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DOSSIER DE PRENSA
LA COLECCIÓN ADOLF EGNER.
MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS GONZÁLEZ MARTÍ
VALENCIA DEL 25 DE FEBRERO DE 2010 AL 2 DE MAYO DE 2010
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Adolf Egner: Breve biografía
ADOLF EGNER (Worms am Rhein 1932- Colonia 2010)
Nacido en 1932 en Worms am Rhein (Alemania), Adolf Egner vivió en Colonia
desde 1957. Gracias a sus estudios de jardinería en Darmstadt y Frankfurt, entró
en contacto con la cerámica al usar jarros y contenedores para los arreglos
florales.
En 1955, asistió con la escuela a una exposición de cerámica alemana
contemporánea en el Hetjens-Museum de Düsseldorf que presentaba obras
de más de cien artistas. Esta muestra y su formación profesional fomentaron el
interés y sensibilidad hacia la creación cerámica, así como la pasión por el
coleccionismo de obras de cerámica moderna.
En un principio, el coleccionista centró su interés en los artistas alemanes,
adquiriendo más tarde obras de ceramistas holandeses, franceses, ingleses,
escandinavos y de Europa del Este. El amplio abanico de orígenes incluye
nombres como Arne Ase, Edouard Chapallaz, Ulla Viotti, Robert Sturm, Ian
Godfrey, Colin Pearson o Claude Champy.
Colin Pearson Reino Unido
Claude Champi
Francia
La visión y sensibilidad de Adolf Egner aporta al acervo del Museo Nacional de
Cerámica no solo la obra de los maestros más famosos de la cerámica
moderna, sino también obras de talentos emergentes.
En 2001 Adolf Egner fue elegido miembro de la International Academy of
Ceramics, en reconocimiento a su pasión por la cerámica.
El pasado jueves 7 de enero falleció en su domicilio de Frechen-Konigsdorf tras
una larga y penosa enfermedad.
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La colección
En 1955 Adolf Egner es
estudiante de jardinería y visita con
sus compañeros de curso una
exposición en el Museo de
Cerámica de Düsseldorf: “Cerámica
alemana del presente”. Esta visita
permanece en su memoria para
siempre y marca el inicio de su gran
pasión por la cerámica. Los objetos
cerámicos que allí pueden verse
son distintos a lo que él conoce, van
más allá de cumplir con la
funcionalidad de contener y tienen
una intencionalidad artística, una
función estética nueva para él. Son
objetos con formas y superficies
nuevas que, sin necesitar del
arreglo floral que él practica a
diario, se presentan como objetos
autosuficientes y bellos.
Al año
siguiente Adolf
Egner inicia su
colección
adquiriendo objetos cerámicos que
le conmueven especialmente por
sus formas o acabados.
Seguramente esta actividad la lleva
a cabo casi sin darse cuenta, y una
prueba de ello es que en los siete
primeros años no registra sus obras.
En 1963 empieza a anotar sus
adquisiciones en un listado,
realizado con su máquina de
escribir y que será el mismo en el
que reflejará hasta la última pieza.
Un total de 2.914 entradas están
plasmadas en él con una pequeña
descripción, un número personal,
unas veces con las medidas, otras
veces con el año de adquisición o
el evento. Cada entrada no se
limita a una sola pieza, sino que en
ocasiones registra hasta 6 piezas,
cuando son obras similares o
adquiridas en conjunto. Es decir,
que el número final de piezas se
multiplica llegando a superar con
creces las 3.000. También está
anotado el lugar donde la compra
y el precio que paga por la pieza.
No es una catalogación exhaustiva,
más bien un libro personal en el que
el coleccionista sabe exactamente
a que pieza se refiere con solo mirar
el listado. Este registro recoge piezas
adquiridas desde 1956. En la
donación de Valencia el número
de piezas es de 1.680 que se
corresponden a un total de 618
artistas diferentes.
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Las anotaciones del
coleccionista son muy importantes
para poder catalogar la donación.
Contienen informaciones básicas,
pero son aportaciones
suplementarias que a veces reflejan
otros datos que, por su carácter
personal, permiten extraer otro tipo
de conclusiones, como por
ejemplo, el tipo de piezas que
despiertan el interés del
coleccionista muy al principio, o
qué es exactamente aquello que le
hace apasionarse por la cerámica.
Se puede ver que además de seguir
sus predilecciones estéticas existe
una búsqueda intencionada de la
originalidad en esas primeras
adquisiciones que se ve reflejada
en las texturas especiales, a veces
“técnicamente incorrectas” si
hablamos en el puro sentido
cerámico. Se nota que va
buscando el carácter de pieza
única, esa singularidad en el objeto
que lo haga irrepetible. Así, por
ejemplo, entre las primeras obras,
los platos de Elli y Walter Serocka
tienen un esmalte “sobrecocido”
que crea una textura artística
especial y que prácticamente los
inutiliza como platos de uso. O una
antigua pieza de Liselote Bisang, de
forma cilíndrica en la que el esmalte
se ha pasado de temperatura
consiguiendo que hierva y
produciendo una superficie
inquietante.
Las formas
escultóricas, tan
abundantes en la
colección, le van
a interesar muy
tempranamente,
así como los
platos que tienen un sentido
pictórico muy acentuado y que al ir
colgados en la pared, cumplen la
misma función que el cuadro.
Otra característica que va a
definir la colección casi desde el
principio es la adquisición de
conjuntos, es decir de piezas que
armonizan entre sí, tanto de los
mismos artistas como de artistas
diferentes. Por ello es
extremadamente raro encontrar
una sola pieza por artista. Lo
habitual es que haya un mínimo de
3 piezas por cada artista y este
número puede llegar hasta 15
piezas por artista. Este interés por
conjuntar las piezas, tiene un
sentido estético claro del que Adolf
Egner se rodea. En su casa se
expondrán las piezas invadiendo
totalmente el espacio,
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perfectamente ordenadas en
estantes, sobre muebles, colgadas
en la pared o simplemente en el
suelo. En cada nueva adquisición el
coleccionista tiene en cuenta las
piezas ya existentes y busca el
complemento a lo que ya posee,
sabiendo casi de antemano en que
estante o con qué piezas de la
familia la nueva obra formará parte
de la composición.
Durante años Adolf Egner se
ha encargado personalmente de
limpiar el polvo de los objetos con
esmerado cuidado y asiduidad
reservando un espacio propio para
cada pieza, componiendo por
afinidades o contrastes, mimando
su “tesoro” y haciendo girar su vida
entera alrededor de sus objetos.
Es importante reseñar que la
colección Egner está hecha con
pasión, pero adquirida con un
sueldo de funcionario y no con una
fortuna familiar. Está realizada en un
tiempo importante para la
cerámica porque es en esos años
cuando se originan las
transformaciones más importantes
tanto a nivel conceptual como
técnico. Los objetos cerámicos se
van a incorporar a las corrientes del
Arte, convirtiéndose en objetos
únicos y con intencionalidad
artística, además de reflejar
múltiples innovaciones que
afectarán tanto a las formas como
a los acabados de las obras. Por
eso, lo más importante de la
colección Egner es la diversidad y la
importancia histórica que posee al
recoger un repertorio tan
importante de formas y superficies
en un momento fundamental de la
cerámica contemporánea
europea. El número de artistas
alemanes e ingleses es tan elevado
que, en esos casos, proporciona
una visión histórica casi completa
de lo acontecido en esos dos
países. Adolf Egner se plantea en
todo momento que su colección
debe tener un sentido pedagógico,
y se asigna personalmente y de
manera consciente la tarea de
recoger en su colección cualquier
movimiento que pueda tener
relevancia histórica, aquello que ha
podido plasmarse en el panorama
artístico. Dentro de esta
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concepción, es de una gran
consecuencia el hecho de donar la
colección en su totalidad a los
diferentes Museos, ocupándose
también de que cada uno de ellos
pudiera tener un conjunto
representativo y repartiendo los
artistas de manera que en todos los
Museos existiera el mayor número
posible de ellos. Su mayor ambición
es que la colección pueda estar en
cada uno de los Museos siempre a
disposición de los investigadores e
interesados en profundizar en su
estudio. Pero también que se facilite
un camino a la gente joven, para
que sus objetos despierten la
imaginación y la pasión por una
parte del arte, el cerámico, que no
recibe muchas veces la atención
adecuada, pero que, como en la
colección, puede verse
ampliamente, es capaz de
combinar la escultura y la pintura, la
tecnología y la imaginación y
puede sorprender y descubrir
nuevos aspectos y superficies.
En la donación se ven
representadas obras de 24 países,
pero las cerámicas inglesas
adquieren una especial
importancia porque aquí
encontramos una mayor afinidad
con el carácter del coleccionista.
Mientras la cerámica alemana en
sus inicios tiene unas formas sórdidas
y los intentos por salir del recipiente
y expresarse artísticamente van a
tardar unos años en producir artistas
imaginativos y chispeantes,
Inglaterra supone para Egner un
nuevo descubrimiento, ya que
encuentra en sus artistas la frescura
que le falta a los alemanes. Le
encanta el sentido del humor que
pueden llegar a tener los artistas
ingleses y esa especie de
intrascendencia patente en tantas
piezas, que contrasta fuertemente
en los primeros años con los artistas
de su país. En los años 80 hay un
resplandor de la cerámica europea
que es muy visible en estos dos
países, Alemania e Inglaterra,
dando lugar a numerosas galerías
de cerámica, publicaciones
especializadas que proponen
estudios continuados sobre
materiales, técnicas y que plasman
fotográficamente las piezas de
muchos artistas. La colección Egner
va a ser testigo de todo eso,
además de recoger el antes y el
después de esos años de esplendor.
En 1975 tiene lugar el primer
viaje de Adolf Egner a Inglaterra.
Las cerámicas inglesas le parecen
distintas a las alemanas por su
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carácter. Existe en ellas un sentido
escultórico nuevo lleno de fantasía
como en las piezas de Brumby, de
Allan y Lynda Nairn, Colin Pearson y
Peter Simpson que ya adquiere en
su primer viaje. Junto a éstas, la
delicadeza de los objetos de Jenifer
Jonnes, Mary Elisabeth Rogers,
Michael Casson, Deirdre Burnett y
por supuesto Lucie Rie. Nuevos
viajes a Inglaterra tendrán lugar en
1978, 1982, 1985.
En 1978 se incorporan artistas
irlandeses como: Louis Mulcahy,
Robert y Leda May, Trefor Glyn
Owen, Jane Forrester y Pat Connor,
artista este último con el que se
entusiasma comprando cinco
piezas en la primera visita, todas en
la colección del Museo Nacional de
Cerámica de Valencia. El contraste
es quizás la palabra que puede
definir estas piezas, normalmente
de gres, de gran pureza de
realización y con decoraciones
sobrias, a menudo modeladas y de
superficies secas.
Adolf Egner visita a menudo
las galerías, los mercados de
cerámica, las exposiciones, la feria
de Frankfurt, las escuelas de
cerámica, los museos y sobre todo
los talleres de los propios artistas, de
donde provienen la mayoría de las
adquisiciones. Algunos de ellos
como el taller Pierny en Erlangen o
el taller de Atmer de Reig en
Ratingen organizan regularmente
exposiciones con artistas de otros
lugares, lo que es una buena
ocasión para conocer sus trabajos.
En Inglaterra se editarán antes que
en otros lugares las guías de
ceramistas (Potters Book), unas
ediciones anuales que registran los
artistas en activo con su dirección y
una foto de su trabajo con un
pequeño resumen. Estas guías se
volverán imprescindibles para
nuestro coleccionista: con ellas
puede visitar a los artistas en su
propio taller, algo que disfruta
porque le permite conocer al artista
en su ambiente. La relación con los
artistas ha sido importante para él
en todo momento, manteniendo
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una gran amistad con muchos de
ellos. Prácticamente la totalidad de
los artistas que ha tratado no tienen
más que palabras de cariño hacia
el coleccionista. Persona
hospitalaria ha recibido la visita de
muchos también en su casa, y una
parte de la colección la componen
regalos de los artistas al visitarle.
Además de ser una persona
querida por sus artistas, hay algo
también admirable en Egner y es
que no ha regateado nunca un
precio. Es su manera personal de
reconocer el trabajo y valorarlo en
su medida.
Al lado de su colección,
Adolf Egner ha recopilado además
una biblioteca especializada en
cerámica. Esto ha sido
imprescindible para él, para
aprender cada vez más sobre lo
que estaba coleccionando y
documentar igualmente la
importancia de su colección, ya
que muchas de las obras aparecen
fotografiadas en las publicaciones.
Las últimas adquisiciones
registradas son del 2006. Poco
después se inician las
negociaciones para la donación
final de la colección con el Museo
Nacional de Cerámica de Valencia
que acepta todas las piezas en su
poder, con lo que Adolf Egner
puede cumplir su sueño de poder
donar su colección enteramente.
• Texto extraído de catálogo de la exposición: La colección Egner,
de Carmen González Borrás, comisaria de la misma.
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Muestra de algunas de las piezas donadas
Gerd Knäpper
Alemania
David-Andrew Leach
Reino Unido
Lotter Reimers
Alemania
Frank Hamer Reino Unido
Christa Gebhardt
Alemania
Marek Mar chwicka
Polonia
Bruno e Ingeborg Asshoff
Alemania
Jude Jelfs Reino Unido
Michel Gardelle
Francia
Wilfried Maria Blum
Alemania
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Alain Fichot Francia
Peter Fröhlich Áustria
Ceramica Desimone
Hilary Brock Reino Unido
Carola Gänsslen Alemania
Harro Sigrid Frey
Alemania
Janet Hamet Reino Unido
Andreas Hinder
Alemania
Niek Hoogland
Holanda
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La exposición
En el año 2007, el coleccionista alemán Günter Adolf Egner (1932-2010) donó
al Ministerio de Cultura español más de 1500 piezas de cerámica
contemporánea, sobre todo alemana e inglesa, con objeto de que fueran
destinadas al Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí.
En esta colección están representadas las obras de 618 artistas
pertenecientes a 24 países, que han contribuido a enriquecer
considerablemente los fondos de cerámica contemporánea existentes en este
Museo.
Adolf Egner fue Miembro de la Academia Internacional de la Cerámica y
llegó a reunir durante los últimos 50 años una colección de 3.000 piezas que
donó en su totalidad a diferentes Museos. En ella se refleja su sensibilidad
especial y su pasión por la cerámica original, los pequeños detalles, la
naturaleza y su alegría de vivir.
La exposición que presentamos, mostrará una selección de cerca de 400
obras, escogidas entre los artistas más emblemáticos del panorama ceramico
actual fundamentalmente del ámbito europeo. El conjunto de piezas
seleccionadas en esta muestra se exhibirán atendiendo a criterios temáticos,
reuniéndose en tres grandes grupos: formas, superficies y figuras, ofreciendo así
una visión completa de la variedad de formas y esmaltes que poseen.
Las piezas se distribuirán en las dos salas de exposición ubicadas en la
planta baja del Museo y podrán visitarse desde el 25 de febrero al 2 de mayo
de 2010.
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CATÁLOGO DE LA EXPOSICIÓN
CATÁLOGO: Título: La Colección Adolf Egner Edita: Asociación de amigos del Museo Nacional de Cerámica Autores: Adolf Egner Dr. Otto Piert Birgitt Borkopp-Restle Marc Steinmann Josef Straßer Carmen González Borrás Traducción: Fórum Villalba Diseño gráfico y maquetación: Vicente Lucas Fotografías: Pilar Záforas Gil Revisión del texto: Friedrich Hammerstein Ricarda Helena Gómez Impresión: Artegraf Impresors ISBN: 978-84-613-8342-9 Idiomas: Castellano, valenciano y alemán ©De esta edición: Asociación de Amigos del Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí ©De los textos: los autores. © De las traducciones: los autores © De las fotografías: los autores. Contenidos: Índice Gracias al cielo, a Valencia y al sur soleado. Adolf Egner Historia de una colección Dr. Otto Piert La Coleción Egner en el Museo de Artes Aplicadas de Colonia Birgitt Borkopp-Restle La donación Egner en el Kolumba Marc Steinmann Adolf Egner – Sus cerámicas en La Nueva Colección
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Josef Straßer LA DONACIÓN ADOLF EGNER Capítulo I. IMPRESIONES
I.1. Sobre el carácter de la colección I.2. Sobre la persona de Adolf Egner
Capítulo II. TODO TIPO DE FORMAS
II.1. Formas de revolución II.2. Formas escultóricas
Capítulo III. TODO TIPO DE SUPERFICIES
III.1. Acabados producidos por los efectos de los esmaltes III.2. Acabados producidos por las pastas III.3. Efectos del tratamiento de las superficies III.4 Técnicas especiales
OBSERVACIONES FINALES Listado de artistas pertenecientes a la donación Adolf Egner
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CRÉDITOS
Ministra de Cultura Ángeles González Sinde Subsecretaria de Cultura Mercedes Elvira del Palacio Tascón Directora General de Bellas Artes y Bienes Culturales Mª Ángeles Albert de León Organización Museo Nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí. Con el apoyo de: Asociación de Amigos del Museo Nacional de Cerámica Comisariado Carmen González Borrás Coordinación científica Jaume Coll Conesa Coordinación técnica María José Suárez Martínez Montaje Juan González Juan José Doménech Diseño gráfico Vicente Lucas Presentación a los medios 24 de febrero de 2010 a las 13:00 horas. Inauguración 24 de febrero de 2010 a las 19:00 horas. Fechas de la exposición: 25 de febrero al 2 de mayo de 2010. Lugar Salas de exposiciones temporales I y II. Planta baja.
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INFORMACIÓN PRÁCTICA
Para mayor información y/o imágenes contactar con: MUSEO NACIONAL DE CERÁMICA Y ARTES SUNTUARIAS “GONZÁLEZ MARTÍ” DEPARTAMENTO DE DIFUSIÓN C/ Poeta Querol, 2 46002 VALENCIA ℡ 96 351 63 92
96 351 35 12 e-mail: difusion.mceramica@mcu.es página web: http://mnceramica.mcu.es/ Cómo llegar: Autobús: Líneas 4, 6, 8, 9, 11, 16. 26, 27, 31, 36, 70 y 71 Metro: Línea 3, Estación de Colón Aparcamiento público: Plaza de la Reina; Plaza Puerta del Mar; Centro Comercial C/ Pintor Sorolla y C/ Colón Horario: De martes a sábados: 10h a 14h y 16h a 20h. Domingos y festivos: 10h a 14h. Cerrado: todos los lunes del año, 1 de enero, 1 de mayo, 24, 25 y 31 de diciembre y días festivos locales. Precio de entrada: 3 € Entrada gratuita los sábados de 16h a 20h, y domingos y los días 18 de mayo (Día Internacional del Patrimonio Museos), 12 de octubre (Fiesta Nacional de España) y 6 de diciembre (Día de la Constitución Española) Entrada gratuita a las exposiciones temporales.
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