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LA PALABRA
Índice
1. El sustantivo.
1.1. La sustantivación.
2. El adjetivo.
2.1. El grado del adjetivo.
2.2. Adjetivos especificativos y explicativos.
3. Determinantes: artículos, demostrativos, posesivos, indefinidos, numerales, interrogativos y exclamativos.
4. Pronombres: personales, posesivos, demostrativos, indefinidos, numerales, interrogativos, exclamativos y relativos.
5. El verbo.
5.1 Las perífrasis verbales.
6. El adverbio.
7. La preposición.
8. La conjunción.
9. La interjección.
_____________________________________________________________________
1. EL SUSTANTIVO
Desde el punto de vista morfológico, son nombres o sustantivos las palabras
que admiten morfemas flexivos de género y número que se añaden al lexema y artículos u otros determinantes: la canción, este chico, cuatro piedras. El nombre es, pues, una palabra variable, es decir, experimenta modificaciones en su forma a través del género y del número. Ejemplo: niño, niña, niños, niñas.
Desde el punto de vista semántico, son nombres las palabras que designan a
los seres vivos, cosas y conceptos considerados independientes. Ejemplos: rana, árbol, espuma, dolor, o belleza. Atendiendo a su significado, los sustantivos se pueden clasificar del siguiente modo:
CLASES DE PALABRAS
Variables Invariables
Sustantivo
Adjetivo
Verbo
Determinantes
Pronombres
Adverbio
Preposición
Conjunción
Interjección
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- SUSTANTIVOS CONCRETOS: objetos o seres que tienen existencia real y se pueden percibir con los sentidos: gato, montaña, Manuel. - SUSTANTIVOS ABSTRACTOS: fenómenos o cualidades que se pueden percibir con la inteligencia, pero no con los sentidos (justicia, amistad, alegría). No existen si no es en algo (no podemos ver la belleza, pero sí personas bellas). - SUSTANTIVOS COMUNES: no señalan los rasgos diferenciadores. Agrupan los objetos por sus características no distintivas (gato, oro). - SUSTANTIVOS PROPIOS: señalan los rasgos diferenciadores. Los nombres de persona se denominan ANTROPÓNIMOS (Luis, Ana) y los de lugares, TOPÓNIMOS (Galicia, Ebro). - SUSTANTIVOS CONTABLES: se pueden contar por unidades (perro, horno), frente a los NO CONTABLES (que no se pueden contar, pero sí medir o pesar: aceite, agua, cuarzo). - SUSTANTIVOS INDIVIDUALES: nombran a un solo ser o a una sola realidad (lavadora, radiador), mientras que los COLECTIVOS hacen referencia en singular a un conjunto de seres u objetos semejantes (ejército, orquesta).
CONTABLES INDIVIDUALES COLECTIVOS
COMUNES NO CONTABLES
CONCRETOS SUSTANTIVOS GENTILICIOS TOPÓNIMOS PROPIOS ANTROPÓNIMOS ABSTRACTOS
Los morfemas de género y número a) El género En español, los sustantivos pueden ser masculinos o femeninos.
Se distinguen en función de los determinantes que les acompañan: la igualdad (femenino), el ardor (masculino).
Hay una excepción: en singular, los sustantivos femeninos que empiezan con
una a- tónica llevan en masculino el determinante artículo determinado (el) o indeterminado (un): el águila, un hacha, el agua...
El género gramatical es uno de los rasgos característicos del sustantivo, pero
no debemos confundir género y sexo. El género es un rasgo gramatical y el sexo es biológico: la red es femenino y no tiene características biológicas; pero tampoco en los nombres de seres sexuados, género y sexo coinciden siempre: la palabra foca es un sustantivo femenino a pesar de que en estos animales existe diferenciación sexual.
Hay, pues, palabras, con referentes animados e inanimados, que tienen como
rasgo inherente el género, masculino o femenino, que se manifiesta por los determinantes: el cuaderno, ese muro, la rata, la foca, y las hay que tienen género variable que se manifiesta por el morfema flexivo: el niño, la niña.
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Los morfemas flexivos o desinencias, los procedimientos de formación y los rasgos significativos con los que se expresa la variación de género son diversos:
1. El cambio de género se marca por morfemas flexivos. - Sustantivo masculino en -o y sustantivo femenino en –a: - Sustantivo masculino en -e y sustantivo femenino en –a. - Otras desinencias para el femenino: -esa, -ina, -isa, -triz. Ejemplos: chico/chica; nene/nena; abad/abadesa; héroe/heroína; poeta/poetisa; actor/actriz.
2. Género común. El cambio de género se marca por el artículo y otros determinantes. Se usa la misma palabra para masculino y femenino. El sustantivo no varía: el /la turista, el/la pianista, el testigo/la testigo... 3. Heteronimia. El cambio de género se marca por medio de otro lexema. Se usan dos palabras diferentes para el masculino y para el femenino: marido/mujer, padre/madre... 4. Género epiceno. Presente en aquellos sustantivos que designan personas o animales sin diferenciar el sexo: el bebé, el jilguero, la perdiz... 5. Género ambiguo: sustantivos que pueden utilizarse en masculino o femenino (el/la mar). b) El número. Los sustantivos pueden aparecer en singular (para referirse a un
único ser) o en plural (a varios seres u objetos). No obstante, hay algunos que solo aparecen en singular (hambre, sed, trigo) y otros que suelen aparecer siempre en plural (tijeras, pantalones, víveres, gafas).
Para la formación del plural en castellano hay tres variantes: - “-S”: palabras que terminan en vocal átona (casas).
Palabras agudas terminadas en –ó (dominós) o –é (canapés). - “-ES”: palabras que acaban en consonante (Navidades).
Sustantivos terminados en –í (maniquíes) o ú (tabúes). Algunos forman el plural con –s (champús, menús) o admiten ambas terminaciones.
-: palabras terminadas en –s que no sean agudas (el/los atlas, la/las crisis).
1.1. La sustantivación
Hay palabras de otras categorías gramaticales que, en determinados
contextos, pasan a funcionar como sustantivos. A este proceso se le conoce como sustantivación. Las sustantivaciones más frecuentes son:
Verbo en infinitivo: Comer es necesario.
Adjetivo: Lo malo es eso.
Adverbio: Los síes ganaron a los noes.
Preposición: Los pros y los contras de ese asunto me preocupan.
Conjunción: No incluyó los peros que yo había puesto al asunto.
La literatura permite sustantivaciones tan significativas como la siguiente, de Francisco de Quevedo: Soy un fue, y un será, y un es cansado.
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2. EL ADJETIVO
Desde el punto de vista morfológico, el adjetivo es una unidad léxica variable
que, por medio de la concordancia, admite el género y el número de los sustantivos a los que acompaña: El niñ-o pequeñ-o, la niñ-a pequeñ-a.
Desde el punto de vista semántico, es una clase abierta de palabras que
básicamente significan cualidades o propiedades del nombre. Ejemplo: "pequeño" se refiere a una cualidad como es el tamaño. Pero hay adjetivos que significan relación o pertenencia (lingüístico), gentilicios o procedencia (madrileño), etc.
Los morfemas de género y número Los adjetivos, como el nombre, presentan dos géneros: masculino (listo) y
femenino (lista), y dos números, singular (largo) y plural (largos). Pero, en el adjetivo, sirven únicamente para marcar la concordancia con el nombre al que acompañan. No obstante, hay adjetivos que poseen una única forma para ambos géneros (verde, triste) y otros que no varían en el plural (los que acaban en -s y no son palabras agudas: un helado gratis, dos helados gratis).
Cuando el adjetivo acompaña a dos o más sustantivos va siempre en plural: un
chico y una chica inteligentes. Si acompaña a nombres masculinos y femeninos, el adjetivo se pone en masculino: animales y personas cariñosos.
Algunos adjetivos masculinos y singulares pueden apocoparse, esto es,
perder alguno de los fonemas finales delante del sustantivo al que acompañan:
Bueno → buen (buen amigo). Malo → mal (mal coche). Santo → san (San Antonio). Hay excepciones, como Santo Tomás o
Santo Domingo. Grande → gran (gran hermano).También se apocopa con los
sustantivos femeninos en singular: gran ciudad. 2.1. Grados del adjetivo
Los adjetivos en distintos grados expresan las cualidades del sustantivo poseídas en cantidad variable: GRADO POSITIVO: expresa la cualidad de un sustantivo sin variar su intensidad: manzana ácida.
GRADO COMPARATIVO: indica la cualidad del un sustantivo comparándola con la de otro. Puede ser de tres tipos:
DE IGUALDAD: tan... como, igual... que, igual de... que. Ejemplo: es tan listo como su padre.
DE SUPERIORIDAD: más... que. Ejemplo: es más vanidoso que tú.
DE INFERIORIDAD: menos...que. Ejemplo: es menos atractivo que él.
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GRADO SUPERLATIVO: expresa la cualidad en su grado máximo. Puede ser de dos tipos:
ABSOLUTO: no compara la cualidad con la de otro sustantivo: o Con el adverbio MUY: muy rápido. o Con el sufijo –ÍSIMO: pasteles riquísimos. o Con los prefijos coloquiales RE-, ULTRA-, SUPER-, ARCHI-:
rebueno, ultrafino, superblanco, archiconocido.
RELATIVO: compara la cualidad con la de otro sustantivo: EL / LA / LOS / LAS MÁS... DE: la más estudiosa de la clase.
ALGUNOS COMPARATIVOS Y SUPERLATIVOS IRREGULARES
POSITIVO COMPARATIVO SUPERLATIVO
BUENO MEJOR ÓPTIMO MALO PEOR PÉSIMO
GRANDE MAYOR MÁXIMO PEQUEÑO MENOR MÍNIMO
ALTO SUPERIOR SUPREMO BAJO INFERIOR ÍNFIMO
2.2. Adjetivos especificativos y explicativos ADJETIVOS ESPECIFICATIVOS: añaden al sustantivo una cualidad que lo
diferencia de su especie. Van siempre detrás del nombre y, si los suprimimos, la información sería incompleta: los soldados valientes murieron en la batalla (los cobardes, por tanto, siguen vivos).
ADJETIVOS EXPLICATIVOS: expresan una cualidad del nombre sin distinguirlo de
los de su especie, es decir, que es un rasgo propio del sustantivo (frío hielo, oscura noche). Suelen ir delante del nombre y se les denomina epítetos. Un adjetivo entre comas es explicativo: El profesor, fatigado, salió a la calle.
3. DETERMINANTES
Los determinantes forman una clase cerrada de palabras, es decir, a la que no se le pueden añadir nuevos elementos, que se caracteriza por los siguientes rasgos:
Desde el punto de vista formal, son palabras variables, puesto que cambian su
forma para concordar con el nombre en género y número: el libro / la mesa, el tercer hombre / la cuarta planta.
Desde el punto de vista semántico, se consideran sin significado pleno.
Acompañan al nombre y concretan su significación: mi libro: indica que el libro pertenece al hablante.
Clases de determinantes
ARTÍCULOS El artículo presenta al sustantivo al que acompaña, con el que concuerda en género y número: los libros, la risa... Los nombres propios de persona nunca llevan artículo.
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Los artículos pueden ser DETERMINADOS (el, la, los, las) o INDETERMINADOS (un, una, unos, unas), dependiendo del mayor o menor conocimiento que tenga el hablante sobre el sustantivo: el perro (uno concreto que el hablante conoce bien) frente a un perro (indica menor grado de conocimiento). En castellano, al producirse el encuentro de las preposiciones de y a con el artículo determinado el se produce una contracción: de + el → del; a + el → al. POSESIVOS
1ª persona 2ª persona 3ª persona
masculino femenino masculino femenino masculino femenino
Un poseedor
singular mi, mío mi, mía tu, tuyo tu, tuya su, suyo su, suya
plural mis, míos mis, mías
tus, tuyos tus, tuyas
sus, suyos
sus, suyas
Varios poseedores
singular nuestro nuestra vuestro vuestra suyo suya
plural nuestros nuestras vuestros vuestras suyos suyas
DEMOSTRATIVOS
Acompañan al sustantivo para indicar la posición de lejanía o cercanía en el tiempo o en el espacio que el nombre ocupa en relación al hablante: ha llovido mucho estos días.
También pueden hacer referencia a algo que acabamos de nombrar y siempre
concuerdan con el sustantivo en género y número: ese niño, aquellas mariposas.
cerca ni cerca ni lejos lejos
masculino femenino masculino femenino masculino femenino
singular este esta ese esa aquel aquella
plural estos estas esos esas aquellos aquellas
INDEFINIDOS Se anteponen al sustantivo para indicar que se desconoce su cantidad exacta: había pocos chicos en la fiesta. Las formas más importantes son: un/a/os/as, varios/as, algún/alguna/algunos/algunas, todo/a/os/as, mucho/a/os/as, poco/a/os/as, otro/a/os/as, demasiado/a/os/as, distinto/a/os/as, cierto/a/os/as, bastante/s, cualquiera/s, etc. NUMERALES Los numerales cardinales indican con exactitud el número de objetos que expresa el nombre: uno, dos, tres, cuatro...
Los numerales ordinales expresan el lugar que ocupa el objeto nombrado en una serie ordenada: primero, segundo, tercero, cuarto, quinto, sexto...
Es incorrecto usar los adjetivos terminados en –avo (doceavo, treceavo...) en
lugar de los ordinales correspondientes (decimosegundo, decimotercero...).
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INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS Acompañan al sustantivo y preguntan por un objeto concreto dentro de la clase a la que pertenece el nombre (¿Qué disco buscas?) o por el número de objetos (¿Cuántas camas hay?). Las formas más habituales son: qué y cuánto/a/os/as. Siempre llevan tilde. Los determinantes exclamativos son los mismos, pero indican admiración o sorpresa por las características o el número de objetos designado por el sustantivo: ¡cuánta gente!
4. LOS PRONOMBRES
Forman también una clase cerrada de palabras. Desde el punto de vista formal, excepto algunos, son palabras variables que tienen morfemas de género (masculino, femenino y neutro) y de número (singular y plural). Ejemplo: este ha venido / Estas han venido.
Desde el punto de vista léxico, se caracterizan por tener significado ocasional,
es decir, dependiente del contexto en que aparecen. Ejemplo: me lo dio. El significado de me y de lo varía según quién sea el hablante (me) y cuál sea el objeto (lo) del que se habla (un libro, un papel, un coche, un reloj...).
El pronombre es la clase de palabras que sustituye al sustantivo (por tanto,
nunca lo acompaña). El sustantivo al que el pronombre se refiere se denomina ANTECEDENTE. PERSONALES Designan a las personas gramaticales: yo (la persona que habla), tú (la que escucha) y él/ella (la persona que ni habla ni escucha). Formas:
1ª persona 2ª persona 3ª persona
singular yo, mí, me, conmigo
tú, te, ti, contigo, usted él, ella, ello, le, lo, la, se, sí, consigo
plural nosotros, nosotras, nos
vosotros, vosotras, os, ustedes
ellos, ellas, les, los, las, se, sí, consigo
Ejemplo: Pablo y José visitaron a Alba para darle un regalo → Ellos la visitaron para dárselo.
Cuando la acción recae sobre el propio sujeto que la realiza, aparece el pronombre REFLEXIVO: yo me lavo (a mí mismo), tú te maquillas (a ti mismo), él se cortó (a sí mismo). POSESIVOS Sustituyen al nombre y determinan quién posee lo que este designa. Ejemplo: es la suya. Formas:
1ª persona 2ª persona 3ª persona
masculino femenino masculino femenino masculino femenino
Un poseedor
singular mío mía tuyo tuya suyo suya
plural míos mías tuyos tuyas suyos suyas
Varios poseedores
singular nuestro nuestra vuestro vuestra suyo suya
plural nuestros nuestras vuestros vuestras suyos suyas
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DEMOSTRATIVOS
Sustituyen al sustantivo e indican la posición de lejanía o cercanía en el tiempo o en el espacio que el nombre ocupa en relación al hablante: Me gusta este. Las formas son las mismas que las de los determinantes demostrativos y, además, esto, eso y aquello, que siempre son pronombres: Aquello no estuvo bien.
INDEFINIDOS Sustituyen al sustantivo y hacen referencia a su cantidad, pero sin precisarla: Gané algunos. Además de las formas de los determinantes indefinidos, pueden aparecer nadie, nada, algo y alguien: nada me hará cambiar, ha llegado alguien. NUMERALES
Con las mismas formas que los determinantes numerales, sustituyen al sustantivo e indican su cantidad exacta (cardinales) o el lugar que ocupa en una serie (ordinales). Ejemplo: fue el primero en llegar. INTERROGATIVOS Y EXCLAMATIVOS Sustituyen al sustantivo y expresan pregunta (los interrogativos) o sorpresa (los exclamativos). Además de las formas de los determinantes, hay que añadir: quién/es y cuál/es: ¿Quién es el culpable?, dime cuál es tu favorito. RELATIVOS Hacen referencia a un elemento ya aparecido en el discurso, que se llama antecedente: el libro que me compré. Formas: que (la más común); quien/es (siempre referida a personas); el cual, la cual, los cuales, las cuales. Nunca llevan tilde.
5. EL VERBO Es una clase abierta y variable de palabras. Desde el punto de vista léxico,
significa acción, existencia, proceso o estado. Este significado lo contiene el lexema. Ejemplo: DOBLar (aumentar, ser o tener –el doble–, inclinar...), ESTar (existir o hallarse en un lugar...).
Desde el punto de vista sintáctico, es núcleo del sintagma verbal que funciona
en la oración como predicado. Ejemplo: Lola come en su casa. Come es el núcleo del predicado formado por come en su casa.
Desde el punto de vista morfológico, se compone de una raíz y de las
desinencias o morfemas verbales que le dan el significado de tiempo, modo y aspecto, así como de número y persona (carece de género, excepto el participio).
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Estos accidentes gramaticales se combinan para crear un conjunto de formas cuya sistematización crea una lista que llamamos CONJUGACIÓN del verbo, que se resume en el siguiente cuadro:
FORMAS PERSONALES
INDICATIVO SUBJUNTIVO IMPERATIVO
Simples Compuestas Simples Compuestas Simples
Presente Yo amo
Pretérito perfecto compuesto
Yo he amado
Presente Yo ame
Pretérito perfecto compuesto
Yo haya amado
Presente Ama tú / amad
vosotros
Pretérito imperfecto Yo amaba
Pretérito pluscuamperfecto Yo había amado
Pretérito imperfecto Yo amara o amase
Pretérito pluscuamperfecto
Yo hubiera o hubiese amado
Pretérito perfecto simple
Yo amé
Pretérito anterior Yo hube amado
Futuro imperfecto Yo amaré
Futuro perfecto Yo habré amado
Futuro imperfecto Yo amare
Futuro perfecto Yo hubiere amado
Condicional simple Yo amaría
Condicional perfecto Yo había amado
FORMAS NO PERSONALES
Simples Compuestas
Infinitivo: amar Infinitivo: haber amado
Gerundio: amando Gerundio: habiendo amado
Participio: amado
1. La persona
a) 1ª persona: pone la acción verbal en relación con el hablante (singular: yo) o el grupo que forman el hablante y otro/-s (plural: nosotros).
b) 2ª persona: pone la acción del verbo en relación con el receptor (singular: tú,
usted) o los receptores (vosotros, ustedes). c) 3ª persona: pone la acción en relación con cualquier persona que no sea ni el
hablante ni el oyente (singular: él, ella, ello; plural: ellos, ellas) Hay tres tiempos verbales que no presentan variación de número ni de persona;
son los llamados, por eso, formas no personales: el infinitivo, el gerundio y el participio.
FORMAS NO PERSONALES
INFINITIVO (-AR, -ER, IR). Simple CANT-AR , BEB-ER, RE-ÍR
Compuesto HABER CANTADO
GERUNDIO (-ANDO, -IENDO) Simple AM-ANDO, BEB-IENDO
Compuesto HABIENDO AMADO
PARTICIPIO (-ADO, -IDO, -SO, -TO, -CHO) CALLADO, SALIDO, VISTO, HECHO, IMPRESO.
El infinitivo puede aparecer en la oración como sustantivo y realizar las mismas funciones que este. Ejemplo: trabajar es una obligación. El gerundio puede realizar la función de adverbio. Ejemplo: salió de la escuela cantando. El participio puede realizar la función de adjetivo. Ejemplo: los niños parecen cansados.
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2. El número
El número gramatical diferencia si la persona del verbo es un individuo (singular) o más de uno (plural). 3. El tiempo
El verbo presenta tres tiempos: presente, pretérito (pasado) y futuro. Estos ponen la acción en relación al momento en que se habla: el presente expresa lo que sucede ahora, el pretérito lo que ha sucedido y el futuro lo que sucederá.
Dentro del futuro, merecen una atención especial los tiempos condicionales, que se utilizan para expresar acciones que dependen de una condición. Ejemplos:
- Si estudiara (condición), aprobaría (condicional).
- Si hubiera estudiado (condición), habría aprobado (condicional). Nunca utilizaremos el condicional como forma verbal de la condición:
INCORRECTO CORRECTO
*Si podría, jugaría. *Si querría, iría contigo.
Si pudiera, jugaría. Si quisiera, iría contigo.
4. El aspecto
Llamamos aspecto a una posibilidad expresiva de los verbos que nos indica si
el hablante entiende la acción como completa, terminada (aspecto PERFECTIVO), o bien como algo que está en proceso de realizarse, inacabado, (aspecto IMPERFECTIVO).
Los tiempos compuestos (es decir, los tiempos que usan el auxiliar haber) son
todos perfectivos:
he roto la acción de romper ha sido realizada; ya se ha completado.
había roto la acción ya había sido realizada antes de que sucediera otra cosa.
habré roto la acción de romper será realizada antes de que suceda otra cosa.
Mientras que los tiempos simples (aquellos que presentan el verbo sin el auxiliar
haber) son imperfectivos:
rompo la acción de romper se está llevando a cabo en el momento en que estamos hablando; no sabemos si esa acción se completará o no.
rompía la acción de romper se estaba llevando a cabo en el momento del que estamos hablando.
romperé la acción de romper se estará llevando a cabo en el momento del que estamos hablando.
La EXCEPCIÓN es el pretérito perfecto simple. Es un tiempo simple (no usa el
auxiliar) pero designa una acción perfectiva:
rompí la acción de romper ha sido realizada; ya se ha completado esta acción.
5. Forma
Existen formas SIMPLES, que constan de una sola palabra (canto, temía, partiré), y formas COMPUESTAS, constituidas por el auxiliar haber y el participio del verbo conjugado (he cantado, hubiera temido, habrá partido).
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6. El modo Muestra la actitud del hablante ante lo que dice. Es, por tanto, el punto de vista que adopta el hablante ante la acción verbal. Existen tres posibilidades:
- INDICATIVO: presenta la acción como objetiva (perdemos, perdía, perderá, ha perdido, había perdido...).
Los tiempos del modo indicativo
TIEMPOS SIMPLES TIEMPOS COMPUESTOS
PRESENTE (amo) PRET. PERFECTO COMPUESTO (he amado)
PRETÉRITO IMPERFECTO (amaba, reía) PRET. PLUSCUAMPERFECTO (había amado)
PRET. PERFECTO SIMPLE (amé) PRET. ANTERIOR (en desuso: hube amado)
FUTURO (amaré) FUTURO PERFECTO (habré amado)
CONDICIONAL (amaría) CONDICIONAL COMPUESTO (habría amado)
- SUBJUNTIVO: presenta la acción como algo subjetivo (quiero que pierda; ojalá no hubiera perdido; por más que haya perdido...). Expresa deseo, temor, voluntad, suposición, etc.
Los tiempos del modo subjuntivo
TIEMPOS SIMPLES TIEMPOS COMPUESTOS
PRESENTE (ame, coma, ría) PRET. PERFECTO COMPUESTO (haya amado)
PRET. IMPERFECTO (amara o amase) PRET. PLUSCUAMPERFECTO (hubiera / hubiese amado)
FUTURO (en desuso: amare) FUTURO PERFECTO (en desuso: hubiere amado)
- IMPERATIVO: presenta la acción como una orden, un ruego o una petición (piérdete; perdeos). Se emplea para dar órdenes afirmativas. El único tiempo que tiene es el presente, con dos formas:
singular: calla tú plural: callad vosotros
NOTA
Cuando se usa la segunda persona de respeto, calle usted, callen ustedes, se recurre a las terceras personas del presente de subjuntivo, pero no son formas propiamente del imperativo, es más bien un uso imperativo que se hace de ellas.
7. La voz
- ACTIVA: si el sujeto es quien realiza la acción: El jardinero pisoteó las flores. - PASIVA, si el sujeto no realiza la acción del verbo, sino que la experimenta (la padece): Las flores fueron pisoteadas por el jardinero.
El verbo auxiliar ser sirve para expresar la voz pasiva. Se conjuga en el tiempo
correspondiente (presente, pretérito imperfecto...) y, a continuación, el participio del verbo en cuestión:
ACTIVA PASIVA
La policía analizará las huellas Las huellas serán analizadas por la policía
Vio al asesino (Pret. perf. simple) El asesino fue visto (Pret. perf. simple pasiva)
Si una forma verbal es compuesta y pasiva, se conjuga el auxiliar haber y a
continuación se colocan el participio del verbo ser (sido) y el del verbo en cuestión (amado, vendido...). Ejemplo: habían sido vendidos (Pretérito pluscuamperfecto pasivo).
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3.1. Las perífrasis verbales
Una perífrasis verbal es la unión de dos o más verbos que constituyen un solo núcleo del predicado. El primer verbo, llamado 'auxiliar', aporta las informaciones morfológicas de número y persona, y se conjuga en todas (o en parte de) las formas de la conjugación. El segundo verbo, llamado 'principal' o 'auxiliado', debe aparecer en infinitivo, gerundio o participio.
Cuando decimos «constituyen un solo núcleo del predicado», queremos dejar
claro que ninguno de los verbos desempeña función complementaria o coordinadora con respecto al otro. Lo único posible en una perífrasis verbal es la segmentación en componente 'auxiliar' y 'auxiliado'. Se trata de la misma segmentación que haríamos con un tiempo compuesto de la conjugación (habría + venido).
Así, en una oración como Los alumnos tienen que estudiar dos lecciones más,
la secuencia tienen que estudiar no es segmentable en componentes que contraigan entre sí funciones sintácticas de subordinación o coordinación. Toda ella es una unidad nuclear. Eso quiere decir que, aunque haya dos verbos (tener y estudiar), solo existe un único predicado verbal. Como consecuencia, las oraciones como la que comentamos son siempre simples y no complejas. Obsérvese la diferencia entre (a) y (b): a. Esto viene a costar unos mil euros. viene a costar: predicado.
b. Juan viene a estudiar a mi casa todos los días. viene: predicado (principal). estudiar: predicado (subordinado).
La oración de (a) es simple; la de (b), compleja. Clases:
1. MODALES: Expresan 'modalidad', 'la actitud del hablante':
1.1 obligación o necesidad: TENER QUE, HABER DE, HABER QUE, DEBER, +
INFINITIVO. Ejemplos: tenemos que marcharnos, hemos de ir a clase, habrá que marcharse, debemos marcharnos. 1.2 posibilidad o probabilidad: PODER, DEBER DE, TENER QUE, Ejemplos: puede llover, debe de ser el timbre, tienen que ser cerca de las tres.
2. ASPECTUALES: Tienen que ver con 'la acción verbal'. Pueden concebirse en
su inicio (incoativas), en su transcurso (durativas), en su repetición (reiterativas) o en su final (perfectivas).
2.1 incoativas: IR A, ESTAR A PUNTO DE, PONERSE A, ECHARSE A +
INFINITIVO. Ejemplos.: él va a hablar, está para comenzar, está a punto de llover, empezó a nevar, se puso a nevar, se echó a reír. 2.2 durativas: IR, ESTAR, ANDAR, SEGUIR, LLEVAR, QUEDAR, + GERUNDIO. Ejemplos: está lloviendo, andan murmurando de tu novio, sigo cantando por las mañanas, llevo estudiando dos días. 2.3 reiterativas: SOLER, VOLVER A, + INFINITIVO Ejemplos: suele venir con frecuencia, volví a caerme en la nieve. 2.4 perfectivas: ACABAR DE, LLEGAR A, DEJAR DE, + INFINITIVO.
QUEDAR, DEJAR, LLEVAR, ESTAR, + PARTICIPIO. Ejemplos: acaban de llegar, dejé de fumar, llegó a tener tres casas...
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6. EL ADVERBIO
El adverbio es una clase de palabras invariable (no varía en género y número) que acompaña al verbo, al adjetivo o a otro adverbio. Por su constitución se distinguen dos tipos:
SIMPLES: constan de una sola palabra: hoy, así, pronto.
COMPUESTOS: están formados con sufijos (adverbios terminados en –mente a partir de adjetivos femeninos singulares: claramente, tristemente) o por dos o más palabras que funcionan como adverbio de manera permanente (LOCUCIONES ADVERBIALES): a ciegas, a hurtadillas, ante todo, en medio, de vez en cuando, de este modo...
Indican tiempo, lugar, modo, duda, afirmación, negación o cantidad y se
clasifican por su significado:
ADVERBIOS DE TIEMPO: hoy, ayer, mañana, tarde, temprano, después, aún, pronto, ya...
ADVERBIOS DE LUGAR: aquí, allí, arriba, abajo, delante, detrás, cerca, dentro, lejos...
ADVERBIOS DE MODO: así, bien, mal, deprisa, despacio, a ciegas, lentamente...
ADVERBIOS DE DUDA: acaso, quizás, posiblemente, tal vez...
ADVERBIOS DE AFIRMACIÓN: sí, también, en efecto, ciertamente, en verdad...
ADVERBIOS DE NEGACIÓN: no, tampoco, nunca, jamás...
ADVERBIOS DE CANTIDAD: mucho, poco, bastante, suficiente, nada, más, menos, muy, tan, casi, solo...
Una misma palabra puede pertenecer a clases diferentes según el contexto y
conviene distinguirlas bien. Por ejemplo, bastante puede ser determinante indefinido cuando acompaña a un sustantivo (hay bastantes pájaros); también puede ser pronombre indefinido cuando sustituye a un nombre (encontré bastantes) y adverbio, cuando es invariable y acompaña a un verbo, a un adjetivo o a otro adverbio (está bastante bien, llegaron bastante cansadas...).
7. LA PREPOSICIÓN
La preposición es también una clase de palabras invariable que se considera un morfema independiente (carece de significado léxico, pero no aparece unido al lexema). Sintácticamente, la preposición encabeza una construcción preposicional, formada por la preposición (enlace) y un término que complementa a alguna otra palabra de la oración (verbo, sustantivo, adjetivo o adverbio): llegaron a Madrid, chaqueta de pana, lejos de la casa. Las preposiciones son: a, ante, bajo, cabe, con, contra, de, desde, en, entre, hacia, hasta, para, por, según, sin, so, sobre y tras. También se incluyen durante y mediante. Las locuciones preposicionales están compuestas por dos o más palabras que actúan como una preposición: en lugar de, de acuerdo con...
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8. LA CONJUNCIÓN
La conjunción es también una clase de palabras invariable que se considera un morfema independiente. Es un morfema porque no tiene significado léxico, pero es independiente, porque no aparece unido al lexema.
La conjunción sirve para unir palabras de igual función o dos construcciones
oracionales. Por su forma, las conjunciones pueden ser simples (una sola palabra: y, pero) o compuestas (locuciones conjuntivas: por consiguiente, por tanto...). Según el tipo de relación que se establece entre los elementos unidos, se distinguen dos tipos de conjunciones:
a) COORDINANTES: relacionan elementos de igual valor, ya sean palabras
(Javier y Alba) u oraciones (estudiaremos y aprobaremos).
COPULATIVAS: y, e, ni.
DISYUNTIVAS: relacionan indicando exclusión. Formas: o, u.
DISTRIBUTIVAS: relacionan elementos que se alternan. Formas: ya...ya, bien...bien.
ADVERSATIVAS: el segundo término se contrapone al primero. Formas: pero, sino, sin embargo.
EXPLICATIVAS: el segundo término es aclaración del primero. Formas: esto es, es decir...
b) SUBORDINANTES: unen dos construcciones oracionales de distinto valor
gramatical. Veamos algunos casos:
CAUSALES: señalan la causa. Formas: porque, pues, puesto que, ya que. Ejemplo: me quedé porque llovía.
CONCESIVAS: expresa un obstáculo que no impide que se realice la acción. Ejemplo: no lloré, aunque me hice mucho daño.
CONDICIONALES: indica una condición. Formas: si (sin tilde), con tal de que. Ejemplo: si me toca la lotería, te compro un regalo
COMPARATIVAS: establece una comparación. Formas: más...que, menos...que, tan...como. Ejemplo: me gusta más viajar que ver la televisión.
CONSECUTIVAS: menciona la consecuencia. Formas: tan...que, conque, por tanto, así que. Ejemplo: estaba tan cansada que me fui a la cama.
9. LA INTERJECCION
Las interjecciones son palabras invariables, que generalmente se emplean de forma aislada de una oración ―por lo que funcionan como una oración completa―. Expresan sentimientos de asombro, dolor, molestia, amor, etc., por lo que suelen escribirse entre signos de admiración. Ejemplos: ¡ah!, ¡buah!, ¡ay!, ¡hala!, ¡ole!, ¡puf!...
Sirven también para apelar al interlocutor, o como fórmula de saludo, despedida, conformidad... y estas, en ocasiones, se escriben entre signos de interrogación: ¿eh?
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