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21/05/2012
Carta arqueológica Estudio de ocho yacimientos comprendidos en el área de
Barcelona y Badalona
Sofía Fernández Mato
INDICE
Introducción....................................................................................................... 3
Necrópolis judía de Montjuic.............................................................................. 4
Carrer del Pi nº11 …........................................................................................... 8
Hospital de la Santa Creu Pag …....................................................................... 12
Avenida de Francesc Cambó …..........................................................................16
Calle de Font de Sant Miquel …........................................................................19
Plaça de Joaquim Font i Cussó .…......................................................................23
Plaça de l'Assemblea …..................................................................................... 26
Plaça de la Constitució ….......................................................….........................29
Bibliografía …..................................................................................................... 32
INTRODUCCIÓN
Los siguientes 8 yacimientos están comprendidos dentro del área del barcelonés, cinco dentro de los
actuales límites de la ciudad de Barcelona, y tres en Badalona. Se han escogido en estas dos áreas
para poder hacer una comparación entre los yacimientos y ver la diferentes formas de gestión que
se han llevado a cabo en cada caso.
En el área de Barcelona, nos encontramos con cinco yacimientos excavados en intervenciones de
urgencia, debido a diversas obras de remodelación, redistribuidos entre los distritos de Ciutat Vella,
Sants-Montjuïc y el Raval. En ninguno de los casos se plantea museizar los yacimientos, aunque
dentro de los seguimientos de las obras, se incluyen modificaciones para evitar dañar los restos.
En el área de Badalona, los tres yacimientos se sitúan en el centro histórico de la ciudad, donde se
situaba la cives romana de Baetulo. Dos de ellos se enmarcan en un extenso proyecto de
conservación y museización que termina de realizarse en diciembre de 2010. El proyecto consta de
mas de 3400 m2 de los restos de la trama urbana de Baetulo, donde se inlcuyen las termas, o la
decumanus maximus entre otros.
La Necrópolis Judía de Montjuïc
Vista aérea del emplazamiento
– Yacimiento → Necrópolis Judía de Montjuïc
– Número de registro → 129-01
– Situación → Barcelona (Barcelonés)
– Distrito → Sants-Montjuïc
– Coordenadas → 430518 (X) 4580072 (Y)
– Tipo de yacimiento → Necrópolis
– Cronología → Medieval (S.XI-XIV)
Fotografías actuales del emplazamiento de la necrópolis
Durante las ampliaciones del Campo de Tiro Nacional en la montaña de Montjuïc un agosto de
1945 se descubrieron ciertas sepulturas con restos humanos. El director del Museo arqueológico por
aquel entonces, el Dr. Martín Almagro, observaría que se trataba de una necrópolis medieval y a
raíz de ello comenzaría la excavación del terreno para determinar las sospechas que se tenían sobre
la existencia de un cementerio judío en Montjuïc. excavaciones se llevan a cabo entre octubre de
1945 y abril de 1946, en la orilla sudeste de la carretera que lleva al castillo, dirigidas por el Dr.
Martín Almagro con la ayuda del Dr. Santiago Alcobé que se encargó de analizar los cuerpos
sepultados. Los resultados comprendían 171 sepulcros que fueron catalogados en tres tipos y cuyos
contenidos más significativos (joyería e inscripciones) se conservan en los museos de Historia de la
Ciudad de Barcelona e Historia de Cataluña. A pesar de todo la excavación no llega a ser
completada, y es al comenzar el siglo XXI, cuando los planes del ayuntamiento incluían la
remodelación de parte de los terrenos de Montjuïc, el momento de realizar las segundas
excavaciones. Estas fueron dirigidas por Xavier Maese Fidalgo, que tras una serie de sondeos
fueron capaces de encontrar una nueva sección al otro lado de la carretera del Castillo.
La datación de la necrópolis se extiende entre los siglos XI y XIV. Los primeros documentos que
nos hablan de ella en el año 1091, se refieren a unas viñas que el Conde Ramón II de Berenguer
tenía que restituir a la Canojía de la Santa Cruz y Santa Eulalia ,en las cuales había sepulturas
judías. A parte de esto, se sabe que que cuando una comunidad judía se establecía en una ciudad,
compraban un terreno para poder enterrar a sus difuntos de forma acorde con la tradición judía.
Teniendo en cuenta la importancia de la comunidad del Call en Barcelona, es fácil asumir la
existencia de algún cementerio en las cercanías de la ciudad. La necrópolis se mantuvo en pie hasta
el siglo 1391 momento en el que se disuelve la comunidad, y automáticamente la tierra se convierte
en propiedad del Rey.
Para cuando el primer equipo de excavación hizo sus primeros trabajos parte de las tumbas estaban
seriamente dañadas, bien a causa de derrumbamientos de tierra, bien por el uso del terreno como
cantera. A pesar de ello, los datos nos hablan de 171 sepulcros en la orilla Sudeste de la carretera
que da acceso al Castillo, todos ellos orientados más o menos con los pies hacia el levante y
apilados más o menos densamente en hileras. Además, los propios arqueólogos no descartaban la
idea de que hubiese más material al otro lado de la carretera. Dividieron los sepulcros en tres tipos
diferentes con un cierto orden cronológico. De mayor a menor antigüedad definieron los siguientes:
– Sepulcros de cueva → practicada una fosa de dimensiones corrientes, se excavaba en su
fondo a un lado de ella una especie de cueva con fondo liso donde era depositado el cadáver,
cerrando después la comunicación con la fosa por medio de piedras en vertical. Luego se
rellenaba de tierra la fosa. Se consideraban parte del cementerio viejo, que no descartaba la
idea de ser anterior al siglo XI.
– Sepulcros antropomorfos → así se denominan por tener el fondo de la fosa una excavación
ajustada a la forma humana, constituida por dos huecos trapezoidales, uno para la cabeza y
otro para el cuerpo. Esta forma deja una banqueta en todo su contorno aprovechada para el
apoyo de las lascas con las que se protegería el cadáver antes de rellenar las fosas con tierra.
Dentro de este grupo también se encontraron sin lascas de protección.
– Sepulcros con caja de madera → tal cómo indica la palabra son ataúdes de madera
enterrados que presentan en algunos casos piedras de gran tamaño que señalan el
enterramiento, o incluso losas colocadas al igual que en los sepulcros antropomorfos. En
esta primera clasificación se consideró que estos sepulcros pervivieron hasta bien entrado el
siglo XIV.Todas las sepulturas fueron numeradas, y los hallazgos más significativos cómo
inscripciones en las piedras protectoras, clavos de hierro indicadores de ataúdes y algunas
joyas; fueron enviados a los museos de la ciudad.
La intervención retomada en 2001 aclaró las dudas correspondientes a la cronología de las tumbas,
así como aportó nuevos descubrimientos y añadió otro tipo de sepultura más a la clasificación. Las
sospechas de la continuidad del cementerio al otro lado de la carretera (occidental) se confirmaron
gracias al sondeo realizado por el equipo arqueológico. El resultado oscila un total de 557 tumbas
con un segundo nivel de sepulturas concentradas en la sección oriental. La pendiente orientada de
oeste a este de un 5%, permitió la mejor conservación de las sepulturas de este sector ya que
alcanzaban una mayor profundidad y era más improbable que fueran dañadas por el ser humano.
Se excavan 28 tumbas de las cuales 8 fueron alteradas en los primeros trabajos arqueológicos. Entre
ellas destacan un nuevo tipo de sepulturas que denominan tumbas con corte en forma de bañera.
Estas no presentan ninguna peculiaridad destinada a colocar cosas del difunto, además de poder
llevar a no cubierta de losas de zinc. Este tipo de enterramiento aparece también en el cementerio de
Girona.
Uno de los hallazgos más significativos corresponde a la lápida de la tumba 423, no solo por la
dificultad de encontrar lápidas in situ, sino también por la inscripción, que nos proporciona una
fecha. Gracias a este hallazgo y a las técnicas de datación actuales la cronología de las tumbas se
pudo constatar o corregir según el caso:
– Las sepulturas de cueva se dataron desde el siglo IX, mucho más arcaicas de lo que se
estimó al principio. Así mismo, los últimos análisis demostraron su permanencia hasta
prácticamente el fin del uso de la necrópolis.
– Las tumbas antropomorfas igual de antiguas que las anteriores, perdurarían hasta finales del
siglo XIII.
– Las tumbas de corte en forma de bañera se fechan con un mínimo entre los siglos XII y XIV.
– Las tumbas de ataúd en cambio pudieron ser confirmadas cronológicamente tal como se
había supuesto años atrás.
La intervención realizada en el 2001 era una excavación de urgencia. Una vez documentados los
hallazgos y preservados ejemplos representativos de cada sepultura, se prosiguió al recubrimiento
de las tumbas y la posterior rehabilitación de un parque sobre parte del yacimiento. Actualmente la
necrópolis no se encuentra visible y sólo podemos saber de ella a través de las colecciones de los
museos de Historia de la Ciudad de Barcelona y de Historia de Cataluña; y de la memoria
arqueológica conservada en el Centro de Documentación Arqueológico de Cataluña en Barcelona.
La iniciativa de declarar como BCIN al cementerio fue tomada por el Centro de Estudios Zakhor,
que realizó diversos trabajos con el fin de mostrar la relevancia del yacimiento tanto como símbolo
de la memoria judía, como yacimiento con su valor histórico e arqueológico. En junio de 2009 fue
aprobada esta petición, y declarada área protegida para ser conservada a favor de futuras
generaciones.
Carrer del Pi nº11
– Yacimiento → Carrer del Pi número 11
– Situación → Barcelona (Barcelonés)
– Distrito → Ciutat Vella
– Coordenadas → 431023.976 (X) 4581881.921 (Y)
– Tipo de yacimiento → Necrópolis, edificio gótico
– Cronología → neolítico, medieval
Con motivo de las remodelaciones llevadas a cabo en el edificio 11 de Carrer del Pi, en el que se
pretendía crear una serie de oficinas y locales comerciales, el Centro d'Arqueologia de la Ciutat,
juntamente con el Servei de Arqueologia de la Generalitat y el promotor de Galeries Pi, decidieron
realizar el control arqueológico del rebajo de tierras.
Los trabajos se llevan a término en dos fases: la primera entre el 12 de enero y al 19 de febrero,
dirigida por Nuria Miró; y la segunda entre el 8 de octubre y el 2 de Diciembre de 1993 dirigida por
Nuria Miró y Artur Cebrià.
El edificio en cuestión sobre el que se encuentra el yacimiento, fue construido a finales del sigo XV,
como un palacio gótico, entorno a dos patios descubiertos. Posteriormente sufrirá varias
reconstrucciones, la primera durante los años 1730/1731 cuándo se adapta el edificio al nuevo nivel
de circulación, se cubre uno de los patios y se modifica el espacio para convertirlo en un modelo de
viviendas vecinales. Una segunda remodelación se produce en 1919, cuando se instala el agua
corriente y se conecta la finca a la red de alcantarillado, además de cubrir la parte posterior de la
misma mediante el enterramiento de las paredes de la planta baja y su substitución por arcos de obra
soportados por pilares circulares. En el año 1992 al presentar los proyectos de construcción se
elabora un primer estudio histórico y arquitectónico del edificio, confirmando su origen medieval y
acto seguido se prosigue con la intervención del yacimiento.
El proceso de excavación
La actuación en el edificio, se plantea y realiza en tres fases diferenciadas:
– 1ª fase → hacer dos calas, con máquina retro-excavadora en el patio posterior para constatar
la presencia de cimientos en las paredes confrontadas de los edificios vecinos, y también
para poder comprobar la existencia de un nivel arqueológico.
– 2ª fase → hacer el control arqueológico del rebajado de tierras con máquina retro-
excavadora, en la parte central del patio posterior, así como varios sondeos manuales en
puntos concretos de las bases del inmueble medieval.
– 3ª fase → excavación manual de la entrada principal del edificio, donde se ha de colocar una
unidad transformadora motivada por la aparición de un área de necrópolis en el patio trasero
al realizar el rebaje de tierras.
Tal como se menciona en la fase 3, durante las excavaciones se encontraron los restos de una
necrópolis que remontan a la fase neolítica, alargando el período de ocupación del yacimiento
considerablemente. También se encontraron niveles de época romana, pero como los restos
pertenecían a materiales arrastrados por las ríadas, y no in situ no se considera que hubiese una
auténtica ocupación.
Las estructuras
Los trabajos en la finca, han puesto al descubierto toda una serie de estructuras que se puede atribuir
a una necrópolis de la cultura de los Sepulcros de Fosa, según la tipología que presentan.
Se trata en su mayor parte de fosas recortadas en el suelo, (UE 1038, 1042, 1044, 1046, 3049, 3053,
3057) y algunas con una gran losa den piedra calcárea encima ( UE 1036, 1037, 1039, 1048, 3048).
No se han encontrado ningún otro tipo de estructuras asociadas a la necrópolis.
Sobre las sepulturas se van depositando limos y restos arrastrados por las rieras, y no hasta la edad
media que encontramos el solar edificado con un palacio gótico. La estructura original se conserva
en parte todavía, y las excavaciones llevadas a cabo para encontrar los cimientos (UE 3015, 3038 y
4015) no han proporcionado material para datar el edificio. Las paredes están formadas por piedras
de medida pequeña ligadas con mortero de calcio de color anaranjado, también podemos aplicar a
esta época un pavimento de tierra removida (UE 3024) con una preparación de arena de grano
grueso (UE 3017).
En algún indeterminado momento, entre los siglos XVI y XVIII podemos situar otras reformas
como un muro añadido en el patio trasero de la finca de piedra sin trabajar (UE 1006) que podría ser
un posible muro de cierre del huerto; un pavimento asociado a este huerto, de azulejos de 15x15 cm
(UE 1050) y una cisterna (UE 1014, 1015 y 1016) entre otros.
Ya entrado el siglo XX, el abastecimiento de agua corriente se atestigua por la presencia de una
canalización (UE 3033) formada por dos canales de cerámica vidriada en el interior, cubierta por
dos filas de ladrillos y piedras ligados por un mortero muy duro de cal blanca y arcilla incrustada,
con una cubierta de 16 losas de grandes dimensiones.
El estudio de los materiales
Cabe destacar la poca presencia de material cerámico, ya que la mayor parte del mismo que se ha
encontrado, ha sido fragmentado y fuera de contexto arrastrado por las rieras y no in situ. Entre la
cerámica identificable, se han encontrado tipologías ibéricas, de barniz negro (campanienses y no
campanienses) de Terra Sigillata (Africana, Gala, Hispánica, Itálica y Arentina) ánforas (feno-
púnicas, ebusitanas, romana, itálicas, béticas), dolias, cerámicas comunes africanas, comunes
medievales y esmaltadas entre otras.
A parte, el estudio de los sepulcros y sus materiales han servido para determinar las fases y
cronologías de la necrópolis. Entre las estructuras se han podido estudiar intensamente dos
enterramientos en fosa asociados a dos fosas cada uno con cubiertas de losa, ya que no se realizan
las ofrendas con el mismo cadáver inhumado. Por los ritos de inhumación, postura y ajuares
asociados se determina que pertenecen a la cultura catalana de sepulcros de fosa o de campesinos
del plano denominada por M. Tarradell, para el período del Neolítico Medio. Las dataciones con
C14, desgraciadamente ofrecen un marco cronológico muy amplio que va desde el 3500 al 2000 a.c.
Los cadáveres se encontraban en posiciones con las piernas recogidas pegadas al cuerpo y mirando
cara la derecha de la fosa, aunque en uno de los casos parece que el cuerpo inhumado estaba en
cierta manera retorcido (no se sabe si intencionalmente o debido a un movimiento de tierras
postmortem). El primer cadáver es masculino y el segundo femenino, uno un adulto joven y el otro
comprendido entre los 25 y los 40 años.
Los ajuares que no se distinguen significativamente unos de otros, contenían grandes fragmentos de
cerámica bruñida, uno de ellos carenada, y otro de superficies alisadas, además de numerosas
láminas de tallas que se incluyen en varias fosas.
Conclusiones
En el solar del edificio número 11 de Carrer del Pi se han podido encontrar estructuras
pertenecientes a cuatro grandes períodos históricos: Neolítico Medio, Baja Edad Media, Edad
Moderna y Contemporánea. La ocupación extendida, además de las numerosas obras de
mantenimiento que el edifico ha padecido han servido no sólo para preservar en su mayor parte un
palacio gótico sino que además se ha conservado bajo sus fundamentos una necrópolis que aporta
información sobre la prehistoria en esta área pantanosa del barcelonés. Es una pena que debido a la
naturaleza de la intervención no se pueda estudiar a fondo la situación de este emplazamiento.
Actualmente el yacimiento en cuestión se encuentra bajo un edifico residencial privado, donde la
planta baja la ocupa una tienda y el patio trasero no es accesible al público, suponiendo entonces
que aparte de los restos visibles de la edificación medieval, no hay nada más que esté a la luz.
Imágenes actuales de Carrer del Pi
El hospital de la Santa Creu
– Yacimiento → Hospital de la Santa Creu
– Situación → Barcelona (Barcelonés)
– Distrito → El Raval
– Coordenadas → 430662.261 (X) 4581610.535 (Y)
– Tipo de yacimiento → Estructuras de habitación
– Cronología → Bajo Medieval, Edad Moderna
Al comenzar las obras de remodelación de la Sala de Reserva de la Biblioteca de Catalunya, la Sala
de Ciencias y las nuevas construcciones efectuadas al patio que da a Carrer dels Egipciaques y el
derrumbe del edificio de almacenaje de libros, se encontraron fragmentos de cerámica en el suelo de
las estructuras, por lo que el Centre d'Arqueologia de la Ciutat, de acuerdo con la biblioteca, la
empresa constructora SAPIC y el Servei d'Aqueologia de la Generalitat de Catalunya se pusieron de
acuerdo para realizar el seguimiento de las obras y la intervención de urgencia de las salas y patio a
reconstruir o destruir en cuestión. Las intervenciones se llevaron a cabo entre el 3 de Febrero y el 20
de Marzo de 1993 y fueron dirigidas por J. Oriol Granados.
El yacimiento
Durante la Edad Media, el progresivo crecimiento de la ciudad obliga en el siglo XIII a crear una
segunda serie de murallas que delimitaban la ciudad hasta la Rambla. Fuera de estas murallas, hasta
ahora los terrenos en los que ahora se encuentra el Hospital eran huertas y tierras de cultivo, pero al
crear la muralla toda una serie de edificaciones que abarcan unas actividades que por motivos de
higiene, pudor o por ser molestos o contraindicados no se ejecutan dentro de la ciudad (prostitución,
sanidad, trabajos ruidosos). También una serie de órdenes religiosas trasladan sus dependencias a
esta zona. Con la ampliación de la muralla en el siglo XIV esta parte de la ciudad aunque ahora
inclusa dentro, mantiene sus mismas funciones y conserva sus espacios libres poco habitados,
mientras se trasladan algunos oficios (carnicerías), pero con la llegada de la contrarreforma
aumentan la cantidad de edificios dedicados al orden religioso. Sin ir más lejos, en 1401 la
iniciativa de unificar los diferentes hospitales religiosos (como el de Colom, el d'En Guitart o el de
Mesells) bajo la protección real, da como resultado la creación del Hospital de la Santa Creu en la
emblemática calle de Les Egipciaques. La construcción original, que constaba de una planta
rectangular de dos pisos alrededor de un patio con porche a manera de claustro, fue modificándose
y se le fueron añadiendo diferentes salas con el paso de los siglos.
Las excavaciones
El planteamiento de las excavaciones se va efectuar en dos fases: la primera, excavar totalmente la
Sala de Reservas de la biblioteca; la segunda, realizar sondeos en la Sala de Ciencias, el patio que
da a Carrer dels Egipciaques y documentar fotográficamente la sala de almacenaje de libros. Los
objetivos se centraban por un lado en documentar y datar la construcción de la Sala de Reserva e
informar sobre los restos arqueológicos en los otros sectores a trabajar.
La Sala de Reservas
Estudio de las estructuras
Dentro de la sala, con unas dimensiones de planta rectangular de 75'37 m2 de superficie, se
documentan como estructuras dos bóvedas de cañón (UE 52 y 53) de obra de fábrica, de forma
arqueada que sostienen el primer piso del edificio. Estas bóvedas están revestidas de ladrillos de
15x30 cm ligados con mortero de cal blanquecino, donde en algunas partes se pueden observar los
ganchos dónde se cuelgan las lámparas del piso inferior. También se ha encontrado un albañal que
cruza la habitación en dirección E-O (UE 68 y 69) y que va paralela a la pared sur de la sala. Está
fabricado con ladrillos de 15x30 cm también y se observa una pequeña reparación con ladrillos más
pequeños. Para acabar se nivela todo el suelo con tierra batida y runa, sobre el que se coloca un
pavimento de losas de 37 cm dispuestas en diagonal.
Estudio de los materiales
La mayor parte del material cerámico encontrado, forma parte del relleno del espacio entre las
bóvedas, por lo tanto esta enmarcado dentro de unas cronologías muy precisas, que en este caso se
pueden datar entre el 1600 y 1670. Hay que tener en cuenta que además son en casi su totalidad
restos de malas hornadas. Entre los restos, aparecen en gran cantidad utensilios de cocina, como
escudillas, cazuelas y ollas entre otras. A grandes rasgos tenemos tres tipos clasificados por su
cronología:
– Anteriores al siglo XVII → destacan materiales decorados en verde y manganeso, y
cerámicas con reflejos metálicos y azules. Las formas identificadas más comunes son boles
y bandejas.
– Materiales del siglo XVII → el más amplio, dado que corresponde con el momento de
creación de las bóvedas, destacan las cerámicas vidriadas de colores verdes, marrones,
amarillos o negros, algunas decoradas con incisiones de bandas concéntricas al cuello y
meandros en la panza (botellas); también las oxidadas decoradas y sin decorar, y las
reducidas que forman conjunto con las decoradas el grupo más minoritario.
– Materiales de los siglos XVIII y XIX → se trata de restos aparecidos en zonas donde ha
habido alguna reparación, está formado por azulejos de muestra y cerámica Pickman.
Conclusiones
Gracias a la intervenciones, se han podido observar un conjunto cerrado de materiales dentro de una
misma época, además de conocer las técnicas constructivas de las bóvedas de cañón rellenas de
cerámica, técnica muy popular durante la edad media. El estudio de la cerámica nos proporciona
información sobre el tipo de piezas que se trabajaban en los talleres de los alrededores durante la
edad media, ya que al ser piezas mal formadas lo conveniente es que no viniesen de muy lejos y se
han documentado durante los siglos XIV y XV numerosas alfarerías en la zona del Raval. La
tipología nos proporciona a su vez información sobre cómo se alimentaban (escudillas para sopas y
potajes por ejemplo). En cuanto a la accesibilidad del recinto, dado que es una biblioteca pública,
no hay ninguna duda de que la accesibilidad es total al recinto, pero si nos atenemos a la
conservación del yacimiento, tiene sentido que se mantenga ya que la cronología y estructura del
edificio le permite ser aprovechado para otros usos más allá del original.
Fotografías actuales, sala de reserva (izquierda) y patio que conecta con el Carrer dels Egipcíaques (derecha)
Avenida de Francesc Cambó
– Yacimiento → Avinguda de Francesc Cambó
– Situación → Barcelona (Barcelonés)
– Distrito → Ciutat Vella
– Coordenadas → 431307.634 (X) 4582149.121 (Y)
– Tipo de yacimiento → estructura de habitación y necrópolis
– Cronología → romana, medieval y moderna
La intervención en la avenida Cambó, va a ser efectuada con una intención estrictamente
informativa y promovida por el Servei d'Arqueologia de la Ciutat en 1983, con la finalidad de
obtener la documentación material necesaria para obtener la viabilidad o no de construir un
aparcamiento subterráneo sobre la misma calle. Así mismo, para determinar las actuaciones
ulteriores caso de que se diese el visto bueno a la obra, para documentar el conjunto arqueológico
conservado bajo tierra. La zona era conocida ya por ser susceptible de albergar restos
arqueológicos, desde la creación de la avenida en los años 50, cuando se descubren los restos de una
vila romana en la plaza de Antoni Maura, aunque ya se tenía noticia de ella desde el siglo XVIII con
la edificación de la iglesia de Santa Marta en la calle de la Riera de Sant Joan.
El yacimiento
La vila romana, situada muy cercana a las murallas de la antigua Barcino, se remonta al siglo I a.c,
aunque posteriormente se convertirá parcialmente en una necrópolis alrededor del siglo IV a.c. El
terreno no vuelve a ser ocupado hasta el siglo XIII, cuando una orden dominical establece allí una
pequeña capilla, y más tarde cara 1243 comienzan las obras de lo que será el monasterio
propiamente dicho. Esto comporta a su vez, toda una serie de edificaciones pertenecientes a un
núcleo residencial, alrededor del templo, que van a acabar cubriendo progresivamente los restos de
la vila. Como ocurre con toda la Barcelona medieval, las viviendas van sufriendo diversas
modificaciones y reparaciones a lo largo de los siglos, y no es hasta el XIX que se realizan las obras
más destacadas, cuando se abren grandes avenidas que cortan los terrenos y sobretodo en 1937
cuando se destroza el convento para crear más bloques de viviendas.
La excavación
La excavación se lleva a cabo entre febrero y junio de 1984, bajo la supervisión de J. Oriol
Granados, durante la cual se realizan cuatro calas ambos lados de la calle. Las tres primeras
alineadas en lado del mar, entre las calles Girault y Mercaders; mientras que la cuarta se situaba en
dirección a la montaña, entre la plaza de Antoni Maura y la calle Beates, todas con unas
dimensiones aproximadas de 4x5 metros. El lugar donde se van a efectuar las calas 1y 2,
correspondía a las huertas del antiguo convento de Santa Caterina, que ocupa el lugar del actual
mercado.
De época romana se documenta un nivel anterior a la necrópolis que corresponde con un nivel de
preparación del terreno para la misma dónde destacan la presencia de arcillas con escorias
cerámicas y ánforas altoimperiales.
La necrópolis de cronología bajo y post imperial, se trata de enterramientos de tegulae de doble
vertiente, de cesta y de ánforas bajoimperiales. Todas ellas orientadas en dirección SE – NO con la
excepción de una única tumba simple de fosa con losa, que se orienta NE-SO. El material que se
encuentra tanto en las sepulturas como en los estratos es el mismo: terra sigillata, ánforas, cerámica
común, cerámicas oxidadas y reducidas.
De época medieval la única estructura que se reconoce con certeza es un muro en la cala 4, al cual
se le adosa un pilar, alrededor del siglo XIII. No se encuentran restos medievales en las otras calas,
bien porque fueron destruidas o bien porque no se construyo en la zona de huertas en su momento.
Lo que si van a aparecer son diversos elementos relacionados con el equipamiento del convento y
su huerto como un pozo de sección circular en la cala 1 o dos fosas repletas de cerámica
fragmentada, datada entre los siglos XIV – XVII aunque la más abundante pertenece a la del siglo
XVI. En cuanto a los restos de época moderna, corresponden a los niveles de destrucción debidos a
a la creación de la avenida, lo que nos proporciona toda una cantidad de cerámica que no se puede
contextualizar.
Conclusiones
Mediante los sondeos realizados, se ha podido constatar la existencia de una necrópolis
tardoimperial que debía de estar conectada con las otras necrópolis que se extienden fuera de las
murallas de la ciudad romana (Carrer del Angel, plaza de Antoni Mauri) aunque se desconoce que
ocurre tras el abandono de la misma, hasta bien entrada la edad media. También se documentan que
en algún momento de la baja edad media se integra esta zona en la red urbana de Barcelona, tal
como los escasos restos atestiguan (el muro y el pozo), así como la ocupación continuada de los
edificios, cuya destrucción y nueva creación en un nivel superior prueban. Finalmente en cuanto al
estado actual de los restos no se conserva ninguno in situ a día de hoy, ya que a través del estudio no
se creyó necesario tomar ningún tipo de medida de conservación y se creó el aparcamiento.
Fotografías actuales de la avenida de Francesc Cambó, al fondo Mercado de Santa Caterina (derecha)
Calle de Font de Sant Miquel
– Yacimiento → Carrer de la Font de Sant Miquel
– Situación → Barcelona (Barcelonés)
– Distrito → Ciutat Vella
– Coordenadas → 431336.905 (X) 4581653.092 (Y)
– Tipo de yacimiento → Estructuras de habitación
– Cronología → Bajoimperial, Altomedieval
Ante la necesidad de crear una galería de servicios que cruzase perpendicularmente la calle Font de
Sant Miquel, y que comunicase los subterráneos de los edificios nuevo y viejo del ayuntamiento, se
realiza una cala de 3,80x 5'80 m, que debía de almacenar diversos conductos de aire acondicionado,
calefacción, electricidad, agua sanitaria, desagüe y contraincendios. Esta obra la ejecuta la empresa
Fomento de Construcciones y Contratas, y la intervención va a ser dirigida por el Servei
d'Arqueologia Urbana de l'Institut de Cultura de Barcelona, cuya dirección técnica corrió a cargo de
Esther Albiol López. Se lleva a cabo entre el 18 de junio y el 1 de julio de año 2002.
El yacimiento
La calle Font de Sant Miquel, se encuentra muy cerca de la plaza Sant Jaume, que desde época
romana es el centro neurálgico de la cives, el foro. Éste, conformaba el espacio que surgía en el
cruce de las dos calles principales de la ciudad, la decumanus y la cardo maximus, que además
junto con las cardines y decumanis minoris constituían un plano de forma ortogonal. Los edificios
públicos se situaban alrededor del foro y las dos calles principales, es por ello que no sorprende que
el 1968 se encontrasen los restos de unas termas del siglo I a.c en la plaza de Sant Miquel. Durante
estas excavaciones que se alargan hasta 1975 también se encuentran los restos de una domus de la
misma época, en la que sólo se excavan los muros colindantes a las termas, y una cardo minor que
coinciden con la orientación de la calle Font Sant Miquel. Esta cardo, ya había sido identificado
anteriormente bajo el Palau Recasens, y años más tarde bajo el Archivo Administrativo. En 1996 se
va a reseguir, conjunto la calle Font Sant Miquel, esta cardo que pasaba por debajo del
ayuntamiento. A la vez que la calle, se van a encontrar trazos de una cloaca y de un edificio de
construcción noble. La calle en cuestión desaparece a lo largo del siglo IV d.c, cuando es obstruido
por otras construcciones, tampoco se encuentran restos de época visigoda, medieval o posterior y en
el siglo XVIII se instalan fabricas que daña seriamente el lugar.
Las excavaciones
La intervención que empezó con unas series de sondeos, dados los resultados de material
encontrados, acabó por convertirse en una excavación de urgencia. Aparte de los numerosos restos
de época contemporánea, cuyos muros incluso llegan a superponerse a los restos romanos
aprovechando las estructuras, encontramos un muro (UE 15) en el ángulo NO de la cala, construído
con piedra arenisca , mortero y cal, con una altura conservada de 86 cm y una longitud visible de 80
cm, dado que el resto se escondía fuera de los límites de la cala. Esta pared seguía una trayectoria
este-oeste y todavía conservaba adosados restos de opus signinum. Ambas estructuras se
superponen a otras dos que pertenecen a un momento anterior, y que están orientadas en la misma
dirección y están formadas por los mismo materiales. Se trata de un sillar(UE 41) paralelepípedo, de
grandes dimensiones, 20 cm mínimos de ancho por 92 cm de largo, y el resto se extendía por fuero
de los límites excavables. Las cuatro parecen conformar un muro de fachada que estaría de cara a la
calle. Esta afirmación viene respaldada por dos hechos, el primero la proximidad de la cardo minor
encontrada un año antes, y la segunda que el muro inferior, el que forma el paralelepípedo parece
estar alineado con el edificio romano descubierto en el ayuntamiento en 1996, que también estaría
revestido de piedras monumentales del mismo tipo que las del sillar, así que o bien son la misma
estructura, o bien de otra edificación que limitaría como ésta con la calle romana.
Así mismo, en la esquina sudeste de la cala, se ha registrado el ángulo formado por dos muros
romanos que descansan directamente sobre el nivel de roca natural y delimitaban algún tipo de
estancia. El que se sitúa en el sur (UE 17) se compone de piedras arenosas, algunas tejas, tierra y un
mortero de cal, con una altura máxima de 89 cm, por 2'70 m de largo. El otro muro (UE 35)
conservaba una altura de 74 cm, por una longitud de 60 y hacía un ángulo en su parte norte y
acababa de cara a la calle, juntamente con dos piedras cuadrangulares alineadas(UE 37),
posiblemente un paso de circulación dónde hubiese una puerta que separase dos estancias
diferentes.
En tercer lugar se ha encontrado en el corte oeste de la cala, una gran sillar de piedra arenosa, con
90 cm de altura y colocado sobre una peana de 43 cm de alzada. Cómo justo a su lado aparece un
tubería moderna que se desconoce si ha dañado el sillar, se ignora si éste formaba parte del muro de
alguna estructura, o estaba aislado.
También se ha documentado la existencia de dos silos, uno en el ángulo sudoeste (UE 26) y otro
situado en el corte oeste (UE 32), de dónde se pudieron recuperar un mínimo de dos individuos
adultos, aunque sin ningún tipo de disposición anatómica que nos indique que aquello era un
enterramiento. Las cerámicas asociadas a este silo datan cronológicamente de los siglos VI y VII
En cuanto al material cerámico, se registra una gran cantidad de fragmentos de ánfora en los niveles
de amortización datados alrededor de los siglos VI y VII.
Conclusiones
Las estructuras encontradas en la calle Font de Sant Miquel parecen corresponder a un conjunto de
época bajoimperial, seguramente alrededor del siglo V. Los estratos de amortización parecen
indicarnos el abandono de la zona residencial sobre los siglos VI y VII, momento en el que se
excavan los silos. La existencia de los mismos, que es más común que contengan cadáveres en
época alto medieval, puede estar relacionada con la iglesia de Sant Miquel que se remonta al siglo
X y probablemente fuese la localización de un templo anterior.
En cuanto a la conservación de los restos, parece ser que pese a que no están a la vista, los restos de
los muros fueron conservados al modificar durante las excavaciones los planos de obra para
cambiar la trayectoria de la galería.
Fotografías de la calle Font de Sant Miquel (actualidad)
Plaza de Joaquim Font i Cussó
– Yacimiento → Plaça de Font i Cussó
– Situación → Badalona (Barcelonés)
– Distrito → Dalt la Vila
– Coordenadas → 437232.478 (X) 4589428.243 (Y)
– Tipo de yacimiento →estructuras de habitación, trama urbana
– Cronología → Romana imperial y tardorromana
En 1995, dentro del proyecto de investigación La ciudad romana de Baetulo y su territorio que
llevaba a cabo el Museo de Badalona, se inician las campañas de excavación en la plaza Joaquim
Font i Cussó. La dirección del proyecto corre a cargo de Pepita Padrós y Montserrat Comas,
mientras que los gastos son financiados de forma conjunta por el ayuntamiento, el museo y el
Servei d'Arqueologia de la Generalitat. Además, el proyecto también contó con la colaboración de
estudiantes universitarios y de secundaria de los institutos del área de Badalona.
El yacimiento
En los años setenta, durante el intento de construcción de tres edificios de viviendas, se
descubrieron numerosos restos romanos de diversas épocas. De estos tres sólo se va a construir uno
completamente, mientras de los otros dos tan sólo se van a levantar los cimientos. En 1980, por
orden del tribunal supremo se derruye el edificio y dos de los solares, los correspondientes a la
actual plaza Joaquim Font, son adquiridos por el ayuntamiento (para construir la propia plaza). En
ambos solares se llevan a cabo excavaciones entre los años 82-84 y 88-90 respectivamente,
mientras que en el tercer solar que estaba situado entre las calles Termes Romanas y Temple al ser
edificable, se vuelve a levantar otro bloque en 1987. Se va a realizar el seguimiento de las obras de
los tres solares, pero la excavación del tercero va a ser especialmente difícil ya que los fundamentos
de los setenta mas los de 1987, habían dañado seriamente los restos.
La excavación de 1995 se va a realizar mediante la obertura de dos cuadros, en el espacio bajo los
edificios de viviendas, a lado y lado de otro cuadro ya excavado en 1987. La superficie total
excavada va a ser de 281 m2, aunque una vez retirado el primer nivel, se centraron los trabajos en el
cuadro C (al este del de 1987) y el cuadro D tan sólo se extrajo el nivel superficial más moderno.
De este cuadro se documentan casi un centenar de unidades estratigráficas, de la UE 119 a la 199,
enumeradas así ya que el sector B, excavado la década anterior, había registrado ya 119 unidades.
Estructura y materiales
El sector B, el perteneciente a las excavaciones de los 80, descubrió la existencia de una insulae,
con un tabernae que abre a una decumanus de 9 metros de anchura, limitada por dos cardines
menores. De las fases más tempranas, se encuentra en las campañas de 1995, la continuación de la
cloaca que pasa por debajo el cardo que limita las termas del Museo de Badalona. Orientada en
dirección norte sur, también pasa bajo un de los cardines mencionados anteriormente, y está
fabricada con opus caementicium, tegulae y cubierta de losas de piedra. En el frontal de otra insula
que da cara la cardo mencionada anteriormente, se documentan dos ámbitos separados por una
decumanus minor que daría acceso a la casa propiamente dicha. En fases posteriores, se construye
alrededor del siglo II d.c varias estructuras de tipo doméstico y quizás artesanal en la propia cardo,
inutilizándola en parte, aunque dejando libre el tramo que da acceso a la decumanus. La última fase
corresponde al siglo IV d.c, cuando se nivela y rellena esta zona para poder crear nuevas estructuras
de habitación. El relleno ha servido para datar el nivel, ya que aparecen numerosos restos de terra
sigillata itálica, sudgálica, africana A,D y común, e incluso alguna campaniense. Destaca la
ausencia total de TS hispánica, que suele ser abundante en otros yacimientos de la misma época, y
la presencia de un alto número de ánforas tardías, dónde las africanas dominan lo que son la
mayoría de los porcentajes. En cuanto a las estructuras situadas sobre este nivel de relleno, se ha
podido averiguar muy poco, ya que debido a la mala calidad del material con que estaban
construidas y la destrucción causada por estratos modernos, ha dejado restos difíciles de interpretar.
Finalmente se registra una tumba asimilable al tipo de túmulo prismático cortando el nivel anterior,
lo que indica un abandono de la zona en época posterior.
Los niveles de ocupación siguientes pertenecen ya a los fundamentos de los edificios construidos en
el siglo XX.
Conclusiones
Las excavaciones del sector que se sitúa bajo la plaza Joaquim Font i Cussó pertenecen a una ínsula
dentro de una trama urbana, como es la Baetulo romana republicana, muy cerca de las termas que se
encuentran bajo el Museu de Badalona, lo que ha permitido que se conserve y se incluya dentro de
los 3400 m2 museizados recientemente que actualmente se pueden visitar.
Fotografías actuales de la plaza Font i Cussó; abajo a la derecha, restos del alcantarillado bajo el museo.
Plaça de l'Assemblea de Catalunya
– Yacimiento → Plaça de l'Assemblea de Catalunya
– Situación → Badalona (Barcelonés)
– Distrito → Dalt la Vila
– Coordenadas → 437281.684 (X) 4589494.728 (Y)
– Tipo de yacimiento →estructuras de habitación, estructuras defensivas, trama urbana
– Cronología → Romana imperial
La Plaça de l'Assemblea va a ser excavada por primera vez en los años 34/36 por un equipo de
l'Institut d'Estudis Catalans con el profesor Serra Ràfols y la Agrupació Excursionista de Badalona,
con Joaquim Font i Cussó a la cabeza. La excavación en extensión va a poner al descubierto la torre
de defensa, la muralla de la ciudad de Baetulo, la entrada a la misma junto con la Via Augusta de
acceso y toda una serie de estructuras extramurallas incluyendo las famosas piezas: la Venus, la
Tabula de Hospitalis1 y las jambas de bronce de las puertas de la ciudad. Serra Ràfols publica los
resultados, pero centrándose sobre todo en la parte de las murallas y la torre, así que no será hasta
1980 cuando el Museu de Badalona saque a la luz las notas inéditas de Font i Cussó, y se publique
entre ellas el diario de excavación de la plaza.
En enero de 1982 el Ayuntamiento de Badalona convoca un concurso para construir la nueva sede
del mismo en la actual plaza, así como en los jardines del Viver Muncipal. Como el sector se
1 Una tabla que recoge un pacto de Hospitalitas entre los habitantes de Baetulo y Quinto Licinio en el 98 d.c
encontraba en una zona de protección arqueológica, se procede a realizar una serie de prospecciones
para determinar la existencia y estado de los posibles restos arqueológicos. Los trabajos van a ser
llevados por el Museu de Badalona, dirigidos por Pepita Padrós y Montserrat Comas, mientras que
los gastos van a correr a cargo del ayuntamiento.
La excavación, estructuras y materiales
Las prospecciones van a ser precedidas por un montaje de madera y lona para proteger las tres catas
que tenían una superficie de 5x2'5 metros. Una de ellas se encontraba con la propia muralla
excavada por Serra Ráfols mientras que las otras cubrían un espacio sin excavar anteriormente. En
las tres se tuvo que extraer un nivel de cascotes de vidrio de los años 40 con una máquina
excavadora.
La cata que se situaba a las inmediaciones de la muralla, el cuadro 1, carecía de niveles
estratigráficos exceptuando uno de relleno proveniente del tapado de las excavaciones de los años
30.
El cuadro dos es donde van a aparecer la mayoría de los restos constructivos. Se encuentra un
primer nivel datado en la primera mitad del siglo I d.c ya que las cerámicas más modernas eran
terra sigillata de tipo sudgálico, y las hispánicas no comienzan a aparecer hasta después de Claudio
I. En este nivel se registran las UE 14, 22, 23, 25 y 28 que formarían esquina, y posiblemente el
acceso o paso a algún tipo de habitación. Por encima se documenta un nivel de derrumbe con
cerámicas de importación africana que lo sitúan en la segunda mitad del siglo II d.c, y justo encima
con la misma cronología se identifican otra serie de muros que delimitarían otra estructura
diferente.
El cuadro tres, consta de un nivel antiguo sin sigillates por lo tanto anterior al 40 d.c, y que presenta
los restos de una alcantarilla, que se inutiliza con la construcción de un muro alrededor de la
primera mitad del siglo I d.c, tal como atestiguan los restos de sigillata encontradas en el estrato.
Conclusión
Las excavaciones y prospecciones llevadas a cabo durante dos épocas diferentes en la Plaça de
l'Assemblea, aportaron una gran información sobre la trama urbana de la Baetulo republicana. Tanto
los restos excavados por el Institu d'Estudis Catalans, como las prospecciones de los años 80, se
pueden enmarcar en esta cronología de dos fases de ocupación, una en la primera mitad del siglo I
d.c y la otra a partir de la segunda mitad del siglo II d.c. De entre los restos, destaca una de las
estructuras excavadas extramurallas en los años 30, que se identificó como la residencia de Quinto
Licinio, y dónde se encontró la Tabula de Hospitalis. Además actualmente, el estanque que formaba
parte del jardín es visitable y forma parte del circuito que ofrece el Museu de Badalona, fuera del
recinto del mismo.
Arriba, Museu de Badalona (Plaça de l'Assemblea); abajo, Jardín de Quinto Licinio (restos del estanque)
Plaça de la Constitució
– Yacimiento → Plaça de la Constitució
– Situación → Badalona (Barcelonés)
– Distrito → Dalt la Vila
– Coordenadas → 437102.751 (X) 4589475.465(Y)
– Tipo de yacimiento →estructuras de habitación
– Cronología → Romana imperial, Medieval?
En los meses de mayo y junio de 1983, y con motivo de las obras de pavimentación para la plaza, se
van a realizar una serie de prospecciones para constatar la presencia o no, de restos arqueológicos
bajo la superficie de la plaza. El Museu de Badalona, bajo la dirección de Pepita Padrós y
Montserrat Comas, es el encargado de llevar a cabo los trabajos de prospección.
La excavación, estructuras y materiales
Se van a abrir toda una serie de trincheras, para comprobar el estado de la estratigrafía en toda la
plaza. En sectores como el este, el potencial de destrucción por culpa de las obras modernas era tan
alto, que no había nada que recuperar, pero las primeras estructuras comienzan a aparecer el sector
suroeste. En general parte de la estratigrafía de este sector también va a estar seriamente dañada,
pero se destapan los restos de un pequeño muro, la preparación de un pavimento y una gran piedra
cuadrangular que formaban parte de una misma unidad arquitectónica. Tanto el muro como el
pavimento estaban formados por piedras de pequeño tamaño unidas por un mortero de cal y la
unión entre ellos dos, se hacía mediante una media caña. La piedra, de dimensiones 72 x 120 cm
estaba colocada sobre una trinchera sobre la que se había vertido una capa de cal para asentar mejor
la piedra. Este estrato de la trinchera, se va preservar intacto y va a proporcionar cerámica de la
primera mitad del siglo II d.c (fragmentos de TS sudgálica). Para seguir delimitando el conjunto,
se abre otra rasa al este de la anterior, y se va a encontrar la continuación del pavimento así como un
muro orientado en dirección N-S, formado por pequeñas piedras unidas con argamasa. No van a
aparecer niveles estratigráficos por culpa de un removido de tierras al colocar una cañería de gas.
Aún así, se cree que todos los elementos formaban parte del atrium de una casa, que estaría datada
al menos a partir de la segunda mitad del siglo II d.c
En el sector sur, se abre otra trinchera entre la casa número 10 y la esquina noroeste, donde se
excavan cinco sepulturas, dos de ellas envueltos en piedras formando cajas y los otros excavados
directamente sobre el suelo. Bajo estos, se encontraron los restos de una alcantarilla con mucha
pendiente y las paredes revestidas de cal, cuyo interior estaba relleno con un solo estrato de
abundante cerámica (TS clara y sudgálica sobretodo) y tres monedas altoimperiales, por lo tanto se
puede situar el momento de abandono de la alcantarilla a finales del siglo II d.c.
Justo al lado de esta trinchera, se excava otra entre las casas números 10 y 11, donde se encuentran
poco después del nivel superficial los restos de 2 enterramientos. El primero (denominado nº7)
constaba de dos adultos y debajo un infante, descansando sin ningún tipo de protección sobre la
tierra. Los tres habían sido enterrados en un mismo momento, y se sospecha que podían ser víctimas
de las epidemias de peste que asolaron Badalona en el siglo XIV. Bajo esta sepultura aparecía un
estrato con mucha piedra, restos de argamasa, tegulae romana y fragmentos de mármol blanco sin
decorar, así como molduras y cornisas. Este estrato cubría los restos de dos grandes muros que
hacían esquina y formaban parte del conjunto mencionado al principio. Uno de los muros, además
había sido truncado para colocar el segundo enterramiento. La sepultura estaba cubierta con losas, y
el cadáver situado mirando hacia el este, en un cajetín excavado directamente en la tierra con forma
antropomorfa. Una vez levantado el cuerpo se pudo observar que descansaba bajo una capa de
arena , que tenía colocadas dos piedras a lado y lado de la cabeza y una tégula bajo ella.
En el sector oeste de la plaza, se van a abrir dos trincheras que seguían todo el lado oeste de la
plaza. En la primera, tan sólo van a aparecer bajo los estratos modernos, un nivel con cerámicas
republicanas a excepción de una datada del siglo II. En la segunda trinchera, van a aparecer al llegar
a tierra virgen unas losas de piedra unidas sin argamasa, que van a formar parte de una sepultura. Al
levantarlas apareció un nivel de arena de playa que tapaba y rellenaba toda la tumba. El cadáver del
interior también tenía la cabeza mirando hacia el este.
Conclusiones
Debido a la falta de estratigrafía en casi todas las trincheras, tan solo se puede tener la certeza de las
cronologías de dos de los conjuntos excavados. El primero corresponde al atrio localizado en el
suroeste de la plaza, que gracias al estrato situado bajo la piedra, se sabe que pertenece a la época
altoimperial. El segundo, sería el conjunto de alcantarillas del sector sur, que gracias al nivel de
relleno de una de ellas sabemos que datan aproximadamente de la misma época que el atrio. En
cuanto a la información que puede aportar a la trama urbanística de Baetulo, se cree que el conjunto
de alcantarillas podría estar relacionado con la reestructuración del sistema de desagües en la ciudad
cuando se construye el foro, y que probablemente estaría situado cerca de la propia plaza.
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