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En Caracas se declara la independencia de Venezuela, el
5 de Julio de 1811. Mas la firma del Acta se fue
realizando en realidad, progresivamente hasta que el 18
de agosto se estamparon las ultimas. El 5 de julio de
1811 la máxima e indiscutible autoridad, por mandato
Divino, era el rey de España, a quien debíamos
obediencia, lealtad y respeto. A partir de ese momento el
Rey se convirtió en símbolo del despotismo, la
arbitrariedad y el abuso.
Palacio de
Justicia de
Caracas 5
de julio de
1811
España dejaba de ser el origen de la civilización y se
transformaba en la responsable única de nuestra ignorancia,
atraso y miserias. El Acta, elaborada por Juan Germán Roscio y
Francisco Isnardi, fue aprobada el día 7 por todos los diputados,
con la sola excepción del padre Manuel Vicente Maya, diputado por
La Grita. Poco a poco la fueron firmando los representantes, hasta
que el 18 de agosto estamparon las últimas firmas. Es por esto que
al referirse a la efeméride del 5 de julio no debe decirse «día de la
firma del Acta de Independencia», porque no es una afirmación
correcta, ese día realmente fue la declaración de la Independencia
de Venezuela.
De esta forma, el 19 de abril de 1810 hubo una proclamación
"popular", mientras que el 5 de julio de 1811 esa proclamación se
declaró formalmente en el Acta, la cual en los días subsiguientes
fue firmada por los representantes de las provincias venezolanas.
De esta forma, el 5
de julio de 1811 el
Congreso Nacional
declara
solemnemente la
Independencia de
Venezuela, «en el
nombre de Dios
Todopoderoso»
histórica, pues la firma del Acta no se llevó a cabo el día 5 de julio de 1811, sino en una fecha posterior. También arranca de comienzos de este siglo, entre 1906 y 1910, el debate - en el cual tuvo igualmente
destacada intervención el historiador larense - acerca de si el Acta de la Independencia que se conserva en
el Arca del Salón Elíptico del Palacio Federal en Caracas debe ser considerada como el original del
documento o como una copia muy valiosa y auténtica, eso sí, del mismo.
Desde que el ilustre José Gil Fortoul llamó la atención acerca del hecho, es ya un lugar común, en la Historiografía Venezolana, afirmar que los célebres cuadros de Juan Lovera y de Martín Tovar y Tovar que representan "La Firma del Acta de la Independencia" no corresponden estrictamente a la realidad
Sin la pretensión de aportar soluciones definitivas,
queremos presentar en las páginas que siguen algunos elementos de juicio que tal vez contribuyan a plantear
dicho problema - o problemas - con mayor claridad, al
deslindar los conceptos de Declaración, Promulgación,
Publicación y Jura de la Independencia, situando, los
mismo en la redacción y firma del Acta, en una secuencia cronológica.
Extracto del Acta de Independencia ...."Nosotros, aquí los representantes de las Provincias Unidas de Caracas, Cumaná,Barinas, Margarita, Barcelona, Mérida y Trujillo, que forman la Confederación Americana de Venezuela en el continente meridional, reunidos en Congreso, y considerando la plena y absoluta posesión de nuestros derechos, que recobramos justa y legítimamente desde el 19 de abril de 1810, en consecuencia de la jornada de Bayona y la ocupación del trono español por la conquista y sucesión de otra nueva dinastía constituida sin nuestro consentimiento, queremos, antes de usar de los derechos de que nos tuvo privados la fuerza, por más de tres siglos, y nos ha restituido el orden político de los acontecimientos humano patentizar al universo las razones que han emanado de estos mismos acontecimientos y autorizan el libre uso que vamos a hacer de nuestra
soberanía". “
"No queremos, sin embargo, empezar alegando los derechos que tiene todo país conquistado, para recuperar su estado de propiedad e independencia; olvidamos generosamente la larga serie de males, agravios y privaciones que el derecho funesto de conquista ha causado indistintamente a todos los descendientes de los descubridores, conquistadores y pobladores de estos países, hechos de peor condición, por la misma razón que debía favorecerlos; y corriendo un velo sobre los trescientos años de dominación española en América, sólo presentaremos los hechos auténticos y notorios que han debido desprender y han desprendido de derecho a un mundo de otro, en el trastorno, desorden y conquista que tiene ya disuelta la nación española".
"Este desorden ha aumentado los males de la América, inutilizándole los recursos y reclamaciones, y autorizando la impunidad de los gobernantes de España para insultar y oprimir esta parte de la nación, dejándola sin el amparo y garantía de las leyes"."Es contrario al orden, imposible al gobierno de España, y funesto a la América, el que, teniendo ésta un territorio infinitamente más extenso, y una población incomparablemente más numerosa, dependa y esté sujeta a un ángulo peninsular del continente europeo"....
Simón José Antonio de la Santísima Trinidad Bolívar Palacios Ponte y Blanco,
mejor conocido como Simón Bolívar, nacido en Caracas, el 24 de julio de 1783,
fue un militar y político de Venezuela, Junto con otros Próceres; contribuyó de
manera decisiva a la independencia de los países como Bolivia, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y por supuesto mi querida
Venezuela. Le fue concedido el título honorífico de Libertador por el Cabildo de
Mérida que, tras serle ratificado en Caracas, quedó asociado a su nombre. Los problemas para llevar adelante sus planes
fueron tan frecuentes que se llegó a afirmar ser “El hombre de las
dificultades” en una carta al general Francisco de Paula Santander en 1825.
La formación educativa de Bolívar fue bastante informal,
considerando que no fue un alumno regular que cursara estudios
desde la educación elemental hasta la universidad. Al igual que
otros muchos ricos y bien educados criollos, él recibió
instrucción de tutores privados en su propia casa. Solamente
durante cuatro periodos en su niñez asistió a una escuela pública
y vivió en la casa de su preceptor Simón Rodríguez. De acuerdo
con su propio testimonio, su educación fue lo mejor que una
persona de su rango podía adquirir en su patria para este
entonces
Allí en Madrid también tomó
lecciones de esgrima, danza y
equitación. Finalmente en un
significativo pasaje, el reconoció su
deuda intelectual con la ilustración
Francesa “Es verdad que yo no he
aprendido la filosofía de Aristóteles
ni los códigos del crimen y del error,
pero el señor Molliens no ha ido tan
profundo como yo en el estudio de
Locke, Condillac, Buifon, Helvetius,
Montesquieu, Mably y los clásicos de
la antigüedad, sean los filósofos,
historiadores, oradores o los poetas;
así como los clásicos modernos de
España, Francia, Italia y algunos de
Inglaterra
En una conocida carta enviada al General Santander, Bolívar ofreció uno de los más claros testimonios sobre su temprana formación. En esa carta, Bolívar trataba de desautorizar a un detractor suyo llamado Molíiens, cuyo testimonio calificó de injusto y falso. El Libertador afirmó en la carta que no era verdad que su educación fuese descuidada, pues su madre y toda su familia hicieron lo posible para que tuviese la formación apropiada y para ello contrataron los mejores maestros del país. En esta misma carta, el agrega que Simón Rodríguez, le enseñó a leer y a escribir, que Andrés Bello le instruyó en el arte de la composición y en geografía, y el padre Andújar un intelectual admirado por Humboldt leenseñó matemática en una academia diseñada especialmente. Después dice Bolívar, fue enviado aEuropa a estudiar idiomas extranjeros ya asistir a la Academia de San Fernando, en Madrid, para mejorarsu aprendizaje de matemática.
Bolívar llegó a Santa Marta el 6 de diciembre de 1830 tras una penosa
travesía por el río Magdalena desde Bogotá y a pesar del buen clima y las
atenciones recibidas, su salud empeoró a los pocos días, teniendo algunos
momentos de lucidez que le permitieron dictar su testamento y su Última
proclama, donde Bolívar gravemente enfermo clamó porque su muerte por lo
menos permitiera la consolidación de la unión y la desaparición de los
partidos. Finalmente El Libertador Simón Bolívar fallece el 17 de diciembre
de 1830, a los 47 años de edad. A la una y tres minutos de la tarde murió el
sol de Colombia, según rezó el comunicado oficial. Los despojos mortales
del Libertador recibieron cristiana sepultura en el altar mayor de la suntuosa
Catedral Basílica de Santa Marta, y en ese sagrado recinto moraron
apaciblemente, hasta diciembre de 1842, cuando fueron trasladados a
Venezuela, cumpliéndose así el mandato de su Testamento.
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