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La construcción discursiva de la hegemonía: análisis del discurso de Gustavo Petro durante el periodo 2010-2018.
Mateo González Figueroa
Universidad de Los Andes Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Ciencia Política Bogotá
2018
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La construcción discursiva de la hegemonía: análisis del discurso de Gustavo Petro durante el periodo 2010-2018.
Mateo González Figueroa Trabajo de grado presentado como requisito parcial para optar por el título de
Politólogo
Carlos Andrés Ramírez Escobar Director
Universidad de Los Andes Facultad de Ciencias Sociales
Departamento de Ciencia Política Bogotá 2018
3
Para Dani, apenas 3 años después.
“One of the most horrible features of war is that all the war propaganda, all the screaming and lies and hatred, comes invariably from people who are not
fighting”. George Orwell, Homage to Catalonia.
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AGRADECIMIENTOS Agradezco a la Universidad de Los Andes, al Departamento de Ciencia Política, a sus
profesores y a mis amigos, por todas las experiencias que directa o indirectamente
contribuyeron a la realización de este trabajo de grado. De manera especial, quiero
agradecer a Carlos Andrés Ramírez, director de esta monografía, por el apoyo, la paciencia
y la dedicación durante todo el proceso. Su contribución a mi carrera académica no se
limita a la dirección de esta monografía, sino a haber generado, a través de su clase de
‘Teoría Política Marxista y Posmarxista’, las inquietudes intelectuales suficientes para
querer hacer Ciencia Política.
A Dios, a mis padres y a mi hermana, luego de tantos años de amor, les doy las gracias.
También a Dani, por su compañía y paciencia mientras escribía este trabajo.
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1. INTRODUCCIÓN ............................................................................................................ 6 2. PROBLEMA DE INVESTIGACIÓN ............................................................................ 7
2.1. Estado del arte ............................................................................................................ 7 2.2. El discurso de Petro 2012-2015 ................................................................................ 17 2.3. Teoría de la hegemonía y análisis de discurso .......................................................... 21
3. Marco Teórico ................................................................................................................ 25 3.1. Hegemonía, Estado Integral y política en Gramsci ................................................... 25
3.1.1. Ideología y Discurso .......................................................................................... 28 3.2. El Estado como relación social en Bob Jessop ......................................................... 31
3.2.1. El Enfoque Estratégico Relacional ..................................................................... 33 3.2.2. Gobernanza ........................................................................................................ 36
3.3. Teoría de la Hegemonía, Análisis del Discurso y el EER. ........................................ 38 4. Diseño Metodológico ...................................................................................................... 43
4.1. Estrategia discursiva y orden estatal. ........................................................................ 44 4.1.1. Estrategia discursiva. .......................................................................................... 45 4.1.2. Orden Estatal. ..................................................................................................... 46
4.2. Elementos de Análisis de Discurso. .......................................................................... 46 5. Análisis de discurso ........................................................................................................ 52
5.1.1 Discurso de cierre de campaña a la Presidencia por el periodo 2010-2014. Cali. Mayo de 2010. .............................................................................................................. 53 5.1.2 Discurso de posesión. 1 de enero de 2012 .......................................................... 61 5.1.3. Discurso tras la sanción disciplinaria impuesta por la Procuraduría. Plaza de Bolívar. 9 de diciembre de 2013. ................................................................................. 72 5.1.4. Discurso tras la confirmación del fallo de la Procuraduría, Plaza de Bolívar. 10 de enero de 2014. ......................................................................................................... 84 5.1.5. Última rendición de cuentas de la gestión en la Alcaldía de Bogotá. Diciembre de 2015. ........................................................................................................................ 92 5.1.6. ‘El discurso histórico de Petro’. Plaza de Bolívar. Cierre de la campaña a la presidencia para el periodo 2018-2022. ..................................................................... 101
5.2. Variaciones .............................................................................................................. 113 6. Conclusiones ................................................................................................................. 123 7. Bibliografía: .................................................................................................................. 127
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1.INTRODUCCIÓN
El tema de este trabajo de grado surgió sobre el final de la clase de ‘Teoría Política
Marxista y Posmarxista’ que dictó Carlos Andrés Ramírez durante el segundo semestre del
2017 en la Universidad de Los Andes. Me resultaron particularmente interesantes, dentro
de los autores explorados en el curso, los trabajos de Antonio Gramsci y de Ernesto Laclau,
así como la teoría de la hegemonía desarrollada por estos y por otros teóricos como Chantal
Mouffe e Iñigo Errejón. Las propuestas de los autores, eran interesantes no solo en términos
de estrategia política desde la izquierda democrática para conquistar el poder, sino como
herramienta para el análisis político.
El discurso político es de especial relevancia para estos teóricos, en la medida en que la
lucha por la construcción de la hegemonía es esencialmente discursiva. Gustavo Petro,
quien para la época de selección del tema de investigación era candidato presidencial para
el periodo 2018-2022, manejaba un discurso interesante en este sentido. Era el único
candidato de la izquierda democrática en la carrera por la presidencia y, como se demostró
cuando pasó a la segunda vuelta, tenía posibilidades importantes de acceder al poder.
Durante el periodo 2012-2015, además, había sido Alcalde de Bogotá, lo que implicaba una
participación institucional al nivel ejecutivo que había influido en la construcción de su
discurso político.
En este sentido, el presente trabajo de grado busca analizar las variaciones en la
construcción del proyecto hegemónico de Gustavo Petro, como discurso político, durante el
periodo 2010-2018. El trabajo se fundamenta teóricamente en los trabajos de Antonio
Gramsci, Bob Jessop y Ernesto Laclau. En términos de metodología, se utilizaron
elementos de análisis de discurso desarrollados por autores como Norman Fairclough,
Javier Balsa e Iñigo Errejón. Con estos elementos, se formuló un diseño metodológico
propio que pretende dar cuenta de la construcción y transformación del discurso de Petro a
través del tiempo y de sus distintas posiciones institucionales y políticas.
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2.PROBLEMADEINVESTIGACIÓN
Para la delimitación del problema de investigación se seguirán tres pasos. Primero, se
describirán las conclusiones de investigaciones precedentes para precisar los objetivos de
este trabajo. En segundo lugar, se hará una panorámica del discurso de Petro en el período
mencionado para situar temporalmente la elección del problema. En tercer lugar, se
localizará el problema en la constelación teórica y metodológica constituida por el análisis
de discurso y la teoría de la hegemonía.
2.1.Estadodelarte El siguiente apartado del texto tiene como objetivo elaborar un estado del arte sobre el
discurso de Gustavo Petro. Los textos analizados son de tres tipos:(i) trabajos que se
preguntan por el contenido del discurso de Gustavo Petro en sí mismo, (iii) por el discurso
que los medios de comunicación tienen de él, y (ii)trabajos que se preguntan por las
políticas públicas de la Bogotá Humana, su perfil ideológico y su impacto en la ciudadanía.
Al final de cada trabajo estudiado hay una reflexión sobre el aporte de cada uno de estos
textos a la investigación. Como se dijo, el objetivo es describir las conclusiones de
investigaciones precedentes para precisar los objetivos del trabajo.
i). Rivero, Gonzalo. 2016. “Análisis del discurso del grupo guerrillero movimiento
19 de abril (M-19) a la luz de la teoría sobre el discurso de Teun Van Dijk (1974-
1990)”, monografía de grado. Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del
Rosario.
El autor selecciona cinco episodios del accionar del grupo guerrillero: el robo de la espada
de Bolivar, el robo de armas del Cantón Norte, la toma de la Embajada de la República
Dominicana, la toma del Palacio de Justicia y la desmovilización durante el gobierno de
Virgilio Barco. Después de analizar estas acciones, los discursos de legitimación por parte
de la guerrilla y contrastarlos a través de conceptos como ‘contexto’, ‘acción’ e ‘ideología’,
el autor llega a varias conclusiones.
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Una de ellas tiene que ver con lo que el autor denomina un “cambio sutil” en el discurso
del M-19. Antes del robo de las armas del Cantón Norte, el discurso del grupo guerrillero
estaba orientado hacia la reivindicación social y económica del “pueblo”, al tiempo que se
articulaba bajo un llamado a la democracia y el respeto por los derechos humanos (Rivero
2016, 21). Después de este accionar, hubo un cambio en el discurso, de manera tal que se
consolida la idea de que solamente “por el camino de la lucha” se pueden resolver los
problemas del país(Ibid). Tras la toma de la Embajada de la República Dominicana,
nuevamente hay un cambio en el discurso. En gran parte como consecuencia del contexto,
el M-19 adopta una posición menos radical y más abierta al dialogo. Así lo demuestran
algunas comunicaciones de Bateman en las que sostiene que están dispuestos a negociar
siempre que se quiera “una paz real y auténtica con garantías de conquistas sociales” por
parte de las clases gobernantes (Ibid).
Es llamativa, por lo menos en la última etapa del M-19, la aparición constante en el
discurso de este grupo por la apertura democrática, la paz y la negociación como forma de
alcanzar esta última. No se trata pues de un grupo que pretenda el establecimiento de un
régimen comunista por la vía armada, sino de un movimiento armado que busca, según su
discurso, abrir el sistema democrático, al tiempo que exige mejores condiciones de vida
para el pueblo. No en vano, es pertinente mencionar, el inicio del movimiento se remonta a
la elección aparentemente fraudulenta de Misael Pastrana en 1970. El trabajo, en resumen,
permite tener en cuenta estos elementos del discurso del M-19 como punto de referencia del
pensamiento de Gustavo Petro, quien militó en esta organización. Vale la pena tener en
cuenta el carácter democrático que aparece constantemente en la caracterización que los
miembros del grupo hacen de sí mismos.
ii). Olivar, Andrés. 2013. “El discurso como velo o como cortina de hierro:
una identificación de tres modelos de democracia a partir de los discursos de
los candidatos presidenciales Juan Manuel Santos, Antanas Mockus y Gustavo
Petro”. Tesis de maestría en estudios políticos. Pontificia Universidad
Javeriana.
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Esta monografía contrasta el discurso de los tres candidatos a la presidencia para el periodo
2010-2014, bajo la hipótesis de que cada uno de ellos se ajusta a un modelo de democracia
en particular. Antes de entrar en el análisis del discurso de cada candidato, el marco teórico
de la investigación plantea reflexiones sobre la concepción de la democracia en el contexto
contemporáneo en donde la dicotomía ya no es entre capitalismo y comunismo. El estado
liberal, junto al capitalismo, se impusieron, por lo que las ideas políticas también han ido
cambiado. En este sentido, sin embargo, aún hoy es importante considerar la diferencia
teórica y práctica entre izquierda y derecha, pero siempre recordando que el neoliberalismo
parecería anular la lucha por las ideas. El autor sostiene que, aún bajo el neoliberalismo, la
lucha por las ideas persiste, más aún en una concepción de la democracia como la lucha por
intereses antagónicos de sectores sociales. Se introduce así el concepto de democracia
agonista, de la mano de Mouffe, para entender a Gustavo Petro como el único de los tres
candidatos que reivindica el modelo siempre conflictivo de la política.
Así las cosas, en el caso de Gustavo Petro el trabajo sostiene que el modelo de democracia
que se ajusta al discurso de este candidato es el modelo agonista. Según este modelo, la
democracia debe ser entendida como la confluencia de diversos movimientos sociales y
culturales, así como los más diversos intereses heterogéneos, bajo una lógica siempre
contestataria. En este sentido, en las elecciones de 2010 el discurso de Petro aparecía como
el único con una visión antihegemónica, y aunque el autor no es especifico en qué se debe
entender por esto, su conclusión parte del interés de Petro por mostrarse como un político
de izquierda que le da una gran importancia en su proyecto político a “las clases sociales
menos favorecidas y a los grupos históricamente marginados”.
Es por esto que, por ejemplo, los temas recurrentes en el discurso de Petro son la
democracia, la equidad social y la justicia, al tiempo que se refiere a la democracia en
sentido material y no formal, como lo hacen sus competidores. Para el autor, el discurso de
izquierda de Petro entiende que sus base no puede ser solamente los trabajadores, sino que
se necesita de múltiples movimientos sociales y pluriculturales.
Vale la pena rescatar de esta monografía la descripción que hace del modelo de democracia
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de Gustavo Petro como uno agonístico. Este modelo genera varios elementos para tener en
cuenta, como la lógica contestataria o su concepción de la política como lucha de discursos
contrapuestos. Pero también es importante tener en cuenta en este trabajo la descripción que
se hace de Gustavo Petro como un político que, en su interés por generar un movimiento
contrahegemónico, no se dirige en contra de las instituciones del Estado. De hecho, para el
autor, su discurso respeta las instituciones liberales, al tiempo que controvierte las ideas del
grupo hegemónico. La lucha es entonces entre los movimientos sociales que él logra
convocar, en contra de la clase política tradicional que ha mantenido al margen a estos
sectores. Todo esto, sin embargo, bajo la lógica de respeto por las instituciones del Estado.
Es importante también resaltar, por último, el uso de Petro de términos como democracia
radical o cambio de imaginarios.
El trabajo analizado deja abierta la puerta para analizar el choque entre un discurso político
de izquierda, el modelo económico imperante y la institucionalidad liberal, así como las
dificultades para la construcción de la identidad colectiva de un proyecto hegemónico en el
marco del poder, y ya no de la oposición.
iii). González, María Fernanda. 2014. “¿A qué le juega Petro? Un análisis de sus
discursos”. Razón Pública. 2 de febrero.
En este artículo se hace una caracterización del discurso de Petro. Se trata de un discurso
inspirado en la izquierda tradicional europea, en donde la “inequidad social, el concepto de
rebeldía y la noción de educación” aparecen como centrales, asegura la autora. En el
continente, su discurso está más cerca de Correa y de Lulla que de Chávez, y combina una
“sensibilidad por lo social en unión con el sector privado”. El público central de Petro, por
otro lado, son los pobres. El ex alcalde tiene un discurso “sin complejos”, en el que hace un
llamado a la lucha política y a la rebeldía, muy en sintonía con el movimiento de los
indignados del que habla Stéphane Hessel.
En el artículo se asegura que la destitución de Petro por parte del Procurador hizo que el
discurso del ex alcalde se radicalizara, al tiempo que fue el detonante para el inicio del
movimiento de los indignados, como el mismo Petro lo nombró. De un nivel local se dio
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paso a uno nacional, Petro empezó a hacer un llamado a la movilización popular y a la
discusión de los problemas del país en general, y no solo a los de la ciudad.
El artículo aporta varios elementos valiosos. Por un lado, categoriza el discurso de Gustavo
Petro como uno de izquierda moderada, al tiempo que identifica un público en particular en
las intervenciones del alcalde: los pobres. Califica el movimiento de Petro como de
indignados, en sintonía con la propuesta de Hessel, y concluye que la falta de consolidación
de sus ideales se debe fundamentalmente a una mala gestión administrativa. El artículo
sugiere que el proyecto político de Petro es ambicioso en términos de profundizar la
democracia, pero que es incapaz de lograrlo al utilizar los mecanismos del Estado. Esta
última conclusión, como se verá más adelante, es recurrente en los demás trabajos sobre la
gestión de Gustavo Petro al frente de la alcaldía de Bogotá. La fuerza política parece
menguar significativamente ante la incapacidad no solo administrativa, sino discursiva, de
generar sentidos compartidos en torno a la Bogotá Humana.
iv). Díaz, Heidy. 2015. “Gustavo Petro: Entre medios y política. El poder de la
representación de los discursos mediáticos”, monografía de grado. Universidad
Nacional de Colombia.
Este trabajo busca categorizar la representación mediática que se hace de Gustavo Petro en
dos de los principales medios de comunicación del país: El Tiempo y El Espectador. El
periodo a analizar es el correspondiente a diciembre de 2012, mes en el que de manera
reiterada el programa Basura Cero estuvo en la agenda de los columnistas de opinión y de
las editoriales de estos dos periódicos.
Una vez analizadas las columnas y editoriales seleccionadas, la autora llega a varias
conclusiones interesantes. Asegura que los medios hegemónicos -como los llama ella-
elaboran un perfil mediático de Gustavo Petro a partir de un lenguaje “agresivo y
sarcástico” (Díaz 2015, 130). Lo perfilan como un mandatario incapaz de ejecutar
cualquier política que se proponga, lo vinculan constantemente con el populismo y
recuerdan su pasado guerrillero, al tiempo que lo llaman “Petro”, y nunca “Alcalde”. Para
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la autora, las columnas de opinión analizadas así como las editoriales del El Tiempo y El
espectador están fundamentadas en la percepción de la ciudadanía, que ellos mismos
ayudan a formar, más que en datos estadísticos y técnicos que evalúen la gestión del
Alcalde. Gran parte de las dificultades que tuvo la administración de Gustavo Petro, en este
sentido, se deben precisamente a la oposición mediática, política y jurídica que sufrió
durante su periodo como alcalde.
Las conclusiones del trabajo permiten pensar en las dificultades que un proyecto
hegemónico de izquierda en un país como Colombia tiene que enfrentar una vez accede a
una parte del poder estatal. En concreto, la consolidación de una identidad colectiva y el
asentamiento de un sentido compartido son difíciles de realizar si, como se sostiene en el
trabajo, los grandes medios de comunicación, en alianza con los poderes económicos del
país, se empeñan en desdibujar, caricaturizar y estigmatizar la imagen de los actores.
v). Ochoa, Yudi. 2012. “Análisis de la estrategia publicitaria de la campaña de Gustavo Petro por la Alcaldía de Bogotá en 2011”, monografía de grado. Pontificia Universidad Javeriana.
Este trabajo busca analizar la estrtegia publicitaria de la campaña por la alcaldía de Gustavo
Petro. Para esto se centra en dilucidar el logo, los colores y demás elementos propios de un
análisis publicitario en el marco del marketing político. En ese contexto, hay elementos
sobre la identificación del discurso del movimiento Progresistas que son relevantes para la
investigación. En palabras Gustavo Petro, el movimiento puede ser definido como:
“Un grupo significativo de ciudadanos, no un partido político. Aglutina a personas
de distintos sectores de la política y también a intelectuales, periodistas, artistas y
dirigentes sociales. Queremos que sea un movimiento diverso y plural, unificado
alrededor de causas progresistas como la educación pública y el derecho al agua”.
(“No descarto ser candidato”. 2011. Semana. 28 de marzo, citado en Clavijo 2012,
55).
13
El logo, por otro lado, fue descrito por el entonces candidato como un símbolo de
diversidad, como un concepto:
“cultural, natural, la biodiversidad, el agua, nuestras culturas que son la mayor
riqueza de Colombia, lo que significa es un esfuerzo de confluencia de diferentes
maneras de pensar y entender el país; es unaexpresión multicolor de la diversidad
Colombiana y no unidad nacional”. (Ibid,. 57)
El trabajo hace una interesante aproximación al discurso desarrollado por Gustavo Petro y
el movimiento Progresistas. El discurso político durante la campaña buscaba articular la
más amplia diversidad de sectores, al tiempo que hacía un llamado por fortalecer lo público
y proteger el medio ambiente. La sensibilidad social y la identificación de los pobres como
el público predilecto por el exalcalde están en sintonía con los demás trabajos analizados.
Parte tangencial del trabajo de investigación es lograr caracterizar el proyecto político de
Gustavo Petro, de manera que este texto contribuye como introducción a este propósito.
vi). Rico, Laura. 2010. “Gustavo Petro, el político contradictor”. La Silla Vacía. 10
de abril. Osorio, Camila. 2011. Y, “Gustavo Petro, la piedra en el zapato para las
mafias de Bogotá”. La Silla Vacía. 17 de octubre.
Se describe en estas dos entradas a Gustavo Petro como un gran orador y como un político
preparado cuyo discurso está dirigido en contra del statu quo mafioso. Se afirma que en su
carrera a la presidencia Petro intentó incorporar sectores sociales diferentes a su partido de
entonces, el Polo Democrático, decisión que no fue bien recibida por varios sectores de la
colectividad. En su paso por el M-19, se le recuerda como parte del ala política de la
organización, al tiempo que se afirma que en gran parte por él y por Carlos Pizarro se logró
la desmovilización del grupo guerrillero.
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Durante la campaña a la Alcaldía, las periodistas reseñan varias intervenciones de Petro en
las que manifiesta su preocupación por el papel de los medios de comunicación, la
manipulación de las encuestas y el poder de las mafias. Así, asegura que “hay mucha gente,
muy poderosa, interesada con que yo no gane”. Recordando su paso por el M-19, por otro
lado, Otty Patiño, quien fuera su compañero, sostuvo que: “su militancia siempre fue de
masas, no de aparato, sino logístico, de propaganda”.
En relación al movimiento Progresistas, Petro sostiene que este representa la posibilidad de
generar nuevos liderazgos, y que como figura de opinión esta es su responsabilidad. Al
hablar del Polo democrático afirma de manera elocuente que:
“Para mí el Polo era eso, una sombrilla donde se juntaban muchos movimientos
sociales que no eran sólo de izquierda, sino que incorporaban distintas
ciudadanías. Eso es lo que quiero que sea Progresistas, un movimiento donde se
unen distintos sectores”
Según la autora del perfil (2011), Gustavo Petro sostiene que “tiene un pie en la izquierda
por su pasado, pero tiene un pie en Progresistas porque en el siglo XXI hay que aprender a
incluir otras visiones de la política que no busquen solo una igualdad material, sino una
igualdad de derechos”. Se trata de un esfuerzo por “diversificar el espectro político”.
Así las cosas, estos perfiles de Gustavo Petro realizados cuando aspiraba a la Presidencia de
la República (2010) y posteriormente a la Alcaldía de Bogotá (2011), resaltan elementos
importantes de su discurso. Hay una preocupación constante por el papel de los medios de
comunicación, los intereses económicos de quienes son dueños de estos, y por las mafias.
Es clara la intención de Petro de buscar mediante su discurso articular los intereses e
identidades de los más diversos sectores, no en términos de clases, sino más bien de
movimientos sociales.
vii). Martínez, Diana. 2014. “¿Participación como gobernanza o empoderamiento
ciudadano? El caso de los presupuestos participativos durante la alcaldía de Gustavo
15
Petro”, monografía de grado. Universidad de Los Andes.
La autora de este trabajo asegura que la Constitución de 1991 supuso una apertura del
régimen democrático en Colombia, pues de una democracia representativa se dio paso a
una participativa. En la década de los 90 en América Latina, y particularmente durante la
alcaldía de Bogotá de Gustavo Petro, fue donde mayor compromiso se adquirió en orden a
ampliar la participación ciudadana a través de los presupuestos participativos. Sin
embargo, la autora sostiene que no se logró la “[…]plena realización de los objetivos
democráticos y emancipatorios que se persiguen con estos mecanismos de participación
ciudadana” (Martínez 2014, 3). En realidad, durante la alcaldía de Gustavo Petro los
presupuestos participativos “[…]no se constituyeron como auténticos ejemplos de
mecanismos participativos transformadores y de empoderamiento, sino que simplemente se
implementaron como modelos de participación como gobernanza” (Ibid,. 4).
La investigación concluye que durante la alcaldía de Gustavo Petro se hizo un intento
significativo por consolidar presupuestos participativos, especialmente mediante los
llamados Cabildos Piloto de Presupuesto Participativo. En desarrollo de estos cabildos, la
comunidad logró tomar decisiones importantes sobre los proyectos a los cuales quería darle
prioridad, de acuerdo con el presupuesto entregado por la alcaldía de Petro. Sin embargo,
ninguno de estos proyectos se materializó. La alcaldía en realidad nunca contó con los
recursos que había dicho para la realización de los proyectos prioritarios elegidos por la
comunidad. Estos cabildos, concluye la autora, aunque significaron un intento valioso por
ampliar la democracia en Bogotá, en realidad fueron un mero mecanismo de participación
como gobernanza (Ibid,. 19). La alcaldía de Petro utilizó estos mecanismos como forma de
buscar legitimidad y de dar cumplimiento, por lo menos en apariencia, a promesas de
campaña sobre una activa participación de la comunidad en la designación del presupuesto.
La alcaldía de Petro buscó legitimarse a través de estos mecanismos. Pretendía generar en
la ciudadanía la percepción de estar participando de manera directa en la ejecución
presupuestal de la ciudad con el fin de consolidar el apoyo popular a la administración.
Estos mecanismos, pueden ser leídos como una forma de construcción de identidad
16
colectiva desde el ejercicio del poder estatal.
Los trabajos aquí analizados comparten varias continuidades. Como elemento básico en
común está la caracterización del discurso de Gustavo Petro como uno de izquierda
democrática. El pueblo, los pobres, los excluidos y los marginados, por su parte, son los
grupos políticos a los que se dirige Petro en su discurso. Hay una idea recurrente en estos
trabajos; la dificultad para conseguir materializar las ideas a lo largo de la alcaldía de
Gustavo Petro.
Esta dificultad, al final, ya sea por el papel de los medios de comunicación, de los enemigos
políticos, de la mala administración pública, o simplemente por la estructura del Estado, se
traduce, en términos de la teoría de la hegemonía, en la dificultad de generar una identidad
colectiva. Si es posible generar pueblo desde el ejercicio del poder en momentos de
estabilidad, y no solo desde la oposición y en momentos de ruptura, la alcaldía de Gustavo
Petro parece ejemplificar las dificultades por las que atraviesa un proyecto hegemónico de
izquierda para hacerlo.
La monografía de grado que aquí se plantea, por otro lado, se alimenta de los trabajos
analizados en este apartado del texto. En varias de estas investigaciones se utilizan diversas
metodologías ligadas al análisis de discurso que, aunque no fueron explicadas por motivos
de espacio, serán tenidas en cuenta a la hora de realizar el diseño metodológico propio. El
trabajo de investigación propuesto utiliza las descripciones precedentes sobre el discurso de
Petro y su ideología como un primer paso para desarrollar el problema de investigación.
Lo que se pretende, en todo caso, no es ahondar en la caracterización del discurso de Petro,
sino identificar algunas variaciones en este como consecuencia de los obstáculos para la
consolidación de su proyecto político señalados en los trabajos analizados, más los que se
encuentren a lo largo de la investigación. Esta monografía de grado representa una
innovación en términos teóricos y metodológicos, pues busca analizar la construcción del
discurso político a través del tiempo y de las diversas posiciones institucionales que ocupa
un agente. La teoría de la hegemonía y el análisis de discurso son usadas con frecuencia en
17
estas y otras investigaciones de Ciencias Sociales. Este trabajo utiliza ambas perspectivas
teóricas, pero las complementa con estudios de teorías del Estado.
2.2.EldiscursodePetro2012-2015 Con el fin de delimitar el problema de investigación, es pertinente una revisión panorámica
de algunas intervenciones discursivas de Petro. Dicha revisión, no pretende hacer una
caracterización exhaustiva de su discurso, sino que busca identificar, desde la perspectiva
del agente: (i) los principales obstáculos para la consolidación de su proyecto político, (ii)
las principales demandas del campo social que buscaba articular en su cadena discursiva, y
(iii) algunas transformaciones en su discurso, durante el periodo 2012-2015. Como se dijo,
la participación institucional, específicamente desde un cargo ejecutivo, es central para los
objetivos del trabajo, por lo que se escogió el periodo de tiempo correspondiente al paso de
Gustavo Petro por la Alcaldía de Bogotá para hacer esta revisión. Estos elementos a
identificar permitirán ver, en el apartado siguiente, porqué el discurso de Petro es
susceptible de ser analizado desde la teoría de la hegemonía.
Durante su carrera política, Gustavo Petro ha sido Representante a la Cámara, Senador y
Alcalde de Bogotá. En el 2010 y en el 2018, fue candidato a la Presidencia. En la última
elección, obtuvo un alto porcentaje de la votación, perdiendo en segunda vuelta con el
candidato del Centro Democrático, Iván Duque1. Su proyecto político ha encontrado
resonancia en una parte importante de la población, al tiempo que ha despertado fuertes
objeciones por parte de sectores políticos, económicos y mediáticos2.
Gustavo Petro decía durante su campaña a la Alcaldía de Bogotá (2012-2015) que el
modelo hasta ese entonces implementado en la ciudad era “depredador” (Osorio, 2011). En
contraposición a este modelo, proponía la ‘Bogotá Humana’, proyecto político que llegado
el final de su mandato definió como “democrático y popular”(CLACSO, 2015). Este 1 En la segunda vuelta de la elección presidencial para el periodo 2018-2022, de acuerdo a la información de la Registraduría Nacional, Petro obtuvo un total de 8.034.189 votos, correspondientes al 41,81%. Iván Duque, quien ganó la 2 Como Alcalde de Bogotá, Petro experimentó fuertes enfrentamientos con los medios de comunicación, la Procuraduría y algunos actores políticos, como se verá a lo largo de este trabajo. Durante su campaña a la Presidencia para el periodo 2018-2022, por otro lado, Petro fue particularmente cuestionado por medios de comunicación y por gremios económicos. Por cuestiones de tiempo y por el objetivo propio de este trabajo de investigación, no es posible ahondar en lo que puede decirse fue un sesgo evidente por parte de los medios de comunicación en su contra, sería interesante que otros trabajos académicos se involucren eventualmente en el asunto.
18
proyecto político, sin embargo, iba a afrontar una serie de dificultades importantes de todo
tipo. Así, Petro afirmaba que Bogotá era usada “como un espacio de lavado dentro de la
red criminal del narcotráfico”(Osorio, 2011). Estas mafias habían capturado el Estado al
punto que, por ejemplo, una de las instituciones más usadas por estas redes criminales
era la Policia. No servía entonces, como se lo dijo a La Silla Vacia en la citada
entrevista, disponer de más policias como única solución al problema de la inseguridad.
Por otro lado, cuando en dicha entrevista se le preguntaba por la permanencia en el
tiempo del movimiento Progresistas, Petro afirmaba que: “así exista manipulación
mediática y propaganda, finalmente la sociedad hace una valoración objetiva de lo que
fue ese gobierno”. Ya en su discurso de posesión, Gustavo Petro se centra en los tres
ejes de su mandato: (i)superar la segregación social, (ii)adaptar la ciudad al cambio
climático y (iii)fortalecer lo público. Afirma que su proyecto político es “radicalmente
democrático” y aununcia mecanismos como los ‘presupuestos participativos’ y los
‘cabildos abiertos’.
Tras un año en el cargo, en el informe de rendición de cuentas de diciembre del 2012, el
entonces alcalde sostiene que el Plan de Desarrollo distrital de su administración se
concibió como una “apuesta de transformación social, económica, cultural y política”,
que buscaba superar “los obstáculos estructurales que impiden el buen vivir de la
ciudadanía” (Alcaldía de Bogotá 2012, 4). Se hacen explícitos, en el primer año de
mandato, la oposición de algunos actores de la sociedad civil para la consecución de su
proyecto político. Así, las dificultades no se deben solo a temas de presupuesto, sino a la
posible afectación de “intereses de tipo económico, que pueden acarrear costos
políticos” (Ibid).
En el mencionado documento de rendición de cuentas, el Alcalde sostiene que es por el
sentido transformador que su administración ha sido duramente criticada. Cuestiona,
además, el hecho de que se diga -aunque no menciona por quién- que no hay coherencia
entre las metas y los instrumentos, y que no existe capacidad gerencial por parte de la
alcaldía. Luego de rebatir esto, concluye que a este modelo transformador le han puesto
19
“objeciones y obstáculos”, pero no precisa cuáles en concreto, más allá de los “intereses
económicos particulares”que se ven afectados por las políticas redistributivas(Ibid,. 7).
En el 2012, la Alcaldía lanzó una revista llamada De Memoria, a cargo del Archivo de
Bogotá, en cuya primera edición el entonces alcalde escribió sobre el papel de los
medios de comunicación y la importancia de estos para la democracia. Los representaba
entonces como el “contrapoder”, pero afirmaba que en Colombia habían perdido su
papel. Sostenía que:
“La prensa de nuestros días no solo se limita a reflejar la llamada opinión
pública, sino que la construye artificialmente, no siempre en provecho de los
ciudadanos, y sí casi siempre a favor de los intereses políticos e ideológicos que
la controlan y definen”. (De Memoria 2012, 8)
Al final del 2013, Gustavo Petro sostuvo una confrontación judicial y política con
Alejandro Ordóñez, el procurador general de la época. Este último, lo destituyó alegando
que Petro había violado el régimen de libre competencia económica al entregar a la
empresa Aguas de Bogotá la recolección de las basuras en una parte importante de la
ciudad. Durante el desarrollo de esta confrontación, Petro convocó multitudinarias
manifestaciones en la Plaza de Bolivar de la ciudad en las que sostuvo largos discursos
en contra de la decisión de Ordóñez. En estos discursos, de manera constante se buscaba
representar la destitución como un episodio más de violencia en contra de la sociedad en
su conjunto, al tiempo que se adjudicaba dicha situación de injusticia al “fascismo”, “la
clase política tradicional” y “la oligarquía”.
En el 2015, ya en el final de su administración, Gustavo Petro era mucho más preciso sobre
los obstáculos para la consolidación de su proyecto político, al tiempo que hacia reflexiones
sobre las prácticas habituales de gobierno que tuvo que afrontar. En su rendición de cuentas
de ese año, que resumía todo lo hecho durante los cuatro años de su alcaldía, Petro
rescataba como el principal logró haber logrado “defender el mandato popular”. Al mismo
20
tiempo, introducía al ‘neoliberalismo’ como un obstáculo que no se mencionaba, por lo
menos explicitamente, en discursos anteriores.
Así, afirmaba que “en el mundo neoliberal desprivatizar es un crimen”, haciendo alusión
al servicio de aseo. Su crítica hacia los medios de comunicación se acentuaba al mencionar
repeditamente que la “prensa de los tres hombre más ricos de Colombia” no reconocían
los logros de su administración, y habían generado la percepción de inseguridad con el fin
de “llevar a la clase media a votar por el que diga mano dura. La represión, la falta de
democracia y la recuperación del neoliberalismo, que significa negocios para unos pocos”.
En relación a la educación pública, por último, sostenía que era una mentira neoliberal
afirmar que “la educación pública no elimina la desigualdad”, pues, en realidad, aún
cuando no se superan las condiciones objetivas de dicha desigualdad, la educación sí
garantiza salir de la pobreza. Dadas las multas impuestas por la Superitendencia de
Industria y Comercio, Petro señala con nombre propio a Alberto Ríos como empresario del
negocio de las basuras y financiador de Cambio Radical, y los responsabiliza de ser
“policía política” al servicio de Vargas Lleras. El Concejo de Bogotá aparece como otro
adversario, pues se negó a debatir el POT, en sentir de Petro, obedeciendo las instrucciones
de CAMACOL.
Al final de esta última rendición de cuentas(2015), Gustavo Petro hace algunas reflexiones
generales sobre las dificultades afrontadas durante la Alcaldía. Sobre los medios de
comunicación, afirma que estos son un problema de la democracia contemporanea, pues
están convertidos en partidos políticos. Por esto, sería necesario “rediscutir cómo
democratizar el medio de comunicación, de manera que el ciudadano sea libre de valorar
sin ser manipulado”.
En esta misma intervención, Petro afirmaba:
“no es posible un gobierno democrático gobernando simplemente por la fuerza de
un electorado. Su sostenimiento, dado que trabaja en contextos adversos, donde los
21
órganos de control se vuelven policía política y se ejerce una represión para evitar
que un gobierno democrático pueda subsistir en un contexto neoliberal, obliga a
una alianza con la diversidad de movimientos sociales. Lo contrario es el derrumbe
o la zona de comfort, el pacto para no hacer nada, es lo que hemos
experimentado”.
Es posible que esta reflexión, tiempo después, haya sido replanteada en otros términos,
cuando el ahora candidato presidencial sostuvo que una de las principales falencias de su
mandato en Bogotá fueron las “dificultades de organización popular, sobre todo durante
los dos últimos años” (Rolling Stone 2018). Durante su campaña presidencial en el 2018,
por otro lado, Petro acudió a las plazas públicas del país como estrategía política para lograr
las mayorías. En estos discursos, seguía dividiendo el campo político en dos bandos: de
manera explícita, entre quienes defienden el cambio climático y quienes lo promueven, en
sus términos, entre la “política de la vida y la política de la muerte”; de manera implícita,
entre la ‘derecha’ y la ‘izquierda’, ‘el pueblo’, ‘las multitudes’ y ‘la clase política
tradicional’.
En suma, el discurso de Gustavo Petro es susceptible de ser analizado bajo la teoría de la
hegemonía por varias razones. Primero, es una constante la división del campo
sociopolítico en dos bandos, pero esta división (‘los antagonismos’) es formada conforme a
las reflexiones de Petro sobre quiénes, en determinado contexto, son los culpables de la
situación de injusticia. En segundo lugar, Petro identifica, a medida que avanza su
mandato, los principales obstáculos para la consolidación de su proyecto político al nivel de
las instituciones del Estado, los medios de comunicación, los poderes económicos y las
redes criminales con las que se ve obligado a interactuar en el ejercicio de su cargo. Todas
estas interacciones con el Estado en su sentido más formal, y con otros actores políticos y
económicos, terminan por construir el discurso político de Petro. A continuación se ubicará
el problema en el marco de la teoría de la hegemonía y el análisis de discurso
2.3.Teoríadelahegemoníayanálisisdediscurso
22
Existen muchas perspectivas teóricas y metodológicas para hacer análisis político; la teoría
de la hegemonía y el análisis de discurso, son dos de ellas. Estas perspectivas implican
ciertas concepciones sobre la realidad política. Es necesario partir de que los hechos
sociales no cobran significado político por sí mismos, sino que son el resultado de prácticas
discursivas que los problematizan, los nombran y los orientan (Errejón (A), 3). Por esto, el
análisis político, bajo la teoría de la hegemonía, es esencialmente análisis de los discursos
que los actores hacen en orden a “construir y movilizar sentidos compartidos en torno a
unas cuestiones y no a otras”(Ibid).
Un análisis político adecuado, debe entonces preguntarse por: “¿cuáles son las cuestiones
en torno a las que se producen los alineamientos políticos de una sociedad?”, y debe
buscar identificar en los discursos de los actores, como mínimo, un “ellos” y un
“nosotros”, “una propuesta de solución imaginable”, y un “referente simbólico para la
movilización” (Ibid,. 11). Todos estos elementos, sirven para el análisis de la lucha por la
hegemonía, que no es más sino la capacidad de un sector social particular para “presentar
sus objetivos propios como aquellos que hacen posible la realización de los objetivos
universales de la comunidad” (Laclau y Zizek 2003, 55). En este sentido, el presente
trabajo busca analizar el discurso político de Gustavo Petro, desde la teoría de la
hegemonía, en la medida en que existen elementos de su formulación discursiva que así lo
permiten.
El discurso de Petro, ha sido calificado como ‘populista de izquierda’ por parte de medios
de comunicación y de algunos actores políticos, como se vio en el estado del arte. Del
mencionado estado del arte, y de la revisión de algunos discursos realizada anteriormente,
es posible ver la susceptibilidad particular del discurso de Petro para ser analizado bajo la
teoría de la hegemonía. Este agente divide el campo político en dos bandos, un ‘ellos’ y un
‘nosotros’, representados como la ‘oligarquía’, ‘la clase política tradicional’ y el ‘fascismo’,
por un lado, y ‘el pueblo’, ‘las multitudes’ y ‘las ciudadanías libres’, por el otro. Trata de
articular en su discurso una amplía cantidad de demandas heterogéneas, como la paz, la
educación, la igualdad y la democracia. Aunque en principio todos los actores políticos
generan sus propias divisiones del espacio sociopolítico, es el elemento del antagonismo, de
23
dividir el campo político en dos bandos, lo que desde la teoría de Laclau permite ver el
discurso de Gustavo Petro como un proyecto hegemónico. Este actor político, además,
busca establecer en la discusión pública su propio marco discursivo, al tiempo que disputa
las narrativas históricas y el sentido de algunos significantes de cadenas discursivas que
compiten con la suya y que él califica como ‘tradicionales’.
A partir de la revisión antes realizad, es posible ver cómo el discurso político de Petro se
constituye y modela en gran medida conforme al marco institucional y al contexto político.
La teoría de la hegemonía desarrollada por Laclau, parece no tener en cuenta esta situación.
En concreto, parece no ver el Estado como lugar central de la acción política. El discurso
político, como forma de construir la hegemonía, pareciera darse, para Laclau, en un vacío
institucional.
Los antagonismos, las demandas, los significantes vacíos, y la motivación para la
movilización, todos estos elementos propios de la teoría de la hegemonía, son construidos,
para el caso de Petro, a partir de la interacción entre el agente y la institucionalidad. En este
sentido, el problema de investigación radica en analizar si y cómo la construcción y
transformación del proyecto hegemónico de Gustavo Petro, como discurso político, se
modificó en medio de contextos institucionales cambiantes.
La pregunta de investigación, entonces, es la siguiente: conforme a las diversas posiciones
institucionales que ha asumido Gustavo Petro en el campo político y a las también
cambiantes relaciones entre instituciones ¿existen cambios significativos en su discurso
entre el año 2010 y el 2018, y, de haberlos, cuáles son? La selección del periodo a analizar,
por su parte, se debe a la búsqueda por abarcar un amplio margen de tiempo que permita
ver, eventualmente, cambios significativos en el discurso del agente. En el 2010, Petro fue
candidato a la Presidencia, ocupo el cargo de Alcalde de Bogotá entre el 2012 y 2015, y
volvió a ser candidato presidencial en el 2018. En consecuencia, el periodo a analizar marca
un antes, durante y después del paso de Petro por la administración de Bogotá. Fases
anteriores del discurso de Petro serán excluidas de aquí porque, dadas las limitaciones de
tiempo y las restricciones de espacio para la escritura de este texto, no hubiera sido factible
24
abarcarlas en toda su magnitud y porque el paso de Petro por un cargo de la rama del poder
ejecutivo del poder público, tan esencial para el problema aquí abordado, no tiene
precedente en períodos previos de su actividad política.
Los proyectos hegemónicos no son discursos que se realizan o no en las instituciones, sino
que también se adaptan conforme a estas. Tal como se desarrollará en el marco teórico,
puede decirse que el agente construye y transforma su propio discurso de acuerdo a la
institucionalidad en la que participa. El objetivo del trabajo es, entonces, analizar la
constitución y transformación del proyecto hegemónico de Petro, como discurso político,
tomando como punto central su paso por la Alcaldía de Bogotá.
En consideración a lo anterior, en el siguiente capítulo del texto, correspondiente al marco
teórico, se profundiza en los conceptos hasta aquí mencionados. La intención es articular el
pensamiento de Gramsci y Laclau, como autores principales de la teoría de la hegemonía,
con los planteamientos de Bob Jessop, teórico del Estado.
25
3.MarcoTeórico El siguiente marco teórico parte del pensamiento de Gramsci como un primer momento para
entender, a partir del concepto de hegemonía, qué es el Estado, pero específicamente, cómo este
ejerce su poder y cómo la estructura de dicho aparato -como dirá Jessop- afecta la estrategia y el
discurso de los distintos agentes políticos. El marco teórico se dividirá en tres partes. En la
primera, se hará un recuento de lo que en Gramsci se puede llamar el “Estado integral”. En la
segunda parte se articulará el pensamiento de Gramsci con el de Bob Jessop, quien adopta la
concepción gramsciana y junto al pensamiento de Poulantzas desarrolla la idea de que el Estado
debe ser entendido como una “relación social”. A partir de esto, se explicará lo que Jessop
denomina el “enfoque estratégico relacional”(EER), como un camino metodológico derivado
de la concepción sobre el Estado antes expuesta. En la tercera parte, por último, se establecerá
la relación entre el EER y la teoría de la hegemonía como teoría del funcionamiento de los
discursos políticos. Todo el marco teórico, vale decir, estará orientado en torno a pensar el
proceso de constitución de un proyecto hegemónico, como discurso político, en un marco
institucional.
3.1.Hegemonía,EstadoIntegralypolíticaenGramsci La pregunta por la hegemonía es central en Gramsci a la hora de pensar la política en los
Estados ‘occidentales’. A diferencia de los que él denomina ‘orientales’, donde el poder está
concentrado en la ‘sociedad política’ o ‘gobierno’, en los de ‘occidente’ el poder desborda estos
límites y se extiende por toda la organización social. Para Gramsci, contrario a los Estados de
tipo ‘oriental’, donde “el Estado lo era todo, […]en occidente había una verdadera relación
entre el Estado y la sociedad civil, y cuando el Estado temblaba una rígida estructura de la
sociedad civil era revelada”(SPN 1999, 494). Esta estructura, en los Estados más avanzados,
dice Gramsci, es “muy compleja y resiste las irrupciones catastróficas del elemento económico
inmediato” (Gramsci 1975, 62).
El poder de la ‘clase dirigente’ no reside en el aparato institucional del Estado, sino que ante
cualquier crisis, económica o política, la sociedad civil aparece como su respaldo. Si era
posible para los revolucionarios alcanzar el poder mediante un rápido derrocamiento de los
26
gobernantes mediante una ‘guerra de movimiento’, tratándose de Estados de tipo ‘oriental’, en
los Estados de ‘occidente’ eso no era posible. En estos últimos, con sociedades mucho más
complejas, la clase dominante ejercía su poder no solo a partir de la coerción, sino a través del
consenso, de un exitoso “liderazgo moral e intelectual” (SPN 1999, 212). Conseguir la
dominación del andamiaje institucional no es entonces suficiente para erigirse como grupo
hegemónico, sino que es necesario liderar y conquistar a la sociedad civil. El concepto de
hegemonía, desde este punto de vista, hace referencia a la capacidad que tiene determinado
grupo de, al tiempo que controla el aparato estatal, liderar política e ideológicamente al resto de
la sociedad.
En el pensamiento de Gramsci el principal campo donde se ejercía este liderazgo era la
sociedad civil. Allí, la clase dominante construía la hegemonía y, a partir de luchas políticas e
ideológicas en las que resultaba victoriosa, se servía de esta como trinchera del poder de la
sociedad política (Gramsci 1975, 62). Esta distinción entre la ‘sociedad civil’ y la sociedad
política’ tiene sentido en Gramsci si se piensa que el poder de la clase dominante no se
concentra, como ya se ha dicho, en el aparato gubernamental del Estado. Si esto es así, el
Estado debe ser entendido en un sentido más amplio, compuesto por “dos grandes niveles
superestructurales: uno que puede ser llamado ‘sociedad civil’, o sea el conjunto de
organizaciones comúnmente llamadas ‘privadas’, y otro llamado ‘sociedad política’ o
‘Estado’” (SPN 1999, 145). El primero corresponde a la función hegemónica y el segundo
corresponde a la ‘dominación directa’ ejercida a través del aparato jurídico del Gobierno(Ibid).
La ‘sociedad civil’ involucra a la Iglesia, los sindicatos, los partidos políticos, los medios de
comunicación y las asociaciones culturales, que son ajenas al proceso de producción y al
aparato público del Estado, pero que ejercen un papel más importante que este en la
construcción de hegemonía (Simon 2015, 70). Ese aparato, equivalente a la ‘sociedad política’,
se refiere al conjunto de órganos del Estado, como las fuerzas armadas, las ramas del poder
público y todas aquellas organizaciones administrativas a través de las cuales el Estado ejerce su
poder coercitivo (Ibid,. 72). En relación a la sociedad civil y la sociedad política, sin embargo,
no debe entenderse que existe una clara división entre ambas esferas, sino que su distinción
tiene más un valor conceptual, pues con frecuencia una se sobrepone a la otra (Ibid).
27
Para Gramsci, entonces el “Estado es todo el conjunto de actividades prácticas y teóricas con
que la clase dirigente no sólo justifica y mantiene su dominio sino que logra obtener el
consenso activo de los gobernados” (Gramsci 1999 [Q15 § 10], 186). Esta definición del
Estado es expresada también por Gramsci de esta forma: “Estado = sociedad política +
sociedad civil” (SPN 1999, 532). El ‘Estado integral’ supone en este sentido que la forma en la
cual el grupo dominante ejerce el poder no es solamente a través del aparato coercitivo del
Estado, sino que también se vale de la sociedad civil para producir y mantener su poder
hegemónico, de manera tal que:
“un grupo social puede e incluso debe ser dirigente aún antes de conquistar el
poder gubernamental (esta es una de las condiciones principales para la misma
conquista del poder); después, cuando ejerce el poder y aunque lo tenga
fuertemente en el puño, se vuelve dominante pero debe seguir siendo también
dirigente” (SPN 1999, [Q19 §24], 212)
De esta definición se deriva la distinción entre grupo dominante y grupo dirigente. Mientras que
el primero tiene que ver con el control efectivo de los mecanismos formales de poder, “con la
capacidad de disciplinar y castigar3” (Eagleton 1999, 154), el segundo hace referencia a la
capacidad para generar consensos en torno a los cuales el poder de determinado grupo sea
aceptado por las clases subordinadas. Ejercer un efectivo liderazgo requiere más que la fuerza
material dada por el poder, así como para dominar se necesita de actividad hegemónica
exitosa(Ibid,. 215). El liderazgo moral, político e intelectual de un grupo sobre el resto de la
población es lo que garantiza la hegemonía, por lo que la capacidad de generar consensos,
sentidos y horizontes de posibilidad compartidos es fundamental. Gobernar es buscar obtener el
consenso activo de los gobernados, como diría Gramsci, para la cual no es suficiente interactuar
con los aparatos de gobierno. Si el Estado y su poder, como se vio antes, no se limita al
andamiaje institucional, la política, como construcción de hegemonía, supone la relación de los
actores políticos con el conjunto de la sociedad civil, y no solo con la sociedad política. Esta
búsqueda por generar consensos y sentidos compartidos aceptados por la mayoría es la tarea de
3 Todas las traducciones que aparecen en el texto son propias.
28
los actores políticos, quienes se relacionan no solamente con los aparatos de gobierno, sino con
el conjunto de organizaciones ‘privadas’ lejanas en apariencia a los mecanismos coercitivos del
Estado.
En términos de estrategia, por otro lado, los actores políticos que pretendan la construcción de
hegemonía deberán buscar la “formación de una voluntad colectiva nacional-popular […] y
reforma intelectual y moral”(Gramsci 1975:17). Esta tarea no es inmediata ni es posible de
conseguir a partir del asalto a los centros de poder, por lo que en este punto es importante traer a
colación la ‘guerra de posiciones’ de la que habla Gramsci. Dado que la toma repentina del
aparato del Estado no sería suficiente, de lo que se trata más bien es de conquistar de manera
paulatina y prolongada el consenso de la mayoría de la población en torno a determinado
proyecto político(Errejón (A), 8). Esta conquista es generada a partir del éxito de las estrategias
discursivas para construir una voluntad ‘nacional-popular’ y para presentar como universal un
proyecto político particular(Ibid,. 9).
Si, como se vio, en el Estado de tipo occidental el aparato coercitivo está protegido por un
sistema de trincheras constituido por la ‘sociedad civil’, la victoria sobre este último campo por
parte de los actores políticos es fundamental si se quieren erigir como hegemónicos. Lo
contrario, es decir, la toma de los centros físicos de poder, es una estrategia insuficiente. La
‘guerra de posiciones’ significa la construcción y movilización de identidades, por parte de
actores políticos, en torno a ciertos sentidos compartidos y determinados objetivos con el fin de
que, una vez se alcance el poder institucional, sea posible mantenerlo y funcionar como poder
hegemónico. La guerra de posiciones, por último, puede ser entendida como una consecuencia
de la comprensión del Estado en un sentido ampliado, pues la principal modalidad del poder
estatal bajo este enfoque es el “ejercicio de la hegemonía basado en el consenso activo”
(Jessop 1990, 17) de la sociedad civil.
3.1.1.IdeologíayDiscurso
La hegemonía tiene que ver más con el consenso que con la coacción, como se ha visto, y está
relacionada con la generación de sentidos compartidos entre las clases sociales -en el seno de la
‘sociedad civil’- que sirvan de soporte al aparato gubernamental del Estado. En este proceso de
29
formación de identidades políticas juega un papel esencial la ideología y el discurso. Ideología
no en el sentido negativo que el marxismo ortodoxo le entregó al término, sino entendida como
“fuerzas activamente organizativas que son psicológicamente validas, y que moldean el terreno
en el cual hombres y mujeres actúan, luchan y adquieren conciencia de sus situaciones
sociales” (Eagleton 1995, 155). Gramsci le otorga un valor a la ideología no solo conceptual
sino estratégico, en la medida que reconoce su papel en la construcción de hegemonía ya no
como ‘sistema de ideas’, sino como “práctica social auténtica y habitual, que debe abarcar las
dimensiones inconscientes y no articuladas de la experiencia social” (Ibid,. 153). La
hegemonía incluye a la ideología, pero no es reductible a esta, pues la construcción de la
primera se da también en manifestaciones políticas y económicas, así como en “prácticas no
discursivas además de en manifestaciones retóricas”(Ibid,. 149,151).
La ideología juega entonces un papel preponderante a la hora de organizar las identidades
políticas en torno a sentidos compartidos, hecho que se da, principalmente, a partir de prácticas
discursivas. En Gramsci hay un énfasis en la importancia de generar consensos, aceptación y
legitimidad en los gobernados en torno al proyecto político de quienes gobiernan, por lo que el
discurso de los actores políticos es en este sentido relevante. Por discurso debe entenderse toda
“práctica articulatoria que constituye y organiza las relaciones sociales” (Jessop 1990, 242), a
través del cual “los elementos de un proyecto político hegemónico son formados” (McGuirk
2004, 1024).
Ahora bien, como se vio antes, la dominación no es ejercida de manera automática y sin
tensiones, sino que es también el resultado de luchas a nivel de los aparatos del Estado y de la
sociedad civil. De esta forma, la pregunta en Gramsci en relación al Estado no es tanto por su
definición en sentido formal, sino más bien por el poder del Estado(Jessop 1990, 363). Para
Jessop, como se verá más adelante, el Estado pueda ser definido, a partir del pensamiento de
Gramsci, como “un complejo conjunto de instituciones, organizaciones y fuerzas que operan
dentro, hacia, o localizadas a cierta distancia del aparato jurídico político del Estado”, que
actúa como mediador en la producción hegemónica (Jessop 1997, 2). Si bien es cierto que el
grupo o la clase dominante predomina en el Estado, la posibilidad de ejercer el poder depende
de su efectivo liderazgo moral e intelectual de la sociedad civil, de su capacidad de consolidar
30
un consenso activo que soporte el aparato coercitivo(SPN 1999, 212),.
Se desprende de esta lectura del Estado que este debe ser entendido en términos de relaciones de
poder. En realidad, el poder no se concentra en el aparato de gobierno, en las instituciones de
este, sino que se extiende a la sociedad civil, depende del equilibrio de fuerzas en esta y de las
relaciones sociales de poder en las organizaciones privadas que la componen (Simon 2015: 75).
En palabras de Gramsci, el grupo dominante no puede imponer de manera irrestricta su
voluntad a través del aparato gubernamental, pues, en realidad, “la vida del Estado es
concebida como un proceso continuo de formación y remplazo de equilibrio inestable” (SPN
1999, 406), donde los intereses de la clase dominante están en lucha constante con los intereses
de las demás clases. El Estado y su poder son el resultado de este equilibrio de fuerzas, donde
de alguna manera la clase dominante tendrá que permitir que ciertos intereses de las clases
subordinadas sean representados.
El pensamiento de Gramsci permite alejarse de los estudios sobre el Estado que centran su
atención en los aparatos y los mecanismos formales de poder, tales como la coerción ejercida
por las fuerzas militares o las instituciones burocráticas propias del Estado moderno. El Estado
está conformado por esa estructura, llamada por Gramsci sociedad política, pero también por la
sociedad civil, es decir, por los aparatos privados a través de los cuales se construye y sostiene
la hegemonía de la clase dominante. Esta clase dominante, no puede simplemente imponer su
voluntad sin mayor resistencia sobre las otras clases, sino que dicha capacidad es consecuencia
del equilibrio de fuerzas en la sociedad civil, y de su capacidad de liderazgo moral e intelectual
sobre la población. El Estado integral, entonces, o “el Estado en su sentido inclusivo”(Jessop
2016, 105), tiene un valor metodológico particular en la medida que es entendido como “un
conjunto de relaciones sociales incrustado, de manera diferencial, en un espacio más amplio de
relaciones sociales”( Jessop 1999, 26). La política, por otro lado, como construcción de
hegemonía, supone la relación de los actores políticos tanto con la ‘sociedad política’ como con
la ‘sociedad civil’. Es en este último nivel donde los actores, a través de estrategias de
persuasión, buscan generar sentidos compartidos que soporten su proyecto político. Una
consecuencia de esto es que dicho proyecto político, como discurso político, se ve afectado y se
moldea en relación a las organizaciones sociales con las que interactúa, como se verá con más
31
claridad en el siguiente aparte.
3.2.ElEstadocomorelaciónsocialenBobJessop
El pensamiento de Marx y Gramsci es utilizado por Nicos Poulantzas para desarrollar una
definición general del Estado, necesaria para entrar en el pensamiento de Jessop. El Estado
debe ser entendido como “una relación de fuerzas, más exactamente como la condensación
material de una relación de fuerzas entre clases y fracciones de clase, tal como se expresa,
siempre de forma específica, en el seno del Estado”(Poulantzas 2005, 154). El Estado no es
sujeto neutral, pero tampoco es objeto, sino que debe ser entendido, al igual que el poder del
Estado, como una relación social cambiante de fuerzas, en concordancia con el pensamiento de
Gramsci(Jessop 2016, 54). Este postulado general sirve de base para el pensamiento de Jessop,
quien, como se dijo antes, define el Estado como “un complejo conjunto de instituciones,
organizaciones y fuerzas que operan dentro, hacia, o localizadas a cierta distancia del aparato
jurídico político del Estado”(Jessop 1997, 2) y que “puede en efecto ser analizado como el
lugar, el generador y el producto de estrategias”(Jessop 1990, 260).
Esta concepción del Estado es explicada por Jessop en su libro State Theory, Putting Capitalist
states in their place (1990) bajo tres premisas fundamentales. La primera tiene que ver con que
el Estado es sitio de estrategia, específicamente, es sitio de selectividad estratégica. Por
estrategia puede entenderse el conjunto de acciones y tácticas usadas por los actores en
búsqueda de conseguir un objetivo en particular bajo determinados contextos y dadas ciertas
condiciones que, aún cuando permiten un margen de maniobra, afectan su comportamiento,
pues los actores son reflexivos y se desempeñan en consideración a los constreñimientos
impuestos por la estructura (Jessop 2006). Dado un modelo de Estado en particular, su
andamiaje estructural será más accesible a ciertas fuerzas políticas y más susceptible de ser
utilizado exitosamente a través de determinadas estrategias, y en este sentido es que se puede
hablar de selectividad estratégica.
El Estado no es neutral frente a todas las fuerzas políticas o frente a todas las estrategias
adoptadas, pero tampoco está cooptado por un grupo de clase en particular que pueda utilizarlo
a su absoluta conveniencia. Determinado modelo de Estado, además, puede resultar más
32
adecuado para determinadas estrategias económicas o políticas dada su estructura institucional.
Esta selectividad del Estado, por otro lado, debe ser entendida en términos relacionales más que
estructurales, bajo la dialéctica estrategia-estructura. Para Jessop, esta dialéctica supone dos
instancias: por un lado, (i) la selectividad estratégica de las estructuras, en relación a la
capacidad de los actores para participar y actuar sobre cierto contexto; por otro lado, (ii) la
conservación selectiva de estrategias que funcionan dentro de los límites de oportunidades y
constreñimientos diferenciales asociados a cierta estructura, versus la capacidad de los actores
reflexivos para subvertir estos constreñimientos a partir de cambios en la estrategia (Ibid)4. Así
las cosas, el resultado diferenciado de las estrategias adoptadas se deriva no tanto del aparato
del Estado en sí, “sino de la relación entre las estructuras del Estado y las estrategias que
distintas fuerzas adoptan en relación a este” (Jessop 1990, 260).
En segundo lugar, “el Estado también es el sitio donde se elaboran las estrategias” (Ibid,.
261). Jessop sostiene en este punto que entender el funcionamiento del Estado y entender las
estrategias de los agentes van de la mano. No es posible entender el uno sin entender al otro, en
la medida en que es en el Estado donde se condensan las luchas de clase y se dan también las
disputas entre las distintas ramas del poder público. El Estado no actúa entonces en absoluta
unidad, sino que sus actuaciones son el resultado de estas luchas en su interior y de las
estrategias adoptadas por los agentes en la búsqueda por el poder. Si lo que se busca es entender
la relativa unidad en el accionar del Estado, entonces hay que mirar hacia los políticos y los
funcionarios públicos, pero, sobre todo, al pluralismo de instituciones, que funcionan con
lógicas propias y que constituyen el Estado, pues su interacción permite ver cómo una “relativa
unidad es impuesta en las varias actuaciones del Estado y cómo estas adquieren relativa
autonomía de las presiones emanadas de la sociedad civil” (Ibid). El Estado como lugar central
en la acción política, por otro lado, es característico del trabajo de Jessop, en contraposición al
pensamiento de Laclau y Mouffe, quienes no lo reconocen así, como se verá más adelante(Ibid.
293).
4 Respuesta a la pregunta “Can you explain the dialectic of structure and strategy through an example?” Jessop, Bob. 2014. The strategic-relational approach: an interview with Bob Jessop, bobjessop (Blog) 2 December, https://bobjessop.wordpress.com/2014/12/02/the-strategic-relational-approach-an-interview-with-bob-jessop/
33
En tercer lugar, el Estado posee determinado andamiaje estructural como consecuencia de
disputas y estrategias políticas del pasado, ya sea al interior del Estado, afuera de este, y ya sea
para transformarlo o para mantenerlo(Ibid,. 261). La selectividad estratégica del Estado,
entonces, dependerá de “la interacción entre sus pasados patrones de selectividad y las
estrategias adoptadas para su transformación” (Ibid). Se desprende de esto que las acciones de
los agentes, así como el estudio sobre estas, deberán tener en cuenta que la capacidad de agencia
de los sujetos estará siempre constreñida, aunque no determinada, por la estructura en la cual
actúan, y en este caso, por la configuración histórica del Estado, elemento ajeno a su voluntad.
3.2.1.ElEnfoqueEstratégicoRelacional
El Enfoque Estratégico Relacional (en adelante EER) toma como punto de partida esta
concepción sobre el Estado, explicada bajo las tres premisas del apartado anterior, para formular
una serie de herramientas metodológicas que respondan al problema del Estado desde una
perspectiva que supere las concepciones estructurales del marxismo ortodoxo donde el Estado,
o mejor, el poder del Estado, deba ser entendido en términos relacionales(Jessop 1990, 365).
Esto significa que, como lugar central de condensación material de relaciones de fuerza, el
poder del Estado es una derivación contingente de estas relaciones de fuerza donde los agentes
“buscan defender sus intereses dentro, a través, y contra este sistema”(Jessop 2016, 54). El
EER, por otro lado, asume el Estado como uno de varios subsistemas que componen la
sociedad, deja de lado la determinación en última instancia del marxismo, pero también asume
que el Estado es todo y parte dentro de estos subsistemas. En palabras de Jessop: “[…] el
Estado es solo un conjunto institucional entre otros dentro de la formación social, pero es
particularmente responsable de mantener la cohesión social de la formación de la cual hace
parte”(Ibid,. 360).
El Estado como relación social significa que este puede ser exitosamente estudiado si se
entiende como:
“un conjunto distintivo de instituciones y organizaciones cuya función socialmente
aceptada consiste en definir y hacer cumplir las decisiones colectivamente
34
vinculantes en una población dada en nombre de su “interés común o voluntad
general”. (Jessop 2014, 25)
Por su parte, también se debe considerar:
“(i) el ejercicio del poder estatal (ii) como una condensación institucional y
discursivamente mediada (iii) de equilibrio cambiante de fuerzas, (iv) que buscan
influenciar las formas, propósitos y contenido de la política y las políticas públicas
(v) en coyunturas específicas, enmarcadas por una mezcla de oportunidades y
constreñimientos variables, (vi) ligadas ellas mismas a un ambiente natural y
social más amplio”.(Jessop 2016, 53).
El equilibrio cambiante de fuerzas es pues fundamental para una adecuada comprensión y
estudio del Estado. Este equilibrio es mediado “institucional y discursivamente así como a
través de las tecnologías gubernamentales” (Ibid,. 54), lo que lleva a preguntarse por la
estructura y la agencia como factores determinantes para pensar el poder estatal. De hecho, uno
de los aportes más significativos del EER es ver la estructura y la agencia en términos
dialécticos, que en adición a lo explicado en el apartado anterior, puede ser entendido a partir de
un cuadro elaborado por Jessop (Figura 1. EER. Estructura y agencia). Este cuadro busca
explicar “la estructura en relación a la acción, y la acción en relación a la estructura”(Jessop
2001, 1223).
El cuadro debe ser entendido, como explica Jessop (2001), por niveles correspondientes a cada
fila y columna, los cuales pueden ser resumidos de la siguiente forma: (i) La primera fila
representa la dicotomía entre los constreñimientos externos y la libertad de acción, el
equivalente a la tesis y antítesis del movimiento inicial entre agencia y estructura; (ii) la
segunda fila muestra la estructura como un efecto emergente de la acción, y la agencia como un
modo de acción constreñido estructuralmente, pues los agentes son agentes socializados; (iii)
los conceptos de la tercera fila se refieren a aspectos estratégico-relacionales de coyunturas
particulares, bajo el supuesto de que la agencia no es la reproducción mecánica de un
constreñimiento institucional pues los agentes en todo caso calculan cuáles son las estrategias
35
más convenientes; (iv) los conceptos de la cuarta fila se refieren a aspectos estratégico-
relacionales de coyunturas sucesivas bajo el supuesto de que las estrategias elegidas repercuten
sobre la estructura y de que los agentes operan, en esa pluralidad de coyunturas, reflexivamente;
(v) la quinta fila, por último, indica un posible resultado derivado de la selectividad estratégica
de las instituciones y el comportamiento reflexivo de los agentes(Ibid) . Las flechas entre las
filas y columnas representan esta lógica dialéctica entre agencia y estructura, que es
complementada por los conceptos que aparecen en cada columna. El cuadro, en su conjunto,
indica que “la selección recursiva de estrategias y tácticas dependen de la capacidad de
aprendizaje individual o colectivo y de las experiencias derivadas de la escogencia de distintas
estrategias y tácticas en distintas coyunturas”(Ibid,. 1224). Determinada estructura, entonces,
tiende a privilegiar algunas fuerzas políticas y algunas estrategias sobre otras. Los actores
políticos, por su parte, son reflexivos y toman en cuenta esta selectividad para forjar sus
estrategias.
En suma, los agentes actúan en el sistema estatal bajo condiciones que ellos no escogieron, pero
esto no significa que su capacidad esté totalmente limitada por la estructura. Esta última,
además, también es susceptible de ser transformada por las estrategias de los agentes. La
estructura consiste en “constreñimientos y oportunidades diferenciadas para cada agente”,
mientras que la agencia, en cambio, “depende de capacidades estratégicas que varían dada la
estructura y los agentes involucrados” (Jessop 2016, 55). La estructura del Estado no es igual
de restrictiva o de permisiva para todas las fuerzas, sino que esto depende de cada agente, de sus
estrategias, y de qué tanto se ajustan sus intereses al equilibrio de fuerzas dentro y fuera del
aparato estatal, en la medida que el sistema del Estado es solo un subsistema en medio de una
realidad social más amplía.
Debido a la dialéctica entre estructura y agencia, los agentes tienen campo de acción para
sobreponerse o subvertir las limitaciones estructurales (Ibid). En palabras de Jessop, “El Estado
es un terreno estratégicamente selectivo que nunca puede ser neutral ante todas las fuerzas
sociales y los proyectos políticos; pero cualquier parcialidad es siempre tendencial y puede ser
socavada o reforzada por estrategias apropiadas”( Jessop 1990. 353) Del equilibrio de
fuerzas, por otro lado, dependerá el poder del Estado y la capacidad de los agentes para hacerse
36
a este, pues no es que el Estado ejerza el poder por sí mismo, sino que este es activado a partir
de la agencia de fuerzas políticas en determinada coyuntura (Ibid,. P.367).
Figura 1. EER. Estructura y agencia. Tomado de Jessop 2001, 1224
3.2.2.Gobernanza Jessop afirma, por otro lado, que en el capitalismo contemporáneo es posible ver una ‘des-
estatización’ del sistema político(Jessop 1997, 15). Como consecuencia de esto, hay un cambio
en el rol del Estado y la forma en la cual este ejerce su poder. Si antes el Estado jugaba un rol
fundamental en asegurar proyectos políticos, económicos, o, en términos de Gramsci,
hegemónicos, en el capitalismo moderno la forma en la cual estos proyectos se realizan es a
partir de alianzas bastante amplias entre sectores estatales y no estatales(Ibid). El Estado
conserva un rol muy importante en la acción política, pero “es un rol redefinido como resultado
de una rearticulación más general de los niveles local, regional, nacional y supra-nacional de
la organización política y económica”(Ibid,. 16).
37
Es entonces necesario dar un último paso en relación a la concepción del Estado y del poder del
Estado en Jessop. A partir de Gramsci y Foucault, Jessop reinterpreta el papel del Estado bajo el
capitalismo contemporáneo y da el paso del gobierno a la gobernanza. La idea de gobernanza
dista de interpretaciones sobre el ejercicio del poder donde cada actor racional actúa por interés
propio sin mayores constreñimientos, o aquella que afirma que el poder es ejercido de arriba
hacia abajo por determinada autoridad (Jessop 2002, 1). El concepto de gobernanza se refiere a
“mecanismos y estrategias de coordinación de agentes, organizaciones, y sistemas funcionales,
operacionalmente autónomos, que actúan en recíproca interdependencia” (Jessop 2016, 166).
El poder del Estado no reside únicamente en su aparato coercitivo, como se vio antes con el
concepto ampliado de Estado en Gramsci. Tampoco es correcto afirmar que hay completa
coordinación entre los distintos aparatos de los que se vale el Estado para ejercer su
dominación. Este último paso es el que, sostiene Jessop, no está presente en el trabajo de
Gramsci, pues si bien este último no entiende el ejercicio del poder de forma jerárquica, sí
supone cierta homogeneidad entre los aparatos del Estado. El poder del Estado, en
consecuencia, no se impone de arriba hacia abajo, ni únicamente a través del aparato coercitivo
o de las instituciones burocráticas, sino que también se vale de “redes, alianzas, llamados a la
solidaridad y demás.” (Ibid,. 167).
Esta posición teórica de Jessop se fundamenta en la idea de que cada vez es más borrosa la
frontera entre el Estado y la sociedad civil. El ejercicio del poder requiere de alianzas y
estrategias con sistemas y redes que están por fuera del Estado en su sentido más formal, y que
hacen parte de la sociedad civil, como grupos empresariales o medios de comunicación. Al ser
necesario algún tipo de consenso o negociación con estas fuerzas que operan fuera de los
aparatos gubernamentales del Estado, los actores fijan sus estrategias de acuerdo con estas
realidades, pues no es suficiente, desde la teoría de la hegemonía, la coerción o la
administración burocrática a través de las organizaciones propias del sistema estatal para ejercer
el poder del Estado(Jessop 2016, 176). Dichas estrategias pueden verse reflejadas en las
formulaciones discursivas de los actores, como se verá a continuación.
38
3.3.TeoríadelaHegemonía,AnálisisdelDiscursoyelEER.
Dicho lo anterior, es necesario hacer algunas consideraciones sobre la pertinencia del enfoque
estratégico relacional para pensar la construcción de un proyecto hegemónico, como discurso
político, en un marco institucional. En este sentido, Jessop sostiene en varias oportunidades la
relevancia del análisis de las formas estatales de la mano del discurso y la práctica política para
un correcto estudio del Estado (Jessop 1990, 358). Si el Estado no es lo mismo que la
estructura gubernamental, entonces el estudio del Estado debe tomar en cuenta las
“afirmaciones acerca de la voluntad general o del interés común”(Jessop 2014. 25), las cuales
son esencialmente construidas a través del discurso de los distintos actores políticos.
Una correcta utilización del EER, en este sentido, también debe tomar en cuenta las
formulaciones sobre el rol del Estado, su papel en la sociedad y los propósitos que se le asignan,
lo cual es también construido discursivamente. Así lo expresa Jessop: “Los discursos
controvertidos acerca de la naturaleza y los propósitos del gobierno para la sociedad en
general, su relación con los proyectos hegemónicos alternativos, y su traducción en prácticas
políticas, se vuelven significativos en este contexto [estudio del Estado]”(Ibid,. 26).
Autores que utilizan el EER han hecho énfasis en la pertinencia del discurso como herramienta
metodológica para entender la forma en la cual un proyecto hegemónico es formado (McGuirk,
2004, 1024). La gobernanza, como cualquier otra práctica social, es constituida a través del
discurso, en concordancia con el pensamiento de Laclau y Mouffe, que se explorará más
adelante. La construcción de hegemonía, recordando a Gramsci, sucede en el Estado en su
sentido ampliado y, por tanto, incorporando aquí a Jessop, se ve moldeada por la ‘selectividad
estratégica’ del mismo Estado. La forma concreta de acción de los agentes en ese marco no es,
sin embargo, fácil de identificar empíricamente a partir del pensamiento de Jessop. Su teoría
opera en un elevado nivel de abstracción que dificulta la operacionalización de los conceptos.
La teoría de la hegemonía, interpretada como un tipo de análisis del discurso político, resulta
aquí un útil complemento. Jessop reconoce, desde el plano de abstracción propio de su teoría, la
importancia de este enfoque. Por discurso debe entenderse toda “práctica articulatoria que
39
constituye y organiza las relaciones sociales”(Jessop 1990, 242). Analizar el discurso permite
“identificar cómo estos articulan identidades e intereses políticos de actores específicos o
colectivos, suscriben compromisos y selectivamente los institucionalizan”(Ibid). El discurso es
entonces reconocido por el EER como elemento fundamental de análisis, pues este juega un
papel esencial en la creación de proyectos hegemónicos y en la “articulación de la base social
que soporte los intereses dominantes, así como en asegurar el consenso de intereses sociales
subordinados”(McGuirk 2004, 1023).
La teoría de la hegemonía, como teoría de funcionamiento de los discursos políticos, está
orientada fundamentalmente a estudiar la construcción de sujetos, identidades colectivas,
articulación de intereses y antagonismos (Laclau y Mouffe, 1985). El análisis político que se
pueda hacer utilizando como marco esta teoría, deberá identificar, al menos, un “ellos y un
nosotros, una propuesta de solución imaginable, y un referente simbólico para la
movilización”(Errejón (A), 11). Deberá también analizar las articulaciones entre las demandas
populares, bajo el supuesto de que un proyecto hegemónico, para que sea exitoso, necesita
“crear una cadena de equivalencias entre las varias luchas democráticas y en contra de las
diferentes formas de subordinación” (Laclau y Mouffe 1985, 19).
La propuesta de Laclau y Mouffe hace énfasis en las demandas como unidad básica para la
formación de identidades colectivas(Laclau 2005, 98). Estas demandas se articulan bajo dos
lógicas fundamentales: de la diferencia y de la equivalencia(Laclau y Mouffe 1985, 170). Bajo
la lógica diferencial, cada demanda tiene su particularidad, mientras que, en la segunda lógica,
diversas demandas se agrupan más allá de su contenido particular (Errejón (B), 6). Toda
identidad, dice Laclau, “es construida dentro de esta tensión entre la lógica de la diferencia y
la lógica de la equivalencia”(Laclau 2005, 94) La cadena de equivalencias que pueda formarse
dependerá de la práctica articulatoria de los actores políticos y en proporción a qué tan amplia
esta sea, “más mixta será la naturaleza de los vínculos que entran en su composición”(Ibid,.
101). La consolidación de la cadena, por otro lado, requiere, por parte de los actores políticos,
del uso de significantes vacíos “susceptibles de ser llenados por uno u otro contenido
particular, en cuyo caso pasan así a designar la nueva totalidad construida”(Errejón (B), 6).
40
Laclau y Mouffe desarrollan así ideas del pensamiento de Gramsci desde una visión que pone
en primer plano la dimensión lingüística de la práctica política. Como promotor de este
enfoque, Iñigo Errejón sugiere, a modo de punto de partida, pensar que los hechos sociales no
cobran significado político por sí mismos, sino que son el resultado de prácticas discursivas que
los problematizan, los nombran y los orientan. Lo mismo sucede con las identidades políticas,
que no preexisten al discurso, sino que son construidas a partir de este(Errejón (A), 3).
En la política, la lucha central es por construir bandos, identidades, un ellos y un nosotros que
siempre son cambiantes y que dependerán de las narrativas que tengan mayor éxito en cada
contexto. Estas identidades discursivas no surgen de manera automática, sino que son el
resultado de una construcción llevada a cabo por un grupo en particular, un partido, un líder o
un movimiento, que articule las más diversas demandas de grupos heterogéneos, pero que se
muestre y sea aceptado como el legítimo representante de las demandas que articula. No es
suficiente, sostiene Errejón, siguiendo a Gramsci, con el surgimiento de estas identidades
políticas o con la toma de las instituciones para construir el poder político, sino que es
necesario, además, cooptar el sentido común, lo cual es un trabajo fundamentalmente
ideológico(Ibid,. 8).
Un régimen hegemónico, por tanto, se caracteriza por ser visto como ‘el universal de una
sociedad’, y se puede caracterizar como tal cuando ha construido una ‘voluntad colectiva
nacional-popular’. La hegemonía depende así de la capacidad de un sector social particular para
“presentar sus objetivos propios como aquellos que hacen posible la realización de los
objetivos universales de la comunidad”(Laclau y Zizek 2003, 55).
Como se ve, la preocupación de Laclau y Mouffe no es por el carácter del Estado, o la manera
en la que este ejerce su poder, sino que pasa más bien por la construcción discursiva de
identidades colectivas. El interés de Jessop es distinto, pues su objeto de estudio es
fundamentalmente el ejercicio del poder del Estado. Bajo esta perspectiva, Jessop cuestiona la
negativa de Laclau y Mouffe a distinguir entre instituciones y agencia (Jessop 1990, 299). Lo
social es discursivamente construido para estos autores, por lo que no toman en cuenta los
complejos institucionales en los que se mueven los agentes y que de alguna manera “facilitan o
41
limitan la acción”(Ibid). Las condiciones bajo las cuales un proyecto hegemónico -como
discurso político- es recibido por los sujetos son, según Jessop, prácticamente ignoradas por
Laclau y Mouffe, mientras que él reconoce la necesidad de “explorar las condiciones sociales
que determinan la apertura de los sujetos hacia proyectos específicos y/o los hacen
estructuralmente dispuestos a la movilización” (Ibid,. 302),
Algunas tensiones adicionales así como complementos pueden establecerse entre el trabajo de
Jessop y el de Ernesto Laclau y Chantal Mouffe. Jessop critica la teoría del discurso como
herramienta epistemológica para una adecuada comprensión política que tome en cuenta todos
los elementos. Laclau y Mouffe, según Jessop, en su ánimo por desprenderse de cualquier
resquicio del marxismo estructural, dejan a un lado cualquier influencia institucional en las
prácticas políticas(Jessop 1990, 298). Tampoco reconocen en el Estado el lugar por excelencia
de la acción política, sino que, por el contrario, afirman que la construcción de hegemonía, dado
el carácter abierto y contingente de lo social, puede ocurrir en cualquier lugar. Así, en su
propuesta política llegan a afirmar que “multiplicar los espacios políticos e impedir que el
poder sea concentrado en un punto son, pues, precondiciones de toda transformación
realmente democrática de la sociedad” (Laclau y Mouffe 1985, 223).
Entre ambas perspectivas, sin embargo, parecen existir complementos que las hacen valiosas
para el presente trabajo. El trabajo de Jessop permite entender que el Estado posee unas
condiciones estructurales que no son permanentes y que no son absolutas, pero que afectan a los
agentes y sus discursos. Esta selectividad estratégica implica que el Estado no es neutral ante
todas las fuerzas políticas, sino que será más favorable a unas fuerzas que a otras, dependiendo,
por ejemplo, si los intereses de los actores son compatibles con un proyecto hegemónico más
amplio. Laclau y Mouffe, por su parte, brindan herramientas conceptuales para analizar las
formulaciones discursivas de los agentes, y, en este sentido, permiten identificar las estrategias
de las que habla Jessop para la consolidación de un proyecto hegemónico. El discurso, como
categoría central en el trabajo de Laclau y Mouffe, es reconocido, como se dijo antes, por
quienes utilizan el EER, pues este permite ver la forma en la cual un proyecto hegemónico es
formado. La idea es entonces tomar en cuenta estas consideraciones para pensar el proceso de
constitución del agente/discurso en un marco institucional. Se trata de utilizar el marco teórico
42
aquí expuesto para analizar la forma como se consolida y se transforma el proyecto
hegemónico, como discurso político, de un agente inscrito en parte del aparato institucional del
Estado.
A continuación se plantea la metodología escogida para la operacionalización de los conceptos
que se desarrollaron en este capítulo. El diseño metodológico propuesto, aunque se alimenta de
las ideas expuestas en el marco teórico, es original, y está pensado para el análisis de la
construcción de hegemonía, como discurso político, a través del tiempo y de las distintas
posiciones del agente en el campo institucional y político. El diseño metodológico no se
inscribe en alguna corriente teórica en particular, sino que fue planteado con el objetivo de ser
útil a la investigación. Siguiendo a Laclau: “El científico social es un pequeño trabajador que
no debe esperar que un método infalible oriente decisiones que deberían ser dictadas por su
intuición o su sentido común”(Laclau y Howarth 2015, 270).
43
4.DiseñoMetodológico
El objetivo de este apartado del texto es fijar un camino para la operacionalización de los
conceptos expuestos en el marco teórico. El desarrollo metodológico que aquí se propone parte
de la centralidad de la relación entre estructura-agencia, en el marco del concepto ampliado del
Estado, como punto de partida para el análisis del discurso. Se cree que los proyectos
hegemónicos, como formulaciones discursivas, se construyen con base en elementos y
circunstancias que están fuera de la voluntad del agente, conforme a las cuales este fija sus
estrategias. Estas externalidades, por su parte, pueden ser en algún grado modificadas conforme
a las estrategias emprendidas por los agentes. La dialéctica entre estructura y agencia de la que
habla Jessop, y que se explicó en el marco teórico, puede a grandes rasgos ser entendida de esta
forma.
Esta relación entre estructura y agencia es particularmente importante para el trabajo, pues de lo
que se trata es de ver la construcción de un proyecto/discurso hegemónico, en el marco de cierta
participación en el aparato institucional del Estado. La teoría de la hegemonía, por lo menos
desde Laclau, parece estudiar la formación de identidades colectivas por fuera del Estado como
lugar central de la acción política. Lo social, dado su carácter abierto y contingente, se
construye fuera de estructuras institucionales particulares, y las identidades políticas se articulan
discursivamente con fundamento en la capacidad de los actores para traer a la cadena de
equivalencias las demandas de los grupos, cuya identidad no preexiste al discurso.
El trabajo que aquí se propone es, en este sentido, distinto, pues se reconoce la importancia de
ciertas condiciones estructurales en el comportamiento de los agentes. Se puede decir que la
lucha por la hegemonía alcanza un nivel de particularidad especial cuando se hace desde alguna
posición específica dentro de un marco institucional. Construir una voluntad nacional-popular
desde el ejercicio parcial del poder del Estado es parte del problema que se busca analizar, y
para lo cual se plantea este diseño metodológico. Se utilizaron presupuestos teóricos
anteriormente reseñados, así como elementos propios de la teoría de la hegemonía y del
Análisis de Discurso. El diseño metodológico es resumido en la tabla que aparece a
continuación y que se explica en detalle más abajo.
44
Figura 2. Orden estatal y estrategia discursiva. Elaboración propia.
4.1.Estrategiadiscursivayordenestatal. La relación entre estructura y agencia como una propuesta para una adecuada comprensión del
poder del Estado (Jessop 2001, 1224) es aquí reformulada en términos de ‘orden estatal’ y
‘estrategia discursiva’. Cada una de estas variables es esencial en la construcción del proyecto
político hegemónico, pues es en esta interacción que los actores fijan sus formulaciones
discursivas. La estructura gubernamental no es igual de favorable para todos los actores
políticos, pero dichos constreñimientos estructurales pueden a su vez ser modificados de
acuerdo a las estrategias de los actores, quienes tienen capacidad de acción.
Orden Estatal
Estrategia Discursiva
Actores Políticos
Prácticas de gobernanza
Selectividad estratégica
Recalculo
contextualizado de la estrategia
Distinción entre un
‘ellos’ y un ‘nosotros’
Representación
de actores
Intertextualidad
Representación
de eventos + antonimias
Representación
de actores +Géneros de gobernanza
Identificación del problema y propuesta
de solución
Sinonimias +
representación de tiempo y
espacio
Intertextualidad
Modalidades epistémicas +
asunciones
Representación
de tiempo-espacio +
metáforas y metonimias
Motivación para la
movilización
Significantes
vacíos + figuras retóricas
Significantes vacíos o vacío
de representación
Significantes flotantes + asunciones
Significantes
vacíos + sinonimias y antonimias
45
En este sentido, por ‘orden estatal’ debe entenderse el conjunto de instituciones, prácticas,
mecanismos y redes a través de los cuales se ejerce la coerción y se busca el consenso. Es
preciso recordar, con Gramsci, que el Estado debe ser entendido en sentido ampliado, y que la
operación hegemónica, por otro lado, significa el éxito de un proyecto político particular para
representarse como universal. Al tiempo que controla el aparato coercitivo del Estado, este
proyecto político logra valerse de la sociedad civil para generar sentidos compartidos que le
permitan ejercer el poder, fundamentalmente, a partir del consenso.
Por ‘estrategia discursiva’ debe entenderse la serie de recursos lingüísticos a través de los cuales
el agente político busca consolidar su proyecto hegemónico. Tanto la ‘estrategia discursiva’
como el ‘orden estatal’ están en una constante relación, por lo que el discurso político será el
resultado de dicha interacción. Por discurso político, vale decir, debe entenderse, siguiendo a
Jessop, toda“práctica articulatoria que constituye y organiza las relaciones sociales”(Jessop
1990, 242).
4.1.1.Estrategiadiscursiva.
Cada una de estas variables está compuesta por varios indicadores. Los indicadores que
aparecen en ‘estrategia discursiva’ son tomados de la propuesta metodológica de Iñigo Errejón
en “La lucha por la hegemonía durante el primer gobierno del MAS en Bolivia (2006-2009): un
análisis discursivo” (Errejón 2012, 322 y ss.). Aunque no se utilizan todos los elementos que
aparecen en la propuesta de Errejón, sí se adoptan varios de ellos. Así, la teoría de la hegemonía
de Laclau, retomada por Errejón, debe tomar en cuenta para cualquier análisis de discurso
varios indicadores, de los cuales se rescatan, para los objetivos del trabajo, tres fundamentales:
(i) la distinción de un ellos y un nosotros, frontera trazada discursivamente por los actores
donde se asigna la responsabilidad de la situación no deseada a un “ellos” particular, al tiempo
que se constituye un “nosotros” como sujeto pasivo de la situación de injusticia; (ii) la
identificación del problema y la propuesta de solución, momento en el cual se señala una
situación particular como perjudicial e injusta, al tiempo que se propone una solución para
revertir la situación no deseada, y (iii) la motivación para la movilización, que hace referencia a
la forma en la cual se busca impulsar el “nosotros” a perseguir los objetivos comunes que
reviertan la situación de injusticia.
46
4.1.2.OrdenEstatal.
En el otro lado de la tabla aparecen los indicadores del ‘orden estatal’. Estos fueron construidos
a partir de los aportes de Gramsci y Jessop, de su concepto ampliado del Estado y del poder del
Estado como relación social, respectivamente. (i)Actores políticos corresponde a los demás
agentes políticos que interactúan con el agente principal, y que se ubican tanto en la sociedad
política como en la sociedad civil, bajo la perspectiva del Estado en sentido ampliado de
Gramsci; (ii) las prácticas de gobernanza son los mecanismos, estrategias y formas de
interacción entre los actores antes identificados, mediante los cuales se ejerce el poder en el
capitalismo contemporáneo(Jessop 2016, 166); (iii) la selectividad estratégica, por su parte,
hace referencia a las oportunidades y los constreñimientos identificados por el agente derivados
de la anterior interacción; (iv) el recalculo contextualizado de la estrategia, por último, alude a
las estrategias de los agentes para responder a las oportunidades y los constreñimientos antes
identificados. Este último indicador, marca los cambios en el discurso del agente entre una y
otra posición institucional.
4.2.ElementosdeAnálisisdeDiscurso.
Como se ha visto hasta ahora, el discurso político se mueve entre la relación de agencia y
estructura. Un último paso es necesario con el ánimo de identificar la forma en la cual se
constituye un proyecto hegemónico particular. La teoría de la hegemonía propuesta
principalmente por Laclau y Mouffe es retomada por Balsa(2011), quien pretende generar una
metodología que articule los aportes teóricos de los autores con el análisis específico de los
procesos discursivos que se ponen en juego en la construcción de hegemonía. Balsa toma como
punto de partida entender que la hegemonía es esencialmente un proceso dialógico, que se
construye a partir de escuchar las demandas de la población y buscar por que estas se vean,
aunque sea parcialmente, representadas en el Estado. El dialogo es en efecto la forma en la que
se construye la hegemonía, pues un elemento esencial de esta, desde Gramsci, es el consenso.
El diseño metodológico aquí propuesto utiliza la visión dialógica como eje articulador en el
proceso de construcción de hegemonía, y, aunque no toma el método propuesto por Balsa
integralmente, sí incorpora algunos de su elementos. Así, los conceptos que aparecen en las
47
intersecciones de la tabla hacen referencia a elementos propios de la teoría de la hegemonía y
del análisis del discurso. Se cree que un adecuado análisis del discurso debe tomar estos
elementos, posibles de identificar en la relación entre estructura y agencia de la que ya se ha
hablado. En este sentido, cada uno de los elementos que aparecen en las casillas fueron
escogidos con base en los trabajos de Balsa (2011), Laclau y Mouffe (1985 y 2005) y
Fairclough (2003). Se pasa entonces a explicar cada elemento de análisis de discurso que
aparece en la intersección entre los indicadores de ‘orden estatal’ y de ‘estrategia discursiva’.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. Esta dimensión hace referencia a la forma en la cual un actor representa a los otros
actores del campo social. Los actores pueden ser incluidos o excluidos en la representación,
presentados de manera genérica o específica, jugar un rol gramatical particular en la frase, y ser
representados como pronombre o como sustantivo etc.(Fairclough 2003, 145). Los actores de la
sociedad política, como por ejemplo, el Presidente, los Ministros o los directores de los Órganos
de Control, son representados, contextualmente, de una manera particular por el agente. La
frontera entre el interior y el exterior de la identidad política, en este sentido, puede moverse. Lo
mismo ocurre con la sociedad civil, donde distintos agentes, bajo determinadas circunstancias,
pueden pasar a ser parte tanto del ‘nosotros’ como del ‘ellos’ en la formulación discursiva del
agente político.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio - ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. Varios discursos pueden utilizar las mismas palabras,
pero hacerlo de manera distinta. Para identificar estos usos distintos de las palabras una de las
formas más acertadas, siguiendo a Fairclough, es a partir de las relaciones semánticas entre las
mismas(Ibid,. 131). La sinonimia es un tipo de relación semántica en donde se establece un
significado igual o casi igual entre dos palabras distintas. En este sentido, las sinonimias (o las
equivalencias en términos de Balsa) en el discurso del agente son una forma de dilucidar cuáles
son los problemas comunes a los cuales se busca darle solución. Es decir, se trata en este caso
de identificar en el discurso del agente las equivalencias/sinonimias entre problemas o
demandas del campo social. El tiempo y el espacio, por otro lado, son socialmente construidos a
partir de formulaciones discursivas. La representación que se haga de estos girará en torno a
48
relaciones entre el pasado, el futuro, lo local y lo global (Ibid,. 151). La manera en la cual se
representa determinado problema y se articula a espacios más amplios permite ver las relaciones
del agente con su entorno, y, en este sentido, la relación con otros agentes y la posible solución
al problema identificado bajo cierto contexto en particular.
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos + figuras retóricas - ‘motivación para la
movilización’. Los significantes vacíos hacen referencia a determinadas palabras cuyo
significado no está fijado y es objeto de disputa, tales como “democracia”, “libertad” o
“derecho”(Balsa 2011, 81), y que cumplen la función de presentar aquello que es ausente en el
orden social bajo determinado contexto(Laclau y Howard 2015, 72).Encontrar aquellos
significantes que son disputados en el orden social permite ver la interacción entre la estrategia
del actor político y las condiciones estructurales a nivel del Estado en su sentido ampliado. Las
figuras retóricas utilizadas, por otro lado, permiten identificar el horizonte de posibilidad
postulado por el agente para la movilización.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un nosotros’.
En cada formulación oral o escrita hay siempre otras voces o textos que son incorporados por
parte del locutor. En ocasiones, lo que se ha dicho con anterioridad es incorporado de forma
textual, haciendo alusión expresa. En otras ocasiones, la incorporación es más sutil, y por ende
más difícil de dilucidar. De lo que se trata, en todo caso, es de identificar qué otros discursos o
voces son incorporados por el agente y de qué forma, si se hacen atribuciones explícitas o no
(Fairclough 2003, 47). De esta forma, es posible entender la forma en la cual el agente principal
se relaciona con otros agentes e instituciones con las cuales se mantienen de manera habitual
prácticas de gobernanza. Esta interacción, a su vez, mueve la frontera trazada por el agente entre
el interior y el exterior de la identidad política.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y propuesta
de solución’. A partir de la definición de intertextualidad antes planteada, dicho elemento de
análisis de discurso es útil en este caso para entender cómo se describe, por parte del agente, la
relación entre la institucionalidad y las demandas sociales. La hegemonía, según Balsa, es un
proceso dialógico en distintos grados. El actor puede reconocer explícitamente la voz del otro y
49
presentarla en plano de igualdad. Puede también reconocer implícitamente otras voces,
presentando la propia como posible, pero no como la única. Y por último, en lógica monologa,
puede excluir enunciaciones alternativas a la propia(Balsa (A), 17). La intertextualidad, como
elemento de análisis para identificar la dialogicidad, da cuenta de la relación del agente con las
demandas que ya están operando, de las soluciones a estas demandas que le reconoce o no a la
institucionalidad operante, y del espacio que les da en su propio discurso.
6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de representación -
‘motivación para la movilización’. Los significantes vacíos alternativos a los del agente dan
cuenta de los motivos para la movilización por parte de formaciones discursivas distintas a la
del agente principal, que operan bajo algunas prácticas habituales de gobernanza. Cuáles son,
según el agente, los significantes vacíos privilegiados en determinadas formulaciones
discursivas, permite identificar los horizontes de acción que compiten con el del agente. En este
sentido, también es posible que el agente identifique un vacío en la representación de ciertas
demandas, dada la ausencia de significantes que movilicen políticamente a los sujetos, y ante lo
cual el agente busca llenar el vacío generado en las otras formulaciones discursivas.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos + antonimias – ‘distinción entre
un ellos y un nosotros’. La representación de eventos busca darle significado a un
acontecimiento en particular dentro de determinado orden discursivo. Esta representación será
el resultado de la estrategia del agente en relación a situaciones que le exceden. En este caso, de
lo que se trata es de identificar de qué se habla y de qué no, qué elementos son incluidos, cuáles
excluidos, a cuáles se les da más importancia que a otros, y en qué nivel de abstracción o
generalización son presentados(Fairclough 2003, 137). Las antonimias, por otro lado, son un
tipo de asociación semántica en donde se establece una relación de exclusión entre dos palabras,
a partir del significado opuesto entre ellas. La representación de eventos da cuenta de las
oportunidades y los constreñimientos identificados por el agente, mientras que la relación
semántica descrita es una forma de visualizar el dibujo de la frontera de la identidad política.
8). ‘Selectividad estratégica’ – modalidades epistémicas + asunciones – ‘identificación del
problema y propuesta de solución’. Las modalidades epistémicas dan cuenta del grado de
50
convicción que el agente tiene sobre determinada afirmación. Identificar el uso del modo
subjuntivo, oraciones condicionales y verbos modales permite ver la forma en la cual, a partir
de las oportunidades identificadas en la estructura del Estado, el agente construye la propuesta
de solución a la situación de injusticia. En este sentido, el uso de estas modalidades por parte
del agente deja ver bajo su perspectiva qué es posible hacer y qué no, y qué se debe o tiene que
hacer.
Las asunciones, por otro lado, hacen referencia a la información o el significado que el agente
asume como cierto sin decirlo explícitamente. Siguiendo a Fairclough, estas asunciones son
importantes en la construcción de hegemonía, pues esta depende en parte de la capacidad del
proyecto político para transformar a su favor lo que se da como naturalmente establecido, con el
objetivo de “buscar universalizar significados particulares para alcanzar y mantener la
dominación”(Ibid,. 55). Las asunciones, o el sentido común de acuerdo a Gramsci, dan cuenta
de lo que el actor presupone como factible y de lo que no, es decir, de las oportunidades y del
constreñimiento de la estructura. Determinadas asunciones dificultan las innovaciones
propuestas por este, y, en este sentido, hablan de la selectividad estratégica identificada.
9). ‘Selectividad estratégica’ - significantes flotantes + asunciones - ‘motivación para la
movilización’. Los significantes flotantes son aquellos que operan, a modo de significantes
vacíos, en dos cadenas de equivalencia simultáneamente. Estos significantes ya operan en el
campo social, y de lo que se trata es de ver cuáles de estos son disputados por el agente y
llevados a su propia formulación discursiva como motivación para la movilización del grupo.
Por otro lado, las asunciones antes explicadas permiten identificar aquellas creencias o
significados naturalizados que están implícitos en la actividad cotidiana, y que conforman el
sentido común de acuerdo a Gramsci. Estas asunciones en el discurso del agente suponen un
grado de constreñimiento, pues dificultan las innovaciones propuestas por este.
10). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ - géneros de gobernanza + representación
de actores - ‘distinción entre un ellos y un nosotros’. “Los géneros son importantes para
sostener la estructura institucional de las sociedades contemporáneas entre el gobierno, los
negocios, las universidades y los medios de comunicación”(Fairclough 2003, 32). Los géneros
51
de gobernanza hacen referencia al uso de estos tipos de interpelación discursiva en el ejercicio
de la administración o en el manejo de cierta práctica social en el capitalismo
contemporáneo(Ibid). Si el poder, bajo la perspectiva de la gobernanza, se distribuye a través
de redes y alianzas bastante amplias, identificar dichos géneros permite ver nuevas formas en
las cuales se articulan distintas escalas locales, regionales o globales, como resultado de la
estrategia del agente. Por otro lado, la representación de actores tiene como objetivo identificar
los cambios en la división del campo político que hace el agente a partir de su posición
institucional.
11). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ - representación de tiempo y espacio +
metáforas y metonimias - ‘Identificación del problema y propuesta de solución’. Como se
dijo, el tiempo-espacio son socialmente construidos a partir de formulaciones discursivas, y la
manera en la cual se representan estas dimensiones, dado determinado problema, permite ver las
relaciones del agente con su entorno. El uso de metáforas y metonimias, a su vez, permite ver la
descripción de los problemas y de las equivalencias entre estos, bajo el entendido que la
relación con los grupos ha sido replanteada.
12). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ - significantes vacíos + sinonimias y
antonimias recompuestas - ‘motivación para la movilización’. Los significantes vacíos
redefinidos y las sinonimias y antonimias recompuestas permiten identificar nuevas
equivalencias o antagonismos en la formulación discursiva del agente. Para buscar la
movilización, el agente privilegia determinados significantes en su cadena discursiva, como
resultado de una nueva estrategia que responda a los constreñimientos y las oportunidades que
ha identificado previamente.
52
5.Análisisdediscurso De acuerdo a la metodología propuesta, se analizarán un total de seis discursos de Gustavo
Petro. El primer discurso corresponde al cierre de campaña a la Presidencia para el periodo
2010-2014, llevado a cabo en la ciudad de Cali, en mayo del 2010. El segundo discurso, es
el de posesión en la Alcaldía de Bogotá, pronunciado el 1º de enero del 2012. El tercero y
el cuarto discurso, ambos realizados en la Plaza de Bolívar en medio de multitudinarias
manifestaciones, fueron pronunciados bajo el mismo contexto: la sanción disciplinaria
impuesta por la Procuraduría5; el tercer discurso fue pronunciado el día en que se conoció
el fallo, es decir, el 9 de diciembre de 2013, y el cuarto discurso es del 14 de enero del
2014, día en que se confirmó la sentencia. El quinto discurso corresponde a la Rendición de
Cuentas del 2015, formulado hacia finales de ese año, cuando el entonces alcalde terminaba
su mandato. El sexto discurso, por último, corresponde al cierre de campaña a la
Presidencia para el periodo 2018-2022. Los seis discursos fueron seleccionados de una
revisión de pronunciamientos y discursos mucho más amplia. Se seleccionaron estos
debido a que fueron pronunciados en momentos significativos de la actividad política de
Gustavo Petro, y a que no están referidos a temas específicos sino a lineamientos generales
de su pensamiento político.
Cada discurso será analizado a partir de los elementos propios de Análisis de Discurso
ubicados en las intersecciones de la tabla presentada y explicada en el capítulo precedente.
En cada discurso serán identificados los nueve cruces anteriores al ‘recalculo
contextualizado de la estrategia’. Este último grupo de indicadores, como se mencionó
antes, está llamado a registrar los cambios, por lo que su uso solo se dará al final del
análisis de los seis discursos. En cada discurso tratarán de ser identificados los nueve
cruces, sin perjuicio de que alguno de ellos no lo sea, en razón al contenido mismo del
discurso que puede no tener elementos para llenar la intersección. De igual modo, de
5 Esta sanción consistía en la destitución del cargo como Alcalde de Bogotá y la inhabilidad para ejercer cargos públicos por 15 años. De acuerdo a la Procuraduría, Petro habría violado el régimen de libre competencia económica al entregar a la Empresa Aguas de Bogotá la recolección de las basuras en gran parte de la ciudad. En noviembre del 2017, el Consejo de Estado declaró la nulidad del Acto Administrativo mediante el cual se sancionaba a Gustavo Petro.
53
manera excepcional, algún elemento propio de análisis de discurso puede no ser utilizado
en el análisis, debido, también, al contenido propio del discurso.
5.1.1DiscursodecierredecampañaalaPresidenciaporelperiodo2010-2014.Cali.
Mayode2010.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. Petro representa a varios actores de la ‘sociedad política’ como cercanos a la
criminalidad, al tiempo que se representa a sí mismo, hablando siempre en tercera persona,
como lo opuesto a esos actores políticos y como cercano al “pueblo”. De sí mismo dice:
“Hay 3 razones que separan al candidato de los demás candidatos de Colombia: el
primero es su origen, el segundo su vida, y el tercero su propuesta. Por su origen,
Petro es el único candidato hijo, nieto, bisnieto, tataranieto de familia campesina,
pobre, de ladrilleros, estudiante de escuela y colegio público. Petro no tiene que
hablar de la pobreza, Petro ha vivido la pobreza de todo colombiano”.
Petro se representa como el único candidato que ha tenido una experiencia de vida similar a
la del común de la población. El ‘nosotros’, así, está conformado por “los pobres”, “los
trabajadores”, “los campesinos”, “los indígenas” y “los afros”. Estos grupos, aparecen a
lo largo de todo el discurso, y el agente dice representar sus intereses a partir de la
solidaridad que puede sentir dada su propia historia de vida.
El apoyo de Feliciano Valencia, un dirigente indígena, es representado por Petro como una
muestra del compromiso de su proyecto político con esa comunidad:
“Quiero agradecer la presencia de Feliciano Valencia aquí, dirigente indígena del
Valle del Cauca, la delegación de las Autoridades Indígenas del Cauca que para mí
representan un apoyo no solamente simbólico, sino la raíz y la vida misma de mi
programa de gobierno”.
54
El exterior de la identidad política, por otro lado, compuesto por “ricos”, “élites” y por
“las familias más poderosas de Colombia”, no conoce, en sentir de Petro, las realidades del
“pueblo”.
“Ellos sólo conocen de la tierra el campo de golf, sólo conocen del pobre la
muchacha del servicio doméstico que todos los días les lleva calientito el desayuno
a la cama, han tenido una vida de privilegios y poder, no tienen la experiencia, no
tienen la capacidad, jamás han sentido en lo que significa la pobreza, la
resistencia, el sacrificio”.
Sin mencionarlo de manera explícita, Petro vincula a Álvaro Uribe, quien hace parte del
sector antagónico, con la criminalidad: “yo tengo que decir que hemos vivido bajo 8 años
dominados por una política de la muerte, una política no sólo de la muerte, sino cuya raíz
es una extraña y profunda articulación con la mafia colombiana”.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. Petro presenta su proyecto
político como la única forma de que el país salga de su pasado. Así, el agente maneja una
visión particular según la cual no hay mucho que conservar del mandato presidencial que
termina. Precisamente, el período presidencial de Álvaro Uribe es presentado como un
proyecto de continuidad de la violencia que no ha logrado, a pesar de su discurso, acabar
con el conflicto armado en Colombia. Aún cuando no han logrado cumplir con sus
objetivos, las fuerzas políticas alineadas del uribismo, dice el agente, buscan más tiempo en
el poder:
“Ocho años que han pasado y hoy podemos decir con certeza que lo que nos
anunciaban hace ocho años que iba a terminar en ocho meses, y que hace cinco
años dijeron que para eso tenían que reelegirse, ha fracasado, ha colapsado, no era
cierto, era una ilusión, una ilusión en donde fervientemente millones de
colombianos apostaron”
55
Así, el mandato de Uribe es descrito como un gobierno que durante ocho años ha sostenido
que es posible acabar militarmente la violencia, pero que ha sido incapaz de hacerlo ante su
incorrecta interpretación de las causas de esta. A partir de algunas sinonimias, el agente
presenta su lectura de las causas de la violencia en Colombia:
“¿que íbamos a salir de la violencia, me pregunto yo, cuando en Colombia las
estadísticas nos dicen que 12 de cada 100 niños sufren desnutrición
crónica[…]cuando 2400000 adultos mayores tienen que arrastrarse literalmente en
estas plazas[…]cuando la gente literalmente muere por falta de tratamiento a la
puerta de los hospitales públicos por un modelo de salud defendido por la ley
100?”.
No es posible encontrar solución a la violencia por la vía militar, en la medida en que esta
tiene que ver con demandas del campo social que deben ser resueltas. Petro construye
durante todo su discurso una equivalencia entre demandas de salud, educación, nutrición e
igualdad social que, de ser resultas, lograrían efectivamente acabar con la violencia en
Colombia. De igual modo, Petro se relaciona con el pasado y con el futuro en términos de
una ruptura donde presenta su proyecto político como un cambio no solo en relación al
gobierno Uribe, sino con la historia de violencia del país: “lo que tiene que hacer la
sociedad colombiana es salir definitivamente de la guerra”. Por otro lado, Petro afirma que
el inicio de su carrera política está en las elecciones presidenciales de 1970, cuando surgió
el M-19. Lo que pasó en ese entonces es traído a colación en el 2010, y a partir de esto
Petro presenta su proyecto político como una continuidad de ese pasado.
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos + figuras retóricas - ‘motivación para la
movilización’. Petro presenta su proyecto político bajo la metáfora de “la política de la
vida”, en contraposición a la “política de la muerte”, que es el nombre otorgado a los
proyectos políticos de los sectores antagónicos. Hacia la consecución de “la vida” es que
debe movilizarse el grupo, en la medida en que esta representa un horizonte de posibilidad
mucho mejor que lo hasta entonces experimentado. El significado de “la vida”, por su
parte, tiene que ver con “la construcción de la equidad social en Colombia”. Así, frente a
56
la visión equivocada, en perspectiva de Petro, de proyectos políticos precedentes y de
proyectos políticos que compiten con él en la candidatura a la presidencia, el agente
propone un “camino diferente”:
“Y es que si el camino de la seguridad armada con inequidad social, con altísima
injusticia social, nos ha condenado a seguir con la violencia perpetua, entonces
existe otro camino, es el camino de la equidad social, es el camino de la justicia
social. Este es el candidato de la justicia social,[…]vamos a ser del eje central la
construcción de la equidad social en Colombia”.
“La vida” cumple la función de representar aquello que es ausente y que debe servir para la
movilización de la identidad política que Petro busca construir y representar. En este
sentido, este término actúa como significante vacío en la cadena discursiva del agente y fija
el sentido de todo su discurso. El significado de “la muerte”, por su parte, está ligado no
solo a la terminación militar de la vida de los combatientes de los grupos armados, sino a la
falta de materialización de los derechos del común de la población:
“Escribimos con nuestro propio puño, nuestra propia letra, de nuestra propia
sangre, un derecho a la salud, un derecho al trabajo, un derecho a la pensión, un
derecho a la educación, un derecho al agua, un derecho a la vida. Nosotros somos
los constructores de la política de la vida, no la política de la muerte”.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros’. Para Petro, Colombia se caracteriza por ser una sociedad excluyente que ha sido
construida a partir de la segregación social. “Los pobres”, “los excluidos”, “los indígenas”
y “los afrodescendientes” hacen parte del ‘nosotros’, mientras que el sector antagónico, en
esta parte del discurso, no es explicitado. Así, el agente denuncia la exclusión como
práctica de gobernanza a partir de lo que él sostiene que han dicho, o que han hecho,
sectores políticos contrarios a su proyecto político:
57
“¿Que íbamos a salir de la violencia cuando a nuestros indígenas les dicen
terroristas, cuando a los afrodescendientes los condenan la esclavitud cortera de la
caña, o a la inequidad social arrinconada en el litoral, en la selva, cuando los
tratan como antaño, como esclavos?”.
“Mientras millones y millones de colombianos aplaudían en los consejos
comunitarios[…] su sociedad rural se convertía en la sociedad más desigual
socialmente de toda la humanidad, no hay un rincón […]donde la distancia entre
los que más tienen y los que menos tienen sea tan abismal, tan aberrante como la
que existe en la sociedad colombiana”.
El ‘nosotros’, por otro lado, también es construido a partir de lo que Petro sostiene haber
dicho y pensado durante las elecciones de 1970. Después de lo que el agente considera
fraude, y al ver que “el que había sido elegido era el candidato de los ricos”, Petro dice
haber hecho un compromiso:
“A partir de ahí me hice un compromiso hace 40 años, que mi vida iba a estar
dedicada exclusivamente, como una vocación, toda mi capacidad intelectual, mi
fuerza física, a la lucha de los oprimidos, a la lucha de los pobres, a la lucha de los
trabajadores y las trabajadoras, la lucha de los excluidos de este país”.
A partir de la narración de este episodio, es posible dilucidar dos prácticas que no son
descritas como continuas en la historia del país pero que hablan del contexto del momento.
Por un lado, Petro afirma con seguridad que hubo fraude electoral. Por el otro, Petro
denuncia la represión militar y el estado de sitio, que fueron recurrentes durante la década
de los 70s.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y
propuesta de solución’. La mercantilización de los derechos es una práctica de gobernanza
identificada por el agente. Bajo esta forma de nombrar el problema, hay una claro sentido
58
negativo que el agente le quiere dar a esta práctica. Trayendo a colación a Jorge Enrique
Robledo, Petro inscribe esta práctica en un contexto más amplio, en el neoliberalismo:
“Transformaron los derechos en mercancías, en espacios de negocio, en espacios
de utilidad. Ahora el que no tiene con qué, no tiene salud, no tiene educación
profesional, no tiene pensión, no tiene agua, no tiene vida, una usurpación del
derecho por mercancías, eso es lo que se llama, Jorge Robledo me lo explicaría
mejor, neoliberalismo”.
Así, frente a las demandas del campo social, que fueron, según el agente, tratadas de
solucionar a partir de la consagración en el orden constitucional de varios derechos
sociales, la institucionalidad ha respondido de manera equivocada. Ha privatizado la
prestación de estos derechos, provocando que el acceso a estos dependa de la capacidad
económica de cada persona. Ante esta situación, el agente presenta su propuesta de
solución como la única posible, en la medida que es contraria a lo que los gobiernos vienen
haciendo: “Nosotros queremos transformar la política social, para reconstruir los derechos
universales y gratuitos que nosotros, desde la Constitución, ordenamos y que nos
usurparon”.
El agua, en perspectiva de Petro, por ejemplo, ha sufrido procesos de privatización que
impiden su goce efectivo a ciertas comunidades:
“¿A cuántas comunidades afrodescendientes en el litoral Pacífico les llega el agua
potable? No le llega el agua al pobre por una razón fundamental, no tiene
capacidad para pagar la mercancía. En tiempos de calentamiento global, ante la
reducción del agua en el mundo, si el agua es mercancía los pobres del mundo, los
pobres de la humanidad, quedarán desconectados del líquido vital.”
La propuesta de solución del agente, por ende, pasa por la no privatización de la prestación
de los servicios públicos y por la reversa de los procesos de privatización ya consolidados:
59
“No puede haber procesos de privatización y las fuentes de agua en Colombia
tienen que ser bienes de uso público, es decir inembargables, imprescriptibles
inajenables, toda la privatización que el presente gobierno ha hecho de las fuentes
de agua en Colombia, serán revertidas por mi gobierno”.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos – ‘distinción entre un ellos y
un nosotros’. Sobre el surgimiento del M-19, el agente vincula este evento con lo que él
afirma fue un fraude electoral en las elecciones de 1970:
“Un 19 de abril de 1970, cumplía 10 años de edad[…]las cuentas me dan ese día
oyendo el radio transistor que había sido elegido un candidato que provenía del
pueblo, un candidato que era acogido por los pobres[…]al otro día se había ido la
voz, amanecía y volví a hacer las cuentas y los números no coincidían, el candidato
que decía la radio había sido elegido era el candidato de los ricos”.
Por otro lado, afirma que el M-19 tuvo una participación esencial en la Asamblea Nacional
Constituyente, que derivó en la Constitución de 1991. En este caso, no obstante, el agente
asegura que de manera selectiva los medios de comunicación han decidido obviar en sus
relatos la participación del antiguo grupo guerrillero:
“Yo soy miembro de una generación de los años 80[…]que gracias al voto popular
se convirtió en la fuerza mayoritaria de la Asamblea Nacional Constituyente y dictó
una Constitución. Al pueblo joven de Colombia no le dicen quién hizo la
Constitución de Colombia, le ocultan esa parte de la historia del país, le muestran a
otras partes, hay que decirle de frente que la Constitución que nos rige la hizo el
Movimiento 19 de Abril”.
Frente a lo logrado en la Constituyente, el agente se muestra orgulloso:
“Entonces lanzamos dos mensajes al mundo, un mensaje, el primero, y es que eran
posibles las transformaciones pacíficas, que era posible construir democracia,
60
equidades sociales, libertades, fraternidades, sin derramar una gota de su
sangre[…]el segundo mensaje es que todos los seres humanos que habitan
Colombia son sujetos de derechos y libertades”.
Las acciones del M-19, además, referentes a la dejación de armas y a la participación en la
Constitución de 1991, tratan de se inscritas por el agente en un orden regional más amplio,
y son presentadas como precursoras de proyectos políticos en América Latina cercanos a su
ideología. El camino de esos países, que no son mencionados de manera puntual, no fue
seguido por Colombia: “América Latina escuchó el mensaje desde hace 20 años, con
aciertos y con errores los pueblos hermanos latinoamericanos construyen equidad social
sin derramar una sola gota de sangre. Colombia no logró escuchar ese mensaje”.
De esta forma, el agente articula en el ‘nosotros’ al M-19 y a ‘su generación’. En el plano
restrictivo de la selectividad estratégica, el agente cuestiona que no se tenga en cuenta en el
relato nacional, sobre todo por parte de los medios de comunicación (como parte del
‘ellos’), el papel del movimiento guerrillero en la historia constitucional del país. Por otro
lado, frente a la dimensión de oportunidades de la selectividad estratégica, Petro encuentra
en la aplicación material de los derechos consagrados en la Constitución la posibilidad de
satisfacer las demandas de su cadena discursiva.
8). ‘Selectividad estratégica’ – modalidades epistémicas + asunciones – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. Como se mencionó antes, el agente encuentra
problemática la mercantilización de los derechos. A su parecer, ha sido a partir de los
mecanismos formales del derecho y de las instituciones que esta práctica se ha consolidado.
A pesar de que varios derechos fueron consagrados en la Constitución, la imposibilidad de
su materialización se debe, en sentir de Petro, a que la ley ha permitido la privatización
promovida por sectores políticos “neoliberales”. De esta forma, el agente cuestiona la ley
misma, y afirma que no le interesa el “respeto a una legalidad llamada democrática”.
Frente a esta situación, el agente expresa su deseo de cambiar la ley, y se muestra seguro
frente a este camino, a partir del uso del verbo ‘querer’ y ‘poder’:
61
“Nosotros vamos a cambiar la Ley 142 de Servicios Públicos, no me interesa el
respeto a una legalidad que llaman democrática. Yo quiero cambiar las leyes,
porque la legalidad actual es la que ha permitido que esto sea mercancía. Luego,
cambiando la ley, yo puedo lograr que cada hogar colombiano reciba en su factura
mensual de agua una frasecita que diga: “consumo mínimo vital de agua potable,
22 metros cúbicos, valor cero”.
El agente, así, cuestiona la ley en sí misma, pero se muestra seguro frente a la posibilidad
de cambiarla, pues no habla sobre si tendría o no la fuerza política necesaria en el Congreso
para hacerlo. La ley legitima y permite la privatización de los servicios públicos, y, según el
agente, esto es lo que los gobiernos “han hecho en 20 años”. Petro, por otro lado, busca
universalizar su significado particular sobre la prestación de los servicios públicos. Para
esto, puede encontrar un obstáculo en la aceptación implícita de su audiencia sobre la
prestación de estos servicios por parte de operadores privados. El agente trata de convencer
a su audiencia, tal vez disputando su sentido común, de que el Estado debería ser el
encargado del suministro de agua potable, y de que dicha prestación debería ser, para todos
los estratos, gratuita en un porcentaje:
“Me decían por ahí en una revista de poderosos: “demagogo”, ¡cómo pueden
haber derechos gratuitos!, la economía colapsa. Confundían lo que es gratuidad
para el usuario, para el que tiene el derecho, con financiación. Es que ese consumo
mínimo vital de agua potable gratuita de todos los colombianos se va a financiar
con la sobre-tarifa sobre consumo de agua suntuario al que derroche agua. Los
poderosos de Colombia pagarán el consumo mínimo vital”.
5.1.2DiscursodeposesióncomoAlcaldedeBogotáD.C.1deenerode2012
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. El interior de la identidad política está compuesto por “la juventud, sin la
cual no hubiera sido posible este día”, por “los excluidos”, “los pobres” y “las nuevas
ciudadanías”. De estos grupos y algunos otros, el Alcalde espera su respaldo durante la
administración:
62
“[…] queremos que nos acompañe como aliado la gente que nos acompañó en la
tendencia democrática del Polo, o en las alianzas de nuevas ciudadanías que
constituyeron el movimiento progresista, a sus jóvenes los queremos de aliados,
verdaderos torrentes de victorias futuras, queremos de aliados, indudablemente, a
los pobres, a los excluidos y excluidas de la ciudad de Bogotá”.
Los actores de la sociedad civil, como las “nuevas ciudadanías” y los “pobres y
excluidos”, son incorporados a la identidad política y son representados como el grupo al
cual está dirigido el plan de gobierno. Estos grupos, según Petro, han estado a su lado en su
vida pública: “queremos que nuestro aliado sea la gente que siempre nos ha
acompañado”. Estas colectividades, a su vez, han contribuido en la “lucha clandestina por
la democracia”, “derrotaron el Estado de Sitio” y la “Constitución de 1886, autocrática y
antidemocrática”. Los “pobres y los excluidos[…]acogieron nuestras banderas y con las
suyas propias nos guardaron y nos preservaron, sin ellos no estaríamos vivos”.
El exterior de la identidad política no es explicitado, sino que su configuración aparece de
manera implícita a partir de menciones sutiles a lo largo del discurso. Dado el contexto en
el que es pronunciado el discurso, Petro no construye un antagonismo tan claro, pues no es
vehemente con quiénes hacen parte del ‘ellos’. Es más claro, en cambio, con la
construcción del ‘nosotros’. Así, el ‘ellos’ es representado como “sectores ciegos”, “la
élite”, y personas de “clase media/alta”. En relación a los actores políticos de la ‘sociedad
política’ mencionados durante el discurso, se destaca el vicepresidente de ese entonces,
Angelino Garzón, quien es mencionado varias veces como representante del Gobierno y,
por tanto, como la persona encargada de canalizar las demandas del Alcalde: “señor
Vicepresidente, disculpe que lo tome de interlocutor obligado”.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. Una de las propuestas centrales
del proyecto político de Petro, como alcalde de Bogotá, consistía en ordenar el territorio en
torno al agua, y en garantizar un consumo mínimo de este servicio de forma gratuita. Para
63
el agente, esta demanda por el acceso al agua se inscribe en un orden global:“[…]la
humanidad entera, a través de un proceso de 140 naciones diferentes, escrito en el estatuto
de los DDHH de la ONU, elevó a esa categoría de derecho esencial el derecho al agua”.
Su proyecto político, en adición a esto, busca responder a la mitigación del cambio
climático, una demanda también mundial:
“¿Cómo es que siendo uno de los países con utilización de agua dulce per cápita
más grande de la humanidad, en tiempos del cambio climático, donde hay regiones
enteras que amenazan con la posibilidad de escasez, de sequía, de muerte por sed,
no sepamos investigar nuestra propia agua?.”
Este problema del cambio climático y del ordenamiento territorial en relación al agua es
contemporáneo. Así: “las civilizaciones antiguas de este territorio supieron convivir con el
agua, nosotros la ocultamos, la pavimentamos, la ensuciamos”. De la pronta solución a
este problema depende que la vida esté asegurada en el territorio. Así, se establece una
equivalencia según la cual “el agua es el sinónimo de la vida” y, a partir de esto, se
desarrolla el resto del plan de gobierno, el cual tiene, a su vez, un carácter global: “Bogotá
convocará y aceptará todas las causas democráticas a las que hoy una humanidad
indignada llama”.
En relación al ordenamiento territorial, por último, Petro critica la existencia de ‘estratos’
en la ciudad y afirma que estas son sinónimo de una sociedad de castas: “[…]en el estrato
más pobre de la ciudad, ojalá podamos algún día olvidar la palabra estrato, eso que
llaman el estrato uno, sociedad de castas, obtengan de forma inmediata el consumo
mínimo vital gratuito”.
Otras demandas son incorporadas en la cadena de equivalencias del agente. Así, el proyecto
político busca como fin último asegurar la “capacidad de vivir” y “construir seres
humanos”, lo cual depende del “agua”, de la “seguridad”, de la “salud”, de la
“educación”, de la “innovación”, y del “transporte”.
64
La solución parcial a estos y otros problemas, por otro lado, es demandada al Gobierno
Nacional, a través de su representante en el acto de posesión, el vicepresidente Angelino
Garzón. A este, Petro le solicita: (i) que se inicie el trámite ante el Congreso de “una ley de
exenciones tributarias […] para la importación de vehículos eléctricos”, (ii) que no se
reduzcan las transferencias de la Nación a la ciudad, pues “olvidan que en Bogotá viven el
mayor número de pobres de Colombia”, (iii) la implementación del grado doce en el
sistema educativo, (iv) “que se le [otorgue] a la Empresa de Telecomunicaciones de
Bogotá la licencia para telefonía móvil 4G”, y, por último, (v) que solucione la situación
de los desplazados de la comunidad Embera que se encuentran en la ciudad, a quienes, al
iniciar el retorno a sus territorios, “se les responde que no se puede porque allí hay un
proyecto minero”. Así, Petro inscribe las soluciones a los problemas de orden local en el
plano nacional, en la medida en que entiende como limitado su poder de acción como
alcalde.
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos - ‘motivación para la movilización’. El
término ‘democracia’ aparece como significante vacío privilegiado en la formulación
discursiva del agente, quien califica su proyecto político como “radicalmente
democrático” . El significado de esta representación, es desarrollado de la siguiente forma:
“Bogotá Humana Ya, es un proyecto radicalmente democrático, el proyecto
democrático es plural, es diverso, es dialogante y es participativo si no, no es
democrático; el proyecto democrático es profundamente solidario y es en eso en lo
que específicamente consiste la política del amor, la política del amor es la política
de la solidaridad”. 6
Así, el alcance de la democracia es tratado de ampliar por Petro. La democracia supone,
para él, la participación activa de la sociedad civil en las decisiones de política pública: “la
capacidad de decidir es el fundamento de la libertad, y es el fundamento de la
6 La ‘política del amor’ fue, según Gustavo Petro, un elemento de “seducción” en la búsqueda de una nueva hegemonía durante su mandato. Ver: Gustavo Petro, [Gustavo Petro]. 2016. “Poder constituyente: Gramsci, Negri y la Paz en Colombia”. [archivo de video]. Seminario Antonio Gramsci. UNAL. 16 de octubre, https://www.youtube.com/watch?v=X7S9A02nkA4&t=266s
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democracia”. También significa que no existan personas excluidas:“[…] ¿excluidos?, no
puede haber una democracia con exclusión[…]”
Petro busca, por otro lado, generar motivación para la movilización a partir de la
participación activa de la población en las decisiones de la ciudad, bajo la concepción antes
expuesta de ‘democracia’. Así:
“La ciudadanía decidirá dónde quedan los jardines infantiles, las obras locales de
movilidad, los servicios del hospital, decidirán sobre el colegio público, la
ciudadanía tendrá poder sobre el transporte, la seguridad. Sus quejas podrán hacer
caducar un contrato, la ciudadanía podrá configurar los procesos de revitalización
urbana en sus barrios”.
La paz es otro de significante vacío en este caso. No se trata solamente del fin de las
hostilidades, sino que para el actor el significante paz, en este discurso, está ligado a la
reparación a las víctimas del conflicto armado:
“Si la víctima no se repara, si no se restituyen sus tierras, si no sanan sus heridas,
no se provoca el perdón, y el perdón es la base de la reconciliación y la
reconciliación es el otro nombre social de la paz”.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros’. Se ha priorizado, según Petro, la construcción de infraestructura vehicular por
encima del bienestar educativo. Una muestra de esto, dice él, es lo que han dicho o van a
decir algunos actores políticos o económicos: “ya habrán sectores ciegos que por mover un
carro se les ocurre decir que hay que invertir en vías de tres o cuatro pisos”. Estos
“sectores ciegos”, que hacen parte del exterior de la identidad política, olvidan que el
dinero destinado para este tipo de obras debería ser destinado, más bien, “en leche, en
libros, en educación y salud a los niños y niñas de la ciudad de Bogotá”.
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De esta forma, el agente denuncia que se han malgastado recursos públicos por la práctica
de gobernanza que antepone la construcción de vías a la construcción de infraestructura
educativa. Quienes son, en concreto, estos “sectores ciegos”, no es aclarado por Petro. El
actor se pregunta en forma retórica: “¿Gran autopista de carros, o espacio para
estudiar?[…]¿Qué es primero, el carro particular, o la universidad?, ¿Qué es primero, el
cemento por donde pasan las llantas, o el cerebro humano?”. Estas preguntas dan cuenta
de la estructura con la que se enfrenta el agente, donde históricamente, en su perspectiva, se
ha puesto el transporte por encima de la educación, lo que es contrario a la “revolución
educativa” que su proyecto político busca. En este sentido, al agente le gustaría contar con
los terrenos de la avenida ALO, con el fin de “poner allí colegios, sedes universitarias,
hospitales, campos deportivos”, situación que se dificulta dada la destinación de ese
territorio para la construcción de la avenida.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y
propuesta de solución’. (i) Superar la segregación social, (ii) construir una ciudad no
depredadora y (iii) combatir la corrupción, fueron los ejes de la campaña de Gustavo Petro
a la alcaldía(Progresistas, 2012: 3). En su discurso de posesión del cargo, Petro hizo énfasis
en estas y otras demandas, como la educación, que ya están en el campo social, y que él
busca articular en su cadena discursiva. En relación a la educación, Petro cita la
Constitución y afirma que el alcance de este derecho no es lo suficientemente amplio:
“Quedó escrito, de manera general [en la Constitución], el derecho a la
educación[…] y el derecho a la educación superior es universal y gratuito, o no es
derecho, cuando un derecho se compra o se vende, el que no tiene como comprarlo
no tiene derecho.”
La mercantilización de los derechos, como práctica de gobernanza, choca con la visión del
agente, quien busca que el acceso a los derechos, en este caso a la educación, no dependa
de la capacidad económica de la persona. El acceso a la educación superior, a las
tecnologías de la información y al agua, no puede, para Petro, “ser presa del mercado, de
rentabilidades y precios”, sino que se trata de que “el ser humano, por ser humano”, tiene
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derecho a su goce. Ahora, para satisfacer esta demanda por la educación como derecho,
hace falta una reforma constitucional que consagre la gratuidad de la educación superior, de
manera que las acciones que se puedan implementar desde la alcaldía son limitadas, y así lo
reconoce el agente.
La solución de los problemas de la ciudad requiere, según Petro, que se paguen impuestos
en proporción al ingreso, e incluso que se amplíe la carga tributaria, un tema que está fuera
de su alcance. Para ilustrar esto, Petro personifica la presunta actitud de un sector adverso:
que choca con lo que puede llegar a afirmar algún ciudadano con el que dialoga de forma
imaginaria:
“Cuando cierto señor de clase media, y a veces de más de clase media dice: “¡no
Petro, no más impuestos!”, cuando el señor poderoso dice no más impuestos, le
está quitando el dinero para llevar la educación, el amor, la salud a 360.000
bebés”.
6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de
representación - ‘motivación para la movilización’. El ordenamiento del territorio en
torno al agua es presentado por Petro como un tema nuevo en el discurso político, que
busca dar respuesta a una demanda por “asegurar la vida en el territorio”:
“Construimos la tesis de la revolución del agua y de la necesidad de la gobernanza
del agua quizás de una manera un tanto innovadora, ¿qué es eso de meter en un
discurso público y político un tema como el agua?”.
Existe un vacío de representación en el discurso político que busca ser llenado por Petro.
No hay formulaciones discursivas que compitan con la del agente y que busquen articular
en torno a sí la demanda por el ordenamiento del territorio en torno al agua, pues esto no es
ni siquiera visto como un problema o una necesidad por otros actores políticos. “La
gobernanza del agua”, así, aparece como un significante usado por el agente para orientar
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las posibilidades de acción ante la ausencia de otros significantes en otras cadenas
discursivas.
Este significante, a su vez, entra en disputa con una práctica de gobernanza identificada por
Petro: la gentrificación. En ella, intervienen el Estado, los comerciantes y las constructoras.
Esta práctica consiste, según el agente, en que:
“Le pagan a un pobre 350 mil pesos el metro cuadrado a dos cuadras de la Plaza
de Bolívar, y después venden a 27 millones el metro cuadrado cuando se trata de
centros comerciales o a cinco o seis millones de pesos cuando se trata de soluciones
inmobiliarias”.
En contraposición a esto, Petro propone una forma de renovación urbana en concordancia
con la “gobernanza del agua”: “sin desplazar a la población, revitalizando urbanamente
para que más personas puedan vivir en el centro[…] vamos a densificar la ciudad en un
proceso de rehabilitación urbana que no excluya al pobre”. La motivación para la
movilización, por su parte, pasa por la necesidad de inclusión de los pobres en el sistema
productivo, pues es una práctica institucionalizada que se construyan viviendas de interés
social “allá, al lado del río Bogotá, para que las aguas de la ciudad las inunden”. Lo que
busca el agente con la densificación de la ciudad es que haya más personas “viviendo más
cerca de los círculos de las transacciones, de los mercados, de la actividad productiva”,
como forma de superación de la pobreza.
La motivación para la movilización del grupo, se articula a su vez bajo una forma particular
de interpelación con la población, en forma de significante: las “nuevas ciudadanías”.
Estos grupos, integrados por “jóvenes en toda la diversidad de género, étnica, cultural,
política y sexual”, deben conformar los “cabildos abiertos”7, una práctica de gobernanza
7 Los ‘cabildos abiertos’ y los ‘presupuestos participativos’ sufrieron varias dificultades en su implementación, bien sea por errores propios de la Alcaldía en la ejecución, o por las dificultades inherentes de este tipo de mecanismos. Al respecto, ver: Ramírez, Diana. 2014. “¿Participación como gobernanza o empoderamiento ciudadano? El caso de los presupuestos participativos durante la alcaldía de Gustavo Petro”, monografía de grado. Facultad de Derecho. Universidad de Los Andes.
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orientada a que los ciudadanos puedan decidir sobre “el plan de desarrollo, el presupuesto
y el Plan de Ordenamiento Territorial”.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos – ‘distinción entre un ellos y
un nosotros’. Hay un evento en particular que es mencionado por Petro en su discurso, y
que tiene que ver con una situación que supera las competencias de la Alcaldía: la
existencia de más de 2.000 miembros de la comunidad Embera en Bogotá desplazados por
la violencia. El agente denuncia que, cuando los miembros de la comunidad indígena
quieren regresar a sus territorios, se encuentran con que en estos se adelantan proyectos
mineros. La atención a los desplazados, que concierne al Gobierno Nacional y a la
Alcaldía, es representada como una derivación del conflicto armado, y la aplicación en
Bogotá de la Ley de Víctimas es vista como una oportunidad para el “cambio político y
social en Colombia” y para “la construcción de paz”. Las víctimas, así, son incorporadas
al ‘nosotros’:
“Bogotá afirma hoy su decisión de volver realidad la ley de víctimas, de organizar
las 400 mil víctimas que habitan en esta ciudad, la mayoría despojadas de sus
tierras por poderes mafiosos y políticos. Pero queremos la mano de la nación en
este esfuerzo fundamental, sin lo cual dentro de tres años o cuatro años no
podemos decir que la ley de víctimas fue uno de los pilares fundamentales del
cambio político y social en Colombia y de la construcción de la paz”.
En el plano de las oportunidades de la selectividad estratégica, el agente encuentra en la
aplicación de la Ley de Víctimas la posibilidad de consolidar la paz, uno de los objetivos de
su proyecto político. La causa de la victimización en Colombia, por otro lado, es endilgada
a “poderes mafiosos y políticos”, que no son explicitados y que harían parte del grupo
antagónico a la identidad política que él busca representar, donde están incluidas las
víctimas.
8). ‘Selectividad estratégica’ – asunciones + modalidades epistémicas – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. Petro ve que el Estado, específicamente desde el
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poder ejecutivo, puede contribuir a la satisfacción de las demandas que él busca
representar, pues su capacidad de acción es limitada para, por ejemplo, impedir la
consolidación de monopolios. Así, a partir del verbo ‘querer’, Petro expresa el deseo de que
la Presidencia le ayude en la consecución de sus resultados. No es seguro, sin embargo, que
esto vaya a ser así:
“Queremos que sea aliado de este esfuerzo el Gobierno Nacional, los queremos al
lado de los cambios en la movilidad hacia el transporte sobre rieles y eléctrico que
necesita la ciudad de Bogotá, los queremos al lado de nuestro esfuerzo por la
atención integral a la niñez, lo queremos al lado de ETB, para lograr la licencia en
comunicaciones móviles 4G, e impedir la configuración de monopolios privados en
la comunicación ”.
En relación a la paz, también es importante la participación del Gobierno:
“Lo queremos al lado de nuestro esfuerzo por restituir las tierras a las víctimas de
la violencia que están en Bogotá, y que, como Carmen Valencia nos enseñó, es el
mayor número de víctimas en Colombia. Si la Ley de Víctimas, que nosotros
ayudamos a construir, se va a volver realidad, se va a garantizar en Colombia, eso
solo se hará si pasa su realización por la ciudad de Bogotá”.
El problema de movilidad de la ciudad, por otro lado, para ser resuelto requiere de un
cambio de paradigma en el cual es necesario “dejar de pensar que el transporte público
masivo es un solo modo, se nos ha vendido la falsa tesis de que es el bus”. También
requiere de un modo de financiación distinto al imperante: “hoy la tesis en las últimas
décadas en el transporte en Bogotá y en Colombia es que el pasaje paga la totalidad de los
costos operacionales”. Por el contrario, Petro propone disminuir las “ganancias
extraordinarias” de los privados y un “subsidio estatal” para disminuir el costo. Estas
medidas, son contrarias a la forma casi recurrente de estructuración de los contratos del
servicio público de transporte en el país y, en ese sentido, pueden dificultar las
innovaciones propuestas por el agente. La estructura del Estado, funciona para Petro en
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orden a satisfacer los intereses de los contratistas privados. Su proyecto político, al alejarse
de esta visión hegemónica, puede experimentar problemas para consolidarse.
9). ‘Selectividad estratégica’ - significantes flotantes + asunciones - ‘motivación para
la movilización’. La ‘seguridad’ aparece como un significante flotante8 entre la cadena
discursiva de la derecha y la cadena discursiva de la izquierda9.
Bajo la perspectiva del agente, la forma corriente de entender la seguridad es equivocada:
“[…] la capacidad de vivir en la ciudad[…]depende de la seguridad, palabra en los
últimos años construida en el discurso, recorrida, criticada, implementada desde
diversas ópticas, a veces priorizando la seguridad del Estado por encima de la
seguridad de los ciudadanos”.
En su lugar, una forma adecuada de entender la seguridad y de motivar a la población a
perseguir este objetivo sería la siguiente: “por encima de la seguridad del Estado, la
seguridad de las élites, hay un concepto completamente diferente, la seguridad humana”.
Bajo esta perspectiva, la solución radicaría en la prevención del crimen y la inclusión de
sectores marginados, y no en la punición como práctica institucionalizada: “el distrito
tienen unas funciones específicas que tiene que ver con la seguridad preventiva, lograr las
condiciones para que no se cometa el delito”. Que las personas se sientan seguras
dependiendo de la cantidad de policía en las calles, es una asunción de la población
contraria al sentido que el agente le otorga al significante ‘seguridad’. Así, la “seguridad
humana” disputa el sentido otorgado por la cadena discursiva de la derecha. Para Petro, la
seguridad está ligada a más elementos, como la atención integral a la niñez, que es una
“política de seguridad también”.
8 Un ‘significante flotante’ es aquel que actúa, en forma de ‘significante vacío’, en dos cadenas de equivalencia simultáneamente. Son términos que cumplen la función de representación de demandas en una cadena, que empiezan a ser usados en otra distinta. Ver: Laclau, Ernesto & Howarth, David. 2015. Ernesto Laclau: Post-marxism, populism, and critique. (Routledge innovators in political theory). Abingdon, Oxon: Routledge., Pg. 67. 9 Durante el lanzamiento de su campaña a la alcaldía, Petro sostuvo: “Hay quienes dicen que el tema de la seguridad es de las derechas, hay quienes dicen que si uno habla de seguridad se volvió uribista. Los progresistas tenemos que hablar de la seguridad humana. Quizás todos estos temas que hemos tocado en el día de hoy, se podrían concretar alrededor de la consigna de la seguridad humana, de la seguridad de la vida humana”.
72
En adición a esto, también en el plano restrictivo de la selectividad estratégica, hay una
serie de ideas que hacen parte del ‘sentido común’ y que pueden limitar las innovaciones
propuestas por el agente:
“La política del amor es una política de la solidaridad y la solidaridad no es dar
una limosna de vez en cuando, o salir a una marcha de vez en cuando o aparecer
con un cheque en la televisión en Teletón, la solidaridad es que, cuando se tiene el
ingreso, se paguen los impuestos, porque es de los impuestos de donde sale el pacto
social que permite darle la mano al débil”.
La resistencia al pago de impuestos o a su incremento, así como la idea de la solidaridad
como caridad, son cuestionadas por el agente, quien trata de persuadir a sus oyentes de su
propia visión sobre estos temas. Muestra de esto, como se citó anteriormente, es el diálogo
imaginario que sostiene Petro con un ciudadano de clase media/alta:
“Cuando cierto señor de clase media y a veces de más de clase media dice: “¡no
Petro, no más impuestos!”, cuando el señor poderoso dice no más impuestos, le
está quitando el dinero para llevar la educación, el amor, la salud a 360.000
bebés”.
5.1.3.DiscursotraslasancióndisciplinariaimpuestaporlaProcuraduría.9dediciembre
de2013.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. El interior y el exterior de la identidad política es señalado desde el principio
del discurso: “[…]aquí están los pobres de la tierra,[…] las trabajadoras, los
trabajadores, la mujer, las juventudes, los discriminados”. Más adelante, el interior es
nombrado como “el pueblo”. El exterior, por su parte, aparece a lo largo de la intervención
como: “la élite que gobierna”, “la oligarquía”, “el fascismo”, “el poder político”.
Quienes hacen parte del nosotros, son representados como víctimas de una situación de
injusticia, cuyos causantes son, para Petro, quienes históricamente han detentado el poder
en Colombia. Un actor político es representado de manera particular: el procurador
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Alejandro Ordoñez. Este es clasificado dentro del grupo de las élites que gobiernan este
país, y como parte de un movimiento fascista en América Latina. Así:
“El procurador tiene que decirle al mundo que él es el continuador en una de sus
formas de lucha[del fascismo], de la misma lucha de quienes levantaron las sierras
eléctricas, de quienes quisieron extinguir la diferencia en Colombia, la diversidad y
la democracia.”
La exterioridad trazada por Petro es representada de manera tanto general como específica
a lo largo del texto, de manera que con frecuencia esta debe ser inferida. “Cómo será, cómo
será la conciencia de la arbitrariedad que han cometido, que, temerosos del pueblo[…],
desocuparon la Procuraduría”. No es solamente el Procurador el responsable de la
destitución, son muchos más, quienes a su vez son representados como antagónicos a los
intereses de la identidad política, conformada por diversos grupos:
“Quiero que los indígenas salgan de sus cabildos, quiero que el movimiento
agrario, quiero que los trabajadores y las trabajadoras […], quiero que las
juventudes animalistas, quiero que las juventudes ambientalistas […], se reúnan en
las plazas de Colombia[…]”.
Álvaro Uribe y Francisco Santos, por su parte, son nombrados como actores políticos que
hacen parte del ‘ellos’. Ambos políticos son representados como participantes activos de la
destitución, pero a su vez son clasificados dentro del grupo general de la “élite política que
gobierna el país”, que es al final el nombre dado al sector antagónico al cual se le adjudica
la situación de injusticia. Juan Manuel Santos también aparece en la intervención, nunca
con nombre propio, sino a partir de su cargo como Presidente de la República. Como última
instancia del proceso disciplinario, Petro deja a la expectativa si este “avala la decisión del
Procurador o es capaz, ante la ruptura de la Constitución, de impedir su orden arbitraria.
Ahora sabremos si el Presidente de la República está con la paz o simplemente con su
reelección.”
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‘Ellos’: Uribe, Francisco Santos, Ordoñez, la élite política, según el actor: “son los
violentos, los tristes”. “Nosotros”: los humildes, los discriminados, los excluidos, en
cambio, “ somos la generación de la paz, la alegría, la paz y la democracia”. Así, en
términos de Gramsci, los actores señalados por Petro hacen parte tanto de la ‘sociedad
civil’ como de la ‘sociedad política’. Quienes conforman el interior de la identidad
colectiva están por fuera del aparato formal del Estado, y por ende, hacen parte de la
‘sociedad civil’. La exterioridad, en cambio, está compuesta por actores con diversos roles
constitucionales, legales y políticos al interior de la institucionalidad del Estado, y, en ese
sentido, hacen parte de la ‘sociedad política’.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. 10 La sanción disciplinaria
impuesta por un actor político como el Procurador es, para Petro, equivalente a una acción
más de violencia en el país y la región. Así, el discurso no comienza haciendo alusión
directa a la sanción disciplinaria impuesta en su contra, sino que este hecho es introducido
luego de un recuento de episodios de violencia en Colombia y en América Latina contra
líderes políticos ajenos, en perspectiva del agente, a la tradición política. Luego de este
recuento, Petro se pregunta:
“¿Cuál es entonces nuestro camino hoy?, cuando el fascismo quiere volver a
desplazarnos. ¿Hay alguna diferencia, Aída, pregunto yo, entre quienes dieron las
órdenes para fusilar a miles y miles de militantes democráticos y quienes dan la orden
hoy para quitarnos los derechos políticos?”
El problema no es el Acto Administrativo en sí mismo impuesto en contra del Alcalde, sino
la violencia y la precariedad de la democracia en Colombia y América Latina, de lo cual la
decisión de la Procuraduría es solo un ejemplo. La suspensión o limitación de sus derechos
10 A lo largo de este discurso de Gustavo Petro hay dos tipos de problemas: el primero, se refiere a la sanción disciplinaria impuesta en su contra. El segundo, es más amplio, e incluye aquellas demandas en general que el entonces alcalde buscaba satisfacer durante su administración. En consecuencia, en los cruces se hablará de ambos tipos de problemas y sus posibles soluciones.
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políticos es un hecho mostrado por Petro como una afectación no a sus intereses directos,
consistentes, eventualmente, en continuar como alcalde o aspirar a la presidencia, sino
como un acto más de violencia en contra de todo el país. La situación de injusticia no es
solamente en su contra, sino en contra de la mayoría. Esta relación de equivalencia implica
que el interés particular del agente sea presentado como el interés universal de la sociedad
y, en consecuencia, da cuenta de la lucha por la hegemonía durante su alcaldía.
A esta situación principal de injusticia se le suman otras demandas del campo social, las
cuales, aunque heterogéneas, pierden su particularidad y se inscriben en la formación
discursiva del agente. Así, las demandas de los animalistas “que saben qué significa matar
entre aplausos y alegrías a un toro”, las de los ambientalistas “que saben que es más
importante un árbol que un bolardo” o las de las juventudes “que saben que es más
importante el cerebro y el libro que el tanque de guerra”, son incorporadas por Petro a su
discurso. Todas estas demandas encuentran su imposibilidad de ser resueltas en un
problema común, que es la violencia sistemática en contra de las fuerzas políticas
alternativas. La solución, por otro lado, es la movilización popular para la consolidación de
la paz.
La destitución, por otro lado, es representada por Petro como una continuidad de un
movimiento fascista que en América Latina derrocó a Allende y “un 19 de abril de 1970
[cometió] un fraude electoral contra el voto popular”, que además asesinó a Galán, a
Pizarro, a Bernardo Jaramillo y atentó contra Aida Abello. Es presentada así cierta narrativa
histórica sobre Colombia y la región, sobre la violencia, las víctimas y los victimarios.
Petro presenta su proyecto político como una prolongación de los proyectos políticos de
Pizarro y demás, y la sanción de la Procuraduría como un acto más de violencia en contra
de políticos “[…]diferentes a la tradición política nacional”.
La lucha del agente se inscribe en un movimiento a nivel global que “lo que tiene que
detener es un fascismo[…]bajo la consigna de “no pasarán””. Bogotá, por su parte, es
representada como lugar central en la lucha contra el fascismo a la espera de la
“solidaridad latinoamericana”, pues se trata de un “movimiento internacional de
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solidaridad con la Bogotá Humana para que aquí el fascismo se detenga”. La
movilización del grupo adquiere sentido, además, en la medida en que se consolide como
un “movimiento que sea capaz de detener a los enemigos de la paz”. Petro presenta, por
último, bajo la figura de la sinonimia, la defensa de su proyecto político llamado ‘Bogotá
Humana’, como la defensa de la democracia y la paz, al afirmar: “quiero que los
trabajadores de Colombia[…] constituyan los comités de defensa de la Bogotá humana,
que son los mismos comités de defensa de la paz y la democracia”.
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos + figuras retóricas - ‘motivación para la
movilización’. La ‘paz’, la ‘democracia’ y la ‘libertad’ son algunos significantes vacíos que
aparecen en el discurso de Petro. El sentido del significante ‘paz’, en particular, es
disputado constantemente, y aparece como significante vacío que logra fijar el sentido de
las demandas incorporadas a su cadena discursiva. La visión particular de Petro sobre la
paz, según la cual: “la paz es la democracia, la paz es la justicia social[…]”, es presentada
como la visión universal, como el significante de aquello que es ausente (Laclau &
Howarth, 2015: 72) y que debe servir como horizonte por parte de la sociedad civil que lo
escucha. El sentido del significante paz está ligado por el agente a la garantía efectiva de
derechos sociales, y no al fin de las hostilidades armadas, como podría con frecuencia
entenderse en el campo social.
La sinécdoque es utilizada por Petro al afirmar que “quieren acabar con la Bogotá
Humana porque quieren acabar con la democracia en América Latina”. La Plaza de
Bolívar de Bogotá, por su parte, es representada por el agente bajo una analogía con la
Plaza Tahir de Egipto, en alusión a las protestas del 2011 que culminaron con la renuncia
de Hosni Mubarak, y como símbolo del comienzo del “movimiento de los indignados de
Colombia”. De nuevo, Petro inscribe su propia situación en un movimiento global.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros.’ Antonio Navarro Wolf es citado por Petro: “Recuerdo Antonio sus palabras
ante Pizarro muerto en su tumba: nosotros somos la generación de la paz, no vamos a caer
en sus trampas, nos quieren llevar a la violencia y no señores, los violentos son ellos[…]”.
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De esta forma, se introduce por parte del agente la violencia y el asesinato de líderes
políticos como práctica de gobernanza en Colombia. Es una práctica constante practicada
por “la élite que gobierna al país”, en contra de líderes políticos “diferentes a la tradición
política nacional”.
Por otro lado, “el poeta”, haciendo alusión, tal vez, a José Martí, también es citado: “aquí
están, como diría el poeta, los pobres de la tierra”. La identidad política se alimenta de
estas voces. Petro, Navarro y Pizarro representarían la generación de la paz que busca
materializar las demandas de quienes forman el “nosotros”: “los pobres de la tierra”. La
voz de Álvaro Uribe no es representada de forma literal, sino bajo lo que el agente supone
este habría dicho: “Entonces armaron la trapisonda, destituyamos a Petro que nada pasa,
y ponemos a Pacho Santos en la Alcaldía…¡Ay Uribe, como si se pudiera borrar al
pueblo!”
Estas incorporaciones de lo que se ha dicho o se ha podido decir dan cuenta de la
interacción del agente no solo con otros agentes políticos, sino con prácticas de gobernanza
identificadas por este, como la violencia política, antes mencionada, o la falta de
independencia de los poderes públicos. Así, el poder judicial está, para Petro, cooptado por
las “élites”, y una muestra de esto es el papel de Álvaro Uribe, un senador, en un proceso
disciplinario adelantado por un órgano de control como la Procuraduría.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y
propuesta de solución’. Hay una serie de demandas que no han sido satisfechas por la
institucionalidad y que, según Petro, él busca resolver:
“Veremos si es cierto que es un ilícito en Colombia desprivatizar un servicio
público, veremos si es cierto que el alcalde de Bogotá actuó irregularmente porque
le quitó 500 mil millones de pesos que cuatro contratistas le robaban a los usuarios
del aseo de Bogotá, veremos si es cierto que es pecado en Colombia el reciclaje y la
separación en la fuente, veremos si es cierto que es una ruptura del orden
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constitucional remunerar a los humildes recicladores en vez de arrodillarse al
poderoso contratista del aseo”.
El hecho de haber resuelto estas demandas fue visto, según el agente, como un acto ilícito.
La solución propuesta (desprivatizar el servicio) para resolver las demandas es presentada
como justa y la única posible, dejando a un lado eventuales errores o ilicitudes. Petro
incorpora en su discurso las demandas que, desde su perspectiva, ya operan en el campo
social y a las cuales él puede darle solución, como un servicio de aseo más económico y
público, mejores condiciones laborales exigidas por los recicladores, o demandas más
amplias, como el fin de la violencia: “Este pueblo inmenso colombiano no quiere la guerra,
no quiere la violencia, está cansado de enterrar mártires, héroes, gente humilde[…]”
El agente presenta, a su vez, no solo las demandas de su audiencia, sino su actitud y
disposición de compromiso con la defensa de su proyecto político. Así:
“Ahora dejaremos los voluntarios que quieran velar la democracia[…]pero cuando
regresen a sus casas, a sus barrios, a sus lugares de trabajo, organicen la rabia y la
indignación, no dejen que se vaya a la violencia, díganles que vengan a la
Plaza[…]que aquí hay gente dispuesta a aceptar el compromiso”.
6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de
representación - ‘motivación para la movilización’. Para el agente, el grupo antagónico
habla del respeto por las formas de funcionamiento del Estado y usa en su repertorio
significantes como ‘democracia’. No obstante, esto solo se queda en “discursos”, y no en
las actuaciones concretas de este sector. Así:
“[…]no esperen que permitamos que el voto popular y la democracia se arrodillen,
no, yo creí en las buenas maneras, yo creí en los discursos, yo hasta por convicción
propia voté por el Procurador, para demostrar que la diferencia es posible en el
Estado, pero no podemos ser ingenuos, ellos no nos tratan de la misma manera,
ellos negocian con la democracia, ellos manipulan la Constitución”.
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Además de “negociar y manipular la democracia”, según Petro, en el sector antagónico
“creen que con el juego sucio pueden manipular la historia de Colombia”. La ‘diferencia’,
por otro lado, es vista como peligrosa por ‘ellos’, y supone su eliminación a partir de una
práctica de gobernanza en Colombia como lo es, para el agente, la violencia política. Así,
Petro afirma que el Procurador, de forma literal, se ha referido a él en términos de un
“comunista ateo”, y que por esto impone en su contra una sanción disciplinaria. La lucha
contra el ‘comunismo’ o el ‘ateísmo’ hace parte de la cadena discursiva del sector
antagónico (la oligarquía), que, por demás, se caracteriza por ser “sectaria, atrasada,
feudal, dogmática pero asesina[…]en su corazón no ha sido posible hablar el lenguaje de
la paz”.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos + antonimias – ‘distinción
entre un ellos y un nosotros’. La destitución del cargo y la inhabilidad para ejercer cargos
públicos por 15 años es representada en un nivel medio de abstracción. Se dice por parte de
Petro que “[dieron]la orden hoy para quitarnos los derechos políticos”, y aunque en este
pasaje no se dice explícitamente quiénes son los responsables, a lo largo del discurso el
agente acusa a Uribe de estar detrás de la destitución. Petro no dice que se trata de un
proceso disciplinario, no dice de cuánto tiempo es la inhabilidad, ni cuál es la falta
disciplinaria imputada por parte de la Procuraduría, tampoco habla del procedimiento
surtido y de las instancias que a este le quedan. Solo habla de la sanción en términos de una
violación a “[…]los derechos fundamentales a ejercer, a votar y a ser elegido”.
Por otro lado, Petro sugiere que, por ser de izquierda, lo destituyeron, y propone un
ejemplo: “veremos si la alcaldesa de la derecha no cometió ninguna irregularidad cuando
dejó once días a Madrid, España, con las basuras en la calle”. Una vez más, afirma que se
trata de un movimiento amplio que tiene como objetivo obstaculizar a los gobiernos de
izquierda, e inscribe así su problema particular en una escala global en donde hay una
disputa ente izquierda y derecha. En el plano local, la selectividad estratégica del Estado,
que tiene a favorecer a unos actores por encima de otros, se traduce en el beneplácito de la
institucionalidad con los gobiernos “tradicionales”, y los obstáculos impuestos por esta a
80
los gobiernos que de alguna manera se alejan de esta tradición. Una muestra de la
selectividad estratégica puede ser el accionar del Procurador:
¿Qué le puede decir el procurador hoy al mundo?, ¿que porque oró frente a la
Virgen María, a la cual yo respeto, le consagró el que le hubiera podido quitar los
derechos políticos a lo que él denomina un comunista ateo?
La “violencia”, el “fascismo”, el “dogma” y el “sectarismo” son opuestos a la “paz”, la
“democracia” y el “pluralismo”. Los primeros términos corresponden a las características
del comportamiento del sector antagónico, mientras que los segundos son las características
de la identidad política que él busca representar. La forma de actuar de las élites políticas se
inscribe en una lógica particular que es contraria a la democrática, y que implica que estas
“no podían resistir la diferencia” y que, por consiguiente, privilegien a quienes hacen parte
de su mismo grupo. Así:
“[…]en los libros iba leyendo lo que era la oligarquía colombiana, una oligarquía
sectaria, atrasada, feudal, dogmática pero asesina, en su corazón no ha sido
posible hablar el lenguaje de la paz, el lenguaje del entendimiento[…]Fui
aprendiendo que este tipo de élites que gobiernan este país eran capaces de matar
por su codicia, que no habían entendido lo que significaba la palabra democracia”
8). ‘Selectividad estratégica’ – asunciones + modalidades epistémicas – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. Para dar respuesta al problema principal (la
destitución e inhabilidad), Petro anuncia en modo indicativo la estrategia: “esperaremos
aquí la decisión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, esperaremos aquí
la decisión Corte Constitucional”. Frente al resultado de la estrategia emprendida, tiene un
grado medio de certeza, como lo señala el uso del verbo ‘creer’: “hemos convocado a
América Latina y creemos que América Latina nos va a responder, creemos, a pesar de la
opinión del fascismo, que la Bogotá Humana se va a quedar en este palacio”.
81
Es preciso recordar que, como se dijo en el marco teórico, la selectividad estratégica supone
una dimensión de constreñimientos pero también de oportunidades. En el plano de las
oportunidades señaladas por Petro, una de estas se encuentra al nivel del poder judicial. En
concreto, al nivel de la Corte Constitucional (cuyo papel no es claro en este caso), y del
Sistema Interamericano de Derechos Humanos, cuyos pronunciamientos son vinculantes
para Colombia vía Bloque de Constitucionalidad. Ya sea por el ordenamiento jurídico
interno, o por el reconocimiento que este haga de las decisiones del Sistema
Interamericano, hay una relativa confianza en el poder judicial para solventar una situación
de injusticia impuesta en su contra en otros frentes del Estado.
El papel del Presidente aparece en esta tensión entre los constreñimientos y las
oportunidades. Dependiendo de qué decisión adopte, estará, según Petro, favoreciendo “la
paz” o su interés personal de la “reelección”. Así, a partir de oraciones condicionales y del
uso de verbos como “deber” y “tener”, que en este contexto delatan, en todo caso,
incertidumbre, Petro introduce esta muestra de la selectividad estratégica del Estado:
“[…]aquí en Colombia debe reinar la paz y la democracia, el entendimiento y el
diálogo, que el Presidente de la República lo sepa, él es el que tiene que decidir en
última instancia, él es el que tiene que decidir si avala la decisión del Procurador o
es capaz, ante la ruptura de la Constitución, de impedir su orden arbitraria, ahora
sabremos si el Presidente de la República está con la paz o simplemente con su
reelección”.
Otro ejemplo del plano restrictivo de la selectividad estratégica del Estado promovida por
estas élites es que, para el agente, este se muestre más benévolo con quienes hacen parte de
‘ellos’: “lo que queremos defender aquí es el derecho a gobernar por parte de quienes son
diferentes a la tradición política de Colombia.[Ellos]no podían resistir la diferencia, y aun
así yo soy el Alcalde Mayor de Bogotá”. La eliminación de los miembros de las corrientes
políticas alternativas, y su aparente naturalización, pueden dificultar el accionar del agente,
quien, precisamente, busca que la colectividad reaccione en contra de estas prácticas.
82
9). ‘Selectividad estratégica’ - significantes flotantes + asunciones - ‘motivación para
la movilización’. Los significantes que ya operan en el campo social y que son tratados de
llevar por el agente a su propia cadena discursiva son términos como ‘democracia’ o
‘derecho’. En particular, la democracia aparece como un significante flotante que opera en
la cadena discursiva del grupo antagónico y que hace parte del repertorio de la ciudadanía.
Su sentido, como significante vacío, es disputado por Petro, pues para este la democracia va
más ligada al respeto por el voto popular que al acatamiento irrestricto a una decisión
institucional, como parece ser el caso de las formulaciones discursivas de la ‘derecha’:
“[…]no esperen que permitamos que el voto popular y la democracia se arrodillen,
no, yo creí en las buenas maneras, yo creí en los discursos, […]no podemos ser
ingenuos, ellos no nos tratan de la misma manera, ellos negocian con la
democracia, ellos manipulan la Constitución”.
Francisco Santos, quien es señalado por Petro como parcialmente responsable de su
destitución, en reacción a las declaraciones del entonces alcalde manifestó que la
destitución no respondía a ningún complot, sino que era una consecuencia de la aplicación
de la institucionalidad democrática, así:
“Le desluce a usted[Otty Patiño], que juró cumplir con las reglas de juego
democráticas cuando entregó las armas, tender un manto de duda sobre la decisión
que en derecho adoptó el Ministerio Público respecto de las actuaciones
administrativas del alcalde Gustavo Petro” 11 .
El alcance de los ‘derechos’ también es disputado por parte del agente en su propia
formulación discursiva. Es un derecho “la paz”: “[…]tenemos el derecho a la paz y ese
derecho lo ejerceremos”; y el “voto popular”: “lo que queremos defender aquí es el respeto
que se merece el voto popular del 30 de octubre, lo que queremos defender aquí es el
11 Este apartado corresponde a una carta dirigida por Francisco Santos a Otty Patiño, como respuesta a las declaraciones de Petro en las que señalaba a Álvaro Uribe como el actor político detrás de la destitución. “Destitución de Petro: “teoría de conspiración es fantasiosa””. 2013. Revista Semana, 16 de diciembre, https://www.semana.com/nacion/articulo/destitucion-de-petro-pacho-santos-desmiente-complot/368663-3
83
derecho a gobernar por parte de quienes son diferentes a la tradición política de
Colombia”.”.
Estos significantes flotantes dan cuenta del plano de las oportunidades de la selectividad
estratégica. Hay ideas como la ‘democracia’ y los ‘derechos’ que ya operan en el campo de
la sociedad civil, y que a su vez hacen parte de la institucionalidad y el orden estatal, pues
este último las reconoce y se legitima en ellas. De esta forma, Petro trata de inscribir sus
pretensiones en el marco de lo esperable y exigible por parte de la población al Estado,
como el respeto por el voto popular o el derecho a la paz.
Por otro lado, algunas asunciones permiten ver parte de la dimensión restrictiva de la
selectividad estrategia del Estado en su sentido ampliado. Así, por ejemplo:
“Veremos si es cierto que es un ilícito desprivatizar un servicio público[…]veremos
si es cierto que es pecado en Colombia el reciclaje y la separación en la fuente,
veremos si es cierto que es una ruptura del orden constitucional remunerar a los
humildes recicladores[…]”
Esta forma de enunciar la situación por parte de Petro da cuenta de lo que en el plano de la
sociedad civil se asume por principio, como la prestación de los servicios públicos por parte
de operadores privados, o que el reciclaje y la separación en la fuente no son circunstancias
a considerar durante la recolección de las basuras. Estas asunciones del ‘sentido común’
dificultan las innovaciones del agente, en la medida en que este pretende ejecutar políticas
públicas que se salen de lo entendido como posible o de lo comúnmente aceptado. Así,
Petro sugiere que El Estado y no los privados, como suele darse por sentado, debería ser el
encargado de la prestación de los servicios públicos, que es deseable separar los desechos
en la fuente, y que es obligación del Estado remunerar por su trabajo a los recicladores. De
esta manera, Petro disputa el sentido de lo que se da como naturalmente establecido, de
aquellas creencias o significados implícitos en la sociedad civil que conforman el ‘sentido
común’ de acuerdo a Gramsci, y que de alguna manera limitan su accionar.
84
5.1.4.DiscursotraslaconfirmacióndelfallodelaProcuraduría.10deenerode2014.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. En este discurso, Petro clasifica al entonces procurador, Alejandro Ordoñez,
junto a los funcionarios de la Procuraduría, dentro de un grupo religioso fanático. Así,
Ordoñez, y los funcionarios bajo su mando, son personas que: “[…]a partir del fanatismo
religioso han terminado de pensar y creer, sinceramente, que, por ejemplo, los derechos
humanos nos alejan de Dios”.
Esta concepción del mundo, atribuida por Petro a Ordoñez, construye el accionar de este
último como funcionario público, de manera tal que no le permite ver que las actuaciones
del entonces alcalde buscaban satisfacer los derechos de los recicladores: “Claro, si un
fanático religioso como este, vestido de abogado, de jurista, cree sinceramente que los
derechos humanos nos alejan de Dios, ¿cómo iba a entender esta alcaldía?, cuando
estamos cumpliendo precisamente los derechos humanos de los recicladores”.
El agente sostiene en su discurso que Alejandro Ordoñez, como representante del ‘ellos’, ha
hecho aseveraciones que justifican la desigualdad social:
“Cuando un fanático religioso como el Procurador Ordoñez afirma que la
desigualdad social, y así lo escribe, es parte del orden natural de las cosas creadas
por Dios, cómo iba a entender que el alcalde a través del cambio del modelo de
aseo trasladara recursos robados por unos cuantos particulares y lo socializara
como ahorro público de toda la ciudadanía bogotana”.
Alejandro Ordoñez es representado en forma peyorativa. En adición a esto, bajo la
perspectiva de Petro, actúa no solo por su “fanatismo religioso”, sino en búsqueda de
defender intereses económicos particulares. En palabras del agente: “ese fanatismo
religioso, ese integrismo, que los ha llevado a construir un tribunal parecido a la
inquisición, esconde los verdaderos intereses económicos que están defendiendo”. Ordoñez
y los funcionarios de la Procuraduría, son representados como “fanáticos religiosos”, por
un lado, y como defensores de intereses económicos, por el otro.
85
El Presidente de la república, otro actor de la sociedad política, es tratado de representar
como un mandatario autónomo que debe mantener la independencia y la serenidad frente a
la presión de Ordoñez. El agente denuncia esta supuesta presión de Ordoñez hacia Santos,
“Yo le solicito al Presidente que no se desespere[…]el Presidente no puede caer en la
trampa del desespero, debe esperar a la justicia”. Juan Manuel Santos, no es clasificado
dentro de ningún grupo en particular, pero la imagen que se tenga de él, en perspectiva del
agente, dependerá de la decisión que adopte.
De esta forma, se constituye un antagonismo. El ‘enemigo’ del proyecto político de Petro es
el Procurador y sus funcionarios. Este sector, impide a su vez la consecución de los
intereses de la identidad política que Petro busca representar, compuesta por: “las mujeres,
los movimientos culturales juveniles, los estudiantes, los trabajadores[…]el movimiento
agrario, el movimiento indígena[…]”. Todos estos grupos, por último, se agrupan bajo el
significante “multitud” en este discurso.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. En sentir de Petro, la situación de
injusticia, en este caso la destitución e inhabilidad impuesta por Ordoñez, equivale a “un
golpe de estado”:
“Como era previsible, el procurador Ordoñez ha decidido finiquitar su tarea. Ha
cometido un delito, el delito del abuso del poder, el golpe de estado del que he
hablado no es una mentira, es una realidad. La trata de cumplir, de sustituir un
gobierno que no quiere, con el cual no congenia, por el cual no votó, que considera
pecaminoso, a través del abuso del poder.
En ese sentido, la principal tarea del gobierno local es seguir trabajando. La sanción
disciplinaria es, para Petro, un ataque al mandato popular que debe ser defendido a través
de la ‘sociedad civil’ como propuesta parcial de solución: “que esta movilización de
86
decenas de miles se convierta en una movilización de muchos bogotanos que hacen
respetar sus derechos y las garantías de libertad y democracia de Colombia”.
La coyuntura, por otro lado, es representada como un momento de ruptura que debe marcar
un antes y un después, no solo en lo local, sino a escala nacional:
“Hoy tenemos esa oportunidad. Hoy, quizás por el azar de la vida, nos hemos
podido convocar y discutir esos temas, tenemos una oportunidad. Hoy la tenemos,
podemos compartirla, si somos capaces de triunfar[…]entonces abriremos las
zendas a un país muy diferente al que hemos vivido”.
Que Petro solucione su situación judicial, se convierte así en un desafío a una forma
estructural de injusticia.
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos + figuras retóricas - ‘motivación para la
movilización’. La ‘paz’ y la ‘democracia’ actúan como significantes vacíos: “la
democracia no solamente se respeta, sino que se profundiza”. A partir de unas sinonimias,
el sentido de estos significantes es disputado:
Esta experiencia, más las experiencias juntas, nos indican que si queremos de
verdad la paz, hay que garantizar la democracia, y si queremos garantizar la
democracia, necesitamos una Constitución que se aplique de manera inmediata y
no un simple discurso”.
La movilización debe estar orientada hacia la consecución de estos significantes, que el
agente busca mostrar como amenazados por la actuación de Ordoñez. Con esto en mente, el
agente convoca a una Asamblea Nacional Constituyente:
“Nos quedemos o no, la decisión de la Bogotá Humana es convocar la nación a un
proceso constituyente que permita que todas las fuerzas sociales de Colombia
puedan redefinir los rumbos de este país hacia unos objetivos claros, que no son
87
más que salir de la guerra, acabar la violencia, y permitir que la patria sea de
todas y todos”.
El agente, a partir de una metonimia en donde su permanencia en el cargo significa el
respeto de la democracia en Bogotá, y esta a su vez significa el respeto por la democracia
en Colombia, invita a la movilización:
“Tenemos que dirimir, si queremos una democracia en Colombia. Si es posible una
democracia en la ciudad de Bogotá, si en Bogotá no habrá democracia[sic], no la
habrá en Colombia, si en Bogotá no podemos construir los lazos de la convivencia
social entre todos los habitantes, no lo podremos hacer en Colombia. En Bogotá
está el escenario fundamental de la democracia y de la paz en Colombia. Por eso
esta lucha por respetar el voto popular no la podemos perder”.
Petro, por último, presenta metafóricamente las consecuencias de su victoria. Plantea dicha
victoria como un nuevo horizonte de posibilidad alejado de la historia del país:
“Si somos capaces de triunfar, si es por el fallo de la justicia, si es por el voto de
las multitudes, de sus gritos, de su andar por las calles, si es por ambas razones,
justicia y multitud permiten contener la tiranía, entonces abriremos las zendas a un
país muy diferente al que hemos vivido”.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros’. El agente identifica, a partir de lo que ha dicho un funcionario suyo, una práctica
de gobernanza consistente en que contratistas privados manejan no solo negocios públicos
para su beneficio, sino que tienen poder político para, en este caso, destituir al Alcalde:
“Ya lo dijo Manuel Sánchez: es que estos personajes, dueños de la política, de la
contratación, dueños de la corrupción, no querían un gobierno progresista,
decente, al frente de Bogotá. Nosotros les dañábamos sus negocios, nosotros no
permitíamos que el soborno dijese quien se gana una licitación, nosotros no
88
permitíamos subir las tarifas del aseo, del transporte o del agua, en beneficio de
oscuros intereses particulares, nuestra línea de acción siempre fue defender el
interés general, defender los intereses de los más humildes”.
Los sectores que componen la externalidad de la identidad política son en este caso el
“fanatismo religioso”, encabezado por Ordoñez, y los “dueños de la contratación”,
calificados como “corruptos” por el agente. Así, Petro denuncia el vínculo entre los
contratistas privados y los funcionarios públicos, y destaca el poder de los primeros frente a
los segundos: “La corrupción está hoy de rumba, tiene unos fanáticos religiosos
arrodillados ante ella”. El ‘nosotros’, en la medida en que no favoreció intereses privados,
se vio afectado por esta interacción entre el poder político y el poder económico.
6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de
representación - ‘motivación para la movilización’. Existen una serie de significantes,
adjudicados por el agente a otras cadenas discursivas, que sirven como motivación para la
movilización, como “ley divina” o el “orden de Dios”. En sentir de Petro, Ordoñez
representa a un sector “fanático religioso” de la sociedad que es reticente a gobiernos
“progresistas”. En la lucha discursiva, Petro contrapone el significado loable de su
movimiento político, con el significado cuestionable de un proyecto político como el de
Ordoñez:
“Es indudable que si esa manera de entender el mundo del Procurador se adueñara
de todas las instituciones, de la discusión política, de la vida social, en este país no
habría sino miedo y un solo uniforme, ese camino no es el camino de la
democracia, pero si nosotros lo detenemos, si nosotros lo contenemos por muy
difícil que sea, lo que se va a abrir en Colombia es el camino de la democracia”.
Así, Petro denuncia una práctica de gobernanza consistente en la concurrencia, en su
perspectiva indebida, entre política y religión, y en el uso de las instituciones del Estado
para propósitos religiosos e ideológicos: “[el Procurador]le teme a la justicia colombiana
porque sabe que utilizó una institución pública para sacar enemigos políticos e
89
ideológicos, porque quiere eliminar la diferencia, y porque cree que esa es la aplicación de
la ley divina, según él cree”.
Al tiempo que el agente identifica esta práctica de gobernanza que articula el pensamiento
religioso con el accionar político, deja ver que la actuación del Procurador puede encontrar
resonancia en un sector importante de la población. Si embargo, busca no formar un
antagonismo con los sectores religiosos, sino por el contrario, mostrarse como defensor de
la libertad de cultos, pero opositor a la concurrencia entre el Estado y la religión:
“Yo creo que estas jornadas democráticas a las que nos ha convocado el fanático
religioso, cuya religión no voy a criticar. Porque nosotros decidimos la libertad de
cultos en Colombia, pero sí criticamos el que ese tipo de principios religiosos lo
intente hacer norma, ley, valor público, Estado. Es lo que se llama el integrismo, el
fundamentalismo y que mata la democracia.[…] El culpable de esta situación no es
la religión, es el fanatismo, es el intento de juntar esa religión dentro del Estado”.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos – ‘distinción entre un ellos y
un nosotros’. La representación de eventos, en este caso de la destitución y de las causas
de la destitución, dan cuenta tanto de la selectividad estratégica del Estado como de la
distinción entre un ‘ellos’ y un ‘nosotros’. Para Petro, la decisión de entregar la recolección
de basuras a una empresa pública fue una decisión ajustada a derecho, que buscaba
beneficiar a la población a partir de la disminución del costo en las tarifas. Así, de forma
retórica, se pregunta:
“Será que es una irregularidad remunerar a los recicladores, será que es una
irregularidad que una empresa pública, propiedad de todos los bogotanos, pueda
participar en la operación del aseo, será que es una irregularidad, como hoy se lo
demostramos a decenas de periodistas, que el primer efecto es que se le ahorró a
todos los usuarios del aseo en Bogotá 50619 millones de peros que dejaron de fluir
a los operadores privados”.
90
El agente no habla de manera precisa sobre la decisión administrativa que motivó la
sanción disciplinaria impuesta en su contra. La Procuraduría argumentaba, entre otras
cosas, que el objeto de la empresa Aguas de Bogotá no incluía la posibilidad de recolectar
los residuos de la ciudad. El agente no habla de esto, sino que solamente representa este
evento, su decisión administrativa, en términos de una acción de “justicia social” que
buscaba “remunerar a los recicladores” y “reducir costos”.
A decir de Petro, los recicladores y todos los bogotanos son los beneficiados con el nuevo
esquema de aseo. El agente, además, está siendo, en su sentir, consecuente con una orden
dictada por la Corte Constitucional12: “Eso no se llama irregularidad, Procurador, eso se
llama simplemente justicia social, cumplir con la sentencia de la Corte, aplicar la
Constitución”.
8). ‘Selectividad estratégica’ – modalidades epistémicas + asunciones – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. El agente identifica una oportunidad de acción al
nivel de la Corte Constitucional y de los Tratados Internacionales. Los Órganos de Control,
en este caso la Procuraduría, representan por el contrario la dimensión del constreñimiento,
pues a la cabeza de esta institución está un funcionario opositor, en sentir de Petro, a su
gobierno “progresista”. De esta forma, la situación de injusticia, es decir la destitución,
representada como se mostró antes como una afrenta a la democracia, es tratada de superar
a través del derecho internacional:
“Su afán[del Procurador] nace de un desespero, el Procurador está desesperado
porque es consciente de que ante los ojos de los Tratados Internacionales de
Derechos Humanos, de los cuales Colombia es signatario, los ha violado, les ha
pasado por encima, los ha enterrado porque no cree en ellos y porque nos quiere
imponer su decisión por encima de lo que ordena la constitución, la ley y los
tratados internacionales”.
12 La Corte Constitucional, en Auto 268 de 2010, ratifico la necesidad de incluir a los recicladores en las licitaciones públicas de recolección de basuras.
91
En el plano de las oportunidades de la selectividad estratégica del Estado, el agente afirma,
con un grado de certeza alto, que la solución al problema pasa por “la justicia” y “las
multitudes”. Acude, así, al plano más formal del Estado, correspondiente a “la justicia”.
También acude, en el sentido ampliado del Estado, a la ‘sociedad civil’ representada en las
“multitudes”13:
“El Alcalde de Bogotá le apuesta a la justicia y a las multitudes. Estoy
absolutamente convencido de que la arbitrariedad y la tiranía, el fanatismo sectario
que ha inundado a este país, serán detenidos, retrocederán si somos capaces de
detenerlos con la fuerza de la justicia y la fuerza de las multitudes”.
Sin embargo, varias frases después, a partir del uso de oraciones condicionales, el agente
muestra la movilización popular como el camino a seguir en caso de que la ‘justicia’ actúe
en su contra:
“Si de aquí al miércoles la justicia actúa, nos reuniremos de nuevo, y en grande , a
festejar el triunfo popular. Pero si eso no acontece, invito a que mañana se reúnan
los nodos y organicen la movilización; animalista, ambientalista, cultural, del hip
hop, de los trabajadores”.
El agente asume como cierto que “el pueblo” lo va a acompañar, y que los movimientos
sociales que menciona, como los animalistas, las juventudes, los trabajadores, los
estudiantes, el hip hop y demás, van a manifestarse de forma permanente a su favor, no
solo en la ciudad, sino a nivel nacional:
“Esa decisión de gobernar tiene que estar acompañada de nuestro pueblo, de la
ciudadanía, dijimos el viernes: hay que transformar la movilización, primero en
una movilización permanente, y segundo, en una movilización nacional”.
13 El uso del significante “multitud” puede responder a la idea de ‘poder constituyente’ de Toni Negri. Sobre esto, Petro hablaría posteriormente tras su salida de la Alcaldía. Ver: Gustavo Petro, [Gustavo Petro]. 2016. “Poder constituyente: Gramsci, Negri y la Paz en Colombia”. [archivo de video]. Seminario Antonio Gramsci. UNAL. 16 de octubre, https://www.youtube.com/watch?v=X7S9A02nkA4&t=266s
92
Los “nodos”, por su parte, son la forma de organización popular que el agente propone
como estrategia en el plano de la ‘sociedad civil’ para contrarrestar, eventualmente, un fallo
de la justicia adverso:
“La movilización tiene que saltar hacia delante, no hacia atrás, y eso indica que la
plaza se convierta en un espacio de organización popular movilizadora. Que los 17
nodos de movimientos ciudadanos diferentes, la mayoría juveniles, se reúna
permanente en esta plaza para organizar los movilización alrededor de esos
nodos.”
El agente asume que cuenta con el respaldo de los grupos que menciona en su discurso, y
que estos, como él, ven la sanción disciplinaria como la oportunidad para satisfacer sus
demandas. Como se mencionó en puntos precedentes, el agente utiliza su situación
particular como una afectación general al ‘pueblo’. Solucionar su propia situación, en la
medida en que esta es una muestra de problemas más grandes del país, pasa por convocar a
la “movilización permanente” en búsqueda de atender demandas como la salud, el trabajo y
la igualdad de género:
“Necesitamos que la plaza de bolívar se convierta en un ágora de debate
democrático, que aquí se citen las mujeres, los movimientos culturales juveniles, las
universidades y sus estudiantes, para discutir política educativa superior, las y los
trabajadores de la salud, par ver si la ley 100 sigue o somos capaces de
transformar el modelo de salud. Que aquí se cite la nación entera a través de los
delegados de los movimientos sociales del país, esta plaza”.
5.1.5.ÚltimarendicióndecuentasdelagestiónenlaAlcaldíadeBogotáD.C.Diciembre
de2015.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. Varios actores políticos, sobre todo de la ‘sociedad política’, aparecen a lo
largo de la última rendición de cuentas del entonces alcalde. Los funcionarios de su
administración fueron, para Petro, “perseguidos” por parte de diversas entidades del
Estado, como los órganos de control, las superintendencias y la Fiscalía. Guillermo
93
Asprilla, a juicio de Petro, murió como consecuencia de la persecución emprendida en su
contra por parte de la Procuraduría, en cabeza de Alejandro Ordoñez. Nelly Mogollón, otra
funcionaria de la administración, fue “casi encarcelada antes de las elecciones porque
supo desprivatizar un servicio público, el de aseo”.
Juan Carlos Flórez y “el nieto de Turbay” (Miguel Uribe Turbay, quien nunca es
representado con nombre propio), eran concejales de Bogotá para la época. Del primero,
Petro creía que era un “progresista”, pero, al igual que el segundo, resultó ser parte de un
“mundo político que no entiende cuál es el problema fundamental de la humanidad[el
cambio climático]”. Estos actores hacen parte del “ellos”, del sector antagónico de la
identidad política que es nombrado durante el discurso como “la aristocracia”, “la
oligarquía”, la “clase política” y la “élite política colombiana”. Por su parte, “las
juventudes”, “los trabajadores”, “los pobres”, “el pueblo trabajador, estudiantil”, “los
muchachos y muchachas de los barrios populares,” constituyen la identidad política que el
“gobierno progresista” busca representar, como se verá a lo largo de este análisis.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. El problema, en este caso la falta
de adaptación del territorio al cambio climático, es equivalente a acabar la vida en el
planeta. La situación perjudicial, se inscribe así en un orden internacional que desborda el
papel del agente como alcalde de Bogotá, quien hace énfasis en que el cambio climático
significa “problemas dramáticos para la humanidad”. La situación no es perjudicial
solamente para la población a la cual busca gobernar, sino que representa una amenaza para
el mundo. Así, el proyecto político del agente adquiere, dada la descripción que él hace del
mismo, un carácter global.
La brecha entre la calidad de la educación pública y la privada, por otro lado, es una
situación de injusticia adicional identificada por el agente. Solucionar esta situación, por su
parte, equivale a acabar con la pobreza: “la calidad educativa sí garantiza salir de la
pobreza”. Los beneficiados con la disminución de la brecha en la calidad educativa lograda
durante la alcaldía, son “nuestros muchachos y muchachas de los barrios populares de
94
Bogotá”. Esto, a su vez, es sinónimo de que “las condiciones de la desigualdad social
están seriamente afectadas”.
La disminución de la brecha entre la educación pública y la privada, es representada como
un “hecho fundamental para la democracia”. Las “juventudes populares”, “han
comprendido que en ese espacio del saber[el colegio], está su posibilidad de libertad, de
ciudadanía”. El “gran empresario”, también debería avocar por la calidad educativa de los
sectores populares, en consideración a sus propios intereses. De esta forma, la equivalencia
entre el saber, la libertad y la ciudadanía, se complementa con la idea de generación de
riqueza para la colectividad, a partir de la educación de los sectores populares:
“El gran empresario no se da cuenta de que sus ganancias dependen
exclusivamente de que en la sociedad donde hace sus negocios haya saber[…]Ese
saber colectivo es lo que construye riqueza, y entonces la riqueza no tiene otra
fuente más que el saber. Una ciudad será más rica, y por tanto todos sus
integrantes serán más ricos, si la sociedad en su conjunto tiene saber”.
En relación a la desigualdad social, el agente sostiene que esta es la causa de la violencia en
Colombia: “¿Saben por qué tenemos 60 años de guerra? Porque somos una de las
sociedades más desiguales socialmente de todo el planeta”. Los “gobiernos progresistas”
en Bogotá y en América Latina, como reacción a esto, han decidido, dice el agente,:
“hacer de su principal objetivo administrativo la superación de la segregación
social, que es territorial, que es económica, que es racial, que es cultural, que tiene
que ver con segregaciones por los gustos sexuales, por el género, por la edad”.
El problema local es representado a escala nacional, pues la violencia que pueda
experimentar Bogotá, y Colombia en general, se debe a una misma causa: la desigualdad.
Se debe, para el agente, a que Colombia es “el tercer país más desigual socialmente
después de Haití y Honduras”. La ‘sociedad civil’, experimenta así todo tipo de
95
desigualdades más allá de las materiales, y que para el agente son causa histórica de la
violencia.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros’. Los medios de comunicación, los constructores, los órganos de control y los
ministros de gobierno, en adición a los actores políticos mencionados antes, hacen parte del
‘ellos’. Estos actores políticos e instituciones, pertenecientes tanto a la ‘sociedad civil’
como a la ‘sociedad política’, interactúan en prácticas de gobernanza habituales con el
agente. Dicha interacción, para Petro, es negativa. En el caso de los constructores, el agente
denuncia que “el nieto de Turbay”(Miguel Uribe Turbay) “leyó la ponencia de
CAMACOL” durante la discusión en el Concejo sobre el Plan de Ordenamiento Territorial.
El gremio de los constructores decía, según el actor, “¡cómo se les ocurre adaptar el
territorio al cambio climático!”.
En el mismo sentido, Petro menciona que el Ministro de Vivienda del momento, Luis
Felipe Henao, “fue allá, al Concejo, y reunió a los concejales de Cambio Radical y les
dijo: no voten”. En principio, Henao no debería tener injerencia en la decisión sobre el
ordenamiento territorial de la ciudad, pues esta depende de manera autónoma de una
entidad distrital como lo es el Concejo de Bogotá. El Ministerio hace parte del orden
nacional, con competencias bien distintas. Las citas que hace Petro sobre lo que se dijo en
su momento, dan cuenta de una práctica de gobernanza según la cual sectores privados,
como los constructores, tienen incidencia en las decisiones de política pública. El
ordenamiento del territorio no depende del Alcalde y del Concejo, sino que se ve afectado
por la presión de los poderes políticos y el lobby de los grupos económicos con los cuales
el agente se ve obligado a interactuar.14
Petro asegura, por último, que se dicen cosas negativas sobre su administración, pero no
menciona en concreto quién lo hace. Trae a colación las críticas, sin señalar a los críticos,
pero utiliza la interpelación para integrar a ‘los pobres’ al ‘nosotros’ de la identidad
política: 14 Luego de que el Concejo no aprobara el Plan de Ordenamiento Territorial, este fue adoptado mediante decreto por la oficina del Alcalde. El Consejo de Estado, en diciembre de 2014, suspendió sus efectos.
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“A quién dice: “esta inversión de la Bogotá Humana, que se va concentrando por
allá, en Ciudad Bolívar y en su barrios”, me dicen, “pues entonces no es para toda
la ciudad, Bogotá Humana no gobernó para bogotanos, gobernó para los pobres”,
nos dicen, y sí, los pobres fueron nuestra prioridad[…]”.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y
propuesta de solución’. La institucionalidad no ha sabido interpretar que el problema del
cambio climático es el “problema fundamental de la humanidad”. La solución efectiva de
la situación, se dificulta en la medida en que es “la sociedad moderna, capitalista y de
mercado[…], su propio consumo y sus formas de producción”, la causante del problema.
El agente, en la búsqueda por la solución y mitigación de esta situación, se enfrenta así al
mercado global, como práctica de gobernanza que dificulta su accionar, pues las medidas
que puede tomar serán, en todo caso, insuficientes.
Frente al problema de la educación pública y su rezago en relación a la privada, al agente le
parece que las propuestas dadas por la institucionalidad y por los actores políticos son
equivocadas. Así, por ejemplo, Enrique Peñalosa “fue quien propuso la privatización de la
educación en Bogotá”, en concordancia con el paradigma mundial impuesto por el
“neoliberalismo,” según el cual el camino para responder a las necesidades de la población
es la del debilitamiento de lo público. Antanas Mockus, por su parte, junto a Enrique
Peñalosa y Juan Manuel Santos, “decían que la ETB no servía para nada”. En
contraposición a esto, los “gobiernos progresistas” iniciaron una “revolución
educativa[…]metiendo plata en la educación pública”, y logrando hacer “crecer la
empresa de energía de Bogotá[…]en un 70%”.
El agente reconoce otras voces que buscan darle solución al problema de la educación, pero
presenta su propia solución como la única adecuada. De hecho, ve las otras posibles
soluciones como perjudiciales, pues estas, inscritas en la lógica neoliberal, suponen
simplemente “negocios para unos pocos”. De esta forma, frente al avance de la educación
pública el actor se pregunta, en relación a la propuesta de privatización del 2008, si la
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respuesta en el 2015 debería ser igual, pues “la calidad de unos y otros [sic] es
prácticamente la misma, ¿o lo que hay que hacer es seguir la senda de aumentar la
inversión de la educación pública?”.
Así, el actor se enfrenta a dos prácticas de gobernanza, como el mercado global y el
neoliberalismo, que se imponen estructuralmente ante él y que desbordan su propio espacio
de acción al ser fenómenos mundiales con efectos sobre la ciudad que administra. Ambas
prácticas, las trae a colación a partir de lo que el agente afirma ha sido pensado o dicho por
otros actores políticos.
6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de
representación - ‘motivación para la movilización’. La ‘libertad de prensa’ y de
‘información’ son conceptos utilizados con frecuencia en Colombia. A pesar de esto, Petro
cuestiona su real existencia, pues los medios de comunicación se rehúsan a mostrar los
resultados más relevantes de su gestión. Así, frente a la gráfica que muestra la disminución
de la brecha entre la calidad de la educación pública y la privada, el agente asegura: “Yo
pienso que este es un cuadro revolucionario, este es un cuadro censurado. ¿Que en
Colombia existe la libertad de información y de prensa? Si existiera todo el mundo sabría
lo que está pasando aquí”.
Se utiliza el significante de ‘libertad’ para asegurar que en Colombia la prensa es
independiente, pero, para el actor, la ‘censura’ a sus resultados demuestra lo contrario. En
realidad, no puede existir ‘libertad’ de prensa ni su uso puede ser ‘democrático’, cuando
“los tres hombres más ricos del país” son los dueños de los medios de comunicación. Por
esto, la motivación para la movilización del grupo debería estar orientada a pensar que
“uno de los problemas de la democracia contemporánea tiene que ver con rediscutir cómo
se democratiza el medio de comunicación, para que la información sea plural”. La
influencia de los medios de comunicación en la gobernanza es así identificada como un
obstáculo, no para los propios intereses del agente, sino para la ‘democracia’.
98
Por otro lado, en el sector antagónico utilizan, como elementos discursivos, significantes
como: “populista”, “comunista”, “castrochavista”, “loco” o “improvisador”. Así:
“al pronunciar una palabra que hace dos años era esotérica: cambio climático,
dijeron ese debe ser un loco, improvisador, comunista, castrochavista, ese quiere es
que los constructores no hagan negocios porque no le gusta la propiedad privada”.
Precisamente, Petro afirma que el tema del cambio climático fue de alguna manera
introducido al debate público por él, y que el POT presentado al Consejo era el “primer
plan de América que ordenaba el territorio de cara a adaptarnos al cambio climático”.
Existía un vacío en la representación de este problema, pues ni si quiera es visto como tal
por otras fuerzas políticas. El problema en la implementación del POT, dice el agente, pudo
tener que ver con que “quizás fuimos demasiado pioneros” en la introducción del tema al
discurso político. No obstante, al hacer énfasis en el problema, y al calificarlo como el
principal que afronta “la humanidad”, Petro espera que la identidad política se siga
movilizando.
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos + antonimias – ‘distinción
entre un ellos y un nosotros’. Gustavo Petro logró el crecimiento de la Empresa de
Energía de Bogotá en un 70%. En la representación de este evento, se incluye a otros
actores políticos, como el partido Polo Democrático, que contribuyó al crecimiento durante
las administraciones anteriores a la de Petro, y a los gerentes de las empresas privadas, que
tuvieron rendimientos menores a los de la empresa pública:
“Los malos gerentes hicimos crecer la Empresa de Energía de Bogotá, que es
propiedad de todos los bogotanos, en cuantía y en valor del 70%. Los gerentes de
las empresas privadas de Colombia[…]en lugar de aumentar, se desplomaron.
Creo que nosotros deberíamos enseñar la gerencia de las empresas”.
La representación de este evento es usada para identificar un ‘ellos’ y un ‘nosotros’
particular, en el que la identidad política, a través del “poder público”, logró “cuidar el
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patrimonio de todos los bogotanos y las bogotanas”. Al valorizar la Empresa, el agente
denuncia que “habrá quien quiera entregársela a estos, que vienen es cayendo en el precio
de las acciones: los grandes empresarios privados del país”. El ‘nosotros’, a partir de lo
dicho por el entonces alcalde, sería el grupo de buenos gerentes, y ‘ellos’, los privados,
serían los malos. No es muy claro Petro en mencionar en concreto a qué se debe el
crecimiento de la empresa, ni cuál es su responsabilidad directa en el mismo, sino que el
evento es usado para exaltar su gestión y poner lo público por encima de lo privado.
En relación al plano restrictivo de la selectividad estratégica, Petro hace unas reflexiones a
partir de otro evento en particular: la construcción del metro subterráneo en Bogotá. Dice
Petro que la construcción no fue posible durante su alcaldía debido a que sus adversarios
políticos se lo impidieron. De esta forma, para el agente “no es justo que”:
“Habiendo comenzado la preparación del pliego de condiciones para la licitación,
solamente por sectarismo y por una adicción al diésel, al negocio privado y a los
buses, le suspendan a Bogotá la principal obra de infraestructura de la
historia[…]además por un sectarismo político, porque el nombre de la Bogotá
Humana no aparezca en la historia del metro”.
Petro sostiene que los estudios de ingeniería avanzada y parte de la financiación del
proyecto ya estaban listos, pero que en un cálculo político la licitación fue suspendida
porque la Nación no asignó el resto de recursos necesarios. De esta forma, el agente deja
ver cómo la articulación entre las instancias nacionales y locales de gobierno repercute
sobre los gobiernos locales, quienes dependen, como en este caso, de financiación nacional
para el cumplimiento de sus propósitos. Por otro lado, el agente sugiere que de haber
pertenecido a otra fuerza política vinculada con el Presidente y otros sectores, la respuesta
hubiera sido otra, y la licitación se hubiera adelantado. Es pertinente recordar, con Jessop,
que la selectividad estratégica del Estado implica que la estructura tiende a favorecer a unos
actores políticos por encima de otros, como denuncia Petro en este caso.
100
8). ‘Selectividad estratégica’ – modalidades epistémicas + asunciones – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. El agente reflexiona, en relación a su experiencia
en la alcaldía, sobre lo necesario para consolidar un gobierno ‘democrático’. A través del
verbo ‘poder’, manifiesta la necesidad de adaptarse al contexto para que este tipo de
gobiernos puedan ser exitosos:
“Estoy convencido de que el fortalecimiento del poder público solo lo podemos
lograr a partir de una nueva gobernanza con los movimientos sociales. Ya no es
posible un gobierno democrático gobernando sólo simplemente por la fuerza de un
electorado, sino que su sostenimiento, dado que trabajan contextos adversos, donde
los órganos de control se vuelven policía política, y dónde se ejerce una verdadera
represión para evitar que un gobierno democrático pueda subsistir en un contexto
neoliberal, obliga a cualquier gobierno democrático que gane electoralmente, a
una alianza fuerte con la diversidad de movimientos sociales, porque si no, la
alternativa es el derrumbe del gobierno democrático, o la zona de confort, el pacto
con la burocracia”.
Petro expone varios elementos de la selectividad estratégica del Estado. El ‘neoliberalismo’
y los órganos de control como ‘policía política’, son los encargados de limitar la agencia
del actor, por lo que este debe responder haciendo alianzas con los movimientos sociales.
Las asunciones que existen en relación a la supuesta ineficiencia de las empresas públicas
y la necesidad de las privatizaciones, dificultan el accionar del agente, pues este choca con
dicho paradigma neoliberal, que está cimentado incluso en la ‘sociedad civil’. Los
movimientos sociales, por el contrario, podrían significar la oportunidad de sobreponerse a
este contexto. Para Petro, el Estado en su sentido más formal no deja mucho margen de
maniobra, por lo que la oportunidad de superar los constreñimientos se encontraría por
fuera de las instituciones de este.
9). ‘Selectividad estratégica’ - significantes flotantes + asunciones - ‘motivación para
la movilización’. La ‘seguridad’, aparece como significante flotante que opera en la
cadena discursiva del grupo antagónico. En esta ocasión, este grupo antagónico no es
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nombrado claramente por el agente, pero de manera implícita se hace notar que existe dicho
sector, y que está interesado en hacer pensar, a través de los medios masivos de
comunicación, que la inseguridad tiene niveles intolerables. Así:
“Para crear un efecto político, para hacer pensar a centenares de miles de
ciudadanos de la clase media bogotana que este gobierno era un desastre, no había
que mostrar esta estadística, que el mismo Tiempo hizo, sino que había que
mostrarle todos los días el robo, que siempre ocurre”.
Como resultado de la campaña mediática emprendida, “mientras cae la
victimización[…]crece espectacularmente, como nunca, la percepción de inseguridad”.
Que la gente asuma como cierto que la inseguridad ha aumentado, dificulta las acciones del
agente. Al mismo tiempo, se beneficia al sector antagónico, pues el resultado del aumento
de la percepción de inseguridad es que la gente “vota por quien diga que hay que usar
mano dura en la seguridad, y no inclusión social[…]vota por el que promete la represión,
la falta de democracia”. El sentido común, asocia la seguridad a la cantidad de policías, y
en la medida en que el agente tiene otra visión, sus innovaciones pueden encontrar
resistencia en la población. Los medios de comunicación, de esta forma, no son neutrales
ante todas las fuerzas políticas, sino que, en este caso, son más favorables a la fuerza que
proponen “mano dura” y “represión”.
5.1.6.CierredelacampañaalaPresidenciaparaelperiodo2018-2022.
1). ‘Actores Políticos’ - representación de actores - ‘distinción de un “ellos” y un
“nosotros”’. El agente clasifica dentro de la categoría principal de “clase política
tradicional” a varios actores políticos de la ‘sociedad política’. Todos ellos, a su vez, hacen
parte del ‘ellos’, y son representados como incapaces de solucionar los problemas del país y
como cómplices del narcotráfico y la violencia:
“¿acaso el debate que hizo el parlamentario Gustavo Petro[…] no demostró que la
base de la corrupción es el dinero fácil […]que la clase política colombiana se
había literalmente orinado en los pantalones cuando veía son fajos de billetes en
102
efectivo y había hecho una alianza incestuosa con los jefes del narcotráfico y la
política?”.
En concreto, el agente se refiere a Alejandro Ordoñez (a quien además califica de
“fascista”), a los “conservadores”, a Iván Duque, a Álvaro Uribe, a César Gaviria y a
Germán Vargas Lleras, como actores políticos de fuerzas políticas ‘tradicionales’. A
Germán Vargas Lleras y a Iván Duque, además, los equipara con Nicolás Maduro, dado su
intento, en perspectiva de Petro, de controlar la rama judicial: “Ellos, como
Maduro[…]ellos sí quisieran arrodillar la justicia la política”.
Álvaro Uribe, en particular, es mencionado varias veces por el agente en su discurso. Lo
representa no solo como miembro de la “clase política tradicional”, sino como un actor
político con cercanías a la criminalidad. Así, Petro se pregunta en forma retórica por la
presunta responsabilidad de Uribe en la masacre del Aro y por la crisis del proyecto
Hidroituango:
“Álvaro Uribe Vélez, que planeó el proyecto, ¿no fue aquí dónde ocurrió la
masacre del Aro? ¿No están en esas tierras enterrados miles de personas
antioqueñas, entre otras, el abogado Jesús María Valle?”
“¿Acaso las fuerzas paramilitares no cometieron un genocidio en Ituango y
momentos después apareció el megaproyecto? ¿Acaso los dos defensores e
impulsores que protegieron la realización improvisada de ese proyecto, que no
quería la sociedad, no se llaman Álvaro Uribe Vélez y Luis Alfredo Ramos, acusado
de vínculos con el paramilitarismo”.
El ‘nosotros’, por otro lado, es construido a partir de lo que otros actores políticos,
contrarios a la “clase política tradicional”, han dicho. Petro recuerda a Jorge Eliecer
Gaitán, Rafael Uribe, Luis Carlos Galán y Álvaro Gómez. Esos actores, son representados
como antagónicos al mismo sector al que Petro se opone, y su pensamiento es traído a
colación por el agente durante todo el discurso: “se han quedado en el camino muchas
103
voces antiguas que tratan de apoyarnos en nuestro esfuerzo, a partir de su testimonio, a
partir de su calidad de vida, a partir de sus biografías”.
Petro, por último, afirma que es “el pueblo” mismo, y no él, el verdadero protagonista de
su movimiento político:
“hay que cambiar la historia de Colombia, y no soy yo el que la cambia, no es una
persona la que puede cambiar la historia de un país, es el pueblo mismo[…]no
somos nosotros aquí, ya lo importante no es el candidato presidencial[…]es que
aquí se está forjando un pueblo, una fuerza colectiva[…]”.
2). ‘Actores Políticos’ - sinonimias + representación de tiempo y espacio -
‘identificación del problema y propuesta de solución’. Petro representa su posibilidad de
llegar a la presidencia como un punto de quiebre en la historia del país: “los pueblos, las
regiones han dejado de perecer el terror en este breve instante de la historia, han
aprovechado entonces los vientos de la esperanza para congregarse en libertad y para
tomar decisiones, la decisión de cambiar la historia de Colombia”. Sobre el país, presenta
cierta narrativa histórica a partir de las demandas, en perspectiva del agente, transversales a
toda la historia, y que son articuladas en relaciones de equivalencia:
“Recibimos la tercera sociedad más desigual de toda la humanidad […]hoy somos
la sexta sociedad más ignorante académicamente, el 90% de la población rural no
terminó la primaria, y el 60% del total de la población colombiana no terminó el
bachillerato, somos una de las sociedades más violentas del mundo, la mayor
exportadora de cocaína y uno de los estados más corruptos”.
La violencia, la falta de educación, la corrupción y la desigualdad, son problemas que el
agente trae a su cadena discursiva y que busca solucionar a partir de su proyecto político. El
agente muestra la solución a estos problemas a partir de su elección como Presidente. Para
persuadir a su audiencia, trae a colación su pasado como Alcalde de Bogotá en el tema de la
salud:
104
“De Bogotá salió la experiencia, y la podemos prolongar en toda Colombia. Aquí
supimos cómo se disminuye el volumen de la enfermedad, el primer objetivo de
cualquier modelo de salud que nos propongamos es disminuir el volumen de la
enfermedad[…]el mensaje que con orgullo podemos hablar desde aquí a Colombia
es que nosotros podemos lograr en Colombia, gracias a nuestra experiencia, que no
vuelva a morir un niño de hambre”
3). ‘Actores Políticos’ - significantes vacíos + figuras retóricas - ‘motivación para la
movilización’. A partir de una metáfora bíblica, el agente busca motivar a la identidad
política a la movilización. “Partir las aguas” es la forma de representar para el agente la
posibilidad de cambio de la que se habló antes. Quien parte las aguas, no es, como en la
Biblia, algún Moisés, sino que es “el pueblo mismo”, dice Petro. La motivación del grupo,
además, se presenta bajo una metonimia en la que la victoria de “la ciudadanía”, nombre
dado a la identidad política, significa la victoria de la paz en todo el país: “Si gana la
ciudadanía otro será el país, será el país de la paz, será el país de la democracia”.
Estos dos significantes, “paz” y “democracia”, son significantes vacíos privilegiados en la
cadena discursiva de Petro. Estos dos términos fijan el sentido de todo el discurso, en la
medida en que representan aquello que es ausente, y que debe servir para la motivación del
grupo: “Colombia no ha vivido en una democracia[…]este es el momento definitivo, la
verdad no creo que tengamos más oportunidades, este pequeño lapso de tiempo histórico
es donde podemos percibir la posibilidad de la paz”.
La ‘democracia’ y la ‘paz’ pasan también por lo que el agente llama, recordando a Álvaro
Gómez Hurtado, un “acuerdo sobre lo fundamental”. Hacia ese ‘acuerdo’ es que el grupo
debe movilizarse: “Llegó el momento de tomar una decisión, nosotros estamos
proponiendo a la sociedad colombiana construir la paz a través de la justicia social,
nosotros le estamos proponiendo a la sociedad colombiana un gran acuerdo sobre lo
fundamental”. Este ‘acuerdo’, por su parte, consiste en cinco puntos: “lo fundamental tiene
105
que ver con 5 reformas públicas: la de la salud, la de la educación, la de la justicia, la de
la política y la del tránsito hacia una economía productiva”.
Este ‘acuerdo sobre lo fundamental’ puede ser leído como un significante flotante que actúa
en la cadena discursiva de la ‘derecha’, pero que es llevado por Petro a su propia
formulación discursiva. Puede también ser visto como una muestra de la lucha hegemónica
de Petro por nuevos consensos. El agente trata de liderar lo que él considera un cambio
necesario, y trata de representar sus propias posturas como las adecuadas para la totalidad.
Un ejemplo de esto, tal vez el más diciente, es su insistencia con lograr un acuerdo que
“nos aleje transitoriamente del petróleo y del carbón”. Lo mismo sucede con la necesidad,
en perspectiva del agente, de garantizar la educación superior gratuita o la eliminación de
las EPS a cambio de un sistema totalmente público. Tras estas propuestas, hay una clara
concepción sobre el papel del Estado, cercana al ‘Estado de bienestar’, pero que el autor
presenta en términos de un acuerdo sobre lo fundamental alejado de posturas ideológicas
particulares.
4). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘distinción entre un ellos y un
nosotros.’ A partir de lo que se ha dicho en el pasado por parte de otros actores políticos, el
agente pone de presente algunas prácticas de gobernanza. Así, al nombrar a Álvaro Gómez,
afirma, según lo que este habría dicho, que Colombia ha vivido bajo un régimen de
corrupción:
“Álvaro Gómez, cuando exigía derribar el régimen de la corrupción, estaba
hablando de restaurar la moral y la democracia en Colombia, estaba hablando de
replantear la política. A pesar de las diferencias, y muchas que teníamos con él,
estaba planteando poner la política colombiana sobre una base común, los
principios éticos, la ética pública, la restauración moral y democrática de la
república”.
En el mismo sentido, a partir de lo dicho por Luis Carlos Galán, el agente trae a colación a
un grupo que hace parte del sector antagónico: “las mafias”:
106
“Galán nos advertían en el momento de su muerte que las mafias podrían tomarse
el poder, podrían dominar el Estado y las instituciones, y podrían hacer las leyes de
Colombia si el espíritu democrático del pueblo no era capaz de levantarse y
resistir”.
De esta forma, el agente denuncia que la criminalidad se ha tomado el Estado: “y es que
estamos gobernados por mafias”. Lo denunciado por otros actores políticos continúa
siendo, en perspectiva de Petro, una realidad en Colombia. Esta práctica de gobernanza,
consistente en la confluencia entre las “mafias” y el poder político, es una característica del
Estado que el agente busca erradicar a partir de su proyecto político.
Petro, a partir de lo que asegura que algunos analistas piensan, constituye discursivamente
los bandos políticos en disputa. A partir de una nueva dicotomía, busca desplazar las
existentes:
“No pueden entender los opinadores, los analistas, este momento de la
historia[…]están observando la constitución de un nuevo panorama político[…]la
política en Colombia ya no se divide entre liberales y conservadores[…]la política
en Colombia ya no se divide entre la izquierda y la derecha […] la política nueva
en Colombia ha dividido el escenario en dos grandes bandos y está por definirse
quién tiene la mayoría, el bando de las maquinarias corruptas anacrónicas e
incapaces y el bando de las ciudadanías libres”
De acuerdo a lo anterior, y conforme a lo que, según Petro, algunos analistas han dicho, y
dada la existencia de una práctica de gobernanza consistente en que “maquinarias
políticas” movilizan votos, el agente representa el ‘nosotros’ como “un pueblo libre” en
oposición a estas ‘maquinarias’:
“Un millón de personas movilizadas, es un millón de personas congregadas
libremente, a nadie se le pagó por asistir a una sola marcha, a nadie se le condujo
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en un solo bus, los opinadores llegaron a afirmar que era que estábamos
financiados por poderes extranjeros[…]no podían entender cómo era que se
congregaban libremente el pueblo”.
5). ‘Prácticas de gobernanza’ - intertextualidad - ‘identificación del problema y
propuesta de solución’. El agente asegura que la institucionalidad ha sido incapaz de
atender las demandas de la población, y que es incapaz de liderar “moralmente”. Así,
Petro denuncia varios problemas frente a los cuales existe, en su perspectiva,
responsabilidad de “la clase dirigente”:
”[…]no es capaz una clase dirigente que entregue la mayor de las desigualdades
humanas, no nos digamos mentiras[…]no pueden ocultar su propia corrupción, su
propia degradación, ¿cómo no vamos a tener una clase política degradada si se ha
hundido en la corrupción, en los dineros de la cocaína?”.
“Lo que nosotros proponemos, para poder transitar hacia una economía de la
producción, es dotar a la sociedad colombiana de las condiciones para poder
trabajar. Las condiciones para poder trabajar, si se trata del mundo asalariado,
implican la derogatoria de la reforma laboral de Álvaro Uribe Vélez y César
Gaviria”.
De igual forma, denuncia la “incapacidad moral” de la clase dirigente, derivada en gran
medida por la dependencia del carbón y del petróleo como reemplazo de los dineros del
narcotráfico:
“Lo importante es ver cómo se van demostrando las realidades de la actual clase
política tradicional, la mayor incapacidad de esta clase política es moral, se
degradaron ellos mismos en medio de los dineros fáciles, cuando observaron que ya
no eran los de la cocaína que les entregaban los narcotraficantes para poder
comprar los votos y hacerse ricos ellos mismos […] llegaron realmente las grandes
torrentes de los dineros fáciles[…]el Estado de Colombia dejó de financiarse de la
108
riqueza del país y empezó a financiarse de las regalías del Carbón y del petróleo, y
allí, quién sabe en qué club privado, empezaron la planificación de cómo robarse
decenas de miles de millones de pesos”.
Se denuncia así, por parte del agente, otra práctica de gobernanza, ya no consistente en la
confluencia del poder criminal y el poder político, como se mencionó en el punto
precedente, sino en la apropiación individual de recursos públicos derivados de las rentas
del petróleo y del carbón. Para el agente, la forma de apropiación de estos negocios es
principalmente a través de los grandes proyectos de construcción de infraestructura. La
confluencia no es precisamente entre criminales y políticos, sino entre contratistas privados
que otorgan beneficios económicos a los políticos por favorecerlos en los procesos de
contratación pública:
“Hicieron megaproyectos innecesarios para que los recursos de las regalías
pudieran pasar a un cartel de grandes magnates y a una clase política que se llenó
los bolsillos de los dineros que le correspondían a todos los colombianos Por eso
hay un Reficar, por eso hay una Ruta del Sol, por eso hay un puente de Chirajara
que se cae[…]estos grandes hechos de corrupción[…]tienen un origen, una base,
es que es la manera ingeniosa, astuta, casi que ingenieril de haberse quedado con
el dinero del Carbón y del petróleo”.
A partir de la identificación de las mencionadas prácticas de gobernanza, el agente asegura
que estas, como problemas que afectan a la población, se derivan de la dependencia
económica de “los dineros fáciles”, y presenta su propuesta de solución como la única
posible:
“A Colombia la saquearon y la quieren seguir saqueando, por eso todos candidatos
presidenciales coinciden en que hay que mantener a Colombia sujeta a la
exportación del Carbón y del petróleo[…]que la economía Colombiana transite de
la extracción a la producción, nosotros sí creemos que el aguacate es más
importante que el barril del petróleo”.
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6). ‘Prácticas de gobernanza’ - significantes vacíos alternativos o vacío de
representación - ‘motivación para la movilización’. El “miedo” y “el terror” han sido
utilizados, según Petro, por proyectos políticos que compiten con el suyo para movilizar a
la población en búsqueda de la ‘seguridad’:
“Fuerzas que viven de la sangre, que viven del miedo del pueblo, del terror que
desatan, porque saben que con ese terror, con ese miedo, con esa violencia es que
se pueden perpetuar[…]esas mismas fuerzas no dejaron aplicar la constitución del
91, esas mismas fuerzas le dijeron (quizás gracias a las FARC) al pueblo de
Colombia que la seguridad consistía en matar y fueron anulando uno a uno los
derechos y las libertades del pueblo colombiano”.
Según Petro, para la cadena discursiva de estas “fuerzas políticas anacrónicas”, la
seguridad suponía la eliminación física de las guerrillas. Estas fuerzas políticas, a su vez, se
valían de la existencia de estos grupos armados para continuar en el poder. A partir de la
justificación política de la violencia, la “clase política tradicional”, en perspectiva de
Petro, se ha perpetuado en el poder. Esta práctica de gobernanza, consistente en la violencia
política como forma de eliminación del contrario y como método ideológico para continuar
en el poder, ha ido cambiando, de manera que la violencia contemporánea responde, en
sentir del agente, a otras lógicas:
“La violencia nueva que ya se está cocinando en el territorio de Colombia no es la
violencia con política la que estábamos acostumbrados. De hecho, la política en la
violencia era lo que nos permitía frenarla[…]así frenaron las guerrillas sus
violencias[…]pero la nueva violencia ya no tiene política por primera vez en la
historia de Colombia, una violencia, la que están haciendo, no tiene política, y por
eso será mucho más salvaje que las que hemos vivido”.
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Las otras fuerzas políticas, por otro lado, buscan generar un ánimo de conservación en la
sociedad que genere resistencia ante procesos políticos de cambio. Ante esto, el agente se
pregunta si en realidad vale la pena ‘conservar’ algo de la sociedad colombiana:
“[…] una de las sociedades más violentas del mundo[…]¿ eso es lo que tenemos
que conservar? Aquellas personas a las que les dan miedo el cambio, que tienen
temores del futuro, ¿la verdad van a conservar esta situación dantesca en donde
nos han conducido?¿ A la inequidad social más grande del mundo y a una de las
mayores en medio de uno de los estados más corruptos? yo creo que conservar una
sociedad y un estado así sería condenarnos a perecer.”
7). ‘Selectividad estratégica’ – representación de eventos – ‘distinción entre un ellos y
un nosotros’. A partir de la representación de su paso por la Alcaldía de Bogotá, el agente
afirma haberse visto afectado por los medios de comunicación, que harían parte del ‘ellos’,
y que de manera selectiva buscaron perjudicar su mandato:
“Mientras nosotros habíamos reducido la pobreza en 500.000 personas en apenas
dos años, Peñalosa aumentó la pobreza en 200.000. Ya a la prensa de Colombia no
le interesa esta discusión, por qué entonces cómo podría acertar en su lógica
discursiva de todos los días diciendo que Petro fue un mal gerente y que Peñalosa
sí es un gran gerente”.
Los medios de comunicación, como parte del Estado en sentido ampliado, se muestran más
favorables a algunos actores políticos que a otros: “a los medios de comunicación, sobre
todo a sus propietarios, no les interesa que Petro sea presidente”. El cubrimiento
mediático de su mandato, según Petro, fue sesgado, y estaba orientado a salvaguardar
intereses económicos y políticos de una parte de la sociedad colombiana resistente al
cambio:
“Hay una parte de la sociedad, aquella que es dependiente de la vida fácil y de los
privilegios, que quiere mantener a la sociedad colombiana como una sociedad de
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castas, por eso reaccionaron con el voto ante la posibilidad de que continuará el
programa de la Bogotá Humana, que proponía el metro y la equidad social y el
equilibrio con la naturaleza”.
8). ‘Selectividad estratégica’ – modalidades epistémicas + asunciones – ‘identificación
del problema y propuesta de solución’. Petro construye como enemigo del bienestar
general a Álvaro Uribe, como se mostró en puntos precedentes. En este caso, no obstante,
el agente confía en las facultades como presidente para poder solventar la situación de
injusticia de la cual Uribe y otros sectores políticos son responsables:
“En la guajira no tienen agua porque Álvaro Uribe prefirió que el agua fuera para
sacar el carbón y no para la gente, ¡tamaña injusticia!, mientras salen los féretros
de niños, de ataúdes blancos, en los pueblos pobres salen los trenes
permanentemente cargados de carbón hacia el mar, es una injusticia así no se
puede construir una nación, así no podemos construir la paz”.
El suministro de agua para los proyectos mineros excluye, en perspectiva del agente, el
suministro del liquido para los pueblos pobres. En general, la extracción de minerales es
puesta en relación de exclusión con “la vida”. Esta situación, que supone la imposibilidad
de ‘construir la paz’, puede ser superada, en perspectiva del agente, a partir de la facultad
que tiene la rama ejecutiva para expedir o no licencias ambientales para la explotación
minera. Sobre esta solución, el agente muestra un alto grado de certeza:
“En la Colombia Humana no habrá fracking, queda prohibido. En la Colombia
Humana no habrá licencias mineras, ni los páramos, ni en las tierras fértiles, ni en
la selva amazónica, ni en las zonas de reserva, y las zonas de reserva incluyen la
reserva Thomas Van Der Hammen. Olvídese señor Peñalosa que si yo soy
presidente de Colombia voy a permitir que se hagan edificios en donde tienen que
haber árboles para la vida”.
112
9). ‘Selectividad estratégica’ - significantes flotantes + asunciones - ‘motivación para
la movilización’. Hay dos significantes flotantes que hacen parte de cadenas discursivas
que compiten con la del agente y que son tratados de incorporar por este a su propio
repertorio: la “Moral” y la “riqueza”. El agente, como se mostró antes, asume que hay un
sector político conservador que cuenta con un importante respaldo social. Este sector, cuyo
uno de sus mayores representantes era Álvaro Gómez Hurtado, es interpelado por Petro en
términos de la “restauración ética y moral” necesaria para el país. El agente asocia esta
‘restauración moral’ con la eliminación de prácticas de corrupción, y no con concepciones
frente a las libertades individualidades, como se podría asumir bajo un pensamiento
políticamente conservador. Así:
“Si pudiera acompañarnos[Álvaro Gómez]aquí, y pudiéramos traer a Álvaro Uribe
Vélez, por quién votan esas facciones conservadoras, mostraría un cuadro que
podría hablar de nuestra propia incoherencia, el conservador grande que nunca se
robó un peso, que por lo menos tenía las manos limpias de la corrupción”.
“Álvaro Gómez, cuando exigía derribar el régimen de la corrupción, estaba
hablando de restaurar la moral y la democracia en Colombia, estaba hablando de
replantear la política[…]estaba planteando poner la política colombiana sobre una
base común, los principios éticos, la ética pública, la restauración moral y
democrática de la república”.
Petro disputa el sentido de la ‘ética’ y de la ‘moral’, como significantes que hacen parte del
repertorio de cadenas discursivas conservadoras, y lo asocia con la necesidad de acabar la
corrupción y con la exigencia a los funcionarios públicos de actuar conforme a la ley.
Por otro lado, la identidad política debe movilizarse hacia la consecución de la “riqueza”.
Este significante actúa en la cadena discursiva de los empresarios del país, pero la forma
alcanzar dicha riqueza, así como la adecuada manera de entenderla, son disputadas por el
agente en su discurso. Así, Petro cuestiona a los “magnates” de Colombia:
113
“A mí me parece miope que los cinco grandes magnates de Colombia desconozcan
el mundo de los negocios, que el mundo de la riqueza, que el mundo de la
producción se hace mejor y es mayor si hay un contexto de equidad social sanó,
aquí hay un contexto de desigualdad social insana, no han podido entender todavía,
hoy, pasados 18 años del siglo XXI, que las sociedades se hacen más ricas y cada
vez más ricas si son más equitativa, si cada vez son más justas”
La lucha contra la desigualdad social es vista por el agente como un fin en sí mismo que en
el camino puede facilitar la generación de riqueza. Los “magnates” saldrían beneficiados a
partir de mejores condiciones sociales, en la medida en que esto incrementaría la
producción. El agente, de esta forma, presenta su proyecto político como consecuente con
los intereses económicos de quienes, pareciera, hacen parte del ‘ellos’. Al mismo tiempo,
trata de presentar su discurso no como irruptor del modo de producción capitalista, sino
como acorde con este. El objetivo principal del agente es corregir “estructuras” que
mantienen la desigualdad, pero busca hacer notar que, como consecuencia de esto, pueden
generarse beneficios para quienes en la estructura social están más arriba.
5.2.Variaciones
A continuación se presenta un cuadro que resume las variaciones entre los discursos
analizados. En la columna de la izquierda aparecen cada uno de los cruces de la tabla
elaborada en el diseño de metodología. En la fila superior, aparecen cada uno de los
discursos analizados. Las intersecciones del cuadro sintetizan el análisis hecho antes.
114
Discurso
Cruce
1. Cierre de campaña. 2010.
2. Posesión. 2012.
3. Destitución (1). 2013.
4. Destitución (2). 2014.
5. Rendición de cuentas. 2015.
6. Cierre de campaña. 2018.
Actores políticos
Pueblo. Pobres, excluidos, indígenas y afros. Familias poderosas, élites, ricos, mafias.
Pobres, excluidos, nuevas ciudadanías. Sectores ciegos, la élite. Clase media/alta.
Pobres, juventudes, discriminados. El fascismo, la oligarquía, la élite, el poder político.
Multitud. Mujeres, estudiantes, trabajadores, indígenas. Fanáticos religiosos. Poderes económicos.
Pobres, trabajadores, juventudes. Aristocracia, oligarquía, clase política.
Pueblo. Pobres, trabajadores, excluidos. Clase política tradicional. Mafias. ‘Ellos’ y
‘nosotros’
Actores políticos
Violencia como consecuencia de la desigualdad social.
Segregación social. Cambio climático.
Sanción disciplinaria como un acto de violencia en contra de la totalidad.
Sanción disciplinaria como golpe de estado. Precariedad de la democracia.
Violencia como consecuencia de la desigualdad social. Cambio climático.
Violencia como consecuencia de la desigualdad social. Cambio climático
Problema y solución
Actores políticos
Hacia la política de la vida. Un camino distinto. Acabar la guerra.
Hacia la paz y la democracia. Política del amor. Construir seres humanos. Reparar a las víctimas.
Hacia la paz. Paz es democracia, paz es justicia social.
Hacia la democracia. Profundizar la democracia. Defender mandato popular.
Hacia la paz. Paz es justicia social. Democracia es votar libremente.
Movilización
P. de gobernanza
Exclusión, segregación social, discriminación Estado de sitio, represión militar. Fraude electoral.
Obras vehiculares, y no educativas. Sectores ciegos que prefieren el cemento por encima del ser humano.
Violencia y asesinato de líderes políticos. Politización de la justicia.
Poder político de contratistas privados derivado de su poder económico.
Poder político de contratistas privados derivado de su poder económico. CAMACOL y el Concejo de Bogotá.
Régimen de corrupción. La criminalidad se ha tomado el Estado.
‘Ellos’ y ‘nosotros’
P. de gobernanza
Mercantilización de los derechos. Neoliberalismo. Constitución que consagra los derechos. Medios de comunicación sesgados.
Mercantilización de los derechos. Ampliar el alcance de los derechos en la Constitución. Gentrificación.
Privatización Mejores tarifas de aseo. Remuneración a los recicladores. Manipulación de las instituciones. Persecución por motivos ideológicos. Órganos de Control como policía política.
Uso del Estado con fines religiosos. Eliminación de la diferencia.
Privatización. Mercantilización de los derechos. Neoliberalismo. Mercado global. Fortalecer lo público. Medios de comunicación que responden a los intereses económicos de sus dueños.
Apropiación de actores políticos de los recursos derivados del petróleo y de los procesos de contratación.
Problema y solución
P. de gobernanza
Sectores pobres desplazados por temas
Lucha contra el comunismo, el ateísmo.
Ley divina, orden de Dios. Unión
Inseguridad. Temor. Represión.
Miedo y odio, intolerancia hacia la
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Movilización económicos, políticos y sociales.
Intolerancia política y religiosa.
entre política y religión.
diferencia política.
Selectividad estratégica
R*/Medios de comunicación con un relato selectivo para favorecer actores políticos. Olvidan papel del M-19.
O/Aplicación Ley de Víctimas en Bogotá como forma de garantizar la paz. Presidente como actor político de quien se solicita colaboración.
R/Gobiernos progresistas que han sufrido persecución internacional. Ordoñez como representante del fascismo..
R/ Persecución por la prestación pública de los servicios. Ordoñez actúa a favor de los contratistas.
R/Sectarismo político del Presidente a favor de Peñalosa y de Vargas Lleras. R/Órganos de control como policía política. Contraloría bajo el mando de Cambio Radical.
R/Medios de comunicación con un relato selectivo para favorecer actores políticos de fuerzas tradicionales, como Vargas Lleras o Iván Duque.
‘Ellos’ y ‘nosotros’
Selectividad estratégica
R/La legalidad permite la privatización. O/No respeto por la ley y cambiarla Estado fuerte.
O/Colaboración armónica con la rama ejecutiva del poder público.
O/Confianza en el sistema judicial nacional e internacional. Comités de defensa del mandato.
O/Confianza en el sistema judicial nacional e internacional. Organización en nodos. A.N Constituyente
O/Gobernar con los movimientos sociales. R/ constreñimientos de la institucionalidad.
O/Facultades de la rama ejecutiva suficientes para resolver problemas.
Problema y solución
Selectividad estratégica
Seguridad humana, no seguridad del Estado.
Democracia como respeto por el voto popular y no como acatamiento irrestricto de las decisiones de las instituciones del Estado.
Seguridad como resultado de la inclusión social y no de la represión.
Ética y moral de los actores políticos. Generación de riqueza a partir de la igualdad social. Acuerdo sobre lo fundamental.
Movilización
Figura 3. Variaciones en el discurso conforme a las posiciones institucionales. Elaboración propia. *La letra ‘R’ corresponde a la dimensión de las restricciones de la ‘selectividad estratégica, y la letra ‘O’ a la dimensión de las oportunidades. A partir de los indicadores explicados en el diseño de metodología para registrar cambios
en el discurso del agente, a continuación se hará una síntesis de las variaciones
identificadas.
10). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ – representación de actores + géneros
de gobernanza - ‘distinción entre un ellos y un nosotros’. En todos los discursos
analizados, Petro organiza el campo político de manera similar, pero con dependencia del
contexto y de su posición institucional. En general, conforma en su discurso dos bandos
con características e intereses contrapuestos; el ‘nosotros’ es conformado por ‘los pobres’,
‘los excluidos’, ‘los trabajadores’, ‘los indígenas’ y ‘los afro’. El ‘ellos’, por su parte, es
conformado por actores políticos y sectores económicos que hacen parte de ‘la clase
política tradicional’, de ‘el ‘fascismo’ o ‘la oligarquía’.
116
Los nombres usados por el agente para articular a los sectores que componen la identidad
política cambian conforme a sus diversas posiciones institucionales y políticas. El exterior
de la identidad política, de hecho, es el que más cambia. Durante su campaña a la
Presidencia en el 2010, el antagonismo era constituido por los pobres’, ‘los indígenas’ y
‘los afro’, en contraposición a ‘los ricos’, ‘la élite’ y ‘la mafia’. Tiempo después, durante la
fase de confrontación legal y política con Alejandro Ordoñez en su ejercicio como Alcalde,
el exterior era representado en términos de ‘el fascismo’ y ‘la oligarquía’. En la campaña a
la Presidencia en el 2018, contrario a la campaña del 2010, Petro no hace énfasis en el
antagonismo entre ‘ricos’ y ‘pobres’, pues aún cuando los pobres hacen parte de la
identidad política, la disputa es tratada de fijar entre ‘las ciudadanías libres’ y ‘las
maquinarias’.
Estos cambios en la forma de construir discursivamente el campo sociopolítico responden
al contexto y a la estructura del Estado en su sentido ampliado. El agente se ve envuelto en
una serie de prácticas de gobernanza con las cuales tiene que interactuar a partir de su
posición institucional. Así, por ejemplo, los medios de comunicación, como parte del
‘ellos’, aparecen en todos los discursos analizados, pero su papel es cuestionado con más
fuerza durante el ejercicio de Petro como Alcalde, pues allí es donde el agente dice
experimentar la parcialidad que tienen en orden a favorecer los intereses económicos de sus
propietarios.
Aún cuando Petro de manera recurrente habla de ‘mafias’, es a partir de su mandato como
alcalde que este significante es vinculado a los procesos de contratación estatal. En un
primer momento, durante el 2010, el agente denunciaba bajo el término ‘mafia’ la
articulación entre el narcotráfico y el poder político. Mientras Petro fue alcalde, en cambio,
bajo el mismo término denunciaba las alianzas entre contratistas privados y actores
políticos. De esta forma, es claro que la división de los bandos responde a una práctica que
el agente experimenta a partir de su administración en Bogotá. De hecho, al final de su
periodo como mandatario local, Petro denunciaba que CAMACOL, gremio de los
constructores del país, había impedido la aprobación del POT en el Concejo de Bogotá.
117
El ‘fascismo’ y el ‘fanatismo religioso’, por otro lado, aparecen en el discurso de Petro a
partir de la sanción disciplinaria impuesta en su contra. En este contexto, el agente denuncia
lo que en su perspectiva es el uso de los Órganos de Control con fines políticos, religiosos e
ideológicos. Ordoñez, como ‘fanático religioso’, habría utilizado su cargo para sancionar a
un adversario político contrario a sus creencias religiosas. Sin importar si esto es así o no,
pues lo que se analiza es la perspectiva del agente, este antagonismo se construye a partir
del contexto del fallo de la Procuraduría y a partir de lo que el agente considera es una
práctica de gobernanza en Colombia: el uso de las instituciones del Estado para imponer
una agenda religiosa.
Durante las campañas presidenciales del 2010 y 2018, Petro representa a los adversarios
políticos en términos de ‘la clase política tradicional’ y ‘las élites’, entre otros nombres.
Esta forma de nombrar al sector antagónico responde al intento por mostrar su candidatura
como alejada de las fuerzas políticas con representación histórica en la Presidencia. En el
2018, por su parte, Petro agrupa a sus oponentes bajo el nombre de ‘las maquinarias’, en
contraposición a las ‘ciudadanías libres’. Bajo estos nombres, Petro representa otra práctica
de gobernanza, conocida como ‘clientelismo’, según la cual las estructuras políticas
regionales movilizan votos hacia determinado candidato usando todo tipo de prebendas,
desde bienes materiales hasta adjudicación de contratos.
Por otro lado, también existen variaciones en la articulación de la ‘sociedad civil’ que el
agente propone para consolidar la identidad política. Así, en relación a los géneros de
gobernanza usados por Petro como forma de interpelación discursiva a través de sus
diversas posiciones institucionales, es posible ver algunas variaciones. Durante el discurso
pronunciado después de que se conociera la sanción disciplinaria impuesta en su contra,
Petro propone la creación de ‘comités de defensa de la Bogotá Humana’. Estos comités,
debían discutir todo tipo de demandas que Petro interpretaba estaban operando en el campo
social, como demandas por salud, educación, paz e igualdad social. Cuando el fallo es
ratificado por la Procuraduría, el agente propone otro tipo de movilización más organizada,
los ‘nodos’. Estos ‘nodos’, tenían básicamente la misma función que los ‘comités de
defensa’, pero debían expandirse por toda la ciudad. La idea, según Petro, era que de la
118
movilización espontanea se pasara a una movilización mucho más organizada que lograra
defender el mandato popular, discutir los principales problemas del país, y darle fuerza a su
proyecto político. Ante los constreñimientos al nivel de la institucionalidad del Estado que
el agente estaba experimentando, en búsqueda de permanecer en el cargo y de organizar a
la identidad política, Petro propone esta forma de articulación local.
En suma, la división del campo político en dos bandos, elemento central en la teoría de la
hegemonía, es realizada por el agente a partir del contexto y de las interacciones propias de
su participación institucional. En la forma de representar el ‘ellos’ y el ‘nosotros’ hay
algunas continuidades, pero también hay variaciones que responden a la estrategia del
agente para consolidar su proyecto político. Lo mismo sucede con el tipo de articulación de
la ‘sociedad civil’ que el agente propone para proteger sus propios intereses, los cuales son
presentados, en términos de la teoría de la hegemonía, como los intereses universales de la
sociedad.
11). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ - representación de tiempo y espacio
+ metáforas - ‘Identificación del problema y propuesta de solución’. Petro, en todos
los discursos analizados, presenta la consolidación de su proyecto político como la única
posibilidad que tiene el país de separarse de su pasado. Sobre este pasado, Petro tiene su
propia narrativa. Según esta, son constantes en la historia de Colombia: la violencia
derivada de la desigualdad social, la violencia política como forma de eliminar a actores de
fuerzas políticas alternativas, y los vínculos entre los actores políticos y el poder criminal.
Así, la búsqueda por un nuevo horizonte de posibilidad que solucione estos y otro
problemas es representada por Petro bajo la metáfora de ‘la política de la vida’, nombre
dado a su proyecto político, en contraposición a la ‘política de la muerte’, nombre dado al
sector antagónico. El significado de esta distinción en el discurso de cierre de campaña a la
Presidencia en el 2010 estaba ligado al conflicto armado y la forma de acabar con este: el
enfrentamiento militar sin cuartel. Por el contrario, ‘la política de la vida’ buscaba combatir
la desigualdad social como causa estructural de la violencia. En el cierre de campaña del
2018, por otro lado, el significado de estas metáforas estaba ligado con la prevalencia de la
119
economía extractiva, equivalente a la ‘política de la muerte’, o la prevalencia de la
economía productiva, equivalente a la ‘política de la vida’. El fin del conflicto armado con
las FARC, así como el creciente interés del agente por la lucha contra el cambio climático,
pueden haber propiciado este cambio en el significado.
Como se mencionó antes, el agente presenta su proyecto político, en todos los discursos,
como un punto de ruptura con un pasado del cual no hay mucho que rescatar. Durante el
discurso del cierre de campaña del 2010, Petro dice que su proyecto político está en
consonancia con gobiernos progresistas de la región, aunque no menciona cuales. Afirma,
de hecho, que lo logrado por el M-19 en la Constitución de 1991 había venido siendo
materializado por varios gobiernos de América Latina, de manera que trata de inscribir su
propio proyecto político en proyectos hegemónicos más amplios. La alusión a estos
gobiernos, sin embargo, no vuelve a suceder durante ninguno de los subsiguientes
discursos, seguramente por temas de conveniencia política.
A lo largo de sus distintas posiciones institucionales, Petro identifica varias condiciones
estructurales, provenientes de la selectividad estratégica del Estado, que suponen un
constreñimiento a su accionar. De igual modo, presenta posibles estrategias para superar los
constreñimientos. En el 2010 Petro dice no respetar ‘la legalidad’, en la medida en que esta
justifica la mercantilización de los derechos. En los discursos posteriores, Petro no se
refiere a la ley en los mismos términos, pero de manera constante afirma que los derechos
plasmados en la Constitución encuentran la imposibilidad de ser materializados en el
desarrollo legal. Después, en sus discursos tras la sanción disciplinaria, Petro convoca a una
nueva Asamblea Nacional Constituyente que garantice el cumplimiento de las demandas
del campo social. Al final de su campaña política en el 2018, Petro deja a un lado la idea de
la Constituyente, y afirma que en el Congreso tendría la fuerza política suficiente para sacar
adelante las reformas necesarias.
Durante la disputa legal y política con Alejandro Ordoñez, Gustavo Petro esperaba un
pronunciamiento del sistema judicial interno a su favor. Si un Órgano de Control como la
Procuraduría estaba siendo utilizado con propósitos religiosos y políticos, Petro confiaba en
120
que los jueces administrativos le darían la razón y revocarían la sentencia. La misma
oportunidad de superar esta situación encontraba Petro al nivel del Sistema Interamericano
de Derechos Humanos, que al final le dio la razón. Es claro que la selectividad estratégica
del Estado, que supone una dimensión de constreñimientos y otra de oportunidades para los
actores políticos, lleva a Petro a denunciar en este y otros discursos la existencia de
‘Órganos de Control como policía política’, pero también a manifestar un grado de
confianza importante en otras instituciones, como es el caso del Consejo de Estado o la
Corte Constitucional.
En su discurso de posesión a la Alcaldía en el 2012, por otro lado, Petro abogaba por una
colaboración armónica y permanente con la rama ejecutiva para solucionar las demandas de
las víctimas y para mejorar la movilidad en la ciudad. Tiempo después, durante el
desarrollo de su mandato, se mostraba escéptico frente al papel ecuánime del Presidente,
sobre todo durante la confrontación con el Procurador. Al final de su periodo como
Alcalde, el escepticismo se convirtió en crítica, cuando Petro afirmaba que Juan Manuel
Santos, por un ‘sectarismo político’, decidió detener la financiación del metro de Bogotá
diseñado por su administración. Así, Petro deja ver una muestra de la selectividad
estratégica del Estado, que tiende a favorecer a unos actores políticos por encima de otros.
En este caso, la capacidad financiera limitada del Distrito, así como la no pertenencia a los
sectores políticos cercanos al Presidente, terminan por limitar las posibilidades de acción
del agente.
De esta forma, la selectividad estratégica del Estado es explicitada por Petro a partir de los
obstáculos que encuentra para dar solución a las demandas de su cadena discursiva. Las
estrategias para superar estos obstáculos, algunas veces están al nivel de las instituciones
del Estado en su sentido más formal, como es el caso de la Constituyente, el sistema
judicial, o las reformas legales. Otras veces, como dice en la rendición de cuentas del 2015,
no es posible alcanzar soluciones al interior de las instituciones del Estado, pues estas se
encuentran cooptadas por poderes económicos y políticos. Por esto, Petro hace una
reflexión según la cual un proyecto político alternativo, para sobrevivir, tiene que buscar
gobernar de la mano de los movimientos sociales. La ‘sociedad civil’, en el sentido
121
ampliado del Estado, representa una oportunidad de acción para el agente, quien encuentra
constreñimientos estructurales casi insuperables al nivel de la ‘sociedad política’.
12). ‘Recalculo contextualizado de la estrategia’ - significantes vacíos + sinonimias y
antonimias recompuestas - ‘motivación para la movilización’. La ‘paz’ y la
‘democracia’ son los dos significantes vacíos privilegiados en la cadena discursiva de Petro
a lo largo de sus diversas posiciones institucionales. El significado de estos términos, en
general, está ligado a la ‘justicia social’. Petro presenta varias sinonimias en sus discursos,
según las cuales ‘la paz es la democracia, la paz es la justicia social[…] si queremos de
verdad la paz hay que garantizar la democracia, y si queremos garantizar la democracia
necesitamos una Constitución que se aplique’. En relación a la última equivalencia, esta
surge durante la fase de confrontación con el Procurador, en la cual el agente llamó a la
ciudadanía hacia un nuevo proceso constituyente. La materialización de la ‘paz’ y la
‘democracia’, de esta forma, fue vinculada con una nueva Constitución.
La idea de convocar a un proceso constituyente no aparecía en los discursos anteriores al
2013. Por el contrario, como se dijo antes, en estos discursos el agente afirmaba querer dar
aplicación efectiva a la Constitución de 1991. De idea de la Constituyente Petro se aparta
durante la última fase de la campaña del 2018, pues no es políticamente rentable insistir en
la idea. La ‘paz’ y la ‘democracia’ encuentran, para el agente, posibilidad de consolidarse
por medio de reformas legales en el Congreso, pero fundamentalmente a partir de un
‘acuerdo sobre lo fundamental’.
Este ‘acuerdo sobre lo fundamental’ aparece como un significante flotante que actúa en la
cadena discursiva de sectores conservadores, pero que es incorporado por Petro en su
propia cadena discursiva. Álvaro Gómez Hurtado, quien fue un importante político
conservador, fue quien trajo al campo político esta idea del ‘acuerdo’. Se puede decir que la
incorporación a su cadena discursiva de este significante, sumado a la metáfora bíblica de
‘partir las aguas’, constituyen un cambio significativo en el discurso del agente. Lo que
busca Petro es convocar grupos sociales que históricamente no han estado alineados con
122
fuerzas políticas de izquierda, y que en la coyuntura de las elecciones presidenciales del
2018 estaban apoyando al candidato de la derecha, Iván Duque.
A partir de unas sinonimias recompuestas, Petro delimita este ‘acuerdo sobre lo
fundamental’. La ‘paz’ y la ‘democracia’ exigen, en sentir del agente, cinco reformas para
ser garantizadas: “la de la salud, la de la educación, la de la justicia, la de la política y la
del tránsito hacia una economía productiva”. Estas nuevas equivalencias, que suponen
varias reformas constitucionales y legales, son presentadas como posibles de ser acordadas
por todas las fuerzas políticas, y dan cuenta de la lucha discursiva de Petro por consolidar
en el campo social su significado particular del Estado y del rol del Estado.
123
6.Conclusiones
De manera continua Petro divide el campo político en dos bandos, que podrían ser
replanteados en términos de ‘oprimidos’ y ‘opresores’. Existen variaciones en el nombre
otorgado al interior y al exterior de la identidad política, pero todos estos nombres se
fundamentan en la idea de que la política es esencialmente confrontación de ideas y de
intereses contrapuestos. Se confirma aquí la tesis, presente en el trabajo de Andrés Olivar,
conforme a la cual el discurso de Petro puede catalogarse como uno de democracia
agonística. Las posiciones institucionales del agente no alteran sustancialmente su visión de
la política, pero las diversas formas de interpelación responden a estrategias del agente ante
cada coyuntura particular y ante los obstáculos que identifica a lo largo del periodo
analizado.
Petro trata de articular una cantidad importante de demandas en su cadena discursiva.
Muchas de estas demandas ya operan en el campo social, pero algunas otras, como el
derecho al agua o la necesidad de mitigar el cambio climático, son presentadas como
innovadoras por el mismo agente. La materialización de estas demandas pasa por cambios
de paradigmas, por la movilización popular o por reformas institucionales. En todo caso, el
agente insiste en los mismos problemas en su formulación discursiva, pero las propuestas
de solución varían de acuerdo al contexto político y a la estructura del Estado. Es en medio
de las interacciones con otros actores políticos y con redes bastante amplias que articulan
poderes económicos, políticos, legales e ilegales, que Petro reformula las propuestas de
solución a los problemas. El ejemplo más claro de esto es la propuesta de la Asamblea
Nacional Constituyente, el contexto en el que surge, y su reemplazo tiempo después por un
‘acuerdo sobre lo fundamental’.
El agente se muestra confiado en que puede alcanzar soluciones al interior del Estado en su
sentido más formal, pero, a la vez, se muestra reticente frente a las posibilidades que la
estructura le puede brindar para alcanzarlos en toda su magnitud. Así, Petro cree poder
realizar una gestión administrativa en Bogotá que solucione en un grado importante los
problemas aglutinados en su cadena discursiva. Al final de su mandato como Alcalde, dice
124
haber obtenido un resultado positivo, pero también afirma que, bien sea por presiones de
los grupos económicos, por ‘sectarismos políticos’ o por persecución judicial, no se
alcanzaron todos los objetivos propuestos. Las instituciones existentes, según Petro,
posibilitan ciertamente el avance de proyectos políticos progresistas pero, de manera
predominante, aparecen como un freno para una política de esta naturaleza.
Varias de las reflexiones de Petro sobre cómo superar los constreñimientos estructurales del
Estado en su sentido ampliado dan por sentado que las instituciones están cooptadas, y que
las posibilidades de acción se encuentran, por tanto, al nivel de la ‘sociedad civil’. Así
sucede, claramente, al final de su ejercicio como Alcalde. Sin embargo, esto no es una
constante, pues el agente, dependiendo de la coyuntura, se muestra más optimista frente a
las posibilidades de acción al interior de las instituciones. Esto es lo que pasa al inicio de su
mandato como Alcalde, y durante las dos campañas a la Presidencia. Petro cuestiona la
estructura del Estado durante las campañas, pero asegura que, dentro del marco del Estado
en su sentido más formal, tiene capacidad de acción. El discurso es más confrontacional en
momentos de pugna electoral o amenazas a la permanencia en un cargo público, y menos
en tiempos de ejercicio regular de los mismos.
La estructura del Estado puede no haber cambiado radicalmente, de hecho puede seguir
funcionando bajo las mismas prácticas de gobernanza o la misma selectividad estratégica
denunciada en un momento anterior, pero el agente puede cambiar su visión a pesar de esto.
El discurso político, de esta forma, tiene autonomía relativa frente a la estructura
institucional, lo cual va de la mano con al carácter no centrado de la construcción del
discurso político expuesto por Laclau. La estructura institucional afecta, sin duda, el
discurso político del agente, pero sus cambios no obedecen solamente a las relaciones que
mantenga con esta, al menos no en sus estratos más profundos. Esta estructura, sugiere
Petro, no puede ser afectada seriamente por las acciones del agente, lo cual es en cierto
grado contrario a lo que sostiene Jessop en su planteamiento de la dialéctica ‘estructura-
agencia’. Desde la perspectiva de Petro, la estructura institucional se le impuso y logró
efectivamente limitar en gran medida su margen de acción, sin que este pudiera cambiarla.
125
De haber pertenecido a un proyecto hegemónico más amplio, su capacidad de acción
hubiera sido mayor.
La teoría de la hegemonía propuesta por Laclau, tal como lo señala Jessop, parece no tener
suficientemente en cuenta el Estado y las prácticas políticas heredadas como lugar central
de la acción política. En el caso de un movimiento político que surja en un momento de
crisis hegemónica y que no haya participado en la institucionalidad del Estado, es posible
que su discurso pueda construirse sin que el Estado sea, en su sentido más formal, el lugar
central de dicha construcción. Pero esta no es la regla. En el caso de un agente político que
ha ocupado diversas posiciones institucionales, como es el caso de Gustavo Petro, estas
interacciones con el Estado influyen de manera significativa en la construcción de su
discurso, así no sean la única fuente de sus variaciones.
La premisa de este trabajo de investigación es que los proyectos hegemónicos, como
discursos políticos, se construyen en medio de complejos institucionales. Esta premisa tiene
validez en la medida en que, como se mostró, el agente construye su discurso, no en el
vacío, sino a partir de la selectividad estratégica del Estado y de las interacciones con otros
actores políticos en medio de prácticas de gobernanza bastante complejas. No obstante, si
es posible diferenciar entre el núcleo central del discurso político y sus elementos
circunstanciales, se puede decir que este núcleo central es estable en el discurso de Petro.
Este núcleo, construido a partir de la concepción agonística de la política, permanece
inalterado en la medida en que responde a la institucionalidad más profunda del orden
estatal, la cual no varía a pesar de las acciones del agente, y frente a la cual el agente se
presenta como adversario. La institucionalidad del Estado no experimenta cambios
profundos, sino que sus variaciones se dan en términos de los actores políticos que ocupan
determinados cargos dentro del Estado y de algunas reformas coyunturales que no
transgreden la estructura última del orden estatal.
Los elementos circunstanciales del discurso político, que sí varían, responden a la estrategia
discursiva del agente para combatir a sus adversarios políticos y para convocar a los
electores en determinada coyuntura. De esta forma, puede decirse que hay cierta
126
correspondencia entre la estabilidad del orden estatal en su sentido más profundo, y la
inalterabilidad del núcleo central del discurso político. De igual modo, hay cierta
correspondencia entre los cambios de los elementos circunstanciales del discurso político,
dependientes de la estrategia discursiva del agente, y las variaciones coyunturales.
127
7.Bibliografía: Libros
- Eagleton, Terry. 1997. Ideología. Una introducción. Barcelona: Paidós. - Fairclough, Norman. 2003. Analysing Discourse. Textual analysis for social research.
London: Taylor and Francis Group. - Gramsci, Antonio. 1999. Cuadernos de la cárcel. Instituto Gramsci. Cuadernos de la cárcel.
Universidad Autónoma de Puebla. México: Ediciones Era. - Jessop, Bob. 1990. State Theory. Putting Capitalist States in their place. University Park.
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Universalidad. Diálogos contemporáneos en la izquierda. México: Fondo de Cultura Económica.
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- Selection from the Prision Notebooks. 2009. Transcribed from the edition published by Lawrence & Wishart, London.
- Simon, Roger. 2015. Gramsci´s Political Thought: An Introduction. London: Proyect Muse. Lawrence & Wishart.
Artículos académicos
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- Balsa, Javier [sin fecha]. (A). Puntos de diálogo entre la teoría de la hegemonía de Laclau y los estudios del lenguaje. Universidad Nacional de Quilmes – CONICET, Argentina.
- Errejón, Iñigo. [sin fecha]. (A). ¿Qué es el análisis político? Una propuesta desde la teoría del discurso y la hegemonía. Revista Estudiantil Latinoamericana de Ciencias Sociales.
- Errejón, Iñigo y Canelas, Manuel. [sin fecha]. (B). ¿La Patria de los indios o los indios por la Patria?. Un análisis discursivo de las articulaciones de la identidad política ‘oficialista’ en Bolivia.
- Jessop, Bob. 2014. Acumulation strategies, state forms and hegemonic projects. Kapitalistate, 10, 89-111. 1983. bobjessop(blog), 15 april, https://bobjessop.wordpress.com/2014/04/15/accumulation-strategies-state-forms-and-hegemonic-projects/
- Jessop, Bob. 2002. ‘Governance and Metagovernance: On Reflexivity, Requisite Variety, and Requisite Irony’, published by the Department of Sociology, Lancaster University,
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- Jessop, Bob. 1997. Capitalism and its future: remarks on regulation, goverment, and governance. Riview of International Political Economy. 4 (3), 561-581.
- Jessop, Bob. 1997. A neo-Gramscian approach to the regulation of urban regimes: acumulation strategies, hegemonic projects, and governance. Lancaster: Lancaster University.
- Jessop, Bob. 2001. Institutional re(turns) and the strategic-relational approach. Environment and Planning. Volume 33. Pages 1213-1235.
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- Jessop, Bob. 2014. Estado y Poder. Utopía y Praxis Latinoamericana, vol.19. Venezuela: Universidad del Zulia.
- Lechner, Norbert. 1996. ¿Por qué la política ya no es lo que fue?. Revista Foro Nº 29, Bogotá, mes de mayo.
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- Olivar, Andrés. 2013. “El discurso como velo o como cortina de hierro: una identificación de tres modelos de democracia a partir de los discursos de los candidatos presidenciales Juan Manuel Santos, Antanas Mockus y Gustavo Petro”. Tesis de maestría en estudios políticos. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.
- Ochoa, Yudi. 2012. “Análisis de la estrategia publicitaria de la campaña de Gustavo Petro por la Alcaldía de Bogotá en 2011”, monografía de grado. Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana.
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- Rico, Laura. 2010. “Gustavo Petro, el político contradictor”. La Silla Vacía. 10 de abril, http://lasillavacia.com/historia/9373
Documentos oficiales
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- Canal Capital, [Especiales Canal Capital]. 2015. “Intervención del Alcalde Gustavo Petro en la Cumbre Internacional de los Pueblos en Bolivia”. [archivo de video]. 13 de octubre, https://www.youtube.com/watch?v=iPew8M6HhV4&t=158s
- Canal Capital, [Especiales Canal Capital]. 2015. “Intervención del alcalde Gustavo Petro en reunión de alcaldes de América Latina en la COP21”. [archivo de video]. 4 de diciembre, https://www.youtube.com/watch?v=EakB-kwuWYw
- CLACSO, [CLACSO TV]. 2016. “Gustavo Petro en la apertura de la VII Conferencia CLACSO2015. [archivo de video]. 15 de enero, https://www.youtube.com/watch?v=Gg8Rntmp6LM
- Cara a Cara.[HispanTV]. 2014. “Cara a cara- Gustavo Petro”. [archivo de video] 26 de marzo, https://www.youtube.com/watch?v=03p9MhY-x5M&t=498s
- Gustavo Petro. [Gustavo Petro]. 2010. “Cierre de campaña por la presidencia de Colombia en Cali”. [archivo de video]. 22 de mayo, https://www.youtube.com/watch?v=4U9ilWy2o9o
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- Gustavo Petro, [Gustavo Petro]. 2012. “Discurso de posesión de Gustavo Petro como Alcalde Mayor de Bogotá”. [archivo de video]. 2 de enero, https://www.youtube.com/watch?v=OBacWDm0yK0
- Petro [Petro TV Decente]. 2018. “Cierre de campaña”. [archivo de video]. 17 de mayo,
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https://www.youtube.com/watch?v=SvJ1QOUiQgI - Cesar Montana. [ Cesar Montana]. 2011. “Lanzamiento candidatura Gustavo Petro Alcaldía
de Bogotá”. [archivo de video]. 12 de junio, https://www.youtube.com/watch?v=0drDidkWr3A&t=127s
- Rendición de cuentas Bogotá Humana. [Rendición de cuentas Bogotá Humana]. 2016. “Rendición de cuentas Alcalde Gustavo Petro diciembre de 2015”. [archivo de video]. 19 de febrero, https://www.youtube.com/watch?v=NlJDGNxDGmE&t=4358s
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