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TELECOMUNICACIONES:
UNA AVENTURA EN EL CAMBIO
DE MILENIO
DR. FEDERICO KUHLMANN
1.
Hablar o simplemente pensar acerca del futuro, es un
reto muy grande, porque una vez que llega el futuro, puede
mostrar que nos equivocamos y, en general, no nos gusta
equivocarnos. La probabilidad de equivocarse es grande,
debido precisamente a ese maravilloso ingrediente que tiene
el futuro y que se llama incertidumbre. Pero muchas veces es
incontenible el deseo de especular de lo que bajo ciertas
circunstancias puede llegar a ocurrir. Es difícil hacerlo en
general, acerca de la humanidad, pero es un tanto menos
difícil proyectar ideas en un campo restringido del
conocimiento, por ejemplo, limitándose a ambientes de
política, de relaciones internacionales o sociales, o bien
referentes a alguna rama del conocimiento, o de alguna otra
1
naturaleza.
2
En este trabajo voy a ceder ante la tentación de
proyectar hacia el futuro algunos aspectos cualitativos de la
apasionante ingeniería de las telecomunicaciones, tratando
de enfatizar, por una parte, el impacto que la materia ha
tenido sobre la humanidad, haciendo referencia a la historia
de las telecomunicaciones, resaltando también el impacto que
la tecnología ha tenido sobre el desarrollo del área. De
manera especial hablaré de la responsabilidad que las
telecomunicaciones modernas encierran para el funcionamiento
ordenado de toda la maquinaria tan sofisticada que es la
humanidad, condicionada, entre otras cosas, por sus complejas
estructuras sociales, políticas, económicas, y sus relaciones
internacionales. Trataré finalmente de identificar algunas
posibles respuestas a la pregunta: hacia dónde van y hacia
dónde nos conducen las telecomunicaciones en el ocaso de este
milenio, y qué podemos esperar de éstas en los albores del
próximo?
La motivación que he tenido para hablar de este tema, es
que hace unos 25 años, leí, me intrigó y traté de interpretar
un ensayo que giraba alrededor de la pregunta: hacia dónde
nos conduce la ciencia? Las telecomunicaciones sólo se
mencionan en este ensayo de manera marginal, a diferencia de
otras áreas del conocimiento, y esto permite suponer que hace
25 años era totalmente insospechable que la diñámica del área
sería como la que estamos presenciando en nuestros días.
Esto, a pesar de que la historia de las telecomunicaciones
ji
se remontaba en ese momento por medio de documentos formales,
a más de 2500 años atrás. De hecho, relatar la historia de
las telecomunicaciones es equivalente a relatar la historia
de la humanidad.
Pero si bien era difícil predecir los avances
tecnológicos, hacer predicciones acerca del impacto que las
telecomunicaciones tendrían sobre la vida cotidiana de una
buena parte de la humanidad lo era aún más.
Qué es lo que ha ocurrido en las telecomunicaciones
durante las últimas décadas, y qué se puede decir acerca de
la próxima? Estos son temas que abordaré en este trabajo, aún
tomando el riesgo de que dentro de 25 años un joven miembro
de la Academia, exponga, probablemente de manera acertada,
todo un conjunto de criticas originadas por omisiones y
errores de apreciación que seguramente cometeré en mi
exposición, precisamente por caer en la tentación de hablar
sobre el futuro. Quiero resaltar que ellas, en este momento,
son inevitables, precisamente por tratarse acerca del futuro,
y que como consecuencia, existen elementos de incertidumbre;
ellos, a posteriori serán eliminados, y será fácil ver lo que
fue acertado y lo que no fue.
II.
4
Permltannte hablar brevemente acerca del tema central de
las telecomunicaciones: la transmisión de información a
distancia. El concepto de "información", aún para quienes lo
inventaron, resulta difícil de explicar en pocas palabras de
manera directa. Pero se puede conceptualizar de manera
indirecta, por medio de algunas de sus propiedades y
características: es aquello que elimina incertidumbre
(consciente o inconsciente), que tiene un valor (muchas veces
estratégico), que éste puede disminuir con el tiempo, ... que
muchas guerras se han ganado porque los vencedores contaban
con información que no tenían los vencidos, que se han
consolidado fortunas por tener la información correcta en el
momento adecuado...
La transmisión de información puede ser realizada por
una gran variedad de medios físicos, y precisamente esto
constituye el tema central de las telecomunicaciones:
comunicar-hacer común; tele-a distancia; telecomunicar es
hacer común a distancia.
Con estos conceptos puedo iniciar la incursión en mi
tesis, siendo el primer punto importante para el análisis, un
intento de encontrar respuesta a la pregunta: en materia de
telecomunicaciones, cuál es la situación actual y cómo
llegamos a ella?
5
Recordemos que así como el presente no puede ser
contemplado como un evento aislado de su contexto temporal,
sino que es producto de los desarrollos y acontecimientos del
pasado, es decir, de la historia, lo mismo puede ser afirmado
acerca del futuro: es consecuencia y producto tanto de la
historia como del presente.
Como mencionaba yo hace unos momentos, existe evidencia
documental de que hace cerca de 3000 años el hombre tenía
necesidades imperiosas de extender sus propios recursos
corporales, que era lo único que originalmente poseía, para
hacer llegar información importante más lejos de lo que su
propia voz (que es el medio natural de comunicación humana)
podía llegar. Y en ese momento tenemos las primeras
soluciones ingeniosas del hombre en materia de tele-
comunicaciones. Entre estas soluciones, precursoras de la
ingeniería de telecomunicaciones, se encuentran documentos
tales como el drama Agamenón de Esquilo (ca. 1000 AC) o el
relato que hace Polibio acerca de Eneas (ca. 350 AC). En el
primero de ellos, se usan por primera vez, seguramente de
manera inconsciente, lo que ahora conocemos como
comunicaciones digitales ópticas con repetidoras. Por medio
de antorchas, el rey Agamenón le hizo saber a su esposa
Clitemnestra que había caído Troya. El mensaje recorrió una
distancia de cerca de 500 km, atravesando islas y montañas,
en tan solo una noche (para ubicar esto en términos de las
cantidades de información que se manejan con los sistemas
MI
modernos: aquello representaba un bit en, tal vez, 8 horas;
ahora se transmiten hasta cerca de 20,000 bits por segundo
por canales telefónicos, y muchos millones de bits por
segundo a través de otros sistemas más complejos).
Por otra parte, se puede afirmar que Polibio diseñó el í
primer sistema digital de comunicaciones smncronas. En este
caso, se trabajaba en línea de vista, de una isla a otra, con
dos recipientes llenos de agua, de igual tamaño. Ambos tenían
un pequeño orificio por donde salía un chorro de agua. En las
orillas de ambos recipientes cilíndricos se tenían marcados,
a la misma altura en ambos recipientes, un conjunto de
símbolos convencionales: necesito refuerzos, necesito
alimento, manden barcos, etc. Por medio de una antorcha se
señalizaba de una isla a otra el instante en que debía ser
abierto el orificio, y por medio de otra antorcha se
señalizaba el instante en que debía ser cerrado el orificio.
El mensaje transmitido era precisamente aquel que se
encontraba a la altura del agua en el momento de cerrar los
orificios. Por supuesto que la sincronía era un factor
extremadamente crítico; si esta fallaba podían recibir, por
ejemplo, refuerzos de caballería cuando lo que se necesitaba
eran alimentos.
Desde aquella época hasta el siglo XIX existe un
sinnúmero de relatos históricos acerca de la evolución de las
comunicaciones; casi todos ellos tienen, sin embargo, los
íFA
mismos elementos constitutivos, con mayores o menores
variantes: señales ópticas (de humo o luminosas), acústicas
(de tambor), palomas mensajeras, telégrafos ópticos (que por
cierto cubrían entre los siglos XVII y XVIII un alto
porcentaje de los centros de importancia militar y
estratégica en Europa: había una red que cubría todo Francia,
otra que cubría Alemania, el Imperio Británico, etc). Pero la
transmisión de información a distancia, sin embargo, con toda
su importancia estratégica, tendría que esperar hasta la
segunda mitad del siglo pasado, en que se empezaron a
formalizar los resultados de la física que posteriormente se
conocerían con los nombres de electricidad y magnetismo. Como
consecuencia de ellos surgieron los sistemas telegráficos,
casi como los que hoy conocemos, las transmisiones
inalámbricas y, hacia fines de ese siglo, el sistema
telefónico, el cual, a la larga resultaría ser uno de los
inventos de mayor trascendencia para la humanidad. El
teléfono primero sorprendió, luego provocó temor (Lenin: para
la contrarrevolución no hay instrumento más adecuado que un
teléfono), para los usuarios, salvo en aspectos de cobertura
y conectividad, sigue siendo "casi" lo mismo que hace 125
años, es decir una caja negra (o ahora de colores) con un
micrófono y un auricular.
La realidad es que la mayoría de nosotros, aún
conociendo lo que se encuentra conectado entre ambos
aparatos, a través de los cuales se sostiene una
[I
conversación, no nos podemos imaginar lo que serían nuestras
vidas sin el teléfono. Nos maravillamos de que sea posible la
operación del sistema, precisamente debido a su enorme
complejidad. Es, sin lugar a dudas, la computadora más
compleja, más grande, más distribuida de todo el mundo. Hay
que considerar que casi de manera instantánea se pueden
comunicar prácticamente cualesquiera dos personas del mundo
de manera automática, con tan sólo oprimir unos pocos botones
o girando un pequeño disco de plástico. La conexión,
selección de rutas y circuitos, la señalización, la
facturación ocurren casi sin intervención humana en el
proceso.
Durante estos 125 años de vida del teléfono, se han
desarrollado en paralelo otras tecnologías complementarias,
y hubo, adicionalmente, eventos muy importantes que
promovieron el desarrollo aún más acelerado del área, tales
como las dos guerras mundiales, en las cuales se reconoció
plenamente el valor estratégico de la transmisión de
información, dándole además algunos elementos que hasta esos
momentos no habían sido considerados importantes: no era
suficiente que llegara la información a su destino, sino que
debería llegar de manera confiable, segura, sólo a su
destino real, sin la posibilidad de ser interceptada o
escuchada por otras personas, y a pesar de la presencia
inevitable del ruido en los canales de comunicaciones. Estos
problemas constituyen los temas centrales de la teoría de la
información, producto de la mente genial de Shannon. Durante
la segunda guerra mundial se cambió también, radicalmente, la
conceptualización de la manera en que se hacia investigación.
Antes de ella, se tenía una estructura un tanto medieval, con
grupos de trabajo aislados alrededor de un científico
distinguido. Después de ella, se empezaron a formar grupos
grandes, bien estructurados, con objetivos integrales, con
proyectos patrocinados por gobiernos o por grandes
corporaciones.
En lo que toca a la investigación, en esta época se
desarrollaron conceptos formales como la formulación teórica
de la criptografía, las comunicaciones digitales, la
codificación. Estos resultados fundamentales han evolucionado
de tal manera, que en ellos se basan todos los sistemas que
actualmente procesan y transmiten información: desde un toca
discos compactos hasta una computadora, desde un fax hasta
las comunicaciones con una nave interplanetaria. Por otra
parte, se inició el crecimiento de otras áreas
complementarias como la tecnología de materiales y la
ingeniería espacial, lo cual a la larga, permitiría poner
satélites en órbita, que podrían ser utilizados como
reflectores de información, dando así a las comunicaciones
los primeros toques de verdadera globalización: se usaron los
satélites para puentear rápidamente las enormes distancias
que representaban hasta entonces obstáculos infranqueables.
10
En lo referente a la tecnología de las
telecomunicaciones, en la década de los 40 se desarrolló la
primera computadora y el primer transistor, cerrándose de
esta manera un círculo: por una parte se tenían los
resultados teóricos necesarios para conocer el potencial de
las telecomunicaciones digitales, por la otra se empezaba a
desarrollar la tecnología que a la larga constituiría la base
de las telecomunicaciones: la electrónica de estado sólido. Y
por la última, en esa misma década se sentaron las bases para
establecer de manera formal lo que hoy conocemos como la
ciencia o la ingeniería de computación. Esta simbiosis llegó
a alcanzar tal madurez, que ahora estas tres áreas de la
ingeniería poseen fronteras que son prácticamente
indistinguibles: las telecomunicaciones modernas son
inconcebibles sin la electrónica moderna, y cada equipo de
telecomunicaciones tiene, de una manera o de otra, algún tipo
de "computadora" o procesador de información incorporado.
Adicionalmente, y para darle a esta combinación un potencial
aún mayor, en la década de los 60s se inicia la transmisión
de información entre computadoras, primero con el concepto de
equipos periféricos remotos, luego con el de tiempo
compartido, hasta lo que ahora se tiene: las redes de
teleinformática.
En resumen, la complementación que se han hecho
mutuamente diferentes tecnologías, el desarrollo paralelo y
concurrente de muchas de ellas, le han dado a las
11
telecomunicaciones un grado de avance que hace apenas dos
décadas y media era totalmente insospechable. Se cuenta en
estos días con una infraestructura de telecomunicaciones con
cobertura global, ofreciendo a través de ella una enorme
variedad de sistemas interconectados, y poniendo a la
disposición de los ususarios la más increíble diversidad de
servicios de telecomunicaciones. Simplemente enumerarlos y
saber como funcionan constituye todo un reto: desde el
servicio básico de telefonía, con todas sus modalidades y
variaciones como sus versiones local, de larga distancia,
rural, pasando por los distintos esquemas de radiotelefonía
como la móvil y la portátil, hasta llegar a el videotexto,
las redes privadas y públicas de transmisión de datos así
como las redes digitales con servicios integrados, la
radiodifusión, la televisión también con sus versiones vía
cable, de alta resolución, servicios agregados como el
teletexto, el fax, la radiodeterminación, la localización de
personas, de vehículos y de flotillas de vehículos en
movimiento, y casi todos los servicios que se prestan con las
redes modernas de telecomunicaciones, es decir, casi todas
las palabras que inician con el prefijo TELE: telemedicina,
telebancos, telecompras, televotaciones, teleconferencias...
Enumerando simplemente los servicios que ya se prestan o que
están a punto de ser prestados por medio de la red
telefónica, podemos mencionar el bloqueo de llamadas de
ciertos números, el regreso automático de llamadas, la
búsqueda del origen de una llamada, el correo con voz, las
12
ayudas para los minusválidos, llamadas con prioridades,
distintos tonos en cada recámara, distintos timbres
dependiendo del número que originó la llamada, una imagen del
que llama antes de contestar la llamada, etc., etc.
Permítanme recordarles la célebre frase de Newton: "yo
no podría ver tan lejos si no me apoyara en los hombros de
gigantes". Desde mi punto de vista personal, los eventos
gigantes de las telecomunicaciones, en que se apoyaron los
científicos a partir de 1940 fueron las transmisiones
radioeléctricas (las cuales permitieron el desarrollo de la
televisión, el radio, las microondas y los satélites), y las
transmisiones eléctricas (que a su vez dieron origen al
teléfono, los cables submarinos, el telex y al concepto
genérico de redes de telecomunicaciones).
Lo que ocurrió después de 1940 es tanto y de tal
trascendencia, que resulta imposible relatarlo. Pero
contemplando todo el universo de resultados importantes de
esta época, aquellos que a mi me parecen los de mayor impacto
son, como dispositivos aislados, el transistor, los
satélites, las computadoras y el laser. Como concepto, estoy
convencido de que las comunicaciones digitales fueron la idea
verdaderamente revolucionaria que complementó a los
"gigantes" que la precedieron.
13
Como producto marginal de las telecomunicaciones, se han
extrapolado diversas técnicas pertenecientes originalmente a
ésta área para incrementar la eficiencia y productividad de
muchas actividades económicas, generando de esta manera
conceptos tales como la oficina automatizada, la
automatización industrial basada en protocolos de manufactura
automatizada, la ingeniería de manufactura asistida Dor
computadora, y todas las aplicaciones relacionadas con el
procesamiento digital de señales.
Seguramente es esto una de las razones por las cuales se
le ha dado a las telecomunicaciones el calificativo de
"condición" para la modernización y el progreso de las
naciones.
III.
Esto, a grosso modo, es la situación actual. Recordando
la pregunta que frecuentemente se escucha cuando una persona
alejada de la tecnología observa algún producto novedoso,
basado en "alta tecnología": todavía existirán cosas que
puedan inventarse?, nosotros nos podemos plantear la
siguiente: se podrá mejorar o complementar lo que ya tenemos,
y en caso afirmativo, en qué dirección?
En lugar de contestar, les menciono una frase que dijo
recientemente un presidente de la NTT: en las
14
telecomunicaciones estamos hoy en la misma etapa en que se
encontraba la electricidad cuando pensábamos que ésta
sólainente servía para generar luz e iluminar nuestras casas.
Las telecomunicaciones tienen en sus redes (,2'
fundamentalmente dos etapas: la de procesamiento y la de
transmisión. A la primera pertenecen conmutación,
codificación, amplificación y modulación en el lado del
transmisor, así como sus procesos inversos en el lado del
receptor; por otra parte, la transmisión consiste básicamente
en el transporte de información a través de un medio físico
conocido como canal.
Analicemos por separado la parte de procesamiento y la
de transmisión.
En lo referente al procesamiento, me permito hacer la
siguiente reflexión. Al principio de la plática mencionaba yo
el sistema de Eneas, en el cual se introdujo el concepto de
sincronía. Con un poco de perspicacia se puede observar que
en la comunicación humana existe una base de sincronía para
el intercambio de información. Dicha sincronía (un tanto
abstracta) se establece por medio de lo que se conoce como un
protocolo: cuando uno realiza una llamada telefónica la
sincronía entre los interlocutores se establece por medio del
siguiente protocolo: -bueno. . . -a dónde hablo.. . -a la casa
de. . . -puedo hablar con... Cuando se violan las reglas del
15
protocolo se dificulta el establecimiento de la comunicación;
no obstante, y debido a la inteligencia del ser humano,
generalmente esto si se logra. Otro ejemplo que quiero
mencionar, es cuando se "cruza" una conversación en la
nuestra. Si los dos interlocutores furan irracionales, y
ambos intentaran reestablecer la comunicación, con
probabilidad 1, ambos encontrarán que la línea de la otra
persona está ocupada, precisamente porque está intentando
comunicarse con el otro interlocutor. Lo que uno debe hacer,
es esperarse un tiempo aleatorio antes de tratar de
reestablecer el circuito. Y casi siempre funciona. Esta es
precisamente la solución instrumentada en algunos protocolos
de comunicaciones, en que se programa a las estaciones
"inteligentes" para esperar tiempos aleatorios antes de
reintentar el establecimiento de un circuito. Otros ejemplos
los encontramos en las computadoras que hablan, reconocen
comandos, identifican personas, generan e identifican
imágenes,auxilian en diagnósticos clínicos, etc.
Nuevamente, con un poco de perspicacia, se puede
observar que en el organismo humano y en su interacción con
otros seres humanos frecuentemente se presentan problemas de
procesamiento y transmisión de información. Conviene
entonces, que cuando en las telecomunicaciones se intenta
resolver un problema, se observe la manera en que funciona el
organismo del ser humano en una situación similar; muchas
veces se llega a soluciones muy interesantes, y lo que resta
16
por hacer es trasladar ese comportamiento humano al nivel del
comportamiento de una o más computadoras.
Otra prueba de que las tecnologías modernas tratan de (
reproducir el comportamiento del ser humano cuando éste se
enfrenta a situaciones especiales, se puede encontrar al
simplemente analizar los nombres de las nuevas "ciencias" o
"tecnologías" que han surgido durante los últimos años: la
robótica, que pretende reproducir algunos aspectos mecánicos
y perceptivos del hombre, ].a inteligencia artifical y los
sistemas expertos, a través de los cuales se pretende
reproducir la manera en que el hombre razona y sus mecanismos
de toma de decisiones, las redes neuronales, por medio de las
cuales se estudia el flujo de información en redes complejas
de telecomunicaciones tomando como modelo lo que ocurre en el
sistema nervioso del hombre.
En resumen, el procesamiento de información, en general,
pero en particular para los fines de las telecomunicaciones,
tiene la tendencia de reproducir, en mayor o menor medida, la
manera en que el cuerpo humano realiza algunas de sus
funciones. Con ello se logra ampliar la limitada capacidad
del ser humano de actuar a un distancia mayor que la que su
cuerpo le permite. Hay muchas funciones del organismo humano
que aún no se pueden entender plenamente, y hay muchas otras,
que aún entendiéndolas, no pueden ser reproducidas en
máquinas, debido a limitaciones de tipo tecnológico. Por
17
tanto, seguramente habrá en el futuro de las
telecomunicaciones muchos eventos y desarrollos que
estimularán nuestra capacidad de asombro y de sorpresa.
Por otra parte, en lo que se refiere a la transmisión,
las tendencias inmediatas muestran la necesidad de utilizar
mejor y más eficientemente lo que hasta el momento forma la (41) infraestructura disponible, es decir, cables metálicos,
fibras ópticas, satélites y el espectro radioeléctrico, con
el objeto de contar con sistemas más rápidos, más baratos,
más eficientes: los satélites tendrán una mayor capacidad de
procesamiento a bordo, se cuenta con cables ópticos
transatlánticos, y en lo referente al espectro, se tiende a
usarlo más eficientemente dismuyendo la potencia de
transmisión pero aumentando la capacidad de conmutación y
procesamiento.
De manera cualitativa se presentan en las ideas
precedentes algunos eventos que, a juzgar por las tendencias
mostradas por la historia reciente, seguramente ocurrirán.
Pero existen otros elementos que contribuyen a darle forma al
futuro; son precisamente aquellos en los cuales la
incertidumbre es tal, que seguramente ni siquiera nos los
podemos imaginar. Estos suelen llamarse eventos "portadores"
o "formadores" del futuro y pueden ser de las más variadas
naturalezas: desde políticos hasta tecnológicos. Podría yo
especular acerca de algunos de ellos, principalmente de los
18
tecnológicos, pero no lo haré porque seguramente se
suscitaría una polémica al respecto. Sin embargo, sin temor a
equivocarme, puedo afirmar que casi cualquiera de ellos que
ocurra tendrá un efecto que globalizará aún más nuestros
esquemas actuales de telecomunicaciones: la posesión y la
transmisión de información son como una adicción que fuerza
al hombre a tener más, más rápidamente, más seguramente...
Adicionalmente, desde un punto de vista nacional, las
telecomunicaciones se han convertido, hoy más que nunca, en
un elemento estratégico, sin el cual no se puede pretender
alcanzar a los países con mayor índices de desarrollo, o
simplemente seguir adelante de los que tienen un grado de
desarrollo menor.
Iv.
Con estas perspectivas de evolución científica y
tecnológica, y considerando la creciente demanda que sobre la
oferta de nuevos servicios de telecomunicaciones ejerce el
mercado de usuarios, conviene analizar el impacto que las
telecomunicaciones han tenido sobre el comportamiento del ser
humano, tanto de manera aislada, como al formar parte de una
compleja estructura social, tomando también como base lo que
nos muestra la historia. No es cóncebible pretender que todos
estos avances, es decir, el tener al alcance de la mano
19
prácticamente a todo el mundo (como ocurre con los teléfonos
celulares móviles) y toda la información que uno desee, no
hubiesen modificado de manera muy importante el
comportamiento del hombre: su forma de tomar decisiones, de
analizar información y alternativas para ejecutar acciones y
conducir negocios; su conducta en las oficinas por el apoyo
que recibe del teléfono, el fax y las estaciones de trabajo;
su conducta en el hogar y el diseño de su tiempo de
esparcimiento, por las múltiples opciones de que se dispone
aún dentro de su propio hogar; la política, las relaciones
internacionales, la manera de operar de las instituciones
financieras...
Los servicios modernos de telecomunicaciones, tales como
el reconocimiento de voz que permite dictar a una máquina (I)
para que esta escriba, o el que dos personas que hablan
distintos idiomas puedan sostener una conversación
telefónica, realizando la propia red, por medio de una
computadora, el proceso de traducción simultánea, son avances
que necesariamente influyen en el ser humano.
Todo esto es hoy diferente de como era hace 25 años. Y
aquí, de manera definitiva, no se aplica la frase popular
"todo tiempo pasado era mejor".
Por tanto, no hay duda de que muchos de los
acontecimientos que podemos observar ahora, así como la
20
manera en que éstos evolucionarán, tendrán un impacto notable
en la vida del hombre cuya magnitud podremos evaluar apenas
dentro de algunos años.
Por una parte, los beneficios de tener a nuestra
disposición las telecomunicaciones son múltiples: hoy podemos
actuar y decidir mucho más acertadamente que hace 25 años,
por tener a nuestro alcance un enorme volumen de información,
por sentirnos más cercanos a otros seres humanos; los
beneficios de la modernidad, tales como educación y medicina,
pueden hecrse llegar a comunidades aisladas.... No es
necesario abundar demasiado sobre los beneficios de que
disfrutamos o sobre aquellos que esperamos.
Pero por la otra, hay que estar conscientes de que en
este mundo hay pocas cosas que tengan como consecuencia
grandes beneficios, sin que implícitamente tengan grandes
riesgos y peligros.
En este trabajo inencionaré a cuatro de ellos: la pérdida
de privacía por parte del hombre, la vulnerabilidad a que
está expuesto el hombre debido a una posible falta de
información oportuna, el poder que representa la posesión de
información y, finalmente, algo que conjunta los tres puntos
anteriores: los cambios que ha sufrido el hombre en su
comportamiento como consecuencia de las telecomunicaciones.
21
Hay una clara tendencia a que el hombre esté disponible
y alcanzable cada vez más tiempo, reduciendo por tanto, su
tiempo familiar, su privacía; la información se le entrega al
hombre cada vez más procesada, reduciendo su necesidad de
abstracción, a la cual estaba forzado antes por medio de la
lectura; los sistemas de automatización y de control
industrial (muchos de los cuales usan técnicas de las
telecomunicaciones) que sustituyen y complementan a máquinas
y procesos en que tradicionalmente intervenía el hombre
tienden a hacerlo sentirse desplazado. Todos estos hechos
indiscutibles pueden traer como consecuencia menos
interacción humana cara a cara, más aburrimiento, más
aislamiento, una mayor despersonalización de las relaciones
humanas, y como consecuencia de todo esto, diversos tipos de
ansiedades.
El hombre no sólo tiene cada vez más información a su
disposición, sino que día con día aumenta su necesidad de
ella. Estamos entrando en una etapa en que el ser humano
depende literalmente en toda su actividad de información
vraz, actual, segura... y como consecuencia de ello, el
hombre es cada día más vulnerable a la falta de ella.
Permítanme mencionar algunos ejemplos ocurridos durante
los últimos años, que muestran esta vulnerabilidad. En enero,
la falla de un sistema de conmutación en Nueva York, se
22
propagó inesperademente a través de una parte importante de
la red telefónica Norteamericana, con lo cual se puso fuera
de operación a más de la mitad de la red telefónica de larga
distancia de EUA, durante casi 8 horas, creando confusión y
un sentido de impotencia ... los daños sufridos por las
centrales telefónicas en México después de los sismos del 85,
mantuvieron a un alto porcentaje de la población incomunicado
durante varios días, situación dramática por sí misma, pero
aún más en una situación de emergencia como la de aquellos
días... la falta de información pone al hombre en una clara
desventaja con respecto a quien si la posee en el instante
apropiado.
Para analizar lo que mencionaba yo como el tercer
peligro, sigamos el siguiente razonamiento. Las
telecomunicaciones tienen como objetivo central la
transmisión de información, así como su procesamiento y su
almacenamiento. Por otra parte, se dice y se sabe que tener
información es equivalente a tener poder; finalmente, el
poder puede ser utilizado para hacer el bien o para hacer el
mal. Es muy peligroso hacer mal uso del poder en forma
consciente, pero es aún más peligroso el utilizarlo para
hacer el mal inconscientemente. La información y las
telecomunicaciones proveen a quien las posee de herramientas
que pueden modificar lo más íntimo del hombre. Por ejernp].o,
la responsabilidad que conllevan quienes operan y explotan
comercialmente las transmisoras de radiodifusión, por el sólo
23
hecho de llegar a tantas personas, tienen también un enorme
potencial de modificación del comportamiento de grupos
numerosos de personas: pueden modificar tendencias sociales,
políticas, culturales o mercantiles. Hacer esto sin una buena
intención, es peligroso. Hacerlo con buena intención, pero
sin la conciencia del impacto que se puede llegar a tener,
también es peligroso. Estar presente en la sala de TV de un
gran número de familias, transmitiendo una variedad de
emociones y situaciones, representa un peligro potencial y
un riesgo del que hay que estar conscientes.
Inmediatamente, como consecuencia de los párrafos
anteriores, surgen las siguientes preguntas: está preparado
el hombre para enfrentar los peligros a los que lo expone la
inminente entrada a la era de la información? Son reales
estos peligros? Existe la conciencia acerca de ellos? Ha
evolucionado la educación, en el sentido más amplio, de los
seres humanos con la velocidad, la dinámica y la dirección a
que obligan los cambios tecnológicos y sus implicaciones, a
los que el ser humano se enfrenta día con día?
Como motivación para que se medite sobre estos puntos,
quisiera mencionar que los efectos más profundos y
permanentes de la ciencia y la tecnología en general, de las
telecomunicaciones en particular, no deben ser buscados donde
se desarrollen, construyan o modifiquen objetos materiales.
Deben ser buscados en donde se modifica el comportamiento de
24
los seres humanos. Las nuevas tecnologías de la información,
las telecomunicaciones, ya han modificado la conducta humana
y tienen el potencial de modificarla aún más. Es allí donde
se debe buscar la responsabilización de los que tienen el
contacto con las primeras. Esta responsabilización, este
posible cambio en la educación debe ser realizado de manera
inminente: es indiscutible e inevitable que la tecnología y
la ingeniería de las telecomunicaciones deben seguir
avanzando, y lo harán; cada día hay un mayor porcentaje de la
fuerza laboral cuya actividad principal está relacionada de
alguna manera con las telecomunicaciones y las tecnologías de
la información; el manejo y la poseción de información es una
actividad que, debido a la correlación información-poder, ha
mostrado ser de las más lucrativas que existen en la
actualidad. Las telecomunicaciones han evolucionado desde que
eran un simple deseo, pasando a ser algo muy conveniente,
convirtiéndose luego en algo necesario, hasta llegar a ser
ahora algo imperioso, indispensable.
V.
Qué retos nos esperan para el futuro cercano, qué
podemos esperar de las telecomunicaciones del futuro?
MM
25
De los párrafos anteriores se puede extraer la
conclusión de que las fuerzas motrices atrás del desarrollo
del área de las telecomunicaciones son los avances
tecnológicos y las presiones y la demanda del mercado.
Recientemente leí la siguiente tesis: "las
telecomunicaciones están ya en una nueva era, pero la
industria y la regulación aplicable al sector
telecomunicaciones siguen operando en una era que ya
terminó". Esta tesis permite introducir el tercer elemento
motriz de las telecomunicaciones: la necesidad de un marco
regulatorio adecuado a esta época. Es indispensable que los
marcos regulatorios en que operan las telecomunicaciones de
cada nación sean adecuados a la dinámica del área. Existe
evidencia de que desregular, en mayor o menor medida el
sector, promueve su crecimiento. Por ejemplo, en países donde
hay mucho control gubernamental el crecimiento del sector es
inferior al crecimiento del producto interno bruto; por otra
parte, en países donde ya se hicieron modificaciones a los
marcos regulatorios, en la medida en que liberalizaron el
mercado, los crecimientos del sector están por encima de los
correspondientes al producto interno bruto, en factores que
llegan a ser hasta del doble (EUA, Japón, Gran Bretaña) . Pero
nuevamente hay que estar conscientes de las implicaciones de
la liberalización, la cual debe estar acorde con la política
general de cada país.
26
Afortunadamente podemos observar con cierta tranquilidad
que las naciones están procediendo con mucha cautela en la
adecuación de sus marcos regulatorios en materia de
telecomunicaciones, mismos que en su mayoría, estaban
diseñados para las telecomunicaciones de hace 25 años o más.
En ellos se deben considerar, en la medida de lo posible, la
explotación comercial de los servicios y sistemas de
telecomunicaciones, de manera responsable, en una dirección
que sea real y estrictamente en beneficio del interés
público.
Para terminar, permítanme regresar a la primera parte de
mi plática, es decir, el título. La historia nos relata como
Napoleón, Colón, Cortés y muchos otros personajes iniciaron
aventuras; en algunas tuvieron éxito, en otras, fracasaron.
Una aventura es una incursión en algo desconocido, en algo
que sea prometedor pero arriesgado, desafiante y emocionante.
Yo considero que las telecomunicaciones en este momento
son todo esto y mucho más. Si a todo esto le agregamos la
incertidumbre propia del futuro, las tendencias históricas
recientes, y los posibles eventos conformadores del futuro,
la ingeniería de telecomunicaciones resulta ser una aventura
fantástica.
Próximamente se llegará a tener verdaderos sistemas
globales de almacenamiento y transmisión, por medio de
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interconexiones entre todas las redes que prestan servicios
públicos y aumentará la cobertura geográfica de los servicios
ofrecidos. Pero precisanente la universalidad aumenta la
responsabilidad que mencionaba yo en los párrafos
precedentes, así como la necesidad de re-educar a la
humanidad para que utilice en su beneficio los recursos y
las innovaciones disponibles, para que utilice solamente de
manera responsable lo que se pone al alcance de su mano.
A diferencia de muchas otras aventuras que recordemos,
cuyo carácter era principalmente de tipo local, y debido al
carácter global que están adquiriendo los sistemas y los
servicios de telecomunicaciones, esta es una aventura que
involucra a toda la humanidad. La historia mostrará en sus
registros si el género humano tuvo éxito o fracasó al
incursionar en ella.
Debemos aprovechar este momento único no nadamás para
evitar que ocurran eventos de consecuencias negativas;
debemos propiciar que ocurran todas aquellas cosas buenas que
mejoren la calidad de vida de todos los habitantes de este
pleneta; con ello lograremos, aparte de la satisfacción del
éxito en esta aventura, tener una participación activa en el
diseño de nuestro proyecto de futuro.
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