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Pequeña descripción de la institución parroquial y sus documentos
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LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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DOCUMENTACIÓN PARROQUIAL
ASHOK KISHINCHAND
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
2
ASHOK KISHINCHAN
Resumen
Con el presente trabajo, se ofrece un pequeño estudio sobre los
documentos que hay en los archivos parroquiales y por tanto en estas, los que
lo tengan, presentan una gran variedad, es por ello que su estudio se ha
focalizado más en el pasado que en la actualidad, gracias a estos documentos se
puede conocer la sociedad de esa época en todos sus vertientes, siendo de gran
ayuda para los investigadores y curiosos en general, el lector podrá observar
que no están todos los documentos que conforman esta tipología pero sí los más
importantes, con la idea de tener una idea más certera, también se ha incluido
en algunos de ellos su estructura diplomática, por otro lado también se ha
añadido un pequeño comentario sobre la parroquia como institución y sus
archivos, con la idea de tener un conocimiento más certero de una institución
muy cercana y a la vez desconocida.
Palabras Clave: Documentos. Parroquia. Archivos
Abstract
In this paper, we give a small study of the documents that exist in the
parish archives and therefore these, those who have, are very diverse, which is
why their study has focused more on the past than today, thanks to these
documents can be known society of that era in all its aspects, to be of great
help to researchers and the curious in general, the reader will note that not all
documents that make up this type but the most important, with the idea of
having a more accurate, has also been included in some diplomatic structure,
on the other side also has added a small comment on the parish as an
institution and its archives, with the idea of having a knowledge more certain of
an institution very close and yet unknown.
Keywords: Documents. Records. Parishes
Ashok Kishinchand
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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CONCEPTO DE PARROQUIA A TRAVÉS DE SU HISTORIA:
a palabra parroquia procede del griego Proikia, que significa
un conjunto de casas o un grupo de habitantes vecinos, por
lo que etimológicamente parroquia significa vecindario o
cohabitación, denotando dicha voz en su primitivo origen la vecindad de casas,
barrios y arrabales agregados a una misma ciudad.
Antes del siglo IV y en plena persecución de los cristianos, los fieles se
reducían a unos núcleos más o menos numerosos concentrados en las grandes
ciudades en torno a un obispo. Los pocos cristianos que vivían en el campo
acudían a la ciudad episcopal, para los actos de culto divino, de modo que no
había en cada diócesis más que una iglesia, la episcopal y un solo pastor, el
obispo quien predicaba la divina palabra y administraba los sacramentos.
En estos tiempos se utilizaba tanto el término parroquia como el de
diócesis para designar a los límites o territorios dentro de la cual se
circunscribía la potestad de cada uno de los obispos.
Con la paz dada a la iglesia por Constantino crece el número de fieles
extendiéndose el cristianismo por el mundo rural y construyéndose nuevos
templos. Dado su distanciamiento de la ciudad episcopal los obispos se ven
obligados a enviar a los Corepiscopos, especie de obispos auxiliares por los
campos, quienes al parecer no gozaron de muchas simpatías, por lo que el
Concilio de Laodicea del año 364, se crea a los Peridautas o sacerdotes
circulantes que los obispos enviarán desde la capital a los pueblos, para enseñar
la fe y moral cristiana y administrar los sacramentos, los cuales una vez
cumplida su función volvían a la catedral donde estaban incardinados.
A partir de entonces se irá imponiendo la acepción de parroquia como
parte de una diócesis, a la cual se enviaba un clérigo para que administrase el
pasto episcopal a los fieles allí existentes.
L
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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Para asegurarles el sustento a estos sacerdotes se les asignó una porción
de bienes de la masa común episcopal, que al morir el sacerdote volvía a
incorporarse al acervo diocesano, lo que puede considerarse como el rudimento
del beneficio eclesiástico. Finalmente a cada uno de estos sacerdotes fijos y con
cura de almas, se le asignó una porción de territorio determinado y un conjunto
de bienes eclesiásticos para las distintas poblaciones, con cuyas rentas se
sustentasen y mantuviesen el culto, bajo la suprema inspección del obispo.
Así surge el concepto y realidad del beneficio parroquial, siendo
precisamente esta vertiente la que va a predominar durante siglos como
concepto mismo de la parroquia, entendido como masa de bienes que se asigna
a un sacerdote para su sustentación y mantenimiento del culto.
No es posible determinar la época precisa en la que se produjo la
fundación de iglesias primero y la organización parroquial después puesto que
al no ser consecuencia de ningún decreto general, conciliar ni pontificio, sino de
las necesidades que con el tiempo se iban sintiendo, en unas partes se hicieron
antes que en otras, dependiendo de la voluntad de los obispos y de las
circunstancias particulares de cada país. Se sabe que a partir del siglo XI se
introduce en las ciudades episcopales la división en parroquias, si bien en las
Decretales de Gregorio IX del año 1234, no aparece como obligatoria la
institución parroquial.
No será hasta el concilio de Trento cuando se dicte la primera ley
general en la que se impone la división en parroquias. Así en el capítulo 13 de la
sesión 24 se dice que “para mejor asegurar la salvación de las almas a ellos
confiadas, asigne a cada grupo de fieles un párroco propio y perpetuo”, además
se señala “que los obispos se apliquen a fundar parroquias en las ciudades y
otros sitios que aun no las tienen”. Dicho Concilio ordena los límites
territoriales de las parroquias y prohíbe los párrocos cumulativos, es decir, a los
que podían acudir los fieles indistintamente.
Ya en el presente siglo, el Código de Derecho Canónico de 1917, en el
canon 216, párrafo 1º, artículo 3º, define la parroquia como “porción del
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territorio diocesano con su iglesia especial, pueblo determinado y rector propio
que tiene la cura de almas de aquel pueblo, en aquel territorio”.
De estas definiciones se deduce que los elementos de una parroquia son
el territorio, el pueblo, la iglesia, el rector o pastor, la cura de almas y el
beneficio o dote.
En el nuevo de Código de Derecho Canónigo de 1983, en el canon 515.1
se define la parroquia como “una determinada comunidad de fieles, constituida
de modo estable en la iglesia particular, cuyo cuidado pastoral, bajo la
autoridad del obispo diocesano, se encomienda a un párroco, como pastor
propio.”
Con el nuevo Código se ha dado una esencial variación en el concepto y
regulación de la parroquia, que siguiendo las directrices doctrinales y
normativas de Concilio Vaticano II, hace de la comunidad parroquial
establemente constituida por el obispo, el elemento esencial y fundamental de
la parroquia, apartándose de la concepción puramente administrativa y
beneficial de la parroquia.
ELEMENTOS DE LA PARROQUIA
Si bien han variado a lo largo del tiempo, tanto en número como en
importancia concedida a cada uno de ellos, podemos señalar que los elementos
constituidos de una parroquia son: el territorio, la comunidad de feligreses, la
iglesia parroquial, la cura de almas, el párroco y el beneficio o dote. No todos
ellos, sin embargo, son igualmente esenciales para que una parroquia pueda ser
considerada como tal. Unos son más necesarios que otros. Nunca podrá faltar el
párroco y el pueblo, elementos verdaderamente esenciales, pero tampoco puede
faltar el oficio o cura de almas, que es el elemento formal, los demás no
pertenecen a la esencia de la parroquia que puede darse, incluso, como en el
caso de las parroquias personales, vinculadas a una profesión, a un gremio, a una
entidad étnica, dispersas por territorios distintos, carentes, por tanto, del
requisito del territorio propio. Tal es el caso de las parroquias castrenses, el de la
parroquia mozárabe en Toledo y las parroquias, integradas por las colonias de
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distintas nacionalidades (española, italiana, portuguesa), tan frecuentes en
América etc.
El territorio parroquial:
El territorio parroquial es el que tiene demarcado una parroquia, de tal
manera que a ella pertenezca cuantos feligreses tienen en él su domicilio o
cuasi-domicilio.
La territorialidad no se considera como un elemento esencial,
existiendo parroquias personales, que no tienen territorio, o al menos cuya
parroquia no se determina por el territorio, sino por la clase de personas que a
ella acuden (castrenses, de rito mozárabe).
La demarcación de unos límites fijos para las parroquias, fue
establecida por el Concilio de Trento como el medio más oportuno para que el
pueblo de una parroquia apareciese distinto de otra, sin embargo tal
demarcación no se llevó a cabo en todas partes y aun en la segunda mitad del
siglo XIX había en España parroquias sin deslindar e incluso en Ávila la
demarcación territorial no se realizó hasta el año 1911.
El Código Canónico de 1917, en su canon 216, obligó a realizar el
deslinde, mandando que el territorio de cada diócesis se dividiese en partes
territoriales, cada una con su peculiar iglesia, su pueblo determinado y su
propio pastor.
El nuevo código de 1983 incide en este asunto estableciendo en el canon
374.1 la obligación de dividir en diócesis o cualquier iglesia particular, en partes
distintas o parroquias.
Los feligreses
Los feligreses son los fieles que pertenecen a una determinada
parroquia.
El número necesario para erigir una parroquia no está determinado en
el derecho, ni es fácil determinarlo al depender de circunstancias como la
topografía del lugar, la posibilidad del congruo sustento para el párroco etc.
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Solamente el Real Decreto de 21 de noviembre de 1851, en su artículo 2
dice que los pueblos que no excedan de 35 vecinos tendrán una parroquia rural
de segunda clase, pero no se indica cuantos vecinos son necesarios para que se
les conceda parroquia.
El Código de 1917 en el canon 102 señala que una vez constituida
parroquia, como persona moral que es, sea con muchos o con pocos feligreses o
incluso aunque todos faltasen, seguirá existiendo mientras no sea suprimida
por decreto de la autoridad eclesiástica competente o estuviese sin muestra
alguna de vida por espacio de cien años.
El Código de 1983, como anteriormente se ha señalado, hace de la
comunidad parroquial establemente constituida el elemento esencial y
fundamental de la parroquia.
La iglesia parroquial
La iglesia parroquial es la sede en la que el párroco desempeña los
ministerios propios de su oficio pastoral.
La iglesia es un elemento integrante de la parroquia, pero un elemento
no esencial, puesto que la parroquia puede estar constituida como persona
jurídica con todos sus derechos y deberes, sin tener una iglesia propia.
Una iglesia puede llegar a ser parroquial:
Por designación del prelado al erigir la parroquia, designando en
el mismo decreto la erección de su sede
Por traslado canónico de la sede parroquial a otra iglesia
Por prescripción
Una iglesia con la categoría de parroquia conlleva:
Que sea la sede del beneficio parroquial
El derecho y el deber de poseer una pila bautismal
independiente
Confesionario donde el párroco por derecho propio ejercita la
jurisdicción en el fuero sacramental
Santísimo sacramento reservado
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Conservar los santos óleos
Sello propio
Levantar su propia cruz en las procesiones parroquiales, a no ser
ante la cruz del cabildo catedral o colegial
La iglesia parroquial de ordinario pertenece a la fábrica de dicha iglesia
aunque también puede pertenecer a otra persona moral eclesiástica (como un
cabildo, cofradía o mitra) o una persona moral civil.
La cura de almas
La cura de almas es el oficio pastoral que los obispos delegan en los
párrocos, para que provean el bien espiritual de los fieles, siendo por lo tanto el
deber genérico en el que contienen o del cual se derivan todos los deberes
parroquiales, como son:
La residencia o permanencia asidua del párroco en el territorio de su
parroquia.
La aplicación de la Misa pro pópulo, que es la que los curas de almas
deben aplicar a los fieles a ellos confiados. Es un deber consignado en el concilio
de Trento, pero que estuvo algo indeterminado hasta Benedicto XIV en su
constitución Cum Semper oblata de 1744 determinó que los párrocos y vicarios la
aplicaran los domingos y fiestas de preceptos y posteriormente Pío IX en 1858
en la constitución Amantissimi declaró que también en las fiestas que figuraban
como de precepto en el catálogo de Urbano VIII.
La celebración de los divinos oficios, comprendiéndose bajo el nombre de
oficios divinos las funciones litúrgicas prescritas por el Misal y el Ritual como
las misas solemnes, vísperas acostumbradas, bendición de candelas, ceniza,
ramos, oficios de Semana Santa y procesiones.
La administración de sacramentos, salvo la confirmación y ordenación que
están reservadas al obispo.
El conocimiento y corrección de fieles
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La predicación del Evangelio por el párroco a los fieles todos los
domingos y fiestas de guardar
La catequesis o sencilla instrucción acerca de los principales artículos de
la fe, los mandamientos de Dios y la Iglesia y de los medios de salvación,
impartida tanto a los niños como a los adultos.
La atención de los libros parroquiales.
El párroco
El párroco es un sacerdote o persona moral (cabildo, comunidad
religiosa, etc.) a quien se confiere una parroquia, para ejercitar la cura de almas
en nombre y con título propio, por el derecho de su oficio y de modo estable,
bajo la autoridad del obispo.
El párroco tiene potestad:
Pastoral puesto que a él le compete la cura de almas como pastor de su
pueblo
Ordinaria o aneja a su oficio por el derecho mismo sobre todos sus
fieles.
De jurisdicción para el fuero interno sacramental y extra sacramental,
esto es, para oír las confesiones de cualquiera dentro de su territorio y de los
feligreses aun fuera de él, para administrar los sacramentos y ceremonias
rituales y conservar la vida cristiana, en resumen para todo lo relativo a la
interna santificación espiritual. También tiene alguna potestad ordinaria de
jurisdicción en el fuero externo como la potestad de magisterio, de predicar o
enseñar la religión a su pueblo y la de dispensar en algunos casos de las leyes
comunes.
La potestad del párroco, subordinada a la del obispo, abarca a todos los
fieles que tienen en la parroquia domicilio o permanencia admitida en el
derecho como equivalente para algunos actos de la cura de almas.
En cada parroquia debe haber un solo párroco que ejerza la cura actual
de almas.
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Un mismo párroco no puede tener más que una sola parroquia a no ser
que se trate de parroquias unidas con unión igualmente principal.
En el caso de que una parroquia esté unida de pleno derecho a una
corporación eclesiástica, como un cabildo o monasterio, tendrá como párroco a
la corporación eclesiástica quien deberá ejercer la cura de almas y gozará de
dote beneficial, pero la corporación como persona no puede ejercer de hecho la
cura de almas, viéndose obligada a designar un vicario curado para que la
ejerza de hecho, en estos casos se dice que la corporación eclesiástica ejerce la
cura habitual de almas y el vicario la cura actual, al vicario curado le pasará a
pertenecer toda la cura de almas con todos los derechos y obligaciones de los
párrocos, para su dotación se le asignará con carácter de beneficiado, una
porción de los frutos beneficiales de la parroquia.
Además de los vicarios curados hay una serie de sacerdotes que pueden
ejercer la cura de almas ya en sustitución del párroco, ya ayudándoles o
auxiliándoles, tales como el ecónomo o sacerdote que rige una parroquia
vacante por muerte, traslado o ausencias temporales; el regente o vicarius
auditor, que ayuda o suple al párroco inhábil para desempeñar su ministerio por
vejez o enfermedad mental, impericia u otra causa permanente; el coadjutor o
vicarius cooperator, que es el que de modo permanente ayuda al párroco hábil
pero insuficiente para atender por el solo a la parroquia debidamente.
El beneficio parroquial
El beneficio parroquial es la renta fija o emolumentos eventuales
concedidos para atender en lo necesario al sustento del párroco y a los gastos
propios de la parroquia.
El beneficio ha sido definido como el derecho de percibir una renta
eclesiástica, aneja a un oficio espiritual o ministerio perpetuo creado por la
iglesia, bajo este nombre también se ha designado al oficio eclesiástico al que
están perpetuamente unidas de la iglesia.
Los beneficios surgen de la necesidad de asignar una parte del
patrimonio episcopal al sustento de los párrocos, así, dado que en los primeros
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tiempos de la iglesia, todos sus bienes estaban en manos de los obispos, al
crearse la parroquias, este patrimonio se fue desmembrando, otorgándose el
derecho a percibir las rentas de parte de estos bienes por el desempeño del
oficio eclesiástico.
En el año 513, el papa Símaco permitió que se concediera a los clérigos
bienes de la iglesia como verdadero derecho usufructuario. Esos derechos de
los clérigos concedidos vitaliciamente sobre el usufructo de bienes inmuebles,
unidos perpetuamente con oficios eclesiásticos, se llamaron beneficios a partir
del siglo IX, generalizándose la práctica a partir del siglo XI en los oficios
parroquiales y en las prebendas canonicales.
En opinión de Carlos Corral y de José Mª Urteaga, la plena
cristalización del beneficio como retribución de un oficio se produce en el
período feudal, por cuanto los obispos, considerándose unos señores más bajo
la protección del príncipe, unían como ellos un patrimonio o unas tierras a un
título o cargo público.
En el beneficio podemos distinguir dos elementos constitutivos, uno
espiritual que es el oficio eclesiástico y otro temporal que es el derecho a la
renta, todo beneficio debe llevar anejo el desempeño de un cargo u oficio
eclesiástico, instituido por la autoridad eclesiástica competente y con carácter
de perpetuidad.
El oficio eclesiástico queda erigido en una entidad jurídica, de modo
que siempre debe de haber un clérigo que desempeñe sus funciones y si el
clérigo muere, el cargo u oficio no cesa, sino que queda vacante. En atención al
oficio eclesiástico del beneficio se pueden diferenciar distintos tipos de
beneficios.
En primer lugar podemos diferenciar los beneficios mayores que son
los que van inherentes a los primeros grados de la jerarquía eclesiástica como
son el pontificado, patriarcas, arzobispos, obispos, y abades y beneficios
menores que son todos los restantes.
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Hay beneficios seculares que son los que versan acerca del régimen y
servicio de la iglesia y regulares que tienen por objeto la observancia de la
disciplina monástica y gobierno de los monjes.
Los beneficios curados o parroquiales son aquellos a los que va aneja la
cura de almas y que comprende todo el conjunto de facultades necesarias o
útiles para la dirección de las almas; frente a ellos los beneficios simples son los
que no llevan aneja la cura de almas, como capellanes colativos y todos los de
las iglesias catedrales y colegiatas.
Por lo que respecta al derecho a la renta, señalar que es el elemento
formal específico por el cual se distinguen los oficios beneficiales de los demás.
Al beneficiado se le concede, a modo de dotación en usufructo y
administración, las rentas de una serie de bienes y derechos temporales,
adscritos por la iglesia al oficio que desempeña, dichos bienes beneficiales
constaban ordinariamente de la casa del beneficiado, fincas, muebles, como
dinero, títulos etc. también se considera parte que forma parte de la dote
beneficial las ofrendas voluntarias de los fieles; los derechos de estola que son
los estipendios debidos a los creyentes en razón de ciertas funciones sagradas
que los párrocos desempeñan en su favor; los derechos reales sobre los bienes
de una familia o persona moral o particular ( como hipotecas, censos etc.); las
prestaciones o pensiones ciertas y determinadas debidas por alguna familia o
persona moral, en este sentido se incluyen las dotaciones que a partir del
concordato de 1851, concede el estado español al clero en compensación de los
bienes y derechos que le fueron desamortizados por la iglesia.
La voluntad de la iglesia de reformar la retribución de los sacerdotes
condena a la desaparición el sistema beneficial.
Así en el Concilio Vaticano II se dice que “hay que dejar el sistema que
se llama beneficial, o al menos hay que reformarlo, de suerte que la parte
beneficial o el derecho a los réditos dotales anejo al beneficio se considere como
secundario y se atribuya en derecho el primer lugar al propio eclesiástico”
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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En el Código de Derecho Canónico de 1983, en su canon 1272 se señala
que en las regiones donde aun existan rentas y la dote de beneficios, la
Conferencia Episcopal de acuerdo con la Sede Apostólica, determinará el
régimen para que aquellos separándolos del oficio vayan pasándole
gradualmente a integrar el fondo de un instituto solo diocesano para proveer la
sustentación de los clérigos que trabajan en las diócesis.
ORGANIZACIÓN Y FUNCIONAMIENTO DE LA PARROQUIA
Organización parroquial
De modo muy esquemático (para evitar redundar en lo ya dicho o lo
que se dirá en otros puntos) se expondrá cual es la organización de una
parroquia, partiendo del siguiente cuadro.
Párroco
Vicario curado
Parroquial Suplentes del párroco: Ecónomos, Sustitutos
Ayudantes del párroco: Regentes, Coadjutores
Personal
Eclesiástico
Extra Capellanes
Parroquial Predicadores
Personal de oficios: sacristán, organista…
Subalterno de administración económica: mayordomos, recaudadores
Personal Eclesiástico
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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El elemento básico de toda parroquia es el párroco, a quien corresponde
el cumplimiento de todas las funciones tanto religiosas como económicas que se
puedan y se deban desempeñar en la mencionada institución eclesial.
El párroco en caso en que la parroquia esté unida pleno iure a una
persona moral (como un cabildo, casa religiosa, etc.) será dicha persona moral,
por lo que para el desarrollo del cargo necesitará de una persona física que,
como representante del párroco asuma todos sus derechos y obligaciones,
recibe el nombre de vicario curado.
El párroco (o vicario curado) puede ser suplido o ayudado por otros
sacerdotes en caso de necesidad, así en caso de que una parroquia este vacante,
mientras se nombra un nuevo párroco, lo suplirá un ecónomo quien con
carácter interino ejercerá las funciones propias del párroco, en las ausencias
temporales del párroco se nombrará un sustituto que gozará de las mismas
facultades que el párroco en lo tocante a la cura de almas.
Si un párroco se halla inhábil para dirigir la parroquia, se le dará un
regente quien, dependiendo de la incapacidad del párroco, desempeñará
parcial o totalmente sus funciones.
Cuando en una parroquia debido a sus muchos feligreses, dispersión de
las viviendas o cualquier otra circunstancia, el párroco no puede atender
adecuadamente a las funciones parroquiales se le puede nombrar a uno o varios
coadjutores quienes suplirán y ayudaran al párroco en todo el ministerio
parroquial, menos en la misa pro pópulo.
Además del párroco, su representante, suplentes, en una parroquia
podemos otros sacerdotes deputados para ejecutar funciones sacerdotales como
la celebración de misas, aniversarios, y cabos de año, predicar, ayudar a bien
morir etc. entre ellos están los capellanes que se ocuparan del cumplimiento de
las cargas espirituales (ordinariamente misas) establecidas por los fundadores
de las capellanías, a cambio pueden ser de varios tipos y dependiendo de ello
variará el carácter del capellán.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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Las capellanías eclesiásticas o colativas son las erigidas por la autoridad
eclesiástica en provecho eclesiástico teniendo el carácter de beneficios y por lo
tanto de capellanes de beneficiados.
Las laicales son aquellas en cuya fundación no interviene la autoridad
eclesiástica, aunque está bajo su vigilancia el cumplimiento de las cargas
impuestas por sus fundadores. Son poseídas por legos que nombrarán un
capellán a quien entregarán los bienes de la fundación o el estipendio
establecido con la obligación de cumplir las cargas, estas capellanías también
reciben el nombre de memorias de misas, legados píos y patronato de legos.
Las capellanías familiares son las que el capellán ha de proveerse en
persona de una familia determinada y las patrimoniales las que han de
otorgarse a sujetos de una localidad o diócesis determinada.
En determinadas fechas por Cuaresma, la Pascuas, o la festividad de
determinados santos la parroquia puede recibir la visita de predicadores
venidos de fuera de la parroquia.
Personal subalterno
Para el buen servicio de la parroquia y para asegurar el esplendor del
culto divino son necesarios una serie de empleados u oficiales inferiores,
subordinados al sacerdote como el sacristán, campanero, organista, cantores,
acólitos, etc.
Además para el control económico de la parroquia, el párroco se servirá
de mayordomos y recaudadores, que se ocuparán del cobro de impuestos y
derechos propios de la fábrica y atenderán a los gastos que conlleva la
parroquia, el párroco puede estar auxiliado por un Consejo Económico y/o una
junta de Fábrica.
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Funciones parroquial
Actividad Predicación
Evangelizadora Catequesis
Actividades
Actividad Misa pro pópulo
Religiosas Litúrgica Divinos oficios
Administración de Sacramentos
Actividades económicas
Actividades religiosas
Toda parroquia surge para atender la cura de almas de un colectivo de
fieles lo que conlleva el cumplimiento de unas funciones de las cuales se
ocuparán los párrocos auxiliados, complementados o sustituidos por una serie
de eclesiásticos.
Actividades evangelizadoras
Su finalidad es divulgar y hacer conocer a los fieles el Evangelio y la
doctrina cristiana, lo que se conseguirá mediante la predicación y la catequesis.
Hasta el Concilio de Trento la predicación estuvo reservada a los
obispos, desde entonces se reconoce como un deber personal del párroco
predicar la homilía – sencilla explicación del Evangelio, acomodada a la
capacidad de los oyentes- todos los domingos y fiestas de guardar, pero la
predicación no será una función exclusiva del párroco pudiendo ser ejecutada
por otros sacerdotes seculares y religiosos, sin necesidad de contar con el
párroco.
Mediante la catequesis se instruye tanto a niños como adultos en los
fundamentos de Dios y de la Iglesia y en los principales dogmas de la fe
cristiana.
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La enseñanza del catecismo viene impuesta a los párrocos desde
antiguo, ordenando las Decretales que al menos los domingos y otros días
festivos se instruya a los niños, un deber sancionado en Trento donde además
se manda que se instruya a los fieles adultos sobre la intercesión y invocación
de los santos, honor de las reliquias y uso legítimo de las imágenes, aunque es
un deber propio de los párrocos también puede ser desempeñado por otros
sacerdotes e incluso según señalaba el Código de 1917, el párroco, para la
instrucción de los niños puede servirse tanto de los clérigos que viven en su
parroquia como de los laicos piadosos.
Actividades litúrgicas
Como la aplicación de la misa pro populo, la celebración de divinos
oficios y de los aniversarios y cabos del año.
La misa pro populo la deben celebrar los domingos y las fiestas de
precepto, todos los que por su oficio tienen cura de almas.
Por lo que al ámbito de la parroquia se refiere es competencia del
párroco, pudiéndola celebrar en su defecto el vicario curado, el ecónomo, el
sustituto y en caso de incapacidad absoluta del párroco, su regente.
Por divinos oficios se entiende una serie de funciones litúrgicas como la
celebración de misas, procesiones y bendiciones, así a lo largo del año se
celebran una serie de misas señaladas por el Misal y el Ritual Romano, por la
costumbre y en honor de los vivos o difuntos que aun siendo solemnes las
puede celebrar cualquier sacerdote aunque sea el párroco.
Las procesiones públicas realizadas fuera de la iglesia deben ser
presididas por el párroco.
Al párroco le están reservadas las bendiciones de la pila bautismal, de
las casas del sábado santo u otro día según la costumbre, así como otras
bendiciones solemnes realizadas fuera de la iglesia, pero otras como la
bendición de las Candela el día de la Purificación de la Virgen, de las recién
paridas, de los ramos y la imposición de la ceniza, pueden ser llevadas por
otros sacerdotes.
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Los aniversarios y cabos de año celebrados por los difuntos, al ser oficios
de pura devoción pueden encargarse al clérigo que se quiera, solo las exequias
al tener carácter obligatorio serán competencia exclusiva del párroco.
Administración de los sacramentos
El primero de los sacramentos cristianos que se recibe es el Bautismo,
mediante el cual se regenera los hombres para la vida espiritual, la facultad
primitiva de bautizar reside en los obispos, pero tras la institución de los
párrocos, además de los obispos vienen a ser ellos los ministros ordinarios del
bautismo, el resto de sacerdotes pueden administrarlo ordinariamente, con
licencia del obispo o párroco y en caso de necesidad incluso lo pueden
administrar los legos.
Después del bautismo se administra la Confirmación, sacramento
concebido como un auxilio para conservar y perfeccionar la inocencia adquirida
con el bautismo y para resistir las tentaciones del mundo y del demonio, el
ministro ordinario de las confirmaciones es el obispo que la suele impartir
normalmente en las visitas pastorales.
La Eucaristía es el sacramento del cuerpo y la sangre de Jesús, bajo las
especies del pan y vino, instituido para alimento espiritual de los fieles por
Jesús en la Última Cena. La eucaristía abarca dos partes que son la consagración
de los elementos y su distribución, por lo que a la primera se refiere solo la
pueden ejercer los sacerdotes, pero para la distribución de la eucaristía
consagrada por el sacerdote no es necesario que sea uno de estos, puesto que no
es una potestad sacerdotal.
A los párrocos está reservada la Comunión Pascual y el Viático.
La Penitencia es un sacramento por cuyo medio se le perdonan al fiel
todos los pecados que hubieran cometido después del bautismo, la penitencia
conlleva la contrición y arrepentimiento de unas penas impuestas al pecador a
fin de que expíe sus pecados.
Los párrocos por derecho de su oficio administrarán la penitencia en su
parroquia, pudiendo con consentimiento administrarla en el resto de
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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parroquias de la diócesis. El penitenciario general administra la penitencia por
derecho propio y ordinario en toda la diócesis, como vicario que es del obispo.
El resto de sacerdotes que carecen de cura de alma, se les puede delegar la
potestad para administrar la penitencia.
La Extrema Unción es un sacramento con el que se confiere la gracia a
los enfermos por medio del santo óleo y de la oración que a él va unida,
borrándose los pecados y aumentando la fuerza para vencer las incomodidades
de la enfermedad, el ministro ordinario de la extremaunción es el párroco, pero
en caso de necesidad puede administrar cualquier sacerdote.
El Orden es un sacramento destinado a conferir la potestad sagrada a los
ministros del altar, siendo el obispo su ministro ordinario.
El Matrimonio es un contrato por su naturaleza y origen, pero que entre
los cristianos se considera también como un sacramento, al simbolizar la unión
de Jesús y la Iglesia y al infundir la gracia a los contrayentes y purificar todo lo
carnal que en él hay, será ministro del matrimonio todo clérigo a quien se le
confiera facultad de bendecir en la ordenación y principalmente los obispos y
sacerdotes.
Actividades económicas
La parroquia también se nos presenta como una institución generadora
de ingresos provenientes del desempeño del ministerio parroquial y originador
de gastos para el sustento de su personal y para el mantenimiento y ornato de
los templos, es por ello, por lo que la actividad económica no es ajena a la
parroquia, siendo un apartado al que se le presta especial atención.
En una parroquia se reciben una serie de retribuciones determinadas o
eventuales como los diezmos, primicias, ofrendas u oblaciones, derechos de
estola o pie de altar, o los estipendios por las misas, además de las rentas de los
bienes beneficiales.
Los diezmos son una prestación que los fieles pagaban a la iglesia para
atender a la subsistencia del culto y de sus ministros consistentes generalmente
en la décima parte de la producción agrícola y ganadera.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
20
Su origen se remonta a las tribus de Israel,, que por un precepto de su
ley contribuían con la décima parte de su producción y mantenimiento de la
tribu Leví, que era la de los sacerdotes, pero entre los cristianos en el Evangelio
no hay mención alguna a los diezmos, así como tampoco en los primeros siglos
de la Iglesia puesto que en estos primeros tiempos, los clérigos se mantenían
con las ofrendas voluntarias y con las que producían sus bienes raíces, al
parecer al disminuir las ofrendas, algunos padres de la iglesia como San
Jerónimo, San Juan Crisóstomo o San Agustín, exhortaron al pago de los
diezmos, el cual se irá generalizando en el siglo VIII y por lo que a España se
refiere a partir del siglo IX.
Se reconocen tres tipos de diezmos: Los prediales pagados con frutos de
los predios; los personales por los productos del trabajo o industria de los
hombres y los mixtos que participan de la naturaleza predial y personal como el
queso o lana.
Los diezmos se pagaban en las iglesias parroquiales, los prediales en
aquella en cuyo territorio de hallaba el predio y los personales en la que la
persona recibía los sacramentos, en España por decreto de las cortes del 29 de
junio de 1837, quedaron suprimidos.
Las primicias se fundamentan en la entrega a la Iglesia de los primeros
frutos de la tierra y del ganado para dar gracias al criador, su origen se hace
remontar a las leyes de Moisés pero en España no hay alusión a ella, ni en las
actas conciliares visigóticas ni en documentos eclesiásticos anteriores al siglo X,
nunca se ha fijado por las leyes ni la cuota ni la clase de frutos y ganados que
deben darse por lo que se darán variaciones según la zona. El destino que
generalmente se le dio a las primicias, fue el mantenimiento a la Iglesia, siendo
este en sus orígenes el medio con el que se mantenían los ministros de la Iglesia.
Las oblaciones se remontan a los tiempos apostólicos, así en los Hechos
de los Apóstoles, San Lucas se señala que los fieles vendían sus bienes y ponían
el precio en manos de los apóstoles que los distribuían entre los ministros y
pobres, se conocían tres tipos de oblaciones:
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
21
1) Las realizadas en el altar, así los fieles al tiempo del sacrificio ofrecían
pan y vino tomándose lo necesario para la Eucaristía y el resto se distribuía
entre los clérigos y pobres.
2) Las realizadas fuera del altar, pues los fieles entregaban
voluntariamente el dinero, aves, frutos, etc., según su riqueza en un arca dentro
de la Iglesia, cuyo destino eran los ministros de la Iglesia y los pobres.
3) Al recibir los sacramentos o en ciertos oficios sagrados, los fieles
desde antiguo hacían ofrendas tanto en dinero como en especies.
Actualmente se realizan ofrendas ante el altar en manos del sacerdote
en la misa, funerales y responsos y en cualquier tiempo se depositan en la
sacristía, en cepillos, altares o imágenes de gran devoción etc.
Los derechos de estola y pie de altar son aquellas prestaciones que con
arreglo a las leyes eclesiásticas o costumbres laudables y probadas, puede exigir
el párroco por el ejercicio de ciertos actos de su ministerio, tanto para atender su
sustento como para sufragar los gastos que ocasionen el desempeño de los
deberes y funciones de su cargo, corresponden a los derechos que el párroco
percibe por administrar el bautismo, asistir al matrimonio, celebrar el entierro y
el funeral de sus feligreses, así como la expedición de partidas y otros
documentos.
Su origen se encuentra en las ofrendas voluntarias que los fieles
otorgaban al recibir los sacramentos o en ciertos oficios sagrados que de ser
voluntarios acaben convirtiéndose en costumbre piadosa, para posteriormente a
los ministros de altar medios de sustento se hacen obligatorios, hecho que
ocurre en el IV Concilio de Letrán, bajo el pontificado de Inocencio III.
Estipendios por la celebración de misas a favor de los fieles vivos o en
memoria de los difuntos, su origen se encuentra en las ofrendas voluntarias de
pan y vino realizadas para la celebración de la Eucaristía que al introducirse el
pan eucarístico preparado por el propio clérigo, se trasformaron en ofrenda de
harina para el pan y poco después en dinero, en un principio, se controlaba que
el destino del dinero fuera para la Eucaristía o en beneficio de los pobres,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
22
estando mal visto que los sacerdotes empleasen en usos propios dinero de las
ofrendas, pero esta integridad no duro mucho tiempo y los sacerdotes le dieron
finalmente ese destino, siendo este el origen del honorario o estipendio actual
de las misas.
Admitidos los estipendios de la misa, se fue imponiendo que estas se
ofrecieses especialmente por cada uno en particular y que el fruto sobrante de
ellas, aprovechase únicamente al que ofreciera el estipendio, desarrollándose
por este motivo los legados de misas y aniversarios.
Con todos estos ingresos la parroquia tiene que:
Atender el sustento de todo el personal eclesiástico y subalterno
que está a su servicio.
Procurar la reparación, conservación y aseo de la iglesia
Dotar al templo de los ornatos necesarios (imágenes, retablos…),
así como de los objetos necesarios para celebrar el culto (cruces,
incensario, cálices, relicarios…)
Abonar la parte correspondiente para el pago de las
contribuciones eclesiásticas a la hacienda real
El administrador nato de toda la actividad económica es el párroco que
puede ser auxiliado por un consejo económico y valerse para la recaudación de
los derechos de la parroquia y para el control de los gastos de un mayordomo.
Para todos los asuntos referentes a la reparación, conservación, aseo y
ornato de la Iglesia, así como a los gastos del culto que en ella se producen,
puede existir una Junta de Fábrica, dicha Junta se ocupará de recibir los frutos,
cobrar las rentas y pagos pertenecientes a la fábrica de la iglesia, podrá comprar
y vender lo que fuera necesario para el régimen económico cotidiano y aceptar
donaciones de poca cuantía; con carácter extraordinario y siempre con licencia
también podrá aceptar donaciones de poca cuantía; con carácter extraordinario
y siempre con licencia también podrá aceptar o repudiar herencias, legados y
donaciones hechas con solemnidad, comprar inmuebles, pedir empréstitos de
cuantía, construir o reformar edificios y cementerios, hacer reparaciones
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
23
extraordinarias, etc., la Junta de fábrica se podrá valer de un mayordomo
particular para atender sus recaudaciones y gastos.
Control episcopal: Las Visitas Pastorales
El obispo es la máxima autoridad diocesana quien ante la imposibilidad
de atender las necesidades espirituales de todos los fieles de su diócesis delega
parte de su potestad y entrega parte de sus bienes y derechos a los párrocos,
para que cada uno en su parroquia se ocupe de la cura de almas de sus fieles, al
confiar la dirección de los negocios eclesiásticos a un gran número de párrocos,
con diversidad de conocimientos, edad, condiciones, etc., era de temer que
alguno de ellos podía dejar de cumplir los cometidos encomendados, bien por
ignorancia o por falta de celo. Por ello, el obispo para enterarse del
funcionamiento de las parroquias debía acercarse hasta ellas, surgiendo de esta
necesidad de control de la vida parroquial las visitas pastorales.
La visita es un instrumento pastoral y un acto administrativo de
gobierno de un territorio siendo el medio a través del cual el obispo se pone en
contacto inmediato con las personas que están sujetas a su jurisdicción,
proporcionando un conocimiento directo de la situación material, espiritual y
moral de las parroquias, le permite llevar un control del cumplimiento de las
órdenes dadas y de la observancia de las leyes de la Iglesia y le ofrece la ocasión
de un acercamiento al clero para estimularlo y mantener su celo y fidelidad.
Con la visita pastoral el obispo se informa del estado de la enseñanza
religiosa, las costumbres del clero y del pueblo, del cumplimiento de su
ministerio por parte de los eclesiásticos según los respectivos oficios,
inspecciona los libros parroquiales, comprueba el cumplimiento de los
aniversarios, fundaciones y testamentos, si se recaudan y se distribuyen las
rentas de la iglesia conforme a sus objetos, comprueba el estado material de los
templos y de los bienes que están dotados.
La obligación de la visita se consideró siempre como un cargo personal
del obispo, pero pudiendo delegar sus facultades en otra persona cuando
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
24
legítimamente estuviesen impedidos. Se deben realizar anualmente o en caso de
que la diócesis sea de gran extensión cada dos años.
Antes de iniciarse una visita se prepara fijándose un itinerario a seguir
y elaborando el cuestionario que sirva de guía al visitador, en el que se
enumeran todos los puntos a los que debe prestar atención la inspección.
La llegada de los visitadores, se advertía con varios días de adelanto
mediante un edicto o carta, para que el párroco tuviera todo dispuesto para la
inspección. El visitador llega acompañado de una comitiva formada por un
fiscal, un notario y un nuncio. En la visita se sigue un orden que indica el
Pontifical Romano iniciándose la visita a la iglesia parroquial y en concreto por
la Eucaristía y el Baptisterio, sigue la visita a las capillas y altares,
posteriormente las reliquias, vasos sagrados, libros litúrgicos, etc., que deberá
tener dispuestos el párroco en la sacristía, se visitará el archivo poniendo a la
vista los libros sacramentales, los inventarios y demás documentos. Una vez
comprobado el estado material de las cosas, parte de la visita conocida como
visitatio rerum, el visitador procede a la visitatio hominum o visita de la conducta
de las personas, informándose sobre el comportamiento y cumplimiento de las
obligaciones de los clérigos y laicos, basándose en los testimonios dados por un
grupo de clérigos y laicos de la localidad. También visitará las asociaciones
piadosas, quien tendrán que presentarle el decreto de erección o aprobación,
sus estatutos, el libro de actas y los objetos propios de la asociación, también
visitará el resto de iglesias, ermitas existentes en la localidad o cualquier edificio
o lugar pío que pudiera existir. Durante la visita el prelado puede ejercer otras
funciones que le son propias como la confirmación, la predicación del
Evangelio, la tonsura y ordenación de clérigos, la dedicación de iglesias y la
administración del sacramento de la penitencia en casos reservados.
Asociaciones de Fieles: Las Cofradías
Una de las características fundamentales de la Iglesia es su raíz
comunitaria, por lo que solo se puede entender a la Iglesia como comunidad,
pero además dentro de la gran comunidad que es la iglesia, ya desde sus
comienzos se desarrollan agrupaciones de cristianos con una finalidad
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
25
determinada como dar sepultura a los creyentes en las catacumbas, cuidar
enfermos, auxiliar a los obispos en la liturgia.
En oriente, estas agrupaciones especializadas de cristianos se centraron
en la perfección personal, en el culto litúrgico y la caridad con el prójimo, en
occidente prevalecerá el apoyo a la vida cristiana y el socorro o alivio para
después de la muerte, por lo tanto, la Iglesia además de las instituciones o
agrupaciones propiamente religiosas instituye asociaciones para los fieles
seculares a fin de promover entre ellos, ya una vida cristiana más perfecta, ya el
ejercicio de alguna obra de caridad o piedad, o el incremento del culto público.
Dichas asociaciones se conocen como Pías Uniones cuando se erigen
para el ejercicio de obras de piedad o caridad, Hermandades o Congregaciones
cuando se constituyen a manera de cuerpo orgánico y Cofradías.
Las Cofradías son agrupaciones eclesiásticas compuestas por fieles
fundamentalmente laicos, erigidas canónicamente y gobernadas por el superior
competente, con la finalidad de promover la vida cristiana a través de
especiales obras buenas, orientadas al culto divino o la caridad con el prójimo
en sus diversas modalidades: alivio de las ánimas del Purgatorio, conversión de
los pecadores, instrucción religiosa de la infancia, visitas domiciliarias y
hospitalarias a los enfermos, entierros de pobres, etc.
Las cofradías (así como toda asociación eclesiástica), tendrá unos
estatutos propios, redactados por sus miembros y aprobados por el ordinario
del lugar en los que se establecerán las funciones a desarrollar y su
organización. Tendrán derecho a adquirir, poseer y administrar bienes
temporales, con dependencia del obispo a cuya jurisdicción y vigilancia están
sujetas y quien tendrá derecho a visitarlas.
Las cofradías y Pías Uniones se establecen en iglesias o en oratorios
públicos o al menos semipúblicos y normalmente en un altar determinado.
Las cofradías que fueron proliferando a lo largo de la edad media, será
a partir del siglo XVI cuando se expandan extraordinariamente de la mano de la
doctrina del Concilio de Trento, siendo utilizadas como medio de aculturación
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
26
de las masas en materia religiosa y de defensa de la ortodoxia católica frente a
los movimientos heréticos reformistas.
La mayor vitalidad y pujanza de las cofradías se manifiesta desde el
siglo XVI hasta el siglo XVIII. Con la Ilustración se produce un descrédito y
crítica de las prácticas religiosas, coincidiendo con el anquilosamiento y
paralización de la vida de las cofradías que volverán a resurgir, (pero no con la
fuerza interior) en los siglos XIX y XX.
Archivos Parroquiales
En teoría, el archivo parroquial debería coincidir con el origen de la
misma parroquia y el primer documento custodiado en él, según esto, tendría
que ser el acta de bendición de la iglesia parroquial o el decreto episcopal por el que
se erigía canónicamente la parroquia, cualquiera de estos dos documentos o
uno de ellos, debería ser, en teoría, el punto de partida del archivo parroquial,
esto no suele ajustarse a la realidad.
Por lo que a España se refiere, los archivos parroquiales van
apareciendo por primera vez en el territorio de la provincia Tarraconense,
antiguo Reino de Aragón. Un concilio provincial celebrado en Tarragona por
los años 1360, dispuso que en todas las parroquias se llevasen los Registros
Sacramentales. Esta medida conciliar supuso el punto de partida de los archivos
parroquiales en los territorios de su circunscripción, pero en el reino de Castilla
los archivos parroquiales aparecieron después, excepcionalmente, podemos
encontrarnos con algunos del siglo XV, e incluso del XIV, pero son excepciones.
Hay que esperar a la celebración del Concilio de Trento y a su
legislación, para poder hablar de los archivos con existencia ya normalizada y
generalizada, a partir de Trento lo normal es que cada parroquia cuente ya con
su propio archivo, esta antigüedad alcanza también a buena parte de las
primeras parroquias, erigidas canónicamente en los antiguos Reinos de Indias,
en lo que la penetración española coincide, casi, con Trento, al generalizarse y
progresar la evangelización que tenían ya en los Reinos de España. Es posible
encontrarse en tierras de la América Española con archivos parroquiales,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
27
herederos en muchos casos de la documentación generada por las antiguas
doctrinas implantadas por los religiosos, sus primeros evangelizadores.
Pero no todas las parroquias conservan sus antiguos archivos,
circunstancias, ajenas en muchos casos a los responsables de las comunidades
parroquiales, han impedido la conservación de sus fondos parroquiales más
antiguos. En muchos casos, la pérdida de estos primitivos archivos puede haber
sido motivada por la incuria o por el abandono, pero en la mayoría de las veces
fueron circunstancias ajenas, adversas e incontrolables, la causa de la
desaparición y pérdida irreversible de muchos archivos. A este respecto, los
incendios fortuitos o provocados de las casas rectorales. En otras ocasiones la
causa hay que ponerla en las inundaciones, en la excesiva humanidad
ambiental, como sería el caso de las parroquias de los países tropicales, como
Venezuela, Colombia, Puerto Rico, etc., en los que la humedad excesiva, junto
con el clima cálido, propicia el desarrollo de los insectos, como el comején,
destructor implacable del papel. También hay que pensar en las guerras y en las
guerras y en las depredaciones de que han sido víctimas algunos archivos.
El Concilio de Trento y los archivos parroquiales
Este concilio representa, sin duda, el punto de partida de los archivos
parroquiales. Es cierto que no se ocupa expresamente de tales archivos, pero
también es cierto que con sus decisiones de reforma impulsó e hizo posible su
existencia. Se celebró, entre los años 1545 y 1563. En diversos capítulos de las
sesiones VII, XXI, XXIV, XXV, los padres conciliares legislaron sobre materias
conexas con la vida y con la actividad parroquial, como son la fábrica, las
fundaciones pías, la observancia y el cumplimiento de las mandas espirituales
de los feligreses, la erección canónica de las hermandades y cofradías, pero
sobre todo el concilio legisló sobre el minucioso control y registro de la
administración de los sacramentos. “Habeat párochus librum, se dice en el
capítulo I de la sesión XXIV, in quo cóniugum et testium nómina, diemque et
locum contracti matrimonii describat, quem dililigenter apud se custodiat”. Con
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
28
esta normativa conciliar la andadura de los archivos parroquiales quedó puesta
en marcha en el ámbito de la iglesia universal.
Según el concilio, los párrocos, vicarios, curas de almas y rectores de
iglesias, deben llevar anotados, conservar y custodiar diligentemente cuántos
libros fueren necesarios para constancia y testimonio del ejercicio de sus
ministerios.
Las disposiciones de Trento fueron promulgadas en España por
decisión solemne de Felipe II el 12 de julio de 1564, al año escaso de la clausura
del concilio. El monarca español otorgó a las decisiones conciliares el rango
solemne de Leyes del Reino. A partir de esta fecha histórica entraron también
en vigor en todos los territorios de “los nuestros Reinos de Indias”.
La legislación de Trento tuvo su repercusión más inmediata en los
Registros Sacramentales, concretamente en los libros de Bautismo y en los de
Matrimonio, a los que no tardaron en sumarse los de Finados o difuntos, estos
registros serán comunes a todas las parroquias y darán carácter uniforme a
series documentales de valor único para tantos aspectos de la vida en España,
junto a los registros sacramentales, aparecen los libros de Fábrica, los de
Cofradías, los de Hermandades, los libros de Visita, etc., todos juntos
configuran y definen el carácter de los fondos específicos custodiados en los
archivos parroquiales, en torno a estos libros se tienen que enuclear
necesariamente las series documentales en que nosotros dividiremos un archivo
parroquial.
El Código de Derecho Canónico y los archivos parroquiales
Según el derecho canónico de 1917, hay que decir que reguló en
diversos cánones, tanto su existencia como la normativa a que debe ajustarse su
funcionamiento, el código determinó las condiciones que debe reunir el archivo
y dictó normas para el acceso, uso y estudio de los documentos, no puede
afirmarse que en el código se trazara una política sistemática en relación con los
archivos parroquiales, pues la normativa que los regula aparece dispersa a
través de muchos cánones. Sin embargo, desde el canon 375 al 378, además de
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
29
los cánones 383, 384, 470, 2383, y 2406, el código dejó bien sentada la normativa
canónica reguladora de estos archivos, señalando la obligación de custodiar en
ellos determinados libros y documentos.
Según el código, son libros a custodiar preceptivamente en todo archivo
parroquial: 1) los documentos episcopales: Cartas Pastorales, decretos del
prelado relativos a la parroquia, nombramiento del párroco y sus traslados, las
dispensas matrimoniales controladas por la curia episcopal. 2) Los documentos
pontificios: como breves, rescriptos, indulgencias, los indultos de oratorio
privado. 3) Los libros Parroquiales. 4) El libro de Cuentas de Fábrica (canon
1523). 5) inventario de los bienes parroquiales (canon 1522). 6) Documentos que
acreditan los derechos de la Iglesia (canon 1523, nº6). 7) El inventario de los
bienes que constituyen la dote del beneficio, si no está constituida por
asignación del estado. 8) el testimonio de la escritura de erección de la
parroquia, con su dote, sus cargas y obligaciones (canon 1518). 9) El libro de los
estipendios de misas. 10) Inventario o catálogo de todos los libros o documentos
que se custodian en el archivo (canon 383).
Estos son los fondos que debe figurar con carácter general en todo
archivo parroquial según el Código, a ellos habrá que añadir ciertas colecciones
legislativas como el Boletín Oficial del Obispado, un ejemplar del código de
derecho canónico, el libro del Sínodo Diocesano y del Concilio Provincial.
En cuanto al aspecto material del archivo, el local, el canon 373 dispone
que debe instalarse en un lugar seguro y cómodo, deberá estar protegido contra
robos e incendios y otros peligros, el local debe ser cómodo y encontrase a
mano y deberá ser a propósito para poder trabajar en él, sin necesidad de tener
que sacar los documentos fuera de él, además según el canon 374, el local
deberá permanecer cerrado con llave, que guardará el párroco, el ecónomo o el
vicario, finalmente el canon 375 establece unas normas muy elementales sobre
la ordenación de los fondos, diciendo que los documentos deben encontrarse
convenientemente dispuestos en el archivo, añadiendo el canon 383 que en el
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
30
archivo debe haber dos catálogos o índices, uno de los cuales permanecerá en el
mismo archivo y el otro se remitirá al archivo diocesano episcopal.
No pasó desapercibido al código el tema de acceso a los archivos
parroquiales, como norma general prescribe que los documentos originales no
podrán salir del archivo sin licencia del obispo o vicario general, esta licencia se
otorgará solo por tres días, prorrogables, con moderación, por el Ordinario,
siempre que se saque del archivo un documento, se entregará al párroco un
recibo en el que se especificará la fecha del servicio y el compromiso expreso de
su devolución (canon 383, nº2).
También reguló el código el acceso al estudio de la documentación,
diciendo que es libre y gratuito, tanto para el estudio del documento como para
su duplicación, en este punto se exige al investigador que se someta a las
normas establecidas por la autoridad eclesiástica, de este estudio quedan
excluidos los documentos secretos.
El código determina sanciones para los que incumplan la obligación de
custodiar fielmente los documentos o no lo hacen con el debido cuidado, prevé,
igualmente sanciones contra los falsificadores de escrituras o de actas
eclesiásticas y contra los que a sabiendas hacen uso de los documentos
falsificados (canon 2362).
Todas estas normas de viejo código de derecho canónico han sido
reguladas y ratificadas, aunque de forma más simplificada y en muchos
aspectos haciendo extensivas a ellos las normas contempladas para los archivos
episcopales por el nuevo código del año 1983, en apariencia dedica menos
atención al ordenamiento canónico de los archivos parroquiales, el código
reciente mantiene la normativa canónica de la Iglesia en materia de archivos
parroquiales, así en los cánones 486 al 491 renueva y simplifica la legislación
anterior acerca de los archivos y a la vez muestra más exigente en algunos
puntos concretos, es la mejor prueba del renovado interés de la iglesia por una
mejor conservación y mantenimiento de los archivos, el canon 486 ratifica la
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
31
obligación de conservar con la mayor diligencia la documentación de la diócesis
y las parroquias.
En otros cánones se prescribe la inscripción de las partidas de bautismo
(cánones 1067, 1081, 1123,1133) y las de las exequias (canon 1182). Otros
cánones, como: 958, 1284, 1307, urgen la obligación de llevar determinados
libros y custodiarlos en el archivo parroquial.
Tipología de la documentación custodiada en los archivos parroquiales
El primer gran grupo que no puede faltar en un archivo de este tipo es
la de los registros sacramentales o registros parroquiales, como su nombre indica, en
esta serie se recogen las actas de los bautismos, matrimonios, defunciones y
confirmaciones administradas en la parroquia, a ellos pueden añadirse los libros
borradores o libros membretes de las partidas, en los que con carácter provisional
se anotan los datos fundamentales, traslados después a los libros propiamente
dichos, finalmente entran también en esta serie los expedientes matrimoniales y
en algunos casos las minutas de notas marginales.
El denominador común de todos estos registros parroquiales es el de
estar redactados en forma de acta, redacción que comprende por igual a los
libros de bautismos, matrimonios y defunciones o finados, los libros de
confirmaciones, suelen reducirse a simples relaciones o listados, añadidas al
final del libro corriente de bautizados o al final de los mandatos de visita.
Libro de bautizados
Están redactados en forma de acta, iniciándose con la fecha tópica y
crónica, síguela expresión del título de la parroquia y el de la villa o ciudad a la
que pertenece al bautizado, le sigue el nombre del ministro del sacramento y
acto seguido se registra el nombre del bautizado, se consignan la fecha, el día y
el lugar del nacimiento, siguiendo el nombre y apellidos de los padres, con su
naturaleza, vecindad y el estado social al que pertenecen, a continuación se
expresa el nombre, apellidos, naturaleza y vecindad de los abuelos, tanto
paternos como maternos, cerrándose con el nombre y apellidos de los padrinos
y la firma del ministro que autoriza el acta.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
32
Cada partida lleva su número de orden, en el margen superior
izquierdo suele ponerse el nombre y apellidos del neófito, debajo del cual se
anotarán las notas marginales, que dejarán constancia del cambio de estado, no solo
en el caso de haber contraído matrimonio sino de haber abrazado el estado
religioso o eclesiástico.
Esta tipología documental, salvo contadas variantes, se mantiene a lo
largo de los siglos de su implantación por el Concilio de Trento, aunque en
ocasiones se haya insistido más en unos aspectos que en otros, como al referirse
a la condición social de los padres, especificándose siempre al principio la
pertenencia a la hidalguía o a la nobleza, el título, en efecto, procediendo al
nombre, era indicativo de la condición de noble o hidalga de los interesados,
mientras que su omisión tiene que ver con una condición plebeya o villana, esta
diferencia empieza a dejar de señalarse a partir del siglo XIX e incluso con
anterioridad, habiendo caído totalmente en desuso en la actualidad.
Libros de casados o velados
Tienen una tipología similar a los libros de bautismos, al declararlos
obligatorios, el Concilio de Trento dispuso que se reflejaran en ellos las
circunstancias que aseguran la validez del contrato matrimonial, como son la
libertad y soltería de los contrayentes, la constancia de que no existía
impedimento canónico que se opusiera a la validez o la licitud del matrimonio o
en caso de que hubiera existido, que había sido debidamente dispensado,
precediendo al efecto las proclames canónicas, en el acta, tras la fecha tópica y
crónica, el título de la parroquia, se consigna el nombre, apellidos, vecindad de
los contrayentes, sigue la referencia el nombre y los apellidos de los padres, con
su naturaleza y vecindad, así como el nombre de los testigos, concluye con la
firma y rúbrica del sacerdote que bendijo el matrimonio en nombre de la iglesia,
si el sacerdote celebrante no era el párroco, se hace constar que contó
expresamente con su licencia.
La celebración del matrimonio representa la culminación de un proceso
que iba precedido de determinados requisitos legales, reflejados en los llamados
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
33
expedientes matrimoniales, de los que queda constancia en los archivos
parroquiales, siendo por lo general los fondos más voluminosos de todos los
que integran el archivo.
Su finalidad, era la de proteger el matrimonio contra los peligros de
invalidez o ilicitud, según se tratase de impedimentos dirimentes o impedientes, los
primeros, si existían y no habían sido dispensados, anulaban la validez del
matrimonio, entre otros, figuraba el parentesco en primer grado (padres, hijos,
hermanos), la impotencia, incapacidad o la ignorancia invencible sobre la
esencia u fines del matrimonio. Los impedimentos impedientes, no anulaban el
matrimonio, lo hacían ilícito, eran muchos y su dispensa, lo mismo que en el
caso de los dirimentes, era competencia de la Sede Apostólica y en muchos
casos del Ordinario diocesano.
Los expedientes pueden ser ordinarios o extraordinarios, son ordinarios
cuando entre los contrayentes no existía ningún impedimento, en este caso el
expediente se tramita, según el código viejo ante el párroco de la desposada, os
sea de la novia, aunque en la disciplina actual, tras la promulgación del nuevo
código, son competentes para tramitar e instruir el expediente indistintamente
el párroco de origen, del novio o de la novia o el que bendecirá después el
matrimonio, en el caso de que opten por casarse en una parroquia distinta de la
propia.
Se abre el expediente con la certificación de la partida de bautismo de
los novios, sigue la certificación de haberse publicado o dispensado, las
proclamas canónicas, no faltando en muchos casos el acta de consejo paterno,
todo este proceso forma parte de los dichos, nombre popular con el que se
designa a todo el proceso de tramitación del expediente, particularmente al
momento de su iniciación, en la nueva disciplina suele añadirse también al
expediente el certificado o nota del párroco de que los novios han realizado el
cursillo prematrimonial, período durante el cual se les imparte instrucción sobre
las obligaciones que van a contraer y sobre la naturaleza y fin del matrimonio
canónico.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
34
Expedientes extraordinario son aquellos que se tramitan cuando existe
previamente un impedimento que se exige la intervención de la santa Sede o
del Ordinario del lugar para la dispensa de los matrimonios a contraer entre
familiares directos, hoy estas dispensas matrimoniales se han simplificado
mucho debido a la disciplina introducida por el código de 1983 que ha
facultado a los obispos a dispensar en materia reservada ante Roma.
El segundo título de estos libros matrimoniales es el de velados, que hace
referencia a la ceremonia o rito de imponer el velo a la desposada dentro de la
misa nupcial, se trataba de una tradición de la Iglesia Mozárabe española, caída
en desuso y restaurada de nuevo con carácter opcional por la Conferencia
Episcopal Española.
Libros de defunciones o de finados
Tampoco puede faltar en los archivos parroquiales, aunque su
existencia no coincide siempre en el tiempo con la de bautizados o casados, al
principio se inscribían solo las actas de difuntos que habían otorgado
testamento antes de su óbito, su redacción era muy sencilla: Nombres y
apellidos del finado y la circunstancia de haber hecho testamento, a veces se
expresaba también el nombre del escribano que lo autorizó, en esta misma línea
no es frecuente encontrarse con la expresión no testó por no tener de qué, clara
referencia a los pobres de solemnidad.
Al principio, tenían más carácter de libros de testamentos que el de
libros obitorios o de difuntos, por recogerse en ellos las mandas pías ordenadas
por los difuntos para la aplicación de sufragios por su alma, en estos casos, el
párroco, responsable del cumplimiento de la última voluntad del testador, tenía
que anotarlas en los libros de finados, más adelante en cambio gana en interés e
importancia la consignación del hecho demográfico, o sea, el registrar la
defunción, este hecho explica que no todos los difuntos de la parroquia
quedasen registrados desde el principio, pues no todos disponían mandas pías.
Desde el punto de vista, los libros de finados no son tan fiables como los de los
bautizados a la hora de su valoración histórica y demográfica.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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Tampoco se registraban, de ordinario, las defunciones de los párvulos,
que naturalmente, no testaban y para los que se llevaban libros aparte en razón
de su crecida mortalidad, víctimas, como es sabido, de las enfermedades
endémicas de la época, sin llegar a alcanzar la edad adulta, la redacción de estos
libros también es en forma de acta con arreglo a los esquemas, ya conocidos, de
los libros de bautizados y de casados, con las variantes propias del caso. Una
nota añadida y peculiar de estas actas es la dejar constancia de que el difunto
recibió los últimos sacramentos, en ocasiones se deja también constancia de la
enfermedad causante del óbito.
Libros de confirmados (Confirmaciones)
En las parroquias de mayor entidad demográfica solían llevarse
también libros dedicados a registrar aparte las confirmaciones administradas a
los feligreses, sin embargo, por regla general, las confirmaciones se registraban
a continuación del libro corriente de bautizados, en base a largas relaciones, o
listados, se encabezaban con el nombre del obispo oficiante, seguido de los
nombres a y apellidos de los confirmados y los de los padrinos. Estos registros
suelen limitarse a unas relaciones nominales o listas de nombres confirmados
que aparecen cada diez o doce años, al final del correspondiente libro de
bautismos o en los libros de visita de la parroquia, con la sola indicación de la
fecha y el nombre del obispo confirmante.
Valoración histórica de la información contenida en los registros parroquiales
o sacramentales
¿Qué tipo de información puede esperar el investigador que accede al
estudio de los Registros Parroquiales?
La ley del registro civil no se promulgó en España hasta el año de 1871
y en solo 3 años desapareció en Venezuela, así como en el resto de países de la
América de habla hispana, con esta ley nacieron los registros civiles en los
juzgados, hasta esta fecha, las únicas fuentes de índole demográfica radicaban
en los libros de los registros parroquiales, custodiados casi siempre con celo
ejemplar en las parroquias con bastante antelación al nacimiento de la
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
36
Demografía, como ciencia, la demografía histórica nace en Suecia en la 2ª mitad
del siglo XVIII, en España se creó la Asociación Nacional de Demografía en 1850,
luego hasta esa fecha hay que valorar la importancia de los registros
parroquiales en orden a la adquisición de datos de índole familiar, tanto
genealógico como demográfico.
La información contenida en los archivos parroquiales puede
contemplarse desde diversas perspectivas, en primer lugar, a través de ellos
podemos estudiar la natalidad en un grupo de población, el que el índice de
natalidad será más o menos alto, pues bautizado, por lo general, era sinónimo de
nacido ya que cuando un niño nacía era bautizado, a veces el mismo día.
A base de las partidas de bautismo el estudioso de la demografía podrá
conocer el valor absoluto de la natalidad, dentro de un período dado, también
será posible conocer en base a la información recogida en estos libros el
movimiento estacional de los nacimientos o en que época del año es más alta la
incidencia de natalidad, así se podrá trazar el coeficiente y la curva de
natalidad, también es susceptible averiguar la tasa de fecundidad matrimonial,
sacando el promedio de hijos nacidos por familia, lo mismo es válido para el
conocimiento de la natalidad ilegal, así como para registrar las tendencias de
crecimiento o disminución, ligadas al nivel de vida, con las incidencias de la
salubridad, de la higiene, de las buenas y malas cosechas, etc., todos estos datos
emergen a través de los registros de bautizados de una parroquia.
Nupcialidad
Los libros de casados y velados nos permiten abordar el estudio de la
nupcialidad, pudiendo calcular a través de ellos el valor absoluto y el valor
estacional, conociendo el porcentaje de matrimonios que se celebran cada año en
cada parroquia dada. Con los datos contenidos en estos libros nos es dado
conocer la edad y el origen de los contrayentes, la tendencia a casarse
preferentemente entre los de la misma población o si abundaban los
matrimonios entre forasteros, también resulta posible hacer la estadística de la
edad más frecuente para contraer matrimonio que a partir del siglo XVIII
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
37
incluyen también la referencia a las proclamas canónicas, dato éste que nos
permite detectar el número de matrimonios contraído entre deudos y
familiares, tanto el sociólogo como otro cualquier otro estudioso, encuentran en
estos registros matrimoniales información de primera mano para la elaboración
de sus estudios.
Los libros de finados ilustran el aspecto de la mortalidad, siendo posible
llegar a través de ellos fijar el índice de la mortalidad dentro de un territorio, de
un pueblo, de una parroquia, también son fuente de información para el
conocimiento de las enfermedades causantes de esa mortalidad, así como las
epidemias de la época, tan frecuentes y devastadoras que asolaban con
frecuencia las zonas rurales, finalmente estos libros son fuente de primera mano
para el estudio y el conocimiento de la mortalidad infantil.
Libros de fábrica
El Concilio de Trento dispuso que se llevasen con toda diligencia los
Libros de Fábrica, el cumplimiento de esta normativa tridentina ha hecho
posible que estos libros constituyan una serie documental muy interesante y
constante en los archivos parroquiales, en ellos se registraban por partida doble
los ingresos y gastos de la fábrica de la iglesia, las partidas de gastos, anotadas
por los mayordomos, pueden incluir capítulos informativos de tanto interés
como son las nóminas satisfechas a los maestros de la obra en el caso de recoger
las partidas de los gastos relacionados con la construcción del templo
parroquial o pueden referirse a reparaciones y restauraciones posteriores,
quedando reflejados en ellos los salarios abonados a maestros alarifes, así como
a herreros, pintores, estofadores, carpinteros, etc., también se deja constancia de
los pagos originados por la adquisición de una imagen sagrada, de un cáliz, de
unas panas, etc., estos datos pueden resultar particularmente interesantes, pues
en muchos casos permiten documentar el nombre del escultor, o artista
desconocido, así como el precio pagado por la talla de una imagen.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
38
El interés informativo de esta serie es tanto mayor, cuanto que estos
libros de fábrica han llegado sin solución de continuidad hasta nuestro días,
pues el párroco sigue con la obligación de llevar las Cuentas de Fábrica, a través
de ellas podemos conocer adecuadamente la evolución artística del templo
parroquial y al propio tiempo las vicisitudes por las que ha pasado a lo largo de
los últimos siglos.
Otros libros, que completan las cuentas de fábrica, son una serie de
documentos y de expedientes, recogidos en legajos, que no tienen nada que ver
con las cuentas propiamente dichas, pero que también guardan relación con la
Fábrica, pues recogen los documentos producidos por la administración de sus
bienes, como serían las huertas, casas, viñas, olivares, tierras de pan, etc.,
integrantes con frecuencia del patrimonio de la fábrica, en estos casos se trata
de escrituras y de títulos de propiedad, de testamentos, libros de tributos y de
censos, pagados a la fábrica y conservados en el archivo parroquial.
La tipología documental de esta serie resulta muy diversa, por libros de
carácter contable, hasta las escrituras y títulos de propiedad, los libramientos e
incluso los contratos con el artista al que se encargó la talla de una imagen para
el templo parroquial, una gama documental muy variada que no necesita ser
descrita con más detenimiento.
Valoración histórica de la información contenida en esta serie documental
Salta a la vista que el interés informativo de la documentación de esta
serie es el máximo, en primer lugar, Habrá que referirse a su interés para la
historia del arte de un país, aunque en este caso no se trate de una catedral, a
través de las cuentas de fábrica podemos conocer el nombre del artista de
segunda o inclusa de tercera fila, es decir, la aportación más modesta hecha al
mundo del arte por aquellos cuyos nombre se escapó a la atención y el análisis
de los tratadistas del género, en este orden de cosas, las cuentas de fábrica, nos
permitirán documentar aspectos artísticos de un templo, como el autor
desconocido de unas trazas o planos, al autor de tal o cual retablo o imagen
sagrada.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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Un segundo aspecto, no menos interesante, es el relativo a la economía,
la fábrica de la iglesia, no consistía en un templo material, también era titular de
propiedades rústicas o urbanas, a través de esos libros podemos conocer el
valor de la propiedad, el proceso de evolución de precio de las cosechas o de las
rentas de las casas, también podemos establecer las variantes de la inflación y
su incidencia en el valor de los productos agrarios, la historia de la economía de
un país encuentra apoyo documental seguro en los datos registrados en los
asientos de los libros de fábrica de la parroquia.
Esta serie no resulta tan voluminosa, pero el interés de la información
recogida en sus fondos que da fuera de todo comentario.
Libro de diezmos
El pago anual de los diezmos formó parte del sistema ordinario de
dotación de la iglesia hasta el siglo XIX, la aportación de los fieles a los gastos
de sustentación de la iglesia se contabilizaban en los llamados Libro de Diezmos o
Tazmías, los fieles contribuían a la iglesia con la décima parte del producto de
sus cosechas, tanto del campo, como de la ganadería, además entraban aquí las
aportaciones por los variados conceptos de las tercias reales, el noveno, el subsidio
y el excusado, los servicios de millones, etc., con unos y otros los fieles contribuían
al sostenimiento de la iglesia, la cual a su vez por múltiples vías indirectas a
remediar las necesidades, endémicas, de la corona, destinataria directa del
tercio, del noveno, del subsidio y excusado y des servicio de millones.
La información que podemos encontrar en estos fondos documentales,
si se conservan en el archivo parroquial, será naturalmente de tipo económico,
siendo del mayor interés para el conocimiento de la producción agraria y
ganadera, a través de los libros de diezmos podemos conocer el valor de la
producción de la tierra y los diversos sistemas de cultivo así como el valor de
las rentas, estos datos no constan o son poco fiables en las fuentes civiles
comparables, naturalmente que en ocasiones no faltarían las argucias para
eludir el pago de los diezmos, pero como la falta de pago solía sancionarse con
las penas espirituales, como la excomunión en determinados casos y aun el
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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entredicho en otros, penas tan eficaces y terribles en tiempos pasados, en la
mayoría de los casos los fieles cumplían con la obligación, aunque algunos
intentasen eludirla.
Suele tratarse, generalmente, de libros que se ordenarán por materias,
dentro de los diezmos de cada parroquia y dentro de éstas se dispondrán por
orden cronológico, existiendo documentación suelta, como sería en el caso de
expedientes, correspondencia con los hacedores de diezmos, nombramientos, etc.,
esta documentación se dispondrá por orden cronológico en legajos o en cajas
debidamente numeradas, se les dará un número correlativo al de los legajos, a
no ser que se opte por archivarlos al final, por no romper la unidad correlativa
de la numeración dada a los legajos.
Valoración histórica de la información contenida en los libros de diezmos
La información contenida es de índole económica y siempre del mayor
interés, a través de ellos se conoce la cuantía de la producción de la tierra, expresada
en cántaras de aceite o de vino, fanegas de trigo o de cebada, en menudos de pan y vino o
en ganados extremeños, también permiten conocer los parámetros exactos de
nuestra economía rural y agraria, pudiéndose hacer estadísticas de la media de
esa producción en los distintos campos de esa actividad económica, así como
sus altibajos y de las causas que influían en sus condicionamientos.
Libros de visitas
Se trata de otra serie que no puede faltar en los archivos parroquiales,
aunque a nivel diocesano el sitio propio de los Libros de Visitas son los archivos
episcopales, en el archivo parroquial nos podemos encontrar solo con los de la
parroquia respectiva, en todo caso se trata de libros de gran peralte, es decir muy
voluminosos, ocasionalmente se pueden remontarse hasta el siglo XVI, pero lo
más frecuente es que empiecen en el siglo XVII, están redactados en forma de
acta, recogiéndose en ella la visita pastoral realizada por el Prelado o por algún
visitador delegado, la finalidad de la visita es la de controlar in situ todo lo
relacionado con la parroquia: Personas y cosas, a este respecto y en cumplimiento
de la normativa canónica, el obispo visitaba detenidamente el templo
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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parroquial con todas sus dependencias, verificando su estado de conservación,
describiendo al detalle la fábrica del templo con todo su contenido y
registrando los vasos y ornamentos sagrados.
El ámbito de la visita era amplísimo, extendiéndose a todas las
instituciones y organismos dependientes o radicados en la parroquia, así como
en los aspectos religiosos y sociales de los feligreses, el resultado se reflejaba en
los llamados mandatos de visita, dictados por el visitador en orden a la
erradicación de los defectos y abusos detectados, como podían ser: los pecados
públicos, entre los que contaban el adulterio, el concubinato público, la blasfemia, el
sacrilegio, la infracción del descanso dominical, etc., el visitador urgía al párroco la
corrección de estos defectos, además visitaba cuidadosamente las cuentas de
fábrica, controlando los ingresos y los gastos, también revisaba las rentas
parroquiales y su aplicación en cada caso, el monto de recaudación de los
diezmos y tazmías, así como la del excusado y las de otras aportaciones de los
fieles al sostenimiento de la iglesia, punto muy importante era el de las visitas de
las hermandades y cofradías, así como la de otras asociaciones piadosas, cuyos libros
y cuentas censuraban rigurosamente, al mismo tiempo que examinaba los
estatutos y reglas que reformaba en el caso de que no se ajustasen a las normas
canónicas vigente.
Valoración histórica de la información contenida en los libros de visita
La información que puede llegarnos a través de estos libros resulta muy
variada y del mayor interés para los estudiosos de la historia local,
particularmente en su vertiente del arte y más interesante aún en la vertiente de
la espiritualidad popular, por estos libros se documenta en muchos casos la
construcción los templos, así como descubrir la persona de su autor, también
gracias a ellos la fecha y autoría de las imágenes sagradas y de los cuadros de
pintura, orfebrería, bordado artístico y muy en especial las tradiciones
populares, en su doble vertiente fiestas y romerías tradicionales. Al proponerse
el obispo la erradicación de los defectos de los feligreses a través de los
mandatos de visita, el sociólogo y el investigador de la religiosidad popular
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
42
encontrarán en ellos el más rico de los filones para reconstruir estos aspectos
tan interesantes de la historia y de la cultura popular.
Padrones parroquiales
Los padrones se hacían con bastante regularidad en las parroquias
desde el siglo XVI, solían hacerse casi todos los años por Pascua o Cuaresma, no
obstante, los de esta época tan temprana no suelen conservarse siempre, estaba
mandado hacerlos por la colaboración solicitada por Felipe II a los obispos el
año 1586 para “mejor conocer la población del reino”, por lo que respecta a la
iglesia, la obligación de hacer estos padrones se remonta, por lo menos, al
Concilio de Trento, y del cumplimiento de esta disposición conciliar es buena
prueba la respuesta de los obispos al requerimiento del monarca, respuesta que
se produce precisamente en base a los padrones parroquiales.
Se hacían desde distintos ángulos, aunque siempre la determinante era
el recuento de la población parroquial, por lo tanto, del peligro de la incidencia
fiscal y tributaria, como sucedía en los casos análogos del estado, por eso solo
tenían presente la vertiente espiritual, el motivo inmediato solía ser tomar el
pulso a la observación y cumplimiento pascual, en lo referido a la comunión y
confesión, razón ésta por los que figuraban en estos listados recibían el nombre
de almas de confesión, no computándose, por tanto en ellos ni los niños ni los
impedidos.
Otros padrones tenían que ver en su motivación inmediata con los
repartimentos, aspectos éstos tan interesantes, se ha escrito muchas veces que
tanto la nobleza como la iglesia estaban exentos de contribuir a las cargas
fiscales y que no tributaban la corona, lo que referido, al menos la iglesia no
pasa de ser una verdad a medias, admitida sin la menor labor de análisis, es
sabido que la iglesia contribuía de muchas y variadas formas con su aportación
económica, ya que en diversas ocasiones y sobre todo con ocasión de los
repartimentos en forma de subsidios acudían en ayuda de las arcas exhaustas
del estado, la cuantía de estos subsidios lo fijaba la congregación de las Santas
Iglesias en sus reuniones anuales que solían celebrarse en Madrid o en Toledo,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
43
de esta congragación de las santas iglesia, verdadera diputación permanente de
la iglesia a efectos económicos, formaban parte representaciones de los cabildos
y de los obispos, su misión era la de repartir entre los diversos obispados la
cuantía del subsidio, a recaudar después por las parroquias, las cuales
derramaban entre sus respectivos feligreses la cantidad repartida a cada
comunidad parroquial.
Valoración histórica de la información contenida en los padrones parroquiales
La Comisión Estadística del Reino se constituyó en España en el año
1586 y la Estadística nace como ciencia a mediados del siglo XVIII en Suecia, el
primer censo civil que se realiza en Venezuela data del año 1873, creándose el
Servicio de Estadística Nacional, hasta esa fecha, la información de índole
demográfica y estadística de los habitantes del país hay que buscarla casi
exclusivamente en los Padrones Parroquiales, estos padrones eran mucho más
fiables que los civiles que se hacían en Castilla desde los Reyes Católicos, bajo
su reinado, en 1492 se realizó el primer censo de población, su finalidad sin
embargo era mínima, pues según advertía el Contador Mayor del Reino Alonso
de Quintanilla “en los repartimentos se facen muchos fraudes e muchos engaños e
muchos cohechos”, o sea que todo el mundo procuraba ocultar cuanto podía en
dichos repartimentos, pero cuando se trataba de los de origen eclesiástico, sobre
todo los que gravitaba la amenaza de incurrir en la excomunión, los efectos a la
hora de su efectividad, eran muy distintos que en los civiles.
Se sabe cómo se hacían los padrones por los arciprestes, curas y
vicarios, los cuales hacían el recuento de sus respectivos feligreses, casados,
viudos y clérigos, más los solteros con casa abierta y puesta.
Serie de hermandades y cofradías
Raramente faltarán en los archivos parroquiales los fondos
documentales de antiguas, extinguidas, suprimidas o actuales, hermandades o
cofradías, en el caso de las hermandades suprimidas, sus fondos en la
generalidad de los casos, terminaron engrosando los de los archivos
parroquiales. En todo caso la presencia de esos fondos, permite vislumbrar la
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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vitalidad de las comunidades cristianas en siglos pasados, estas hermandades e
encontraban organizadas en torno al culto a una imagen venerada, que un día
nutrió la espiritualidad de la feligresía, si se trata de cofradías con vida y
actividad actual, sus fondos documentales, debidamente conservados, permitirá
conocer en el futuro el pulso de la espiritualidad popular en nuestro días.
Pudiera ser que esta clase de documentación resulte de escaso volumen
y entidad, pues en muchos casos las hermandades disponen de su propio
archivo, instaladas en las respectivas casas de hermandad, tal es el caso de buena
parte de las cofradías de Sevilla y de las de muchos pueblos de su arzobispado,
de estos mini archivos hay que decir que salvo muy honrosas excepciones, su
instalación es muy deficiente y su estado de conservación deja mucho que
desear.
Los fondos documentales de esta serie suelen constar preferentemente
de libros, encabezados por las primitivas Reglas, Estatutos, o Constituciones, así
como con las que se hayan formado sucesivamente a lo largo de los siglos,
siguen por su interés, los Libros de Acuerdos, dispuestos y ordenados
cronológicamente, lo mismo que los Libros de Entradas, no faltan los Libros de
Fábrica, los de Mayordomía, de cargo y data y los Libros Protocolo, que
registran los títulos de propiedad de la hermandad, para terminar los Libros de
Visitas.
También hay documentación suelta, integrada por documentos y
expedientes, dispuestos por materias y archivados por legajos o carpetas.
Valoración histórica de la información contenida en esta serie
El investigador que accede al estudio de los archivos parroquiales,
puede encontrarse en los fondos de las cofradías con una información
variadísima e interesante que irá desde la parcela del arte a través de los libros
de Acuerdos o los de la fábrica en los que encontrará información sobre la
adquisición y sobre la talla de la imagen titular de la hermandad, incluyendo
contratos con el artista, libramientos de pagos satisfechos, hasta el estudio de la
religiosidad, costumbres y tradiciones populares y fiestas típicas del pueblo,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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vestidos, trajes populares, romerías, sin olvidar la gastronomía típica de las
zonas rurales.
También puede resultar del mayor interés la formación recogida en los
libros de visita, a través de los cuales se capta la espiritualidad peculiar de las
distintas hermandades, sus mejores momentos de autentica religiosidad, los
períodos de decadencia, los defectos detectados por el visitador y mandados a
corregir en los mandatos de visita, hay que tener en cuenta que algunas
cofradías tuvieron en sus orígenes carácter gremial, como las que integraron en
siglos pasados plateros, los panaderes, los mareantes, etc., sin olvidar las
constituidas por vizcaínos, catalanes, francos, burgaleses, etc., lo que nos pone
en pista para estudiar la procedencia social o geográfica de sus miembros, en
los libros y documentos de estas hermandades se pude encontrar fuentes de
primera mano para el estudio de la organización social de tiempos pasados.
Serie de patronatos y obras pías
En muchas parroquias se dotaron Aniversarios y otras Obras Pías, cuya
documentación está integrada por Títulos de Propiedad, Escrituras de
Compraventa, Testamentos, Expedientes, etc., así como otra documentación relativa
al cumplimiento de las cargas dotadas en la parroquia, como serían las cuentas
anuales, correspondencia y otros documentos relacionados con las fundaciones.
La documentación de esta serie suele ser rica en información de carácter
familiar y genealógico e incluso podría resultar de interés para obtener
información de índole social, pues muchas de estas obras pías tenían como
razón de ser fundacional el reparto de comida y vestido a los más necesitados
de la parroquia.
Otras series documentales en los archivos parroquiales
No deben faltar en un archivo parroquial los fondos documentales que
recogen los Títulos de Propiedad de la Parroquia, como la titulación de la casa
rectoral y la de otras posibles propiedades patrimoniales de la iglesia local,
como podrían ser: Huertos, olivares, solares, el cementerio parroquial, etc.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
46
Junto a esta documentación, del mayor interés y de utilidad práctica a
la hora de acreditar derechos de la parroquia sobre sus propiedades, por
imperativo del Código de Derecho Canónico, el archivo parroquial deberá
custodiar una colección del Boletín Oficial del Obispado y con carácter opcional
el Boletín Oficial del Estado, tal vez con el Acta Apostólicae Sedis y por
supuesto con la documentación producida por las instituciones religiosas
establecidas en la parroquia, como serían Caritas Parroquial, Acción Católica,
Cursillos de Cristiandad, Cooperativas Agrarias, etc., así como la
documentación relacionada con otros movimientos de espiritualidad
promovidos por la parroquia, esta documentación deberá custodiarse con el
mayor esmero y cuidado, pues a través de ella se sigue hoy el pulso de la vida
parroquial y un día será fuente de obligada consulta a la hora de reconstruir el
pasado histórico de la feligresía.
EL PATRIMONIO ARCHIVÍSTICO DE LA IGLESIA: IMPORTANCIA
Archivo Parroquial: Lo integran los diversos libros parroquiales y la
documentación histórica, las obras bibliográficas que en el se conservan y toda
aquella documentación moderna que se recibe en la parroquia o en la misma
parroquia se produce y que vaya orientada hacia la vida de la comunidad
parroquial formada por el pastor y los fieles.
Función de los archivos
La función de estos archivos no se limita a la custodia y conservación de
la documentación en ellos depositada, sino que deben abrir su campo a una
misión cultural e investigadora, ordenando la documentación para que pueda
ser consultada y estudiada, estos archivos son además la memoria de la
comunidad, son fuentes de la historia y ocupan un lugar destacado en la labor
de catalogación de obras y monumentos de arte. Es preciso consultarlos, ellos
hablan de numerosos objetos de arte, la clave y explicación válida del arte
sagrado y de sus creadores se halla muchas veces en la descripción sencilla del
hecho artístico-religioso y de sus motivaciones, en la descripción de estos
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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objetos y en la letra aparentemente muerta de los documentos se halla la llama
viva del testimonio de fe que motivó aquella creación.
La iglesia tiene una doble responsabilidad ante la documentación que
guarda en sus archivos: velar por su conservación y recta utilización y procurar
que estén al servicio de la sociedad mediante su conocimiento e investigación.
Es competencia exclusiva de la iglesia y en consecuencia de la jerarquía
establecer la reglamentación del acceso y consulta de la documentación de sus
archivos, sin olvidar que también son un bien cultural y forman parte del
acervo de la nación. La utilización de la documentación archivística ha de ser
beneficiosa para todos y no debe ocasionar perjuicios a nadie, basándose en
esto, la iglesia tiene derecho y obligación de imponer ciertas medidas en cuanto
al acceso, investigación y publicación de la referida documentación, mirando el
bien de todos y armonizado el bien común y el respeto a la intimidad e
instituciones.
Preocupaciones
La iglesia española se preocupa de los archivos eclesiásticos, en la
asamblea plenaria de noviembre de 1980, se aprobaron las siguientes
conclusiones referidas a archivos eclesiásticos
1. Que los archivos parroquiales con antigüedad de más de 100
años se transfieran al Archivo General Diocesano, este acuerdo
urge más en el caso de fondos documentales que estén en grave
peligro de abandono, deterioro o robo.
2. Dar validez en todas las Diócesis al Reglamento de los Archivos
Eclesiásticos Españoles presentado por la Junta Nacional del
Tesoro Documental y Bibliográfico de la Iglesia Española y por la
Asociación Española de Archiveros Eclesiásticos a la
Conferencia Episcopal Española y aprobado por ésta en la XXIV
Asamblea Plenaria, en febrero de 1976
3. Colaborar con los Archivos de Órdenes, Congregaciones e
Instituciones Españolas que se rigen por sus propios estatutos,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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en orden a la coordinación de normas al servicio de toda la
Iglesia Española.
4. Iniciar un Archivo Central de microfilms de la Iglesia Española y
los correspondientes Archivos Diocesanos, para garantizar la
seguridad y conservación de la documentación de ellos.
5. Facilitar la consulta de los archivos centrales en orden a la
investigación y utilización documental, acordando
simultáneamente con las autoridades civiles competentes las
bases materiales que hagan posible este servicio a la comunidad
nacional.
TIPOLOGÍA DE LA DOCUMENTACIÓN DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES (COMENTARIO)
Los documentos que se conservan en los archivos parroquiales no
pertenecen todos a la categoría de documento parroquial. Si comparamos la
institución parroquial con la municipal, estudiada con brillantez por Fernando
Pino Rebolledo, documento parroquial sólo sería aquel que está intitulado,
dado y refrendado por la parroquia o por alguno de sus miembros, bien sea en
su nombre o por razón del cargo que desempeñen. Esto nos lleva a establecer
una primera distinción entre documento parroquial, generado por la propia
parroquia, y documento extraparroquial, intitulado por una autoridad, laica o
eclesiástica -e incluso particulares-, ajena a la parroquia. No obstante, los unos
son tantos como los otros y, como propone Pedro Rubio, serán originales los
documentos extraparroquiales conservados en el archivo, mientras que serán
copias los parroquiales, con excepción de los registros sacramentales y series de
actas. En cuanto a los autores de los documentos extraparroquiales que se
conservan en los archivos parroquiales podríamos relacionar los siguientes:
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
49
ECLESIÁSTICOS LAICOS Arzobispo Notario Vicario general Escribano de concejo Visitador general Juez Comisario Arcipreste Regidores de concejo Contador del arzobispo Obreros y artesanos Miembros de cofradías Particulares Otros oficiales eclesiásticos Otras autoridades civiles
Interesante y exhaustiva resulta la clasificación propuesta por Pilar Gay'
que distribuye los documentos en tres categorías: 1. Gobierno, 2.
Administración General y 3.Administración de Bienes Materiales/Hacienda, en
la que llega a establecer una pormenorizada relación de documentos que se van
asignando a cada capítulo. Es este un intento globalizador que propone una
clasificación definitiva para cualquier tipo documental existente en un archivo
parroquial.'"
Mientras esperamos que se desarrolle este modelo expuesto por Pilar
Gay, o cualquier otro de similares características, nosotros proponemos la
siguiente clasificación" aplicable, sobre todo, a la documentación anterior al
siglo XVIII.
Hemos agrupado la documentación parroquial y extraparroquial en cuatro
grandes grupos:
1.- Documentos fundacionales y nombramientos de personal.
2.- Documentos de carácter espiritual.
3.- Documentos de carácter económico/administrativo.
4.- Fundaciones y cofradías.
A continuación pasamos DOCUMENTOS FUNDACIONALES Y NOMBRAMIENTOS DE PERSONAL
En este primer apartado encontramos aquellos documentos
relacionados con el origen de la parroquia y con el nombramiento del personal
que presta sus servicios en ella. Entre los primeros, quizás el más importante
sea el Acta de Consagración de la Parroquia. También aparecen Privilegios,
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
50
Mandatos y Provisiones relacionados con la fundación de la parroquia, que
pueden ser intitulados tanto por autoridades laicas como eclesiásticas según el
sitio en el que ésta se ubique. Ninguno de los citados documentos tendrá la
categoría de parroquial, puesto que, como hemos dicho, la autoridad otorgante
no es la parroquia ni ninguno de sus miembros.
Por lo que respecta al personal de la parroquia y a su nombramiento,
los documentos acreditativos son los del Expediente de provisión y nombramiento
de párroco en el que la autoridad eclesiástica nombra al encargado de regir la
institución parroquial. Los aspectos económicos son misión del mayordomo,
cuyo nombramiento se celebra durante la visita parroquial. El mayordomo es
nombrado por el visitador entre los hombres buenos del lugar o la feligresía
masculina, y es avalado por los vecinos y cargos públicos del concejo. La Carta
de mayordomía queda en poder del mayordomo, aunque no siempre constituye
un documento individualizado, ya que puede incluirse entre las disposiciones
generadas en la visita parroquial
Otro tipo de Carta de mayordomía podría considerarse el Certificado
notarial de nombramiento de mayordomo, en el que el notario o escribano público
se basa en el texto de la Visita parroquial donde se comenta el nombramiento de
mayordomo por parte del visitador general y el poder que se le otorga para
representar a la parroquia así enjuizio como fuera del.
2. DOCUMENTOS DE CARÁCTER ESPIRITUAL
Hemos agrupado aquí los documentos que aluden a las reglas y normas
que regulan los aspectos espirituales y sacramentales de la parroquia y el reflejo
de los mismos en los correspondientes registros, tan famosos a partir del
Concilio de Trento, pero ya existentes en muchas parroquias antes de su
celebración.
Quizás sean estos los documentos más conocidos y divulgados de todos
los que se encuentran en los archivos parroquiales. Principalmente han sido
utilizados en la elaboración de estudios demográficos que, por el momento, son
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
51
los más abundantes en la bibliografía parroquial, junto a catálogos e
inventarios.
Hemos distinguido dos apartados dentro de este segundo grupo de
documentos, por una parte los documentos que se refieren explícitamente a la
normativa y a la reglamentación de los aspectos religiosos de la parroquia, y
por otra los registros sacramentales y colecciones de actas que, de manera
periódica, se confeccionan en la parroquia por alguno de sus miembros.
Nos encontramos, de esta manera, con documentos extraparroquiales
que son enviados por superiores jerarquías eclesiásticas en los que, bien de
forma directa –caso de las bulas-, o bien de forma indirecta -comunicados de
mandatos, se aportan instrucciones para regular la vida espiritual de los
feligreses y miembros del clero. Por otra parte, los conocidos registros y listados
sacramentales forman parte de la documentación estrictamente parroquial, con
algunas excepciones como la Licencia para el matrimonio, expedida por el vicario
general, en el caso de que el expediente matrimonial siga el procedimiento
extraordinario debido a la existencia de algún impedimento religioso.
Otro caso a tener en cuenta en este apartado son las Actas de las visitas
parroquiales, uno de los más valiosos documentos conservados en los archivos
parroquiales que responde tanto a cuestiones espirituales como administrativas
y económicas de la parroquia. Debido a esta duplicidad de contenidos, y
aunque en sí constituye un sólo documento con numerosos capítulos y
apartados," nos hemos inclinado por incluirlo tanto entre los documentos de
carácter espiritual como entre los económicos. En cuanto a la categoría del
documento hemos de decir que se trata de un documento extraparroquial ya
que la autoridad que lo intitula es el obispo o el visitador aunque en esencia se
trate de un documento parroquial, hecho en la misma parroquia con la
colaboración de todos sus miembros.
Previo a la redacción del Acta de visita aparecen una serie de
documentos preparatorios de la misma como son el Edicto anunciando la
misma, la Carta pastoral fijando el día o el Cuestionario
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
52
Junto a estos registros y actas podemos encontrar en los archivos parroquiales
simples listados de confirmados, párvulos difuntos y obituarios.
3. DOCUMENTOS DE CARÁCTER ECONÓMICO/ADMINISTRATIVO
El siguiente grupo de documentos es uno de los más ricos en noticias de
los archivos parroquiales. Nos referimos a los abundantes documentos de
carácter económico/administrativo, que hemos dividido en cuatro subgrupos:
cuentas, correspondencia, pleitos y listados.
Dentro del primer subgrupo -cuentas- encontramos que la mayoría de
los documentos que aquí aparecen están relacionados con la visita parroquial,
más concretamente con la visita de los bienes materiales de la parroquia. Se
trata en su mayoría de documentos parroquiales, con excepción de algunos
recibos y conocimientos de deuda intitulados por particulares, o los documentos
que forman el expediente de apeo de bienes inmuebles en los que las
autoridades intervinientes son varias y de diferentes clases. Así observamos
cómo mientras el Mandato para apear bienes de la iglesia está intitulado por el
vicario general, el Nombramiento de apeadores es obra de los regidores del
concejo.
Un documento que en sí podría considerarse como individual es el
Inventario de bienes muebles, también realizado durante el transcurso de la visita
parroquial por orden del visitador. En él se relacionan todos los objetos, libros,
ropas, etc. de la parroquia, y está incluido entre los folios del Acta de visita.
Los documentos eminentemente económicos que se utilizan durante la
visita son: Copia de los ingresos de la parroquia, Libro de diezmos y tazmías, Libro de
gasto del mayordomo. Recibos y Conocimientos de deuda, todos ellos de carácter
parroquial que sirven para concluir los aspectos económicos de la visita en la
Toma de cuentas y balance final, donde se establece el balance, positivo o negativo,
de dinero y especies entre el mayordomo y la parroquia al final de la gestión
económica del primero.
Al finalizar la visita aparecen los Mandatos que también podrían
incluirse en el anterior grupo de documentos de carácter espiritual. Esto es así
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
53
porque entre los mandatos del visitador unos se refieren a aspectos espirituales,
mientras que otros son esencialmente económicos, por lo que nos hemos visto
obligados a incluirlos en ambos grupos aparecen dentro del Acta de visita
parroquial cuando son intitulados por el visitador, mientras que son documentos
independientes cuando son del vicario o del arcipreste.
El segundo subgrupo de documentos es el que hemos denominado:
listados, se incluyen aquí, junto a documentos que podríamos llamar menores,
realizados en la parroquia por alguno de sus miembros, otros de la importancia
de Censos de habitantes, difíciles de encontrar en los archivos parroquiales hasta
la aparición de los primeros Libros de matrícula, ya que los originales se suelen
enviar a organismos superiores, tal y como creemos que pudo ocurrir con el
Censo que se ordenó confeccionar en el arciprestazgo de Alcalá de Henares en
1519 que, una vez terminado, debía ser enviado al Consejo del arzobispo de
Toledo, bajo cuya jurisdicción se encontraba toda la comarca alcalaína en esta
época.
Otros listados son los de Cosas necesarias en la iglesia. Faltas cometidas por
el sacristán y Parroquianos que no acuden a los oficios religiosos. El objetivo que se
persigue con la realización de todos estos listados, aparte del religioso, es
económico, ya que lo que se pretende es cobrar una serie de multas por el
incumplimiento de los acuerdos contractuales, en el caso de los sacristanes, o de
los deberes religiosos, en el caso de los parroquianos.
El siguiente apartado lo forman las cartas y misivas que tienen a la
parroquia como origen o destino. Es evidente, como ya expusimos con
anterioridad, que la correspondencia que sale de la parroquia puede quedar en
ella en forma de copia, mientras que la que se recibe suele ser original. Esto no
siempre es así, ya que, en ocasiones, los documentos llegados a la parroquia se
copian y se devuelven los originales como acuse de recibo.
Los documentos parroquiales, intitulados por alguno de sus miembros,
que se elevan a superiores jerarquías eclesiásticas suelen denominarse Súplicas.
Los documentos extraparroquiales, que llegan a las parroquias de estos
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
54
organismos superiores pueden ser de varios tipos: Provisiones, Licencias, Cédulas
o Comunicados de mandatos.
El último subgrupo que veremos en este punto dedicado a los
documentos económicos y administrativos será el que se refiere a pleitos y
contratos en los que la parroquia interviene como parte ante las autoridades
judiciales.
La mayor parte de estos documentos son extraparroquiales y los
encontramos en forma de copia. La excepción la constituyen documentos
acreditativos, similares a los que vimos en el primer grupo de documentos
dedicado a nombramientos de personal, mediante los "cuales un representante
de la parroquia, por lo general el mayordomo, interviene ante la justicia en
virtud del poder que se le ha otorgado para representar a la iglesia en este tipo
de litigios”.
Los documentos que podemos encontrar aquí suelen ser de tres tipos:
Documentos relacionados con testamentos y mandas testamentarias,
copias de pleitos y contratos de compra, venta, trueque o de obra.
4. FUNDACIONES Y COFRADÍAS
El último de los grandes grupos de documentos que aparece en los
archivos parroquiales es el que se refiere a los beneficios parroquiales, cofradías
y fundaciones.
Estas organizaciones, que nacen directamente relacionadas con la
institución parroquial, poseen una documentación propia que en muchas
ocasiones se guarda en el archivo parroquial.
La tipología de estos documentos extra parroquiales es muy similar y
en ocasiones se duplica con la de la parroquia, ya que se imitan los cargos y
funciones parroquiales, como el de administrador o mayordomo, y dependen
de las mismas autoridades eclesiásticas por lo que están sujetos a similares
medidas de control - visitas- que el personal de la parroquia.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
55
Para la provisión de beneficios y capellanías el aspirante al puesto debía
presentar una serie de documentos en los que acreditara su condición." Estos
documentos tienen diversa procedencia, parroquial en el caso de las partidas
sacramentales de bautismo o de matrimonio, y extra parroquial si se trata de
árboles genealógicos o declaraciones testificales. En ocasiones pueden aparecer
documentos que evidencian problemas y pleitos en la provisión y usufructo de
los derechos beneficiales entre dos o más pretendientes
Las cofradías son organizaciones religiosas que funcionan paralelas a
las parroquias y están sujetas a parecidas fórmulas de control espiritual y
económico.
Como documento más relevante de estas instituciones encontramos el
Libro de Reglas y Constituciones, en el que se exponen las directrices que van a
seguirse en el gobierno de la cofradía. También encontramos testamentos o
cláusulas testamentarias de donantes de bienes, así como una Relación de bienes
donados. Como vimos en el caso de la parroquia se produce la inspección
periódica por parte del visitador general en la Visita a la cofradía o cabildd y el
Ubro de cuentas. Otros documentos propios de esta institución son los Libros de
asiento de hermanos y los Expedientes de información en los que encontramos la
Instancia del aspirante, el Informe reservado y, en su caso, el Acuerdo de Admisión.
Junto a estos aparecen, como en las parroquias, Inventarios de bienes en los que se
relacionan las posesiones de la cofradía, Contratos de obras, Recibos y
Conocimientos de deuda, sin olvidar pleitos y contratos.
En resumen todos los documentos económicos que vimos en la
institución parroquial, pero ahora intitulados por la cofradía, el mayordomo y
miembros de la misma.
En modo alguno damos por concluida aquí esta tipología que sólo
estará terminada cuando el número de archivos parroquiales investigados in
situ, uno por uno, supere a los que aún permanecen en la oscuridad y que, poco
a poco, van perdiendo sus fondos con el paso de los años debido a desgracias y
catástrofes voluntarias e involuntarias.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
56
CUADRO DE TIPOLOGÍA DOCUMENTAL DE LOS ARCHIVOS PARROQUIALES
1. DOCUMENTOS FUNDACIONALES Y NOMBRAMIENTOS DE
PERSONAL
Acta de consagración de la parroquia
Expediente de provisión y nombramiento de párroco
Carta de mayordomía o certificado de nombramiento
2. DOCUMENTOS DE CARÁCTER ESPIRITUAL
2.1. NORMATIVA Y REGLAMENTACIÓN
Bulas
Comunicado de mandato
2.2. REGISTROS
2.2.1. Acta de bautismo
2.2.2. Acta de defunción
2.2.3. Acta de matrimonio: Expediente
- Partida de nacimiento (de la pareja)
- Certificado de publicación de las proclamas canónicas
- Acta de consejo
- Licencia paterna
- Licencia para el matrimonio (procedimiento extraordinario)
2.2.4. Listados:
- Relación de confirmados
- Relación de párvulos difuntos
- Obituario de misas por difuntos
- Obituario de memorias y aniversarios
2.2.5. Acta de visita:
- Edicto anunciando la visita
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
57
- Carta pastoral fijando el día de la visita
- Cuestionario
- Mandato
3. DOCUMENTOS DE CARÁCTER ECONÓMICO/ADMINISTRATIVO 3.1. CUENTAS (ACTA DE VISITA)
Expediente de apeo:
- Acta de apeo y deslinde
- Mandato para apear bienes de la iglesia
- Pregón
- Certificado de lectura del mandato
- Nombramiento de apeadores
- Juramento de apeadores
Inventario de bienes muebles
Copia de los ingresos de la parroquia
Libro de diezmos y tazmías
Libro de gasto del mayordomo
Recibo
Conocimiento de deuda
Toma de cuentas y balance final
Mandato
3.2. LISTADOS
Censo de habitantes
Cosas necesarias en la iglesia
Faltas cometidas por el sacristán
Parroquianos que no acuden a los oficios religiosos
3.3. CORRESPONDENCIA
Súplica
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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Provisión arzobispal
Licencia arzobispal
Comunicado de mandato (circular)
Cédula (contador del arzobispo)
3.4. PLEITOS Y CONTRATOS
Pleitos con laicos (por mandas testamentarias)
Testamento
Carta de compra/venta
Carta de trueque:
- Comisión arzobispal
- Carta de procuración arzobispal
- Certificado de nombramiento de mayordomo Escritura de contrato de obra o servicio 4. FUNDACIONES Y COFRADÍAS 4.1. BENEFICIOS Y CAPELLANÍAS
Expediente de provisión y nombramiento:
- Árbol genealógico
- Partida de bautismo
- Partida de matrimonio
- Declaraciones testifícales
Pleitos (por derechos beneficiales)
4.2. COFRADÍAS
Reglas y constituciones
Testamento o clausulas testamentarias del donante
Relación de bienes donados
Acta de reunión
Libro de asiento de hermanos
Expediente de información:
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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- Instancia del aspirante
- Informe reservado
- Acuerdo de admisión
Visita
Libro de cuentas
Inventario de bienes (Libro de protocolo)
Escritura de contrato de obra o servicio
Recibo
Conocimiento de deuda
Expediente de solicitud de dotes
Expediente de adjudicación de dotes
Pleitos
Carta de compra/venta
Carta de trueque
ESQUEMA DE ESTUDIO DIPLOMÁTICO DE LA VISITA PARROQUIAL
1. INVOCACIÓN
2. DATA
3. PRESENTACIÓN DEL VISITADOR REPERESENTANDO AL ARZOBISPO
(INTITULACIÓN)
4. PRESENCIA DE TESTIGOS
5. DESARROLLO DE LA VISITA:
5.1. VISITA ESPIRITUAL (se hace al personal eclesiástico de la iglesia)
5.1.1 INSPECCIÓN DEL SANTÍSIMO SACRAMENTO
5.1.2 INSPECCIÓN OBJETOS SACRAMENTALES Y LITÚRGICOS
5.1.3 VISITA ECONÓMICA Y ADMINISTRATIVA (se hace al mayordomo)
5.2.1 CUENTAS: INGRESOS, GASTOS, ALCANCE
6. BALANCE FINAL
6.1 CANTIDAD
6.2 SENTENCIA
6.3 JURO Y ACEPTACIÓN DEL MAYORDOMO VI
6.4 NOMBRAMIENTO Y JURO DEL MAYORDOMO NUEVO
6.5 TESTIGOS
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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7. MANDAMIENTOS DEL VISITADOR
8. VALIDACIÓN DEL VISITADOR Y NOTARIO
1. INVOCACIÓN
En general, cada visita comienza siempre al principio de la página
que se encuentra, bien sea el recto o el vuelto, aunque hay ocasiones en que
comienza después del documento anterior, en el mismo folio. En cualquier
caso comienza con una invocación en forma de cruz, en el centro de la que
sería la primera línea, posteriormente uno o dos párrafos de extensión
variable, las líneas se escriben hasta el final ocupando todo el ancho de la
página y en la mayoría de los casos la primera letra de este párrafo está
adornada y es más grande.
2. DATA
Siempre comienza con la preposición “en” y a continuación el
nombre del pueblo. La fórmula más empleada es: En el lugar de
Anchuelo…, aunque en muchas ocasiones se pone directamente: En
Anchuelo… y se continua con la data crónica, otras veces se especifica más,
la data crónica siempre se escribe en letra, solo en dos ocasiones aparece
después de la invocación en números romanos y precedido de la expresión:
año de…
3. PRESENTACIÓN DEL VISITADOR Y ARZOBISPO
El visitador es anunciado con el tratamiento de venerable y en
algunas ocasiones de reverendo, hay ocasiones como la visita realizada por
el obispo de Utica en 1521, en el que el tratamiento es de magnífico señor, a
continuación se alude a la titulación académica del visitador: licenciado,
bachiller, maestro etc. y el cargo que ostenta: obispo, arcipreste, canónigo
etc. y el lugar donde se desempeña, al cargo se añade el de visitador o
visitador general indistintamente, así como parcelas en las que ejerce tal
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
61
nombramiento: en lo espiritual y temporal y en los lugares bajo su
jurisdicción.
Una vez que el visitador ha sido debidamente presentado se
procede a indicar a quien está representando (en este caso al arzobispo de
Toledo), seguido de todos sus títulos y cargos, en el caso de que la sede esté
vacante la visita se realiza en nombre del deán y cabildo de la iglesia.
4. PRESENCIA DE TESTIGOS Y NOTARIO
Aparece en contadas ocasiones en esta posición
En presencia de mí, el notario e testigos de yuso escriptos
5.1 VISITA ESPIRITUAL
Siempre se hace referencia a la visita espiritual con el verbo de la
acción documental: visitó, por lo general, precedido de la indicación de
quién es la persona que realiza la visita
El dicho señor visitador visitó la iglesia; este dicho día el señor visitador
visitó la iglesia; su señoría visitó la iglesia; mi señor visitó la iglesia o el dicho señor
visitó la iglesia.
A continuación se indica, en la mayoría de los casos, el nombre de la
iglesia, añadiendo “del dicho lugar” o directamente esto sin el nombre de la
iglesia, solo en contadas ocasiones se vuelve a escribir el nombre del pueblo.
La visita espiritual suele comenzar con la inspección del Santo
Sacramento que aparece en todas las visitas, siempre es el primer elemento
citado y se hace mención a qué visitó principalmente.
Primeramente e prinçipalmente visitó el sanctíssimo sacramento
Se suele añadir que éste se halla en lugar linpio y onesto, o el qual falló
que estaba en una custodia de plata deçentemente
No suele faltar el olio infirmorum, la crisma y la pila de bautizar de
los que también se informa el estado de limpieza y honestidad en el que se
encuentran.
Visitó la iglesia parrochial de Santa María Madalena del dicho lugar
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
62
y prinçipalmente visitó el santísimo sacramento del altar y el santo
Olio y crisma, lo qual todo halló en lugar deçente y so fiel custodia,
y la pila del santo bautismo, la qual halló linpia y onesta y todas las
Otras cosas que en dicha iglesia requerían visitaçión
Una vez concluida esta fase religiosa de la visita, se pasa revista a los
inventarios y ornamentos, aunque no siempre consta en el documento,
únicamente en el 50% de los casos se hace referencia directa a la inspección
de inventarios y ornamentos, en el resto pueden estar incluidos dentro de las
cosas que visitaçión requerían.
Es usual hacer referencia a la visita de estos elementos, pero poco a
poco deja de ser así.
Fizo inventario de los bienes de dicha iglesia en la manera siguiente
En otros casos el visitador sí revisa el inventario anterior y al
comprobar que todo está bien confeccionado no manda hacer otro:
Visité los bienes y possesiones y inventario y lo fallé todo estar bien y por
eso non manda fazer inventario
5.3 VISITA ECONÓMICO-ADMINISTRATIVA
Se puede decir que es el eje sobre el que gira la visita, por lo que
ocupa la mayor parte del documento, la toma de cuentas es la parte de la
visita puramente económica y que siempre sigue el mismo esquema.
CARGO; GASTO Y ALCANCE
CARGO: El título que lleva esta parte es: Cargo y la posición que
ocupa en el documento es el centro, aunque en ocasiones aparece en el
margen derecho, sobre las cantidades en números romanos, hay numerosos
ejemplos en los que no existe título alguno, mientras que otras veces, las
menos, en que se divide el cargo en distintos apartados, separando los
ingresos según su procedencia: Cargo de Maravedís; cargo de pan; etc., y se
colocan a modo de título en el centro.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
63
Los cargos o ingresos que se imputan al mayordomo se escriben en
párrafos iniciales, suele comenzar con el término: Primeramente
En el margen izquierdo es frecuente encontrar el tipo de especie que
genera el ingreso, así como la cantidad de las mismas en sus
correspondientes medidas en números romanos, también se suele poner
algún comentario si se trata de ingresos de otro tipo como es el caso de los
ingresos por la venta de terrenos para sepulturas, en el margen derecho se
escriben las cantidades de maravedís expresadas en números romanos, este
dinero es el fruto de la venta de cereales, ganado, impuestos, ingresos por
sepulturas, etc. los asientos en las partidas de Cargo pueden ser por: Dinero
recaudado del alcance pasado; Copia de la renta de pan, vino, corderos y
menudos; Renta y diezmo de tierras de la iglesia; Renta de los huertos de la
iglesia; Renta de la bodega de la iglesia; Dinero recibido por la venta de
sepulturas en la iglesia; Dinero recibido por mandas testamentarias; Dinero
sacado del cepo; Bulas; Menoscabos de viñas y olivos de la iglesia;
Préstamos recibidos para realización de obras; Venta de especies: Trigo,
cebada, centeno, etc.; Venta de madera, tejas, plata, etc.; Venta de ropa para
enterrar clérigos; Dinero del jubileo.
Al final de la página aparece la suma de cantidades, siempre en el
margen derecho, en ocasiones, una vez finalizado todo el cargo, aparece el
total siguiendo el modelo del alcance que será descrito más adelante.
5.2.2 GASTO
Como el cargo, puede o no llevar título y en la misma ubicación, las
distintas formas con que se nombra son: Gasto; Data; Descargo.
Su redacción y estructuración puede ser párrafo a párrafo, como
ocurre en el cargo, o todos los gastos seguidos, uno detrás de otro en un solo
párrafo o incluso dos, uno donde se especifica el gasto en dinero y otro
donde se consigna el gasto en especies.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
64
Los márgenes cumplen aquí la misma función que en el cargo, como
en éste, aparecen multitud de notas y comentarios hechos con posterioridad
a la visita.
También, al igual que en el cargo, al final puede aparecer la suma de
todos los gastos a modo de alcance, con la única diferencia que se hace
ocupando únicamente la mitad derecha de los renglones. En la mitad
izquierda puede aparecer el título, los asientos en las partidas de descargo
pueden ser:
Obras de la iglesia y ermitas: Pago al maestro albañil; pago al
carpintero; pago a albañiles; comprar materiales; Yeso; tejas; madera etc.;
posada de obreros; traer materiales; hacer una campana.
Pago de salarios: sacristán; mayordomo; visitador.
Pago a profesionales y préstamos: Escribano del concejo, plateros,
tasadores, apeadores, sastres, trasladar los libros a Alcalá.
Compras varias: Comprar y encuadernar libros, comprar y
encuadernar ropas; comprar y restaurar ornamentos; comprar cosas
necesarias para la iglesia: cera; incienso; hilo; jabón; etc.
Comida de los coronados; Pago del subsidio.
5.2.3 ALCANCE
En su escritura no hay márgenes y el texto ocupa todo el ancho de
página dividido en dos partes:
1) En la mitad izquierda, un párrafo donde se escriben seguidas
unas detrás de otras las cantidades en maravedís, trigo cebada y aceite
resultantes de restar los gastos a los ingresos o cargos.
2) En la mitad derecha, esas mismas cantidades en números
romanos, acompañados de las abreviatura de la especie o tipo de moneda de
que se trate.
6 BALANCE FINAL
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
65
Después del alcance, en un solo párrafo, aparece el balance final, las
partes en que se dividen son:
1. Cantidad resultante-se puede especificar cantidad o solo
aludir-
2. Sentencia del visitador para que el mayordomo o la iglesia
pague en los próximos nueve días las cantidades adeudadas
3. Juramento del mayordomo de que la cuenta es cierta y
garantía de que se pagará lo debido
4. Presencia de testigos –pueden aparecer al final o en medio
del balance y en ocasiones avalan al nuevo mayordomo
5. Nombramiento de un nuevo mayordomo por el concejo
6. Juramento del nuevo mayordomo y otorgamiento de
nuevos poderes por parte del visitador.
Básicamente hay dos tipos de balances: cuando se nombra mayordomo-
puntos 5 y 6 y cuando no se nombra nuevo mayordomo, aunque puede que el
nombre del elegido esté indicado en otro lugar.
6.1 CANTIDAD
Comienza con las expresiones: En los quales dichos…; En lo qual…; En lo
qual todo…
Después de esto encontramos la cantidad resultante del alcance, que
puede ser especificada y pormenorizada o solo aludida, como ocurre en la
mayoría de ocasiones. En el caso de que la cantidad se especifique ( siempre se
hace en letra), indicando si es dinero-maravedís-; trigo y cebada-fanegas o
celemines- o aceite- cántaros y libras-.
Tres mill e seisçientos e veinte maravedís e quatro dineros e treze fanegas e
onze çelemines e un quinto e medio de çevada e treze cántaros e una libra de azeite del
dicho alcançe…
Cuando no se cuantifica sí se suele decir a que se refiere la deuda
Maravedís e pan e azeite del dicho alcançe
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
66
6.2 SENTENCIA
Como regla general, el alcance siempre es favorable a la iglesia, la
sentencia se promulga contra el mayordomo, aunque hay excepciones
El dicho señor visitador condenó por su sentençia definitiva al dicho Luis de
Torres a que dentro de tres días primeros siguientes lo de e pague a la dicha iglesia e a
su mayordomo en su nombre e otrosí condenó a la dicha iglesia que dentro del dicho
tiempo de e pague al dicho Luis de Torres las dichas quatro arrobas de azeite e así lo
mandó e pronunçió por esta sentençia definitiva
Los puntos principales de la sentencia son: Condena; Condenado;
Beneficiario; Plazo de cumplimiento; Penas por incumplimiento.
Condena
Como el lógico la condena la dicta el visitador, al que se cita como tal y
después el verbo condenó, aparece la acción que los de e pague
Condenado
El nombre o cargo del condenado: al dicho mayordomo
Beneficiario
A quién: a la dicha iglesia; a lo que añade la personificación de la iglesia
en asuntos económicos-administrativos, el mayordomo nuevo: e a su mayordomo
en su nombre
Plazo de pago
A continuación se dicta el plazo para hacer efectiva la sentencia, que
siempre es de nueve días (o 3 días algunas veces): dentro de nueve días primeros
siguientes
Penas
En algunas ocasiones se dictan penas de excomunión para los que no cumplan
la sentencia
JURAMENTO DE LA CUENTA Y ACEPTACIÓN DE LA SENTENCIA
Una vez dictada la sentencia, el visitador obliga a jurar al mayordomo
que la cuenta que ha dado es cierta y que no ha cometido engaño contra la
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
67
iglesia, además, el mayordomo debe aceptar el cumplimiento de la sentencia.
En las últimas visitas incluso se omite el dato del juramento, indicándose tan
solo el consentimiento del mayordomo con la sentencia
e el dicho mayordomo consintió del qual el dicho señor visitador tomo
juramento sobre la señal de la cruz (+) que esta dicha cuenta avía dado sin fraude e sin
engaño bien e fielmente, él qual dixo si juro e amen.
TESTIGOS
Tres son los estamentos o instituciones representados por los testigos:
Iglesia, cargos públicos del concejo y hombres buenos de mismo.
La iglesia está representada por el cura, en ocasiones acompañado por
el sacristán o por el teniente.
El concejo está representado, casi invariablemente por los dos regidores
a los que se unen en ocasiones otros cargos públicos- alcaldes, tenientes,
jurados, etc.-
Los vecinos se hallan representados por los llamados hombres buenos,
que en número variable son inscritos como testigos.
La posición dentro del texto que ocupan los testigos no es fija y va
desde el principio del balance final hasta el centro o el final del balance, a veces
se repiten en varios sitios o se vuelven a aludir con la formula testigos los
dichos,, cuando aparecen en una posición intermedia siempre lo hacen después
del juramento y consentimiento del mayordomo, su misión aparte de garantizar
la legalidad y exactitud del acto en cuestión, es la de elegir nuevo mayordomo
para los dos años siguientes, al que avalan ante el visitador.
NOMBRAMIENTO Y AVAL DEL NUEVO MAYORDOMO
Este punto está relacionado con la presencia de testigos que con los
regidores serán encargados de elegir al nuevo mayordomo, de entre aquellos
que no ostenten cargo público o al menos eso se desprende de los datos, ya que
no hay cargos públicos ( regidor, alcalde…) que sea elegido mayordomo en el
año o años que ejerce el cargo, aunque no siempre nos es posible comprobar ese
extremo ya que sobre todo, al final, los escribanos abrevian de tal forma los
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
68
documentos que no consta cargo público alguno entre los testigos a la toma de
cuentas, en otras ocasiones no resulta claro discernir si el mayordomo lo eligen
solo los regidores o los regidores y hombre buenos, aunque parece seguro que
son los regidores los que proponen al nuevo mayordomo, que entrará a formar
parte del personal al servicio de la parroquia. Hay varias fórmulas, algunas son:
e luego mandó a los dichos ofiçiales y onbres buenos que nombrasen
mayordomo para la dicha iglesia y así nonnbraron luego por mayordomo a Diego
Serrano vezino del dicho lugar presente estava
e luego porque (.) de yuso consejo nonbraron por mayordomo para en
adelante…
Hay casos en los que no consta elección alguna, aunque después puede
aparecer entre los mandamientos, la elección del mayordomo se entiende que es
hasta la próxima visita, ya que no se especifica tiempo sino: para en adelante o
para los años adelante venideros, aunque en algunas ocasiones aparece como:
Para los años mill dxxvi y de mill dxxvii años
Sin duda, ocurre en este punto, como en tantos otros, el escribano copia
la estructura del documento anterior o modelos establecidos y no siempre lo
hacen de forma pormenorizada, produciéndose variaciones de unas visitas a
otras, se da el caso de algunos documentos en los que deja el espacio en blanco
para completarlo posteriormente con el nombre del elegido, los casos de aval
del nuevo mayordomo por parte de los asistentes (algunos) son:
Al qual dicho mayordomo fiaron boz de conçejo
nonbraron por mayordomo a Juan Cortés, al qual fiaron los sobredichos…
JURAMENTO DEL CARGO E INVESTIDURA POR EL VISITADOR
Así el dicho señor le resçibió e asentó por mayordomo e le dio poder conplido
bastante para resçibir y recabdar todo lo a dicha iglesia… le otorgó carta de mayordomía
bastante y etc.
Juramento e investidura aparecen después del nombramiento y ambos
se entremezclan en la redacción definitiva del documento, en las primeras
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
69
visitas el juramento se sustituye por una aceptación del cargo por parte del
elegido: el qual lo aceptó, para inmediatamente después, ser investido de poder
para administrar los bienes de la iglesia: e señor visitador le dio poder conplido para
que pueda aver y cobrar
Al qual su merçed confirmó e resçibió juramento del que guardará el pro
hutilidad de la dicha iglesia y que en todo hará como bueno leal mayordomo debe hazer
En estos casos la investidura se reduce al verbo confirmó, sin más explicaciones.
7. MANDAMIENTOS
Una vez inspeccionada la iglesia y revisadas las cuentas, el visitador
dicta sus órdenes, tanto en el campo espiritual como económico. Estos
mandamientos se inscriben en párrafos que, como ocurre en el cargo y en el
gasto, llevan indicación de principio de párrafo mediante un calderón, los
márgenes que se usan son similares a los del principio del documento o al
balance final y en el margen izquierdo suelen aparecer comentarios o
explicaciones (como en las cuentas) sobre el contenido, realizados en otro
momento y con otro tipo de letra. Entre los mandamientos, aparecen asientos
destinados a incrementar el cargo o descargo de la cuenta del mayordomo,
seguramente olvidados en la redacción de la misma.
8. VALIDACIÓN
Al final, aparecen las signaturas del visitador a la izquierda y del
notario a la derecha, este último encabeza su firma con la expresión: Por
mandato del señor visitador. Las signaturas del visitador y del notario no aparecen
una sola vez sino varias, debido a los añadidos al final del documento, que
suelen originar la necesidad de volver a rubricar el mismo.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
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ESTUDIO DIPLOMÁTICO DE LAS ACTAS, DEFINICIÓN Y TIPOS
Definición y tipos
De acuerdo a la antigua jurisprudencia Romana, actas son los registros
(acta) en los que se escriben los documentos oficiales, las decisiones y sentencias
de los jueces. Actas designan en leyes, lo que se puede aplicar para probar o
justificar una cosa. Registros, decretos, reportes, certificados etc. son llamados
actas. Actas Canónicas derivan su nombre de la conexión con procedimientos
eclesiásticos. Actas puedes ser públicas o privadas, civiles o eclesiásticas..
Actas públicas son aquellas certificadas por un notario público u otra
persona que tenga un puesto o posición publica. Estas actas pueden ser
judiciales, o parte de un proceso jurídico o voluntaria. En juicios de disputas,
para asegurar justicia, las actas deben ser judiciales, actas extra-judiciales no son
de disputas, pero son voluntarias. Ambas leyes, civil y canónicas, reconocen
como actas publicas aquellas que han sido presenciada por testigos, y si son
atestiguadas por los mismos ante la corte, de otra manera, se consideran
privadas. Actas públicas incluyen aquellas acciones tomadas por jueces, las
autoridades mencionadas por ellos, los procedimientos en la corte, documentos
obtenidos de los archivos públicos. Un documento original de una comunidad,
Obispo, u oficial público, con un sello oficial o copia del mismo enviado por
personas con autenticación debida, es un acta pública. Actas públicas son
determinativas contra cualquiera, aunque hay instancias en que no impondrán
obligación o participación personal. En las antiguas actas públicas, había la
presunción de estar en lo correcto, y el dudar de ellas, el peso de la culpa caía
sobre quienes las atacaban o disputaban de que no fuesen ejecutadas con la
debida formalidad. Eclesiásticamente, se hace excepción para adquirir la
propiedad de la Iglesia, donde la validez de una escritura requería la prueba
clara y conclusa de la autorización de un Obispo, o el consentimiento del
Cabildo.
Actas privadas son aquellas en la que uno o varios individuos las han
ejecutado, y no en contra de personas ausentes o que no hayan tomado
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
71
participación en ellas. Aunque las actas públicas tienen poder desde el dia en
que se hacen, actas privadas cuyas fechas no han sido autenticadas tienen poder
el día en que se inscriben en el registro público. Cuando son autenticadas,
solamente fraude puede causar contratiempos. Si el oficial encargado de la
autenticación se rebasa de su cargo competente, el acta seria solo un acta
privada, y de valor privado a menos que la ley requiera que su validez sea
autenticada por un oficial. Por eso, una escritura de transferencia de propiedad,
aunque este firmada por los interesados, obtiene validez para propósito publico
una vez que haya sido autenticada por el oficial designado por la ley, aunque el
acuerdo en privado haya sido base para el resarcimiento.
No es fácil poner límites precisos entre las actas civiles y eclesiásticas.
Mientras que las actas civiles son principalmente para los laicos acerca de temas
seculares, las actas eclesiásticas son principalmente eclesiásticas en conexión
con asuntos espirituales, y a veces las dos se mezclan fácilmente. Actas son
civiles o eclesiásticas de acuerdo a la relación que tienen con el Estado de la
Iglesia y de lo que de ellas emanen, de los asuntos que se expongan en ellas o de
la forma en que afecten a las personas. Dichos individuos están bajo el mando
de ambas autoridades. Por lo que los eclesiásticos no cesan de ser ciudadanos y
todos los ciudadanos Cristianos están sujetos a la autoridad tanto de la Iglesia
como la del Estado. Muchas cosas aunque estén ligadas con asuntos espirituales
no pierden su carácter de naturaleza temporáneo. Muchas actas que pasan
como eclesiásticas son puramente civiles. Un eclesiástico, aunque ministro de la
Iglesia es también un ciudadano; sus acciones como ciudadano son puramente
civiles; aquellas que provienen del cómo clero, son eclesiásticas. Si los actos son
ejecutados propiamente como un laico, entonces pertenecen a la clase civil, pero
si son ejecutados en carácter religioso, entonces son eclesiásticos. Sin embargo
los ejercicios y las obligaciones espirituales de un laico provienen de la Iglesia,
asuntos financieros eclesiásticos están bajo el cuidado del Estado en lo que a los
ciudadanos concierne. Esta es la base de distinción entre el fórum eclesiástico y
civil. La Iglesia, por derecho divino tiene control absoluto sobre los asuntos
espirituales., mientras que el Estado tiene control temporal. Debido a la buena
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
72
voluntad de la gente y los Gobiernos, la Iglesia ha obtenido muchos privilegios
para el fórum respetando la temporalidad de los eclesiásticos así como los
asuntos laicos en materia espiritual. En otros asuntos asignados a ella por Ley
Divina, ella no puede transferir su autoridad aunque hay momentos en que no
le queda más remedio que tolerar agresiones en su contra. Ella podría ceder
(por medio de acuerdos) y de cierta manera lo hace, aquellos privilegios que a
través de los siglos ha formado parte de su fórum.
Actas también designan ciertas formalidades generales para la validez
de los documentos, con frecuencia requisitos esenciales como por ejemplo
fecha, firmas, cualidades de las personas, nombres exactos de los testigos y
otras condiciones similares que sean exigidas por las leyes civiles, eclesiasticas o
según la costumbre del país.
Actas de un concilio son definiciones de fe, decretos, canon y
declaraciones oficiales del concilio, cuya acción se extiende más o menos en su
esfera ecuménica, nacional, provincial, etc.
Actas de los Mártires son documentos, narraciones y testimonios de los
arrestos, interrogatorios, respuestas tormentos y muertes heroicas de aquellos
Cristianos que sellaron su fe derramando su sangre en los tiempos de
persecución. Los documentos de Congregación de Ritos conectados con la
beatificación y canonización de santos son designados como Actas de los
Santos. Este es tambien un titulo dado por los Bollandistas en el recuento
monumental de la vida de los santos (Acta Sanctorum). Actas Capitulares son
las discusiones oficiales de los miembros de la asamblea, nombre dado a los
canons de la catedral que forma la corporacion establecida para ayudar al
obispo en el gobierno de la diócesis, y ocupar su lugar cuando la plaza está
vacante.
Estudio Diplomático
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73
Actas Bautismales:
Fecha tópica, fecha crónica: (S XVI), incluye: Nombre del cura párroco, nombre
del bautizado, nombre de los padres y vecindad, nombres de los padrinos y
cuya profesión y vecindad puede aparecer,
Siglo XVII: El formulismo y el contenido de las actas es igual
Siglo XVIII: Hay cambios, fecha tópica y crónica, sigue el nombre del cura y su
título, nombre del bautizado, nombre de los padres y lugar de su bautizo,
nombre de los abuelos paternos y maternos donde fueran bautizados y hasta
donde se casaron, oficio del padre, origen y naturaleza de los padres, nombre
de los abuelos, nombre de los padrinos y testigos.
Actas Matrimoniales (S. XVI – XIX)
Fechas, nombre del párroco, si hubo velación, nombre de los contrayentes,
nombre de los padres, nombre de los testigos y nombre de los padrinos.
Siglo XVIII: Fechas, nombre del párroco, amonestaciones, impedimentos, si
hubo confesión, si sabían de la doctrina, nombre de los contrayentes, origen,
nombre de los padres, nombre de los testigos.
Siglo XIX: Los datos se enriquecen con la edad, oficio y lugar de residencia de
los contrayentes, origen de los padres y lugar de residencia de los contrayentes,
origen de los padres y lugar de las amonestaciones.
Actas Defunciones
Siglo XVI: Recoge las fechas, nombre del cónyuge, de los padres e indicación si
testó.
Siglo XVII: Además se habla del lugar, donde se enterró, de quien era esposo/a,
si abonó el entierro, coste del mismo y quien lo pagó, quien dijo la misa y a
veces quienes eran los padres del difunto.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
74
Siglo XVIII: Se da la categoría del entierro y se enumeran los derechos
parroquiales abonados.
Siglo XIX: Se añade edad, profesión, de donde era natural y enfermedad de la
que murió.
APEOS. ESTUDIO DIPLOMÁTICO
Aunque se denominan también inventario, es preferible el por autores
como Santos García Larragueta o Manuel Larriba, según Manuel Larriba la
forma documental de cada uno de los documentos constitutivos de un apeo
permanece invariable, lo que sí cambia es el número de documentos que se
incluyen en el expediente el orden en que se colocan. Santos García Larragueta
distingue los siguientes documentos:
a) Petición a la autoridad
b) Edicto u orden a la autoridad
c) Promulgación y pregones del edicto
d) Citaciones o modificaciones a los interesados
e) Redacción del apeo y delimitación con mojones
f) Testimonio notarial del apeo y documentos derivados de su redacción
Puede ocurrir que no estén todos o que aparezcan algunos de ellos
como se dijo anteriormente, por ello se van a comentar algunos de los
documentos que aparecen, todos ellos pertenecientes a la documentación del
archivo parroquial de Anchuelo (1484-1556).
Acta de Apeamiento
Es el principal documento de los apeos. En ella se expone los hechos
concernientes a la realización y desarrollo del deslinde, los nombres de los
apeadores y se enumeran una por una todas las posesiones que son objeto del
deslinde y amojonamiento.
Estudio Diplomático
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75
Título documental → Data → Autoridad Ordenante → Disposición →
Otros Documentos → Deslinde → Presencia del Notario y Apeadores →
Corroboración → Validación.
Titulo Documental: Para titular el documento, siempre se usa el término
inventario o inventario o apeamiento, a continuación se especifica el tipo de
inventario de los bienes, de los bienes raízes o de olivos, después de esto se
indica si dichos bienes pertenecen a la iglesia o al beneficio curado, después
aparece el apeamiento de los bienes raíces, hecho días más tarde.
Data: No aparece de forma explícita, pero sí la data crónica.
Autoridad Ordenante: Se indican las dos autoridades eclesiásticas que
ordenan la realización del documento. El Visitador General y el Vicario General
Disposición: Comienza con “Empeçose a hazer en esta manera”
continua con “Primeramente”.
Deslinde: Se procede al deslinde indicando:
Naturaleza del bien: Tierra, olivar, viñas, huertas, etc.
Lugar en que se encuentra
Cabida: Fanegas, Celemines o cantidad de pies de olivos…
Aldeaños: Tierras que circundan la propiedad y nombre de sus
dueños, en los que no suele faltar la localidad de la que son sus
vecinos.
Presencia del notario y apeadores: Después de inventariadas todas las
posesiones, se procede a hacer constar la presencia del notario y testigos.
Corroboración: El notario da fe del hecho
Validación: Siempre aparece
Mandato del vicario para hacer apeamiento
Este tipo documental se copia, junto con otros que certifican su
cumplimiento, ante del deslinde de terrenos.
Protocolo Inicial: Intitulación; Notificación; Dirección
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
76
Texto: Exposición; Disposición; Cláusulas Conminatorias
Protocolo Final: Data; Validación
Comentario: En el protocolo inicial: La Intitulación del documento
siempre es del vicario general de la zona, indicando titulación nombre y a quién
representa; Notificación: Siempre mediante la expresión “Hago saber”; y
Dirección.
En el texto: Exposición: Suele hacerse aquí referencia a la petición, por
parte del mayordomo o del beneficiado de la iglesia, al vicario general para
hacer apeamiento de las posesiones parroquiales del beneficio curado.
Disposición: Texto en la que se indica: Como hacer el apeo, orden a los
regidores para que nombren apeadores, orden al escribano para que redacte el
apeo y lo entregue a la iglesia. Cláusulas Conminatorias: Normalmente son de
tipo espiritual, aunque en algunos casos puede ser material de tipo pecuniaria.
Protocolo Final: Data: El tiempo que transcurre desde que se escribe
este documento hasta que se redacta puede llegar a los 40 días; la data tópica no
está aunque sí la crónica, comienza con “fecho a” y a continuación día, mes y
año. Validación: Se valida con la suscripción del vicario general, del que se
aporta su titulación academica y el notario.
Certificado Notarial de Lectura del Mandato
Este documento se copia cuando se está escribiendo la definitiva acta de
apeamiento por parte del escribano.
Estudio Diplomático
Data → Exposición → Anuncio de Validación
Data: Se incluye tópica y crónica
Exposición del acto de lectura: se explican las condiciones en que fue leído el
mandato.
Anuncio del Mandato: El notario da fe del hecho
Validación: Por parte del notario.
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
77
Nombramiento de Apeadores
No suele aparecer en todos, en los que aparece es un documento
notarial por el que se nombran los apeadores, en los que no aparecen se
incluyen en el acta de apeamiento se aportan los nombres y su juramento.
Estudio diplomático:
Disposición → Intitulación → Dirección → Testigos → Validación
Disposición: comienza el documento con el verbo dispositivo “Señalaron”
Intitulación: La autoridad que intitula el documento es la civil “los regidores”
Dirección: Los nombres de los apeadores elegidos por los regidores
Testigos: se apoya el testimonio notarial con la presencia de testigos
Validación: Suscripción notarial que es copia
Juramento de los Apeadores
En este documento nos encontramos las formalidades que se emplean
para que las personas nombradas como apeadores juren el cargo y garanticen
su imparcialidad.
Estudio Diplomático
Data → Exposición y Proceso → Juramento
Data: Tópica y Crónica
Exposición y Proceso: Una vez puestos de acuerdo en el día en que se van a
hacer el deslinde, los apeadores juran.
Juramento: El documento culmina con la exposición del proceso seguido para
tomar juramento a los apeadores y la respuesta dada por estos.
Otros documentos de los cuales no se van a hacer el estudio diplomático pero al
menos mencionarlos, no todos pero algunos de ellos son:
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78
Carta de Trueque; Comisión Arzobispal; Poder-Carta de Procuración;
Certificación Notarial; Licencia Arzobispal; Provisión Arzobispal; Comunicado
de Mandatos; Recibo.
Como se dijo anteriormente no están todos los documentos, solo un
grupo de ellos que sirven para hacernos una idea de los documentos que
podían tener las parroquias como receptor o emisor de documentos.
ANEXOS Comentario sobre las láminas
Bula papal… 78
Documento de la época… página 79
Acta de Bautismo… página 80
Libro de actas de bautismo… 81
Acta de bautismo… 82
Acta de consagración de parroquia… 83
Pequeña tira de pergamino hallado en el interior de la caja… 84
Caja de madera en la que había reliquias y el pergamino… 85
Todos pertenecientes a la provincia de Huesca
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Bula Papal por la que Gregorio VII fechada en el año 1073. Por ella el pontífice
liberaba al rey aragonés Sancho Ramírez de los diezmos referidos a las
conquistas que hiciese en tierra de sarracenos
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DESARROLLO DE LA VISITA
PARROQUIAL
ANUNCIO
DE LA LLEGADA
DEL VISITADOR
LLEGADA
DEL VISITADOR
INICIO
DE LA VISITA
VSITA
ESPIRITUAL
VISITA
ECONÓMICA
INSPECCIÓ
N DE
EDIFICIOS
Y
ORNAMEN
TOS
INTERROGATORIO
LAICOS CLÉRIGOS
TOMA
DE CUENTAS
CARGO GASTO
ALCANCE
BALANCE FINAL
MANDAMIENTOS
LA INSTITUCIÓN PARROQUIAL Y SUS DOCUMENTOS
88
BIBLIOGRAFÍA
El Archivo Parroquial de S. Miguel de Enguera. Bas Martín, Nicolás;
Benavent Montoliu, Jorge; Cerdá Ballester, Josep [et al]. Facultad de Teología
de S. Vicente Ferrer. Valencia 2001. (p. 4 y 5). (BII)
Los Archivos parroquiales de Sevilla. Morales Padrón, Francisco. Real
Academia Sevillana de Buenas Letras. Sevilla 1982 (p. 1, 2 y 3). (B II)
El archivo de la parroquia de san Bartolomé en aldeanueva de Ebro (la
rioja). Miguel ángel del prado Martínez. Biblioteca temas riojanos. Pág. Nº
19/35.
Archivística Eclesiástica: Nociones básicas. Pedro Rubio Merino. Sevilla,
1999
Archivos e investigación: Actas de las jornadas. Murcia 13, 14 y 15 de
noviembre de 1991.Dirección: Margarita Vázquez de parga, francisco chacón
Jiménez. Ministerio de Cultura. Universidad de Murcia.
Manual de archivos. El sistema archivístico diocesano: Archivos de la
curia y archivos parroquiales. Eutimio Sastre Santos. Anabad. 1999.
Tipología de la documentación del archivo parroquial de anchuelo (1484-
1556). Rogelio Pacheco Sampedro. Servicio de publicaciones de la
universidad de Alcalá. Fuentes y estudios del valle de henares. 1994.
INTERNET
TIPOLOGÍA DE LA DOCUMENTACIÓN DE LOSARCHIVOS PARROQUIALES. "SIGNO. Revista de Historia de la Cultura Escriu" 2 (1995) Universidad de Alcalá de Henares, pp. 99-112. Espacio, Tiempo y Forma, Serie III, H." Medieval, t. 10, 1997, págs. 47-87. F. ANTONIO CHACÓN*. Universidad Autónoma de Madrid. EL ARCHIVO PARROQUIAL Pbro. Edgar Gabriel Stoffel. estoffel@ucsf.edu.ar
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HISTORIA Y DOCUMENTACIÓN DEL SANTO OFICIO ESPAÑOL: EL PERIODO FUNDACIONAL Dr. D. Juan Carlos Galende Díaz Profesor Titular de “Paleografía y Diplomática” Dra. Dª. Susana Cabezas Fontanilla Profesora Asociada de “Paleografía y Diplomática” Universidad Complutense de Madrid SERIES Y TIPOS DOCUMENTALES. MODELOS DE ANÁLISIS por Mariano García Ruipérez En LEGAJOS. CUADERNOS DE INVESTIGACIÓN ARCHIVÍSTICA Y GESTIÓN DOCUMENTAL. Nº 10. 2007. Publicación del Archivo Municipal de Priego de Córdoba, pp. 9 – 26. LA ESTRUCTURA DE LA DOCUMENTACIÓN RELATIVA AL DIEZMO ECLESIÁSTICO PERCIBIDO POR EL OBISPO Y CABILDO DE MALLORCA. (Siglos XIV, XV, y XVI) Jaime Sastre Moll Titular de Escuela Universitaria María Llompart Bibiloni Titular de Escuela Universitaria. Universitat de les Illes Balears. Edificio Jovellanos. Ctra. Valldemossa km.7’5. 07122 Palma de Mallorca Espacio, Tiempo y Forma, Serie V, Historia Contemporánea. 14,2001, págs. 127-144 Fuentes para el estudio de la Historia de la Iglesia: Barbastro MARÍA JESÚS LLAVERO PORCEL.
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ÍNDICE
Resumen 1
Concepto de parroquia a través de la historia 2
Elementos de la parroquia 4
Organización y funcionamiento 12
Archivos parroquiales 25
El Concilio de Trento y los archivos parroquiales 26
El código de derecho canónico y los archivos parroquiales 27
Tipología de la documentación custodiada en los archivos parroquiales 30
Patrimonio archivístico de la iglesia: Importancia 45
Tipología de la documentación de los archivos parroquiales (comentario) 47
Cuadro de la tipología documental de los archivos parroquiales 54
Estudio diplomático de la visita parroquial 58
Estudio diplomático de las Actas, definición y tipos 68
Estudio diplomático respecto a la documentación sobre los Apeos 73
Estudio diplomático sobre otros documentos 76
Anexos (Láminas, esquema) 77
Bibliografía 87
Índice 89
Ashok Kishinchand
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