Baudelaire y la poesía moderna
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Estudio de Javier del Prado (Historia de la literatura francesa, Madrid, Cátedra, 1994) sobre Baudelaire como iniciador de la modernidad poética.
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- 1. LA POESA MODERNA Prado, Javier del, coord., Historia de la
literatura francesa, Madrid, Ctedra, 1994.3. 3. 1. Charles
Baudelaire3.3.1.1. Vida y obraJoseph-Franois Baudelaire, ex
sacerdote que haba abandonado los hbitos, se cas en 1797con Jeanne
Janin, con quien tuvo un hijo en 1805, Claude-Alphonse. Despus de
la muerte desu mujer, se volvi a casar en 1817 con Caroline
Dufayis, mucho ms joven que l. De estaunin, naci el 9 de abril de
1821, Charles Baudelaire. A los seis aos, muri su padre (10
defebrero de 1827) y Caroline Dufayis, viuda de Baudelaire, se
volvi a casar, al ao siguiente,con quien sera el odiado padrastro
del futuro poeta, un militar, el comandante JacquesAupick.La
infancia de Baudelaire se desarrollar, pues, segn los destinos del
comandante. En 1830,ya teniente coronel, se le destina a Lyon para
reprimir los motines; all se instala con su mujer ysu hijastro en
1831. A partir de 1832, Baudelaire cursa sus estudios en el colegio
real de Lyon.Cuatro aos ms tarde, el ya coronel Aupick vuelve a
Pars, y Baudelaire ingresa como internoen el Liceo Louis-le-Grand
donde obtiene premios de versos latinos. Es alumno brillante,aunque
poco disciplinado y nada conformista; por estas razones, se le
expulsa en 1839,aunque aprueba el examen de bachillerato superior.
En esa poca, el coronel Aupick esascendido a general de brigada.En
1840-1841, Baudelaire se matrcula en la Facultad de derecho. Al
mismo tiempo, conoce aGrard de Nerval, a Balzac y a otros
escritores del momento. Su vida de estudiante es la de labohemia
dorada, que estudia poco y se divierte mucho. Es la poca en que
Baudelaire tuvorelaciones con una prostituta, Sara, apodada La
Locuchette, quien, segn la crtica erudita,le transmiti la sfilis.
En vistas de que no iba a ser abogado, sus padres intentan que
prospereen el comercio. Para ello, le hacen embarcar, el 9 de junio
de 1841, en un buque rumbo a laIndia. Pero despus de la escala en
Isla Mauricio, el futuro poeta vuelva a Francia. DesdeBurdeos,
escribe a sus padres dicindoles que vuelve siendo otro, ms cuerdo.
Ya es mayor deedad, de modo que cobra la herencia paterna, abandona
la casa de sus padres y se instala, 10quai de Bthume, en la isla
Saint Louis. Conoce entonces a Jeanne Duval, una oscura actriz
delteatro de bulevar, una mulata que ser su amante durante muchos
aos y que inspirar nopocos poemas de Las flores del mal.En estos
aos, escribe sus primeros poemas, colabora en revistas como Le
Corsaire-Satan, conPrarond en el drama Ideolus, escribe artculos
annimos en Le Tintamarre y en los Mystresgalants des Thatres de
Paris. La fanfarlo, una novela corta, no encuentra editor.Sigue
llevando una vida disipada; se cambia varias veces de domicilio,
compra muebles,cuadros, tapices, todos caros, viste de dandy y da
fiestas esplndidas en sus sucesivos pisos. Detal modo que en poco
tiempo ha dilapidado la mitad de su herencia. Sus padres, inquietos
porsu futuro, le someten a las decisiones de un consejo de familia,
figura jurdica que, en
- 2. determinados casos, poda someter a un adulto a una tutela y
administrar sus bienes. El 21 deseptiembre de 1844, el consejo de
familia decidi que, en adelante, percibira una pequearenta mensual
de 200 francos. El notario Ancelle fue el encargado de llevar sus
intereseseconmicos. Baudelaire reaccion violentamente; se sinti
humillado y este sentimiento leacompaara hasta su muerte.En 1845,
conoci a varios artistas y msicos en las fiestas ofrecidas por
Fernand Boissard deBoisdenier, su vecino, y empez a consumir hachs.
Se dedica a la crtica de arte: en abril, sepone a la venta su Saln
de 1845. Las revistas empiezan a publicar poemas sueltos, como Auna
dama criolla ( une dame crole), que luego formarn parte de Las
flores del mal. Sufreuna crisis moral que le lleva a un intento de
suicidio (Me mato porque soy intil para losdems y peligroso para m
mismo). Luego anuncia la publicacin de un libro de poemastitulado
Las lesbianas (Les lesbiennes). Se empiezan a publicar traducciones
de las obras deEdgar Allan Poe. Fascinado, Baudelaire, que no sabe
ingls, aprender lo suficiente para poderleer, y posteriormente
traducir, las obras del poeta americano. Sigue dando a la prensa y
a lasrevistas pequeos trabajos como Seleccin de mximas consoladoras
sobre el amor (Choix demaximes consolantes sur l amour) o Consejos
a un joven literato (Conseils un jeunelittrateur). Se publica
asimismo su Saln de 1846 (Saln de 1846), y dos nuevos poemas,
Elimpenitente (Limpnitent) y A una india ( une indienne) que, en
Las flores del mal sern,respectivamente, Don Juan en los infiernos
[971] (Don Juan aux enfers) y A una malabaresa( une malabaraise).
La fanfarlo se public, en 1847, en el Bulletin de la socit des gens
delettres.Las jornadas de la Revolucin de 1848 (24-26 de febrero)
ven a Baudelaire en la calle, gritandoque hay que matar al general
Aupick. Funda, con Champfleury y Toubin, Le salut public,revista
que tendr dos nmeros. Y el 15 de julio publica su primera traduccin
de Poe, Larevelacin magntica (La revlation magntique) y un poema,
El vino (Le vin). En 1849,descubre y admira a Wagner, que acaba de
estrenar Tannhauser en Paris. El ao siguiente, sepublican tres
poemas suyos en Le magasin des familles, al tiempo que anuncia la
edicin de unlibro de poemas titulado Los limbos (Les limbes): tal
es el segundo ttulo de lo que iban a serLas flores del mal.En 1851,
Le messager de lAssemble publica Del vino y del hachs considerados
como mediosde multiplicacin de la individualidad (Du vin et du
haschisch considrs comme moyen demultiplication de lindividualit)
as como once poemas bajo el titulo anunciado de Los limbos;siguen
varios artculos de crtica, entre los cuales cabe destacar Los
dramas y las novelashonestas (Les drames et les romans honntes),
que aparecen en La semaine thtrale.Despus del golpe de Estado del 2
de diciembre de 1851, que le vio en la calle intentandoluchar en
contra de los golpistas, sigue publicando poemas en La revue de
Paris: Crepsculos yEdgar Poe, su vida y su obra (Edgar Poe, sa vie,
son oeuvre). Hasta 1856, ir traduciendo obrasde Poe de manera
continuada y las ir publicando en diversos peridicos. Admira mucho
aThophile Gautier, que acaba de publicar Esmaltes y camafeos: le
dedicar Las flores del mal.En 1855, escribe Ya que tenemos realismo
(Puisque raIisme il y a), severa condena delmovimiento realista en
el que Champfleury se est ilustrando. En junio, la Revue des
deuxmonde publica dieciocho poemas bajo el ttulo, utilizado por
primera vez, de Las flores del mal.
- 3. Al mismo tiempo, toma apuntes para un libro proyectado bajo
el ttulo de Mi corazn aldesnudo (Mon coeur mis nu), que ha sacado
de las Marginalia de Poe. El 30 de diciembre de1856, Baudelaire
vende al editor Poulet-Malassis un libro de poemas, Las flores del
mal. Muereel general Aupick el 28 de abril de 1857 y el libro se
publica el 25 de junio. Despus de unartculo de Gustave Bourdin en
Le Figaro, el 5 de julio, se embarga la edicin por orden de
laautoridad. Se organiza una campaa de defensa del poeta y de su
obra, pese a la cual, el 20 deagosto, despus de un proceso,
Baudelaire, su editor y el libro son condenados por atentar ala
moral pblica. Tal era la poltica de orden moral del gobierno de
Napolen III: el mismo ao,proceso a Flaubert por Madame Bovary,
aunque fue absuelto.Baudelaire empieza a escribir y publicar
pequeos grupos de poemas en prosa; siguetraduciendo a Poe (Las
aventuras de Arthur Gondon Pym); la Revue contemporaine publica,
enseptiembre de 1858, Del ideal artificial (De lidal artificiel) y
El poema hachs (Le pome duhaschisch). En 1860, firma un nuevo
contrato con Poulet-Malassis para una segunda edicin deLas flores
del mal, aceptable por parte de la censura, enmendada, respecto de
la de 1857,mediante la supresin de los poemas prohibidos, y el
aadido de textos nuevos, como El 18albatros o Sisina. Esta segunda
edicin se public en 1861 sin problemas. Veinte poemas enprosa
aparecen en La Presse en 1862 y, el mismo ao, Swinburne elogia a
Baudelaire en unartculo del Spectator. Poulet-Malassis quiebra y es
encarcelado por deudas. Baudelaire vendeentonces los derechos de
Las flores del mal, de Los pequeos poemas en prosa y de Micorazn al
desnudo al editor Hetzel. Ya ha escrito varios artculos sobre
Delacroix; despus dela muerte del pintor, publica La obra y la vida
de Eugne Delacroix (L oeuvre el la vie dEugne Delacroix) en
Lopinion nationale. Sigue haciendo traducciones de obras de Poe,
ascomo un estudio importante sobre el pintor y dibujante Constantin
Guys, El pintor de la vidamoderna (Le peintre de la vie moderne).En
1864, emprende un viaje a Bruselas para dar una serie de
conferencias, de la que esperamucho para lanzarse y ganar un dinero
del que, como siempre, anda escaso. Desanimado porel poco xito de
su actuacin, enfermo y amargado, toma apuntes para un libro
vengativosobre Blgica. En febrero y diciembre, se publican varios
poemas en prosa bajo el ttulo Elespln de Pars (Le spleen de Paris),
aunque en publicaciones posteriores volver al ttuloanterior de
Pequeos poemas en prosa.En 1866, se edita una coleccin de poemas
reunida por Poulet-Malassis, bajo el ttulo de Losdespojos (Les
paves). EL 15 de marzo, Baudelaire sufre un ataque cerebral en la
iglesia Saint-Loup de Namur. No se repondr de esta hemiplejia, que
se repetir el da 30 en Bruselas; yaafsico, el poeta ser llevado a
Paris, acompaado por su madre, a la clnica del doctor Duval.El
Parnasse contemporain publica quince poemas suyos bajo el ttulo de
Las nuevas flores delmal y La revue du XIXme sicle acoge sus dos
Poemas licntropos (Pomes lycanthropes).Despus de un ao de agona, el
31 de agosto de 1867, muere Baudelaire; la propiedadliteraria de
sus obras fue vendida a subasta. Las publicaron, en siete volmenes,
Banville yAsselineau entre 1868 y 1870.3.3.1.2. Baudelaire poetaEn
el momento en que Baudelaire alcanza los veinte aos, el
Romanticismo est en su
- 4. apogeo: la repblica de las letras cuenta con hombres como
Lamartine, Victor Hugo, Musset,Vigny. Sus obras fueron las lecturas
del joven Baudelaire, aunque su instinto los rechaza comomodelos.
Haba que ser, pues, un gran poeta, sin ser ni Hugo, ni Vigny, ni
Musset ni Lamartine.La obra de Baudelaire deba ser, por tanto, una
respuesta al Romanticismo, a la esttica de1830; se explica que, sin
tener mucho que ver con ellos, Baudelaire simpatizara con el
Parnaso,la escuela del arte por el arte, con Leconte de Lisle en
cabeza, con Banville, Heredia y Gautier.La actitud de Baudelaire,
nica en su poca, antes de prefigurar el Simbolismo, que
serelacionar con l, aparece, pues, como la de sus contemporneos los
parnasianos, como unanecesaria puesta en orden del lirismo fcil,
del canto apasionado, a veces inconsistente yampuloso, que fue el
peor Romanticismo. A la hora de hacer obra de poeta, habr
queolvidarse de los dictados de una inspiracin complaciente y
facilona, para invertir en elestudio, en una obra reflexiva que
debe ms a la elaboracin efectuada a partir de la materiasensible
que a la materia misma.Esta actitud explica que Baudelaire esperara
tantos aos para publicar un nico libro, Las floresdel mal, tras
infinitas correcciones, recelos, dudas, borradores; y los Pequeos
poemas enprosa fueron la pesadilla del Baudelaire enfermo,
arruinado y desesperado por la mala acogidareservada a su poesa:
los trabaj una y otra vez hasta lograr la prosa difana
ytremendamente eficaz que hace de ellos, segn deseo del autor, un
arma ms peligrosa anque la poesa en verso. Pero si Baudelaire se
opone al Romanticismo por su actitud respecto ala labor del poeta,
del mismo modo que se aparta de toda filosofa, de toda moral a
priori, detodo estilo discursivo y de todo didactismo poltico, le
debe al menos en apariencia elsatanismo, moda de los aos 1840, que
le permite abordar el problema central de su obra,el Mal, con una
complacencia que ha sido mal entendida por sus primeros jueces y
por lamayora de la crtica que gusta de echarle la etiqueta de poeta
maldito. Y si Baudelaire seconvierte en el padre de la poesa
moderna, si es capaz de integrar y superar el
Romanticismo,descubriendo, al mismo tiempo, su propia personalidad,
es gracias al descubrimiento de Poe.Baudelaire empez a leer la obra
de Poe hacia 1847. Su admiracin fue inmediata y total: elbalance,
al final de su vida, lo dice bien claro; son cinco volmenes de
traducciones, muchas deellas con introducciones del ms alto inters.
El examen de la obra demuestra que esteentusiasmo debe matizarse y
que ms valdra hablar de coincidencia en lo esencial, que es
lapoesa. Dos grandes personalidades entran en contacto, y el joven
se reconoce, se revela a smismo en el espejo del viejo; como dice
me dedique bastante tiempo a Poe porque nosparecemos un poco. Poe
no ense a Baudelaire la lucidez extrema en el plano tcnico y enel
plano de la inspiracin, sino que le proporcion la confirmacin de lo
que sospechaba; le dioseguridad. Cuando Baudelaire traduce The
poetic principle quiere convencer al pblico de queno es el nico en
pensar as, de que puede haber otra esttica que la romntica y que
elconvencionalismo academicista de los salones.Poe y Baudelaire
desentonan en su pas y en su tiempo. El rechazo de la sociedad
moderna, dela sociedad industrial, del capitalismo salvaje
caracterstico de aquellos [974] aos es comn aambos poetas.
Baudelaire apunta en Mi corazn al desnudo: Acaso hay algo ms
absurdoque el Progreso, ya que el hombre, como lo demuestra la
experiencia diaria, siempre es elmismo, es decir, que no existe
sino en el estado salvaje? Qu son los peligros de la selva y dela
gran pradera al lado de los choques y de los conflictos diarios de
la civilizacin? Que elhombre abrace al inocente engaado en los
bulevares o mate la presa de un flechazo en las
- 5. selvas impenetrables, acaso no es el mismo hombre, el hombre
eterno, es decir, la msperfecta de las fieras? Se comprende que el
pensamiento del poeta est enteramentedirigido, como lo ser en
Blgica, en contra de la Francia del Segundo Imperio, la Francia
deldinero, de las ambiciones frustradas, de los burgueses
arrogantes, del pueblo laborioso ypeligroso; es la Francia que
condena a poetas y a novelistas, ignora a Stendhal, desconfa de
lainteligencia y convierte a Victor Hugo el smbolo de la
oposicin.Otro punto de contacto importante con Poe es la aprehensin
de la realidad bajo un ngulonuevo, adecuado para sorprender al
lector y dar alcance filosfico a su obra. Se trata de haceremerger
un mundo que encierra toda la realidad posible ms all de lo
inmediatamentedescifrable: una exploracin exhaustiva del ser y de
sus circunstancias, que se ha dado enllamar supernaturalismo, y que
Baudelaire cultiva, a su manera, despus de Balzac, de Nerval,y de
todos los visionarios modernos: Swedenborg, Mesmer, Goethe y
Goeffroy de Saint-Hilaire.Si Baudelaire admira a Poe es tambin por
el insaciable anhelo espiritual que manifiestaconstantemente y que
Baudelaire comparte con l. Debe eliminarse la imagen moralizante
deun Baudelaire depravado, vago, lascivo y blasfemador; Baudelaire
fue un joven al que el placery la diversin le atraan; fue uno ms de
los jvenes artistas de su generacin, alegre ydespreocupado, tal y
como salen en La Bohme de Murger y luego de Puccini. Era
unadolescente emancipado, que disfrutaba de su recin estrenada
libertad y caa, comocualquiera, en todas las trampas de la
facilidad. Pero Mi corazn al desnudo revela unBaudelaire piadoso,
sumiso ante Dios, humilde y respetuoso, animado por una fe ardiente
einsaciable, por un deseo de salvacin del que habr que acordarse al
leer su obra. Poe yBaudelaire han recorrido juntos el sendero que
lleva a Dios y a la belleza. Es al mismo tiempopor la poesa y
merced a la poesa, por la msica y merced a la msica como el alma
vislumbrael esplendor que se esconde ms all de la tumba; y cuando
un exquisito poema hace brotarlas lgrimas en los ojos, estas
lgrimas no son la seal de un deleite excesivo, sino ms bien
lahuella de una melancola irritada, de un postulado de los nervios,
de una naturaleza exilada enel mundo imperfecto y que quisiera
apoderarse sin ms demora, en esta misma tierra, de unparaso
revelado.Entre Poe y Baudelaire hay que concebir una comunidad
espiritual y esttica que teje entrelos dos poetas una visin comn
del mundo y de la obra de arte, que se nutre a la vez de
lasaspiraciones ms generosas, ms humanistas, y tambin de la
concepcin pesimista delhombre y de su maldad natural, su
mediocridad, su hipocresa y su ceguera.3.3.1.3. Los temas de la
poesa de BaudelaireUno de los clichs ms trillados considera a
Baudelaire como el poeta de la vida moderna, elprimero que se
interesa por las ciudades. S lo es ser para decir hasta qu punto
detesta laciudad tentacular, que, para l, es el lugar geomtrico de
la desgracia humana. Y el campo novale mucho ms. No ser nunca el
eterno globe-trotter entusiasmado por las locomotoras y latcnica
moderna. Sus viajes son imaginarios, pero sus sufrimientos son
reales. Baudelaireaparece como poeta en medio del mundo por
repulsin, no por adhesin; y por esta razn elmundo le rechaz.
- 6. No tiene mucha mejor opinin de la sociedad burguesa a la que
reprocha su mojigatera y suhipocresa, su egosmo, su cinismo, en una
palabra su falsedad engreda. Baudelaire detest auna sociedad que no
entenda a Watteau y a unos franceses que, segn dice, se
parecantodos a Voltaire, enemigos de las rosas, enemigos de la
poesa. Su actitud de dandy sirvepara establecer distancias, para
intentar distinguirse, alcanzar en el aspecto ms exterior
ysuperficial aquella perfeccin que le obsesiona; es el ltimo lance
heroico en las sociedadesdecadentes; ser, pues, una actitud
asctica, un ejercicio espiritual de alto coste pues reducea la ms
total soledad- que edifica una barrera entre el mundo inaceptable y
el ser dolido, conel riesgo de que caiga en la apata, en lo que
Baudelaire llama su pereza. Ser la imagenconcreta de su angustia
vital, parlisis y prdida de las facultades humanas de quien
estinmerso en un mundo desproporcionado, en el que todos los
valores espirituales han sufridoinflacin, el trueque y la
deformacin, la especulacin que nos aleja del innocent paradis
desamours enfantines. El satanismo, el cantar, suscitar el Mal,
desvelarlo por doquier es otramanera de establecer distancias: el
poeta, lcido, no suscribe el consenso, no se vela la fazpdicamente;
dice con claridad lo que todos quieren callar.Lo que engendra el
spleen est escrito en el primer verso del libro: el pecado, el
error, laidiotez, la avaricia, y la lista no es exhaustiva. Es el
mundo moderno, el hombre moderno, losvalores modernos, en una
palabra, la desilusin del hombre de una generacin cuyos
padreshicieron la Revolucin para algo ms que para matar al rey y
proclamar la repblica y quecontempla, consternada, a qu infierno se
ha llegado. Cuando el poeta se pregunta qu soy?,se reconoce, como
dice Poulet, un hombre, un ser degenerado que en medio de su
propiavillana se descubre poeta, es decir, aquel que puede decir,
proferir, la bajeza y los sueos deideal.A este siniestro espacio
humano se superpone rpidamente un espacio teolgico: en Lasflores
del mal se habla a menudo de pecado y cuando no se habla se huele.
Es un espacio queinclina al hombre hacia lo ms bajo y por el que
todos resbalan con mayor o menor rapidez; unespacio sin horizonte,
uniformemente gris, que incita a la claustrofobia: el cielo bajo y
pesadopesa como losa Baudelaire dice la tapa de un puchero y nos
aboca al abismo, es decir, a laimposibilidad de escapar de la
condicin humana, del pecado, del error, de la avaricia, de
lahipocresa, etc... Quien no haya pecado nunca que arroje la
primera piedra.Naturalmente, en este universo carcelario, bastante
comn en los dems romnticos, y sobretodo en Hugo, se vislumbra la
luz, se postula la trascendencia, un Ideal capaz de contrarrestarel
spleen. Aunque el Ideal queda como un mero sueo, una aspiracin
intima, algo remoto quese concibe y que nunca se alcanzar. De modo
que la vida se presiente llena de sufrimientosirremediables porque
el remordimiento pesa ms que los mejores propsitos, y las
faltascometidas excluyen cualquier expiacin futura. Esta postura
permite hablar de la actitudjansenista de Baudelaire, finalmente el
ms pesimista del siglo.En su mundo, la belleza es de piedra, la
belleza alcanzable, propia de las mujeres, ser siempredegradada,
testimonio, en el presente, de la imposibilidad de preservar [976]
la pureza delpasado. Existen remedios: dormir, no estar, dormir sin
soar, pues el despertar es msdoloroso si se ha revisado la realidad
sondola. Y despus viajar, que no es exotismopintoresco, sino
neurtico deseo de estar siempre en otro sitio que aquel en el que
est. El
- 7. viaje baudelairiano es siempre imaginario, indefinido,
incierto y precario. Los viajeros deverdad son aquellos que parten
por partir Es la imagen de una agitacin interior, untormento que no
cesa jams, un desasosiego constante: la vida del poeta. Luego no
habrpaisajes concretos ni horizontes precisos: vagas palmeras,
perfumes, movimientos mecedores,un autntico retorno al claustro
materno. El atardecer, como el alba siniestra, son momentosde
lentas transformaciones, insensibles agonas en las que la
sensibilidad enfermiza del poetase regocija, proclamando, como harn
mucho ms tarde los surrealistas, la radical inutilidad detodo. Si
frente al mundo moderno se estructura una geografa onrica del pas
extico,lujuriante y clida, por el que pasean pulposas mujeres
criollas, no pasa nunca de ser un Ednprofano, huidizo, como la
belleza, y que no tiene futuro.As, las imgenes de infinito, el mar,
los ojos de los gatos o las nubes que pasan, no se brindanjams como
un espacio que se podra recorrer, sino como la imposibilidad de
cualquiertrayecto, la confirmacin cruel del encarcelamiento del
hombre en los parmetros de sucondicin.En cuanto a la mujer, no es
siquiera la Musa del poeta, como es norma. Adems de la madreadorada
y odiada a la vez, fueron cuatro las amantes relevantes: Sarah, la
iniciadora; JeanneDuval, la mulata; Marie Daubrun, y la presidenta
Sabatier, las dos dulces rubias; yprobablemente muchas ms, que no
contaron tanto. Baudelaire tiene con ellas dos posturasopuestas.
Hay una mujer abominable, que llama la mujer natural, es decir,
sometida a lanaturaleza, esclava de sus instintos de posesin, de
maternidad: es el retrato ms escandalosode la degradacin ms
paulatina del ser. Es la vieja de los grabados de Goya que dice
qutal?; la arruga es peor en el rostro femenino. De modo que la
mujer es semejante a un relojque desgrana minutos y segundos,
siniestra cuenta atrs que recuerda constantemente el pasodel tiempo
y que, por aadidura, se permite ser frvola. Culmina en el poema Una
carroaen que se dan cita todas las imgenes de la femineidad
terrible, las harpas y los monstruos, lamiseria de las viejecitas,
la crueldad de las furias, y la despiadada actitud de las madres
tridas.Otro modelo que ofrece de la mujer es la imagen como espejo
de sensualidad; es la que inspiraamor carnal y permite vivir
siempre ebrio, fuera de uno mismo, en medio de olores, sedas
yvapores; stas subyugan, como la droga; ofrecen un smil de
infinito, suficiente vitico para eltrnsito terrenal. Y, el tiempo
de una ilusin, permiten alcanzar la unin de los
contrarios,autorizan la alquimia espiritual, que anhela el poeta
que clama: Me diste tu fango y lotransform en oro.Habr, pues, aqu
tambin, una doble postulacin, hacia la pureza, el sacrificio y la
luz, por unaparte, y hacia las tinieblas, el dolor, el pecado y el
egosmo, por otra. La figura de la Madona,amante y madre a la vez,
ocupa un lugar ambiguo en este espacio femenino, donde
florecernveladamente todas las fantasas sadomasoquistas, hijas de
un Edipo nunca bien resuelto. Estaamante-madre se tornar serpiente,
pual, smbolo flico, que, para el psicoanlisis, significaque un
complejo de castracin ronda el texto y explica el spleen. Aunquese
puede leer algoms. Detrs de la relacin neurtica con la madre, el
fantasma del texto materializa, a travsde la escritura, la idea de
que el poeta es la madre de su obra, que ha de morir al mundo
para[977] apoderarse de su propia madre, la lengua materna, y
producir as lo que el hombrepuede perder, la virilidad, el poema,
como quien da a luz y reproduce el drama del propio
- 8. nacimiento. En este sentido, la edicin de 1857 se parece a
un aborto, al parto de un hijomuerto. Y si este hijo ha sido creado
gracias a la relacin incestuosa con la lengua materna,el ltimo
gesto, el ms eficaz, es el de la tortura, clavando los siete puales
de la Madona.Tales son los arcanos de la creacin literaria.3.3.1.4.
Las flores del malEl libro condenado en 1857 era un volumen muy
pensado, construido hasta en sus menoresdetalles, especialmente en
cuanto al orden de los poemas, con una intencin que el
hiloconductor dejaba entrever progresivamente. La condena del
tribunal obligaba a suprimirvarios poemas y desfiguraba el
conjunto. La edicin que prepar despus, y que se public en1861,
contaba con treinta poemas ms, que modifican en profundidad el
orden inicial, puesvarios textos de la primera edicin han cambiado
de sitio, de modo que el libro definitivohaba perdido buena parte
de su sentido inicial. La crtica est dividida: durante muchos
aos,pens que haba que dar la edicin de 1861, argumentando que era
la ltima revisada porBaudelaire; pero pasaba por alto que esta
revisin no obedeca a una voluntad de mejora, sinoa una necesidad de
adaptacin. A Baudelaire se le exiga que suavizara sus intenciones,
queaprendiese a disimular un poco ms, a poner, como se estilaba
entonces, hojas de parra a susestatuas y a pintar desnudos
femeninos sin vello. Por otra parte, adems de ser una tentativade
salvacin del libro, la edicin de 1861 plasma un grado de madurez
mayor y no se puededesechar. Tampoco es razonable decir, como
pretenden otros, que la nica versin solvente esla de 1857, porque
se eliminan, entre los treinta poemas aadidos, algunos de
importanciacapital.Luego estn Las nuevas flores del mal y Los
despojos, colecciones de las que no se puede sabersi, en una versin
posterior, Baudelaire no las hubiese integrado al conjunto inicial.
Lacomplejidad del asunto es, pues, enorme. Un criterio ponderado,
que es un mal menor, estomar como base la edicin de 1861, sin
perder de vista la de 1857, recogiendo, a manera dedespojo exigido
por la sociedad, los textos condenados en anexo. Pero no se pueden
solaparlas dos ediciones.Considerado de esta manera, el libro
empieza por un poema dedicado al lector que, como seha dicho, es un
verdadero discurso del fiscal Baudelaire dirigido al hipcrita
lector, susemejante, su hermano, y cuya finalidad es introducir la
nocin de spleen. Le sigue la seccinSpleen e Ideal que cuenta con
ochenta y cinco poemas en los que se desgrana la
irreductibleoposicin entre las aspiraciones ms nobles del hombre y
la irremediable atraccin que el Malejerce sobre l. La seccin
siguiente, Cuadros parisinos, introduce el tema de la gran ciudad,
esdecir, de la modernidad, que se aade al Spleen inmanente y lo
hace ms real, ms presente:se ve al poeta, azorado,presa de un pnico
interior que slo la actitud de dandy permitedisimular; en esta
seccin estn los dos crepsculos, el de la noche y el de la maana,
quecierra la seccin con la imagen Por sus tareas rotos volvan los
noctmbulos, que sirve detransicin hacia la seccin siguiente, El
vino. Los noctmbulos huyen de la realidad, como losborrachos, los
drogados y todos los soadores de ideal para los cuales la realidad
esinsoportable. Son los pobres, los asesinos presa del
remordimiento, los [978] solitarios,hurfanos de amor, y los amantes
que huyen hundindose en su propia sensualidad. Pero esta
- 9. huida no est exenta de consecuencias y lleva a cultivar Las
flores del mal, ttulo de la cuartaseccin y del libro mismo.All, la
sensualidad se cifra en el desolador cuadro de dos lesbianas
(Mujeres condenadas), elViaje a Citerea conduce al pie de una horca
en la que se balancea un cadver y concluyeconestos versos: Ah,
Seor!, concededme el valor y la fuerza / de contemplar mi alma y
micuerpo sin asco. La seccin siguiente, Rebelin, enteramente
escrita antes de 1843,pertenece a la ms pura tradicin romntica del
poeta satnico y tenebroso. Comprendepoemas tan provocadores como La
negacin de San Pedro, cuyo ltimo verso San Pedro harenegado de
Jess... Y ha hecho bien! no es menos blasfemo que el ltimo dptico
del poemasiguiente, Abel y Can, que dice: Raza de Can, sube al
cielo, / y arroja a Dios sobre la tierra.Petrus Borel y sus amigos,
los licntropos, solan confundir a Dios con un tirano, pero no es
laidea esencial. Cuesta hacer comprender que, como dice Klossowsky,
todo Sade es amor, y, delmismo modo, resulta difcil hacer admitir
que Baudelaire es un poeta religioso que clama alCielo porque el
cielo no contesta. El hurfano, en pos de un padre espiritual, slo
tiene aSatn, a quien pide, en las Letanas de Satn: Apidate, oh
Satn, de mi larga miseria!porque es el Padre adoptivo de esos que
en su clera negra / Dios Padre del Eden terrenal haexpulsado,
imagen en la que se vuelve a percibir la nostalgia del paraso
inocente de losorgenes.Despus, slo queda la incierta esperanza de
la muerte, que da su ttulo a la ltima seccin dellibro. Una muerte
en la que vuelven a darse cita los amantes, los pobres y los
artistas y queconcluye con el largo poema, capital, titulado El
viaje, en el que Baudelaire pasa revista a todassus experiencias y
desazones para acabar deseando realizar el ltimo viaje, porque nos
hastaesta tierra; y slo queda hundirnos, Cielo, Infierno, qu
importa?, / al fondo de lo ignoto,para encontrar lo nuevo. El ltimo
verso del libro, que parece una luz encendida, una puertaabierta
hacia otro mundo y otra vida, es, en realidad, el ms desesperado
del libro: bien sabeBaudelaire que poca novedad puede depararle el
no ser. Cualquier cosa, en cualquiersitio,mejor que el Tedio. Para
l, el fin del sufrimiento no es el principio de la felicidad.
Coneste verso empieza la reflexin moderna, la de nuestro siglo,
sobre lo absurdo, y confiere a laobra un alcance metafsico que no
supieron interpretar los jueces que le condenaron. Estaperspectiva
sita a Baudelaire en la tradicin de los grandes poetas de la
condicin humanaque tienden a retratar la existencia como un
infierno dantesco. De hecho, la edicin de 1857puede leerse como un
criptograma donde crticos como Jean Richer han credo descifrar
variasseries de crculos infernales a la manera de Dante. En efecto,
el spleen, el amor culpable, lalujuria y la muerte, forman cuatro
crculos por los que vamos bajando irremediablemente; seaaden la
esperanza del paraso que es el ideal de amor y arte del poeta, el
purgatorio deldolor.La seccin Spleen e Ideal comporta a su vez
siete crculos, que no se superponen exactamentea los siete crculos
dantescos ni a los siete planetas del sistema solar, sino que se
inspiran enambas estructuras. Se puede observar tambin que el nmero
inicial de poemas era de cien, yque Baudelaire insisti mucho en que
su nombre de pila figurase slo como inicial en laportada, tal vez
para recalcar el simbolismo totalizador de la centena. Se observan
tambingrupos numricos de siete y once poemas, similares a los de la
Divina comedia. Finalmente, no
- 10. puede pasarse por alto que el libro empieza [979] por El
pecado, el error... y acaba con elhastiante espectculo del inmortal
pecado. De modo que si Baudelaire no imita a Dante,como tampoco a
Poe, coincide con l.Luego estn los smbolos astrolgicos, los siete
planetas del sistema solar, a los cuales seaade, a veces, la
Tierra. Hay, pues, un ciclo del Sol en el que dominan las imgenes
de luz, quecomprende los once primeros poemas; la luz se opone cada
vez ms al dolor y a la melancolapropias de Saturno: Oh Dolor, oh
Dolor! Come el Tiempo a la vida... y nos llevan hacia lastinieblas
y el olvido. El segundo ciclo es el de la noche y de la Luna, el de
los hijos humanos dela noche, los sueos y los recuerdos que los
engendran. Culmina con el xtasis de amor que enla noche se reconoce
a s mismo, hasta que se dramatiza a los pies de esa gigante
cuyosinmensos pechos, hasta ahora acogedores, sugieren el tema,
propio del ciclo siguiente, de laVenus libitina, la Venus infernal
de los romanos; es la parte ms morbosa del libro, ya queevoca todo
un universo de formas horribles. Es el ciclo de la carroa, de la
juda repulsiva, delos gatos inquietantes y misteriosos, a los que
se oponen los sueos de ideal y de amor exentode pecado. Concluye
este grupo con Armona del atardecer, un texto tmidamente solar
queda paso al ciclo de Mercurio: es un grupo dinmico, que evoca los
viajes y los deseosinsatisfechos, todas las neurosis que nos minan,
y nos hacen ser el Heautontimoroumenos, elverdugo de nosotros
mismos. La va est despejada para volver a Saturno.En el ciclo
siguiente, el ms baudelairiano del libro, estamos en contacto con
lo ms hondo dela desesperacin humana, que ilustra magistralmente la
serie de opemas titulados Spleen; esel mundo del sol negro, el de
Nerval y el de los humoristas lcidos. All se roza la locura,
ltimorefugio.El ltimo ciclo es el de la Luna y del Limbo; ah estn
los dos crepsculos, las tristezas de laLuna y naturalmente la
msica. Es el ciclo de los recuerdos que permanecen en la memoria
delcosmos, tal y como se pueden leer en los Cantos XV a XVII del
Purgatorio de Dante. Latrayectoria de Spleen e Ideal sigue una lnea
dominante nocturna y depresiva. Por un lado elSol, la Venus
celestial y Mercurio; por el otro, la Luna, la Venus libitina,
Saturno y nuevamentela Luna. No hay ciclo de Marte ni de Jpiter,
que son astros conquistadores y guerreros,monarcas de un mundo que
el poeta ni quiere ni puede avasallar.Nerval haba inscrito
simblicamente su carta astral en El desdichado y en Artemis, dos de
sussonetos; parece que Baudelaire hizo lo mismo en la seccin Flores
del mal de la edicin de1857, y, por lo tanto, el texto encierra
muchos ms misterios de los que, a primera vistaparece.Se ha
observado, por ejemplo, que cada ciclo est dominado por un sistema
voclico fijo, quecorresponde a la aplicacin de teoras musicales que
Villiers de lIsle Adam supo reconocer. Porotro lado, la serie
planetaria, estructurada por estas agrupaciones voclicas
peculiares, recubreotras series o setenas, como la de los pecados
capitales anunciados en el poema liminar yrepresentados por siete
animales simblicos. Y cuando Baudelaire celebra a los faros,
sietegrandes artistas, aplica la teora de las sinestesias
anunciadas en el poema Correspondencias,asociando planetas,
colores, vocales y notas musicales. Rimbaud recordar esta manera
decodificar el mundo en su famoso soneto Vocales.
- 11. En sus Notas nuevas sobre E. Poe, Baudelaire confesaba que
conceba la tierra como [980]reflejo del cielo, lo cual invita,
efectivamente, a ver inscrito el destino personal en los astros,
ainscribirlo, a su vez, en la obra; de este modo, el pasado, el
presente y el futuro estnpredestinados y se comprende el
abatimiento, no siempre tan digno como el de los ansenistas,de
quien descubre lo irremediable del destino. Baudelaire era Virgo;
es el smbolo universal dela femineidad; aparece en la Biblia con la
expresin (nigra sed pulchra) y ms de una vez enlos versos del
poeta. Tambin abundan los emblemas de la femineidad inquietante, de
lavirgen negra: lo cual explica la obsesin de Baudelaire por las
mujeres de piel cetrina, JeanneDuval, la Malabaresa y, en el
principio, Sarah, la juda bizca.Finalmente, hay que tomar en
consideracin la esttica del oxmoron que, a su vez, tambinestructura
la obra y que el poema liminar utiliza para describir el Tedio,
monstruo delicado.Es tambin la oscura claridad que dimana del astro
nocturno, del ojo de los gatos y de todaslas mujeres que fascinaron
a Baudelaire. Este uso del oxmoron, mucho ms frecuente enBaudelaire
que en cualquiera de los dems poetas de su tiempo, llev a pensar en
unaconexin entre la poesa de Las flores del mal y una tradicin
esotrica gnstica, queBaudelaire hubiese conocido a travs de un
texto hermtico traducido al francs en el sigloXVI, el Pomandres. Se
podr descifrar la obra de Baudelaire siguiendo los planos
estructuralesde la Gnosis: el del dualismo metafsico y tico, el del
dualismo suavizado por la posibilidad deuna redencin (gracias a la
mujer) y, finalmente, por la afirmacin de la individualidad,
esdecir, en trminos junguianos, la unificacin de la experiencia
propia y del cosmos, experienciapropiamente mistica, que, ms all
del pesimismo, se puede leer en el ltimo poema, El viaje.Siguiendo
esta perspectiva, se comprender mejor por qu Baudelaire inaugura
lamodernidad. Estas tres instancias gnsticas echan por tierra el
mito romntico por excelencia,el de Prometeo, gracias a quien se
poda esperar el fin de Satn, desenlace triunfal del dramade la
civilizacin. Segn este punto de vista, los contrarios no coinciden,
sino que seintercambian; Satn se convierte en Jess, Prometeo
triunfa, el hombre es un dios gracias a laciencia y al progreso. En
Las flores del mal el poeta sigue siendo un ser superior, pero es
uncaro pattico e irrisorio, cuyas alas de gigante le impiden
caminar; su universo es a la vezcerrado e infinito, y su existencia
es un drama que comporta cuatro aspectos principales,reiteradamente
identificados por Baudelaire. El primero es el de la alteridad, es
el tema deldoble tenebroso:Venus, las mujeres, o aquel que se
descubre otro a medianoche. El segundo actualiza ladualidad vivida
segn un modelo atractivo y repulsivo a la vez: Pandora, fuente de
placer y dedesastres.Un tercer tema interioriza, mediante el acto
potico, la dualidad que le obsesiona. Es la figurahermtica por
excelencia, que confiere al texto las caractersticas del
hermafrodita, msfecundo para s mismo porque es estril hacia fuera,
como el hijo de Hermes y de Afrodita;para lo cual hay que pagar el
precio de la soledad y de la incomprensin de los dems: ahempieza el
poeta a ser maldito. El cuarto tema es consecuencia directa de los
anteriores:postula la iniciacin y la transformacin del fango en oro
puro. Al final de la empresa, ya noqueda lugar para la proyeccin
hegeliana del Mal, sobre el cual, segn crea, podan crecer
lashumanas flores; la flor es el Mal, del mismo modo que la vctima
es el verdugo; la herida, elcuchillo, y Dios, el Demono. Esta vasta
empresa de coincidencia de los contrarios que anhela
- 12. emular a Hermes, arma al poeta con el tirso, emblema del
mediador que requieren los tiemposmodernos. Ser capaz de realizar
en s mismo todos los oxmoros posibles. Y su corazndolorido,
verdadero atanor de alquimista, es el crisol en el que el mundo
celestial se funde conel terrenal, el bien con el mal, la muerte
con la vida.Las cosas no son siempre tan sencillas y, poco a poco,
se ve que la magia no es bastantepoderosa para redimir al hombre y
al mundo a la vez. Slo queda la nica gloria permitida alhombre,
descubrir la conciencia del Mal, sin la cual nadie puede
convertirse en artista. Paraadquirirla, habr que bajar a los
infiernos del alma, donde se sufre el vrtigo de la nada. No sepuede
leer a Baudelaire a partir del voluntarismo positivista que nos
suele habitar, so pena deno entender nada. Baudelaire, que no se
salv ni del alcohol, ni de las drogas, ni de la nada quecierra
trgicamente el libro, en busca de lo Desconocido y de lo Nuevo,
inscribe finalmente laequivalencia del Cielo y del Infierno, del
bien y del mal. Estas dicotomas ya han dejado de sertales, son
mixtos, rebis de alquimista, piedras losofales, que, como el
sufrimiento, permiten latransformacin, a la que permanecer ajeno
quien no emprenda el viaje y la aventura de lalectura del libro,
sin prejuicio de escuela, para descubrir, al final de la propia
noche, la luz deldestino personal.[][982]3.3.3. La poesa
simbolista3.3.3.1. El universo simbolistaEl ltimo tercio del siglo
ve multiplicarse las escuelas, los grupos, las capillas poticas,
con unavitalidad slo comparable con su efmera existencia. Es una
comodidad de manual pretenderque hubo una escuela simbolista que
sucedi al Parnaso para liquidar el Romanticismo de unavez. Paul
Valry escribe: Lo que se dio en llamar el Simbolismo se resume muy
simplementeen la intencin comn a toda una familia de poetas (por lo
dems enemigos entre s) derecuperar lo que era suyo a costa de la
msica. Y Georges Rodenbach nos ofrece unadefinicin ms clara: La
poesa simbolista es el sueo, los matices, el arte que viaja con
lasnubes, que domea los reflejos, para el que la realidad no es ms
que un punto de 26 partida yel papel mismo, una dbil certeza blanca
a partir de la cual poder lanzarse hacia simas demisterio que estn
arriba y que atraen. As, despus del materialismo, del positivismo,
de larazn razonable, de la impasibilidad de los parnasianos, le toc
la hora al individualismo, alidealismo, a la intuicin, la
vacilacin, la fantasa, la fluidez, y tambin a unas armonas
mssutiles si no ms logradas. El arte del simbolista pretende
representar con la realidad todo elmisterio definitivo que encubre.
Con todo, el Simbolismo protest tambin en contra de lavida moderna,
y pretendi desvelar los misterios del ms all cayendo en no pocas
ocasionesen las tentaciones del esoterismo y de las sociedades
ocultistas y secretas que florecieronentonces: Rosa-Cruces, por
ejemplo. Y si Simbolismo viene de smbolo, postula el manejo deun
material atemporal en el que confluyen mitos y ritos, fbulas y
leyendas, sueos yalucinaciones psquicas, que hacen del poema el
nico medio viable para expresar estados denimo.
- 13. Para este programa, haba que definir una esttica adecuada.
El Simbolismo, gran enemigo delNaturalismo, es potico por esencia;
la poesa es un canto interior, [983] que es, al mismotiempo, una
epistemologa de la realidad autntica, incompatible con la rutina,
la accin y lasociedad. Como experiencia del absoluto, como
idealismo creador, la poesa simbolista estmuy cerca del
Romanticismo alemn, pues busca una explicacin onrica del universo a
travsde una metafsica experimental, la praxis potica. El lenguaje
ser la nica va de acceso a loirracional y, en este sentido, los
simbolistas preparan la va a los surrealistas ms de lo queestos
reconocieron jams. Es el mundo del pensamiento analgico, de las
iluminacionesreveladoras.Poco a poco, como har Mallarm, el poeta
deja la iniciativa a las palabras, antes sonidos ymsica que
sentido. La confluencia de la msica y de la poesa, en tiempos del
mejor Wagner,produjo, pues, buen nmero de melodas, respondiendo as
al dictado de Verlaine: Msicaante todo.Frente a la naturaleza, el
poeta slo distingue apariencias, vagas y vaporosas, parecidas a
loscuadros impresionistas en los que las cosas no existen en s,
sino slo en la medida en que seperciben. El poeta es entonces el
que nombra y profiere el mundo sensible; es la posicininversa a la
del Romanticismo de Lamartine: la naturaleza ya no inspira estados
de nimo, sinoque el poeta expira su alma en la naturaleza. Mallarm
dice que no hay que nombrar losobjetos, sino sugerirlos poco a
poco, tejiendo un misterio que es la esencia misma del smbolo,y
Verlaine aade que el smbolo es la metfora, la poesa misma.Esta
esttica del misterio preservado usa una lengua que ha dejado de ser
difana y sencilla,que gusta de hurgar en los detalles, de mezclar
ideas, de urdir frases de sintaxis perversa, deacoplar palabras
contra natura para crear una confusin, que es la imagen de la
analogauniversal ms que la del rechazo del sagrado cartesianismo,
gloria de la mente clsica francesa.La ruptura con el Parnaso fue
tambin una ruptura con el diccionario, la gramtica y la sintaxis,ms
declarada en unos que en otros. Pero al mismo tiempo devolvi al
lector un papel activodel que se le haba privado casi siempre: la
lectura plural es as una creacin del Simbolismo. Elcultivo del
enigma llev fcilmente al verso abstruso, a veces oscuro, para
disimular su vacode sentido, que slo se podr achacar a los peores
decadentes y raras veces a los grandesnombres de los sucesivos
simbolismos que habr que distinguir.Sin que haya abandono total de
la prosodia clsica, cabe remarcar que el Smbolismo cultivcon
especial inters el verso libre (H. de Rgnier, Verhaeren, por
ejemplo). El verso libre seconceba hasta entonces como el uso de
distintos metros en un mismo poema, como en lasFbulas de La
Fontaine, para dar fluidez y ritmo a la poesa. Ahora se utilizar el
verso librepara alcanzar un grado mayor de variaciones meldicas, de
inefable inconsistencia de laexperiencia evocada, y la mayor
libertad de expresin que la poesa francesa haba conocidohasta
entonces. Versos ms largos de lo normal, sin rima, impares, hasta
de diecisiete pies,obligan a poner el acento sobre el ritmo de
clusulas ms cortas. La cuestin del verso libre diolugar a numerosas
discusiones, no siempre de buena fe. Despus del verso, se liber la
estrofa,que, segn Gustave Kahn, nace del primer verso. Y la estrofa
crea el poema, en definitivasegn las necesidades expresivas del
poeta y ya no en funcin de una forma predeterminada.Sin rechazar
las formas antiguas, de las que todos usaron con mayor o menor
libertad, los
- 14. simbolistas probaron suerte con el verso libre y debe
decirse, para su mayor gloria, que sloestaban de acuerdo en un
punto: la calidad de la obra. No hubo uno sino varios
simbolismossucesivos, a veces con otros nombres. Se distingue un
perodo preparatorio entre 1875 y 1885.A partir de 1886, la
publica[984]cin de manifiestos y textos tericos, la consolidacin
deperidicos como Le dcadent littraire et artistique de Anatole
Baju, da consistencia al grupode los Decadentes que aparecen como
una escuela del Simbolismo; todos profesan unRomanticismo lnguido y
neurtico que sazonan con las brumas del norte, en el caso de
lospoetas de la joven Blgica, sea con todas las patologas soadas de
una mente desasosegada.1886 es el ao del prlogo (Avant-Dire) de
Mallarm al Tratado del verbo ( Trait du verbe), deRen Ghil, y el
Manifiesto del simbolismo, de Moras; en la Revue wagnrienne se
insiste enlas relaciones entre poesa y msica. Luego se multiplican
los artculos tericos y las revistas:La Plume, Entretiens politiques
et littraires, Mercure de France, La Revue Blanebe,LErmitage. Hacia
1890, el maestro indiscutido de toda esta efervescencia es Mallarm.
Sinembargo, esta dinmica ser de corta duracin; muy pronto los
simbolistas se reconvierten ala poesa social (Ghil, Stuart
Merrill), al misticismo alucinado de la naturaleza y de las
grandesciudades (Verhaeren), al populismo de Jehan Rictus, al
musicismo d Jjean Royre; la tradicinde Mallarm revivir en el joven
Valry y en Andr Fontainas, mientras Verlaine emular
variasgeneraciones lricas y religiosas: Charles Gurin, Francis
Jammes. Hasta Paul Claudel se apoyaen el Simbolismo para imponer
una visin catlica que desplace el wagnerismo imperante.
Losalimentos terrenales (Les nourritures terrestres), de Gide, el
naturismo de Saint-Georges deBouhlier, el humanismo de Fernand
Gregh y la Escuela Romnica de Jean Moras se lo debentodo al
Simbolismo.Entre las publicaciones que pesaron en esta gran
aventura de la poesa, cabe sealar Lospoetas malditos (Les potes
maudits), de Verlaine. Son los poetas absolutos, desconocidos desu
tiempo: son Tristan Corbire, Rimbaud y Mallarm en 1883, Marceline
Desbordes-Valmore,la poetisa romntica, Villiers de lIsle Adam y l
mismo, en 1884. Se leer una caricaturadivertida del decadentismo en
Las deliquescencias de Ador Floupette (Les dliquescencesdAdor
Floupette, 1885), de Henri Beauclair y Gabriel Vicaire, donde se
denuncia la facilidaddel manierismo morboso y el culto de lo
artificioso en una sociedad carente de espiritualidad.Todos, como
demostr Marcel Raymond, estaban preocupados por la forma en s, de
modoque tendan a utilizar el smbolo como un estmulo del
pensamiento, un armazn que habaque vestir; faunos, sirenas, cisnes,
damas de la noche desfilan hierticos y parecen esperar, aveces, que
el poeta les diga lo que tienen que hacer. A falta de saberlo, los
cubre de joyas, sedemora en los detalles, y refina hasta lo
insoportable; este gusto revive en las modas retro y seprolonga
hasta muy avanzado el modernismo. Pero los mejores poetas que
surgen de estemovimiento no caen en estos defectos.