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Escuela Primaria Nº 17
Ituzaingó
Coordinadora Carina Sartirana
Cuando me pidieron que haga relatos de CAI se me puso la mente en blanco: ¿qué
querían? ¿Experiencias con los chicos? ¿Vivencias de los docentes? ¿Recopilación
de datos armando la trayectoria del CAI de la EP 17?
Luego de todos estos interrogantes decidí escribir de todo un poco y voy a comenzar
por mi llegada al CAI.
Un día, en la EP 9, que está ubicada a menos de 10 cuadras de la EP 17, una
profesora de educación física me pregunta si quería trabajar los sábados. Le contesté
que sí y entrego mis datos a la docente que había sido designada coordinadora del
CAI, ya que sabían que les habían otorgado este programa y estaban conformando el
plantel.
En primera instancia no quedé, pero como se retrasó el comienzo, se pospuso desde
febrero hasta julio, al momento de iniciar me llamaron y comenzamos.
Mucha incertidumbre sobre nuestro verdadero rol; no estaba muy claro para nosotros
ni para los demás.
Con mi compañera, la otra Maestra Comunitaria, nos distribuimos los grupos y
empezamos a trabajar; fue allí cuando toda esa incertidumbre se diluyó y todo se
volvió realidad.
Los alumnos esperaban ansiosos trabajar con nosotras; nació un vínculo que hacía
que nuestro trabajo fuera aún más significativo.
Este vínculo también se dio con los talleristas y comenzamos a ver qué alumnos con
serios problemas de inasistencias, empezaron a venir regularmente al CAI.
Y fue este vínculo el que hizo que el niño mejorara en la asistencia, con nuestro
apoyo, y también el rendimiento escolar y cuando el niño comienza a ver que está en
el camino del éxito, y a venir al cole no le cuesta tanto.
Como describí antes fue el caso Ezequiel, cuando comenzamos a trabajar en su
grupo, era un alumno de inasistencias reiteradas, y cuando iba al cole no entendía
nada; poca paciencia de la maestra da como resultado un alumno ausente o presente
y molesto.
Él no quería trabajar con nosotras y su mamá quería que recurse tantas veces como
sean necesarias para que aprenda. El asunto fue que vino un sábado y se quedó en el
taller de guitarra, con el profe lo hacíamos leer letras de canciones, escribir al dictado,
“el trabajaba las áreas curriculares” y no se daba cuenta: ERA NUESTRO
GUITARRISTA ESTRELLA.
Un día no vino su profe de guitarra y le dijimos que se quede con las seños en apoyo y
despacito fue aprendiendo cosas que sus compañeros ya sabían y a él lo ponían en
desventaja, le generaban vergüenza y ese era el motivo de sus inasistencias.
Terminó el año sin compensar, con buenos logros en todas las áreas y su
comportamiento era adecuado, ya no quería llamar la atención ni se avergonzaba de
no entender.
También conocimos a Vanesa, una alumna que no sonreía, casi no hablaba, marcada
por una vida de abusos y pobreza, rescatada por su hermana , que casualmente había
sido alumna mía hacía más de 15 años, con la misma historia de vida. Vane no leía ni
escribía cursiva; comenzamos con ella una tarea alfabetizadora, pero también
visitamos a la hermana para orientarla en algunos aspectos importantes en la vida de
Vanesa, ya que estaba creciendo y la veíamos desprolija y muy delgada.
Trabajamos con su maestra, quien tuvo que entender algunas individualidades de la
alumna, adecuarse a la situación y darle la oportunidad a Vane de tener logros
significativos en 4to año.
Quiero destacar la predisposición de las docentes con respecto a las intervenciones
del CAI; nuestro criterio es respetado y esto se da porque el ED de la institución nos
convoca a reuniones de EEB, y hasta para calificar a los alumnos con los que
trabajamos, el EOE solicita nuestra mirada.
En el 2013 tomé la coordinación del CAI y me propuse cambiarle el perfil, quería que
no fuera un amontonamiento de alumnos con problemas de conducta y tomé
decisiones:
1) Cambié el profesor de murga, que en el año y medio anterior no había tenido
regularidad, a quién convoqué, tampoco y tuve que cerrar el espacio. En 2013
tuvimos medio año con 2 talleres.
2) Cambié fútbol callejero por Iniciaciòn deportiva, quería algo distinto, el fútbol lo
juegan siempre, jugaron al vóley y al handball loa alumnos de 2do ciclo y los
alumnos de 1er ciclo jugaron con elementos, hicieron gimnasia en colchonetas.
3) Cambié el profesor de guitarra, el anterior era muy bueno, pero no aceptaba el
sistema de cobro.
Al final del 2013 le propuse a la directora abrir el taller faltante con danza clásica; al
principio tuvo un poco de temor, pero nos animamos. La idea era acercarles una
propuesta que en la vida era solo para la elite y así fue, cuando hablábamos con las
nenas, todas soñaban con su “tutù”.
Fue una decisión más que acertada, las nenas están contentas con sus zapatillitas,
además hicimos barras, las cuales ya nos quedan chicas
El grupo es regular en su asistencia y la sorpresa fue ver que Rocío, una alumna de
4to, con una vida de sufrimiento y ausente de toda atención y cuidado, que llegó a la
escuela en 2do grado, pateando y escupiendo a las maestras que querían ayudarla,
allí estaba Rocío, en la barra luchando con sus piecitos para lograr la primera posición.
Nos propusieron ir al teatro a ver una obra de ballet; nos organizamos y fuimos, una
experiencia bellísima: “ Danza
Llegó la primera prueba para este grupito de pequeñas bailarinas; bailar en el acto del
9 de julio. Nerviosas como nunca, las nenas y la profe, hicieron una clase abierta,
emocionaron a todos: los padres y los chicos lloraban y allí estaba Rocío, peleándole a
la vida y ganándole, con su pollerín y sus zapatillitas, haciendo las posiciones mejor
que nunca y estirando su cuerpito como queriendo ser más alta y tocar el cielo.
ESE DIA LO TOCAMOS TODOS AL VERLA BAILAR, nos abrazamos, lloramos rato
largo, felicitamos a la profe y nos fuimos a casa con la plenitud del trabajo bien hecho.
Este es mi relato de un pedacito del CAI de la EP 17 de Ituzaingó, donde con un
equipo de trabajo fantástico tratamos de que los niños disfruten de un espacio con
alegría y llevándole una propuesta distinta, donde el aprenda sin darse cuenta y
cambie la idea de “no poder “que tiene.
Gracias a mis compañeros Fernando, Matìas, Patricia, Irene y Gisela, todos juntos
conformamos este CAI y compartimos los logros como reflexionamos de los errores.
Comparto estas imágenes que nos
enorgullecen.
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