La Montaña, 11 de marzo 2015

¡Crisis y necesidad!

¡Buenos días semillas,

que los rayos del sol siempre os acaricien y os den respuestas a todas aquellas pregunta que cada día nos hacemos.

Hoy les hago una: ¿qué haríais vosotros si estuvierais en el lugar de esta familia que vivía a las afueras de un pueblo?

Como siempre el Maestro iba acompañado de su alumno y al llegar en esa posada, un caserío, enorme con muchas tierras, al ver a los propietarios, -el alumno preguntó-¿Maestro por qué van con esos harapos, por qué van tan mal vestidos, cómo es posible?

Observaron y vieron que era una familia con varios hijos pero que vivían muy pobres y -les preguntó- ¿Qué hacen ustedes de la vida¿ ¿de qué viven? El hombre le contestó, de la vaca, tenemos muchos terrenos pero solamente una vaca, ella nos da

la mantequilla, la leche para comer cada día, nos alimenta y nos da queso -y les dijo el alumno- ¿por qué viven tan mal vestidos? Le contestaron, porque todo lo que ganamos y lo que nos da es para comer, les respondieron. Los saludaron el Maestro y el alumno y salieron.

El Maestro, le dijo al alumno, ve a buscar la vaca y la tiras por el precipicio. Maestro, contestó el alumno, no puedo, mataríamos a esa familia, ¿de qué vivirían, si les quitamos el único alimento que tienen? Ve a buscarla y tírala, repitió el Maestro, el alumno contra su voluntad fue, cogió la vaca y la tiró. Tuvo tanta suerte la vaca que varias familias que vivían en el valle, la recogieron e hicieron un gran festín, para ellos era una riqueza.

Pasaron los años y de nuevo volvió el aprendiz a visitar aquellas tierras, al acercarse en el caserío vio que había otras familias, estaban vestidos ricamente, había muchísima abundancia, todo brillaba, servicios de oro y plata y les preguntó: ¿Saben ustedes qué les pasó a la familia que tenían sólo una vaca? Y le contestaron: Sí somos nosotros; pero, ¿cómo? ¿qué pasó, si solamente tenían la vaca?

Sí y pasó algo extraordinario, desapareció la vaca y nos pusimos a llorar y de esos llantos y amargura, empezamos a pensar qué podríamos hacer y miré usted, le enseñaron que todas aquellas tierras infértiles y que no trabajaban, que no habían hecho nada, estaban ahora sembradas de maíz, trigo, algodón, toda la alimentación para toda una ciudad y los pueblos alrededor y de ahí les había venido la riqueza.

Mis semillas, solamente en los momentos de crisis y de necesidad, es cuando nuestro cerebro se pone a pensar, a reflexionar, analizar y buscar soluciones. Repito de nuevo, no les den todos los caprichos a vuestros hijos, vale más que lloren de pequeños que cuando sean grandes. Si les dicen que sus amiguitos tienen el plasma o todos los aparatos de informática lo más modernos, si los quieren que vayan a trabajar y que se los ganen, por muy jóvenes que sean, pero no les den más de lo que no necesitan. Recuerden bien esa familia, con una vaca sobrevivían, no se necesitaban nada más y el cerebro se atrofiaba, estaban en zona de confort y vivían mediocremente, cuando les faltó la materia más importante que es el alimento, se dieron cuenta que podían pensar, sacar ideas y crear. Así hemos pasado todos y muchos momentos en nuestra vida nos hemos encontrado así. No sintamos pena por nuestros hijos, simplemente empujémoslos a que puedan tener esa necesidad de buscar de estudiar y que mañana les puedan ayudar a ustedes.

Siempre es la misma historia con diferentes imágenes, diferentes coloridos, si lo repite tanto Servidora es porque ¿lo habremos comprendido? No, o sí. Si los jóvenes continúan a tener el problema de la anorexia, o la necesidad de manipular, de mentir de probar otros caminos que están prohibidos, vosotros estar alertas y empiecen de nuevo a vigilar la alimentación y lo mejor que sea sana y sencilla, nada de fantasía. Frijoles con arroz, verdura y fruta no mataron a nuestros abuelos, crecieron fuertes sanos y equilibrados. Recordemos, claro que no les gustará pero mañana se los agradecerán.

Mis semillas estamos en un año maravilloso donde la suerte nos llama cada mañana y la felicidad acompañará todo el año, aprovechemos a tener buenas metas y pidamos muchos deseos, pensamiento palabra y obra.

Con todo mi amor

La Jardinera