Sistema olfativo resumen

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SISTEMA OLFATIVO

El olfato es el sentido encargado de detectar y procesar los olores.

Es un quimiorreceptor en el que actúan como estimulante las partículas aromáticas u odoríferas desprendidas de los cuerpos volátiles

La nariz humana distingue entre más de 10 000 aromas diferentes.

Las sustancias odorantes son compuestos químicos volátiles transportados por el aire. Los objetos olorosos liberan a la atmósfera moléculas que percibimos al inspirar.

Las células olfativas sensoriales, las células de sostén y las células basales.

Los 20 o 30 millones de células olfativas humanas contienen, en su extremo anterior, una pequeña cabeza con cerca de 20 pequeños filamentos sensoriales (cilios).

El moco nasal acuoso transporta las moléculas aromáticas a los cilios con ayuda de proteínas fijadoras.

Las prolongaciones nerviosas de las células olfativas alcanzan el bulbo olfatorio a través de micro-orificios del cráneo

El bulbo es una porción anterior del cerebro, que se ocupa de la percepción de los olores.

Estas prolongaciones nerviosas terminan en los glomérulos

La información llega primero al sistema límbico y al hipotálamo. Regiones cerebrales ontogenéticamente muy antiguas.

Responsables de las emociones, sentimientos, instintos e impulsos.

Por este motivo, los olores pueden modificar directamente nuestro comportamiento y las funciones corporales.

Sólo más tarde parte de la información olorosa alcanza la corteza cerebral y se torna consciente.

Los receptores químicos del olfato son:

La glándula pituitaria roja: Se ubica en la parte inferior de la fosa nasal y está recubierto por numerosos vasos sanguíneos que calientan el aire.

La glándula pituitaria amarilla: Se ubica en la parte superior de las fosas nasales y presenta tres capas:

◦ Células de sostén◦ Células olfativas◦ Células basales

Las células olfatorias son células nerviosas receptoras de estímulos químicos provocados por los vapores.

En la pituitaria amarilla se encuentran las glándulas mucosas de Bowman, que libera un líquido que mantiene húmedo y limpio el epitelio olfatorio.

Para estimular estas células es necesario que las sustancias sean volátiles, es decir, han de desprender vapores que puedan penetrar en las fosas nasales.

También que sean solubles en agua para que se disuelvan con la mucosidad y lleguen a las células olfatorias.

Éstas células olfatorias transmiten un impulso nervioso al bulbo olfatorio y de este a los centros olfatorios de la corteza cerebral.

Aquí es donde se aprecia e interpreta la sensación de olor.

Se cree que existen 7 tipos de células olfatorias, cada una de las cuales sólo es capaz de detectar un tipo de moléculas, éstas son:

Alcanforado: olor a naftalina.Almizclado: olor a almizcle.Floral.Mentolado.Etéreo: olor a fluidos de limpieza en seco.Picante.Pútrido.

Hiposmia es la reducción de la capacidad de detectar los olores.

Anosmia es la pérdida del olfato. Uno de los primeros síntomas en su detección es que las personas que la padecen no sienten el sabor de sus comidas y encuentran toda sustancia insípida (sin sabor).

Esto sucede por la conexión que posee el sentido del gusto con el olfato. Suele ocurrir por trastornos químicos y, generalmente, por traumatismos craneales.

ENFERMEDADES OLFATIVAS

Sinusitis: Ocurre cuando la mucosa de los senos paranasales se inflama y los residuos de polvo en la nariz quedan atrapados en los senos paranasales.

Esto produce malos olores al dejar salir paulatinamente estos desechos, está acompañada de dolor en la cabeza.

Algunos de sus síntomas son fuertes dolores de cabeza y fluido constante de secreciones purulentas. Usualmente se manifiesta cuando despreocupamos un resfrío.

Rinitis afecta a la mucosa nasal y dependiendo de la época, puede ser un síntoma de alergias (si ocurre en primavera, puede revelar alergias al polen o al polvo).

Ocasiona estornudos, obstrucción, secreciones nasales y, a veces, falta de olfato.

Pólipos son tumores que aparecen en las membranas de las mucosas irritadas, generalmente por resfriados frecuentes.

Cuando estos obstruyen la fosa nasal o producen dolor, deben ser extraídos mediante una intervención quirúrgica.

Es posible observar, a grandes rasgos, tres grupos de daños al olfato:

Daños químicos, cambios del tejido y daños físicos.

Los daños químicos se deben a factores exógenos en este caso a productos químicos que pueden producir efectos temporales o permanentes, tal es el caso de respirar vapores corrosivos.

Los cambios del tejido se pueden deber a enfermedades, atrofia, etc.; es decir, factores endógenos.

Los factores físicos incluyen el daño mecánico, (operaciones) y alteraciones en el cerebro por golpes.

Los factores que suelen desencadenar una enfermedad en el olfato son:

Infecciones en los senos paranasales.

Trastornos hormonales y problemas dentales.

Exposición a agentes

químicos.

Existe un concepto interesante llamado fatiga olfativa, el cual consiste en que, tras cierto tiempo en presencia de un tipo de olor, dejamos de percibirlo.

Es de tomarse en cuenta para evitar accidentes, especialmente con el gas que lleva mercaptanos para detectar su presencia.