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CICLO DE CHARLAS “GRANDES PINTORES DEL Caspar David Friedrich OMANTICISMO EUROPEO” Carmen Cabrejas Almena Museo del Romanticismo

Grandes pintores del Romanticismo europeo. II. Caspar David Friedrich

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CICLO DE CHARLAS “GRANDES PINTORES DEL

Caspar David Friedrich

OMANTICISMO EUROPEO”

Carmen Cabrejas Almena Museo del Romanticismo

“El pintor no debe pintar solamente aquello que ve exteriormente, sino lo que descubre en sí mismo. Y si en sí mismo no ve nada, más vale que deje de pintar lo que tiene delante”.

Autorretrato 1800

Caspar David Friedrich (1774-1840) Primeros años

- Nace en Greifswald, ciudad del nordeste de Alemania, entonces bajo dominación sueca. Con el paso de los años, Friedrich desarrollará un pensamiento nacionalista que le hará alegrarse cuando en 1815 la región vuelva a formar parte del conjunto de estados alemanes de Prusia (a pesar de sentir un gran aprecio por el gobierno sueco, al que considerará un modelo de libertad).

- Era el sexto de nueve hermanos, educado en una familia

protestante. Desde pequeño, la muerte tuvo gran protagonismo en su vida: su madre falleció cuando él tenía siete años, y en un breve periodo de tiempo murieron tres de sus hermanos. Quedó especialmente marcado por el fallecimiento de uno de ellos, que se había ahogado al intentar salvarle a él.

Su formación artística y cultural pasa por tres momentos clave: - Hacia 1790, en Greifswald, estudia con el profesor de dibujo Quistorp, quien le inculcó el amor por la naturaleza.

- Contacto con el poeta y sacerdote Kosegarten, de ideas panteístas (búsqueda de la presencia de Dios en la Naturaleza).

- 1794-1798: estudios en la Real Academia de Bellas Artes de Copenhague: enseñanza avanzada y liberal, importancia del paisaje.

Emilias Kilde 1797

Novalis: “El paisaje se fue levantando dulcemente; sobre el paisaje, suspendido en el aire, flotaba mi espíritu, libre de ataduras, nacido de nuevo”.

Friedrich Schlegel: “La belleza es aquello que es a la vez atractivo y sublime”. “Solamente puede ser artista aquel que tiene una religión propia, una visión original de lo infinito”.

Friedrich Schelling: “Ha de llamarse afortunado y es, ante todo, digno de elogio el artista a quien los dioses prestaron ese espíritu creador”.

Johann Gottlieb Fichte: “El que se mantiene firme en su voluntad moldea el mundo para sí mismo”.

Ludwig Tieck: “Nuestro placer se encuentra sólo en la imaginación”.

En 1798 se traslada a Dresde, donde continúa su formación artística, en una ciudad que es en ese momento centro del Romanticismo.

Cabaña en Rugen 1802

Desde su establecimiento en Dresde, empiezan a ser frecuentes los viajes y excursiones, acompañado a menudo de otros pintores que comparten sus mismos ideales artísticos de exploración de la naturaleza.

Casas de labranza a los pies de un monte 1799

Adrian Zingg En la Dehesa de Ostra

La mañana Philipp Otto Runge 1808

Vista de Arkona con la salida de la luna Ca. 1805-06

Peregrinación a la salida del sol (puesta de sol) 1805 (Obra premiada en la exposición de Amigos del Arte de Weimar de ese mismo año, uno de sus primeros reconocimientos)

“Lo divino está en todas partes, incluso en un grano de arena”

Desde 1807 desarrolla una serie de obras de paisaje marcadas por su contenido religioso, interpretado de

acuerdo con sus ideas panteístas. Con ellas consigue gran éxito pero también generan polémica. En ellas incluye

también a menudo alusiones políticas encubiertas.

La “Iglesia del paisaje”

La cruz en la montaña (El retablo de Teschen) 1807-08 Marco: Gottlieb Christian Kühn

Monje a la orilla del mar 1809

Abadia en el robledal

Abadía en el robledal 1810

Ambos cuadros fueron comprados en 1810 en la Exposición de Arte de Berlín por el rey Federico Guillermo III de Prusia, acrecentando el éxito comercial de Friedrich.

Además, recibieron encendidos elogios de intelectuales y artistas. “Lo que quería encontrar en el cuadro, solo lo encontré entre mí mismo y el cuadro”

Heinrich von Kleist, “Sentimientos ante un paisaje marino de Friedrich”, 1810 “Se trata de la obra de arte más profundamente poética de toda la pintura paisajista moderna”.

Carl Gustav Carus

La búsqueda del contacto directo con la naturaleza será una constante para Friedrich. En las primeras décadas del siglo XIX realizará numerosos viajes y excursiones. - 1806, 1809, 1815: viajes por

su región natal (Pomerania).

- 1807-08: viaje por las montañas de Bohemia.

- 1810: viaje por las montañas del Harz acompañado del pintor Kersting.

Caspar David Friedrich de excursión en el Riesengebirge

George Friedrich Kersting 1810

Invasión napoleónica: nacionalismo y liberalismo

• 1806: el ejército napoleónico invade gran parte de los estados alemanes. Friedrich muestra en sus obras una gran implicación ideológica.

• Durante la época de la invasión, sufre constantes crisis nerviosas. No participa activamente en la lucha por la liberación, pero sí contribuye económicamente.

• En 1814, tras la liberación de Dresde, participa en una exposición conmemorativa.

La tumba de Arminio (detalle) 1813-14

Tumbas de los viejos héroes (Tumbas de los caídos por la libertad) 1812

Esta obra y las dos anteriores fueron exhibidas con gran éxito en la exposición de arte patriótico organizada en marzo de 1814 para festejar la liberación de Dresde.

Cazador en el bosque 1814

Sin embargo, en 1815 con la llegada de la Restauración absolutista, las esperanzas liberales y reformistas de Friedrich y muchos otros intelectuales se frustran. Comienza a negarse a colaborar en los

proyectos conmemorativos y patrióticos.

“Mientras sigamos siendo siervos de príncipes no pasará nada grande. Cuando el pueblo no tiene voz, no se le permite tampoco sentirse como tal y honrarse”

Como signo de disconformidad política, muchos intelectuales adoptaron el traje tradicional alemán. El propio Friedrich lo hizo, y representa con él a muchos personajes de sus obras, algo arriesgado y que incomoda a los que habían sido sus admiradores y mecenas…

Tumba de Hutten 1823

Sus ideas políticas, unidas a los cambios en los gustos artísticos, llevan a una decadencia en su fama y prestigio.

En 1816 la Academia de Bellas Artes de Dresde le acepta como miembro, pero en 1824 , cuando queda vacante la cátedra de

Pintura de Paisaje, se niegan a concedérsela. Para ello, argumentan que su arte representa más el modelo de genio interior que de aprendizaje esmerado. Le nombran profesor

extraordinario sin cargo docente.

Sin embargo, sigue despertando admiración entre muchos compañeros de profesión.

Paisaje a principios de la primavera Carl Gustav Carus

1822

Carl Gustav Carus (1789-1869) fue un pintor, filósofo y naturalista alemán. Gran amigo de Friedrich y uno de los principales representantes de la pintura de paisaje. Su aportación teórica sobre este género pictórico tuvo gran importancia (queda recogida en la edición española Cartas y anotaciones sobre la pintura de paisaje, Ed. Antonio Machado, 1992).

Ruinas cerca de Baia Johan Christian Dahl, 1822

Italia y Germania (Sulamith y María) (detalle) Johann Friedrich Overbeck

1811-28

A pesar de los momentos delicados que atraviesa, Friedrich se niega a marchar a Italia, donde en esos momentos triunfaba el grupo de los llamados Nazarenos (pintores alemanes allí asentados que formaban una fuerte comunidad artística), ya que no se siente identificado por el tipo de arte que cultivan. Además, para Friedrich y otros pintores alemanes de su época, el amor por la patria se traduce en reivindicación del paisaje local.

Etapa de plenitud: 1818-1824

“Nunca se le encontraba en sociedad; se le podía encontrar casi siempre meditando sobre su trabajo en su profunda y sombría habitación”.

Carl Gustav Carus “No soy uno de esos artistas locuaces de los que tanto abundan hoy, capaces de contar veinticuatro veces en un instante lo que es el arte, mientras que en veinticuatro años no podrían mostrar ni una sola vez en sus obras lo que el arte es…”

Caspar David Friedrich

Caspar David Friedrich en su estudio Georg Friedrich Kersting

1819

El pintor en su estudio Gustav Adolf Friedrich

Ca. 1860

En 1818, de forma sorpresiva, contrae matrimonio con la joven Caroline Bommer. Tuvieron tres hijos, Emma (nacida en 1819), Agnes (1823) y Gustav Adolf (1824). Estos años de felicidad familiar coinciden con su etapa de máxima plenitud.

En el velero 1818

Rocas cretáceas en Rügen 1818

Esta obra y la anterior se basan en la experiencia de su viaje de novios.

Mujer en la ventana 1822

En las obras de estos años, las figuras cobran mayor protagonismo. Aparecen frecuentemente figuras femeninas, que en algunos casos, toman como modelo a su esposa Caroline.

Mujer ante la salida del sol Ca. 1818

Dos hombres observando la luna Ca. 1819-20

Salida de la luna a orillas del mar, ca. 1821

El caminante ante un mar de niebla Ca.1818

El Océano Glacial, ca. 1823-24

En 1824 padece una grave enfermedad física que le obliga a una larga

convalecencia, acompañada de crisis nerviosas.

“En su forma de ser extraña, siempre triste y profunda,

se habían venido desarrollando unas ideas fijas, evidente anticipación de la enfermedad cerebral a la

cual habría al fin de sucumbir…”

Carl Gustav Carus

La entrada del cementerio ca. 1825

La puerta del cementerio ca. 1825-30

Cementerio de monasterio en la nieve, ca. 1819 Obra destruida durante la II Guerra Mundial

Mujer bordando Georg Friedrich Kersting

1817

Los años de enfermedad acompañan al declive de su fama. El Romanticismo, que había nacido precozmente en Alemania, pasa de moda. Se extiende el gusto por la pintura de los nazarenos y el estilo Biedermeier.

Sin embargo, todavía tendrá algunos protectores y un exquisito círculo de clientes (como el poeta y consejero de

Estado ruso el poeta ruso Wassily A. Shukovsky, que ejerce de intermediario con la corte).

“Posiblemente sea un gran honor tener un gran público. Pero el honor es mucho mayor cuando uno

dispone de un pequeño público selecto. Querer gustar a todos en general es gustar a los ordinarios; solo lo

ordinario tiene carácter general”

Las edades de la vida, ca. 1834-35

Últimos años: 1835-1840

Marcados por la apoplejía sufrida en 1835. Desde entonces hasta su muerte en 1840 experimenta momentos de leve mejoría, en los que realiza

algunos óleos y sobre todo acuarelas.

“Hoy he ido a ver a Friedrich. Una triste ruina. Llora como un niño”.

Vassili A. Shukowsky, marzo de 1840

Barco naufragado a la luz de la luna Ca. 1835

Obra: tumba, féretro y lechuza (en sus obras a veces parece anunciar la idea de la muerte –no solo en esta, ya antes-)

Paisaje con tumba, féretro y lechuza Ca. 1836-37

Paisaje con tumbas Ca. 1836-37

Tras su muerte, el arte de Friedrich cae en el olvido, hasta ser recuperado por las vanguardias, quienes encuentran muchos puntos en común con el arte de este pintor. “Friedrich nos ata a una idea abstracta”.

Adrian Ludwig Richter, pintor (1803-1884)

“Sus ciegos seguidores dicen: “Se puede pensar en muchas cosas al contemplar sus obras”. Eso no quiere decir nada, poned allí una tabla vacía y se podrá pensar en muchas cosas más al contemplarla”.

Periódico Kunstblatt, 1820

“Que el observador de las obras de este artista esté obligado a componer él mismo, para complementarlas, les proporciona un raro atractivo”.

Blätter für literarische Unterhaltung, 1827

“Esa sobrecogedora confrontación con una ausencia de límites, en la que experimentamos una totalidad igualmente poderosa, es una idea dominante que vincula con continuidad a los pintores de lo sublime romántico con un grupo de pintores norteamericanos recientes que busca lo que podría denominarse lo “sublime abstracto”. Robert Rosenblum, ARTnews 59, nº 10 (febrero de 1961).

Monje a la orilla del mar (detalle) 1809

Luz y tierra sobre azul Mark Rothko, 1959

Sin título Mark Rothko, 1969

Capilla Rothko en Houston, Texas Fotografía de Chad Kleitsch

“No creo que la cuestión fuera nunca la de ser abstracto o figurativo. En realidad,

de lo que se trata es de terminar con este silencio y esta soledad, de respirar y

estirar de nuevo los brazos”.

Mark Rothko, “Los románticos sintieron el impulso…”, 1947

South of Heaven de Tobias Bernstrup es un vídeo inspirado en la pintura Cementerio de monasterio en la nieve, destruida en 1945 en el bombardeo de Berlín, en las últimas etapas de la Segunda Guerra Mundial. La única evidencia que queda de su existencia es una fotografía blanco y negro.

Bernstrup ha recreado digitalmente el paisaje de la pintura en forma tridimensional. La película se convierte para él en un recordatorio del lugar que en su día fue representado en la pintura, y a la vez de que los sueños del hombre de mundos ideales a veces terminan en muerte y destrucción.

“La tarea del pintor de paisajes no es la fiel representación del aire, el agua, las piedras y

los árboles, sino que es su alma y su sentimiento lo que ha de reflejarse”.

Bibliografía

• ARGULLOL, R., La atracción del abismo. Un itinerario por el paisaje romántico, Acantilado, 2006.

• ARNALDO, J. (ed.), Fragmentos para una teoría romántica del arte, Tecnos, 1987.

• BRAUN, K., SEIJO, M.A. (ed.), Antología de los primeros años del Romanticismo alemán, Universidad de Extremadura, 1993.

• VV.AA., Los espejos del alma. Paisaje alemán en el Romanticismo, Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, 2012.

• WOLF, N., Friedrich, Taschen, 2003.