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Universidad Michoacana de San Nicolás Hidalgo
Facultad de Arquitectura FAUM
ARQUITECTURA DE LAS CULTURAS ANTIGUAS
CONVENTOS EVANGELIZADORES DEL SIGLO XVI EN MICHOACAN
PROFESOR: DR. RAMON SALVADOR MEDINA LOPEZ
INTEGRANTES DEL EQUIPO:
LUGO HERRERA JULIÁN
VARGAS BRAVO PATRICIO ENRIQUE
VILLA CORTEZ VIANEY GUADALUPE
SECCION 1 GRUPO 2
2 SEMESTRE
MORELIA, MICH. MAYO DE 2014
2
ÍNDICE
INTRODUCCION…………………………………………………………………..… 3
ANTECEDENTES
EUROPEOS………………………………………………………………………..…..4
EVANGELIZACION………………………………………………………………..….6
CONCEPTO DE CONVENTO…………………………………………………….....7
ORDENES MENDICANTES………………………………………………………....7
SITUACION Y PANORAMA HIDRAULICO EN MICHOACAN ANTES Y
DESPUES DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES Y LAS ÓRDENES
MENDICANTES……………………………………………………………………...12
ARRIBO DE LAS ORDENES MENDICANTES A LA NUEVA ESPAÑA Y LA
LLEGADA DE ESTAS A MICHOACAN……………………………………………15
LA EDIFICACION DE LOS CONVENTOS EN LA NUEVA ESPAÑA…………..20
EX CONVENTO DE SANTA MARIA MAGDALENA EN CUITZEO
MICHOACÁN…………………………………………………………………………24
EX CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE SAN BUENAVENTURA EN
MORELIA, MICHOACÁN……………………………………………………………39
EX CONVENTO DE SAN AGUSTIN DE SANTA MARIA DE GRACIA EN
MORELIA, MICHOACAN……………………………………………………………55
BIBLIOGRAFIA……………………………………………………………………….77
3
INTRODUCCIÓN
El presente escrito da cuenta y relata el proceso de evangelización que
sufrieron los indígenas en el continente americano en el siglo de la conquista.
Para llevar a efecto la evangelización y llevarla al éxito se vio la necesidad de
construir los edificios necesarios para la conversión de los naturales. Estos
edificios son los conventos que son el objeto de nuestro estudio y se
diseminaron en gran parte de la Nueva España en el siglo XVI. Estos
conventos en el momento de su construcción ya obedecían a un diseño que se
tenía implantado en Europa. En nuestro caso particular de estudio nos
centramos en los conventos construidos en el estado de Michoacán y las
órdenes mendicantes llegadas al estado en ese siglo, siendo la orden
franciscana la primera en llegar a Tzintzuntzan en 1527 para comenzar sus
trabajos en los pueblos de la rivera del lago de Pátzcuaro, los segundos en
arribar fueron los agustinos al pueblo de Tiripetío para de ahí adentrarse a la
región de tierra caliente.
El propósito de estudiar los conventos es para poder entender y comprender
como se da la simbiosis constructiva entre lo regional y lo español de los
sistemas constructivos e hidráulicos que utilizaron para dichas edificaciones.
La riqueza conventual del estado de Michoacán es muy extensa, producto que
durante la evangelización nos aportaron arquitectónicamente.
Se hará mención de los sistemas hidráulicos y constructivos que fueron
empleados para dar una solución a los distintos problemas planteados por la
necesidad de utilizar el agua de manera racional y constante en los conventos
franciscanos y agustinos Michoacán virreinal por lo que debido a la necesidad
de abastecimiento del agua, la mayoría de los centros políticos y religiosos de
Mesoamérica se desarrollaron alrededor de zonas lacustres o próximas a ellas.
4
ANTECEDENTES EUROPEOS DE LOS CONVENTOS DEL SIGLO XVI
La cantidad de los monasterios en el siglo XVI en Michoacán es muy
considerable, dichos monasterios fueron producto de los esfuerzos y
conocimientos de dos universos culturales: los indígenas conquistados y los
españoles conquistadores. Pero dichos monasterios no fueron un invento en el
siglo de la conquista, sino que tras de ellos ya traían un largo tiempo de
evolución en Europa, siendo en la Nueva España el último lugar donde se
utilizó para difundir la conversión de los indígenas al decir de los españoles la
verdadera fe, es decir, la evangelización, término que definiremos más
adelante.
Cuando el monacato llego al Nuevo Mundo, ya era milenario. Es pues
importante señalar su amplia experiencia previa en el diseño de los espacios
requeridos para su modo de vida específico. De los primitivos monjes Carlos
Chanfón Olmos señala lo siguiente:
“A los primeros monjes ermitaños o anacoretas les bastaba una cueva o una
humilde choza. Pero a medida que paso el tiempo, la vida religiosa se
diversifico, se estructuro y creó una tradición que incluyo espacios y
habitabilidad específicos. Un paso importante se dio cuando los grupos de
ermitaños en el oriente cercano desarrollaron la costumbre, práctica, de reunir
sus chozas en un mismo paraje y rodearlo de un muro perimetral que los
protegiera de ladrones, de animales, de visitas indeseadas, así apareció la vida
religiosa en común, a la vez que surgió el nombre de cenobita para el monje y
cenobio para el conjunto arquitectónico. Iniciado este cambio, pronto surgieron
en los conjuntos de chozas los edificios comunes para el servicio de todos, a
saber, la capilla, el refectorio, la biblioteca, etc.”.
El plano de Sank Gallen, es el documento más antiguo que se conoce que data
entre años 817 y 830. Es una hoja de pergamino de 77 x 112 cm, formada por
cinco piezas cosidas para dar el tamaño total. Contiene los croquis de los
edificios necesarios para un monasterio típico de la época Carolingia (siglos
VIII y IX). Es una gran planta de conjunto donde los objetivos de cada
estructura arquitectónica y las funciones de cada uno de los locales, así como
su equipamiento básico, están indicados. Este es el antecedente Europeo
documentado más remoto que se conoce de los conventos que nos ocupan.
De todos los elementos contenidos en el plano de Sank Gallen, los encerrados
en el área central, constituida por el templo, el claustro y sus servicios, se
conservaran a través de los siglos medievales desde el periodo carolingio
(siglos VIII y IX), hasta el renacimiento, en que perdieron vigencia. Este partido
arquitectónico, documentado ya a principios del siglo IX, vino a tener en
América su última expresión, cuando ya en Europa había caducado. Los
5
ejemplos novohispanos sin embargo, extraordinariamente ricos en calidad y
cantidad, construidos en algo más de medio siglo, conservaron fielmente el
partido arquitectónico carolingio, aunque lo complementaron con elementos
especiales mesoamericanos que les dan genuina individualidad. El siguiente
antecesor de nuestros conventos es el monasterio de Cluny, fundado en el año
910 por el abad Berno de Baume. Desde el punto de vista arquitectónico, Cluny
creo el conjunto monacal más grande del que se tiene memoria. En su
meteórico desarrollo, amplio su templo en varias ocasiones. Las dimensiones
de su templo conventual solo han sido superadas por la Basílica de San Pedro
del Vaticano, De modo que ahí se inició el desarrollo de las técnicas para
construir grandes naves cubiertas por bóvedas de cantería labrada.
Citeaux conocido en castellano como Císter, apareció a finales del siglo XI
como reacción a la política de Cluny que había penetrado en los altos círculos
del poder. Los impulsores del movimiento Cisterciense querían recuperar el
aislamiento del mundo exterior y la dedicación a la oración, el estudio y el
trabajo manual agrícola. Fue en las obediencias o establecimientos rurales
secundarios cistercienses que aparecieron en las capillas conventuales de una
sola nave con ápside poligonal que serían comunes en la Nueva España.
6
LA EVANGELIZACION
Según el mismo Hernán Cortes la razón principal de la conquista era la
implantación de la fe cristiana entre los indígenas por los que solicito el envió
de frailes a las nuevas tierras conquistadas.
El 23 de junio de 1524, en una campaña organizada mendicante, que contaba
con el apoyo del estado español y de la Iglesia Católica Romana, al entrar a la
ciudad de México aquel grupo de doce franciscanos, encabezados por fray
Martin de Valencia.
El 2 de julio de 1526, llegan a México un grupo de misioneros dominicos
encabezados por fray Tomas Ortiz, de los doce misioneros que vinieron 5
fallecieron en la capital, cuatro se regresaron a España quedando únicamente
fray Domingo de Betanzos, fray Gonzalo de Lucero y el novicio Vicente de las
Casas.
El 22 de mayo de 1533, llegan a la capital de la nueva España los primeros
siete agustinos encabezados por fray Francisco de la Cruz, vicario provincial
fray Gerónimo de San Esteban, fray Juan de San Román, fray Agustín de la
Curuña, fray Juan de Oseguera, fray Jorge Ávila, y fray Alonzo de Borja. Estos
misioneros fueron los terceros en orden de llegar a México.
Se fundaron las diócesis de Tlaxcala, México, Michoacán y Oaxaca. Cada
fraile, al llegar, se imponía dos tareas: aprender una o varias lenguas indígenas
y conocer las costumbres locales relacionada con el culto a los antiguos dioses.
La labor principal de los misioneros fue implantar la fe cristiana entre los
naturales por medio de la prédica, la preparación de catequistas, la redacción
de doctrinas o catecismos y a la administración de sacramentos como el
bautizo y el matrimonio. Congregaron a los indígenas en nuevas poblaciones,
construyeron conventos, capillas, templos, construyeron caminos, puentes y
acueductos, crearon hospitales y escuelas donde se enseñaban diversos
oficios, defendían a los nuevos cristianos de los abusos de los encomenderos y
registraron las costumbres e historia de los antiguos pueblos indígenas.
En otras palabras un natural o indígena era evangelizado cuando a este se le
bautizaba convirtiéndole a la religión católica, haciéndole abandonar sus
antiguas creencias.
7
CONCEPTO DE CONVENTO
Convento es el producto arquitectónico destinado a difundir los sacramentos,
evangelios o buenas nuevas de la religión católica a los conquistados. Los
elementos principales de los conventos del siglo de la conquista son los
siguientes: el templo de una sola nave con cubierta de bóveda de cañón
corrido, viguerías o techumbres a dos aguas; lo que es propiamente el
convento el cual consta de los diferentes locales, a saber: claustro porticado de
dos o una planta, dependiendo del tamaño del lugar a evangelizar, las salas
capitulares, de profundis, sacristía, capilla, cocina, refectorio, celdas, huerto y
atrio, el cual también sus dimensiones estaba en función del tamaño de la
localidad a evangelizar; todo ello destinado a relacionarse entre sí para el
correcto funcionamiento del convento.
ORDENES MENDICANTES
Las órdenes franciscana, agustina y dominica, fueron las encargadas de
ejercer la campaña evangelizadora de la Nueva España en el siglo XVI. Las
primeras órdenes mendicantes que llegaron a la Nueva España fueron la
franciscana y la dominica, años después llego la orden agustina.
Origen de la orden Franciscana
Durante el siglo XII, y sobre todo en los siglos XIII y XIV, hubo en la Europa
occidental una incipiente decadencia del sistema medieval que prevalecía
hasta ese entonces. Los dos grandes esquemas de gobierno que centraban el
poder, el Papado y el Emperador, entraron en una profunda crisis e
inestabilidad política debido al paulatino surgimiento de los Estados nacionales
y al debilitamiento de los señores feudales en el ámbito económico, de manera
que el nuevo grupo social de los burgueses adquirió mayor importancia junto
con el desarrollo del comercio, las prácticas bancarias y crediticias, y el
crecimiento de las ciudades.
En este tiempo surgieron algunos movimientos heréticos que se opusieron a la
situación en que vivía la jerarquía eclesiástica, inspirados en el deseo de
justicia social.
Estos y otros movimientos ya no se inspiraban en motivos teológicos, sino más
bien morales, por lo cual fueron hundiendo sus raíces en el pensamiento
utópico de una sociedad pura sin contaminar.
Por ello la fundación de las Órdenes mendicantes de franciscanos y dominicos
tuvieron como uno de sus objetivos más importantes contrarrestar los embates
heréticos y ayudar a encauzar las conciencias de la población.
8
La aparición de los movimientos mendicantes dio lugar a una amplia y profunda
renovación de las bases de la espiritualidad del Cristianismo medieval, al
tiempo que proporcionó un nuevo camino de organización material y de
mentalidad para acometer un impulso reforzado de evangelización en la
sociedad del Occidente europeo.
El franciscanismo se propagó rápidamente por Europa, Asia y hasta África en
los siglos posteriores, iniciándose la expansión desde las expediciones
realizadas por San Francisco hasta las de sus discípulos a China, la India,
Persia, Mesopotamia, Armenia y Palestina.
Las Órdenes mendicantes se establecieron principalmente en las ciudades
pues era ahí donde había una mayor concentración de la población y donde se
podían elaborar modelos de comportamiento que poco a poco se extenderían a
las zonas rurales aledañas.
Su predicación de carácter popular poco a poco se convertiría en eco de las
preocupaciones más importantes de los sectores sociales a los que dirigían su
mensaje.
La Orden mendicante de los franciscanos fue fundada por Giovanni
Bernardone, mejor conocido como San Francisco de Asís (1182–1226), y
aprobada por el Papa Inocencio III (1198–1216) en 1209, para ser ratificada por
Honorio III (1216–1227) en 1223. Después de su conversión espiritual San
Francisco de Asís dedicó su vida a predicar, a servir y a vivir en la pobreza
junto con un grupo de doce discípulos, a los cuales condujo de Asís a Roma
para pedir la bendición papal que aprobara el rigor de vida que el grupo
pretendía llevar. Sin embargo, el Papa les dio la bendición con la condición de
que obedecieran los preceptos eclesiásticos y que eligieran a un superior, el
cual fue el mismo San Francisco. Obtuvieron asimismo permiso para residir en
una pequeña capilla llamada de Santa María de los Ángeles en el monte
Subasio, perteneciente a una abadía benedictina.
Con el correr de los años, la Orden crecía en número de seguidores
procedentes de todos los grupos sociales. Como ésta no contaba con una
organización ni con un noviciado de manera formal, además de que el número
de discípulos aumentaba y que las enseñanzas se difundían con mucha
rapidez, se hizo evidente que el simple ejemplo de San Francisco no
representaría un argumento de bastante peso como para aplicar una disciplina
entre sus miembros. De aquí que en 1223 el Papa Honorio III promulgó la
Segunda Regla Bulada y así se consolidó la Orden como tal, contando de esta
manera con algunos estatutos y una reglamentación oficial que sus miembros
tendrían que cumplir. De igual manera surgió la idea de la construcción de los
conventos para albergar a los franciscanos que se comprometían al
cumplimiento de dicha regla.
9
Tras la muerte de su fundador los franciscanos se dividieron en dos grupos de
diferente tendencia: los conventuales y los espirituales. Los primeros fueron
partidarios de una pobreza relativa, de un compromiso sólido con la sociedad, y
aceptaron que los conventos pudieran poseer riquezas, fruto de donaciones y
de rentas. Mientras que los otros, más radicales, se mantuvieron fieles a los
aspectos más rigurosos de la vida en pobreza absoluta, siguiendo al pie de la
letra las enseñanzas de San Francisco.
El Papado, por su parte, se inclinó más por los conventuales a quienes permitió
el uso moderado de los bienes de la Iglesia, además de darles la oportunidad
de consagrarse como sacerdotes en la estructura eclesial y en los órganos de
poder, con cierta autonomía de los obispos y sus jurisdicciones. Asimismo se
promovió su presencia en las universidades de las ciudades más importantes
de Europa.
Ya para el siglo XVI el mundo europeo, y más en concreto la Corona española,
fijó su atención en las tierras americanas que poco antes se habían descubierto
para el año de 1492, con la finalidad de colonizarlas y evangelizar a sus
pobladores. Nuevamente la oportunidad de expansión de la Orden franciscana
se haría notar, ya que dichas tierras representaban un campo fértil para poder
llevar a cabo los proyectos utópicos de la vivencia de la pobreza evangélica
desde sus conventos. Y de esta manera fueron algunos miembros de dicha
Orden los primeros en asentarse de manera formal en la Nueva España para
realizar su labor evangelizadora.
Origen de la orden de San Agustín
El 16 de diciembre de 1243, el papa Inocencio IV emitió la bula Incumbit nobis
invitando numerosas comunidades eremíticas de Toscana a que se unieran en
una sola orden religiosa con la Regla y forma de vida de san Agustín. El marzo
siguiente, 1244, los ermitaños tuvieron el capítulo de fundación en Roma bajo
la dirección del cardenal Ricardo degli Annibaldi y se llevó a cabo la unión. Así
comenzó la historia de la Orden de San Agustín.
El Papa ordenó a los ermitaños toscanos que eligieran un prior general y que
formalizaran unas constituciones. Desde entonces empezaron a ser conocidos
como Ermitaños de la Orden de San Agustín.
La tradición monástica aceptada por los eremitas en 1244 tiene sus más
tempranas raíces inmediatamente después de la conversión de S. Agustín en
Milán, cuando él y algunos de sus amigos regresaron a su nativa Tagaste,
abandonaron sus posesiones y comenzaron una vida de oración y estudio
como "siervos de Dios":
Tú, Señor, conformas a los hombres mentalmente para vivir en una casa...
Juntos estábamos, y juntos, pensando vivir en santa concordia, buscábamos
10
un lugar más a propósito para servirte y juntos regresábamos a África (Conf. IX,
8).
Ordenado sacerdote en el 391, Agustín consiguió un huerto en Hipona donde
mandó construir un monasterio para su comunidad de hermanos. Más tarde
escribió la Regla, inspirada en la comunidad cristiana de Jerusalén:
Ante todo, vivid en la casa unánimes, teniendo una sola alma y un solo corazón
orientados hacia Dios (I, 2).
Cuando le consagraron obispo de Hipona eligió residir en su casa episcopal,
pero continuando la vida comunitaria con su clero. Más tarde erigieron, dentro
de la ciudad, un monasterio para mujeres, constituyendo así tres formas de
vida religiosa agustiniana: masculina, que abarca religiosos laicos y clérigos, y
la femenina.
El ideal agustiniano se extendió a otras partes de África. Algunos de los
hermanos fueron ordenados obispos y llevaron su anterior monacato a otras
iglesias locales. En el siglo V había aproximadamente 35 monasterios en África
inspirados en la vida agustiniana.
Entre los años 430 y 570 fue introducido este estilo de vida en Europa por los
monjes que huían de la persecución de los vándalos. Hacia el 440
Quodvultdeus de Cartago la llevó a Italia, cerca de Nápoles. En el 502 san
Fulgencio de Ruspe llegó a Cerdeña. Donato y otros veinte monjes la
introdujeron en el sur de España por el 570, y es posible que algunos monjes
llegaran a Francia.
La abundancia de antiguos manuscritos de la Regla de san Agustín muestran
un constante interés por ella durante la edad Media. No obstante esto, quedó
ensombrecida durante más de tres siglos por otras reglas, particularmente la de
san Benito. La Regla de san Agustín aparece nuevamente puesta en práctica
en el siglo XI en Europa como base para la reforma de monasterios y capítulos
catedralicios. Fue adoptada por los canónigos regulares de la abadía de San
Víctor de París, los Premostratenses y los Canónigos de Letrán.
Un ulterior desarrollo se produjo el 9 de abril de 1256 con la bula Licet
Ecclesiae catholicae del papa Alejandro IV. El Papa confirmó la unión de los
Ermitaños del Beato Juan Bueno (Regla de san Agustín, 1225), los Ermitaños
de San Guillermo (Regla de san Benito), los Ermitaños de Brettino (Regla de
Ssan Agustín, 1228), los Ermitaños del Monte Favale (Regla de san Benito), y
otras congregaciones más pequeñas con los Ermitaños Toscanos, dentro de
"una profesión y regular observancia de la Orden de Ermitaños de S. Agustín".
La Gran Unión se llevó a cabo en en convento romano de la fundación toscana
de Santa María del Popolo, nuevamente bajo la dirección del cardenal
Annibaldi, con delegados que vinieron da cada convento. Lanfranco Septala de
11
Milán, anterior superior de los Ermitaños de Juan Bueno, fue el primer prior
general de la Orden, que abarcaba 180 casas religiosas en Italia, Austria,
Alemania, Suiza, Países Bajos, Francia, España, Portugal, Hungría, Bohemia e
Inglaterra.
La Unión de 1256 fue un paso importante en la reforma de la vida religiosa de
la Iglesia. Por ello el Papa intentó poner fin a la confusión que se originaba por
el excesivo número de pequeños grupos religiosos y canalizar sus fuerzas
espirituales en un apostolado de predicación y cuidado pastoral en las naciones
ciudades de Europa. Los Agustinos ocuparon su lugar como frailes
mendicantes junto a los Dominicos, los Franciscanos, y, poco después, los
Carmelitas.
El Movimiento mendicante del siglo XIII fue una respuesta revolucionaria a una
situación también revolucionaria. La unidad de la Iglesia estaba amenazada
otra vez por la herejía. Nuevos retos surgieron por los cambios sociales y
económicos en la sociedad. Los frailes fueron enviados directamente a los
centros de desarrollo comercial para predicar a las crecientes clases instruidas
y llevar la espiritualidad evangélica al pueblo.
De esta manera, la identidad espiritual de la Orden tuvo dos fundamentos. El
primero en la persona de san Agustín de quien recibió sus ideas sobre la vida
religiosa, especialmente la importancia de la búsqueda interior de Dios y de la
vida común. La segunda fue el Movimiento mendicante por el que la Orden de
San Agustín llega a ser una fraternidad apostólica.
12
SITUACION Y PANORAMA HIDRAULICO EN MICHOACAN ANTES Y
DESPUES DE LA LLEGADA DE LOS ESPAÑOLES Y LAS ÓRDENES
MENDICANTES
El agua es y ha sido elemento esencial en la vida y desarrollo de toda especie
existente en la naturaleza.
Dos siglos anteriores a la conquista las civilizaciones habitantes en el nuevo
mundo ya contaban con una tradición y tecnología hidráulica, los tarascos
constituyeron una de las culturas más importantes de Mesoamérica. Antes de
la llegada de los españoles, Tzintzuntzan era la capital del imperio purépecha.
En el caso de los purépechas, que han sido entre las culturas afortunadas, que
se han emplazado dentro de un paisaje envidiable. Temperatura agradable,
lluvias equilibradas, tierras fértiles, ríos y lagos de aguas cristalinas. Como el
lago de Pátzcuaro, el más importante de la región y la capital purépecha fue
Tzintzuntzan, ciudad en donde se concentraron los elementos sacerdotales,
militares y artesanales.
Los purépechas, al habitar en una tierra plena de agua, hicieron de ella un
elemento importante de su mitología.
En la mitología purépecha, el agua está relacionada con las cinco deidades de
la lluvia, las Tirípemencha que son hermanas del Dios del fuego Celestial,
Curicaeri y cuyo nombre significa en purépecha “agua divina o preciosa”.
Desde esta cosmovisión el agua tiene un origen divino, ya que mantiene una
relación muy estrecha con el Dios celestial creador, con las deidades de la
lluvia y con la Diosa de la Tierra. Para los purépechas, el sacrificio era un
elemento necesario para poder realizar sus peticiones a los dioses, uno de
éstos, fueron los realizados en las fuentes de agua; esto con la finalidad de que
nunca faltara el vital líquido
Además de dicha tradición tenían un respeto y relación con su medio ambiente,
aprovechando los cuerpos de agua que tenían a su disposición, para su
desarrollo social.
A la llegada de los frailes se encontraron en una situación hidráulica que la
describían así:
...En Tzintzuntzan había un huerto con sistema de riego... En la zona central
del imperio tarasco, en la que podían ubicarse la región lacustre de Pátzcuaro y
la Meseta, había agricultura de riego y humedad vinculada en huertos con
frutales de tierra fría y hortalizas, es ahí donde hay menciones a conducciones
de agua mediante canales o canoas de madera desde una fuente “lejana”
hasta el centro del poblado y su diversificación a través de la cuadrícula de la
zona habitacional-huertera.
13
Fray Francisco de Ajofrín mencionaba que referente a la laguna de Pátzcuaro
que “es mayor que la de México, y ventajosa en la dulzura de sus aguas,
siendo aquellas salobres. Es de profundidad tan considerables, que permiten
transitar canoas, soportando éstas considerable carga y a veces se levantan
olas terribles como las del mar”. Además según las crónicas de Michoacán se
menciona que el contorno de dicha laguna, eran quince las leguas en total. En
consecuencia de la escasez de las tierras planas junto al lago, las tierras
agrícolas eran pocas, por lo cual “...ingeniosos habitantes comenzaron a
transformar su hábitat e hicieron terrazas de cultivo en las laderas de la
montaña, y con este recurso aumentaron considerablemente las áreas
agrícolas”.
El riego para las terrazas se vuelve un reto por lo que tuvieron que desarrollar
un sistema de irrigación.
En Cuitzeo, según las crónicas mencionan que la laguna de Cuitzeo, era muy
grande y había crecido mucho por las vertientes de los cerros que la rodeaban
y así no era muy profunda. De tal forma que su “circuito era de más de veinte
leguas; toda su orilla esta avecindada de pueblos; Cuitzeo es la principal de la
cual toma nombre; a éste pueblo lo asila y solo le deja salida por el norte, toda
se navega en canoas”.
De esta laguna se alimentaban los indios, por la gran cantidad de pescadillo
charari, y aprovechaban el recurso hídrico para el desarrollo de la agricultura.
El agua además de ser un recurso necesario para la supervivencia de las
civilizaciones, también tenía un valor simbólico, tanto para los nativos como
para los frailes mendicantes.
Tanto en la religión prehispánica como en la cristiana, el agua tiene un
simbolismo parecido, íntimamente ligado a la vida, la pureza y la purificación de
las culpas.
Los conventos los cuales fueron el lugar para sustentar el espíritu, fraternizar y
descansar después de grandes correrías misioneras, debido a la necesidad de
evangelizar aun gran número de pueblos, por lo que para lograr su misión
requirieron del vital líquido y por lo tanto edificaron diversas obras hidráulicas
para cubrir las necesidades de su tiempo y contexto.
Los frailes hacen una tarea importante de evangelizar y colonizar las tierras, y
todo lo que conlleva a esto. Su criterio fue enseñar a los pobladores a vivir en
policía, término empleado para indicar la manera que ellos deseaban que se
viviera en los pueblos, respetando sus reglas, además hicieron mejoras del
entorno y la productividad de las tierras ambas apoyadas por la ingeniería y
particularmente por la ingeniería hidráulica.
14
Con la tecnología y técnicas constructivas de los españoles a su llegada al
Nuevo Mundo, se dio paso a la creación de nuevas soluciones constructivas
conjuntas entre frailes constructores e indios nativos que se materializaron en
la arquitectura del agua propia para estos conventos.
La Tecnología hidráulica realizada por los frailes es diversa y completa, se
encuentran por ejemplo canalizaciones de agua para suministro, obras de
captación de agua de lluvia, molinos de diversos tipos, sistemas de riego y
mejoras territoriales, entre otros. Los proyectos hidráulicos se encuentran en
dos campos; los que cubren las necesidades básicas y los que mejoran las
características productivas de una región. Es por esto que el presente trabajo
se enfocará, a los de primera necesidad; a los de que tienen que ver en general
con toda obra de conducción, captación, almacenaje y desalojo de aguas, que
diseñaron los frailes e indígenas en los conventos objeto de estudio.
En Tzintzuntzan antigua capital de Michoacán erigieron los franciscanos, su
primer monasterio, desde donde difundieron sus ideales espirituales, hacia los
pueblos de indios concentrados en torno al lago de Pátzcuaro, por su parte los
agustinos en Cuitzeo erigieron su convento y llegaron a ser dueños de todas
las tierras de la región.
Debido a la necesidad de abastecimiento del agua, la mayoría de los centros
políticos y religiosos de Mesoamérica se desarrollaron alrededor de zonas
lacustres o próximas a ellas.
Así lo hicieron algunas de las mencionadas órdenes ubicándose cerca de estos
cuerpos para su abastecimiento, pero otras emplazaron en lugares estratégicos
donde pudieran desplazarse para realizar su misión
La participación de los indígenas en la construcción de los sistemas hidráulicos
fue más allá de ser simplemente con la mano de obra, ya que con base a
experiencias previas contribuyeron al diseño y concepción. Éstos se identifican
mediante la lectura de los sistemas y técnicas constructivas, permanencias y
aportaciones nativas y españolas en los conventos considerados unidades de
análisis, Agustinos y franciscanos en Michoacán.
15
ARRIBO DE LAS ORDENES MENDICANTES A LA NUEVA ESPAÑA Y LA
LLEGADA DE ESTAS A MICHOACAN
Después de la conquista militar de México-Tenochtitlán en 1521 Hernán Cortés
manifestó en su cuarta carta de relación su inquietud y preocupación por los
caminos que se debían adoptar para la conversión y evangelización de los
naturales recién conquistados. En esta carta pedía al rey Carlos I que le
enviara algunos religiosos para emprender el mencionado proceso.
Esta petición no representó otra cosa más que el intento de conseguir una
justificación de la empresa de conquista realizada ante la monarquía española
y el papado. Sin embargo, gracias a la inquietud de Cortés, se comenzaron a
hacer algunos preparativos para responder a esa necesidad.
Los doce misioneros llegaron a San Juan de Ulúa, en las costas de Veracruz,
el 13 de mayo de 1524, desde donde realizaron el viaje a pie y descalzos,
caminando sesenta leguas. La primera recepción que les hicieron tuvo lugar en
Texcoco el 12 de junio del mismo año. Parece ser que se hospedaron en el
mismo lugar que sus tres precursores flamencos. Al paso del tiempo, la ciudad
de México, Texcoco, Huejotzingo y Tlaxcala, se convirtieron en los primeros
centros de evangelización franciscana, cada uno de ellos se encargaban de la
atención de algún distrito determinado. México atendía al valle de Toluca y al
reino de Michoacán. Cuautitlán a Tula y Jilotepec; Textoco a Otumba,
Tepeapulco, Tulancingo y todo el territorio que seguía por aquella parte hasta
el mar del norte. Tlaxcala visitaba la región de Zacatlán y Jalapa, con sus
respectivas serranías. Y Huejotzingo, atendía a Cholula, Tepeaca,
Tecamachalco, toda la Mixteca y la región de Huaquechula y Cítela. En la
medida que iban llegando más misioneros, fue acrecentándose el número de
establecimientos y la fundación de conventos por toda la Nueva España. Para
el año de 1525 llegarían los primeros franciscanos a tierras michoacanas.
Durante el proceso de conquista y con la llegada de los 12 primeros
misioneros, bajo la dirección de Fray Martin de Valencia, dio inicio en 1524, la
misión evangelizadora de la nueva España, el ingreso de la orden franciscana
a Michoacán, fue la respuesta a la invitación hecha por el último gobernador,
indígena de Michoacán Cazonci Tanganxoan.
Los franciscanos se distinguieron por predicar la pobreza de vida conventual,
durante su expedición evangélica, se expandieron de norte a sur, fueron entre
las órdenes religiosas, los que tuvieron un contacto más amplio y largo con los
indígenas, siguiendo la forma de vida del iniciador San Francisco de Asís
comprometiéndose a llevar una vida itinerante, pobre y sencilla, por lo tanto sus
edificaciones representaban su ideología, en la sencillez y sobriedad.
Los franciscanos, ocuparon la periferia de la región tarasca, puesto que las
cuatro zonas que la componen se encontraban ya a cargo de los franciscanos.
16
Para ello fundaron provincias en las zonas donde realizaron estas empresas.
Para el siglo XVI los franciscanos erigieron la provincia de San Pedro y San
Pablo en 1565.
En el siguiente cuadro se muestra el año de fundación de los conventos:
Los límites geográficos del obispado de Michoacán al momento de su
conformación suscitada en el siglo XVI eran: al norte con la diócesis de
Guadalajara, al sur con el océano Pacífico, al oeste con el Arzobispado de
México. La extensión de su territorio abarcaba los estados que hoy conocemos
como Michoacán, Guanajuato, Colima, así como una porción de San Luis
Potosí, Tuxpan, Jalisco y Tetela del Río en el estado de México. Esta
circunscripción dependió administrativamente de la Audiencia de México, sujeta
al Gobierno de la Nueva España.
Los agustinos llegaron a la Nueva España en el año de 1533 y se establecieron
en el Obispado de Michoacán en 1537, por invitación del encomendero de
Tiripetio Juan de Alvarado, para que prestaran su servicio en su encomienda;
los pueblos que la integraban colindaban con la Tierra Caliente, de manera que
desde Tiripetio podrían salir y continuar con la evangelización hacia ese
territorio, ya que su encomienda estaba en el centro y corazón de Mechoacan
17
colocado en medio de las tres ciudades de Pátzcuaro, Valladolid y Tinzunztan,
para que así cumplieran con su labor de evangelización.
La orden de San Agustín al establecerse en el Obispado de Michoacán con la
misión de la evangelización de los indígenas, se dio a la tarea de fundar
conventos en lugares estratégicos para el control de la población y del territorio
que constituyeron la jurisdicción eclesiástica de la orden y por lo tanto de cada
uno de sus conventos.
En el año de 1537 se fundó el primer convento Agustino en Michoacán, bajo la
advocación de San Juan Bautista en lo que fue la encomienda de Tiripetio.
En 1538 Cristóbal de Oñate, encomendero de Tacámbaro, invitó a los
religiosos agustinos a que se hicieran cargo de su encomienda, fundándose el
convento de San Jerónimo. De este pueblo salieron a predicar en Tierra
Caliente.
Para el año de 1550 lograron establecer la base de la red de conventos que
los convirtieron en una de las principales órdenes religiosas del Obispado de
Michoacán.
El convento agustino de Santa Maria de Gracia en Valladolid también se fundó
en el año de 1550, su jurisdicción eclesiástica para el siglo XVI abarcó un
amplio territorio que comprendió los pueblos indígenas donde se ubicaban las
capillas de visita. El control del territorio que ejercieron los agustinos si bien, en
sus orígenes fue por medio de sus conventos y de las áreas de evangelización,
sin embargo conforme pasaron los años los frailes fueron apropiándose de la
tierra a través de donaciones, compraventas, así como de los despojos a las
comunidades indígenas, con lo cual constituyeron un extenso latifundio en el
Obispado de Michoacán.
El convento de Valladolid, por su ubicación estratégica y sus funciones político-
administrativas, no sólo generó y propició la consolidación de la misión
evangelizadora de la orden, sino también de la empresa agraria agustina en el
Obispado de Michoacán.
En 1550 se fundaron los conventos de Valladolid, Yuririapundaro, Cuitzeo,
Charo y Huango. En 1554 ya habían fundado siete monasterios Cuitzeo,
Yuriria, Valladolid, Huango, Charo, Ucareo y Jacona.
Para 1580 había 120 frailes distribuidos en el territorio del Obispado de
Michoacán: en Valladolid, 12 en cada una de las casas de formación de
Yuririapundaro y Guadalajara, 40 en los ocho principales conventos con cinco
en cada uno y 44 en los doce centros de evangelización indígena; en estos
datos se puede observar que el número de religiosos residentes en los
conventos variaba dependiendo de la importancia del monasterio, Valladolid
contaba para ese año con casa de estudios y noviciado.
18
A inicios del XVII se instauró la agustina de San Nicolás de Tolentino en 1602.
Los agustinos definieron sus campos de apostolado, conscientes de su atraso
en la evangelización, emprendieron una especie de misión-piloto, al estilo
agustiniano: templo y conventos suntuosos, hospital de indios perfectamente
organizado, escuela de letras, de artes y oficios, y conjuntos polifónicos.
En el siguiente cuadro se muestra el año de fundación de los conventos:
Al terminar la evangelización se inició la fase de catequización, los frailes se
quedaron encargados de la administración religiosa de los pueblos en donde
fundaron conventos, otorgándoles una jurisdicción eclesiástica propia.
Los conventos agustinos fundados dentro del Obispado de Michoacán durante
el siglo XVI fueron los presentados en el cuadro anterior, cabe mencionar que
sólo están mencionados los conventos cabecera, donde cada uno de ellos
contaba con su propia jurisdicción eclesiástica.
Las jurisdicciones eclesiásticas fueron las áreas de influencia de la orden de
San Agustín, las cuales estaban administradas por cada uno de los conventos
de la Provincia agustina y abarcaban los pueblos de visita que se les asignaba
para la administración de sacramentos, esto significa que la Provincia abarcaba
un gran territorio organizado en las jurisdicciones eclesiásticas de los
conventos que fundaron.
La orden de San Agustín fundó en la Nueva España en el siglo XVI la Provincia
del Santo Nombre de Jesús que administró todos los conventos, en un
amplísimo territorio que abarcó los obispados de México y Michoacán. Los
conventos administraban unidades jurídicas dirigidas por un prior, por lo que
llegaron a denominarse prioratos los cuales tenían un número determinado de
pueblos de visita.
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El área del priorato es lo que nosotros denominamos como la jurisdicción
eclesiástica del convento en la cual encontramos también las vicarías.
Como se había expuesto con anterioridad, en la cuenca de Cuitzeo se fundaron
los conventos agustinos de Tiripetio, Cuitzeo, Copandaro, Charo, Chucandiro,
Santiago Undameo y el más importante por ser la cabecera de la Provincia
Agustina el de Valladolid. Lo que nos permite observar que los conventos se
instalaron en lugares con importantes recursos naturales.
A los frailes agustinos les fueron asignadas en el año de 1550 unas tierras en
los alrededores de Valladolid, dedicadas al servicio y construcción del edificio
conventual, donde tiempo más tarde se fundarían los barrios de Santa Catarina
y San Miguel (al poniente de Valladolid).
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LA EDIFICACIÓN DE LOS CONVENTOS EN LA NUEVA ESPAÑA
Carlos Chanfón olmos menciona en su libro Conventos Coloniales que en la
Nueva España para los mendicantes], la construcción de sus conventos no fue
objetivo primordial. Para tal efecto cualquier choza podía satisfacer las
necesidades básicas de habitación, ya que habían llegado a un mundo donde
el modo de vida era precisamente al aire libre, por razones climáticas.
Al principio los frailes edificaban simples cobertizos; ya avanzada la conversión,
se instalaban en un predio adecuado, de gran tamaño y situado en una
posición prominente y comenzaban la edificación de su convento.
Los programas arquitectónicos tomados inicialmente como modelo en las
construcciones de las ciudades y en los conventos de las villas españolas
diferían sustancialmente de los de los conventos de los pueblos de indios.
En todos los casos estos se derivaban de modelos europeos de épocas
anteriores. Hablamos del Plano de Sankt Gallen, que es un “esquema gráfico
de las funciones de los espacios de los monasterios”. En sí es un programa
arquitectónico con normas del siglo XIX. En la imagen precedente se muestra
el partido arquitectónico del mencionado plano.
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Fuente: Chanfón Olmos, Carlos. El Plano de Sankt Gallen.
En donde podemos apreciar las cuatro áreas que integran el conjunto monacal: 1.-
Núcleo Básico (acciones diarias que realizan los monjes), 2.- Área que aloja a los
enfermos y novicios, 3.- Área donde se alojan los elementos de contacto con el mundo
exterior, 4.- Es el área que agrupa los elementos que garantizan la autosuficiencia del
conjunto monacal (hortaliza, graneros, caballerizas, aves, talleres, etc.
La participación virreinal sobre el control de la construcción monástica, así como los lineamientos arquitectónicos y las normas para la ejecución de las
obras. La secuencia temporal de construcción de los conventos de los pueblos de indios se explica en el siguiente cuadro.
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Además contaban con un amplio atrio, donde se realizaba al descubierto, la
mayor parte de las actividades de los frailes con los indios. El gran atrio estaba cercado por muros y se accedía por tres puertas, además se encontraba la
cruz atrial y las capillas posas, para las procesiones.
LA CONSTRUCCIÓN DEL CONVENTO FRANCISCANO EN TZINTZUNTZAN
En Tzintzuntzan antigua capital de Michoacán, erigieron los franciscanos su
primer monasterio en [1525], desde donde difundieron sus ideales espirituales,
hacia los pueblos de indios concentrados en torno al lago de Pátzcuaro. El
primer monasterio fue de construcción sencilla y no fue hasta la década de
1570 cuando se ubica la construcción definitiva o permanente del gran conjunto
cristiano, bajo la dirección de fray Pedro de Pila.
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Los frailes realizaron una tarea importante, la de evangelizar y colonizar las
tierras, y todo lo que conlleva a esto, su criterio fue enseñar a los pobladores a
vivir en una forma correcta en los pueblos respetando sus reglas, además
hicieron mejoras del entorno y la productividad de las tierras ambas apoyadas
por la ingeniería y particularmente por la ingeniería hidráulica.
Específicamente, construyendo sistemas hidráulicos en el convento como el
aljibe de mampostería irregular para suministrar las necesidades esenciales del
inmueble y diversas canalizaciones que dirigían el agua limpia desde uno de
los ríos más cercanos. Posteriormente se captaba el agua de lluvia al interior
del aljibe y se disponía de ella por medio de un orificio circular en la parte
superior del mismo.
Así mismo existen menciones en donde se relata que se tenía planeada la
construcción de un acueducto para los usos y necesidades de los frailes
franciscanos:
“1472 Comisión a don Rodrigo Maldonado, alcalde mayor de Mechoacan, para
averiguar y hacer justicia en una queja del cacique y principales del hospital y pueblo
de Santa Fe contra los frailes que habitan en el monasterio franciscano del barrio de
Sinconecan sobre el uso de agua de un arroyo que nace en términos de Santa Fé. Se
riegan las sementeras de los indios con ésta agua, y se ha comenzado a hacer un
batán para aderezar las mantas frazadas que tejen en el hospital, y ahora los frailes
quieren hacer un acueducto para llevar el agua a su monasterio”.
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Cuitzeo
Ex convento de Santa María Magdalena
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LOCALIZACIÓN
Se localiza al norte del Estado en las coordenadas 19º58' de latitud norte y 101º08' de longitud oeste, a una altura de 1,840 metros sobre el nivel del mar.
Limita al norte con el Estado de Guanajuato; al noroeste con Santa Ana Maya; al sureste con Alvaro Obregón, al sur con Tarímbaro y al oeste con
Huandacareo, Copándaro y el Estado de Guanajuato. Su distancia a la capital del Estado es de 34 kms.
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TIPOLOGÍA ARQUITECTÓNICA
El género de edificio al que pertenece el conjunto monástico de Cuitzeo es el
arquitectura religiosa pues fue construido para la evangelización de los
indígenas en los evangelios y conversión de ellos a la verdadera fe, según los
conquistadores.
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ANTECEDENTES HISTÓRICOS
Durante la época prehispánica, recibió la influencia de varias culturas, como la
de Chupícuaro, Teotihuacana y Tolteca. Más tarde formó parte de los pueblos conquistados por el señorío tarasco.
Con el dominio español, Cuitzeo pasa a ser encomienda de Gonzalo López y
posteriormente, a finales del siglo XVI, se constituye en "República de Indias". En la época colonial, Cuitzeo recibe la conquista espiritual a través de los frailes agustinos Francisco de Villafuerte y Miguel de Alvarado, quienes inician
la construcción del convento en el año de 1550, considerándose el 1º. de noviembre , la fundación de Cuitzeo colonial.
En la primera Ley Territorial de 1825, aparece como partido del Departamento
Norte y el 10 de diciembre de 1831, es elevado a la categoría de municipio. Perteneció al partido de Puruándiro y en 1863 al Distrito de Morelia. En 1861, se denominó a su cabecera "Villa de Cuitzeo del Porvenir".
En 1550 se inició la construcción del “Convento de Santa María Magdalena” de
Cuitzeo por los misioneros agustinos Fray Francisco de Villafuerte a quien se
nombró primer Prior del Convento de Cuitzeo, y Fray Miguel de Alvarado. El
conjunto conventual formaría parte esencial del pueblo de misión de Cuitzeo
donde además se trazaron calles, delimitaron barrios, se construyó una escuela
y un hospital.
La colocación y bendición de la primera piedra del convento fue el 1 de
noviembre de 1550, y es la fecha que actualmente se conmemora como la
fundación de la población de Cuitzeo.
El convento de Cuitzeo iniciado en el siglo XVI fue concluido completamente en
los primeros años del siglo XVI.
Originalmente el convento de Cuitzeo solo contaba con una sola planta en
su clausto al igual que el del convento de Yuriria, pero más tarde se le agregó
el segundo nivel del claustro. Asimismo el portal de peregrinos en la fachada
frontal del convento, se colocó en fecha posterior a la terminación de la
construcción.
En 1602 la orden agustina en la nueva España decidió dividirse territorialmente
para su administración en dos provincias, siendo la “Provincia del Santísimo
Nombre de Jesús” con sede en el centro del país y la nueva “Provincia
Agustiniana de San Nicolás de Tolentino de Michoacán” con territorio que
comprendía los actuales estados de Michoacán, Guanajuato hasta Zacatecas.
La gran espaciosidad e importancia que cobró el Convento de Cuitzeo permitió
que en él se celebraran la mayor parte de los Capítulos Provinciales de la
orden agustina de la Provincia de San Nicolás de Tolentino.
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En el siglo XIX en la época de la Segunda Intervención Francesa en México,
durante el gobierno de Maximiliano de Habsburgo (Periodo: 1864-1867),
en Michoacán el convento de Cuitzeo sirvió como cuartel del ejército
imperialista. El 7 de abril de 1865 el ejército ltomando el convento de Cuitzeo.
Hoy en día hay una placa en el convento que recuerda el hecho.
A finales del siglo XIX el convento de Cuitzeo fue uno de los bienes de la
iglesia intervenidos por el gobierno federal.
En el siglo XX el convento entró en decadencia teniendo diversos usos,
en 1965 el gobierno federal a través del Instituto Nacional de Antropología e
Historia (INAH) lo abrió al público. En 1972 se hicieron reparaciones menores
en algunas áreas del inmueble. En 1974 en coordinación con el gobierno de
Michoacán se estableció un pequeño museo en algunas de sus salas sobre
grabados y litografías.
Para el año 2004 el convento presentaba la perdida de muchos de sus
murales. Así como cuarteaduras y humedad. Sin embargo la estructura
arquitectónica en su mayor parte se conservaba en pie y en buen estado.
FUNCIÓN
La función a que se desarrolló este inmueble en el siglo XVI fue la
evangelización pero para ello fue necesario dotarlo de todos los locales para tal
efecto, distribuyéndose en las dos plantas de este conjunto. Esta función
generó dos zonas, a saber:
1.- Áreas de culto: Éstas se dividen en interiores y exteriores. Las primeras son
las propias del culto del , templo, tales como la nave, la sacristía, el sotocorro,
el bautisterio y la capilla. En la planta alta están el coro y el acceso a la torre.
Las áreas exteriores son el atrio, la capilla abierta ( que en la inspección visual
no la encontré ), las capillas posas ( no están ya ) y los pasillos procesionales.
2.- Áreas de vivienda de los frailes: Formadas también por áreas interiores y
exteriores. Las interiores son las celdas, el refectorio, la cocina, la capilla, el
patio, y los corredores. Como áreas exteriores se tienen el huerto y la portería
de acceso.
Actualmente el convento está en poder del estado y funciona como museo bajo
el nombre de museo de la estampa y el templo está todavía a cargo del clero
donde se celebran los oficios religiosos propios de su religión.
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ENTORNO URBANO ARQUITECTÓNICO
El entorno en el cual se asentó el convento eran los antiguos pueblos
purépechas de la ribera del lago de Cuitzeo a los cuales se evangelizó.
El entorno actual es el siguiente:
Al norte se encuentra la calle Hermenegildo Galeana y sobre ésta hay casas
particulares.
Al sur está el parque municipal, el cuál formaba parte del los huertos del
convento pero que fue expropiado por el estado en los años veinte para darle
un uso de campo de beis bol.
Al oriente está la calle Sor Juana Inés de la Cruz y sobre ésta también se
encuentran casas particulares y una muy pequeña tienda de abarrotes.
Al poniente nos encontramos con una gran plaza pública jardinada, el templo
de indios que también data del siglo XVI y el Santuario de Guadalupe del siglo
XIX ubicado éste sobre la calle principal José María Morelos norte.
Calle Hermenegildo Galeana al norte
Plaza pública al poniente
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FECHA DE CONSTRUCCIÓN
La primera piedra del conjunto monacal se colocó el 1 de noviembre del año de
1550 por fray Francisco de Villafuerte y pasó por diferentes etapas en su
construcción concluyéndose en el siglo XVII.
DESCRIPCIÓN ARQUITECTÓNICA
El atrio
El actual atrio del ex convento está conformado por una explanada rectangular
ajardinada, que está delimitada por una barda de piedra de gruesos muros
rematada con arcos invertidos. En el atrio se ubica un antiguo pozo de agua a
manera de aljibe que era alimentado por los escurrimientos pluviales.
Actualmente no se conservan los terrenos de las huertas del convento, sin
embargo el conjunto se encuentra rodeado de jardines. Así mismo en la barda
atrial se encuentran los accesos a él: dos en los ángulos norte y sur y el acceso
central el cual tiene mayor jerarquía que los otros. No hay rastros de capillas
posas y tampoco tiene la cruz atrial.
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El templo
El templo está conformado por una sola nave con bóveda de cañón y en su
parte posterior su ábside es de forma semicircular. En el acceso al templo se
ubica un cancel de madera con vitral en forma de arco en su parte central
donde se encuentran representados San Pedro y San Pablo. Sobre este
espacio se ubica el área del coro que es iluminada por la ventana de la fachada
misma que contiene un vitral que representa a Santa María Magdalena
limpiando los pies de Jesús.
En el área del coro se ubica una sillería del coro donde anteriormente se
situaban los frailes durante los oficios religiosos. Esta sillería presenta diseño
barroco y fue mandada realizar por Fray Francisco de Cantillana en 1689.
Asimismo en este espacio se encuentra un órgano de fuelle de estilo barroco
que data de 1750, el cual es uno de los órganos antiguos que se conservan en
Michoacán. En las paredes de la nave del templo se ubican altares de cantera
tipo retablo de estilo neoclásico, que fueron colocados en el siglo XIX durante
una renovación del recinto (hecho que ocurrió también en michos templos de
Michoacán y el país en esa época). Algunos de los altares conservan pinturas
al oleo que datan del siglo XVIII, como lo es una pintura que representa a San
Miguel Arcángel. En el presbiterio el altar mayor también de estilo neoclásico,
presenta en su parte central un camarín u hornacina donde se resguarda una
antigua imagen de la virgen de “Nuestra Señora del Socorro” patrona de la
orden agustina, la cual se encuentra en actitud sedente (entronizada) a
diferencia de otras imágenes de la provincia agustina.
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El claustro
El interior está conformado en su parte principal por un gran claustro
cuadrangular de dos niveles, el cual se encuentra rodeado por corredores. El
claustro en su primer nivel está conformado por 5 arcos de medio punto en
cada uno de sus lados, alternados por gruesos contrafuertes. En su segundo
nivel el claustro está conformado por un par de arcos de tres puntos sobre cada
arco del primer nivel, siendo un total de 10 arcos de cada lado del claustro.
Asimismo cada par de arcos también están alternados por contrafuertes que
vienen del primer nivel.
En la parte superior del claustro se ubican gárgolas de cantera tallada con
temática de figuras antropomorfas y zoomorfas todas de diseño diferente, entre
las que sobresalen ángeles y dragones. Los muros del claustro son rematados
por esbeltos pináculos también en cantera.
Los corredores del claustro tanto en su planta baja como alta presentan bóveda
de cañón y en sus esquinas bóveda de nervaduras. Todos los pisos de la
planta baja del convento lucen piso de cantera y los de la planta alta piso de
losa de barro que se sostiene en la mayoría de los casos por los techos de
viguería de madera.
El patio del claustro es una explanada en cantera de forma cuadrangular, ahí
se ubica un pozo de agua conformado por un gran aljibe que es alimentado por
los escurrimientos pluviales de los techos del convento y nave del templo, a
través de las gárgolas de los muros del claustro.
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Pintura mural
El convento de Cuitzeo conserva murales que datan del siglo XVII, XVIII y XIX,
realizados al fresco en su mayoría en la técnica de de grisalla, aunque algunos
en otros colores como en tono rojizo.
Los muros de los corredores del claustro están decorados con murales a
manera de guardapolvos en su parte inferior y cenefas en su parte superior. En
algunas áreas de los corredores de la planta baja se encuentran representadas
escenas de la Pasión de Cristo y en la planta alta pasajes de la vida de la
Virgen María.
La Sala capitular está decorada con imágenes que representan la Ultima Cena,
el Patronato Agustino, así como a San Agustín y a Santa Mónica.
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Análisis estructural
Subestructura: En este apartado tenemos que consiste en la cimentación sobre
la cual se transmiten la totalidad de las cargas pero dicha cimentación no se
veía por no haber alguna excavación que la mostrara
En la superestructura vemos que la conforman los apoyos aislados y corridos,
los primeros son las columnas que están en la parte del claustro alto, las
pilastras del claustro bajo, las columnas del portal de peregrinos todos ellos de
cantería labrada. Los apoyos corridos se encuentran en todo el edificio y son
los muros de carga que varían de los 60 cm hasta los 140 cm.
Los cerramientos ubicados sobre las puertas y las ventanas son de cantería
labrada dovelada de medio punto que transmiten las cargas a los muros y
pilastras y de ahí hacia la cimentación.
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MATERIALES Y SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
Los materiales que se utilizaron para llevar a efecto la erección de este
conjunto monacal que nos ocupa fueron los disponibles en la zona y también la
mano de obra indígena pues los que en ese momento sabían trabajar la roca
se encargarían de seguir construyendo pero ahora bajo el diseño español. Para
la construcción de sus muros se utilizó piedra de cantera de tono claro extraída
del cerro Manuna ubicado al poniente de la península de Cuitzeo. Para asentar
los sillares de cantera se utilizó mortero de cal-arena. Los aplanados que
sirvieron como base a las pinturas murales también son del mismo mortero cal-
arena.
En la portada del templo se utilizó sillería de cantera labrada asentada con
mortero de cal-arena, mismo material para construir el bautisterio que es la
parte baja de la espadaña que contiene el campanario en su primer nivel
conteniendo dos vanos uno para cada campana y un segundo cuerpo mucho
más pequeño con un solo vano para una tercera ventana. La espadaña está
aplanada con mortero cal-arena desde la base hasta su parte superior
Para las cubiertas de las cubiertas de las azoteas y entrepisos se utilizaron tres
sistemas constructivos: para el portal de peregrinos se utilizo una cubierta
horizontal a base de viguería de madera, mismo caso para la cubierta que se
encuentra al sur del conjunto donde actualmente se encuentran los sanitarios
modernos. El siguiente sistema constructivo para las cubiertas de las azoteas y
entrepisos es la bóveda de cañón corrido, con este sistema se construyó las
salas, celdas, corredores, deambulatorio, la nave del templo, refectorio. En los
ángulos del claustro bajo, alto, capilla abierta y cubo de la escalera se
solucionaron sus cubiertas con el sistema de bóveda de nervaduras. Este
sistema de bóvedas se construyó con tezontle, eligiéndose este material por
ser más ligero que la cantera, además de reunir varias cualidades en un mismo
material como son resistencia, trabajabilidad, buena adherencia a las mezclas,
por tanto causaría menos carga a los muros logrando disminuir las cargas
transmitidas a los muros y cimentación.
Los pisos están hechos con baldosas de barro y cantería de varias medidas, el
piso del coro alto es el único que es el original de la época pues presenta ya el
desgaste causado por varios siglos y sigue en su lugar, éste es de cantería de
diferentes medidas.
El piso de la nave ya no es el original, éste luce una colocación de mosaico de
pasta de cemento en su totalidad.
La cimentación que no se ve pero por lógica se construyó con la misma roca de
cantera del lugar asentada con mortero de cal-arena de dimensiones para mí
desconocidas pero que procuraré conocer.
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Como acabado los muros y bóveda de la nave presentan recubrimientos de
pintura vinílica con diferentes diseños cubriendo en su totalidad las posibles
pinturas murales originales o algunas otras ya de otro siglo diferente al XVI
pero que son de un valor histórico y estético, esto se sustenta porque en la
inspección visual se dejar ver descascaramientos de las capas de pintura
dejando ver dichas pinturas. El guarda polvos colocado en la parte inferior del
muro es de pintura de aceite en color café, provocando el deterioro del muro en
esa parte ya que no puede transpirar, haciéndose visible esto porque se
desprende partes de su aplanado original.
El uso de las maderas se hace presente en las viguerías de madera de las
cubiertas horizontales, puertas, ventanas, siendo original la puerta de acceso al
convento. Las vigas tienen un recubrimiento de barniz algunas oscuro otras
transparente. Las puertas del convento y templo tienen un recubrimiento
oscuro.
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INSTALACIONES HISTÓRICAS Y MODERNAS
Este convento cuenta aún con su sistema hidráulico original que consta de lo
siguiente: Gárgolas en las azoteas para el desalojo del agua de lluvia, dicho
fluído se capta en el patio del claustro y se manda al aljibe ubicado en la parte
central del patio, este aljibe está conectado con el pozo que está ubicado en el
lado sur del atrio y antes de llegar ahí pasaba por un sistema de filtración para
ser potable ya una vez en el pozo. En el refectorio y en los comunes hay
lavatorio de manos. En la planta alta del conjunto al oriente del mismo se
encuentran los comunes, esto es las letrinas que utilizaban los frailes para
evacuar los intestinos, estas letrinas constan de un tablón con una perforación
circular en su parte central para de ahí ser vaciadas las heces en el fondo de la
cloaca que también existe. Para salvaguardar el pudor se le agregaron en la
década de los sesentas las divisiones que presenta el día de hoy. Estos
comunes también presentan en el muro frente a ellos unas perforaciones que
se presume son mingitorios que en la parte exterior está colocada una gárgola
que vaciaba la orina a un canal en el piso y de ahí a la huerta. En la planta baja
en el sur del convento hay sanitarios modernos uno masculino y otro femenino
para uso de los visitantes al lugar, que constan de tres tazas, un mingitorio y
dos lavabos en total.
Hay toma de agua potable, drenaje dirigido a la red municipal, servicio de
energía eléctrica, teléfono e internet, siendo este servicio reservado para el
director del museo. Las salas de exhibición del museo tienen instaladas luces
especiales que sirven para iluminar de la manera más adecuada las piezas que
ahí se muestran. La nave tiene instalaciones eléctricas para proveer de luz
artificial en el momento que se requiera, instalación de equipo de sonido para
que el sacerdote sea escuchado por los feligreses al momento de oficiar los
servicios religiosos, instalación de velas artificiales con leds para recaudar las
limosnas de los fieles.
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EX CONVENTO DE SAN FRANCISCO DE SANBUENA VENTURA
Tipología
La tipología del ex convento de san francisco es religiosa.
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Ubicación
El inmueble se ubica dentro del primer cuadro de la ciudad de Morelia (fig. 1.2),
en lo que se conoce como Zona de Monumentos Históricos, que por decreto
oficial del Ejecutivo Federal, se le denomina así, desde el 19 de Diciembre de
1990.
Actualmente el conjunto se delimita al norte por la calle de Bartolomé de las
Casas, al sur por la calle de Humboldt, al oriente por la calle de Vicente Santa
María y al poniente por la calle Vasco de Quiroga. El templo, objeto del
presente proyecto, se encuentra en el costado norte del conjunto conventual
colindando con la calle de Bartolomé de las Casas, la plaza Valladolid al
poniente y el área de estacionamiento público hacia el oriente.
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Función
El ex convento de San francisco fue edificado para que cumpliera diversas
funciones entre ellas: la administración, divulgación, enseñanza o práctica de
un culto religioso. “religión católica”. Enseñar la religión católica los naturales.
Observando la traza urbana de Morelia en el año de 1579 mediante la interpretación de Enrique Cervantes S., se aprecia el trazo ortogonal que se
sigue en la ciudad, sin embargo en el área de San Francisco se detiene esta retícula, “...la ubicación de San Francisco va a crear escuela, convirtiéndose los templos en rectores del diseño urbano...”,
(Esta mención que se hace de los templos, se refiere tanto a San Francisco como a San Agustín). Al contar con un área definida para el convento, los
templos, van a poseer una extensión considerable de terreno, que va a limitar el crecimiento y la continuación de las calles en sus alrededores, por lo que, de esta manera, se convierten en remates visuales de las principales calles que en
ese momento existían. En el caso del convento franciscano actualmente es el remate visual (o punto de partida), de las calles Fray Juan de San Miguel y
Valladolid del Convento Franciscano de San Buenaventura a partir del siglo XIX. como es sabido con las leyes de reforma de 1855 las propiedades que pertenecían al clero, modificaron sus dimensiones, y en la mayoría de los
casos los predios se subdividieron pasando a manos de particulares. Los procesos de desamortización y nacionalización de bienes eclesiásticos
afectaron principalmente al clero regular que era poseedor de solares de gran extensión. En el caso de los franciscanos aunque “se mantuvieron apegados a su voto de pobreza llegaron a poseer extensiones considerables, las cuales,
cumpliendo con las leyes de reforma se enajenaron a partir del año 1859, bajo los estatutos de la nacionalización.
En relación a la subdivisión de que es objeto el conjunto franciscano, se encontró que, “...en diciembre de 1859, Guillermo Wodon de Sorinne, consiguió
apropiarse de una buena parte del convento de San Francisco...se adjudicó cuatro de los nueve lotes en que se dividió San Francisco...”El claustro formó
parte de esta adjudicación permaneciendo como propiedad particular hasta que el gobierno estatal lo adquirió, en el año de 1931.
Con relación al Atrio-cementerio, al igual que el Templo de San Francisco y el Templo de la Tercera Orden (demolido entre 1860 y 1870), se les considera
como propiedad del ejecutivo federal y así se mantienen a la fecha. Con la ley de Lerdo expedida el 25 de junio de1856, con la finalidad de desamortizar los bienes las corporaciones y del clero, y con la ley de nacionalización, expedida
por el presidente Juárez el 12 de Julio de 1859, la iglesia tuvo que deshacerse de los bienes que poseía, así, algunos de los conventos morelianos son
demolidos, fraccionados o vendidos a particulares, los amplios atrios-cementerios se convirtieron en plazas, dejando pequeñas áreas bardeadas frente a los templos. Se encontraron registros de archivo que contiene el
deslinde de terrenos adyacentes al convento en donde se comprueba la existencia de esta barda ya que en dichos predios se menciona la colindancia
con “la barda de la huerta del Señor de San Francisco”, deslinde que ubican en el barrio del Señor de San Francisco.
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Posteriormente el atrio- cementerio del convento franciscano de San Buenaventura se transforma en mercado, y se toma la decisión de abrir calles
en el área que ocupaba el huerto de este convento. Así, en la época del general Epitacio Huerta, la ciudad modifica su traza, pero sin que se altere la retícula original, surge la calle de Humboldt, (antigua calle del Tapón) que se
traza en la parte sur del convento franciscano; se prolonga hacia el oriente la calle de Antonio Alzate, eliminando la parte del convento que correspondía a
los huertos, así como la capilla de la Tercera Orden.
42
Registro de materiales y sistemas constructivos.
La antigua ciudad de Valladolid, hoy Morelia, ocupa el rincón más protegido de
un amplio valle limitado por elevaciones geológicas de variada importancia.
El asentamiento original ocurrió sobre una loma, alargada de oriente a
poniente, con vertientes hacia los cuatro puntos cardinales, rodeada por
corriente de agua por tres lados: sur, poniente y norte (ríos Chiquito y Grande),
que en tiempos de lluvias formaban con las crecidas amplias zonas de
inundación, con flora y fauna aprovechables. Existían también numerosos
manantiales, algunos relacionados con la actividad volcánica, y se tenía la
facilidad de obtener agua freática en norias de aproximadamente diez metros
de profundidad. Se contaba con la cercanía de poblados bosques de especies
maderables, útiles para la elaboración de muebles y de elementos
estructurales, la región contaba con bancos de arcillas adecuadas para la
producción de alfarería, así como el yacimiento de rocas de origen volcánico y
sedimentario.
Estas características fisiográficas permitían la obtención de los distintos
materiales presentes en las construcciones de la antigua Valladolid como lo
son:
•PIEDRA, volcánica y sedimentaria (Piedra braza y cantera). Utilizada en
cimientos, muros, cubiertas: bóvedas y cúpulas, pisos y elementos
ornamentales.
•MADERA. (pino, oyamel, cedro) Empleada en cubiertas y techumbres, pisos y
elementos complementarios como puertas y ventanas.
• ADOBE. Arcilla moldeada y seca, empleada para la construcción de muros y
terrados.
• ARCILLA RECOCIDA. Se utiliza en su modalidad de ladrillo o teja, como
acabado final en cubiertas.
• MORTEROS. Desde los inicios del asentamiento urbano, se dispuso de cal
viva apagada en el sitio, mezclada con arena; o simplemente lodo arcilloso.
• METALES. Se usa principalmente el hierro forjado en caliente para la
fabricación de rejas, barandales y diversos herrajes complementarios.
Los sistemas o técnicas constructivas empleados en la construcción del
conjunto conventual corresponden a los utilizados tradicionalmente durante el
s. XVII. Estos consisten en muros de carga de mampostería soportados por
cimientos de piedra. En el caso de los cimientos para el periodo de
construcción del inmueble se contaba con tratados de construcción en donde
43
se especificaban las secciones de la cimentación, lo que correspondía a una
vez y media más ancho que el espesor de los muros, por ejemplo, para nuestro
caso el muro de la fachada principal cuenta con un espesor de 1.63 mt., quede
acuerdo al sistema de medición de la época en que se construye, corresponde
a dos varas castellanas, por lo que la cimentación debería de corresponder a
un ancho total de tres varas, sin embargo, los resultados de las calas
arqueológicas nos indican que este elemento tiene la misma dimensión del
muro por lo que constructivamente es un prolongación de la subestructura a la
estructura.
Los muros que delimitan los espacios del templo son en general de
mampostería de piedra de cantería regular con una disposición de muro
aparejado a manera de sillares, ésta mampostería está asentada con mortero
de cal-arena. El espesor de los muros divisorios y colindantes tiene un espesor
promedio de 1.6 metros, con excepción del muro de la fachada que presenta
una sección de mayor dimensión el paño exterior se encuentra construida con
sillares de cantería labrada decorada con elementos ornamentales del mismo
material.
Es muy probable que en alguna de las etapas históricas del inmueble estos
muros hayan estado enlucidos y que en etapas posteriores éstos hayan sido
retirados, ya que sobre el paramento de la fachada principal aún pueden
observarse algunos vestigios de este acabado.
Actualmente los paramentos exteriores no presentan recubrimientos quedando
de manera aparente, quedando la piedra protegida únicamente con la junta de
mortero de cal-arena.
Los paramentos interiores del templo y sus espacios anexos se encuentran
aplanados con mortero de cal-arena con enlucido del cal apagada a excepción
de la sacristía y el interior de los niveles superiores de la torre en los que el
material se encuentra con un acabado aparente.
Además del mortero cal-arena, se encontraron otros dos tipos distintos, el
compuesto de cal y arcilla (lodo) y el segundo de cal y cementante (tepetate).
Algunos de estos se encontraron tanto en la cimentación como en los muros,
posiblemente correspondiendo a diversas etapas de construcción del inmueble.
Los vanos de puertas y ventanas de las fachadas principal y lateral poseen
derrames hacia el interior. Se presentan dos tipos de cerramientos en ellos:
platabanda dovelada (imagen 4.1) y arcos de medio punto (imagen 4.2), ambos
fabricados con piezas cantería labrada.
44
A diferencia de estos, en los vanos de ventanas que se ubican sobre el
paramento norte (imagen 4.3 y 4.5) y sur (imagen 4.4), no se aprecia una
estereotomía adecuada para el cerramiento, por lo que se supone que estos
pertenecen a una etapa constructiva posterior a la fábrica del templo. Además
la cancelería en estos vanos está dispuesta sobre el paramento interior y no en
el exterior como en la fachada principal.
La cubierta de la nave del templo está construida con piedra volcánica y de
cantera, consiste en una repetición de la bóveda de pañuelo, las cuales están
soportadas y separadas entre sí por arcos de medio punto dovelados (fajones),
los cuales se apoyan en los muros laterales (imagen 4.6). El presbiterio se
encuentra coronado por una cúpula de medio punto con linternilla apoyada
sobre pechinas, los esfuerzos producidos por ésta cúpula y por la bóveda del
ábside, los absorben los cuatro contrafuertes dispuestos en el exterior de este
espacio.
45
Los materiales originales usados para el recubrimiento de los pisos en algunos
puntos ha sido sustituidos por materiales mas recientes, como es el caso del
piso interior del templo, tanto en la nave como en el presbiterio, que se
sustituye por losetas de mosaico y granito respectivamente (imagen 4.7); los
materiales que recubren el piso de la sacristía y la capilla denotan también una
mezcla de materiales (imagen 4.8 y 4.9), quedando como testigo de lo que
pudo ser el piso original, solamente el acceso al templo, en el cual se
conservan aún las baldosas de cantería (imagen 4.10)
Así como se han modificado algunos materiales en el interior del templo
(imagen 4.11), también se han hecho cambios en el exterior y más aún en el
contexto. Tal es el caso de los pavimentos en donde se sustituyó el empedrado
de las calles que predominó hasta el siglo XVIII, por un material impermeable
conocido como asfalto (imagen 4.12). De igual manera los pisos que circundan
al templo en la actualidad se encuentran recubiertos por un firme de concreto
sobre el cual se colocaron las baldosas de cantería (imagen 4.13).
El registro de estos materiales y sistemas se presenta de manera detallada en
las fichas de registro, las cuales están ordenadas de acuerdo al elemento
registrado, esto es: pisos, muros, cubiertas, etc., manejando cada espacio del
templo de manera independiente para optimizar los resultados de este re gistro
(ver fichas en anexo 11.2)
46
Análisis Funcional
El inmueble en cuestión forma parte del ex-conjunto conventual Franciscano de
San Buenaventura, del cual únicamente se trabajará en este apartado el templo, mismo que consta de una sola nave con ábside poligonal. Suportada
muestra elementos característicos platerescos, acompañada por la torre-campanario, ubicada en el costado norte de la construcción. La torre se caracteriza por dos cuerpos macizos de cantería en la parte inferior, los cuales
continúan con dos cuerpos superiores en donde los vanos permiten observar las campanas del templo; esta torre se remata con una pequeña cúpula. El ex
convento presenta en su fachada poniente el espacio que correspondió al portal de sacramentos (imagen 4.14) a través del cual se accede al edificio (imagen 4.15); en el interior su distribución espacial se desarrolla en dos
niveles en torno a un claustro (imagen 4.1).
La parte frontal del conjunto la ocupa actualmente la plaza Valladolid, ubicada
sobre lo que fuera el antiguo atrio (imagen 4.17), la cual es de forma
cuadrangular con pilastras de cantería en sus cuatro esquinas (imagen 4.18),
en el centro se ubica una gran fuente construida ya en el siglo XX. La parte
posterior hacia el oriente del conjunto está ocupada actualmente por un
estacionamiento público (imagen 4.19).
Como se mencionó anteriormente el análisis funcional también implica el tipo
de actividades que se desarrollan en el inmueble.
De esta forma se tiene que, las actividades que se realizan en el inmueble han
47
permanecido desde la concepción del mismo, hasta la actualidad. Si bien, el
culto religioso es la actividad que se podría considerar como única, ésta va a
generar espacios que se van a diferenciar por el tipo de relación entre los
usuarios. Así se tiene que, de acuerdo con el programa arquitectónico, estas
áreas se van a dividir en pública y privada.
Dentro de las áreas públicas se tienen espacios interiores y exteriores. Los
espacios exteriores, son aquellos que rodean al edificio, y aunque son
totalmente abiertos y están inmersos dentro del entorno urbano, crean un
ambiente de preparación para ingresar al espacio religioso. El primero de ellos
es el atrio (fig. 5.13), que precede al acceso principal, y el segundo es una
pequeña plazoleta situada en el lado norte del templo (fig. 5.14 y 5.15), en
donde se encuentra el acceso lateral (fig. 5.16), denominado Porcíuncula.
A los espacios públicos interiores, puede acceder todo el público de manera
libre, estos espacios son la nave y la capilla. El acceso principal se encuentra delimitado con un cancel que crea un vestíbulo (fig. 5.17 y 5.18), el cual funciona como espacio separador entre el ambiente exterior y el interior. La
capilla lateral, se encuentra ligada directamente a la nave y proporciona un lugar aislado para la oración. El acceso lateral
permite la entrada franca a la nave, sin embargo, este acceso sólo funciona en
ocasiones especiales.
el espacio al que se le ha denominado ante sacristía, es un espacio público
dentro del área privada (fig. 5.25). Está ligado directamente a la sacristía pero su acceso es independiente del templo. En él se realizan actividades de tipo
comunitario como pláticas o conferencias relacionadas con el culto religioso
48
(fig. 5.26), en ocasiones funciona como capilla privada por lo que en ella se
localiza un pequeño altar (fig. 5.27).
Para mejor comprensión de esta división de actividades se presenta el
siguiente croquis en donde, de manera gráfica, se delimitan estos espacios,
como se relacionan entre ellos y las principales circulaciones (fig. 5.28).
Análisis formal.
El análisis formal del edificio está en función de la concepción de los espacios arquitectónicos,
en donde una forma de establecerlo es encontrar la relación que existe entre vacíos y llenos o determinar su forma en cuanto “...al punto de contacto entre masa y espacio”.
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Arquitectónicamente, el conjunto franciscano, reúne diversas características
correspondientes a las diferentes etapas de su construcción. Así en la portada del templo (s. XVI), se puede apreciar el estilo plateresco, ejemplo de mayor
representatividad en la ciudad (fig 5.7). En la portería del convento (s. XVII), los arcos y columnas responden al estilo renacentista; la parte superior del convento los vanos de ventanas se delimitan con un arco conopial (fig. 5.8); en
la torre se puede apreciar el estilo barroco aplicado con sencillez (s. XVIII); y ya perteneciendo al siglo XX (1942-1944), se tiene el remate de la torre (fig 5.8),
que había permanecido inconclusa por un largo tiempo
como se ve en la planta arquitectónica del templo, su esquema corresponde con la planta típica del siglo XVI, de una sola nave, con arco triunfal precediendo al presbiterio de ábside poligonal el cual se cubre con una cúpula
con linternilla (fig. 5.9). Exteriormente se pueden apreciar los contrafuertes que salen de los muros y que estructuralmente funcionan para absorber las cargas
diagonales originadas por el empuje de la cúpula (fig. 5.11 y 5.12)
La cubierta del templo consiste en una repetición de la bóveda de pañuelo o vaída, las cuales están apoyadas y separadas entre sí por arcos fajones de medio punto (fig. 5.10). Característica excepcional de estas bóvedas son los
casetones de cantería que presenta en la parte inferior, diseñados al parecer, siguiendo el modelo que Sebastián Serlio establece en su Libro Cuarto,
láminas XXIV y XXV.De esta forma se puede determinar que formalmente
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existe un predomino del macizo sobre el vano, si se analiza la concepción
original; ya que los cuerpos tanto de la nave como de la torre pueden considerarse como un gran macizo de piedra, en donde solamente resaltan los
vanos correspondientes al acceso y a la ventana coral, característica muy particular de las construcciones religiosas de siglo XVI. Sin embargo se nota una diferencia en este concepto al analizar el segundo cuerpo de la torre,
espacio que corresponde al campanario; de fábrica muy posterior a la original, en donde se advierte mayor ligereza en los elementos que la conforma.
La cubierta del templo consiste en una repetición de la bóveda de pañuelo o
vaída, las cuales están apoyadas y separadas entre sí por arcos fajones de
medio punto (fig. 5.10).
Característica excepcional de estas bóvedas son los casetones de cantería que presenta en la parte inferior, diseñados al parecer, siguiendo el modelo que
Sebastián Serlio establece en su Libro Cuarto, láminas XXIV y XXV. De esta forma se puede determinar que
formalmente existe un predomino del macizo sobre el vano, si se analiza la concepción original; ya que los cuerpos tanto de la nave como de la torre pueden considerarse como un gran macizo de piedra, en donde solamente
resaltan los vanos correspondientes al acceso y a la ventana coral, característica muy particular de las construcciones religiosas de siglo XVI.
Sin embargo se nota una diferencia en este concepto al analizar el segundo cuerpo de la torre, espacio que corresponde al campanario; de fábrica muy posterior a la original, en donde se advierte mayor ligereza en los elementos
que la conforman.
En su interior, se caracteriza por el predominio de un espacio único, en correspondencia con el programa arquitectónico de una sola nave (fig. 5.29).
Aunque se continua con el predominio del macizo sobre el vano, interiormente se encuentran una serie de elementos que le dan al espacio mayor
movimiento; como lo son los retablos de cantería que se localizan sobre los muros laterales. Puede considerarse como un espacio dinámico, en donde por
51
medio de los elementos estructurales como los arcos fajones y las bóvedas
vaídas, el arco triunfal y la cúpula; en conjunto con espacios como el coro, o elementos como el ciprés ubicado en el ábside, crean un variedad de visuales
que pueden apreciarse dependiendo del punto dependiendo del punto de ubicación del observador. Análisis ambiental
Las instalaciones en los edificios históricos, forman parte de un sistema de adecuación al medio ambiente en donde la aplicación lógica de los conocimientos técnicos y el empleo apropiado de los recursos materiales eran
concebidos integralmente con el edificio. Dando como resultado propuestas específicas acordes a cada caso en particular las cuales quedaban en estrecha
relación con el medio ambiente en el que se construían. Para el estudio e identificación de estas instalaciones que permitían la integración del inmueble al medio físico natural en el que fue construido es
necesario el análisis desde distintas perspectivas. El conocimiento de los materiales y técnicas constructivas, de los aspectos históricos y ambientales y
de las características arquitectónicas, entre otros, proporciona una visión amplia que permite descubrir e interpretar este tipo de instalaciones, con la finalidad de lograr una adecuación lógica a las necesidades que actualmente
se presentan en los edificios históricos, para mantener su correcto funcionamiento. Estas instalaciones, en ocasiones se constituyen por espacios
o elementos arquitectónicos construidos especialmente para proporcionar un servicio al edificio, van a estar presentes en los edificios de acuerdo con el género arquitectónico al que pertenezcan, para el caso en particular del
conjunto conventual y puntualmente para el templo nos encontramos con las siguientes instalaciones que de manera integral logran un buen funcionamiento
del inmueble: •Estructura:
Instalaciones contra fuerzas accidentales Instalaciones de comunicación
•Iluminación y sonido: Iluminaciones naturales y artificiales
Instalaciones para medidas de tiempo Instalaciones de acústica
•Ventilación, Aireación y Calefacción: Instalaciones de espacios específicos
Instalaciones de espacios comunes
•Hidráulica Instalaciones de suministro de agua
Instalaciones de almacenamiento de agua
Instalaciones de eliminación de agua
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Este análisis consiste en establecer las condiciones ambientales que tienen
incidencia en el inmueble. Estas condiciones como son, asolea miento,
orientación, precipitación pluvial en combinación con los vientos dominantes,
etc., pueden ser determinantes para la elaboración del diagnóstico. Ya que al
presentarse de manera específica en el edificio, podrán influir en algunas de las
alteraciones o deterioros que se han registrado.
Por ejemplo se determina que la acción de los vientos dominantes, combinados
con la precipitación pluvial incide de diferente manera en la fachada poniente,
que presenta humedades mayores que las que se observan en la fachada
norte.
En cuanto a la orientación y asoleamiento, van a influir en la iluminación que se
logra en el interior del edificio. Cabe mencionar que actualmente se presentan
vanos dispuestos en la parte superior de los muros laterales, (la apertura de
estos vanos es poster ior a la construcción original), que por su orientación
favorecen la iluminación y la ventilación, pero a su vez limitan la incidencia
solar, favoreciendo al ambiente interior del templo. Uno de los aspectos
relevantes a considerar en estos inmuebles es la iluminación, es obvio pensar
que los elementos que deben analizarse sean los vanos de ventanas que
presenta el edificio. Sin embargo, se tiene la conciencia de las modificaciones
que en el transcurso del tiempo ha tenido esta edificación, por lo que se recurre
a la revisión de textos que puedan guiarnos en el conocimiento de la
disposición de vanos que por regla, se manejaba en los templos.
Se deduce que, las ventanas se van a presentar principalmente en el cimborio
de la cúpula, y solamente se especifica la ubicación de ventanas pero en el
área de habitación, (aposentos del convento). Pero no especifica de ninguna
forma la existencia de ventanas en los muros de los templos. Por lo que, en
teoría, las ventanas existentes en los muros laterales de la nave serían
posteriores a su fábrica.
Para comenzar el análisis relacionado con la iluminación es necesario
comentar que, por un lado, existe gran diferencia entre el comportamiento y las
necesidades del hombre del pasado, y las del hombre actual, y por otra parte,
el misticismo religioso que se manejaba en siglos atrás, actualmente se ha
modificado, repercutiendo en las características formales de los edificios
dedicados al culto religioso.
En la antigüedad, las construcciones religiosas se concebían planeando
perfectamente todos y cada uno de sus elementos. Así como se determinaban
las relaciones de longitud, ancho, alto, etc., también los elementos que
proporcionaban iluminación y ventilación se establecían como resultado de una
necesidad.
53
La iluminación natural que presenta el templo actualmente, consta de seis
ventanas situadas en la parte superior de los muros laterales. Dispuestas de la
siguiente manera: dos en el área del altar, debajo de la cúpula, en donde
además se complementa esta iluminación del presbiterio con la luz que
proporciona la linternilla de la cúpula, ubicada justo arriba del altar; las cuatro
ventanas restantes están ubicadas si métricamente, debajo de las bóvedas
vaídas que cubren la nave.
Las ordenes de los frailes menores franciscanos arribo a Michoacán en el
temprano 1525 estableciendo en la ciudad de tzintzuntzan para desde ahí
comenzar su trabajo en los poblados de la cuenca del Lago de Pátzcuaro y
otros más que caían hacia el sur.
Entorno urbano actual
Al oeste Frente a la fachada del templo y ex convento de san francisco se halla
lo que antiguamente fuera el gran atrio que fue derribado y la cruz atrial si la
tuvo.
Al norte se encuentra la calle Bartolomé de las casas y se encuentra
zapaterías y negocios de comida. Al sur se encuentra la calle Humboldt y de
igual manera negocios de comida y zapaterías. Al este cuenta con casas y
negocios comerciales.
Los cambios y transformaciones del Convento Franciscano de San
Buenaventura a partir del siglo XIX. Como es sabido con las leyes de reforma
de 1855 las propiedades que pertenecían al clero, modificaron sus
dimensiones, y en la mayoría de los casos los predios se subdividieron
pasando a manos de particulares. Los procesos de desamortización y
nacionalización de bienes eclesiásticos afectaron principalmente al clero
regular que era poseedor de solares de gran extensión (imagen 3.4). En el
caso de los franciscanos aunque “se mantuvieron apegados a su voto de
pobreza”51, llegaron a poseer extensiones considerables, las cuales,
cumpliendo con las leyes de reforma se enajenaron a partir del año 1859, bajo
los estatutos de la nacionalización.
54
Ex convento de San Agustín
(Convento de Santa María de Gracia)
55
Localización
El ex convento de San Agustín se localiza en la ciudad de Morelia, Michoacán,
México, dentro del centro histórico en la Zona de monumentos, en la colonia
centro.
Sus coordenadas geográficas son: latitud: 19° 42’ 2.23’’ N y longitud: 101° 11’
35.85’’ O.
Esta localizado en la calle de Abasolo al poniente en la cual se ubica la fachada
principal y el atrio del conjunto, delimitado al norte con la calle Corregidora por
un portal, al sur con la calle Aldama y al oriente con la calle García Obeso.
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57
Delimitación del centro en base a la declaratoria de monumentos históricos. Fuente: INDUM
58
59
De acuerdo al Art. 36 de la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas
Arqueológicos, Artísticos e Históricos, dice:
Artículo 36.-
Por determinación de esta Ley son monumentos históricos:
I. Los inmuebles construidos en los siglos XVI al XIX, destinados a
templos y sus anexos; arzobispados, obispados y casas cúrales;
seminarios, conventos o cualesquiera otros dedicados a la
administración, divulgación, enseñanza o práctica de un culto
religioso.
El monumento se encuentra incluido en el Catálogo Nacional de Monumentos
Históricos e Inmuebles, de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos
del Instituto Nacional de Antropología e Historia, (INAH).
3. Tipología Arquitectónica
La tipología del ex convento de San Agustín es de tipo religiosa.
4. Función relación de las partes con el todo
En el claustro del ex convento de San Agustín, se desempeñan diversas
actividades las cuales están condicionadas por los espacios tanto como
internos como externos y la relación que entre ellos se desarrolla. Un espacio
arquitectónico no es solo aquel que se encuentra a cubierto sino también los
espacios al aire libre los cuales también desempeñan un papel importante en
las actividades que en el inmueble que desarrollan.
El convento de San Agustín fue edificado para que cumpliera diversas
funciones entre ellas: la administración, divulgación, enseñanza o práctica de
un culto religioso, la “religión católica”.
Muestra los tipos de espacios que se encuentran y la disposición dentro del área de estudio.
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Entorno Urbano Arquitectónico Histórico
(Desde sus orígenes hasta nuestros días).
Dentro del entorno urbano del convento se encontraba la huerta hacia el sur.
El terreno que se les dio a los agustinos comprendía desde el convento hasta
el rio chiquito donde se encontraba uno de los pueblos de indios tarascos, que
los habían llevado para que fueran la mano de obra que construiría el convento
y templo.
Al poniente se encuentra la casa museo de José María Morelos y Pavón.
El Ex-convento de San Agustín, está inmerso en una manzana la cual tiene
inmuebles de gran valor por formar parte importante de la historia de Morelia y
otros que tienen valor por ser parte del centro histórico y estar declarados como
patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
En el entorno urbano del ex convento la mayoría de los inmuebles históricos
son propiedad privada.
A lo largo del tiempo el entorno del convento así como los predios han sufrido
modificaciones, incluso se han perdido espacios y se han fusionado predios,
debido a la normatividad existente, se siguen conservando las tipologías
características del centro histórico, pero existe mucha falta de mantenimiento
en la mayoría de los inmuebles y una normatividad muy deficiente en cuanto a
letreros y anuncios se refiere, lo que deteriora la imagen urbana y afecta el
conjunto.
Actualmente podemos observar en la calle Mariano Abasolo, esq. San
Cristóbal edificaciones de un nivel de propiedad privada que originalmente
fueron de uso habitacional y actualmente son de uso habitacional y comercial,
algunos de estos inmuebles se encuentran en mal estado de conservación ya
que en sus fachadas podemos ver falta de mantenimiento, presencia de
humedad, macroflora, microflora y manchas negras. La época de construcción
de estos inmuebles data del siglo XVIII. Como podemos observar en la
siguiente imagen.
61
Localización
Otra edificación del entorno urbano actual está en la calle Abasolo con No. 283.
Es una casa de dos niveles de propiedad privada, su uso original fue
habitacional, su uso actual es habitacional y comercial. El estado de
conservación es bueno y la época de construcción corresponde al siglo XX.
Asimismo encontramos una casa incluida en el Catálogo Nacional de
Monumentos Históricos e Inmuebles del INAH, el inmueble está ubicado en la
calle Abasolo No. 287 colonia Centro Morelia, Michoacán, el inmueble es
62
propiedad privada de un nivel, su uso original fue habitacional y su uso actual
es comercial y de oficinas, el estado de conservación es bueno y su época de
construcción data del siglo XVIII, en la fachada principal podemos observar que
su carpintería está en mal estado ya que presenta manchas negras y grafitis.
En la calle Mariano Abasolo, Esq. con Corregidora del centro histórico se
encuentran los portales de un nivel, son de propiedad federal, su época de
construcción data del siglo XIX y XX, su estado de conservación es regular, su
uso original y actual es comercial, se puede observar que tiene falta de
mantenimiento.
63
Al sur en la calle Ignacio Aldama, Esq. con Mariano Matamoros se encuentra
una escuela primaria de dos niveles de propiedad federal, su época de
construcción data del Siglo XVIII, su uso original y actual es escolar, su estado
de conservación es bueno.
6. Fecha de construcción
La construcción data del año 1550
Evolución histórica
Uso original
La orden de los agustinos llegó a la nueva España y en específico a Valladolid
alrededor de 1548, construyendo un inmueble provisional de adobe y
estructuras de madera con las cuales los agustinos comenzaron y afianzaron
su presencia en Valladolid.
Las primeras etapas constructivas (siglo XVI Y siglo XVII). La construcción de
la iglesia y convento tomó varios años, dándose preferencia a la primera. En
1587 se inició la construcción del claustro y para 1602 contaba ya con 20
celdas. Las obras se concluyeron a mediados del siglo XVII. La torre de la
iglesia fue concluida en 1667.
En la galería se halla casi siempre una pequeña estancia que servía como
estudio o biblioteca, independientemente de la gran biblioteca que tenían
algunos monasterios importantes. A continuación se hallaba la sala capitular,
pieza que se consideraba de gran importancia y que generalmente se construía
64
con rica ornamentación arquitectónica. Era el lugar de reunión de la
comunidad, donde se leían los capítulos de la regla de la orden y donde el
abad organizaba las distintas tareas a seguir por los monjes. En esta sala era
donde se exponían posibles faltas de alguno de ellos para que el superior le
reprendiese.
En el ala sur solía estar el calefactorio, lugar caldeado donde podían ir los
monjes de vez en cuando para descansar y entrar en calor. A su lado, el
refectorio, que era el comedor, y colindante con él, la cocina.
El ala oeste se solía llamar de “legos” y tenía el callejón también de “legos” y la
cilla con la bodega. Las celdas de los monjes o el gran dormitorio común
(depende de la época) estaban en el piso superior.
Diferentes usos en su vida
El terreno correspondiente al Convento de San Agustín en Valladolid, se redujo
a las propiedades que en la actualidad corresponden a las calles de
Corregidora, Abasolo, Guerrero y García Obeso, quedando, al norte del templo,
colindando con el convento, el cementerio y la huerta.
Durante la desamortización de los bienes eclesiásticos en 1856, la huerta fue
partida por una calle que recibió el nombre de Comonfort y que actualmente se
conoce con el nombre de Aldama.
En junio de 1951 aproximadamente, se funda la casa del estudiante de Isaac
Arriaga.
Parte del inmueble fue ocupado como vecindad; en 1972, posteriormente tuvo
un nuevo uso, siendo este un Colegio, que llevo el nombre de un destacado
fraile agustino y provincial de la orden, Fray Alonzo de la Veracruz.
Durante la secularización de los conventos, se dispuso del espacio para el
hospedaje de los frailes desalojados, por lo que se pidió al virrey tiempo para
disponer de estos espacios.
En 1734 el Convento contaba con una pila que abastecía de agua el recinto.
En 1838 el Convento de San Agustín poseía una escuela de primeras letras
con un alumnado de 200 niños, una importante biblioteca y un colegio en el que
se impartían las cátedras de teología, filosofía y gramática.
Uso actual
Actualmente el ex convento de San Agustín es la casa del estudiante Isaac
Arriaga.
65
7. Descripción Arquitectónica
Respecto al terreno ocupado, valor porcentual.
La escala que presenta este espacio arquitectónico es monumental por la
sensación de pequeñez que provoca en comparación de uno al inmueble al
que se accede. En el inmueble predomina vano sobre macizo. En planta baja
se pueden apreciar los contrafuertes. El convento tiene bóvedas de cañón
corrido del nivel inferior.
Cubiertas
La cubierta tiene sistema de terrado, una capa de terrado en la azotea de 30
cm. de espesor promedio y tepetate.
Materiales
Los materiales usados para la construcción son:
Tepetate en la cubierta, viguería de madera, cantería labrada, cal-arena, lodo
Sistemas constructivos
CIMENTACIÓN
En la cimentación su espesor es igual al del muro o, en otros casos hay un
escalonamiento para aumentar la sección de la cimentación; éstas están
formadas de piedras de cantería, colocadas en forma irregular, asentadas con
mezcla de mortero cal-arena, hasta el nivel de piso.
APOYOS
Los apoyos corridos (muros), son de cantería aparejada de forma regular,
asentada con mortero de cal-arena, y otros son de cantería irregular con un
aplanado de mortero a base de cal-arena.
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En la figura superior se muestra la colocación de la piedra aparejada que compone el muro y
los materiales de construcción.
AISLADOS
Los apoyos aislados son contrafuertes y columnas, independientemente de su
esbeltez, logran distribuir las cargas a los elementos inferiores.
La figura superior muestra la fábrica de la columna y los elementos que la componen.
Cubiertas
BÓVEDA DE CAÑÓN
La Bóveda de cañón corrido que tiene el claustro bajo es un sistema de piezas
de cantería labrada, las cuales trabajan tanto a tensión como a compresión y
es esta misma la que le da la solidez, transmitiendo la carga hacia los
costados.
67
Muestra cómo se logra el empotre de las piezas en el muro y la capa de compresión
que tiene la cual le imprime peso y de confiere estabilidad.
Terrado y Viguería
Muestra el sistema de viguería y el sistema de terrado.
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Sistema constructivo, corte por fachada que denota la colocación de los materiales y
elementos que conforman el inmueble.
Sistema de medida (varas)
El sistema de medidas que se utilizaba en el siglo XVI fue la vara castellana,
una vara castellana es igual a 84 cm.
Estructura
El sistema estructural del claustro en su parte de conjunto sirve para
contrarrestar el empuje de las bóvedas del templo principalmente, este cuerpo
es macizo con muros robustos casi en su totalidad; pero, comparativamente,
las arquerías son muy frágiles y con una gran probabilidad de fallar
estructuralmente cuando el inmueble es sometido a esfuerzos para los que no
está programado o diseñado como sismos, por esta razón se ha manejado casi
en todas estas construcciones, que los muros a mayor altura se vallan
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adelgazando para evitar sobre cargar la estructura y con esto permitir que el
edificio pueda absorber los esfuerzos redistribuyendo las cargas y los
esfuerzos a los que es sometido.
Es importante conocer cómo es que el edificio soporta las cargas, tanto vivas
como muertas y cómo son transmitidas al terreno en el que está desplantado,
la suma de la resultante de las cargas y de los empujes laterales, debe de ser
igual o menor que la capacidad de carga del terreno para que de este modo el
inmueble pueda conservar equilibrio y estabilidad estructural.
Modificaciones estructurales
La resultante de las cargas que se presentan en este inmueble está
balanceada, tomando en cuenta los criterios de condiciones normales, pero si
hablamos de un sismo o un agente atípico, se podría considerar que el
inmueble presenta un riesgo latente de colapso parcial, ya que al estar
afectada la viguería en la parte superior, pierde completamente sus elementos
de liga con los cuales podría el edificio soportarlos movimientos atípicos y
mantenerse en pie, por tal motivo es urgente y necesario que se realice una
intervención en esta área para que se pueda recuperar la estabilidad del
inmueble.
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Tanto la viguería y las tapas de ladrillo denotan el grado de humedad que
presenta el terrado.
Se puede observar que el inmueble tiene deterioros estructurales
considerables, que sin duda afectan su estabilidad estructural y por tal motivo
se decidió el apuntalamiento de la viguería del claustro alto.
La fotografía superior izquierda muestra el apuntalamiento de la Viguería y
como se colocaron los tensores para que no haya un desplazamiento de los
puntales, así como el descanso de los mismos y la superficie que ocupan para
redistribuir las cargas del terrado al primer nivel.
El apuntalamiento está aproximadamente a 60 cm, del muro en ambos
costados de la viguería ya que en este caso, el problema que se presenta
presumiblemente es el deterioro debido a la pudrición en un 90%, de las
cabezas de la viguería por la filtración de agua.
9. Instalaciones originales históricas y modernas
Orientación
El ex convento de San Agustín está orientado hacia el poniente
Sistema hidráulico
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Ventilación natural
Los vientos dominantes principalmente corren de suroeste a noroeste en la
mayoría del año, debido a que el área que se está analizando se encuentra
vestibulada por un patio central, este permite la correcta ventilación para la
mayoría de los espacios, excepto en el deambulatorio sur, el cual tiene una
ventilación muy pobre, lo que aumenta la humedad en ese espacio y grado de
deterioro.
Iluminación natural
La iluminación del inmueble es provista principalmente por el patio, el cual no
solo limita la cantidad de sol que ingresa a los espacios, sino que también
provee un grado de protección contra el embate directo de los elementos,
debido a que el pasillo bloquea y condiciona la cantidad de luz en los espacios,
por medio de las galerías y pasillos, en el único lugar que se requiere una
iluminación cenital es en el deambulatorio sur, ya que este no tiene ventanas
que le proporcionen la cantidad de iluminación necesaria.
La iluminación en esta parte del inmueble por su propia constitución, sirve para
proporcionar iluminación y ventilación a los espacios contiguos, debido a que
es un área que permite capturar la luz solar, y transmitirla a los otros espacios
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BILIOGRAFIA:
Kubler George, Arquitectura Mexicana del Siglo XVI, México, Fondo de Cultura
Económica, 1982.
Arquitectura para el agua durante el virreinato en México”, En cuadernos de
Arquitectura Virreinal No.2, México, división de estudios de posgrado Facultad
de Arquitectura, UNAM 1985.
Navarrete Nicolás P. O.S.A, Historia de la provincia agustiniana de San Nicolás
Tolentino de Michoacán, Tomo segundo, México, Biblioteca Porrúa, S.A, 1978.
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