Queretaro - Cimatario (por: carlitosrangel)

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l C E R R O D E L C I M ATA R I O

q u e r é t a r o

CIMATARIO, EL PRIMER HABITANTE DEL VALLE DE QUERÉTARO Viejo, mi estimado viejo; 31 años cumple en tu suelo el parque que lleva tu nombre. Y al celebrarlo, rememoramos que tú estás aquí desde hace más de 5.6 millones de años.

CIMATARIO, EL PRIMER HABITANTE DEL VALLE DE QUERÉTARO Viejo, mi estimado viejo; 31 años cumple en tu suelo el parque que lleva tu nombre. Y al celebrarlo, rememoramos que tú estás aquí desde hace más de 5.6 millones de años.

Cimatario o Coyote Macho, uno de los grandes mecos más sagrados del estado, junto el Zamorano, o la peña de Bernal entre otros. Ancestros vivos, que los antiguos antepasados te bautizaron prendidos por tu hechizo; y al ponerte nombre, te adoptaron como a uno de los suyos.

Cimatario o Coyote Macho, uno de los grandes mecos más sagrados del estado, junto el Zamorano, o la peña de Bernal entre otros. Ancestros vivos, que los antiguos antepasados te bautizaron prendidos por tu hechizo; y al ponerte nombre, te adoptaron como a uno de los suyos.

Alumbrado bajo el borbollar de fuego de las entrañas de la tierra, emergiste en una eclosión apocalíptica de sangre pura de tezontle que al coagularse fue dándote la belleza arcaica de tu silueta.

Y creciste durante millones de años, acunado por la balada nítida de las estrellas asomado a la orilla del océano infinito del firmamento.

Alumbrado bajo el borbollar de fuego de las entrañas de la tierra, emergiste en una eclosión apocalíptica de sangre pura de tezontle que al coagularse fue dándote la belleza arcaica de tu silueta.

Y creciste durante millones de años, acunado por la balada nítida de las estrellas asomado a la orilla del océano infinito del firmamento.

Y en tu grandeza te acomodaste en el valle a contemplar pacientemente el sinfín de albas y atardeceres. Tu semblante al cielo, tus raíces en el suelo y el rebozo de la brisa envolviéndote en un abrazo de aromas, susurros y silencios.

Y en tu grandeza te acomodaste en el valle a contemplar pacientemente el sinfín de albas y atardeceres. Tu semblante al cielo, tus raíces en el suelo y el rebozo de la brisa envolviéndote en un abrazo de aromas, susurros y silencios.

Y así estuviste por años hasta que te quedaste dormido, algunos dicen extinto, pero no hay duda que todavía mantienes en tu interior la fuerza de todos tus sueños vivos. ¿Qué sentirían los primeros nómadas al pisar por primera vez este valle y verte?.

Y así estuviste por años hasta que te quedaste dormido, algunos dicen extinto, pero no hay duda que todavía mantienes en tu interior la fuerza de todos tus sueños vivos. ¿Qué sentirían los primeros nómadas al pisar por primera vez este valle y verte?.

Desde entonces, sigues mostrando la mansedumbre fiel de tu silueta recortada en el horizonte. Y observas en silencio el devenir de la vida y la historia de sus gentes en un suspiro de esperanzas y de sueños.

Y tú, pilmama por excelencia de esta ciudad, que no sólo la viste nacer, sino que fue creciendo a tus expensas, arrancándote la piel boscosa de tus laderas de encinos y robles. Dejándote desnudo y en carne viva.

Desde entonces, sigues mostrando la mansedumbre fiel de tu silueta recortada en el horizonte. Y observas en silencio el devenir de la vida y la historia de sus gentes en un suspiro de esperanzas y de sueños.

Y tú, pilmama por excelencia de esta ciudad, que no sólo la viste nacer, sino que fue creciendo a tus expensas, arrancándote la piel boscosa de tus laderas de encinos y robles. Dejándote desnudo y en carne viva.

Tú que proveíste de fertilidad estas tierra, y de belleza y poesía por años con tu silueta.

Ya pasaron aquellos tiempos en que también te conocían por Cerro Blanco, cuando la bruma de nubes cubría tu cima y los labriegos decían:“Ahí está el gorro charro del Cimatario. Seguro va a llover”. Y llovía…

Tú que proveíste de fertilidad estas tierra, y de belleza y poesía por años con tu silueta.

Ya pasaron aquellos tiempos en que también te conocían por Cerro Blanco, cuando la bruma de nubes cubría tu cima y los labriegos decían:“Ahí está el gorro charro del Cimatario. Seguro va a llover”. Y llovía…

Y tú, paciente y silencioso, todavía guardas en la memoria del piélago de tu tierra cada gota de agua de todas las lluvias de las nubes nómadas, todos los racimos de brisas, los cometas fecundando el firmamento, las miríadas trémulas de las estrellas, los animales que buscaron en ti cobijo y sustento, y todas las generaciones que fueron crecieron a tu vera sin tú nunca pedir nada.

Y tú, paciente y silencioso, todavía guardas en la memoria del piélago de tu tierra cada gota de agua de todas las lluvias de las nubes nómadas, todos los racimos de brisas, los cometas fecundando el firmamento, las miríadas trémulas de las estrellas, los animales que buscaron en ti cobijo y sustento, y todas las generaciones que fueron crecieron a tu vera sin tú nunca pedir nada.

Cimatario, Coyote Macho, Cerro Blanco. Tú que estuviste para recibirnos y ofrecernos hasta nuestros sueños. Aquí estarás para despedirnos y seguirás otros tantos millones de años más, y nosotros contigo como un acaso más de la experiencia de tu existencia, durmiendo en la memoria palpitante de tus entrañas en ese bello, eterno y mágico sueño que es la Vida.  Gracias viejo.

Cimatario, Coyote Macho, Cerro Blanco. Tú que estuviste para recibirnos y ofrecernos hasta nuestros sueños. Aquí estarás para despedirnos y seguirás otros tantos millones de años más, y nosotros contigo como un acaso más de la experiencia de tu existencia, durmiendo en la memoria palpitante de tus entrañas en ese bello, eterno y mágico sueño que es la Vida.  Gracias viejo.

Textos originales © Rubén NavarroFotografía original © Rubén Navarro

paramrub@yahoo.es Música: Días de Inocencia

del álbum ATMOS © Emilio Mejía Luarcacompositor queretano

www.emiliomejia luarca.com Concepto general y montaje gráfico original © Carlos Rangel

carlitosrangel@hotmail.comse agradece respetarlo sin alteración

Santiago de Querétaro, México, julio 2014otras producciones del editor:

www.slideshare.net/carlitosrangel/presentations

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Textos originales © Rubén NavarroFotografía original © Rubén Navarro

paramrub@yahoo.es Música: Días de Inocencia

del álbum ATMOS © Emilio Mejía Luarcacompositor queretano

www.emiliomejia luarca.com Concepto general y montaje gráfico original © Carlos Rangel

carlitosrangel@hotmail.comse agradece respetarlo sin alteración

Santiago de Querétaro, México, julio 2014otras producciones del editor:

www.slideshare.net/carlitosrangel/presentations

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