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Los "Zoo" de João Guimarães RosaArquivo João Guimarães Rosa do I.E.B.
WASHINGTON BENAVIDES*
El descubrá~to de Guimarães Rosa, aná por ia década dei 50, a
través de "Sagarana" (1946. Editora Universal, Rio de Janeiro;
capa de Geraldo de Castro) fue un cambio de rumbo, casi mágico,
de nuestra visión-itinerario de ia prosa brasilena; con ias
probables excepciones de Macunaima de Mario de Andrade, y Memorias
sentimentales de João Miramar de Oswald de Andrade.
La fervorosa lectura dei resto de su obra, confirmó ia primera
imagen.
Estábamos ante un hombre que se proponia reescribir el universo
(su universo). Sabia, perfectamente, que su obra era "regionalista",
pero también aprendíamos que eu concepción de lo "sertanero",
distaba mucho de lo que fuese una definición corriente. En una
entrevista concedida ai crítico alemán Gunter W. Lorenz, uno de
los pioneros de ia difusión de la literatura latinoamericana en
Alemania, y uno de los más profundos intérpretes de ia propia obra
*Universidad de la Repalica, Montevideo, Uruguay.
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de Guimarães Rosa, y publicada, en traducción portuguesa, por ia
revista "VEJA" en diciembre de 1970, el escritor minero dice:
"Soy "el hombre dei sertón" un sertanero, y quien deduzca eso de
lo que escribo habró comprendido mis libros". En esta entrevista
impar (impar, ademós, porque Guimarães Rosa tenia verdadero horror
a ias entrevistas) se autodefine, comenta siempre con delicado
humor sus origenes, sus aspiraciones: "Naci, para ser preciso, en
Cordisburgo, una ciudad chiquita sin mayor interes, mas, para mi,
profundamente importante. Mós alló de que soy de Minas Gerais, soy
minero. Eso es importante, porque cuando escribo, siempre me
transporto de vuelta a ese mundo pesado. Cordisburgo: no
encuentra que esta palabra suena a cosas distantes?. Parte de mi
familia es de origen portugues, paro es un sobrenombre que en
realidad es suevo, que en ia época de los bárbaros (en Esparia y
Lusitania) todavia se llamaba Guimaranes y era capital de una
nación sueva. Por eso, ya desde el origen, tango afinidad coo todo
lo que es amplio, desconocido. Los suevos eran un pueblo nómade,
~los celtas. Este destino, que marcó profundamente ia psique de
Portugal y de su pueblo, es ia causa, tal vez, de que mis
antepasados se agarraran tan desesperadamente a aquel pedazo de
tierra llamado sertón. Yo tambien me agarro a él con IlEas y clientes..
Por ese motivo acepto plenamente que me consideren un escritor
regionalista,casi toda ia literatura brasileãa es regionalista, sem
de un regionalismo orientado mós hacia Bahia o para el sertón. De
ahi se concluye que es imposible separar mi biografia de mi obra.
Soy regionalista porque el pequeEo mundo del sertéin, ese mundo
múltipla y primitivo, constituye un simbolo para mi, tal vez,
hasta el modelo de mi propio universo.." Mi biografia personal
no revela mucha cosa: tuve una vida normal. Si, es verdad: fui
medico, rebelde, soldado. Fueron etapas hasta importantes de mi
vida, y, pensando bien, asa sucesiOn representa por si sola una
paradoja. Como medico, aprendi el valor místico dal dolor, como
rebelde, cl valor de ia conciencia, como soldado, el de la
proximidad constante de la muerte. Son categorias de valor, que
constituyen, como dica el seãor, ia estructura dorsal de Gra:n
Sertón: Veredas, como tres revelaciones contenidas en asa novela.
Paro hay otras de las que hablaremos min. Por ahora quede claro
que asas tres experiencias formaron mi mundo interior, y para que
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no se piense que es todo asi, tan simple, debo agregar que
tambien la diplomacia, el trato con caballos, vacas, religiones
e idiomas, contribuyeron a plasmar mi mundo. Puede parecer una
combinaciOn extraria, pero é.que no es extrario en la vida?".
Mas anã de que podemos encarar la vida como un coleccionista de
'insectos que clasifica abejorros. Una vaca y un caballo son seres
maravillosos. Mi apartamento (en Rio) es un museo de cuadros de
bueyes y caballos. Quien ya lidiO con vacas y con caballos aprende
mucho de útil para su propia vida y para la vida ajena. Eso puede
espantarlo, pero lo que yo soy es medio vaquero; cuando alguien
me cuenta hechos trãgicos, respondo: "Si usted mirase los ojos
de un caballo, cuónta tristeza del mundo veria en ellos!" amo me
gustaria que el mundo fuese poblado solamente por vaqueros seria
óptimo para el mundo. Hablando bien,comence desde muchacho a escribir,
pero sói.° relativamente tarde es que comence a publicar algo.
é.Sabe una cosa? Nosotros, gente del sert6n, somos contadores de
historias desde que nacemos. Contar historias forma parte de nuestra
sangre, es un don de la cuna que recibimos para el resto de la
vida. Desde la infancia convivimos siempre con las historias
coloridas contadas por los viejos, como los cuentos infantiles y
leyendas, y finalmente crecemos en un mundo que, frecuentemente,
nos parece un cuento maio, cruel. Por eso nos acostumbramos desde
temprano a la imaginación y elle despues se integra en nuestra
carne y en nuestra sangre, formando parte hasta de nuestra alma,
pues sertón simboliza tambien el alma de quienes lo habitan. No es
de admirarse que desde temprano la imaginaciOn surja entre
nosotros. Mi Dios ulue mós se puede hacer em las horas libres del
sertón cuando se tienen horas libres sino contar historias?. Que
de orejas abiertas, escuche mucho y comence a modelar mi ambiente
en forma de historias fantãsticas, pues eso es mi medio ambiente
en su intimidad: la substancia de um cuento de hadas. Fue lo que
fue, al principio de forma instintiva y mós tarde en forma
conciente y ponderada. Dije para mi mismo que no se puede crear
"literatura" con el material del sertOn. SOlo se puede escribir
a su respecto en forma de leyendas, cuentos en donde impere la
fantasia, las confesiones personales. No es indispensable abordar
la literatura desde un punto de vista intelectual "a priori". Eso
viene naturalmente, mós tarde, cuando el ser humano madura, cuando
todo se funde en el, em una personalidad individual, es~neimente. Peno
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quien fue creado en un mundo que es literatura pura, bella,
genuina y real, si tuviese una chispa de talento para escribir
tiene, forzosamente, que comenzar a escribir un dia. Es una ley
de ia naturaleza. Mi biografia, mi biografia literaria,
principalmente, no debe estar atada a fechas como Cristo preso
en la cruz. Al escribir descubro siempre un trozo nuevo de la
eternidad. Vivo en la eternidad, para mi el momento no cuenta. Al
escribir repito experiencias pasadas (de otras encarnaciones). Y
para estas dos vidas no me basta un solo vocabulario. O mejor: yo
quisiera ser un yacare del Rio San Francisco. Un yacare viene ai
mundo como maestro de metafisica, pues para el cada rio es eloceano, un mar de sabiduria, por más que el tenga cien anos de
edad. Hien que gustaria de ser un yacare, porque adoro los grandes
rios, que som profundos como el alma humana: en ia superficie son
claros y hemos de vida; en el fondo son tranquilos y oscuros como
el sufrimiento humano. Y hay otra cosa todavia que yo adoro en los
grandes rios: son eternos. Realmente, rio es una palabra paramágica
nombrar la eternidad. &Sio para quien juzga que el momento pasajero
no es nada, para quien está en ia eternidad como en su elemento
natural como es con el yacare, que ya vivi() hasta hoy dos vidas,
sOlo alguien asi puede hallar ia felicidad y, lo que es másimportante, conservaria.."
Importaba ia larga transcripción de esta entrevista, que traducimos
hoy ai castelhano, por la indudable calidad de las confesiones-
revelaciones dei escritor minero.
Guimarães Rosa lo sefiala, su biografia literaria no debe estar
clavada a fechas. El hechizo de la "reencarnación" lo vuelve a la
fauna de sus "Gerais" amados (tema dei yacare) o a la sabiduria
natural de sus paisanos contadores de cuentos, o a los animales
(casi bíblicos) de su sertón: el caballo, ia vaca. Todo ello
transmutado em una filosofia que armoniza asa trinidad
experiencial de su vida: medico (rural), rebelde y soldado. En
una carta ai embajador Antonio C. Camara Canto, noticiándolo de ia
cercana edición espaãola de su Gran Sertón: Veredas, le recuerda
que "el libro tambien es un poco tuyo; é .no lo fue?. Primero, por
cuanto sana principalmente de aquella sertanera excursión, para
ir a buscar y acompaEar, durante dieciseis dias, una tropa, allã
em las sanfranciscanas regiones dei Bajiode =Ia Sirga y é.te
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acuerdas?, el "vaquero" Guimarães Rosa fue equipado en parte por
ti: con bombachas, cantimplora y capa, ademãs de los consejos de
baqueano experimentado, en aquellas valiosas conversaciones
nuestras, en la Secretaria General, de ias cuales tome ricas notas
y que en mi memoria afectiva estãn presentes. Despues, porque, en
el propio texto de la novela, figuran varias observaciones, aqui
y alli, dimanantes tambien de tu viva experiencia de campo y
campiEas de cria, de ia vida a caballo, valiente y fuerte. La
"memoria afectiva" de Guimarães Rosa, sus famosos cuadernos que lo
acompanaron siempre, desde su esforzada tarea de medico rural, y
que serãn el registro de ia cantara interminable dei sertón. "No
me gusta hablar de la infancia" dijo el escritor minero en una
entrevista: "Es un tiempo de cosas buenas, pero siempre con
personas mayores molestãndole a uno, interviniendo, estropeando
los placeres. Recordando los tiempos de nifio, veo por allá un
exceso de adultos, todos ellos, incluso los mãs queridos, a manera
de soldados y policias dei invasor en ia patria ocupada. Fui
rencoroso y revolucionario permanente, entonces. Ya era miope,
y ni siquiera yo, nadie lo sabia. Me gustaba estudiar solo y jugar
a ia geografia. Pero el tiempo bueno de verdad sOlo comenz6 con iaconquista de algún aislamiento, con ia seguridad de poder meterme
en un cuarto y cerrar la puerta. Echarme en el suelo e imaginar
historias, poemas, novelas, poniendo de personajes a todos mis
conocidos, mezclando las majores cosas vistas y oidas". Vamos
conformando con ia palabra dei propio autor, el magma de su
creación, y de cOmo fue estibando - cuadernos y memoria mediante -
"las majores cosas vistas y oidas".
En esa misma entrevista, confesaba su anhelo de "escribir un
tratadito de juguetes para ninos pacíficos". No pudo hacerlo
completamente, aunque de su mucho amor por los nirios, quedan los
admirables personajes de Dito y Miguelin en Campos Generales novela
que integra el "corpus" de Corpo de Baile (1957) y la serie de
Jardines y arroyitos editado postumamente en Ave-Palabra (1970.
Jose Olympic) ed.). La muerte, como un "yagunzo" traidor de su
Gran Sertón: Veredas lo esperaba en 1967.
Y ahora cerremos esta introducción y su "mamona afectiva", con la
siguiente constatacirn: dificilmente encontraremos en otro autor,
una presencia tan soberbia y múltiple de la naturaleza (su
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naturaleza sertanera) como la hallamos em Guimarães Rosa. Pero
una naturaleza que comparte una diversidad de aproximaciones: ia
romãntica (reflejo dei hombre, "Cada paisaje es un estado de alma"
F. Amiel, etc), ia naturalista (y sus fragmentos de vida); ia
expresionista (que exacerba el reflejo romãntico y lo introduce
en ia doble categoria de fãbula metafísica o alegoria social); la
folklórica (que es el simple y complejo habitat y es el
trasmundo religioso).
Guimarães Rosa que "estudiaba idiomas para no ahogarme por
completo en la vida dei interior"; que consideraba que Goethe,
Dostoievski, Flaubert, eran sertaneros (porque su lwigua4 e estaba en el
Aabla dei sertón, no en el sentido filológico pero si en el
metafísico dei termino). Que senalaba "Em esta Babilonia de
valores espirituales en que vivimos hoy en dia, cada autor debe
crear su propio diccionario, ninguno escapa a este desafio, so
pena de no estar a ia altura de su tarea como escritor".
Por eso, nuestro trabajo tratarã de combinar la búsqueda formal
(permanente) de Guimarães Rosa, y la también permanente
"animalia", dispersa por los "campos generales" de su narrativa,
apresada em el sert6n, en la vereda, em el rio o el mato
(apresada en sus voluminosas libretas); contemplada con una
especie de arrobo compasivo en los numerosos "Zoo" que visit6,
con un espíritu semejante ai dei familiar que visita ai condenado
(inocente) ai presidio. Tambien deben sumãrseles los "Acuarios",
algo menos numerosos, pero presentes en Ave-Palabra. Todos los
sentimientos de un hombre afloran en la contemplación de esa vasta
fauna. Desde el humor (la bonhomia típica en Guimarães Rosa,
pasando por otros estados hasta el mismisimo "humor negro" o el
"sin-sentido"), desde ia acerba crítica (reflejo?) hasta llegar a
las honduras dei amor y ia tragedia.
" yo QUISIERA SER UN YACARE DEL RIO SAN FRANCISCO"
En 1937, lleno de afioranza de su pago, Guimarães Rosa escribe los
relatos de Sagarana (en ellos estã contenido el mundo narrativo que
luego desarrollarã em el resto de su obra). La riqueza
experimental de eu lenguaje, donde se encontraban regionalismos,
neologismos, y una visión inédita dei mundo exterior, fue
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concretada em siete meses de trabajo "de exaltacien, de
deslumbramiento". Se presenta a un concurso con su libro y saca
el 29 premio.
No lo edita, y ai parecer casi 10 olvida. Mientras tanto estalla
la 2 Guerra Mundial, y en 1942, cuando por razones de su labor
diplomática, Guimarães Rosa se encuentra en Alemania, Brasil rompe
com Alemania, y el escritor, junto com otros diplomáticos, es
internado en Baden-Baden. Alli conoce al pintor Cícero Dias, a
quien amestra loa originales de Sagarana, este se entusiasma y
anima ai escritor a publicarlo. Luego de su liberacien (canjeado
por diplomáticos alemanes), vuelve a trabajar sobre el material de
Sagarana y en 1945, em cinco meses de arduo esfuerzo, rehace
completamente el libro, suprimiendo dos relatos. Y en 1946, ia
Editorial Universal lo edita, recibiendo premios y una sostenida
aceptacien critica. Em los nueve relatos que integram su "corpus"
el arte de contar, que como vimos, Guimarães Rosa destacó como
propio dei "hombre dei sertón", circula poderoso em una
"hidrografia" vitalisima. Los episodios llenos de interes, los
enredos, los retratos de personajes extranos (atípicos que
fascinaban ai autor), y sobre todo, una animalia, que nos seduce
desde el relato inicial "El burrito Pedres" (protagonista el miamo)
y que pia, canta, muge, ladra, etc, desde todos los rincones dei
libro. Podriamos ejemplificar com sectores de dos relatos
antolOgicos: "San Marcos" (que tradujimos con el poeta Eduardo
Milán: "Con el vaquero Mariano" (ed. De ia Banda Oriental, 1979.
Montevideo) y "La oportunidad de Augusto Matraga" "Ed. Galerna,
1978. Buenos Aires. Traducción de Juan Carlos Ghiano y Nestor
Kravy. Em el primero (San Marcos), la preocupacien de "mirar ai
mundo" advierte constante en Guimarães Rosa, ia obsesiOn de la
ceguera, recuerdese que de nino el escritor padeci6 (sim saberio)
una severa miopia. Miopia que luego se transformará, en el
magnifico final de "Campo General", en el deslumbramiento de
Miguelin ante el mundo verdadero, nítido, perfecto.
Cuando el protagonista enceguece por obra de um "hechizo" en medo
del "mato", ahl el mundo exterior se acrecienta, a traves de
cantos, olores, rumores, roces o choques: "Entonces, pense en un
eclipse total, em cataclismos,en el fin dei mundo. Continuaba, sin
embargo, el desgranarse de trinos de los pájaros; el patativo,
131
cantando clósico ai borde dei bosque; mós lejos, las palomas
cenicientas,penando sollozos; y aqui ai lado, un arazari, que no
musica: ensaya y re-ensaya discursos irónicos, que va
taquigrafiando con esmero, a punta de pico en la corteza dei
órbol, el picapalo-chanchón. Y a ése yo estaba adivinando:
roji-verde, vertical, copetudo, trepando por el tronco de ia
embaúba, apuntalóndose en la punta dei rabo también. Taquigrafia,
si, pero, para no perder tiempo, va comiendo otrosi las
hormiguitas tarús, que salen de los entrenudos de ia embaúba,
aturdidas por el rataplón. Y, pues, si todos continuaban
trabajando, ningun bichito tuvo su susto. Por lo tanto... Estaria
yo...? é.Ciego?.." "Un tiempo estuve asi, que debe haber sido
largo. Oyendo. Que pasara toda mi atención a los °idos. Y entonces
descubri que me era posible distinguir el chillido dei paturi dei
chistido dei ariri,y hasta disociar ias corridas de los apereãs de
los saltos de los coaties, todas jugando en ias hojas secas".
Los dos fragmentos escogidos ya manifiestan el propósito dei
escritor (de 38 anos por entonces) de recrear ia simple presencia
de ia fauna, vistiéndola de una real representación de cada
animal, ya sea recurriendo a los valores onomatopéyicos, a las
singularidades de la especie que, a su vez provocaban en ia
escritura roseana, nuevos códigos de acceso a -ésa naturaleza
"mógica" y de verdadera reencarnación: "Yo quiero ser yacaré.."
En "La oportunidad de Augusto Matraga" relato dei que nos dice
Rodolfo Alonso, "los legendarios cangaceiros, inolvidables
bandoleros campesinos que habitan las mitologias de ias gentes de
su pueblo, el esplendor tropical del mato, el mundo dei sert6n,
los pójaros, los aromas y ias flores, los giros coloquiales y los
accidentes dei terreno, los recuerdos de hechos histórico-politicos
y las ensonaciones de la magia y de la superstición, el paisaje
exterior e interior de su Brasil (el grande y el pequeno, el de su
pais y el de su provincia, y a ia larga tambien el de toda nuestra
Latino América), se han vuelto gracias ai genio de Guimarães Rosa
mucho mós que una mera obra literaria: una verdadera evidencia, el
objeto palpable, sensible y gustable de un contacto humano y
apasionado, afectivo, sensual y comunicante. Algo asi como ia
Poesia". Adviértase en el pasaje que transcribiremos cano la
pajareria presente no saio anuncia el fin de la época de lluvias,
132
sino que también subraya el renacer de Augusto Matraga y la
proximidad de ésa, su tan deseada "oportunidad", que cambiar ã su
destino: "de pronto, en lo alto, ia mafiana nó una carcajada de
golondrinas y papagayos, metiendo ruido, partiendo vidrios,
estallando en risas. Una bandada ray8 el cielo. Y otra.Y luego, otra
más baia que ias anteriores, con ias golondrinas alborotando y
chillando, incapaces de adaptarse a ia seriedad dei coro.
Luego un grupo verde azulado, más sobrio em los gritos, de
hileras imperfectas.
- ;Oh, ven1an los maracanes:
Y más golondrinas. Y otra vez los inflados maracanãs.
- ;Que me lleve el diablo, nunca pense que habría tantas:
Y luego los periquitos, los periquitos de ganidos ai cual más
desafinado, una escuadrilla sobrevolando a otra..Y, ai mismo
tiempo, de vez em cuando, una pareja de papagayos celosos y
discutidores. Todos ten1an mucha prisa: los únicos que interrumplan
por momentos el viaje eram los alegres ararãs, los diminutos
ararás de cabecitas amanhas, que nunca tomaban nada en serio
y hasta se permitieron moi ar ai correctísimo mamey, descansando
de a pares, sim soltar sus alaridos ";rrrl:, ;rrrl:" (obra citada,
trad. J. C. Ghiano y Nestor Kravy).
Em 1956 aparece Corpo de balle,reuniOn de nada menos que siete
novelas, em dos volúmenes. A ia manera dei "fandango" o baile
popular que reunia bajo ese nombre una variadísima serie de
danzas y ritmos. Esta serie de novelas unidas por el escenario
minero, de inmensos chapadones, horizontes inacabables, y una
naturaleza en perpetuo cambio, estarãn habitadas por los queridos
atípicos de los relatos y novelas de Guimarães Rosa: ninas, locas,
mendigos, cangaceiros, vaqueros. Paulo R6nai dice ai respecto:
"Ellos som quienes formam el elenco em um teatro donde no existe
completa separaciOn entre el escenario y el público, el autor y
los protagonistas". Ya hemos destacado em esta serie ia
importancia de "Campo general" com ese nino Miguelín, miope sin
saberlo (como el autor) que descubre, entre otras cosas, la
perfecci6n dei mundo exterior, tan opaco antes, por obra y gracia
de um par de lentes. Ese Mutún remoto, que sere el escenario de
ia historia, brota (no hay mejor manera de definirlo) de ia
escritura roseana,incontenible, protagónico. La "animalia"
133
predilecta dei escritor minero, aparece prãcticamente a travesde toda la novela. Toda ella poblada de una fauna y florainterminable y variada. aspecteculo variopinto solamente? Creemosque no. Los animales, domésticos o salvajes, jalnes parecen en lashistorias roseanas aditamentos, descansos de la acción. Por elcontrario, movilizan el discurso, sugieren o subrayan ia historia,como la perrita "Gota-de-Oro" de Miguelin, también llamada"coruja" (es decir: lechuza) con esa estrafalaria poesia de ialeyenda en ia imaginación de un nifio. O la fuerza de ia caceriade "mulitas" en ia traducción de Pilar COmez Bedate denominada"armadillo": "Tan gordotes, tan listos, y estaban asi saio paramorir, ia gente iba a acabar con todos? El armadillo, cuandocorria sorprendido por los perros, hacia aquel ruidito con sucaparazón, ias chapas escalofriadas, pobrecillo: casi un subido.Aqui: Los perros se enmascaraban de un demonio. El armadillo corriacon el rabito levantado abre que te abria, excava el agujero yabate sus escamas de un solo golpe, entrando por alli, tandeprisa, tan deprisa y Miguelin ansiaba ver cuerido el armadilloconseguia huir a salvo". (Es ia misma actitud compasiva que denotarãel autor por ia suerte dei ratoncito blanco, condenado a iascobras, en el "Zoo"). Un aire casi de Lewis Carroll flota en iadescripción del gato "Cuocu6"; un aire compartido por la realidady la conseja minera: "Tania los dientes graciosos, tan blancos, derepente ocupaban asi mucho sitio, blancura que se sobrepasaba. Elgato Cuocu6. Porque Tomecino, cuando era més pequefiln, leensefiaban a decir:g'a-to, pero su lengüecita sói.° alcanzaba a deciresto mismo: cuó1. El gato vivia selo en ia cocina, sobre el montemde mazorcas o junto ai rescoldo, o andaba por el jardin o elhuerto. Alli los perros lo dejaban. Paro cuando queria saiir ainatio, delante de la casa, se juntaba ia perreria, el sagaz gatorebotaba a cualquier parte, subia descarnado a los travesafiospero embravecido tambien, se aferraba alli con las ufiascreciendose y rebufando, su rabia provocaba un retroceso de losperros. J.Porque no lo designaban un nombre verdadéro de gato enlos cuentos?: Papa-Rata, Sigurin, Romano, Alecrin-Romero, oMejores-Agrados? Si se llamase Rey-Bello.. c:No podia ser? TampocoCuO-Cu6 siquiera le llamaba nadie: un gato no tenha nombre, ungato era lo que casi nadie apreciaba. Paro él mismo se bacia
134
valer, con los ojos encima dei duro bigote, duerio-sefior de si.
Dormia lo hueco dei tiempo. Le parecia que como vale la vida es
durwiendo. Rey-Bello.." Otro fragmento, menudo y significativo
transcribiremos, donde se probaria lo que Paulo Rõnai sefiala dei
crecimiento de la aventura escrita, dei cOdigo, cada vez más
sutil, dei minero: "Bebiendo a dos manos en la rica fuente de la
lengua popular de Minas Gerais, João Guimarães Rosa extiende ia
aplicación de los procesos de derivación y de las tendencias
sintácticas dei pueblo, muchas de ellas ni siquiera registradas,
y crea una lengua propia, de gran fuerza envolvente. Obedeciendo
una veces a la exigencia intima de una expresividad y matizaciOn
infinitas, otras a un sensualismo juguetón que se complace en
nuevas sonoridades, somete ai idioma a una verdadera atomizacién.
La invenciOn de onomatopeyas sin cuento, ia libre permuta de
prefijos verbales, la atribuciOn de nuevos regímenes, la osada
inversiOn de las categorias gramaticales, ia multiplicaciOn de las
des , nencias afectivas, son algunas de esas fecundas arbitrariedades
que, más de una vez, se abonan en ia práctica de otros idiomas,
cuyas reminiscencias el poliglota no siempre supo o guiso
reprimir".
El fragmento que antes seRalábamos de "Campo General" es una
súbita tormenta que cae sobre el Mutiln: "Que la tronada retumbaba
a mal. - "Está con tos..", dijo uno de los cavadores. Pobres de
los pajaritos dei campo, atolondrados. Las llorosas, tan menudas,
azulitas ai sol, tirintintin, con brillos, miei de ia major,
maquinita de buen-cantar..". En "Una historia de amor/La fiesta
de Manolón" entre ias muchas formas ya serialadas de acceso dei
mundo animal, creemos descubrir una aproximaciOn de Guimarães Rosa
a los recursos dei "cuento psicozoolOgico" creado por el
guatemalteco Rafael Arévalo Martinez (recuérdese su cuento" El
hombre que parecia un caballo" (1914), cuando Guimarães Rosa para
definir ia presencia de un hombre-bicho, um casi salvaje, Juan
Urugen que desciende de las bre/ias a ia fiesta de Manolón, nos
dice: "De aquellas brenas lo que sele es el gavilán-pie-de-sierra,
que es el mayor de todos, violeta oscuro, el pecho blanco, muy
grande, las unas grandes, se dice que es un águila; este
gavilanzõn rueda por los Generales, por el Bajio, paro vive en el
mismo pie-de-sierra, em los paredones de la montaria: de alli viene
135
volando, el cuerpo Ileno todo de aire". O sea el hombre-bicho,
el gavilanzón Juan Urugen. En "Urubuquaqué" el propio título de
ia novela, define la presencia de los buitres o "urubús" (los que
nesotros lIamamos - mal - cuervos) pues el título significa
"sitio de los urublis". Uno de sus personajes principales,
Gorgulho, también de la casta de los Atípicos, descrite con
precisión a los "urubtles" en su gruta: "Habia veces que subían al
aire, uno llamaba a los otros, golpeaban las alas, oscurecían el
lugar. Alguno se quedada quieto, descansando sus plumas, las que
cosian, con agujas y con hilo negro, parecia. Pardos son la cara,
igual ia cabeza y el cuello. Pero, poco antes, todos estaban ahí,
en multitud, ocasiones de hacer pareja. Los buitres, sin sombrero,
bailan su baile. Cuando de hacer el amor se trata, una especie
de danza, las patas flojas, sin pies, como si el suelo quemara, en
un movimiento soplado, de quien estuviera por ahogarse en medio
dei aire. O si no, posados, muy vivaces, todos rodeados. Negros,
de ese negro a lo ceniza, un negro que agujerea y que le roba algo
de vida a los ojos de la gente.." La exacta definición comparte
sus reales con ias mãs audaces imãgenes: "descansando sus plumas,
las que cosian, coo agujas y con hilo negro, parecia.." (trad.
Estala Dos Santos . Seix Barral. 1982) En la definición (ardua)
dei personaje principal de "Cara-de-Bronce" a ' cargo de los
distintos vaqueros, reaparece el "psicozoologismo" ya citado,
aqui con lógicas referencias, a cargo de los vaqueros, de su
habitat y los animales conocidos: "tigrazo de hombre", "Todo él es
de osamenta de cebil: ia arqueadura..", "A punto: es orejudo,
cornicacho, de orejas vistosas". "Los ojos son negros. De un
negro murciélago", "Ah, y los belfo á muy finos", "Eh, espia el
humeo dei eira en los alientos dei caballo.." = "Malo como un
buey quieto, que todavia no se ha dado a conocer.." (trad. Angel
Crespo). - Uno de los tres acãpites de esta novela, atribuido a
João Barandão de sus "Cantigas de Serão" uno de los tantos
heterónimos de Guimarães Rosa, dice así: "Yo soy la noche bacia
la aurora, / piedra de oro en el camino: / sé la belleza dei sapo,
/ ia regia dei pajarito; / conozco ia seriedad de ia rosa, / el
juego de los espinos". (trad. Estela Dos Santos). Creemos
innecesario destacar la lección y la pista que nos da el autor con
esa cantiga, tan "inocente".
136
Entrar ai mundo de "Gran SertOn: Veredas" (1956) es entrar ai
verdadero mundo.
El extenso, expresivo, coral, monólogo dei ex-yagunzo Riobaldo,
pareceria agotar las posibilidades dei discurso. Pronto sabremos
que no es asi. Deseariamos adjuntar sólo unas pocas y definitivas
palabras dei critico Adolfo Casais Monteiro sobre dicha obra: "El
redimió el estilo de ia novela y consigui6 que su prosa no fuese
tan sói° el tartamudeo de una narración: pero si ella propia
realidad, ella propia autenticidad,ella propia una parte
fundamental e inseparable de ia realidad novelesca". Ya Guimarães
Rosa había dicho a Gunter W. Lorenz:
"Sólo se puede renovar el mundo renovando ia lengua".
No es el propósito de este trabajo penetrar todos los rincones,
los enigmas y las claridades de tamario discurso. Pero si
desearíamos observar, nuevamente, el valor dei titulo de ia obra:
"Gran Sertón: Veredas". Es, nuevamente, la naturaleza la gran
protagonista de esta historia de traiciones y trueques, de
búsquedas metafisicas y físicas, de pactos de amor y pactos coo el
demonio, (recuerdese el subtítulo: "El diablo en ia calle, en
medio dei remolino.."). La naturaleza sertanera, claro. Ya lo dijo
el autor: "soy regionalista".
Y exactamente, ia naturaleza de ias "veredas" o vallecitos que
acompafian los cursos de agua dei sertOn. Fuentes de vida. J. M.
Parker ha dicho ai respecto: "Según Wasserman, ia realidad es
siempre, para el artista, una cosa creada sin existencia a priori,
y Guimarães Rosa, partiendo de la nostalgia y de la persistencia
dei observador cuidadoso y coleccionador de los nombres líricos de
ia flora y la fauna, ha creado un "sertão" lleno de poesia, como
realidad o mundivivencia de sus novelas y de su bello romance
"Grande Sertão: Veredas" ("Rombos de ia novela brasile/ia
contemporânea: 1950-1970" J. M. Parker, licenciado por ia
Universidad de Cambridge en Lenguas Românicas). Julio E. Miranda
hablaba de "ias palabras como dinamismos" en el discurso roseano.
Nos dice: "Para él (Guimarães Rosa) ias palabras no son cosas,
realidades cerradas con su contenido estético, sino dinamismos,
posibilidades dinâmicas. Se retorna a la primariedad maleable; de
ahi ias infinitas posibilidades. Las palabras serão sugerencias,
perfiles, indicaciones, pistas de algo que se nos va dando poco a
137
poco, casi por sedimentación de frases, algo asi como una
llovizna". Entre incontables ejemplos elige algunos: "pájaros
volando en ciernecierne". "Uma rana feosa", y unos saltamontes
saltan, tienen un estalladito, tlic, me figuraba que era de las
estrellas removidas, tiquetique suyo cayendo en mis espaldas".
"El murciélago es bicho que guarda muchos frios en el cuerpo",
Diadorim (la muchacha disfrazada de hombre) que provoca las
mayores confusiones en el protagonista, ama los pájaros. A través
de ese amor, Riobaldo también llega a quererlos mucho: "El rio..con
un banco de arena amanha y una playa ancha: mafianeando, allí
estaba relleno en instancia de pájaros. El Reinaldo (Diadorim)
mismo llamó mi atenciOn. Lo común: aquellas garzas enhileradas, de
toda blancura, el yaburil, el pato verde, el pato negro, moriudo;
anaditos danzantes; martín pescador; somormujo; y hasta unos
urublIes, con aquel triste negro que mancha. Pero mejor que todos,
conforme el Reinaldo dijo el que es el pajarin más bonito y
graciosito del rio abajo y el rio arriba: el que se liana manolito-
del-banco."; "Sertón siando dei sol y de los pãjaros: urublles,
gavilanes que siempre vuelan a las inmensidades. Travesia
peligrosa, peno es la de la vida". Cuando Diadorim ensefia a
Riobaldo los andares de la pareja de avecillas "los manolito-del-
banco", de amores le habla: "Vigila como som esos.. "Es aguei:
lindo!" "Era el manolito-del-banco, siempre en pareja, yendo por
cima de la arena lisa, con altas piernecillas rojas, ellos,
sostenidas muy atrás trasera desempinaditos, pechugones,
escrupulosos catando sus cosillas para comer alimentación. Machito
y hembra a vacas se daban besos de piquinquin, su galleito.
- "Es preciso mirarlos com todo cariRo.." Dijo el Reinaldo. Lo era".
En una obra atípica: "Con el vaquero Mariano" reportaje-cuento
poético, logrado luego de una excursión ai Mato Grosso de donde
regresa mejor que com piei de onze o plumas de arara con este
documento admirable de su amor por el mundo dei vaquero
(recuerdese su frase de la entrevista con Gunter W. Lorenz: "Me
gustaria que el mundo estuviese poblado por vaqueros".) y su
habitat incomparable. El meollo poético de este "reportaje" se
descubre em cualquier pasaje del mismo, obsérvese ia vivisima
descripción de um rodeo. Nada aqui pertenece a aquella estática
(fotográfica?) descripciOn dei naturalismo, que, por ias trabas de
138
um convencional volvia pieza de museo ai vivo animal que pretendia
fijarse con palabras. Guimarães Rosa encuentra "el mango" dei
relato: "Los animales toros, bueyes, terneros, vacas traídos
grupo a grupo y reunidos en un solo rebano, redondo, en medio
dei campo Ilano, oscilando y girando con ondas de afuera hacia
adentro, y dei centro a ia periferia, y los vaqueros parados a ia
distancia o cabalgando en círculos, o cruzando galopes, como
oficiales de una batalla antigua, buscando, separando,
conduciendo pero siempre vigilando ia inmensa bomba viva, que
amenaza astillarse y explotar en cualquier momento, y que
persevera en la resonancia de mugidos: fino, grueso, lejos, cerca,
fuerte, flaco, fino grueso..". Y esta hermosa contemplación de la
noche dei Pantanal: "El cielo estaba extenso. Lejos, los carandãs
bloques mãs negros de un solo contorno. Las estrellas paraban
rodeo: estrellas grandes, prOximas, desengastadas. Un caballo
relinch6, quebrado a la distancia, repitiendo, los grillos, mil,
mil, se telegrafiaban: que el Pantananno duerme, que el Pantanal
es enorme, que las estrellas van a lloVer.. José Mariano caminaba
yendo, con andar bamboleante, cabeza baja, rumiando su cansancio.
Se abria y unia, con él - vaca negra - ia noche, vaca". Casi
abriendo ai azar, el reportaje-poema, encontramos ias gustosas
descripciones, los inventarios temblorosos de vida: "Retomamos
la marcha, repetíanse los paisajes. Los mismos albardones, entre
largos matos y grupos de palmeras, los siempre seguidos campos-
puntuados de barrizales y arenones, salinas y esteros, rayados de
"corixos" y marismas el pasto franco, en que el ganado huelga en
familias promiscuas, o donde los bueyes palustres perinvernan. El
ladrido de los sccós, los tuyuyés de plastrón bermejos; el pollo
de agua, volando de pico em ristre; revuelos los de ias espátulas,
como palios color-de-rosa- Los toros enlotados expontãneamente.
Las vacas tolerantes, remugiendo, desdenadas Pasifaes. El pio
blanco de ia piririta. °sarnentas tristes, jugadas en lo verde. Los
bueyes, formando constelaciones o largos rebanos caminando hacia
la aguada, uno de pos en uno, tras atrás. Pasto-blanco,
pasto-colorado. Baldio, el soluble cielo. Y ias garzas, virgineas,
regias, o procesiones de almas en sudarios. - Txiu, txiu - cantaba
el cancao,negro y blanco, de espaldas azules. El juan-cabral,
pequeno, ceniciento, gorjeaba y abucheaba: - Tchõ-tché-tchi5-tchã,
1 39
tch6-tchau! Y oculto, el carao ;ca-rao! ca-rao que
acostumbra cantar ia noche antera, en la orilla dei corixo donde
habita".
"Primaras historias" (1962) daba razón a los que suponlan que el
mago João tenta en su alquimia personalísima muchas cosas que
crear o recrear como buen demiurgo. Los veintifin breves cuentos,
que para algun crítico eran las veintiuna piezas de un gran
rompecabezas narrativo, ensamblada cada cual en su justo e
irrepetible lugar; sorprenden a cada paso, obligan ai lector ai
asombro y el placer. Demãs estarã decir reaparecen que nuestros
viejos amigos: atípicos personajes, bandoleros, nifios, sitios dei
trasmundo o paraísos posibles. En el cuento inicial: "Las mãrgenes
de la alegria" (siempre lo referencial-gustoso a los rios), El Nifio
(protagonista) se enfrenta a un pavo: "El pavo, imperial, le volvia
la espalda para recibir su admiración. Hizo estallar ia cola y se
infló, haciéndose rueda: el raspar de ias alas en el suelo -
brusco, rígido - se proclamó. Glugluteó agitando el abotonado
grueso de las rojas carúnculas; la cabeza posela matices de un
azul-claro, raro, de cielo y tãngaras, y él, completo, torneado,
redondón, todo esferas y planos, con reflejos de verdes matales
en azul-y-negro el pavo para siempre. ;Ballo, bello! Tania
alguna cosa de calor, poder y flor, un desbordamiento. Su ríspida
grandeza tronante. Su colorida soberbia. Satisfacia los ojos, era
de sonar trompetas. Colérico, erizado, andando, glugluteó outro
El Nifio rio, con todo el corazón". Incansablemente,
Guimarães Rosa describe y recrea. Para cada animal su "tempo"
descriptivo. Lento en el pavo, sinuoso y saltarin en el pasaje
siguiente dei mismo cuento: "Iban en jeep, iban a donde seria el
rancho dei Ipé. El Nino en lo íntimo se repetia el nombre de cadacosa. El polvo le da albricias. El malvón dei campo, los lentiscos.
Los adelfos de la pelusa. La culebra verde cruzando la carretera.
El ãrnica; en candelabros pãlidos. La aparición de los
papagayos. Las pitangas y su gotear. El venado campero: la
cola blanca. En pompa, las flores moradas dei fiandubay. Lo
que el Tio hablaba: que aquello estaba "negro de perdices".
La tropilla de sariemas, mãs allã huyendo en fila indio-tras-
indio. El par de garzas.."
El último libro que el autor publica en vida fue "Tutaméia" (1967)
El un abigarrado conjunto de cuarentay cuatro cuentos cortos, cuatrode
140
los cuales desempenan también el papel de prefacio. Algunos
críticos plantean que es en estos prefacios donde el autor, por
única vez, consiente en explicarse. Pero estas "explicaciones"
roseanas" estân envueltas en los "siete velos" de los
circunloquios y ias metéforas y los ejemplos que, ambiguamente,
ejemplifican. Diríamos que campea, en casi toda la intención dei
libro, una delgada ironia, un humor sertanerá. El elogio dei
núcleo absurdo, surgido dei cuento popular, dei habla popular,
se entrecruza con una variedad imponente dei "aio-sentido"
popular, vuelto casi un elogio (zurdo) dei lenguaje creador.
Repérese en la "saga" dei borracho que pretende volver a su hogar.
cuentos escritos para revistas, obligadamente breves o muy breves,
concentran hasta casi las últimas consecuencias um material
narrativo que podria ser gotas de novelas, potenciales relatos,
"jibarizados" por el autor. Dentro de las coordenadas de este
trabajo creemos que puede servir como un ejemplo (cercano en
parte, a Horacio Quiroga) el cuento "Como ataca la boa", verdadero
manual dei "bicho dragontino" como lo define Guimarães Rosa.
Em 1969 se edita (la Livraria José Olympio Editora, que ha
publicado prãcticamente toda la obra de Guimarâes Rosa) "Estas
estórias" ocho relatos y el reportaje "Coo el vaquero Mariano"
recogidos em libro bajo ia dirección de Paulo Rónal, y com el
expreso consentimiento de la hija dei gran autor, fallecido en
1967, "encantado", como él definiese a ia muerte. En dos relatos
el personaje central es un animal: "La simple y exacta historia
del burrito dei comandante" y en "Mal bicho", en otro: "Mi tio
el yaguareté" se vuelve ai monólogo (a la manera de "Gran Sertón:
Veredas") para pesquisar el mundo insólito de um indio
semi-agregado a una civilización tecnológica, y que desde su
titulo nos recuerda aquella frase dei autor de la entrevista
varias veces citada: "Yo quisiera ser un yacaré dei Rio San
Francisco" y las explicaciones roseanas sobre reencarnaciones y
otras vidas. El elemento totémico reina aqui en este relato. En
"La historia dei hombre dei trago" reaparecen'las enumeraciones
de pãjaros, pero transfiguradas por el poder de ias palabras
roseanas; es, como si dijéramos que el autor da un paso más hacia
el encuentro y ia coincidencia total entre ia palabra y el péjaro
o el ave, el ensamble perfecto, casi místico: "(ElEdgcrjeo, mil, dei
141
pãjaro negro, que marca la alborada. O en el fondo y eco sabiá,
cantábile. El contrapatio misterioso dei Azulejo. El scherzo mero,
ininfeliz de los gaturamos. Los canaritos repetitivos. El
retiEis-tremulo de ia araponga metalúrgica. Los eólicos inambús
que de tardecita madrugan. El simplisimo si dei chingolo. El
sufridor tambien juguetón su larga, amirlada intención pipil.
El tintinportintiEar sin sistema de ia companita estricta. El
jilguero flebisimo en la alegria. El safiazo quitamanchas-de penas.
La eclosiOn-melódica dei collarcito, artefacto. El casi cuchicheo
-imitante, irónico- dei "alma-de gato", solilocua. Los dúos joao-
de-barro, de domestico entusiasmo. Lo que debilita el corazOn,
fagot y picirico de los palomos.
El operario picapalo, duro estridente o el más mudo. El dolorido-
ser/del patativo (sus pulmoncitos, su traqueita tan fuerte), honesto.
El trémulo pispito, de interrogar, sin más, de ias erradas
golondrinas, fugas. El canto dei gallo, que es um meteoro. El
horrorizar de ia coruja clarividente?" Antes de negar a los
"Zoo", probablemente sea este, uno de los mayores ejemplos dei
tencionar ia lengua, por parte dei escritor, de exigirles a ].as
palabras como Becquer que sean "a un tiempo/suspi"-os y risas,
colores y notas".
Reiteramos la evidente intención roseana. Aquello que planteaba
el gran poeta experimental Jose Juan Tablada, hablándoles a los
jóvenes poetas venideros: "Si yo pudiese vivir lo que ustedes
vivirãn, haria lo que los viejos pintores del Jap6n: escribirla ia
palabra "ruiseEor" y el ruiseEor cantando echaria a volar.!" El
proyecto de Guimarães Rosa es echarlo a volar (o cantar) con el
recurso de una aproximación quemante entre el objeto y la replica
de dicho objeto. Borges ya se habia planteado cosas similares con
respecto ai mapa de un pais (el más perfecto coincidiria palmo a
palmo com el propio territorio dei pais). La tácnica roseana se
propone, por medio dei neologismo, la onomatopeya, la
aliteración y um echar mano a todo idioma disponible, crear un
pãjaro.
Asi llegamos ai último libro editado de Guimarães Rosa,
pOstumamente: "Ave, palabra" (José Olympio ed. 1970. Rio de
Janeiro). Nuevamente Paulo Rónai completó el trabajo dei autor,
en cuanto a sumar otros trabajos a los que ya dejó ordenados (a su
142
fallecimiento) Guimaráes Rosa. Este libro es una preciosa
Miscelánea; donde alternan relatos, cuentos, artículos
periodisticos, poemas y otras formas, casi sin definiciOn, como
serían sus "Zoo" y sus "Acuarios". - Trabajaremos, principalmente,
siguiendo el rumbo de nuestro trabajo sobre ellos, y algunos.
artículos periodisticos de la más alta calidad literaria como
"Historias de Hades", trabajos otros que parecerian atender el
mundo infantil, como "Circo de lo chiquito", y toda la serie
final denominada: "Jardines y arroyitos"; serie donde el amor
roseano por la fauna y la flora llegan a un verdadero fervormístico, sim caer en un elaborado panteísmo, que, acaso borroneara la
atracción misteriosa que dichas páginas ofrecen. Penetrar en um
"jardim cerrado" casi como un elfo, tal vez como un nino que
pudieso escribir sus impresiones. Historiar un arroyito "El
Sirimim", describiendo y anotando todo lo que acontece dentro y
fuera de su curso, verodearlo - en el sentido roseano comunicar
esa experiencia hasta sus ultimas sensaciones; inventariar hombres
y fauna y flora que sobreviven a sus orillas. Contar la historia
de um arroyito como si fuera la historia de un hombre. Ahl esta,
ahora lo dije, como creo advertirlo después de numerosa lectura.
"iSi todo animal inspira siempre ternura, qué pasa, entonces,
con el hombre?
Con esa reflexión roseana, planteada en el "Zoo" de Hagenbeck-
Tierpark-Hamburgo-Stellingen, comenzamos nuestra personal recorrida
Y nos parece muy necesario, en este momento recordar las
"greguerlas" de RamOn GOmez de la Serna. Este madrileno nacido en
1888, comienza a escribir y editar "Greguerías" desde 1923
("Senos", "Ramonismo", "Greguerías", etc). Para situarmos,
tomaremos dei propio Gómez de la Sarna su definición de
"Gregueria": "Desde 1910 me dedico a la gregueria, que nacío aquel
dia de escepticismo y cansancio em que cogi todos los
ingredientes de mi laboratorio, frasco por frasco, y los mezclé,
surgiendo de su precipitado, depuración y disoluciOn radical, la
greguería. Desde entonces, la greguería es para mi la flor de todo:
lo que queda, lo que vive, lo que resiste más ai descreImiento. "El
propio autor ha dado esta fórmula: humorismo metáfora = gregueria.
J. Marias ha senalado que "la greguería significa um cambio de
perspectiva ai mirar cosas, una inclusión de alias en un nuevo
contexto, um obligarlas a asumir una función que de por si
no tienen, y ese choque com lo otro hace que brote una
143
especial iluminación sobre ellas; esto es propio de toda metáfora;
pero la greguería aãade a su propósito lírico una envoltura
humorística o irónica; es decir, no se entrega ingenuamente a ia
metáfora, sino que ia pone entre paréntesis, la amanera un poco,
como advirtiendo: "esto es una metáfora". Algunos ejemplos: "El
arco iris es la cinta que se pone ia Naturaleza después de haberse
lavado ia cabeza". "El grillo mide ias pulsaciones de ia noche".
"El ciervo es el hijo del rayo y dei árbol". "Los cuervos se
tinen". "LaS violetas som las ojeras dei jardim". "El jardín se
fuma en pipa las hojas caídas". "A cada disparo recula el cafiOn
como asustado por lo que acaba de hacer". "El toro de ia tormenta
desbanda ai gentio".
"No será el secreto de la alta marea que em alguna parte y a
cierta hora se bana Dios en el mar?. - Creemos que, fácilmente, se
explicará la presencia de Gómez de ia Serna y su máximo invento
literario: "la greguería", a poco entremos em. algunos trillos de
log "Zoo" y "Acuarios" roseanos.
Comenzaremos por el "Zoo" (Whipsnade Park, Londres. ed. "Pulso" 7
de enero, 1967). Como ai final de este trabajo se aportará una
antologia de "zoos" y de "acuario centraremos nuestra atención
sobralgunos ejemplos roseanos que se aproximan a las greguerías.
Apurãndonos a destacar que esta aproximación no agota las
posibilidades de ia labor roseana em este rubro. La impronta dei
escritor minero está muy presente em otros tramos que iremos
analisando detenidamente.
"Un león ruge a truenos totaleS"* * *
"El lince bisojo"* * *
"El elefante desciende, entre las puntas de sus colmillos,
desenrollada y cejuda, ia trompa: que es la cabeza que llega ai
suelo".* * *
El puerco-espin: despalitóse!* * *
"Y el conejito de pie, perplejo. Mejor dicho, sentado. El conejo,
siempre aprendiz de desventura y susto".* * *
144
"Las focas se besan inundadamente".* * *
En el paddock de ias jirafas:
"La jirafa - sin intervención em el paisaje: impar, alli em el
medio, como una corbata".
"Jirafa - la indecapitable a ojo desnudo. La ,Jirafa de Pisa".* * *
"Un conejo saltó en el aire - como ia gente estornuda".* *
"Y los ojitos de ia ardilla saltam también".* * *
"La cebra se rasca contra un ãrbol, tan suave, que ni una lista
se le borra".* * *
"4E1 elefante canina sobre docenas de huevos?"
"!Elefantãst,ico!"* * *
Esta serie, no exhaustiva, propone un indudable acercamiento entre
las "greguerias" de Gómez de la Sarna, y estas impresiones
poético-festivas. Aunque a poco que agregãramos: impresiones
poético-lingeistico-festivas, ya estaríamos en otra dimensión I
(mãs roseana). - Estos pocos ejemplos creo que comparten en lineas
generales ia definición de GOmez de ia Sarna de sus inventos. La
humorística y la ironia compartem valores con los rasgos
metafóricos de esta "animalia" roseana. El vértigo dei neologismo:
"O porco espinho: espalitou-se!"
"O leão, espalhafatal".
(El león, derramefatal".) /"!Elefantástico!"
Y los toques de sincera sentimentalidad, que se van , filtrando en
los rãpidos toques metafóricos de Guimarães Rosa, hasta
transformar el paseo por el "Zoo" em ia personita dei "ratón
blanco", em una menuda tragedia, pero tragedia ai fin. Estas
definiciones se acreditan a ia obra,roseana, porque,
prãcticamente no lo estãn en ia concepción de la "gregueria". La,,
búsqueda lingüística y la toma de partido dei espectador-autor,,
ia pura metãfora y el puro,misterio, le pertenecen a Guimarães
Rosa:
"El urubé: urubudista". (nota: urubé: buitre negro, nuestro
cUervo).
145
"El águilg: desenvainada"."La pantera negra zy ias estrellas?""Avistase el grito de las araras"
"EnfadoSa, estremecida, " la arara es tarde de la mediana bermejo
sobre oro-sobre-azul-vejez colorida: duros, el doble-Pico y elcarãcter de una arara".
* * *"Canta um sabiã sim azúcar".
* * *"La cigarra llena de ci"."El urubú es quien hace castillos en el aire".
Dice Guimarães Rosa, como "POrtico" de uno de sus "Zoo":"Amar a los animales es aprendizaje de humanidad".
Obsérvese cómo se diferencian "gregueria" de "trabajo roseano" eneste ejemplo:
"Dos cebras pelean: se embiste una a ia otra, levantadas - y
todo, rãs, zãs, son reampagos".La aproximaciOn es evidente em ia siMilitud picles - cielosrelampagueantes, pero ia dinãmica que le °torga Guimarães, con iareiteracicin "zãs, rãs", es de su mano. También es de selloroseano, el aprovechamiento dei refrãn o ia frase popular paradescabalarlo y sembrar sugerencias:
"Mês vale pãjaro en mano que cien volando"- "tEn ia mano de quién? - pregunta ia raposa".
La concentraciOn, propia dei gran poeta que es, a través de todasu obra, el escritor minero, nos ia revela ', total, en este tripleejemplo:
"Una panoplia de gavilanes".Una constelación de colibries.Un fondeadero de caimanes".
El profundo conocedor de la poesia sino-japonesa (em su primerlibro de poemas - nunca editado - "Magma", sefialaba Guilherme deAlmeida: ... "y todavia la nota novisima de los "haikãis", elsutil concentrado poético japonês de diecisiete silabas - que elautor tan finamente supo comprender y "recrear" em português.."(Editora Universal, solapa de "Gagarana" anunciando ia cercanapublicación de "Magma", cosa que nunca se hizo. 1946) creemosque reaparece en varios de estos fugaces poemas de los "Zoo":
146
"Solo el centelleante instante sin futuro
mi pesado. el picaflor"."Una mariposa tirita".
Em el "Soo" dei "Jardin deo Plantes" (Ed. "O Globo", junio de1961), interpolado entre otros flashes poéticos de una abigarradafauna, constataremos la pasión y muerte dei ratoncito blanco. Elverdugo: una cascabel. Léase a Guimarães Rosa contándolo,describiíndolo, compartiéndolo:
"una cascabel arrollAndose. Su masa infame.Crimen: encerraron en la jaula de la cascabel, um ratoncitoblanco.El pobrecito se comprime en uno de los rincones de lo alto dela pared de tela, en el sitio más lejano que puede. Mira haciaafuera, transido, estremecido, sim atreverse a lloriquear.Periódicamente, tiembla.La cobra todavia duerme".
Da importancia de este verdadero relato desmembrado, opera, porquevolvemos a íl, luego de entrever otros animales otros enfoques:
"Perdonar a una cascabel: ejercicio de santidad".Guimarães Rosa hace desfilar palomas, zorzales, sapos, biShos,iraras, de pronto:
"En /a cascabel, por transparencia, se ve el pecado mortal".Reaparecen luego, cornejas, grajos, gorriones, antes de que elautor exclame:
"!Mi Dios, que por lo menos ia muerte dei ratoncito blancosea instantánea!"
Regresan los animales, la mangosta (significativamente, la granrival de ia cobra), varias serpientes (com la terrible carga desu poder mortal) y reflexiona Guimarães Rosa:
"Tango de sobornar un guardia, para que libere el ratoncitoblanco de ia jaula de ia cascabel. Tal vez ai-2n no sea tarde".
Otros animales som inventariados, todavia, por el autor: iaraposita dei Sahara, el cocodrilo, el conejo, hasta que negamosa ia última desesperanzada reflexión de Guimarães Rosa:
"Pero, aunque yo salve, todavia, el ratoncito blanco, otrotendrá que morir em su lugar. Y, de este otro, habré sido
yo el culpable".La maestria dei narrador, el propio impulso de su "epos", llevó
147
Guimarães Rosa a interpolar esa pequefia obra maestra de ia
suerte dei ratoncito blanco, que, por otra parte, le quita todo
posible huellas de artepurismo a ia serie de los "Zoo", ai
agitaria - internamente - con dicho caso.
Dentro de los "Zoo" encontramos lo que denominaríamos ia "serie
reflexiva", con ia presencia de algumas animales que siempre han
inquietado ai hombre. Darwin y ias Sagradas Escrituras de por
medio, me refiero ai simio.
Dei "Zoo" de Londres:
"El macaco es un chiquillón - con algún defecto".
"Un orangután cOn arrugas en la testa; que, sin irrespetuosidad,
hay vacas que recuerda a Schopenhauer".
"El orangutan, facundo em si mutismo. Para reirse pene las
manos en. ia cabeza. El es mãs triste que un hombre".
"Monos me espiam, si los entiendo".
Sin que desaparezca completamente el humor, ese animal que el
hombre transforma en un "golem" estrafalario, suscita pensamientos
encontrados. La referencia a Schopenhauer, tOmese como un guiri°culto de João. - Pero, ia referencia a la mayor tristeza dei simio
con respecto ai hombre, y esa casi liviana paranoia de ia
acechanza de los monos, nos . pone em el umbral de la fantaciencia.
Una variante irónica dei tema reaparece em el "Zoo" du Bois de
Vincennes:
"!No dar espejos a los macacos!"
También reflexiva y dei mismo "Zoo":
"El cisne oyendo ia alegria de ias mirlos:
- Cantará, más tarde".
Metáforas casi ultralstas: "Dromedario: ser piramidal".
"El yack es um buey raso, con cortinados".
La belleza, ia belleza em estado de pureza, a ia que no puede
permanecer impasible um creador , como João, pero también y en
el mismo caso de ia pareja de faisanes, ia bondadosa mirada para
ia esforzada, la pacienta, ia materna: •
"El faisãn resplandece de sacratísimos retazos, recolorándose:
de ia cauda ai bonete, todo madejas de seda. Mirai°, mirai°, y
piensa rãpidamente en el Paraíso. Mas ia faisana, feócha ai
pie dei fausto dei macho, asi, todavia llega a parecer,
nostalgicamente, más bonita. Juro, por otro.lado, que nunca
más escribiré "faisana", y si faisan".
148
Dos imagenes de la fuerza y de la destrucción, em animales de
perfectas formas:
"Pantera negra: en la luz verdosa de sus ojos, se lee que
la crueldad es una locura tan fria, que precisa del calor de
la sangre ajena".
"La masa dura de um tigre. Su mascara de payé tatuado".
El payé tatuado o sea el hechicero indio, ritualmente acomoda
com pinturas sus facciones para semejarse al animal totémico, que
puede ser um tigre..,
También fijó; inolvidablemente, João, la despedida del "Zoo" con
este fragmento de alta poesia:
"A la salida - pura tarde - la gente se recuesta en el
césped, bajo altos pinos. Remoto, entre frondas, nuestro, el
ciclo es um precipicio".
Creemos que muy distinto es el animo y la intenciOn de la pluma
de João cuando visita el "Acuaria" (Berlin). La reflexión es mas
cautelosa, el inmenso misterio del mar oceano, lleva a adoptar al
escritoruntorx)queno es el que campeaba, tan variado, em sus "Zoo".
Hasta su humor es recatado, como si no se nos entregase
plenamente. Como si el elemento "agua" (no sus amados rios) no se
le entregase plenamente:
"Vertical, de raiz, el agua se enjaula. Vítreo, acuoso, cristalino,
cada compartimiento abre el ojo: azul de filmación o verde
fluorescencia: los de las luces en anuncios y de las pequenas
ondas agónicas".* * *
"Del calmo caos, como del obstruido fondo-del-mar, entes nos
acechan, compactas, opacos, refractados. Insolubles, gravidas,
todos sobreabundan. allos se resignam ante ia gente?* *
"El pez sin rastro: esto es, el agua sin memoria alguma".* .* *
"Yo y el pez em el acuaria carecemos de naturalidad".
Las notas de suave humor:
"El bagre tiene siempre las barbas en remojo".
"El marisco em ostracismo".
"Ya em la espuma hay tentativa de conchas. Mas el caracol,
com lo que de continuo se restablece, es con carbonato de-
Calcio".
149
"'Untai° es el pez: que no puede escupir mi temer la boca
. seca".La serie de ias tortugas, una de las más logradas dentro de sus
"Acuarios":"Tortuga - su esforzado vuelo".
"La tortuga, toda cautela y convexidad"."Esos nombres quelonios:Seyzhelles, Galápagos - de donde,
sólo por aso, vienen ias tortugas gigantes"."La tortuguita desencajada, no guiara saber de nada"."Todavia hay otra tortuga - inventando la hélice"."Lo gracioso es que la tortuga haya temido que aprender anadar".
Los pecas, los crustáceos, los moluscos:"El pulpo se embosca em su desmelenamiento:se desmedusa"."La anguila en goma-arábica"."La lamprea adormecida - lame hasta ia piedra".
Y esta reflexiõn final, siempre como a distancia dei elemento,como temiéndole, que se traduce en una linea definitoria:
"El agua, falsamente acomodaticia".La lectura ordenada y exhaustiva dei "corpus" roseano, corroboranuestro ya lejano estudio sobre Guimarães Rosa, poeta. Em aquelestudio primerizo, ya alertábamos, sobre el ingente trabajo queseria analisar ia poesia de Guimarães Rosa, a través de toda suobra edita. Nos sigue pareciendo "Gran Sertón: Veredas" más queuna novela o "romance", un poema-monólogo épico, acaso el másimportante - como poema - escrito en Latinoamérica, fuera dei"Canto General" de Pablo Neruda. Nos sigue pareciendo que a travésde sus cuentos, novelas y relatos, fluye una honda vena de poesia,muy moderna y muy clásica. Bundiendo sus raices en,e1 barrofermental de ias leyendas y cuentos orales dei sertón, anotando
com paciencia china, em sus famosos cuadernos, todo lo quedespertara su interés, y en verdad que su interés parecia nodormir nunca; estudiando lenguas (como Pound sugiriera) clásicasy modernas. Deteniéndose em los giros populares de Gu inacabableBrasil, conformó, sin prisa, lo que uno de sus principalescríticos, Paulo Remai, liame) una "estrategia de ia inmortaliúad".Guimarães Rosa también hablO con respecto a la muerte com unlenguaje que hubiera estimado Macedonio Pernández, ai denominarlo
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"pormenor de ausencia"; Y fue mós lejos aan dijo: "Las personasno mueren. Quedan encantadas".Que este trabajo sirva para que nuevos leCtores uruguayos busquen
SUS libros es nuestro confesado propósito.
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