Abel

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Abel fue el segundo hijo de Adán. Vigouroux y Hummelauer sostienen que la palabra asiria aplu o ablu, que forma Abal, es decir, "hijo," es la misma palabra, no una coincidencia ortográfica,

puesto que el hebreo y el asirio son lenguas cercanamente afines.

Algunos, como Flavio Josefo (Ant., I, II), piensan que significa "aflicción" o "lamentación". Cheyne afirma que "un correcto análisis del relato favorece el significado de pastor, o más generalmente

de pastor de ovejas"; el asirio ibilu "carnero, camello, asno, u ovejas salvajes."

Los dos eran, por consiguiente, doblemente hermanos, por nacimiento y por vocación. Abel se menciona en el Antiguo Testamento en Génesis 4.

Como dijimos, Caín, el primogénito, era agricultor. Abel poseía los ganados que vivían en el campo.

San Agustín lo presenta como tipo del regenerado, y Caín del hombre natural. "Caín fundó una ciudad en la tierra, pero Abel como extranjero y peregrino anhelaba

la ciudad de los santos que está en los cielos" (Ciudad de Dios, XV, I).

Los descendientes de Caín eran malvados, pero como nada se dice de los de Abel, se supone que no los tuvo; o por lo menos que ningún hijo suyo estaba vivo en el momento del nacimiento de Set,

“a quien Dios me ha otorgado en lugar de Abel”, como lo expresó Eva (Gn. 4,25).

Las ofrendas de Caín no fueron propicias, las de Abel se efectuaron con generosidad y amor, y por lo tanto recibieron el beneplácito de Dios.

El relato bíblico sobre los sacrificios de los hermanos y sobre el asesinato de Abel expone que Caín ofreció "de los frutos de la tierra", Abel "de las primicias de su rebaño y de la grasa de los mismos".

Caín al instante resolvió matar a su hermano, pensando que éste le suplantaría, como Jacob le hizo a Esaú más tarde;

o porque pensó que el linaje de Abel tendría el honor de aplastar la cabeza de la serpiente (Gén. 3,15).

En las tradiciones y leyendas hebreas, cristianas y árabes se dice que Dios mostró su aceptación del sacrificio de Abel enviando fuego para consumirlo, como en 1 Rey. 18,38.

San Jerónimo, siguiendo la tradición judía, presenta la llanura de Damasco como la escena del crimen,

e interpreta el nombre de la ciudad sanguinem bibens (bebedor de sangre).

Otro la sitúa la escena a media milla de Hebrón; sin embargo, no existe tal tradición local en la vecindad de Hebrón. La ciudad de Damasco referida es ciertamente la ciudad Siria.

El Corán (Sura v, 30, etc.) concuerda con la Biblia en los datos principales sobre los sacrificios y asesinato, pero añade la leyenda de que Dios envió un cuervo que enseña a Caín

cómo enterrar a su hermano escarbando en la tierra.

Según la tradición judía, el cuervo enseñó a Adán y Eva cómo enterrar a su hijo, y Dios recompensó al cuervo concediéndole tres cosas: (1) sus crías serían inviolables, (2) comida abundante

(3) su petición por la lluvia sería concedida (Pirke Rab: Eliezer, XXI).

En el Nuevo Testamento se menciona frecuentemente a Abel. Su vida pastoral, su sacrificio, su santidad, su trágica muerte hacen de él

una sorprendente figura de Nuestro Divino Salvador.

El no profetizó por medio de la palabra, sino por medio de su sacrificio,del que conoció por revelación su significado simbólico (Vigouroux);

y también por su muerte (Ciudad de Dios, XV, 18).

En 1 Jn 3,12 se hace alusión a sus justas obras; el mismo Cristo le canoniza (Mt. 23, 34-35) como el primero de una larga línea de profetas martirizados en aras de la justicia.

Este último no invita a la venganza, sino a la misericordia y al perdón. Abel, aunque muerto, habló (Hb. 11,4), a Dios por sus méritos, a los hombres por su ejemplo.

En Hebreos 12,24 se menciona su muerte, y se muestra el contraste entre su sangre y la de Cristo.

En el canon de la Misa su sacrificio se menciona con los de Melquisedec y Abraham, y su nombre está a la cabeza de la lista de los santos invocados para ayudar a los moribundos.

TEXTOS CONSULTADOS

Biblia Comentada Por Alberto Colunga. O.P. -Maximiliano García Cordero. O. P.Adaptación Pedagógica: Prof. Dr. Carlos Etchevarne, Bach. Teol. PALIS in VIGOUROUX, Diccionario de la Biblia; BENNETT en HASTINGS, Dicc. de la Biblia; Enciclopedia Bíblica;

GIGOT, Introducción Especial al Estudio del Antiguo Testamento; Enciclopedia Judía. Driscoll, James F. The Catholic Encyclopedia. Biblia Latinoamericana.

LUIS ALONSO SCHÖKEL, La BIBLIA de NUESTRO PUEBLO.

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