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Javier Calleja Pascual
José Miguel Delgado Idarreta
Facultad de Letras y de la Educación
Grado en Geografía e Historia
2015-2016
Título
Director/es
Facultad
Titulación
Departamento
TRABAJO FIN DE GRADO
Curso Académico
Ascenso y caída del nazismo
Autor/es
© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones,
publicaciones.unirioja.esE-mail: publicaciones@unirioja.es
Ascenso y caída del nazismo, trabajo fin de gradode Javier Calleja Pascual, dirigido por José Miguel Delgado Idarreta (publicado por la
Universidad de La Rioja), se difunde bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
Permisos que vayan más allá de lo cubierto por esta licencia pueden solicitarse a lostitulares del copyright.
Trabajo de Fin de Grado
Ascenso y caída del nazismo
Autor:
Javier Calleja Pascual
Tutor/es:
Fdo.José Miguel Delgado Idarreta
Titulación:
Grado en Geografía e Historia [602G]
Facultad de Letras y de la Educación
AÑO ACADÉMICO: 2015/2016
1
Ascenso y caída del nazismo
Resumen
Tras la I Guerra Mundial Alemania afrontaba un período de crisis política y de
valores, causada por las consecuencias derivadas de la "Gran Guerra". Un sentimiento
nacional todavía indefinido se plasmaba en el ámbito social y político, con la inestable
República de Weimar. En una época caracterizada por la inestabilidad política, el
resentimiento social y la sensación de humillación sufrida tras la Paz de Versalles, los
alemanes caminaban hacía un futuro incierto. Esta situación de crisis de identidad,
posteriormente agravada tras el crac del 29 supuso el caldo de cultivo ideal para el
ascenso de un poder totalitarista en 1933 personificado por Adolf Hitler y su partido
Nazi que se mantuvo en el poder hasta 1945, cuando al concluir la II Guerra Mundial el
nazismo cayó.
Abstract
After the I World War, Germany faced a period of political crisis and values
caused by the terrible consequences of the "Great War ". A still indefinite national
sentiment that is embodied in the social and political arena, with the unstable Weimar
Republic. In an era characterized by political instability , social resentment and sense of
humiliation after the Peace of Versailles , the Germans walked into an uncertain future .
This crisis of identity, then aggravated after the crash of 29 and finally assumed the
ideal breeding ground for the rise of a totalitarian power in 1933, personified by Adolf
Hitler and his Nazi party remained in power until 1945, when after World War II
Nazism fell.
2
3
ÍNDICE
1. Introducción Págs. 5-6
1.1 Objetivos y metodología Págs. 5-6
1.2 Estado de la cuestión Pág. 6
2. Inicios y nacimiento del partido: Del fin de la Gran Guerra
al Crac del 29 Págs. 7-12
2.1 Alemania, una nación devastada Págs. 7-8
2.2 Nacimiento del partido Págs. 8-12
3. Ascenso y poder del nacional-socialismo Págs. 13-20
3.1 El triunfo político Págs. 13-16
3.2 Toma del poder y adoctrinamiento del pueblo Págs. 16-20
4. El Tercer Reich de 1933-1939 Págs. 21-34
4.1 El milagro económico Págs. 22-24
4.2 Política interior Págs. 24-26
4.3 Política exterior Págs. 26-29
4.4 La figura del Führer Págs. 29-31
4.5 Estado de terror y purga racial Págs. 31-34
5. Hacia el desastre Págs. 35-8
5.1 Un conflicto fatal y resurgimiento del Reich Págs. 35-37
5.2 La caída y fin de la II Guerra Mundial Págs. 37-38
6. El nazismo hoy Págs. 39-40
7. Conclusiones Págs. 41-42
8. Bibliografía Págs. 43
4
5
1. Introducción
La obra política de Hitler y el NSDAP1 y el período comprendido desde 1918
hasta 1945, años en los que se fraguó, desarrolló y finalmente cayó el poder nazi en
Alemania son uno de los temas de estudio más recurrentes en la historiografía de los
últimos tiempos. Diferentes autores han tratado de comprender en conjunto o por
separado los motivos que explican el ascenso del partido nacionalsocialista al poder, su
obra política, las atrocidades cometidas contra la población, la figura de Hitler, etc.
1.1 Objetivos y metodología
Se trata de un ámbito de análisis muy amplio, que en mi caso voy a tratar en su
conjunto, comenzando por comprender la situación de Alemania en la post-guerra y
nacimiento del partido hasta su caída, poniendo especial interés en la comprensión del
contexto histórico y en los acontecimientos que acompañaron sobre todo al proceso
político que culminó con el NSDAP en el poder. Estos explican a su vez la fulgurante
llegada y aceptación de un partido autoritario en el seno de una sociedad, por aquel
entonces desarrollada y moderna. Trataré así de repasar la obra política y las principales
medidas de gobierno, económicas y sociales que a su llegada al poder los nazis
aplicaron en Alemania. Para finalizar mi trabajo observando como las decisiones
exteriores que Hitler y los dirigentes del NSDAP entablaron, condujeron a Alemania a
un conflicto global que supuso la caída del nazismo.
1 Siglas que designan al Partido Nacional - Socialista Obrero Alemán
6
Los objetivos de mi estudio por tanto giran entorno a la comprensión del proceso
en su conjunto, cuales eran los motivos y personalidades que fundaron el NSDAP, sus
medios y acciones encaminadas a alcanzar el poder y sobre todo su obra política desde
1933, cuando la Alemania Nazi era una realidad hasta hacer un breve repaso a la
Segunda Guerra Mundial, analizar sus causas y la derrota nazi.
1.2 Estado de la cuestión
Los autores que han dedicado su tiempo a este tema son innumerables ya que se
trata de un tema muy amplio y con aspectos muy interesantes y debatidos, tales como
fascinación por la figura de Hitler, la formación y desarrollo del nazismo, su obra
política, etc.
Entre los principales autores encontramos a historiadores de la talla de Ian
Kershaw, británico y profesor en la Universidad de Sheffield quien ha dedicado varias
obras de su bibliografía al estudio de la Alemania nazi, destacando su biografía sobre
Adolf Hitler, bajo los títulos Hitler 1889-1936 y Hitler 1936-1945. También destaca la
labor de Richard J. Evans también británico y que recoge en su trilogía sobre el Tercer
Reich la obra política nazi al completo. Ralf Georg Ruth autor alemán escribió
biografías de algunos de los hombres más destacados del régimen nazi como Goebbels,
Rommel y por supuesto Hitler. Asimismo destacan las obras de Daniel Goldhagen y
Christopher Browning que protagonizaron un intenso debate en torno a las causas del
holocausto y también trataron los entresijos de la represión política y racial en el Tercer
Reich.
Por otro lado en el ámbito nacional he querido destacar la labor de Álvaro
Lozano, historiador que ha publicado varios títulos destinados al estudio de Alemania
entre 1918 y 1945, como Anatomía del Tercer Reich o La Alemania nazi y Luis
Abeytua, natural de Logroño y que en su obra Lo que se de los nazis relata de forma
muy cercana lo acontecido en Alemania en los años 40, cuando el autor ejercía de
periodista en Alemania, destacando la traducción de los discursos del Führer y el relato
de lo que allí acontecía.
7
2. Inicios y nacimiento del partido: Del fin de la Gran Guerra al Crac del 29:
2.1 Alemania, una nación devastada
En 1918 con el fin de la Gran Guerra tras la Paz de Versalles, el mundo y sobre
todo Europa se hallaban devastados, hundidos y con la conciencia más intranquila que
nunca después de cuatro años de una guerra sin cuartel. Las naciones participantes
habían volcado todo su ingenio, odio y esfuerzos en un conflicto a escala global que
mostró la peor cara del ser humano y la devastación con las nuevas armas
contemporáneas.
En tal contexto la peor parte cayó del lado de Alemania, una nación conformada
tras el proceso de unificación en 1870 que tras una guerra en la que había volcado todos
sus recursos materiales y humanos, se hallaba arrasada y con la moral por los suelos.
Ante la gravedad de la situación se producen constantes protestas y reivindicaciones
proletarias, la monarquía existente cayó y se formó un gobierno de urgencia dominado
por los socialdemócratas. Sin embargo continuaron los disturbios de carácter político,
cuyo culmen fue el levantamiento espartaquista, liderados por Karl Liebknecht y Rosa
Luxemburgo, que intentaban llevar a cabo una revolución proletaria.
Estos desordenes amenazaban con destruir el proyecto de la nación alemana y
era necesaria la intervención y una llamada a la calma nacional. El gobierno provisional
socialdemócrata aplastó el levantamiento en enero de 1919, recurriendo para ello a
oficiales del ejército desmovilizados y a antiguos excombatientes (los freikorps o
8
cuerpos libres) reclutados entre los licenciados del ejército para así recomponer el orden
en aquellas zonas donde mayor calado habían tenido, como Baviera.2
Con la situación ya más controlada a finales del mes de enero el gobierno
provisional procedió a unas elecciones constituyentes, que dieron paso a un gobierno de
coalición presidido por el socialdemócrata Scheidemann, quien de nuevo se vio
desbordado. El motivo de su fracaso, no fue otro que la negativa por parte de su
presidente a firmar las humillantes condiciones de rendición y reparaciones por la
guerra impuestas en el tratado de Versalles. En junio de 1919, el gobierno se disolvió y
dio paso a unas nuevas elecciones donde se alzaría así un nuevo gobierno, también
presidido por un socialdemócrata Gustav Adolf Bauer, que se hizo cargo de la
responsabilidad de la firma. Fue una decisión difícil, pero la alternativa podía ser la
disgregación de un estado que, después de todo no alcanzaba el medio siglo de vida
pese a marcar el sentimiento de la nación alemana para siempre y generar un
sentimiento de revancha y venganza.
Tras la firma de Versalles, el nuevo gobierno al fin podría hacerse cargo de su
maltrecho país y tras reunirse en Weimar, una ciudad alejada de las turbulencias de
Berlín sacaría adelante un proyecto de constitución en julio de ese mismo año fruto del
cual nació la República de Weimar, con la unión de apoyos entre los socialdemócratas,
liberales y el centro católico y conformaron un nuevo gobierno y régimen político.
Desde entonces la República de Weimar encontraría serias dificultades para su
supervivencia, jamás se comportó como un poder férreo y estable siempre con
gobiernos en coalición que alternaron en cuatro ocasiones, hasta su definitiva caída en
1933. También hubo de lidiar con continuos levantamientos de derechas, el descontento
del pueblo, problemas derivados del pago y acuerdos de Versalles, etc.
Será en el seno de la República de Weimar donde nazca el Partido Nazi y su
líder Adolf Hitler se convertirá en un referente político y popular con su ascenso
definitivo al poder.3
2 EVANS, Richard J. (2005), La llegada del Tercer Reich, Ed. Península, Barcelona, pp. 92-109 3 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y del partido Nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº 26 pp. 56-120.
9
2.2 Nacimiento del partido
Todo comenzó en 1919, con la fundación del Partido Obrero Alemán de la mano
de Anton Drexler, que arrojaba al panorama político alemán un nuevo partido de
carácter obrero y en apariencia marxista, pero en realidad Drexler había impuesto en
este oscuro y nuevo partido unas claras líneas a seguir de carácter nacionalista, anti-
marxista y anti-semita. Esto llamaría la atención a un miembro de los Freikorps o
grupos paramilitares de derecha, Adolf Hitler ex-cabo y veterano de las trincheras que
se infiltró en las reuniones del partido para detectar potenciales golpistas de extrema
izquierda que pudieran tomar el poder por la fuerza.
Imagen 1: Portada del diario Völkischer Beobachter
Fuente: www.wikipedia.org - Fecha de consulta 15-6-2016
El partido poco a poco crecía y marcaba sus metas, en concordancia con unas
líneas a seguir claras desde el principio y consolidados como tal en 1920 cambiaron su
nombre por Partido Nacionalsocialista Obrero Alemán, adoptaron la bandera roja con la
esvástica y un circulo alrededor blanco en ella y fundaron el periódico del partido,
10
Völkischer Beobachter de la mano de Hitler que ya entonces era jefe de propaganda del
partido.4
Desde ese momento el NSDAP daba sus primeros pasos y lo hacía junto a un
Hitler plenamente volcado en el partido y en sus ambiciones, declarando la guerra a la
democracia y abogando por una dictadura, también desatando la violencia contra sus
adversarios y creándose incluso un frente de ataque en el partido dirigido por Ernst
Rohm, las SA (Sturm Abteilung) que dejaba claro el carácter paramilitarista de los
miembros dedicados a proteger sus reuniones, provocar disturbios en los mítines de los
demócratas liberales, socialistas, comunistas y sindicalistas, y perseguir a los judíos,
sobre todo a los comerciantes contando incluso con el apoyo de algunos sectores del
ejército en su tarea.
El partido prosperaba y con él su influencia y afiliados, en su mayoría de edad
joven y atraídos por ideas de nacionalismo, regeneración de Alemania y un futuro
prometedor, fomentando su odio hacia los judíos o simplemente rencor por las viejas
heridas. Eran además muchos de ellos veteranos y héroes de la I Guerra Mundial que no
dudaban en defender con violencia sus ideas y poco a poco cambiaban el panorama
político alemán y sembraban el terror entre sus rivales. Serán determinantes además el
apoyo de algunos grandes financieros en los inicios al nuevo partido, así como
acontecimientos clave en especial la ocupación del Ruhr por parte de Francia que desató
las protestas, iras y un sentimiento renovado de patriotismo en el pueblo. 5
El primer intento del NSDAP para escalar al poder culminó en el Putsz de
Munich, en 1923 cuando Hitler al mando de unos 600 miembros6 del partido asaltó una
cervecería en dicha ciudad con el fin de apresar a Gustav von Kahr, gobernador de
Baviera y a sus colaboradores. Alentado por el general Erich Ludendorff declaró la
formación de un nuevo gobierno nacional en nombre de Von Kahr. Éste, tras simular
aceptar el cargo de regente de Baviera que Hitler le otorgó, fue liberado poco después y
tomó medidas contra Hitler y Ludendorff.
4 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder" Historia Digital XV, nº 26 pp. 65-66. 5 EVANS, R. J. (2005), La llegada del Tercer Reich, Península, Barcelona pp. 193-212. 6 Cifras extraídas de CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº 26 p. 77.
11
El golpe fracasó, Ludendorff salió indemne pero Hitler tras una persecución
policial fue condenado a 5 años de cárcel. Apenas cumplió uno y aprovechó para
escribir su gran obra Mein Kampf pero tras este fracaso, el partido fue declarado ilegal y
sus miembros se desperdigaron, no obstante confiados además en la recuperación
económica que Alemania mostraba.7
Imagen 2: Portada del ejemplar de Mein Kampf de 1939
Fuente: www.od43.com - Fecha de consulta 18-6-2016
A su salida Hitler afrontaba el reto de reconstruir su partido partiendo desde el
núcleo más afín a sus ideas, algo previsible y que muchos veían como una tarea sencilla
para el futuro Führer, como comentaría Rudolf Hess: “Independientemente de todas las
tonterías que puedan hacer sus seguidores, la personalidad de Hitler prevalecerá y desde
arriba, le imprimirá el sello a su pueblo y transmitirá su espíritu, que volverá a acabar
con todas las aberraciones”8.
Ya en 1925, con Hindenburg electo como presidente de la república el partido
muestra grandes síntomas de reorganización. Las SA registran un total de 30.000
miembros y dirigidas por Franz Pfeffer que controla también un selecto grupo de
guardaespaldas personales de Hitler, conocidos como SS se lanzaron a las calles a
reprimir violentamente a cualquier rival político al tiempo que intimidaban al votante.
7 KERSHAW, I. (1999), Hitler 1889-1933, Península, Barcelona, pp. 147-181 8 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania", Historia Digital XV, nº 26 pp. 67 en BA NS 6/71, folio 46 y ss.
12
A finales de este año los militantes del partido suman 27.000 miembros, que
aumentarán en los próximos tres años hasta alcanzar la cifra de 108.000 miembros9, a lo
que ayudó el levantamiento de las sanciones sobre el NSDAP, permitiendo nuevamente
su actuación política así como la organización de la rama de las juventudes hitlerianas,
que impulsa al reclutamiento de nuevos miembros. Además el partido genera nuevos
líderes, como Heinrich Himmler secretario del partido en Bavaria quien recibe el mando
del grupo de seguridad de las SS, llamadas a ocupar un lugar de élite dentro del partido
y que surgieron fruto de la desconfianza de Hitler hacia las SA.
Imagen 3: Integrantes de las S.A. en formación
Fuente: www.ushmm.org - Fecha de consulta 20-6-2016
De esta forma llegamos a 1928 a la vez que el partido se preparaba de manera
legal para asaltar el poder mediante las elecciones. Los resultados no fueron favorables
y lograron solo 12 escaños resultando la izquierda clara vencedora de la contienda
electoral. Ante esta situación, el partido cerró filas y se reafirmó entre sus miembros
para un nuevo intento. Este llegó al año siguiente motivado por el crac del 29 que sumió
al mundo y por tanto a la propia nación alemana, en un profunda recesión económica de
durísimas consecuencias y desestabilizó por completo la República de Weimar
originando un nuevo proceso electoral donde los efectos de la crisis jugaron a favor del
NSDAP.10
9 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania", Historia Digital XV, nº 26 pp. 77. 10 REUTH, R. G. (2012), Hitler: una biografía política, Esfera, Madrid, pp. 217-257.
13
3. Ascenso y poder del nacional-socialismo
3.1. El triunfo político
El crac del 29 supuso un golpe de efecto definitivo en el panorama político
alemán, que no volvería a ser el mismo después de las terribles consecuencias que la
depresión trajo consigo y terminó por encolerizar al pueblo alemán, que ya desconfiaba
de un gobierno incapaz de responder de manera contundente y estable a los males que
asolaban la nación. Esto unido al resentimiento post-bélico causado por los acuerdos de
paz empujó a muchos ciudadanos a confiar en el NSDAP.
Los cuatro o cinco años anteriores al Crac, la República de Weimar vivió
tiempos de cierta prosperidad en los que las inversiones en carreteras, viviendas,
fábricas y trasatlánticos eran posibles y viables. Esta prosperidad fue fruto de préstamos
extranjeros de manera que la crisis destrozó la economía alemana. Después de EE.UU.
fue el país más afectado, el índice de producción industrial descendió casi a la mitad de
1929 a 1932 y afectó a todos los sectores. La producción de acero se reduce un tercio, la
de las industrias mecánicas en un 40 % en dos años y el valor de los productos del
campo disminuyó en todas partes hasta un 50% e incluso más. En la industria, la
producción mundial se restringe considerablemente hasta alcanzar el 38%.
Fueron unas consecuencias terribles, agravadas por el hecho de que se trataba de
una crisis a nivel global, con datos tan imponentes como la reducción del comercio
internacional un 70%, lo que impedía además el apoyo extranjero a la economía de la
14
nación alemana. Como es lógico hubo una oleada de despidos y cierres de negocios lo
que engrosó como nunca las listas de parados que en 1931 ya ascendía a la nada
despreciable cifra de 3,5 millones (28% de la población activa) y dos años más tarde, en
1933, eran 6 millones de alemanes los que se encontraban sin empleo (el 42% del total
de la población activa). Estos hechos de nuevo condensaron las iras y desesperación del
pueblo que miraban a su gobierno con impotencia.11
El escenario era propicio al cambio, Hitler y los miembros de su partido
entendieron la oportunidad que les brindaba el momento. El partido se volcó para
alcanzar los apoyos necesarios para llegar al poder, organizando mítines en los que la
gran oratoria de Hitler causó el efecto esperado al tiempo que las SA y SS atemorizaban
y reprimían a la oposición y votantes, tomando las calles y haciendo un uso inusitado de
la violencia e incluso asesinando a los líderes rivales. El terror que infundían sus
miembros era devastador y podemos afirmar que "sin la aplicación sistemática del
terror por las principales calles de las ciudades alemanas Hitler difícilmente podría
haber alcanzado el poder en Alemania".12
Imagen 4: Miembros de las S.A. atacando a un ciudadano judío
Fuente: www.ushmm.org - Fecha de consulta 21-6-2016
11 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº26, 2015 pp. 71-73. 12 En CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y del partido nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº26 pp. 68 de AILSBY, C. (2003), "Waffen-SS: La Guardia Negra de Hitler en la Guerra Ed. Esfera, Madrid.
15
El caos se apoderó de la nación y de nuevo en 1930, se convocaban elecciones al
Reichstag donde esta vez sí el NSDAP lograba unos excelentes resultados y con un
18´3% de los votos se situaba como la segunda fuerza política. Esto no hacía sino
alimentar los anhelos del partido que veía cercanas sus metas. Por ello continuaron sus
esfuerzos en pos de alcanzar el poder y en 1931 constantemente el partido remarcaba la
desesperante situación financiera de Alemania, que se agravaba por momentos al tiempo
que proponía férreas soluciones e incitaba a la lucha por el orgullo y honor de la patria.
Condenaba las sanciones impuestas e instaba al pueblo al apoyo incondicional al partido
para liberar a la nación alemana del yugo y los males que aquejaban a sus ciudadanos.
Asimismo la violencia desatada por los miembros de las SA terminaría por desmoralizar
a los opositores, que se enfrentaban a un muy preparado y nutrido grupo de jóvenes y
hombres de mediana edad, conscientes de su poder.
Todo parecía un camino simple para el partido, no obstante desde la dirección
del mismo se afrontaron algunos problemas. Hitler comenzó a recelar de algunos de los
miembros de su partido, en especial del poder alcanzado por los mandos de las S.A., por
lo que anticipándose a una futura amenaza relegó del mando a Pfeffr colocando de
nuevo a Ernst Rohm, quien se haría cargo de los casi 170.000 hombres que integraban
los comandos de las SA
En 1932 el partido ya vislumbraba el poder y a finales de ese año lo alcanzó.
Tras una campaña electoral sin precedentes, definitivamente el pueblo alemán se
encomendó al NSDAP liderado por un Hitler que en cada aparición pública encendía a
las masas, sacaba a relucir el orgullo y patriotismo de cada ciudadano y alimentaba las
esperanzas de una recuperación económica y militar, recobrando la grandeza de
Alemania y desterrando los acuerdos de Versalles.
Las elecciones reflejaron la situación y el NSDAP se constituyó como la
principal fuerza política del país, logrando una mayoría en el Parlamento con un 37% de
los votos, fruto de la arrolladora compaña del partido y la represión violenta en las
calles que las S.A. dominaban con mano de hierro, contando ya con 400.000 miembros
que hacían de cualquier rival político o grupo de oposición un simple trámite en su
implacable avance.
16
Pese a ello, Paul von Hindenburg al frente de las fuerzas conservadoras es
elegido como nuevo presidente resultado de una nueva coalición política y Von Papen
es nombrado canciller, lo que provoca que Hitler rechace el cargo de vicecanciller
esperando el momento de hacerse con el poder, dado que su partido ha logrado
constituirse en la primera fuerza del parlamento. Todo era cuestión de tiempo y el
momento llegó en 1933.
Tras momentos de tensión y constantes presiones al nuevo gobierno, finalmente
el canciller Von Papen concedía a Hitler la disolución del parlamento y en unas nuevas
elecciones celebradas en enero y Hitler definitivamente ocuparía el poder, pese a
compartir ciertas funciones con los partidos conservadores, algo que desagradaba al
futuro Führer y la dirección del partido, que demandaban el poder absoluto. 13
Su propósito se había logrado, el NSPD detentaba el poder del país y Hitler era
la cabeza de mando de aquella maltrecha Alemania que pronto se alzaría de nuevo pese
a sacrificar su libertad.
3.2 Toma del Poder y adoctrinamiento del pueblo
Hitler había logrado su propósito y gran parte de la ciudadanía estaba a sus pies,
mientras el mundo asistía con incertidumbre al desarrollo de los acontecimientos. Las
ambiciones de Hitler no quedaban ahí, pues quería un poder absoluto y una total
sumisión del pueblo a su figura, al partido y sus propósitos, al tiempo que debía cumplir
sus promesas electorales paliando los efectos de la crisis y liberando a Alemania de las
sanciones impuestas en la Paz de Versalles.
Deseoso de lograr ese poder absoluto, no tardaría en presionar de nuevo al
Canciller Hindenburg quien cedió a un nuevo proceso electoral el 5 marzo y esta vez sí
que la victoria del NSDAP fue total. Se logró mediante una violenta represión política
ejercida a través de las SA y demás grupos paramilitares afines, que justificaban su
brutalidad en este caso por el incendio del Reichtag, ocurrido el 28 de febrero y de lo
que acusaban a los comunistas. De nuevo la represión política e intimidación de los 13 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania", Historia Digital XV, nº 26 pp. 67-95
17
votantes, unido a la abstención de otras fuerzas políticas temerosas del nuevo poder
fueron esenciales para explicar el triunfo.
“Lo que mejor explica, si cabe, el que Hitler tomara el poder en 1933, es el
deseo de apartarse del juego democrático por aquellos que malamente lo habían
aceptado. Se pretendía, en una palabra, acabar con la Constitución y la República de
Weimar y, para ello, era totalmente imprescindible tener a Hitler a su lado”.14.
El resultado de las elecciones no pudo ser más satisfactorio para Hitler y logró la
mayoría absoluta tras lo cual procedió a una limpieza política en el seno del propio
gobierno alemán, destituyendo ministros y otros cargos ajenos al partido o a sus
intereses. Unificó en su persona los ministerios de Guerra y el cargo de jefe del Ejército,
hasta ahora en manos del mariscal Von Blomberg y Beck respectivamente, que fueron
destituidos y designó además gobernadores nazis en los estados alemanes que
conformaban el país, destacando Goering como gobernador de Prusia.
Paralelamente se aplicaron las primeras medidas étnicas y raciales de carácter
gubernamental, llevando a acabo un encarcelamiento masivo de gitanos, homosexuales,
testigos de Jehová, algunos clérigos cristianos y otros grupos, que fueron confinados
junto a miles de comunistas, socialistas y pacifistas acusados de ser un peligro para la
nación. Surgieron así en 1933, los primeros campos de concentración y se creó un
nuevo cuerpo, la GESTAPO que vino a ser un cuerpo policial de carácter político
completamente adoctrinado y plegado a los deseos del partido. Junto a las SA y SS se
encargaron de acabar con los sindicatos y llevaron a cabo las medidas nombradas.15
El NSDAP no tardó así en afianzarse en una privilegiada posición y en julio de
ese mismo año se convertía en el partido único. Desde el gobierno centraron ahora sus
esfuerzos en adoctrinar al pueblo, tarea que demandaba un proceso de ideologización,
militarización y supresión de los derechos y libertades en beneficio del Estado. Se
realizó un enorme esfuerzo encaminado a lograr tal adoctrinamiento popular, con
panfletos, libros cargados de la simbología e ideales del partido, películas entre las que 14 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania", Historia Digital XV, nº 26 pp. 87 en AYCARD M. y VALLAND P, (2014) La Alemania del Tercer Reich, historia y diccionario. Omega, Barcelona. 15 KERSHAW, I. (1999) Hitler: 1898-1936. Ed. Península, Barcelona pp. 489-517.
18
destaca El triunfo de la voluntad.16 Asimismo eran constantes las presiones para
plegarse a las distintas organizaciones del partido.
El partido censuró gran parte de la prensa nacional y en 1933 creó la Asociación
de Prensa Alemana para un total control de los numerosos diarios del país. Un ejemplo
de ello fue la obligación de publicar una disculpa al Diario de Franconia por difamar al
partido y su líder. Se detuvieron paralelamente a numerosos periodistas acusados de
comunismo o pacifismo y se cerraron sus diarios y revistas. Una herramienta esencial en
este proceso de control y adoctrinamiento fue la radio, Gobbels el 25 de Marzo de 1933
ya anunciaba en un discurso radiofónico su enorme impacto como medio de masas y
fueron frecuentes los discursos de miembros del partido y su total control estatal, que
diseño un modelo de aparato radiofónico en masa, el Volksempfänger ("aparato del
pueblo") que solo captaba las señales alemanas y se vendía a bajo precio y era habitual
en cualquier hogar alemán.
Imagen 5: Aparato de radio Volksempfänger
Fuente: www.ushmm.org- Fecha de consulta 25-6-2016
El proceso también afectaría profundamente al ámbito de la cultura, donde se
decretó una censura de determinadas obras de lectura y arte, destacando el rechazo por
las nuevas tendencias artísticas como el cubismo, faubismo etc. (Hitler llamó al arte
16 Película Triumph des Willens (El triunfo de la voluntad), dirigida por Leni Riefenstahl y producida en Alemania, año 1935, 114 minutos
19
moderno "arte degenerado"). Se fomentó el arte clásico y las obras escritas afines al
régimen, destacando la obra del propio Hitler Mein kampf que era esencial en la
biblioteca de cualquier alemán e incluso se regalaba un ejemplar a los recién casados.
Un acontecimiento clave que da muestra del proceso fue la "quema de libros" de autores
vetados el 10 de mayo de 1933 en la Plaza de la Ópera de Berlín y otros lugares del
país.
Imagen 6: Quema de libros el 10 de Mayo en Berlín
Fuente: www.dw.com - Fecha de consulta 19-6-2016
En las capas más jóvenes de la sociedad fue mayor el adoctrinamiento, con un
control total de educación y las aulas donde se hizo una nueva purga de maestros y en
poco tiempo todos hubieron de plegarse a la Liga Nacionalsocialista de Maestros creada
desde el propio partido en 1933 y a la cual pertenecían el 97% de los maestros del país
en 1936. En el ámbito universitario también se extendió esa depuración del profesorado
y la Liga Nazi de Estudiantes se encargó de influenciar a los jóvenes y acabar con
cualquier represtación del alumnado ajena a la misma, además de aglutinar en 1939
como afiliados al 51% de los alumnos y 72% de alumnas alemanas del sistema
universitarios.17
Se inculcaban así desde las aulas valores como la supremacía racial, un
nacionalismo a ultranza, sumisión al líder y al partido, así como un belicismo e ideas de
la grandeza imperial de Alemania. Destacaron además en la tarea las asociaciones como
17 EVANS, R. J. (2007), El Tercer Reich en el poder, Península, Barcelona, pp. 291-321.
20
las Juventudes Hitlerianas y la Liga de Jóvenes Alemanas, junto a otros grupos de
índole similar, que pronto fueron suprimidos e integrados en los anteriores y a través de
actividades y concentraciones reforzaban las ideas inculcadas y preparaban a los
jóvenes para su futura integración en la sociedad.
Unido a esto se decretó el servicio militar obligatorio y desde 1933 un éxodo
masivo de artistas, literatos, periodistas y otros intelectuales que buscaban escapar de las
medidas impuestas y que temían represalias.
21
4. El III Reich de 1933-1939
Desde el año 1933 el poder de Hitler fue total, lo que le permitió desarrollar sus
ambiciones políticas e ideológicas sin obstáculos, creando en Alemania un Estado-
Nación que podemos identificar como un Régimen totalitario: todos los poderes se
concentraban en la figura de Hitler y toda institución, empresa o individuo se plegaba al
control estatal.
Se suprimieron los derechos y libertades individuales, soportando el pueblo un
intenso control en todas las facetas de la vida pública. Las empresas y sindicatos obreros
se debían atener al Estado y a la par se produjo una total militarización de la sociedad y
ante todo se mantuvo esa represión política y racial y se alimentaron ideas imperialistas
y revanchistas.
Imagen 7: Bandera de Alemania nazi
Fuente: Imágenes Google - Fecha de consulta 25-6-2016
22
4.1 El milagro económico
El gran obstáculo del gobierno nazi en los primeros compases de su gobierno no
fue otro que los efectos aun presentes de la recesión económica, arrastrados desde el
Crac del 29. Pese a atisbarse los primeros síntomas de recuperación hasta 1934 no sería
una realidad. La solución pasó por mantener un modelo capitalista pero matizado por la
intervención estatal, que controlaba los precios y el pleno empleo del que pretendía
hacerse responsable.
A la llegada de los nazis al poder, el Estado Alemán tenía un gran problema de
liquidez y más de seis millones de desempleados y para paliar ambos problemas la
estrategia se basó en aumentar la producción con el fin de recaudar más dinero y
liquidez para el Estado, al tiempo que reducían la tasa de paro. Además se idearon una
serie de bonos de cobro a plazo, que sirvieron para generar dinero de forma que no
constara en las cuentas del Estado con lo que la inflación no se dispararía.
Se crearon junto a estas medidas puestos de trabajo públicos en un proyecto de
modernización del país, a través de obras públicas como carreteras y mejoras urbanas
que se unieron al aumento de la industrialización del país. Principalmente el estado
apoyó la industria pesada (caucho, aluminio, hierro, etc) y armamentística. Controlaba y
establecía el precio de los productos de consumo y por otra parte, la creación de
carreteras y nuevas construcciones eran pagadas con dinero público que tras contratar a
una empresa para la realización de las obras se le pagaba a un 50% del valor en dinero y
otro 50% del valor en bonos pagaderos a futuro.
Estos bonos servían para aplazar los pagos y así el Estado abonaba la mitad del
importe de la obra en el momento y la otra mitad más adelante, lo que permitía recaudar
dinero de impuestos durante ese tiempo para luego poder hacerlos efectivos. La empresa
podía liquidar esos bonos en ciertos bancos, que se apropiaban y finalmente los
cobraban en su vencimiento al Ministerio de Finanzas del Reich.
Desde 1934 se dejaron además de hacer frente a los pagos impuestos en
Versalles, lo que supuso una importante liberación económica y aceleró la recuperación
por lo que a finales de ese año. La Alemania nazi era de nuevo una potencia mundial y
23
continuó creciendo hasta 1939. Se gozó de excelentes estándares de vida para la clase
media y alta, con una industria cada vez más especializada y moderna que contaba con
excelentes ingenieros y profesionales, algo que sobre todo se hizo patente en el ámbito
armamentístico y se servían en muchas ocasiones de trabajadores forzosos y disidentes.
Se aumentó la jornada laboral y se legalizó el libre despido.
Tabla 1: Datos del PNB y desempleo en Alemania de 1932 a 1939
Fuente: CUERVO ÁLVAREZ, B. "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania" Historia
Digital XV, nº 26
Se iniciaron importantes trabajos de comunicación vial (carreteras o Autobahn);
en siete años de gobierno se construyó una red de autopistas nacionales de 12.000
kilómetros que aún hoy en día se utiliza, además de presas hidráulicas, ferrocarriles y
edificios majestuosos. Entre 1933 y 1938 se construyeron en Alemania 677.870
edificios que contenían unas 1.458.124 viviendas populares.18
18 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y del partido Nazi al poder en Alemania", Rev. Historia Digita XVl, nº 26, pp. 91-95.
24
El sistema era efectivo si se empleaba a corto plazo y reducía el gasto público
pero esto no sucedió. El rearme militar alemán y sus costes eran enormes , siendo a su
vez un gasto del Estado. La incentivada industria pesada producía materiales destinados
a alimentar el rearme militar vendiendo al Estado sus creaciones, de manera que el
gasto público no descendía, sino que aumentaba y ,la economía alemana iba directa
hacia la bancarrota estatal.
Había dos soluciones al problema, ir a la guerra o detener el rearme militar y
Hitler optó por lo primero, algo que ya contemplaba desde el principio y que se
complementaba con sus ideas de imperialismo y poder racial, que la nueva sociedad
alemana compartía.
4.2 Política interior
Desde 1933, Hitler había organizado su gobierno otorgando los principales
puestos de administración a sus hombres de confianza. Concentró en su persona los
cargos de Canciller y Jefe de Estado tras la muerte de Hindenburg en 1934 y desde
entonces asoció a su persona el título de Führer. En cuanto a los cargos de gobierno se
rodeó de personas como Rudolf Hess, secretario del Führer hasta 1945, Goebbels,
Himmler quien era el director de las SS., Goering, etc.
Continuaron las labores encaminadas a lograr un control político total en
beneficio del NSDAP, que desde julio de 1933 había pasado a ser el partido único y se
desarrolló plenamente el adoctrinamiento y control de la población, medidas raciales e
internamiento de los disidentes al nuevo régimen en campos de concentración. Se
hicieron incluso purgas en el seno del propio partido, con especial mención a la noche
de los Cuchillos Largos en 1935 que significó el asesinato de muchos de los miembros
de las SA entre ellos Ernst Rohm por parte de las SS, instigados por Hitler para acabar
con la oposición en el seno del propio partido.19 Destaca además la promulgación de
medidas de carácter racista, tema recurrente en los largos discursos del Führer como la
Ley de Pureza racial y Ley de Prevención de la Descendencia con Enfermedades
19 EVANS, R. J. (2007), El Tercer Reich en el poder, Península, Barcelona, pp. 33-53.
25
Hereditarias de 1933 o Las Leyes de Nuremberg en 1935, con la finalidad de proteger la
sangre y el honor alemán.
Se prohibía la unión de cualquier tipo entre no-judíos y judíos (ley de protección
de la sangre) y catalogaban a las personas como individuos de razas superiores e
inferiores (ley de la ciudadanía del Reich). Los judíos tenían prohibido izar la bandera
del Reich o contratar empleados no-judíos y se consideraba como tal a quien tuviese al
menos tres abuelos judíos y mestizo al que tuviera uno o dos, aunque el trato era similar
pues no eran considerados ciudadanos, no podían ejercer el voto o un cargo público y
tenían derechos limitados. El incumplimiento de estas leyes se castigaría con el
internamiento en prisión.20
En cuanto a la oposición, con la ilegalización de otros partidos desde 1933, pasó
a la clandestinidad y tuvo que adaptarse a las duras condiciones de vigilancia y
represión a la que el Estado les sometía. Era una oposición reducida que sin embargo
nos permite saber que no se logró en su totalidad una sociedad monolítica, sino que
siempre hubo resistencia al poder nazi, pese a la debilidad y sobre todo división interna
de estos que mediante propaganda y reuniones clandestinas intentaba prevalecer y
desestabilizar el poder nazi.
Los más activos fueron los antiguos grupos del partido comunista, que mediante
reuniones clandestinas donde se eliminaban incluso los nombres y se identificaban con
cifras, publicaciones e imprentas ilegales, así como algunos discursos, trataban de hacer
prevalecer sus ideas. Fueron incapaces de llevar a cabo acciones efectivas contra el
régimen hasta la llegada de la II Guerra Mundial.
También tuvieron especial relevancia los grupos obreros, que privados de la
actividad sindical y expuestos al despido libre, protagonizaron algunas marchas y
episodios de gran relevancia como las protestas y abstenciones de 1935 a la elección de
los representantes de empresa, convocadas por el propio gobierno. Éste sufrió un ligero
20 HERNÁNDEZ, O. (2010), "La noche de los cristales rotos. Una síntesis de los acontecimientos" Proyecto Clío 36, s/p.
26
revés político pues los sectores de trabajadores impusieron algunas de sus prerrogativas
y candidatos.
Por último no debemos olvidar el papel de la Iglesia, tanto católica como
protestante que si bien mostró una actitud pasiva e incluso pro-nazi en ocasiones, ante
determinados actos "adoptaron posturas valientes, contra las detenciones y
persecuciones arbitrarias, contra la eutanasia y el asesinato de inválidos y de enfermos
incurables, contra las atrocidades que cometían y la violación sistemática de los
derechos humanos."
El momento de mayor tensión se vivió en 1937, cuando numerosas autoridades
eclesiásticas católicas, agotadas por el acoso sufrido desde el gobierno, se trasladaron
con total sigilo a Roma en busca de la ayuda pontificia. Tras una reunión con Pío XI y
el cardenal Pacelli donde se acordó redactar una encíclica que denunciaba el racismo,
divinización del sistema, calificaba la construcción de una iglesia nacional como
apostasía, y denunciaba el “culto a la personalidad”, etc. Dicha encíclica bajo el título
"Mit brenneder Sorge", se leería y publicaría en los centros católicos de Alemania y
constituyó una grave afrenta al poder.21
4.3 Política exterior
Desde 1933 la Alemania nazi desarrolló una destacada política exterior agresiva,
que pasaría por tres fases. Al principio, Alemania acercó posturas con algunas de las
principales potencias del continente como Inglaterra y Francia, con quienes firmó un
Tratado de Comercio en 1933 y un Concordato con la Santa Sede ese mismo año, no
obstante sus intenciones pronto cambiarían.
A partir de 1934 se puso en práctica una política revisionista abocada a acabar
con las restricciones derivadas del Tratado de Versalles y arrebatar el control de la
diplomacia continental a Francia e Inglaterra. Destacó el papel de Konstantin von
Neurath, Ministro de Relaciones Exteriores entre 1933 y 1938. Se ideó además un plan
21CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y del partido Nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº 26, pp. 95-104.
27
expansionista, que anhelaba reconstruir el Reichstag perdido dos décadas antes y tenía
sus miras puestas en el este de Europa, donde los "eslavos", considerados una raza
inferior debían de ser expulsados al tiempo que se frenaba la expansión del bolchevismo
y se lograba así para el pueblo alemán un "Lebensraum" o espacio para vivir.
Siguiendo estas directrices se puso en marcha el citado plan de rearme
rompiendo con los acuerdos y pagos acordados en Versalles y más tarde con la salida de
la Liga de Naciones y foros internacionales. Se iniciaron relaciones diplomáticas y de
mercado con la Italia fascista de Mussolini, principal aliada hasta la caída del Duce.
También se establecieron relaciones con Japón e incluso hicieron incursiones militares
de apoyo al Bando Nacional en España durante la Guerra Civil, que tras concluir con la
victoria de Franco sería un nuevo aliado político de Alemania al igual que Italia por su
proximidad ideológica. Se firmaría además un Pacto de no agresión con Polonia en
1934 y se retomaron los territorios de la cuenca del Saar, Ruhr (bajo protectorado
francés) que volvió a contar con le presencia de militares alemanes y se inició el
proceso del "Anschluss", abocado a la anexión de Austria, un deseo del Führer que era
austriaco y que en un principio en 1934 fue un fracaso.
Las relaciones con Italia y Japón y el rearme, fueron esenciales para entender el
futuro conflicto que sobrecogería al mundo tras 1939. El ascenso al poder de Hitler,
unido a los deseos expansionistas de Japón y la ideología fascista imperante en Italia,
hacían coincidir los propósitos de las tres partes implicadas y en 1936 se concretaría el
Pacto Anti-Komintern. Firmado entre Japón y Alemania, al que más tarde se adherían
Italia, España y Hungría ya dominadas por un poder totalitario y de carácter fascista.
El fin del tratado no era otro que la oposición a la URSS. tratando de aislarla
políticamente al tiempo que se comprometían a luchar y frenar en sus territorios el
comunismo. La firma del pacto perfiló lo que en la Segunda Guerra Mundial serían las
fuerzas del Eje y encumbró en Alemania a la figura de Joachim von Ribbentropp que
sería desde 1938 el nuevo ministro de Relaciones Exteriores. En cuanto al rearme, se
creó un espectacular ejército duramente instruido e ideologizado, surgió la Luftwaffe
(Fuerza aérea) y se modernizó por completo la maquinaria de guerra y marina.22
22 EVANS, R. J. (2007), El Tercer Reich en el poder, Ed. Península, Barcelona, pp. 597-671.
28
Tras asegurar así unos fuertes aliados políticos, Alemania se lanzaría a lograr el
tan ansiado "Lebensraum" y en 1938 iniciaría su expansión territorial que alcanzaría en
primer lugar a Austria. Sería esta la tercera fase de su política exterior y Hitler presionó
bajo amenaza de guerra, al canciller austríaco Kurt Schuschnigg para que firmara un
acuerdo austríaco-alemán (Berchtesgaden Diktat) que incorporaba nazis al gabinete
austríaco. Al mes siguiente se llevó al cabo el Anschluss, la anexión de Austria. Tras
esto, Hitler comenzó a exigir una solución a la crisis de los Sudetes, un conflicto sobre
la región homónima de Checoslovaquia ocupada mayormente por personas de etnia
alemana.
El 30 de septiembre de 1938, el Primer Ministro británico Chamberlain, el
Primer Ministro francés Daladier, Mussolini y Hitler firmaron el Pacto de Munich,
mediante el cual se cedían los Sudetes a Alemania. Finalmente en marzo de 1939,
Alemania ocupó el resto del estado checoslovaco.
Mapa 1: Expansionismo alemán hasta 1939
Fuente: www.atlas-historique.com - Fecha de consulta 18-6-2016
29
El inicio de la guerra estaba próximo, Hitler demandaba un mayor poder y ya se
planeaba la invasión de Polonia, al tiempo que la Liga de Naciones con Inglaterra y
Francia a la cabeza observaba con preocupación el desarrollo de los acontecimientos.
Ante la situación, de nuevo Hitler por medio de la labor de von Ribbentropp alcanzaría
nuevos acuerdos, como el Pacto de Acero con Italia en 1939 que supuso un preludio a la
guerra, acordaba una defensa mutua y aseguraba la intromisión en un futuro conflicto de
Italia del que Mussolini no era totalmente favorable. También se firmó el pacto de no
agresión con la URSS, conocido como el Pacto Ribbentrop-Molotov por los ministros
firmantes del mismo el día 23 de agosto de 1939, ocho días antes del inicio de un
conflicto que se vaticinaba desde años antes.23.
4.4 La figura del Führer
Es imposible entender la historia de la Alemania nazi sin conocer al protagonista
del proceso histórico. Adolf Hitler nació en 1989 en Braunau amm Inn, una pequeña
aldea cercana a Linz en la provincia de Alta Austria y cercana a la frontera con
Alemania se crió en el seno de una familia humilde formada por Alois Hitler, un agente
de aduanas y su tercera esposa y madre de Hitler, Klara Pölzl. Con cuatro hermanos y
dos hermanastros, Hitler recibió una educación alejada de grandes lujos y marcada por
la violencia paterna que Alois ejercía sobre su vástago, del cual pretendía que siguiese
su trayectoria laboral.
Adolf desde su adolescencia quería ser pintor, sin embargo no destacó por ser un
buen estudiante ni cumplir sus deseos artísticos en su juventud, pues pese a intentar
entrar en la Escuela de Bellas Artes de Viena, ciudad a la que se desplazó en 1907 sería
rechazado en dos ocasiones. Fue por otro lado un intenso lector de obras y tratados
políticos desde sus inicios en la etapa adolescente lo que condicionó sus ideas y
posterior legado político.24
Frustrado por su fracaso como artista y tras vivir unos años en Viena que le
marcarían como persona y definieron ese profundo sentimiento racista y anti-semita que
23 REUTH, R. G. (2012), Hitler: una biografía política Ed. Esfera, Madrid, pp. 429-529. 24 SOLAR CUBILLAS, D. (2011), Hitler y Alemania: el horror nazi (1933-1945), Ed. Anaya, Madrid, pp. 19-28
30
tanto daño causó después, Hitler se trasladaría a Munich en 1914 y más tarde a la ciudad
austriaca de Salzburgo donde trató de unirse al ejército pero fue declarado no apto. Fue
una nueva decepción que pronto olvidaría cuando con el estallido de la Primera Guerra
Mundial pudo alistarse como voluntario en el ejército alemán.
Enviado al frente occidental participó en múltiples batallas, destacando la batalla
de Ypres. Fue un soldado atípico, con una férrea disciplina y obediencia a sus
superiores, además de un obstinado. Pese a ser herido en 1916 en una pierna, regresaría
meses más tarde al frente, así como nunca se cuestionó los motivos ni crueldad de la
guerra y llegó a recibir varias condecoraciones ostentando el rango de cabo.
El final de la guerra y la derrota de Alemania le impactó de sobre manera y
desde su punto de vista, los causantes de la derrota fueron los socialdemócratas, pues el
ejército a su juicio permanecía invicto. Fue así como con unos ideales políticos ya
maduros, donde el nacionalismo, racismo e ideales de una nueva e imperial Alemania se
lanzó a labrarse una carrera política.
Imagen 8: Hitler en uno de sus discursos en Nuremberg
Fuente: www.ushmm.org - Fecha de consulta 15-6-2016
Comenzó su carrera desde una posición precaria y falto de aliados o influyentes
"padrinos políticos", hubo de contactar con sus propias amistades hasta llegar a la
fundación del Partido en 1919 y que tras la década de los años 20 en 1933 como hemos
visto, se alzó con el poder en Alemania y Hitler como su absoluto líder. Fue durante
31
este proceso y con el posterior gobierno cuando se fraguó ese culto por la figura de
Hitler.
Conocido como Führer desde 1934 y consciente de su total éxito político, como
salvador de la nación aprovechó su poder y en el proceso de control y adoctrinamiento
de la población creó entorno a su persona un halo de superioridad, la figura de un
salvador que había devuelto al pueblo alemán su orgullo y prometía incluso una mayor
gloria. Eran además frecuentes sus apariciones públicas con largos y trabajados
discursos donde hacía gala de su capacidad retórica y de liderazgo, así como la pasión
por su persona se inculcaba desde las generaciones más jóvenes, a través de las
Juventudes.
Se presentaba ante el pueblo como alguien humilde, desinteresado y dispuesto a
sacrificarse por el común, alejado de lujos algo que no era cierto como más tarde se
demostró. Pese a anunciar su renuncia a su sueldo como político, siempre cobró sus
honorarios y recibió fondos del partido, acaparaba tras 1934 los sueldos como canciller
y presidente, sacaba provecho de sus derechos de autor de la obra "Mein kampf" e
incluso recibía sumas de dinero por las ventas de Correos que llevaban su retrato,
fotografías en las que aparecía, herencias de miembros del partido, etc.25
Por último en referencia a su talento político, si bien logró un éxito sin
precedentes no podemos achacar su triunfo político a su buen hacer y desempeño
personal o del partido, sino que responde a un proceso violento que eliminó a la
oposición, condicionó en todo momento a los votantes y se aprovechó de un contexto
social, económico y político frágil e incierto para alcanzar un poder absoluto.
4.5 Estado de Terror y purga racial
Si violencia e intimidación dirigida desde el propio partido fue una de las
principales herramientas para acceder al poder también lo sería en la tarea de mantener
el control de la sociedad y la oposición. Durante los años en que Hitler gobernó
25 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y el partido nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº 26, pp. 103-104.
32
Alemania la represión política, segregación racial y control civil fueron una de sus
mayores preocupaciones y se intensificaron con su llegada al poder, sobre todo tras el
incendio del Reichstag en 1933. Se buscaba acabar con cualquier oposición, así como
llevar a la práctica una depuración racial que Hitler anhelaba desde su estancia en Viena
y que dejaría a la raza aria como absoluta dominadora.
Como hemos visto desde los inicios se llevaron a cabo purgas políticas y raciales
dando lugar a la creación de los primeros campos de concentración y trabajo forzoso en
Dachau, así como a las fuerzas paramilitares del partido de las SA y SS convertidas ese
mismo año en fuerzas policiales auxiliares a los que se les unió un nuevo cuerpo, la
GESTAPO ideada como una policía política que en los siguientes años sería una de las
grandes protagonistas del régimen y junto a las anteriores garantizaría ese control civil y
represión dando lugar a lo que podemos calificar como estado policial.
El control de la vida pública fue total, siendo suprimidos los derechos y
libertades individuales así como se controlaban los sindicatos, prohibían como hemos
visto las uniones matrimoniales entre diferentes razas y se decretaron medidas abusivas
que una sociedad enajenada en su mayoría adoptaba y apoyaba con una fe ciega en el
partido. Eran frecuentes las denuncias ciudadanas hacia aquellos que se atrevían a hacer
comentarios negativos del régimen, las agresiones xenófobas o ataques a negocios de
las poblaciones judías, su exclusión social y desprecio en las calles a todo aquello que
no era bien visto desde el partido, pero sobre todo la acción estatal y de los cuerpos
policiales fue devastadora.
Los principales "enemigos del Estado" eran los comunistas y socialdemócratas,
radicalmente opuestos a las ideas del NSDAP, pero también otros grupos políticos,
algunos sectores de la Iglesia pese a la firma del Concordato en 1933 y por supuesto
judíos, gitanos y otros grupos étnicos que comprometían la pureza de la raza aria. En
general cualquier elemento contrario al régimen tenía que ser erradicado y se elaboraron
listas y cánones para juzgar la pertenencia de cada ciudadano a una raza u otra,
valorando así su valía por cuestiones meramente raciales.26
26 LLANOS REYES, C. (2014), "El Estado del bienestar racial y sus enemigos políticos y de fe: Notas de investigación de los archivos de la Gestapo en el inicio de la dictadura nacionalsocialista (1933 - 1937)" Co-herencia Vol. 11, nº 21, pp. 231-252.
33
El resultado fue la creación de un auténtico estado de terror, donde cualquier
sospechoso de ser contrario al régimen era castigado y enviado a los campos de trabajo
forzoso sin derecho a un juicio justo y que respondía a la aplicación de una "custodia
protectora". Eran detenciones sistemáticas, dirigidas sobre todo desde la GESTAPO que
con dureza asaltaba a las víctimas en sus casas, lugares de trabajo o reunión y las calles.
Se aplicaron con dureza las leyes raciales con severos castigos a los infractores e incluso
más de 300.000 personas con diversas discapacidades fueron eliminadas o esterilizadas,
como resultado de la Ley de Prevención de la Descendencia con Enfermedades
Hereditarias a los que se sumaron en 1939 más de 70.000 enfermos mentales como
parte de la operación bautizada por Hitler como "Aktion T-4".27
Los campos de concentración, controlados por los oficiales de las SA y SS
estaban copados de disidentes, desertores del servicio militar, judíos, gitanos,
homosexuales, etc. y recibían el peor de los tratos con jornadas de trabajo agotadoras de
más de 15 horas, una paupérrima alimentación y continuas vejaciones y humillaciones.
Fueron una medida efectiva a la par que productiva para mantener aterrada a la
población y se crearon en gran número repartidos por todo el territorio.28
Imagen 9: Presos del campo de concentración en Dachau
Fuente: www.ushmm.org - Fecha de consulta 20-6-2016
27 SOLAR CUBILLAS, D. (2011), Hitler y Alemania: El horror nazi (1933-1945) Anaya, Madrid, pp. 70-72. 28 www.ushmm.org/wlc/es
34
Hitler definió así la función de estos establecimientos: “La brutalidad inspira
respeto. Las masas tienen necesidad de que alguien les infunda miedo y las convierta en
temblorosas y sometidas. No quiero que los campos de concentración se conviertan en
pensiones familiares. El terror es el más eficaz entre todos los instrumentos políticos...
Los descontentos y los desobedientes se lo pensarán dos veces antes de enfrentarse con
nosotros, cuando sepan lo que les espera en los campos de concentración”29
29 CUERVO ÁLVAREZ, B. (2015), "El ascenso de Hitler y del partido Nazi al poder en Alemania" Historia Digital XV, nº 26, p. 98 en www.ushmm.org/wlc/es
35
5. Hacia el desastre
Desde 1933 cuando se inició el plan de rearme y el pueblo alemán comenzó a
aceptar las ideas del NSDAP que contemplaban una política exterior agresiva y
expansionista, unido a ese ánimo revanchista por lo ocurrido de 1914 a 1918, Alemania
se preparaba para nuevas contiendas con el fin de reestablecer su orgullo y aumentar sus
fronteras europeas. Fruto de estas premisas se llevaron a cabo las decisiones
internacionales vistas anteriormente, que propiciaron diversos pactos y alianzas
internacionales, así como una primera expansión territorial, sin embargo lo peor estaba
por llegar.
5.1 Un conflicto fatal y resurgimiento del Reich
En abril de 1939 Hitler buscó la anexión de la Ciudad Libre de Danzing,
constituida tras Versalles y cuyo dominio había ocasionado un conflicto entre Alemania
y Polonia, a la que le interesaba contar con una salida al mar Báltico mientras que
Alemania quería mantener la zona al estar poblada en su mayoría de ciudadanos de
origen germano. La resolución final dejó el territorio como una ciudad internacional
libre pero bajo el control de los servicios de aduana polacos formando un corredor o
estado tapón.
El proyecto del Führer exigía la restitución de la soberanía alemana sobre
Dánzig, así como una línea de ferrocarril y una carretera extraterritorial que cruzaran el
corredor que separaba Prusia Oriental del resto del territorio alemán. Comenzó lanzando
un incendiario discurso en el Reichstag que agitó a las masas y después comenzó a
36
negociar para hacer realidad sus prerrogativas, sin embargo el gobierno de la República
de Polonia se negó e inició un proceso implacable que tendría consecuencias
desastrosas.
El día 1 de septiembre de 1939 Alemania, aplicando una nueva táctica de guerra
denominada Blietzkrieg y violando los acuerdos internacionales invadía Polonia, que
fácilmente sería derrotada, y se rendía el 6 de octubre del mismo año, asediada por dos
frentes tras la invasión por el este de la URSS. que había sido acordada previamente en
el Pacto Ribbentropp-Molotov de forma clandestina.
Ante la inoperancia de Inglaterra y Francia, Hitler había logrado una gran
victoria que no haría más que aumentar sus expectativas de nuevos éxitos a la par que
significaba el preludio a la mayor contienda librada por el hombre. Tras la victoria los
alemanes ocuparían parte del territorio, repartido con la URSS. y aplicarían sus
devastadoras medidas de segregación racial y exterminio hasta el año 1945.30
Con la ocupación, llegó el conflicto y Gran Bretaña y Francia declararían la
guerra a Alemania que respaldada por Italia y Japón se involucraría en una contienda
entre las fuerzas del Eje y los Aliados, que además de Francia e Inglaterra contarían
durante el desarrollo del conflicto con el apoyo de otras naciones como la URRS. o
EE.UU. que además mantuvo una durísima pugna en el pacífico contra Japón, y duró
hasta el año 1945.
Durante el transcurso de la misma Hitler lograría acaparar bajo su poder la
mayor parte de Europa sumando a los territorios ya nombrados Noruega, gran parte de
Francia junto a Bélgica y los Países Bajos, que se vieron obligados a capitular ante la
aplastante superioridad militar nazi en 1940, el norte de África y muchos de los
territorios de Europa del este bajo el dominio de la URSS., cuando una vez comenzada
la operación Barbarroja en 1941 destinada a acabar con el poder soviético fueron
ocupados en un implacable avance hacia Moscú los territorios de Ucrania,
Bielorrusia, Letonia, Lituania, Estonia y la mitad occidental de la Rusia europea.31 El
30 REUTH, R. G. (2012), Hitler: una biografía política, Esfera, Madrid, pp.430-505. 31 SOLAR CUBILLAS (2011), D. Hitler y Alemania: el horror nazi (1033-1945), Anaya, Madrid, pp.91-100.
37
Tercer Reich, alcanzó en su mayor grado de expansión en 1942 dominando la mayor
parte de Europa escapándose a su control únicamente Italia y España, sus aliados y Gran
Bretaña que batallaba sin descanso y provocó el primer gran revés militar de Hitler en la
Batalla de Inglaterra.
5.2 La caída y fin de la II Guerra Mundial
La situación pronto daría una vuelta de tuerca y enfrascada en una guerra de
varios frentes, mermada por la escasez de recursos energéticos, materiales y humanos a
causa de la duración del conflicto, la pérdida de apoyos, estancamiento del frente
oriental y el buen hacer de los Aliados que contaban ahora con el apoyo de EE.UU., el
avance y dominio alemán en la Segunda Guerra Mundial dejó de ser efectivo tras 1942.
El bando Aliado se preparaba entonces para una contraofensiva que les llevaría a
culminar a guerra en suelo europeo y que pasaba por un avance a través de tres frentes.
En 1943, se produce la llegada de fuerzas norteamericanas a Europa que junto al
retroceso de las fuerzas alemanas en el Norte de África y el fracaso de la Operación
Barbarroja y posterior avance soviético por el frente occidental cambiaba el signo de la
contienda. Poco a poco las fuerzas de Eje perdían posiciones y en 1943, tras entrar en
Italia a través del norte de África los Aliados, apoyados por los disidentes italianos y
maquis acababan con el gobierno de Mussolini.
Hitler intentó salvar a su principal aliado, liberándolo de su cautiverio sin
embargo fue un esfuerzo inútil e Italia nunca volvería a ser un aliado de Alemania. Por
otro lado ya se planeaba la entrada por el Norte de Europa que se hizo efectiva en 1944
cuando un desembarco masivo de fuerzas aliadas en Normandía pretendía la liberación
de Francia. Paralelamente los soviéticos continuaban su avance y así, se estimaba que
Berlín caería a finales de ese mismo año pero las previsiones fallaron.
La guerra no culminó hasta el 8 de mayo de 1945, tras una serie de durísimos
combates donde las fuerzas alemanas lucharon hasta a extenuación y llevaron al límite a
sus enemigos, finalmente tras liberar primero Francia y poco a poco el resto de
territorios europeos integrados en el Reichstag llegaron a Alemania acabando con el
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régimen nazi. La caída del nazismo fue muy dura, la población alemana pese a ser
consciente de sus fracasos desde finales de 1942 seguía confiando en una victoria final,
en el NSDAP y sobre todo en Hitler que atrincherado en su búnker no dudó en mandar
al frente hasta el último de sus efectivos disponibles, lo que explica la enorme presencia
de jóvenes y adolescentes, así como ancianos entre las fuerzas alemanas a finales del
conflicto.32
Todo fue posible debido al enorme grado de ideologización y fanatismo
inculcado en el seno de la población que confiaría hasta el final en sus líderes, pese a las
irracionales decisiones de estos, sobre todo el propio Führer que en los compases finales
de la guerra entraría en un estado de histeria y desconfianza irracional, decretando el
cese y ejecución de algunos de sus mejores generales y mandos de guerra. En cualquier
caso, con la toma de Berlín el terror nazi había sido erradicado de Europa y conscientes
de su derrota Hitler y los demás altos cargos del gobierno optaron por huir del país y
ocultarse o el suicidio como hizo el propio Hitler.
32 EVANS, R. J. (2011), El tercer Reich en guerra Ed. Península, Barcelona, pp. 273-427.
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6. El nazismo hoy
Pese a que desde 1945 con su caída en Alemania la ideología nazi no ha vuelto a
alcanzar el poder, sus postulados e ideas persisten y se han globalizado hasta configurar
en el mundo actual diversos grupos e incluso organizaciones políticas conocidos como
neonazis, que tratan de volver a hacer realidad sus expectativas y aplicar dichas ideas en
el seno de la sociedad. Estos grupos o partidos, comparten un interés y admiración por
la obra política del NSPD, la figura de Hitler y niegan o justifican el holocausto y
crímenes cometidos hasta 1945.
Lo primeros ejemplos de grupos afines al nazismo tras su caída fueron
organizaciones secretas como "Die Spinne" o ODESSA, creadas por los propios
miembros del NSPD que trataban de garantizar la huida y asilo a los dirigentes y
personalidades del Tercer Reich, facilitando documentos falsos, una vía de escape
segura y fondos a fin de escapar de la justicia. Como vemos, el nazismo no desapareció
y a lo largo de la segunda mitad del siglo XX y el siglo actual ha pervivido en diferentes
países como minorías hoy por hoy.
En EE.UU. desde 1959 y fundado por George Rockwell encontramos el Partido
Nazi Americano que persiste hasta nuestros y defiende las principales líneas del NSPD,
otro caso destacado son las formaciones políticas europeas como el partido "Amanecer
Dorado" en Grecia, el partido Jobbik en Hungría o Unidad Nacional en Rusia, que se
suman a otros casos en suelo americano, especialmente Sudamérica que desde el pasado
siglo arrastran la formación de partidos como Partido Nuevo Triunfo en Argentina o
Movimiento Nacional-socialista en Chile entre otros.
40
Como vemos la presencia del nazismo en la política es algo constatable a todas
luces a pesar de su caída en 1945, sin embargo donde mayor calado y trascendencia han
tenido las ideas del NSDAP ha sido en ciertos grupos y organizaciones urbanas. Grupos
como la Hermandad Aria, o diferentes corrientes que se agrupan bajo la cultura
skinhead han continuado el legado ideológico adoptando sus ideas, valores y símbolos.
Se manifiestan sobre todo en el ámbito urbano y también tienen cierta presencia en
ámbitos como el deportivo, donde muchas aficiones muestran un lado "ultra" que se
define en ocasiones como neonazi. Son grupos violentos que continuamente perpetúan
crímenes y acciones violentas de carácter racista o político y además se enfrentan a
otros grupos de ideología opuesta causando disturbios y problemas de índole social.
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7. Conclusiones
Tras realizar este estudio y conocer en detalle y a través de diferentes fuentes
este período histórico, podemos obtener una serie de conclusiones que resumen y
explican el desarrollo de dicho proceso y como investigadores nos interesan para
demostrar una comprensión del trabajo analizado.
En primer lugar hay que señalar el importante impacto que tuvo en Alemania y
su gente la I Guerra Mundial cuyas consecuencias nos aportan una primera explicación
al surgimiento de ideas de carácter ultranacionalista y revanchista, pues la Paz de
Versalles fue una total humillación hacia Alemania, que yacía devastada por los
combates. Un ejemplo de ese resentimiento fue el hecho de forzar a los franceses a
firmar su rendición en el mismo vagón en que previamente se había firmado la Paz en
1920.
También hay que destacar que la población alemana fue víctima de sus propias
acciones, pues permitió de manera democrática el ascenso al poder de un partido
autoritario, sin olvidar el factor de la represión y violencia que unido al inapelable
efecto del Crac del 29, terminaron por catapultar al NSDAP al poder. El ascenso del
nazismo fue pues un proceso que sobre todo se explica por la coyuntura política y
económica interna e internacional pues las ideas que defienden toman forma y se
consolidan en el país a raíz de la Gran Guerra y más tarde, ante la ineficacia de la
Republica y los reveses económicos se presentan como una solución a los problemas de
Alemania. Por último en este aspecto, hay que conocer el importante papel que tuvo la
aplicación de la violencia, planificada y dirigida desde el propio partido que se valía de
42
ello para reducir a la oposición y dirigir una sociedad exhausta hacia sus intereses,
encontrando pues aquí otra explicación inapelable.
Dicho esto también hay que valorar la obra política de Hitler y el NSPD en el
poder, desde el punto de vista social y económico para los intereses de Alemania se
llevaron a cabo proyectos, obras y mejoras de carácter público que dotaron al país de un
desarrollo sin precedentes, destacando entre otras cosas la excelente red de carreteras y
autopistas que a día de hoy continua en uso. Asimismo su éxito en el plano económico y
político es innegable desde el punto de vista monetario y exterior, pues se acabó con la
recesión en el país y en pocos años, Alemania pasó a ser un referente económico y una
potencia mundial, que además se hacía respetar en el ámbito diplomático.
Estas mejoras, crecimiento y estabilidad política sin embargo se lograron
sometiendo a la población a unas normas y leyes rígidas y selectivas unidas a un
modelo económico insostenible de no optar por vías belicistas, que derivaron en el
mayor conflicto de la humanidad y mostraron el lado mas cruel del propio ser humano,
cuando se conocieron los entresijos de ese sistema penal y el destino que deparaba a
aquellos que quebrantaban la ley o simplemente por su condición racial o discapacidad
eran eliminados de una sociedad ciega e inconsciente.
En definitiva, la formación del régimen nazi y el Tercer Reich son uno de los
momentos cumbres en la historia y uno de los puntos álgidos que explican nuestro
mundo actual y genera una intensa dedicación de muchos expertos hacia el tema y es
que es esencial que desde las capas más jóvenes de la sociedad se tenga conciencia de
un momento oscuro y aterrador de la historia que puede enseñarnos y concienciarnos a
cerca de errores que no deberían volver a repetirse.
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8. Bibliografía
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