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Shambhala La Resplandeciente / Nicholas Roerich
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«Cualquier fonna de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realjzada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) -www.cedro,org- si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra».
Primera Edición: Mayo de 2011
© 1928. Nicholas Roerich
© Editorial Nous Calle El Fresno, 30. La Montaña de los Ángeles. 14740. Córdoba nous@editorialnous.com
ISBN: 978-84-937332-8-5
Depósito Legal: SE-4150-20 11
Producción: Noumicon y Clemente Jara
Ilustración Portada: Nicholas Roerich. Palh lO Shambha/a. 1933. Nicho/as Roerich Museum Ni?W York
Imprime: Publidisa Impreso en España. Printed in Spain
w\vw.cditorialnous.com
NICHOLAS ROERICH
S HAM B HALA LA RESPLANDECIENTE
PRÓLOGO DE JAVIER LEÓN
no~s
"Un corazón amoroso es el requisito principaL' Respetar
a la gente como a un hijo único; no oprimir ni destruir;
no exaltarse a uno mismo aplastando a otros, sino confor
tando y siendo amable con aquellos que sufren. No pensar
ningún mal ni cometerlo, sino por el contrario, pensar en
beneficio de todas las criaturas. "
[S. W. Ladeo La, Diario íntimo,
19 de agosto de 1923.]
Resulta emocionante perseguir mitos y
leyendas. A veces descubrimos que detrás de
ellas siempre se encierran narraciones increí
bles que nacen desde los más oscuros orígenes
de la historia humana. No importa la latitud
ni el tiempo. Ellos siempre han estado ahí,
enseñando la forma más cercana de recordar
realmente quienes somos como raza humana
y como individuos. Mitos y leyendas que nos
acompañan desde que somos bienvenidos al
regazo social, pero también, historias que des
cubrimos con la inquietud del saber, con el
asalto a los interrogantes cósmicos. Misterios y
misterios que se desarrollan en nuestra psique,
pero, también, en nuestros corazones llenos de
ansiedad por sentir y experimentar la vida.
Más allá de 1hule o la Atlántida, de
Agartha o Avalón, Baltia o Atzlán, sin duda,
el mito más de moda en nuestra actualidad
sigue siendo la leyenda de Shambhala. Una
leyenda que nos sume en un mundo de
esperanzas futuras capaces de despertar no sólo
la curiosidad por su origen, sino también el
reencuentro con la aventura futura.
Eso debió pensar, y también sentir,
Esteváo Cacella (Aviz, 1585 - Tíbet, 1630),
jesuita portugués y uno de los primeros
occidentales que pudo entrar en Bután. En su
"Reporte sobre el Reino de Bután", escrito el4 de
octubre de 1627, hablaba de un reino llamado
Xembala en los siguientes términos:
«Existe un reino que es muy famoso aquí, y
que según dicen es muy grande, denominado
(Xembala" [Sham-bha-Ia), junto a otro
llamado Sopo [Sog-po} (Mongolia). "
1141
Las palabras de Esteváo Cacella son más
que inspiradoras e invitan, como mínimo, a la
curiosidad ya la búsqueda. Yes a esa búsqueda
a la que nos debemos desde hace años, explo
rando desde la antropología los paraísos utópi
cos, las ciudades ideales y los mitos alrededor
de lugares que tendían a la perfección material
o espiritual. Y el mito de Shambhala siempre
nos ha llamado poderosamente la atención.
Es por ello que persiguiendo sus pistas, y
tras editar en esta misma editorial su biografía
(La vida de Nicholas Ro erich , de Jordi Pomés,
Ed. Nous, 2008) llegáramos a este hermoso re
lato de Roerich que ahora nos atrevemos a re
producir y compartir con el gran público. Un
texto único que nos parece imprescindible para
adentrarnos en el conocimiento del mito, de la
leyenda, pero también de los atisbos de verdad
que pudiera encerrar. Incluso de aquellas pistas
que nos aproximen a su estudio.
Nicholas Roerich (1874-1947) fue sin
duda un personaje excepcional y polifacético,
una de esas personas increíbles que surgen de
vez en cuando para enriquecer e inspirar la
cultura de su tiempo. Artista, científico y pen
sador ruso, entregó toda su vida y obra pro
fesional para conseguir un gran ideal: el ideal
de la paz mundial. Este ideal inspiró más tarde
el conocido Pacto Roerich, firmado en la Casa
Blanca por el presidente Roosevelt en 1935 po
cos años antes de la 11 Guerra Mundial.
Roerich fue pintor, diseñador, restaura
dor, poeta, antropólogo, escritor, botánico,
pacifista, filántropo, filósofO, escenógrafo, mís
tico, arqueólogo, explorador ... Junto con su es
posa Helena, gran inspiradora de su obra, fue
creador de sociedades como la Sociedad Agni
Yoga y de la reconocida Bandera de la Paz. Pero
sobre todo, el genial Roerich fue un incansable
buscador de la mítica Shambhala.
En su magnífico libro "El corazón de
Asia", (Ediciones SR, 2008), Nicholas Roerich
expresa el resumen de su viaje más importante:
"Si me preguntaran cuál fue la más sublime
entre las innumerables impresiones que
recibí en el viaje, respondería sin duda:
¡Shambhala!"
Más tarde, en la residencia Talai-Pho
Brang, en Darjeeling, al norte de la India, es
cribió "Shambhala, la resplandeciente", texto
que apareció en su libro, publicado en 1930,
"Shambhala: In Search ola New Era" (Sham
bhala: en busca de una Nueva Era).
Pero, ¿qué es realmente Shambhala? Ade
más de un mito pasado, es una palabra que se
ha puesto de moda en los movimientos me
siánicos y espirituales de los últimos tiempos
y que puede escucharse en mantras, en medi-
taciones y encuentros dentro del movimiento
Nueva Era. Algo más que un arquetipo del pa
sado que vuelve a nuestros días con fuerza y
misterio.
A pesar de que el origen histórico de
Shambhala hay que situarlo en el budismo
tibetano, especialmente en el texto tántrico
conocido como Kalachakra, fue Madame
Blavatsky quien puso en boca de Occidente,
tras sus viajes por Oriente, todo lo relacionado
a este mítico lugar. Para ella, la situación
geográfica de Shambhala estaba en el desierto
del Gobi, deducción a la que pudo llegar a
partir de los escritos de Csoma de Koros , estudioso húngaro cuyos textos influyeron en
Blavatsky.
En 1825, Koros escribía que Shambhala
podría estar situada entre los 45 y los 50 grados
de longitud. Aunque él creía que podría en-
contrarse en el desierto Kizilkum en Kazajstán,
el Gobi también estaba comprendido entre las
dos longitudes.
Otros, posteriormente, la situarían en el
Turkistán Oriental, la región china de Xinjiang,
según la tradición, cerca del río Sita (Tarim); o
en las Montañas Altai, en Mongolia, entre ellos,
Roerich; o en la montaña Kailas, lugar donde,
para algunos tibetanos, estaría la montaña
central del reino de Shambhala. Para Alexander
Csomo de Koros, su situación estaría más allá
del río Sita, en las tierras del pueblo Yugurs,
en la actual región china de Gansu. ¿O tal vez
se refería a los Iugurs, de nuevo en la región
china de Xinjiang? En esa zona también hay
un gran desierto, como el del Gobi, llamado
Taklamacán. Y allí había un antiguo reino
budista llamado Yarkand. Yarkanda es ahora
una ciudad-oasis en mitad del desierto que ha
sobrevivido al tiempo.
Para Blavatsky, debió ser natural situar
Shambhala en el desierto del Gobi, también
conocido en épocas anteriores como desierto
de Shamo, ya que los mongoles eran fervorosos
seguidores del Budismo Tibetano, particular
mente de sus enseñanzas Kalachakra. Durante
siglos, habían creído que Mongolia era la Tierra
al Norte de Shambhala. También el esoterista
francés Saint-Yves situó allí la mítica Agartha.
Mirado desde cerca, al menos existe cierta
coincidencia etimológica en ambos nombres:
Sham-o y Sham-ba-la.
Según algunos estudiosos, en tibetano,
Shambhala es "bde 'byung", "la fuente de la
felicidad". Para la teosofía de Blavatsky, la pala
bra Shambhala significa "isla blanca", y Gobi,
"el oculto", "aquel que lleva un secreto". Allí
vive, según la tradición teosófica, Sanat Kuma
ra, el Señor del Mundo, el cual es conocido
como "el niño azul" o "de la eterna juventud".
I f
I ! , ¡
Azul es "shayama" y niño "bala" en sánscrito.
De Shayama Bala derivó Shambhala, "el lugar
donde la voluntad de Dios es conocida", según
la mística actual.
Como decíamos, el origen primero de
esta leyenda hay que situarla en el texto Ka
lachakra. Marcelle Lalou y otros estudiosos
fechan el Kalachakra en el siglo X. Según la
leyenda budista, el mismo Buda, a petición de
del rey Suchandra de Shambhala, había reco
pilado este texto en más de doce mil versos.
Así, un año después de su iluminación, el Buda
Shakiamuni se mostró simultáneamente en el
Pico del Buitre con la apariencia de un mon
je y como Kalachakra en Dhanyakataka, al sur
de la India, transmitiendo el Tantra de Kala
chakra. Suchandra, rey de Shambhala, volvió
a su hogar y recopiló toda la explicación re
cibida, declarando el Budismo de Kalachakra
como religión de su estado. Los reyes siguientes
del reino de Shambhala mantuvieron esta tra
dición. El mismo texto habla de una profecía
futura, la cual asegura que Shambhala renacerá
en el futuro.
Según las profecías y cálculos astrológicos
del Kalachakra, en el año 2425 llegará desde
Shambhala una gran guerra durante la cual
los bárbaros serán derrotados yel nuevo reino
resplandecerá hasta la extinción de la doctrina
budista, esto es, hasta el año 5104.
Siguiendo con Roerich, éste dirigió entre
1925 y 1928 una expedición desde la India,
a través del Tíbet, hasta la "Mongolia Exterior
y la región de las Montañas Altai. El objetivo
principal de la misma era estudiar plantas, et
nología e idiomas, además de aprovechar los
increíbles paisajes y leyendas para pintar. Y la
leyenda de Shambhala estuvo muy presente en
todo el viaje, si no fue, como muchos aseguran,
el motivo principal del mismo. Los miembros
de esa expedición afirmaron haberla localizado
en la región de Altai. Incluso hoy en día, para
muchos de sus seguidores, las Montañas de Al
tai son un gran centro espiritual conectado de
algún modo con la mítica-mística Shambhala.
Muchos años más tarde de aquella expe
dición, el15 de junio de 2007 fui invitado por
Joaquin Tamames y Jorge Carvajal, de la Fun
dación Ananta, a un peculiar viaje hacia tierras
mongolas. Quisimos acompañar modestamen
te los pasos de Roerich y otros aventureros que
más tarde fueron en búsqueda de la ciudad
mítica. En una expedición de unas veinte per
sonas partimos desde Madrid hacia Moscú di
rección a Ulán Bator, en Mongolia. El primer
día lo empezamos practicando un ayuno de 24
horas, una meditación grupal y unos asanas
yóguicos que debían acomodar nuestros cuer
pos a la dureza de la travesía.
Pronto partimos hacia las tierras mon
tañosas de Altai y el majestuoso desierto del
Gobi. Pasamos por Manzushir, subimos al
monte Tsetseegün, en la región de Bogdkhan.
Visitamos el templo budista de Manzshir y vo
lamos en avioneta hacia Bayankhongor.
En el desierto dormíamos en las yurtas de
los nómadas, en tiendas o simplemente al aire
libre. Nos bañábamos en los ríos de agua hela
da y comíamos una rica comida que nos pre
paraba el equipo de la expedición. Llegamos
hasta Tsagaan Aguy, "la cueva blanca", donde
tuvimos experiencias hermosas. Muy cerca de
Boontsaagan Nuur, "el lago de muchos blan
cos", pudimos tocar unos camellos salvajes que
lloraban ante el roce de nuestras manos.
y todo eso hasta que por fin llegamos a
Eech Hairhan, "La Montaña Madre", visitan
do más tarde uno de los monasterios más anti-
1 24 1
guos de Mongolia, el Shankh's Baruun Khuree,
el cual en el siglo XV1 tenía más de mil qui
nientos monjes, y hoy día no alberga más de
treinta. Desde allí nos dirigimos a Karakorun
para volver de nuevo a Ulán Bator.
En esta travesía, concluimos que el viaje
a la mítica Shambhala era más bien un verda
dero viaje interior hacia la más Íntima esencia
de lo humano. Quizás el Tercer Lama Panchen
(1738-1780) lo expresó mejor en "La Guía a
Shambhala" (del tibetano Sham-bha-la'i lam
yig). Este lama explicó que el viaje físico a
Shambhala requería de muchas prácticas espi
rituales. Por lo tanto, el viaje a Shambhala era
en realidad una búsqueda interior, la persecu
ción de un ideal humano.
Sea como sea, el VIaje hacia los mitos
siempre enriquece a la antropología y, especial
mente, a los buscadores que emprenden cual-
1251
quier camino con tal de reencontrarse con las
profundas leyendas que configuran el espíritu
de nuestra raza. Roerich nos presenta en este
librito parte de ese espíritu, y nosotros, aven
tureros y buscadores incansables del reino de
la verdad, ofrecemos este manuscrito para re
vivir en nuestras carnes la aventura de ir siem
pre más allá. Que el reino de Shambhala y su
leyenda ilumine nuestro viaje.
1261
SHAMBHALA
LA RESPLANDECIENTE
- ¡Lama, háblame de Shambhala!
- «Pero vosotros, los occidentales, no sa
béis nada de Shambhala, no deseáis saber nada.
Probablemente preguntáis sólo por curiosidad;
y pronunciáis esta palabra sagrada en vano».
- Lama, no pregunto acerca de Shambha
la sin un objetivo. En todas partes, las personas
conocen este gran símbolo bajo nombres di
ferentes. Nuestros científicos buscan el menor
indicio de este notable reino. Csoma de Koros
sabía algo sobre Shambhala cuando realizó su
prolongada visita a los monasterios budistas.
Grunwedel tradujo el libro del famoso Tashi
Lama, Pal-den ye-she, referido a La Ruta a
1291
Shambhala. Sentimos que se oculta una Gran
Verdad bajo símbolos secretos. Verdaderamen
te, el ardiente científico desea saber todo acerca
de la Kalachakra.
- «¿Cómo puede ser ello, cuando algu
nos de vuestros occidentales profanan nuestros
templos? Fuman dentro de nuestros sagrados
santuarios; no comprenden ni desean venerar
nuestra fe y nuestras Enseñanzas. Se mofan
y se burlan de los símbolos cuyo significado
no penetran. Si nosotros visitáramos vuestros
templos, nuestra conducta sería completamen
te diferente, porque vuestro gran Bodhisattva,
Issa, es en verdad eminente. Y ninguno de no
sotros difamaría las Enseñanzas de misericor
dia y justicia».
- Lama, sólo los muy ignorantes y
estúpidos ridiculizarían vuestras Enseñanzas.
Todas las Enseñanzas de justicia están como
en un sitio sagrado. Y nadie que esté en su
sano juicio violará los lugares sagrados. Lama,
¿por qué crees que la Enseñanza esencial del
Santo es desconocida en Occidente? ¿Por qué
crees que en Occidente no sabemos nada sobre
Shambhala?
Lama, sobre mi mismísima mesa puedes
ver la Kalachakra, la Enseñanza que trajo el
Gran Athisa de la India. Sé que si un espíritu
elevado, ya preparado, oye una voz que excla
ma Kalagiya es el llamado a Shambhala. Sabe
mos que Tashi Lama visitó Shambhala. Cono
cemos el libro del Sumo Sacerdote, T' aishan:
El sendero rojo hacia Shambhala. Hasta co
nocemos la canción mongol acerca de Sham
bhala. Quién sabe, quizás incluso conozcamos
muchas cosas nuevas para ti. Sabemos que hace
muy poco un joven lama mongol escribió un
nuevo libro centrado sobre Shambhala.
El Lama nos estudia con su mirada pene
trante. Luego dice:
- «La gran Shambhala está mucho más
allá del océano. Es el poderoso dominio celes
tial. No tiene nada que ver con nuestra tierra.
¿Cómo y por qué vosotros, las personas de la
tierra, os interesáis en ella? Sólo en algunos si
tios, en el Lejano Norte, podéis discernir los
resplandecientes rayos de Shambhala».
- Lama, conocemos la grandeza de Sham
bhala. Conocemos la realidad de este Reino
indescriptible. Pero también sabemos algo de
la realidad de la Shambhala terrenal. Sabemos
cómo unos altos y pocos lamas fueron a Sham
bhala, cómo en la ruta vieron las cosas físicas
habituales. Conocemos las historias del lama
buriato, de cómo fue acompañado a través una
galería secreta muy estrecha. Sabemos que otro
visitante vio una caravana de habitantes de las
montañas con sal de los lagos, en las fronteras
de Shambhala. Es más, nosotros mismos he
mos visto uno de los tres fuertes fronterizos de
Shambhala. De modo que no me hables sólo
de la Celestial Shambhala, sino también de la
que está en la tierra, pues sabes tan bien como
yo que en la tierra Shambhala está conectada
con la Celestial. Y en este vínculo están unidos
los dos Mundos.
El Lama se queda callado. Con los ojos
medio ocultos por los párpados, examina nues
tros rostros. Y en el ocaso de la tarde comienza
su relato:
- «Realmente, está llegando el momen
to en que la Enseñanza del Santo una vez más
llegará al Sur desde el Norte. La palabra de la
Verdad, que comenzó su gran sendero desde
Bodhigaya, regresará nuevamente a los mismos
sitios. Simplemente debemos aceptarlo como
es: el hecho de que la verdadera Enseñanza
abandonará el Tíbet y aparecerá otra vez en el
Sur. Y en todos los países se manifestarán las
alianzas de Buda. En realidad, grandes cosas
están llegando. Venís de Occidente, sin em
bargo traéis noticias de Shambhala. Debemos
tomarlo muy en serio. Es probable que el rayo
de la torre de Rigden Gyeppo haya llegado a
todos los países.
La Luz de la Torre de Shambhala resplan
dece como un diamante. El está allí, Rigden
Gyeppo, infatigable, siempre vigilante de la
causa de la humanidad. Sus ojos nunca se cie
rran y en su espejo mágico ~e todos los acon
tecimientos de la tierra. El poder de su pen
samiento penetra los sitios más apartados. La
distancia no existe para El; instantáneamente
puede brindar ayuda a quienes sean dignos de
ella. Su poderosa Luz puede destruir cualquier
oscuridad. Sus inconmensurables riquezas es-
tán listas para ayudar a todo aquel que esté ne
cesitado y se ofrezca a servir a la causa de la
justicia. Hasta puede cambiar el Karma de los
seres humanos ... »
- Lama, me parece que hablas de Maitreya,
¿no es así?
- «¡No debemos pronunciar este misterio!
Hay mucho que no puede ser revelado. Hay
mucho que no puede ser cristalizado en soni
do. Con el sonido revelamos nuestros pensa
mientos. Con el sonido proyectamos nuestro
pensamiento en el espacio y el resultado puede
ser el mayor de los daños. Porque todo lo que
se divulga antes del momento destinado des
encadena un daño incalculable. Hasta pueden
provocarse las mayores catástrofes con estos
actos tan atolondrados. Si Rigden Gyeppo y
el Santo Maitreya son uno y el mismo para ti,
que así sea. ¡Yo no lo he dicho!
1351
Incontables son los habitantes de Sham
bhala. Numerosas son las espléndidas fuerzas
nuevas y logros que de allí se están preparando
para la humanidad ... »
- Lama, el Vedanta nos dice que muy
pronto serán entregadas a la humanidad nue
vas energías. ¿Es verdad?
- «Innumerables son las grandes cosas
predestinadas y preparadas. A través de las
Sagradas Escrituras sabemos de la Enseñanza
del Santo sobre los habitantes de las estrellas
distantes. De la misma fuente hemos oído
del pájaro de acero volador. .. , de serpientes
de hierro que devoran el espacio con fuego y
humo. Tathagata, el Santo, predijo todo para
el futuro. Sabía que los ayudantes de Ridgen
Gyeppo se reencarnarían a su debido tiempo;
que el ejército sagrado limpiaría Lhasa de to
dos sus atroces enemigos; y que se establecería
el Reino de la justicia».
- Lama, si los grandes guerreros se encar
nan, ¿acaso las actividades de Shambhala no
tendrán lugar aquí, en nuestra tierra?
- «En todas partes, aquí y en el Cielo. To
das las fuerzas benévolas se unirán para des
truir la oscuridad. Todo el que preste ayuda en
esta Gran Tarea será recompensado cien veces y
en esta mismísima tierra, en esta encarnación.
Todos los pecadores contra Shambhala perece
rán en esta encarnación porque han agotado la
misericordia» .
- Lama, tú conoces la verdad. Dime en
tonces por qué hay tantos sacerdotes indignos.
- «Ciertamente, ésta no es una excusa,
pero si la Enseñanza debe desplazarse hacia el
Sur, entonces, no es sorprendente que muchos
lamas sabios hayan abandonado el Tíbet. En
Occidente, ¿saben que Pan-chen-rinpoche (el
Lama Tashi) está conectado con Shambhala?»
1371
- Lama, sabemos, por supuesto, que
Pan-chen-rinpoche es muy estimado en todas
partes. En diferentes países, no sólo entre los
budistas, sino entre los pueblos de muchas na
ciones, hemos notado hasta qué punto favora
ble hablan de Su Santidad. Se dice incluso que
en Sus habitaciones privadas, mucho antes de
Su partida, se habían trazado en los frescos los
detalles de sus futuros viajes. Yen esto sabemos
que Pan-chen-rinpoche sigue las costumbres
de todos los Grandes Lamas. Nos han dicho
cómo durante su vuelo El y Sus seguidores es
caparon a muchos de los más grandes peligros.
Conocemos que en uná época sus perse
guidores de Lhasa ya estaban sobre El, cuando
una gran nevada les bloqueó el camino. Otro
día, Pan-chen-rinpoche llegó a un lago en las
montañas; se vio ante un difícil problema. Sus
enemigos estaban muy cerca de El, pero para
escapar, le sería necesario dar un gran rodeo
por el lago. De modo que Pan-chen-rinpoche
se sentó a meditar profundamente durante al
gún tiempo. Cuando se levantó, dio órdenes
de que, a pesar del peligro, toda la caravana de
bería pasar la noche a orillas del lago. Entonces
sucedió lo inusual: durante la noche hubo una
gran helada que cubrió el lago de hielo y nie
ve. Antes de alba, cuando aún estaba oscuro, el
Lama Tashi dio órdenes a su gente de moverse
deprisa y El y Sus trescientos seguidores cruza
ron el lago sobre el hielo por la ruta más corta,
escapando de esta manera del peligro. Cuando
los enemigos llegaron al mismo sitio, el sol ya
estaba alto y sus rayos habían derretido el hie
lo. Sólo les quedaba rodear el lago. ¿No fue así?
- «Verdaderamente, así fue. Pan-chen
rinpoche recibió ayuda de la Sagrada Sham
bhala a lo largo de Sus viajes. Vio muchos sig
nos maravillosos cuando cruzó las tierras altas
hacia el Norte».
- Lama, no lejos de Ulan-Davan vimos
un enorme buitre negro que volaba bajo, cerca
de nuestro campamento. Cruzó en dirección a
algo resplandeciente y bello, que volaba hacia
el sur sobre nuestro campamento y que brilla
ba bajo los rayos del sol.
Los ojos del Lama parecían echar chispas.
Con ansiedad, preguntó:
- «¿También olisteis los perfumes de los
inciensos de los templos en el desierto?»
- Tienes toda la razón, Lama, en el desier
to pedregoso, a varios días de cualquier sitio
habitado, muchos de nosotros fuimos a la vez
conscientes de un exquisito vestigio de perfu
me. Ello sucedió varias veces. Nunca olimos un
perfume tan delicioso. Me recordó a un cierto
incienso que un amigo mío me dio una vez en
la India. De dónde lo obtuvo, no lo sé.
1 40 1
- «Ah, estáis protegidos por Shambhala.
El enorme buitre negro es vuestro enemigo,
que está ansioso por destruir vuestro trabajo,
pero la fuerza protectora de Shambhala os si
gue en esta forma Radiante de la Materia. Esta
fuerza siempre está cerca de vosotros, pero no
siempre podéis percibirla. Sólo en ocasiones se
manifiesta para fortaleceros y dirigiros. ¿Ha
béis notado la dirección en que se movía esta
esfera? Debéis seguir la misma dirección. Me
habéis mencionado la llamada sagrada: ¡Ka
lagiya! Cuando alguien oye este llamamiento
imperativo, debe saber que la ruta hacia Sham
bhala está abierta para él. Debe recordar el año
en que fue llamado, pues desde ese momento y
para siempre el Santo Rigden Gyeppo le ayu
dará en todo. Sólo debéis saber y daros cuenta
de la forma en que las personas reciben ayuda,
pues muchas veces ellas rechazan la ayuda que
les es enviada».
1 41 1
- Lama, dime cómo Shambhala ayuda
a las personas simples. Tenemos noticia de
los adeptos y de los ayudantes encarnados de
Shambhala. Pero, ¿de qué manera se manifiesta
el poder de Shambhala entre los humildes?
- «De maneras indecibles y múltiples.
Cada uno que en encarnaciones pasadas si
guió las Enseñanzas de justicia y fue útil para
la Causa Común, recibe ayuda de esta Cau
sa Común. No hace muchos años, durante la
guerra y la inquietud, un hombre preguntó a
un lama si debía cambiar de vivienda. El lama
le respondió que podía quedarse en el mismo
sitio durante seis meses más, pero que después
estaría en grave peligro y que entonces debería
huir sin tardanza. Durante los seis meses que
siguieron, el hombre tuvo mucho éxito en su
trabajo; todo estaba en paz y sus posesiones se
multiplicaron. Cuando los seis meses llegaron
a su fin, pensó: «Por qué habría de arriesgar mi
142 1
propiedad abandonando este sitio tranquilo?
Todo me parece tan próspero y no existe nin
gún peligro aparente. Es probable que el lama
se haya equivocado».
Pero el fluido Cósmico no se detuvo. Y
el peligro predestinado surgió de repente. Las
tropas de los enemigos se acercaron al lugar a
toda velocidad desde ambas direcciones. En
tonces, el hombre se dio cuenta de que ahora
no podía huir. Se dirigió apresuradamente a
ver al mismo lama y le contó lo que le había
sucedido.
El lama le dijo que por ciertas razones era
necesario que se salvara; pero ahora es más di
fícil ayudarte - añadió. - Perdiste la mejor
oportunidad, aunque todavía puedo hacer algo
por ti. Mañana, reúne a tu familia y dirígete
con ella hacia el Norte. En el camino te encon
trarás con tus enemigos. Es inevitable. Cuando
los veas avanzar, apártate del camino y perma
nece en silencio. Aunque se te aproximen, aun
que te hablen, quédate callado e inmóvil hasta
que hayan pasado.
y así sucedió. El hombre, con su familia y
sus pertenencias, partió al alba. De repente, al
final de la mañana, distinguieron las figuras de
un grupo armado que se acercaba a toda prisa.
Se apartaron del camino y permanecieron en
silencio, tensos.
Los salteadores pronto se aproximaron y
el hombre oyó gritar a uno de ellos: - «Aquí
están. Veo personas aquí. Probablemente hay
un buen botín para nosotros».
Otro le respondió riendo: - «Amigo,
seguramente has dormido mal anoche, puesto
que no puedes diferenciar piedras de seres hu
manos. ¡Están muy cerca de nosotros y dices
que no son piedras!»
1441
El primero insistió: - «¡Pero si hasta veo
un caballo!» El otro rió: - «No creo que lle
gues lejos en un caballo tan pétreo. ¿Crees que
un caballo, que nota la presencia de los nues
tros, permanecería inmóvil?»
Todos se echaron a reír de buena gana y,
burlándose del error del primero, pasaron muy
cerca del inmóvil grupo. Luego desaparecieron
en la neblina. Así, aun en la situación más di
fícil, aquel hombre se salvó. Porque había sido
útil a Shambhala simplemente una vez.
Shambhala lo sabe todo. Pero los secretos
de Shambhala están bien protegidos».
- Lama, ¿cómo están protegidos los secre
tos de Shambhala? Se dice que muchos servi
dores de Shambhala, muchos emisarios, están
en todo el mundo. ¿Cómo pueden conservar
los secretos que se les confiaron?
1451
- «Los Grandes Guardianes de los miste
rios observan de cerca a todos aquellos a quie
nes les confiaron Su labor y les encomendaron
grandes misiones. Si se les presenta un mal
inesperado, reciben ayuda de inmediato. Y el
tesoro confiado será protegido. Hace unos cua
renta años, un gran secreto fue confiado a un
hombre que vivía en el Gran Desierto mon
gol de Gobi. Se le dijo que podía usar este se
creto con un propósito en especial, pero que,
cuando sintiera que se acercaba el momento
de abandonar este mundo, debería encontrar
a alguien digno a quien confiar este tesoro. Pa
saron muchos años. Finalmente, este hombre
cayó enfermo, y durante su enfermedad se le
acercó una fuerza maligna, y se quedó incons
ciente. En este estado, por supuesto, no podía
encontrar a nadie digno de recibir la confianza
de su tesoro. Pero los Grandes Guardianes es
tán siempre vigilantes y alertas. Uno de ellos
del Alto Ashram se apresuró a través del pode-
1461
roso Gobi. Estuvo más de sesenta horas sobre
la montura sin descansar. Llegó ante el hombre
enfermo a tiempo para revivido y, si bien fue
por poco tiempo, le permitió encontrar a al
guien a quien transmitir el mensaje. Quizás os
preguntéis por qué el Guardián no se llevó el
Tesoro con él, y por qué la misma sucesión de
bió tener lugar. Porque el gran Karma tiene sus
propios procedimientos y hasta los más Gran
des Guardianes de misterios a veces no desean
tocar los hilos del Karma. Pues cada uno de sus
hilos, caso de romperse, produce como resulta
do la mayor de las calamidades».
- Lama, en Turfan y en Turkestán nos en
señaron cuevas con extensas galerías sin explo
rar. ¿Podemos llegar a los Ashrams de Sham
bhala a través de estas rutas? Nos dijeron que
en algunas ocasiones, personas extrañas salían
de estas cuevas y se dirigían a las ciudades. De
seaban pagar con monedas extrañas y antiguas
que ya están fuera de uso.
1471
- «Es verdad, es verdad; los habitantes
de Shambhala a veces emergen a este mundo.
Se encuentran con los servidores terrenales
de Shambhala. Por el bien de la humanidad,
envían regalos preciosos, notables reliquias.
Puedo contaros muchas historias de los mara
villosos regalos que se recibieron a través del
espacio. Hasta el mismísimo Rigden Gyeppo
aparece en ocasiones en cuerpo humano. De
repente, se muestra en sitios sagrados, en mo
nasterios, yen un momento predestinado pro
nuncia sus Profecías.
De noche o por la mañana temprano, an
tes del alba, el Soberano del Mundo llega al
Templo. Entra. Todas las luces se encienden so
las al mismo tiempo. Algunos ya reconocen al
Gran Forastero. Los lamas se reúnen con gran
reverencia. Escuchan con la mayor atención las
Profecías del futuro.
1481
Se aproxima una Gran Época. El Sobera
no del Mundo está listo para luchar. Muchas
cosas se están manifestando. El Fuego Cósmi
co se está acercando nuevamente a la tierra.
Los planetas están manifestando los nuevos
tiempos. Pero habrá muchos cataclismos antes
de la nueva era de prosperidad. Nuevamente
la humanidad será puesta a prueba, para ver si
el espíritu ha progresado lo suficiente. El fue
go subterráneo ahora busca encontrar contac
to con el ardiente elemento Akasha; si todas
las fuerzas buenas no combinan su poder, los
mayores cataclismos son inevitables. Se relata
cómo el santo Rigden Gyeppo se manifiesta
para dar órdenes a sus mensajeros; cómo en
la roca negra, camino a Ladak, aparece el po
deroso Soberano. Y de todas las direcciones,
los jinetes mensajeros se aproximan con gran
reverencia para escucharlo, y a toda velocidad
se apresuran a cumplir lo que ordena la gran
sabiduría» .
1491
- Lama, ¿cómo es que los VIajeros aún
no han descubierto la Shambhala terrenal? En
los mapas puedes ver muchas rutas de expedi
ciones. Al parecer ya están marcadas todas las
cumbres y se han explorado todos los valles y
los ríos.
- «Es verdad, hay mucho oro en la tierra y
muchos diamantes y rubíes en las montañas y
¡todos están tan ansiosos por poseerlos! ¡Y tan
tas personas tratan de encontrarlos! Pero hasta
el momento, estas personas no han encontra
do todas las cosas, de modo que ¡dejad que un
hombre intente llegar a Shambhala sin haber
sido llamado! Habéis oído hablar de los arro
yos envenenados que rodean las tierras altas.
Quizás hasta habéis visto personas morir a cau
sa de estos gases cuando se les acercan. Quizás
habéis visto cómo los animales y las personas
comienzan a estremecerse cuando se aproxi
man a ciertas regiones. Muchos tratan de llegar
150 I I
j
a Shambhala sin ser llamados. Pero sólo unos
pocos alcanzan el punto Sagrado, y sólo si su
Karma está listo».
- Lama, hablas de un sitio Sagrado sobre
la tierra. ¿Existe allí una vegetación rica? Las
montañas parecen yermas y los huracanes y he
ladas que todo lo devastan parecen, en general,
severos.
- «En medio de las altas montañas exis
ten insospechados valles encerrados. Muchos
manantiales cálidos nutren la rica vegetación.
Muchas plantas raras y hierbas medicinales
pueden florecer en este terreno volcánico in
usual. Quizás habéis oído que a sólo dos días
de Nagchu, donde no hay un árbol o planta a
la vista, hay un valle con árboles y hierba yagua
cálida. ¿Pero quién puede conocer los laberin
tos de estas montañas? Sobre las superficies pe
dregosas es posible distinguir las huellas huma-
I 51 I
nas. No se puede comprender el pensamiento
de la gente, y aquel que puede, permanece en
silencio. Quizás os habéis encontrado con nu
merosos viajeros durante vuestros peregrinajes,
forasteros vestidos con simpleza, que caminan
en silencio a través del desierto, haga calor o
frío, hacia sus metas desconocidas. No creáis
que porque el atuendo es simple el forastero
es insignificante. Si sus ojos están medio cerra
dos, no presumáis que su mirada no es aguda.
Es imposible discernir desde qué dirección se
aproxima el poder. Todas las advertencias son
inútiles, todas las profecías son inútiles, pero
sólo a través del único Camino de Shambha
la se puede obtener el logro. Dirigiéndote tú
mismo directamente al Santo Rigden Gyeppo
tendrás éxito».
- Lama, dijiste que los enemigos de Sham
bhala perecerían. ¿Cómo perecerán?
152 1
- «Es cierto, perecen a su debido tiempo.
Sus propias ambiciones atroces los destruyen.
Rigden Gyeppo es misericordioso. Pero los
pecadores son agresores de sí mismos. ¿Quién
puede decir cuándo se entrega el premio me
recido? ¿Quién puede discernir cuándo ver
daderamente se necesita ayuda? ¿Y cuál será la
naturaleza de esa ayuda? Son necesarias mu
chas catástrofes, y tienen sus propósitos. Sólo
cuando nuestra limitada inteligencia humana
se convence de que todo se destruye, de que
toda esperanza perece, entonces la mano crea
dora del Soberano proyecta Su poderoso rayo.
¿Cómo son aniquilados los pecadores? Un
lama pintor tenía el elevado don de pintar con
incomparable belleza las imágenes sagradas.
Pintaba soberbiamente las Imágenes de Rigden
Gyeppo, la del Santo Buda y de Dukhar, la que
Todo lo Ve. Pero otro pintor sintió celos, y en
su ira decidió hacer daño al justo. Y cuando
1531
comenzó a calumniar al lama pintor, su casa
comenzó a arder por alguna causa desconoci
da. Todas sus posesiones fueron destruidas y
las tierras del calumniador se quemaron grave
mente, tanto que durante mucho tiempo fue
incapaz de trabajarlas.
Otro calumniador amenazó con destruir
todos los trabajos de un hombre honesto. Y él
mismo se ahogó al poco tiempo, mientras atra
vesaba el Tsampo. Otro hombre, que llevaba a
cabo magníficas obras de caridad, fue atacado
por alguien que buscaba destruir todas las po
sesiones que habían sido dedicadas a la causa
de la humanidad. Pero nuevamente el rayo po
deroso de Rigden Gyeppo alcanzó al agresor y
en un día su riqueza desapareció y se convirtió
en un mendigo. Quizá lo hayáis visto alguna
vez, mendigando en el bazar de Lhasa.
154 1
En cada ciudad podéis oír cómo fueron
castigadas aquellas criaturas indignas que di
rigieron su veneno contra los dignos. Sólo a
través del Sendero hacia Shambhala podéis ca
minar a salvo. Cada desvío de este Camino de
gloria os enredará en los más grandes peligros.
Todo sobre la tierra puede buscarse y repartir
se. El Bendito no ordena fe ni un culto ciego,
sino el conocimiento de la experiencia».
- Así es, Lama. También puedo decirte
cómo uno cerca de nosotros se convirtió en un
hermano de Shambhala. Sabemos cómo llegó
a la India en una misión científica, cómo se
perdió repentinamente de la caravana y cómo,
mucho después, un mensaje inesperado reveló
la noticia de que estaba en Shambhala.
También puedo decirte cómo, del distan
te Altai, muchos Antiguos Creyentes fueron a
buscar las llamadas «Belavodye» (aguas blancas)
1 55 1
y nunca regresaron. He oído los nombres de
las montañas, ríos y lagos que existen en la
vía hacia los lugares sagrados. Son secretos;
algunos de los nombres están alterados, pero se
puede discernir su verdad fundamental.
Puedo decirte cómo un digno estudiante
de esta Elevada Enseñanza partió para llegar a
Shambhala antes del momento que se le había
ordenado. Era un espíritu puro y sincero, pero
su Karma no se había agotado y su labor terre
nal aún no estaba completa. Era pronto para él
y uno de los Grandes Maestros se lo encontró a
caballo en las montañas y personalmente habló
a este viajero aspirante. Misericordiosa y com
pasivamente le envió de regreso para que com
pletara sus tareas sin terminar. Puedo hablarte
de Ashrams más allá de Shigatse. Puedo decirte
cómo los Hermanos de Shambhala aparecie
ron en diversas ciudades y cómo impidieron las
mayores calamidades humanas, cuando la hu-
156 1
manidad los comprendió como corresponde ...
Lama, ¿has conocido Azaras y Kuthumpas?
- «Si tienes conocimiento de tantos inci
dentes, debes tener éxito en tu trabajo. Saber
tanto acerca de Shambhala es en sí un arroyo
de purificación. Mucha de nuestra gente du
rante su vida ha encontrado Azaras y Kuthum
pas y a los hombres de las nieves que los sirven.
Sólo hace poco los Azaras han dejado de verse
en las ciudades. Se han reunido todos en las
montañas. Muy altos, con pelo largo y barba,
parecen hindúes a simple vista. Una vez, cuan
do caminaba a lo largo del Brahmaputra, vi un
Azara. Intenté alcanzarlo, pero rápidamente
dio la vuelta más allá de las rocas y desapare
ció. Sin embargo, no encontré ninguna cueva
o caverna allí, todo lo que vi fue un pequeño
Stupa. Probablemente no quería que lo moles-
taran.
1571
Ya no se ven Kuthumpas. Antes aparecían
abiertamente en la región de Tsang y en el lago
Manasarowar, cuando los peregrinos iban al sa
grado Kailash. Incluso hasta los hombres de las
nieves se ven muy rara vez. La persona ordina
ria, en su ignorancia, los confunde con apari
ciones. Existen profundas razones por las que,
precisamente ahora, los Grandes no aparecen
como antes. Mi viejo maestro me contó gran
parte de la sabiduría de los Azaras. Conocemos
varios lugares donde estos Grandes vivieron,
pero por el momento estos lugares están de
siertos. ¡Qué gran razón, qué gran secreto!»
- Lama, ¿entonces es verdad que los As
hrams han sido trasladados de las cercanías de
Shigatse?
- «Este misterio no debe pronunciarse.
Ya dije que los Azaras ya no se encuentran en
Tsang».
1581
- Lama, ¿por qué vuestros sacerdotes di
cen que Shambhala está mucho más allá del
océano, cuando la Shambhala terrenal está
mucho más cerca? Csoma de Koros incluso
menciona, justificadamente, el sitio: el maravi
lloso valle en la montaña, donde se llevó a cabo
la iniciación de Buda.
- «He oído que Csoma de Koros cosechó
desgracias en vida. Y Grunwedel, a quien men
cionaste, se volvió loco; porque ambos tocaron
el gran nombre de Shambhala por curiosidad,
sin darse cuenta de su prodigiosa importancia.
Es peligroso jugar con fuego, y sin embargo,
el fuego puede ser una de las cosas más úti
les para la humanidad. Probablemente habéis
oído cómo ciertos viajeros intentaron penetrar
en el territorio prohibido y cómo los guías se
negaron a seguirle, diciéndoles: - «Es mejor
que nos matéis». Hasta estas personas simples
comprendían que asuntos tan elevados sólo
podían tocarse con el mayor de los respetos.
1591
¡No ultrajéis las leyes! Esperad en ardiente
labor hasta que el mensajero de Shambha
la llegue a vosotros, merecidamente. Espe
rad hasta que El de voz poderosa pronuncie:
«Kalagiya». Entonces, podéis proceder sin
cuidado e interpretar este asunto majestuoso.
La curiosidad vana puede transformarse en un
aprendizaje sincero, en una aplicación de los
Elevados principios de la vida cotidiana».
- Lama, tú eres un vagabundo. ¿Dónde
volveré a encontrarte?
- «Te ruego que no preguntes mi nombre.
Es más, si me encuentras en alguna ciudad o en
otro sitio habitado, no me reconozcas. Yo me
acercaré a ti».
- y si yo me acercara a ti, ¿simplemente te
irías o me hipnotizarías de alguna manera?
1601
- «No me obligues a utilizar estas fuerzas
naturales. Entre algunas Sectas Rojas, está per
mitido aplicar ciertos poderes. Pero sólo pode
mos emplearlos en casos excepcionales. No de
bemos quebrantar las leyes de la naturaleza. La
Enseñanza esencial de nuestro Santo nos pide
que seamos cuidadosos al revelar nuestras posi
bilidades interiores».
- Lama, dime más, dime si has visto en
persona a Rigden Gyeppo.
- «No, aún no he visto al Soberano en car
ne y hueso. Pero he oído Su Voz. Y durante el
invierno, cuando la nieve cubría las montañas,
una rosa, una flor del lejano valle, fue Su regalo
para mí. Me preguntas tanto, que puedo ver
que tienes conocimientos sobre muchas cosas.
¿Qué harías si comenzara a examinarte?»
- Guardaría silencio, Lama.
1 61 1
El Lama sonrió.
- «Entonces, sabes mucho. Quizás hasta
sepas cómo usar las fuerzas de la naturaleza
y cómo en Occidente durante estos últimos
años, se presenciaron muchos signos, en espe
cial durante la guerra que tú, o uno de voso
tros, comenzó».
- Lama, con certeza esta matanza sin
precedentes de seres humanos debe de haber
precipitado un inesperado flujo de reencarna
ciones. Tantas personas murieron antes de la
hora predestinada y a través de tales incidentes,
tanto se distorsionó y trastornó ...
- «Probablemente no conocíais las Profe
cías por las que estas calamidades fueron pre
dichas hace mucho. De haberlas conocido,
nunca podríais haber comenzado este horrible
holocausto.
Si sabes algo sobre Shambhala, si sabes
cómo utilizar tus fuerzas naturales escondidas,
también sabes acerca de Namig, las Cartas Ce
lestiales. Y sabrás cómo aceptar las Profecías
del futuro».
_ Lama, hemos oído que todos los viajes
del Tashi Lama y del Dalai Lama fueron predi
chos en las Profecías mucho antes de que ocu-
rrieran.
- «Repito que en las habitaciones privadas
del Tashi Lama, por orden suya, se pintaron
todos los acontecimientos de sus futuros viajes.
Con frecuencia, forasteros desconocidos pro
nuncian estas profecías, y se pueden ver y oír
signos evidentes de los acontecimientos cerca
nos.
Sabed que cerca de la entrada del gran
templo de Geser Khan hay dos caballos, uno
blanco y uno rojo. Y cuando Geser Khan se
aproxima, esos caballos relinchan. ¿Habéis
oído que recientemente ocurrió este signo, y
muchas personas oyeron el relincho de los ca
ballos sagrados?»
- Lama, has mencionado el tercer gran
nombre de Asia ...
- «Misterio, misterio, no debes hablar de
masiado. En algún momento hablaremos a un
gran sabio: Geshe de Moruling. Este monas
terio fue fundado por nuestro Dalai Lama el
Grande, y el sonido del Gran Nombre es parte
del nombre del monasterio. Se dice que an
tes de abandonar Lhasa para siempre, el Gran
Dalai Lama tuvo una misteriosa comunión en
este monasterio. Es verdad, varios lamas des
aparecieron de este monasterio para realizar
grandes tareas nuevas. Allí podrías encontrar
algo familiar para ti».
1641
- Lama, ¿puedes decirme algo acerca de
los tres monasterios más grandes cerca de Lha
sa: Sera, Ganden y Depung?
El Lama sonrió.
- Oh, son grandes monasterios oficiales.
En Sera, puedes encontrar muchos luchadores
verdaderos entre los tres mil lamas. Muchos
lamas de países extranjeros, como Mongolia,
están en Ganden. Allí está el trono de nues
tro Gran Maestro, Tsong-khapa. Nadie puede
tocar este gran silencio sin temblar ante tanta
presencia esplendorosa. Depung también tiene
algunos lamas sabios».
- Lama, ¿hay algunas galerías ocultas bajo
el Potala? ¿Y existe un lago subterráneo bajo el
templo principal?
El Lama volvió a sonreír.
1651
- «Sabes tantas cosas que parecería que
hubieras estado en Lhasa. No sé cuándo has
estado allí. Da igual si estuviste allí ahora o con
otras vestimentas. Pero si has visto este lago
subterráneo, debes de haber sido o bien un
gran lama, o un criado que llevaba una antor
cha. Pero como criado no podrías saber todas
las cosas que me has dicho. Probablemente se
pas también que en muchos lugares de Lhasa
hay manantiales de aguas termales yen algunas
casas las personas usan este agua para sus que
haceres».
- Lama, he oído que algunos animales -
ciervos, ardillas y chacales - se acercan a los
lamas que meditan en l~s cuevas de los bosques
de los Himalayas, y que los simios y monos a
veces les traen su comida.
- «Por mi parte, os pregunto, ¿qué es im
posible? Una cosa es evidente: que un ciervo
1661
no se acercaría a un ser humano en una ciudad
porque muy pocas veces se encuentran perso
nas bien intencionadas en esos sitios atestados
de gente. La humanidad no conoce la impor
tancia y el efecto definido de los auras; no se
dan cuenta de que no sólo los seres humanos,
sino hasta los objetos, también poseen sus au
ras significativos y eficaces».
- Lama, sabemos de ello y hasta hemos
comenzado a fotografiarlos. Y en cuanto a los
objetos inaminados, Lama, también sabemos
algo acerca del Trono del Maestro, y que nadie
debe tocar este trono. De esta manera, la pre
sencia del Grande siempre está cerca.
- «Si conocéis el valor de un trono tan
venerado, entonces conocéis el significado de
la condición de Gurú (Maestro espiritual). La
relación con El es la más elevada que podemos
alcanzar en vida. Esta condición nos protege y
ascendemos a la perfección conforme nuestra
estima al Gurú. Aquel que conoce el signifi
cado esencial del Gurú no hablará en contra
de las reliquias. En Occidente, también tenéis
retratos de los seres queridos y sentís una gran
estima por los símbolos y los objetos que usa
ron vuestros antepasados y grandes Guías. De
modo que no lo toméis como idolatría, sino
sólo como una profunda veneración y recuer
do del trabajo que llevó a cabo alguien gran
de. Y no es solamente esta veneración externa,
porque si sabéis algo de la emanación física de
los objetos, entonces también sabéis algo sobre
la magia natural. ¿Qué pensáis del cetro má
gico que indica las riquezas subterráneas de la
tierra?»
- Lama, por todas partes conocemos mu
chas historias del extraño poder de esta varilla
móvil, a través de la cual se localizan muchas
minas, manantiales y pozos.
- «¿Y quién creéis que trabaja en estos ex
perimentos, la varilla o el hombre?»
- Creo, Lama, que la varilla es algo muer
to, mientras que el hombre está lleno de vibra
ciones y poder magnético. De modo tal que la
varilla es sólo una pluma en la mano.
- «Sí, en nuestro cuerpo todo está concen
trado. Sólo debéis saber cómo usarlo, y cómo
no abusar de él. ¿Acaso en Occidente sabéis
algo en relación a la Gran Piedra en la que es
tán concentrados poderes mágicos? ¿Y sabéis
de qué planeta vino esta piedra? ¿Y quién po
seía este tesoro?»
- De la Gran Piedra tenemos tantas leyen
das como vosotros tenéis imágenes de Chin
tamani, Lama. Desde la antigua época de los
druidas, muchos pueblos recuerdan estas le
yendas de verdad acerca de las energías natu-
1691
rales ocultas en este extraño objeto de nuestro
planeta. Muchas veces, en estas piedras caídas
hay diamantes ocultos, pero éstos no son nada
en comparación con algunos otros metales y
energías desconocidas que se encuentran todos
los días en las piedras y en las numerosas co
rrientes y rayos.
Lapis Exilis (la Piedra del Exilio), así se
llama la piedra que mencionan los antiguos
Meistersingers (Maestros Cantores). Vemos
que Occidente y Oriente están trabajando jun
tos en muchos principios. No nos hace falta
ir a los desiertos para oír noticias de la Piedra.
En nuestras ciudades, en nuestros laboratorios
científicos, tenemos otras leyendas y pruebas.
¿Acaso alguien hubiera creído que los cuentos
fantásticos que hablan del hombre volador se
cumplirían? Sin embargo, ahora, el correo de
todos los días, los visitantes cotidianos, pueden
llegar volando.
/70/
- «Ciertamente, el Santo dijo hace mucho
que los pájaros de acero volarían por el aire.
Pero al mismo tiempo, sin la necesidad de le
vantar esas masas tan pesadas, podemos elevar
nos en nuestros cuerpos más sutiles. Vosotros
los occidentales siempre soñáis con escalar el
Monte Everest con pesadas botas; pero noso
tros alcanzamos las mismas alturas y cimas mu
cho más altas sin problemas. Sólo es necesario
pensar, estudiar, recordar y saber cómo atrapar
conscientemente todas las experiencias propias
en los cuerpos más sublimes. Todo ha sido in
dicado en la Kalachakra, pero sólo unos pocos
lo han comprendido. Vosotros en Occidente,
con vuestros aparatos limitados, podéis oír so
nidos a larga distancia. Hasta podéis captar los
sonidos Cósmicos. Pero hace mucho, Milare
pa, sin ningún aparato, podía oír todas las vo
ces Supremas».
/71/
- Lama, ¿es verdad que Milarepa, en su
juventud, no fue un hombre espiritual? En al
guna parte hemos leído que hasta mató a toda
la familia de su tío. ¿Cómo, entonces, puede
un hombre semejante convertirse en un ser es
piritualmente evolucionado, después de tales
excesos de ira y hasta asesinato?
- «Tienes razón. En su juventud, Milare
pa no sólo mató a esta familia, sino que proba
blemente cometió muchos otros crímenes ho
rrendos. Pero los procedimientos del espíritu
son inexplicables. De uno de vuestros misio
neros, hemos oído la historia de vuestro san
to llamado Francisco. Sin embargo, en su ju
ventud también cometió muchas ofensas, y su
vida entonces no era pura. ¿Cómo pudo lograr
en una vida tanta perfección que en Occidente
se le considera uno de los santos más enalte
cidos? De vuestros misioneros, que visitaron
Lhasa en siglos pasados, hemos aprendido mu-
chos cuentos, y algunos de vuestros libros están
en nuestras bibliotecas. Se dice que se pueden
encontrar libros de vuestro evangelio sellados
en algunos de nuestros Stupas. Quizá nosotros
sepamos mejor que vosotros cómo venerar las
religiones extranjeras».
- Lama, es tan difícil para nosotros los
occidentales venerar vuestra religión; muchas
cosas son tan confusas, muchas cosas están tan
corruptas. Por ejemplo, ¿cómo podría com
prender un forastero, al ver dos monasterios
completamente iguales por fuera, que en uno
se predique el budismo, mientras que, el otro
sea el enemigo acérrimo del budismo? Todavía
más, si entramos en estos monasterios, vemos
superficialmente casi las mismas imágenes. Así,
para un forastero, distinguir si una svástica está
puesta en dirección invertida o no, es tan difí
cil como comprender por qué las personas que
son completamente ignorantes y a quienes les
1731
da por beber tienen el mismo título de lama
que tú, que sabes muchas cosas y tienes tanta
cultura.
- «Tienes razón. Muchos lamas usan la
vestidura lamaísta, pero su vida interior es mu
cho peor que la de un laico. Muchas veces, en
tre muchos miles de lamas, podéis conversar
acerca de asuntos elevados y esperar una res
puesta digna. ¿Pero acaso no sucede lo mismo
en vuestra religión?
Hemos visto muchos misioneros; pro
bablemente hablan del único Cristo, pero se
atacan unos a otros. Cada uno dice que su en
señanza es superior. Yo creo que Issa Oesús)
brindó sólo una Enseñanza, entonces ¿cómo
este gran Símbolo puede tener divisiones que
se declaran hostiles entre sí? No creáis que so
mos tan ignorantes. Hemos oído que ritos ce
lebrados por una secta de sacerdotes cristianos
1741
no son reconocidos por otro sacerdote también
cristiano. Por lo tanto, se deduce que debéis
tener muchos Cristos opuestos.
En nuestros desiertos, se han encontrado
muchas cruces cristianas. Una vez pregunté a
un misionero cristiano si estas cruces eran au
ténticas y me dijo que eran cruces bastardas,
que durante todas las épocas el falso cristianis
mo había penetrado en Asia, y que no debe
mos considerar estas cruces símbolos elevados.
Entonces, dime, cómo distinguiremos la cruz
auténtica de la falsa? Nosotros también tene
mos una cruz en el Gran Signo de Ak-Dorje.
Pero para nosotros, es el gran signo de la vida,
del elemento ardiente: el signo eterno. ¡Nadie
hablaría en contra de este signo!»
- Lama, sabemos que sólo a través del co
nocimiento del espíritu podemos percibir lo
que es auténtico.
1751
- «Nuevamente demostráis vuestro co
nocimiento de las grandes cosas. Nuevamente
habláis como si lo hicierais desde nuestra po
derosa Kalachakra. ¿Pero cómo desarollaremos
nuestro gran entendimiento? Es verdad, somos
sabios de espíritu; sabemos todo, pero ¿cómo
evocaremos este conocimiento de las profun
didades de nuestra conciencia y lo transmitire
mos a nuestras mentes? ¿Cómo reconoceremos
las fronteras necesarias entre la vida ascética y
la vida común? ¿Cómo sabremos cuánto tiem
po podemos ser ermitaños y cuánto tiempo de
bemos trabajar entre los hombres? ¿Cómo sa
bremos qué conocimiento puede revelarse sin
causar daño y cuál- quizás el más elevado
puede ser divulgado sólo a unos pocos? En esto
consiste el conocimiento de la Kalachakra».
- Lama, la Gran Kalachakra es práctica
mente desconocida, pues se confunde su En
señanza con la enseñanza inferior tántrica. Así
como tenéis verdaderos budistas, y sus opues
tos, los Bon-Po, también tenéis un Tantra más
bajo, de hechicería y nigromancia. ¿Y acaso el
Santo no denunció la hechicería? Dime con
franqueza si un lama podría ser un hechicero.
- «Tienes razón. Nuestros Grandes Maes
tros no sólo prohibieron la hechicería, sino un
despliegue indebido de fuerzas superiores a lo
normal. Pero si el espíritu de alguien está tan
avanzado que puede llevar a cabo muchas cosas
y utilizar cualquiera de sus energías de manera
natural y para el Bien Común, entonces, ya no
se trata de hechicería, sino de un gran logro,
una gran labor para la humanidad.
A través de nuestros símbolos, a través de
nuestras imágenes y thankas, podéis ver cómo
actuaban los Grandes Maestros; entre los mu
chos Grandes Maestros, veis pocos en absoluta
meditación. Por lo general, llevan a cabo una
1771
parte activa en la gran labor. O bien enseñan a
las personas o dominan las fuerzas oscuras más
poderosas y aliarse a ellas, aunque más bien sea
por el Bienestar Común. A veces podéis ver a
los Maestros en verdadero conflicto, dispersan
do las fuerzas malignas del espíritu. La guerra
terrenal no está sancionada por nosotros, pero
los budistas, a lo largo de la historia, han sido
atacados, y ellos jamás han sido los agresores.
Hemos oído que durante vuestra reciente Gran
Guerra, los sacerdotes cristianos de ambos la
dos decían que Issa y Dios estaban con ellos.
Si Dios es uno, debemos comprender con ello
que estaba en conflicto consigo mismo. ¿Cómo
podéis explicar una contradicción que resulta
ba tan inexplicable para todos los budistas?»
- Lama, esta guerra ha acabado. El error
más desastroso puede suceder, pero ahora to
das las naciones están pensando cómo abolir
no sólo la idea sino el material e instrumentos
verdaderos de la guerra.
1781
- «¿Y creéis que deberían abolirse todas las
armas y buques de guerra? Es mejor que se los
transforme en instrumentos de paz y de una
Enseñanza más Elevada. Me gustaría ver los
grandes buques de guerra convertirse en escue
las viajeras de Alta Enseñanza. ¿Es ello posible?
Durante mi viaje a la China, vi tantas armas y
buques de guerra que pensé que si sólo estas
espantosas creaciones pudieran ser símbolos de
una Enseñanza Elevada, antes que símbolos de
matanzas ¡qué tremendo flujo de energía Cós
mica para el Mundo!»
- Lama, la serpiente pica, Slll embargo
está considerada el símbolo de la sabiduría.
- «Probablemente habéis oído la antigua
parábola de cómo se advirtió a la víbora que
no mordiera, sino que sólo silbara. Cada uno
debe ser poderoso, ¿qué protección consideráis
la más poderosa?»
1791
- Lama, ciertamente, sólo el poder del
espíritu proporciona la protección, pues sólo
en el espíritu somos fortalecidos mental y físi
camente. Un hombre, concentrado espiritual
mente, es tan fuerte como una docena de los
atletas más musculosos. El hombre que sabe
cómo usar sus poderes mentales es más fuerte
que la muchedumbre.
- «Ah, nuevamente nos aproximamos a
nuestra Gran Kalachakra: ¿quién puede existir
sin alimento?, ¿quién puede existir sin dormir?,
¿quién es inmune al calor y al frío?, ¿quién pue
de curar heridas? En realidad, sólo aquel que
estudia la Kalachakra.
Los Grandes Azaras que han tenido ac
ceso a las Enseñanzas de la India, conocen el
origen de la Kalachakra. Saben muchas cosas
que, cuando se revelen para ayudar a la huma
nidad, regenerarán la vida por completo. In-
/80/
advertidamente, muchas de las Enseñanzas de
la Kalachakra se usan, tanto en Oriente como
en Occidente, y aun teniendo en cuenta esta
utilización inconsciente, los resultados son
muchas veces maravillosos. Por lo tanto, es
comprensible cuán incomparablemente gran
des serían las posibilidades manifestadas por
un logro consciente y cuán sabiamente podría
usarse la gran energía eterna, esta materia su
blime e imponderable que se encuentra disper
sa por todas partes y que está a nuestro alcance
en todo momento. Esta Enseñanza de la Ka
lachakra, esta utilización de la energía prima
ria, ha sido llamada: Enseñanza del Fuego. El
pueblo hindú sabe que el Gran Agni, aunque
sea una Enseñanza antigua, será la nueva Ense
ñanza para el Nuevo Mundo. Debemos pensar
en el futuro; y sabemos que en la Enseñanza de
la Kalachakra yace todo el material que puede
aplicarse para el mayor de los usos. Ahora hay
muchos maestros, tan diferentes como hosti-
les unos con otros. Y sin embargo, muchos de
ellos hablan de una única cosa y esta cosa está
expresada en la Kalachakra. Uno de vuestros
sacerdotes una vez me preguntó: «¿Acaso la cá
bala y Shambhala no son parte de esa única
enseñanza?» Preguntó: «¿Acaso el gran Moisés
no es un iniciado de la misma Enseñanza y un
seguidor de sus leyes?» Podemos afirmar sólo
una cosa: cada Enseñanza de la Verdad, cada
Enseñanza del Alto principio de la Vida, pro
viene de una única Fuente. Muchos antiguos
Stupas budistas han sido convertidos en tem
plos Linga y muchas mezquitas tienen paredes
y los cimientos de antiguos viharas budistas.
¿Pero qué daño se puede hallar en ello, si esas
construcciones han sido dedicadas al único
principio Elevado de la Vida? Muchas imá
genes budistas sobre las rocas encuentran sus
orígenes en Enseñanzas muy anteriores al San
to. Sin embargo, también simbolizan la misma
esencia elevada.
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¿Qué es lo que se revela en la Kalachakra?
¿Hay muchas prohibiciones? No, la excelsa
Enseñanza expone sólo lo constructivo. Así es.
Se proponen las mismas fuerzas elevadas para
la humanidad. Y se revela, con fundamento
científico, cómo la humanidad puede usar las
fuerzas naturales de los elementos. Cuando
os dicen que la ruta más corta es a través de
Shambhala, a través de la Kalachakra, significa
que el logro no es un ideal imposible, sino que
es algo que puede alcanzarse a través de una
aspiración sincera y afonosa aquÍ, en esta tierra
y en esta encarnación. Esta es la Enseñanza de
Shambhala. Es verdad, cualquiera puede lo
grarla. Realmente, cada uno puede oír la pro
nunciación de la palabra Kalagiya.
Pero para alcanzar este estado, un hombre
debe dedicarse enteramente a la labor creativa.
Aquellos que trabajan con Shambhala, los ini
ciados y los mensajeros de Shambhala, no se
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sienten recluidos, viajan por todas partes. Con
mucha frecuencia, la gente no los reconoce y a
veces ellos no se reconocen entre sí. Pero llevan
a cabo su trabajo, no para su propio provecho,
sino para la Gran Shambhala. Todos ellos co
nocen el gran símbolo del carácter anónimo.
A veces parecen ricos, y sin embargo, carecen
de posesiones. Todo es para ellos, pero no to
man nada para sí. De esta manera, cuando
os dedicáis a Shambhala, todo os es quitado
y todo os es dado. Si os arrepentís, vosotros
mismos sois los perdedores; si dais alegremen
te, os enriquecéis. En esencia, la Enseñanza de
Shambhala se asienta sobre lo siguiente: no ha
blamos de algo distante y secreto. En conse
cuencia, si sabéis que Shambhala está aquí, en
la tierra, si sabéis que todo puede lograrse aquí,
en la tierra, entonces todo debe recompensarse
aquí, en la tierra. Habéis oído que la recom
pensa de Shambhala verdaderamente está aquí
y que sus ganancias se multiplican. Lo dicho
184 1
no es porque la Enseñanza de Shambhala sea
única, sino porque la Enseñanza de Shambha
la es vital, porque se entrega para que sea útil
en el plano de las encarnaciones terrenales y
pueda ser aplicada a las condiciones humanas,
cualesquiera que estas sean. ¿De qué manera
podemos estudiar la acción? ¿Cómo estar pre
parados para cualquier forma de conquista,
cómo estar abiertos a todo? Sólo con el estudio
práctico de Shambhala. Cuando leáis libros
que tratan de Shambhala, en parte traducidos
a otros idiomas y en parte velados, no os sin
táis confundidos con los grandes símbolos. In
cluso en Occidente, cuando habláis de grandes
descubrimientos, usáis un lenguaje técnico y el
lego no lo comprende y toma las expresiones
literalmente, juzgando sólo en la superficie.
En este sentido, lo mismo puede decirse de las
Grandes Escrituras como de los documentos
científicos. Algunos toman los grandes Puranas
en su sentido literal. ¿Qué conclusión pueden
1851
sacar? Sólo la que puede obtenerse desde la su
perficie del lenguaje, de su filosofía, pero no
de la importancia de los signos que se usan.
La armonía del exterior y del interior puede
lograrse sólo a través del estudio de la Kala
chakra. Probablemente habréis visto los Signos
de la Kalachakra en las rocas, en sitios comple
tamente desiertos.
Algunas manos desconocidas han hecho
un dibujo en las piedras o han grabado las le
tras de la Kalachakra sobre las rocas. Es verdad,
es verdad, sólo a través de Shambhala, sólo a
través de la Enseñanza de la Kalachakra, se
puede lograr la perfección de la ruta más corta.
Kalagiya, Kalagiya, Kalagiya. ¡Venid a
Shambhala!»
Luego nuestra conversación se volvió aún
más bella y sagrada. De allí en adelante penetró
1861
esa nota que exalta todos los esfuerzos huma
nos. Hablamos de la montaña Kailash, de los
ermitaños que hasta hoy viven en las cuevas de
esta maravillosa montaña, colmando el espacio
con sus llamadas que evocan la justicia.
y luego hablamos de Aquel Sitio que yace
al norte del Kailash ...
Cayó el crepúsculo y toda la habitación
pareció cobrar un nuevo significado. La ima
gen de Chenrezi, soberbiamente bordada so
bre la seda brillante que colgaba por encima
de la cabeza del Lama, parecía observarnos de
un modo atrayente. Estas imágenes ya no se
encuentran en el Tíbet.
A cada lado de esta imagen había otras,
también de un extraño brillo. Una de ellas era
Amitayus; la otra, el Señor Buda, siempre in
mutable con el signo inconquistable del rayo
- el dorje - en la mano. Desde el santuario
en la habitación, Dolma, la Tara Blanca, son
reía benignamente.
De un ramo de fucsias frescas y dalias vio
letas emanaba una refrescante vitalidad. Tam
bién desde allí brillaba la Imagen del Poderoso,
el Invencible Rigden Gyeppo y Su Presencia
nuevamente nos recordó el sitio misterioso al
norte del Kailash. En las esquinas de este estan
darte había cuatro imágenes muy significati
vas. Debajo estaba el sucesor de Rigden Gyep
po con un pandit hindú, uno de los primeros
exponentes de la Kalachakra. En las esquinas
superiores había dos imágenes del Tashi Lama,
el de la izquierda era el Tercer Tashi Lama,
Pan-chen Palden ye-she, que dio noticias acer
ca de Shambhala. y a la derecha había una
figura correspondiente al actual Tashi Lama,
Pan-chen Chü-kyi nyi-ma ge-leg nam-jyal pal
zang-po, que ha enviado recientemente otra
1881 j
plegaria a Shambhala la Resplandeciente. En
el centro del estandarte está el propio Rigden
Gyeppo y desde la base de Su trono irradiaba la
Ak-ojir-Ak-dorje cruzada, la Cruz de la Vida.
Una legión de hombres estaba reunida delan
te del trono de Rigden: ¡quién no estaba entre
ellos! Había un habitante de Ladak, con su alto
sombrero negro; chinos con sus sombreros re
dondos con una bola roja encima; aquí, con
sus vestimentas blancas, había un hindú; allí,
un musulmán, con un turbante blanco. Aquí,
kirguizes, buriatos, kalmukos; y allí, mongoles
con sus trajes característicos.
Cada uno ofrecía al Soberano los mejores
presentes de sus tierras: frutos y granos; tejidos
y armaduras y piedras preciosas. Nadie obliga
ba a estas naciones; venían voluntariamente de
todas partes del Asia, a rodear al Gran Gue
rrero. ¿Quizás estaban conquistados? No, no
había humildad cuando se acercaban a El. Las
1891
naciones se le aproximaban como a su propio
y único Soberano. Su mano apuntaba hacia
la tierra como en el majestuoso gesto del gran
León Sangre; sobre la fuerza de la tierra hizo su
juramento de construir constantemente.
Del aromático incienso delante de la Ima
gen, ascendían vahos azulados que flotaban
ante ella inscribiendo numerosos signos en la
misteriosa lengua Senzar. Luego, por temor a
que aquellos que no conocen la Gran Verdad la
profanaran, los signos fragantes flotaban jun
tos y se desvanecían en el espacio.
Talai-Pho-Brang, 1928
1901
Otras obras sobre Nicholas Roerich
en nuestra editorial:
La Vida de Nicholas Roerich (1874-1947),
de Jordi Pornés Vives.
Editorial Nous, 2008.
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