
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Hoy el mundo produce y distribuye millones de productos y servicios para abastecer las
necesidades de la gente, básicas naturales, o secundarias artificiales. Zygmunt Bauman
identifica a la sociedad contemporánea como una sociedad de consumidores, los
productores son las empresas. Qué pide la RSE: que los procesos de diseño, investigación,
producción en escala, comercialización y distribución posea características que cuiden el
medio ambiente, que la información para su consumo sea transparente en calidad, cantidad
y precio, que los resultados y efectos de su consumo no sean perjudiciales para la salud,
que no exista “letra chica” en la información, que la docilidad del consumidor influido por la
propaganda, la promoción, el benchmarking y la primacía del “tener” a expensas del “ser”;
no deteriore su calidad de vida alterando las prioridades por las superficialidades.
c) Cuidado del medio ambiente
El tema ecológico “es el tema del siglo”, el planeta se está deteriorando aceleradamente y si
bien es un tema de toda la sociedad, la empresa juega un rol sustantivo en sus
responsabilidades inherentes al medio ambiente.
La contaminación a través de derrames petroleros “accidentales”; en Argentina el caso del
Riachuelo es emblemático con la evacuación de afluentes industriales por parte de las
empresas contaminando el río por décadas. Es la Cuenca Matanza – Riachuelo donde 4.000
empresas están tirando sus afluentes a la cuenca, es ambiental pero con profundas
consecuencias sociales, con tres fuentes de contaminación: el origen industrial, el origen de
cloacas y los basurales a cielo abierto.
Siguiendo al Premio Nóbel de Economía Amartya Sen…”hoy por hoy todos reconocemos los
estragos que se están ocasionando a nuestro ambiente. De manera cotidiana ocasionamos
daños a la capa de ozono, contribuimos al calentamiento global, contaminamos el aire y los
ríos, destrozamos selvas y bosques, agotamos los recursos minerales, presionamos a
numerosas especias hasta su extinción, así como aplicamos otras modalidades de
devastación. El actual interés por lograr la condición de “sustentable” surge de este
reconocimiento. En 1987 encontró una marcada expresión la necesidad de una acción
concertada en el manifiesto pionero “Nuestro Futuro Común”, preparado por la Comisión
Brundtland. Definió como “sustentable” el desarrollo que satisface las necesidades del
59
presente sin poner en peligro la capacidad de futuras generaciones para satisfacer sus
propias necesidades”.
Este concepto de sustentabilidad estaría potenciando la RSE.
d) Servir a la comunidad
La sociedad es la que legitima la existencia de la empresa, otorgándole una licencia para
operar, pues en ese espacio están los consumidores; además la empresa es en muchos
casos el fenómeno más importante en una localidad pues origina y desarrolla urbanización.
Argentina es un caso típico de empresas que provocaron el desarrollo local, (Sancor, Loma
Negra, Siam, Ledesma, Flandria, La Serenísima, etc.) pues la comunidad existe por la
existencia de la empresa, al ser concentradora de gente requiere de todos los servicios
necesarios para vivir en comunidad: escuelas, hospitales, comisarías, intendencias, iglesias,
clubes, transporte, esparcimiento, etc.
No puede por lo tanto limitarse a “cumplir con la ley” sino que también tiene obligaciones
éticas – sociales de involucrarse y participar en la solución de los problemas locales,
haciendo alianzas estratégicas con otros actores para contribuir efectivamente en las
cuestiones comunes. El modelo es de win-win; ganar ganar, gana la empresa, gana la
comunidad.
La empresa es un actor importante para pasar de la fragmentación a la cohesión social.
e) Involucramiento en causas de interés nacional
La sociedad contemporánea tiene instalados problemas graves que la están
trasformando…para peor…: droga, inseguridad, trata de personas, vivienda, corrupción,
terrorismo, etc. Todos los indicadores sociales son dramáticos aún en los países
desarrollados con altas tasas de deterioro para la gente, una crisis de valores se instala
aceleradamente, a la par que la sociedad civil reacciona desafiando a las empresas y
estados por una vida más digna.
3.- Conclusiones
Estamos ante un cambio de época, el creciente impacto de las empresas en la sociedad del
siglo XXI son múltiples y multidisciplinarios: económicos, porque la vida y el futuro de los
ciudadanos dependen en gran medida de las decisiones de inversión, localización,
60
relocalización y descolocación de las empresas en sus localidades y países;
medioambientales, porque junto a la creciente sensibilidad medioambiental de los
ciudadanos, crecen las exigencias ecológicas a los procesos productivos y a los productos
de las empresas. La nueva cosmovisión de la empresa entiende que la sostenibilidad es
competitiva; la empresa está comprendiendo que sus estrategias de competitividad en la
globalización no pueden basarse en la devaluación del medio ambiente, ni en el maltrato
laboral, ni en el incumplimiento de normativas internacionales en materia sindical o de
derechos humanos, sino que, justamente al contrario es la superación de esos mínimos, en
todos los planos, lo que incrementa su competitividad por el plus de excelencia que
incorpora en su personal, a su ambiente laboral, a sus productos y a su productividad, a su
empatía social y, a su reputación corporativa.
Se trata de un cambio cultural significativo que requiere del esfuerzo de todos: la empresa,
la universidad, los sindicatos, el estado y la sociedad civil organizada.
______________________________
*Héctor A. Larocca, Contador Público FCE – UBA, 1966. Profesor Consulto de la
Universidad de Buenos Aires. Director del Centro Nacional de Responsabilidad Social
Empresarial y Capital Social de la FCE – UBA.
Para saber más y mejor:
Red Iberoamericana de Universidades por la RSE (Red Unirse).
Volpentesta Jorge R. Gestión de la Responsabilidad Social Empresaria, Buyatt, 2009.
Almagro Juan José, Responsabilidad Social, Prentice Hall, 2010.
Sen amartya y Kliksberg Bernardo, Primero la gente, Temas 2008.
Banco Mundial, De la planificación Centralizada a la Economía de mercado, 1996.
Bauman Zygmunt, Vida de consumo, Fondo de Cultura Económica, 2007.
Kliksberg Bernardo, Escándalos Éticos, Temas, 2011.
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La Sustentabilidad: el camino de todos que pocos si guen
Lic. Diego Guilisasti
1. El desafío
El nuevo desafío de la empresa a comienzos del siglo XXI debe ser, sin lugar a dudas,
cambiar su estrategia de juego.
Toda empresa o, hablando de manera mas directa (con nombre y apellido), todo
empresario que comience o continúe sus actividades con una estrategia neoclásica en la
que se aferre a aquella antigua idea de que de lo único que debe ocuparse la empresa es de
generar ganancia para sus accionistas, no tendrá lugar en la sociedad del corriente siglo.
Los empresarios debemos entender que el mercado, entendido por el conjunto de todos los
participantes o interesados que incluye el mismo (stakeholders), está cambiando su tablero
de juego pasando de uno tradicional en el que las fichas van de atrás hacia adelante con
dos o tres jugadores, a uno en el que las fichas se mueven en todas direcciones y con
cantidades de jugadores nunca imaginadas.
Ante esta situación, la estrategia de juego de las empresas debe ser de “ganar – ganar”.
Una estrategia de juego “ganar – ganar” es aquella que busca un resultado provechoso para
todos sus participantes. Se diseña de manera que todos los interesados o involucrados,
incluso aquellos que observen el juego desde “afuera”, puedan beneficiarse de una u otra
manera.
Para dimensionar lo escrito, hay que entender que “estrategia” es el camino que la empresa
diseña para transitar buscando alcanzar su objetivo. En este camino hacia el cumplimiento
de su misión, la empresa debe sortear numerosos obstáculos. Para ello, planea
estratégicamente cómo superarlos.
Al mencionar que la estrategia debe ser pensada buscando un resultado provechoso para
todos los involucrados, claramente estoy ampliando la visión de ese camino. Es necesario
visualizar, no solo los obstáculos, sino todo lo que el camino pueda llegar a incluir, buscando
una relación “ganar – ganar” con cada uno de los involucrados.
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En adición, lo que planteo es que la estrategia debe no solamente contemplar esta relación
con los involucrados sino que incluso debe ser pensada, desde su diseño y su mera
concepción, para que no haya involucrado alguno en este camino que no encuentre algún
tipo de beneficio de una u otra forma.
Esto, a primera vista, suena no solo imposible sino soñador y hasta utópico. Parece pensado
de alguien que no conoce sobre negocios, que no conoce sobre empresas y que nunca ha
estado involucrado en una.
Desde la licenciatura en administración de la Universidad de Buenos Aires, toda mi
formación universitaria se basó en docentes que me educaron sobre las organizaciones, su
historia, el manejo dentro y fuera de ella, compra – venta, etc., etc. En definitiva, a ser
empresario.
Creo en la empresa y en su importancia en la sociedad. Por ende, creo en el empresario y
en el rol que el mismo tiene en el devenir de la sociedad. Creo que ocupa, en muchas
sociedades papeles incluso más importantes que sus propios gobiernos, dado el poder que
con el correr del tiempo han conseguido. Por todo esto, entiendo que la actividad empresaria
debe perdurar en el tiempo y por tal motivo he llegado justamente a estas conclusiones.
Saliendo de una mirada personal absolutamente subjetiva que pueden, desde todo uso de
libertad, no compartir conmigo, podríamos evaluar conjuntamente algunos números del
presente.
Antes de pasar a analizarlos, sería prudente ponernos de acuerdo en un concepto
fundamental. La visión que hoy debemos tener del mundo de ser HOLÍSTICA. Los límites de
los países han pasado a ser meramente geográficos estando todo lo demás interconectado
de alguna u otra forma. Sus economías, su tecnología, su salud, etc.
Esto se debe básicamente a los avances tecnológicos que conlleva un notable aumento en
la velocidad de las comunicaciones (podríamos mencionar como ejemplo concreto a la
Internet) y a que, desde hace ya unos años observamos que problemas de cualquier tipo en
países muy lejanos a los nuestros de alguna u otra forma nos terminan afectando.
Nos encontramos en un sistema tan complejo en que la interrelación de causa – efecto que
hoy hemos conseguido hace que la idea del “efecto mariposa” (proverbio chino que
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menciona que el aleteo de las alas de una mariposa se puede sentir al otro lado del mundo)
hoy no suene tan descabellada.
2. Somos habitantes del mundo 2
Este mundo, nuestro mundo, es compartido con casi 3.000 millones de personas que viven
por debajo de la línea de pobreza. 900 millones de personas no tienen agua potable. 2.600
millones de seres humanos no cuentan con instalaciones sanitarias y, por este motivo, se
estima que alrededor de 1.800.000 niños mueren al año. El número de hambrientos supera
los 1000 millones.
América Latina, continente productor de alimentos por excelencia, registra 53 millones de
desnutridos (esto es aproximadamente un 20% mas que TODOS los habitantes de
Argentina) y un 16% de desnutrición infantil (16 de cada 100 niños tienen hambre).
En este mundo que habitamos usted y yo, solo el 1% de la población posee actualmente el
43% de los activos. El 10% más rico tiene el 83% de ellos. Para enfatizar la cifra, esto quiere
decir que el 17% de los bienes mundiales son distribuidos entre el 80% de la población.
Claramente algo se viene haciendo mal. Nos estamos moviendo con teorías y con
paradigmas que no están colaborando con el desarrollo sustentable de la humanidad.
Necesitamos llevar adelante, verdaderamente, un cambio de paradigma, un cambio en
nuestra estrategia.
3. La sustentabilidad
Esta es, a mi entender, la mejor herramienta que tenemos para comprender lo antes
expuesto. Es el término que se utiliza hoy en día cuando hablamos de Responsabilidad
Social Empresarial y tiene su lógica.
Mucho se ha discutido sobre el término y mi intención no es continuar con ese debate sino
simplemente establece un marco de entendimiento mutuo para continuar con la lectura.
2Datos extraídos del libro “Emprendedores Sociales, los que hacen la diferencia” por Bernardo Kliksberg, 2011, editorial
Temas.
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Vamos a entender la sustentabilidad desde la idea de aquello que perdura en el tiempo
simplemente por no ser perjudicial, no solo para las generaciones y actividades futuras, sino
también para las actividades presentes.
Desde esta base, intentemos trasladar el término de sustentabilidad lejos del ámbito
empresarial, lejos de la RSE. Intentemos razonarlo desde nuestras actividades cotidianas,
desde nuestras relaciones, desde nuestro accionar diario.
Así pues, veamos un ejemplo simple. Si yo me encuentro en una relación en la que maltrato
a mi pareja, no soy cariñoso y no me preocupo por sus objetivos y sus deseos. No intento
que nuestros caminos sean los mismos, ocupándome pura y exclusivamente de mis
necesidades y de que la persona junto a mi las satisfaga y nada mas. Eventualmente esta
persona no soportará más ese escenario y, con toda su razón, me abandonará. Esta
situación no perdurará en el tiempo, lo que hace, por ende, que esta relación no sea
sustentable.
Pensemos en nuestras amistades. Si no llamamos cada tanto a nuestros amigos, si no
mostramos interés en sus actividades y si no estamos presentes cuando ellos nos necesitan,
no encontrarán motivo alguno para continuar con esa amistad. Esta situación no perdurará
en el tiempo, lo que hace, por ende, que esta amistad no sea sustentable.
Desde un nivel personal, si solo nos preocupamos por nosotros mismos y nada más,
eventualmente terminaremos solos y todos necesitamos de los demás, no hay duda de ello.
El ser humano necesita vivir en sociedad.
Pensemos el término de la sustentabilidad aplicado a algo tan básico como puede ser el
automóvil que utilizo todos los días para trabajar. Este representa una herramienta, un
recurso que yo utilizo todos los días para poder llevar adelante mi trabajo. Por este trabajo
se me paga un sueldo que yo luego utilizo para intercambiarlo por bienes y servicios para mi
y mi familia. Si yo no cuido de mi automóvil, no lo llevo al mecánico y lo manejo de manera
irresponsable pudiendo tener accidentes. Si yo no cuido de lo que considero uno de mis
recursos fundamentales para mi trabajo como puede ser mi automóvil algún día éste, mi
recurso, dejará de funcionar. Haciendo una simple relación, si yo no cuento con mi automóvil
el cual utilizo para ir a trabajar, deberé buscar alternativas que seguramente resultarán
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mucho más costosas de lo que podía resultar simplemente cuidarlo cuando lo tenía. El
maltrato a lo que yo considero mis recursos no es sustentable para mi.
Con estos ejemplos básicos lo que busco es demostrar que la idea de sustentabilidad está
no solo en nuestra actividad empresaria con la RSE sino en actividades que realizamos
todos los días.
Ahora bien, si logramos entender esto, si logramos trasladar y ver el concepto de
sustentabilidad en algo tan simple como puede ser mi automóvil, cómo vamos a pensar una
empresa con toda su complejidad desde una visión que no sea sustentable.
Como empresarios debemos entender que si maltratamos y explotamos a nuestros
trabajadores eventualmente dejarán de trabajar con nosotros. La gran mayoría y sobre todo
aquellos especializados en recursos humanos, sabe el enorme costo que tiene para una
empresa todo el proceso de selección de personal, mas los eventuales juicios que los
trabajadores que explotamos puedan hacer.
Como empresarios debemos estar atentos a las necesidades de nuestros proveedores.
Debemos respetarlos como pares y tratarlos como nosotros queremos ser tratados. Es una
situación insostenible pretender plazos de pago a proveedores de 60, 90 y hasta 120 días
como hacen muchas empresas de nombre reconocido, simplemente porque desde una
visión financiera les convenga. Eventualmente mi proveedor se dará por vencido y eso
implicará el cierre de su empresa, quedándome yo sin poder cubrir mis necesidades básicas
para producir.
Como empresarios debemos cuidar a nuestros clientes. El buscar vender a toda costa y a
precios irrisorios podrá rendir sus frutos a corto plazo pero eventualmente me dejará sin
compradores. No hay duda de ello.
Así podría continuar con la imagen de la empresa, los valores que la misma transmite, su
confiabilidad, su involucramiento en las grandes causas sociales, etc.
Todo esto lleva al análisis de qué es lo que buscamos con nuestra empresa, con nuestra
actividad. Desde nuestro trabajo como gerentes en grandes corporaciones o como dueños
de nuestra pequeña o mediana empresa, ¿Qué ejemplos deseamos seguir?
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¿Buscamos simplemente el enriquecimiento cortoplacista como Enron o Lehman Brothers
sin siquiera pensar en todo el perjuicio a nivel mundial que eso puede generar, como han
demostrado estas empresas catedráticas en el tema?
¿Buscamos ser empresarios reconocidos por nuestras grandes estafas y por las enormes
cantidades de personas que podamos dejar sin empleo, por aumentar nuestras fortunas
personales a merced de millones de desempleados o miles de desnutridos?
¿Buscamos ser empresarios con abultadas cuentas bancarias para no poder salir de
nuestras casas por la inseguridad que nos atormenta?
O buscamos que nuestras empresas tengan permanencia en el tiempo y sean bien
reconocidas en el mercado. Que nosotros seamos vistos como empresarios que
verdaderamente se preocupan por la sociedad y su desarrollo, y por un presente y futuro
sustentable para nuestros hijos.
Las movilizaciones sociales alrededor del mundo comienzan a reclamar con mayor ímpetu
qué tipo de empresario se está necesitando. Los autoproclamados “Indignados” ya no son
tema únicamente de España como escuchamos en un primer momento. Y es tal la
indignación mundial que se vive que hasta ha llegado al país capitalista por excelencia:
Estados Unidos.
Este es un claro mensaje. Nosotros, los empresarios, podemos optar por escucharlo y
atenderlo o por hacer oídos sordos y seguir por nuestro propio camino buscando maximizar
únicamente nuestro beneficio. Hay una sola certeza, uno de los dos no es sustentable.
Algunos ya comienzan a modificar su accionar viendo a la sustentabilidad como una ventaja
competitiva. Pero debemos tener algo en claro, la RSE no es marketing. El mencionar que la
sustentabilidad es una ventaja competitiva es simplemente entender que la empresa
sustentable perdurará más que la que no lo sea. Desde esa postura, es claramente una
ventaja ante aquel que no aplique políticas de Responsabilidad Social.
El nuevo empresariado también esta escuchando este mensaje. Ha entendido que hoy, la
sustentabilidad se ha convirtiendo en un “ticket to go” para los nuevos emprendimientos. Los
proyectos que nazcan en este siglo no pueden ser siquiera concebidos desde una
perspectiva que no sea desde la sustentabilidad.
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Así es como hemos alcanzado el “Emprendedurismo Social”, entendido como una forma de
dar respuesta a las necesidades sociales promoviendo la construcción de una realidad más
equitativa. La desigualdad, la contaminación del planeta, la injusticia, la escasez de
oportunidades de un gran número de personas son el incentivo principal de este grupo,
hasta el momento, selecto.
El interés no es meramente económico y con este tipo de iniciativas se descubren
consumidores que se encontraban absolutamente ocultos, no porque no hayan estado
presentes, sino porque el empresariado neoclásico no los consideraba dentro de sus planes
de venta.
El ejemplo más conocido quizás, es el del Muhammad Yunus, creador del Banco Grameen,
quien gracias a su espíritu emprendedor y a su preocupación social, ha lograda no menos
que el premio Nobel de la Paz.
Recorriendo los barrios empobrecidos aledaños al campus de la universidad en la que
enseña, descubrió una enorme cantidad de usureros que cobraran altísimos intereses. Ellos
dejaban a los prestatarios en condiciones de mayor pobreza previa al préstamo.
Esto generaba enormes ganancias para los prestamistas pero dificultaba aún más las
posibilidades de las personas que solicitaban los créditos de cambiar su cruda realidad.
El sistema bancario miraba con absoluta desconfianza las posibilidades de retorno de
préstamos al sector más necesitado de la sociedad. Cada vez que alguna persona
catalogada como “pobre” se acercaba a solicitar un crédito, el mismo era rápidamente
negado por prejuicio de incobrable.
Yunnus decidió implementar un sistema de préstamos a través de microcréditos
específicamente dirigido a personas con escasos recursos rompiendo así, con la estructura
formal crediticia otorgando préstamos a personas sin ningún tipo de garantía.
El resultado fue un nuevo paradigma en el sistema financiero que generó la posibilidad para
millones de personas en el mundo de crear sus propias oportunidades y salir de la pobreza
achicando, de esta manera, la enorme brecha de desigualdad.
4. Una mención sobre la universidad
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La universidad en este tema cumple un rol fundamental. Debe mantenerse en constante
actualización a las demandas sociales escuchando sus mensajes y actuando en base a
ellos. Por tal motivo, su búsqueda debe también ser la sustentabilidad en su accionar y
fomentar el pensamiento sustentable en su alumnado.
A corto plazo, la universidad debe brindar canales de contacto directo con los diferentes
tipos de realidades que comulgan en el conjunto de la sociedad. Las dificultades que viven
gran parte de los habitantes deben ser experimentadas para que las propuestas de
sustentabilidad no sean meras políticas de escritorio. El alumno debe ser conciente de los
problemas sociales para que verdaderamente se genere en él una actitud responsable. Uno
de los mejores ejemplos desde donde se vivencia lo antedicho es el voluntariado
universitario.
A largo plazo, debe procurar educar no solo en conceptos teóricos sino también en valores,
buscando que sus alumnos sean futuros empresarios socialmente responsables capaces de
actuar siempre y sin duda alguna de un modo ético.
Debe generar espíritu emprendedor capaz de crear capital social incluso en lugares nunca
imaginables. El poder de asociatividad, la confianza, la participación cívica y los valores
compartidos son las bases sobre la que toda sociedad desarrollada puede pararse para
avistar un futuro justo para todos sus miembros.
La universidad desde su investigación, genera conocimiento crucial para poder dar
respuesta a las grandes causas de interés público. Es necesario contar con información
precisa sobre los motivos que generan los males sociales de la actualidad. Si conocemos las
causas de éstos, podremos trabajar en solucionar aquellos problemas que, desde su
estructura, no nos caracterizan como sociedad justa.
Sus alumnos, sus docentes, sus autoridades, son miembros de la sociedad que tienen una
responsabilidad innegable por el solo hecho de pertenecer a esta elite. Todos, en su
conjunto, deben articularse en pos de generar propuestas de políticas públicas que
contribuyan a la disminución de la desigualdad.
Cuanto mayor sea la brecha de desigualdad que exista en una sociedad, menor serán sus
posibilidades de crecimiento y desarrollo.
Una sociedad desigual, no es una sociedad sustentable.
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En una sociedad a la que le aquejen males como pobreza, injusticia, inseguridad, falta de
educación, corrupción, hambre, etc. no hay empresa alguna que pueda nacer, crecer,
desarrollarse y que perdure en el tiempo.
La desigualdad puede ser imaginada como un gigante que camina con sus cordones
desatados. Un país en vías de desarrollo será cada vez más grande pero si no procura atar
sus cordones, en algún paso los pisará con su otro pie y caerá. Y bien sabemos que cuanto
de más alto se caiga, mas dolerá la caída.
5. Conclusiones
Es necesario que nos concentremos no solo en seguir creciendo sino en atar esos cordones
sueltos. Nuestra intervención, nuestro involucramiento en estos asuntos buscando el
desarrollo sustentable de nuestra sociedad es urgente, no puede esperar.
Cada uno desde nuestro lugar como empresario, como docente, como alumno, como
trabajador, como padre, como hijo, etc. debe trabajar por una sociedad sustentable.
Aquel empresario que piense que salvará su descendencia dejando miles de dólares en sus
cuentas y múltiples propiedades en su herencia está equivocado. Deben saber que de nada
les servirán esos bienes a sus hijos si no pueden asegurarles antes, por ejemplo, la
seguridad. Esta viene dada por la educación, el trabajo y la salud de todos los miembros de
la comunidad.
En una sociedad equitativa y justa todos sus integrantes tienen mayores oportunidades de
desarrollo y crecimiento.
Hasta el más egoísta de los egoístas debería velar por que la sociedad a la que pertenece
busque el desarrollo sustentable. Sin personas con las cuales pueda ser egoísta, su
egoísmo caerá en detrimento.
Si todos velamos por el desarrollo y el bienestar del otro estaremos fortaleciendo
directamente nuestro propio crecimiento y bienestar. Ese es el camino de la sustentabilidad,
el cual estamos todos invitados a recorrer.
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