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NO CERREMOS LOS OJOS
Dios, nos lo recuerda el Vaticano II, no es un coto cerrado o un privilegio
de unos pocos. Nosotros, y le damos gracias por ello, hemos tenido la
suerte de conocerlo a través de la Iglesia; lo escuchamos y lo meditamos
en la Palabra; lo saboreamos en la Eucaristía. ¡Cuántas veces no lo hemos
sentido vivo y operante en diversos momentos, aquí, en esta gran familia
que es nuestra iglesia universal!
Por cierto, al decir Iglesia Universal, estamos en consonancia, y damos un
acorde perfecto, con el evangelio que acabamos de escuchar. El término
universalidad define, perfectamente, lo que Jesús quiere y desea de
nosotros: buscar más lo que nos une, que aquello que nos separa.
No creo que nos encontremos en esa cerrazón o suspicacia que el
evangelio denuncia. La mayoría hemos sido educados en la tolerancia o
en el respeto a los demás y, precisamente por ello, tal vez sufrimos más
por el hecho de que hermanos nuestros no descubran que, la fuente de la
bondad está en Dios, y no por el hecho en sí, de que hagan o dejen de
hacer obras buenas.
No hay peligro de clasificación en bandos. Debiéramos de interrogarnos
sobre el por qué no hay muchísima más gente dispuesta a hacer el bien; a
pregonar y defender la justicia; a calmar los ánimos de un mundo que se
debate y se desangra en guerras ideológicas o económicas.
Esa es la gran interpelación que, tal vez el evangelio de hoy, nos suscita:
¿Por qué no hacemos más, y a más gente, el bien? ¿Por qué no se orienta
y se educa – desde la universidad o desde el colegio- al creyente y no
creyente, al agnóstico o al ateo, a encauzar esfuerzos, medios y
creatividad hacia el bienestar de los demás y no solamente hacia el
propio?
No seamos ilusos. A menor vivencia religiosa existe un serio peligro de
tibieza a la hora de ejercitar la solidaridad y la caridad. Lo cual, por
supuesto, no significa que siempre –los de casa- lo forjemos todo santo y
bueno y, los de fuera, todo mal.
Hoy no podemos permanecer con los brazos cruzados ante la que nos está
cayendo. Los cristianos masacrados especialmente en Irak y Siria, el
drama de los refugiados que clama al cielo (y con los que no sabemos qué
hacer y dónde colocarlos), la trata de personas (mujeres y niños) que el
Papa Francisco ha pedido en Naciones Unidas que sea considerada
“crimen contra la humanidad” y un largo etc…reclaman dejar huella a
favor de la justicia allá por donde pasemos.
Hoy damos gracias al Señor por muchas cosas. Sobre todo (en el inicio de
este nuevo curso pastoral) por el hecho de estar construyendo su Reino en
la medida de nuestras posibilidades; unos lo harán desde la música, otros
desde la catequesis o como sacerdotes, otros integrados en distintos
movimientos eclesiales, algunos más apoyando el abundante campo social
que la iglesia tiene y cuida, otros como animadores de la liturgia o en las
diferentes tareas pastorales. ¡No caigamos en la tentación de pensar que
“lo nuestro” es lo único válido ante los ojos de Dios, o la panacea ante los
retos que nos plantea la nueva evangelización!
En definitiva, lo del evangelio de hoy, “quien no está en contra nosotros,
está a favor nuestro”. Otro pelo nos luciría si, en vez de mirar lo que los
demás hacen, hiciésemos un esfuerzo renovado y redoblado por vivir y
enseñar aquellos caminos que conducen a la auténtica felicidad, al amor y
a la alegría que produce el encuentro personal con Jesucristo.
Javier Leoz (Betania)
70º ANIVERSARIO
http://www.sanjoselasmatas.es s.joselasmatas@archimadrid.es
Las Matas. Madrid - Año XV - nº 960
DOMINGO XXVI T.O. CICLO B – 30 septiembre 2018
Ayúdame, Señor a mirar con respeto las cosas que existen a mi alrededor
las iniciativas que, otras personas, las crean con esfuerzo y valor
Ayúdame, Señor, a mirar con agrado a descubrir que, todo lo que hago, es inspiración tuya
y, aquello que lo que los demás promueven, puede ser signo de
tu presencia.
Ayúdame, Señor, a mirar con amor: a ir al fondo del tesoro más valioso a sentirme tan cerca de ti que,
todo, lo estime poco comparado contigo.
Ayúdame, Señor, a no apropiarme de tu nombre exclusivamente
a dejar que, otros, puedan descubrirte y
entrar por la gran puerta de tu salvación
a reconocer que, otros, están en el camino del evangelio
por sus obras y palabras.
Ayúdame, Señor, a no sentirme peor ni mejor que nadie a disfrutar de mi amistad contigo
a no poner etiquetas de “estos son buenos” o “estos son malos”
Ayúdame, Señor, a no encerrarme en mi pequeño mundo a abrirme, sin miedo ni complejos, a los que puedan
enseñarme tu recto camino
Ayúdame, Señor, a no monopolizar mi trato contigo a valorar otras vertientes evangelizadoras que,
a mí, me puedan parecer estériles.
Ayúdame, Señor, a descubrir en todas ellas los signos de tu presencia divina.
Ayúdame, en definitiva, Señor, a no considerar que, lo mío, es lo único que vale
y, aquello que los demás realizan, es despreciable.
Ayúdame, Señor. J. Leoz
PREPARAMOS EL RASTRILLO DE CARITAS >>>> 27 Y 28 OCTUBRE
APORTAMOS OBJETOS QUE SE PUEDAN PONER A LA VENTA SOLIDARIA
XXVI SEMANA TIEMPO ORDINARIO Lunes, 1 – Teresa del Niño Jesús, Jesús, Remigio, Benito, Julia, Montana,
Verísmo.
Job 1, 6-22 – Sal 16 – Lucas 9, 46-50 Martes, 2 – Angeles Custodios. Saturio, Eleuterio, Olegario.
Job 3, 1-3.11-17.20-23 – Sal 87 – Mateo 18, 1-5.10 Miércoles,3– Francisco de Borja, Gerardo de Brogne, Andrés de Soveral y
comp. Juana Emilia de Villeneuve, Bto. Columba Marmion.
Job 9, 1-12,14-16 – Sal 87 – Lucas 9, 57-62 Jueves, 4 – Francisco de Asís, Queremón, Petronio, Pedro Damasceno.
Job 19, 21-27 – Sal 26 – Lucas 10, 1-12 Viernes, 5 – Témporas de acción de gracias y de petición. Atilano, Froilán,
Catrina, Ventura, Faustina Kowalska.
Dt 8, 7-18 – Sal 1Crón 29,10-12 – 2Cor 5, 17-21 – Mateo 7, 7-11
Sábado, 6 – Bruno, Adalberón, Bta. Mª Ana Mogás.
Job 42, 1-3.5-6.12-17 – Sal 118 – Lucas 10, 17-24
Comienza el horario de invierno: Eucaristía vespertina a las 19:00h.
De lunes a sábado: ROSARIO antes de la misa
Martes, 2: 18:00h. Equipo de CARITAS Miércoles, 3: 19:30h. Grupo R. Carismática Jueves, 4: COMIENZA LA CATEQUESIS 17:00h Y 18:00h 20:00h. Oración de la comunidad Viernes, 5: CATEQUESIS 17:00h y 18:00h 21:00h. Adoración nocturna Domingo, 7: Eucaristías: 11:00 y 12:30h. 12:00h Catequesis 1ª Comunión y Confirmación 12:00h Escuela de Padres --------------------------------------------------------------------------------------------
En despacho: FICHAS INSCRIPCION CATEQUESIS. Todos los niveles. y de VOLUNTARIOS otras actividades
“El Señor quiere que sus discípulos de ayer y de hoy establezcan con Él una relación personal, y lo acojan así al centro de sus vidas. Papa Francisco. Angelus 16/09/2018
Lectura del libro de Números 11, 25-29
En aquellos días, el Señor bajó en la Nube, habló con Moisés y, apartando algo del espíritu que poseía, se lo pasó a los setenta ancianos. En cuanto se posó sobre ellos el espíritu, se pusieron a profetizar. Pero no volvieron a hacerlo. Habían quedado en el campamento dos del grupo, llamados Eldad y Medad. Aunque eran de los designados, no habían acudido a la tienda. Pero el espíritu se posó sobre ellos, y se pusieron a profetizar en el campamento. Un muchacho corrió a contárselo a Moisés: «Eldad y Medad están profetizando en el campamento». Josué, hijo de Nun, ayudante de Moisés desde joven, intervino: «Señor mío, Moisés, prohíbeselo». Moisés le respondió: «¿Es que estás celoso por mí? ¡Ojalá todo el pueblo del Señor recibiera el espíritu del Señor y profetizara!» Palabra de Dios.
Salmo responsorial - Salmo 18 R/ LOS MANDATOS DEL SEÑOR SON RECTOS Y ALEGRAN EL CORAZÓN. La Ley del Señor es perfecta y es descanso del alma; el precepto del Señor es fiel e instruye al ignorante. R/ El temor del Señor es puro y eternamente estable; los mandamientos del Señor son verdaderos y enteramente justos. R/ También tu siervo es instruído por ellos y guardarlos comporta una gran recompensa. ¿Quién conoce sus faltas? Absuélveme de lo que se me oculta. R/ Preserva a tu siervo de la arrogancia, para que no me domine: así quedaré limpio e inocente del gran pecado. R/
Lectura de la carta del apóstol Santiago 5, 1-6 Atención, ahora, los ricos: llorad a gritos por las desgracias que se os vienen encima. Vuestra riqueza está corrompida y vuestros trajes se han están apolillado. Vuestro oro y vuestra plata están oxidados y esa herrumbre se convertirá en testimonio contra vosotros y devorará vuestras carnes como fuego. ¡Habéis amontonado riquezas… en los últimos días! Mirad, el jornal de los obreros que segaron vuestros campos, el que vosotros habéis retenido,
está gritando, y los gritos de los segadores han llegado a los oídos del Señor del universo. Habéis vivido con lujo sobre la tierra y os habéis dado a la gran vida, habéis cebado vuestros corazones para el día de la matanza. Habéis condenado, habéis asesinado al inocente, el cual no os ofrece resistencia. Palabra de Dios.
+ Lectura del santo evangelio según san Marcos 9, 38-43.45. 47-48
En aquel tiempo, Juan dijo a Jesús: «Maestro, hemos visto a uno que echaba demonios en tu nombre, y se lo hemos querido impedir, porque no es de los nuestros». Jesús respondió: «No se lo impidáis, porque quien hace milagros en mi nombre no puede luego hablar mal de mí. El que no está contra nosotros está a favor nuestro. Y el que os dé a beber un vaso de agua porque sois de Cristo, en verdad os digo que no se quedará sin recompensa. El que escandalice a uno de estos pequeñuelos que creen, más le valdría que le encajasen en el cuello una piedra de molino y lo echasen al mar. Si tu mano te induce a pecar, córtatela: más te vale entrar manco en la vida, que ir con las dos manos a la “gehenna”, al fuego que no se apaga. Y, si tu pie te hace pecar, córtatelo: más te vale entrar cojo en la vida, que ser echado con los dos pies a la “gehenna”. Y, si tu ojo te induce a pecar, sácatelo: más te vale entrar tuerto en el reino de Dios, que ser echado con los dos ojos a la “gehenna”, donde el gusano no muere y el fuego no se apaga». Palabra del Señor.
Jesús, el Maestro, sigue trabajando a su grupo de seguidores y, además, lo hace manteniendo una actitud abierta, porque el Espíritu de Dios no tiene fronteras. Elige a las personas, otorga sus dones y actúa libremente, siempre obrando el bien y para construir el Reino de Dios. Por aquí nos encamina el mensaje de este domingo. Y aunque el exclusivismo y el escándalo son dos actitudes reinantes en nuestras relaciones sociales, la Palabra de Dios nos propone otra forma y estilo de vida muy diferentes, Cuando el exclusivismo se hace “en nombre de Dios”, se alcanza la cima del desvarío, porque se ponen límites a la acción de Dios.
A pesar de los esfuerzos de Jesús por enseñar a sus discípulos a vivir como él, al servicio del reino de Dios, haciendo la vida de las personas más humana, más digna y dichosa, estos no terminan de entender el Espíritu que lo anima, su amor grande a los más necesitados y la orientación profunda de su vida. Los Doce no toleran la actividad liberadora de alguien que no está con ellos. Les parece inadmisible. Jesús reprueba de manera rotunda esta actitud y se coloca en una lógica radicalmente diferente. Él ve las cosas de otra manera. Lo primero y más importante no es el crecimiento de aquel pequeño grupo, sino que la salvación de Dios llegue a todo ser humano, incluso por medio de personas que no pertenecen al grupo: «el que no está contra nosotros, está a favor nuestro». Quien desarrolla una actividad humanizadora está ya, de alguna manera, vinculado a Jesús y a su proyecto de salvación. Sus seguidores no tienen que monopolizarlo. Jesús rechaza la postura sectaria y excluyente de sus discípulos que solo piensan en su prestigio y crecimiento, y adopta una actitud abierta e inclusiva donde lo primero es liberar al ser humano de aquello que lo destruye y hace desdichado. Jesús emplea imágenes duras para que cada uno extirpe de su vida aquello que se opone a su estilo de entender y de vivirla. Está en juego «entrar en el reino de Dios» o quedar excluido, «entrar en la vida» o terminar en la destrucción total. El lenguaje es metafórico. La «mano» es símbolo de la actividad y el trabajo. Jesús empleaba sus manos para bendecir, curar y tocar a los excluidos. Es malo usarlas para herir, golpear, someter o humillar. También los «pies» pueden hacer daño si nos llevan por caminos contrarios a la entrega y el servicio. Jesús caminaba para estar cerca de los más necesitados, y para buscar a los que vivían perdidos. Los «ojos» representan los deseos y aspiraciones de la persona. Pero, si no miramos a las personas con el amor y la ternura con que las miraba Jesús, terminaremos pensando sólo en nuestro propio interés. Para Jesús, lo primero dentro del grupo de sus seguidores es olvidarse de los propios intereses y ambiciones y ponerse a servir, colaborando juntos en su proyecto de hacer un mundo más humano. No es fácil. Le preocupa que, entre los cristianos, haya personas que, con su manera de actuar, hagan daño a creyentes más débiles, y los desvíen del mensaje y el proyecto de Jesús. Sería desvirtuar su movimiento. Por eso, lo nuestro no es vivir recelosos, condenando posiciones o iniciativas que no se ajustan a nuestros deseos o esquemas religiosos. No es muy propio de una Iglesia de Jesús estar siempre viendo enemigos por todas partes. Jesús nos invita, más bien, a alegrarnos de todo lo que se pueda hacer por un desarrollo más humano de la vida. Hay en el mundo un número incontable de hombres y mujeres que hacen el bien y viven trabajando por una humanidad más digna, más justa y más liberada. En ellos está vivo el Espíritu de Jesús. Hemos de sentirlos como amigos y aliados, nunca como adversarios. No están contra nosotros pues están a favor del ser humano, como estaba Jesús. Son de los nuestros porque luchan por la misma causa: un hombre más digno de su condición de hijo de Dios.
¡Dichosos quienes se fían de la propuesta de Dios, porque su felicidad será plena!
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