EL ARTE CONTEMPORÁNEOFRENTE A LA CRISIS ECOLÓGICA

Luis Miguel QuijadaGrupo 9

LAND ART (años 60 y 70)

Roberth SmithsonSpiral Jettty (Muelle en espiral), 1970

¿Cómo se posiciona el Land Art frente a ecologismo de su época?

El Land Art surge como un movimiento integrador de las ideologías ecologistas y políticas de los años sesenta. Es una tendencia que trataba de encontrar congruencia entre las prácticas de conservación medioambiental con las posturas políticas del momento, tal como lo era el propio activismo. En primer lugar, proponía una obra de arte como un desafío a visiones formalistas del «verdadero» papel de la escultura; y en segundo, según Smithson, una reducida relación con las convenciones establecidas acerca del paisaje y la naturaleza. De tal suerte que, como lo vemos en “Muelle en espiral” de Smithson, en la que La obra inicia su desarrollo en la orilla del Gran Lago Salado y penetrando en él, crea una espiral en sentido contrario al de las agujas del reloj, dejando entre las líneas de piedra un doble pasillo en la arena. Como toda obra perteneciente al denominado Land Art, está fuertemente sometida a los agentes climáticos, hecho previsto por los artistas realizadores de este arte que ya desde un principio saben que la duración de su obra será muy limitada. En esta obra, más allá del propio concepto de naturaleza, Smithson nos trata de mostrar cómo un paisaje es una entidad construida culturalmente, tanto a nivel conceptual como dialéctico. De esta forma, el sentido contrario de las manecillas del reloj que dibuja la espiral y el proceso “natural”, aunque forzado de la obra, nos indica evolución, paradoja y naturaleza conceptual, medible sólo en términos de la percepción del ser humano.

ARTE ECOLOGISTA (años 70 y 80)

Joseph Beuys7000 robles, 1982

¿Qué es, específicamente, lo que contribuye el arte contemporáneo al activismo ecologista?

El activismo ecologista de los años 70 y 80 se inserta dentro de una perspectiva que de alguna manera era congruente con el clima a político general de esa época , en que la que el movimiento ecologista estaba creciendo de forma rápida y el activismo político, especialmente en oposición a la guerra de Vietnam, se consideraba como cosa obligada entre los artistas (una especie de tendencia de moda). Pese a no ser política en sentido convencional, este movimiento era una corriente puramente contestataria, dado que mostraba la intención de llevar la concepción del arte más allá de las restricciones espaciales del estudio o la galería y como una forma de protesta ante la explotación desmedida de los recursos naturales, producto de las actividades industriales, bélicas y tecnológicas. Como en el caso de 7000 Robles (Documental, Joseph Beuys, 1982), donde Beuys para esa ocasión, hizo colocar una enorme pila de 7000 bloques de roca de basalto frente a la entrada del museo Fridericianum. Al final de la pila plantó con sus propias manos un pequeño roble. La instrucción fue que las rocas sólo podrían moverse si se plantaba en su nueva ubicación una planta de roble junto a estas. Hasta que los 7000 robles no estuvieran plantados, las rocas de basalto seguirían ahí, creando consciencia en las mentes de autoridades y ciudadanos. Su acción tardó cinco años en completarse se terminó un año después de su muerte, durante los cuales, empresas, el gobierno y los mismos ciudadanos ayudaron a transformar radicalmente el panorama de la ciudad de Kassel.

¿Qué es, específicamente, lo que contribuye el arte contemporáneo al activismo ecologista?

Hasta el día de hoy crecen los robles junto a inmutables monolitos pétreos que siguen recordando lo trascendental de unir disciplinas y voluntades en la búsqueda de otras formas de vivir.

Este proyecto ejemplifica la idea de escultura social que tanto caracterizaba la obra y el discurso de Beuys, y al activismo ecologista; este concepto, “escultura social” como factor integrador de voluntades colectivas contra el saqueo y abuso hacia el planeta con fines industriales y bélicos, es a mi juicio la principal aportación.

ARTE MEDIOAMBIENTAL, “POSMODERNO” O ACTUAL (año 90 A LA FECHA)

Jennifer Allora, Guillermo CalzadillaLandmark, 2001-2004

¿Cómo han cambiado las estrategias del arte contemporáneo en relación con el activismo medioambiental?

Sin duda la posmodernidad trae consigo una nueva concepción del arte en donde, como argumenta Owens, hay no una multiplicación de sus formas sino una irrupción del lenguaje en la estética, y por ello se torna bastante más profunda en sus implicaciones de lo que Krauss reconocía; acarreaba una transgresión de todas las categorías estéticas (lo visual frente a lo verbal , lo espacial frente a lo temporal). Esto es , una nueva forma de hacer arte y una nueva forma de hacer crítica social, política y por tanto ecológica; pero lo anterior también deja claro que no existe una única posmodernidad sino muchas. Las practicas espaciales posmodernas no pueden limitarse a una serie fija de teorías, sino que forman un experimento continuo, cambiante, que evoluciona constantemente . Así que las cuestiones relevantes son ahora: ¿desde que posición estamos hablando y para quién?; ¿que cambiará esto y para quien? Tales interrogantes indican que el proyecto de entender nuestra relación con la naturaleza y el medio ambiente ha cambiado radicalmente en los últimos treinta años volviéndose un discurso casi fractal.

¿Cómo han cambiado las estrategias del arte contemporáneo en relación con el activismo medioambiental?

Tal es el caso de Land Mark de Jennifer Allora, Guillermo Calzadilla en donde la intervención de sandalias que marcaban superficies desérticas, mostraban eslóganes de denuncia por la desocupación militar de Vieques. A estas alturas vemos cómo la cuestión de denuncia rebasa al discurso ecológico, llevando a este último hacia un nivel de contexto más que de contenido. En ese sentido, la naturaleza se vuelve cómplice; uno más de los individuos activistas manifiestos dentro del arte. De esta manera, la denuncia es uno de tantos recursos que los nuevos artistas utilizan en el desarrollo de sus proyectos.

MUCHAS GRACIAS