Nuevo Documento de Texto

Preview:

DESCRIPTION

la gran transoformacion en le peru se inica con

Citation preview

vulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para el

desarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado que

vende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual moderniz

ación neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercio

global debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,

en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Tra

nsformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.

Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es la

ineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión soc

ial y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, no

elimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, la

liberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de mo

dernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que no

reactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieron

afectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que

creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidad

sino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,

como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, y

que excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación de

recursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemonía

estadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldos

y salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,

demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela el

surgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,

Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindió

del mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.

La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresas

mineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte al

modelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta

opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza las

funciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y a

los flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeuda

miento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordina

al capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, ha

expuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cer

o y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.

Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que ha

puesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales

paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaron

al mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.

La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecim

iento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ello

nos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblacion

es nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los fluj

os de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.

El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con co

mpradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberal

excluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la

base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y e

n un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.

Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El

comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin

condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,

con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto t

iene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las expor

taciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización y

desarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingres

os decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de

trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en la

necesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo pl

azo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro

también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá continuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.

Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de unvulnerabilidad de la economía global continúa debido no solo a los flujos de capital volátiles, sinofundamentalmente a que las políticas fiscales y monetarias para relanzar el crecimiento y combatirel desempleo masivo no son suficientes. Los bancos centrales de los principales paísesindustrializados han bajado sus tasas de interés de corto plazo hasta cerca de cero y ya no seinclinan hacia mayores inyecciones de gasto fiscal porque implican mayor endeudamiento. Estospaíses ahora recurren a políticas cambiarias y comerciales, a sabiendas de que esta opción conducea un escenario de conflicto; es la opción de ganar empobreciendo al vecino.La consecuencia política de esta crisis es, por un lado, el conflicto entre potencias, que revela elsurgimiento de la multipolaridad y, por lo tanto, la desestabilización de la hegemoníaestadounidense; y, por otro, el retorno al papel activo y equilibrado del Estado sobre la economía,como resultado de la crisis del pensamiento único neoliberal. Países como el nuestro también vieronafectado su patrón de crecimiento, basado ahora en la flexibilización del mercado de trabajo, laliberalización comercial, los acuerdos de libre comercio, y liderado por las exportaciones. Es laineficacia de un modelo que el gobierno de García resumió en inversión extranjera sin condiciones,en exportaciones competitivas con bajos salarios, en exportaciones primarias y en un Estado quevende, concesiona y alquila «cerros y tierras del país para ponerlos en valor con compradores oinversionistas extranjeros» y que excluye a las comunidades campesinas y poblaciones nativas de lasierra y selva del país.La presión por crecer sobre la base de la expansión de la demanda del resto del mundo, y que hapuesto en competencia a los países en desarrollo por desmantelar los estándares regulatorios, haexpuesto, en nuestro país, la vulnerabilidad de la economía a cambios en la demanda mundial y alos flujos del capital internacional. Por lo tanto, la crisis mundial actual ha herido de muerte almodelo neoliberal peruano. Ha develado los límites de este patrón de crecimiento que prescindiódel mercado interno y se basó más en factores externos: precios de intercambio favorables,demanda mundial creciente e inversiones extranjeras, principalmente para la explotación derecursos naturales. Con la prolongada recesión de la economía internacional no habrá c

ontinuidadsino ruptura de este patrón de crecimiento, que no puede autosostenerse a largo plazo, que noreactiva ni dinamiza la demanda efectiva interna porque no crea empleos e ingresos decentes, noelimina la exclusión social y no articula ni expande los mercados internos. Esto tiene que cambiar.Es la hora del desarrollo basado en la expansión y creación de mercados internos. El comercioglobal debe servir al desarrollo nacional, y los mercados internos deben ser la base para eldesarrollo de ventajas competitivas internacionales.El modelo primario exportador sostiene que «todo progreso se debe al capital extranjero», con ellonos ubica históricamente en las postrimerías del siglo XIX cuando nuestros países se incorporaronal mundo globalizado de esa época como enclaves o colonias exportadoras de productos primarios.Es en verdad un modelo neocolonial que prescinde de la integración hacia adentro y nos subordinaal capital transnacional. Por eso mismo es contrario a los intereses de las mayorías: privatiza lasfunciones reguladoras del Estado, subasta tierras comunales, reduce impuestos a las empresasmineras y afecta los derechos laborales de los trabajadores. Los gobiernos neoliberales de Fujimori,Toledo y García, no incrementaron debidamente el gasto en salud y educación, bajaron los sueldosy salarios reales, y generaron una manera de crecer que no crea empleo ni ingresos decentes, yque excluye a la inmensa mayoría de la población de la sierra y selva del país.Transformar este estado de cosas es una tarea que nos compromete a todos los que creemos en lanecesidad de culminar la construcción de la nación peruana, con una estrategia de modernización ydesarrollo enraizados en la expansión de los mercados internos y en la inclusión social y cultural,con justicia, libertad y en democracia. Esta es nuestra propuesta de la Gran Transformación.Para nosotros, el nacionalismo es una alternativa democrática a la actual modernización neoliberalexcluyente y desnacionalizadora. Es, por lo tanto, un programa político de cambio radical de un