View
214
Download
0
Category
Preview:
Citation preview
SENDEROS CAPILARIDADES
La melancolía en la siquiatría contemporáneasegunda parte
Héaor Pérez-Rincón*
Alo largo de la segunda mitad del sigloxx, el concepro de depresión ha sufridodiversas modificaciones de acuerdo conla evolución de la siquiatría. El carácternulógeno de la sicosis maniaco-depresivaremiúa necesariamente a una depresiónfXÓgeno. futa fue considerada, en oposición ala anterior, como sicógeruz. Dentrode una per.;pectiva etiológica, el siquiaeraKielholz, de Basilea, distinguió, en losaños sesenta, tres formas: la neurótica,la reactiva y la de agotamiento. Las depresiones neuróticas tendrlan su origenen siruaciones conflictivas de la infancia,parcial ocompletameme reprimidas. Lasdepresiones reactivas serían trastornosdel humor o del afecto relacionadas demanera inmediata con un acontecimiento traumático, mientras que las deagoramiento serían reacciones o desarroUos depresivos simples motivados poruna exposición prolongada a situaciones generadoras de estrés afectivo,conscientes, crónicas y recidivantes.
En esa misma década. varios autoresde la Uamada Escuela de Sto Louis, de laUniversidad de Washington, incrodu}er~n ~na distinción entre depresiónpnm~rta y depresión secundaria, que~onslderaron más pertinente para laInvestigación genética. El diagnósticod, depresión primaria se establece apareir de la existencia del síndromede . d
PreslVO, e la ausencia de orros ante-cedentes de trastorno síquico fuera delos e' d'
pISO lOS maniacos o depresivos, yde la ausencia de patología somática quepreceda o acompañe al síndromedep .reslVO. Todo cuadro que no cumplaeseas condiciones será catalogado comosecundario. Según esta subdivisión, las
11 Escritor y siquiatra
Alfredo Sindair. Panamá
depresiones secundarias pueden ser, asu vez, o bien somatógenas, o bien relacionadas con ouos síndromes siquiátricos.En el primer caso, se recurre al calificativo de somatógeno cuando el síndromeafectivo se da a la vez que una enfermedad física o es consecuencia de ella,aunque en este caso también desempeñanun papel importante la predisposiciónhereditaria y la personalidad del pacienee. En el segundo caso, el síndromedepresivo puede aparecer en sujetos quemuestran al mismo dempo otros diagnósticos siquiátricos, como aJgunas delas todavía emonces llamadas neurosis(la obsesiva, la de angustia, la hisreriaconversiva), en personalidades patológicas yen personas alcohólicas. Ahorabien, el cuadro de la llamada neurosisdepresiva correspondia, de acuerdo conesta clasificación, a una variedad dedepresión primaria.
En la década de Jos setenta semanifestó la tendencia a englobar ladepresión y la excitación maniaca bajoun solo término. En Francia se usótroubles thymiques yen Estados Unidos,
affictivt disordm. Esta moda tuvo taléxito que la propia esquizofrenia fueclasificada demro del grupo de los nonaffictiv< disordm.
En esta misma década se empez6 autilizar el diagnóstico de mfernudndafectiva nu/ógma para calificara la icosismaniaco-depresiva kraepeliniana. porconsiderarlo más adecuado. Hay queseñalar que Leonhard, uno de los autores más distinguidos de la siquiatrCagermánica del siglo xx, había considerado en 1962 como enfermedadesdistintas la fOrma unipolar maniaca, laforma unipolar depresiva y la formabipolar (con episodios maniacos ydepresivos). Varios autores han demos·trado que el sCndrome depresivo de laforma unipolar y el de la bipolar mostraban diferencias en cuanto ala simoma·rologra, la evolución y las caracrerlsticasbiológicas y genéticas de los enfermosque las presentaban, miemras que lasformas unipolares maniacas tienenlas mismas caracrerlsticas que las bipolares.
OtrO autor contemporáneo muyinfluyente, MendJewicz. siquiatra enBruselas, englobó por su lado, bajo elnombre de slndrom" disrlmiros primarios. a los estados depresivos de la en·fermedad bipolar, los emdos depresivosunipolares y los est.ldos depresivos delas llamadas sicosis esquizo.afectivas(cuadros poco frecuentes que se .ncueneran a medio camino entre Jodos grandes grupos kraepeJiniano yque consticuyen sendos enigmas nosográficos).
En los años och.nta, Franci eoAlonso.Fernández, siquiacra madrileño, propuso un modelo original dela depresión: el paradigma de un modelo escrucrural letradimensional.
UNIVERSIDAD DE MIllCO • AbriI200J u _ J
SENDEROS
Según este modelo, la depresión seconcepcualiza como un hundimientode la viralidad, cuyo plano se sirúa enel cuerpo y en la menee y se desarrolla en ambos. Por esto la depresión esuna enfermedad con sinromarologíasíquica y rambién somárica, quepresema cuadros mixtos sicosomáricosy cuadros unilareraJes de tipo sicotropo ysoma[Q[fOpo. Su si nromatologíasurge del hundimieneo de los cuarrovectores básicos de la viralidad: elesrado de ánimo, la impulsividad, lasinronización y la regulación de losritmos. La distorsión o el hundimientode tales veccores da origen, respectivamente, a las cuatro dimensiones dela depresión: el humor depresivo, laanergia o falta de impulsos, la discomunicación o pérdida de la sintonización yla ritmopatfa o disregulaciónde los ritmos cronobiológicos. Elcuadro depresivo puede ser completoo retradimensional cuando abarca lasintomatología de las cuatro dimensiones, o incompiew unidimensional,bidimensional o rridimensional cuandosu sinromatología se localiza en unadimensión, en dos o en tres respectivamente. El modelo de AlonsoFernández permite comprender mejorel problema clínico y nosográfico delas llamadas depresiones enmascaradas yel de los equivalentes depresivos, eincluso el caso de algunas descripcionesde gran finura fenomenológica que nohan permeado suficientemente en lasiquiarrfa, como es schwermut, descritapor Tellenbach, de la Universidad deHeidelberg. Este concepto, que podríatraducirse como "ánimo difícil opesado" está emparentado con lavivencia depresiva, pero es una formasint tristitia. Se describe como la imposibilidad de rrascendencia quesufre un creador -ya sea artista ocientífico- por un bloqueo de sucrearividad. En palabras de este autor,se presenta cuando el trascender nopuede fusionarse en una composici6ncreadora. Es un fracaso y agotamiento
96 Abr;l 2003 • UNIVERSIDAD DE MEXICO
Juan Pablo Rulfo. México
del impulso genial que no se manifiestaen fen6menos físicos o casi físicos) como la melancolía. No trae ningunaperturbación del ritmo) ningún trastorno vitat ninguna limitación en eltrato cotidiano. Se podría llamar,literalmente, una "enfermedad delespíritu". Puede presentarse casi a diarioo solamente a rams, o conducir a añosde esterilidad. A pesar de todo, petmitellevar una vida normal, pero justamentes610 una vida de un "hombre sano", esdecir) una existencia mediocre, lo quepara una naturaleza genial significa 10mismo que "no verdadera".
En los dos últimos decenios del sigloxx, para el conjunto de la siquiatríaclínica el uso del término melancolía seha restringido notablemente. Se utilizasobre todo para expresar una formaespecialmente grave de depresión, comoel estupor melanc6lico, forma ex[fema deinhibici6n sicomotora con inmovilidadcorporal global yausencia de reaccionesal ambiente, con amimia y negacivismo;ycomo la melancolía delirante, en la cualla ideación propia de la depresiónadquiere tal intensidad que alcanza elregistro sicótico (delirio de culpa, deindignidad, de ruina, delirios de laimagen corporal como el de negación oel síndrome de Cotard).
La aparición en 1961 del libro deHubenus Tellenbach, Melancholie,parecía anunciar el retorno del términososlayado, pero su enfoque no ha
logrado extenderse aáreas de la medicinamental que no sean la siquiatría antropológica y la fenomenología. En es,obra, Tellenbach describe al typU¡
melancholicus desde una perspectiva potla cual el diagnóstico hipocrático carrespondería a la depresión unipolarconsiderada como una "sicosis endocosmogénica". Su deseo de reformulara la siquiatría como una "medicinaespiritual" (siguiendo así otra línea de latradición germánica), contrastaba conla corriente que a partir de entonces hallevado la delantera internacionalmente,es decir, la llamada siquiatría biológica.
Dentro de ésta, destacan tres líneasfundamentales que fueron posiblesgracias a los norables avances que hanalcanzado las neurociencias y la sicobiología en la segunda mitad del siglopasado: la genética siquiátrica, los estudios sobre los neurotransmisores y lasicoEumacología.
En la década de los cincuenCl, un pocopor azar y un mucho por la sagacidadde algunos clínicos prestigiosos, sedieron varios hechos afortunados quegeneraron avances médicos relevantes,a lo que los hisroriadores llaman "1,tercera gran revolución de la siquiatría':el nacimiento de la sicoEumacolog/a. Enel lapso de un decenio se introdujeronlos medicamentos antisicóticos, losantidepresivos y los ansiolíticos, quealiviaron una gran parre del sufrimientode los pacientes y modificaron radicalmente el ejercicio de la especialidadfundada por Pinel y Esquitol. A partICde allí la industria farmacéutica hafomen'tado la investigación multidisciplinaria y la creación de un gtannúmero de productos que pretenden sercada vez más eficaces ycon pocos efeeros
secundarios, de modo que no hanfaltado miradas críticas que vean en ellouna pretensión por erradicar de la Vidacotidiana todo sufrimiento humano
'd"undopara generar una espeCIe e m .felii', de pingües beneficios económICOSpara las empresas farmacológicas transnacionales. Sin embargo, sólo aquel que
ha sufrido en carne propia o ha visto ensus allegados los diferentes rostros de lamdancolia. puede aquilarar con justiciad papd liberador que los medicamentosancidepresivos Yansiolíticos han apareado a la humanidad.
El conocimienro de la estructuraquímica de estoS compuestos, de sumecanismo de acción en el encéfalo yde sus interacciones con las sustanciasque uansmiren la información en lahendidura sináprica entre neuronas. habrindado un cúmulo impresionante dedatos sobre la fisiología de la vidaemocional normal y parológica. Hancontribuido igualmente al planteamiento de diversas hipótesis bioquímicas de los trastornos afectivos. Laclasificación química de los anridepresivos no ha llevado. sin embargo,a una clasificación neurofisiológica dela depresión. como se previó en unprincipio, ysigue siendo la observaciónclínica el centro de las modificacionesy adaptaciones nasográficas que sereaJizan sin tregua.
De los múltiples datos sicobiológicos obtenidos, hay uno de especialrelevancia para la reflexión que las"ciencias del hombre" hacen sobre elproblema filosófico central: se hacomprobado que en el cerebro de lossuicidas existe una disminución,cSladísricamenrc significativa, delneurotransmisor seroronina, así comomodificaciones estructurales a estaSustancia de los recepcores neuronales.Es decir, que de acuerdo con la muyen boga hipótesis serotoninérgica de ladepresión. la conducta suicida se desencadenaría a partir del momen roen que el neurotransmisor desciendemás allá de un cierto nive! crítico, lo~ue nos lleva adudar, necesariamente,e que se trate, strictu sensu, de un
verdadero acto de libertad. No obstante algu .. ., nos pocos slqUlatras conSl-~e~ que junto con el elevado índice
e. diagnóstico de depresión en losSUICidas. hay todavía lugar para laocurrencia del llamado suicidio lúcido.
Por Otro lado, desde e! punto de visrade la salud pública y de la responsabilidad terapéutica y moral delmédico, es evidente que tal constatación epidemiológica lo obliga a uncuidadoso diagnóstico y a una rápiday eficaz instauración de la terapiaanridepresiva, capaz de revertir laideación y la impulsión suicida demanera concomitante a la elevación delos n.iveles del neurotransmisor cau-
Alfredo Sinclair, Panamá
sante. Hay que decir que también eneste terreno, como en otros de la historia del hombre, ha habido mártires de!fanatismo ideológico: los pacientes condepresión severa, a quienes sus sicoa·nalistas, parapetados en la teoría,negaron. a principios de la era sicofarmacológica. los beneficios de esaterapia, en un momento en el que yaera posible evitar la conducta autodestructiva extrema.
El otro campo de desarrollo de lasiquiatría biológica ha sido el d~ la genética. Los estudios de famlltas, degemelos, de sujetos adoptados. losde transmisión heredltana, los llamados
SENDEROS
métodos de enlace génico. 1 etcétera,ocupan un alto porcentaje de labibliografía científica contemporánea.Ésta es un área en plena efervescenciaen la que los múltiples yoontradicroriosdatos son apenas los balbuceos deun discurso que se articulará másclaramente en e! primer decenio delsiglo XXI. En el terreno de los trastornosafectivos, los resultados muestran quelos riesgos de morbilidad son máselevados para la enfermedad bipolar.Acrualmente se ha propuesro que eltrastorno tiene su origen en la herenciaaurosómica triple y sinérgica, involucrando por lo menos rres genes. Losesrudios en gemelos han arrojado cifrasde "heredabilidad". que varían entre 33y 80 por ciento. con un promedioestimado de 59 por ciemo; es decir que59 por ciento del fenotipo está dererminado genéricamente. Respecto a ladepresión unipolar, el riesgo de que losfamiliares de un pacienee adquieranla misma enfermedad varfa entre 5 y25 por cieneo. Una observación ineere·sante realizada en 1990 fue que losfamiliares de un paciente con depresiónunipolar tienen un elevado riesgode adquirir la enfermedad depresivapero no el trasrorno bipolar. La concordancia diagnosticada en los estudiosde gemelos varía emre 12 y 33 porciento. La concordancia entre los ge·melas monocigoros (40 por ciento) esel doble de la de los gemelos dicigoto(17 por ciento). También en este.~o
los estudios muestran una rrasml 16nhereditaria multifactorial en la queactúan, de manera conjunta, las in·Auencias genéticas con los facloresmedioambienrales.
Más imeresante para el propósilO deeste rexto es la correlación que se haesrablecido en los últimos años.siguiendo precisamente los estudio. detransmisión hereditaria y l. evolUCiónde las clasificaciones siquiátricos. entrelos trastornos afecrivos y el tem~ramento artísticO. La obra paradigmática. si bien no la úniC2, es l. de Koy
UNIVERSIDAD DE MtXICO • Abt~ 2003 f1 A
SENDEROS
Redfield Jamison, Marcados con fUego.La enfermedad maniaco-depresiva y eltemperamento artlstico, que constituyela respuesta de la siquiatría comemporánea a aquella célebre pregunta conla que Aristóteles inicia el texto, tancitado, conocido como el "ProblemaXXX":
¿Por qué razón todos aquellos quehan sido hombres excepcionales, enlo que concierne a la filosofía, laciencia del Estado, la poesía o lasartes, son manifiestamente melancólicos?
El diagnóstico del estagirita, recordémoslo, es estrictarneme médico; nadatiene que ver con la melancolía literariade los siglos posteriores. La empresa deJamison recuerda también la del eclesiástico Burton, no sólo por su ambicióny enciclopedismo, sino porque ambosse confiesan atacados por el mismo malque estudian.
En Marcados confitego, [fas la revisiónde los conceptos clínicos, las reoríasneurobiológicas y las clasificaciones enuso, Jamisoo rastrea, como un detectiveinglés obsesivo, la biografía y la historiaF.unilias de un número muy elevado deescritores. poetas, músicos, pintores, enlos que diagnostica, a posteriori, ciclotimia, depresión mayor o enfermedadmaniaco-depresiva, de acuerdo con loscriterios del Manual diagn6stico yestadístico de los trastornos mentales, dela American Psychiatric Association, ensu tercera edición revisada, que es laBiblia de la siquiatría estadunidense yde sus colonias. Es tal el número y elvalor de los creadores que aparecen ensu pesquisa, que la presencia de lapatología afecriva pareciera no sólocomo una e1evadIsima frecuencia estadística, sino casi como un requisito parala genialidad. Si no hay duda del elevado índice de esta patología entre loscreadores, hay que señalar, no obstante,que la pasticipación de Jamison en elnutrido contingente de los Marcados con
98 Abril 2003 • UNIVERSIDAD DE MEXICO
fUego ha generado un cierto sesgo en suinvestigación, que ha llevado a incluir aautores en quienes otros investigadoreshabían previamente establecidodiagnósticos más verosímiles, o enquienes las oscilaciones de afecto eransecundarias a otras entidades nosográficas como la esquizofrenia, laepilepsia del lóbulo remporal, la sífilis cerebral, las encefalosis alcohólicas,etcétera. El tema es tan complejo, rico yapasionante que merece un simposioindividual. Baste decir por ahora que lalista establecida por Jamison, de la quese encuentran, por cierro, ausentes top
dos los hispanopaslantes, muestra unnúmero aterrador de suicidios entreescritores y arristas. Mientras que elporcentaje esperado en la poblacióngeneral no llega al dos por ciento, suestadística respecto de los poetas inglesesentre 1705 y 1805 alcanza el seis porciento, que es, no obstante, menor queel ocho por ciento que en 1987 les asignó Nancy Andreasen a los escritoresen general; que el 14 por ciento queSchildkraut calculó pasa los artistas engeneral, en 1990; o e118 por ciento queLudwig le atribuyó a los poetas en 1992.
El libro de Jamison, publicado encastellano por el Fondo de CulturaEconómica, en 1998, es el más recientede una serie de trabajos que la siquiatríaha elaborado, casi desde su nacimiento,sobre el tema de las relaciones entre lapatología y la creación, dentro del cualel caso de los ttastornos afectivos ocupaun lugar primordial. Está bien esta-
Alfredo Sinclair, Panamá
blecido, por ejemplo, el aumento de laproductividad durante los estados dehipomanía, en los que la exalraciónafectiva va unida a un aumento de laideación, de la inventiva, de la originalidad, pero hay una verdadera parálisis creativa durante los episodios deextremo sufrimiento y desesperanza,como la hay en el episodio maniaco: confuga de ideas y agitación sicomortiz.Un ilustre paciente maniaco-depresivo,Graham Greene, escribió en una cana(ntima: "Cura la enfermedad y yo dudo que quede un =ritor", reconociendoque a pesar del sufrimiento del sucedersede esos ciclos, es gracias a ellos que elartista alcanza esos extremos, desconocidos pasa los eutímicos, que llilkeconsideraba el motor de la creación.
La sicopatología de la expresión, porsu lado, ha intenrado análisis tipológicoso estructurales del estilo pictórico demistas consagrados que sufren algunapatología, de pacientes con un diagnóstico si milar, a los cuales su condiciónfavorece una cierta forma de creatividad. Se ha descrito, aSÍ, un estiloesquiwfrénico, uno epiléprico, uno paranoico, uno oligofrénico, y uno maniaco-depresivo, en el cual el uso del colortiene mucha importancia. Mientrasque en el maniaco la producción es precipitada, violenta yde pinceladas tápidas,con múltiple colorido, en el deprimidola ejecución es lema, extremadamenteelaborada. monocromática. En cuanroalos temas, en la fase maniaca se observancontenidos sexuales, megalomaniacos,exultantes, y en la fase depresiva predominan los temas sombríos, lúgubres,macabros. En los casos de melancolfa
I . 'odelirante, en los que e paCiente aupuede tomas el pincel y los colores, puede verse la traducción gráfica de losdelirios de negación corporal yamencionados.
En el cambio de siglo y de milenio, lasiquiatría afronta el antiguo problemade la melancolía por medio de dos
onververtientes que se presumen c .gentes: por un lado, la floreCIente
dinimetría, que se apoya en la aplicaciónde escalas medibles de valoración clínica,con criterios de diagnóstico empíricos(fas un acuerdo estadístico entremúlciples observadores calificados; porel arro, la aplicación a los pacientes asídiagnosticados de las técnicas "noinvasivas", de gran finura técnica, quese agrupan bajo el nombre de imagenokgla, y que permiten observar eltrabajo del encéfalo viviente frente adiferentes tareas.
En el primer caso, las escalas desglosanen factores mensurables Jos síntomastradicionales de la depresión. Losmanuales diagnósticos y estadísticos ylasciasificaciones internacionales, de usogeneralizado, han generado, asu vez, undesquiciamiento de la sicopatologíaclásica. Su pretendido carácter "ateórico", por mor de la objetividad (olvidando que el empirismo es también unaescuela filosófica), ha desterrado delléxico especializado los términos neurosisy sicosis, y los ha sustituido por unapalabra más aséptica: trastorno (de lamisma manera que han suprimidodiagnósticos milenarios como el de lahisteria).
. De este modo, la ClasificaciónInternacional de las enftrmedades, de laOMS, en su décima edición clasifica aI 'os trastornos del humor (aftctivos) enSIete grupos: F30: episodio maniaco;F31: trastorno bipolar; F32: episodiosdepreSIvos; F33: trastorno depresivorecurreme; F34: trastornos del humorpersistentes; F38: otros trastornos delhumor; F39: ttastorno del humor sinespecificación.
La CUarta edición de Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos:;:ntales, clasifica a los trastornos del
lino en dos grandes grupos: el de lostrastornos depresivos y el cle los ttastornos b· 1. IpO ares. Cada uno de ellostiene ro '1 . lbl u up es subgrupos y seis posi-I Idades de codificación según la
gravedad Ah b· 1 . ,. . ora len, en a verSlOnrevisada de esta cuarta edición del libroPublicada 1200 . l 'en e 0, se mc uyen unos
criterios para la especificación de lascaracterísticas melancólicas, aplicables alos diferentes diagnósticos de depresión. Son los siguientes:
A. Si se presenta cualquiera de lassiguientes características durante elperiodo crítico del episodio actual:
1) Pérdida del placer en todas, o casitodas, las actividades.
2) No reacciona a los estímulosgeneralmente placenteros (no sesiente mejor, ni siquiera temporalmente, cuando le ocurre algobueno).
B. Si se ptesentan tres (o más) de lassiguientes características:
1) Una calidad indiscutible de estadode ánimo deprimido (por ejemplo,el estado de ánimo deprimido loexperimenta indiscutiblemente dediferente manera que el sentimientoque experimentaría después de lamuene de un ser amado).
2) Generalmente está más deprimidopor la mañana.
3) Se despierta en la madrugada (porlo menos dos horas antes de la horahabitual).
4) Experimenta una notable agiracióno retardo sicomotor.
5) Padece una importante anorexia oha perdido mucho peso.
6) Tiene un sentido inadecuado deculpabilidad.
¿Qué tanto se aleja o se aproxima estaadjetivación melancólica al diagnósticoclásico? Hay que señalar que muchossicopatólogos y epistemólogos hansubrayado las inconsistencias y lasambigüedades lógicas de esros instrumentos, cuya multiplicación haconducido a una especie de "escalomanía". No obstante, desde el interiormismo de la siquiatría estadunidenseque la ha generado, se han levantadorecientemente voces que claman por un
SENDEROS
8.;¡.~
::;
retorno a la sicopatología europea co·mo requisiro para reaJizar una investigación seria en siquiatría. Todo hacepensar que la melancolía regresará unavez más por sus fueros.
En cuantO a las contribuciones de Jaimagenologla, las récnicas de resonancia magnérica y de tomograf(a poremisión de positrones han mosrradoque los pacientes depresivos tienen patrones de actividad diferentes a los controjes normales, en diversas áreascorticales y del sisrema Iímbico. Unmismo paciente muestra diferentespatrones de actividad, dependiendo sise encuentra en estado maniaco, depre·sivo, o en una fase inrercfÍtica. Hayalgunas regiones de la correza p~fron~y de la amígdala del hemiSferiOizquierdo que muestran hipernctividaden los pacientes deprimidos, e inclusose ha llegado a sugerir recienremenleque el aumento de la actividad de laamlgdala -esrrucrura dd gran sisrema límbico- en un sujeto sano, podríaindicar una predisposición a ufrirdepresión en d futuro. Orros esrudios
UNIVERSIDAD DE MÉXICO' Ab<,I200J "
SENDEROS
realizados en pacientes con depresióncrónica muestran una disminución enel tamaño del hipocampo (parte delsistema 11mbico que interviene en laemoción yen la memoria) respecto dearras sujeros de la misma edad.
Esros datos. al igual que los que sederivan de los esrudios de genérica.están prácricamenre en "pañales" yrendrán un desarrollo especial en lospróxjmos decenios. Su importanciaradica en la posibilidad de comprendermejor la fisiopatología de los esrados depresivos y el mecanismo de acciónde los medicamentos timoanalépricos,aquellos que elevan el nivel de laafectividad y generan eurimia.
Quisiera concluir evocando un hechoque ahora se sabe que es una leyenda,aunque largo riempo se pensó que eraverdadero. lo que no disminuye suvalor simbólico: el senado de Abderallama a consulta a Hipócrates potqueconsidera que Dem6crito ha enloquecido: alejado de la polis se dedica adisecar diversos animales buscandola sede de la bilis negra. Esta imagenaparece desde la tercera edición (1628)en el frontispicio de Anatomia de lamelancolía de Robert Burton, que secalifica a sí mismo como Democritusjunior. A esra larga búsqueda lleganpor fin hoy la neuroquímica y laimagenologla.
Pero, además. lo que aterra a la ciudadde Abdera es que el filósofo se ríe demanera exrcafia, feroz e incoercible antetodos los actos de los hombres. Sumelaneollase expresa con ironla ydesencanto. Desde la Antigüedad. la risa deDemócrito se ha opuesto a las lágrimasde Heráclito. como las dos caras de esemito a cuya sombra Roger Barrra ahoranos convoca. Según la carta del seudoHipócrates, una vez. examinado el ilustrepa~ieme. el terapeuta concluye que esaacnrud que los escandaliza es la expresiónde una sabidurfa supetior, y parte sinprescribir remedio alguno: "He visto aDemÓcrito. el sabio entre los sabiosúnico capaz de hacer juiciosos a lo~
100 Abdl 2003· UNIVERSIDAD DE MÉXICO
hombres". Para el i1usrre médico de Cos,en este caso el verdadero enfermo es lacolectividad.' El Hipócrates de esrerelato ha comprendido que a diferenciade Hetáclito, vetdadero paciente deprimido. el filósofo atomista goza, y nosufre. de una melancolía mírica queno puede reducirse a la depresión yque encarna la superior cordura dela que habla Starobinski. y ésta sería lalección para la siquiarrla: su labor consiste en ayudar aevitar el sufrimiento y lalimitación de la depresión o melancollaclínica para petmitir que la melancoLía poética, metáfora de la creación,tealice su labor salvadota. <-
(
NOTAS
C~nferencia dietada en el ciclo "losMitos de la Melancolía", Centro deI~ves-t;igaciones lnterdisciplinarias enCIenCIas y Humanidades, UNAAl, 14 denoviembre de 2000
La idea fundamental de los estudiosde enlace génico es la de analizar lacosegregadón de una enfermedadcon un marcador polimórfico. Estosmarcadores consisten en secuenciasdel ADN de las cuales sabemos sulocalización en el mapa del genomaque, además, tiene variacionesaléJicas, es decir, varias presentacionesde la secuencia con una frecuenciaconocida de dichas alternativas. laevidencia estadlstica del enlace génicoes el índice lod. Este término, queproviene de "logaritmo de lasprobabilidades" (log of the odds), seobtiene de la división de laprobabilidad de una familia bajodistintas estimaciones de la frecuenciade recombinación (medida indirecta dela distancia entre los genes)menores de la que se esperaríaencontrar en el caso de que hubieraenlace «0.5) entre la probabilidad dela misma familia bajo segregaciónindependiente; es decir con unafrecuencia de recombinación de 0.5 omayor. A este resultado se le calcula ellogaritmo base diez, lo que permitesumar los resultados obtenidos endistintas familias.y así lo dice la fábula de la Fontaine,Démocrite et les Abdéritains: "Sonpays le crut fou. Petits esprits! Maisqua;!! Aucun n'est prophete chez soUCes gens étoient les fous; Démocrite,le sage". (Su país lo creyó loco. ¡Genteobtusa, caramba!! Nadie es profeta ensu tierra.! Ellos eran los locos;Demócrito, el sabio).
Juan Pablo Rulfo, México
Recommended