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derechos humanos, sociedad, medio ambiente, sociedad civil
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II Congreso Argentino – Latinoamericano de Derechos Humanos - Rosario 2009.
“La falacia generacional de los Derechos Humanos”.
Prof. Luis Vega Vergara*
Quisiera partir señalando que los derechos humanos se han convertido
en un elemento clave para el desarrollo de un país, tanto así, que existen
importantes anuencias en la necesidad de su reconocimiento, de tal suerte que,
poco a poco, se han ido consagrando en la jurisprudencia internacional y
local formal, se ha pretendido ordenarlo cronológicamente (algunos dicen
que es con fines didáctico), en un proceso que no se ha detenido. Ya desde
hace algunos años se habla de la primera, segunda y tercera generación.( que
recientemente se apunta incluso, a una cuarta generación de derechos
humanos. Estas clasificaciones son erróneas y se han convertido en un cliché
académico confuso, clasificar derechos en razón a la temporalidad, o sea que los derechos de la primera, segunda, tercera o las que vengan fueron naciendo sucesivamente, esto es falso. En razón de tiempo, los
derechos llamados de primera y segunda generación son coetáneos (ver
Derecho a la Vida y Derecho a la Salud en la Declaración Universal, ambos
derechos declarados allí, en 1945), incluso medidas de protección de medio
ambiente fueron declaradas en el Pacto Internacional de Derechos Económicos
Sociales y Culturales de 1966.
Las características atribuidas a los derechos de las generaciones son
una falacia, ya que se dice que los derecho de primera generación, o civiles y
políticos, son obligaciones de abstención, o de no hacer; mientras que los
derechos de segunda generación, o sociales, son obligaciones de hacer, o
invertir dinero; esto es erróneo, ya que tanto los derechos de primera, como los
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de segunda generación y otras, implican para el Estado obligación de hacer, y
no hacer.
Todos los derechos implican hacer o no hacer, como un todo
interdependiente, esto debido a que los tratados de derechos humanos,
atendiendo a particulares de cada derecho, instituyen obligaciones comunes e
iguales para todos; y no realizan distinciones que nos permitan categorizarlos
en generaciones, en otras palabras los que el Estado debe respetar y proteger y los que el Estado debe promover o proveer.
Las disposiciones de la realización de un derecho son interdependientes
a otros, así, la garantía del debido proceso es una garantía para la propiedad, o
la garantía de la educación es garantía para la libertad de expresión o para los
derechos políticos. La ONU ha sostenido que “la realización plena de los
derechos civiles y políticos sería imposible sin el goce de los derechos
económicos, sociales y culturales”.
Actualmente hay un debate no cerrado sobre si el medio ambiente es
o nos un derecho de tercera generación (para los clasificionistas), existe un
consenso jurídico mayoritario de que el medio ambiente adecuado no es un
producto del desarrollo social sino un prius para su existencia. Es un derecho
vinculado a la propia vida humana: ubi homo, ibi societas; ubi societas, ibi
ius. El medio ambiente adecuado precede lógicamente al propio Derecho: sin
medio ambiente adecuado no hay hombre, ni sociedad, ni Derecho.
Hoy en día, tanto los desarrollos doctrinales como la jurisprudencia y las
prácticas más recientes, han echado al vacío esta clasificación para
concentrarse en una doctrina integral de los derechos humanos que los
considera universales, indivisibles, interrelacionados e interdependientes1
Antonio Augusto Cançado Trindade, crítico de la teoría de las generaciones de
derechos, afirma que “mientras que en relación con los seres humanos se
1 Víctor Rodríguez Rescia y Javier Rodríguez, “Clínica legal interamericana especializada en derechos de los pueblos indígenas”, en Aspectos generales de los derechos humanos, antología de materiales, San Cristóbal de las Casas, 2006.12 Ibidem, p. 65.
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verifica la sucesión intergeneracional, en relación con los derechos se
desarrolla un proceso de acumulación”2
Hoy en día en el espacio de los ambientalista, existe una especie de
consenso en que el derecho a un medioambiente sano forma parte tanto de la
esfera de los derechos civiles y políticos porque implica obligaciones por parte
del Estado como no dañar el medio ambiente, como de la esfera de los
derechos económicos, sociales y culturales, ya que está obligado a tomar las
medidas necesarias para proteger y preservar la salud humana.
El derecho a un medioambiente propicio, en contraste de otros
derechos, como la salud , por ejemplo, en los que la intervención de los
poderes públicos resulta requisito para su propia existencia, no exige de éstos
una actividad previsora, ya que ha sido la naturaleza quien ha previsto los
parámetros de la biosfera. La actividad del Estado queda limitada entonces a la
protección de lo preexistente. Si el medio ambiente adecuado está siendo
reconocido formalmente como derecho es porque es generalmente aceptado
que estamos en riesgo de no poder seguir disfrutándolo.
Este es el punto clave a ser analizado, pese a toda la jurisprudencia
vigente en Argentina, los estados provinciales siguen violando
sistemáticamente el orden jurídico, y si el derecho al medio ambiente sano es
violado, implica que atraviesa otra series de derechos que a su vez se ven
vulnerados , la salud se ve dañada por los efectos acumulativos de una
vivienda inadecuada o peligrosa( salud ambiental), el hacinamiento, la falta de
suministro de agua y saneamiento/ (salud ambiental), el consumo de alimentos
insalubres ( pobreza, ejemplo los cirujas), la contaminación atmosférica y del
agua, se ven vulnerados los derechos civiles y políticos cuando un gobierno no
efectúa audiencia publicas, no otorga información, no entrega los informe al
COFEMA, no exige los manifiestos de ingresos de residuos peligrosos , todo
ello ocurre en la Provincia de San Luis.
2 Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, artículo 12.
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El fondo de la ONU, para la infancia del consejo económico y social ,
sesiono el 13 de febrero de 1989 la política relativa a “LA INFANCIA Y EL
MEDIO AMBIENTE” Una estrategia del UNICEF para el desarrollo sostenido,
estudiando las consecuencia de la degradación ambiental para la salud y el
bienestar del niño y la mujer , analizando la amenaza al medio , como
deforestación, contaminación atmoferisca( Ciudad de México, y Santiago de
Chile), calentamiento global, estudiando de que modo el ambiente y el
desarrollo sostenible, pueden verse deteriorados por desastres derivados de la
pobreza económica y perdida de valores del ser humano. Un ejemplo por
nombrar un caso emblemático de violación de DD.HH: Riachuelo tiene más de
250 causas judiciales por contaminación de frigoríficos y curtiembre,
contagiada por la ineficacia del Estado para avanzar en el saneamiento de la
cuenca Matanza-Riachuelo, la Justicia aún no logra castigar a las empresas
contaminantes. Falta de coordinación entre las jurisdicciones -los gobiernos
Nacional, de la Ciudad y Municipios-, y disparidad de criterios para investigar
retardan las denuncias judiciales.
Por otro lado la génesis de los DD.HH, esta basado en una desigualdad
primigenia instalado por los mismo organismo internacionales , los recursos
naturales del planeta están en los países mas pobres, y estos deben ser
vendidos a los países más ricos , de allí que hoy se haya instalado el
concepto de “ discriminación ambiental”, y/o racismo ambiental.
Curiosamente el Banco Mundial que maneja los fondos del proyecto
Kyoto, que ha arrasado con las culturas indígenas del planeta) ver informe
alternativo del encuentro de Bali. 2007) , y el FMI, Instalo la agenda de los
países pobres, y mientras en el mundo “civilizados” se ocupaban del Medio
Ambienta nosotros nos ocupábamos por tener democracia, modificar los
sistemas educativos, y llegamos al principio de siglo 21 para ocuparnos del
medio ambiente, con un atraso cercano a los 40 años.
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El continente americano enfrenta enormes desafíos ambientales. En
esta región se encuentran algunos de los sitios más contaminados en el
mundo, particularmente en las áreas urbanas, en donde se concentran tres
cuartas partes de la población. Esta contaminación causa problemas graves de
salud y constituye una violación de derechos humanos esenciales. La
degradación ambiental también destruye los recursos naturales que son la
base de supervivencia humana y cultural.
*http://vegavergaraluis.blogspot.com/
Bibliografía:
1. Rodríguez Rescia Víctor y Rodríguez Javier , “clínica legal
interamericana especializada en derechos de los pueblos indígenas”, en
aspectos generales de los derechos humanos, antología de materiales,
San Cristóbal de las casas, 2006.
2. Pacto internacional de derechos económicos, sociales y culturales,
artículo 12.
3. Protocolo adicional a la convención americana sobre derechos
humanos en materia de derechos económicos, sociales y culturales,
artículo 11.
4. Naciones unidas y los derechos humanos 1945-1995". serie de libros
azules de las naciones unidas. volumen 7. departamento de información
pública de naciones unidas. nueva york. impreso por la sección
de reproducción de naciones unidas.
5. Notas para oradores derechos-humanos". naciones unidas. 1993.
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