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Propuesta metodológica provisional para la enseñanza de la escritura teatral en la educación secundaria.
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PROYECTO: CREAMOS TEATRO
Escribir teatro en Secundaria (propuesta provisional e inacabada)
Maxi de Diego http://www.teatrojuvenilmaxidediego.blogspot.com.es/ mddp61@hotmail.com
2
INTRODUCCIÓN
Esta propuesta metodológica no pretende sustituir a la que presenté ahora hace diez
años a través de una tesis doctoral en la Universidad de Alcalá. Aquella la llevo
aplicando desde entonces en las aulas y me ha demostrado su eficacia y, a día de hoy,
su vigencia.
Es cierto que la práctica me ha llevado a aplicarla con flexibilidad, con un mejor
manejo de los tiempos y con cierto énfasis en algunas actividades. Por otra parte, he
aprendido a estar más atento a las necesidades del alumnado durante el proceso. Algo
lógico, sin duda.
Esta nueva propuesta, por tanto, es una invitación a escribir teatro con otra
perspectiva. Surge de las siguientes consideraciones:
- Que el profesorado no considere oportuno dedicar un periodo continuado a un
proyecto de escritura teatral, pero sí secuencias de menor duración.
- Que el estudio de los elementos constitutivos del teatro de forma simultánea al
estudio de otras tipologías textuales nos ofrece una integración de contenidos
curriculares y, a la vez, representa una fuente inestimable de propuestas
creativas.
- Estas propuestas creativas, en definitiva, ideas para escribir teatro, son el
principal objetivo de este nuevo planteamiento metodológico. Se pretende que
el alumnado, al mismo tiempo que reflexiona sobre diversos aspectos de
diferentes géneros textuales, cuente con elementos que faciliten la elaboración
de un texto teatral.
- Por último, se intenta aportar al profesorado la posibilidad de que inicie o
realice su planteamiento disciplinar desde el elemento teatral que a él le sea
más atrayente o que considere más válido para su alumnado concreto.
Una más elaborada justificación de la escritura teatral durante la educación secundaria
me llevaría a repetir lo escrito en mi tesis doctoral y, a partir de ella, a través de
artículos divulgativos. Dejo constancia de estos textos en la bibliografía que puede
consultarse en mi blog http://www.teatrojuvenilmaxidediego.blogspot.com.es/ .
3
PERSONAJES
Puntos de partida
Un relato
Una noticia
Un monólogo teatral
Un diálogo teatral
Un poema
Unas viñetas
IDEAS
Pediremos a nuestras alumnas y a nuestros alumnos que escriben una o dos líneas
sobre algunas (mejor todas) de las entradas que figuran a continuación. Estamos
planteando la creación del personaje a partir de lo cercano, de la observación de
quienes nos rodean y de la mirada hacia nosotros mismos.
Nos miramos
¿Por qué no nosotros?
¿Por qué no tú?
Tú tal cual o disfrazado. ¿Tienes algo que ocultar?
¿Tienes algo que decirnos o que decirte?
Miramos a nuestro alrededor
Seguro que conoces a alguien interesante.
Imagina que le pasa a…
Si tú fueras… qué harías.
Nos informamos e informamos
Porque me preocupa…
Porque si yo mandara o gobernara no consentiría…
Porque si yo sufriera por ESO, me gustaría que alguien estuviera cerca y supiera
cómo me siento.
Porque no consentiré jamás que a ti te ocurra… porque te quiero.
4
Concluimos (responde con brevedad)
TU PERSONAJE PRINCIPAL:
¿Cómo es? (no todas sus características, sólo una dos más importantes)
¿Qué le pasa?
¿Qué le preocupa?
¿Qué quiere?
¿Qué oculta?
¿Por qué tiene prisa?
¿Con quién se relaciona más?
¿Qué relación tiene con él o ella?
¿Adónde le gustaría ir?
5
PUNTOS DE PARTIDA
UN RELATO
El apóstata de Jack London. Podemos encontrarlo en la antología de
cuentos titulada Antes de los dieciocho de Mercedes Chozas, Espasa Calpe.
Después de su lectura, nos vamos a fijar en:
Los cambios que experimenta el personaje a lo largo de la historia. Las causas de estos cambios y sus consecuencias. La relación que mantiene el protagonista con los demás personajes
principales.
Una vez comentados estos aspectos:
Escribe una carta, como si fueras el protagonista, dirigida a su madre algún
tiempo después. Decide el tiempo transcurrido, dónde se encuentra, y qué
le va a contar.
UNA NOTICIA
La mitad de los adolescentes usaría la
violencia para obtener lo que desea
Más del 70% tiene al menos un perfil en las redes sociales
La Confederación Española de Centros de Enseñanza ha presentado un estudio sobre los
estilos de vida de los adolescentes sobre todo en los social media. Su objetivo es reducir
la exposición, el consumo y el impacto de las principales tipologías de violencia entre los
adolescentes de entre 12 y 18 años vehiculadas a través de los medios de comunicación
interactivos.
6
ARANTXA GONZÁLEZ 10-01-2013
El 55% de los adolescentes opina que la violencia está justificada para obtener algún
fin. Es uno de los datos que se puede obtener del Informe "Adolescentes y Social Media:
4 generaciones del nuevo milenio", un estudio que forma parte del proyecto internacional
"Stop violence on Social Media", promovido por la Confederación Española de Centros de
Enseñanza (CECE) y en el que participan también Intermedia Consulting y Davide.it.
El estudio se ha realizado sobre una muestra de 6.782 alumnos de España e Italia de
entre 12 y 18 años y se centra en los aspectos que explican los comportamientos
violentos y el consumo de la violencia en los social media por parte de los
adolescentes. En lo referido a la violencia, el bulismo o la pornografía, más de la mitad
de los jóvenes (55%) cree que la violencia estaría justificada para obtener lo deseado
de forma personal y sin embargo, en lo general, el 56% firmaría un manifiesto en contra
de la violencia. Destacan también que el 26,7% está interesado en aprender a manejar
armas de fuego y que esto se debe al contexto social en el que vive el adolescente.
En cuanto al consumo que hacen los adolescentes de los medios de comunicación, el
estudio muestra que el 72,5% tiene al menos un perfil en las redes sociales y el 42%
está conectado a ellas por lo menos 3 horas diarias. De todos ellos, el 60% afirma que
nunca o casi nunca habla con sus padres sobre lo que hace en Internet y el 42% asegura
que no tienen un control por parte de los padres. Además, casi la mitad de los
encuestados (48,3%) no recibe consejos sobre el uso de las plataformas. Aquí se
encuentra al problema para los investigadores del estudio, que afirman que un mayor
control de los adultos significaría una reducción del comportamiento violento.
El estudio ha dividido a los jóvenes en dos grupos diferenciados: la "generación GPS"
por un lado, donde se encuentra el 38,6% de la muestra. En este grupo los jóvenes
cuentan con una orientación virtual clara y practican la interacción con amigos y
adultos. Se expresan libremente, cuentan con una supervisión adulta y el consumo de
violencia es bajo. Por otro lado, la "generación GTA", el 31,6% de la muestra, donde
los adolescentes consumen elevados niveles de violencia, dedican poco tiempo al
estudio y su tendencia a la violencia y el bulismo es alta. El resto del porcentaje estaría
compuesto por los jóvenes que utilizan solo ocasionalmente las redes sociales o no han
contestado a las preguntas del informe.
Para combatir la violencia entre los adolescentes, los autores del estudio recomiendan a
los padres y educadores que sean aliados, enseñen a manejar Internet a los jóvenes y
fomenten el diálogo con ellos. Para los políticos consideran necesario que las campañas
que realizan no creen alarma social y ayuden a los padres y profesores a hacer su
trabajo, promoviendo los derechos de los niños a través de proyectos de prevención
que se centren en su contexto de socialización próximo.
7
Cuestiones a partir de la noticia:
1. Selecciona tres características que pudiera tener uno de los
adolescentes a los que se refiere la noticia.
2. Indica los rasgos contrarios a los expresados en la cuestión anterior.
3. ¿A partir de qué rasgos de los anteriores crearías un personaje? ¿Por
qué?
4. ¿Quién podría ser su antagonista? ¿Por qué?
UN MONÓLOGO TEATRAL
Raquel
(Él tiene unos 16 años. Después de una noche de botellón. Está sentado
en un bordillo, a su lado dos botellas de cerveza vacías. A su alrededor
mucha basura y varios contenedores.)
ÉL: Luis con Ana, Pedro con Clara, Javi con Merce... Sí, que me fuera con
ellos... Son buenos amigos, les daba palo dejarme solo... Yo me he
dado cuenta y les he dicho que había quedado con Raquel... Ójala, qué
más quisiera yo. Podría irme a casa ya. Esperaré. A lo mejor la mentira
se convierte en realidad y se presenta a las doce, como les dije a ellos.
(Pausa. Coge una de las dos botellas, se levanta y mira a través de ella
hacia la Luna, como si se tratara de un catalejo. Lo hace durante unos
instantes, luego deja la botella y se vuelve a sentar en el mismo sitio.)
No sé por qué a los viejos no les gusta lo del botellón. Es lo mejor que
hay. Los amigos, unos tragos, unas risas... unos bailes, unos juegos... y
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Raquel. (Pausa.) Y Raquel, si viniera con nosotros. La tía que sí, que sí,
que el próximo día me paso. Siempre dice lo mismo. Yo sé lo que pasa,
por qué no viene. Es por su abuela, sí, por su abuela. Un día me dijo en
clase, cuando el profe nos preguntó qué opinábamos del botellón, que
a su abuela no le gustaba nada, no lo de beber, que eso tampoco,
porque es muy mayor, sino lo del ruido que metemos. Que ella como
vive junto al parque no puede pegar ojo hasta que nos vamos. Que está
hasta las narices de nosotros. Que somos unos delincuentes, unos
drogadictos, unos amargaos. (Pausa.) ¿Amargaos? Sí, creo que Raquel
dijo esto. No estoy seguro. Fue cuando me quedé mirándola fijamente a
los ojos. (Pausa.) Bueno, y a los pechos, ese día, con esa camiseta...
Ahora que lo pienso... ¿Cómo va a venir Raquel si ni siquiera sabe
dónde estoy? Fui un gilipollas, se me olvidó decirle que habíamos
cambiado de sitio, que convencí a mis colegas de que era mejor hacerlo
donde no molestáramos a la abuela de Raquel, o sea a su abuela, ni a
otras abuelas. Nos costó encontrar el sitio. Era más bonito el parque,
pero bueno, no está mal. Un poco gris, pero como es de noche... Huele
un poco mal, pero como las chicas se echan perfume... A lo mejor si les
pedimos unas mascarillas a los del ayuntamiento... no se estaría tan
mal en este basurero. Raquel, si estuvieras aquí para preguntártelo,
seguro que a ti se te ocurría algo para cambiar un poco esta mierda de
sitio. Aunque si estuvieras tú... sería... sería... el lugar más bello del
mundo. Pero, cómo vas a estar si no te he dicho... que te quiero. (Se
levanta un poco triste, coge las dos botellas y las deposita con mucho
9
cuidado en uno de los contenedores. Sale.)
De Veinte monólogos estudiantiles y un diálogo inesperado,
Maxi de Diego
http://www.teatrojuvenilmaxidediego.blogspot.com.es/p/textos.html
Para analizar el monólogo, algunas cuestiones
¿Cuál es el problema más importante del protagonista?
Di alguna característica del personaje principal.
¿En el monólogo se plantea alguna solución a ese problema? ¿Cuál?
¿Dónde se desarrolla la escena? ¿Es importante este lugar para el monólogo?
¿Para qué sirven las acotaciones?
Escribe tú alguna acotación que se pueda añadir al monólogo.
¿Hay alguna referencia al paso del tiempo en el monólogo? Indícala.
Escribe una frase de respuesta al personaje que habla o al problema que
plantea.
UN DIÁLOGO TEATRAL
ANDRÉS: ¿Qué pasa, Laura?
LAURA: (Sombría.) Hola.
ANDRÉS: Pareces una marmota ahí tirada.
LAURA: Bueno.
ANDRÉS: Vaya marcha que tienes, muermo.
LAURA: ¿Y qué?
ANDRÉS: Deja de tirar piedrecitas, me pones de los nervios.
LAURA: ¿Y qué?
ANDRÉS: Pues eso, que me acelero. Ya sabes que me pongo nervioso enseguida.
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LAURA: ¿Y qué?
(Andrés le da una patada al bote.)
ANDRÉS: Y eso.
(Laura, decaída, esconde su cabeza entre los brazos.)
ANDRÉS: Oye, tía, sólo es un juego, no es para ponerse así.
LAURA: Sí lo es. Había acordado conmigo misma tomar una decisión cuando metiera
tres piedras en el bote.
ANDRÉS: Estás un poco rara, tía. (Se acerca a ella y le pasa el brazo por el hombro.)
Hoy tengo ganas de juerga. ¿Por qué no vamos a casa de Luis? No están sus padres.
Podemos echarnos unos bailes en el garaje, con la música a todo trapo, unas birras,
risas a mogollón...
LAURA: (Cortándole.) No tengo ganas, ve tú. Déjame sola.
ANDRÉS: (Con rabia.) Joder, para un día que tengo ganas de pasármelo bien, me
tienes que cortar el rollo.
(Laura va a salir. Andrés la coge del brazo y la detiene.)
ANDRÉS: ¿Dónde vas? Tú hoy no me dejas solo (Autoritario.) Vamos a casa de Luis.
LAURA: Suéltame, me haces daño.
(Le pega un empujón y se suelta.)
ANDRÉS: Vamos.
LAURA: Te he dicho que no me apetece.
ANDRÉS: (Haciéndole burla.) Te he dicho que no me apetece. Venga, Laurita, cariño,
nos lo vamos a pasar de miedo. Hoy tengo ganas de hacer el payaso, como a ti te
gusta.
LAURA: Hoy no.
ANDRÉS: Hoy no, hoy no. No sé qué pasa hoy. Es un día como otro cualquiera.
LAURA: Para mí no.
ANDRÉS: ¿Qué te pasa? No, mejor no me lo cuentes. No tengo ganas de tristezas.
LAURA: O sea, que no te importa lo que me pasa. Eres un mierda.
ANDRÉS: A mí no me llames mierda, muermo, aburrida, muerta...
LAURA: (Cortándole.) Ya vale, Andrés. Me voy. (Hace intención de marcharse, pero
Andrés la vuelve a sujetar.)
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ANDRÉS: Te he dicho que hoy no me dejas solo.
LAURA: (Cabreada.) Vale, pero no pienso abrir la boca. Y de aquí no me muevo.
ANDRÉS: Pues yo te llevo a casa de Luis aunque sea a la fuerza. (Andrés intenta
arrastrarla, pero como ve que no puede con ella, que hace resistencia pasiva, la deja
tirada en el suelo. Después de unos instantes cambia de estrategia.) Venga, Laurita,
cariño, vamos a casa de Luis. Y te hago un striptease. O hago la imitación de José Mª.
Aznar. Que sí, te lo juro, que ya sabes que te ríes mucho. (Laura sigue callada. Andrés,
cabreado.) Eres la hostia, ahí te quedas. No sé qué te he hecho para que no me hagas
ni caso. Me voy.
(Sale Andrés. Laura se levante y vuelve a sentarse en el suelo. Mira al
bote que está tirado en el suelo. Se levanta, lo recoge y lo pone delante
de ella a la misma distancia que al principio. Después de cierto tiempo
vuelve a tirar piedrecitas, lentamente. Cuando ha tirado cuatro o cinco
entra Andrés.)
ANDRÉS: ¿Otra vez con el mismo juego de tonta?
LAURA: ¿Qué quieres ahora? Ya te he dicho que no voy a casa de Luis.
ANDRÉS: (Se sienta a su lado.) ¿Qué decisión tienes que tomar?
LAURA: (Sorprendida.) Hombre, si te has enterado de algo que te he dicho.
ANDRÉS: Siempre me entero de lo que dices.
LAURA: Pues siempre demuestras lo contrario. Siempre estás pensando en ti. No te
importo nada.
ANDRÉS: Casi nada.
LAURA: ¿Y tienes el morro de decirlo así?
ANDRÉS: Soy así.
LAURA: Pues no me gusta.
ANDRÉS: Otras veces parece que te divierte como soy.
LAURA: Ya no.
(Silencio prolongado.)
ANDRÉS: ¿Qué tienes que decidir?
(Silencio. Laura parece pensar si decir algo, le mira con desconfianza
antes de hablar.)
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LAURA: Mi madre se ha quedado en paro.
ANDRÉS: ¿Y qué?
LAURA: Me ha dicho que busque trabajo yo también. Que para lo que hago en el
insti...
ANDRÉS: ¿Y qué?
LAURA: La he mandado a la mierda y me he ido.
ANDRÉS: Nada nuevo.
LAURA: Estoy mal. Creo que me he pasado.
ANDRÉS: ¿Y qué tienes que decidir?
LAURA: Si le pido perdón.
(Silencio.)
ANDRÉS: Laura.
LAURA: ¿Qué?
ANDRÉS: (Sin mirarla.) Perdóname.
(Laura lo abraza, se levanta, le coge de la mano, tira de él y se van.)
Fragmento de la obra Más allá del teatro… la vida, de Maxi de Diego, Editorial CCS
Para comentar la escena anterior:
¿Qué características tiene cada uno de los personajes?
¿Con quién te identificas? ¿Por qué?
¿Qué conflicto aparece entre los dos personajes?
Escribe una acotación que aparezca en el texto de cada uno de los siguientes
tipos:
Estado de ánimo
Gesto
Forma de decir
Movimiento
¿Cuáles son los deseos de los dos personajes?
Explica un posible cambio en el final de la escena.
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UN POEMA
Romance del Prisionero
Algunas cuestiones sobre el personaje
¿Cuáles son las causas de su desesperación?
¿Por qué podemos decir que sus sentimientos están influidos por el tiempo y
por el espacio?
¿Qué sentimientos provoca en el lector?
¿Podemos hablar de concentración argumental? ¿Por qué?
UNAS VIÑETAS
Después de observar estas viñetas de Pat Carra1:
Selecciona la que más te interese. Enumera las características del personaje o personajes. Inventa un microrrelato a partir este personaje y su problema. Transforma el microrrelato en un monólogo.
1 Del libro: La bella durmiente hace el turno de noche, Editorial Sabina, Madrid, 2011.
1 Que por mayo era, por mayo, cuando hace la calor, cuando los trigos encañan y están los campos en flor, 5 cuando canta la calandria y responde el ruiseñor, cuando los enamorados van a servir al amor, sino yo, triste, cuitado, 10 que vivo en esta prisión, que ni sé cuándo es de día, ni cuándo las noches son, sino por una avecilla que me cantaba al albor. 15 Matómela un ballestero; déle Dios mal galardón.
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15
16
LA TRAMA
Puntos de partida
Un relato
Una noticia
Un monólogo teatral
Un texto teatral
Un poema
Una imagen
CONCEPTOS
4. f. Disposición interna, contextura, ligazón entre las partes de un asunto u otra cosa, y en especial el enredo de una obra dramática o novelesca. (Definición de trama según el Diccionario de la Lengua Española, Real Academia Española, www.rae.es )
Algunos componentes de la trama
Recomiendo seguir en este apartado a José Luis Alonso de Santos en su imprescindible La escritura dramática2.
Selecciono para trabajar con los alumnos de secundaria tres conceptos cuya comprensión se alcanzará a través del análisis de los textos.
Conflicto dramático El incidente desencadenante La incertidumbre El giro sorprendente El argumento
Conflicto dramático
“Conflicto significa lucha. Es la tensión entre dos partes para conseguir una meta. El conflicto es el motor de lo dramático, de lo
2 Editorial Castalia, Madrid, 1999.
17
teatral”. (Alonso de Santos, recoge esta cita de Willian Layton en ¿Por qué? Trampolín del actor.3)
Layton, en el libro citado, propone un tipo de ejercicios para el entrenamiento del actor a partir del conflicto dramático mediante la técnica de la improvisación. En el esquema de este tipo de ejercicios aparecen unos conceptos fundamentales, explicados en su método. Estos mismos conceptos podemos aplicarlos para la creación de escenas y para que nuestros alumnos y alumnas comprendan la importancia del conflicto dramático. El esquema es el siguiente:
ESQUEMA DE UN CONFLICTO DRAMÁTICO SEGÚN WILLIAM LAYTON
Para preparar juntos:
DESEO (algo concreto que necesita el protagonista aquí y ahora).
RELACIÓN SOCIAL
LUGAR
Para preparar por separado:
PROTAGONISTA ¿Por qué quiere?
¿Qué pasa si no lo consigue? Urgencia
Estado de ánimo Relación emocional
Estrategias ANTAGONISTA ¿Por qué no quiere? ¿Qué pasaría si lo consigue? Actividad urgente Estado de ánimo Relación emocional
3 Editorial Fundamentos, Madrid, 1990.
18
Un ejemplo
Deseo: una joven de 18 años le pide a su madre que le deje el coche.
Relación social: madre e hija.
Lugar: la cocina de la casa.
Protagonista
Por qué quiere: necesita el coche para ir a una entrevista de trabajo.
El lugar de la entrevista, un polígono industrial, no está comunicado
por transporte público.
Qué pasa si no lo consigue: cree que tiene opciones para conseguir
ese trabajo porque le han dado poca publicidad. Ella se ha enterado
por una amiga que deja su puesto porque ha encontrado un mejor
trabajo. Se trata de un trabajo creativo de diseño en una revista. Es lo
que ella ha estudiado. Quiere ese trabajo para irse de casa para vivir
con su novio. Si no lo consigue tendrá que seguir viviendo con su
madre.
Urgencia: en un principio había contado con el viejo coche de su
novio, pero una avería lo ha dejado inservible. Es por la mañana y la
entrevista es al mediodía.
Estado de ánimo: se encuentra eufórica. Está convencida de que
puede conseguir ese trabajo.
Relación emocional: siente admiración por su madre. A pesar de
muchas dificultades, está empezando un nuevo negocio de catering y
con él ha recobrado la ilusión que había perdido. Admira su capacidad
para “renacer de las cenizas”.
Estrategias: 1. Hacerle comprender la importancia de ese trabajo para
ella (sin mencionar lo de su novio, esta es una razón oculta). 2.
Ofrecerle su colaboración desinteresada en la nueva empresa de su
madre. 3. Reprocharle que la está dejando de lado últimamente por
sus ocupaciones.
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Antagonista
¿Por qué no quiere?: necesita el coche. Tiene que ir al aeropuerto a
recoger a un cliente. Es una opción importante de negocio ya que a
quien va a buscar representa a una importante empresa de
organización de congresos.
¿Qué pasaría si lo consigue?: la madre piensa que daría mala imagen a
su empresa. No puede arriesgarse a perder un negocio así. Le ha
costado mucho crear esa empresa después de quedarse en el paro y
separarse de su marido.
Por otra parte, no confía en su hija, es novata conduciendo y el lugar
al que tiene que ir está alejado de donde viven.
Actividad urgente: en el momento en que entra la hija en la cocina,
ella está terminando la preparación de unos platos que quiere
presentar al empresario. En poco tiempo, menos de una hora, ha de
irse al aeropuerto y antes debe ducharse y arreglarse.
Estado de ánimo: está asustada. Aunque su empresa ha empezado a
funcionar, tiene muchos problemas, debe bastante dinero. Nunca ha
negociado con alguien tan importante.
Relación emocional: en este momento de su vida, no puede ocuparse
mucho de su hija, considera que, por su edad, ya debe tener la
suficiente autonomía como para resolver por sí misma sus problemas.
Ha decidido, después de mucho tiempo, centrarse en ella misma y sus
necesidades.
Incidente desencadenante
A partir de Propp, Alonso de Santos clasifica los siguientes tipos de incidentes desencadenantes (“un tipo de acontecimiento que sucede en el transcurso de la obra y que tiene como finalidad dramática activar la causalidad del desarrollo de la historia”).
De alejamiento: la acción se pone en marcha por la muerte o alejamiento de un personaje protagonista.
De mandato: una orden o misión que recae sobre el protagonista activa la acción.
De transgresión: el protagonista infringe una prohibición.
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De engaño: un agresor pretende, a través del engaño, apoderarse de la víctima o de sus bienes.
De fechoría: un agresor provoca el desarrollo de la acción al dañar de alguna manera al protagonista o a sus allegados (rapto, robo, asesinato, chantaje, declaración de guerra, etc.)
De carencia: uno de los personajes necesita algo o desea conseguir algo.
La incertidumbre
El autor de Bajarse al moro dice que “el escritor es, sobre todo, un fabricante de incertidumbres”. “Escribir una historia, como hemos visto, es poner a un personaje en apuros, y hacer que surja la duda de cómo podrá –si es que puede- superarlos. Si consideramos que la incertidumbre es la pregunta sobre el resultado de la meta, veremos que el clímax suministra la respuesta. Después del clímax ya no hay duda sobre la consecución o frustración de los deseos del personaje. El clímax destruye la incertidumbre, de ahí que deba estar tan cerca del final como sea posible.”
El giro sorprendente
En algunas obras los autores o las autoras deciden promover un cambio en el desarrollo de la trama, en alguno de los elementos constitutivos del género. Este cambio provoca en el lector o en el público sorpresa, admiración o alguna sensación diferente a la experimentada hasta el momento. Veremos un ejemplo al analizar un texto breve del dramaturgo Javier de Dios.
El argumento como germinador de historias
Aunque generalmente elaboramos el argumento después de la lectura de una obra literaria, aquí plantearemos la escritura previa de uno a partir de una serie de sugerencias. Retomo para ello lo recogido en mi primer trabajo sobre la escritura teatral (y que pongo en práctica cada curso).4
4 Aprender a escribir teatro en secundaria, Editorial CCS, Madrid, 2004.
21
Recuerdo una propuesta didáctica titulada El taller de la
novela de Francisco Rincón y Juan Sánchez-Enciso5, cuyos
propósitos podríamos considerar como paralelos a los nuestros,
que iniciaba su desarrollo con esta posibilidad, la “sugerencia de
argumentos”. Nueve eran los que proponían: aparición de lo
valioso absoluto, novela policiaca, autodestrucción, la muerte, el
fracaso, novela de aventuras, el rebelde, ciencia ficción, conflicto
de grupo.
Evidentemente los autores parten de otro género y
probablemente tenían en la cabeza propuestas de lecturas para
esos alumnos adolescentes relacionadas con esos temas.
Lecturas que podrían servir como guía o como modelo. Es
imposible obviar aquí la existencia de una novela destinada a
público juvenil que ha entrado en el ámbito escolar de la mano
de una importante labor editorial de promoción, y esto no
ocurre con nuestro género.
No obstante, me parecería arriesgado en este momento de
la investigación renunciar a establecer esa lista de argumentos
posibles relacionándolos con obras de teatro atractivas para un
público juvenil. Tal vez sea conveniente fijarnos en diferentes
lenguajes escénicos, al mismo tiempo que en temas generales.
Igualmente, será el momento de considerar el concepto de
transversalidad para proponer ideas relacionadas con la
educación para la paz y los derechos humanos.
- EL SER HUMANO SE NIEGA A ACEPTAR UNA
IMPOSICIÓN SOCIAL. Pienso en una obra como La
camisa de Lauro Olmo y en el personaje de Juan, quien
5 Madrid, Editorial Teide, 1986.
22
se resiste a aceptar la necesidad de emigrar en el
contexto de la España de posguerra. También podrían
servir como ejemplos La casa de Bernarda Alba o Bodas
de sangre de Federico García Lorca. La pasión en
estado puro por encima de todo.
Explicación para los alumnos: tal vez se te ocurran
muchos motivos para la rebeldía, pero ahora no se
trata de esas rebeldías individuales de todos los días,
cotidianas. No. Tendrás que mirar un poco más lejos
de ti mismo. Se trata de observar situaciones de
injusticia social, de opresiones planetarias, para que a
través de tu historia, de los personajes que tú crees, se
ofrezca una oposición, más o menos radical.
- EL DESEO DE UNA VIDA DIFERENTE, TAL VEZ
MEJOR. Por ejemplo, la emigración desde otro punto
de vista, la llegada a nuestro país. Podemos leer La
mirada del hombre oscuro de Ignacio del Moral o La orilla
rica de Encarna de las Heras.
Explicación para los alumnos: quizás no muy diferente
al anterior, pero aquí la idea es que enfoquemos el
centro de la trama en la llegada a un mundo diferente,
huyendo de una realidad hostil, que puede, en
principio, ser igualmente adverso: puede ser quien
emigra a otro país, el que escapa de un ambiente
familiar o de trabajo asfixiante para embarcarse en
alguna relación desconocida...
- LA SALIDA DE UN PROCESO DE
AUTODESTRUCCIÓN. Las amazonas del caballo de
Chatono Contreras refleja la difícil salida del mundo
23
de las drogas para varios personajes adolescentes.
Explicación para los alumnos: pensemos en la realidad
de las drogas, en enfermedades como la anorexia, en
la delincuencia o en otro tipo de marginación...
Personaje o personajes que, incapaces de salir de ese
círculo, lejos de rendirse, luchan por escapar de él, a
pesar de los obstáculos que una y otra vez encuentran.
- EL MUNDO PUEDE SER DE OTRA MANERA. Se
trataría de imitar la propuesta de Arrabal en Pic-Nic:
una guerra diferente, de tal manera que si fueran así,
acabarían por desaparecer.
Explicación para los alumnos: podríamos retomar
cualquiera de las ideas anteriores, pero ahora más que
pensar en el planteamiento del problema, se trataría
en pensar en su solución. Sería cuestión de presentar
ese otro mundo posible, hacerlo funcionar en el
escenario, experimentarlo, probarlo. Un sueño o una
ilusión hecha realidad.
- UN FRAGMENTO DE HISTORIA. Reciente o no. Se
trataría de recuperar una parte de la historia que los
alumnos estudian y mirar a sus personajes desde
nuestra ventana. Véase Las bicicletas son para el verano
De Fernando Fernán-Gómez o alguna de Martín
Recuerda. La elección de un argumento de este tipo
llevaría consigo la necesidad de un proceso de
documentación, preciso en todos los casos, más
exhaustivo.
Explicación para los alumnos: personajes históricos
que nos revelan cómo se organizaban otras
24
sociedades, cuáles eran sus conflictos. Estos personajes
pueden ser los que en los libros de Historia aparecen
con nombres y apellidos o títulos nobiliarios o
números romanos, o los anónimos, aquellos que
trabajaron, sufrieron, lucharon... Nosotros les
podemos dar nombre y hacer que se oiga su voz. Si en
los casos anteriores también puede ser conveniente un
proceso de documentación, en éste, tendremos que
repasar los libros que nos hablan de otras épocas.
- VAMOS A REÍRNOS DE CÓMO SOMOS. A través
del humor podemos reflejar nuestra crítica a
determinados aspectos que nos rodean. Se trataría de
utilizar el tratamiento de la comedia. Como referencia,
alguna de Alonso de Santos.
Explicación para los alumnos: el humor siempre ha
sido utilizado, además de como forma de
entretenimiento, como instrumento para criticar
algunos aspectos de la sociedad, a la sociedad en su
conjunto o a personas concretas de esas sociedades.
Puede parecer fácil hacer reír, pero no lo es tanto,
sobre todo si intentas escapar del chiste fácil de
imitación televisiva. A veces la utilización del humor
no excluye la incorporación de una mirada seria y
profunda de lo que nos rodea.
Después de aclarar las dudas que hayan podido surgir:
25
ACTIVIDAD 7.- Elige uno de los tipos de argumento y
redacta, por mínimo que sea, uno más concreto relacionado
con él.
No es el momento de ponernos estrictos y es conveniente
que mostremos flexibilidad si no encaja plenamente en la
propuesta elegida, siempre y cuando sea coherente y ofrezca
posibilidades de desarrollo y enriquecimiento. En el argumento
que escriban ha de haber, al menos, uno o unos personajes
protagonistas y una situación conflictiva o problemática.
MÁS IDEAS
Continúa una de estas cinco historias (puede ser tu punto de partida)
Ella o él no se conforma con lo que tiene, siente y piensa que hay algo
diferente, por eso busca…
Es la última vez que sale corriendo, mañana ya no volverá a …
Tiene que hacer algo, en su casa se han dado cuenta de que…
Tiene que ayudar a su amigo o amiga, no soporta que siga sufriendo
por…
Se ha dado cuenta de que siempre la mira, hoy ha decidido preguntar…
Escribe una escena entre dos personajes a partir de uno de estos cinco deseos que
desembocarán en conflicto dramático por la negativa del antagonista
Una alumna le pide a su profesora que no envíe a su casa la
comunicación de faltas de asistencia.
Una estudiante de teatro a otra: que la acompañe a casa para preparar
una improvisación de teatro.
Una hija a su madre: que le levante el castigo de ese fin de semana sin
salir por haber faltado cinco días a clase.
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Una compañera a otra compañera: que le deje copiar en el examen que
tienen a continuación.
Una empleada de comercio a su jefa: que le dé permiso para el día
siguiente.
Actividad colectiva: incidentes desencadenantes
Poneos de acuerdo en un tema y entre todos inventad un incidente
desencadenante de cada tipo. Por ejemplo, sobre el tema del amor, un posible
incidente desencadenante de alejamiento sería la necesidad de la pareja de irse
a vivir a otro país porque sus padres no encuentran trabajo.
Seguimos juntos: la incertidumbre. Pensad en posibles clímax que resolvieran la
siguiente incertidumbre
A Emilio le ha vuelto a desaparecer la cartera. Es la forma en que últimamente
varios compañeros se burlan de él. Siempre se ha callado, pero este día no ha
podido más, les ha dicho que si no se la daban iba a pasar algo muy grave. Ha
contado hasta cinco y se ha ido corriendo de clase.
Concluimos (responde brevemente)
¿Cuál de las historias que has desarrollado te parece más interesante
para tu obra teatral?
Personalmente, ¿te sientes cerca o lejos de los hechos reflejados en la
trama elegida?
Con una frase expresa las partes de esa historia según el esquema de
una estructura clásica: presentación, desarrollo y desenlace.
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PUNTOS DE PARTIDA
UN RELATO
http://www.jesusfelipe.es/lopez_pacheco.htm#El_analfabeto_y_la_bola_de_bi
llar
http://www.editorialpopular.com/Libro/Historias-de-la-gente-ISBN-978-84-
86524-40-1-CODIGO-LGR,001201
Comentamos a partir del relato
¿Cuál es el deseo principal del personaje protagonista? ¿Con qué deseo del antagonista choca? En los términos explicados, ¿qué tipo de incidente desencadenante
pone en marcha la peripecia narrativa? ¿Cuál es la incertidumbre o la intriga que crea el autor en torno al
personaje? ¿Qué sentimiento o sentimientos provoca el autor en el lector y cuál
dibuja en el personaje principal?
UNA NOTICIA
La nueva generación de adolescentes es digital, ecologista y familiar
EFE Madrid 13/01/2010 14:22 Actualizado: 13/01/2010 14:38
Han recibido una educación completamente digital y no se imaginan la vida sin Internet, ordenadores o teléfono móvil, pero también están más concienciados socialmente, son ecologistas y, ante todo, poseen profundos valores familiares. Es la Generación XD, adolescentes de entre 8 y 14 años.
Son los hijos e hijas de unos padres que nacieron en la década de los 70 del siglo
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pasado, la que se conoce como Generación X, y que para algunos es la de la apatía o la generación perdida. Hombres y mujeres que hoy tienen entre 35 y 45 años y que en su adolescencia jugaron a las canicas pero también a la Playstation.
Más de 3.200 chavales de entre 8 y 14 años han sido entrevistados para un estudio de ámbito europeo -Alemania, Italia, España, Francia, Reino Unido y Polonia- con el que se ha querido hacer una radiografía de esta primera generación con mentalidad plenamente digital.
Una generación "positiva y socialmente concienciada que utiliza la tecnología que les rodea para crear un impacto positivo en sus vidas y en su comunidad", según Victoria Hardy, directora ejecutiva de esta investigación realizada por la multinacional del entretenimiento Disney, la consultora TNS y The Future Laboratory.
Aunque han crecido en un mundo dominado por la cultura de la fama y el éxito rápido, sin mucho esfuerzo, los adolescentes XD, se asegura en las conclusiones del estudio, rompen con el mito y dan más valor a la familia y a los amigos. Para ellos, la persona más admirada es su madre.
(…)
Al igual que ocurre en el resto de Europa, según el estudio, las profesiones tradicionales son las que más atraen a los adolescentes españoles -profesor, médico, veterinario, policía....-, si bien la de futbolista se sitúa en el tercer puesto de preferencias.
"Los resultados -se destaca en el estudio- rompen con el mito que establece que la cultura de los famosos es tan persuasiva que los niños de mayores quieren ser famosos por encima de todas las profesiones".
La nueva generación digital utiliza las tecnologías "para crear un impacto positivo en sus vidas y en su comunidad", sin renunciar al "cara a cara" en sus relaciones sociales, la manera preferida por el 30% de los encuestados para verse con los amigos, frente a los que prefieren los mensajes de texto (15%), chatear en la Red (14%) o los mensajes a través del móvil (8%). En cualquier caso, para el 95% Internet y los ordenadores son "importantes" en su vida.
En momentos de crisis económica como los actuales, (…) el 70% de los adolescentes dice que prefiere ahorrar en vez de gastar el dinero inmediatamente. Cuando sean mayores, al 64% le gustaría trabajar por cuenta propia.
(…)
De entre todos ellos, el estudio hace hincapié en su conciencia ecológica -habla incluso de "eco-adolescentes"-, en su convicción firme -en el 97% de los casos- de la importancia de cuidar el planeta, de reciclar (74%) y de ahorrar agua (69%).
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Cuestiones a partir de la noticia: debatimos
1. ¿Te sientes identificado con los rasgos de los adolescentes que presenta la
noticia?
2. ¿Por qué?
3. Pregunta en casa qué opinan sobre el contenido de la noticia. Luego
explícalo en clase.
4. ¿Cuál de las tres siguientes relaciones presentes en la noticia te parece más
interesante como germen de una historia teatral?
Un adolescente con su madre.
Un adolescente con el dinero.
Un adolescente con el planeta.
UN MONÓLOGO TEATRAL
Quise decirles la verdad6
(Ya entrado en años, pelo largo y barba desarreglada, sentado en la
mesa de un bar, de vez en cuando mirará a un lateral como si esperara
a alguien.)
CARLOS: Quise decirles la verdad… Con la tiza en la mano quise
decirles la verdad. Ellos me miraban. Veían mi mano temblar. Lo
presentían. Aquel día no iba a hablarles de sus libros, ni siquiera de los
míos. Simplemente quise decirles la verdad. Hablarles de mi miedo. De
mi tristeza. Aquel día llegué a decirles unas pocas palabras. Que no
6 Publicado en Maratón de monólogos 2008, Asociación de Autores de Teatro, Madrid, 2009.
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hablaríamos de sintaxis, ni de metáforas, ni de generaciones, ni de
géneros literarios.
Que los adjetivos no tenían importancia, ni los pretéritos imperfectos,
que la métrica era una auténtica mierda. Aquel día yo ya lo sabía. Pero
ahí estaban ellos, sentados, y ellas, también sentadas. Su mirada, su
silencio, y lo que yo interpretaba como su angustia, me sobrecogían.
Seguía con la tiza en la mano, pensando si sería capaz de decirles algo
que quería decir. Sé que percibieron mi llanto interno, mi dolor
profundo, mi deseo de comunicación imposible. Cualquier otro día el
silencio hubiera costado minutos de esfuerzo, aquel día, no. Nada más
entrar, la nada se creó en el ambiente. Pero por qué si no sabían nada.
Apenas yo lo sabía. Días después llegué a considerar que algo profundo
existía entre nosotros. Pero me negué a aceptarlo. El silencio se
prolongó durante varios minutos. Tensos, eternos, duros. Algunos
chicos se miraban entre sí, pero no se atrevían a moverse, ni siquiera
movían sus cuadernos ni sus bolígrafos, como otras veces. Hubo un
momento en que la suma de respiraciones creó un sonido rítmico
solamente roto por algún ruido que provenía de fuera de la clase.
Un muchacho en plena adolescencia, como todos, agachó su cabeza y
la apoyó en la mesa entre sus manos. Yo sé que no quería dormir,
conocía su inocencia manchada de tristeza.
Una chica hizo un amago de comenzar a llorar, pero su compañera de
mesa le estrechó la mano.
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El más hablador casi levantó la mano, pero miró a los demás y reprimió
su gesto.
La tiza o yo, no lo sé, intentó anotar algo en la pizarra. Consiguió
escribir una A mayúscula, pero se detuvo. No era una A como la de
otras veces, vigorosa, rotunda, convencida, presagio de un mensaje que
consideraba evidente, sagrado, necesario. Una A creadora de
conocimiento, una A impulso emotivo o revelación mítica, una A
inundada de comunicación. Entonces no, aquel día esa A podía ser el
preámbulo de una despedida o de una declaración. Nunca se sabría.
Pero insisto, aquel día quise decirles la verdad. Y tal vez se la dijera sin
palabras, porque he de recordar que me fui de clase sin decir nada más
que un “hasta siempre” que dudo mucho que entendieran, tanto en su
contundente significado como en su consumación material. Un hasta
siempre, susurro, lamento y frustración al mismo tiempo. Un hasta
siempre imbécil, miserable, tétrico. Pero un hasta siempre consuelo y
liberación. Porque después de cerrar la puerta, escuché, detrás de ella,
la explosión de sentimientos, el rugir de las sillas, el buscar el sentido
de aquellos interminables minutos junto al compañero y tal vez amigo.
Ante ellos había surgido un enigma mayor que el de la oculta oración
subordinada, que el de la intangible ironía o la abrupta imagen
visionaria. Ante ellos había surgido el enigma de la vida. Una vez más,
aquella clase fue un éxito. El éxito del fracaso.
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Años después, ya situado tras la barra del bar donde trabajé como
camarero, me encontré con ella, siempre nerviosa en clase, ahora con
una paz en la expresión que ya quisiera para mí. Me reconoció, a pesar
de mi pelo largo, mi barba desarreglada. Me reconoció a pesar de que
ya no usaba tiza. Me dijo hola Carlos, yo sé por qué te fuiste. Así, sin
pedirme nada, ni un vaso de agua. Me sentí paralizado. Creía que había
olvidado aquellos años, casi veinte dedicado a corregir tildes y a
provocar el verbo pensar.
Estuve a punto de salir corriendo porque no podía evitar su silencio y su
mirada.
Carlos, soy yo, Carmen. Y cómo iba a haber olvidado a Carmen. Me di
cuenta, en un instante, de que no había conseguido olvidar a ninguno
de los chicos y chicas de aquel último curso, el que no terminé porque
salí huyendo. Tampoco a Carmen, siempre nerviosa, que escribía “avia”
sin h, con uve y con la tilde tan perdida como mis ganas de corregirla.
Me llegó a gustar la palabra así, con esa escritura rebelde.
¿Te acuerdas de por qué te fuiste? Yo lo sé, Carlos. Tal vez tú no te
acuerdes, pero yo sé por qué huiste de la clase. Y sin dar mi
consentimiento me lo dijo:
Quisiste decirnos la verdad y no te atreviste. Gracias por no amargarnos
la vida. Yo la he descubierto y gracias a ti he comprendido la salvación
de la huida.
Pero ¿cuál era mi verdad?, le pregunté.
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Tu verdad era que sin ilusión, sin alegría, sin entrega, sin amor hacia
nosotros no tiene sentido coger una tiza.
Y añadió: tal vez vuelva otro día y te cuente mi historia y por qué tu
huida fue tan importante para mí.
No ha vuelto. La espero hace ya demasiado tiempo. La espero para
contarle la verdad que ella no pudo ver. Que había sido derrotado. Que
quise enseñarles la paz y fuera les enseñaban la guerra. Que quise
mostrarles la justicia y fuera permanecía el hambre. Quise sugerirles el
arte y fuera les ofrecían basura. Hubiera deseado inyectarles el amor y
fuera les vendían odio. No tuve fuerzas para continuar y salí huyendo
aceptando mi derrota. Te sigo esperando, Carmen, para contártelo. Y
esta espera es lo mejor que me ha pasado en la vida. Gracias Carmen.
De Veinte monólogos estudiantiles y un diálogo inesperado,
Maxi de Diego
http://www.teatrojuvenilmaxidediego.blogspot.com.es/p/textos.html
Algunos comentarios sobre el texto:
¿Qué opinas de la decisión del profesor? ¿Qué le hubieras dicho para que no abandonara su profesión? ¿Qué situaciones de incertidumbre va creando el discurso del
personaje? ¿Qué tres partes podemos analizar en su composición? Casi al final Carlos dice que Carmen añadió: “tal vez vuelva otro día y
te cuente mi historia y por qué tu huida fue tan importante para mí.”
Inventa una historia que justifique que la huida del profesor de clase
sea importante para Carmen.
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UN TEXTO TEATRAL DIALOGADO
QUINCE7
Javier de Dios
PERSONAJES: Tres jóvenes de quince años:
SANTI el Friki
ANA
ÁLVARO
SANTI, ANA y ÁLVARO de pie sobre el escenario. Un potente haz
luminoso cae sobre cada uno de ellos: se demarcan tres territorios de
individuos aislados. Y en medio, la penumbra.
SANTI.— (Al público.) Hace tres años yo tenía doce. Y no sospechaba que los
amigos con los que compartes secretos, reinventas los juegos y te ríes de lo
prohibido pudieran abandonarte un día. Cuando llegamos al instituto, Álvaro y yo
éramos inseparables, como dos hermanos cómplices. No conocíamos la rivalidad.
ÁLVARO.— Qué bien hablas, cabrón.
ANA.— Por eso le llaman el Friki. Bueno, por eso y porque escribe...
ÁLVARO.— ... porque escribe cuentos, porque no bebe, porque siempre aprueba...
ANA.— ... y porque tiene tripa y porque en lugar de bigote le sale algo así como
una pelusilla de ombligo encima del labio.
SANTI. — (A ANA.) Cerda.
ANA.— ¿Miento?
SANTI.— Álvaro.
ALVARO. — Qué.
7 Publicada en la obra colectiva El tamaño no importa. Textos breves de aquí y de ahora, editada por la
Asociación de Autores de Teatro, Madrid, 2011.
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SANTI.— Lo que he dicho es verdad.
ÁLVARO.— Mira, Santi, ANA lleva razón... en parte. Deberías afeitarte más para
que te saliera un vello más fuerte y... Y deberías dejar de comerte los bollos a pares
y hacer más abdominales, ¿o no? Mírate, tío. Y mírame a mí.
ANA.— (A SANTI.) Eso, mírale bien, Friki: ni un gramo de grasa, bíceps bien
marcados, pectorales poderosos, un estómago bien plano...
ÁLVARO.— (A ANA.) Mejor no sigas...
ANA.— (A SANTI.) ¿Qué te parece, eh? Puro músculo.
SANTI.— (A ALVARO.) Éramos inseparables, Álvaro.
ÁLVARO.— Oye, Santi...
ANA.— (Interrumpiendo a ÁLVARO.) ... oye, Santi, tú... Tú ¿no estarás enamorado?
SANTI.— ¿Yo? (Pausa.) ¿De quién?
ANA.— ¿De quién va a ser? ¡De Álvaro!
SANTI.— (Al público.) ¿Lo veis? ANA no entiende nada. Y no solo ella. A veces
pienso que la gente no ve más que lo que quiere ver, y oye solo lo que quiere oír.
¿Con quién compartir esta sensación de... Bueno, esta sensación de soledad y de
que a nadie le importo una mierda? ¿Con quién compartirlo, eh? Pues con nadie.
Nadie. Antes era distinto; antes, cuando me sentía mal, bastaba con contárselo a mi
padre... Pero ahora le miro y no veo más que a un pobre tipo frustrado que siempre
anda quejándose, sin levantar jamás el culo del sillón para remediar las cosas que le
fastidian.
ÁLVARO.— El mío es también un cobarde.
SANTI.— No lo creo, el tuyo no.
ÁLVARO.— ¡Venga, Santi, qué sabrás tú...!
ANA.— Pues yo a mi padre no le he vuelto a ver desde el divorcio, así que no os
puedo decir... Con la que hablaba más hasta hace poco era con mi madre, pero
ahora ya no mucho, la verdad: desde hace un tiempo está de los nervios...
ÁLVARO. — Ah, ¿sí?
ANA. — Sí.
SANTI.— ¿Desde cuándo?
ANA.— ¡Ay, pues no sé! ¡Pero es que no me deja en paz! (Imitando a su madre,
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sarcástica.) «Anita, hija, ¿has comido?, ¿has dormido bien?, ¿te has tomado las
pastillas?». ¡No para de controlarme y de, y de... de agobiarme, como tú ahora!
(ANA les da la espalda.)
SANTI.— (Al público.) Lo bueno de estar solo es que te deja tiempo para pensar.
Hace tres años, cuando yo tenía doce, no sabía lo que era el rechazo de los demás.
Antes siempre me aceptaban al acercarme a un grupo para formar parte de un
juego... Ya no. Tampoco sabía lo que se siente al descubrir que otros te miran, te
señalan y se ríen por lo bajo...
ÁLVARO.— Santi...
SANTI.— Espera, Álvaro, déjame terminar. (Al público.) Todo eso lo he aprendido
hace poco. Durante un tiempo me castigué a mí mismo pensando que la culpa era
mía. Me propuse entonces ser más abierto, mostrarme más alegre y acercarme a
menudo a las chicas para contar una gracia... O me esforzaba, por ejemplo, para
que todos me consideraran el mejor compañero de clase, prestando mis apuntes,
haciéndoles gratis los deberes a otros o incluso asumiendo ante los profesores
responsabilidades que nadie reconocía como suyas...
ÁLVARO.— Espera, a ver... ¿No fuiste tú el que dibujó al de Lengua con una camisa
de fuerza? (SANTI niega.) ¿Te quedaste un mes sin recreo solo para que no
descubrieran al que lo hizo? (SANTI asiente.) ¡Tú eres tonto, tío, pero tonto, tonto,
tonto, chaval! ¡Y el que no dio la cara y permitió que te castigaran...! ¡A ese cabrón,
a ese, como le tuviera delante, le, le...!
ANA.— Lo hice yo.
(Pausa. ANA y SANTI se miran.)
SANTI. — Siempre te he querido, ANA. Pero tú nunca has llegado a saberlo. Ni
siquiera me has dado la opción de ser tu amigo.
ÁLVARO.— No me lo puedo creer...
ANA.— Lo siento, Santi, pero... Lo sabes. (Pausa.) Lo sabes de sobra: yo quiero a
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Álvaro. Mírale. No es... No es ya su cuerpo, no es su imagen ni que sea uno de los
más populares y envidiados del barrio, es que... Joder, tío, no sé ni cómo decirlo, yo
no hablo tan bien como tú... (Pausa.) Es que con Álvaro es como si nada pudiera ir
mal en la vida, nunca.
SANTI. — ANA...
ANA.— Con Álvaro es como si mi cuerpo fuera más allá de mí, como, como... si
necesitara besarle para poder respirar, algo así... Él es la única persona en el mundo
que me entiende plenamente con solo mirarme a los ojos...
SANTI.— Pero es que...
ANA.— Nunca me había pasado con nadie, ¿comprendes?, nunca. Solo con Álvaro.
SANTI.— Ana, tenemos que aceptarlo. (Silencio. Al público.) Lo bueno de estar solo
es que te deja tiempo para pensar. En si hay destino, por ejemplo. En el azar. En
cómo en la vida algunos parecen los protagonistas pero, de pronto, desaparecen
sin más o pasan a ser un recuerdo en la vida de los otros personajes... Últimamente
pienso mucho en estas cosas. Y vuelve a mí la mañana aquella, después de las
clases. Álvaro, Ana y otros compañeros que cruzan la calle y se detienen en medio
de la calzada, esperando el momento en que dejen de pasar coches. Ana me mira y
me hace un gesto de burla con el dedo, como otras veces. Álvaro también se gira y
veo su sonrisa, sin maldad, participando en la broma pero con algo en el fondo de
su mirada que me está diciendo:
ÁLVARO.— Venga, Santi, tranquilo, no te lo tomes a mal. Aún soy tu colega.
SANTI.— Y entonces pasa la furgoneta. Y el espejo exterior, junto a la puerta del
copiloto, le golpea. Un solo golpe, seco. En la sien izquierda.
(SANTI mira a ALVARO, que parece comprenderlo todo en ese
momento. ANA, que se ha mantenido ensimismada durante todo el
relato de SANTI, mira también a ÁLVARO. ÁLVARO le lanza un beso a
ANA. Después se encoge de hombros en un gesto que parece querer
decirles: «No ha estado mal, chicos, en absoluto... Pero se acabó». El
foco sobre ÁLVARO se apaga. El joven desaparece. Los potentes focos
que iluminaban a SANTI y ANA se ven sustituidos por una luz general
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que ilumina por igual el escenario y al público. ANA se acerca al lugar
que había ocupado ÁLVARO. Y se mueve una y otra vez por él: no da
crédito al vacío.)
SANTI.— El padre de Álvaro no es un cobarde. Lloraba como un bebé, de acuerdo,
y estaba deshecho cuando acudimos todos a despedir a Álvaro. La madre estaba y
no estaba allí, ni hablaba siquiera, sus ojos se perdían en algún rincón del
cementerio que solo ella parecía conocer. Ninguno de los dos eran unos cobardes,
ni mucho menos, en eso te equivocabas, Álvaro. Creo que, simplemente, estaban
deshaciéndose, estaban despojándose de todo lo que tenían dentro para poder
llenarse de valor y ser capaces de seguir adelante. (Pausa. Mira a ANA.) A Ana su
madre tuvo que llevarla finalmente al médico. No hablaba, no comía, no quería
levantarse de la cama...
ANA.— Santi. (SANTI se acerca. Ella va dejando atrás el espacio que ocupó ÁLVARO.)
Abrázame. (SANTI se le acerca más. Se siente torpe.) Abrázame fuerte. (Se abrazan
fuertemente, como aferrándose a la certeza de que el otro está allí.)
(Se despiden del público con una mirada, pero antes de salir SANTI le
indica a ANA que aguarde un instante: ha olvidado algo. Vuelve a
dirigirse al público.)
SANTI.— Hace tres años, yo tenía doce y no sabía nada de todo esto. No sabía lo
que era el rechazo de los demás. No sabía, ni mucho menos, que ANA y yo
llegaríamos a abrazarnos. Ignoraba también que podía llegar el día en que tu mejor
amigo te abandonara... Hace tres años yo no sabía nada de esto, porque no era
más que un niño.
(SANTI vuelve junto a ANA pasa un brazo sobre los hombros de su
amiga. Salen. Juntos.)
Después de la lectura:
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¿En qué momento se produce lo que hemos llamado giro
sorprendente? ¿En qué consiste? Imagina otros giros sorprendentes. Vuelve a escribir la escena desde
ese momento de cambio. Un ejemplo: Álvaro confiesa su amor por
Santi. El primero no soporta más su silencio, lo dice cuando Ana
pronuncia esta frase: ANA.— Nunca me había pasado con nadie, ¿comprendes?, nunca.
Solo con Álvaro.
UN POEMA
Así
Algunas veces llego
presuroso, rodeo
tus rodillas, toco
tu pelo. ¡Ay, dios, quisiera
decirte tantas cosas!
Te compraré un pañuelo,
seré buen chico, haremos
un viaje....No sé,
no sé lo que me pasa.
Quiero morir así,
así, en tus brazos.
José Agustín Goytisolo, del libro Claridad (1961)8
Observamos:
La sucesión de acciones: la enumeración. Del presente al futuro. Su deseo principal.
Y después:
8 Los poemas son mi orgullo, edición y prólogo de Carme Riera, editorial Lumen, Barcelona, 2003.
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¿Qué acción elegirías como punto de partida para la escritura de una
escena teatral? ¿Por qué? Escribe unos versos que expresen el tiempo pasado en esta historia de
amor que comunica el poema.
UNA FOTOGRAFÍA9
A partir de la fotografía:
Inventa un microrrelato.
Transforma el microrrelato en un monólogo o en una escena
dialogada.
9 Soñando en la Plaza de la Luna, propiedad de Irene de Diego.
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