Había una vez un ratón muy curioso al que le encantaba fisgonear por los rincones de la granja...

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Había una vez un ratón muy curioso al que le encantaba fisgonear por los rincones de la granja donde vivía.

Pero un día vio una ratonera y quedó aterrado.

Fue corriendo al patio de la granja a advertir a todos: ¡Han puesto una trampa para ratones, una trampa!”

La gallina, que estaba cuidando a sus pollitos, levantó la cabeza y dijo: “Discúlpeme, Sr. Ratón, yo entiendo que ese es un gran problema para Ud., pero a mis pollitos y a mí no nos molesta para nada”.

Luego acudió al cordero y éste también se disculpó: “Creo que yo no le puedo ayudar, pero le recordaré en mis oraciones.”

Después se dirigió a la vaca, pero ésta le dijo: ¿Y Ud. cree que yo estoy en peligro? Nooo. Soy demasiado grande. Lo siento, no puedo ayudarle.

Ante la negativa de sus compañeros, el ratón volvió a su casa, triste y compungido.

Aquella noche se oyó un ruido, como el de una ratonera atrapando a su presa.La mujer del granjero fue a ver lo sucedido.En la oscuridad, no vio que la ratonera había atrapado la cola de una serpiente venenosa, que la picó.

El granjero tomó su machete y fue a buscar el ingrediente principal :la gallina.

Como la enfermedad de la granjera se prolongó, los amigos y vecinos acudieron a visitarla. En agradecimiento, el granjero decidió obsequiarlos con un banquete.

Mató al cordero.

A pesar de todos los cuidados, la mujer empeoró y murió. El granjero tuvo que vender la vaca al matadero para poder pagar los gastos del funeral.

Así que:La próxima vez que escuches que alguien tiene un problemay creas que, como a ti no te afecta, no le debes prestar atención...

Piénsalo dos veces.

Espero, que os guste. Inma 2006