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UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA ESCUELA DE CIENCIA POLÍTICA
ÁREA DE RELACIONES INTERNACIONALES
TITULO DE TESIS
“LA APLICACIÓN DE SANCIONES ECONÓMICAS EN EL NUEVO ORDEN
MUNDIAL: EL PAPEL DE LAS GRANDES POTENCIAS”
PRESENTADA POR:
ALMA LETICIA MALDONADO MÉRIDA
GUATEMALA, SEPTIEMBRE DE 2001
UNIVERSIDAD DE SAN CARLOS DE GUATEMALA
RECTOR MANÍFICO Ing. Efraín Medina Guerra
SECRETARIO GENERAL
Dr. Mynor Cordón y Cordón
CONSEJO DIRECTIVO DE LA ESCUELA DE CIENCIA POLÍTICA DIRECTOR: Dr. Vinicio González González VOCAL I: Lic. Juan Fernando Molina Meza VOCAL II: Lic. Oscar Rodolfo Gomar López VOCAL III: PC. Walter Giovanni Chacón Marroquín VOCAL IV: Br. Edwin Jahir Dabroy Araujo VOCAL V: Profa. Ciriaca Herminia Díaz Tacen SECRETARIO: Lic. Byron Guillermo Castillo Paz
TRIBUNAL QUE PRACTICÓ EXAMEN GENERAL DE GRADO EXAMINADOR Lic. José Luis Domínguez Quintanilla EXAMINADOR Lic. José Gilberto Cortés Chacón EXAMINADOR Lic. Alfredo Vásquez Rivera EXAMINADOR Licda. Sandra América Noriega EXAMINADOR Dr. César Augusto Agreda Godínez
TRIBUNAL QUE PRACTICÓ EL EXAMEN PÚBLICO DE TESIS DIRECTOR Dr. Vinicio González González SECRETARIO Lic. Byron Guillermo Castillo Paz REVISOR Lic. José Luis Domínguez Quintanilla ASESOR Lic. Julio César Serrano Terré EXAMINADOR Dr. César Augusto Agreda Godínez
Nota: Únicamente la autora es responsable de las doctrinas sustentadas en la tesis.
(Artículo 74 del Reglamento de Evaluaciones y Promoción de Estudiantes de la Escuela de Ciencia Política).
A mi madre:
María Clemencia Mérida, con todo mi cariño y amor por los esfuerzos
depositados en mí y en mis hermanos.
Índice
ÍNDICE
Pág.
INTRODUCCIÓN
01
CAPÍTULO I
EL CONTEXTO DE LAS GRANDES POTENCIAS
1. El papel de las grandes potencias y
el equilibrio de poder
04
1.1 Las alianzas y el equilibrio de poder 06
1.2 Los intentos de orden internacional 08
1.2.1 La Santa Alianza 08
1.2.2 Concierto de Europa 08
1.2.3 Liga de Naciones 09
1.2.4 Naciones Unidas 12
1.3 La Guerra Fría y las potencias 15
1.3.1 El papel de Naciones Unidas en la Guerra Fría 17
CAPÍTULO II
LAS NACIONES UNIDAS EN EL
NUEVO ORDEN INTERNACIONAL
21
1. Contexto 21
2. Las Naciones Unidas y el
Nuevo Orden Mundial
23
2.1 Reestructuración de la ONU 26
2.2 El papel del Consejo de Seguridad 29
2.2.1 Reestructuración del Consejo de Seguridad 31
2.2.1.1 El mantenimiento de la paz
y la seguridad mundial
35
Índice
CAPÍTULO III
LA CARTA DE NACIONES UNIDAS EN EL
MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y SEGURIDAD MUNDIAL
39
1. Carta de las Naciones Unidas, medio siglo después 39
2. La Carta de Naciones Unidas en el contexto actual 40
2.1 Mantener la paz y seguridad mundiales 42
2.2 El poder del Consejo de Seguridad 47
2.2.1 Poder del veto 49
2.2.2 Regionalismo 50
2.2.3 Para los casos de amenazas, quebrantamientos
a la paz o actos de agresión
51
2.2.3.1 El uso de la fuerza 51
2.2.3.2 Arreglo pacífico de controversias
2.2.3.3 Investigación
2.2.3.4 Las sanciones
2.2.3.4.1 El mandato de las sanciones
económicas
53
54
55
55
3. El papel de la Asamblea General en el mantenimiento de la paz 58
4. El papel del Secretario General 62
CAPÍTULO IV
LAS SANCIONES ECONÓMICAS
Y EL ORDEN MUNDIAL
65
1. La historia de las sanciones económicas 66
2. Las sanciones y la política internacional 69
3. Tipos de sanciones
4. El objetivo de las sanciones
5. Éxito o fracaso
71
73
76
Índice
CAPÍTULO V
LAS SANCIONES ECONÓMICAS EN EL MUNDO
CONTEMPORÁNEO
1. Las sanciones económicas aplicadas a Irak
1.1 Antecedentes
1.2 Guerra del Golfo Pérsico
1.2.1 Las resoluciones del Consejo de Seguridad
1.2.2 Las sanciones económicas
1.2.2.1 Efecto de las sanciones
2. Los propósitos y principios de la Carta
Vrs. las medidas aplicadas en Irak
80
82
82
85
88
91
93
97
CAPÍTULO VI
LA POSICIÓN DE GUATEMALA ANTE LAS
SANCIONES APLICADAS POR NACIONES UNIDAS
1. Estados Unidos sanciona a
Guatemala, 1977-1982
2. La posición de Guatemala
100
100
102
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES 105
BIBLIOGRAFÍA 108
Introducción
1
INTRODUCCIÓN
Ahondar sobre las medidas para la búsqueda de la paz y la seguridad
mundiales, y específicamente sobre las sanciones económicas, significa ir más allá
del papel de las empresas transnacionales y de las relaciones comerciales entre los
Estados: el poder de las potencias mundiales.
En esta investigación se indaga sobre el rol que han tenido y siguen
teniendo las grandes potencias en el contexto mundial, y en la definición del
destino del mundo en general, a pesar de la heterogeneidad en los aspectos
sociales, económicos, políticos y culturales.
La influencia de las grandes potencias a lo largo de la historia se ha
caracterizado por una modificación del status quo internacional, el cual se fue
redefiniendo en la Segunda Guerra Mundial y confirmando en la post Guerra Fría.
En ese contexto, las sanciones económicas y otros medios coercitivos han
demostrado ser instrumentos de la política internacional dirigidos hacia aquellos
regímenes y Estados que pretenden corromper el orden impuesto por las potencias
occidentales.
De ahí que en esta investigación se exponga que el fin primordial que
persiguen las grandes potencias es el orden y la manutención del poder político a
nivel internacional, dejando en segundo plano el objetivo de buscar y preservar la
paz y seguridad internacionales.
Al hacer una revisión histórica y actual de los casos en los cuales se aplican
sanciones económicas -unilaterales o multilaterales-, se describe la estrategia de
quién impone, ya que éstas no se aplican entre países poderosos; más bien se
tratan de aspectos contenidos en la política exterior de un país desarrollado cuya
práctica se aplica hacia una nación subdesarrollada teniendo efectos devastadores
para la población en general.
En el actual orden económico internacional, en donde el mercado por medio
de las transnacionales ha ocupado un lugar privilegiado, es casi imposible que un
país pueda sobrevivir con la aplicación de sanciones económicas. Certeras
resultaron las palabras de Widrow Wilson relacionadas con este tipo de medidas, al
Introducción
2
afirmar que en el actual orden internacional “resultan ser un antídoto para el
desarrollo de los pueblos en un contexto globalizado”. 1
En la actualidad son relativamente pocos los países que incluyen a las
sanciones económicas dentro de su política exterior. En cambio, apoyan que las
mismas formen parte de las herramientas coercitivas de las Naciones Unidas, las
cuales son aplicadas por decisión del Consejo de Seguridad.
En esta investigación se plantean algunos casos documentados, haciéndose
especial énfasis en el que se refiere a la aplicación de sanciones contra Irak por
parte de Naciones Unidas. Se hace hincapié en este caso por la importancia que
implica que sea éste la primera confrontación surgida en la época de la post
Guerra Fría. Merece atención de los estudiosos de las relaciones internacionales
debido a que las sanciones económicas contenidas en la Carta de Naciones Unidas
se encuentran dentro de las medidas más criticadas en el actual orden
internacional. Varios son los países miembros de la ONU que han manifestado su
rechazo a este tipo de sanciones como medidas para prevenir cualquier amenaza o
agresión a la paz y seguridad mundiales, especialmente cuando se tratan de
decisiones unilaterales.
En el capítulo I se aborda el contexto de las grandes potencias desde el
establecimiento de los Estados-Nación, sus alianzas y los intentos de orden
internacional para lograr el establecimiento del status quo mundial.
En el capítulo II se estudia el rol de las Naciones Unidas y el Nuevo Orden
Internacional, y la necesidad de reestructurar su marco organizativo para que se
adapte al contexto actual mundial.
En el capítulo III se analiza la Carta de Naciones Unidas en lo referente a
mantener y preservar la paz y seguridad mundiales, las medidas que ha de
adoptar y los mecanismos para llevarlos a la práctica.
El capítulo IV se refiere específicamente a las sanciones económicas como
una de las medidas de las Naciones Unidas para preservar la paz y seguridad
mundiales, así como a las críticas a las que han sido sometidas estas decisiones en
el orden mundial unipolar y hegemónico. Asimismo, se abordan los objetivos que
1 Chistiansen, Drew, S. J. y Powers, Gerard F. Economic Sanctions: Panacea of Peacebuilding in a Post-Cold World?. Westview Press. Colorado, USA, 1995. Pág. 97.
Introducción
3
llevan a los Estados a aplicar este tipo de medidas, los fines, logros y fracasos que
se obtienen de las mismas.
El capítulo V se centra en el caso concreto de Irak, las razones
fundamentales que llevaron al Consejo de Seguridad a adoptar las sanciones
económicas como salida a la crisis del Golfo Pérsico, sus efectos y sus
contradicciones con la Carta de Naciones Unidas.
Y por último, en el capítulo VI, se analiza muy brevemente la posición del
Estado de Guatemala ante la adopción de esas medidas por parte de la ONU en el
marco de su política exterior.
A lo largo de la investigación se exponen suficientes elementos para
determinar que los mecanismos para la búsqueda de la paz y seguridad
internacionales, contenidos en los capítulos VI y VII de la Carta de Naciones
Unidas, relacionados con las sanciones económicas, contradicen los propósitos y
principios de la ONU en el actual orden internacional, ya que sus efectos son
devastadores para el bienestar, libertad y derechos fundamentales de los pueblos
sobre los que recaen esas medidas. Además, se establece que la aplicación de
estas medidas ha servido a los intereses de las grandes potencias en la búsqueda
de la hegemonía mundial.
Pese a la escasez de fuentes bibliográficas relacionadas en este tema, esta
investigación cumple con los siguientes objetivos:
Analizar los mecanismos de solución de controversias y el rol de Naciones
Unidas en el nuevo contexto internacional, y las implicaciones para
Guatemala como país subdesarrollado.
Determinar los factores qué imposibilitan la paz y seguridad mundiales en
los países sensibles a la guerra y las medidas acordes para su estabilidad.
Analizar la Carta de Naciones Unidas, específicamente las medidas para la
solución de controversias, capítulo VI y VII, centradas en las sanciones
económicas, sus efectos, implicaciones y perspectivas.
Analizar y estudiar el poder de las potencias mundiales integrantes del
Consejo de Seguridad en la búsqueda de la estabilidad mundial.
Contexto histórico y las grandes potencias
4
CAPITULO I
EL CONTEXTO DE LAS GRANDES POTENCIAS
1. El papel de las grandes potencias y
el equilibrio de poder1
Por más de dos mil años lo que Hans J. Morgenthau bautizó como “realismo
político” ha constituido la tradición principal para el análisis de las relaciones
internacionales en Europa y sus retoños en el Nuevo Mundo. Los escritores del
renacimiento italiano, los teóricos del equilibrio de poder y los ulteriores
adherentes de la escuela de la Machtpolitik entran todos en una versión moderada
de la etiqueta realista.
En el entendido de que para comprender el sistema internacional es
necesario conocer las “fuerzas inherentes a la naturaleza humana” y “no la lucha
contra ellas”, como en el fondo lo propone Hans Morgenthau en su gran obra la
Lucha entre las Naciones por la búsqueda del poder y la paz, se hace necesario
una revisión del papel de las potencias para entender la naturaleza de la Naciones
Unidas, como una organización universal de Estados.
Bien sea como Ciudades-Estado o Estados-Nación, los Estados como
principales actores de la política internacional, persiguen objetivos o metas que le
sean de provecho y contribuyan a forjar su propio destino o lo que los realistas de
las relaciones internacionales llaman “interés nacional”. Así, el Estado como unidad
puede tener metas universales, como: seguridad, prosperidad y prestigio.
Algunos desean, dentro de ellas, mantener el statu quo internacional, mientras
otros quieren modificarlo en su favor. Estas últimas tienen el nombre de metas
variables2.
La diferencia de los Estados, entre aquellos que consiguen tener un cierto
poder y los que están supeditados a él, son las metas, pero sobre todo la
1 Equilibrio de Poder o Equilibrio Político: Doctrina de las relaciones internacionales que sostiene que las tendencias agresivas de un Estado o de una alianza de Estados pueden ser contrarrestadas mediante la formación de otra alianza con un poder igual o mayor. De esta manera, en un sistema en el que una parte aislada es más fuerte que cualquiera de las demás, se puede preservar la paz mediante una alianza de las partes más débiles.
2 Cefkin, J Leo, La Política Internacional Contemporánea. Tensiones, Conflictos, Perspectivas. Ediciones Troquel. Buenos Aires, Argentina, 1973. Pág. 24.
Contexto histórico y las grandes potencias
5
capacidad de hacerlas funcionales. Por un lado, existen aquellos que desean
preservar el status quo y aquellos que consideran modificarlo. El primero propicia
el status quo y no necesita realizar ningún cambio en el sistema, y se abstiene de
hacer uso de la fuerza. El segundo es llamado revisionista, contrario a la
definición anterior. La diferencia entre ambos tipos no se refiere a las metas en sí,
sino a los medios que utilice para lograrlas3.
Desde tiempos inmemorables los grandes actores de las relaciones
internacionales, los Estados, han encabezado un enfoque propio, incluyendo el
sistema de Estados. Así, podríamos hablar de Francia del siglo XVII que introdujo
el enfoque moderno de las relaciones internacionales basado en la Nación-Estado y
motivado por intereses nacionales como propósito supremo. Gran Bretaña
introdujo el equilibrio de poder, que dominó la diplomacia europea durante 200
años. Austria construyó el Concierto Europeo y Alemania lo desmanteló,
convirtiendo la diplomacia europea en un frío juego de política del poder. Sin
embargo, el poderío y la influencia de Estados Unidos en las relaciones
internacionales ha sido prevaleciente durante décadas.
En efecto, en Europa desde el siglo XVII ya se venía gestando en el
continente la lucha por el poder, identificando, de esa cuenta, el interés nacional
de sus propios Estados.
Más tarde, los acontecimientos posteriores: la Guerra de los Treinta Años; el
Tratado de Westfalia de 1648; la unificación de Italia en 1859; la unificación de
Alemania en 1871; las guerras napoleónicas en 1815; y, la primera guerra mundial
afectaron cuantitativamente el equilibrio de poder al representarse una drástica
reducción de los jugadores que participan en este juego. Al comienzo de la Primera
Guerra Mundial, solamente se encontraban ocho grandes potencias, entre las que
por primera vez dos de ellas estaban fuera de Europa4.
En el siglo XVIII la formación de bloques de Estados puso al equilibrio en
peligro de la misma manera que antes lo hicieron países aislados. Así sucedió en
las guerras de Federico el Grande de Prusia. Al principio Prusia era aliada de
Francia y de Baviera contra Gran Bretaña y Austria, pero luego Gran Bretaña y
Prusia lucharon contra Austria, Francia y Rusia. La guerra de Independencia
estadounidense provocó un regreso a la situación anterior, cuando Gran Bretaña, a
3 Idem. Pág. 31. 4 Morgenthau Hans, Política entre las Naciones la Lucha por el Poder y la Paz. Sexta Edición, Grupo Editor Latinoamericano, Colección Estudios Internacionales. Buenos Aires, Argentina, 1986. Pág. 395-6.
Contexto histórico y las grandes potencias
6
la que se consideraba ya demasiado poderosa, se tuvo que enfrentar con una
alianza de Francia, los Países Bajos, España y las colonias angloamericanas
sublevadas.
Por su parte, la revolución francesa de 1879 rompió con el equilibrio de
poder de Europa. La unidad moral y política europea se habían mantenido desde
1648 hasta 1879. Por ello el Tratado de la Santa Alianza de septiembre de 1815
estaba orientado a actuar contra las revoluciones donde quiera que ocurrieran,
pero especialmente en Francia, en donde el imperio napoleónico había
quebrantado aquel status quo.
Sin embargo, a finales del milenio de 1800 las luchas entre grandes
potencias ya no giraban en torno a problemas eminentemente europeos, como
había ocurrido con anterioridad, sino a contradicciones con relación al mercado y a
territorios que se extendían por todo el globo. Fue así como a principios de 1900
el orden del mundo futuro estaría dominado por dos potencias: Estados Unidos y
Rusia. La expansión industrial y agrícola de Estados Unidos y la expansión militar
de Rusia en Asia hicieron que varios observadores europeos se preocupasen por
un orden mundial en el siglo XX.5
1.1 Las alianzas y el equilibrio de poder Después de los acontecimientos internacionales que pusieron en peligro la
estabilidad mundial los Estados desecharon la política de “obrar solos”. En
consecuencia, optaron por la política de alianzas con base en el equilibrio de
poder.
No obstante, las alianzas son recursos que ha utilizado la diplomacia desde
la antigüedad, han sido instrumentos indispensables para la preservación de la paz
y la seguridad por medio de la técnica de seguridad colectiva.
La Francia revolucionaria y Napoleón obligaron a los Estados europeos a
formar una serie de alianzas para preservar el equilibrio de fuerzas. El poder de
Francia entonces era tan grande que las coaliciones tardaron veinte años en
restaurar el equilibrio. El agotamiento posterior bastó para mantener la paz, hasta
que la unificación de Alemania y de Italia condujo a la realineación de potencias a
finales del siglo XIX y principios del XX. Las alianzas resultantes eran de una
potencia tan equiparada que cuando las dos partes se enfrentaron en la I Guerra 5 Kennedy Paul. Auge y Caída de las Grandes Potencias. The Rise and Fall of the Great Powers. Tercera Edición, Plaza and James, ed. Barcelona, junio de 1992. Pág. 252.
Contexto histórico y las grandes potencias
7
Mundial la resolución del conflicto fue sólo posible por la intervención de una
potencia ajena: Estados Unidos.
Desgastada Europa, replegada la Rusia revolucionaria y con el aislacionismo
de los Estados Unidos no fue preciso ocuparse del equilibrio de fuerzas, pues no
había ningún Estado suficientemente fuerte para amenazar la situación resultante
tras la guerra. Sin embargo el resurgimiento de Alemania, junto con los propósitos
expansionistas de Italia y de Japón en la década de 1930, llevó a dichos Estados a
formar una alianza de alcance mundial: el llamado Eje Roma-Berlín-Tokio. Esta
alianza se disolvió hasta el final de la II Guerra Mundial por la actuación conjunta
de la Unión Soviética, Gran Bretaña, Estados Unidos y otros países.
En el periodo posterior, la Unión Soviética trató de incrementar su poder y
consiguió alarmar a los países de Europa occidental y Estados Unidos, lo que
condujo a crear la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). A esto le
siguió una serie de alianzas defensivas alrededor del bloque comunista, lo que a su
vez condujo a la creación del Pacto de Varsovia.6
Las alianzas de un grupo de naciones, sobre la base del equilibrio de poder,
se hacen realidad a partir de la amenaza existente por el ascenso de un Estado a
una posición preponderante. Se presentan cuando una nación atenta contra el
poder de varios o una nación miembro de la misma. En ese sentido, la paz y la
seguridad internacionales se visualizan a partir de la ausencia del interés de
alguna nación en particular en aumentar su poder7. Por esa razón, las alianzas han
constituido un mecanismo fundamental en el equilibrio del poder entre las
potencias en la preservación o búsqueda del orden internacional.
Por otro lado, se pueden llevar a cabo alianzas para la defensa común
contra un agresor definido8, como el comunismo durante la guerra fría. Este tipo
de alianzas llamadas Alianzas de Asistencia Mutua se basa en el principio de que
todos los integrantes deben acudir en defensa de los Estados miembros que haya
sido atacado. A diferencia de la anterior, ésta está destinada a buscar la seguridad
colectiva como interés común de sus miembros.
6"Equilibrio político", Enciclopedia Microsoft® Encarta® 98 © 1993-1997 Microsoft Corporation. Reservados todos los derechos. 7 Cefkin, J Leo. La Política Internacional Contemporánea. Tensiones, Conflictos, Perspectivas. Op. cit. Pág. 84. 8 Para más conocimiento sobre los tipos de alianzas, ver Cefkin Leo, Op. Cit. Pág. 84 y 85
Contexto histórico y las grandes potencias
8
1.2 Los intentos de orden internacional
1.2.1 La Santa Alianza
La Santa Alianza fue concebida como el primer intento para establecer el status
quo en el continente europeo. Se fundó sobre tres tratados: 1) el Tratado de
Chaumont del 9 de marzo de 1814; 2) la Cuádruple Alianza, firmada en Paris el 20
de noviembre de 1815; y, 3) el Tratado de la Santa Alianza del 26 de septiembre
de 1815.
En el primero, Austria, Gran Bretaña, Prusia y Rusia celebraron una
coalición por veinte años con el propósito de impedir que la dinastía napoleónica
pudiera retornar a Francia y para garantizar el arreglo territorial que se haría al
terminar la guerra contra Napoleón.
En el segundo, se reafirmó las disposiciones del Tratado de Chaumont y en
su artículo VI dictó los principios de los que se conoce como el “gobierno
congresional” o la “diplomacia por conferencia”9.
El tercero, que recibió el nombre de gobierno internacional, no contenía
ningún principio de gobierno. Proclamaba la adhesión de todos los gobernantes a
los principios del cristianismo, con Dios como el soberano real del mundo. La
Santa Alianza recibió la aglutinación de todos los gobernantes europeos, con la
excepción del Papa y del Sultán. El esfuerzo no duró una década, su fin llegó en
1825. El gobierno internacional de la Santa Alianza era físicamente un gobierno de
grandes potencias.
Las acciones de la Santa Alianza revelan dos hechos. Por una parte, una
serie de amenazas de guerra en cualquiera de estas situaciones. Por la otra, se
trataba de determinar la política de todas las naciones de proceder según
conviniera a los intereses nacionales.
La Santa Alianza se convirtió en un gobierno internacional, gobernando y
dirigido por las grandes potencias de la época quienes sesionaban como un
tribunal acerca de los asuntos del mundo.
1.2.2 Concierto de Europa
Después de la Santa Alianza las grandes potencias realizaron una serie de intentos
ad hoc para solucionar los problemas internacionales a través de la acción
concertada entre las mismas. Las potencias continuaron asumiendo la
9 Morgenthau, Hans. Política entre las Naciones la Lucha por el Poder y la Paz. Op. Cit. Pág. 528.
Contexto histórico y las grandes potencias
9
responsabilidad para el arreglo de los problemas políticos de lo contrario bien
hubieran podido llegar a convertirse en guerras.
El Concierto fue creado en 1849 por representantes de Gran Bretaña,
Francia, Bélgica, los Países Bajos, Luxemburgo, Noruega, Suecia, Dinamarca,
Irlanda e Italia; en 1850 se le unieron Grecia y Turquía. Este consejo internacional
tuvo como propósito, mediante tareas del Comité de Ministros del Exterior y la
Asamblea Consultiva, alcanzar a formar una federación europea.
Esos esfuerzos eran representados por conferencias en donde se discutían
los problemas que ponían en peligro la paz, tales como la cuestión belga a
principios de la década de 1830, la cuestión de Oriente a principios de 1850 y
1878, y los problemas de África a comienzos del siglo XX.
Así era como las potencias actuaban para mantener la paz, por medio de
conferencias ad hoc, lo que ha sido conocido como el Concierto de Europa. Este
esfuerzo difería de un gobierno mundial. Por un lado, no se hallaba
institucionalizado, no existía ningún convenio entre las grandes potencias para
poder reunirse. Las potencias decidían reunirse cuando el contexto internacional
parecía demandar una acción concertada. Por otra parte, el Concierto carecía de
consenso moral que permitiera acciones y juicios comunes.
Con noventa años de existencia, pese a la carencia de un sostenido
consenso moral y de un gobierno institucionalizado por medio de conferencias, sin
mencionar uno organizado, el Concierto fue bastante exitoso en la preservación de
la paz general.
Tres factores fueron los que representaron el éxito del Concierto de Europa
en la preservación de la paz. El primero, un clima moral y humanitario, el
consenso moral de las potencias europeas; la configuración política favorecía la
expansión en espacios políticamente vacíos a fin de suavizar los conflictos de
intereses; y, el surgimiento de diplomáticos dispuestos a preservar y mantener la
paz, y limitar las guerras tanto en tiempo como en objetivos.10
1.2.3 Liga de Naciones
Aunque la Sociedad de Naciones o Liga de Naciones significó una toma de
“conciencia colectiva” a escala mundial, en el sentido de considerar que había que
crear un instrumento necesario para evitar la repetición de desastres como la
10 Ibid. Pág. 536.
Contexto histórico y las grandes potencias
10
Primera Guerra Mundial11. Sin embargo, la Liga de las Naciones reprodujo el papel
que la Santa Alianza había llevado a cabo. Ahora se encontraban las potencias
ante un nuevo contexto: la finalización de la Primera Guerra Mundial. Situación en
la que tiene lugar el comienzo de una nueva época en la historia del gobierno
internacional.
Cabe destacar que el principal propósito de la Liga de Naciones pasó a ser el
mantenimiento de la paz mediante la conservación del statu quo de 1918. Aunque
la Liga se asemejó a la Santa Alianza en su organización, se verificó una
desviación del experimento que lo había precedido en una centuria antes. La Liga
de Naciones, en contraste con la Santa Alianza, era una organización real que
tenía una personería legal, órganos y agentes propios.
Los órganos políticos de la Liga eran la Asamblea, el Consejo y el
Secretariado Permanente. El Consejo consistía en miembros permanentes y no
permanentes. Los miembros permanentes fueron: Francia, Gran Bretaña, Italia y
Japón, a los que posteriormente se agregaron Alemania y la Unión Soviética.
En el seno de la Liga se poseía un cierto goce de equilibrio de poder. Por un
lado, la dirigencia y poder de las potencias que comprendían el Consejo. Los
miembros del Consejo podrían contar con la seguridad que el resto de potencias o
alguna de ellas no tomaría decisiones sin el consentimiento de las demás. Los
Estados pequeños y medianos dependían económica, militar y políticamente del
apoyo de una de las grandes potencias. Las condiciones de dependencias influía a
que las segundas siempre contaran con el apoyo de los votos de los Estados
dependientes.
La situación dirigente de las potencias siempre estuvo acompañada del
liderazgo intelectual de los representantes de algunas naciones pequeñas y
medianas que conformaban la Asamblea. A diferencia de las Naciones Unidas, la
Asamblea General gozaba de la capacidad para tratar temas de toda índole que
competía a la Liga, igual las cuestiones secundarías o de rutina como aquellas
concernientes al orden internacional.
La Sociedad de Naciones o Liga de Naciones simbolizó el primer organismo
destinado a aplicar el sistema de seguridad colectiva. El centro vital de su función
se hallaba en el artículo 16 del Pacto Fundamental12, el cual estipulaba la
11 Seara Vásquez, Modesto, Tratado de Organización Internacional. Porrúa, ed. México, 1998. Pág. 19. 12 Pacto de la Sociedad de Naciones. El Pacto se incorporó al Tratado de Versalles que puso fin a la Primera Guerra Mundial.
Contexto histórico y las grandes potencias
11
aplicación de sanciones económicas y financieras contra cualquier nación agresora.
Dentro de sus objetivos se encontraba la seguridad colectiva de la Liga de las
Naciones que pretendía preservar el status quo territorial existente antes de la
Primera Guerra Mundial. En ese entonces, seguridad significaba protección a las
fronteras tal como habían sido establecidas por los tratados de paz de 1919, y la
perpetuación de su predominio en el continente europeo. Seguridad para las
naciones insatisfechas, significaba exactamente lo contrario: la rectificación de
esas fronteras y un incremento de sus respectivos poderes con relación a Francia y
sus aliados.
Este agrupamiento de acciones, tanto a favor como en contra del statu quo,
no es absoluto característico únicamente del período que siguió a la Primera
Guerra Mundial. Según Hans Morgenthau la seguridad colectiva como está
diseñada en el mundo contemporáneo esta condenada a destruir la paz entre las
naciones 13.
Sin embargo, esta realidad se vio opacada por las guerras italo-etíope o la
guerra civil española, en donde las potencias que conformaban el Consejo estaban
directamente involucradas y las actitudes de algunas de las pequeñas y grandes
potencias, triunfando éstas últimas.
Así bien, si los pequeñas y medianos Estados gozaron de la oportunidad de
tener cierta influencia, situación que no lograron alcanzar en la historia moderna,
la Liga fue un gobierno internacional de las grandes potencias.
Otro factor que obstaculizó la labor de la Liga lo constituyó la idoneidad de
Gran Bretaña y Francia, quienes luchaban por el control del poder en Europa. El
conflicto entre las concepciones y las respectivas políticas británica y francesa no
desquició a la Liga de Naciones como lo hizo la oposición entre Gran Bretaña y
Rusia en la Santa Alianza. Más bien condujo a una progresiva parálisis en las
actividades políticas de la Liga y a su incapacidad para tomar determinadas
acciones contra las amenazas al orden y a la paz internacional. La concepción
británica triunfó, pero la distribución del poder entre estas potencias fue la
principal responsable del resultado.
Por otro lado, la superioridad de Alemania se hizo sentir con el ascenso al
poder de Adolfo Hitler. El poderío de Francia se vio afectada y esto influyó en la
13 Morgenthau Hans. Política entre las Naciones la Lucha por el Poder y la Paz. Op. Cit. Pág. 498-
Contexto histórico y las grandes potencias
12
relación de potencia con Gran Bretaña, y en consecuencia en la labor de la Liga de
Naciones.
Aunque la Liga ejerció importantes funciones gubernamentales, como la
administración de algunos territorios declarados fideicomisos, no pudo lograr sus
objetivos que eran los de mantener el orden internacional, preservar y restaurar
la paz. Las acciones emprendidas en esta dirección se daban cuando los intereses
de las grandes potencias –miembros- no se hallaban afectados o cuando los
intereses comunes de los miembros influyentes parecían requerirlo. El fracaso de
la incapacidad por solucionar los problemas amenazantes del orden internacional,
además de la preponderancia de la concepción británica sobre la francesa, son
triples: constitucionales, estructurales y políticas14.
Lo interesante para nuestro análisis en primera instancia, lo constituye la
posición geográfica de las potencias, ya que éstas eran eminentemente europeas,
aunque Estados Unidos tenía un papel importante en el escenario internacional no
formaba parte de la Liga, la ex Unión Soviética sólo permaneció durante los años
de la declinación, entre 1934-1939, y Japón la única potencia no europea.
Los intereses políticos de las potencias impidieron tener criterios y normas
de acción común, lo cual fortaleció la anarquía internacional como las políticas
antagónicas de naciones individuales. La incapacidad de la Liga de Naciones para
mantener la paz y el orden internacionales fue el interés de las naciones por sobre
los objetivos morales y políticos del gobierno internacional de la Liga.
La Sociedad de Naciones no pudo mantener la paz. Ante los actos de
agresión, resultó impotente para refrenar el uso de la fuerza e impedir el estallido
de otra guerra mundial. No obstante, este fracaso no impidió que los grandes
estadistas coincidieran en la necesidad de contar con el sueño de Wodrow Wilson:
la creación de una organización internacional. El inconveniente mayor de la
Sociedad fue su debilidad para mantener el orden mundial.
1.2.4 Naciones Unidas
La Sociedad de Naciones votó por su propia disolución en 1946. A pesar del
tiempo transcurrido nunca llegó a ser realmente eficaz en la consecución de su
máximo objetivo: “el pacifismo”; pero su valor reside en haber sido la base de lo
que posteriormente fue la Organización de Naciones Unidas. Esta organización es
14 Ibid Pág. 543.
Contexto histórico y las grandes potencias
13
considerada una alianza internacional creada después de la II Guerra Mundial para
prevenir, mantener y buscar la paz internacional. A pesar del supuesto fracaso de
la Liga de Naciones, las Naciones Unidas adoptaron su estructura y organización.
Con los acontecimientos ocurridos en el período entre guerras y durante la
segunda guerra mundial, la escena internacional se modificaría una vez más. Por
un lado, se acrecentó la necesidad de establecer un orden internacional
imperecedero, y por el otro se achica el espacio de las grandes potencias, lo cual
quiere decir la reducción del número de potencias en la arena internacional. De
esta manera, Gran Bretaña, Francia, China, Estados Unidos y la ex Unión Soviética
se convierten en las grandes potencias que despejan del camino a Japón, Alemania
e Italia, quienes conformaban las potencias del Eje, derrotadas política, militar y
económicamente.
La búsqueda consciente de un orden internacional permitió tomar como
base el derecho internacional, normas éticas y morales internacionales, el
desarme, el cambio pacífico del status quo. En este periodo las potencias
convendrían en la utilización de los medios pacíficos y de intereses mundiales en la
preservación y búsqueda del orden mundial.
No obstante, cabe acentuar que en el contexto en que se llevaron a cabo las
conferencias para redactar y aprobar la Carta de la ONU persistía el peligro y
amenaza de renacimiento de la agresión de las potencias del Eje: Alemania, Italia
y Japón. En tal sentido la Carta fue redactada calculando una agresión, por ello se
pensó en una fuerza militar destinada a reprimir bajo la óptica de esa hipótesis.
La Carta fue elaborada realmente para suprimir la amenaza del renacimiento de la
agresión alemana, italiana o japonesa. Frente a esta perspectiva, los miembros
del Consejo, las cinco potencias, se unirían y apoyarían la seguridad colectiva en
contra de las fuerzas fascistas redivivas.15
Ante esta situación, es necesario determinar la diferencia del interés de las
potencias. Por un lado, la Alianza se establecía durante el período de guerra, y por
el otro, la actual Organización de Naciones Unidas surgía con fines comunes y
supranacionales.
Las cinco potencias fueron las que, utilizando la estructura de la ONU,
decidieron y dirigieron los mecanismos correctivos destinadas a los Estados
derrotados en el conflicto mundial. Estos Estados, fundadores de la organización
15 Cefkin J. Leo. La Política Internacional Contemporánea. Tensiones, Conflictos, Perspectivas. Op cit. Pág. 128.
Contexto histórico y las grandes potencias
14
internacional, heredaron la labor de mantener la paz y seguridad internacionales,
por medio del Consejo de Seguridad, máximo órgano de Naciones Unidas. Estas
naciones se auto denominaron el derecho de vetar decisiones esenciales en el
Consejo.
En éste contexto surgen las criticas respecto a que las Naciones Unidas
representan un gobierno de potencias, cuya influencia ya se veía en la Liga de
Naciones, pero que se hace más evidente con la redistribución de funciones de la
ONU.
La Segunda Guerra Mundial habría legado a las potencias vencedoras el
control del orden internacional, lo cual se constituyó al conformar el Consejo de
Seguridad, máximo órgano de la ONU, delegándose la toma de decisiones para
prevenir, buscar y preservar la paz y la seguridad mundiales. Cabe destacar que
las cinco potencias que conforman el Consejo son las fundadoras de la
organización y por lo tanto se delegaron una función que en su momento permitió
el establecimiento del status quo.
Las Naciones Unidas también estarían destinadas a garantizar por medios
pacíficos la seguridad colectiva y tomar medidas contra cualquier agresor. La
seguridad colectiva debería de ser el último recurso del Consejo de Seguridad para
mantener la paz, pues en su Carta constitutiva queda explicito “abstenerse de
recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza en sus relaciones internacionales
(...).16” .
Durante la Guerra Fría, las Naciones Unidas estuvieron sujetas a la
confrontación política e ideológica del bipolarismo entre la ex Unión Soviética y
Estados Unidos. Las estrategias y acciones emprendidas para la preservación del
orden mundial estuvieron atadas a esa realidad, demostrando su incapacidad y
paralización para hacer efectiva la búsqueda de sus objetivos y propósitos.
A pesar de que su propósito primordial es el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales, la ONU ha sido fuertemente cuestionada en la búsqueda
de estos propósitos. Los más críticos sostienen que la ONU es un mero
mecanismo que debe ser utilizado para cualquiera de los objetivos particulares que
los Estados deseen. Sin embargo, los que han luchado por el buen funcionamiento
de la organización afirman que la ONU es algo más que una máquina, pues posee
16 Carta de las Naciones Unidas, artículo 2, párrafo 4.
Contexto histórico y las grandes potencias
15
vida propia y tiene la obligación de tomar todas las medias que sean necesarias
para preservar y buscar los propósitos por los que ha sido creada.
El rumbo de la preservación del orden se manejó al paso del interés
geopolítico de las dos potencias en contradicción. De esa cuenta, en esa época en
que duró el bipolarismo la ONU no demostró evidencia de evitar guerra alguna; en
algunas de ellas se dio un acortamiento siempre y cuando estuvieran en el marco
del interés común de las potencias en acortar confrontaciones o, al menos,
ninguna de ellas tenía interés en prolongarlas17.
Cómo dijera Morgenthau a finales de 1940: “La nueva Naciones Unidas es
hija de la guerra fría y ha nacido del conflicto entre el Este y el Oeste. Al igual que
con los conflictos entre la Gran Bretaña y Rusia en la Santa Alianza, al igual que
con los conflictos entre Gran Bretaña y Francia en la Liga de las Naciones, del
mismo modo los conflictos entre Estados Unidos y la Unión Soviética en Naciones
Unidas” ...
1.3 La Guerra Fría y las potencias
Aunque la reducción de potencias estaba destinada a los cinco países ya
mencionados, dos fueron las que establecieron el juego del poder durante la
Guerra Fría: Estados Unidos y La Unión Soviética, con sus aliados respectivos.
Estas potencias protagonizaron la lucha por la supremacía mundial.
Desde 1917 Rusia y Estados Unidos iniciaron sus enfrentamientos, cuando
con la Revolución Bolchevique, los revolucionarios tomaron el poder, creando la
Unión Soviética, y declararon la guerra ideológica a las naciones capitalistas de
Occidente.
A pesar de ello, las dos potencias lucharon contra Alemania durante la II
Guerra mundial, pero esta alianza se comenzó a consumir en los años de 1944 y
1945, cuando el líder ruso Lósiv Stalin, buscando la seguridad soviética, utilizó a
su ejército para controlar gran parte de Europa Oriental. Así fue como ambos
países no cumplieron con sus compromisos contraídos en el Tratado de Versalles
con el fin de la la guerra mundial.
Estos fueron los inicios de una era de confrontación que desató un
enfrentamiento militar indirecto y que tomo por nombre Guerra Fría. Tanto los
soviéticos, específicamente Rusia, y los capitalistas occidentales, Estados Unidos 17 Véase la obra de Hans Morgenthau. Política Entre las Naciones, La Lucha por el Poder y la Paz, Capítulo 28, Gobierno Internacional: Naciones Unidas.
Contexto histórico y las grandes potencias
16
como potencia, buscaron los mecanismos para imponer su poder en el ámbito
internacional.
Los norteamericanos por su parte implementaron una serie de políticas
destinadas a combatir el comunismo en el mundo. Fue así, como en 1947, se
propuso la Doctrina Truman, que tenía como objetivo brindar ayuda
estadounidense a las fuerzas anticomunistas de Grecia y Turquía.
En 1948, Estados Unidos acrecentó su ofensiva con el lanzamiento del Plan
Marshall, Programa de Recuperación Europea para la reconstrucción de Europa
Central y Occidental. También creó la alianza militar Organización del Tratado del
Atlántico Norte (OTAN), y acrecentó su postura en Alemania Occidental ante la
amenaza soviética de aumentar su poder en Europa Oriental.
La Guerra Fría aumentó cuando en 1949 y 1950. Los soviéticos llevaron a
cabo su primera explosión de una bomba atómica y los comunistas de China
conquistaron todo el país, firmando una alianza con Stalin. Ante la amenaza,
Estados Unidos no sólo ayudó a la Alemania Federal, sino también a Japón, ex
miembro de las potencias del eje, para luchar contra el comunismo asiático y
Europeo.
La confrontación ideológica, también significó la consolidación de la política
de expansión a nivel mundial. Así fue como ambas potencias intervinieron directa
o indirectamente en los conflictos que se derivaron de la Guerra Fría, como
ejemplo se puede mencionar la guerra entre las Coreas del Norte y Sur, en 1950,
conocido como la guerra de Corea y La guerra de Vietnam, que significó una
acción de occidente en su fallido esfuerzo por conservar Vietnam del Sur, entre
otras.
Los soviéticos en su intento por salvar el régimen marxista los llevó a
invadir Afganistán. Mientras su contrincante acrecentaba su potencial nuclear
para desafiar a las pequeñas potencias apoyadas por los soviéticos.
Estados Unidos asistió movimientos contrainsurgentes en los permanentes
golpes de Estado en América del Sur, Caribe y América Central, mientras que la
URSS instaló los mísiles en Cuba. Siendo uno de los mayores atentados contra la
potencia occidental.
Contexto histórico y las grandes potencias
17
El sistema internacional reinante durante esta década de congelamiento,
irrumpió el equilibrio de poder del pasado. Al conflagrar a dos potencias
militarmente dominantes, capaces de proyectar su poderío sobre todo el mundo18.
Dos características del juego ideológico de las superpotencias lo fueron: el
nuclear y los sistemas de alianzas. El juego nuclear representó la disuasión
mutua, descansando por último sobre la posibilidad de “destrucción mutua
asegurada”. Esta disuasión permitió únicamente la protección de los aliados
principales contra el ataque convencional de otra potencia. Esta es la razón por la
cual el sistema de alianzas, específicamente el Pacto de Varsovia y la OTAN
sobrevivieron a una cantidad de pruebas19.
Ambas naciones, pero sobre todo Estados Unidos, descubrieron lo que
Morgenthau habría de codificar en 1948 como “la política del poder”. Sin embargo,
el interés se hallaba mucho más allá del poder mismo: la proyección de su propio
universalismo, lo cual era incompatible con la política de poder tradicional de la
URSS o de cualquier otra potencia.
1.3.1 El papel de Naciones Unidas
El objetivo primordial de la creación de las Naciones Unidas lo fue el
establecimiento de un nuevo orden mundial basado en la cooperación de las
grandes potencias, en el cual los regímenes democráticos prevalecerían y estarían
a salvo de la intervención externa, y las esferas de influencias –regionalismo-
serían descartadas. Sin embargo, este objetivo fue irrumpido por la decisión de la
Unión Soviética de no unirse a la intención de Estados Unidos en convertirse en
policía mundial después de la guerra20 al expandir su poder comunista hacia los
Balcanes y en parte de Europa Occidental.
Este quizás fue el inicio del congelamiento de la labor de Naciones Unidas en
la búsqueda de la seguridad y paz mundiales, ya que vio interrumpido el equilibrio
de fuerzas que se había consolidado a finales de la guerra. La división ideológica y
política de sus miembros, en especial de aquellos que tenían la ardua tarea de
tomar las medidas necesarias, como lo fueron y son las potencias que componen
18 Para ahondar sobre este análisis, ver: Hoffman Stanley, Jano y Minera. Ensayos sobre la Guerra y la Paz. El Futuro del Sistema Político Internacional: un Esbozo. Grupo Editor Latinoamericano. Colección de Estudios Internacionales. Essays in the Theory and Practice of International Politics. Buenos Aires, Argentina, 1991, Pág. 131 19 Idem. 20 Idem.
Contexto histórico y las grandes potencias
18
el Consejo de Seguridad, interrumpieron la labor de la ONU con relación a los
objetivos iniciales.
Los conflictos derivados de la Guerra Fría serían los escenarios en que
pondrían a la ONU a prueba. Se esperaba que la organización actuara para
preservar la paz mundial. Sin embargo, los cinco miembros se vieron envueltos
por tales controversias y serían los actores indirectos o directos en las disputas, lo
que pondría en aprieto la toma de decisiones sobre las medidas para aliviar la
crisis.
De esta forma, la imagen de Naciones Unidas que guió a los padres
fundadores de la misma, adolecía de la enorme discrepancia entre el sistema
internacional que postulaba el orden mundial emergido de la Segunda Guerra
Mundial. La Carta daba por sentado y requería de un mundo pluralista aunque
controlado, que nunca llegó a ser. Por un lado, se suponía que estaría
administrado y regulado por el concierto de las grandes potencias, una versión
moderna del Concierto Europeo. Por el otro, se suponía que sería un sistema
internacional moderado, como parte de la manutención original del concierto, en
parte a causa de una evaluación optimista sobre los regímenes “democráticos”,
condiciones económicas y legitimidades internacionales. De aquí la
responsabilidad primordial por la paz y la seguridad auto delegada a los cinco
grandes en las Naciones Unidas.
El mundo bipolar de la Guerra Fría21 parecía destruir las posibilidades de
cualquier consenso entre las grandes potencias y las posibilidades de moderación
que establecía la Carta de las Naciones Unidas, la cual había creado una
organización internacional que era irrelevante para el mundo revolucionario en el
cual se daban dos feroces conflictos ideológicos: Este-Oeste y colonial versus
anticolonial.
Las Naciones Unidas se encontraban frente a la opción entre la parálisis
permanente y la transformación, a pesar de que una mayoría de sus miembros
optó por lo segundo. En ese sentido, la opción de la mayoría requería una
revisión ipso facto de la Carta. La ONU enfrentaba el fracaso del consenso entre
las potencias, y eso era evidente. Por ello, a pesar de la primacía legal del
Consejo de Seguridad, la ONU tuvo que buscar otros medios para descentralizar
21 Según Stanley Hoffman el mundo bipolar de la década a finales de los cuarenta, la imagen no se parecía mas a lo que el mundo griego anterior a la guerra de Peloponesio se parecía al sistema internacional después de 1815.
Contexto histórico y las grandes potencias
19
las decisiones en pro de su propia sobrevivencia y orden internacional, por medio
de la Resolución 3374 (V) de la Asamblea General del 3 de noviembre de 1950,
Resolución conocida como “Unidad para la paz”, la cual reacondicionó la Carta. La
Resolución traspasaba algunas responsabilidades a la Asamblea General, las cuales
no podían ser tomadas por el paralizado Consejo de Seguridad en los asuntos
concernientes a la fuerza y pareció así reabrir el camino hacia la seguridad
colectiva22.
La organización no pudo controlar la intervención colectiva y diversas
formas de presencia de la propia ONU, lo cual contrariaba la jurisdicción interna
que las potencias coloniales proclamaban.
A la vez, esta escena política ideológica que obstaculizaba la solución
pacifica de las controversias, los organismos especializados trataban de resolver
los problemas del desarrollo económico que emergió como un problema principal
en la política mundial. Aunque estos muchas veces representaron un modelo de
desarrollo occidental, dirigido por el país propiciador del libre comercio. Estrategia
incluida en el universalismo que no contemplaba el poder tradicional descrito.
La ausencia de la ley de la mayoría, sustituida por el paralizador realismo de
las potencias que consideraban que la organización no era capaz de imponer la
voluntad de tal ley, especialmente contra una gran potencia y sus aliados, en
temas tales como la seguridad colectiva o relaciones de raza. Esta potencia y sus
aliados nunca fueron señalados por la ONU por agresión, sino aquellos adversarios
como la República Democrática Popular de Corea, aliada a la URSS, luego la
República Popular de China por la intervención en Corea; La URSS después de la
invasión a Hungría; y Vietnam a causa de su invasión a Camboya.
La Carta se convirtió en un dilema entre la ilusión y las posibilidades
legales. Lo que impidió a la ONU desempeñar un rol limitado como factor
universal en el sistema internacional. Sin embargo, el gran mérito de la ONU ha
sido sobrevivir a la adversidad del mundo bipolar.
Como lo plantea Stanley Hoffman el modelo de orden mundial que
sustentan tanto la Liga de Naciones como la ONU es incapaz de funcionar. Se
basa en la noción de seguridad colectiva, por la cual todos los Estados o la mayoría
de ellos acudirían al rescate de un Estado que es víctima de una agresión y
22 Hoffman, Stanley y Minera. Organización Internacional y Sistema Internacional. Ensayos sobre la Guerra y la Paz. Op. Cit. Pág. 283.
Contexto histórico y las grandes potencias
20
castigarían a los culpables mediante sanciones o incluso mediante medidas de
fuerza.23
La evolución del sistema internacional permitió la sobrevivencia de la ONU.
Así sucedió antes de su creación. A partir del siglo XIX la sociedad internacional
ha evolucionado y empezó a contar con un monumento formal y permanente a su
existencia, el cual se llamó, primero Sociedad de Naciones, y luego Naciones
Unidas. Independiente de sus éxitos y fracasos, la aparición de estas instituciones
trastornó la concepción que se tenía en el siglo XIX de derecho internacional en
cuanto derecho que regía exclusivamente entre Estados, y ello a su vez alteró la
doctrina tradicional de la soberanía estatal24.
23 Hoffman, Stanley. La Quimera del Orden Mundial. Revista Estudios Internacionales. IRIPAZ. Año 5, No. 10. Guatemala, julio-diciembre de 1994. Pág. 49. 24 Vicent, R.J No Intervención y el Orden Internacional. Ediciones Marymar, S.A. Primera Edición. Buenos Aires, Argentina, 1978. Pág. 288.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
21
CAPITULO II
LAS NACIONES UNIDAS EN EL
NUEVO ORDEN INTERNACIONAL
1. Contexto
Durante la Guerra Fría las superpotencias, impulsadas por el temor a una guerra
nuclear, idearon mediante el método de prueba y error, un conjunto de reglas y
restricciones destinadas a evitar un enfrentamiento militar directo. Hoy, el mundo
se enfrenta a nuevas circunstancias cuyas implicaciones apenas se están
empezando a descubrir, el problema del orden se ha vuelto aún más complejo de
lo que era en la antigüedad.1
Teóricos de las relaciones internacionales han elaborado diferentes escritos
y discutido algunas ideas en torno a la debatida cuestión del nuevo orden. Para
algunos, este concepto se puso “de moda” a raíz del conflicto del Golfo Pérsico y
de la justificación ofrecida por el entonces Presidente norteamericano George Bush
en su política hacia Irak y a la comunidad internacional2.
En sentido más amplio, el nuevo orden empezó a perfilarse mucho antes. A
finales de la Guerra Fría, la balanza del bipolarismo se inclinaba hacia occidente.
La disolución del Pacto de Varsovia y los procesos de democratización que se
abrieron en los países de Europa Oriental y de la misma Unión Soviética con la
política de la glasnost y perestroika son aspectos fundamentales en la
conformación del orden mundial actual, a partir de que se altera la forma de
organización política y económica interna de la URSS y también el relacionamiento
tanto con los países de su esfera de influencia como con los otros países del
mundo.
1 Rizopoulos Nicholas (ed) , A New Order and Its Troubles. Council on Foreign Relations, 1990. Pag. 274-292. 2 Padilla, Luis Alberto, El Nuevo Orden y el Sistema Internacional. Revista Estudios Internacionales, año No. 2, No. 3. Instituto de Relaciones Internacionales e Investigación para la Paz –IRIPAZ-. Guatemala, enero-junio de 1991, Pág. 41.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
22
El nuevo orden significa la culminación de la confrontación de los bloques
antagónicos, actores principales de la Guerra Fría, por lo tanto fin de esta época, la
cual se deriva de la derrota política (y económica) del sistema comunista3. Dentro
de sus principales características se encuentran la alteración del orden hegemónico
establecido después de la Segunda Guerra Mundial: El sistema mantiene un
carácter jerárquico, pero presenta una mayor dispersión del poder.
La hegemonía en el nuevo orden se va desestructurando y con ella se
producen cambios en el poder relativo de los Estados principales. Existe una
erosión del orden normativo del periodo post-guerra, una crisis de valores, una
crisis de comprensión, tanto por la pérdida de los paradigmas, de los modelos de
la explicación de los fenómenos, como por la mudanza y creencia en ciertos
valores, que colocados en competencia, alteran la uniformidad hegemónica. Otra
de las características es la crisis de los estado-nación4. De esto se puede también
desprender la crisis de las organizaciones internacionales, que como sabemos
están conformadas por los Estados.
El nuevo orden también presenta algunas tendencias: 1) al
multilateralismo5, en consecuencia a un mundo más pluralista, aunque se intenta
reconstruir el orden hegemónico de posguerra sobre la base de un liderazgo
colectivo de los Estados principales; y, 2) La formación de bloques.6
Así, el nuevo orden, se sitúa a partir del fin de la confrontación Este-Oeste,
la distensión y cooperación de las dos superpotencias y la aplicación de acciones
coercitivas comunes, a través de leyes internacionales y órganos supranacionales.
Es decir, a través de las Naciones Unidas y de las medidas internacionales
previstas en la Carta contra los Estados que violen los principios jurídicos
internacionales. Lo que aquí se quiere decir es que un nuevo orden necesita de un 3 Tal como lo vimos en el capítulo anterior, este contexto internacional se dá por medio de la modificación del papel de las superpotencias –debilidad y/o fortaleza-. Se produce una reducción de las potencias mayor que en otras épocas de la vida internacional: unipolarismo de los Estados Unidos. Aunque en sentido estricto se trate de un multilateralismo. Quizás este último concepto se aplique más a las políticas de integración y globalización de la economía que al del poder militar y político. 4 Para más ampliación sobre las características del Nuevo Orden Internacional, ver: De paula Pires, Nielsen y Castro Silva, Gustavo. Revista de Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales e Investigación Para la Paz –IRIPAZ-, año. No. 2, No. 3. Guatemala, julio-diciembre de 1999. 5Entendido como el conjunto de instancias oficiales y extra oficiales activas, en relación con problemas globales. 6 De Paula, Pires y Castro Silva, Gustavo. Revista de Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales e Investigación para la Paz –IRIPAZ-. Op. Cit. Pag. 85.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
23
liderzazo, una conducción del mundo, no un gobierno mundial, sino un ente
supranacional. Y las Naciones Unidas tienen toda la estructura y experiencia para
tomar el timón de esta gran batalla., pues tal como lo dijera Stanley Hoffmann,
“Un nuevo orden mundial exige formas de liderazgo. Requiere organizaciones
internacionales y regionales capaces de llevar a su lugar a las fuerzas de
mantenimiento y de imposición de la paz”7.
2. Las Naciones Unidas y el Nuevo Orden Mundial
Ya hemos mencionado la importancia de las Naciones Unidas para mantener el
orden internacional. También hemos hablado sobre el papel débil y, en algunos
casos, estático que tuvo la organización durante la Guerra Fría a causa de las
potencias en conflicto y sus aliados.
Durante largas décadas la actividad de la ONU se vio condicionada y
frecuentemente paralizada por la rivalidad entre Estados Unidos y la Unión
Soviética y consecuentemente la dinámica mundial bipolar de la Guerra Fría.
Concluida ésta, parecerían haberse librado las trabas que dificultaban a la ONU
desempeñar un papel más efectivo, eficaz y benefactor. Algunos analistas
internacionalistas pensaron que la terminación del viejo orden haría desaparecer a
la ONU, ya que la organización era parte del sistema caduco de la Guerra Fría y
que con él la organización debería extinguirse8. Mientras algunos opinan que la
organización debe reducirse a su mínima expresión y vaciarla de poderes; otros
opinan lo contrario debido a los retos y desafíos que impone construir, mantener y
fortalecer la paz internacional en un orden hegemónico.
No obstante, muchos logros fueron posibles gracias a las Naciones Unidas
durante la Guerra Fría, que permitiría un nuevo contexto internacional. Por un
lado, la promoción de los derechos humanos y la codificación de normas del
derecho internacional, son sólo algunos de los éxitos más destacados. Pero su
mayor mérito fue el evitar por todos los medios una tercera guerra mundial, dado
el peligro latente durante el tiempo que duró el bipolarismo.
7 Hofman Stanley, La Quimera del Orden Mundial. Revista Estudios Internacionales. IRIPAZ, Año 5, No. 10. Op. Cit. Pág. 51. 8 Palau Joseph, La Paz. Valor Supremo de la Civilización. Revista Política Exterior No. 55 Vol. XI. España, Enero-Febrero de 1997. Pág. 64.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
24
En el nuevo orden mundial, la ONU ha enfrentado conflictos mundiales: la
crisis del Golfo Pérsico y el reciente conflicto en Yugoslavia, derivado de la
conclusión de la rivalidad de las dos superpotencias y el colapso de uno de los dos
beligerantes, así como las guerras entre Etiopía y Cachemira, Pakistán e India, los
conflictos en África entre Tutsis y Hutus, para mencionar algunos.
En las postrimerías del fin del bipolarismo, el conflicto en el Golfo Pérsico
despertó al mundo de la ilusión de que en un nuevo orden traería consigo la
ausencia de una confrontación que modificaría el status quo internacional. Sería
también el desemboque de una serie de confrontaciones posteriores como
consecuencia de la escisión de la URSS.
Este conflicto sería el punto de arranque de nuevas criticas hacia las
Naciones Unidas, en buena medida como un resultado de su organización en las
operaciones militares. Para algunos analistas, sin embargo, la invasión de Kuwait
por Irak provocó la credibilidad de Naciones Unidas, la cual se había perdido
durante la Guerra Fría. Para los que opinan en esta dirección, la ONU demostró su
capacidad para rechazar la agresión y restaurar la paz y seguridad internacionales,
como lo establece la Carta. El Consejo mostró capacidad de tomar acciones
decisivas, sobre todo en la imposición de sanciones de gran alcance y para
imponerlas coercitivamente.9
Asimismo, la desintegración de la Unión Soviética no sólo traería aparejado
el fin de algunos conflictos regionales, sino el reinicio de nuevos como en Europa
central y las repúblicas de la ex URSS. En donde no se tomaron en cuenta
características sociales y culturales de las sociedades en las que se intervinieron.
Se podrían mencionar, también, los conflictos en Somalia, Rwanda, Haití,
entre otros, que han ido dejando lecciones sobresalientes para evitar la cadena de
conflictos que siguen poniendo en aprietos al mundo de hoy. En estos conflictos,
las Naciones Unidas muchas veces actuaron por criterios de intereses nacionales.
Naciones Unidas también se vería envuelta en el reto de la búsqueda de
soluciones a los conflictos interétnicos que se multiplicaron con el fin de la Guerra
Fría. De esta forma, el nuevo orden del mundo moderno entraría en una
9 Russett, Bruse y Sutterlin. Las Naciones Unidas en un Nuevo Orden Mundial. Revista Estudios Internacionales, año No. 2, No. 3. Instituto de Relaciones Internacionales e Investigación para la Paz –IRIPAZ. Guatemala, enero-junio 1991. Pág. 61
Nuevo Orden Internacional y la ONU
25
contradicción que se visualizaría entre la ideología dominante de occidente y las
diversas culturas y civilizaciones en el ámbito mundial10.
Estas lecciones dan cuenta de la urgencia de dotar a las Naciones Unidas de
una política de prevención y regulación de conflictos, reforzando la actuación de
todo el sistema de la ONU y aumentando el interés de las opiniones públicas de
todos los países respecto a los temas internacionales. Así como redefinir y
reconducir las acciones humanitarias desplazando sus fines de los intereses
políticos de lo que han sido víctimas.
En los últimos años el papel que ha desempeñado la ONU en la mediación y
solución de conflictos ha sido de vital importancia. Entre ellos se pueden
mencionar: En 1991 estalló una violenta guerra civil en Somalia. En el mismo
año, la guerra de Yugoslavia obligó la organización a imponer un embargo de
armas, con el propósito de conseguir la paz. En 1992 se estableció la Operación
de las Naciones Unidas en Somalia (ONUSOM); la organización intervino para
evitar las matanzas masivas y la desnutrición que afectaba a miles de personas.
En 1992 fuerzas de paz (UNPROFOR) llegaron a Croacia con la intención de
crear condiciones de paz y seguridad. Su labor facilitó la ayuda a Bosnia y
Herzegovina. La presencia de UNPROFOR permitió la conservación de cierto orden
mientras las conversaciones de paz, mediadas por las Naciones Unidas, llegaban a
un acuerdo. En esta ocasión, la ONU realizó un trabajo que benefició a más de
cuatro millones de personas. El nuevo orden ha ampliado los retos y desafíos de la
ONU. Los aspectos mencionados, aunados a la política de globalización e
integración de la economía y del mercado mundial, dan cabida que necesitamos de
nuevos paradigmas y urgentes concepciones para buscar una redefinición de
doctrinas y mecanismos de seguridad.
Todos estos aspectos y otros como la unificación de Europa, los aspectos
relacionados a la integración económica de América por medio del Triangulo Norte,
(NAFTA, por sus siglas en inglés) el MERCOSUR, la globalización y los tigres
asiáticos, los efectos de éstos y de la trasnacionalización del mercado, los medios
10 De esta forma se empieza a analizar la tesis de Samuel Huntington: El Choque entre Civilizaciones. En la cual destaca que las guerras o los conflictos futuros estarían enmarcados no por causas políticas o ideológicas sino por diferencias religiosas, culturales y civilizacionales. Huntington, Samuel P. "The Clash of Civilizations?", Foreign Affairs, Vol. 72, Summer 1993.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
26
de comunicación y otros aspectos, dan cuenta que el mundo de hoy,
indiscutiblemente, es distinto al de 1945. Nuevos retos y desafíos requieren de las
Naciones Unidas, pero sobre todo de la voluntad de sus miembros, en especial de
las cinco potencias.
2.1 Reestructuración de la ONU
La crisis de los Estados y la poca estabilidad en el nuevo orden requieren de un rol
protagónico de la organización supranacional. Derivado de ello, las Naciones
Unidas deberán clarificar y avanzar en al menos cinco aspectos fundamentales: 1)
Conseguir la democratización interna; 2) Reformar y legitimar el Consejo de
Seguridad; 3) Potenciar la política de prevención de conflictos; 4) Clarificar el
intervensionismo humanitario; y, 5) Regular el uso de la fuerza11. En este nuevo
contexto, hay un amplio consenso referente a que las Naciones Unidas tienen la
obligación moral y política de redefinir su estructura y mecanismos.
Para ello, los Estados-Nación necesitan evaluar sus intereses sobre
seguridad. Crear nuevos centros de poder, nuevos actores y nuevos parámetros
para cambiar la estructura de la original Naciones Unidas, como requerimientos
para un nuevo contexto de seguridad mundial, que no se limita a la seguridad de
armas: depredación ambiental, pobreza mundial, la globalización y sus efectos en
la cultura de los pueblos, los conflictos interreligiosos e interétnicos, entre otros.
Consecuentemente, para que las Naciones Unidas tengan una mayor
capacidad de decisión, los Estados deberán entender que, además de incrementar
y mejorar la cooperación entre el mayor número posible de Estados, también
puede ser necesario transferir determinadas parcelas de su soberanía a la ONU
(...) y comprometerse a seguir normas de conducta aceptadas libremente12.
Como resultado de las lecciones que han dejado los conflictos
internacionales desde la creación de este organismo, podrían plantearse la nueva
función de la ONU, ya no como vía de resolución de conflictos, directamente, sino
como una vía de plantear los problemas, analizarlos y canalizarlos hacia dicha 11 Fisas, Vicenç. Naciones Unidas y la Gobernabilidad de un Mundo en Crisis. Revista de Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-, año No. 6, No 11. Guatemala, enero-junio de 1995, Pág. 107. 12Fisas, Vicenç. Naciones Unidas y la Gobernabilidad de un Mundo en Crisis. Revista de Estudios Internacionales. Op. Cit. Pág. 108.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
27
resolución. Ser un foro público del mundo, el espacio donde puedan discutirse
todos los principales problemas y conflictos, para que se conviertan en
transparentes y visibles para todos, y se formulen ideas de solución.
En ese sentido, el sistema no puede ser construido alrededor de uno o más
Estados que son militar o económicamente más poderosas, porque esos Estados se
inclinan, naturalmente, a persuadir sobre la base de sus propios intereses. El
sistema puede solamente ser constituido alrededor de un organismo internacional,
el cual puede y debe ser a través de las Naciones Unidas.
Las Naciones Unidas son consideradas incapaces de llevar a la práctica sus
principales funciones debido al descenso de las mismas como consecuencia del
contexto de la Guerra Fría13. Con más de diez años de tal colapso, las criticas
sobre la composición del Consejo de Seguridad siguen siendo latentes, ya que no
representan la realidad global. Pero también, se habla sobre la manera de
funcionamiento de éste y otros órganos de las Naciones Unidas que han sido
seriamente cuestionadas en varias partes del mundo.
Si se habla de un nuevo orden, éste debe de partir dejando el viejo orden
que dibujaron (o diseñaron) las grandes potencias. Aquel que pueda ser sobre la
base de la solidaridad internacional. Para ello se hace necesaria la
democratización de las Naciones Unidas como uno de los grandes retos del nuevo
siglo. Este punto será la base medular del papel desempañado por las grandes
potencias, especialmente en lo referente al derecho de veto y al sistema de
votación actual en el seno de la Asamblea General.
Para algunos analistas sin embargo, el Sistema de Naciones Unidas depende
de sus creadores. No obstante, en el preámbulo de la Carta que dá origen a la
ONU se especifica “nosotros los pueblos de las Naciones Unidas”, por lo tanto se
podría hablar de una responsabilidad compartida de todos sus miembros. Aunque
se reconoce su relativa autonomía, la ONU es multinacional en su intención
idealista pero nacional en su estructura y funcionamiento14.
13 Sathish, Kuman. Strengthening the Collective Security System under Chapter VII of the UN Charter. Revista Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-, año 4, No. 7. Guatemala, enero-junio de 1993. Pág. 73. 14 Brigagao, Clóvis. The United Nations Security Council: Global & Democratic Security –Reapraisal and Future Role-. Revista Estudios Internacionales, año 3, No. 5. Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-. Guatemala, enero-junio de 1992. Pág. 76.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
28
Como dijera Vicenç Fisas, la década de los noventas ha pasado a ser el
momento de reflexión y de prueba para reforzar el papel que pueden jugar las
instituciones internacionales, y agregaríamos regionales15, en la prevención y
regulación de los conflictos, en particular las Naciones Unidas que pueden dotar a
la humanidad de los sistemas de alerta temprana. Este planteamiento requeriría
dotar a la ONU de información, tanto desde los Estados miembros, las ONG`s, las
organizaciones transnacionales, observadores de la ONU y otras organizaciones
que han tenido influencia a nivel internacional durante los últimos años.16
Otro de los aspectos cruciales que competen a las Naciones Unidas en esta
nueva era es la relacionada al desarrollo de las naciones y que está ligada a la
brecha existente entre países ricos y pobres (el conflicto norte-sur). Aunque la
tarea de sus organismos especializados como la UNICEF esta aliviando, al menos,
una considerable cantidad de sufrimiento entre los niños del mundo, suministrando
ingredientes básicos para la satisfacción de sus necesidades, cabe agregar también
la gran labor de la Organización Mundial de la Salud –OMS-, sin embargo ha sido
insuficiente.
Los derechos humanos siguen estando en primer orden. Estos han sido
violados en todo el mundo, lo cual indudablemente representa un fracaso, a pesar
de que estos han sido exitosamente codificados por las Naciones Unidas. Desde
principios de la década de los noventas se han venido ampliado y divulgando los
valores sobre el respeto de los derechos humanos, a la vez que se da un
complemento en la codificación de normas como ha sido el caso de los tribunales
penales internacionales.
En cuanto a las propuestas de reforma, una de las más influyentes e
interesantes lo representa sin duda alguna la Iniciativa de Estocolmo, convocada
por el primer Ministro de Suecia, Ingvar Carlsson, sobre Seguridad y
Gobernabilidad Mundial, celebrada en 1991. Una de las sugerencias de esta
reunión fue la iniciativa de formar una Comisión sobre gobernabilidad mundial,
15 Aunque no es la intención de este estudio, se podría mencionar a la OEA y a otros organismos regionales que tienen gran responsabilidad en la solución a los problemas del mundo cambiante. La OTAN, aunque más específico su accionar, sí tiene bien definidos determinados objetivos. 16 Propuestas al respecto, ver Dorn A. Walter. Un Mundo Agitado. La ONU y la Información para la Paz. Diálogo y Seguridad, Selección Anual de Security Dialogue. No. 4. Comisión Sudamericana de Paz –Nueva Sociedad- PRIO. Caracas, Venezuela, Noviembre de 1997.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
29
formada por el Canciller Willy Brandt, codirigida por el primer ministro sueco y el
Secretario General de la Commonwelth, Shridath Ramphal. La Comisión, se reunió
por primera vez en septiembre de 1992.17
Así también, la conocida “Agenda para la Paz”18 elaborada por el ex Secretario
General de Naciones Unidas, Boutros Boutros Gali, y analizada, estudiada y
discutida por varios miembros de la Asamblea General de Naciones Unidas que
menciona ejes para la seguridad internacional tan importantes como:
Construir, mantener y preservar la paz
Diplomacia preventiva, que se refiere al control o detectación de conflictos
antes del desarrollo de las hostilidades
Esfuerzos para la seguridad colectiva: sanciones económicas, otras medidas
no militares, intervención militar19.
En esta perspectiva, también se habla de fijar funciones más específicas a las
Naciones Unidas. Estas van desde limitar su función en articular problemas y
conflictos más que resolverlos. En el sentido que las Naciones Unidas se
conviertan en un foro público del mundo, donde puedan articularse todos los
principales problemas y conflictos para que se hagan transparentes, visibles para
todos, donde puedan formularse ideas sobre su solución y resolución, ideas que
llevarán a la práctica las Naciones Unidas. Esto significaría darle nuevas tareas a
los actores del sistema mundial, organismos especializados, organizaciones no
gubernamentales y organizaciones transnacionales.20
2.2 El papel del Consejo de Seguridad
Es de importancia tratar, para fines de la presente investigación, el legado del
Consejo de Seguridad en la preservación del orden internacional.
17 Algunas propuestas de Igvar Carlsson pueden encontrarse en Revistas Diálogo y Seguridad, Selección Anual de la Security Dialogue. 18 Ver Editorial Revista Tiempo de Paz, ONU: Balance de un Programa de Paz. También el artículo de Boutros Buoutros Gali, ex Secretario General de la ONU, en la Revista mencionada: Prevención, Control y Solución de Conflictos. Memoria del Ex Secretario General sobre la Labor de la Organización. Revista Tiempo de Paz, MPDL, No. 43. España, Invierno 1996-97. 19 Citada por Peter Hansen, en Some Notes on Global Governance, Revista de Estudios Internacionales, IRIPAZ, año, 4, no. 7. Guatemala, enero-junio de 1993. 20 Propuestas en este contexto, ver. Galtun Johan. Presente y Futuro de las Naciones Unidas. Revista Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-, año 5, No. 10. Guatemala, julio-diciembre, 1994. Pág. 11.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
30
El Consejo, como ya se dijo con anterioridad, está compuesto por las cinco
potencias vencedoras de la Segunda Guerra Mundial. Son naciones fundadoras de
la organización supranacional para lograr sus propósitos y principios. De esta
manera, se convirtieron en el máximo órgano que tiene la principal responsabilidad
en el mantenimiento de la paz y seguridad internacionales.
El capítulo VII de la Carta (artículo 39-51) detalla sus obligaciones con
respecto a la observancia de la paz. La Carta provee al Consejo de Seguridad
autoridad para “mantener o restablecer la paz y seguridad internacionales”, de
conformidad con los propósitos y principios de la Organización: investigar toda
controversia o situación que pueda crear fricción internacional; recomendar
métodos de solución de dichas controversias; formular planes para el
establecimiento de un sistema que norme el uso de armamentos; determinar si
existe una amenaza a la paz o un acto de agresión; recomendar qué medidas
deben adoptarse; instar la aplicación de sanciones de carácter económico y otras
medidas que no impliquen el uso de la fuerza; emprender acciones militares;
recomendar la admisión de nuevos miembros; ejercer las funciones de
administración fiduciaria; y, recomendar a la Asamblea General la designación del
Secretario General, y junto con la Asamblea, elegir los magistrados de la Corte
Internacional de Justicia21; así como para dar cumplimiento a las decisiones que se
hayan tomado respecto al quebrantamiento de la paz por parte de un Estado.
La utilización de la fuerza militar con estos objetivos fue algo previsto por
los fundadores de Naciones Unidas22. En realidad fue algo previsto hace más de
cincuenta años como un elemento esencial del nuevo orden que se suponía que las
Naciones Unidas debieron haber establecido.
Los procedimientos más comunes, utilizados por el Consejo de Seguridad,
para atender un conflicto entre países son: la mediación, los buenos oficios,
medidas económicas, el envío de observadores militares y fuerzas de
mantenimiento de la paz a nombre de la organización, las cuales son reconocidas
como fuerzas neutrales y son llamados Cascos Azules.
21 Acosta Estévez, José. La Reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Revista Estudios Internacionales. Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-, año. 7, vol. 7, No. 14. Guatemala, Junio-diciembre de 1996. Pag. 74 22 Russett, Bruce y Sutterlin, James. Las Naciones Unidas en un Nuevo Orden Mundial. Revista Estudios Internacionales. Op. Cit. Pág. 53.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
31
El Consejo está designado para determinar la existencia de toda amenaza
para la paz y decidir qué medidas han de emplearse, que no impliquen el uso de la
fuerza armada, instando a las partes interesadas a cesar la lucha o recomendado
“las medidas provisionales que juzgue necesarias o aconsejables”23. También esta
facultado para resolver la aplicación de sanciones económicas y financieras, la
interrupción total o parcial de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas,
postales, de relaciones diplomáticas, como medios para preservar el
mantenimiento de la paz. En última instancia, el Consejo está autorizado a
recurrir a medidas de carácter militar.24
Aunque la Asamblea General representa la mayoría de pueblos y naciones,
el Consejo legitima el poder de los Estados, principalmente las superpotencias. El
Consejo tiene la primacía sobre la Asamblea General y consecuentemente tiene un
relativo poder dominante hacia todo el Sistema de Naciones Unidas.
2.2.1 Reestructuración del Consejo de Seguridad
Desde su creación, las Naciones Unidas han tomado dos mecanismos de acción:
mantener y preservar la paz (Peacemaking and Peacekeeping). El primero
corresponde a una acción preventiva y el segundo, eventualmente, es reactiva.
Sin embargo, para que se haga realidad lo anterior requeriría someter a la ONU a
un proceso de reforma para mejorar su eficacia.
Para Clóvis Bigagao25 en discusión existen diversos problemas por resolver
para obtener la eficacia de Naciones Unidas en el nuevo orden mundial. El primero
de ellos es el poder de veto de las cinco grandes miembros permanentes.
Segundo, el Consejo de Seguridad debería ampliar un proceso democrático para
incorporar potencias regionales para incrementar el mantenimiento y balance del
poder y la paz. En ese contexto, Jan Tibergen opina que el Consejo podría operar
con màs eficiencia si no tuviera el poder de veto. Su estructura y mecanismos
representan el orden mundial de la Guerra Fría. Recordando, dice, la estructura
de poder todavía permanece bajo la lógica de la destrucción militar.
23 Carta de Naciones Unidas, Artículo 40. 24 Carta de Naciones Unidas, Artículo 42. 25 Cientista político, académico y coordinador del Centro para estudios norteamericanos.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
32
El Veto del Consejo ha sido tan discutido, por su eminente politización. En
algunos casos, el poder del veto ha obstaculizado aspectos humanitarios de las
Naciones Unidas, tal como paso con China cuando se resistía votar a favor de la
observación de misiones de paz en Guatemala por el hecho de que nuestro país
mantiene relaciones comerciales con Taiwán.
Como dijeran algunos analistas al referirse a la imparcialidad en la
resolución de conflictos, la historia de los esfuerzos por mantener la paz de la ONU
nos da muestra que la organización ha tenido un método conciliador efectivo en
ese sentido, siempre y cuando no estén involucradas las potencias mundiales.
A lo largo de los años, la integración del Consejo estuvo sujeta a la
preservación del status quo existente durante la Guerra Fría. Sin embargo, su
actuación se vio sujeta a la confrontación entre las dos potencias integrantes del
Consejo. Una vez terminada la escena bipolar, las criticas sobre su actuar en los
últimos conflictos existentes en el ámbito de la sociedad internacional han
demostrado que la voluntad del Consejo de Seguridad se encuentra en manos de
los Estados Unidos. Así, por ejemplo, la crisis y guerra del Golfo Pérsico y,
posteriormente, la crisis haitiana ponen de manifiesto que los intereses partidistas
norteamericanos son defendidos a escala internacional mediante las acciones del
Consejo de Seguridad. Lejos de representar a todos los miembros de la ONU, es
decir a la comunidad internacional en su conjunto, el Consejo se ha convertido en
un instrumento de las grandes potencias y, en particular, de (...) los Estados
Unidos 26.
Para los que propugnan por la reforma de la ONU la solución sería la de
ampliar el Consejo de Seguridad, de modo que éste sea más representativo.
Algunas enmiendas se han dado en ésta línea. Sus miembros no permanentes han
pasado a ser de 11 a 15, desde 1965. Sin embargo, a la vista de la situación
actual, la simple ampliación del Consejo no parece que fuera la solución ideal,
como tampoco lo parece ahora. La ampliación debe de ir acompañada de otras
medidas y de la efectiva aplicación de determinadas disposiciones constitucionales.
Así pues, la reforma del Consejo de Seguridad carece de sentido, a menos que los
26 Acosta Estévez, José. La Reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Revista Estudios Internacionales. Op. Cit. Pag. 70.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
33
Estados miembros, especialmente la superpotencia, Estados Unidos, y las grandes
potencias, tengan la firme voluntad de cumplir con la normativa vigente27.
Una reforma por medio de la ampliación a nuevos miembros permanentes o
semipermanentes no significará mucho en sí misma si se conserva el derecho de
veto, tan discutido tanto en el seno de las Naciones Unidas como a nivel
internacional, lo que supone mantenerlos aún ahora por encima de la legalidad
internacional. Por tanto, la ampliación del Consejo será efectiva en tanto que se
complemente con una serie de medidas. Entre ellas debe citarse la eliminación del
derecho de veto de los miembros permanentes28.
Desde otra perspectiva podría decirse que el Consejo de Seguridad y las
Naciones Unidas en general han perdido la oportunidad de constituirse en el
órgano que, a escala internacional, canalice el recurso a la fuerza, legitime el
empleo de la violencia contra cualquier agresor internacional. Si bien es cierto que
en los últimos tiempos se ha recurrido al Consejo de Seguridad con gran
frecuencia han quedado incorporadas a la agenda del Consejo aspectos
relacionados con Irak, Israel, El Sahara, El Salvador, Haití, Camboya, Chipre,
Somalia, Líbano, Libia, sin olvidar el conflicto en la antigua Yugoslavia.
En palabras de Modesto Seara Velásquez el Consejo de Seguridad no se
adecúa ya a las exigencias de la comunidad internacional y este distanciamiento
entre la propia institución y la sociedad ha conllevado, en buena lógica, una
disminución de su eficacia. En líneas generales, se considera que, entre otras
razones, esta situación tiene sus raíces en la propia composición del Consejo de
Seguridad que, como es sabido, se articula en torno a cinco Estados con
representación permanente en el mismo, a los que se les reconoce el derecho de
veto.
Esta composición obedece a motivaciones ancladas en el tiempo y, en
cualquier caso, parece no reflejar la relación de fuerzas propia de la actualidad.
Más preocupante resulta, con todo, la tendencia que el propio Consejo de
Seguridad parece trazar con sus actuaciones más recientes: la consagración del
27 Ibid. Pág. 72. 28 Argentina también ha colaborado en la presentación de propuestas al respecto. En la Primera Comisión, este país presentó un proyecto de resolución tendiente a la convocatoria de una Conferencia General para examinar el privilegio de veto de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad en orden a su eliminación (Doc. A/351)
Nuevo Orden Internacional y la ONU
34
modelo de directorio político de las grandes potencias, que actúan a través suyo y
bajo la égida de una de ellas. De entrada, resulta indudable que desde diversas
instancias y desde pluralidad de Estados se discute la legitimidad de este
directorio; mayor gravedad presenta el hecho que, tal y como pondera V. Abellán,
la confirmación de esta tendencia conlleva el riesgo de romper el equilibrio político
establecido en la Carta a fin de garantizar la universalidad y continuidad de la
Organización. Esta ruptura podría conducir, además, a la disociación entre la
acción del Consejo de Seguridad y el consenso de la Asamblea General y, en
última instancia, a la disociación entre el sistema de la Carta y el derecho
internacional, en la medida que el Consejo de Seguridad en el ejercicio de los
poderes que le otorga la Carta podría desconocer los límites jurídicos impuestos
por el derecho internacional.
El hecho de que el Consejo de Seguridad no cuente todavía con los medios
materiales indispensables para poder asumir la función de policía que le ha sido
conferida es, sin duda, otra de las causas que condicionan la eficacia de las
acciones de este órgano. De entrada, esta circunstancia limita considerablemente
su margen de maniobra en la medida que constantemente debe recabar el apoyo
de los Estados miembros, quedando, cuando menos parcialmente, a merced de
éstos. Al efecto sería conveniente articular una fuerza de urgencia que, estando a
disposición del Consejo de Seguridad, pudiera intervenir sobre el terreno sin
depender de la buena voluntad de los Estados.
En fin, conviene no olvidar que el Consejo de Seguridad ha de enfrentarse a
una nueva realidad mundial, donde muchas de las veces los problemas en el
interior de las fronteras suponen una "amenaza a la paz" o "ponen en peligro la
paz y la seguridad internacional", derivado del empleo de fórmulas a las que ha
recurrido el propio Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, como ejemplo
las resoluciones 688, de 5 de abril de 1991, y 770, de 13 de agosto de 1992,
referidas a la cuestión de la población kurda en Irak y al suministro de ayuda
humanitaria en Bosnia-Herzegovina, respectivamente. Estas dos resoluciones,
junto a la primera de las relativas a Somalia (Res. 794, de 3 de diciembre de
1992), se han considerado los primeros pasos en el reconocimiento del llamado
"derecho de injerencia humanitaria"; un derecho, carente todavía de una
Nuevo Orden Internacional y la ONU
35
formulación claramente definida, pero que, en cualquier caso, parece abrirse paso
como respuesta a aquellas situaciones extremas en las que la defensa de la vida
humana encuentra un escollo en una concepción extrema de la soberanía estatal .
Al igual que en los años que siguieron a las dos guerras mundiales, la
sociedad internacional posterior a la Guerra Fría encamina sus esfuerzos de
vertebración en derredor del concepto de mantenimiento de la paz y seguridad
internacional, para lo cual se necesita una revitalización del Consejo de Seguridad
de las Naciones Unidas. Las numerosas acciones emprendidas por este órgano
durante los últimos años han puesto de relieve las dificultades a las que debe
hacer frente, las carencias del texto que fundamenta su acción y, en última
instancia, los posibles riesgos del mantenimiento de su actual ordenación. Todas
estas circunstancias, espoleadas desde más de 50 años de la entrada en vigor de
la Carta de las Naciones Unidas, han revertido en el desarrollo de un intenso
debate doctrinal y en la adopción de ciertas medidas: envío de cuestionarios a los
países miembros, establecimiento del Comité Especial de la Carta de las Naciones
Unidas, que apuntan hacia una eventual reforma de la Carta.
En ese contexto el término "Nuevo Orden Internacional" requiere dotar al
derecho internacional, posterior a la desaparición del bloque socialista, de los
ideales de un nuevo orden sustentado en las bases renovadas y más justas, pues,
como se ha puesto de referencia en las páginas anteriores, el solo compromiso
colectivo de la comunidad internacional en favor de la paz y la seguridad y las
actuales propuestas de renovación alejan enormemente el panorama que
caracterizó en anteriores décadas la búsqueda de un "nuevo orden mundial".
2.2.1.1 El mantenimiento de la paz y la seguridad mundial
¿Mantener la paz en un nuevo orden? es la pregunta que muchos analistas se han
formulado. La prolongada tragedia de los Balcanes y la intensa frustración y
sentimientos de fracaso de todos los que intentaron mediar en ese conflicto han
generado muchos comentarios negativos sobre el valor de la ONU en la puesta en
práctica de mandatos complejos donde ya no hay ninguna paz verdadera que
mantener.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
36
Hasta ahora el viejo dilema “si quieres la paz, prepárate para la guerra”
podría ser bien utilizado por las potencias mundiales, sin que las Naciones Unidas
logre otros mecanismos que puedan posibilitar las confrontaciones. Si bien es
cierto la ONU no fue un actor relevante en muchos conflictos difíciles,
particularmente en los que afectaban a las principales potencias, en el nuevo
orden internacional está involucrada en prácticamente todos los conflictos
complejos; y muchas veces éstos son, además, de naturaleza interna. Por lo que
su papel es más político que solamente físico29.
Desde su creación las operaciones de mantenimiento de la paz, han estado
funcionando efectivamente. Con los acontecimientos ocurridos durante los últimos
años: los procesos de pacificación producto de la instauración de la democracia;
conflictos interétnicos; independencia de los nuevos Estados; entre otros, las
fuerzas de mantenimiento de la paz han cobrado gran importancia. Sin embargo,
las operaciones corren por algunos problemas, que van desde carácter político en
el cual los países con capacidad real de desplegar fuerzas en brevisímos periodos,
son por definición potencias con recursos, lo que conduce el peligro de deslizar el
centro de gravedad de las Operaciones de Mantenimiento de la Paz hacia los
grandes países occidentales,30 hasta llegar a politizar las acciones humanitarias
que ellos pueden llegar a financiar, debido al gran problema de financiamiento que
tienen estas Operaciones para la prevención de conflictos.
Por su parte la seguridad colectiva es un principio establecido por el uso de
la fuerza agresiva o fuera de la ley por una nación en contra de otra, la cual será
reunida o combinada con las fuerzas de otras naciones. Se trata de una
cooperación que controla cualquier amenaza a la paz. El termino “Seguridad
Colectiva” es a menudo utilizada para describir la política de creación y diseño de
alianzas para el funcionamiento del sistema de poder. Haciendo una interpretación
del significado de seguridad colectiva, éste también fue concebido en el Pacto de
la Liga de Naciones y fue más desarrollado en la Carta de Naciones Unidas.
29 Así lo expone Eliasson Jan, en Responder a la Crisis. En Diálogo y Seguridad, una selección anual de Security Dialogue, No. 3. Comisión Sudamericana de Paz- Nueva Sociedad-PRIO-. Caracas, Venezuela, Noviembre de 1996. 30 Revista Tiempo de Paz. No. 43, Pág. 22. Madrid, Invierto de 1996-1997.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
37
El término puede visualizarse desde un sistema abierto, no directo, contra
cualquier poder, designado para preservar la integridad de las victimas de un
ataque por un agresor anónimo. Los dos elementos básicos de dicho sistema de
seguridad colectiva son: i) Un Estado individual no puede utilizar fuerza agresiva
en las relaciones internacionales; y, ii) La ruptura de estas reglas concierne a toda
la comunidad internacional, y además deberá resistir a la acción colectiva de la
comunidad.31
En política internacional la seguridad colectiva ha funcionado
paradójicamente cuando una potencia importante desea tomar esa responsabilidad
y las demás naciones están dispuestas a alinearse con ella. Sin embargo, si se
tratase de librar una guerra contra una gran potencia, lo más probable es que no
se produzca, como ocurrió durante la Guerra Fría, y según lo establecido en el
Capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas al respecto.32 Lo que aquí se podría
interpretar es que la Seguridad Colectiva establecida en la Carta de Naciones
Unidas es planteada desde la perspectiva de mantener el status quo diseñado por
las cinco potencias mundiales.
La idea original de la seguridad colectiva aparece alrededor del siglo XVII
cuando el Tratado de Westfalia en 1648 obligaba a todos los signatarios a
“defender y proteger todos y cada uno de los artículos sobre la paz”. Pero cerca
del siglo XX el enorme potencial destructivo de la guerra demostró que el principio
de responsabilidad colectiva para paralizar la guerra se encontraban en
aceptaciones universales.
Gwyn Prins ha formulado un análisis con relación a la seguridad global y la
intervención militar. Prins, refirió dos significados de la seguridad global. La
primera de ellas, la definió como anticuada, la cual se expresa en el Preámbulo de
la Carta de la ONU, es el deseo de liberar a las generaciones futuras del flagelo de
la guerra. La segunda, en un sentido ampliado de seguridad que conecta este
concepto con los derechos humanos individuales y la cual se empieza a formular a
partir del proceso de Nurember, en Helsinki y hace poco fue autorizadamente
31 ND. White. The United Nations and the Maintenance of International Peace and Security. Milland Schill Manographs in International Law. Usa. 1990. Pág. 103 32 Hoffmann Stanely, La Quimera del Orden Internacional. Revista Estudios Internacionales, IRIPAZ. Op. Cit. Pág. 47.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
38
planteado en el Informe de la Comisión para el Gobierno Global, de la
Internacional Socialista.
En la primera, es decir en el término formulado en la Carta del Atlántico en
1942, y terminó con la Carta de la ONU en San Francisco en 1945, bajo el estímulo
de una guerra todavía no concluida, se tomaron muy en serio las palabras del
Preámbulo y se consideraron funciones activas para el nuevo organismo mundial.
De allí las esperanzas puestas en el Comité Militar del Consejo de Seguridad, en el
artículo 45, que permite que la ONU tenga su propia fuerza aérea, y sobre la
internacionalización del control de la energía atómica, establecida en el informe
Acheson-Lilienthal.
La segunda, no sólo relaciona a los derechos humanos con la seguridad
internacional sino que contradice a esta última con la intervención. Es decir, el
uso controlado y legitimado de la fuerza. En ese contexto, se encuentran dos
principios enfrentados. Por un lado, está el principio de injerencia en los asuntos
internos de los Estados miembros de la ONU y por el otro, el requisito esencial
para las operaciones de mantenimiento de la paz: el consentimiento adecuado de
todas las partes. Y sobre estos principios versa el imperativo de los derechos
humanos. Ya que la ampliada esfera de responsabilidad por los derechos humanos
convalida cada vez más intervenciones33. Pero como diría Prins, el problema no
es la intervención en defensa de los derechos humanos, como lo es dónde y quién
elige tal intervención.
33 Prins Gwyn. Seguridad Global e Intervención Militar. Diálogo y Seguridad. Selección Anual de Security Dialogue, No. 4. Caracas, Venezuela Noviembre de 1997. Pag. 31.
Nuevo Orden Internacional y la ONU
39
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
39
CAPITULO III
LA CARTA DE NACIONES UNIDAS
EN EL MANTENIMIENTO DE LA PAZ Y
SEGURIDAD MUNDIAL
1. La Carta de Naciones Unidas, medio siglo después
Iniciaremos este capítulo refiriéndonos a la Carta de Naciones Unidas en el marco
del contexto de su redacción, en la cual existía cierta unanimidad entre las
grandes potencias. En una época en que las potencias estaban conscientes de la
necesidad de crear “lo mas pronto posible” un balance de poder y una alianza
estratégica en contra de las Potencias del Eje y contra aquellas que quisieran
modificar el estatus quo existente. En ese sentido, partimos desde la concepción
de que los principios y objetivos de la ONU establecidos en la Carta fueron
determinados sin pensar en la Guerra Fría, en los dos bloques hegemónicos que
dominarían al mundo y por las cuales dependerían las acciones de la organización.
En síntesis, objetivos y principios demasiado ambiciosos para las secuelas que
dejaría la guerra mundial –la crisis económica, social, política e internacional- y el
contexto que se instauraría en la Guerra Fría y sus consecuencias en un nuevo
orden internacional.
Nadie, quizás, pudo prever que alguien desafiaría los intereses de las
grandes potencias, sin medir las diferencias culturales, religiosas, ideológicas,
económicas, raciales, que existen en el universo, el cual estaría representado en
las Naciones Unidas. Aunque algunos expertos en el análisis sobre la ONU opinan
que en la Carta se previeron instrumentos para las posibles limitaciones que
podrían tener las potencias como el poder del veto de los miembros permanentes
del Consejo de Seguridad, y otras prerrogativas que hizo posible mantener el
liderazgo de este organismo en los destinos del mundo.
A más de medio siglo de existencia, las acciones emprendidas por el
Consejo de Seguridad, durante los últimos años han puesto de relieve las
dificultades a las que debe hacer frente, las carencias del texto que fundamenta su
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
40
acción y, en última instancia, los posibles riesgos del mantenimiento de su actual
ordenación.
Todas estas circunstancias, fustigadas por el 50 aniversario de la entrada en
vigor de la Carta de las Naciones Unidas y de la Asamblea del Milenio1, han
revertido en el desarrollo de un intenso debate doctrinal y en la adopción de
ciertas medidas -envío de cuestionarios a los países miembros, establecimiento del
Comité Especial de la Carta de las Naciones Unidas- que se dirigen hacia una
eventual reforma de la Carta.
Dicha reforma apuntaría a una etapa de evolución del derecho internacional,
un texto normativo característico del derecho internacional posterior a la Guerra
Fría. En cualquier caso, mientras este derecho internacional continúa gestándose,
conviene reflexionar brevemente sobre la terminología con el que aparentemente
se hace referencia al mismo. En nuestra opinión, para que el recurso al término
"Nuevo Orden Internacional" resulte apropiado será preciso dotar al derecho
internacional, posterior a la desaparición del bloque socialista, de los ideales de un
orden internacional sustentado en bases renovadas y más justas, pues, como se
ha puesto de referencia en las páginas anteriores, el sólo compromiso colectivo de
la comunidad internacional en favor de la paz y la seguridad aleja enormemente
las esperanzas y las ansias de renovación que caracterizaron durante anteriores
décadas la búsqueda de un "nuevo orden mundial".
2. La Carta de Naciones Unidas en el contexto actual
La Carta de las Naciones Unidas es el instrumento constituyente de la
Organización, que determina los derechos y obligaciones de los Estados miembros
y establece los órganos y procedimientos de las Naciones Unidas". Este Tratado
Internacional contiene los principios y objetivos de las relaciones entre los países
del mundo.
Los propósitos estipulados en dicho documento, son los siguientes:
Mantener la paz y la seguridad internacionales;
1 La Asamblea General convocó a esta reunión de Jefes de Estado y de Gobierno para examinar la función de las Naciones Unidas en el siglo XXI en la llamada “Asamblea del Milenio”, realizada en septiembre del 2000.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
41
Fomentar entre las naciones las relaciones de amistad basadas en el
respeto al principio de la igualdad de derechos y de la libre determinación de
los pueblos;
Realizar la cooperación internacional en la solución de problemas
internacionales de carácter económico, social, cultural o humanitario, y en
el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos humanos y a las
libertades fundamentales;
Servir de centro que armonice los esfuerzos de las naciones por alcanzar
estos propósitos comunes.
Sus principios son:
La organización está basada en la igualdad soberana de todos sus
Miembros;
Todos los Miembros cumplirán de buena fe las obligaciones contraídas de
conformidad con la Carta;
Los Miembros arreglarán sus controversias internacionales por medios
pacíficos y sin poner en peligro la paz, la seguridad o la justicia;
Los Miembros se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la
violencia contra otros Estados;
Los Miembros prestarán a las Naciones Unidas toda clase de ayuda en
cualquier acción que ejerzan de conformidad con la Carta, y no ayudarán a
Estado alguno contra el cual la Organización estuviere ejerciendo acción
preventiva o coercitiva;
Las Naciones Unidas harán que los Estados que no son miembros de la
organización se conduzcan de acuerdo con estos principios, en la medida
que sea necesario, para mantener la paz y la seguridad internacional;
Se hace referencia que ninguna disposición de la Carta autoriza a las Naciones
Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna
de los Estados.2
Desde los años cincuentas, la Asamblea General empezó a buscar mecanismos
para reformar la Carta de las Naciones Unidas. Fue así como creo distintos
órganos subsidiarios en relación con dicho fin, entre ellos se pueden enumerar: El
2 Carta de Naciones Unidas, capítulo I.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
42
Comité preparativo para celebrar una Conferencia con el propósito de revisar la
Carta, establecido por la Resolución 992 (X), del 21 de noviembre de 1955, de la
Asamblea General. Este Comité, integrado por todos los miembros de la ONU,
tiene por mandato estudiar la fecha y el lugar de celebración de la Conferencia
General con la finalidad de revisar la Carta; así como su organización y
procedimiento. De la misma manera, fue creado el Comité ad hoc sobre la Carta
de las Naciones Unidas, por resolución 3385XX8X, de 17 de diciembre de 1974, de
la Asamblea General3. Este Comité está compuesto por cuarenta y dos Estados,
nombrados sobre la base del principio de distribución geográfica. El Comité tiene
por finalidad examinar las observaciones y propuestas enviadas por los Estados en
orden a incrementar la capacidad de la Organización.
Las dos instancias mencionadas anteriormente, tienen el mandato de examinar
las observaciones enviadas por los Estados a las sugerencias y propuestas
relativas a la Carta y al fortalecimiento del papel de la Organización respecto a: 1)
el mantenimiento y consolidación de la paz y seguridad internacional; 2) el
desarrollo de la cooperación entre los Estados; y, 3) la promoción de las normas
internacionales en las relaciones entre los Estados. Asimismo, se creo el grupo de
trabajo de composición abierta sobre la cuestión de la representación equitativa en
el Consejo de Seguridad y del aumento del número de sus miembros, establecido
por la Resolución 48/26, de 3 de diciembre de 1993, y como su nombre indica
tiene por mandato examinar todos los aspectos relacionados al aumento del
número de miembros del Consejo de Seguridad y otras enmarcadas con dicho
órgano.4
2.1 Mantener la paz y seguridad mundial
La paz y la seguridad son los objetivos finales de todas las actividades de las
Naciones Unidas. Los artículos VI y VII de la Carta especifican las medidas que el
Consejo de Seguridad ha de adoptar para buscar, mantener la paz, así como
prevenir y actuar contra cualquier amenaza que ponga en peligro la seguridad
internacional.
3 A través de la Resolución 3499 (XXX), del 15 de diciembre de 1975, la Asamblea General, decidió que el referido Comité se reuniese de nuevo como Comité Especial de la Carta de las Naciones Unidas y del fortalecimiento del papel de la Organización. 4 Acosta Estévez, José. La Reforma del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Revista Estudios Internacionales. Op. Cit. Pág. 78.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
43
Las disposiciones contenidas en los capítulos mencionados han sido
cuestionadas muchas veces y puesto en tela de duda la legitimidad de la actuación
del Consejo con relación a las normas del derecho internacional. Tal como lo dice
N. D White, puede existir una equivalencia entre las normas del jus cogens
contenidas en el artículo 2(4) y las situaciones contenidas en el Artículo 39 los
cuales dán al Consejo de Seguridad la jurisdicción para actuar bajo el Capítulo VII.
Quizá esto nos ayude a distinguir entre el tipo de asunto, disputa o conflicto
que dá al Consejo la competencia que establece el Capítulo VI, y el tipo que le dá a
éste la jurisdicción establecida en el Capítulo VII. Es decir, podríamos decir que no
hay una diferencia esencial y por otro lado se determinaría la competencia que
instituye cada capítulo para establecer si se trata de factores políticos.
Por otro lado, la mencionada jurisdicción que tiene el Consejo de Seguridad
está limitada por el Artículo 2(4), la cual se trata de una norma absoluta del
derecho internacional y una provisión fundamental de la Carta. Este se refiere a
que todos los Estados miembros se deben refrendar en sus relaciones
internacionales en caso de amenaza o uso de la fuerza. A partir de este artículo,
se podría interpretar que se está previendo el uso de la fuerza por medio de una
norma convenida de orden internacional en la cual los Estados están involucrados,
y el mantenimiento para la paz internacional compete al Consejo de Seguridad
para tomar las acciones pertinentes en contra de Estados que usan la fuerza
contrario al Artículo 2(4). Esto nos llevaría a pensar que debería de existir una
correlación entre el Artículo 2(4) y la competencia del Consejo de Seguridad. En
otras palabras, podríamos decir que el Consejo de Seguridad puede solamente
funcionar o pactar en el marco de los limites del Artículo 2(4).
El Capítulo VI puede ser visto como un pacto entre las brechas potenciales ,
mientras que el Capítulo VII pacta con los actuales limites del Artículo 2(4). Para
entender esta hipótesis se debería de aceptar una relación directa entre “amenaza
y uso de la fuerza” bajo el artículo 2(4) y una “amenaza a la paz “, “atentar a la
paz” y “acto de agresión” bajo el Artículo 39. En otras palabras “amenaza del uso
de la fuerza” se relaciona con “amenaza a la paz” y “uso de la fuerza” es
equivalente a un “atentado o violación a la paz” y “acto de agresión”.
En ese contexto, se demanda un limite del Consejo de Seguridad a las
situaciones en las cuales son, o potencialmente podrían ser, limitantes del Artículo
2(4). También existe la tesis que establece que la Carta dá preferencia a un
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
44
sistema “cerrado” que a uno “abierto”. La competencia del Consejo de Seguridad
está definida, dentro de sus limites, por el Artículo 2(4) 5. Por otro lado, pareciera
no estar bien claro sobre lo que se entiende por “amenaza a la paz” y “amenaza al
uso de la fuerza”, ya que muchas veces se actúa sin saber exactamente si es para
prevenir o reactuar ante una situación que ya no es controlable, sin embargo estas
situaciones están determinadas bajo los preceptos de la Carta.
Si para concluir, interpretamos que la paz, según el texto de la Carta,
particularmente el artículo 1, es antítesis de la guerra y que la Carta establece
solamente la amenaza o intimidación de la paz entre los Estados, o paz
internacional, y no paz interna de los Estados. Sin embargo, la situación podría ser
si una guerra civil –interna- sea lo suficientemente fuerte como para que el
Consejo de Seguridad se involucre, tomando en cuenta las limitaciones políticas
pero por supuesto el interés de las potencias. Lo cual queda sobre entendido para
aquellos que sostienen la teoría de que la Carta es suficientemente cerrada.6
Lo anterior podría llevarnos a analizar aquellos conflictos en los que el
Consejo de Seguridad pudo actuar fuera de sus mandatos, tal es el caso del Sur de
Rodesia, la Crisis del Congo, Haití, entre otros, que constituyeron la intervención
del Consejo y la determinación –en algunos casos- de medidas coercitivas y del
uso de la fuerza que no representaban mandato alguno según la Carta. Dicho lo
anterior, podría determinarse que el Consejo interviene siempre y cuando los
intereses de sus miembros estén siendo afectados y no la llamada “paz
internacional”, ya que en algunos conflictos en donde sí ha habido una situación
fuera de los límites de las fronteras de los Estados miembros, que amenaza la paz
y seguridad de sus vecinos- estos no han sido atendidos bajo el mandato por el
Consejo de Seguridad, en esos casos se pueden mencionar muchos de los
conflictos limítrofes, ya que en varios de ellos están involucradas las grandes
potencias, tal es el caso del Conflicto en Cachemira y Etiopía, la India y Pakistán, o
el interminable conflicto árabe-Israelí, el cual se ha tratado con pinzas desde la
diplomacia norteamericana. En tal caso, pareciera que el Consejo de Seguridad se
rehúsa en algunos casos a buscar una amenaza a la paz, como en el caso de las
crisis que se derivaron de las colonias en busca de su independencia.
5 ND N.D White. The Competence of the Security Council as Provided by the Charter. The United Nations and the Maintenance of International Peace and Security. Op. Cit. Pág. 30. 6 Ibid. Pág. 34.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
45
En ese sentido, consideraríamos que en los casos en que el Consejo ha
intervenido en guerras internas o civiles ha correspondido a los intereses de
separar a regímenes que contrarrestan los valores y principios occidentales.
El Capítulo VI de la Carta es muy claro en referirse a la “disputa” o
“situación” en la que se esté en peligro el mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales. Para enmarcar la frase “peligro y paz internacional” se debe usar
el significado del arreglo pacifico establecido por las potencias del Consejo de
Seguridad contenido en el Capítulo VI de la Carta. El título del Capítulo VII se lee
“acciones con respecto a las amenazas a la paz, intimidaciones de la paz y actos
de agresión”. Estos términos se encuentran repetidos en el Artículo 39 el cual
hace una aclaración de la colocación de circunstancias que deben de ser pactadas
bajo en Capítulo VII, referentes a amenazas o intimidaciones a la paz
internacional. Otro aspecto importante de analizar es el nivel entre las
resoluciones indicadas en un clima político dentro del Consejo. Conceptualmente,
hay una distinción legal entre “peligro” y “amenaza”. La última es utilizada como
un instrumento legal que facilita la imposición de medidas que se encuentran bajo
el mandato del Capítulo VII, en función del nivel de “peligro” y no en la legalidad
competente.
Uno de los aspectos que tiene el Capítulo VII es que ha servido para
determinar si en un conflicto determinado se encontró o no una amenaza a la paz.
Este análisis ha correspondido a que varios miembros del Consejo imponen
sanciones bajo este capítulo sin haber atendido el llamado de realizar las
investigaciones respectivas para llegar a tal conclusión. El desarrollo del embargo
de armas que el Consejo impuso contra Sudáfrica es interesante para la discusión
relacionada a que a menudo la diferencia entre una amenaza potencial y una
amenaza o un peligro no se encuentran al nivel de violencia de una disputa o
conflicto, como lo son los motivos temporales e intereses de los miembros del
Consejo.
Otro aspecto a resaltar es que “un acto de agresión” es una forma peculiar
de una amenaza a la paz. La agresión está establecida en los propósitos y
principios de las Naciones Unidas, la cual dice “Mantener la paz y la seguridad
internacionales, y con tal fin; tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y
eliminar amenazas a la paz, y para suprimir actos de agresión y otros
quebrantamientos de la paz; y lograr por medios pacíficos y de conformidad con
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
46
los principios de la justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de
controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a
quebrantamientos de la paz;”7( ... )
Este principio se complementa con el artículo 2(4) de la Carta la cual
establece que “Los miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales,
se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la integridad
territorial o la independencia política de cualquier Estado, o en cualquier otra
forma incompatible con los Propósitos de Naciones Unidas”.8 Los artículos
anteriores tienen una visión distinta a la establecida en el artículo 39 del capítulo
VII9 .
Los actos de agresión pueden ser: invasión, ataque, bombardeo, barricada,
ocupación y la agresión indirecta que corresponde el permiso de utilizar territorio
de un Estado para que otro pueda agredir a un tercero. El envío de armas para
traspasar actos de fuerza contra otro Estado son casos reales de agresión
indirecta.
Para analizar el nivel de limite de la jurisdicción doméstica sobre la
competencia del Consejo de Seguridad es necesario referirse a lo establecido en la
Carta, en el artículo 2(7) “Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las
Naciones Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente de la
jurisdicción interna de los Estados, ni obligará a los Miembros a someter dichos
asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero este
principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas prescritas en el
Capítulo VII”.
Por otro lado, los miembros de las Naciones Unidas, han acordado aceptar
las decisiones del Consejo y hacer que se cumplan las mismas, según lo establece
la Carta en su artículo 25. Lo anterior también tiene una referencia especifica en el
Capítulo V de la Carta e inmediatamente le sigue la lex generalis del Consejo
contenida en el artículo 24(1) en el cual los miembros le confieren al Consejo la
principal responsabilidad de mantener la paz y seguridad internacional.
7 Carta de las Naciones Unidas. Artículo 1, párrafo 1. 8 Carta de Naciones Unidas. Artículo 2(4). 9 El Consejo de Seguridad determinará la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas de conformidad con los Artículo 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
47
Según la letra del artículo 24(1) el Consejo tiene el absoluto aval, en el
marco de los Capítulos VI y VII, de tomar cualquier decisión, de acuerdo con sus
propios poderes. Además, es el Consejo el que determina una situación en la cual
consideran existe amenaza a la paz o acto de agresión, para lo cual hará
recomendaciones o decidirá en base a ello, las medidas a tomar para el efecto10.
Este hecho ha tenido algunos obstáculos, pues tal como el caso de Namibia, la
decisión de la Corte Internacional de Justicia no fue tomada en cuenta, debido a
que Gran Bretaña consideró que el artículo 25 le daba crédito al Consejo de decidir
y aceptar las decisiones que los miembros del Consejo adopten en un conflicto que
ellos consideraron como tal11. En ese sentido la resolución 268 del 12 de Agosto de
1969, decidió que la ocupación continuada del Territorio de Namibia por las
autoridades de Sudáfrica constituía una agresión infragante sobre la autoridad de
las Naciones Unidas y recordaba a los miembros el significado del artículo 25.
Sin embargo, como dice N.D While al presentarnos el caso extremo en que
Israel invadió el sudeste del Líbano en Marzo de 1978, el Consejo adoptó la
resolución 425 en la cual estableció una Comisión Especial para Verificar la
resolución; en esta situación, el Consejo se basó en la Carta de Naciones Unidas,
específicamente en el artículo 25 de la Carta.12
El problema que se puede visualizar en los casos presentados, de manera
extrema, es que el artículo 25 ha sido utilizado, no tanto por el nivel de amenaza o
agresión a la paz y seguridad internacional, sino por la interpretación que se le
pueda dar a determinado conflicto para considerarlo como tal, a lo cual
agregaríamos el interés y la subjetividad de las superpotencias. Por lo tanto, se
podría decir que existe un fuerte argumento acerca de que el mantenimiento de la
paz no es consonante con el capítulo VI y VII de la Carta, no obstante es un poder
indirecto deliberado del artículo 24.
2.2 El poder del Consejo de Seguridad
Para determinar la viabilidad y la importancia de la Carta de Naciones Unidas, es
necesario hacer un análisis del uso de los poderes que la misma le confiere al
Consejo de Seguridad. El papel que el Consejo juega en el mantenimiento de la
10 Carta de las Naciones Unidas.Artículo 39. 11 Citado por N.D. White en The Competence of the Security Council as Provided by the Charter. Op. Cit. Pág. 53. 12 Idem.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
48
paz y seguridad mundial es de suma importancia, el cual se ve reflejado en el
Artículo 24 de la Carta, en donde se establece que los miembros de la
Organización “confieren al Consejo de Seguridad la responsabilidad primordial de
mantener la paz y seguridad internacionales, y reconocen que el Consejo de
Seguridad actúa en nombre de ellos al desempeñar las funciones que le impone
aquella responsabilidad”13.
Asimismo, es necesario retomar los capítulos VI y VII de la Carta, los cuales
establecen las medidas que el Consejo debe aplicar en la solución o prevención de
una amenaza o agresión a la paz y seguridad mundiales.
Por otro lado, es preciso recalcar que la estructura que establece la Carta en
términos del poder del Consejo permanece intacta por más de 54 años de creada,
a pesar de las duras críticas que en los últimos años ha recibido, los cuales han
llevado a poner en duda su eficacia y capacidad para hacer frente a sus tareas que
la Carta le concede y al contexto de un nuevo orden distinto al de la redacción de
la misma.
El mejoramiento de los aspectos preventivos de la Carta concernientes a las
medidas colectivas fue la principal preocupación de los garantes en San Francisco
en su misión por la seguridad colectiva. Como ya lo hemos visto, los contenidos
del Capítulo VII no fueron cuestionados profundamente por los Estados pequeños.
Las únicas modificaciones significantes de las propuestas en Dumbarton Oaks
fueron: la deducción de lo establecido en los Capítulo VI al Capítulo VII y la
aceptación voluntaria a la propuesta de China para la inserción de una cláusula de
tal manera que le fuera posible al Consejo adoptar medidas provisionales. Las
propuestas relacionadas al arreglo pacífico demostraron ser las más novedosas y
problemáticas que sugirieron de los garantes y otros delegados en San Francisco.
Las iniciativas de paz del Consejo de Seguridad al que la Carta de las
Naciones Unidas otorga plena responsabilidad para el mantenimiento de la paz y la
seguridad ponen más claramente de manifiesto cómo trabaja la Organización para
la consecución de esos objetivos. Para contribuir a solucionar una crisis, el
Consejo de Seguridad puede iniciar una labor de mediación o investigación,
exhortar a las partes a que remitan sus controversias a la Corte Internacional de
Justicia o hacer otro tipo de recomendaciones.
13 Carta de Naciones Unidas. Capítulo V, Artículo 24, funciones y poderes del Consejo de Seguridad.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
49
A pesar del poder que le da el capítulo VI en virtud del Capítulo VII de la
Carta, el Consejo puede decidir la adopción de medidas coercitivas, como las
sanciones económicas (por ejemplo, los embargos al comercio) o acciones
militares colectivas.
Teóricamente solo el Consejo tiene la tarea de reconocer una situación o
disputa en que se ponga en peligro la paz y seguridad internacionales. El artículo
33 establece la obligación sobre los miembros o partes para la solución de sus
disputas por la forma pacífica contenida en ese artículo, solamente en relación con
las controversias.
Con frecuencia, la preocupación de cada potencia es ganar una disputa en
una área intermedia, pero sobre todo su preocupación se enmarca en no perder el
balance estratégico de poder tal como sucedió en la Guerra del Golfo Pérsico.
2.2.1 Poder de Veto
El poder de veto esta establecido en el Artículo 27 de la Carta, razón por la cual se
le da potestad al Consejo de Seguridad en actuar o no en un caso determinado en
donde se este en peligro la paz internacional. Estados Unidos en particular ha
incrementado el uso del poder del veto para proteger sus propios intereses. Desde
los años 70´s este país ha incrementado el uso de tal poder para prevenir la
adopción de resoluciones que pudieran afectar sus intereses estratégicos. Este
privilegio de las grandes potencias ha llevado al Consejo de Seguridad a limitar
geográficamente su competencia; generalmente en conflictos dentro de los cuales
las superpotencias han tomado cartas en el asunto por medio del veto.
Es irrealista pensar que los miembros permanentes del Consejo de
Seguridad votaran a favor de abolir el poder de veto como lo requiere el artículo
109 de la Carta. Lo más que podremos esperar es un “acuerdo de caballeros”
entre los miembros permanentes para que el veto no sólo sea utilizado cuando sus
intereses vitales sean afectados, es decir aquellos casos en los que solamente les
conciernen a ellos. Este cambio debería de ser utilizado en términos de lograr la
prevención y conciliación.14.
14 Información de Geopolitical Analysis of the Security Council. Pag. 27.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
50
2.2.2 Regionalismo
El regionalismo constituyó durante la Guerra Fría uno de los aspectos que las
grandes potencias utilizaron para hacer efectivas las zonas de influencias a su
favor, a menudo, pero no siempre, proclamado por ellas.
Sin embargo, la Carta de las Naciones Unidas no especifica al regionalismo
como un parámetro para la globalización. El Capítulo VIII, del Artículo 52 (1) de la
Carta reconoce la existencia de acuerdos regionales o alianzas como medidas para
el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales. Así también se
establece en el Artículo 52(3), que el Consejo de Seguridad unirá esfuerzos para
el arreglo pacifico de disputas nacionales a través de acuerdos regionales. No
obstante, lo establecido en el Capítulo VIII se refiere a la supremacía del Consejo
de Seguridad en materia de búsqueda de la paz y la seguridad mundial. El Artículo
53 (1) dicta que el Consejo utilizará los acuerdos u organismos regionales que se
establecen en los artículos mencionados para aplicar medidas coercitivas bajo su
autoridad.
Los artículos anteriores significan que el Consejo de Seguridad mantiene la
supremacía sobre las medidas que especifican en los Capítulos VI y VII. Sin
embargo, los artículos 103 y 51 de la Carta hablan del regionalismo como un
compromiso de los Estados miembros.
Es oportuno hablar de la diferencia existente entre las organizaciones
regionales cuya naturaleza está basada el derecho de legitima defensa individual o
colectiva en caso de ataque armado contra un Miembro de Naciones Unidas bajo el
artículo 51, y las organizaciones cuya naturaleza corresponde a los arreglos y
alianzas bajo el capítulo VIII, particularmente relacionada a las acciones
especificas concernientes a su naturaleza de defensa o de esfuerzo. En ese
sentido, podríamos decir que los orígenes de las organizaciones regionales como la
OTAN y Pacto de Varsovia, bajo ese contexto, no corresponderían a los arreglos
regionales del capítulo VIII; puesto que estas entidades fueron creadas bajo
mandato de cada uno de los bloques políticos hegemónicos en la Guerra Fría como
legitima defensa contra miembros de la organización y no como lo establece el
artículo 52, “compatibles con los Propósitos y Principios de las Naciones Unidas”.
Aunque actualmente sólo existe una organización de las anteriormente
descritas, la OTAN, está destinada a los fines de legitima defensa de los aliados
occidentales contra miembro (s) o no miembro (s) de la Organización y no a
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
51
resguardar la paz y seguridad internacionales como reza la Carta constitutiva de la
Organización de Naciones Unidas.
2.2.3 Para los casos de amenazas, quebrantamientos
a la paz o actos de agresión
El capítulo VII es más enfático al establecer las medidas en casos en que se ponga
en peligro la paz para lo cual le ha conferido al Consejo de Seguridad la tarea de
“determinar la existencia de toda amenaza a la paz, quebrantamiento de la paz o
acto de agresión y hará recomendaciones o decidirá qué medidas serán tomadas
de conformidad con los Artículo 41 y 42 para mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales”15
El artículo 41 esta destinado a decidir las medidas que no impliquen el uso
de la fuerza armada para hacer efectivas las decisiones del Consejo. Mientras que
el artículo 4216 y 4317 se relacionan con las medidas de carácter militar si las
medidas a las que se refiere el artículo 4118 (medios pacíficos) resultan ser
inadecuadas o ineficientes.
2.2.3.1 El uso de la fuerza
La fuerza militar ha sido usada de manera más frecuente por las Naciones Unidas
con el fin de mantener al paz (peacekeeping) algo que no estaba previsto por la
15 Carta de Naciones Unidas. Artículo 39, Capítulo VII, Acción en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión. 16 Artículo 42. “Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas que trata el artículo 41 pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas navales o terrestres de Miembros de las Naciones Unidas”. 17 Artículo 43. “1. Todos los Miembros de las Naciones Unidas, con el fin de contribuir al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, se comprometen a poner a disposición del Consejo de Seguridad, cuando éste lo solicite, y de conformidad con un convenio especial o con convenios especiales, las fuerzas armadas, la ayuda y las facilidades, incluso el derecho de paso, que sean necesarias para el propósito de mantener la paz y seguridad internacionales. 2. Dicho convenio o convenios fijarán el número y clase de las fuerzas, su grado de preparación y su ubicación general, como también la naturaleza de las facilidades y de la ayuda que habrán de darse. 3. El convenio o convenios serán negociados a iniciativa del Consejo de Seguridad tan pronto como sea posible; serán concertados entre el Consejo de Seguridad y Miembros individuales o entre el Consejo de Seguridad y grupos de Miembros, y estarán sujetos a ratificación por los Estados signatarios de acuerdo con sus respectivos procedimientos constitucionales.” 18 Artículo 41. “El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de Naciones Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de relaciones diplomáticas.”
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
52
Carta. Esta improvisación fue primeramente ensayada en 1956, en la crisis del
Canal de Suez, a fin de poner fin a las hostilidades en el Medio Oriente. Desde
este caso, que demostró ampliamente el valor de la técnica, la utilización hecha
por Naciones Unidas de personal militar y civil provisto por los Estados miembros
para operaciones de mantenimiento de la paz se ha convertido en una práctica
bien establecida; que cuenta con el apoyo de las mayores potencias mundiales19.
Para Bruce Russett y James Sutterlin, el uso de la fuerza militar por
Naciones Unidas para el cumplimiento coercitivo y mantenimiento de la paz es
esencial a un ordenamiento mundial, en el cual la seguridad internacional depende
del Consejo de Seguridad.
Las disposiciones referidas al uso de las fuerza están relacionadas a las
medidas militares, las cuales están contendías en el Artículo 42: “Si el Consejo de
Seguridad estimare que las medidas de que se trata el Artículo 41 pueden ser
inadecuadas o han demostrado serlo, podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas,
navales o terrestres, la acción que sea necesaria para mantener o restablecer la
paz y la seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender demostraciones,
bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres
de Miembros de Naciones Unidas”.20
Lo anterior se interpreta como el recurso último que el Consejo debe
adoptar en caso de que no se cumplan con ciertas disposiciones anteriores. En la
práctica, este procedimiento no se ha llevado a cabo, pues aunque la Carta lo
reafirma en su contenido “el uso de los medios pacíficos debe prevalecer en el
mantenimiento de la paz y seguridad mundial”, las medidas militares han
sustituido tal principio.
Generalmente el establecimiento del uso de la fuerza responden a una
“decisión” del Consejo, quien requerirá de sus miembros acuerdos militares tal
como lo establece el Artículo 43. Desde que los Convenios establecidos en el
artículo 43 no son cumplidos a raíz del conflicto Este-Oeste existe la interrogante
sobre la disfuncionalidad o descontextualización del artículo 42. El único método
por el cual la implementación de una acción militar es decidida por el Consejo es
en base a las recomendaciones del artículo 39, el cual, en sí mismo, expresamente
19 Russett, Bruce y Sutterlin, James. Las Naciones Unidas en un Nuevo Orden Mundial. Revista Estudios Internacionales. Op. Cit. Pág. 53. 20 Carta de las Naciones Unidas.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
53
establece que las acciones tomadas bajo el artículo 41 y 42 son solamente
autorizadas por decisiones del mismo.
No obstante, ha habido avance en cuanto al desarrollo de las
recomendaciones sobre las medidas a implementar bajo el artículo 41, que podrían
ser atribuidas a una reinterpretación de ese artículo que permiten
recomendaciones así como decisiones. En tanto, el artículo 39 ha sido considerado
como una base verdadera para las medidas recomendatorias, aunque serían
incorrectas si no se tiene como fundamento una verdadera amenaza o
quebrantamiento de la paz.
Para concluir con el análisis de las medidas a utilizar y la imposición de
medidas coercitivas, según lo anterior, donde quiera que recaigan la
recomendaciones sobre la imposición de sanciones, es claro que el Consejo tiene
tal poder. De igual manera tiene el poder de recomendar medidas militares o
combinar todas las establecidas en el capitulo VI y VII, previa investigación o no;
según el mecanismo que propone la Carta.
2.2.3.2 Arreglo pacífico de las controversias
El capitulo VI de la Carta establece una serie de disposiciones sobre la intervención
del Consejo de Seguridad en la solución de conflictos.
De acuerdo con el artículo 33, “las partes en una controversia cuya
continuación sea susceptible de poner en peligro el mantenimiento de la paz y la
seguridad internacionales tratarán de buscarle solución, ante todo mediante
negociación, la investigación, la mediación, la conciliación, el arbitraje, el arreglo
judicial, el recurso a organismos o acuerdos regionales u otros medios pacíficos de
su elección21.” El Consejo de Seguridad puede instar a las partes a que arreglen
sus conflictos utilizando tales medios. Si las partes no llegaran a una solución
deberán someter la controversia a criterio de dicho organismo.
En el Articulo 36(1) la Carta le confiere al Consejo de Seguridad recomendar
los procedimientos o métodos de ajuste que sean apropiados, referente a una
controversia de la naturaleza de que se trata el Artículo 33. Asimismo, prosigue
el artículo 36 que el Consejo deberá tomar en consideración todo procedimiento
que las partes hayan adoptado para el arreglo de la controversia, lo cual significa
21 Carta de Naciones Unidas. Artículo 33, Capítulo VI Arreglo Pacífico de las Controversias.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
54
un reconocimiento de lo adoptado en el artículo 33, pero también hace saber que
el Consejo de Seguridad puede recomendar los procedimientos o métodos de
ajuste que sean apropiados según el artículo 36(1), tomando en consideración
todo procedimiento que las partes hayan adoptado para el arreglo de la
controversia.
Los términos del Artículo 36 pueden ser aplicados a una variedad de
situaciones dentro de la ausencia de un acuerdo entre las partes. Asimismo,
podemos analizar el artículo 37 de la Carta que se refiere a que las partes en
disputa que no logren un arreglo para tal situación, según los medios indicados en
el artículo 33, dicha controversia será sometida al Consejo de Seguridad, el cual
decidirá si ha de tomar los procedimientos que las partes hayan convenido o
recomendar según los términos de arreglo que considere apropiados.
En ese contexto, también es de resaltar la importancia del Artículo 38, el
cual establece que el Consejo puede, a solicitud de las partes en una controversia,
hacerles recomendaciones a efecto de que se llegue a un arreglo pacífico.
Las medidas provisionales son, en la opinión de algunos analistas –
incluyendo los artífices de la Carta-, como una opción o alternativa antes de la
aplicación de medidas impositivas que establecen los artículos 41 y 42 de la Carta.
2.2.3.3 Investigación
Los cuerpos de investigación establecidos por el Consejo de Seguridad para
verificar la veracidad de las situaciones en una disputa son relativamente muy
extrañas en el sentido de que éstas están conformadas o nombradas por el mismo
Consejo. Las bases de la Carta están localizadas en una combinación de los
Artículos 34 y 39, sin embargo, estas son raramente citadas en la resolución de
conflictos.
Aunque la verdadera base para la instalación de estos cuerpos está
contenida en el artículo 34. Este artículo establece que el “Consejo de Seguridad
podrá investigar toda controversia, o toda situación susceptible de conducir a
fricción internacional o dar origen a una controversia, a fin de determinar si la
prolongación de tal controversia o situación puede poner en peligro el
mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales”. Sin embargo, los
parámetros del Capítulo VI han establecido un norte para dar solución a las
disputas, anteponiendo al artículo citado. Obviamente, durante la Guerra Fría, los
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
55
factores geopolíticos limitaron la habilidad del Consejo para establecer cuerpos de
investigación, tanto por la poca veracidad a la que podría llegar una comisión de
ese nivel, debido al involucramiento de las potencias como por el contexto
internacional en general.
2.2.3.4 Las sanciones
Los poderes que contiene el Artículo 41 fueron proyectados o anticipados para ser
medidas impositivas como resultado de una amenaza o quebrantamiento de la paz
bajo el artículo 39. Sin embargo, en ocasiones el Consejo se opone a tomar un
mandato de esta categoría y opta directamente por las medidas militares. Tal
acción puede ser visualizada como una reinterpretación del artículo 41 y del 39
que dán al Consejo la potestad de determinar la existencia de una acción que
ponga en peligro la paz y seguridad mundiales bajo sus propios criterios políticos,
económicos y quizá hasta culturales. Aunque la base de la Carta para tales
poderes es inconclusa no es una reserva, que el Consejo haya desarrollado como
un poder la evolución de las incredulidades como compromiso político. En algunos
casos, varios países miembros de las Naciones Unidas se oponen a estas medidas
con el argumento de que algunas acciones no tienen una combinación con el
artículo 39.
Los argumentos en contra de las sanciones parten de que éstas no están
siendo efectivas y que no se imponen inmediatamente, o mejor dicho no tienen
resultados inmediatos. A pesar de muchos de los efectos negativos, muchos
analistas consideran que es necesario revitalizar estas medidas.
2.2.3.4.1 El mandato de las sanciones económicas
El artículo 41 de la Carta plantea:
“El Consejo de Seguridad podrá decidir qué medidas que no impliquen el
uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer efectivas las
decisiones, y podrá instar a los Miembros de las Naciones Unidas a que
apliquen dichas medidas, que podrán comprender la interrupción total o
parcial de las relaciones económicas y de las comunicaciones ferroviarias,
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
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marítimas, aéreas, postales, telegráficas, radioeléctricas y otros medios de
comunicación, así como la ruptura de las relaciones diplomáticas”22.
Contrario a lo establecido en los artículos 42 y 43 de la Carta, los cuales son
considerados en el Nuevo Orden Internacional como obsoletos, las sanciones
económicas representan para el Consejo la principal arma contra cualquier
agresión en el contexto actual.
Las sanciones económicas se interpretan como actos previos a la guerra con
el fin de solucionar un conflicto, y representan una forma de diplomacia coercitiva
que a veces se implementa como parte de una estrategia de guerra o como
preludio a una acción bélica, y en ocasiones, como una alternativa a la guerra. 23
Las medidas contenidas en el artículo 41, siguiendo una visión expresa e
implícita que establece el artículo 39, solamente han sido utilizadas dos veces por
el Consejo, bajo la óptica de dicho artículo. Una de ellas impuestas contra el
Régimen de Smith en el Sur de Rodesia en 1966, concluidas en 1980 con la crisis
de Zimbabwe. El otro caso fue el embargo de armas contra Sudáfrica en 1977.
De los casos anteriormente citados, solamente la experiencia de Rodesia pudo
ilustrar la eficacia de un embargo económico completo bajo el artículo 41. Ambas
no pueden ser comparadas, en cuanto a su efectividad o no, por su propia
naturaleza, ya que en el caso de Sudáfrica24 el propósito era finalizar el sistema de
apartheid en esa zona africana.
Si las sanciones del articulo 41 prueban ser ineficientes entonces la
habilidad del Consejo de Seguridad para cumplir su papel principal es reducido. La
ruptura de los agresores potenciales y la ley internacional no van a ser
prevenidas por la incapacidad del Consejo de Seguridad, cuyo poder último es la
aplicación de las medidas impositivas ineficientes tal como lo son las sanciones
económicas. En efecto, la veracidad con que el Consejo ha utilizado su poder bajo
el Artículo 41 en solamente dos situaciones, como lo especifican en el libro de N.D
22 Carta de las Naciones Unidas. 23 Christiansen Drew, S.J. Powers, Gerard F. Economic Sanctions: Panacea or Peace Building in a Post-Cold War World?. Westview Press, Colorado, United States, 1995. Pág. 97 24 Ver los casos ilustrados por N. D White en The Competence of the Security Council as Provided by the Charter. The United Nations and the Maintenance of International Peace and Security, Op. cit. Pág. 404.
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White, dán cuenta de que esto pudo haber sido antagónico o revelativamente
alarmante en términos de su ineficiencia.25
Sin embargo, la principal razón de su uso limitado es el aparente interés
económico de los miembros, aunque éste no es tan importante como el interés
político, particularmente de los miembros permanentes del Consejo.
En consecuencia, ha habido una variedad de revisiones con relación a la
efectividad del mandato de las medidas económicas impuestas en contra de
Rodesia. Las informaciones que derivaron de ello, es que la economía de Rodesia
después de 1968, año en que fueron impuestas las medidas, mejoró. Lo anterior
ha sido utilizado para contradecir la efectividad de las medidas. Sin embargo,
tampoco alcanzaron logros potenciales del Consejo de Seguridad, aunque la crisis
declinó, al mismo tiempo las sanciones impuestas fueron más flexibles.26
No obstante, las estadísticas económicas que colocan en posición
desfavorable las sanciones en contra de Rodesia27 permitieron argumentar
desfavorablemente en la aplicación de sanciones en Sudáfrica, críticas que
particularmente provinieron de países del Este quienes nunca aprobaron la
imposición de dichas medidas.
En la Guerra Fría, la posición del Este con relación a las sanciones fue
contraria a occidente. Así los Estados del Este no estaban dispuestos a imponer
sanciones que fueran ineficientes, no como una falta inherente de la naturaleza de
las sanciones sino como una falta de los Estados Occidentales.
En Rodesia existió una clara evidencia sobre el actuar de la superpotencias,
en especial Estados Unidos, quien no acató las disposiciones de la Carta al
autorizar la importación de minerales y otros materiales del Sur de Rodesia.
Aunque este país fue duramente criticado y censurado por el Consejo bajo la
resolución 320, éste hizo caso omiso. A pesar de ello, Estados Unidos y Gran
Bretaña fueron los que encabezaron con negligencia el mantenimiento de las
sanciones en contra de Sudáfrica posteriormente. Dicho lo anterior, nos lleva a
pensar que no son las sanciones económicas las ineficientes sino la actitud de
25 Ibid. Pág. 401. 26 idem. 27 Analizado a través de los datos proporcionados por N.D. White, en The Competence of the Security Council as Provided by the Charter. The United Nations and the Maintenance of International Peace and Security.
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convencimiento de los miembros del Consejo quienes las causan por hacer de ellas
un interés de su política exterior de determinado Estado.
Consiguientemente, agregaríamos que existen intereses de las naciones que
imponen las sanciones con razones lo suficientemente fuertes como la industrial y
militar; por lo que las sanciones no tendrían un propósito por el que originalmente
fueron impuestas sin el propósito de su uso. Aunque es pragmático el argumento
anterior, nos lleva a reflexionar que las sanciones han sido aplicadas
selectivamente en contra de Estados que el Consejo ha considerado son una
amenaza o han obstaculizado la paz y son económicamente frágiles. En el
extremo de esta manifestación podría ser que las naciones industrializadas
acuerdan sancionar a un país pobre del tercer mundo.
3. El papel de la Asamblea General
en el mantenimiento de la paz
El número de miembros de la Asamblea General ha crecido considerablemente
desde 1945 a más del 200%28. No obstante, el rol que le confiere el capítulo IV de
la Carta de las Naciones Unidas, sigue siendo tan limitado como en el contexto de
1945.
Contrario al papel del Consejo de Seguridad, la Asamblea tiene un rol
nebuloso. Al examinar cada uno de los artículos del capítulo referido, la Asamblea
contribuye poco debido a los limites que le confiere la Carta en el cumplimiento de
los objetivos y principios que dieron origen a la ONU.
La Asamblea también representó un punto medular en la Guerra Fría, una
división entre aliados del Este y del Oeste y el bloque de países No Alineados. A
raíz de esto, y aun en el contexto actual, la Asamblea adoptó posiciones sui
generis a los problemas mundiales. Los nuevos miembros, las ex colonias y otros
que surgieron de la división de sus Estados, empezaron a visualizar al Consejo
como un club privado de protección a los intereses de las superpotencias y sus
aliados29.
28 Galtung, Johan. Presente y Futuro de las Naciones Unidas. Revista Estudios Internacionales, IRIPAZ. No. 5, Vol. 10. Guatemala, julio-diciembre de 1994. Pág. 7 29 N. D White. The Competence of the Security Council as Provided by the Charter. The General Assembly’s Role in the Maintenance of Peace. Op. Cit. Pág. 97.
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Por otro lado, la Asamblea representa la diversidad del mundo, tanto
cultural, ideológica, económica y social. Esto se caracteriza en las subdivisiones
que se han establecido a lo largo de los años: El grupo de países occidentales en la
Guerra Fría, la Liga de Estados Árabes, el Grupo de Estados Africanos, el Grupo de
Estados Asiáticos, el Grupo de Estados Latinoamericanos, el Grupo de Estados del
Este de Europa, etc. Algunos otros tienen organizaciones regionales, de los cuales
se elige un miembro para representar los puntos de vista en la Asamblea. La
Comunidad Europea, la Organización de la Unidad Africana, la Organización de
Estados Americanos, la Organización de la Conferencia Islámica y la Asociación de
Estados del Sudeste Asiático, son ejemplos de los cuerpos regionales que son
representados en la Asamblea General, cada uno con diferentes puntos de vista.
La Asamblea, no es como un sistema político democrático que se construye
en una sociedad democrática. Sino más bien es un órgano que representa a la
mayoría de Estados del mundo, refleja las inquietudes de los mismos.
A pesar de la gran representatividad de la Asamblea, el papel en el
mantenimiento de la paz es muy limitado. Este se puede reducir en recomendar,
considerar y discutir. El papel de recomendar, con relación a lo que a juicio del
Consejo de Seguridad se trata de una situación que amenace la paz y seguridad
internacionales. Discutir cualquier asunto o cuestiones dentro de los límites de la
Carta o que se refieran a los poderes y funciones de los órganos creados por la
Carta. Y, Considerar los principios generales de la cooperación en el
mantenimiento de la paz; así como discutir toda cuestión relativa al
mantenimiento de la paz que presente cualquier miembro de las Naciones Unidas,
el Consejo de Seguridad o un Estado no miembro de las Naciones Unidas de
acuerdo a lo estipulado por la Carta sobre este aspecto.
El Articulo 11(1) le dá a la Asamblea el papel de considerar los principios
generales de cooperación en el mantenimiento de la paz y seguridad
internacionales, incluyendo los principios que rigen el desarme y la regulación de
los armamentos y podrá hacer recomendaciones sobre los mismos a los miembros
o al Consejo de Seguridad. De hecho la Asamblea adopta resoluciones al respecto
y en base al artículo 13(1a). En efecto, la Asamblea tiene una responsabilidad
fundamental en los aspectos del desarme –como en el caso de la Comisión del
Desarme y la Conferencia sobre el Desarme- puesto que el Consejo de Seguridad
se ha abstenido del ejercicio de su competencia establecida en el Artículo 26, el
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
60
cual dicta que el Consejo de Seguridad tendrá a su cargo, con la ayuda del Comité
de Estado Mayor, la elaboración de planes que se someterán a los miembros de las
Naciones Unidas para el establecimiento de un sistema de regulación de
armamentos.
A pesar de ello, desde el origen de las Naciones Unidas el tema del desarme
continúa dentro y fuera de la organización como un tema pendiente en la agenda
internacional. No obstante, la Asamblea General ha sido un órgano efectivo en
cuanto a mantener el nivel de diálogo y la regulación de armamento.
La Asamblea ha interpretado su poder que le establece el Artículo 11(1)
mayoritariamente respecto a las recomendación de principios a las resoluciones de
instancias establecidas para estudiar el problema y proveer los mecanismos para
la negociación concernientes al desarme.
Por otro lado, la Carta le dá un papel fundamental a la Asamblea para crear
las condiciones fundamentales para el establecimiento de la paz y seguridad
mundiales, que no se refieren a aspectos operativos de los ejércitos, sino referidas
a desarrollo de las naciones. En principio, por medio del artículo 13(1a) la
Asamblea podrá promover estudios y hacer recomendaciones para fomentar la
cooperación internacional en el campo político e impulsar el desarrollo progresivo
del derecho internacional y su codificación. Mientras tanto el párrafo (b) del
mismo le dá dicho poder en materia de “la realización de derechos humanos y
libertades fundamentales”30.
La principal limitante de la Asamblea General se encuentra en el artículo 12,
principalmente en cuanto a su papel de recomendar. Este artículo establece que la
Asamblea General no podrá recomendar sobre las controversias o situaciones que
estén a cargo del Consejo de Seguridad, según las funciones que le asigna la
Carta. En tal sentido, el papel de recomendar sobre dichas controversias o
situaciones, asignado en el Artículo 10 y 14, están sujetas a la limitación
contenidas en el artículo 12.
El artículo 11(3) establece una relación de la Asamblea con el Consejo de
Seguridad. Este artículo se refiere a que “la Asamblea General podrá llamar la
atención del Consejo hacia situaciones susceptibles de poner en peligro la paz y la
seguridad internacionales”. En el numeral 2 del artículo mencionado hace
referencia al papel de la Asamblea General en la búsqueda de una amenaza o 30 Carta de las Naciones Unidas, artículo 13 (b).
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
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quebrantamiento o acto de agresión a la paz. Este numeral se refiere a que la
Asamblea General podrá discutir y hacer recomendaciones, siguiendo el curso de
preeminencia de las funciones del Consejo de Seguridad (artículo 12), para
restablecer la paz.
El Artículo 12, se refiere a que la Asamblea no hará recomendaciones sobre
las controversias o situaciones en la que el Consejo haya tomando carta del
asunto, limita el poder recomendatorio de la Asamblea establecidos en los artículos
10, 11(2) y 14. El artículo referido también obstruye la acción de la Asamblea en
el mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales.
Dadas las limitantes de dicho artículo, la resolución “Unidad para la Paz31,
aprobada por la Asamblea General en noviembre de 1950, constituyó una de las
mayores objeciones al artículo 12, en la cual se estableció ampliar las
competencias a la Asamblea, incluyendo el poder de recomendar y adoptar
medidas, cuando el Consejo de Seguridad, por falta de unanimidad entre sus
miembros permanentes, no adopte medidas en un caso en que parece haber una
amenaza a la paz, el quebrantamiento de la misma o acto de agresión.
Además, la Asamblea está facultada para considerar el asunto
inmediatamente con el fin de recomendar a los miembros la adopción de medidas
colectivas, inclusive, en casos de quebrantamiento de la paz o de un acto de
agresión, el empleo de la fuerza armada si fuera necesario para mantener o
restablecer la paz y la seguridad internacionales.
El capítulo 4, artículo 10, podría interpretarse como que éste brinda a la
Asamblea poderes recomendatorios similares a los garantizados al Consejo en los
capítulos VI y VII, con la limitación el artículo 12.
Otro de los aspectos a recalcar es que, aunque carecen de obligatoriedad
jurídica para los gobiernos, las decisiones de la Asamblea están sustentadas por el
peso de la opinión pública mundial respecto de los principales problemas
internacionales y por la autoridad moral de la comunidad internacional.
La labor de las Naciones Unidas durante todo el año se deriva
fundamentalmente de las decisiones de la Asamblea General, es decir, de la
voluntad de la mayoría de los Miembros expresada en resoluciones adoptadas por
la Asamblea. Esta labor la llevan a cabo:
31 Resolución “Unidad para la Paz”, Asamblea de Naciones Unidas, noviembre de 1950.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
62
Las Comisiones y otros órganos establecidos por la Asamblea para estudiar
cuestiones específicas como el desarme, el espacio ultraterrestre, el
mantenimiento de la paz, la descolonización y los derechos humanos e
informar al respecto;
Las Conferencias Internacionales convocadas por la Asamblea; y,
La Secretaría de las Naciones Unidas por conducto de las actividades del
Secretario General y de los funcionarios internacionales.
4. El papel del Secretario General
El Secretario General, nombrado para un mandato de cinco años por la Asamblea
General hace recomendaciones al Consejo de Seguridad. Es “el más alto
funcionario administrativo” de la ONU y, según el Artículo 99 de la Carta, puede
llamar la atención del Consejo de Seguridad sobre cualquier tema que parezca
amenazar la paz y la seguridad internacionales.
Por lo tanto, el Secretario General es más que un funcionario
administrativo; es al mismo tiempo diplomático y activista, conciliador y
provocador. El Secretario General se relaciona ante la comunidad mundial como
el emblema mismo de las Naciones Unidas. La tarea requiere una gran medida de
valor, sensibilidad e imaginación, a todo lo cual el Secretario General debe añadir
un optimismo tenaz: la convicción de que los ideales expresados en la Carta
pueden convertirse en realidad.
En 1977 la Asamblea General adoptó una resolución que otorgaba al
Secretario General la autoridad de nombrar a un vicesecretario, que tendría el
título de director general para el desarrollo económico y la cooperación económica
internacional, y cuya responsabilidad sería dirigir aquellas agencias de la ONU
dedicadas a temas sociales y económicos.32
En consecuencia, el Secretario General tiene el rol de portavoz de la
comunidad internacional y al mismo tiempo de funcionario de los Estados
miembros, especialmente en casos en los que al parecer existen un cierto grado
de fricción. Sin embargo, lejos de limitar su valor, esos perfiles amplios garantizan
un mandato extraordinario para la acción de las Naciones Unidas.
32 Brian, Tomas. Las Naciones Unidas y su Reestructuración. Revista Acervo Histórico, No. 5, vol 8. Barcelona, noviembre de 1994. Pág. 35.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
63
El Secretario General es mejor conocido por el público por utilizar su
jerarquía e imparcialidad: sus "buenos oficios" en interés de la "diplomacia
preventiva". Esto se refiere a las medidas que adoptan el Secretario General o los
funcionarios superiores a sus órdenes, en público y en privado, para evitar que
surjan, aumenten o se extiendan las controversias internacionales.
En efecto, a medida que se desatan acontecimientos y crisis en todo el
planeta, la palabra y los hechos del Secretario General pueden tener profundas
repercusiones. No obstante, su labor entraña consultas diarias con dirigentes
mundiales y otras personas, la asistencia a los períodos de sesiones de los diversos
órganos de las Naciones Unidas y viajes por todo el mundo como parte del
esfuerzo general por lograr que se comprenda mejor el papel de las Naciones
Unidas en los asuntos internacionales.
El Secretario General publica una memoria anual, cuya aparición se
aguarda con ansiedad, en la que evalúa la labor de la Organización y anticipa su
parecer acerca de las prioridades futuras.
Cada Secretario General define la tarea que le corresponde según su época
y generación particulares. En 1992, por ejemplo, el Señor Boutros-Ghali escribió a
petición del Consejo de Seguridad "Un Programa de Paz" que constituye una
propuesta con medidas eficaces de largo alcance para el mantenimiento y la
consolidación de la paz en el mundo tras la terminación de la Guerra Fría. Dos
años más tarde publicó "Un Programa de Desarrollo" que constituye un proyecto
de desarrollo para el siglo XXI.33
En momentos en que la comunidad internacional entra en un terreno en
gran parte desconocido se otorga también al cargo de Secretario General un nuevo
dinamismo y una nueva orientación. Asimismo, el Señor Koffi Annan se ha
comprometido a emprender reformas importantes en el mantenimiento de la paz
de las Naciones Unidas, para lo cual publicó dos informes en 1999 en los cuales
destaca el fracaso de las Naciones Unidas para prevenir el genocidio en Rwanda en
1994 y para proteger a los habitantes de Bosnia y Herzegovina en 1995.
Posteriormente, el Sr. Annan estableció un Panel34 para la elaboración de una serie
33 Boutros Boutros, Gali. “Prevención, Control y Solución de Conflictos. Memoria del ex Secretario General sobre la Labor de la ONU. Revista Tiempo de Paz. No. 43. Op. Cit. Pág. 9. 34 Informe del Panel de Alto Nivel sobre Operaciones de Mantenimiento de la Paz de las Naciones Unidas. Comunicado de Prensa de la Misión de Naciones Unidas para Guatemala –MINUGUA-, agosto de 2000.
La Carta de Naciones Unidas en el Mantenimiento de la Paz y Seguridad Mundial
64
de recomendaciones claras sobre cómo mejorar en el futuro todas las actividades
de las Naciones Unidas en la tarea de la paz y la seguridad.
En ese contexto, se podría decir que en los últimos años el Secretario
General ha tenido un rol más protagónico, específicamente ha emprendido un
esfuerzo incesante durante los últimos períodos por recuperar los principios y
objetivos de la ONU. Así lo expresan los informes anuales del Secretario General
desde 1997 al 2000.
El actual Secretario General, Koffi Annan, ha establecido mecanismos,
espacios de discusión, comisiones y arduos documentos que han dado como
resultado una nueva visión de las Naciones Unidas. Como producto de ello, se ha
conformado un bloque que se destaca por la búsqueda de la democratización de la
ONU, específicamente el Consejo de Seguridad, a manera de darle a la Asamblea
General una mayor responsabilidad en la búsqueda, preservación y mantenimiento
de la paz y seguridad a nivel mundial. Ha sido también una instancia crítica de las
acciones de los países que dominan los destinos del mundo. Por ello, el Secretario
General se ha destacado en su papel de mediador en los conflictos de mayor
intensidad, como la crisis del Golfo Pérsico para buscarle soluciones pacíficas a las
controversias.
Lo anterior, nos da muestra que el nuevo rol de las Naciones Unidas
también requiere de un papel protagónico del Secretario General en la búsqueda
de conciliar los conflictos internacionales y en las medidas de prevención de los
mismos.
Por otro lado, en torno a recuperar los principios y objetivos de la Carta
constitutiva, es indispensable la institucionalidad que el Secretario General está
creando para lograr esta fundamental tarea, lo cual debe representar un
compromiso de todas las naciones del mundo y brindarle todo el apoyo para hacer
de la ONU una organización más equitativa, democrática, solidaria y que
represente a todos los pueblos del mundo, tal como lo establece el preámbulo de
la Carta.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
65
CAPITULO IV
LAS SANCIONES ECONÓMICAS
Y EL ORDEN MUNDIAL
Como ya hemos visto en el capitulo anterior, las medidas emprendidas por
las Naciones Unidas se encuentran adscritas en el capítulo VI, VII y VIII de la
Carta que le dio origen, cuya tarea en términos de implementación compete al
Consejo de Seguridad para la búsqueda de la convivencia pacífica a nivel mundial.
Lo que nos interesa en este estudio es la aplicabilidad de las sanciones
económicas como medidas para la búsqueda de la paz y seguridad mundial
establecidas en la Carta y determinar los factores en que se sustentan, los costos
para el país sancionado, la influencia en las decisiones en política internacional,
pero sobre todo si éstas realmente contribuyen a la paz y seguridad del mundo en
el contexto actual. Entendiendo que los términos de paz y seguridad no solamente
se limita al orden, sino a la convivencia y goce de los beneficios económicos,
sociales, culturales y políticos de la humanidad y el respeto entre las naciones.
Iniciaremos el análisis explicando que las sanciones económicas son el
resultado de una política gubernamental, de una regla o negociación habitual o
relaciones financieras. Podríamos también definirlas como instrumento de la
política internacional para lograr determinados propósitos; así como un medio
importante en la política interna de determinada nación en el logro de sus
propósitos. Esa última argumentación en base a una revisión teórica de casos
podría analizarse en el marco de la realpolitik, cuyo fin es el interés nacional de los
Estados sobre los más débiles.
Al hacer una revisión del surgimiento de las organizaciones internacionales
y tal como las define Theodore Couloumbis como un proceso que se aproxima a la
regulación gubernamental de las relaciones entre los estados-naciones y actores
no estatales1, las sanciones de orden multilateral, en términos generales,
1 Según Theodore Couloumbis, las organizaciones internacionales pueden definirse en tres diferentes niveles: Primero, en términos de sus propósitos. Segundo, en términos de la existencia de instituciones internacionales o en términos de modelos ideales y proyectos para instituciones futuras. Tercero, la organización internacional podría ser definida como un proceso de regulación de gobierno de relaciones entre naciones-estado y actores no estatales. Couloumbis, Theodore A. y Wolfe, James
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
66
aparecieron a la par de éstas. Sin embargo, como lo veremos más adelante la
práctica restrictiva de las sanciones data de varios siglos atrás.
En la Guerra Fría las medidas impositivas, particularmente las sanciones
económicas, resultaron ser un instrumento fundamental en el éxito de la política
internacional. En el contexto del conflicto Este-Oeste aproximadamente el 10 por
ciento de los casos fueron estudiados por el Instituto para las Economías
Internacionales en 19832. No obstante, fueron utilizadas con anterioridad por la
Liga de Naciones durante la Primera Guerra Mundial.
1. La historia de las sanciones económicas
A pesar de que las Sanciones fueron emprendidas por las grandes potencias
e institucionalizadas en el Tratado que dio vida a la Liga de las Naciones y
posteriormente en la Carta de las Naciones Unidas como medidas de coerción o
persuasión en contra de cualquier Estado que atente contra la paz y seguridad
mundiales éstas iniciaron en la historia de la diplomacia antes de la Primera Guerra
Mundial.
La historia da cuenta que los primeros en experimentar este tipo de
practicas fueron los griegos. Se tiene noticia que estos acontecimientos ocurrieron
aproximadamente por el año 445 a.c entre griegos y corintios3.
La ocasión más celebrada fue la regla Megariana de Pericles, ocurrida en el
año de 433 a.c., en el siglo V, en respuesta a la invasión Megariana y a la toma de
rehenes de tres mujeres. En esa ocasión las acciones produjeron una guerra4
como consecuencia del tratado que celebró Pericles con los Lacedonios. La
Asamblea de Atenas dictó un decreto por medio del cual se impedía la circulación
en el mercado ateniense de productos de Megara y se le cerraran los puertos a los
productos. Esta situación se llevó a cabo debido a que Megara quiso separarse de
la alianza ateniense.
H. Introduction to International Relations. Third edition. Prentice Hall, Inc. United States of America, 1986. Pág. 276. 2 Ver. Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals, Policy Analyses In International Economics, No. 6. Institute for International Economics, Washington, DC., October 1983. 3 González, Mónica. Sanciones Económicas como Instrumento de Presión Política, Revista Estudios Internacionales, Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-, año 6, No. 12. Guatemala, Julio-Diciembre de 1995. Pág. 148. 4 Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals, Policy analyses in International Economics, No. 6. Op. cit. pag.4.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
67
La palabra boicot aparece en el año 1,870 cuando en Irlanda el Inglés
Charles Boykott, encargado de las propiedades de Lord Earne, trata con dureza e
injusticia a los arrendatarios y a la población mercantil, lo que obligó a dicho
personaje a abandonar Inglaterra.5
Las razones comerciales y la lucha por obtener mejores mercados colocan a
las sanciones como el instrumento idóneo para obtener ciertos objetivos. En este
marco se sitúan como parte de políticas exteriores de varios Estados
especialmente los más desarrollados derivado del auge del comercio hasta la
Primera Guerra Mundial. A partir de allí los objetivos se convierten en comunes y
la lucha por la paz y la seguridad mundial pretende ser un fin universal y las
sanciones son utilizadas para evitar la guerra.
En adelante, la rica historia griega despertó en la diplomacia la necesidad de
utilizar estas medidas. Así se inicia con la Primera Guerra Mundial la necesidad de
imponer sanciones económicas, por supuesto en un nuevo orden que se
desdibujaba a inicios del siglo XIX, con un reacomodamiento del poder.
Después de la Primera Guerra Mundial los intercambios comerciales
florecieron fortaleciéndose lo que hoy se conoce como globalización. Por ello, es
que las sanciones resultaron ser una arma fuerte pues los mercados nacionales
dependían cada vez más del mercado mundial para sobrevivir. Razón por la cual
Woodrow Wilson fortaleció este tipo de medidas y las autodenominó los
“remedios económicos, pacíficos, silenciosos y por los cuales se evitan
confrontaciones directas que puedan costar vidas y a las cuales ningún país
moderno pueda resistir”6.
De esta manera la Sociedad o Liga de Naciones establecía en el artículo 16
del Pacto la aplicación de sanciones para obligar a un Estado a mantener el orden
internacional. Sin embargo, las naciones que conformaban la Liga no eran
suficientes para lograr coaccionar a los Estados que se negaran a apoyar un
embargo comercial. La visión idealista de esta organización no permitió el éxito en
5 Ortiz Orellana, Avidan, “Medios Coercitivos para Pretender Resolver Conflictos Internacionales en el Ámbito del Derecho Internacional Público”. Tesis de Abogado y Notario. Universidad de San Carlos de Guatemala. Guatemala, 1988. Pág. 12. 6 Chistiansen, Drew, S. J. y Powers, Gerard F. Economic Santions: Panacea of Peacebuilding in a Post-Cold World?. Westview Press. Colorado, USA, 1995. Pág. 97.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
68
la aplicación de este tipo de coacción.7 Originalmente, en el período entre guerras,
la sociedad tenía la visión de ampliar la atención hacia las sanciones económicas y
la necesidad de que éstas podrían ser sustituidas por agresiones armadas, pero la
historia que marcaría después el nacimiento de fuerzas como el nazismo, fascismo
y otras, obligaron a unir esfuerzos en pro de las intervenciones militares.
Durante la Segunda Guerra Mundial, los objetivos requeridos con el uso de
sanciones mantuvieron una distintiva imagen militar. Las sanciones fueron
usualmente impuestas para obstaculizar las exploraciones militares o para
complementar una guerra de alta densidad.
En el período post Segunda Guerra Mundial las políticas externas de
diversos naciones se modificaron hacia un interés más común, pero las sanciones
siguieron siendo una aspecto de orden para forzar a un país objetivo a sacar a sus
tropas de la línea de conflicto, para abandonar planes de adición territorial, o para
desistir de otras expediciones militares. En la mayoría de instancias, en el período
post guerra, en donde fueron impuestas las medidas económicas para actuar en
contra del ejercicio del poder militar, los Estados Unidos iniciaron un papel de
policía internacional. Por ejemplo, los Estados Unidos presionaron a los franceses
y británicos a dejar el Canal de Suez, en 1948-9. Luego en 1960, los Estados
Unidos persuadieron a Egipto y fueron capaces de forzar a los holandeses a dejar
fuera de sus esfuerzos militares a sacar sus tropas de Yemen y el Congo en el
mantenimiento del desarrollo y la ayuda alimentaría.8
Durante la Guerra Fría, las sanciones fueron utilizadas como un instrumento
de política exterior. En el conflicto Este-Oeste estas medidas significaron un punto
medular en los objetivos de la política exterior, por lo que la aplicación de
sanciones obedecieron a diferentes y complejas razones pero en general por
aspectos ideológicos9.
Sin embargo, en muchos casos la amenaza o imposición de sanciones no
resultaron ser exitosos. Ejemplos de ellos fueron la permanencia de las tropas
turcas en Chipre casi una década después de la invasión y la amenaza de una
restricción económica estadounidense a mediados de 1970. Así como la
7 Ver también la tesis de García Portillo, Patricia Cecilia. “La Inefectiva Aplicación de las Sanciones Económicas por la Organización de Naciones Unidas, Análisis de Caso de Irak”. Universidad Francisco Marroquín, Instituto de Estudios Políticos y Relaciones Internacionales. Guatemala 2000. 8 Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals, Policy Analyses in International Economics. Op. Cit. Pág. 7 9 González Mónica, Sanciones Económicas como Instrumento de Presión Política. Op. Cit. Pág. 148.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
69
ocupación soviética en Afganistán a pesar del boicot de la ex URSS. En ese
contexto, las potencias más importantes nunca han sido capaces de detectar las
expediciones militares de otras principales potencias simplemente concluyeron el
uso de sanciones económicas.
Uno de los aspectos importantes es que las sanciones económicas han
ganado y perdido popularidad, como ha sucedido con muchas de las medidas de
coerción. Después de la Primera Guerra Mundial, grandes esperanzas descansaron
en estas medidas visualizándolas como armas económicas.
En el marco de las organizaciones internacionales, la Liga de las Naciones
tuvo menos éxito con el uso de sanciones en contra de los países pequeños
durante los años de su existencia, en particular en los primeros, por ejemplo la
derrota de la campaña en contra de Italia, las armas económicas empezaron a
descender respectivamente. Los académicos empezaron a ver sus efectos
contrarios, sobre todo desde la opinión pública que consideraba que no
correspondían a una política equitativa entre los países.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el realce de las armas económicas,
como se les conocía comúnmente a las sanciones económicas, volvieron a ser un
punto de discusión, luego de que los aliados impusieran medidas en contra de
Japón y Alemania. No obstante, en la Guerra Fría las medidas impuestas en
contra de la república de Cuba por Estados Unidos y las Naciones Unidas en contra
de Rodesia dieron como resultado el descontento público10.
En el nuevo orden internacional, como se le conoce al periodo post Guerra
Fría, las sanciones económicas que se aplicaron fueron en contra de países como
Panamá, Lituania, China, Haití, Irak, Corea del Norte y Bosnia Herzegovina, con el
argumento de la amenaza a la democracia y los derechos humanos del sistema
internacional.11
2. Las sanciones y la política internacional
Estas medidas también son implementadas: 1) unilateralmente, como es el
caso de Estados Unidos en contra de Cuba, o 2) como parte de una práctica
común, como la Liga de Naciones Unidas en contra de Italia en 1935-6; las
10 Datos proporcionados por Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Schott. Op cit. Pág.535. 11 Ver: Díaz, Albónico Rodrigo, Reflexiones sobre Legitimidad y Sanciones Internacionales. Revista Diplomacia No. 66. Santiago de Chile, diciembre de 1994.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
70
Naciones Unidas en contra de Rodesia en 1965-79; los países aliados del bloque
occidental en contra de Alemania y Japón en 1939-45; y por Naciones Unidas
como es el caso de Irak. A éstas se les conoce como Sanciones Económicas
multilaterales. La utilización de las sanciones a menudo han sido practicadas por
lideres mundiales, o mejor dicho por potencias mundiales, no así por países
pequeños.
Las sanciones económicas han representado una política alternativa de
impacto rápido de los Estados Unidos. Un estudio en 1,997 de la Asociación
Nacional de Manufactureros listó 35 países amenazados por las sanciones
norteamericanas sólo en el período de 1993-1996. Tal como lo especifica Richard
N. Haass12 la importancia no es la frecuencia con que se utilizan este tipo de
medidas, sino el incremento de las mismas en la política exterior de Estados
Unidos13.
Las sanciones, predominantemente las económicas, pero también las
políticas militares influyen en los países y entidades (como los organismos
internacionales) a alterar inaceptablemente su comportamiento político y militar .
Estados Unidos, más que otros países utilizan dichas medidas para evitar la
proliferación de armas de destrucción masiva y mísiles balísticos, promover los
derechos humanos, para ponerle fin al terrorismo, contrarrestar el trafico ilegal de
estupefacientes, evitar la agresión armada, proteger el medio ambiente y derrocar
a gobiernos que representan una amenaza para su política exterior 14.
Las sanciones pueden tomar forma de embargos de armas, reducción y
recorte de ayuda internacional, limites en la importación y la exportación,
congelación de beneficios, incrementos en las tarifas, decrecer la cuota de
importación, anular los estatutos de Nación más Favorecida, anular el derechos de
voto en organizaciones internacionales, rompimiento de relaciones diplomáticas,
renegación de visas, cancelación de vías aéreas, cancelación de créditos y
financiamiento y prohibición de utilizar sus reservas financieras.
Como objetivo de las relaciones internacionales el crecimiento de las
sanciones económicas en muchos casos ha sido deplorable.
12 Haass Richard N. Economic Sanctions and American Diplomacy. Brokling Institution Editors. United States, 1997. Pág. 48. 13 Ver también: Preey Ernest, Feeling Good or Doing Good with Sanctions. Unilateral Economic Sanctions and the US National Interest . Politik und Gesellschaft. Friedrich-Ebert-Stiftung, ed. No. 1. Alemania, 2001. Pág. 99-100. 14 Hass Richard N. Economic Sanctions and American Diplomacy. Op Cit. page. 51.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
71
Una de las razones por las que las sanciones no han tenido el resultado
esperado para Naciones Unidas y Estados Unidos, es que las mismas han tenido
efectos contraproducentes como el incremento del nacionalismo y las criticas
generalizadas sobre la intromisión a la autodeterminación y soberanía nacional, ya
que han sido vistas como un medio por el cual occidente pretende terminar con la
cultura y religión de varias naciones acusadas de fundamentalistas.
3. Tipos de sanciones
Existen diferentes formas por las cuales un Estado puede causar costos a
otro Estado por medio de las medidas coercitivas. Estas pueden ser: 1) limitar las
exportaciones; 2) restringir las importaciones; y, 3) el impedimento de
financiamiento, incluyendo la reducción de ayuda externa15.
En la Carta de Naciones no se especifica explícitamente el tipo de sanciones,
sin embargo dice claramente que las medidas para hacer efectivas sus decisiones
(...) podrán comprender la interrupción total o parcial de las relaciones económicas
y de las comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas,
radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de relaciones
diplomáticas16. Así también se refiere al uso de la fuerza militar, como medidas
“alternativas”17 al uso de la fuerza, incluyendo los bloqueos y operaciones
ejecutadas por fuerzas aéreas, navales o terrestres del Consejo de Seguridad.18
A nivel internacional dentro de los tipos de sanciones reconocidas como tal
se mencionan los términos: bloqueo, boicot, embargo y sanción, razón que nos
obliga a mencionar su definición:
3.1 Bloqueo: es un tipo de medida que puede ser naval o terrestre, se
refiere a la interrupción de la libre circulación de personas o mercancías
para aislar un país. Significa el cierre de toda comunicación exterior de una
fortaleza, puerto, rada, para lograr así la rendición de un país por la fuerza
15 Cristiansen Drew, SJ, Powers, Gerard F. Economic Sanctions: Panacea or Peacebuilding in a Post-Cold World?. Op. Cit. Pág. 80. 16 Carta de Naciones Unidas, Capítulo VII, Acción en Caso de Amenazas a la Paz, Quebrantamientos de la Paz o Actos de Agresión, Artículo 41. 17 Se podrían interpretar que con relación a las medidas a implementar para cualquier amenaza a la paz y quebrantamiento de la paz, la decisión del Consejo de Seguridad de utilizar la fuerza militar deriva de la no eficacia de las medidas coercitivas. No obstante, en la práctica el uso de la fuerza ha gozado de prioridad ante las medidas coercitivas. 18 Carta de Naciones Unidas, Artículo VII, Acción en Caso de Amenazas a la Paz, Quebrantamientos de la Paz o Actos de Agresión, Artículo 42.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
72
de las armas o por hambre. Es toda operación que tienda a cercar, aislar,
envolver, encerrar, acorralar al enemigo, fijando su rendición o su
exterminio.19
3.2 Boicot: Los individuos, grupos u organizaciones civiles rompen
relaciones comerciales sin estar respaldados por la ley. En términos
jurídicos significa la anulación de toda relación comercial o social, impuesta
a una persona, industria, comercio, para obligarle a ceder o transigir20.
3.3 Embargo: Aquí se suspende la importación y/o exportación de uno o
varios productos como acción represiva contra conductas políticas que una
nación enemiga emita o simplemente por emitir determinada postura. Se
entiende por medida de carácter internacional, débase la iniciativa a la
actitud unilateral de alguna potencia, a la plural de varias concertadas al
respecto o a la generalidad de las naciones agrupadas en una entidad
mundial, con prohibición del comercio de armamento u otros productos de
interés militar, y también la que afecta a fondos en el extranjero21.
3.4 Las sanciones son una penalidad aplicada por violar un estatuto
universalmente aprobado. Pueden ser moral, condena mediante la opinión
pública, armas: acción militar; o económicas. Irrupción comercial en uno o
varios productos; las finanzas, el rompimiento de relaciones, comerciales y
hasta turísticas22. Son medidas de carácter jurídico, económico o militar
que la comunidad de naciones establece contra un país, declarado agresor
sin haber recurrido a los procedimientos preventivos internacionales contra
la guerra.23 Estas medias las preveía ya el artículo 16 del Pacto de la
Sociedad de las Naciones después de la Primera Guerra Mundial.
En cualquiera de los casos existe una interrupción de las relaciones
comerciales, por lo que se daña significativamente al país al que se le impone la
medida. Se dá un rompimiento de las exportaciones, mientras que las
importaciones se colocan en un punto crítico. Los precios de exportación tienden a
19 Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, tomo I. Pág. 502 20 Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, tomo II Pág. 506. 21 Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual, Tomo III Pág. 59. 22 Mónica González. Sanciones Económicas como Instrumento de Presión Política. Revista de Estudios Internacionales, IRIPAZ. Op. Cit. Pág. 148. 23 Diccionario Enciclopédico de Derecho Usual. Tomo IV. Pág. 32
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
73
bajar, mientras que los precios que se pagan por la importación de los productos
de substitución suben significativamente.
Casi siempre se incrementan los controles a las importaciones, puesto que los
países víctimas encuentran mercados alternativos o preparan un acuerdo
comercial con terceros países que evaden los controles de importación. Por otro
lado, los países que imponen las sanciones a menudo no gozan de autoridad legal
para imponer controles de importación por razones de política exterior.
Los países objetivos, o a los que se les impone sanciones, comúnmente se ven
afectados por la interrupción de las finanzas comerciales y oficiales. La
interrupción de las finanzas comerciales usualmente conducirá a la búsqueda de
finanzas alternativas por medio de prestamos externos. En consecuencia, dicho
país se ve obligado a pagar fuertes intereses por los créditos obtenidos. Lo mismo
sucede cuando las finanzas oficiales son paralizadas. Cuando un país pequeño es
víctima de estas medidas, los fondos de las finanzas oficiales a menudo provienen
de un control externo. Finalmente, el control financiero y comercial es un
congelamiento de las reservas del país sancionado; un congelamiento no
solamente paraliza el movimiento financiero sino también impide las relaciones
comerciales directa e indirectamente.
4. El objetivo de las sanciones
El estudio de las sanciones, no muy comunes por cierto, dan cuenta de que éstas
forman parte de la diplomacia internacional, como un instrumento de coerción en
el marco de los propósitos de los gobiernos a alcanzar una respuesta en particular.
El propósito de los países que utilizan este tipo de medidas es el deseo de
interferir en el contexto internacional y lograr un objetivo particular24. Son
medidas que coartan y ahogan, si se puede llamar de esta manera, a un país en
particular para ceder a determinadas políticas que afectan o benefician a otro y
otros en su conjunto.
Al final de la Primera Guerra Mundial la razón clásica de imposición de
sanciones económicas era persuadir hostilmente a los países a que abandonaran
sus expediciones militares. Comúnmente los países que imponen las sanciones
buscan la solución de un problema que afecta o amenaza el alcance de su política
24 Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals. Op. cit. Pág. 43
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
74
exterior. En efecto, las sanciones son impuestas como penas económicas con el
objetivo de coartar al país sancionado a alterar sus políticas. En esa instancia, si
las sanciones no tienen un costo difícilmente podrán cambiar la conducta exterior.
A nivel de organizaciones internacionales el objetivo es más común, porque
responden a un aspecto particular de la política internacional. En la época
contemporánea el objetivo central es resguardar la seguridad internacional,
llámese “orden internacional”. Como medida conjunta las sanciones se convierten
en un instrumento de la política internacional.
Los objetivos más comunes que se persiguen son:
Regresar al status quo anterior al acto de agresión
Demostrar una postura en política exterior (o la línea ideológica del
gobierno)
Mandar un mensaje a terceros países25
Un cambio en la política del país sancionado
Desestabilizar el gobierno del país sancionado, incluyendo un objetivo
adicional como lo es el cambio en la política de ese país.
Ponerle fin a una incursión militar (como en el caso de las sanciones de
Gran Bretaña en contra de Argentina con las Islas Malvinas.
Destruir la potencia militar de un país determinado
Cambio de políticas de un país determinado en una forma más aplicable,
como fue el caso de la campaña de las Naciones Unidas en contra de
Sudáfrica referente a las políticas del apartheid y el control de Namibia.
En algunas ocasiones en un caso en que se impongan sanciones puede tener
más de un objetivo. En la campaña contra Cuba el principal objetivo era la
expropiación de productos, la desestabilización, fortalecer la interrupción en las
incursiones militares y por supuesto poner fin a lo que podría ser el desenlace del
comunismo en América Latina y el Caribe26. Sin embargo, la desestabilización
representó una meta menor, que las referidas a la disputa sobre las
expropiaciones.
25 González Mónica, Sanciones Económicas como Instrumento de Presión Política. Op. Cit. Pág. 149. 26 Plática con Regalado Roberto miembro del Departamento de América Latina del Partido Comunista de la República de Cuba, enero de 2000.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
75
Se puede mencionar como ejemplo el caso de Argentina, en el cual Estados
Unidos estuvo inicialmente preocupado por terminar la supuesta relación entre ese
país y el fascismo; más tarde los norteamericanos empezaron considerar a Juan
Perón, Presidente de Argentina como un exponente del fascismo, razón para
removerlo de su puesto. 27
A menudo las naciones que imponen las sanciones no tienen con claridad las
metas que creen alcanzar con estas medidas. Como Estados Unidos contra el
Gobierno de Salvador Allende en Chile o los sandinistas en Nicaragua. Sin
embargo, las metas que persiguen originalmente pueden cambiar en el transcurso
de un episodio determinado.
Los factores para la imposición de sanciones pueden ser variados, internos o
externos, que producen acciones del país que sanciona como medida para
conseguir las metas de su política exterior. Pueden existir diferentes elementos
que pueden influenciar en la imposición de sanciones en un conflicto determinado;
los factores que influencian un episodio específico son a menudo abstractos, pero
pueden dividirse en políticos y económicos. Los primeros pueden representar las
maniobras utilizadas y el nivel de cooperación de terceros países. En cuanto al
factor económico, se refiere a los costos que el país sancionado tendrá como
consecuencia del rompimiento de las relaciones comerciales y al flujo de
mercancías, las interrupciones financieras (según sea el tipo de sanción), la
interrupción de las exportaciones e importaciones.
Otra razón de utilizar las sanciones es la política de “prevención”. En el
caso de que se esté avanzando en una práctica que ponga en juego una política
particular o conjunta. Con esto se puede explicar como en la actualidad se habla
de prevenir las amenazas a la paz y seguridad mundiales por parte del Consejo de
Seguridad con la imposición de sanciones económicas. Las sanciones han sido
utilizadas como substituto de otras medidas, como un golpe diplomático sobre
acuerdos que pueden ser dirigidos en espacios en donde las sanciones si lo hacen,
como un acuerdo parcial de intervención militar. Entre las medidas más extremas
están las acciones secretas o acciones militares.
Las sanciones pueden proveer un punto intermedio en la solución de un
problema internacional, como una amenaza antes de una acción militar. Sin
embargo, éstas afectan a la política domestica de un país, pues se va coartando 27 Datos de Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions... Op. Cit. Pág. 103.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
76
progresivamente a la nación sancionada, provocando un aislamiento internacional
que presiona fuertemente a lo interno, especialmente en su economía, sin ser una
medida directa, que se conduce hacia una desestabilización social y política.
Aunque a veces en el aspecto político, según sea el caso, produce un descenso o a
veces auge de los regímenes gobernantes, como en el caso de Irak o Cuba en
donde la población apoya al régimen debido a la presión internacional.
Resumidamente, los motivos para imponer sanciones pueden tener
diferentes visiones: 1) para el país objetivo (sancionado) el que impone no justifica
sus acciones; 2) para los aliados, las palabras serán fortalecidas con acciones; 4)
para el resto de gente, el gobierno que impone actúa en defensa de intereses
vitales de la nación28, y 5) para la ciudadanía del país sancionado el objetivo del
que impone no es acorde a la democracia interna.
5. Éxito o fracaso
El éxito de un caso en el que se imponga una sanción económica es visualizada
desde la perspectiva de la nación que impone la medida. Según sea el objetivo que
persiga se medirá el nivel que la imposición logre obtener y la contribución
positiva de la sanción a dicho objetivo. En ese sentido, la medición de éxito o
fracaso se determinará según las metas establecidas en la política exterior del país
que impone la sanción. A menudo éstas logran cambiar el comportamiento interno
del país sancionado; por lo que el resultado sería satisfactorio para el objetivo del
que impone.
Para la nación sancionada el caso es inverso. Los efectos son devastadores
y el nivel de crisis que puede provocar depende de la estabilidad económica y
política de su gobierno en el momento en que se le impone la sanción. En efecto,
las sanciones están diseñadas para dañar al país sancionado o país objetivo por su
resistencia a continuar con su conducta.
En teoría, el país objetivo medirá los costos de la sanción impuesta
enfrentándolos a los beneficios derivados de sus políticas que continúa ejerciendo.
Sin embargo, la medición en números es abstracta y depende mucho de la
habilidad y fortaleza de país sancionado, así como su estabilidad y tamaño de su
28 Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals. Op. Cit. Page 11.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
77
economía. En este caso, la moneda nacional se devalúa considerablemente, las
exportaciones e importaciones declinan y fuerzan al país a vender sus reservas.
Es necesario enfatizar que las sanciones económicas a menudo arrastran a
la desestabilización al país sancionado sin tomar medidas compensatorias. Así
ocurrió durante el período de la Primera y Segunda Guerra Mundiales; las
sanciones económicas empezaron a empujar al país objetivo a una
desestabilización y confrontación que llevaba en algunos casos a fortalecer una
guerra mayor.
En algunas ocasiones, más que todo durante las guerras mundiales, las
sanciones empezaron a ser una contribución para el colapso del orden
internacional en vez de fortalecerlo. Puesto que se engendraba el nacionalismo y
la xenofobia, contribuyendo, durante ese tiempo, al restablecimiento de conflictos
entre países y a las guerras mundiales. En ese sentido, los efectos, en términos de
medición serían nocivos para la paz y seguridad mundiales.
No todas las sanciones son efectivas en términos de cambiar una conducta
de otros países. Una razón del mal funcionamiento es el plan: las sanciones
impuestas pueden simplemente ser inadecuadas para alcanzar los objetivos
requeridos, las metas pueden ser indefinidas; las medidas (fondos) demasiado
moderados, o se puede también encontrar con la indiferencia de la cooperación de
otros países –cuando es necesario- en la imposición de estas medidas.
Una segunda razón para el fracaso es que las sanciones pueden crear su
propio antídoto. En particular, las sanciones económicas pueden unificar el país
objetivo y fortalecer al gobierno de esa nación y, consecuentemente, buscar
alternativas comerciales.
Una tercera razón que ha provocado que la aplicación no haya logrado éxito
en las medidas económicas es que las sanciones pueden promover y fortalecer a
aliados poderosos del país objetivo, en búsqueda del balance de poder como
resultado de las mismas sanciones. En el período posterior a la II Guerra Mundial,
la búsqueda de ese balance o del orden ocurrió en casos en donde las grandes
potencias encontraron ciertas divergencias ideológicas en las políticas de una
nación pequeña, como en el caso de la ex Unión Soviética con Yugoslavia, los
Estados Unidos con Cuba, la ex Unión Soviética con Albania en 1961-82, y los
Estados Unidos con Nicaragua en 1981 y recientemente el caso que nos merece
atención: Estados Unidos con Irak.
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
78
Las sanciones pueden afectar al país objetivo según afecten los
intercambios comerciales y financieros. A pesar de ello, el algunos casos, el
impacto de las sanciones tiene un sentido positivo para el país sancionado. Lo
último depende grandemente de la ayuda internacional que pueda recibir de
potencias más fortalecidas, en términos económicos.
Los efectos nocivos para ambas partes, el sancionado y el sancionador, lo
representan aquellos hechos que rebasan las políticas gubernamentales, como lo
es el contrabando, la triangulación y participación de países ajenos al proceso
comercial. En ese sentido, se desarrolla el mercado negro y el enriquecimiento de
ciertos sectores participantes en el flujo comercial29.
Los costos no sólo han sido para el país sancionado y esto representa uno
de los mayores fracasos. El país o miembros de un organismo internacional que
imponen las sanciones también se ven afectados, especialmente las empresas
nacionales quienes tienen determinada relación comercial con el país sancionado.
Según los estudios, las empresas norteamericanas, especialmente las industrias,
fueron afectadas por las medidas iniciales derivadas del embargo impuesto a
Cuba. Desde la imposición de tales medidas las empresas han sabido
sobreponerse, pero a menudo suele suceder que las empresas nacionales del país
que impone salen afectadas, obligándolos a buscar otros mercados consumidores
para exportar sus productos. En el caso de las sanciones impuestas a Libia,
algunas compañías de aceite norteamericano se colocaron en una posición
desventajosa.30 Sin embargo, “alcanzar las metas” siempre es el objetivo
principal de la política exterior del gobierno que impone las sanciones; si esto
llegase a suceder sería un éxito evidente para la nación sancionadora y,
consecuentemente, devastadora en términos políticos, económicos, sociales y a
veces culturales para el país al que se le ha impuesto dicha medida.
Los argumentos oficiales en contra de las sanciones señalan que su fracaso
se debe a que no se han establecido limites y mecanismos de gradualidad en
tiempos específicos para su aplicación. Además, se señala que dichas medidas
distan la atención de otras medidas más eficaces y que no van directo al objetivo
que plantea el país sancionador. Sin embargo, el tema de la gradualidad también
29 González, Mónica. Sanciones Económicas como Instrumento de Presión Política. Op. Cit. Pág. 151. 30 La mayoría de los casos que se mencionan en este capítulo se encuentran en: Hufbauer, Gary Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals. Op. Cit. p. 45
Las Sanciones Económicas en el Orden Mundial
79
es un argumento de los que se encuentran a favor, pues consideran que estas
medidas funcionan, a largo plazo, esperando que la presión económica derrote el
régimen en turno supuestamente incapacitado para satisfacer las demandas de la
población civil.
Para finalizar este capítulo, concluiremos que se ilustra el papel importante
que han jugado las sanciones económicas desde la Primera Guerra Mundial en el
marco de conducta de la política exterior de las grandes potencias, que son las que
en su mayoría han impuesto las sanciones económicas, pero muy en especial se
encuentra Estados Unidos quien ha hecho uso de estas medidas más que el resto
de las naciones, incluyendo las organizaciones supranacionales como la Liga de las
Naciones y las Naciones Unidas.
Los casos documentados sobre sanciones han comprobado que los países
sancionados son mucho más pobres y pequeños que los que imponen las
sanciones. En ese sentido, una pequeña parte de los movimientos comerciales y
financieros son afectados, y el país que impone la sanción tiene un efecto
significativamente negativo, pero no afecta a su comercio ni a sus relaciones
comerciales. Sin embargo, los países vecinos o terceros países son afectados
grandemente sobre todo cuando sus economías son igualmente pequeñas y
débiles.
En el siguiente capítulo se examinará el caso concreto de Irak como estudio
de la aplicación de las sanciones económicas impuestas por Naciones Unidas.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
80
CAPITULO V
LAS SANCIONES ECONÓMICAS EN
EL MUNDO CONTEMPORÁNEO
En los años noventas y principios del siglo XXI hemos sido testigos de
conflictos de una inmensa brutalidad, situando en lista de barbarie a niveles
intolerables para una humanidad que camina al cambio del milenio con el limitado
orgullo de dominar como nunca la tecnología y la ciencia, pero con una
limitadísima capacidad para universalizar la dignidad y el bienestar. Somalia,
Ruanda, Bosnia, Zaire, Burundi y Afganistán son algunos de los ejemplos de
desastres humanos, tanto por el número de víctimas como por los métodos usados
(genocidio, limpieza étnica, entre otros) y por las limitadas respuestas de la
sociedad internacional que, además de no prever muchas situaciones, se ve
incapaz de reaccionar para aliviar las consecuencias y el sufrimiento de las
poblaciones que tienen la desventaja de encontrarse en tales situaciones.
Estudios revelan que entre 1989 y 1993 tuvieron lugar 90 conflictos
armados, localizados en 61 sitios, en los que estuvieron implicados 60 gobiernos.
Esto significa que un tercio de los Estados miembros de las Naciones Unidas han
estado participando en la mayoría de ellos1.
No obstante las medidas adoptadas para resolver los conflictos y aliviar sus
efectos han sido infructuosos, a pesar de que la letra de la Carta de Naciones
Unidas dá prioridad a las acciones pacificas: negociaciones y diálogos. Sin
embargo, han predominado las medidas coercitivas y el uso directo de la fuerza.
A raíz de los cincuenta años de Naciones Unidas, en 1998, que significaría la
esperanza de ir confluyendo una organización internacional acorde a una nueva
era, se fue fortaleciendo la necesidad de discutir sobre sus reformas, en especial
sobre las medidas adoptadas en el capítulo VII de la Carta de Naciones Unidas; el
papel del Consejo de seguridad y de la Asamblea General; y, las acciones para la
resolución de conflictos incluyendo la prevención y las acciones humanitarias.
1 Edward E. Azar y John W. Burton, eds. International Conflict Resolution. Sussex, Wheatsheaf, 1986; John W. Burton: Resolving Deep-Rooted Conflict. Londres, University Press of America, 1,987.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
81
Diversas reuniones de la ONU y reportes de los Secretarios Generales de la
Organización han llevado implícitas éstas prerrogativas. En lo que concierne a las
medidas para la resolución de conflictos, amenaza o agresión a la paz, y muy
específicamente relacionadas a las sanciones económicas –que es el objeto del
presente estudio- han ocupado un lugar predominante en la discusión con
respecto a su efectividad para lograr los objetivos de la comunidad de naciones en
general.
Muchos países miembros de Naciones Unidas han manifestado su rechazo a
las sanciones económicas como medidas eficaces para prevenir cualquier amenaza
a la paz y seguridad mundiales, especialmente cuando se tratan de medidas
unilaterales de algunos Estados en la imposición de estas medidas en contra de
otros, pues no sólo afecta grandemente al país sancionado sino a terceros países,
empresas comerciales y ciudadanía en general, sin lograr atacar a los líderes que
emprenden acciones que provocan la imposición de sanciones.
Los argumentos para rechazar este tipo de medidas han sido varias, entre
ellas que las medidas atentan contra terceros, empresas comerciales y
poblaciones civiles -como ya se ha mencionado-; pero además atenta contra la
soberanía de los países al restringirle la libertad de movilización, navegación,
comercio, transacciones, etc.. Por ello es que este tipo de imposiciones son
consideradas una intervención en los asuntos internos, especialmente cuando las
justificaciones de los Estados que imponen se dirigen a cambiar el sistema o
régimen del Estado sancionado; - pero sobre todo, y lo más importante-, muchos
de los países a nivel mundial, mayoritariamente miembros de las Naciones Unidas,
consideran que estos “instrumentos” de la política exterior violan “flagrantemente”
la Carta de las Naciones Unidas, con especial preeminencia los principios y
objetivos de su creación2.
Dentro de los países que continúan siendo presas de estas medidas
coercitivas, las sanciones económicas, tanto unilateral como colectivamente (en
este caso aplicadas por la ONU) se pueden mencionar: Irak, Cuba, Sudán y Libia.
Dichos países han expresado en diversos foros mundiales que los efectos que han
provocado las mismas han sido devastadoras para su nación, en especial la
2 En reportes de prensa de las Naciones Unidas, los discursos de los representantes de los Estados miembros reflejan el rechazo con las argumentaciones mencionadas. Ver: Press Release GA/9349; Press Release GA/L/3110; Press Release GA/SHC/3356.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
82
población más vulnerable como lo constituyen los niños, los ancianos y las
mujeres, quines se ven afectados por las restricciones a las que los gobiernos se
ven obligados a implementar.
1. LAS SANCIONES ECONOMICAS IMPUESTAS A IRAK
1.1 Antecedentes
Aunque Irak fue mayoritariamente conocido a nivel mundial en los medios de
prensa a raíz de la guerra del Golfo Pérsico a partir de 1990, es una nación muy
importante; lo ha sido durante su historia al haber sido cuna de las grandes
civilizaciones de la antigüedad, y lo es por su riqueza en petróleo y recursos
naturales de origen mineral.
Irak empezó a ser un país de interés para las potencias a finales del siglo
XIX, cuando Alemania y Gran Bretaña rivalizaron en la lucha por el control
comercial del área mesopotámica. Los británicos empezaron a estar interesados
en controlar Irak como ruta terrestre directa hacia la India. En 1861 fundaron
una compañía de barcos de vapor para navegar por el Río Tigris hasta el Puerto
de Basora. Mientras tanto, Alemania planeaba la construcción de un ferrocarril en
Oriente Próximo que comunicara Berlín y Bagdad; pese a la oposición británica,
obtuvo una concesión para construir un ferrocarril hasta el Golfo Pérsico. A
pesar de la derrota, el gobierno británico intentó consolidar su posición haciendo
tratados con los lideres árabes locales, lo que permitió obtener una concesión
para explotar los campos petroleros de Irán en 1901; ocho años después se
constituyó la Anglo-Precian Oil Company, mas tarde Anglo-Iranian Oil Company.
Con la entrada de Turquía en la I Guerra Mundial (1914-1918) como
aliada de los imperios centrales, las fuerzas británicas invadieron el sur de
Mesopotamia en noviembre de 1914 y avanzaron gradualmente hacia el norte a
pesar de la fuerte oposición kurda. En marzo de 1,917 ocuparon Bagdad y en
octubre de 1,918 controlaron totalmente Mesopotamia.
Los británicos instaron a los dirigentes árabes a tener una revuelta contra
los territorios kurdos a cambio de su independencia. Los éxitos que se obtuvieron
en ésta lograron la libertad del territorio árabe. En 1,918 se firmó un armisticio
con los turcos y los gobiernos francés y británico lanzaron una declaración
conjunta asegurando la intención de ayudar al establecimiento de los Estados
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
83
árabes independientes en las antiguas zonas controlados por Turquía, lo que
impedía que los árabes formaran un único Estado nacional árabe.
Esta decisión de las potencias llevó a los dirigentes árabes de
Mesopotamia a llevar un levantamiento contra los británicos que todavía se
encontraban en territorios Iraquíes. El excesivo gasto que supuso para los
británicos este levantamiento hizo que el gobierno de Gran Bretaña decidiera
poner fin a su mandato en Mesopotamia y diseñara un plan para dotar de
gobierno provisional al nuevo Estado de Irak. Este debería ser un reino con un
gobierno dirigido por un consejo de ministros árabes, bajo la supervisión del Alto
Comisionado Británico. En ese contexto, Faysal paso a ser el dirigente del Nuevo
Estado y en agosto de 1,921 fue elegido rey tras un plebiscito por el cual obtuvo
la mayoría de votos.
Las constantes amenazas de Arabia y Turquía contra la integridad del
Estado Iraquí forzó a los británicos a mantener sus tropas en Irak y la agitación
contra el mandato británico en el interior del territorio continuo. En 1922 se
firmó un tratado de alianza entre los dos países para un plazo de 20 años.
Posteriormente una Asamblea Constituyente aprobó una ley orgánica que
establecía la forma definitiva del gobierno de Irak y se acordó llevar a efecto las
primeras elecciones parlamentarias del país. En 1927 el rey Faysal solicito el
apoyo británico para que Irak ingresará a la Sociedad de Naciones. La aceptación
de estos obligó a terminar formalmente el mandato británico en el territorio. En
1932, Irak entró a formar parte de la Sociedad de Naciones como Estado
independiente.3
La explotación de petróleo se encontraba en manos de una compañía
internacional. Se trataba de un consorcio internacional en el que estaban
integradas compañías francesas y las secciones de nueva York y Nueva Jersey.
El acuerdo llevado a cabo con éstas empresas garantizaba al consorcio el
derecho exclusivo de explotación de los campos petroleros.
Como consecuencia un movimiento se formó al interior de Irak, el cual
buscaba la unión de todos los árabes, divididos en varios Estados, conocido como
“panarabismo”. Los disensos entre los británicos y alemanes por el dominio del
3 Friedman, Norman. Desert Victory, The War for Kuwait. The Naval Institute Press. Annapolis, Maryland, USA, 1991, Pág. 33.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
84
territorio siguieron su curso, poniendo bajo su supervisión gobiernos según su
conveniencia.
En 1942 el interés por el área se extendió, debido a que Irak se había
convertido en importante centro de abastecimientos para los soviéticos. Tanto
británicos, alemanes, estadounidenses operaban en Oriente Próximo, como paso
de armamentos al enemigo de occidente, la ex Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS). Este último también tendría sus intereses puestos en el área,
por lo cual apoyo levantamientos internos con el fin de terminar con el dominio
de occidente. Antes de la Primera Guerra Mundial, Irak se convertiría en el
primer país musulmán que declaró la guerra a las potencias el Eje.
En 1,955 se firmó el Pacto de Bagdad de mutua seguridad entre Irak y
Turquía, el cual convenía una alianza en un sistema defensivo para todo el
Oriente Próximo, a éste se adhirieron Gran Bretaña, Estados Unidos, Pakistán e
Irán. Los cinco países constituyeron la Organización del Tratado de Oriente
Próximo (OTOP). Gran Bretaña dio por terminado su mandato sobre el emirato
de Kuwait en 1,960. Irak reclamó la zona argumentado que había formado parte
del Estado Iraquí en el momento de su formación. Los británicos desplegaron
tropas en Kuwait, y el Consejo de Seguridad de la ONU apoyó las fuerzas
británicas.
En 1,972 y 1,975 Irak nacionalizó todas las compañías petroleras
extranjeras que trabajaban en el país, a las que indemnizó. Así crecieron sus
ingresos por la venta del crudo.
Las fricciones con Israel continuaron. Irak mantuvo su apoyo constante a
las naciones que se enfrentaban con aquel país recién establecido, lo cual no fue
apoyado por las potencias de occidente.
La revuelta con Irán a principios de los años setentas provocó un golpe de
Estado, en el cual el general Saddam Takriti Husayn (conocido como Rey
Hussein) ascendió a la presidencia, en 1979, rodeándose de oficiales leales que
colocó en cargos de responsabilidad. El nuevo gobernante rehabilitó la
maquinaria bélica con ayuda de los créditos y a la tecnología que le proporcionó
occidente.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
85
1.2 Guerra Del Golfo Pérsico
Con el final de la Guerra Fría se pensaba que los principales problemas que
afligieron las relaciones de las grandes potencias en la última mitad del siglo XIX
habían sido resueltos.
Los acontecimientos que se suscitaron en la Guerra del Golfo Pérsico
estallaron en el preciso instante que se esperaba una larga era de paz, como
consecuencia del fin de la Guerra Fría. Hacía mucho tiempo que la comunidad
internacional no se preocupaba de los problemas de anexión de un país a otro
país, ya que desde los años cincuentas Naciones Unidas encontraba a las
principales potencias en una postura que podríamos llamar de común acuerdo
frente a la agresión. Sin embargo, el liderazgo de una de las potencias, Estados
Unidos debía de demostrar frente al mundo su superioridad militar, política e
ideológica liderando la liberación de Kuwait. Por lo tanto se estaba afirmar un
modelo de legitimidad internacional, además de la estructura de poder del
mismo.
La invasión de Kuwait4 el 2 de agosto de 1990 tomó por sorpresa al mundo.
Esta acción fue tan inesperada que no hubo tiempo para una maniobra preventiva
de parte de las potencias occidentales, quienes imaginaron un peligro al status quo
establecido con el fin de la Guerra Fría. La operación se dió en el tiempo y
condiciones que era difícil prevenir y resistir la avalancha de una fuerza superior a
los 300 mil efectivos y dotada de moderno armamento bélico.5
La preocupación no yacía únicamente en la intervención que Irak hiciera
sobre Kuwait, sino más bien por el peligro que representaba para el nuevo orden
el adelanto de las armas nucleares en propiedad de un “villano” como Sadam
Husein.
Los viejos problemas relacionados a las armas nucleares que se tenían en el
marco de la Guerra Fría parecían florecer con una nueva era de armas nucleares:
“las armas de destrucción masiva”, cuyo concepto aparecería por primera vez en la
4 La invasión de Irak a Kuwait no obedece solo a intereses petroleros, sino a una larga disputa de soberanía, ya que el pueblo y gobierno Iraquí lo considera territorio propio. 5 Meneses, Emilio. La Guerra del Golfo Pérsico y el Sistema Internacional. Revista de Estudios Públicos No. 43. Centro de Estudios Públicos, Santiago de Chile, invierno de 1991. Pág.381.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
86
Guerra del Golfo, conjuntamente con armas biológicas, armas de baja intensidad,
armas químicas y los mísiles balísticos6.
La reacción de la comunidad internacional fue inmediata; sería el primer
momento en que los antiguos enemigos, Estados Unidos y la ex Unión Soviética se
pondrían de acuerdo después de años de enfrentamiento ideológico al emitir una
declaración conjunta condenando la invasión de Kuwait. En menos de una semana
la mayoría de países rompió relaciones diplomáticas y comerciales con Irak, se
congelaron los fondos y se le declaró un embargo sobre su mayor producto
exportador, el petróleo. Mientras que Estados Unidos y Gran Bretaña anunciaron
el envío de tropas conjuntas a Arabia Saudita.
Estados Unidos por su parte, realizó acciones conjuntas y unilaterales. Se
centró en conformar una alianza árabe-occidental orientada a obligar a Irak a
retirarse de Kuwait, ya fuera por la intimidación o por la fuerza militar. Estados
Unidos tenía varios espacios para hacer frente: en el Consejo de Seguridad de
Naciones Unidas, con la ex Unión Soviética, los países árabes, al interior de la
OTAN, frente a la opinión pública mundial y el apoyo de su propio país.
Derivado de ello, Naciones Unidas a través del Consejo de Seguridad emitió
una serie de resoluciones en contra de Irak, de los cual se establecieron arduas
negociaciones. Lo anterior obedeció a una política expresa de Washington en
colocar el asunto dentro del marco de la ONU, evitando llevarlo al seno de la
Asamblea General.
La posibilidad de Irak era el apoyo de China y la ex Unión Soviética a través
de su derecho de veto en el Consejo de Seguridad. Sin embargo, estas dos
potencias se abstuvieron de votar dejando libre la eventual “acción policial” por
parte de ese organismo.
Estados Unidos efectúo, junto a medidas “pacificas”, una nueva ronda de
medidas a través de la movilización de su ejército con unos 200 mil efectivos
adicionales, enviando a su Secretario de Estado a la ex Unión Soviética y Europa a
obtener mayor apoyo a fin de evitar una solución parcial al problema. Finalmente
se obtuvo del Consejo de Seguridad una resolución (No. 678) que fijó como plazo
6 Para más información sobre el análisis desde el punto de vista de la guerra de armas nucleares véase el artículo de John Muller y Karl Muller, “Sans Of Mass Destruction”, en Foreign Affairs, Vol. 75, No. 3, mayo-junio, 1999. Pág.. 43. y el libro de Norman Friedman: The Desert Victory, que hace un análisis de el Equipo utilizado por cada una de las partes en el conflicto de la Guerra del Gofo Pérsico, así como de las principales armas, coaliciones aéreas, entre otras. Pág. 261-380.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
87
límite para el retiro Iraquí el 15 de enero de 1991. Pasada la fecha, los miembros
de la ONU estarían autorizados a emplear todo tipo de medios, incluyendo el uso
de la fuerza.
La Alianza Atlántica obtuvo como triunfo político la firma del Tratado de
Armas Convencionales en Europa (CFE). El Pacto de Varsovia se comprometió a
reducir significativamente sus fuerzas de tierra y aire, eliminando su superioridad
numérica.7 Se asegurarían las fronteras, debido al espacio libre que occidente
tenía en Europa, por medio de la OTAN.
Diplomáticamente las reuniones entre Irak y Estados Unidos obtuvieron
resultados infructuosos. Mientras tanto, Estados Unidos solicitaba el apoyo de su
parlamento para el uso de la fuerza que le confería la resolución 678 de la ONU.
Con el apoyo concedido, el uso de la fuerza se hizo efectivo para expulsar a Irak
de Kuwait, saliendo el personal diplomático norteamericano de Bagdad. Por su
parte, Italia, Francia y Gran Bretaña habían conseguido la autorización de sus
parlamentos para iniciar las hostilidades conjuntas.
Sin lograr el objetivo de retirar las tropas Iraquíes de Kuwait, las potencias
tomaron la decisión de utilizar la fuerza. El 17 de enero de 1991, las acciones
conjuntas de Italia, Estados Unidos, Arabia Saudita, Gran Bretaña, Francia y
Kuwait por vía área empezaron su marcha.8 De esta forma Gran Bretaña, Francia,
Italia, Egipto, España, Siria, Pakistán, Argentina, Australia, Canadá y Grecia
enviaron sus mejores equipos y escoltas navales. Checoslovaquia, ex miembro del
Pacto de Varsovia, también aportó. Un caso sobresaliente fue la decisión de
Turquía en autorizar incursiones estadounidenses desde su territorio.
Uno de los aspectos más espectaculares y relevantes del conflicto fue el uso
masivo de armamento denominado “de alta tecnología”. De hecho, esta guerra
involucró el empleo de una amplia gama de sistemas de armas y municiones
“inteligentes” nunca antes probados en situaciones de combate real. Tanto Irak,
Estados Unidos y sus aliados utilizaron sus mejores armamentos y equipo de
guerra nunca antes vista en la historia desde la II Guerra Mundial. Cabe destacar
que el éxito obtenido por la Alianza occidental es atribuida en gran parte por el uso
de la “alta tecnología” en toda la gama de sistema de armas que se utilizaron en el
7 Sauverin, Brigitte. CFE. The Story so Far, International Defense Review, (1991), vol 24, tomo 1, Pág. 34. 8 Meneses, Emilio. La Guerra del Golfo Pérsico y el Sistema Internacional. Revista de Estudios Públicos No. 43. Centro de Estudios Públicos. Pág. 385.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
88
Golfo, incluyendo los de guerra electrónica9, En la guerra del Golfo, las fuerzas de
la Alianza, especialmente las de Estados Unidos, hicieron un máximo empleo de
todos sus sistemas de guerra electrónica, logrando la neutralización de los
sistemas de detección, seguimiento y comunicaciones de su adversario y
produjeron un decisivo efecto de aislamiento de todas las fuerzas Iraquíes.10
1.2.1 Las resoluciones del Consejo de Seguridad
Las decisiones del Consejo de Seguridad representaron las bases para la actuación
de las potencias, particularmente de Estados Unidos, tanto del uso de la fuerza
como de las medidas diplomáticas y coercitivas.
Las Naciones Unidas por medio del Consejo de Seguridad emitió más de 15
resoluciones, la primera de ellas la No. 66011, fundamentada en los artículos 39 y
40 del capítulo VII12 de la Carta de Naciones Unidas. Dicha resolución se refiere a
la condena de la invasión de Kuwait por parte de Irak y determina que existe un
quebrantamiento de la paz y seguridad internacionales, a la vez invita a los
Estados inmersos en el conflicto a entablar las negociaciones que crean
convenientes haciendo la recomendación que éstas se hagan a través de la Liga de
los Estados Árabes. En este documento el Consejo de Seguridad remite el
conflicto a una instancia regional como mecanismo de negociaciones, haciendo un
intento para que un organismo regional con características culturales similares a
los Estados implicados pudiera resolver las diferencias.
9 Miguel Navarro, analista de la tecnología militar utilizada en la Guerra del Golfo define la guerra electrónica como la disputa por el control y empleo del espectro electromagnético con fines de detección, comunicaciones y enmascaramiento. Los orígenes de esta tecnología son coincidentes con el empleo de la telegrafía para fines militares, cuyas primeras aplicaciones fueron para comunicaciones navales, a comienzos del siglo. Los objetivos de la guerra electrónica son la detección de los medios aéreos, navales y terrestres del contrario y la manutención de las comunicaciones propias. 10 Sobre la tecnología utilizada en la guerra del Golfo se sugiere consultar a Navarro, Miguel. Crisis del Golfo Pérsico, Tecnología Militar y Seguridad en las Potencias Medianas. Revista de Estudios Políticos, No. 43. Centro de Estudios Públicos, Santiago de Chile, invierno de 1991. Pág. 401. 11 Resolución 660, emitida el 2 de agosto de 1990. 12 Los artículos referidos establecen las medidas en caso de amenazas a la paz, quebrantamientos de la paz o actos de agresión. El artículo 39 dá potestad al Consejo de Seguridad para determinar un caso como amenaza a la paz o quebrantamiento de la paz o acto de agresión, así como hacer las recomendaciones o decidir qué medidas serán tomadas en base a los artículos 41 y 42 (medidas que no impliquen el uso de la fuerza armada y el uso de fuerzas navales, aéreas, terrestres, conteniendo también bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas aéreas navales o terrestres de Miembros de Naciones Unidas, respectivamente). El artículo 40 se fundamenta en que el Consejo de Seguridad puede instar a las partes interesadas a que cumplan con las medidas provisionales que juzgue necesarias o aconsejables previo hacer las recomendaciones o decidir como lo establece el artículo 39.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
89
Posteriormente, y sin lograr la ejecución del documento mencionado, el
Consejo dictaminó la resolución No. 66113 reafirmado sus responsabilidades
respecto al mantenimiento de la paz y seguridad internacionales, conforme la
Carta de Naciones Unidas, decidió actuar según el derecho de legitima defensa,
individual o colectiva, conforme el artículo 51 de la Carta. La resolución 661
determinó tomar medidas drásticas, en virtud de no haberse cumplido la
resolución 660 por parte de Irak,
Las medidas adoptadas en tal resolución estarían encaminadas a impedir a
los Estados miembros y no miembros de la ONU la importación de los productos
exportados por Irak o Kuwait; la exportación de productos de éstos hacia dichos
países; la transacción (y exportación) de productos de bienes originarios de Irak o
Kuwait por parte de sus nacionales o buques; el congelamiento en la transferencia
de fondos de Irak y Kuwait; la prohibición de venta de suministros por parte de
nacionales y desde cualquier parte de su territorio mediante la utilización de
buques y de cualquier productos de bienes, incluidas armas y cualquier otro tipo
militar originarios de Irak. Estas medidas excluyeron la venta y obtención de
productos para fines médicos y todas aquellas actividades con fines humanitarios.
Estas acciones no sólo están dirigidas hacia el régimen de Sadam Husein, es
decir al sector público, sino también prohíbe hacer todo tipo de transacciones
comerciales desde una empresa industrial, comercial o de servicios públicos en la
realización de cualquier transacción –incluyendo recursos financieros o
económicos- hacia empresas Iraquíes y viceversa, así como el rompimiento de
contratos comerciales adoptados con anterioridad- Al mismo tiempo que amplía
hacia otros Estados no miembros de Naciones Unidas a acatar dichas medidas.
Se crea un Comité para verificar y emitir informes periódicos sobre las
medidas establecidas con todo el apoyo de los organismos de Naciones Unidas,
incluido el Secretario General.
Es muy claro que el Consejo de Seguridad actúa bajo el artículo 41 de la
Carta, referente a la interrupción total o parcial de las relaciones económicas y
de todo tipo de comunicaciones, así como la ruptura de relaciones diplomáticas.
En respuesta a la iniciativa de Irak sobre una anexión total y eterna de
Kuwait, el Consejo de Seguridad actúa en base a la resolución 66214 que tiene
13 Resolución No 661. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del 6 de agosto de 1990 14 Resolución No. 662. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, 9 de agosto de 1990.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
90
como característica declarar nula y sin ninguna validez jurídica tal anexión,
pidiendo el apoyo a la comunidad internacional y a los estados no miembros el
no reconocimiento de las acciones de Irak hacia Kuwait.
Posteriormente, el Consejo de Seguridad emitió la resolución 66415 para
proteger a los nacionales de terceros países ubicados en Kuwait, exigiendo a Irak
que permita y facilite la inmediata partida de los mismos, así como su garantía y
seguridad
La resolución 67016 esta dirigida a reafirmar las resoluciones emitidas con
anterioridad, (660, 661, 662, 664, 665, 666, 667). Prohíbe a todos los Estados
sobrevolar en territorio Iraquí a menos que se haga en conjunto con las fuerzas
lideradas por Naciones Unidas, y exhorta a detener todo barco de origen Iraquí.
En esta resolución se reafirma el bloqueo como medio para aislar completamente
a Irak de la esfera internacional y presionarlo para acatar las decisiones del
Consejo de Seguridad, sobre todo en lo referente al retiro de sus fuerzas del
territorio de Kuwait.
Sin ningún resultado el Consejo de Seguridad otorga un plazo máximo a
Irak para acatar las resoluciones anteriores y a revocar todas las medidas
tomadas por el gobierno de Sadam Husein en contra del Kuwait. Este plazo se
fijó según la resolución 678 del 29 de noviembre de 1990, advirtiendo a Irak que
se trata de una última oportunidad para acatar las resoluciones anteriores.
Dicha resolución exige a los Estados cooperación para que Irak cumpla
plenamente con el plazo establecido: el 15 de enero de 1991 en cumplimiento de
las resoluciones emitidas para el caso, y se utilicen los medios necesarios para
hacer valer y llevar a la práctica la resolución 660 y todas las demás que se
establecieron para restablecer la paz y seguridad internacionales en la región.
Irak hizo caso omiso a la fecha fijada por el Consejo de Seguridad, en la
resolución 678, generándose de esta manera el conflicto que Estados Unidos
llamó “Operación Tormenta del Desierto”, a través del ataque entre las fuerzas
multinacionales y las fuerzas armadas de Irak. Ante la disposición de Irak de
cumplir las resoluciones, el Consejo no cesó en las acciones inmediatas y emitió
la resolución 686 el 2 de marzo de 1991, en la cual resaltaba las resoluciones
15 Resolución No. 664. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, 18 de agosto de 1990 16 Resolución No. 670. Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, 25 de septiembre de 1990
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
91
anteriores, con énfasis en la 660, y destacaba la protección a los prisioneros de
guerra con los auspicios de la Cruz Roja Internacional.
Con la resolución 687 del 3 de abril de 1991, el Conejo de Seguridad
recibió con beneplácito el restablecimiento de la soberanía, la independencia y la
integridad territorial de Kuwait y el regreso a ese país de su legitimo gobierno.
Con esta resolución se inicia el período de supervisión por parte de las Naciones
Unidas sobre Irak en cuanto a la destrucción de todas las armas de tipo químico
y biológico, presionando a ese país a que respete los diversos tratados y
convenciones internacionales firmados y ratificados en relación al uso de armas
convencionales y no convencionales. Con ello, se establece una unidad de
observación de la ONU (UNSCOM) que tendría además de las tareas de
destrucción el observar y verificar la no producción de cualquier tipo de
armamento y tener bajo supervisión todas las áreas en donde se concentren
dicho armamento. Para dar seguimiento a lo anterior, prosiguió la Resolución
689 que decide el periodo inicial para la Misión de Observación de Naciones
Unidas para Irak y Kuwait.
Las posteriores resoluciones de importancia para este estudio como las
712, 986, 1284 y 706 estuvieron destinadas a flexibilizar las sanciones. Estas
resoluciones acordaron el Plan “Alimentos por Petróleo” el cual estaría destinado
a vender cierta cantidad de petróleo a las Naciones Unidas a cambio de alimentos
para la población.
1.2.2 Las Sanciones Económicas
Las sanciones económicas impuestas a Irak derivado de la insistencia de dicho
país en la anexión a Kuwait estuvieron basadas en las resoluciones No. 660, 661
y 662, mientras que las resoluciones 665 y 679 se referían a las medidas de
bloqueo.
La Carta de Naciones Unidas, como ya lo hemos analizado, autoriza al
Consejo de Seguridad la aplicación de tales medidas bajo el artículo 41, capítulo
VII, que se refieren a las acciones que no implican el uso de la fuerza armada
las cuales comprenden la interrupción total o parcial de las relaciones
económicas y de las comunicaciones de todo tipo, así como la ruptura de
relaciones diplomáticas. El articulo 42, del mismo capítulo, establecen las
acciones de las fuerzas armadas, si las primeras han demostrado ser inefectivas,
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
92
pero que también podrían comprender demostraciones, bloqueos y otras
operaciones ejecutadas por dichas fuerzas.
En ese contexto, las sanciones económicas en el caso de Irak se aplicaron
como mecanismo de coerción a ese país en su reticencia de la anexión de
Kuwait. Es de resaltar que el mecanismo arriba mencionado, según la Carta de
la ONU, no fue del todo cumplida por parte de los miembros del Consejo de
Seguridad. Estados Unidos en su afán de llevar el control del conflicto ya había
enviado tropas alrededor de Irak y Kuwait. Posteriormente, luego de
aproximadamente mes y medio de sanciones el Consejo decide realizar
legalmente las operaciones conjuntas con los aliados utilizando las fuerzas
navales, terrestres y aéreas, puesto que dichas medidas no eran necesarias para
lograr los objetivos de las potencias. Estas acciones que implicaron el uso de la
fuerza estuvieron siempre presentes sin haber interrumpido las medidas de
coerción, que sin embargo la Carta no especifica como un método de sustitución
de una medida por la otra.
Aunque el organismo de observación de las Naciones Unidas para Irak ha
informado avances positivos en cuanto a la destrucción de armamento de
destrucción masiva, con algunas irregularidades tanto de la misión internacional
encargada para esta tarea como de Irak, las sanciones económicas siguen su
curso por mas de diez años.
Es bien claro que el objetivo central de Naciones Unidas y específicamente
de la política de Estados Unidos con las sanciones económicas sea el
derrocamiento del régimen de Sadam Husein en Irak, a quién las potencias
visualizan como un enemigo para el orden internacional. El objetivo central
según se podría interpretar no es asegurar la paz y seguridad en esa región
como lo es el establecimiento de un modelo occidental de sociedad y de
gobiernos que puedan conjugar con la política de Washington. A esta
interpretación se suma el peligro de las armas de destrucción masiva dentro del
marco de competitividad de las mismas en un nuevo orden internacional,
haciendo la crítica a la no ratificación por parte de Estados Unidos de
Convenciones y tratados al respecto. El interés sobre el potencial petrolero es un
punto esencial en la permanencia de las sanciones económicas, puesto que Irak
tiene una potencial riqueza en este producto que no puede aprovechar derivados
de las restricciones comerciales.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
93
1.2.2.1 Efectos de las Sanciones
El impacto provocado por las sanciones económicas en Irak han sido
analizadas con más detenimiento que cualquier otro país que ha sido objeto de
estas imposiciones, bien sea porque se trata del primer conflicto que se pretende
resolver de manera conjunta desde la finalización de la Guerra Fría o porque se
pretende estudiar el comportamiento y la viabilidad de las mismas.
Irak ha sido peculiarmente vulnerable a las medidas aplicadas e impuestas
por las Naciones Unidas a través de la diplomacia establecida por Estados Unidos
y sus aliados: Gran Bretaña y Francia, mayoritariamente, debido a que su
economía dependía fuertemente de la exportación de petróleo.
Nadie tiene a ciencia cierta conocimiento con precisión de cuantos civiles
Iraquíes han muerto como resultado de las medidas adoptadas por las
restricciones comerciales que han provocado las sanciones, pero varios
organismos especializados de las Naciones Unidas, las cuales han trabajado sus
efectos, han estimado que éstas han provocado cientos de miles de muertes.
En 1998, según reportes de la Organización de Naciones Unidas para la
Infancia –UNICEF- la mortalidad infantil había alcanzado desde la fase antes de
la Guerra del Golfo una cifra de 3.7 por ciento a 12 por ciento del año 1998. La
inadecuada alimentación y las reservas de medicinas, tal como la disminución en
sistemas de sanidad y servicios, ha provocado, según los informes de ese
organismo, el incremento de alrededor 40,000 muertes anualmente de niños sin
haber alcanzado los 5 años, y alrededor de 50,000 muertes por año de
ancianos.17
La importación de algunas de las más urgentes necesidades materiales en
Irak han sido obstaculizadas con el argumento de que esto podría contribuir al
seguimiento del Programa de Armas de Destrucción Masiva de Irak. Las
provisiones de equipos médicos han mantenido la subsistencia de varias
personas que padecen enfermedades catastróficas como el cáncer y otras
enfermedades de atención especial. Las sanciones han restringido el acceso de
muchas medicinas, incluyendo casos tan dramáticos como las bolsas que se
necesitan para la transfusión de sangre.
17 Reporte del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia –UNICEF-, Naciones Unidas, Washington 1998.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
94
Las naciones que han impuestos las sanciones (las potencias aliadas) se
han percatado de que los fertilizantes e insecticidas no entren en tierra Iraquí, ya
que consideran que podrían utilizarse para la producción de armas de destrucción
masiva, y el resultado ha sido la proliferación de pestes que no han podido
controlarse por su magnitud. Por otro lado, la ayuda humanitaria ha tenido
algunos inconvenientes debido a su mal organización y al caos administrativo en
algunos suministros por parte de Irak, y como resultado éstos han tenido efectos
negativos en la solución de los problemas.
Algunas estimaciones sobre los sufrimientos han sido cuestionadas debido
a que ellos dependen de los reportes de las autoridades Iraquíes, y del gobierno
de Irak que claramente exagera al estimar que las sanciones jamás serán
retiradas. Es probable que no estén reportados efectos de las sanciones en
algunas áreas. En particular, muchas muertes infantiles pueden no estar
reportadas a causa de que familiares no acceden a los hospitales debido a que
son incapaces de atenderlos. Naciones Unidas, al respecto sospecha que al no
estar reportadas muchas de las muertes se deba a una estrategia personal de los
sobrevivientes en la necesidad de obtener más alimentación18.
Según datos de la UNICEF, la situación de la población civil ha venido
deteriorándose con mas intensidad a partir de 1994. Las principales dificultades
que se encontraron fue la incapacidad limitada de acceso a comodidades y los
productos del mercado local. Los precios de los alimentos empezaron a ascender
alrededor de 70%, sólo en el período de febrero a mayo del mismo año.
Posteriormente, se encontraron las limitaciones en el racionamiento de los
servicios básicos como luz eléctrica y agua potable a pesar de la ayuda de
algunos países vecinos. Derivado de ello, se produjeron las enfermedades
aunque algunas de ellas fueron atendidas por programas de Naciones Unidas y
de organizaciones no gubernamentales internacionales19.
Una de las estrategias de Estados Unidos en particular en el
mantenimiento de las sanciones económicas es la no resistencia de la población
civil a lo cual podrían surgir movimientos internos para derrocar a Sadam Husein.
Sin embargo, la sobrevivencia y los pocos recursos que la comunidad
internacional brinda a la población, por medio del programa “Petróleo por
18 Idem. 19 Informe del Secretario General de Naciones Unidas, Boutros Boutros Gali. Washington 1994.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
95
Alimento”, a través de Naciones Unidas, mantiene a la población ocupada en
búsqueda de suministros que en el interés de la población en el derrocamiento
del poder que tiene Sadam Husein.
A ningún acuerdo se ha llegado, con excepción del programa “Petróleo por
Alimentos”, para poder flexibilizar las sanciones impuestas por la ONU.
Aparentemente las inspecciones internacionales han mantenido satisfecho a
Estados Unidos, pero una vez finalizadas éstas la propuesta estaría dirigida a
combinar las sanciones con una postura más agresiva militarmente.
Prácticamente, Estados Unidos estaría formulando una propuesta de “tómalo o
déjalo” para Irak, incluyendo una revisión sustancial de las sanciones a cambio
de un regreso fuerte y crecido del diseño de las inspecciones que mantienen en
observación y control el programa de armas de destrucción masiva de Irak.20
La propuesta de revisión del régimen de sanciones incluirían tres elementos21 : el
primero es el alcance de los limites de capacidad de Irak en producir y vender
petróleo y negociar con compañías petroleras para llegar a tratados de
exploración y producción. La segunda es una suspensión de la obligación de Irak
en la contribución del fondo de compensación de la Guerra del Golfo a las
Naciones Unidas –obligación que actualmente consume el 30% de reservas
petroleras de Irak- al tiempo en que los precios de petróleo bajaron a $US18 por
barril. Y la tercera es la finalización de la supervisión de Naciones Unidas a la
compra y distribución de alimentos y medicina en Irak.
Si este trato logra establecerse, Irak no tendrá capacidad de producir,
vender y mantener armas atómicas en su territorio. Pero si los intereses
americanos estuviesen centrados en el desarrollo de las armas de destrucción
masiva de Irak, entonces sería mejor tener la observación de Naciones Unidas
(ONSCOM).
Las sanciones también han sido incapaces de alcanzar el interés
fundamental: el derrocamiento de Sadam Husein. En 1990 hasta antes de 1995
se podría decir que dichas medidas eran un arma contra Husein, pero ahora no.
Ahora se sabe que el mayor costo han estado dirigidas a la población. La mayor
amenaza de Sadam Husein no son las sanciones sino la labor de la UNSCOM, ya
20 Strenlau, John. Sharpening International Sanctions: Toward a Stronger Role for the United Nations. Carnegie Corporation of the New York. New York, noviembre de 1996, Pág. 398. 21 F. Greogory, Gause III. Getting It Backward on Irak. Revista Foreign Affairs, Vol 75. No. 3, Mayo-junio 1999. Pág. 55.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
96
que esta instancia ha limitado tangiblemente la soberanía, y se ha convertido
como una especie de CIA al frente, teniendo los ojos puestos en las acciones de
Husein. Se podría decir, además que las sanciones han tenido un efecto
contraproducente a la política de Estados Unidos, las sanciones han
incrementado el nacionalismo al interior de Irak y han producido mayor
identificación con el régimen al que se pretende destruir.
Si Estados Unidos tuviera que decidir entre sanciones o la UNSCOM,
posiblemente preferiría el control de las armas de destrucción masiva que lleva a
cabo esa instancia. Es decir, preferiría a una USCOM sin sanciones, que
sanciones sin UNSCOM. Uno de los beneficios para Estados Unidos en poner fin
a las sanciones será también la culminación de su indirecta culpabilidad en la
pauperización de la sociedad Iraquí, la calamidad humanitaria que han provocado
estas medidas desde su imposición. De esta forma, con las manos y la
conciencia limpia Estados Unidos podrá actuar con mayor campo y reforzar su
capacidad para contener a las fuerzas militares de Sadam Hussein mientras se
trata de remover de su poder.
Los costos de las sanciones han sido descritas directamente por Denis
Halliday, oficial de Naciones Unidas quien coordinó el programa “Petróleo por
Alimento” en Bagdad en 1998. Halliday coincide en que el programa en mención
ha sido apenas una pequeña pero inefectiva respuesta a la crisis humanitaria en
el país. Esta acción humanitaria no ha ayudado a aliviar las causas
infraestructurales de la mortalidad infantil y la malnutrición. Halliday atribuye la
muerte de 500,000 niños Iraquíes directamente a las sanciones impuestas22.
Los servicios de salud son incapaces de aliviar las enfermedades más básicas,
como la polio y la diarrea, mucho menos prevenir la propagación de epidemias.
Miles de maestros de primaria iraquíes y sistemas de educación secundaria han
dejado sus puestos, y los niveles estudiantiles han bajado en un 30%, en un país
con alto porcentaje de riqueza árabe (sin restricciones comerciales), el índice de
educación es muy pobre.
Si la guerra en sí dejó pérdidas en vidas y en infraestructura, las sanciones
económicas lo han hecho en un nivel sin precedentes. A pesar de que el dolor
provocado a la población en general ha tratado de ser sobredimensionado a la
22 Datos proporcionados en Revista Furtune, No. 7. Septiembre 1998.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
97
situación política que vive el país derivado de el liderazgo político que mantiene
Sadam Hussein.
2. Los Propósitos y Principios de la Carta
Vrs. las Medidas Aplicadas en Irak
Una de las criticas más fuertes que se ha encontrado en las páginas de los
libros consultados han sido sin duda la comparación sobre los efectos de las
sanciones económicas con los provocados por las armas biológicas y químicas en
toda la historia. Este tipo de análisis ha sido elaborado por los John y Karl
Muller23, quienes establecen que el “peligro” de las armas ha sido a menudo
exagerada y atribuida a las naciones llamadas villanas y al terrorismo
internacional. Las armas, según dichos autores, han bajado su proporción y se
mantienen en un estado de “seguridad” en la post Guerra Fría y que, en
contraste con las sanciones económicas, los efectos son claros: casi siempre
devastadores. Estas medidas afectan a la poblaciones civiles, especialmente a los
grupos más vulnerables, sin ninguna garantía del derecho humanitario.
Las anteriores afirmaciones han llevado a plantearse que las sanciones
económicas han sido diseñadas para el viejo concepto de las guerras económicas
entre naciones. En las anteriores guerras, los embargos económicos causaron
muchas muertes a un sinnúmero de personas, todas ellas civiles no amparadas
en el Derecho Internacional Humanitario.
Empezar con estas afirmaciones en el análisis que se pretende hacer entre
los efectos de las sanciones económicas y los propósitos que dieron origen a las
Naciones Unidas representa un punto de reflexión muy importante para determinar
si éstos y los principios son la base para las acciones que emprende el Consejo de
Seguridad en la solución de conflictos, sobre todo cuando se trata de decisiones
que trascienden determinado margen de tiempo, como los más de diez años en
que las sanciones económicas siguen afectando a la población iraquí sin ninguna
flexibilización, a pesar de que el objetivo inicial como lo era el restablecimiento del
orden en Kuwait ha sido cumplido con los acuerdos que llegaron las partes en el
tratado ya citado.
23 Muller, John y Muller Karl. “Sans of Mass Destruction”. Revista Foreign Affairs. Vol 75. No. 3. Mayo-junio de 1,999. Pág. 51
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
98
El artículo 1 de la Carta es muy claro en especificar dentro de los propósitos
de las Naciones Unidas el fomento de las relaciones de amistad entre las naciones
basadas en el respeto al principio de igualdad de derechos y al de la libre
determinación de los pueblos y tomar las medidas adecuadas para fortalecer la paz
universal. Asimismo, se hace referencia al respeto a los derechos humanos y a las
libertadas fundamentales, sin hacer distinción por motivos de raza, sexo, idioma o
religión. Estos preceptos son fundamentales en el análisis del caso de Irak, ya que
la religión, el idioma y raza son distintos a las de las potencias occidentales.
Por otro lado, se agrega en el artículo 2(7), sobre los principios, que
ninguna disposición de la Carta autoriza a las Naciones Unidas a intervenir en los
asuntos que son esencialmente de la jurisdicción interna de los Estados, ni obligara
a los Miembros a someter dichos asuntos a procedimientos de arreglo conforme la
Carta. Sin embargo este principio excluye las medidas coercitivas prescritas en el
capítulo VII. En tal sentido, la Carta da autorización al Consejo de Seguridad de
actuar en detrimento de la soberanía de los Estados y pone en evidencia el no
cumplimiento del resto de principios contraídos en la Carta.
Es evidente que, en el caso de Irak, si la permanencia de la anexión
persistiera se estaría hablando de una amenaza a la soberanía de otro Estado. Sin
embargo, el interés fundamental que atraviesa la continuación de las medidas es
el derrocamiento del régimen imperante en Irak, el cual se basa en principios y
costumbres de la cultura árabe.
La Carta de Naciones Unidas, específicamente en la parte introductoria se
refiere a la preservación de los derechos fundamentales, la dignidad y el valor de
la persona humana. Por lo tanto el objetivo fundamental de la ONU es el de velar
por los pueblos de naciones grandes y pequeñas, entendiendo que los derechos
humanos y la paz positiva, según Gert Rosental, se refieren al goce de los
derechos económicos, sociales, políticos y culturales. Desde este punto de vista,
los efectos de las sanciones económicas como ya se ha analizado obedecen a una
contradicción en ciertos aspectos de los derechos de los pueblos.
Lo anterior amerita una revisión de la efectividad de las ya tan criticadas
sanciones económicas en el nuevo orden internacional, en el que la paz conlleva el
respeto a las culturas y a la autodeterminación de los pueblos y a la libertad de
escoger su propia ideología y forma de gobierno.
Las sanciones económicas en el mundo contemporáneo
99
Las sanciones económicas podrían ser una medida de coacción en la
solución de conflictos si éstas lograran efectividad y el interés común estuviera
basado únicamente en el restablecimiento de la paz y a los conflictos entre Estados
sin dañar a la población civil, con determinado margen de tiempo en su
aplicabilidad.
Para terminar este breve análisis es preciso agregar que las disposiciones
contraídas en el capítulo VII, según Rodrigo Díaz Albónico24, fueron las que más
sufrieron las consecuencias de la división política del mundo, y en esa perspectiva,
agrega, no debería sorprender que tanto los artículo 41 y 42 hubiesen sido
excepcionalmente invocados y mucho menos aplicados. Asimismo, se agrega que
el uso de la fuerza negativa o positiva (el uso de la fuerza directa o medios
coercitivos) esta limitada a una actitud de no reconocimiento o de declaración de
inadmisibilidad, fomentando el término de una situación ilegitima o prohibiendo la
consolidación de otra no válida.25
A pesar de la complejidad de este conjunto de elementos, pareciera que
hasta la fecha la sola manutención de un determinado régimen no constituye por sí
misma y en forma exclusiva, un caso de legitimación colectiva, requiriendo que el
quiebre del régimen lleve consigo una violación, infracción o desconocimiento
persistente de los derechos humanos hacia miles de personas que conforman una
nación.
Si agregamos que estas medidas no acompañan ayuda humanitaria, tanto
para los nacionales del país al que se les impone como a terceros Estados que son
víctimas, se estaría analizando el caos desde otra perspectiva. En el seno de
Naciones Unidas, particularmente al interior del Consejo de Seguridad, en muchos
casos ha existido oposición o impedimento de suministro de ayuda humanitaria,
los cuales constituyen hechos contrarios al derecho internacional. La crítica al
respecto es la ausencia de mecanismos de protección a las poblaciones civiles por
parte de Naciones Unidas, protección en el sentido de resarcir los daños causados
por las medidas impuestas. Lo anterior no justifica de ninguna manera la anexión
a Irak de Kuwait, la cual atenta contra las normas del Derecho Internacional, pues
de lo que se trata es analizar las medidas impuestas a raíz de dicha acción.
24 Díaz, Albónico Rodrigo. Reflexiones sobre Legitimidad y Sanciones Internacionales. Revista Diplomacia No. 66. Op. Cit. Pág. 59 25 Idem.
Guatemala ante Las Sanciones Económicas Aplicadas por Naciones Unidas
100
CAPITULO VI
LA POSICIÓN DE GUATEMALA ANTE LAS SANCIONES
ECONOMICAS APLICADAS POR NACIONES UNIDAS
1. Estados Unidos Sanciona a Guatemala, 1977-1982.
Como ya hemos visto las sanciones económicas también pueden ser impuestas
unilateralmente por un Estado contra otro Estado. Según el estudio del Institute for
International Economics de Washington, Estados Unidos ha sido el país que ha hecho
más uso de las sanciones a nivel mundial. Sin embargo, en la era post Guerra Fría,
según el ex Subsecretario de Estado norteamericano Stuard Eizenstat, el uso de las
sanciones por parte de Estados Unidos tiene que ver con el cambio en el entorno
internacional. ”El fin de la Guerra Fría ha suscitado una multitud de cuestiones
complejas y dado que Estados Unidos es la potencia mundial preeminente y
predominante, tenemos la obligación de ser los líderes en lo que respecta a estas
cuestiones nuevas, que frecuentemente lo llevan a uno directamente a imponer
sanciones -cuestiones como el narcotráfico, la carencia de respeto de los derechos
humanos básicos, el terrorismo y la proliferación nuclear-. Estas siempre han sido
importantes, pero tendían a ocupar un segundo lugar frente a las preocupaciones de la
Guerra Fría. Ahora ocupan el primer lugar.” 1
A finales de los años setentas y principios de los ochentas Estados Unidos
también utilizó las sanciones en el marco de su política exterior hacia países
latinoamericanos derivado del peligro de un avance soviético en el continente. En la
mayoría de casos sirvió para desestabilizar a gobiernos supuestamente comunistas,
tal como ocurrió en Chile, Argentina y en Nicaragua con el régimen de los
sandinistas.
Las relaciones entre Guatemala y Estados Unidos venían deteriorándose desde
el Gobierno de Kjell Leugerud García cuando se efectuó un examen sobre la situación
1 Entrevista realizada por el redactor de asuntos económicos de USIS, Bruce Odessey. Perspectivas Económicas. Publicación Electrónica de USIS, Vol. 2, No. 4, septiembre de 1997
Guatemala ante Las Sanciones Económicas Aplicadas por Naciones Unidas
101
de los Derechos Humanos en Guatemala, El Salvador y Nicaragua2. En Guatemala,
el caso de la imposición de sanciones fue muy singular, pues el propósito estuvo
dirigido a mejorar la situación de los derechos humanos en el país. Las sanciones
tuvieron vigencia por cinco años durante los cuales no hubo ningún resultado
favorable en la situación de derechos humanos.
El terremoto de 1976 había dejado como herencia la zozobra, agudizando la
pobreza. La guerrilla guatemalteca daba por terminada la tregua y en 1977 se
reanudaron sus acciones con un desplazamiento en el interior de la república. El
ejército por su parte enfrentó la nueva situación con la misma dureza que lo había
hecho en el frente urbano y el oriente del país
Los sectores sociales aprovecharon para afirmar sus estrategias y formar
nuevas organizaciones. Mientras las acciones de las mismas fueron mínimas el
gobierno las toleró, pero al irse haciendo evidentes sus conexiones con la estrategia
general de la insurgencia se les persiguió sin contemplaciones, con las consiguientes
violaciones a los derechos humanos.3
Lo anterior produjo condenas internacionales y por parte de Estados Unidos,
durante el período de Jimmy Carter, se exigió el respeto a los derechos humanos
como condicionante en el mantenimiento de ayuda externa. La reacción por parte
del gobierno de Guatemala fue el rechazo a esas presiones y la renuncia a ayuda
económica y militar norteamericana, aduciendo que las exigencias de Estados Unidos
respondían a una intromisión en los asuntos internos del país.
La estrategia contrainsurgente se reforzó y en 1980 se produjo un fuerte
asilamiento internacional derivado de las graves violaciones fundamentales de
derechos humanos. Las misiones diplomáticas acreditadas en el país empezaron a
ser blanco de ataques, pero la irrupción a la Embajada de España en 1980 por parte
de las fuerzas militares y civiles guatemaltecas representaron un fuerte argumento
para romper relaciones con Guatemala 4; España fue la primera en romper
relaciones diplomáticas.5
2 Estados Unidos estaba viviendo un período de reestructuración moral derivado del trauma de la guerra de Vietnam y el escándalo “Watergate”. 3 Según el informe de la Comisión para el Esclarecimiento Histórico “Guatemala Memoria del Silencio” durante el período 1978-1982 se produjeron la mayoría de violaciones de derechos humanos reportados durante todo el conflicto armado que duró 36 años. Informe de la CEH. Guatemala, febrero de 1999. 4 Luján Muñoz, Jorge. Breve Historia Contemporánea de Guatemala, Fondo de Cultura Económica. México, 1998. Págs. 340-348. 5 España restableció relaciones diplomáticas en 1984.
Guatemala ante Las Sanciones Económicas Aplicadas por Naciones Unidas
102
Para entonces Estados Unidos había suspendido la ayuda militar y económica
a Guatemala, pero además acentúo su preocupación por la situación y tomó una
actitud más drástica contra el Presidente Romeo Lucas García.6 Después de los
asesinatos de los dirigentes socialdemócratas Alberto Fuentes Möhr y Manuel Colom
Argueta, Estados Unidos suspendió el programa de entrenamiento militar y las
ventas comerciales fueron suspendidas en 1980 como resultado del suceso en la
Embajada de España.
Las sanciones tuvieron un carácter unilateral y las relaciones comerciales
únicamente se vieron afectados entre ambos países. No obstante, los resultados de
las sanciones nunca llegaron a obtener el objetivo deseado, pues el Gobierno de
Romeo Lucas García siguió impulsando su política contrainsurgente a pesar de las
decisiones norteamericanas.
A Guatemala no le afectó tanto sus relaciones comerciales como la ayuda
externa económica y militar que recibía de aquel país, puesto que sólo una tercera
parte de los productos de exportación eran dirigidos a Estados Unidos, lo cual le
produjo a Guatemala un costo aproximado de 19 millones de dólares.7
Es de resaltar que en el caso de Guatemala, como el de El Salvador y
Nicaragua, en Centroamérica –u otros-, se trataron de sanciones económicas
aplicadas hacía países por violación a los derechos humanos, cuyo objetivo era el de
mejorar la situación de los mismos en Centroamérica y en algunos casos para evitar
la ofensiva comunista en el área. La anterior aclaración se debe a que en muchos de
los casos el objetivo era el de cambiar el régimen del país sancionado.
2. La posición de Guatemala
Los países altamente industrializados como Estados Unidos tienen objetivos claros y
líneas comunes en materia de política exterior que les permite tener una posición
sólida y clara en cuanto a determinados temas concernientes a las relaciones
internacionales.
6 Historia Popular de Guatemala, Vol. 4. Fundación para la Cultura de Guatemala, Guatemala, 1998. El Gobierno de Romeo Lucas era considerado por la opinión pública y por el Congreso estadounidense como uno de los más grandes violadores a los Derechos Humanos en el mundo. Ver Historia General de Guatemala, Tomo VI, época contemporánea de 1945 a la actualidad. Fundación para la Cultura y el Desarrollo, Guatemala, 1997. 7 Ver estudios de casos en: Hufbauer, Garry Clyde y Schott, Jeffrey J. Economic Sanctions in Support of Foreign Policy Goals. Op. Cit. Pág. 56.
Guatemala ante Las Sanciones Económicas Aplicadas por Naciones Unidas
103
En el caso de países subdesarrollados como Guatemala es muy difícil
determinar una posición nacional sobre determinados temas de la arena
internacional. Tal afirmación llama la atención a raíz de la búsqueda infructuosa
sobre una posición de Guatemala sobre el tema de investigación. Al respecto, el
Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-
explica que la causa de no encontrar posiciones sobre determinados temas
internacionales es la ausencia de política exterior en Guatemala8, debido a la
“política defensiva” que ha demostrado tener. Lo anterior, expresa el Dr. Leonel
Padilla, se ha visualizado en muchos casos tales como la abstención de votar sobre la
situación de los derechos humanos en Cuba en el seno de Naciones Unidas durante
la gestión del Gobierno de Álvaro Arzú, con el cual se restablecieron las relaciones
diplomáticas y comerciales en 1997; más tarde con el Gobierno de turno de Alfonso
Portillo en el año 2000, Guatemala votó en contra de Cuba.
Es importante señalar lo anterior ya que la discusión sobre la situación de los
derechos humanos en la República de Cuba, en el marco de la Asamblea General de
la ONU obedece a una política para justificar o no el mantenimiento de las sanciones
unilaterales que Estados Unidos mantiene hacia la isla caribeña por más de treinta
años.
Sin embargo, para el Dr. Gabriel Aguilera, en su calidad de ex Vicecanciller de
Guatemala, explica que la política exterior del país hacia Naciones Unidas es muy
clara y se ha fortalecido a raíz de la firma de la paz firme y duradera en 1996 y con
los avances en materia de derechos humanos, lo cual le permite irse constituyendo
como un país que colabora con lo establecido en la Carta de Naciones Unidas.9
Sin embargo, la limitada participación de Guatemala en el marco de Naciones
Unidas no le permite tener una posición y opinión sobre las decisiones para la
búsqueda de la paz y seguridad mundial adoptadas por el Consejo de Seguridad, ya
que las decisiones son tomadas por el Consejo sin ninguna consulta o discusión con
los países miembros de Naciones Unidas; a menos de que el tema en sí se lleve al
seno de la Asamblea General por disposición del Consejo tal como lo establece la
Carta de Naciones Unidas.
8 Entrevista con Dr. Leonel Padilla, director del Instituto de Relaciones Internacionales y de Investigación para la Paz –IRIPAZ-. Guatemala, 08 de marzo de 2001. 9 Entrevista con ex Vicecanciller Gabriel Aguilera Peralta, realizada por Carlos Arrazola, septiembre de 1998. Ver Diplomacia de Guatemala ante Naciones Unidas (de 1996-a la fecha). Alma Maldonado, Temario para el Examen General de Grado de la Licenciatura de Relaciones Internacionales. Guatemala, septiembre de 1998.
Guatemala ante Las Sanciones Económicas Aplicadas por Naciones Unidas
104
Por ello, en materia de sanciones económicas Guatemala carece de una
posición al respecto, puesto que su tarea es la de contribuir y colaborar con las
decisiones que toma el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Los embajadores
acreditados en la ONU emiten sus opiniones sobre la situación de un país
determinado que se encuentre en la agenda a discutir en el seno de la Asamblea
General, pero su opinión es muy limitada, así como la de otros países, por la
estructura de la organización internacional.
La realidad de Guatemala en cuanto a su política exterior, tal como se afirmó
en líneas anteriores, se deriva de que es más de reacción y no de acción, puesto que
las líneas de su actuar en el concierto mundial dependen de la agenda de los
gobiernos de turno. La agenda internacional afirma Noel Vásquez del Ministerio de
Relaciones Exteriores está determinada por la agenda de los gobiernos de turno,
mientras los funcionarios o los embajadores establecen algunas líneas que
consideran son de beneficio para el país.
Específicamente, con relación a las sanciones económicas, Guatemala no tiene
ninguna posición, pues no es de interés nacional por lo tanto esta fuera del marco de
su política exterior, contrario a otros países que sí han incluido el tema en su agenda
internacional, tal es el caso de Estados Unidos. Por lo tanto, Guatemala no ha
emitido opinión alguna sobre las sanciones aplicadas a Irak o a otros Estados pues se
trata de un “factor político” que por un lado tiene que ver con las relaciones
comerciales que pueda o no tener con el país sancionado y por el otro se tratan de
aspectos que no conciernen a Guatemala y que al adoptar una posición puede
afectar sus relaciones diplomáticas o comerciales con terceros países.10
Guatemala considera que es garante y respetuosa de la Carta de Naciones
Unidas y su política exterior esta basada en los mismos11, mientras que los expertos
internacionalistas estiman la inexistencia de política exterior ya que sus acciones
han demostrado ser coyunturales y en muchos casos representan líneas de la política
internacional delineada por los países desarrollados y no en base a la propia.
10 Entrevista con Noel Vásquez, Ministerio de Relaciones Exteriores. Guatemala, marzo 13 de marzo de 2001 11 Informes de Gobiernos de 1986-2000.
Conclusiones y Recomendaciones
105
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
Las sanciones económicas pueden interpretarse como una guerra indirecta
hacia un país, por la asfixia económica que causan. Por ello se hace
necesario analizar la aplicabilidad en la era post Guerra Fría, ya que se trata
de un instrumento de cohesión que no significa “medios pacíficos” de
solución de controversias.
Es fundamental un cambio en el pensamiento y actitud de las potencias
económicas para la aplicación de éstas medidas. Las sanciones económicas
son un instrumento serio de la política internacional que se puede
considerar dentro de las formas no menos rigorosas que otras formas de
intervención, incluyendo el uso de fuerzas militares.
Los efectos de las sanciones económicas son tan devastadoras como las que
provocan las armas de destrucción masiva , como sostienen John Muller y
Karl Muller1, al indicar que éste tipo de medidas causan mayor cantidad de
muertes que las que podrían cobrar las armas de destrucción masiva que
buscan prohibir la ONU.
Los motivos para la aplicación de dichas medidas han sido variadas. No sólo
las Naciones Unidas han aplicado estas sanciones, pues como se demuestra
en el estudio, países en lo individual han gozado de esta prerrogativa,
especialmente Estados Unidos.
El conflicto en Irak ha sido analizado desde el punto de vista político
estratégico, en el cual se plantea la reafirmación del poder de las potencias
occidentales y de la misma Organización de Naciones Unidas en el nuevo
orden internacional. En ese caso se han puesto de manifiesto las
tendencias globales de especial relevancia para efectos de cálculos
estratégicos norteamericanos y de la Organización del Atlántico Norte
(OTAN); así como la disminución de las diferencias entre las potencias en
términos de posibilidades militares y el creciente costo de ejercer funciones 1 Muller, John y Muller, Karl. “Sanctions of Mass Destruction”. Foreign Affairs, Vol. 75, No. 3. USA., mayo-junio de 1999.
Conclusiones y Recomendaciones
106
de vigilancia o intentar reducir por la fuerza a transgresores del orden
internacional2.
La Guerra del Golfo Pérsico ha abierto el escenario para un nuevo orden
internacional, en el entendido que ningún Estado puede en forma arbitraria
atentar contra la soberanía de otro Estado, ya que las resoluciones de la
ONU y su realización práctica sientan un precedente que será tomado en
cuenta por cualquier otro país que invada a una nación soberana.
En la mayoría de casos en que Estados Unidos ha aplicado unilateralmente
este tipo de sanciones en el nuevo orden internacional ha fracasado, ya que
no ha logrado sus objetivos particulares de derrocar a los regímenes de los
países a los que se les ha impuesto, como en el caso de Cuba.
El uso creciente de sanciones es consecuencia del final de la Guerra Fría; la
utilización de sanciones unilaterales por Estados Unidos resulta de las
singulares responsabilidades de liderazgo, afirma el ex Subsecretario de
Estado norteamericano Stuard Eizenstat. Según Eizenstat, Estados Unidos
trata que las sanciones sean multilaterales cuando es posible, y de imponer
las sanciones unilaterales en forma tal que afecten más a los países
sancionados y menos al sector empresarial estadounidense y a los aliados
de Estados Unidos.3
Estados Unidos es el país que más ha utilizado este tipo de medidas a lo
largo de la historia. Las sanciones tienen por intención poner de relieve el
mal comportamiento de regímenes al margen de la ley internacional a fin de
no alterar la conducta que amenaza a los intereses nacionales y la
estabilidad de la comunidad internacional.
2 Sobre esta interpretación ver: Meneses Emilio. La Guerra del Golfo Pérsico y el Sistema Internacional en Revista de Estudios Públicos. No. 43, del Centro de Estudios Públicos de Santiago de Chile. Invierno de 1991. 3 Entrevista realizada por Odessey, Bruce, redactor de Asuntos Económicos de USIS. Perspectivas Económicas. Publicación Electrónica de USIS, Vol. 2, No. 4. Septiembre de 1997.
Conclusiones y Recomendaciones
107
Las sanciones pretenden corregir todo lo relacionado a la violación de los
derechos humanos, terrorismo, narcotráfico, armas de destrucción masiva,
y otras áreas donde tal conducta se considera inaceptable conforme a las
normas mundiales de convivencia pacífica.
La voluntad política de las grandes potencias, para modificar las relaciones
vigentes posteriores a la Guerra Fría, constituye sin duda una primera
condición imprescindible, especialmente en estos momentos que América
Latina y demás países en desarrollo se proyectan más hacia la economía
internacional.
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Personas Entrevistadas: Dr. Leonel Padilla. Director del Instituto de Relaciones Internacionales y de
Investigación para la Paz. Sr. Noel Vásquez, Ministerio de Relaciones Exteriores del Gobierno de
Guatemala.
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