Tema 22 el lenguaje de la televisión

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BLOQUE 5 LOS MEDIOS DECOMUNICACIÓN.

TEMA 22EL LENGUAJE DE LA TELEVISIÓN. CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS Y EXPRESIVAS. LOS GÉNEROS TELEVISIVOS.

Cultura audiovisual 1º Bachillerato Artes Plásticas I.E.S. Severo Ochoa

El lenguaje de la televisión. Podemos definir el lenguaje de la

televisión como un mosaico de imágenes que se combinan y se suceden de forma interminable durante todo el día.

Imágenes que se combinan: La narrativa de la televisión se caracteriza por la fragmentación y el montaje múltiple de imágenes, incluso dentro de un mismo programa. Incluso los propios programas se fragmentan, bien a lo largo del tiempo, como es el caso de los capítulos de las series, o bien, dentro del mismo programa, que aunque están pensados como unidades, están interrumpidos por los cortes de publicidad.

Imágenes que se suceden: Visto desde otra perspectiva, el lenguaje de la televisión es un suceder continuo de imágenes, durante las 24 horas del día, formado por contenidos fragmentados.

Incluso, la actitud de los espectadores fomenta esta fragmentación, mediante el uso del “zapping”, para saltar de una cadena a otra.

Respecto al consumo de televisión, se pueden indicar los siguientes datos:

Hasta la irrupción de la televisión de pago y emisión por internet, el espectador no elige el momento de ver un programa, y se ciñe al horario de la programación.

Al ser un medio audiovisual, la televisión exige una alta dedicación. Al contrario que la radio, es imposible alternar otra actividad mientras se ve la televisión.

La televisión ocupa un lugar estratégico en el hogar, y es habitual que esté encendida sin que se le preste una especial atención. Sin embargo, parece que los jóvenes están desertando del consumo de televisión como actividad de ocio, y prefieren dedicar este tiempo a las posibilidades del ordenador e internet.

La televisión convencional se ve de forma fragmentaria, ya que el espectador puede cambiar de canal, usando un mando a distancia.

Orígenes y antecedentes del lenguaje televisivo.

Cuando la televisión se incorporó a los medios de comunicación de masas, durante la década de los años 60 del siglo XX, lo hizo cuando otros medios ya estaban maduros y desarrollados. Nos referimos al cine y la radio.

La televisión es un medio audiovisual que ha desarrollado un lenguaje propio, pero también que ha asumido la influencia de los “mass media” que le han precedido: cine y radio.

La articulación del lenguaje de la televisión, como hemos indicado, ha surgido de fusionar los lenguajes propios del cine y de la radio.

El cine: La televisión comparte con el cine el uso del lenguaje audiovisual y el montaje de las imágenes. El Cine ha sido el paradigma del registro de la imagen en movimiento. La televisión ha adquirido del cine, y comparte con él, la gramática visual, esto es, la forma de contar historias, o elaborar discursos, mediante la articulación de imágenes, planos, encuadres, y movimientos.

La Radio: La televisión comparte con la radio la transmisión por ondas, que llevan el mensaje lejos y de forma instantánea. Son medios de comunicación de masas que llevan el mensaje a distancia, y los receptores lo captan en directo, a través de un aparato receptor. Se trata de medios “calientes” que no precisa que el receptor esté alfabetizado y que trabajan en “directo”. Por tanto, comparte el lenguaje verbal.

En resumen, el lenguaje televisivo conjuga el lenguaje visual o imágenes (lenguaje del cine), el lenguaje auditivo, verbal, musical y de sonido. (lenguaje radiofónico).

Tratamiento de la imagen. El tratamiento de la imagen en televisión es heredero de las tradiciones

del cine. Por ejemplo: en los formatos informativos, la imagen es fundamental para complementar la noticia periodística, pues, le da credibilidad al mostrar los momentos precisos en que ocurren los hechos.

Desde ese punto de partida, la televisión ha desarrollado un lenguaje propio que tiene las siguientes características:

El lenguaje propio de la televisión: tratamiento de la imagen y del sonido.

También presenta una dramatización, donde el manejo de la intensidad, el tiempo, el ritmo se dirigen a la captura de televidentes, provocando empatía, reacción social y personal frente a lo que está viendo. Las imágenes pueden ser más importantes que el lenguaje verbal que informa y describe los hechos.

En el caso de los programas de entretenimiento, las imágenes favorecen el espectáculo, tornándolo más atractivo; en los programas de orientación (denuncias sociales y reportajes), las imágenes provocan en el receptor una reacción que le evoca sus problemas sociales y personales, pues ellas lo enfrentan a realidades, personales y situaciones con las que se siente identificado.

Tratamiento del sonido.La voz humana

Aunque la imagen posea la mayor fuerza en el mensaje televisivo, el lenguaje verbal cumple la función de acompañamiento, que refuerza, valora, comenta e interpreta.

El mensaje verbal debe ser:

Conciso: debe ofrecer la información en pocas palabras, evitando las reiteraciones innecesarias.

Claro y preciso: debe ser de fácil comprensión para todo espectador.

Sencillo: debe evitar el lenguaje muy especializado, ya que los contenidos se dirigen a todos los espectadores

Dinámico: lenguaje ágil y con entonaciones diversas, para no provocar cansancio y distracción.

La música y efectos sonoros en la TV.

Fundamentalmente sirve de refuerzo, contrapunto, de énfasis o continuidad a las imágenes, provocando en el receptor reacciones emocionales diversas, según su finalidad. Debido a que el receptor televisivo es diverso, heterogéneo y circunstancial (ambiente familiar o público), las señales sonoras y la música deben ser atractivas, repetitivas y sugerentes para captar su atención.

Todos los programas, desde las cortinas de inicio de las transmisiones, pasando por noticieros, transiciones, misceláneos, informativos, etc., tienen un responsable de sintonía que además de estudiar y reconocer las necesidades de cada programa, está al tanto de las tendencias musicales imperantes y propone, como un DJ, opciones de musicalización y efectos, posibilidades que están condicionadas por la temática y carácter narrativo de las imágenes.

Características expresivas del lenguaje televisivo

El lenguaje de la televisión se compone como un mosaico de imágenes que se combinan, suceden y superponen de manera interminable durante todo el día.

Vamos a analizar los valores expresivos de la televisión. Se puede decir que el discurso televisivo es:

Fragmentado.

Sin cierre.

Que busca la espectacularidad.

Incita al consumo.

Banaliza los contenidos.

Es un medio caliente.

Fragmentado:

Los programas se alternan con espacios de publicidad. Los programas en general están pensados, para ser presentados en bloques, aunque son parte de un todo, deben considerar su valor como unidad.

La narrativa de la televisión se caracteriza por la fragmentación y el montaje múltiple de imágenes en un mismo programa. Frecuentemente dentro de un programa se hace referencia a otro, o como en el caso de los programas ómnibus, se suceden bloques de humor, música, deportes, información, entrevistas, videoclip, etc.

Las series de ficción introducen fracturas en su propio relato mediante intervalos semanales entre capítulo y capítulo. Los programas son interrumpidos por comerciales, aun cuando se esté emitiendo una película o una obra de teatro realizadas originalmente como una pieza unitaria.

Un ejemplo tanto de fragmentación como de simultaneidad es el zapping entre canales de televisión, un viaje por fragmentos en busca de una imagen que nos atraiga y nos haga profundizar la atención en un programa.

Pero este viaje de saltos es una gran metáfora de nuestra sociedad insaciable y siempre en búsqueda de una satisfacción que solo acrecienta su insatisfacción.

Sin cierre.

El discurso televisivo no concluye nunca, es el propio espectador quien determina la duración del mensaje. La práctica del “zapping”, las transmisiones permanentes, la repetición, son condiciones materiales de la relación entre el medio y el televidente.

Dentro del continuo de la pantalla, la sucesión de fragmentos es pues lo característico y el televidente multiplica este rasgo con su forma de consumo de programas: difícilmente los ve desde que comienzan hasta que terminan o de manera ininterrumpida. El zapping en sus diversas formas introduce otra combinación de fragmentos, esta vez en secuencias de programas de distintos canales que se están emitiendo al mismo tiempo.

El interminable espectáculo televisivo aparece con la característica de la discontinuidad y la mezcla.

Que busca la espectacularidad.

La televisión busca el espectáculo. Es la relación de un espectador dispuesto a la exhibición de una escena. La espectacularidad está situada como una forma exacerbada de ciertos elementos de estos lenguajes, para una captura en el tiempo del espectador. La música, las luces, el color o su ausencia, la imagen, el ritmo.

Incita al consumo.

La publicidad es la fuente principal de financiación de las televisiones, y por tanto, las empresas anunciantes tienen una alta influencia en el tipo de programa y los modelos de audiencia a construir. Las programaciones televisivas están destinadas a competir para capturar audiencia, de por sí ya franjeada, según edades, intereses, clasificación social, en la que los publicistas tengan mayores certezas del resultado de sus productos o servicios.

Banaliza los contenidos.

Al estar la televisión determinada por las condiciones de financiación ya expuestas, requiere de las mejores y altas cotas de televidentes. Surge así la “necesidad” de generar un discurso apreciable por todos, un lenguaje que sea entendido por las grandes masas de consumidores, ofrece la puesta en circulación de discursos con una mínima profundidad y máxima extensión de temáticas. Los empresarios no invierten en publicidad para programas de baja audiencia. Programas demasiado específicos no se pueden situar en franjas de horario de interés para los empresarios, prefieren en esas horas una programación masiva y totalizante.

Otra característica propia de la televisión es la circulación de las mismas temáticas y recursos narrativos entre distintos géneros de programas: una noticia puede pasar del informativo a un programa de humor o documental, puede dar lugar a la parodia, definir el tema de un personaje en un programa sobre política o ser puesto en boca de un actor de una serie.

Es un medio caliente. Predominio de lo emocional sobre lo racional. Los programas de

televisión presentan mecanismos que se estructuran de forma narrativo-testimonial, mediante imágenes y relatos que apuntan a un modelo emocional, opuesto al modelo racional, basado, por ejemplo, en la lectura y escritura.

Características técnicas del lenguaje de la televisión

Aunque la televisión comparte diversas características técnicas y expresivas con el cine y la radio, su lenguaje propio se basa en algunos rasgos técnicos que configuran la expresividad genuina de la televisión. Se trata de:

La realización multicámara.

El concepto de continuidad.

Concepto de la realización multicámara.

En el cine, como ya vimos en el capítulo correspondiente, se van rodando los planos que conforman la película, y después, mediante el montaje, se unen esos planos y se da sentido a la película. Pero la televisión permite trabajar con varias cámaras a la vez.

La realización multicámaraconsiste en dirigir y coordinar a la vez varios elementos de producción audiovisual desde una sala de control de televisión, que puede estar ubicada tanto en el estudio, como en una unidad móvil.

El objetivo de una realización multicámara es crear un producto tan acabado como sea posible, lo que supone recurrir cuanto menos posible a la postproducción.

Cuando el programa se realiza y se emite en directo no hay oportunidad para recortar nada en la postproducción. Por tanto, la señal que se emite es el resultado definitivo de la realización.

La realización multicámara implica la coordinación de muchas tareas técnicas y acciones de un complejo grupo profesional. La figura clave es el realizador (en otras palabras, el director y responsableúltimo del programa). Su tarea implica tanto dirigir una compleja maquinaria: cámaras, audio, gráficos, magnetoscopio, así como tratar con el personal, incluidos los técnicos que están con él en el control, como el personal del plató, tanto técnicos como actores, presentadores y protagonistas.

Ventajas de la realización multicámara. El uso de dos o más cámaras flexibiliza la grabación de un

programa de televisión. Entre las ventajas de la realización multicámara podemos citar:

Sin perder ningún momento de la acción, se puede obtener tomas desde distintos puntos de vista, modificar el encuadre de las cámaras y cambiar su emplazamiento.

Permite hacer un programa de forma continua, sin cortes.

Al trabajar con varias cámaras, a cada una de ellas se le puede encomendar una cobertura específica: por ejemplo, una de ellas puede cubrir un plano general de la acción, otra puede mostrar la reacción del público, y otra centrarse en planos cortos de los protagonistas. Con una sola cámara no se puede obtener toda esta variedad de planos sin cortar la acción.

La articulación de estos planos se consigue mediante la mesa de mezclas, que según las órdenes del realizador, va dando paso simultáneamente a una u otra cámara.

Además, las imágenes obtenidas se pueden combinar en tiempo real.

Riqueza y variedad visual: se intercalan planos de diferentes tamaños y puntos de vista del mismo objeto o sujeto, o se hacen movimientos de un lugar a otro. Se puede ofrecer información nueva y reciente, modificar el énfasis, señalar detalles nuevos, mostrar reacciones, variar la atención del público, establecer comparaciones, etc.

Realización multicámara desde la sala de control.

En la realización multicámara hay que estar atento, no solo con la visualización de cada plano, sino también a los saltos entre los diferentes planos. La realización multicámara incluye la realización de programas en directo, Así como producciones grabadas en directo y segmentos de programas que serán unidos más tarde, pero no modificados, en una sencilla labor de postproducción.

La realización multicámara implica siempre el uso de una sala de control. La sala de control está diseñada específicamente para la producción multicámara y para la buena coordinación de todas las tareas y personal de vídeo, audio y grabación que realizan allí su trabajo.

El concepto de continuidad.

En la realización multicámara en los estudios de televisión hay que cuidar la continuidad entre tomas, escenas y segmentos, para que el espectador vea el programa como un discurso continuo sin saltos que le confundan.

Para profundizar en estas técnicas vamos a revisar antes el concepto de continuidad en televisión. Las tomas y las escenas (e incluso, los programas, dentro del flujo de la programación) deben valorarse como fragmentos de un todo. Para que el espectador no perciba saltos incomprensibles en estas transiciones, hay que tener especial cuidado en las técnicas de continuidad.

La continuidad, por tanto, es la técnica que facilita la relación de espacio y tiempo en la sucesión de dos planos, secuencias o escenas. Así, la continuidad permite percibir dos planos seguidos como consecutivos, aunque estén grabados en escenarios diferentes.

Por ejemplo, en un programa que se emite en diferido, una escena puede estar grabada en el set del estudio y la siguiente se puede grabar en otro set y en otro día distinto. La técnicas de continuidad nos permiten percibir ambos planos como sucesivos. Para ello hay que respetar detalles como la iluminación, el decorado, el vestuario, el actor, el maquillaje, el sonido, así como otras normas del lenguaje audiovisual. Esta continuidad se conoce por el nombre de “raccord”.

Los géneros televisivos.

El espectáculo televisivo es una mezcla interminable de programas. Sin embargo, la narrativa visual de la televisión sigue sujeta a algunas reglas previsibles, para no confundir las expectativas del espectador. Gracias a los géneros y a sus reglas, la gente puede reconocer los distintos programas. Pero estas reglas son dinámicas, ya que otra base fundamental del éxito de los programas es que sean novedosos. Es decir, los géneros buscan el equilibrio entre unas pautas previsibles y la necesidad de innovar. Por tanto, la distinción entre los géneros no es definitiva.

Los géneros dan sentido a la sucesión interminable de imágenes. La pantalla ofrece todo el tiempo una sucesión de imágenes que acentúa en el televidente la necesidad de encontrar alguna clasificación desde la cual ordenar, simplificar, dar sentido al caótico devenir que está mirando. Uno de los procedimientos para ello es, precisamente, el de organizar los programas y las imágenes según las reglas de géneros.

Clasificación de los géneros televisivos.

La programación es el conjunto de piezas audiovisuales que conforman la emisión diaria y continua de una emisión de televisión.

Estas piezas son individuales, sin relación las unas con las otras, pero la programación tiene continuidad narrativa. Por ello existen pausas e inserciones como spot publicitarios, avances de programación, presentadores que introducen programas, etc. Todos ellos son elementos que dan continuidad a la emisión, es decir, que cohesionan los diversos programas en un discurso continuo.

Los diferentes tipos de programas, basados en variados formatos y contenidos, implican diferentes formas de producción y realización, tal y como veremos en los siguientes capítulos de este bloque al analizar las características y funcionamiento de cada género.

Clasificación de los programas.

Las cadenas de televisión clasifican las producciones según criterios muy dispares.

Cuando se analiza la modalidad de emisión los programas se denominan retransmisiones, directos, diferidos o grabados. Cuando el programa se define en base a su contenido encontramos informativos, deportivos, musicales, documentales, científicos, etc. Si se atiende a su estructura podemos ver magazines, debates, ómnibus, etc.

Si se trata de clasificaciones basadas en el número de capítulos, existen programas únicos o seriados. Cuando adoptamos el criterio de la periodicidad de emisión podemos hablar de programación única, diaria, semanal, de fin de semana, mensual, o incluso anual.

Vamos a analizar la clasificación de programas que establecen dos organismos, por un lado Televisión Española (TVE), en el ámbito estatal, y en el ámbito internacional, veremos el criterio de la Unión Europea de Radiodifusión (UER).

Tipos de programas según TVE

TVE establece una clasificación de programas a partir de diferentes puntos de vista:

Género: por ejemplo, los informativos.

Subgénero: el “Telediario, que es una marca registrada por la propia TVE.

Tipo de producción: directo, grabado, producción propia o ajena (encargada a una productora o comprada en el mercado de producciones audiovisuales), coproducción, etc.

Soporte técnico de la producción: cine, vídeo, vídeo digital.

Estándar de coste de producción, de acuerdo al coste estimado medido en unidades de 30 minutos.

Lugar de producción: estudios, plató o exteriores, y su localización.

Duración.

Procedimiento de emisión.

Según la audiencia potencial.

Los criterios adoptados por una cadena son útiles para establecer el organigrama de la empresa y efectuar una distribución del trabajo adecuada al tipo de producto que es necesario realizar. En cualquier caso, toda empresa hace una catalogación que responde a sus propios intereses.

Tipo de programación según la UER.

La Unión Europea de Radiodifusión dispone de un catálogo de programas muy exhaustivo. Las características que diferencian unos de otros están basadas en sus contenidos, pero este criterio también puede servir al equipo de producción, pues cada género y subgénero determina un modelo de producción diferente. La uER distingue los siguientes grupos de programas:

1.- Programas educativos.

Educación de adultos.

Escolar y preescolar.

Universitarios y postuniversitarios.

2.- Programas dedicados a grupos específicos.

Niños y adolescentes.

Etnias e inmigrantes.

3.- programas religiosos.

Servicios.

Confesionales.

4.- Programas deportivos.

Noticias.

Magazines.

Acontecimientos.

5.- Noticias y programas informativos.

Telediarios.

Resúmenes semanales

Especiales informativos.

Debates informativos.

6.- Programas divulgativos y de actualidad.

Actualidad cotidiana.

Parlamento.

Magazines.

Reportajes.

Ciencias, cultura y humanidades.

Ocio y consumo.

7.- Dramáticos.

Series.

Telenovelas.

Obras únicas o Miniserie.

Largometraje.

8.- Programas musicales.

Óperas, operetas, zarzuelas y música clásica.

Comedias musicales.

Ballet y danza.

Música ligera.

Videoclip.

Géneros: Jazz, Flamenco, etc.

Folklore.

9.- Programas de variedades.

Juegos y concursos.

Emisiones con invitados y Talk-shows.

Espectáculos, variedades y programas satíricos.

10.- Otro tipo de programas no específicos.

Taurinos.

Loterías.

Derechos a réplica.

Avance de programación.

Promociones de programas.