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Tiempo de las
primeras uvas
Nú
mer
os
13:1
7-20
17 Los envió, pues, Moisés a reconocer la tierra de
Canaán, diciéndoles: Subid de aquí al Neguev, y subid
al monte, 18 y observad la tierra cómo es, y el pueblo que la habita, si es fuerte o débil, si poco o numeroso;
19 cómo es la tierra habitada, si es buena o mala; y cómo
son las ciudades habitadas, si son campamentos o plazas fortificadas; 20 y cómo es el
terreno, si es fértil o estéril, si en él hay árboles o no; y
esforzaos, y tomad del fruto del país. Y era el tiempo de
las primeras uvas.
Juan
15:
16
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis
fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en
mi nombre, él os lo dé.
Isaí
as 6
0:22
El pequeño vendrá a ser mil, el menor, un pueblo fuerte.
Yo Jehová, a su tiempo haré que esto sea cumplido
pronto.
Isaí
as 5
4:1-
51 Regocíjate, oh estéril, la que
no daba a luz; levanta canción y da voces de júbilo, la que nunca
estuvo de parto; porque más son los hijos de la desamparada
que los de la casada, ha dicho Jehová. 2 Ensancha el sitio de tu
tienda, y las cortinas de tus habitaciones sean extendidas;
no seas escasa; alarga tus cuerdas, y refuerza tus estacas.
3 Porque te extenderás a la mano derecha y a la mano izquierda; y
tu descendencia heredará naciones, y habitará las ciudades
asoladas. 4 No temas, pues no serás confundida; y no te
avergüences, porque no serás afrentada, sino que te olvidarás
de la vergüenza de tu juventud, y de la afrenta de tu viudez no
tendrás más memoria.
5 Porque tu marido es tu Hacedor; Jehová de los
ejércitos es su nombre; y tu Redentor, el Santo de Israel;
Dios de toda la tierra será llamado.
Lu
cas
1:36
-37
36 Y he aquí tu parienta Elisabet, ella también ha
concebido hijo en su vejez; y este es el sexto mes para
ella, la que llamaban estéril; 37 porque nada hay imposible
para Dios.
Lu
cas
1:5-
75 Hubo en los días de Herodes, rey
de Judea, un sacerdote llamado Zacarías, de la clase de Abías; su mujer era de las hijas de Aarón, y se llamaba Elisabet. 6 Ambos eran justos delante de Dios, y andaban
irreprensibles en todos los mandamientos y ordenanzas del
Señor. 7 Pero no tenían hijo, porque Elisabet era estéril, y ambos eran
ya de edad avanzada.
Nú
mer
os
14:7
y hablaron a toda la congregación de los hijos de
Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en
gran manera buena.
Nú
mer
os
13:3
1
Mas los varones que subieron con él, dijeron: No podremos subir contra aquel
pueblo, porque es más fuerte que nosotros.
1 C
ori
nti
os
1:25
Porque lo insensato de Dios es más sabio que los
hombres, y lo débil de Dios es más fuerte que los
hombres.
1 S
amu
el 2
:9
El guarda los pies de sus santos, Mas los impíos
perecen en tinieblas; Porque nadie será fuerte por su
propia fuerza.
1 Ju
an 4
:4
Hijitos, vosotros sois de Dios, y los habéis vencido; porque mayor es el que está en vosotros, que el que está
en el mundo.
1 Ju
an 5
:4
Porque todo lo que es nacido de Dios vence al
mundo; y esta es la victoria que ha vencido al mundo,
nuestra fe.
Fili
pen
ses
4:13
Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
2 C
ori
nti
os
13:3
pues buscáis una prueba de que habla Cristo en mí, el cual no es débil para con
vosotros, sino que es poderoso en vosotros.
Ro
man
os
8:37
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos
amó.
Nú
mer
os
14:2
4
En este desierto caerán vuestros cuerpos; todo el número de los que fueron
contados de entre vosotros, de veinte años arriba, los
cuales han murmurado contra mí.
Nú
mer
os
14:6
-86Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo
de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, 7y
hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para
reconocerla, es tierra en gran manera buena. 8Si Jehová se
agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará;
tierra que fluye leche y miel.
Nú
mer
os
14:9
Así que no se rebelen contra el Señor ni tengan miedo de
la gente que habita en esa tierra. ¡Ya son pan comido! No tienen quién los proteja,
porque el Señor está de parte nuestra. Así que, ¡no
les tengan miedo! (NVI)
Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al
pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos
como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con
nosotros está Jehová; no los temáis (RV60)
Dan
iel 4
:25,
26b
, 32
25Que te echarán de entre los hombres, y con las bestias del
campo será tu morada, y con hierba del campo te
apacentarán como a los bueyes, y con el rocío del cielo serás
bañado; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que conozcas
que el Altísimo tiene dominio en el reino de los hombres, y que
lo da a quien él quiere.
26b tu reino te quedará firme, luego que reconozcas que el
cielo gobierna.
32y de entre los hombres te arrojarán, y con las bestias del
campo será tu habitación, y como a los bueyes te
apacentarán; y siete tiempos pasarán sobre ti, hasta que
reconozcas que el Altísimo tiene el dominio en el reino de los
hombres, y lo da a quien él quiere.
Dan
iel 5
:21
Y fue echado de entre los hijos de los hombres, y su mente se hizo
semejante a la de las bestias, y con los asnos monteses fue su
morada. Hierba le hicieron comer como a buey, y su cuerpo fue mojado con el rocío del cielo,
hasta que reconoció que el Altísimo Dios tiene dominio sobre
el reino de los hombres, y que pone sobre él al que le place.
Jere
mía
s 10
:11
Les diréis así: Los dioses que no hicieron los cielos ni la tierra, desaparezcan de la
tierra y de debajo de los cielos.
Dan
iel 5
:25-
2825Y la escritura que trazó es:
MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. 26Esta es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu
reino, y le ha puesto fin. 27TEKEL: Pesado has sido en
balanza, y fuiste hallado falto. 28PERES: Tu reino ha sido roto,
y dado a los medos y a los persas.
Isaí
as 4
7:1-
51Desciende y siéntate en el
polvo, virgen hija de Babilonia. Siéntate en la tierra, sin trono,
hija de los caldeos; porque nunca más te llamarán tierna y
delicada. 2Toma el molino y muele harina; descubre tus
guedejas, descalza los pies, descubre las piernas, pasa los
ríos.
3Será tu vergüenza descubierta, y tu deshonra será vista; haré
retribución, y no se librará hombre alguno. 4Nuestro Redentor, Jehová de los
ejércitos es su nombre, el Santo de Israel. 5Siéntate, calla, y entra en tinieblas, hija de los caldeos;
porque nunca más te llamarán señora de reinos.
Nú
mer
os
10:3
5-36
35 Cuando el arca se movía, Moisés decía: Levántate, oh Jehová, y sean dispersados tus enemigos, y huyan de tu
presencia los que te aborrecen. 36 Y cuando ella
se detenía, decía: Vuelve, oh Jehová, a los millares de
millares de Israel.
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