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Infancia (0 a 2 años)Tu cuerpo crece muuuuucho. Pasas de medir
Aprendes a caminar a los 2 años, a hablar y reconoces tu nombre.
Además, aprendes a ir al baño, porque antes no sabías. ¡Qué feo!
Descubres el mundo usando tus sentidos, pero sobre todo, tu boca. Todo lo que encuentras, te lo metes en tu boca. Guácala.
¡En tu primer año de vida gastaste
al rededor de 2,500 pañales!
Infancia (2 a 4 años)A los 3 años ya hablas con frases enteras y empiezas a hacer preguntas.
Empiezas a hacer amigos y a ser un poquito más independiente.
Empiezas a reconocer letras y sonidos de tu idioma.
Eres mucho más curioso y haces muuuchas preguntas. “¿Y por qué?” es la frase más común.
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Infancia (4 a 7 años)Durante estos años vas a aprendes a saltar, correr, andar en bici, lo que se llama motricidad gruesa.
También aprendes a usar tijeras, a doblar papeles, a trazar las letras, lo que se llama motricidad fina.
Y ya que vas al colegio, a aprendes a escribir y a leer. ¿Te acuerdas lo difícil que fue?
Niñez (7 a 9 años)• Eres capaz de memorizar
cosas que aprendes (desde canciones, hasta diálogos de películas). • Empiezas a encontrar
explicaciones lógicas a las cosas que te rodean, no todo es fantasía. • Empiezas a preguntarte
más sobre ti mismo. ¿Quién eres? ¿qué te gusta y por qué? ¿cómo te sientes? • Haces las cosas y aprendes
con más independencia. • Sacas conclusiones de
manera más fácil.
• Por fin eres capaz de explicar y expresar tus sentimientos, al menos los más básicos. • Además, vas desarrollando tu empatía y
empiezas a pensar más en los demás. • Y eres responsible de tu higiene
personal, así que ¡lávate bien las manos!
Niñez (9 a 11 años)
• Aprendes a pensar sobre las conexiones que haces.
• Eres muchos más organizado en tu pensamiento.
• Aprendes a clasificar las cosas de tu entorno.
• Lastimosamente, tu imaginación empieza a perderse. Pero, ¡no dejes que eso pase!
• Las niñas crecen más rápido que los niños en estas edades. • Te vuelves más fuerte
y eres más coordinado. • Por ejemplo, tu cuerpo
empieza a soltar ciertas hormonas y químicos que hacen que huelas bien o mal, dependiendo de tu higiene. Así que, ten cuidado, ¡ser apestoso depende de ti!
Tu pensamiento Tu cuerpo
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