La Etica Del Discurso de Ko Apel

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La Ética del Discurso La Ética del Discurso de Karl-Otto Apelde Karl-Otto Apel

Una transformación Una transformación semiótica de la ética de semiótica de la ética de

KantKant

La pragmática trascendental del lenguaje Apel intenta mediar entre la

filosofía trascendental kantiana y ciertos logros de la filosofía analítica correspondientes al llamado “giro lingüístico”.

Desplazamiento de la “filosofía de la conciencia” en favor del “paradigma del lenguaje”.

La transformación de la Filosofía

Dicha mediación cobra el carácter de una transformación de la filosofía.

En ella se investigan las condiciones trascendentales de posibilidad y validez -como quería Kant- pero no se las busca en estructuras concienciales sino, sobre todo, en el lenguaje.

La intersubjetividad

Para asegurar la validez objetiva, entendida como intersubjetividad, es preciso superar el solipsismo metódico característico de la filosofía que va desde Descartes a Husserl.

Se pasa de una concepción monológica de la razón a una dialógica.

La pragmática del lenguaje

De la tridimensionalidad lingüística (semántica - sintáctica - pragmática) descubierta por Peirce y desarrollada luego por Morris y Carnap, Apel destaca la pragmática; es decir, la dimensión correspondiente a la relación del signo lingüístico con los usuarios o intérpretes de tales signos.

Una pragmática trascendental

Apel no concibe a la pragmática en sentido empírico como lo hace la filosofía analítica de corte positivista sino en sentido trascendental.

Sostiene que en ella han de buscarse las condiciones de posibilidad de todo conocimiento formulado lingüísticamente.

Una fundamentación última

En tal marco se establece una ética de la comunicación o una ética del discurso en la que se hace posible una fundamentación última de la moral.

Corresponde a la explicitación de principios irrebasablemente válidos para todo argumentante.

Reconstrucción de principios Los principios irrebasablemente

válidos pueden ser reconstruídos mediante reflexión trascendental sobre las condiciones de posibilidad de la argumentación.

Se trata de explicar lo que está necesariamente presupuesto en todo acto de argumentar y, por tanto, no puede ser cuestionado argumentativamente.

La comunidad ideal

Entre tales presupuestos, está el de una comunidad ideal de argumentación, que es el conjunto de condiciones ideales en las que el diálogo entre argumentantes siempre conducirá al consenso.

Y como la argumentación es una forma de comunicación, también está implícita una comunidad ideal de comunicación.

Autocontradicción performativa

Cualquier cuestionamiento de estos presupuestos equivales a la comisión de una autocontradicción performativa; es decir, una contradicción entre el contenido semántico de lo que se dice y lo que está presupuesto de manera necesaria en el acto de decirlo.

Círculo lógico

Se llega a una fundamentación última cuando lo reflexivamente fundado no puede negarse ni cuestionarse sin caer en autocontradicción performativa, ni fundamentarse deductivamente sin caer en petitio principii o círculo lógico.

La norma básica

La fundamentación última consiste en explicitar la norma básica (presupuesta en toda argumentación), según la cual todo conflicto de intereses debe procurar resolverse, no por la violencia, sino sólo por medio de argumentos y del consenso que éstos permiten alcanzar.

Discurso práctico

El diálogo en que se emplean tales argumentos se llama discurso práctico y en él se deben tener en cuenta no sólo los intereses de los participantes directos sino también los de todos los posibles afectados por las consecuencias de las acciones consensuadas.

Un principio procedimental

La norma básica representa así un principio procedimental para legitimar normas situacionales concretas.

Mientras la norma básica es a priori y tiene por tanto validez universal, las normas situacionales son contingentes y tienen una validez restringida a situaciones determinadas.

La parte A

Esta propuesta de fundamentación es denominada por Apel la parte A de la ética del discurso.

En ella hay dos niveles: la norma básica y el discurso práctico.

La parte B

De aquí se plantea el problema de las condiciones históricas de aplicación de la norma básica, pues no siempre es posible aplicarla efectivamente.

Esta dificultad es tematizada como la parte B de la ética.

Sistemas de autoafirmación Cada persona, cada país, cada

institución, constituyen sistemas de autoafirmación que imponen determinadas responsabilidades a los diferentes agentes morales.

Éstos pueden verse, en ocasiones, obligados a violar la norma básica recurriendo a manejos estratégicos en lugar de buscar el consenso.

Ética de la Responsabilidad

La parte B se estructura, entonces, como una Ética de la Responsabilidad.

La ética del discurso tiene que contemplar los límites que las condiciones históricas imponen a la observancia de la norma básica.

Hay un evidente conflicto entre el respeto del principio reconocido y la responsabilidad asumida, o sea entre la parte A y la parte B de la ética.

Principio de complementación Para resolver este conflicto, la

ética del discurso tiene que incluir un principio de complementación que permite tener en cuenta la responsabilidad frente al propio sistema de autoafirmación sin renunciar al reconocimiento de la validez de lo exigido por la norma básica.

Superación de la comunidad real

Dicho principio establece la obligación moral de procurar la realización a largo plazo de la comunidad ideal de comunicación.

Se debe posibilitar el acortamiento de la distancia entre ésta y la comunidad real de comunicación

Institucionalización del discurso práctico

Se trata de adoptar una línea de comportamiento, por ejemplo mediante la institucionalización de los discursos prácticos, que acerque las condiciones contrafácticamente anticipadas en la norma básica, a las condiciones fácticas determinadas por la situación histórica concreta

Minimización de la acción estratégica Dicho principio puede formularse muy

resumidamente como la minimización de la acción estratégica y la maximización de la acción consensual-comunicativa.

Sólo se deben admitir los recursos estratégicos que no sobrepasaen lo necesario y tiendan a disminuir.

Debe estar siempre asociados a tanto esfuerzo por el logro del consenso como sea posible.

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