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III JORNADAS
LOS ENFOQUES DE GÉNERO Y DERECHOS HUMANOS EN LA ACCION HUMANITARIA:
EL DESAFÍO EN TERRITORIO PALESTINO OCUPADO
10, 11 y 12 Noviembre de 2015, Casa Árabe, Madrid.
INTRODUCCIÓNComo un ideal al que aspira toda la humanidad, los Derechos Humanos están directamente relacionados con los estándares de una vida digna. A lo largo de la úl<ma década, los actores humanitarios y de desarrollo están construyendo sus estrategias de intervención desde un Enfoque basado en los Derechos Humanos (EBDH), par<endo, en el caso de la comunidad humanitaria, del Derecho Internacional Humanitario (DIH), del corpus norma<vo establecido en torno a la población refugiada y desplazada interna, y de los Derechos Humanos. Este enfoque supone hablar de los <tulares de derechos, obligaciones y responsabilidades, los cuales deben ser agentes ac<vos en contextos humanitarios y de desarrollo.
Como parte del EBDH está en Enfoque de Género. Hablar de equidad de género es hablar de derechos humanos. Las actuaciones no son neutras al género, por lo que una acción humanitaria eficaz necesita también abordarse desde un enfoque de género. Desarrollar actuaciones humanitarias sensibles al género significa que son planificadas e implementadas desde las desigualdades y las diferentes necesidades, capacidades, oportunidades y situaciones de hombres y mujeres, modificables a lo largo de su vida e influidas por factores externos como las crisis humanitarias. Estas crisis humanitarias y los conflictos también afectan a las relaciones de poder entre hombres y mujeres que suelen ser desiguales hacia las mujeres con anterioridad a la crisis. Si las necesidades e intereses de las mujeres se invisibilizan, su dignidad sufre y sus derechos se ven afectados, por lo que, como <tulares de derechos, deben disfrutarlos y exigirlos.
Si bien la implementación de ambos enfoques, EBDH y género, parece estar más interiorizada por los actores de desarrollo y se cuenta con más herramientas para ello, para muchos agentes humanitarios supone un reto. En contextos de crisis humanitarias complejas y de larga duración, la aplicación de ambos enfoques implica tener en cuenta dos cues<ones. Por un lado, la cronificación hace necesario que los proyectos trasciendan la mera intervención humanitaria y que se aborden desde la vinculación entre la ayuda, la rehabilitación y el desarrollo (VARD) y la coordinación entre actores. Por otro, el trabajar desde un enfoque de género hace que las intervenciones se enfrenten a las vulnerabilidades relacionadas con las relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres ya existentes y que además se exacerban con la situación humanitaria. Si tomamos el caso de territorio Pales<no ocupado, mientras que hombres y niños están expuestos a amenazas arbitrarias a su integridad Rsica, las mujeres y niñas pales<nas enfrentan otras restricciones como <tulares de derechos, donde la desigualdad de género y el impacto del bloqueo y la
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ocupación se cruzan como factores. Por ejemplo, las mujeres y niñas que viven en Área C ven limitada su movilidad para con<nuar con su educación, para acceder a mercados, además de otras limitaciones en cuanto a su derecho a la propiedad y los niveles de violencia de género.
UNRWA, como uno de los principales agentes humanitarios en Oriente Medio, cuenta con más de 65 años de experiencia en acción humanitaria, tanto en <empos de calma rela<va como en conflicto armado. De manera directa, ofrece asistencia y protección a más de 5 millones de refugiados y refugiadas de Pales<na. La III edición de estas Jornadas se enmarca en el Programa de Formación que UNRWA España desarrolla desde hace más de 6 años sobre la Acción Humanitaria, Derecho Internacional Humanitario y Oriente Medio.
Su obje^vo fue proporcionar conocimiento y herramientas prác<cas sobre los Enfoques de Género y Derechos Humanos para mejorar la calidad y la eficacia de la acción humanitaria de los actores de la cooperación española, tomando como estudio de caso al territorio Pales<no ocupado y la población refugiada de Pales<na.
El público des^natario fueron todas aquellas personas que de forma profesional o académica están vinculadas con la acción humanitaria y la cooperación al desarrollo de administraciones públicas, ONGs, Universidades y Centros de Inves<gación, así como estudiantes universitarios. En total, asis<eron unas 70 personas como público y 11 expertos y expertas como ponentes o moderadores de mesa (ver Anexo 2). Contaron con el apoyo de la Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SGCID) y la colaboración de Casa Árabe. Las dos primeras estuvieron dedicadas a infancia y género en tPo, y las crisis cronificadas de Siria y tPo en los años 2013 y 2014, respec<vamente.
A con<nuación se recoge una sistema<zación de los contenidos más relevantes tratados durante las dos primeras sesiones de estas II Jornadas (ver el Programa en Anexo 1).
RELATORIA
DÍA 1: 10 de noviembre de 2015
INAUGURACIÓN
Abre las Jornadas el Director General de Casa Árabe, Pedro Antonio Villena Pérez. Tras la bienvenida, destaca el trabajo que ha venido realizando Casa Árabe desde un <empo atrás con UNRWA España, organizando éstas y las anteriores ediciones de estas Jornadas y otros eventos diferentes como la Mesa Redonda realizada la semana anterior sobre la dimensión regional de la crisis de refugiados de Siria y otras acciones de Educación para el Desarrollo en las aulas como las Jornadas de la Escuelas por la Paz…). Introduce estas III Jornadas poniendo énfasis en la inclusión de la perspec<va de género en la Acción Humanitaria (AH) en el territorio Pales<no ocupado (tPo) con la par<cipación de expertos y periodistas que trabajan en estos temas en el ámbito de la AH. Marca que el obje<vo de las Jornadas es proporcionar conocimientos y herramientas prác<cas sobre los enfoques de género y Derechos Humanos (DDHH) para mejorar la calidad y eficacia de la AH en los actores de la cooperación española. Remarca y considera que es un tema muy importante, sobre todo en el contexto internacional en el que nos encontramos hoy y asegura que seguirán apoyando las acciones que desarrolla UNRWA en este terreno.
Para con<nuar, Sonia Pos^go, Jefa del Área de Gobernabilidad de la Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SGCID), comenzó su intervención señalando que tPo es des<no prioritario de la cooperación española desde el año 1985. Cuatro Comisiones Mixtas firmadas entre España – tPo lo cer<fican, habiéndose firmado la primera en 1993 y la úl<ma en enero 2008. En el IV Plan Director vigente
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2013 – 2016, Pales<na es calificado como País de Asociación de la cooperación española. Esto hizo que se elaborara un Marco de Asociación País 2015 – 2017, en implementación actualmente, que persigue desarrollar programas de cooperación entre las dos partes.
Este Marco sirve para renovar el compromiso español con la creación de un estado pales<no soberano, independiente, democrá<co y respetuoso con los derechos humanos, estableciendo la gobernabilidad democrá<ca, la par<cipación ciudadana, el fortalecimiento ins<tucional, el desarrollo económico sostenible y, por supuesto, el empoderamiento de las mujeres como ejes vertebrales de su actuación.
Es una estrategia compar<da hacia obje<vos comunes para lograr el desarrollo humano, la erradicación de la pobreza y, lo más importante, impulsar la calidad democrá<ca, fortalecer la estructura de los sistemas de ges<ón pública y a trabajar por un Estado de Derecho. Destaca que, en temas de género, se apuesta por lograr la igualdad formal, la igualdad real y el empoderamiento de las mujeres.
La Sra. Pos<go termina su intervención haciendo mención a las úl<mas víc<mas de violencia de género, cuatro mujeres y un hombre, en el fin de semana previo a las Jornadas. Llama la atención sobre la situación de violencia contra las mujeres en Pales<na y en todo el mundo.
Raquel MartÍ, Directora Ejecu^va de UNRWA España, cierra esta primera fase de las Jornadas agradeciendo a Casa Árabe su colaboración desde hace tantos años y a la SGCID que lleva apoyando estas Jornadas desde su primera edición y espera que siga haciéndolo en el futuro.
Realiza una breve presentación sobre UNRWA. Agencia de Naciones Unidas que se crea en el año 1949 a raíz del a primera guerra árabe – israelí que genera el éxodo de 700.000 pales<nos. Esta población pales<na se convierten en refugiada y Naciones Unidas decide crear esta Agencia y ponerla en marcha en el año 1950 para poder atender las necesidades de esta población que se instala Líbano, Siria, Jordania y los tPo de Gaza y Cisjordania, las 5 zonas de operaciones de UNRWA.
En un primer momento, el mandato fue para tres años para prestar asistencia en educación, sanidad y servicios sociales básicos de la población refugiada de Pales<na. El mandato se ha ido renovando cada tres años dado que no se logra una solución. En 2015, la Agencia ha cumplido 65 años de existencia.
Lejos de reducirse la población refugiada de Pales<na, se ha ido incrementando, sobre todo porque la Comunidad Internacional y Naciones Unidas ha decidido reconocer como refugiado de Pales<na a aquél que sufrió el desplazamiento en el año 1948 y a todos sus descendientes hasta que se encuentre una solución justa y duradera a su situación.
Hoy en día, llevamos ya tres generaciones de refugiados, 5,2 millones a día de hoy, de los cuales, un tercio viven en los 58 campos de refugiados que UNRWA ges<ona en sus 5 zonas de operaciones. UNRWA ha tenido que ir adaptando el mandato en función de las necesidades de la población. Ya no sólo se imparte educación básica (UNRWA ges<ona 700 escuelas en las que reciben educación medio millón de niños y niñas), también hay centros de formación profesional para jóvenes, se conceden becas de formación universitaria para hombres y mujeres y se ges<ona un programa de microcréditos.
La labor en la que más destaca UNRWA es en la Acción Humanitaria y de Emergencia ya que las guerras y ofensivas militares por las que han tenido que pasar los refugiados y refugiadas de la zona de la franja de Gaza o de Siria actualmente, ha agravado su situación paula<namente. Es la operación de Naciones Unidas más especializada en el contexto de violencia en Oriente Medio.
Y es este el contexto en el que se han querido centrar las Jornadas para poder incluir en nuestro trabajo en la Acción Humanitaria y de Emergencia los Enfoques de Género y basado en Derechos Humanos. Para ello, se ha diseñado este seminario de forma que se puedan tratar estos enfoques desde diferentes perspec<vas y metodologías. Diferentes organismos tanto de Naciones Unidas como ONG’s que trabajan en el terreno y
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consultores y analistas van a exponer su experiencia y conocimientos para después analizar casos donde analizar un caso prác<co desde la aplicación prác<ca de los Enfoques de Género y Derechos Humanos.
MESA REDONDA: LOS ENFOQUES BASADOS EN DERECHOS HUMANOS Y GÉNERO: UNA APROXIMACIÓN TEÓRICA DESDE LOS RETOS DE LA ACCIÓN HUMANITARIA.
Ponencias
Sonia Tomás, Consultora de Género, comienza preguntando Género en la Acción Humanitaria, ¿es posible? Busca plantear si es posible o no trabajar el enfoque de género en contexto de emergencia y de crisis crónica. Su la hipótesis que quiere demostrar es que sí es posible queriendo conseguir que al final de la mesa redonda todos los y las asistentes tengan plena convicción y algunas de las herramientas y recursos para poder trabajar la Acción Humanitaria (AH) desde un enfoque de género.
Comienza dando un panorama general sobre lo que nos encontramos cuando se habla de las crisis humanitarias o de emergencia de larga duración. Aproximadamente, el 4% de la población desplazada o que está en crisis humanitaria son mujeres embarazadas, con las necesidades específicas que ello conlleva. El 60% de las muertes maternas actualmente y en cualquier parte del mundo suceden en contextos de desastres naturales, desplazamientos y crisis humanitarias. Por ejemplo, en el terremoto de Nepal de 2015, el 55% de muertes fueron femeninas; en 2011, en las inundaciones de Pakistán se evidenció que una de las principales preocupaciones de mujeres y niñas era que no tenían espacios seguros y privados donde refugiarse, lo cual las dejaba más expuestas a abusos sexuales, a situaciones de violencia, etc.
El 12% de la financiación humanitaria de Naciones Unidas en 2014 se des<nó a proyectos que contribuían a la igualdad de género. En 2013 este porcentaje fue del 24%, de lo que se extrae que el financiamiento se está reduciendo. Si hablamos de programas de acción humanitaria que estén específicamente trabajando por los derechos de las mujeres, el porcentaje de financiación se reduce al 3%.
Ante una realidad donde las necesidades y los intereses son muy dis<ntos y donde hay necesidades específicas por el hecho de ser mujeres y vivir en una situación de vulnerabilidad y discriminación, se ve que la financiación no está atendiendo estas realidades específicas.
¿De qué hablamos cuándo hablamos de igualdad de género? Hablamos de observar la realidad sobre la que queremos intervenir ya sea en contextos de desarrollo, en una asociación de vecinos o en contextos de emergencia. Hablamos de una sociedad en la que los intereses de hombres y mujeres, niños y niñas, son diferentes y de cómo su posición social les asigna unos valores donde lo femenino está más discriminado y en mayor situación de vulnerabilidad, frente a todo lo masculino. Con lo que si hay necesidades e intereses diferenciados, nuestra intervención debe ser también diferenciada, concluye Sonia.
A con<nuación, la ponente muestra dos imágenes con las que quiere plasmar estas diferencias para afianzar el hecho de que es muy importante ver cuál es la situación preexistente a la emergencia, la situación en la que se encontraban hombres, mujeres y niñas antes, para entonces empezar a definir qué se debe hacer durante la emergencia.
En contextos de crisis de larga duración se dice que la variable Fempo es importante, hay que actuar de manera muy rápida. Si el personal humanitario es capaz de llevar un camión lleno de material alimentario y no alimentario para distribuir a una población remota, ¿cómo no se va a poder incluir la perspec<va de género? ¿Cómo no van a poder incorporar ese análisis crí<co y diferencial de género a la hora de definir nuestras capacidades? No es más diRcil hacerlo porque ya el contexto de emergencia es en sí mismo una complejidad.
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Por ejemplo, si monitoreamos el índice de pobreza, se puede determinar que dicho programa sí está siendo eficiente, pero si se hace un análisis diferenciado por sexo de dicho programa, vemos que el que mayormente se está viendo beneficiado del programa es la población masculina y no tanto la femenina (la ponente ilustra esta afirmación con una diaposi<va).
Si hacemos esta mirada diferencial, nos ayudará a ser mucho más perFnentes con el trabajo que estamos diseñando y planificando; a ser mucho más eficientes, porque estamos mirando la realidad y estamos preguntando a hombres y mujeres sobre cuáles son sus necesidades y cuáles son sus intereses, por lo que el proyecto Fene muchas más garanJas de contribuir al objeFvo y al ser así, éste va a tener mayor impacto.
La ponente anima a que cuando los y las asistentes se encuentren ante una situación de crisis y emergencia, incorporen este análisis crí<co y diferencial de la realidad sobre la que se va a intervenir. Plantea la siguiente pregunta:
¿Por qué es importante trabajar el enfoque de género en situaciones de crisis? Porque como la situación preexistente a la crisis ubicaba a las mujeres, hombres, niños y niñas en una posición social muy diferente, el impacto de esa crisis, desastre o situación de emergencia, es disFnto entre hombres y mujeres al igual que sus respuestas y reacciones como la capacidad de resiliencia o de resolución ante una crisis.
Es importante también porque los roles que han sido asignados socialmente al hecho de ser mujer u hombre cambian, porque al estar los hombres en el frente o porque al enviudar las mujeres, éstas <enen que adoptar nuevos roles que antes estaban designados a los hombres. Este cambio abrupto de roles, provoca tensiones entre las unidades familiares y las comunidades afectadas por la crisis y dichas tensiones muchas veces desarrollan índices de violencia mucho más elevados de lo que habían sido anteriormente.
Hay que tener cuidado también con los estereo<pos sobre los que trabaja el personal humanitario en situaciones de emergencia. Pone un ejemplo de Hair en el que describe cómo se centró el trabajo en las mujeres dando por hecho que ellas eran las que estaban más expuestas al cólera viéndose después, una vez pasada la epidemia, que los más afectados por la enfermedad fueron los hombres en un 60%. Es decir, que se trabajó bajo un estereo<po erróneo al no haber hecho un estudio exhaus<vo de la situación de hombres y mujeres preexistente al desastre.
Uno de los argumentos o excusas que más se ha encontrado la ponente para aplicar el Enfoque de Género ante una emergencia es el hecho de que hay que actuar muy rápido, que no hay <empo y que la logís<ca es muy compleja, por lo que no se puede añadir un análisis diferencial a pesar de que sea más per<nente y eficiente.
Añade que hay un mito de lo que es la emergencia. La emergencia responde a sólo una <pología de acciones que responden a lo que se denomina Acción Humanitaria. Pasa a describir cuatro Fpologías o fases preestablecidas de la Acción Humanitaria:
§ Primera: todo lo que se refiere al momento previo a una emergencia, bien preparación para desastres, prevención de riesgos, mi<gación, etc. Es decir, acompañar a una comunidad a prepararse para un desastre. Ahí la variable <empo y la variable logís<ca no entran en juego.
§ Segunda: la respuesta de la emergencia ante una situación súbita, un terremoto, un tsunami, etc. Esto sí puede conllevar cierta complejidad, pero si estamos trabajando en zonas con un alto riesgo de inundaciones, tsunamis, terremotos, es probable que existan análisis previos por el trabajo realizado para la preparación ante desastres, reducción de riesgos, etc. Ahí sí hubo <empo para hacer un análisis de género. La respuesta a crisis crónicas o de larga duración entraría también en esta categoría donde se ubica, por ejemplo, la franja de Gaza. Ahí también se puede hacer un análisis de género.
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§ Tercera: el trabajo después de la catástrofe. A la semana o diez días del desastre, tras la primera respuesta de emergencia rápida, ya se empieza a realizar toda la conec<vidad con rehabilitación, con desarrollo, etc., donde sí se hacen análisis de necesidades e intereses y donde mayoritariamente se está tratando a la población como un conjunto homogéneo donde ser una persona afectada por un terremoto es lo mismo, seas mujer u hombre.
La ponente pone como el ejemplo que en su labor realizada en 2003 en un campamento de refugiados en Tanzania, en los kits no alimentarios se incluían mantas, jabón, pas<llas purificadoras, etc., pero no estaban consideradas la toallitas higiénicas femeninas, por lo que se trabajó para lograr que se incorporara este ítem en los kits. En 2015, 12 años después, tras el terremoto de Nepal, ella ha visto que sólo en algunos casos se sigue considerando la toallita higiénica femenina como parte importante del kit. Algunas organizaciones como ONU Mujeres ha creado el Kit de la Dignidad, que incluye las toallitas, pañales para los bebés y una linterna como medida fácil y barata de asegurar la integridad de las mujeres cuando van a lavar la ropa, al aseo, a buscar leña, etc.
§ Cuarta: la Incidencia o Sensibilización, como estas Jornadas, el trabajo de tes<monio que puede haber ante vulneraciones o abusos de derechos humanos, o abusos sexuales ante población que está siendo desplazada o que está viviendo una crisis.
Por tanto, cuando hablamos de Acción Humanitaria hablamos de estas cuatro <pologías y el argumento clásico de “es que no tenemos <empo”, no sirve.
La ponente describe los tres elementos básicos a tener en cuenta cuando hablamos de género en el marco de la Ayuda Humanitaria: la par<cipación, la protección y la coordinación y colaboración entre otros agentes humanitarios.
§ PARTICIPACIÓN: La ponente enumera cuatro <pologías:
o La parFcipación pasiva es aquella en la que a la población se le informa sobre reuniones, etc., pero sin más mecanismo que incorpore voces de hombres o mujeres.
o La parFcipación por consulta es cuando se les invita a la reunión para informar del punto de distribución de alimentos, por ejemplo, en la que, además, serán escuchados sus intereses.
o La parFcipación funcional, donde se crean grupos de trabajo específicos para trabajar necesidades diferentes, pero no se incorpora la voz de esas personas en el diseño de la propuesta.
o La parFcipación efecFva que es cuando se crean diferentes grupos, se informa a la población de cuándo y dónde van a celebrarse esos grupos, y la población influye en todas las fases del proyecto.
Cuando hablamos de par<cipación desde un enfoque de género en la acción humanitaria, hablamos de una par<cipación funcional y efec<va. Es importante que la transmisión de información se dé en todas las fases del programa, que se usen estructuras preexistentes, como radios comunitarias, para que la información llegue a toda la población a la que va dirigida.
Un reto importante es cómo podemos garan<zar la par<cipación de las mujeres cuando existen obstáculos a su acceso a la misma. La ponente enumera herramientas sencillas como plantear las reuniones informa<vas en horarios acordes a los compromisos de hombres y mujeres; estudiar cuáles son las ru<nas diarias y buscar el mejor momento; buscar lugares no muy alejados de las unidades familiares; ofrecer apoyo al cuidado de niños y niñas para que las mujeres puedan asis<r; par<cipar y estar en las reuniones… En defini<va, buscar soluciones para que todo el mundo pueda par<cipar en las reuniones en igualdad de condiciones.
Cuando el proyecto está siendo implementado, es importante buscar otras maneras para que pueda darse la par<cipación y recabar su opinión sobre el servicio prestado. Por ejemplo, colocar buzones de sugerencias y quejas que es algo rela<vamente fácil, aunque no se u<liza mucho. Es importante recoger la voz y la opinión de las personas.
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§ PROTECCIÓN: Está muy ligado al enfoque basado en derechos porque cualquier intervención dentro de la acción humanitaria <ene que garan<zar el derecho a vivir una vida digna. Tiene que ver con la dignidad de las personas con los derechos y protegerlas ante cualquier vulneración, abuso o discriminación y violación de los Derechos Humanos (DDHHA). Los actores humanitarios deben asegurar que su actuación no vaya a hacer más daño, si no que vaya a intentar proteger ante esos posibles abusos.
La ponente pasa a describir el marco jurídico internacional que nos habla de la protección. Menciona la CEDAW (Convención para la Eliminación de cualquier Discriminación contra las Mujeres), de 1979, rela<va a las situaciones de discriminación o de vulnerabilidad que viven las mujeres y la responsabilidad de los Estados firmantes frente a ellas. La ponente recomienda estudiar las recomendaciones del Comité CEDAW al estado cuando empezamos a trabajar en un país. Una de las recomendaciones importantes emi<das por el Comité CEDAW por su virulencia, magnitud y extensión está relacionada con la violencia sexual que sufren las mujeres desplazadas internas o que viven una situación de crisis o emergencia humanitaria.
Otro marco jurídico que compete es el Derecho Internacional Humanitario (DIH) que establece las normas ante conflictos internacionales y no internacionales entre comba<entes y la población civil, que otorga una protección específica contra la violencia sexual que sufren mayoritariamente las mujeres, para las mujeres privadas de libertad y para las mujeres embarazadas y parturientas.
¿Cuál es la vinculación que Fene todo el marco de protección con el Enfoque basado en Derechos Humanos (EBDH)? La protección relaciona el derecho básico que tenemos cualquier persona a vivir una vida digna en cualquier situación que nos encontremos, por lo que la Acción Humanitaria debe ir más allá de lo que es cubrir las necesidades básicas. Debe ir buscando el gozo y disfrute de esos derechos humanos e intentando minimizar cualquier situación de abuso o vulneración de tales derechos.
Vincular el Enfoque de Género con el EBDH en el marco de la protección obliga a u<lizar otra nomenclatura, es decir, hablar no de beneficiarios, sino de <tulares de derechos y deberes que <enen derecho a vivir una vida libre de violencia, y, sobre todo, hablar de los Estados, <tulares de obligaciones, que <enen la obligación de respetar esos derechos y velar por que se cumplan. Las ONGs y las Naciones Unidas pueden servir de puente entre ambos <tulares para informar de cuáles son sus derechos a hombres y mujeres, y de acompañarles en un proceso de reivindicación individual y colec<va ante el Estado garante de esos derechos.
Hablar de protección es también hacer que las intervenciones humanitarias no expongan más a la población con la que se está trabajando. La ponente vuelve a citar el ejemplo de la linterna que forma parte del Kit de la Dignidad. Lo óp<mo sería iluminar el camino que conduce a los puntos de agua, las letrinas, lugares donde se recoge leña, etc., o que la población decida dónde quiere situar esos puntos, pero, en su defecto, la linterna es una buena salida. Siempre tenemos que diseñar cualquier acción intentando no exponer a la población a mayor peligro y garan<zando su seguridad ante cualquier vulneración y/o abuso sexual, en el caso de las mujeres.
¿Cómo se puede hacer? Incluyendo formaciones sobre aspectos que tengan que ver con la protección en la situación en la que nos encontramos; idenFficar cuáles son las amenazas a las que se ven someFdos hombres y mujeres y las capacidades de ambos para dar respuesta. Si no hay Fempo y capacidades para hacer ese análisis de riesgos y amenazas, los actores locales pueden hacer este análisis o ayudarnos a hacerlo.
La protección ante la violencia sexual contra las mujeres es un tema de protección importante. Es un tema a incluir entre las potenciales amenazas. Para ello, en el mapeo de actores se debe incluir a las personas expertas que sepan y tenga experiencia previa en prevenir, abordar y erradicar la violencia
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sexual además de expertos en otras temá<cas como agua y saneamiento; se pueden analizar las capacidades de respuesta de hombres y mujeres ante esta situación; se puede planificar con las mujeres dónde ubicar las instalaciones temporales, que los equipos de trabajo sean equilibrados con representantes masculinos y femeninos, etc. Es importante no cerrar los ojos ante casos de violencia contra las mujeres que uno se puede encontrar, hay que denunciar y/o buscar apoyo en actores especialistas, evitando, sobre todo, revic<mizar a las mujeres y niñas que han sufrido este <po de violencia.
§ COORDINACIÓN Y COLABORACIÓN: las en<dades se agrupan en clusters temá<cos para trabajar durante las situaciones humanitarias. La ponente recomienda averiguar primeramente si hay un clúster de género en la situación humanitaria en la que se trabaje y si no lo hay, hacer incidencia para que lo haya y para que esté presente en el resto de clusters ya que “género” <ene un carácter intersectorial. Debe haber personas que hagan incidencia en los diferentes clusters para que se aborde el análisis de la situación de esa temá<ca desde un enfoque de género, abogar para que haya indicadores específicos de género en la respuesta y para que haya una mayor presencia de organizaciones locales en los clusters expertas en género. Ellas conocer muy bien la realidad ya que trabajar con<nuadamente en ese territorio, <enen datos desagregados por sexo y pueden hacer análisis como el que reflejaba el gráfico de pobreza mencionado anteriormente. Ésta no es aún una prác<ca generalizada, aunque la CEDAW la recomienda.
Para cerrar, la ponente señala la importancia de sensibilizar al personal director e de incluir conocimientos / experiencia en género en los procesos de selección, las competencias básicas y la formación del personal humanitario expatriado, local y en sede, como un requisito imprescindible y no sólo como un elemento a valorar. Volviendo al ejemplo de la crisis de Hair, en los procesos de selección desarrollados durante cuatro años para trabajar Derechos Sexuales y Reproduc<vos, los conocimientos en género no fueron considerados imprescindibles, sino como un valor añadido, se priorizaron conocimientos y experiencia en salud. La ponente recomienda también establecer sistemas de monitoreo con la población con la que se trabaje, poniendo los buzones de quejas y sugerencias como ejemplo, que sirven para retroalimentar al personal humanitario.
Recomienda revisar el material que está colgado en la web de las Jornadas (www.unrwa.es/EBDHmadrid2015), en par<cular las guías del IASC (United NaFons Inster-‐Agency Standing CommiYee), y anima a que se trabaje incorporando el enfoque de género, un análisis de jus<cia que supone mejorar nuestras propuestas y establecer una conecFvidad con el proceso de desarrollo, al que cualquier proceso humanitario pretende llegar.
Al término de la ponencia de Sonia Tomás, Raquel Mare, Directora de UNRWA España, plantea al resto de los y las ponentes de la Mesa la pregunta realizada por Sonia Tomas al inicio de su ponencia: Género en la Acción Humanitaria ¿es posible? Añade ¿Es posible en contextos de crisis humanitaria bajo ocupación y violencia armada y en una sociedad patriarcal como es la del mundo árabe-‐musulmán como la de Gaza?
Celinda Sanz. Técnica de Pales^na en la Oficina de Acción Humanitaria de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) inicia su exposición agradeciendo las Jornadas, la presencia de los y las asistentes, y expresando su conformidad con el 99% de lo expuesto por Sonia Tomás.
A la pregunta planteada por Raquel Marr expone que es muy complicado trabajar género en contexto de ocupación y bloqueo, y cree que es buen punto de par<da reconocer que hay mucho margen para trabajar. A con<nuación indica que su exposición tendrá dos líneas principales: el EBDH y el Enfoque de Género en la Acción Humanitaria, y cómo lo ven dentro de la Oficina de Acción Humanitaria (OAH) de la aecid.
La inclusión del EBDH en la Acción Humanitaria (AH) no es fácil porque siempre se ha entendido la AH desde la atención a las necesidades básicas: salvar vidas humanas y aliviar el sufrimiento de los más
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vulnerables. La ayuda humanitaria surge muy vinculada a las normas del Derecho Internacional Humanitario (DIH) consuetudinario. La ponente señala que este origen quizá se haya olvidado ya que la gravedad y el volumen de las necesidades básicas ha hecho que los actores se hayan volcado más con el enfoque de necesidades.
A par<r de los años 90, toda la comunidad internacional humanitaria se replantea esta cues<ón y el EBDH toma auge. Es verdad que las poblaciones más vulnerables necesitan cubrir sus necesidades, pero sus derechos necesitan ser protegidos. El actual Plan Director de la Cooperación Española incluye el EBDH como uno de los ocho enfoques de la Cooperación Española necesarios para una polí<ca de desarrollo humano. Si descendemos a la AH, la propia Estrategia de AH de la Cooperación Española también lo recoge.
Vinculado al surgimiento de este enfoque, nace el concepto de PROTECCIÓN, un sector/clúster más dentro de la AH. Al ser de muy reciente creación, <ene menos herramientas de trabajo o documentos guía de calidad que el resto de los sectores.
Aceptado por todos los actores de la acción humanitaria, el IASC define Protección en 1999 como “todas las acciones enfocadas a asegurar el pleno respeto de los derechos de los individuos de acuerdo a la letra y el espíritu de las relevantes normas legales como por ejemplo el derecho de los Derechos Humanos, el DIH y el Derecho de los Refugiados”. Esta definición habla de marcos jurídicos, de derechos, pero no nos dice de quién nos tenemos que proteger y quién se <ene que proteger.
Uno de los retos principales es operacionalizar este concepto, es decir, diseñar nuevas o adaptar herramientas existentes para saber qué derechos se violan, cuáles son las vulnerabilidades de la población… y donantes que faciliten este trabajo. Protección es uno de los cuatro sectores prioritarios de la Oficina de Acción Humanitaria de la aecid (OAH), junto con seguridad alimentaria y nutricional, salud, y agua y saneamiento. Desde hace tres años la OAH lleva realizando un trabajo técnico en Protección para que sea un sector de trabajo, dotándose de conocimientos y herramientas. Para ello, está trabajando con la Universidad de Deusto y ha establecido unas directrices y orientaciones tanto para apostar por proyectos de protección y proyectos de otros sectores donde protección sea un elemento transversal.
Por otro lado, dentro de los ámbitos que abarca el clúster Protección, la OAH se ha focalizado en dos de ellos: atención a menores y atención integral a supervivientes de violencia de género. Este tema le permite vincular protección con el enfoque de género en la AH, algo que es muy necesario, señala la ponente.
La ponente afirma que todas las crisis analizadas con visión de género han lanzado unos datos importantes y parecidos: que las mujeres han tenido un mayor impacto por razones varias. Pone como ejemplo el hecho de que en el tsunami murieran ahogadas más mujeres porque no estaba bien visto que las mujeres aprendieran a nadar o que treparan a los árboles. Estas circunstancias son las que nos dicen que es importante hablar del enfoque de género dentro de la AH, no solamente en la propia respuesta de la emergencia si no también en las otras fases de la AH.
Con el imperaFvo de la urgencia se jusFfica que es di]cil tener datos de género. Sin embargo, la AH se lleva a cabo en muchas ocasiones en zonas donde se lleva trabajando muchos años en el campo de la Cooperación al Desarrollo, por lo que por supuesto que se pueden tener datos desagregados por sexo y edad y estos datos sirven también para una primera aproximación humanitaria. El Fempo y las prisas, son un mito que tenemos que quitarnos.
Una Acción Humanitaria con enfoque de género es importante, deben atenderse las necesidades diferenciadas de mujeres y hombres de todas las edades.
Si yo como personal humanitaria no aFendo estas necesidades, debo plantearme si estoy ofreciendo una AH de calidad. Si quiero una acción de calidad, eficiente y perFnente, debo contar con dicho enfoque porque si no, no estoy respondiendo a mi imperaFvo como humanitario.
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En territorio Pales<no ocupado, la protección está vinculada a cues<ones burocrá<cas, como los registros. Por ejemplo, para poder acceder a determinados bienes, la canasta básica o servicios de salud básicos, es necesario estar registrado en algún si<o. Generalmente, la unidad de registro es la familia y no la persona, siendo el cabeza de familia (el hombre) el que está registrado. Hay que tener especial cuidado porque la determinación y la priorización de las necesidades puede diferir según se sea hombre o mujer.
El registro debería ser individualizado o, por lo menos, combinable porque el cabeza de familia hace de intermediario para el acceso a bienes y servicios de las mujeres y esto puede vulnerar sus derechos.
Otro caso interesante es la propiedad de la vivienda. Por ejemplo, en el caso de las mujeres viudas, resulta diRcil protegerlas ya que los marcos jurídicos existentes no permiten a las mujeres acceder a la herencia y se pueden quedar sin hogar junto con hijos e hijas menores. Puede darse también que la patria potestad o custodia del menor pase a los familiares del marido y no a su esposa. Todo esto, recomienda la ponente, hay que tenerlo en cuenta para hacer un análisis para poner en marcha un proyecto de AH con enfoque de género.
El mandato del Plan Director vigente establece que el Enfoque de Género <ene que estar incorporado en todos los proyectos, fases e intervenciones de la Cooperación Española. Por ello, la OAH está trabajando en territorio Pales<no ocupado a tres niveles:
§ Estratégico: se apoya a la Asesora Humanitaria de Género de Naciones Unidas en tPo, figura conocida como GenCap, personas expertas en género desplegadas en emergencias y crisis crónicas para dar capacitación a todos los clusters en género. En el año 2013 la OAH cofinanció esta posición en OCHA junto con Canadá. En 2015 se está financiando esta posición en ONU Mujeres para transversalizar género de forma efec<va en tres sectores (protección, seguridad alimentaria y nutrición, y shelter (abrigo – alojamiento)) y aumentar la disponibilidad de datos desagregados por sexo que midan el impacto diferenciado de la crisis crónica y de las crisis puntuales que se generan.
Es importante tener datos y que se encuentren en un único siFo para que todos los actores humanitarios que quieran trabajar sobre el mismo tema puedan acceder a una única fuente de información y no que cada actor trabaje sobre sus propios datos. Así las acciones que estarán mejor arFculadas.
§ Específico: se apoya un proyecto de Alianza por la Solidaridad de prevención y servicios de respuesta de la violencia de género mul<sectorial en 15 comunidades que están en el Área de Acceso Restringido en la franja de Gaza. Da con<nuidad a un proyecto anterior y se dirige a mujeres que sufren o están en riesgo de sufrir violencia de género y que por sus restricciones de movimiento y acceso a servicios no pueden denunciarla o escapar de ella. Se busca fortalecer la respuesta mul<sectorial y de todos los actores, sobre todo de las organizaciones de mujeres locales de Pales<na, ofreciendo además un pequeño componente de capacitación para que las mujeres desarrollen microemprendimientos para su autonomía económica.
§ Transversalizacion del enfoque de género en cada proyecto.
Para terminar, la ponente indica que la actuación de la Oficina de Acción Humanitaria se enmarca en todas las inicia<vas internacionales, como la nueva herramienta de ECHO (Oficina de Ayuda Humanitaria de la Comisión Europea) para transversalizar género en la AH en todos los proyectos presentados y el Manual del IASC que da unas pautas muy interesantes para dar respuesta a todo lo que se está planteando estamos planteando (datos desagregados por sexo, análisis de necesidades, roles, etc.).
Francisco Rey, co-‐director del Ins^tuto de Estudios sobre Conflicto y Acción Humanitaria (IECAH), felicita a UNRWA España por mantener estas Jornadas en diferentes lugares y señala la per<nencia de sensibilizar y formar sobre derechos, género y Pales<na.
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Parece que cuando hablamos de lo humanitario nos referimos sólo a lo que debemos hacer cuando vamos allí. Esto está pasando incluso en el ámbito de la Unión Europea (UE), la cual exige el cumplimiento de principios humanitarios cuando es la propia UE quien no cumple con lo exigido. Por ejemplo, la UE está negociando con Turquía pagarle 3.000 millones de euros para retener a los solicitantes de asilo dentro de sus fronteras pero no mira mucho si cumple con los principios humanitarios, respeta los derechos humanos, etc. Hablar de Enfoque basado en Derechos Humanos es hablar también de los refugiados y demandantes de asilo. Países que han firmado el Tratado de Lisboa, una Carta de Derechos Humanos, diferentes instrumentos humanitarios… y están violando dichos derechos.
El ponente señala que la temá<ca de las Jornadas es muy per<nente también por algunas dinámicas en el sistema humanitario internacional. En 2016 se celebrará la primera Cumbre Humanitaria Mundial en Turquía. Informa que en las reuniones preparatorias se está volviendo mucho a los enfoques de necesidades, a ver lo humanitario con una visión an<cuada. El propio mandato de UNRWA, que surge muy vinculado al socorro, ha ido evolucionando y está teniendo que considerar los derechos como temas fundamentales.
Para complementar la ponencia de Celinda Sanz, Francisco Rey remarca primero que la historia de lo humanitario <ene que ver con el Derecho. El fundador de la Cruz Roja pudo haber hecho una ins<tución filantrópica, pero hizo incidencia para que los estados firmaran normas jurídicas para proteger derechos de ciertas categorías de víc<mas. En 1864 se crea el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y, un año después, se firma el Primer Convenio de Ginebra sobre la protección de los militares heridos. En la jerga de hoy hay <tulares de obligaciones, que son los estados parte de los Convenios de Ginebra que los han ra<ficado, hay <tulares de derechos (militares heridos, civiles… se van ampliando en cada Convenio) y <tulares de responsabilidades (CICR, como garante del respeto al Derecho Internacional Humanitario). El DIH ha ido incorporando nuevos colec<vos hasta llegar a la población civil. Comenzó con heridos, náufragos, prisioneros y, tras II Guerra Mundial, la población civil.
Es evidente que, durante mucho Fempo, esta vinculación de lo humanitario con el Derecho o con los derechos se nos ha olvidado y que la Acción Humanitaria (AH) se percibe como muy basada en necesidades. La simplificación de los anglosajones de la AH (salvar vidas, “saving lives”) no ha contribuido a dar una idea más sofisFcada de lo humanitario desde su origen. Vidas sí, pero vidas que merezcan la pena ser vividas, vidas con dignidad. A veces los humanitarios (bomberos, médicos…) quieren saber también lo que ha pasado, en qué queda todo después, se preocupan por la dignidad. A los humanitarios nos ha venido bien el auge del EBDH en la Cooperación al Desarrollo para que se nos dé un toque de atención que nos recordara esto.
El ponente con<núa diciendo que durante mucho <empo se ha permi<do una división entre el DIH y los Derechos Humanos (DDHH) como si fueran dos líneas de pensamiento muy diferentes, afirmación que considera parcialmente cierta. Cuando se estaba discu<endo la Declaración Universal de Derechos Humanos en 1948, otro grupo de trabajo discura simultáneamente el IV Convenio de Ginebra de protección de la población civil, aprobado en el 1949. A alguien se le ocurrió que hubiera un Preámbulo común a ambos instrumentos o que al menos en el IV Convenio, dado que la Declaración de DDHH se aprobó antes, se incluyera un Preámbulo recordando la base común de los DDHH. Finalmente, no sucedió porque hubo algunos estados que decían que era necesario citar en ese Preámbulo las dis<ntas fuentes de la caridad humana y a Dios como fuente de los principios de DDHH, lo cual no fue aceptado por otros Estados. Si no, habría sido posible que no hubiera habido esta división.
Señala que también hizo mucho mal al ámbito humanitario la gran división de los Derechos Humanos en Civiles y Polí<cos -‐ Sociales, Económicos y Culturales durante la Guerra Fría. Esto hizo que los humanitarios, muy neutrales, no tomaran par<do y que no se diera un entendimiento omnicomprensivo de los DDHH como el que se da actualmente.
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Remarca que es bueno también que se vayan incorporando a la AH interpretaciones del resto de instrumentos jurídicos de los que se ha ido dotando la comunidad internacional (Derechos de los niños y de las niñas, etc.). En el caso, por ejemplo, de los desastre de causa naturales no hay todavía normas jurídicas a ese nivel, pero el IASC sí establece directrices para incorporar preocupaciones de DDHH en la respuesta a los desastres naturales ya que los desastres, por definición, son situaciones que afectan a los derechos de una u otra manera. Esa preocupación que no se ha plasmado todavía en instrumentos internacionales, es muy importante para los humanitarios porque cuando se producen, en muchas ocasiones, se decretan estados de excepción, se mueve población sin su consen<miento con el argumento de que es una situación de desastre, etc. Por ello, el ponente ma<za, que esa mirada sobre los derechos es importante.
La protección es un componente que ha ido evolucionando en su comprensión. Siempre ha formado parte de lo humanitario, en sus tres dimensiones de asistencia con imparcialidad, protección y el tesFmonio). La dimensión asistencial es la que ha ganado, pero las otras dos dimensiones se están recuperando.
Hay algunas agencias que en<enden la protección como parte de su mandato: ACNUR con los refugiados, UNRWA con los refugiados de Pales<na, el CICR si hay conflictos armados… No obstante, el ponente considera que la protección debe ser algo consustancial al trabajo humanitario, sea cual la misión, por pequeña o específica que sea, del actor que la implemente (ya sean organizaciones grandes o pequeñas). Los actores humanitarios no pueden dejar de ver a los seres humanos como personas con necesidades globales y si en su trabajo ven que algún derecho se está vulnerando, deberán incorporarlo a su planificación o derivarlo a otros. Hoy ya no es asumible el desentendimiento de un hecho así por no corresponder a tu área de trabajo, dice el ponente.
A con<nuación, Francisco Rey enumera algunas dificultades para incorporar el Enfoque basado en Derechos Humanos y la protección en el trabajo humanitario. Muchas veces, defender derechos en situaciones tan complejas como las que se ven en Siria y Gaza hace percibir que las agencias humanitarias rompen su neutralidad y se posicionan de una de las partes o toman par<do. Esto pone a las agencias humanitarias en riesgo. Hay que entender que a los <tulares de obligaciones hay que exigirles o hacer que alguien les exija el cumplimiento de sus obligaciones, puede que no siempre mediante la denuncia (ésta es la úl<ma estrategia por ser la más arriesgada).
En ciertos escenarios, a veces los propios actores locales presionan mucho a las agencias humanitarias. Esto hace que muchas veces resulte muy diRcil mantener una independencia polí<ca para poder trabajar con todas las víc<mas dentro de un conflicto. El ponente pone como ejemplo el trabajar en los campamentos de refugiados saharauis de Tindouf.
Es di]cil que después de un año trabajando en la zona, el humanitario no se sensibilice con la situación de estos refugiados. Las insFtuciones humanitarias trabajen con los principios humanitarios para poder trabajar con las vícFmas de ambos bandos. Pero en las crisis de larga duración, cualquier cooperante que trabaje en la zona acaba implicándose con un lado u otro del conflicto y eso hace que muchas veces, la propia percepción de los actores sobre este hecho, sea parcial.
En ocasiones, el trabajo humanitario puede ser u<lizado como un sus<tuto de la acción polí<ca; ya lo dijo la an<gua Comisaria Europea de Acción Humanitaria (AH), Emma Bonino, durante el conflicto de la an<gua Yugoslavia: “No se nos puede pedir a los humanitarios soluciones políFcas”. Muchas veces los estados recurren a la AH cuando no saben o no quieren entrar en lo polí<co. Podemos verlo en casos como el del Sahara Occidental o Pales<na, señala el ponente.
En los contextos donde hay gobiernos, las agencias humanitarias que quieren trabajar con enfoque de derechos <enen que cambiar un poco su actuar con las autoridades. En el trabajo humanitario clásico las agencias eran autorizadas a realizar su labor, pero no se planteaban el hacer un gran trabajo de promoción de los derechos de las víc<mas, de la legislación… En los úl<mos años, en Colombia agencias humanitarias internacionales y nacionales cada vez incorporan más un trabajo de exigibilidad de derechos frente a las autoridades. Colombia <ene normas jurídicas muy desarrolladas, rela<vas a la población desplazada, por
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ejemplo. Estos cambios en el marco jurídico en el país han hecho que las agencias hayan empezado a trabajar mucho con los <tulares de obligaciones y hayan comenzado a ser incómodas.
Esta incorporación del EBDH <ene que ver también con una forma nueva de trabajar con los socios locales, lo cual lleva a un tema diRcil, que es la rendición de cuentas hacia las comunidades y las víc<mas/beneficiarios con los que trabajamos. Las organizaciones humanitarias no han sido especialmente buenas en este tema. Por eso, a veces se ha dado el llamado paracaidismo humanitario que en ocasiones está jus<ficado puesto que en algunas zonas como Somalia o la República Centroafricana es diRcil encontrar un socio local imparcial. Pero trabajar con los socios locales es muy importante, remarca el ponente.
Otro tema es tratar de romper las fronteras tan ar<ficiales creadas entre la AH y la Cooperación para el Desarrollo. Cuando se trabaja con derechos es obvio que los derechos son algo que puede ser afectado de una manera específica en una crisis, pero los derechos son algo consustancial a la dignidad humana y, por tanto, hay que trabajar con unos enfoques más a largo plazo. Ello puede suponer el desarrollo de nuevas alianzas o asociaciones con otros sectores.
Para finalizar, el ponente comenta una anécdota sobre un curso que hizo sobre EBDH con ONG’s humanitarias.
En el trabajo humanitario todo el mundo sabe que es un “need assessment” (análisis/evaluación de necesidades), pero ¿alguien sabe qué es un “right assement”? Normalmente, no lo incluimos en nuestro trabajo y se está empezando a incluir en crisis de larga duración porque el terreno nos empuja a ello, no por nuestra convicción. Por ejemplo, la población con la que trabaja UNRWA les habla desde hace muchos años de sus derechos y muy auFsta Fenes que ser para no escucharlo e incorporarlo a tu mandato. Los humanitarios nos hemos quedado con el “needs assessment” que es mucho más fácil. OperaFvizar el Enfoque basado en Derechos Humanos no siempre es fácil porque colisiona con algunos actores o con principios, o es más di]cil y compromete políFcamente… y nos saca de la zona de confort humanitario donde se ha trabajado siempre.
En el mundo donde vivimos, donde las necesidades humanitarias se van a mantener o a aumentar, es importante recordar, finaliza el ponente, el origen del humanitarismo vinculado con el derecho y no quedarse con lo humanitario como la simple asistencia de emergencia para salvar vidas en las crisis en vez de con soluciones más comprome<das que hablan de los derechos de las personas y por tanto, de la protección.
Tras la intervención, Raquel Mare, Directora Ejecu^va de UNRWA España, pone énfasis en la importancia de trabajar con la en<dad social local y empoderar a la población meta. Para ejemplificar lo comentado por el ponente en relación a la importancia de trabajar desde un análisis de derechos y no sólo de necesidades, indica que territorio Pales<no ocupado es el contexto en el que mayores violaciones de DDHH se sufren y, sin embargo, es en el que quizá la población esté más empoderada y consciente de sus derechos. Pone como ejemplo la crisis sufrida este verano en la que UNRWA se planteó no abrir las escuelas por falta de financiación. Ante este hecho, la población refugiada de Pales<na respondió con contundencia, negociando y manifestándose para poder ejercer su derecho a la educación. Finalmente, gracias a su apoyo y al dialogo con los donantes se consiguió abrir las escuelas. Ma<za y cierra diciendo que es necesario este empoderamiento de la población con la que se trabaja y que ésta sea consciente de sus derechos para poder seguir trabajando.
Marta Fresno, Experta en Género en Acción contra el Hambre (ACH), muestra un mapa de lo que hace ACH. ACH es una red internacional que combate el hambre en el mundo, para lo cual son conscientes de la importancia de garan<zar agua y medios de vida a las poblaciones más vulnerables. Actualmente trabajan en países, y el año pasado, 2014, atendieron a casi 9 millones de personas. La visión de ACH es un mundo
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que no tenga hambre, un mundo sin desnutrición, tratando de devolver la dignidad a las personas que viven amenazadas por el hambre.
ACH cuenta con 5 sedes internacionales: Paris, Nueva York, Montreal, Londres y Madrid. Dentro de España cuentan con diferentes sedes. Actualmente, ACH España lleva 15 misiones en 17 países diferentes. Con la crisis en España, ACH vio la necesidad de hacer proyectos de acción social dentro del territorio nacional, para lo cual se unieron a la Fundación Luis Vives. ACH trabaja en 6 sectores: agua y saneamiento, seguridad alimentaria y medios de vida, nutrición, salud, prevención de desastres e incidencia. Cuentan con 130 expatriados, 115 personas en sede y casi 1.400 trabajadores locales.
ACH lucha contra el hambre en todas sus fases. En el corto plazo, a<ende emergencias dando acceso a alimento y agua potable a personas que se ven en una situación de vida o muerte, a las que se ven afectadas por un desastre natural o un conflicto. En el medio plazo trabajan en contextos de post-‐emergencia y rehabilitación, y, en el largo plazo, trabajan en el desarrollo, en paliar las causas estructurales del hambre.
La mayoría de los fondos, el 90%, van dirigidos a proyectos, la mayor parte des<nados a seguridad alimentaria, en segundo lugar a agua y saneamiento, y a nutrición en tercer lugar. El 10% restante es para captación de fondos, administración y comunicación.
ACH ha ido rezagada en entender que luchar contra el hambre no sólo está relacionado con el consumo, si no también con el acceso a elementos básicos, a la salud, al ejercicio de los derechos y a la protección. Por ello, se ve en la necesidad de integrar los enfoques transversales, consustanciales al desarrollo humano (género, medioambiente y basado en derechos) en todos los sectores en los que trabajan, desde el diseño hasta la implementación. Para ello, ACH ha desarrollado una serie de polí<cas que definen el quehacer ins<tucional, mirando a otras organizaciones e ins<tuciones que llevan <empo trabajando en esto, como IASC y ECHO. Las exigencias de los donantes les han obligado a incorporar esos enfoques transversales. En el enfoque de género exigido por ECHO y AECID, las ONGs han ido detrás del resto en su incorporación para que las intervenciones tuvieran un mayor impacto.
En territorio Pales<no ocupado (tPo) es imposible entender que sólo se puede trabajar desde el enfoque de necesidades. Entre las organizaciones humanitarias hay quórum en que en Pales<na hay una crisis de derechos y no sólo una crisis humanitaria. Del enfoque asistencialista se ha pasado al enfoque de necesidades básicas y, de ahí, al enfoque de derechos. ACH quiere incidir en los procesos de desarrollo y en que las personas sean dueñas de su propio desarrollo.
Para el empoderamiento, es importante trabajar con organizaciones locales. Puede que tengan ciertas carencias en el conocimiento de cómo funcionan los donantes o en cómo conseguir fondos. ACH les puede apoyar para dotarles de ese exper<se, pero ellos son los que mejor conocen su realidad para que el trabajo que se va a realizar en un contexto determinado sea eficaz.
Para garan<zar la inclusión del Enfoque basado en Derechos Humanos (EBDH), ACH se ha dado cuenta de que <ene que iden<ficar, en primer lugar, cuál es el principal derecho que a<enden con el proyecto o intervención, quiénes son los <tulares de derecho -‐ la población atendida o beneficiarios, y quiénes son los <tulares de obligaciones y responsabilidades, que son el estado a nivel local, departamental o nacional, o espacios internacionales. La ponente considera igualmente importante iden<ficar quiénes son los grupos más vulnerables o excluidos en esa realidad en la que están interviniendo.
Al igual que ACH intenta transversalizar el EBDH, también intenta transversalizar el enfoque de género y llega a la conclusión de que al intervenir con personas debe tener en cuenta las diferencias entre hombres y mujeres. Por ello, ACH ha elaborado su Polí<ca de Género para aumentar el impacto de la intervención, para que tanto hombres como mujeres, niños y niñas, mediante un análisis y el tratamiento de los temas de género en todas las fases del proyecto, vean esas necesidades diferenciales cubiertas.
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Aunque ACH ha sido una organización que ha estado más centrada en el enfoque de necesidades, con el enfoque de género se han dado cuenta de que hay cierta confusión: las mujeres no son más vulnerables por el hecho de ser mujeres. Es no es así. Las mujeres son vulnerables porque por la discriminación histórica en la que viven y el sistema patriarcal del que venimos, son vícFmas de discriminación. Hay que tener cuidado con estas equiparaciones.
Consideran que en tPo, las vulneraciones de Derechos Humanos (DDHH) son la causa subyacente de la crisis humanitaria, por lo que hay que incorporar el EBDH.
La ponente describe la zona de trabajo a través de fotograRas y muestra dónde y cómo trabaja ACH, presente en tPo desde 2002 con una oficina central en Jerusalén Este y oficinas en Gaza y Hebrón. Trabaja agua y saneamiento, seguridad alimentaria y medios de vida porque son los principales sectores donde la población <ene mayor problema de acceso y porque por su mandato son en los que su intervención <ene un valor añadido.
Después de Oslo de 1993, se realizó la división de Cisjordania en tres zonas (Área A, B y C). El área A está bajo control pales<no; el área B está bajo control civil pales<no, pero control militar israelí; y el área C está bajo control civil y militar israelí. Este hecho complica el trabajo en Cisjordania porque no el mismo estado <ene control sobre todo el territorio. Las zonas A y B representan el 40% del territorio y en ellas viven el 95% de la población, mientras que la zona C supone el 60% del territorio donde vive muy poca población pales<na dado el total control israelí.
La ponente recuerda que el gobierno israelí no permite ningún <po de edificación ni rehabilitación en la zona C. La burocracia para hacer cualquier <po de obra es complicadísima y en 2014 sólo concedieron el 5% de permisos de los solicitados. Los derechos de la población pales<na de esa zona son completamente vulnerados. Por ello, apunta, que se ven en la necesidad de recordar al gobierno de Israel que <ene la obligación de asegurar el bienestar de la población pales<na que está bajo su responsabilidad como potencia ocupante.
Reconoce que el punto fuerte de ACH no es la denuncia pública, por eso trabajan con otras organizaciones que en ese tema <enen más experFse y que además no <enen tanto debate interno en sus organizaciones para realizar esta denuncia.
A con<nuación, la ponente describe las tres líneas de actuación o derechos en los que ACH trabaja en tPo:
§ Derecho al Agua y Saneamiento: la dependencia de tPo de las aguas subterráneas es alta ya que es prác<camente la única fuente de la que disponen para el consumo de agua. Dentro de Cisjordania, el consumo de agua varía mucho de una zona a otra. De media, el consumo por persona y día en Cisjordania es de 60 litros, siendo en la zona C mucho menor, cuando la Organización Mundial de la Salud ha establecido que para tener una salud adecuada, se necesitan 100 litros por persona y día.
Por ello, se da el hecho de que para poder tener acceso al agua, se generan mecanismos de supervivencia para poder transportarla. Este transporte resulta caro. Las familias invierten casi el 30% de su poder adquisi<vo en conseguirla. En la franja de Gaza la situación es dis<nta. Es imposible el transporte de agua o cualquier otro elemento entre Gaza y Cisjordania, por lo que Gaza depende de sus propios recursos para acceder al agua.
En la franja de Gaza hay un único acuífero, el llamado acuífero costero, que está actualmente contaminado en un 90% y se calcula que para el año 2016 esté al 100%. Está altamente salinizado por la explotación. Hay que tener en cuenta que es además el acuífero que u<lizan para regar sus campos. Ante esta problemá<ca, ACH se plantea una serie de actuaciones: la distribución de depósitos de aguas pluviales para recoger el agua de lluvia y que sirva para el consumo humano, la instalación de desaladoras domés<cas en los hogares para mejorar la calidad del agua (proyecto innovador) y la
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rehabilitación de pozos e instalaciones ya existentes. Esto es más fácil y viable de realizar en las zonas A y B de Cisjordania, pero prác<camente imposible en el área C.
§ Derecho a la Alimentación: Aproximadamente el 41% de la población pales<na no <ene recursos suficientes para cubrir sus necesidades alimen<cias y la mayor parte de los ingresos de las familias se dedican a la alimentación. Por el bloqueo existente, el precio de los alimentos es muy elevado y es muy costoso conseguirlos.
Según encuestas realizadas por ACH a la población beneficiaria, el 56% afirma que en los úl<mos años ha bajado la calidad de los alimentos de los que puede proveerse y el 36% ha disminuido el número de comidas que puede hacer al día. Esto no sólo afecta a la población adulta, si no que afecta también a los niños y niñas que es un colec<vo que en un contexto de inseguridad alimentaria es muy vulnerable. Hay que hacerse a la idea de que la media de hijos en una familia pales<na es de 5,7, por lo que abastecer de comida y agua a una familia tan grande es complicado. El encarecimiento de los precios hace que las familias tengan que buscar ingresos de varias maneras. La tasa de desempleo en tPo es muy alta, no hay casi trabajo y el que hay es muy precario y escaso.
En la franja de Gaza antes del bloqueo había mucha producción horrcola, pero con el bloqueo, lo que se produce es para el consumo, no es posible su exportación y venta. ACH intenta trabajar para mejorar este contexto y aumentar la can<dad de alimento que pueden producir por ejemplo, a través de la instalación de invernaderos. Asimismo, trabaja con coopera<vas existentes como las de pescadores. En el caso de las mujeres, el desempleo femenino en tPo es de los más altos en el mundo, por lo que ACH trabaja con organizaciones de mujeres y fomenta la introducción de mujeres en campos como la ganadería.
La inseguridad alimentaria no es sólo un problema de acceso al alimento, sino que además <ene que ver con la escasez de ingresos. Para comba<r esto, ACH ha puesto en marcha el programa Cash for Work. La población trabaja en acciones que ayuden al desarrollo de la comunidad y ACH les paga por ese trabajo. Por el <po de sociedad que es la pales<na, ACH se encuentra que son los hombres lo que se presentan a este programa. Cuesta que las mujeres accedan. Desde ACH se han dado cuenta de que <enen que ir haciendo un análisis diferenciado de género para todas sus actuaciones puesto que no siempre consigue el obje<vo de integrar a las mujeres en sus acciones.
§ Derechos polí<cos a través de incidencia o denuncia de las situaciones que viven estas poblaciones. Si no se hace este trabajo, nunca será suficiente ni se podrán rever<r las situaciones a las que se enfrenta la población meta. Por eso, el enfoque que desde ACH se plantea es trabajar en metas a largo plazo, independientemente del <empo que dure el proyecto. Tiene que haber un trabajo conjunto con otras organizaciones y otras agencias gubernamentales y no gubernamentales para velar por el cumplimiento de estos DDHH.
Apunta también la ponente que ACH trabaja también en la igualdad y la no discriminación; porque toda la población pales<na ve vulnerados sus derechos, pero hay colec<vos que los ve vulnerados especialmente.
Con esto introduce la situación de las mujeres en tPo. Es desempleo femenino es el mayor en el mundo árabe y aunque las organizaciones y los estados se han comprome<do a hacer cumplir los tratados internacionales, es diRcil conseguirlo ya que Pales<na no está reconocido como Estado. La situación de la mujer, además, se complica más. En Cisjordania están vigentes leyes jordanas, israelíes etc. Por ejemplo, en esta zona rige la ley Jordana en lo referente e crímenes del honor, la cual exime a los hombres de matar a una mujer en caso de que se considere que ella ha come<do algún acto de deshonor para la familia. Esta ley, de 1977, se cambió en Jordania en 2001, pero se ha mantenido en Cisjordania.
A raíz del conflicto pales<no -‐ israelí han aumentado los casos de violencia contra las mujeres dentro del hogar. La tasa de desempleo entre los hombres es muy alta y, por ello, ya no pueden ejercer su rol tradicional y primario de proveedor de alimentos a la familia. Esto genera pérdida de estatus y mayor
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conflic<vidad dentro del hogar. Además, este desempleo masculino ha generado que las mujeres salgan de casa para buscarse la vida en trabajos de bajo estatus y poco reconocidos que los hombres no quieren realizar, lo que no ayuda a rebajar dicha conflic<vidad. ACH trabaja para que los trabajos femeninos gocen de mayor consideración y estatus.
En relación a los kits higiénicos que se comentaba en una ponencia anterior, ACH se plantea si el hecho de reparrrselos a las mujeres no perpetúa su rol de cuidadoras. El debate interno en la organización no se ha resuelto, pero se están buscando alterna<vas.
La ponente finaliza la charla hablando de los retos a los que se enfrenta ACH como organización para trabajar en tPo.
Pone como ejemplo un proyecto de construcción de una escuela, pero los soldados israelíes les dicen que no pueden hacerlo a pesar de contar con todos los permisos. Tuvieron que reubicar la zona de la escuela y esto retrasó 4 meses el poder empezar a construir la escuela. Es decir, el contexto es un reto en sí mismo. Dada la situación de vulneración de derechos y la cronificación de la crisis ACH se plantea el trabajo de incidencia para presionar a los estados responsables para que paren las constantes violaciones de derechos de su población.
Otro reto que se plantean como organización humanitaria es que al hacer denuncia se interfiere un poco con el principio de neutralidad de la organización, pero hay que denunciar porque si no, la intervención será cortoplacista y nunca será eficaz. Las intervenciones a corto plazo para los procesos a largo plazo se les plantean también como reto. Atender a lo urgente o a lo importante. Contar con buenos análisis de género que les digan cuales son realmente las necesidades diferenciadas de la población beneficiaria para poder cubrir las necesidades de la población a la que se dirigen, se convierte en un nuevo reto para la organización.
Por úl<mo, la ponente cierra con un reto que ha denominado limitaciones de lo sensible al género. Comenta que parece que cuando hablamos de género nos quedamos en la sensibilización, pero ACH quiere trabajar para incidir de manera real y lograr grandes cambios en los roles tradicionales de hombres y mujeres y lograr así el verdadero cambio.
Debate con el público. Preguntas y Respuestas:
Las preguntas realizadas y las consiguientes respuestas fueron las siguientes:
1-‐ Tras el ejemplo de Sonia de la epidemia del cólera, el resultado se dio ¿por un prejuicio o por un mal análisis? ¿Se están haciendo bien las cosas en las misiones exploratorias? Durante la implementación, ¿se han recortado las capacidades humanas para no priorizar esas líneas en los presupuestos? Ahora se pide a los trabajadores humanitarios que se especialicen a la vez que manFenen un conocimiento integral.
Sonia Tomás responde que como no había un análisis de género, una mirada crí<ca sobre la realidad diferenciada de lo que estaba sucediendo a hombres y mujeres, los estereo<pos de género y los prejuicios existentes fueron los que avocaron al personal humanitario a dar las formaciones dirigidas a la prevención y reducción de la epidemia a las mujeres. Cuando no analizas bien los roles tradicionales de género, te pueden confundir mucho a la hora de iden<ficar a quién diriges la acción, con lo cual, una cosa lleva a la otra.
2-‐ ¿Hasta dónde puede o no, llegar un Punto Focal de Género desde sede ya que para saber lo que ocurre en el contexto hay que conocer ese contexto? ¿Hasta qué punto un informe mensual nos puede ayudar a aprehender esa realidad?
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En lo referente a las puntos focales, Sonia Tomás considera que una responsable de género en una organización es una profesional que acompaña y lidera procesos, pero la responsabilidad no recae en una única persona. Género es un ámbito interseccional. Las asesoras de género en los diferentes clusters <enen una responsabilidad compar<da.
Marta Fresno comenta que una punto focal de tPo en sede puede hacer poco. Por eso, ACH cuenta con una persona punto focal en cada misión que es la encargada y responsable de transversalizar género en ese país, aunque lógicamente se capacita a cada una de las misiones en ese tema para que el personal tenga por lo menos unos conocimientos mínimos para poder formular e implementar proyectos con ese enfoque.
3-‐ En lo referente a empezar a trabajar desde la Acción Humanitaria con los Ftulares de obligaciones le surge un paralelismo para cuesFonarse si tenemos un fallo en el trabajo con los sujetos privilegiado, en concreto con los agresores o los posibles agresores dentro de la violencia de género. Quiere saber si tenemos algo pendiente ahí, no solo en el terreno si no también en España.
Francisco Rey apunta que los esfuerzos por transversalizar cosas a veces chocan con la realidad. Pero desde la experiencia de IECAH para la incorporación del marcador de género y edad en la AH, esta herramienta facilita la vida a los trabajadores humanitarios para incorporar el enfoque de género y que permite evaluarlo, cosa que con otros temas transversales no ha ocurrido porque falta una herramienta que no complique la vida. Sobre el trabajo con agresores es algo que se hace muy poco. Se ha tendido a considerar muchas cosas como culturales o consuetudinarias y muchos trabajadores humanitarios lo han sufrido mucho, pero no se han me<do mucho en ello, han mirado más lo macro, lo urgente más que lo importante.
4-‐ En esa dicotomía entre el corto y el largo plazo, para ACH, ¿cómo les afecta la úlFma decisión relaFva a las subvenciones plurianuales para ONGD?
Marta Fresno responde que después de la crisis y la disminución de fondos, muchas organizaciones han desaparecido, han hecho EREs o han buscado fondos en otros si<os. Es un hecho que los procesos que nos pueden dar una incidencia real y financiada son hoy por hoy a corto plazo en cuanto a proyectos, pero siempre hay que trabajarlos mirando el largo plazo porque si no nos vamos a quedar en ese enfoque asistencialista y de necesidades.
5-‐ ¿Cómo cree que los acuerdos de Oslo han afectado a la situación de la mujer en PalesFna y cómo es la relación entre la organización local con la organización internacional considerando la línea delicada de la emancipación femenina?
Marta Fresno concreta que los acuerdos dicen que la Autoridad Pales<na es <tular de obligaciones en las áreas A y B, y en la C es más complicado. La ponente afirma no disponer de los conocimientos necesarios como organización para saber si han detectado una relación directa entre los acuerdos y la situación de las mujeres más en concreto. Sí hay un efecto directo en general en ciertos ámbitos de la vida tanto para hombres como ara mujeres.
Isabel Miguel (Coordinadora de Educación para el Desarrollo de UNRWA España) interviene desde el público y pone como ejemplo concreto que la existencia de check points entre zonas afecta al ejercicio de las mujeres de sus derechos, por ejemplo, de su derecho a la salud a las mujeres. Otro ejemplo es que hay unas comisarías para que las mujeres denuncien violencia de género, pero que están en el área A, por lo que si la mujer que ha sufrido violencia y quiere denunciar está en el área C, <ene complicado acceder a ellas. A esto se suma el hecho de que al estar la comisaría en la zona A, ésta no <ene potestad contra el agresor que vive en el área C.
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6-‐ En relación con la nueva inclusión de los DDHH en la AH, ¿las organizaciones aquí presentes van de la mano o piden ayuda a organismos que denuncian la vulneración de DDHH ya que es un trabajo que no pueden hacer?
Marta Fresno expone que ACH en sus intervenciones recogen muchos datos para definir qué realizar. Suelen pasar sus datos a Amnisra Internacional y a otras organizaciones para que hagan su labor y denuncien.
Francisco Rey comenta que esas conexiones han exis<do desde los años 80, dando resultados posi<vos en algunos casos, pero en ocasiones lo que ocurría es que al pasar los datos la otra organización que los facilitaba se lavaba las manos. Hoy día con Internet es fácil saber quién ha pasado los datos y puede ponerse en peligro la labor del que está trabajando. Esa sinergia no debe hacerse sobre una base ad hoc, si no sobre la base de un trabajo planificado y eso no siempre se puede. Hay que calcular también cómo se dan y publican cada uno da los datos ya que puede darse que la organización que denuncia no ofrezca unos datos reales, los tergiverse o culpabilice a un sujeto, comunidad, organización o estado sin tener todos los hechos verificados. Una buena opción para la denuncia es hacerlo desde la organización que recoge los mismos o trabaja en la zona, pero teniendo cuidado con el vocabulario para no saltarte los mandatos de cada uno.
7-‐ Se ha hablado de las mujeres, pero no del colecFvo LGTB y de cómo les afectan los Acuerdos de Oslo.
Francisco Rey afirma que desde la perspec<va humanitaria se ha tardado mucho en incluir a este colec<vo. Hay poco publicado sobre este tema. Lo humanitario va con retraso y hasta que un tema no cuenta con mayor presión pública, se tarda en reaccionar.
Sonia Tomás está de acuerdo en que no hay una incidencia concreta, pero el enfoque de género sí la recoge porque habla de la relación hombre-‐mujer con toda la diversidad sexual, aunque no se aborda concreta y claramente.
Marta Fresno comenta que ACH intenta transversalizar género en todas las intervenciones y se intentan recoger esas relaciones de poder desiguales entre hombres y mujeres y como tal, se intentan recoger, en cierto modo, las implicaciones que <ene para los colec<vos LGTB. Pero es también un hecho cierto que llevamos un gran retraso en dar prioridad a las necesidades de estos colec<vos y reivindicar sus derechos. En esa dicotomía que se planteaba entre lo urgente y lo importante, si ACH hace una lista de las necesidades de urgencia, sucede que si transversalizar género y el tema está ahí incluido en el documento, se incluye, pero si no, no. Hay mucho por hacer en este tema todavía.
Un asistente entre el público puntualiza que se ha comentado que Gaza es musulmana y dice que allí hay población musulmana, cris<ana… es un estereo<po que todos los árabes sean musulmanes.
DÍA 2: 11 de noviembre de 2015
MESA REDONDA 1: UNA MIRADA INTEGRAL AL CONTEXTO SOCIO-‐POLÍTICO Y HUMANITARIO DE TERRITORIO PALESTINO OCUPADO.
Modera la mesa Sonia Pos^go Imaz, Jefa del Área de Gobernabilidad, SGCID, que introduce y presenta a las ponentes.
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En primer lugar, interviene Yolanda Álvarez. Periodista de RTVE experta en Oriente Medio. Para comenzar comenta que en el úl<mo mes han muerto unos 75 pales<nos y 10 israelíes. Algunos medios hablan de la InFfada de los Cuchillos por el gran número de ataques con este arma. Muchas veces se u<lizan términos no muy acordes o ya no se sabe qué términos u<lizar porque es un conflicto demasiado largo que está enquistado y que, no hay que olvidar, sigue ac<vo. Prác<camente, por goteo, van muriendo personas cada día, cada mes y la mayoría de las vic<mas casi siempre son pales<nas.
El conflicto de Pales<na es uno de los conflictos más contados y peor narrados, dice la ponente. Afirma que cree que el periodismo está fracasando estrepitosamente en este conflicto porque considera que no son capaces de contarlo bien por diferentes factores, especialmente por el momento que atraviesa el periodismo español en el que todo se reduce a la mínima expresión, brevedad y poco espacio por parte de los periódicos para escribir y de radio y televisión, que pueden dar 30 segundos para una conexión. En estos <empos de inmediatez, queda muy poco espacio para la reflexión y la contextualización. Es importante que se den hechos y también claves de análisis porque si no, la gente no en<ende qué está pasando. Pone el siguiente ejemplo: si vemos un hecho aislado de una mujer atacando a un policía con un cuchillo, pensamos que es una barbaridad. En cualquier caso la violencia no es buena, pero si tenemos en cuenta el contexto de frustración, violencia, etc., la concepción del hecho, es diferente. Otro factor que influye, y poderosamente, son los intereses polí<cos y económicos que hay en este conflicto y la presión que ejercen algunos grupos de poder. En los medios de comunicación españoles y también extranjeros, siempre hay llamadas de la embajada israelí para decir lo que está sucediendo.
En cualquier caso, este conflicto no se puede entender sin hablar de algunos hechos y, sobre todo, de algunas palabras. Es importante tener en cuenta como primer factor, el papel de la comunidad internacional, tanto por acción como por omisión. Como ya se sabe, en 1947, la ONU decide la par<ción en dos del territorio de la histórica Pales<na. Por un lado, quedaría una parte para un estado judío y, por otra, una parte para un estado árabe para los pales<nos que por aquel entonces eran más numerosos.
Con la creación de Israel de su propio estado en 1948 se desata una guerra con los países árabes que gana Israel, apropiándose de más territorio del que le había dado la ONU. Se inicia así lo que los pales<nos llaman la Nakba, la catástrofe. Unos 780.000 pales<nos tuvieron que huir y abandonar sus casas. Todavía ellos y sus descendientes son refugiados y a ellos, esos 5 millones de refugiados, son a los que a<ende UNRWA. Ese éxodo que empezó entonces, aún no ha terminado. La ONU que forzó ese reparto para crear un Estado sobre otro ya existente, no ha hecho nada hasta hoy para forzar la creación del otro Estado, el de Pales<na.
Sí hay reconocimientos entre países del Estado de Pales<na, pero la ONU solo le ha dado el estatus de miembro observador, como a El Va<cano, con lo cual no se le reconocen todos los derechos que se le reconocen a los demás Estados.
La otra palabra sin la que no podemos entender la situación de los pales<nos es la palabra ocupación. En 1967, con la guerra de los Seis Días, Israel ocupa los territorios de Jerusalén Este, Cisjordania, la franja de Gaza, los Altos del Golán sirios y la Península del Sinaí, siendo éste úl<mo el único territorio que Israel ha devuelto a su estado originario, Egipto. Desde entonces, los pales<nos viven bajo la ocupación israelí, la más larga de la historia moderna.
La propia ONU acuña el término territorios PalesFnos ocupados (tPo), con lo que, incluso a los medios, se nos hace presión para no decir Pales<na y no dar a entender que se le reconoce como Estado.
Esa ocupación ¿qué supone? Legalmente las normas que rigen los conflictos, las leyes de la guerra, que son los Convenios de Ginebra, que rigen el Derecho Internacional Humanitario (DIH), prohíben que la potencia ocupante traslade población civil a los territorios ocupados. Algo que Israel infringe constantemente porque actualmente en tPo viven más de 500.000 colonos israelíes. Y esta semana, dice la periodista, el gobierno de Netanyahu ha anunciado otras 2.200 nuevas viviendas en tPo.
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Del mismo modo, según el DIH, la potencia ocupante tendría que hacerse cargo de la seguridad de la población ocupada, pero no ocurre así. El ejército israelí sólo <ene como mandato proteger a los israelíes colonos en tPo ante cualquier ataque o enfrentamiento, aunque ellos estén ahí de forma ilegal. Sin embargo, no hay quien proteja, regule y garan<ce la seguridad de los pales<nos, ni siquiera una fuerza internacional, como por ejemplo los cascos azules de la ONU, porque Israel no lo ha permi<do.
Estos ataques son tales como la tala de olivos, el ataque a casas y propiedades de los pales<nos por parte de colonos radicales. La periodista narra lo sucedido en julio de 2015 cuando se sospechaba que un grupo de colonos radicales (aún sin demostrar, pero bajo sospecha por haberse encontrado pintadas en hebreo) lanzaron cócteles incendiarios en un casa en Cisjordania donde murieron quemados un bebé, su padre y su madre, dejando a un niño de 4 años huérfano y con graves quemaduras. Los culpables aún no han sido detenidos ni cas<gados.
La ocupación supone que día a día se estén violando los DDHH de 4 millones de pales<nos y eso marca inevitablemente su vida diaria, por ejemplo, que los pales<nos que viven en Cisjordania no pueden viajar libremente. Existen check-‐points que dificultan a los pales<nos el acceso a la parte israelí para trabajar, por ejemplo, ya que primero <enen que conseguir un permiso israelí para pasar y después, hacer colas de tres o cuatro horas mínimo, cada mañana en pasillos, como si fueran ganado, para poder cruzar el check-‐point para acudir a su puesto de trabajo.
Además, es Israel quien controla las fronteras. Es decir, aunque Jordania permita el acceso a los pales<nos, Israel controla el acceso y pueden tenerlos esperando seis, ocho o más horas para poder pasar. En Navidad, los pales<nos cris<anos, para poder ir a Jerusalén, necesitan un permiso israelí. A Nazaret ni siquiera pueden ir porque ha quedado en zona israelí.
Cuando hay un problema con los colonos, los pales<nos se sienten desamparados puesto que solo hay policía pales<na en el área A y no <enen potestad para portar armas fuera de esa zona o para atender la seguridad de los pales<nos de en otras áreas (B y C). Sin embargo, Israel sí puede entrar cuando quiera para hacer redadas en el área A.
Los pales<nos que viven en Jerusalén Este, siendo ésta también una zona ocupada ya que Israel declaró Jerusalén su capital, de forma unilateral sin ser reconocido por parte de la comunidad internacional, sufren carencias de servicios. Los alcaldes israelíes sólo invierten un 10% de sus presupuestos en los barrios habitados por pales<nos.
En los momentos de repunte de la violencia, como está ocurriendo actualmente, Israel instala nuevos puntos de control en las salidas y entradas de los barrios pales<nos de Jerusalén Este, con lo que se restringen los movimientos de los que los habitan.
Pero si hay un si<o en que diariamente se vulneran de forma constante y aberrante los DDHH es la franja de Gaza. En la franja de Gaza hay 1,8 millón de pales<nos que viven hacinados en un territorio de unos 360 km², la mitad del tamaño de la isla de Menorca en la que sólo viven 95.000 personas.
Israel no considera la franja como territorio ocupado desde que en 2005 el Presidente Ariel Sharon ordenara la salida de allí de los colonos israelíes. Pero no es del todo cierto porque Israel controla todas las fronteras y, además, en 2007, impuso un bloqueo que les deja sin libertad de movimientos a persona y bienes, por lo que en ningún momento la población pales<na <ene libertad para salir de allí. Por ello se conoce a la franja como la mayor cárcel a cielo abierto del mundo. El bloqueo provoca además, que haya escasez de todo <po de materiales, construcción, bienes de consumo, medicamentos, asistencia sanitaria, etc.
Además, en menos de 6 años ha habido tres ofensivas militares por parte de Israel. Ello supone un reto para cualquier madre o padre a la hora de garan<zar la seguridad de sus hijos. Sólo en la úl<ma ofensiva murieron más de 2.200 pales<nos de los que 1.500 eran civiles. Hubo más de 11.000 heridos. Hay más de
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100.000 personas sin hogar y la reconstrucción, más de un año después, prác<camente aún no ha comenzado.
Gaza cuenta hoy día con la mayor tasa de paro del mundo, un 44% y si trasladamos los datos a la juventud se eleva a más del 60%. La situación lleva a que el 80% de la población se encuentre por debajo del umbral de la pobreza, lo que supone que dependan de la Acción Humanitaria para vivir.
La vida diaria de un gazar está llena de privaciones. Cuentan con entre 4 y 6 horas de electricidad al día, con lo que no hay luz para cosas como hacer los deberes, poner la lavadora, cargar el móvil, encender el ordenador o mantener alimentos frescos en la nevera. Además, no hay agua potable en los grifos y lo más grave es que no <enen posibilidad ni a<sbos de mejora en el futuro, lo que les deja entre la desesperación y la desesperanza.
Además, actualmente se constata polí<camente una fuerte división interna entre Al-‐Fatah y Hamás. No se ponen de acuerdo para controlar la seguridad, que es lo que la comunidad internacional pide para poder dar la ayuda comprome<da para reconstruir la franja. Esto perjudica aún más a la población civil, a la que se le está imponiendo una especie de cas<go colec<vo, cosa que también está prohibida por los Convenios de Ginebra.
La ponente comenta que en el reportaje de “En Portada: Atrapados en Gaza” de RTVE se refleja bastante bien cómo había quedado la gente después de la úl<ma ofensiva en Gaza en 2014. En el reportaje no aparecen polí<cos, aparecen sobre todo mujeres, que son las más afectadas por el conflicto. Hoy día, están peor si cabe que hace un año.
Las mujeres pales<nas viven en Gaza en una doble prisión. La prisión que impone Israel y la prisión que impone a las mujeres el movimiento islamista de Hamás. Se les priva de su libertad, bajo una visión férrea del Islam que nada <ene que ver con ser musulmán, con una educación segregada y sexista. Las mujeres no pueden acceder al poder. Existen cosas como los llamados crímenes de honor que son crímenes perpetrados por los propios familiares contra las mujeres si consideran que han tenido una ac<tud deshonrosa para la familia.
En el tema económico, la ponente lanza una pregunta: ¿cómo se puede desarrollar una economía como la palesFna, cuando sus territorios están ocupados y someFdos conFnuamente a este conflicto? ¿Cómo pueden los inversores confiar en que van a tener alguna capacidad de desarrollo cuando además Israel no permite si quiera que se comercie en tPo, entre Gaza y Cisjordania?
Estamos hablando de seres humanos y hablamos de 4 millones de personas a las cuales, el pasaporte pales<no no les abre puertas. El único país del mundo que acoge a los pales<nos sin visado es Malasia y Jordania los acoge pero les pide visado. Esto limita mucho las oportunidades y los movimientos de los pales<nos.
La ponente afirma que al hablar de seres humanos, deberíamos hablar también de sensaciones. Las sensaciones que <enen los periodistas allí, los cooperantes, las organizaciones que trabajan en la zona… Seguro que <enen sensaciones como el polvo, la suciedad con<nua, el lodo en caso de lluvias, el hedor de Gaza donde no se tratan las aguas residuales…
Cuando hablamos de los sen<mientos de los pales<nos, hay frustración, angus<a, miedo; miedo de no sen<rse acompañados, de sen<rse abandonados; desesperanza… En el úl<mo año ha aumentado el número de suicidios en tPo, especialmente en la franja de Gaza. Eso significa que en el fondo, todos estamos fracasando.
Ejemplifica con una familia que conoce y reside en Gaza; procedían del norte de Israel y tuvieron que huir durante la Nakba. Fueron al campo de refugiados de Yarmouk de donde tuvieron que irse por el cambio de régimen; de ahí fueron al Líbano (donde sufrieron la guerra civil) y ahí decidieron intentar volver a tPo.
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Ante esto, el gobierno israelí otorgó a la mitad de la familia un DNI de Gaza y a la otra, uno de Cisjordania, así que para estar todos juntos, tuvieron que irse a Gaza. Diecinueve años después, toda esa familia está en Gaza y no pueden salir de allí. Éstos, son lo que se llaman, los eternos refugiados.
La ponente considera que la Cooperación al Desarrollo debe buscar esa ayuda para que esa sociedad pueda avanzar y desarrollarse en todos los ámbitos, salud, educación, economía…. Así como polí<ca y democrá<camente, pero, sobre todo, hay que incidir en las causas de esa falta de desarrollo y en el caso de tPo, eso no se va a conseguir sin acabar con la ocupación y el conflicto. Por eso, cree que la clave de todo la <ene la comunidad internacional y que es responsabilidad de todos.
Nosotros como ciudadanos, deberíamos exigir que el pueblo palesFno tuviera los mismos derechos que tenemos cualquiera de nosotros.
La moderadora comparte sus impresiones y pasa a presentar a Nisreen Alami, Asesora de Género para Asuntos Humanitarios para el tPo desde el año 2013, actualmente en ONU Mujeres y anteriormente con OCHA. Comienza su intervención dando la bienvenida a los asistentes y agradeciendo a UNRWA su labor en todos los ámbitos, entre ellos hacer entender a la sociedad española la situación de los refugiados de Pales<na.
Desea que su presencia contribuya a responder algunas de las preguntas que se plantean pero también a entender las dimensiones específicas de esta crisis de 49 años de ocupación sin precedentes.
La ocupación en su esencia es siempre un término temporal. Por eso, desde el Derecho Internacional se en<ende y se contempla, pero nunca se prevé que vaya a durar tanto. Las diferentes ocupaciones que se han ido sucediendo a lo largo de la historia (colonias africanas por ejemplo) han terminado, pero en el caso de tPo, la ocupación se ha mantenido y se man<ene durante años y que <ene un coste muy alto a nivel humano.
Cuando hablamos hoy, por ejemplo, de la crisis en Siria como una crisis de 5 años que pone a prueba la habilidad de la gente para sobrevivir, habría que plantearse qué pasa cuando hablamos de 50 años o más… Cuánto pueden aguantar nuestros recursos internos cuando hablamos de una violación constante de todos los derechos de una persona.
La sociedad pales<na alega que si se les liberase de la ocupación y sus polí<cas, podrían demostrar cuán capaces son de cubrir las necesidades de su propio pueblo y atenderlo. Pueden ofrecer buena educación, sanidad, etc., pero bajo el paraguas de la ocupación, esto no es posible.
Así, cuando hablamos del programa humanitario en Pales<na, hay que tener en cuenta que éste es diferente al de otros contextos, explica la ponente, como puede ser el de un terremoto, <fón, tsunami… Hablamos de un contexto polí<co que se caracteriza por ser una crisis de protección y que conlleva la existencia de una violación constante de los derechos de las personas que limita su capacidad de llevar una vida normal. Existe una crisis de salud porque se es incapaz de asegurar el acceso de la gente a los hospitales, una crisis de educación, de medios de vida, entre otras.
El resultado de la crisis de protección que se da en tPo se traduce en varios elementos:
§ La amenaza a la vida y a la libertad, a la seguridad personal. Cada año se pueden contar los muertos, cuántos hombres, cuántas mujeres, cuántos niños se ven afectados y cada año parece que las bajas se producen por diferentes razones. El año pasado, por ejemplo, cuando estuve en PalesFna –apunta la ponente – estábamos controlando el número de afectados por la guerra de Gaza. Este año, estamos monitorizando el número de heridos entre los jóvenes que han sido objeto de la violencia por parte de las fuerzas israelíes y de los colonos radicales en Cisjordania y otras zonas. Y así se suceden recuentos de bajas y heridos, años tras año por un moFvo u otro desde hace 49 años.
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§ La pérdida de <erra. Ésta es otra categoría de violaciones que afecta a la vida de las personas. La confiscación de <erras, la destrucción de hogares, las prohibiciones a la construcción… En Jerusalén Este, por ejemplo, los pales<nos no <enen acceso a las licencias de obra. Israel es quien otorga estas licencias. A esta población se le está obligando a vivir en una zona limitada y, sin embargo, no puede construir edificios y si lo hacen, son demolidos por no poseer una licencia que se les deniega constantemente sin darles alterna<vas o posibilidades de movimiento.
Se calcula que un 70% de casas son construidas sin permiso y, por tanto, posteriormente demolidas. Esto hace que las personas se queden sin un techo. Como ejemplo, la ponente cita el cas<go impuesto a los jóvenes que han sido acusados de los úl<mos ataques con cuchillo ha sido la inmediata demolición de la casa de sus familiares. Este hecho es, de nuevo, un cas<go colec<vo que afecta a la gente y su derecho a tener una casa.
§ La restricción de movimiento. Hay que entender realmente qué significa eso. Es el hecho de necesitar un permiso sólo para poder acudir a la escuela o al hospital. Y hay que considerar que esto ocurre en un espacio geográfico muy pequeño. Y no sólo hablamos dentro de Cisjordania o dentro de Gaza, sino que hablamos también de la separación entre ambos territorios que, estando a una hora de distancia el uno del otro, no se puede salir de uno para visitar el otro. Si eres de Gaza <enes pocas posibilidades o prác<camente ninguna de poder conseguir un permiso de movilidad. Si eres de Cisjordania, las posibilidades son algo mayores, pero eso depende de tu edad, sexo, etc. Por ejemplo, si eres hombre joven no puedes tener el permiso para ir a la otra parte de la ciudad para rezar, se te limita al máximo la capacidad de movimiento.
La ponente con<núa su exposición poniendo en contexto a los y las asistentes. Comenta que Cisjordania, desde los Acuerdos de Oslo, se divide en tres <pos de áreas con diferentes reglas administra<vas y diferentes autoridades (área A, bajo control pales<no; el área B de control mixto; y el área C bajo control israelí), además de Jerusalén Este y Gaza.
El lugar en el que te encuentres determina el Fpo de autoridad que regula tus derechos; es decir quién es responsable de tu acceso a educación, salud, derechos de construcción, etc. La mayor parte de Cisjordania se compone del área C. Para los palesFnos, estar en este área significa que no Fenes a nadie que se encargue de tus derechos. Y aquí es donde el papel de los actores humanitarios Fene que entrar en juego. Estos actores deben llenar ese vacío de responsabilidad que Israel se niega a asumir. Donde es posible, la Autoridad PalesFna, UNRWA y las organizaciones humanitarias están llenando ese vacío, responsabilidad primera de la potencia ocupante según el Derecho Internacional.
El Plan de Respuesta Humanitaria para territorio Pales<no ocupado (tPo) se divide en 6 áreas:
§ Protección de los civiles, monitorización de la violencia de los colonos, qué ocurre con las casas demolidas por cas<go colec<vos o polí<cas, etc.
§ Refugio.§ Educación.§ Salud.§ Seguridad Alimentaria.§ Agua y saneamiento.
Son cues<ones básicas para llevar una vida digna, señala la ponente, nada especial. La ponente expone que esta ante un grandísimo trabajo que plantea un reto histórico al tener que asegurar de que la Acción Humanitaria (AH) que se implemente en tPo responda también a los temas de género e igualdad y proteja a las mujeres.
Como actor humanitario, a veces no da <empo a hacer la dis<nción entre hombres, mujeres o niños y se cubren las necesidades básicas sin mirar más allá. Esto ha hecho que haya muchos fracasos dentro de las acciones humanitarias por no haber podido o sabido hacer esa diferenciación en la ayuda.
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Pone un ejemplo de Gaza. En esa zona, la tasa de natalidad es muy alta y, tras la intervención militar israelí, el número de niños menores de 3 años que necesitaban leche, era más elevado que en otras zonas de intervención. Para elaborar los paquetes de comida, hay que hacer los cálculos teniendo en cuenta estas realidades y no mandar paquetes de comida al azar. Había 500.000 personas desplazadas en Gaza y si hacemos los cálculos de los bienes alimentarios sin tener en cuenta esta variable de la natalidad, la ayuda no se adaptará a la realidad de la población beneficiaria, será insuficiente y un fracaso. Estas son cosas que <enen que pensarse, estudiarse y planearse para poder responder a las necesidades concretas en caso de emergencia.
Pone otro ejemplo, en la sociedad pales<na hay mayoría de mujeres, por lo que los packs de ayuda deben contemplar esta realidad. Si nos centramos sólo en el factor masculino, el porcentaje más alto de beneficiarios, se verá afectado y sin sus necesidades cubiertas.
A la hora de trabajar, hay que plantearse las preguntas de cómo impacta todo lo que hacemos en las necesidades de la gente.
La AH realizada sin mirar la perspec<va de género cae en la trampa de ser insuficiente o innecesaria e incluso perjudicial. Por ejemplo, cuando se organizan distribuciones de alimentos sin tener en cuenta si entre los beneficiarios habrá discapacitados, mujeres, hombres… se observa que sólo van hombres a recoger los paquetes de comida y los venden en el mercado negro causando así aún más diferencias entre la población y mayores necesidades. Es importante, dentro la AH, mantener el principio de No hacer Daño (Do no Harm), para no perjudicar. Es aquí donde género entra en debate.
Históricamente, también en otras partes del mundo, durante las guerras hubo mucha incidencia en temas de género, pero sobre todo enfocada a la violencia. Se vio que esta diferenciación no sólo era importante en ese campo, si no que se extendía a muchos otros ámbitos de la ayuda (acceso a alimentos, etc.).
Hablar de género en el trabajo humanitario no se refiere exclusivamente a la violencia Rsica o sexual que sufren las mujeres, sino también a las necesidades específicas de género. Hay que asegurarse de que el trabajo humanitario que se realiza, influye en la igualdad de género dentro del país donde se trabaja. Hay que entender las diferencias de género e iden<ficar donde se están produciendo estas violaciones de los DDHH, poniendo una atención específica a los derechos de las mujeres.
En el caso concreto de las mujeres pales<nas, la ponente hace tres preguntas a los actores humanitarios:
• ¿Cómo se aseguran de que la asistencia que proporcionan contribuye realmente al ejercicio pleno de los derechos de las mujeres pales<nas que han estado viviendo bajo una realidad como la que viven durante tantos años? Al hablar de trabajo humanitario nos referimos a las necesidades inmediatas en las que si no se interviene como actor humanitario, la vida de la gente se ve gravemente afectada.
• ¿Cómo se aseguran de que la intervención humanitaria cumpla con todo el trabajo que conlleva un proyecto de desarrollo a largo plazo, al querer abordar los compromisos de protección de los derechos humanos (DDHH)? En cierto modo, esto va conectado con el enfoque de las Jornadas, cómo asegurar que el trabajo humanitario siga el enfoque de derechos, no fijándose a la población simplemente como víc<mas. Los actores humanitarios <enen que asegurarse de que realmente todo lo que hacen en terreno contribuye a una visión más a largo plazo de una sociedad pales<na en la que hombres y mujeres sean iguales, sean socios de desarrollo y donde todos y todas puedan gozar plenamente de sus derechos.
• ¿Cómo se aseguran que el servicio que están prestando a esta sociedad no está agravando las desigualdades? ¿Cómo podemos asegurarnos que todo esto, sólo porque estemos viviendo este periodo de ocupación, pequeño en nuestra historia, no signifique que la sociedad palesFna esté condenada a ser siempre una sociedad de relaciones desiguales?, plantea la ponente. Opina que en Pales<na, las
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mujeres <enen lo que llama la Triada del Mal: el contexto de la ocupación; el contexto de necesidad humanitaria, que en parte resulta de esa ocupación (pobreza, desempleo, etc.); y el contexto de patriarcado en el que viven las mujeres de la sociedad pales<na.
Siempre hay que ver las tres capas cuando se hace el análisis de las necesidades de esta población concreta. Como ejemplo, expone que cuando se estudian las necesidades de los hombres en la zona, hay que tener en cuenta la violencia que el ejército israelí o los colonos ejerce contra ellos, la cual <ene como obje<vo a varones jóvenes, incluso menores de edad. En cuanto a porcentaje de violencia armada, es mayor entre hombres que entre mujeres, pero aunque éstas no sean las que reciben directamente las balas, el coste de la situación es para ellas mayor, a nivel de daños a sus hogares y familias. Para ellas, esta situación es más dura que para los hombres porque seguir con la vida diaria, llevar la casa, dar de comer a los hijos, lavar la ropa… supone un esfuerzo mul<plicado.
Cuando se habla del impacto de la crisis en las mujeres, hay más complejidades para comprender su vulnerabilidad e inseguridad, y esto coloca a las mujeres en una situación muy especial. Hay que entender qué papel juegan las mujeres en este contexto tanto en momentos de paz como en momentos de guerra. Los papeles que desempeñan son diferentes a los de hombres, sus responsabilidades son diferentes. A veces la ausencia de las mujeres no es algo que llame la atención a la hora de trabajar.
Por ejemplo, cuando en los mercados sólo vemos hombres, deberíamos preguntarnos por qué. Cuando vemos que en los check-‐points sólo hay hombres esperando y no hay mujeres, hay que preguntarse de quién es la responsabilidad. Hay preguntas que tendríamos que plantearnos más asiduamente para asegurarnos de que la Acción Humanitaria responde a esas inseguridades y vulnerabilidades.
La acción humanitaria es de corto plazo, no se puede hablar del ejercicio pleno de derechos si no tenemos cubiertas las necesidades básicas de agua, alimento, refugio, seguridad y protección. El trabajo humanitario debe, además de cubrir éstas necesidades, sentar las bases para una intervención en el futuro que pueda garan<zar el ejercicio pleno del os derechos. Y ese es el trabajo que la ponente ha estado realizando junto con organizaciones de mujeres pales<nas. Ella está llamando la atención dentro del trabajo humanitario sobre la igualdad de género y tratando de asegurarse que se comprenda la importancia de ver de la dimensión de género y las diferentes realidades de las mujeres en este <po de trabajo.
La ponente señala que aunque hay diferentes <pos de vulnerabilidades en relación con la ocupación, es importante entender los diferentes patrones de violación de derechos y protección según hablemos de mujeres, hombres niños o niñas. Hay que saber quiénes son los que más sufren y en qué aspecto. Por ejemplo, los niños sufren mucho las ofensivas armadas, pero como mujer, el ir con el velo por Jerusalén Este o Hebrón, las convierte en obje<vo de acoso y violencia constante, llegando incluso a resultar muertas.
Otras vulnerabilidades están relacionadas con los medios de vida, menciona la ponente. Si la tasa de desempleo (40% en población adulta y 60% entre jóvenes) entre mujeres y hombres, esta tasa es tan elevada entre la población joven porque casi el 90% de las personas jóvenes desempleadas son mujeres. En Gaza, la tasa de desempleo entre las mujeres es del 70%. Otros elementos de vulnerabilidad son el restringido acceso de las mujeres a bienes inmuebles (sólo el 6% son <tulares de <erras o propiedades) y la división del trabajo por razón de sexo. Históricamente, las mujeres son las que dan a luz, cuidan a niños y enfermos… y aunque aspiran a un reparto más igualitario, en una sociedad tradicional como la pales<na, en hogares sin acceso a luz, higiene y salud, el mayor peso de esta falta de derechos, recae sobre las mujeres. Por otro lado, los actores humanitarios <enen que preguntarse por las vulnerabilidades están creando ellos mismos. Se puede pensar que si la ayuda económica se concede al hombre, ésta va a recaer sobre toda la familia, pero no siempre es así. Es importante contemplar esto a la hora de actuar.
En el trabajo humanitario, hay que fijarse también en las normas patriarcales que rigen la sociedad en la que se trabaja. Los actores humanitarios no pueden ir a una zona y hablar sólo con los hombres para asegurarse de la existencia o no de violencia contra las mujeres y fiarse sólo de su respuesta, que será seguramente nega<va. Hay que preguntar a las mujeres. Señala la ponente la importancia de pensar en los
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derechos de persona, de familia, de herencias, etc. En Pales<na, hay una casi total ausencia de organismos legales que puedan aportar esta protección. No hay una policía a la que acudir para denunciar un caso de violencia de género. En Cisjordania puede haber una pequeña vía de acceso a la jus<cia porque se ha hecho un enorme esfuerzo en este sen<do, pero en Gaza, por ejemplo, es imposible. La protección para las mujeres en este ámbito es inexistente. Teniendo una comprensión de estas vulnerabilidades de género, se puede trabajar en Pales<na viendo las necesidades de una manera más inteligente y trasladándolas a los proyectos para que sean efec<vos entre la población al a que van dirigidos: niños, niñas, mujeres, personas que han quedado discapacitadas a consecuencia de las ofensivas militares…. Hay que preguntarse constantemente qué y cómo tenemos que hacer para enfocarnos en sus necesidades reales.
En tPo existen unas 120 organizaciones implicadas en la labor humanitaria que ges<onan un presupuesto de unos 400 millones USD (más elevado en momentos de crisis, como en 2014 que alcanzó los 700 millones USD). En este contexto, la coordinación del trabajo humanitario se complica. La ponente explica que además de los 6 clusters temá<cos antes citados, los actores se reúnen a nivel de jefes de Agencias ONU (OMS, UNRWA, etc.). En estos espacios las voces de las mujeres no están a veces representadas, por lo que su trabajo como Asesora Humanitaria de Género consiste en conseguir que las organizaciones de mujeres pales<nas se impliquen en el trabajo humanitario y se cuente con ellas a la hora de visibilizar las necesidades de las mujeres de estas comunidades. También trabaja con otros actores para que si la figura de la Asesora Humanitaria de Género queda en segundo plano o desaparece, los agentes locales puedan seguir teniendo espacios de interlocución para exponer y abordar las necesidades de las mujeres.
La ponente resalta para terminar la importancia de que las organizaciones internacionales humanitarias cuenten con mujeres dentro de sus equipos puesto que para las mujeres pales<nas es más cómodo abordar con ellas sus necesidades.
Debate con el público. Preguntas y Respuestas:
Las preguntas realizadas y las consiguientes respuestas fueron las siguientes:
1-‐ En crisis tan largas, con acciones humanitarias que no aspiran a un ejercicio de derechos sino de necesidades inmediatas, ¿no corremos el peligro de contribuir al status quo?
Nisreen Alami responde preguntándose que si no los actores humanitarios no estuvieran allí, ¿serían cómplices del poder ocupante? ¿Están perpetuando la ocupación al “poner vendas”? Es una pregunta que con<nuamente se hacen. Señala que hay que recordar que el trabajo humanitario <ene sus limitaciones, pero que su valor radica su conexión con el debate amplio de los DDHH.
En tPo, el trabajo de OCHA es diferente que en otros lugares: se hace mucho monitoreo de las violaciones de derechos humanos, muy importante porque sirve para aportar datos creíbles, neutrales y obje<vos que demuestran el coste de la ocupación. En segundo lugar, se hace una labor importante de incidencia en la defensa de los DDHH, gran parte del cual está coordinado por OCHA. El coste humanitario de la ocupación es uno de los principales mo<vos para acabar con ella, así como incremento de la violencia, las demoliciones... OCHA se encarga de movilizar a la comunidad internacional, los medios de comunicación, etc., para detener ese <po de polí<cas israelíes. Afirma que sí hay limitaciones al trabajo humanitario, por lo que éste debe complementarse con otros <pos de trabajo que <enen que crear las condiciones adecuadas para dar los siguientes pasos más allá del trabajo humanitario, al <empo que aporta la protección necesaria a personas que sufren, que no <enen acceso a salud, educación…
La ponente concluye que los actores humanitarios no pueden cerrar e irse de allí y dejar que Israel se encargue de la ayuda. No cree que nadie aceptara eso. Sugiere que la pregunta a plantear sería si los
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actores humanitarios están supliendo y dando respuesta de verdad a las necesidades y logrando que los derechos de esas personas no sean violados totalmente por ausencia de protección y cómo trabajar para poner fin a esta situación.
2-‐ Hay muchos medios israelíes que simpaFzan con la causa palesFna y ¿cuáles son las limitaciones de los medios israelíes por parte de su gobierno para dar a conocer lo que ocurre?
Yolanda Álvarez responde que no muchos medios simpa<zan con la causa pales<na, pero sí algunos medios israelíes son justos con la causa pales<na. Por ejemplo, el periódico Haaretz, que es el menos leído de Israel, es el más justo. Hay otro diario gratuito que es el más leído y que <ene una postura de ultraderecha respecto al conflicto (no par<dario de la existencia de un estado pales<no). La ponente señala que no hay muchos medios simpa<zantes con Pales<na, más bien pocos, pero que los que hay, son valientes. Algunos israelíes son rechazados por ello y amenazados de muerte por la sociedad e incluso por sus propias familias, como les ocurre a los integrantes de Breaking the Silence (organización israelí). Estos movimientos otorgan a los periodistas una fuente israelí válida para trabajar.
En relación a lo que el gobierno israelí hace para controlar a los medios de comunicación, dice que los medios israelíes <enen libertad de expresión, pero <enen censura militar en función de los temas, por seguridad. El gobierno y los grupos de presión hacen un trabajo de presión sobre los otros gobiernos y medios de comunicación. Por ejemplo, en estos momentos en los que el periodismo en España está pasando por uno de sus peores momentos de presión desde el franquismo, se hace presión, pero lo peor es que nuestros gobiernos y medios de comunicación se dejan presionar, señala la ponente. La embajada israelí no cesa de llamar a los medios y al Ministerio de Asuntos Exteriores para controlar lo que se dice.
3-‐ El papel de la Unión Europea, ¿está cambiando un poco? La Comisión Europea ha lanzado una direcFva para eFquetar los productos israelíes que provienen de tPo. ¿Creen que hay un cambio? Es un cambio que va en la buena dirección? ¿Va a ser eficaz o va a enrarecer más el ambiente? Y la crisis actual de refugiados en Europa, ¿va a ayudar o todo lo contrario?
Yolanda Álvarez considera que todo el mundo esperaba más en una Europa de valores y derechos humanos. La crisis de refugiados afecta y demuestra lo mucho que ralen<za todo una Unión que no ha terminado de afianzarse para poder ejercitar unas polí<cas comunes. La Unión consta de 27 países que podrían presionar de forma pacífica en cuanto a consumidores que son. La crisis de los refugiados afecta en el sen<do de que hace que el tema pales<no se quede aún más relegado porque ¿cuándo se habla de los pales<nos?, se pregunta la ponente. Sólo cuando muere algún israelí. Y siempre mueren muchos menos israelíes que pales<nos.
4-‐ Se ha dicho que este conflicto es el más contado, pero el peor narrado por la falta de espacio para contextualizarlo. ¿Qué pueden hacer los medios de comunicación desde el terreno y los responsables desde sede para cambiar la situación?
Yolanda Álvarez apunta que una cosa es el medio y otra es el periodista. Un periodista é<co y comprome<do con su trabajo puede hacer mucho aunque el medio pueda relegarte a un segundo plano. Con el periodismo no se puede jugar porque ayuda a conformar realidades, aunque su trabajo esté a veces condicionado. En este campo, espera que la ciudadanía haga algo por exigir una libertad de expresión a la altura de un país democrá<co. La crisis económica ha servido de excusa para otras polí<cas y dejar a la sociedad menos informada.
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5-‐ Con los años, se ha subesFmado la postura de los corresponsales, cada vez molestan más… Antes llevaban orgullosos la palabra “Prensa” en los chalecos, y ahora no se sabe cómo va a reaccionar un actor concreto.
Yolanda Álvarez afirma que la información internacional es la más cara y la quieren hacer desaparecer. Cada vez hay menos corresponsales y hay que intentar salvar esta profesión por todos los medios. Cuando hay que recortar gastos, se <ra primero de las corresponsalías. La única que hacía, con calidad e independencia, una buena información internacional era TVE. La guerra no puede cubrirla un freelance jugándose la vida sin conocer el terreno ni ciertas situaciones para luego vender la información. Con Internet todos tenemos acceso a información de medios más libres que están marcando la agenda, haciendo conocer cosas que antes no conocíamos. En el periodismo va mucho más allá de puestos de trabajo, va de la información de una sociedad democrá<ca.
Afirma que se han quitado el chaleco de “Prensa” más por seguridad que por vergüenza, pues llegaron a ser obje<vo. Ella en concreto, comenta que se lo quitaba y ponía según considerara que fuera más o menos peligroso llevarlo para ella y para su equipo. Por ejemplo, en la guerra de Gaza murieron 17 periodistas pales<nos y nadie se rasgó las ves<duras.
6-‐ Contad algo más de la vida de las mujeres y qué pequeñas–grandes conquistas han hecho.
Nisreen Alami afirma que hay muchas historias increíbles que se ven a diario en las organizaciones de mujeres, que <enen un papel fundamental. Pone como ejemplo a las mujeres que ha visto en Gaza, durante la guerra. Mientras sus propias casas y familias estaban siendo atacadas, ellas salían fuera y trabajaban con las organizaciones por la comunidad; iban a los colegios/refugios para contabilizar qué <po de ayuda hacía falta, pañales, leche, comida, si se estaban dando casos de acoso sexual y las medidas de protección a poner en marcha, etc. Pero hay que tener en cuenta que hablamos de una sociedad patriarcal. En Hebrón, hay una organización llamada Gender Roles que pretende transformar los roles de género en su sociedad. En esta misma zona se han creado comités de protección para ayudar a las familias, para hablar con los medios de comunicación, etc., pero ninguno de sus miembros es una mujer. Estos Comités están trabajando para crear tres comisiones locales de mujeres para hablar de derechos de las mujeres.
Yolanda Álvarez comenta que las mujeres pales<nas son admirables. En el documental “Atrapados en Gaza” de En Portada, la mayoría de las personas que aparecen son mujeres porque son más valientes y hablan con más sen<do común y menos miedo a lo que pueda decir Hamás o Israel. Pero <enen las restricciones que les marca la sociedad machista en la que viven. Por hablar de una conquista, cuenta que en Hebrón una de las listas de las elecciones locales estaba integrada sólo por mujeres. Menciona también a las mujeres pacifistas. Tanto en Israel como en Pales<na los movimientos pacifistas más fuertes son de mujeres. Por ejemplo, en Jerusalén Oeste, todos los viernes hay un grupo de mujeres israelíes que se manifiestan con unas manos negras, diciendo no a la ocupación mientras los colonos las increpan. Y aún así, todos los viernes están allí. En Gaza por ejemplo, una chica de 21 años se divorció antes de un año de casada y todas sus amigas dejaron de hablarla. Además, se tuvo que poner el pañuelo porque si no la tratan como a una pros<tuta, cosa que ya sufría por el hecho de ser divorciada.
7-‐ El trabajo de Nisreen no habrá sido fácil. ¿Con qué recursos y alianzas cuenta?
Nisreen Alami afirma que su trabajo es diRcil, pero que ha tenido una experiencia muy buena. El año pasado, aún siendo pales<na de origen, fue a vivir allí por primera vez y la gente la miraba extrañada sin saber cómo hacer con ella para trabajar. Pero la estrategia que siguió fue escuchar más antes de hablar para poder hacer mejor su trabajo. La guerra del Gaza del año pasado fue una oportunidad para trabajar más y que su labor cobrara reconocimiento. Comenta que se pueden conseguir apoyos diferentes y que hay más en<dades (ONGs, agencias ONU, otras en<dades, etc.) y personas concienciadas e implicadas en género de lo que uno puede imaginarse.
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MESA REDONDA 2: REFLEXIONES SOBRE LA EXPERIENCIA DE TRABAJO EN LOS ENFOQUES DE GÉNERO Y DERECHOS HUMANOS DESDE TERRITORIO PALESTINO OCUPADO: PRÁCTICAS PROMETEDORAS Y RETOS.
Modera la mesa Teresa Aranguren, periodista y experta en Oriente Medio. Antes de introducir a las ponentes, recuerda que en el año 2003, durante los bombardeos a la franja de Gaza, cuando hubo un aviso de que se bombardearía un edificio donde había una emisora de radio, las mujeres pales<nas se fueron avisando unas a otras desde las azoteas de los edificios para lanzarse a la calle y hacer de escudos humanos de aquel edificio. Y aunque les dispararon, fueron ellas porque sabía que si iban los hombres, les dispararían más abiertamente. Llegaron unas 50 mujeres que se mantuvieron allí, como escudos, durante todo el día y toda la noche.
Asimismo, cuenta que en los años 20, cuando comenzaban las acciones del movimiento sionista, hubo una protesta contra este movimiento y la administración británica. Hubo un momento en que la represión británica fue tan dura, que mujeres pales<nas, cris<anas y musulmanas, encabezaron las primeras líneas de las manifestaciones. Una caracterísFca de la zona es el hecho de que se deja a la mujer en el ámbito de lo privado, la familia, la casa, la educación de los hijos, mientras que la historia, la políFca, es cosa de hombres. Esto hace ver como la ocupación, entra hasta la cocina de tu casa, haciendo público lo privado, concluye Teresa antes de dar paso a las ponentes de la Mesa
Elena Alfageme, Coordinadora de Derechos de las Mujeres en Oriente Medio en Alianza por la Solidaridad (ApS), comienza su ponencia agradeciendo su presencia a las personas asistentes, ponentes y la organización de las Jornadas a UNRWA España y Casa Árabe. Expone que su ponencia se basa en las reflexiones de ApS desde su trabajo de género en la franja de Gaza.
ApS es una organización que trabaja en territorio Pales<no ocupado (tPo) desde 1992 y que en<ende la Acción Humanitaria (AH) desde el trabajo pre, durante y post conflicto en fases más de rehabilitación y reconstrucción. Su forma de entender las crisis está vinculada no tanto desde la asistencia humanitaria directa, sino desde un enfoque VARD (Vinculación de la ayuda de emergencia, rehabilitación y desarrollo). Para ApS, un enfoque VARD <ene que pasar necesariamente por un componente de trabajo en Protección donde los enfoques de derechos y de género son esenciales para cubrir las desigualdades ya existentes en contextos previos de desarrollo que se agrandan en contextos de crisis humanitarios y para avanzar en la protección de Derechos Humanos (DDHH) de las personas más vulnerables. Desde el punto de vista de la organización, la AH no debe realizarse sin incorporar esta protección de las personas como eje vertebrador de la respuesta. Consideran que la protección es un derecho de las personas, pero también una obligación de los Estados y de los diferentes actores humanitarios.
ApS trabaja con un modus operandi en tPo que no es la implementación directa. En<enden que la forma más adecuada de trabajar (sobre todo desde una organización rela<vamente pequeña con recursos limitados que no puede desplegar grandes acciones) es en alianza con organizaciones locales e internacionales buscando sinergias y un trabajo en red.
En este trabajo las socias locales con las que trabajan, organizaciones pales<nas, son las que realizan esa implementación directa y las que <enen acceso a las comunidades. Desde ApS, se les acompaña para acceder a espacios de coordinación e incidencia y para fortalecer su capacidad de respuesta.
Esto ApS lo hace a través de dos estrategias de intervención: 1) Acciones específicas en lo referente a violencia de género; y 2) Transversalización en el enfoque de género y derechos humanos (DDHH) en los espacios de coordinación y de respuesta humanitaria.
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En el primer caso, trabajan con organizaciones locales en la prevención y protección de la violencia de género que no es un problema solo humanitario, si no que se da en todas las sociedades, afirma la ponente. Es un problema de salud pública y una violación de DDHH. En un contexto humanitario, el problema se da con mayor nivel y de forma más generalizada por mo<vos de estructuras tradicionales de protección quebradas, por la violencia del contexto, etc.
La ponente explica que este trabajo se hace a través de un modelo de protección holís<co que instrumentaliza el sector salud (en concreto, el servicio de salud sexual y reproduc<va y el servicio de atención primaria) como punto de entrada para dar una primera atención a las mujeres que sufren violencia de género. En ese mismo espacio se han creado unos servicios de atención psicosocial y legal, con lo que la ruta de trabajo va desde la iden<ficación y la primera asistencia a una derivación a nivel interno.
Este sistema de referencia interno está insertado en un sistema más amplio que consiste en el despliegue de una red de organizaciones que trabajan iden<ficando, dando atención y refiriendo casos de violencia de género de unas a otras, documentando toda esta información para luego poder hacerla visible. Buscando estas complementariedades y sinergias con otros actores, este sistema se ha generado dentro del sub-‐Grupo de trabajo en Violencia de Género de los actores humanitarios, donde par<cipan organizaciones internacionales, agencias de Naciones Unidas y organizaciones locales. Recientemente se están uniendo también los Ministerios pales<nos. En este espacio se están aunando materiales como los formularios de recogida de datos, siguiendo criterios estandarizados universalmente conocidos, que permitan obtener datos para visibilizar la violencia de género. Todo esto se complementa con acciones de prevención, sensibilización en las comunidades e iden<ficación de casos de violencia de género.
En los proyectos de ApS más recientes se ha incluido un componente de generación de medios de vida, pequeños proyectos económicos y de empoderamiento para mujeres supervivientes de violencia de género, acciones humanitarias de remedio o reparación para ayudar a las mujeres a crear las condiciones necesarias para que puedan seguir su vida de la manera más autónoma posible.
En cuanto a la transversalización del enfoque de género en el contexto humanitario de tPo, esto no se limita a trabajar violencia de género, sino a aplicar este enfoque en toda la respuesta humanitaria, en concreto, en el sistema de clusters.
Si queremos proteger realmente a las mujeres y a las niñas cuyas necesidades, condiciones y posiciones en un esquema de relaciones de poder son específicas, necesitamos poner una lente de género ante todo Fpo de acciones que se desarrollen, ya sea ayuda alimentaria, agua y saneamiento, educación, salud, etc.
Para ello, durante los dos úl<mos años se ha trabajado en espacios de coordinación de la respuesta humanitaria en los tPo para transversalizar el enfoque de género en las herramientas de la respuesta humanitaria como MIRA (MulF Sector IniFal Rapid Assessment), el Ciclo de Proyecto Humanitario y el Plan de Respuesta Humanitaria para 2016. Junto con otras organizaciones, se ha conseguido posicionar la violencia de género como asunto prioritario de Protección en Pales<na, concretamente en la franja de Gaza, e incidir entre los actores humanitarios para que las necesidades específicas de género estén presentes en todos los clústeres (se está trabajando para crear un punto focal de género en cada clúster que se coordinen con la Asesora Humanitaria de Género, la figura de Nisreen Alami).
En estas dos líneas de trabajo, la ponente expone a con<nuación las buenas prác<cas y desaRos detectados, muy ligados unas con otros.
ApS considera que una buena prác<ca es la adopción de la clínica de salud sexual y reproduc<va como un punto de par<da para trabajar la violencia de género en el contexto del tPo. En otros contextos igual no funciona, pero en tPo el derecho a la salud y el acceso al ámbito sanitario están aceptados socioculturalmente. A la vez, la violencia de género se considera un problema privado, que en muchos casos se produce en el ámbito domés<co, que no se considera un problema público que tenga que salir a la
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luz. Las mujeres no suelen acudir a las comisarías a denunciar violencia de género, pero sí acuden a las clínicas, lo que es un buen punto de entrada para abordar el tema, recibir una primera atención y asesoría. Se ha realizado un estudio en la franja de Gaza en el que se ve que la primera fuente externa a la que las mujeres acceden cuando sufren violencia de género es la clínica de salud. Un 17% de las mujeres encuestadas respondió que acuden a la clínica frente a un 2% que acudiría a la policía.
Por otro lado, el insertar en las clínicas el apoyo psicosocial y legal les ayuda para no tener que salir a otra instancia a solicitarlo o recibirlo.
La atención a las mujeres supervivientes de violencia de género se basa Procedimientos Opera<vos Estandarizados desde la confidencialidad, respeto a su dignidad, no juzgarlas y poner en el centro su capacidad de decisión.
Otra buena prác<ca es el trabajo de ges<ón de conocimiento en cuanto a recopilación de evidencias, sistema<zación y difusión de las mismas. Por ejemplo, este año con la financiación de la AECID y en coordinación con AcFon Aid (Ayuda en Acción) y con InsFtute for Development Studies (IDS), se ha realizado un estudio en violencia de género en la franja de Gaza con el fin de obtener datos sobre prevalencia, incidencia, incremento y <pos de violencia de género que se han dado en los 11 meses posteriores a la guerra del verano de 2014, la conocida Operación Margen Protector.
Según este estudio, las mujeres están sufriendo más violencia desde que terminó la guerra que antes o durante. Un 37,3% de las mujeres encuestadas dice haber sufrido violencia desde sep<embre de 2014 frente a un 22% que dice haberla sufrido durante los 52 días de ofensiva y un 33% que la sufría antes.
Estos datos tomados de una muestra nos dicen dos cosas: que las necesidades de protección de las mujeres frente a la violencia no han remiFdo meses después y que estas necesidades están generando una demanda de servicios de atención en temas de violencia de género que habría que cubrir.
Otra buena prác<ca desde la aplicación del Enfoque basado en Derechos Humanos (EBDH) es el desarrollo de herramientas de par<cipación y valoración de necesidades y vulnerabilidades con las personas <tulares de derechos tanto antes de la emergencia. Se ha hecho instalando buzones de sugerencias en los espacios de las organizaciones locales y sus clínicas para que las beneficiarias den su opinión sobre la mejora de los servicios o cuando se crearon grupos focales de par<cipación para que mujeres, hombres, jóvenes de ambos sexos valoraran sus necesidades específicas en los refugios colec<vos durante y después el periodo de las úl<mas hos<lidades en Gaza.
La ponente afirma la importancia que ApS da a que las personas afectadas, los <tulares de derechos, par<cipen en el análisis del contexto que lleve al diseño e implementación de acciones. Las intervenciones <enen que adaptarse a los contextos específicos en los que se trabaja. Y lo que funciona en un contexto puede no hacerlo en otro, dice la ponente, ejemplificando esta afirmación: en zonas de población refugiada siria en Líbano y Jordania, solo un 1% de mujeres víc<mas de violencia de género acude a los centros de acceso a la salud, por lo que el programa que se está implementado en la franja de Gaza, no funcionaría en este contexto par<cular.
Introducir en las intervenciones un componente de generación de medios de vida para mujeres supervivientes de violencia de género es otra buena prác<ca. También lo ha sido, señala la ponente, incluir en las intervenciones un componente de trabajo con profesionales del sector salud, psicosocial y legal y tenerlos en cuenta no sólo como <tulares de responsabilidades, sino también como <tulares de derechos que soportan una fuerte carga emocional y, en algunos casos, hasta amenazas a su integridad Rsica por trabajar con mujeres que sufren violencia de género. En este caso, la organización ha incluido un cuidador de cuidadores en las úl<mas intervenciones que han desarrollado. A nivel logís<co se ha visto que se debe facilitar el acceso a los servicios de salud a las personas que se encuentran en las áreas más remotas y con menos facilidades de ingresos económicos.
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Otra buena prác<ca que han detectado es su propio rol como ONG internacional, consistente en no dar directamente la primera respuesta, sino fortalecer las capacidades que ya existen en las organizaciones locales, no suplantando mecanismos de respuesta.
En relación a los retos y desaRos, señala la ponente que dentro de la respuesta humanitaria la vinculación de una manera más eficaz entre las intervenciones de desarrollo y las directamente humanitarias es un reto, sin que actúen unas en detrimento de otras compi<endo por los fondos.
En un contexto como el del tPo, una crisis políFca con consecuencias humanitarias y donde la legalidad internacional es un tema clave, desde un enfoque de derechos y un enfoque de género, los actores humanitarios Fenen que centrarse en la violencia estructural que genera la ocupación israelí como sistema de dominación y no únicamente en la violencia directa. Si no hacemos esto, podemos estar eternamente haciendo los mismos proyectos y la situación seguirá igual. El enfoque de protección va más allá de esa primera asistencia humanitaria.
Otro reto es centrarse más en sistemas y estructuras de prevención en general. ApS junto con sus organizaciones pales<nas socias ve que hay una necesidad mayor de trabajar y desarrollar estrategias de prevención en temas de violencia de género con hombres.
Otro de los desaRos es la dificultad de la comunidad humanitaria para entender que no hay proyectos neutros al género y que la violencia de género es un problema esencial que hay que abordar, a pesar de las buenas inicia<vas que se están desarrollando para lo contrario como el rol de la Asesora Humanitaria de Género, el establecimiento de puntos focales de género en cada clúster, el desarrollo y difusión de documentos especializados sobre la temá<ca en la acción humanitaria, etc. Se necesita mayor voluntad polí<ca dentro de la comunidad humanitaria y que esa voluntad se traduzca en recursos efec<vos.
Sigue siendo un reto la visibilización de las necesidades específicas de las mujeres y las niñas con datos. Habitualmente la violencia de género, por ser un tema privado, es<gma<zado y tabú dentro de la sociedad pales<na, es un tema del que no se habla y está invisibilizado. No hay casi datos y si los hay son cuan<ta<vos y están minusvalorados. Hay un gran trabajo por hacer aquí para poder abordar el problema de manera efec<va.
Un reto con<nuo es la mayor coordinación entre los diferentes actores y organizaciones que trabajan en el tPo. Es esencial incorporar en esta coordinación a las organizaciones de mujeres, no solamente en el subgrupo de trabajo de violencia de género, si no en todos los clústeres y sistemas de respuesta.
Otro gran reto desde el EBDH, señala la ponente, es el trabajo con <tulares de obligaciones en el contexto humanitario en general y en concreto en el pales<no.
El Derecho Internacional Humanitario, los Derechos Humanos, los Derechos de los Refugiados, las diferentes Cartas Internacionales ofrecen un marco de actuación acorde a los principios humanitarios. Pero, dice la ponente, habría que exigir a Israel una rendición de cuentas ante su no cumplimiento de este marco legal. Las organizaciones humanitarias realizan un trabajo de protección, pero no pueden asumir constantemente las responsabilidades que debe asumir Israel. Del mismo modo también tenemos que ser capaces de exigir obligaciones a otros Estados, como el egipcio.
En cuanto a las autoridades pales<nas, la ponente considera que hay que reforzar sus capacidades teniendo en cuenta cómo la situación de ocupación israelí afecta al desempeño de la Autoridad Pales<na. No obstante, la ocupación no debe ser excusa para no implementar Convenciones Internacionales que la Autoridad de Pales<na ha firmado, como es la Convención de los Derechos de la Infancia, CEDAW, etc.
Otros retos mencionados por la ponente son: el cambio de normas sociales y su reflejo en normas legales; cómo trabajar en un contexto humanitario a nivel comunitario donde hay una serie de normas sociales que afectan nega<vamente a las mujeres y a las niñas; la rendición de cuentas; y el desarrollo de intervenciones
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que contemplen las necesidades específicas de los hombres y de los niños derivadas del conflicto, no sólo de las mujeres y las niñas, para trabajar un enfoque de género pleno.
Finalmente, el acceso a zonas remotas como las que se encuentran cerca del muro de separación en la franja de Gaza plantea un debate en cuanto a la transferencia del riesgo a las organizaciones locales, que son las que dan la respuesta inmediata y cuyos trabajadores y trabajadoras se están exponiendo a posibles ataques.
Isabel Miguel, Coordinadora de Educación para el Desarrollo y Sensibilización de UNRWA España, comienza agradeciendo la asistencia del público y a todas las en<dades que par<cipan en las Jornadas. Considera que el Enfoque de Género es también EBDH y que hablar de equidad de género es hablar de DDHH.
Las actuaciones no son neutras al género. Por tanto, una Acción Humanitaria (AH) eficaz necesita también abordarse desde un Enfoque de Género.
La ponente contextualiza la situación de los tPo, en donde la población refugiada registrada asciende actualmente a 2.1 millones de personas de los 4.6 millones que viven en este territorio. El 33% y el 76% de la población de Cisjordania y Gaza, respec<vamente, <ene estatus de refugiada. Casi 1.3 de los 1.8 millones de personas que viven dentro de la franja de Gaza son población refugiada de Pales<na. Por esta condición de refugiados, se convierten en la población más vulnerable ante el conflicto pales<no-‐israelí y las crisis humanitarias que de él se derivan.
A con<nuación, pasa a exponer cuándo, cómo y por qué surge UNRWA. En 1948, la guerra árabe – israelí provoca el éxodo de más de 700.000 personas de la Pales<na histórica. Ante esa situación de emergencia, en diciembre de 1949, la Asamblea General de Naciones Unidas (NNUU) aprueba la creación de una Agencia específica, UNRWA, para brindar apoyo a los refugiados de Pales<na, comenzando sus operaciones en mayo de 1950.
Su mandato inicial fue de tres años. Se pensaba que en ese <empo esta crisis se iba a solucionar en ese periodo, pero el mandato se ha ido renovando cada tres años hasta hoy. El mandato actual se prolonga hasta 2017.
A día de hoy, UNRWA es la mayor operación humanitaria en Oriente Medio y proporciona servicios y ayuda al total de la población refugiada de Pales<na que asciende a 5.5 millones de personas, un tercio de la población refugiada mundial. Esta es la tercera generación de refugiados de Pales<na, considerando refugiada a las personas que se vieron afectadas por esa primera guerra de 1948 y todos sus descendientes. Además, en estos 5,5 millones de personas atendidas por UNRWA se incluyen además ciertos grupos de población considerados de especial vulnerabilidad, como es la población beduina que está en tPo. Las áreas de actuación de UNRWA son cinco: Siria, Jordania, Líbano, Cisjordania y Gaza (tPo).
En intervenciones anteriores, recuerda la ponente, se ha apuntado que la AH surge del Derecho Internacional, lo cual parece que se ha olvidado y es algo importante de recordar. Así, UNRWA se cons<tuyó en medio de dos momentos importantes, después de la Declaración de DDHH de NNUU en 1948 y un año y medio antes de que se aprobara la IV Convención de Ginebra sobre la protección de la población civil. Es decir, que surge justo en el momento en que la discusión de los DDHH está en un punto álgido en el escenario internacional.
La Agencia surge en el marco de una necesidad de acceso y protección de los derechos de la población pales<na en situación de refugio dentro del propio tPo y de los países adyacentes. Una de las misiones iniciales de la Agencia, fue garan<zar el derecho a la vivienda; ofrecer cobijo a la población refugiada que en un primer momento se alojaba en <endas de campaña en los campos de refugiados.
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En cuanto a los Enfoques basados en Derechos Humanos (EBDH) y de Género, la Agencia ha ido evolucionando, pero es algo que siempre ha estado presente en su trabajo. Diez años después de la Nakba, UNRWA anunció que todas las <endas de campaña debían sus<tuirse por construcciones sólidas, relacionado con el derecho a la vivienda de la población refugiada. A día de hoy, los campos son autén<cos barrios dentro de las ciudades formados por casas de cemento y ladrillo, no planificados, donde el espacio habitacional intenta expandirse por donde se puede, lo que provoca el hacinamiento de las familias en algunos lugares como es el caso de la franja de Gaza. Actualmente, existen 58 campos de refugiados de Pales<na ges<onados por UNRWA, de los cuales 27 están en tPo (19 en Cisjordania, incluido Jerusalén Este, y 8 en Gaza).
Por otro lado y en relación a las acciones de emergencia, UNRWA <ene unos protocolos de actuación específicos a través de los cuales se intentan cubrir las necesidades básicas y de refugio en momentos de crisis como la sufrida el verano pasado durante la operación Margen Protector que llevó a cabo el ejército israelí sobre la franja.
Asimismo, el mandato de la UNRWA contempla trabajar sobre otros tres derechos que son indispensables para garan<zar una vida digna: el derecho a la alimentación, a la salud y a la educación. A día de hoy UNRWA ges<ona más de 685 escuelas en las 5 áreas de operaciones citadas a las que asisten 500.000 niños y niñas, 137 centros de salud primaria que reciben 9.5 millones de visitas anuales, 37 centros de rehabilitación a los que acuden personas con discapacidad y 8 centros de formación profesional. En cuanto al derecho a la alimentación UNRWA ges<ona varios programas que son necesarios e importantes. Por ejemplificar, la ponente da el dato de que 880.000 personas refugiadas de Pales<na en la franja de Gaza dependen de la ayuda alimentaria de la Agencia para sobrevivir.
Además, destaca que trabajan unas 32.000 personas en UNRWA, la mayoría de las cuales posee el estatus de refugiada por lo que, además de ser <tulares de derechos por esa razón, son <tulares de obligaciones por trabajar en la Agencia.
Desde sus inicios, UNRWA ha trabajado por la igualdad de género. En 1951, el porcentaje de escolarización de niñas refugiadas alcanzaba sólo el 60%, pero tras un duro trabajo, 9 años después, en 1960, se lograba la paridad de género que se ha mantenido hasta hoy. En 1962 se abre en Ramallah el primer centro de mujeres de los 61 que a día de hoy existen y que sirven de lugares de reunión para las organizaciones comunitarias y de base de mujeres para realizar talleres de empoderamiento y ac<vidades vinculadas a la concesión de microcréditos, formación, etc.
Como cualquier acción humanitaria, máxime después de 65 años de intervención, la Agencia ha ido adaptando su mandato al contexto, a la evolución de las crisis humanitarias y a las necesidades y demandas en el ejercicio de derechos de la población refugiada de Pales<na. Desde su derecho a una vida digna y desde el trabajo, ha fortalecido la capacidad de resiliencia de esta población, entendiendo por resiliencia la capacidad que <ene una persona de superar circunstancias traumá<cas, expone la ponente, lo cual <ene también mucho que ver con su toma de conciencia como <tulares de derechos.
Los desaRos que la ocupación y el bloqueo suponen desde un punto de vista de protección, los impactos de crisis humanitarias como la provocada por la operación Margen Protector en Gaza, la falta del estatus legal y la denegación del acceso a derechos de la población refugiada de Pales<na de algunos países como Líbano (lo ejemplifica con la imposibilidad de acceder a un puesto de trabajo) hacen que la Agencia esté ahondando en este enfoque.
La ponente ma<za que los Enfoques de Género y de DDHH en la AH son enfoques desde los que se está trabajando muy recientemente, desde el año 2.000, aunque UNRWA siempre haya tenido esa mirada de derechos y equidad de género desde su creación. En 1997, las Naciones Unidas comenzaron a hablar de la importancia de transversalizar ese enfoque, pero no lo hacen de forma más contundente hasta el año 2006.
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La Asamblea General de NNUU en sus diferentes resoluciones ha reconocido el mandato de protección de UNRWA, animando a la Agencia a ahondar en esta parte de su mandato, sobre todo en la protección a la población iden<ficada como la más vulnerable en el ejercicio de estos derechos, que son las mujeres, infancia, tercera edad y personas con discapacidad. La ponente recuerda algo ya mencionado en ponencias anteriores: las mujeres no son vulnerables por el hecho de ser mujeres, si no que hay el sistema patriarcal y la desigualdad de género hace que las mujeres se vean más afectadas.
UNRWA decide en 2007 tener una Polí<ca de Género y en 2008 aprueba una Estrategia de Género, actualmente en revisión, cuyo obje<vo es fortalecer la calidad y eficacia de las intervenciones de UNRWA transversalizando el enfoque de género en su trabajo, considerando y mejorando la respuesta a situaciones par<culares de necesidades de hombres y mujeres, niños y niñas.
Para ello, establece cuatro líneas de trabajo mencionadas por la ponente:
1. Crear estructuras de cambio internas en la organización: existe una Unidad de Género en sede central de UNRWA en Ammán que va a pasar a formar parte del Departamento de Protección el próximo año. Además de esto, hay una red de setenta puntos focales de género formada por unas 70 personas que trabajan en diferentes departamentos, secciones y áreas geográficas de operaciones, las cuales se encargan de implementar esta transversalización de foma más específica.
2. Fortalecer las capacidades del personal a través de la formación principalmente.3. Mejorar la comunicación y el alcance de este análisis de género, produciendo y compilando
información con datos desagregados por sexo que sirvan también para iden<ficar las intervenciones.4. Realizar un eficiente análisis y planificación desde un enfoque de género.
Por otro lado, adaptándose al contexto, la Protección está tomando cada vez más relevancia en el trabajo de UNRWA. Su concepto es integral y se aborda desde una dimensión interna, desde el ejercicio de los derechos de los y las refugiadas de Pales<na en y a través de los derechos que UNRWA proporciona, y desde una dimensión externa, para asegurar el respeto a los derechos de los refugiados por parte de los <tulares de deberes. A nivel ins<tucional y de estructura interna, en las 5 áreas geográficas de trabajo, existe personal especializado en el tema.
La Estrategia general de UNRWA 2016-‐2021 aborda cuatro cues<ones muy relacionadas con la Protección:
§ Asegurar la protección en la provisión de los servicios de educación, salud, servicios sociales, etc., provistos por UNRWA siguiendo unos estándares mínimos de protección.
§ Desarrollar programas de protección frente a las amenazas para generar resiliencia en la población refugiada de Pales<na.
§ Abordar casos de abusos, violencia y explotación de aquellos grupos más vulnerables.§ Promover el derecho de la población refugiada de Pales<na bajo el Derecho Internacional Humanitario
a través del monitoreo y el reporte de las violaciones de DDHH que sirva para hacer incidencia.
Como ejemplos concretos, la ponente comenta que desde 2010, UNRWA cuenta con una herramienta para incorporar Estándares Mínimos de Protección en todos los programas y servicios. En 2012 la Agencia adoptó su primera Polí<ca de Protección. Pero lo más interesante a ojos de la ponente es que UNRWA monitorea su trabajo en protección a través de unas auditorias internas anuales que miden cómo su planificación y sus programas de provisión de servicios se alinean con los Estándares Mínimos de Protección de UNRWA señalados, los cuales se formularon en base a los estándares internacionales.
Los resultados de la auditoría interna de 2014 indicaron que el 49% de los programas se alinean con estos estándares. Si bien es cierto que queda mucho por avanzar, en 2013 el porcentaje fue de 46%, se avanza poco a poco, lo cual es una muestra de la prioridad que la Agencia da a este tema.
Otro ejemplo concreto es que la Educación en Derechos Humanos es una materia abordada en todas las escuelas de UNRWA, en cualquier ciclo y grado, lo que supone también hablar de la igualdad de género.
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Desde su Programa “Derechos Humanos, Tolerancia y Resolución de Conflictos”, UNRWA trabaja con alumnado y profesorado de sus escuelas para dotarles de herramientas que les ofrezcan un entorno educa<vo saludable y respetuoso con los DDHH y para que el alumnado adquiera habilidades para reconocer sus derechos, sen<rse orgulloso de su iden<dad pales<na y contribuir al desarrollo de su sociedad.
En cuanto al Enfoque de Género, la ponente presenta varios ejemplos del trabajo de UNRWA:
§ Para la distribución de comida de forma segura y digna, en par<cular a la población iden<ficada como más vulnerable, se ha reformado el sistema de evaluación de pobreza de UNRWA para mejorar el acceso de mujeres en situación de vulnerabilidad a los servicios en la franja de Gaza durante este año. Las tarjetas de asistencia por estatus de persona refugiada la ostenta el cabeza de familia masculino, lo que le da acceso a servicios, alimento, refugio... Mujeres divorciadas, separadas, en matrimonios polígamos, mujeres refugiadas casadas con no refugiados… pierden su acceso directo a estos derechos – servicios de UNRWA. La reforma de este sistema ha incluido estas categorías en la evaluación de necesidades, lo que va a posibilitar que mujeres en estas circunstancias puedan acceder a un assessment independiente y recibir ayuda alimentaria y recibirla a su propio nombre.
§ Programa Comunitario de Salud Mental provee apoyo psicosocial a través de consejeros escolares y en centros de salud a través de consejeros comunitarios y organizaciones comunitarias de base, muchas de ellas de mujeres. Es una labor muy importante que no sólo ayuda al individuo, sino a la reconstrucción del tejido social, en par<cular en Gaza. Este Programa también coordina la respuesta integral a la violencia de género que sufren las mujeres a través de un sistema de detección, respuesta mul<sectorial (apoyo sanitario, psicosocial, asesoría legal) y referencia interna y externa, así como de sensibilización en las comunidades.
§ El apoyo psicosocial que se presta a jóvenes – chicos adolescentes que <enen más riesgo de ser detenidos administra<vamente por el ejercito israelí en diferentes incursiones en tPo. Se trabaja con los jóvenes en riesgo por la edad o el lugar en el que viven, con sus familias, comunidades y escuelas, con aquellos que han salido de detención para su re-‐integración en las escuelas, a su vida en general.
§ La adaptación de los campos y otras infraestructuras para el acceso de personas con discapacidad a escuelas, centros de salud y otras instalaciones.
§ La reconstrucción de casas destruidas o dañadas durante la operación Margen Protector en Gaza (caso que mañana se analizará en la sesión prác<ca), donde UNRWA está promoviendo que los signatarios en propiedad de las casas sean los dos integrantes de la pareja, el hombre y la mujer, a diferencia de antes, que sólo eran los hombres.
§ En mayo de 2015, como parte de su Programa de Creación de Empleo y de los esfuerzos de la agencia de crear un entorno seguro para la provisión de servicios y avanzar hacia la igualdad de género, se han empleado 21 mujeres como guardas de centros de salud, por primera vez. Asimismo, hay mujeres involucradas en otros puestos que ofrece este programa, por ejemplo, un programa recién lanzado cuenta con un 60% de mujeres agricultoras.
La ponente recomienda entrar en la página web de UNRWA (www.unrwa.es / www.unrwa.org) donde se pueden encontrar muchas historias de vida como la de una de las mujeres guardas en el centro de salud.
Debate con el público. Preguntas y Respuestas:
Las preguntas realizadas y las consiguientes respuestas fueron las siguientes:
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1-‐ ¿Ha llegado ya algún feed back desde las organizaciones con las que se trabaja en terreno, en cuanto a temas de apropiación? Felicita por la creación del programa de cuidado de los cuidadores.
Elena Alfageme responde que el cuidado de cuidadores que es un tema muy importante que hay que trabajar, las personas que ejercen el cuidado se encuentran con muchos problemas a diario debido a la restricción de movimiento y la inseguridad que genera. En cuanto a la apropiación, la retroalimentación recibida de los mecanismos de par<cipación en las clínicas es que se han desarrollado acciones de respuesta a las sugerencias depositadas en los buzones de las clínicas. Por ejemplo, una de las quejas fue la ausencia de espacios lúdicos para las mujeres. Ahora, las socias locales con las que ApS trabaja están abriendo una sala para que las mujeres puedan hacer gimnasia. Son acciones pequeñas, pero que aportan mucho a las vidas de esas personas, constantemente afectadas por una serie de vulneraciones de DDHH y de depresión por la vida bajo ocupación.
Isabel Miguel responde que los y las Gestores de Casos de violencia de género de UNRWA cuentan con supervisores que les asesoran y les dan apoyo psicosocial. Considera que este tema es vital y que debería trabajarse más, además de abordar la “sanación” en el trabajo que se realiza con la población.
2-‐ En cuesFón de riesgos externos relacionados con la modificación de las relaciones de poder, ¿se ha recibido ya algún feedback en cuanto a resultados posiFvos o negaFvos y cómo se ha incluido en la matriz de riesgos?
Elena Alfageme responde que el trabajo progresivo que se está haciendo con hombres y jóvenes ha surgido como una estrategia para minimizar riesgos y para conseguir cambios de modelos hegemónicos. Se ha trabajado también con líderes comunitarios y personas referentes en las comunidades. Sobre los resultados posi<vos o nega<vos en cuanto a las relaciones de poder, explica que ha habido impactos posi<vos, pero, aunque son historias esperanzadoras, son minoritarias.
3-‐ ¿Cuáles son los estándares mínimos de protección e UNRWA? Naciones Unidas en tPo, ¿se ha planteado ser un país “Delivering As One” en el futuro?
Isabel Miguel responde que no ha visto el documento completo de los estándares de protección y vuelve a referirse a los 4 puntos de la polí<ca de protección ya comentados que son los que guían esos estándares. Confirma que hay un clúster de Protección a nivel global que cuenta con unas guías generales, aunque sus herramientas no están tan desarrolladas como las de otros clusters temá<cos. En el caso de tPo, existe también un clúster de Protección que determina cuál es las líneas prioritarias a trabajar según el análisis de protección extraído de la información de todas las organizaciones que par<cipan en ese clúster, locales o internacionales.
En relación al Delivering As One, no considera que haya inicia<va por el momento. No obstante, existen muchos espacios de coordinación en tPo para diferentes temas y la coordinación per se es algo visto como muy importante en tPo dada la can<dad de actores intervinientes.
Nisreen Alami hace una intervención sobre Delivering As One, el cual surge en Naciones Unidas ante la duplicación y falta de coordinación en la parte de desarrollo. Señala que en el trabajo humanitario, la duplicación es un lujo que no se puede permi<r. El trabajo en desarrollo de NNUU <ene mucho que aprender del su trabajo humanitario, según la ponente. En tPo se cuenta con un Plan de Respuesta Humanitaria, prác<camente finalizado el de 2016, que es el que marca el obje<vo de la respuesta humanitaria para todas las intervenciones, todas las ubicaciones y localizaciones, por el cual se guían todos los actores. Por otro lado, señala que UNRWA desarrolla en tPo gran parte del trabajo humanitario ya que se ocupa de la población refugiada de Pales<na que representa una gran parte de la población pales<na. Considera que <ene una gran responsabilidad: responder a las necesidades de la población, por su mandato, es una obligación de la que no se puede desprender en tPo y en sus otras áreas de operaciones.
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ANEXO 1: PROGRAMA
DÍA 1: DEFINIENDO LOS ENFOQUES Y LOS RETOS DE SU IMPLEMENTACIÓN.
MARTES, 10 DE NOVIEMBRE 2015
15.30h – 16.00h: Registro y entrega de materiales.
16.00h – 16.15h: Inauguración y presentación de las Jornadas.
Raquel MarJ, Directora EjecuFva, UNRWA España.Sonia PosFgo Imaz, Jefa del Área de Gobernabilidad, Secretaría General de Cooperación Internacional para el Desarrollo (SGCID).Pedro Antonio Villena Pérez, Director General, Casa Árabe.
16.15h – 19.30h: Mesa Redonda: Los enfoques basados en Derechos Humanos y Género: una aproximación teórica desde los retos de la acción humanitaria.
Francisco Rey, co-‐Director, InsFtuto de Estudios sobre Conflicto y Acción Humanitaria (IECAH). Sonia Tomás, Consultora de Género. Celinda Sanz, Técnica de PalesFna, Oficina de Acción Humanitaria, Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo. Marta Fresno, Experta en Género, Acción contra el Hambre.
Modera: Raquel MarF, Directora EjecuFva, UNRWA España.
DÍA 2: COMPARTIENDO ANÁLISIS Y EXPERIENCIAS DE TRABAJO EN TPO.
MIÉRCOLES, 11 NOVIEMBRE 2015
16.00 – 18.00: Mesa Redonda: Una Mirada integral al contexto socio-‐polí^co y humanitario de territorio Pales^no ocupado.
Contexto polí:co y social de territorio Pales:no ocupado.Yolanda Álvarez, Periodista experta en Oriente Medio. Situación humanitaria de territorio Pales:no ocupado desde un enfoque de género.Nisreen Alami, Asesora de Género para asuntos Humanitarios, OCHA tPo.
Modera: Sonia PosFgo Imaz, Jefa del Área de Gobernabilidad, SGCID.
18.00h -‐ 18.15h: Pausa.
18.15h – 20.00h: Mesa Redonda: Reflexiones sobre la experiencia de trabajo en los Enfoques de Género y Derechos Humanos desde territorio Pales^no ocupado: prác^cas prometedoras y retos.
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Elena Alfageme Villalaín, Coordinadora de Derechos de las Mujeres en Oriente Medio, Alianza por la Solidaridad.Isabel Miguel Emperador, Coordinadora de Educación para el Desarrollo y Sensibilización, UNRWA España.
Modera: Teresa Aranguren, Periodista y experta en Oriente Medio.
DÍA 3: APRENDIENDO DESDE LA PRÁCTICA.
JUEVES, 12 NOVIEMBRE 2015
16.00h – 16.40h: Metodología y herramientas para aplicar los Enfoques de Género y basado en Derechos Humanos en el trabajo de campo: Introducción del Estudio de Caso.
Mar Correa, Especialista en Género y Desarrollo. Isabel Miguel Emperador, Coordinadora, Área de Educación para el Desarrollo y Sensibilización, UNRWA España.
16:40h – 19:00h: Análisis del Estudio de Caso I: Trabajo en Grupos.
19.00h – 19.30h: Análisis del Estudio de Caso II: Presentación del trabajo en grupos en plenaria.
Mar Correa, Especialista en Género y Desarrollo. Isabel Miguel Emperador, Coordinadora, Área de Educación para el Desarrollo y Sensibilización, UNRWA España.
19.30h – 19.45h: Conclusiones y cierre.
Representante, UNRWA España. Representante, Casa Árabe.
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ANEXO 2: PERFIL DE LOS Y LAS PONENTES
CELINDA SANZ VELASCO
Es Licenciada en Derecho y Agente de Igualdad entre mujeres y hombres. Cuenta con experiencia en género e igualdad de oportunidades tanto en el ámbito público como dentro de la sociedad civil. Desde 2007 trabaja como técnica de la Oficina de Acción humanitaria en la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo donde es responsable de género. En el sector académico viene colaborando en dis<ntos Magister y cursos de especialización. Desde 2004 viene impar<endo el módulo sobre Igualdad de oportunidades entre mujeres y hombres en la UCM. De 2008 a 2012 ha sido Profesora asociada de Derecho Internacional Público en la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de Madrid.
ELENA ALFAGEME VILLALAÍN
Licenciada en Historia y en Antropología Social y Cultural, formación universitaria a la que suma el Máster en Cooperación Internacional para el Desarrollo, Migraciones y Acción Humanitaria. En su currículum destacan a su vez mul<tud de cursos en temas de género, violencia, salud, paz y seguridad.
Desde muy pronto empezó a interesarse por temas de voluntariado, movimientos sociales y derechos de las mujeres desde un enfoque feminista. Pero no fue hasta realizar unas prác<cas de Antropología Social en Marruecos, en una comunidad rural, cuando decidió defini<vamente dedicarse profesionalmente a la cooperación y los derechos humanos. Defensora de los procesos de par<cipación local y análisis interculturales, lleva más de seis años trabajando con Territorio Pales<no Ocupado, Líbano y Jordania, desde España primero y posteriormente desde terreno. Posee amplia experiencia en temas de género, ges<ón de programas, procesos de monitoreo, evaluación y análisis sociopolí<co de países y contextos regionales.
FRANCISCO REY
Miembro fundador y Codirector del Ins<tuto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). Dedicado a la inves<gación, consultoría, reflexión y docencia sobre cooperación y ayuda. Consultor de la Comisión Europea, el Comité Económico y Social Europeo, el gobierno de los Países Bajos, el Gobierno sueco y diversas instancias de la Cooperación Española. Autor de numerosas publicaciones sobre desarrollo, acción humanitaria, etc. Entre sus libros cabe destacar "El debate humanitario" y "Manual de Ges<ón del Ciclo del Proyecto en Acción Humanitaria". Es el Director de los Informes Anuales de Acción Humanitaria que publica IECAH y coordinador del Observatorio de Acción Humanitaria.
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ISABEL MIGUEL EMPERADOR
Experta en igualdad de género, derechos de las mujeres y cooperación para el desarrollo, actualmente desempeña sus funciones como Coordinadora del Área de Educación para el Desarrollo y Sensibilización del Comité Nacional de UNRWA en España. Licenciada en Ciencias Polí<cas y de la Administración y Máster en Cooperación Internacional por la Universidad Complutense de Madrid (IUDC-‐UCM), cuenta con más de 10 años de experiencia laboral en Oriente Medio, África Subsahariana y América La<na en Naciones Unidas (UNIFEM-‐ONU Mujeres), AECID y organizaciones no gubernamentales.
MAR CORREA
Licenciada en Derecho, con la especialidad de Derechos Humanos y Estudios de las Mujeres. Máster en Género y Desarrollo y Experta en Visiones alterna<vas del desarrollo y herramientas para la transformación social.
Empezó trabajando como educadora de calle, de eso hace 25 años y de ahí se especializó en Género, Desarrollo y Derechos Humanos y trabajó en Bruselas, América la<na, Asia... principalmente en la ges<ón del ciclo de proyectos y programas de desarrollo: iden<ficación, diseño, y seguimiento. En la incidencia polí<ca para la defensa y conquista de los derechos de las mujeres y en el diseño, implementación y seguimiento de herramientas para integrar la perspec<va de género en todas las fases y en todos los niveles de las intervenciones. Aprende mucho siempre que <ene la oportunidad de trabajar como docente y se declara cada vez más enamorada de la ges<ón del conocimiento.
MARTA FRESNO
Es Técnica de Proyectos y Focal Point de Género en Acción contra el Hambre España. Especialista en Cooperación Internacional al Desarrollo, Ayuda Humanitaria, y Género. Lleva dedicada al campo de la educación y la cooperación internacional los úl<mos 10 años. Ha trabajado como expatriada en terreno con múl<ples ONGs en Marruecos, Perú y Kenia. También ha trabajado con organizaciones gubernamentales como AECID en Perú, Madrid y Uruguay.
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NISREEN ALAMI
Es la Asesora Humanitaria de OCHA y ONU Mujeres para territorio Pales<no ocupado desde el año 2013. Anteriormente, ha trabajado como consultora sobre Polí<cas para la Gobernabilidad y Finanzas por la Igualdad de Género en la sede de ONU Mujeres en Nueva York. Entre 2001 y 2010 lideró el trabajo de UNIFEM en Presupuestos Sensibles al Género desarrollado en más de 50 países alrededor del mundo, los cuales han hecho progresos significa<vos. Con anterioridad, trabajó como Oficial Nacional de Programas en la Oficina sub-‐regional para mundo árabe de UNIFEM en Amman.
Tiene un Máster en Economía y Desarrollo por la London School of Economics y es graduada en Ciencias Polí<cas y Economía por la Universidad de Jordania. Forma parte de Red GenCap de expertos internacionales en género y es socia de Gender at work, una red colabora<va de profesionales en materia de género que apoya a organizaciones en la construcción de una cultura de igualdad y jus<cia social.
RAQUEL MARTÍ
Directora Ejecu<va de UNRWA España desde marzo de 2008. Licenciada en GeograRa e Historia y Doctora en Historia, experta en Ges<ón y Evaluación de proyectos de Cooperación Internacional. De 1993 a 1998 realizó trabajos de inves<gación para diversas universidades en la República Democrá<ca de Congo, Guinea Ecuatorial y Kenia.
Ha trabajado como Consultora para PriceWaterHouse realizando misiones de evaluación en África y La<noamérica. Desde el año 2001 trabajó en dis<ntas Organizaciones no Gubernamentales como Responsable de proyectos de Ayuda Humanitaria y Emergencia en Líbano, Jordania, territorio Pales<no ocupado, Irak, Sahara y Magreb y como Directora de Proyectos para Asia, África y La<noamérica.
SONIA TOMÁSLicenciada en Psicología, Máster en Género y Desarrollo, Posgrado en Sociedades Africanas y Desarrollo y Posgrado en Cooperación. Es experta en Género y Desarrollo y en ges<ón de proyectos de desarrollo: iden<ficación, diseño, seguimiento y evaluación, desarrollando su principal experiencia en América La<na, África y Oriente Medio. Desde 2011 es consultora independiente centrando su trabajo en evaluaciones de impacto de género, así como también asistencias técnicas a ONGS, organismos gubernamentales de la cooperación descentralizada española y agencias de Naciones Unidas, tales como UNRWA o ONU Mujeres. Entre otras, ha realizado evaluaciones de programas en contextos de crisis humanitaria crónica, y muy a menudo olvidada, como son los campamentos de población refugiada saharaui en Tindouf o la franja de Gaza, así como también en países en situación de post-‐conflicto, como es E<opía o Nepal.
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YOLANDA ÁLVAREZ
Licenciada en Periodismo en 1997 por la Universidad CEU San Pablo de Valencia, con un postgrado en Cooperación al Desarrollo por la Universidad de Valencia, lleva trabajando en RTVE desde el año 2004 hasta la actualidad, formando en la actualidad parte del equipo del programa “En Portada” de TVE. Ha sido Corresponsal de TVE en Oriente Próximo durante 4 años. Desde ese puesto, ha cubierto las dos úl<mas ofensivas militares israelíes en Gaza, en noviembre de 2012 y en julio-‐agosto de 2014, y los hechos más relevantes en la zona, como las elecciones de Egipto en 2011, el terremoto en Turquía de ese año, entre otros. Desde 2007 y hasta su nombramiento como corresponsal, fue redactora del Área Internacional de los Servicios Informa<vos de TVE. Como enviada especial, ha cubierto la primavera árabe de Túnez en 2011, la revuelta de 2011 en Yemen, las elecciones de 2009 en Irán y la llamada “Marcha Verde”, las elecciones de 2010 en Iraq, el conflicto en los Kivus en R.D. del Congo, la crisis del agua en Guinea Bissau, etc.
De 2004 hasta final de 2006, ha sido presentadora y guionista del programa de entrevistas y coloquio “Umbrales”, emi<do en el Canal Internacional de TVE, desde el Centro Territorial de TVE en la Comunidad Valenciana, donde también ha sido redactora de informa<vos y ha elaborado reportajes para el espacio “América en España”, sobre mujeres inmigrantes y otros temas. Desde 1997 hasta 2004 ha trabajado en varias productoras de TV y canales televisivos CNN+, Canal 9, Puçol y la coopera<va Consum.
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