14
47 La Responsabilidad Social La Responsabilidad Social Empresaria y los valores Empresaria y los valores cooperativos. cooperativos. Dos cuestiones distintas Dos cuestiones distintas Eric Delgado* * Investigador del Departamento de Economía Política y Sistema Mundial del Centro Cultural de la Cooperación Floreal Gorini; docente de Administración de Empresas Sin Fines de Lucro y de Economía en el Instituto Universitario Escuela Argentina de Negocios (IUEAN). 1 Algunos autores hablan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) distinguiéndo- la de la RSE. La diferencia entre ambos conceptos es sutil: mientras la RSE se refie- re a la empresa, la RSC engloba a todas las organizaciones -sean empresariales o no- independientemente de su tamaño (que, vale recordarlo, es importante ya que son las transnacionales las principales impulsoras de la RSE). En el presente artícu- lo, se englobarán la RSC y la RSE en un solo concepto. En el presente artículo se pretende abordar la estrategia de la Responsabilidad Social Empresaria (RSE) 1 desde una perspectiva coo- perativista: se contrapondrán algunos elementos propios de la doctri- na cooperativista con elementos constitutivos de lo que actualmente se conoce como RSE. En primer término, se repasarán brevemente los orígenes de la RSE. A continuación, se procederá a ubicarla en el marco de la lucha cultu- ral y socioeconómica para poder así dar cuenta de sus verdaderos objetivos dentro del sistema capitalista. Finalmente, se contrastarán la RSE y la Doctrina Cooperativista para extraer algunas consideraciones vinculadas con la vigencia de los principios cooperativos.

La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

  • Upload
    iadere

  • View
    190

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

47

La Responsabilidad SocialLa Responsabilidad SocialEmpresaria y los valores Empresaria y los valores cooperativos.cooperativos.Dos cuestiones distintasDos cuestiones distintas

Eric De lgado*

* Investigador del Departamento de Economía Política y Sistema Mundial del CentroCultural de la Cooperación Floreal Gorini; docente de Administración de EmpresasSin Fines de Lucro y de Economía en el Instituto Universitario Escuela Argentina deNegocios (IUEAN).

1 Algunos autores hablan de Responsabilidad Social Corporativa (RSC) distinguiéndo-la de la RSE. La diferencia entre ambos conceptos es sutil: mientras la RSE se refie-re a la empresa, la RSC engloba a todas las organizaciones -sean empresariales ono- independientemente de su tamaño (que, vale recordarlo, es importante ya queson las transnacionales las principales impulsoras de la RSE). En el presente artícu-lo, se englobarán la RSC y la RSE en un solo concepto.

En el presente artículo se pretende abordar la estrategia de laResponsabilidad Social Empresaria (RSE)1 desde una perspectiva coo-perativista: se contrapondrán algunos elementos propios de la doctri-na cooperativista con elementos constitutivos de lo que actualmentese conoce como RSE.

En primer término, se repasarán brevemente los orígenes de la RSE.A continuación, se procederá a ubicarla en el marco de la lucha cultu-ral y socioeconómica para poder así dar cuenta de sus verdaderosobjetivos dentro del sistema capitalista. Finalmente, se contrastarán laRSE y la Doctrina Cooperativista para extraer algunas consideracionesvinculadas con la vigencia de los principios cooperativos.

Page 2: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

48 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

1. Orígenes de laResponsabilidad SocialEmpresaria

Si bien la filantropía posee unorigen mucho más lejano en eltiempo2, se la puede rastrear en lagénesis de la RSE.

No obstante, el contenido filan-trópico se fue transformandodesde una cuestión pretendida-mente desinteresada hasta con-vertirse en una importante ramade la gestión empresarial, másespecíficamente del denominado“Marketing de las Relaciones”.Este cambio no fue casual: elcapitalismo mundial en su faseneoliberal o “capitalismo salvaje”generó la necesidad de encontrarmecanismos que solucionen o almenos minimicen las alicaídasimágenes de los capitales -sobretodo Empresas Trans-nacionales(ETN)- frente al mundo del traba-jo.

Sin embargo, dichos mecanis-mos no son nuevos sino que sedesprenden de valores, principiosy formas de organización que no

son propias del capital, pero queéste tratará de adaptar a susrequerimientos más urgentes3.

Aunque no existe un consensoentre los distintos autores, en prin-cipio, una obra que podría tomar-se como “inicial” es “BordenSocial Responsabilities of theBusinessman” que data del año1953 (Carroll, 1999). Aunque estaobra aún planteaba la caridad ofilantropía como eje rector, yaesbozaba algunas vinculacionescon lo que hoy es el marketing delas relaciones.

Sin embargo, recién a fines de ladécada de los noventa, la RSE fueimpulsada por la Organización delas Naciones Unidas (ONU) en loque se denominó “United NationsGlobal Compact” o Pacto Globalde Naciones Unidas (UNGC, porsus siglas en inglés), iniciativa decorte ético anunciada por elentonces Secretario General, KofiAnnan, en el Foro Económico deDavos, Suiza, el 1º de febrero de19994.

EL UNGC fue un llamamiento alas empresas a trabajar con distin-

2 Fue el emperador romano Flavio Claudio Juliano (331/332 – 363 después de Cristo),quien tuvo como uno de sus mas fervientes objetivos la recomposición del paganismocomo religión del imperio. Pensó entonces, en la idea de imitar a la doctrina cristianay a sus instituciones acuñando el término “filantropía” como respuesta a la “caridad”de los cristianos.

3 Un ejemplo de ello, lo constituye el “escándalo ENRON”. Esta firma estadounidensedel sector energético con sede en Houston – Texas y con unos 21.000 trabajadoresen 2001, era la séptima en el ranking de posiciones del país del norte para terminarconvirtiéndose en el ejemplo de fraude empresarial planificado más grande y comen-tado en el nivel mundial. La necesidad de reposicionar la imagen de otras compañíasque suscitó este caso, impulsó, sin duda, la RSE como instrumento.

4 Cabe aclarar que la iniciativa recién alcanzó su fase operativa el 26 de julio del año2000.

Page 3: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

49RSE y valores cooperativos

tas agencias de las NacionesUnidas y, por supuesto, junto conla “sociedad civil”, que incluye dis-tintas entidades englobadas den-tro del denominado Tercer Sector(sindicatos, organizaciones nogubernamentales, fundaciones,etc., clasificación que se conside-ra inadecuada, pero que resultaútil para abordar el tema que nos

ocupa).Para el año 2006, la iniciativa

había reclutado unas 3.300empresas con capitales de distin-to origen geográfico y unas 1.000organizaciones de la sociedadcivil. Ya se puede observar que laRSE posee un alcance e impactoglobales.

Cuadro Nº 1. En el año 2004, se anuncian los diez principios rectores de lainiciativa UNGC.

Derechos humanosLos negocios deberían:

* Principio 1: respaldar y respetar la protección de los Derechos Humanosproclamados internacionalmente.

* Principio 2: asegurarse de que dichos negocios no estén implicados enabusos a los Derechos Humanos.

Estándares laboralesLos negocios deberían asegurar:

* Principio 3: la libertad de asociación y el reconocimiento efectivo delderecho a negociaciones colectivas.

* Principio 4: la eliminación de todas las formas de trabajo forzado y obli-gatorio.

* Principio 5: la abolición efectiva del trabajo infantil.* Principio 6: la eliminación de la discriminación laboral.

Medio ambienteLos negocios deberían:

* Principio 7: respaldar un enfoque precautorio respecto de los desafíosambientales.

* Principio 8: comprometerse en iniciativas para promover la responsabi-lidad medioambiental.

* Principio 9: impulsar el desarrollo y difusión de tecnologías no agresivascon el medioambiente.

AnticorrupciónLos negocios deberían:

* Principio 10: Actuar en contra de toda forma de corrupción, incluyendola extorsión y el soborno.

Page 4: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

50 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

Hoy, todos los sectores vincula-dos con el capital, los gobiernos ylas organizaciones supranaciona-les bajo el amparo de la ONUmencionan la RSE como un ele-mento deseable dentro de susagendas en materia de políticasaplicables en sus propios lugaresde influencia.

2. La batalla de ideas

Quizá la batalla más importanteque el capital viene sosteniendoen el nivel global es la cultural. Enella se dirime qué categorías pre-valecerán y qué categorías cae-rán en desuso. Se define tambiénel énfasis positivo o negativo deun término y, de ser conveniente,la deformación deliberada delmismo.

Como ejemplo, hoy muchascategorías suelen ser acompaña-das de la palabra social como una

manera de “suavizar” el término,de quitarle posibles cargas peyo-rativas heredadas de accionespasadas -y presentes- en contradel mundo del trabajo y del propioplaneta: el capital es capitalsocial5, el desarrollo es desarrollosocial, la paz, es una paz social y,por supuesto, la economía hoy eseconomía social, por citar sóloalgunos ejemplos6.

Este mismo “salvataje semánti-co” se aplica también a otros tér-minos igualmente clásicos: a lainversión, la innovación, el consu-mo y el territorio se les agrega acontinuación las palabras mági-cas: “socialmente responsable”.Quedan así redenominadas cate-gorías más “inofensivas”, másmaleables e incluso que -en ellenguaje del marketing- poseenmás llegada al público.

Brevemente, cuando se hablade Inversión Socialmente Res-

5 Algunos autores indican que dentro del capital social (las relaciones entre trabajado-res o lo que antes se denominaba “grupo humano”), se halla el capital humano enten-dido como la sumatoria de conocimientos o recursos intelectuales y la valoración deéstos a precio del mercado, es decir, la pretensión de tomar la fuerza de trabajo cali-ficada como capital. Más allá de estas diferenciaciones -que en gran medida sonresultado de distintos enfoques sobre los “recursos humanos”- lo importante aquí esresaltar que la categoría capital pretende englobar en su significado, cuestiones queson propias del mundo del trabajo.

6 Aunque no se profundizará sobre el tema en el presente artículo, respecto del deba-te sobre la economía social, “[...] Ocurre que la producción es social y la apropiaciónes privada y además altamente concentrada. Esa es la gran contradicción. La eco-nomía es social con independencia del carácter que asume la apropiación del pro-ducto generado socialmente. Entonces, la economía es social. [...] Que las empresasdominantes en las economías locales de la región sean “privadas” o incluso “extran-jeras” no objeta el carácter social de la economía. En todo caso señala los beneficia-rios de un orden económico, lo que ha dado en llamarse “el modelo”. De ese modo,lo que debe cuestionarse es el “modelo” resultante de la organización económica dela sociedad.” (Revista Idelcoop, Número 160, año 2005).

Page 5: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

51RSE y valores cooperativos

ponsable (ISR) el foco se ubicasobre la decisión del inversionistaes decir, se está atendiendo a laesfera del capital, pero haciendouna distinción forzada -aunque noingenua- entre el empresario y elinversionista, a la vez que gene-ran menos empleo por unidad decapital.

La Innovación Socialmente Res-ponsable (InSR) trata de hacerconverger la filantropía con eldesarrollo de nuevas tecnologíasy productos pasando por alto queestas innovaciones apuntan enúltima instancia a aumentar la pro-ductividad y, por ende, la plusvalíaresultante.

El concepto de Consumo So-cialmente Responsable (CSR)parte de una visión microeconómi-ca (teoría del consumidor) dondela cuestión clasista queda aparen-temente desplazada bajo estadivisión de las esferas: la produc-ción por un lado y el consumo porel otro. Fiel al individualismometodológico, el enfoque del CSRse basa sobre una perspectivaindividual(ista) de las personasconsumidoras, pero -eso sí- “rom-piendo” con uno de los supuestosde la microeconomía básica: gus-tos y preferencias dados.

Los consumidores que operenbajo la lógica del CSR introducenentre sus criterios de decisión decompra valores éticos, sociales,

laborales, ecológicos y solidarios.Claro que para que esto tengasentido, se deberá dejar vigente elsupuesto de información perfecta,ya que no siempre los consumido-res conocen las conductas no res-ponsables (en términos de RSE)de los oferentes y mucho menosconocen la cadena de valor quehay detrás del producto o servicioen cuestión.

En América latina son muchaslas organizaciones sociales quereivindican la cuestión territorial.Sin embargo, al introducir el con-cepto de Territorios SocialmenteResponsables (TSR)7 esta cues-tión se desdibuja al vincularse conprogramas, impulsados desde laadministración pública local perofinanciados desde los organismossupranacionales (generalmenteinstituciones pertenecientes a laONU y al Banco Mundial). Un TSRserá aquel que, para enfrentar elproblema de la tierra, utilice exclu-sivamente metodologías subsumi-das bajo la RSE.

Existe un doble objetivo: por unlado desarticular cualquier intentode las organizaciones sociales dereivindicación territorial genuina y,por el otro, desarrollar proyectosde cooperación entre el sectorpúblico, el empresarial y el TercerSector (a través de fundacionesempresarias y ONGs) que canali-cen la protesta y no pongan en

7 Un TSR es aquel en donde las organizaciones sociales que lo componen enfrentan laproblemática del territorio -y la vivienda- como un derecho humano pero sólo si seatienen a la RSE como guía rectora, es decir, vinculándose con los sectores privadoy público y desde una postura de voluntariado.

Page 6: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

52 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

tela de juicio la funcionalidad delos mercados y, por ende, del sis-tema en su conjunto (cuadro Nº2).

Como puede observarse, para elcapital es indispensable un len-guaje que oculte tras su aparien-cia “inofensiva” los verdaderosproblemas de la acumulacióncapitalista: la acumulación implicaexplotación sin importar cuán

“responsables” pretendan ser lasempresas.

Luego de la implosión soviética yla consecuente caída del muro deBerlín, la unipolaridad estadouni-dense implicó, entre otras cuestio-nes, que los términos acuñados -lejos de ser neutrales- operencomo verdaderos mantos de olvi-do sobre categorías y conceptosque antes eran utilizados en la

Cuadro Nº 2. América latina 2020: discutiendo escenarios de largo plazo

En este informe -impulsado desde el gobierno estadounidense- se tomacomo un Escenario de baja probabilidad -pero de alto impacto- lo siguiente:“[...] Identificamos tres escenarios de baja probabilidad, pero que transfor-marían sustancialmente las perspectivas políticas, económicas y sociales dela región: la emergencia en gran escala del indigenismo revolucionario, uncolapso financiero del Brasil y una ola de gobiernos antiimperialistas en laregión”.“El ascenso en gran escala de movimientos indigenistas radicalizados, políti-camente revolucionarios, en varios países de la región, es un escenario queeventualmente podría incluir la convergencia de los indigenistas con algunoso varios de los movimientos sociales no indigenistas, pero con frecuenciaradicalizados (sin tierra brasileños, campesinos paraguayos y ecuatorianos,piqueteros argentinos, etc.), que existen en la actualidad. A principios delsiglo XXI, grupos indigenistas radicalizados existen en la mayoría de los paí-ses latinoamericanos; este escenario supondría que, para 2020, los mismoshan crecido exponencialmente y logrado la adhesión mayoritaria de los indí-genas en sus países; un “efecto demostración” o “contagio” podría hacer queuna rebelión indigenista en un país se extienda a otros. El irredentismo indi-genista plantearía altas dosis de incompatibilidad con el orden político y eco-nómico occidental sostenido por los latinoamericanos de origen europeo ypor lo tanto una profunda fractura social, que derivaría en insurgencia arma-da, respuestas represivas por parte de gobiernos contrainsurgentes, violen-cia social y balcanización política y territorial. Un escenario de turbulenciacomo éste, ahuyentaría capitales, inversiones y la propia dinámica del mer-cado por un período prolongado.”Dejando por sentada la criminalización de la protesta que muestra el informe,la conclusión ratifica la importancia de mantener un clima de negocios, lalibre movilidad de los capitales y -por supuesto- la economía de mercado ocapitalismo...las condiciones de vida y la explotación que sufren los actoressociales mencionados en el informe se tornan irrelevantes en esta lógica.¿Es esto “socialmente responsable”?

Page 7: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

53RSE y valores cooperativos

batalla de ideas propia de la bipo-laridad.

Sin embargo, la dinámica del sis-tema capitalista no permite queesta cuestión se sostenga en eltiempo y las contradicciones aflo-ran una y otra vez retomando ensu camino aquellas categoríasque el capitalismo pretendió sos-layar o desplazar con eufemismosque se presentan frente a la socie-dad como nuevos o renovados yque invitan a dejar atrás cualquierconfrontación ideológica. Poco sedice de la colisión de interesesque existe entre las multinaciona-les y las pequeñas y medianasempresas, sujetas a las imposicio-nes de las primeras.

Es por ello que es necesariocontextualizar la RSE dentro deun marco holístico que impidacaer en conclusiones apresuradasy coyunturales. La idea de ungobierno global8 comandado engran medida por los capitales con-centrados (sobre todo ETN), con-duce a comprender que la RSEestá inserta en una lógica muchomás amplia que pretende no dejar“ningún cabo suelto”. El sectorpúblico (los Estados) y la socie-dad civil (voluntariado) seránparte de este gobierno global en lamedida en que no contradigan los

mecanismos de acumulación yreproducción capitalistas.

Es un error entonces, pensarque la RSE está enmarcadaexclusivamente en actos de filan-tropía. Los temas plausibles deser tocados por la RSE son siete,según la ISO 260009:

* Prácticas operacionales justas:incluye la promoción de activida-des éticas y transparentes, la pro-moción de la libre competencia, elrespeto por los derechos de pro-piedad intelectual y la lucha contrala corrupción.

* Medioambiente: incluye la pre-vención de la contaminación, laprevención del calentamiento glo-bal, el consumo sustentable y usode la tierra y el respeto por lasgeneraciones futuras.

* Derechos humanos: incluye losderechos civiles, políticos, econó-micos, sociales, culturales, labo-rales y comunitarios.

* Prácticas laborales: incluyesalud, seguridad, condicioneslaborales, desarrollo de los “recur-sos humanos” y el trabajador“como ser humano”...

* Gobierno organizacional: inclu-ye el problema de la inclusión, la

8 Término tomado del borrador de trabajo de la ISO 26000 titulado “Guía sobre respon-sabilidad social”, del año 2006 que hace referencia a un modelo de gobierno en el cuallas naciones “autónomas y libres” cooperan utilizando la ONU como hilo conductor.Este gobierno global en realidad está tomando como punto de partida la concepciónde unipolaridad y globalización bajo el paradigma capitalista.

9 La complementariedad con los principios expuestos por otras organizaciones comopor ejemplo la OMC (Organización Mundial del Comercio), indica que la RSE no esuna práctica aislada sino todo lo contrario.

Page 8: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

54 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

conducta ética, el respeto por lasleyes y la denominada “Accoun-tability”, o proceso de rendición decuentas.

* Temas referidos al consumo(es decir, a los consumidores):incluye la necesidad de informa-ción adecuada y precisa y la pro-tección de la privacidad de losconsumidores.

* Involucramiento de la comuni-dad: incluye el impacto del desa-rrollo en la comunidad, el desarro-llo de la comunidad y la filantropía.

El protagonismo del sector priva-do en este gobierno global tienepor detrás la idea de que “[...] Esel empresario y “la empresa” porende, quienes crean la riqueza, yno quienes trabajan en ella. Estavisión naturaliza la interpretaciónque deja fuera a quienes aportansu trabajo dentro del proceso deproducción como los verdaderosgeneradores del valor producido(aunque no por ello apropiado).”(Javier Echaide, 2007).

Mucho de lo relacionado con laISO 26000 y, en consecuencia,con la RSE pretende ser moral yético. El problema es que dichascuestiones son definidas por quie-nes dominan política e ideológica-mente el terreno de discusión: lasempresas. En ningún momento loque se define surge del debatereal que incluya, especialmente,sectores sociales perjudicadospor el accionar empresarial queno hayan sido cooptados por lasinstituciones supranacionales ylos gobiernos locales. El entrama-

do institucional (sobre todo en elmarco de la ONU) constituye unverdadero filtro global que preten-de impedir cualquier tipo de rispi-dez en su seno de forma tal que,a los ojos de la opinión pública,todo lo definido surja de un pre-tendido consenso democrático yunánime.

3. El objetivo de la RSE

“La respuesta más inteligente alanticapitalismo hoy, es la protecciónde los mismos derechos que esgri-men los rebeldes, pero dentro de la

democracia. La persecución paranoi-ca de los rebeldes sólo contribuiría alegitimarlos. La mejor táctica consiste

en arrebatarles las banderas”.(Revista Mercado, marzo 2005)

Para poder definir la RSE desdeuna perspectiva crítica, se debeindagar sobre cuál es su objetivo,su propósito dentro del paradigmacapitalista.

La RSE sirve a los objetivos delas empresas lucrativas en tantoconstituye una estrategia de mar-keting y de acción política quepersigue:

* Publicidad empresarial quesirva para mejorar la imagen deuna empresa, posicionarla comouna compañía “amigable” con elconsumidor, su entorno y su terri-torio, tratando así de que se olvi-den posibles situaciones decorrupción, de daño ecológico y -lo más importante- que el mundodel trabajo pase por alto que la

Page 9: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

55RSE y valores cooperativos

ganancia capitalista surge delplustrabajo extraído de los ahorallamados consumidores, es decir,de los trabajadores en el sentidomás amplio de la categoría10.

* Elusión impositiva: objetivo quese puede percibir especialmenteen las fundaciones (entidades quesi bien se encuentran bajo la órbi-ta del sector sin fines de lucro,pero que pueden estar controla-das por una empresa de granporte)11. Allí, las empresas suelencontradecir su supuesta respon-sabilidad social con una irrespon-sabilidad fiscal que consiste eneludir el pago de impuestosmediante la elaboración desupuestas campañas de marke-ting social que incluye donacionesy recaudación de dinero.

Sucede también que algunasfundaciones poseen el “99,9%”del total accionario de una empre-sa (sectores como el agro, losseguros o la actividad bursátil)que tiene como objetivo el aprove-

chamiento de las exencionesimpositivas que gozan aquellasentidades. Esto permite la realiza-ción -habitual- de transaccionesfinancieras de paquetes acciona-rios por altas sumas respecto desu patrimonio, así como la puestaen custodia en una entidad ban-caria del exterior del patrimonioíntegro de la fundación.

Se torna común el pago de grati-ficaciones y otras liberalidades enfavor de personas vinculadas ointegrantes del grupo empresarialcontrolador o de la propia funda-ción controlada, por montos queexceden el nivel legalmente admi-tido.

La fundación se transformaentonces en un mecanismo deespeculación financiera y elusiónfiscal ya que gran parte de susactivos están integrados portenencias accionarias de empre-sas del grupo. A su vez, esasinversiones especulativas consis-ten en plazos fijos colocados en el

10 El concepto de trabajador ya no se refiere exclusivamente al clásico obrero industrial,sino que se agregan las nuevas modalidades de relación salarial, entendida ésta como“la forma institucional que especifica las modalidades adoptadas históricamente por larelación existente entre los trabajadores asalariados y los propietarios o responsablesde la gestión de los medios de producción”, y definida como “el conjunto de condicio-nes jurídicas e institucionales que rigen el uso del trabajo asalariado y el modo de exis-tencia de los trabajadores”. (Boyer, 1995; Neffa, 2005). Se agrega también la catego-ría de desocupado como parte activa del concepto de trabajador en tanto sujeto socialcon capacidad organizativa.

11 Las entidades mercantiles o lucrativas están agrupadas bajo el denominado SegundoSector. Sin embargo, muchas organizaciones del Tercer Sector (ONGs, fundaciones)están controladas directa o indirectamente, por empresas del sector de origen de laempresa controlante. Para el actual Sistema de Cuentas Nacionales , las entidadessin fines de lucro quedan agrupadas dentro del sector de la actividad económica deorigen de la empresa controlante excluyéndolas de las “Instituciones privadas sin finesde lucro que prestan servicios a los hogares”.

Page 10: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

56 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

sistema bancario.* Control social y desarticulación

de la capacidad organizativa: tam-bién conocido como “gestión delriesgo social”, este objetivo -siestá bien aplicado- converge en lacanalización de la capacidadorganizativa de los sectores quese ven afectados por la operatoriade los capitales. De esta manera,son las empresas (apoyadas porlos Estados y los organismossupranacionales) las que decidenqué organización es aceptable yqué organización no lo es. Esdecir, qué organización acepta lasreglas del capitalismo y qué orga-nización no lo hace. En los mode-los de RSE llamados sistémicos,la financiación empresarial sepiensa como de largo plazo, gene-rando así, un condicionante sobrela comunidad que se encuentrebajo la zona de influencia de laRSE aplicada. Por supuesto, el rolque pueda jugar el Estado pasa aser el de acompañante o garante,es decir, un rol pasivo12. Losmodelos denominados de finan-ciación simplemente transformanla filantropía en asistencialismo ofinanciamiento en la compra debienes o para solucionar, tempo-ralmente, necesidades básicasinsatisfechas. Finalmente, en losmodelos basados sobre el acuer-

do, la situación es intermedia yaque si bien la financiación sigueexistiendo, apunta a programasde mediano impacto vinculadoscon cuestiones de management,eficiencia y -en última instancia-de desarrollo “social”. (Rigou yMoreno, 2006)

* Contraposición a otras formasde empresa que no operan bajo lalógica del lucro y la explotación:no es menor pensar que -dadoque las empresas se mueven bajola lógica del lucro- no permitanque otras empresas capitalistas (ono) ingresen en algún mercado.Mucho menos si dicho mercadopresenta características oligopóli-cas o de cautividad de los deman-dantes.

Económicamente, este puntotoca de cerca al movimiento coo-perativo, ya que cuando la pre-sencia de entidades cooperativasen un determinado mercado no essignificativa, las empresas capita-listas no suelen tomar acciones“agresivas” en su contra, pero tanpronto como la distribución dedicho mercado evoluciona favora-blemente hacia la constitución decooperativas, las empresascomienzan a generar programasvinculados con la RSE que lasreposicionen y permitan elaumento de sus beneficios.

12 Respecto del papel que asumen los Estados, el presente artículo no tiene como ejeesta cuestión. Sin embargo, no es posible dejar de mencionar que esta lógica -de unEstado pasivo que “acompañe” y apoye las acciones empresariales en términos deRSE- se condice con la idea de que el Estado no debe interferir en la capacidad auto-rreguladora de los mercados y -si lo hiciere- deberá ser tan sólo como un garante decertidumbre y “paz social” para un buen clima de negocios, es decir, para que el capi-tal pueda reproducirse sin inconvenientes.

Page 11: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

57RSE y valores cooperativos

Culturalmente, este punto expre-sa lo que se ha mencionado: unabatalla que, o bien desplace cual-quier cuerpo de ideas que no seajuste a los requerimientos delsistema de mercado y que puedaponer en riesgo la propia acumu-lación y reproducción del capital obien logre su cooptación y poste-rior neutralización.

Puede observarse que la RSE esuna estrategia de marketing quese concreta mediante la aplica-ción de un programa integrado yreconocido de prácticas y políticasque funciona como paliativo delos problemas que los capitalesgeneran globalmente. Un verda-dero acto de hipocresía institucio-nalizada que apunta a minimizarlas contradicciones inherentes alcapitalismo.

4. La RSE y el cooperativismo

Trabajar con otros en pos de unobjetivo común es un conceptoque se halla en la raíz misma delcooperativismo ya que eso es, endefinitiva, cooperar. Ahora bien,no es suficiente pensar que apli-cando esta idea se llegaría a laesencia del cooperativismoteniendo en cuenta que, por ejem-plo, un grupo de ETN puede “coo-perar” para lograr sacar provechode economías de escala en algúnmercado. En efecto, estarían coo-perando pero no por ello estaríanmodificando su lógica de acumu-lación, lucro y explotación.

Por ello es menester no olvidarque, en su doble carácter, “[...] lacooperativa es a la vez unaempresa -lo que la diferencia deotros tipos de entidades tambiénno lucrativas (cooperadoras, clu-bes, asociaciones culturales, cien-tíficas, vecinales, etc.)- y a la vez,un movimiento popular, controla-da democráticamente. Por consi-guiente, debe cumplir una doblecondición. Ser eficiente y “...con-servar su carácter de movimientoauto y democráticamente contro-lado, por, para y a través del pue-blo mismo” (Discurso inauguraldel presidente de la ACI en elCongreso de Viena).” (IDELCO-OP, 1998) A su vez, ese doblecarácter debe estar inmerso en un“espíritu cooperativo”, es decir,bajo los principios de esfuerzopropio, ayuda mutua, solidaridad,igualdad, justicia, equidad, liber-tad, humanismo, educación ycoincidencia con los interesesgenerales de la comunidad.(Drimer y Drimer, 1973).

Al igual que otros movimientosasociativistas, el cooperativismosurge como respuesta a la situa-ción opresiva que generaba unaya presente Revolución Industrial.La cooperación se iba haciendonecesaria como una postura ideo-lógica frente a un capitalismo quese reproducía y diseminaba porlos distintos países europeos.

Los precursores del cooperati-vismo, se pueden hallar en lossocialistas utópicos y su socialis-mo asociacionista y movimientos

Page 12: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

58 realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 2007

gremiales del siglo XVIII.14 Susideas rectoras incluyen la transfor-mación de la sociedad y la elimi-nación del lucro como motor de lamisma.

Como puede verse, la ligazónentre el cooperativismo y la cues-tión transformadora está presentedesde el comienzo. A lo largo deltiempo, el movimiento cooperativoha ido discutiendo estos principiose ideas rectoras de forma tal deno quedar descontextualizado.

La revisión de los principios yvalores cooperativos ha sucedidoya en oportunidades anteriores.

En 1966, la ACI realiza el con-greso de Viena llamado “Nuevosenfoques de los principios coope-rativos en el mundo”. El objetivoera la actualización de dichosprincipios en función de los cam-bios mundiales acontecidos luegode la segunda guerra mundial.

Si se analiza el fundamentodetrás del sexto principio -integra-ción cooperativa- se encontraráque las cooperativas “[...] debendefender los intereses de sus aso-ciados en la medida en que dichosintereses coincidan o, por lomenos, no se opongan a los inte-reses de la comunidad”. (Drimer yDrimer, 1973) La consagracióndel sexto principio en 1966 tienepor detrás una idea anterior que laACI explicitó diciendo que la inte-gración entre cooperativas deberealizarse “con el objeto de servirmejor los intereses de sus miem-bros y de la comunidad” (Drimer yDrimer, 1973)

La ACI celebró su asambleageneral en Manchester (Inglate-rra) en septiembre de 1995 dondeaprobó la Declaración sobre laIdentidad Cooperativa resolviendoque se reemplacen los principios

13 El almacén de los Pioneros de Rochdale (Inglaterra) fue una cooperativa de consumonacida en diciembre de 1844 con 28 trabajadores que se considera como la iniciado-ra del movimiento cooperativo mundial. El nombre completo de la cooperativa eraRochdale Society of Equitables Pionners (Sociedad de los Probos Pioneros deRochdale)

14 “Los principales precursores de estas ideas fueron los ingleses Robert Owen (1771 -1858), William King (1786 - 1865), François Charles Fourier (1772 - 1837), LouisBlanc (1811 - 1882) y Felipe Buchez (1796 - 1865)”. (IDELCOOP, 1998)

Cuadro Nº 3. Principios de Rochdale13 tomados por la ACI en 1937

1. Libre adhesión2. Control y administración democrática3. Educación4. Neutralidad política y religiosa5. Interés limitado al capital6. Retorno de los excedentes a los miembros en proporción a sus compras

Page 13: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

cooperativos de 1966. Se des-prende entonces, que el séptimoprincipio -consagrado enManchester- estaría en realidad,subsumido en el sexto principio,constituyéndose en un punto den-tro de este último (cuadro Nº 5).

El séptimo principio -preocupa-ción por la comunidad- implicaríaque las cooperativas “[...] tienen laresponsabilidad especial de ase-gurar que el desarrollo de suscomunidades -económico, socialy cultural- sea sostenido. Tienenla responsabilidad de trabajarconstantemente por la proteccióndel medio ambiente de esascomunidades. Corresponde en-tonces a los socios decidir conqué grado de intensidad y de quémanera específica una cooperati-va debería efectuar sus contribu-ciones a su comunidad. No es, sin

embargo, una responsabilidadque los socios pueden dejar deaceptar”. (Idelcoop, 1998)

Se sostiene en este artículo, quela idea de responsabilidad yaestaba presente en los fundamen-tos mismos del cooperativismo yque no entra en contradicción conlas acciones que las cooperativasrealicen al entrar en contacto conel resto de la sociedad.

Opuesto es lo que acontece enel Segundo Sector, donde la RSEse contradice con los interesesontológicos de una empresalucrativa: la responsabilidad aquíes atacada en su definición mismaya que no se pueden realizaracciones responsables e irrespon-sables simultáneamente.

Es por ello que las distintas orga-nizaciones cooperativas deberíanevitar el empleo de categorías que

59RSE y valores cooperativos

Cuadro Nº 4. Los principios cooperativos resultantes del congreso de Vienaen 19661. Adhesión libre y voluntaria 2. Administración democrática3. Interés limitado al capital4. Distribución equitativa de los excedentes5. Estímulo a la educación cooperativa6. Integración cooperativa

Cuadro Nº 5. Los principios cooperativos del siglo XXI1. Asociación voluntaria y abierta2. Control democrático por los socios3. Participación económica de los socios4. Autonomía e independencia5. Educación e información6. Cooperación entre cooperativas7. Preocupación por la comunidad

Page 14: La responsabilidad social empresaria y los valores cooperativos

BibliografíaCarroll, A.B., Corporate Social Responsibility. Evolution of a Definitional

Construct, Business & Society, vol. 38, Nº 3, septiembre, 1999.Drimer, Bernardo y Kaplan de Drimer, Alicia (1973), Las cooperativas.

Fundamentos - historia - doctrina, INTERCOOP – Editora Cooperativa Ltda.y Federación Argentina de Cooperativas de Consumo Ltda. (FACC),Buenos Aires.

Nacional Intelligence Council (NIC), (2004) - Latinoamérica 2020: pensando losescenarios de largo plazo - Seminario realizado en Santiago de Chile losdías 7 y 8 de junio de 2004.

Neffa, Julio (2005), Actividad, empleo y desempleo: conceptos y definiciones –Editorial Miño y Dávila SRL, Buenos Aires.

¿Qué...quién...cómo...cuándo...en el cooperativismo? (1998) – EdicionesIdelcoop – Instituto de la Cooperación, Rosario – Santa Fe.

Revista IDELCOOP – 2005 – Nº 160 - Ediciones Idelcoop – Instituto de laCooperación, Rosario – Santa Fe.

Revista Mercado – marzo 2005 – Nº 1044.Revista Punto De Desequilibrio – mayo 2007 – Nº 1.Rigou, María y Moreno, María Verónica, (2006) – Modelos de relación entre fun-

daciones empresarias y organizaciones de apoyo de la sociedad civil en elejercicio de la RSE – II jornadas sobre Gestión de las Organizaciones de laSociedad Civil realizadas el 9 de noviembre de 2006 en Buenos Aires.

Kliksberg, Bernardo – La era Post Enron – La Gaceta de Económicas – diciem-bre 2003 – Nº 39.

Fuentes de información disponibles en Internet* Javier Echaide (agosto 2007), Responsabilidad Social Empresaria: un sobre-

vuelo por la norma ISO 26000. Disponible en: http://javierechaide.blogs-pot.com/2007/08/responsabilidad-social-empresaria-rse.html

* Javier Echaide (septiembre 2007), Responsabilidad Social Empresaria: unsobrevuelo por la norma ISO 26000 (segunda parte). Disponible en:http://javierechaide.blogspot.com/2007_09_01_archive.html

realidad económica 230 16 de agosto/30 de septiembre de 200760

estén asociadas con el paradigmacapitalista. Vincular los principiosy valores cooperativos con cate-gorías que en sí mismas contie-nen un alto grado de contradicciónno sería adecuado.

Tal vez, la mejor respuesta a laRSE desde el movimiento coope-rativo, sea fortalecer los principiosy valores ya consagrados sin caeren el uso de categorías ajenas alespíritu cooperativo: el bienestarde los cooperativistas y la comuni-dad toda.