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SUDESTADA 1 Latinoamérica: ¡ahora o nunca! EDITORIAL ¿Q ué se esconde tras la generosa y ami- gable propuesta de EE.UU. al resto del continente americano, al sur del Río Bravo, su tan preciado patio trasero? Co- mo ya señalamos en anteriores ediciones de SUDESTADA, EE.UU afrontará en el corto pla- zo (5 años) el problema de la falta de petróleo, gas, carbón y energía eléctrica. Las alternati- vas a esta inminente escasez de energía, pro- ducto del aumento de su capacidad de producción y consumo interno ya comenzaron a ser estudiadas minuciosamente. Al menos, así parece demostrarlo la sugestiva cercanía entre las principales áreas de recursos naturales de América Latina y las bases militares u oficinas administrativas y pretenciosos programas de desarrollos e inversiones diseminados en la re- gión. En este sentido, el especial interés demos- trado por las agencias antiterroristas en la zona de la triple frontera (que sirvió de excusa para instalar una base militar yanqui en la zo- na), tiene más que ver con la importante reser- va acuífera que con actividades de inteligencia. Para terminar de consolidar este verdadero plan de expoliación, en 1994, presentó en la Primera Cumbre de las Américas el ALCA (Área de Libre Comercio de las Américas), que debería entrar en vigencia no más allá del 2005. Este proyecto propone la consolidación de las políticas neoliberales, poniendo de rodi- llas y al servicio de EE.UU. todas las econo- mías regionales del continente. La instalación de un mercado común con clara hegemonía yanqui le permitirá aumentar su poder econó- mico y político en la región. Cierto es que al precio de condenar a la pobreza y marginali- dad a los pueblos americanos. Una vez más, el imperialismo, cada vez de manera más desem- bozada, intenta rapiñar con su garra opresora las inmensas reservas naturales de América La- tina. Pero para eso deberá sojuzgar los focos de resistencia a su proyecto de dominación im- perial que comienzan a insinuarse en el conti- nente olvidado. El Compañero Presidente Néstor Kirchner acaba de cerrar un acuerdo con el FMI desde una postura digna y sobera- na, resistiendo una presión formidable para ajustarle las clavijas a la Argentina por parte de los países europeos (los más enojados por el default son los acreedores privados), sumados a algunos financistas influyentes de EE.UU. No pagar hipotecando la recuperación de la economía”, que comienza a registrarse en la evolución de la demanda laboral, fue la consig- na. Cierto es que las presiones del FMI, el ALCA, el G7, los acreedores privados, recién empiezan. La herencia de veinticinco años de recetas neoliberales ha dejado a la Nación des- mantelada, a merced de estas auténticas aves carroñeras y sus alca-huetes vernáculos. Sólo la firme disposición del pueblo a la lucha puede vencerlos. Nuestra Patria tiene una tradición de doscientos años de lucha revolucionaria y anti-imperialista. Como nuestros hermanos de la América Criolla, queremos ingresar a la his- toria universal como una Nación independiente y unida, no como una Nación inconclusa. La tarea de unificar a América Latina es de una ri- gurosa necesidad para hacer frente a los enemi- gos que la acechan. LATINOAMÉRICA: ¡AHORA O NUNCA! Héctor Fernández

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SUDESTADA 1

Latinoamérica: ¡ahora o nunca!

EDITORIAL

¿Qué se esconde tras la generosa y ami-gable propuesta de EE.UU. al restodel continente americano, al sur del

Río Bravo, su tan preciado patio trasero? Co-mo ya señalamos en anteriores ediciones de SUDESTADA, EE.UU afrontará en el corto pla-zo (5 años) el problema de la falta de petróleo,gas, carbón y energía eléctrica. Las alternati-vas a esta inminente escasez de energía, pro-ducto del aumento de su capacidad deproducción y consumo interno ya comenzarona ser estudiadas minuciosamente. Al menos, asíparece demostrarlo la sugestiva cercanía entrelas principales áreas de recursos naturales deAmérica Latina y las bases militares u oficinasadministrativas y pretenciosos programas dedesarrollos e inversiones diseminados en la re-gión. En este sentido, el especial interés demos-trado por las agencias antiterroristas en lazona de la triple frontera (que sirvió de excusapara instalar una base militar yanqui en la zo-na), tiene más que ver con la importante reser-va acuífera que con actividades de inteligencia.Para terminar de consolidar este verdaderoplan de expoliación, en 1994, presentó en laPrimera Cumbre de las Américas el ALCA(Área de Libre Comercio de las Américas), quedebería entrar en vigencia no más allá del2005. Este proyecto propone la consolidaciónde las políticas neoliberales, poniendo de rodi-llas y al servicio de EE.UU. todas las econo-mías regionales del continente. La instalaciónde un mercado común con clara hegemoníayanqui le permitirá aumentar su poder econó-mico y político en la región. Cierto es que alprecio de condenar a la pobreza y marginali-dad a los pueblos americanos. Una vez más, el

imperialismo, cada vez de manera más desem-bozada, intenta rapiñar con su garra opresoralas inmensas reservas naturales de América La-tina. Pero para eso deberá sojuzgar los focosde resistencia a su proyecto de dominación im-perial que comienzan a insinuarse en el conti-nente olvidado. El Compañero PresidenteNéstor Kirchner acaba de cerrar un acuerdocon el FMI desde una postura digna y sobera-na, resistiendo una presión formidable paraajustarle las clavijas a la Argentina por partede los países europeos (los más enojados por eldefault son los acreedores privados), sumadosa algunos financistas influyentes de EE.UU.“No pagar hipotecando la recuperación de laeconomía”, que comienza a registrarse en laevolución de la demanda laboral, fue la consig-na. Cierto es que las presiones del FMI, el ALCA, el G7, los acreedores privados, reciénempiezan. La herencia de veinticinco años derecetas neoliberales ha dejado a la Nación des-mantelada, a merced de estas auténticas avescarroñeras y sus alca-huetes vernáculos. Sólola firme disposición del pueblo a la lucha puedevencerlos. Nuestra Patria tiene una tradiciónde doscientos años de lucha revolucionaria yanti-imperialista. Como nuestros hermanos dela América Criolla, queremos ingresar a la his-toria universal como una Nación independientey unida, no como una Nación inconclusa. Latarea de unificar a América Latina es de una ri-gurosa necesidad para hacer frente a los enemi-gos que la acechan.

LATINOAMÉRICA: ¡AHORA O NUNCA!

Héctor Fernández

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El Estado imposible pergeña-do por los sucesivos gabine-tes neoliberales que gober-

naron desde 1976 al 2001 colapsó,más bien por ausencia que por ago-tamiento.

Ese Estado mínimo que debíaocuparse de “funciones específicas”terminó siendo un gran vacío por elque se fueron todos sus personeros,dejando tras de sí una nación frag-mentada, sin destino aparente. A noconfundirse, no hubo errores niequivocaciones por parte de quienesimplementaron en los últimos vein-ticinco años este siniestro plan cuyodesenlace natural, de no ser por lareacción popular, hubiera sido ladolarización que nos hubiera puestoprácticamente en la condición de unEstado libre asociado a Yanquilan-dia. Debemos mensurar en su justadimensión lo que significó la salidade la convertibilidad, esa inmensajaula en la que la dupla Cavallo-Menem metieron al pueblo argenti-no tirando la llave afuera. Resultacasi obsceno recordar a los gurúesde la City y a sus inefables exégetasmediáticos pronosticar a mediadosdel 2002 que el dólar iba a disparar-se a 9 ó 12 pesos, con su secuela del

supuesto aislamiento de la comu-nidad internacional que nos habíacobijado en su seno durante los úl-timos veinticinco años. Lástimaque durante todos esos años des-bordantes de dicha para el pueblo,según ellos, éste había asistidoperplejo a la desaparición forzada

2 SUDESTADA

Política nacional

Las dificultades enla reconstruccióndel Frente Nacional

El peronismo

debe devolverle

al pueblo unproyecto

estratégicode

Nación ”

de 30.000 personas, a una guerracontra la OTAN, al progresivoaunque desembozado desguace delaparato productivo, a la entrega desus reservas naturales y minerales,a la imposición de una deuda cer-

cana a los 180 mil millones de dó-lares, entre otras cosas.

Mal que le pese a los amantesde la revolución con escuadra y ti-ralíneas, como decía “el gordo”Cooke, nuevamente la responsabi-lidad de devolver la dignidad alpueblo argentino recae sobre elperonismo. El peronismo, históri-camente, tuvo los enemigos que semerecía, lo que no se merecía eranlos amigos. Estos “amigos”, seria-mente comprometidos con el re-ciente pasado neoliberal, transfor-maron al partido en una estructuravacía de ideología, funcional al sis-tema de dominación, alejándolo desu concepción movimientista. Almovimiento obrero organizado, co-lumna vertebral del Peronismo, sele deberán incorporar las inumera-bles organizaciones sociales surgi-das en la lucha contra el modeloneoliberal, de la misma manera enque el peronismo en la década delcuarenta integró a los sectores po-pulares a través de las organizacio-nes sindicales. Debemos reestruc-turar el Partido como única formade vertebrar nuevamente el movi-miento nacional, popular y revolu-

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SUDESTADA 3

cionario, socializando y sintetizan-do las experiencias y las prácticasde todos los compañeros. Es en es-te preciso momento, cuando co-mienzan a vislumbrarse en formaembrionaria síntomas de recompo-

sición en lo social y en lo económi-co, que debemos atender la políticaen su inabarcable dimensión, comocampo indivisible e integral. Elperonismo debe devolverle al pue-blo un proyecto estratégico de Na-

ción. Suena grandilocuente, mega-lomaníaco; pero debemos animar-nos y sacudirnos definitivamentelas rémoras de las miradas posibi-listas finiseculares.

Juan Sánchez Muñoz

Golpe militar, PlanMartínez de Hoz,

desparecidos, Malvinas,Plan Sourrouille, Pacto deOlivos, convertibilidad…

¿Todavía creemos que todoesto fue obra de la

casualidad?

P O L I T I C A N A C I O N A L

Los otros muertos de IrakAl cierre de esta edición, se produjo en España un ro-tundo triunfo del PSOE sobre el liberal Partido Popular,a pesar de encuestólogos y politólogos que preveíanuna derrota del PSOE a manos del partido de Aznar por7 ó 10 pumtos de diferencia. El reciente atentado en lasestaciones ferroviarias de Atocha y Pozo de Tío Rai-mundo parece ser el factor que volcó al electorado a fa-vor de Rodgríguez Zapatero (foto), por su férreaoposición a la intervención de España en la injusta in-vasión a Irak, justificada por una campaña montada porla CIA y el Departamento de Estado norteamericano.Luego del triunfo, Rodríguez Zapatero anunció el retirodel contingente español. En Inglaterra, similares dificul-tades enfrenta Tony Blair dentro del Partido Laboral yen el seno de su gobierno. Parece que han terminadolos tiempos de bonanza para Bush y su cada vez másdesdibujada teoría del “Eje del Mal”.

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4 SUDESTADA

Una mirada a la comunicación política de las últimas dos décadas

EL PODER YLA PALABRAP robablemente Juan Jacobo

Rousseau ya lo supiera.No obstante, fue Octavio

Paz quien lo expresó con todas lasletras: “El contrato social no esotra cosa que un contrato verbal”.Nuestro país, nuestra realidad delos últimos años, es la prueba evi-dente de esta afirmación.

En la Argentina del 2000, elpueblo quiso saber, otra vez, dequé se trataba. Y la clase política–que precisamente a partir de suconformación como “clase” asu-mió todos los vicios clasistas: ce-rrarse en torno de sí misma,exhibirse con formas y escalas di-ferentes a los del resto de la socie-dad y, sobre todo, adoptar unlenguaje extraño, internista, casiuna jerga para iniciados– no le diorespuesta.

El slogan ocupó el lugar de lapolítica. Pero, ahora, de manera tancríptica, tan incomprensible, que nisiquiera pudo producir el encanta-miento de la persuasión.

Hablaba esa clase política –máshija de los marketineros que de larealidad–, de cuestiones tales como“desarrollo sustentable” (como sihubiera algún desarrollo real que nofuera sustentable en sí mismo); “re-formas de segunda generación”–cuando el Pueblo no podía distin-guir en su propia calidad de vidacuál había sido la primera genera-

ción de reformas–; “economía so-cial” –como si la economía no fueraalgo que afecta a la sociedad en suconjunto– o “transparencia”, la mássutil y engañosa de las metáforas–los argentinos descubrimos tarde ydolorosamente que la tan mentadatransparencia era una manera deocultar, de mostrar a trasluz para noexhibir: una especie de oscuridadpor exceso de luminosidad–.

Fue el tiro del final. El gestoque faltaba para terminar de cortarlos pocos y lastimados lazos queaún existían entre dirigentes y diri-gidos. Una suerte de actitud suicidaque desembocó en el “que se vayantodos” de diciembre de 2001.

El Pueblo era claro en su de-manda. “Todos” significaba preci-samente “todos los que hablan decosas que no entendemos”. Incluía:a los políticos en general; a la ma-yoría de los periodistas que articu-laban con esos políticos; a unnúmero importante de empresariosque se consideraban –intereses me-diante– dentro de la “clase política”y a toda una lista de personajes no-torios –artistas, banqueros, vedet-tes, deportistas y hasta payasosmediáticos– que conformaban la“trouppe” que alimentaba y se ali-mentaba de la política.

El Pueblo, que no entendíaaquella jerigonza clasista, sí perci-bía con claridad que detrás de las

palabras difíciles y las construccio-nes retóricas complejas había unaclara intención de engañarlo. “Siusted no entiende, pida que le ex-pliquen de nuevo –solía ejemplifi-car Scalabrini Ortiz respecto de laeconomía–, y si cuando le explicansigue sin entender, entonces lo es-tán embromando”.

Las parábolas eran sólo una re-petición de promesas incumplidas.Las metáforas, una sofisticada for-ma de ocultamiento de la mentira.

“Voy a ser el maestro de todoslos niños; voy a ser el médico detodos los enfermos...”, decía de laRúa desde un spot publicitario y elciudadano esperaba que inclusofuera “el padre de todos los huér-fanos”; pero nada. Promesas va-cías. Cero gestión, menos compro-miso. Un pasaje al olvido.

Y la sociedad olvidó. Lo olvi-dó. Primero lo sacó de la casa deGobierno. Y luego lo borró de lamemoria colectiva. Casi culposa-mente lo borró, pero lo borró.

No había habido acción algunaa favor de las demandas popularesy, sobre todo, no había habido nin-guna palabra clara, justa, sensataque el Pueblo pudiera recordar. En-tonces, “que se vayan todos”. To-dos los que mienten, todos los queprometen y no cumplen, todos losque no son claros, ni directos, ni si-quiera precisos.

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SUDESTADA 5SUDESTADA 5

El lenguaje del Poder

Dice la lingüista Cristina Corea:“El lenguaje propio de la políticaes el lenguaje en el que transcu-rren las relaciones de poder, en ellímite, sin encubrimiento”. La polí-tica argentina le debía al Pueblo lautilización de un lenguaje simple yclaro que incluyera a todos los ac-tores sociales.

A partir la crisis de 2001 losciudadanos comenzaron a rearticu-lar su relación con la política a tra-vés de la palabra. En este caso, lapalabra dada por un político queasumió la conducción del país en elmomento de mayor crisis y que afuerza de sinceridad empezó a re-construir los deteriorados lazos so-ciales.

¿Duhalde decía la verdad? Es lomenos importante. Porque, en todocaso, él decía su verdad en la medi-da en que podía conocerla y asícumplir con lo enunciado.

Es precisamente ése el punto deinflexión. El tambaleante gobiernode Eduardo Duhalde, atado másque nada por el espanto mutuo –eldel Pueblo y el propio– que provo-ca la disolución, comenzó a nave-gar aguas más tranquilas en elexacto momento en que el “presi-

P O L I T I C A N A C I O N A L

La debilidad de Dela Rúa era tal queterminóresponsabilizandoa los medios por elcomienzo de ladebacle de sugestión.

dente de la transición” decide queen fecha y hora prefijada, “abando-nará el poder”, es decir, le entrega-rá, a quien haya sido elegido por elvoto popular, la presidencia de laNación.

La verdad, entonces, se vuelve“verdad política”. Duhalde habla entérminos en los que el ciudadanoentiende. Si el gobierno es de “tran-sición” es porque Duhalde “se va air”. Y, lo más importante es que lohace.

Se va. Ni un minuto antes ni unminuto después de lo prometido.Cumple su compromiso pero ade-más cumple, en términos fácticos,lo enunciado. Es la “transición” en-tre dos gobiernos democráticamenteelectos pero, también, entre la des-confianza y el volver a creer.

En esta acción se derrumbanaños de mensajes contradictorios.

“Con la Democracia se come,con la democracia se educa, con lademocracia...”, con la democraciallegó la hiperinflación y el desabas-tecimiento; los cortes de luz progra-mados, las corridas del dólar, elabandono del gobierno antes detiempo.

“Síganme, no los voy a defrau-dar”, pero el rumbo –que lo había,sin duda– no era el mismo que elPueblo esperaba. No incluía a to-dos. Y la mayoría se dio cuenta re-cién al final del camino.

“El avión (presidencial)es lin-do, muy lindo, pero lo vendo”. Y nosólo no lo vendió sino que paseó,hizo turismo y hasta tomó deudaexterna sobre la máquina.

Este último caso –el de Fernan-do de la Rúa– es, probablemente, elmás emblemático en lo que a laecuación “dilución del discurso =pérdida de poder” refiere.

“Por introducirse demasiado enel torrente de imágenes, la autori-dad se licua (...) En videocracia, lapersonalización (física) tiende aarruinar la personificación (mo-ral). La transparencia liquida latrascendencia”

1dice Regis Debray

Si el gobierno es de «transición» es porque Duhalde«se va a ir». Y, lo

más importante esque lo hace. Se va.Ni un minuto antes

ni un minutodespués de lo

prometido ”

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6 SUDESTADA

explicando el sistema de comunica-ción del gobierno francés. Y, suspalabras, pueden perfectamenteaplicarse a la construcción discursi-va del gobierno de De la Rúa.

Un presidente poblado de aseso-res de marketing –desde el reputadoconsultor estadounidense Dick Mo-rris hasta el publicista Ramiro Agu-lla, amigo de Antonio de la Rúa– yexpuesto a todas las técnicas demercadeo moderno dio, como resul-tado, un modelo de comunicaciónque lo despojó de los símbolos delpoder para volverlo “más humano”.

Cualquiera que lo desee –por-que la memoria colectiva respectodel período De la Rúa parece sufrirde amnesia– puede recordar aque-llos avisos televisivos en los que elentonces presidente por la Alianzase mostraba en un ámbito personal,con luces bajas, apelando a un dis-curso intimista, tomado casi en pri-mer plano y despojado de toda lasimbología del poder.

De la Rúa –consultores median-te– había elegido desacralizar laimagen presidencial en pos de lacomunicación pero esto actuó enforma contraria a sus deseos: le res-tó poder y además hizo más confu-so su mensaje, con el resultado quetodos conocemos.

El discurso de Kirchner

Néstor Kirchner aprendió rápi-damente la lección del discurso. Yadurante su campaña apeló a fórmu-las directas, en las que el Pueblo setransformó en el “sujeto de poder”.Basta con recordar, por ejemplo, elseguimiento que Crónica TV reali-zaba de los actos de Kirchner y te-ner en cuenta que al final de cadaspot eran dos o tres asistentes al ac-to los que decían de su confianzapor el candidato, de la claridad conla que planteaba su mensaje y de suapuesta (la de los dicentes) a la po-sibilidad de que éste fuera presiden-te de los argentinos.

La decisión se profundiza unavez en el Poder. El día mismo de su

asunción rompe el protocolo y sepone –y se expone– en contacto di-recto con el Pueblo. Un pequeño ac-cidente –una cámara fotográfica quelo golpea sin querer– deja la secuelade este contacto: el presidente heri-do por acercarse a los ciudadanos esun instrumento de “anclaje” difícilde superar.

Pero Kirchner no se detiene allí.Profundiza la decisión. Duplica laapuesta. Usa la cadena nacional –lamisma que De la Rúa había abando-nado hasta que tuvo que anunciar elEstado de Sitio– para convocar alPueblo a presionar a sus legisladoresen pos de cambiar la Corte Suprema.

Quiero detenerme en esto. ElPresidente no presionó a los diputa-dos y senadores directamente –aun-que todos escucharon y entendieronel mensaje–. Se dirigió a los ciuda-danos y los instó a interceder ante“sus representantes” para lograr lasmodificaciones que el propio Pueblopedía.

Con esta acción, Kirchner obtu-vo una victoria en varios frentes: porun lado alcanzó su objetivo de co-menzar a introducir cambios en unaCorte que podía resultarle hostil; porotro, dio una clase de acción Repu-blicana al introducir en el debate delos poderes al único Poder que lossobrevuela: el del Pueblo y, en ter-cer lugar recuperó el esquema bási-co de comunicación social que laPolítica había abandonado desde ha-cía ya tiempo: como emisor (políti-co) dirigió el mensaje (discurso)alos verdaderos receptores (ciuda-danos)y utilizó a los medios comocanal (radio y televisión).

Así de simple, así de básico, asíde eficaz. La actitud comunicacio-nal del presidente –y de todo su ga-binete– se ha mantenido, desde elprimer momento, en esta línea: elPueblo, como objeto del mensajepero, a su vez, como sujeto de po-der.

El discurso presidencial del pa-sado 1º de marzo, en ocasión de laapertura de las Sesiones Ordinariasdel Congreso, insiste con ese mode-lo: en el cierre, Kirchner pide per-miso a los legisladores y envía unmensaje al Pueblo instándolo aacompañarlo. Dice “si ustedes, se-ñores legisladores me lo permiten,yo quiero, desde este honorableCongreso, pedirle al pueblo argen-tino que me ayude, pedirle al puebloargentino que me acompañe, pedir-le al pueblo argentino que nos dé lafuerza espiritual ante los momentosmás difíciles” y así cierra un mensa-je que, en todo momento pone alciudadano como protagonista.

Kirchner no viene a ser “el Pre-sidente más exitoso de la Historiade la Argentina” ni tampoco “el mé-dico de los enfermos, el maestro delos niños...” etc. Kirchner no agita laConstitución en la mano, como sifuera una Biblia. Ha decidido estardel lado del Pueblo. Ser el presiden-te que han elegido los argentinosluego de atravesar la peor crisis detoda la historia de la Nación.

Un presidente tiempo completo,tan preocupado en corregir la Leyde Presupuesto como de visitar uncomedor escolar. Pero, sobre todoun presidente de pocas palabras. Pa-labras muy precisas. Palabras quetodos entendemos. Un presidenteque reconstruye el Contrato Social ylo sella con un Pacto Verbal.

Carlos CaramelloDirector del INCaP

1 Regis Debray. El Estado Seductor, Edicio-nes Manantial. Buenos Aires, 1995, pág. 24.

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SUDESTADA 7

E l peronismo “es” el movi-miento social históricomás trascendente y com-

plejo de la historia política argenti-na.

En sus consignas fundantes yfundamentales expresa y define lamás alta conciencia política y lamás extensa y articulada proposi-ción de configuración de la socie-dad.

Siempre sostuvo, por el origende los actores fundacionales, su na-turaleza “Nacional y Popular”, ledio forma orgánica consumándolaa través de su capacidad de acumu-lar “poder político”.

La primera fase de su desenvol-vimiento está signada, políticamen-te por la posguerra y la emergenciade la hegemonía de Estados Unidosen el “sistema mundo” contempo-ráneo.

En lo referente a la etapa delcapitalismo, por la expansión delcapital a través de la producción enmasa bajo el control de la Organi-zación Científica del Trabajo, elfordismo y el Estado de Bienestar.

Por tanto no es extraño que lacuestión nacional se resolviera so-bre la base de la organización delos trabajadores industriales urba-nos diestros.

A través del peronismo éstos,se incorporaron a la toma de deci-

PENSARINVERTIDO

Un modo de acción a través del discurso liberal

P O L I T I C A N A C I O N A L

PENSARINVERTIDO

siones, no solo como repre-sentados, sino de manerareal y efectiva.

El Peronismo, a partir deallí, se define como la “realpolitik” de la Argentina.

Resulta, a partir de esteconcepto, más fácil com-prender la convicción depoder que lo acompaña portodo su recorrido.

El 17 de Octubre de1945, fecha aceptada por to-dos, se formula “la alianza”fundacional entre su líder,el General Perón y los tra-bajadores organizados.

Alianza estratégica que jamás serompió a pesar de los pesares de losgrupos de sectores antipopulares,con intereses y dependencias del ca-pital transnacional e incluso, no lamenos de las veces, de sus propiosdirigentes al modo de cuña del mis-mo palo.

Sin embargo, el peronismo histó-rico mantuvo su vitalidad, refugiadoen el seno del pueblo, que al modode las aves incuba su recuperaciónideológico-política protegido debajode su cuerpo.

Esta potencia, a veces difícil decomprender, se debe a la naturalezade su pacto inicial.

Nos referimos a este tópico, porque pensamos que el espacio desdeel que se resuelve el “problema ar-

Perón y Quijano, presidente y vicepresidenteelectos, ante una concentración popular, enabril de 1946.

gentino” es el movimiento peronis-ta. En él vive, y en muchos casospervive, la conciencia políticamenteelaborada del sujeto histórico: elPueblo.

Reafirmamos la noción de Suje-to y la contraponemos a la nociónde objeto.

Porque algunos piensan “invertido”.

Algunos sectores del hacer polí-tico, y no nos referimos solamente alos sectores tradicionalmente reac-cionarios, sino a los sectores y gru-pos de sectores que se reivindicancomo peronistas, filoperonistas e in-cluso aquellos que sin serlo partici-pan con una mirada conciliadoraacerca de él.

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8 SUDESTADA

Piensan invertido, forma neciay cínica del pensar.

Esta forma de pensar devela elorigen formativo del pensamientoque subyace.

Su origen liberal e iluministales hace pensar, o les gusta pensar,al pueblo como objeto.

En realidad, para ellos, el con-cepto pueblo, tan vapuleado porotra parte, es una ilusión, una for-ma de la utopía política, una pala-bra de su discursividad, de supoética, de su retórica.

Detrás de la escena, que montanverborrágicamente, plantean, sindecirlo, el ideal del modelo políticode elite.

Históricamente este ideal secta-rio sostiene la urgencia de la van-guardia y se define como el “pensarpor el otro”.

He aquí la esencia del porquéde la inversión de los términos.

Las razones, nunca dichas, es-tán presentes sistemáticamente ensu praxis política en las que el“otro”, léase el pueblo como identi-dad colectiva, no puede pensar porsí, es un desvalido político, una en-tidad abstracta, informe.

Desde este lugar del pensar in-vertido, sus acólitos se regodeancomo el sepulturero anunciandomuerte –a decir verdad son ya va-rias las muertes del peronismoanunciadas–.

Creen que solo ellos tienen lacapacidad y la autoridad, queaprendieron en el claustro universi-tario, de otear el horizonte y prede-cir destinos fatales que por otraparte lo revisten con el carácter deinsoslayable.

En cambio, los peronistas, esdecir el pueblo, a contrapelo de suselucubraciones, sigue votando pe-ronistas.

Me dirán seguramente que esamedida no alcanza a significar na-da, o que por lo menos no alcanzapara fundamentar racionalmenteque el peronismo sigue siendo elalma y la práctica del pueblo.

Por supuesto que lo van a decir,son alumnos de las formas reac-cionarias del pensar invertido, ylo dirán, causalmente, por que su“lógica racional” está invertida einvestida de formas del pensarantipopular.

La democracia popularque el peronismo propo-ne, y lleva adelante, aten-ta contra su naturaleza.

Por que el peronismosiempre vuelve por sufueros históricos. Reini-cia obstinadamente el ci-clo a partir de susmejores componentesideológicos.

Y hoy está reencontrando su pa-sado más glorioso con la miradaatenta en los nuevos contextos polí-ticos internos y externos, a travésde su conducción actual: el Presi-dente Néstor Kirchner. Que porotra parte es peronista, valga la pe-rogrullada del recordatorio, por sialgunos no lo recuerdan.

Conduciendo este proceso, elPresidente repone la noción movi-mientista incorporando a sectoresde “adentro y afuera”.

Impone la recuperación de lapolítica como un modo del hacerdespojada de cinismo y como amal-gama para la construcción de unedificio social justo.

Cierra la brecha con la sociedady le propone un camino hacia sureencuentro consigo misma y consu instrumento, la política.

Revalora la noción de pueblo yexpresa una comunicación directa,sin intermediaciones.

Este mecanismo, esencialmenteperonista, permite una interpreta-ción objetiva de los deseos colecti-vos y los transforma en insumospara producir una acción de gobier-no de la más pura raigambre doctri-naria: “... Un gobierno, peronistaaclaramos nosotros, es aquel quehace lo que el pueblo quiere y de-fiende un solo interés, el del pue-blo”.

A no confundirse… ES peronista.

Esta revalorización social de lapolítica trajo aparejada un aumentoen la intensidad. Aumento que seevidencia en la explosión de siglasy nuevas organizaciones. Este fenó-meno amplifica el espacio analíti-co, el de la participación y remozadialécticamente la noción de ideo-logía como sustento de la praxispolítica.

Damos la bienvenida a los nue-vos participantes del hacer político,a las nuevas formas de la militanciay del compromiso social activo.Los necesitamos para configurar uncuerpo político sustentable quepueda hacer frente, desde la solida-ridad ideológica y orgánica, a lasfuerzas, que desde adentro y afueradel campo nacional y popular, in-tenten, y lo intentarán, revertir, re-trasar o aniquilar, según el momen-to, los avances de la Nación haciala justicia social.

Por eso alertamos acerca de losriesgos, que todo proceso conlleva,en lo atinente a la desvinculaciónde los actores del campo popularcon el sujeto histórico que les dasentido: el pueblo Argentino y suorganización política, el Movimien-to Peronista.

Vicente “Tito” Calvano

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SUDESTADA 9

P O L I T I C A N A C I O N A L

V an varias veces que escu-cho expresiones de preo-cupación por parte de

compañeros que suponen que por-que las generaciones más jóvenesno se han formado en el Peronismoy lo desconocen, y hasta lo identifi-can con el menemismo, nunca seharán peronistas, inclusive en el ca-so de los que se entusiasman, porejemplo, con el gobierno de NéstorKirchner. No me parece.

Yo tengo 32 años. No soy jo-ven, pero casi... no conocí al pero-nismo de Perón, pero casi...Tampoco conocí al rosismo de Ro-sas, ni al caudillismo de los Peña-loza, ni el continentalismo de SanMartín... ni al gaucho de José Her-nández... Ni al montonerismo delos soldados de la Independencia...etc.

Pero supe de todos ellos porquealguien decidió que era necesariorevisar la historia oficial, porque“algo olía mal en Dinamarca”...

En realidad, ante el surgimientode las etapas superiores del Movi-miento Nacional en el siglo XX,empezó a sentirse la necesidad dedar sentido histórico a las luchasdel momento, no por melancolismo(¿existirá esta palabra?), sino paraaprovechar el camino ya recorridopor otros y no transitar por segundavez las zonas más escabrosas, su-pongo...

En esta Argentina está rota lacadena del conocimiento. A algu-

nos, temerosos de enfrentar su his-toria, esto no les importa. Porejemplo, la radical Elisa Carrió(que eligió ser radical no en 1920,sino a fines de siglo) ha dicho algu-na vez en una sesión de Diputadosque “la Política es el arte de empe-zar de nuevo”... ¡Pamplinas!, si seme permite...

La Política no tiene ningún de-recho de arrebatar a las generacio-nes nuevas su Historia y suexperiencia. Tiene más bien laobligación de confrontar al presen-te con el pasado para que el Pueblopueda reconocerse, generación trasgeneración, en las viejas y en lasnuevas luchas.

No creo que sea tarea de Kirch-ner, pero sí nuestra. Hay que pero-nizar el discurso. No incurrir en elperonismo vergonzante. Repetir adiestra y siniestra que este gobiernoes bueno porque es peronista, y noa pesar de ser peronista.

Porque no sería de extrañar queel ultrismo progre, generalmentemal consejero en política, terminepor soltarle la mano al Presidente ydejarlo a merced de las fieras, si nole muerde también los garrones.

Entonces, no podemos descan-sar en el “progresismo de Kirch-ner”, porque Kirchner es peronista.Y los progres pronto van a descu-brir que no les gusta tanto y le vana clavar el puñal por la espalda.

Habrá que trabajar fuertementeen la difusión doctrinaria. Es cier-

to: sin “asustar” innecesariamente aestos jóvenes a quienes el aparatocultural de prestigio les ha enseña-do a ser no-peronistas y a-políticos(si es que tal cosa existe). Porquealgunos nostalgiosos del decreto4161 parecen querer prohibirnos laidentidad.

Pero también hay que quitar lasvendas, como el Revisionismo lohizo con una generación de argenti-nos. Ahí tenemos una herramientaque debería ser la punta de lanza detoda difusión y de cada recluta-miento: la inmensa mayoría de losjóvenes comprometidos con el des-tino del país y de sus habitantesleería maravillada el “Modelo Ar-gentino para un Proyecto Nacio-nal”, ese verdadero testamentopolítico y doctrinario que nos brin-dó Perón allá por 1973 y que siguesiendo vigente para enfrentar al li-beralismo consumista que se irguiótriunfante a finales del Siglo XX.

El Peronismo, expresado enaquel programa básico del 73, po-dría ser notablemente atractivo paralos jóvenes ávidos de transforma-ciones, porque en definitiva hoy laopinión hegemónica de la protestasocial en todos los niveles es pero-nista aunque no lo sepan muchos.Se reclama mayor participación delEstado como árbitro de la sociedad;se pide de la política transformacio-nes que distan de ser propias de unademocracia apacible y aséptica; seprotesta por las privatizaciones

Yo te quiero darALGO DE CORAZON

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10 SUDESTADA

Escarbes lo que escarbes, en la Argentina te encontráscon dos visiones básicas sobre las causas de la debilidadnacional. Por un lado estamos lo que creemos que el paísestá como está porque no ha logrado ser independiente.Por el otro, los que creen que está así por intentar serlo.

Vos, ¿de qué lado estás?

(aunque todavía existe el prejuiciode que “el Estado es mal adminis-trador”); se condena la actitud im-perialista norteamericana; secomprende la necesidad de launión al menos sudamericana; serequiere una más justa “distribu-ción de la riqueza” (concepto queelude el ya conocido de “justiciasocial”); etcétera, etc.

Pues es nuestra obligación ha-blar del derecho a la libre determi-nación de los pueblos; revalorizaral Tercer Mundo; impulsar la uni-dad americana CONTRA el Alca;promover el Estado promotor, si seme permite la redundancia; bogarpor la “re-ferrocalización” de todoel país; revalorizar al movimientoobrero con miras a su unidad; exi-

gir autonomía en las relaciones ex-teriores; reclamar el impulso delmercado interno con concienciaecológica; etcétera, etc.

Todo esto es Peronismo, es Pa-tria, es Pueblo. Es pasado y es pre-sente. De nosotros depende que seafuturo.

Juan Cruz Cabral

¿Qué es el Ser Nacional? (fragmentos)Hernández Arregui

“La cuestión de la liberación nacional es impartible de la liberación de la Américalatina, la gran nación inacabada por el empuje anglosajón durante el siglo XIX. Eneste plano de la consideración histórica del asunto, el ‘ser nacional’, desmondado desu cáscara ideal, no es otra cosa que el enfrentamiento de la América latina conInglaterra y Estados Unidos, la conciencia revolucionaria de las masas frente a lacuestión nacional e iberoamericana.”“(...) Revocar la imagen aceptada sin crítica sobre España y sobre la AméricaHispánica, es romper con falsos nacionalismos que han marcado nuestra servidumbrematerial y cultural a lo largo de los siglos XIX y XX. Únicamente es legítimo –comotrataremos de probarlo– hablar de un nacionalismo iberoamericano, apto para resti-tuirnos nuestro pasado y, a través de la conciencia histórica del presente, abrirnos aun porvenir de grandeza.“(...) Para reconocernos hispanoamericanos, es perentorio conocer la historia de laAmérica Hispánica, deformada mediante técnicas de penetración y dominio que elimperialismo utilizó durante el siglo XIX para guardarnos desunidos. (...) El estudio dela historia iberoamericana es la substancia de nuestra formación como argentinos.”

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SUDESTADA 11

E C O N O M I C A S

L os indicadores económicostienen características es-pectaculares. La construc-

ción crece a un ritmo del 30%anual por segundo año consecuti-vo. Tras la recuperación industrialdel 2003 (16,2% anual), el 2004comienza con un crecimiento del12,2%. La utilización de la capaci-dad instalada de la industria creciódel 58,8% en enero 2003 al 65,6%en enero 2004. El campo preparauna nueva cosecha récord. Los ser-vicios públicos ven crecer su de-manda de modo dispar pero todosalcanzando los niveles del 2001. Lainversión crece el 20% aproxima-damente y eso explica el sostenidocrecimiento de la industria metal-mecánica, 16,1% enero 2004 con-tra el anterior. La tasa dedesempleo bajó, en el 2003, 4 pun-tos respecto al 2002 según la nueva

medición y 2 puntos según la medi-ción anterior. La tasa de inflaciónse mantiene en los niveles de laconvertibilidad, alcanzando en ene-ro 0,1% . La tasa de interés de pla-zo fijo alcanza el 2,65%aproximadamente y no deja de ba-jar, buscando estimular el consumoo la inversión, y no el ahorro finan-ciero.

Podríamos continuar destacan-do datos positivos, pero queremoshacer algunas aclaraciones: es evi-dente que estamos ante un nuevomodelo económico de acumulaciónproductiva que se inició con la de-valuación, el congelamiento de ta-rifas y la pesificación de laeconomía cuando asumió EduardoDuhalde la presidencia. Así se pro-tegió la actividad productiva de lacompetencia extrajera y el cambiode precios la dotó de gran rentabili-dad. La convergencia de esta políti-

La Nueva Economía y el PeronismoLos indicadores económicos están dando resultados alentadores.Esto es solo el comienzo de un proceso de recuperación que todavíatiene un largo camino por recorrer.

A propósito de la recuperación económica

ca económica con una firme con-ducción política permitió la consoli-dación del modelo económico y elinicio de un ciclo largo de creci-miento que no dependa del capita-lismo internacional, ya que semantiene una política de superávitfiscal y se renegocia la deuda exter-na. Este ciclo largo de crecimientose inicia en marzo del 2002 de mo-

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12 SUDESTADA

ción a un dígito. Pero debemos de-cir que es de muy bajos salarios elempleo que se crea. Esto permiteconfigurar una sociedad capitalistacon empleo de sus recursos perocon altos niveles de pobreza, conuna clase trabajadora excluida delciclo de expansión económica;ecuación insostenible que frente auna crisis hará eclosión inevitable-mente.

Desde el punto de vista de unapolítica industrial, las empresas pri-vadas generadoras de energía (gas,luz) no están sometidas a ningunaregulación ni aparece en el debatepúblico proyecto alguno. Esto esmuy diferente a lo que pasa con elresto de los sectores privatizados.Pero el sector de la energía es deci-sivo para la industria porque, a lavez que un costo, es un insumo im-prescindible y su carencia paralizala producción. Debe ser abordadocon la misma firmeza que el restode las empresas privatizadas.

Mientras tanto, nos alegra quela política social mejore su calidadestimulando la inclusión en el mer-cado de trabajo de los desocupados.Pero no debemos olvidar que, hastaahora, los micro-emprendimientosque se desarrollan generan ingresoscomplementarios a los planes deJefas y jefes de Hogar y no sacande la pobreza a sus integrantes.

Ante la firmeza del gobierno enla negociación de la deuda externa,no podemos más que aplaudir yunirnos al pueblo argentino detrásde la propuesta presidencial. La Ar-gentina no puede tener un superávit

de más del 3% si quiere sacar a susociedad del desempleo y la pobre-za. Lo que va a definir el apoyo po-pular a esta propuesta es queefectivamente se gaste “el dineroque supere el 3% del superávit” encombatir la pobreza y el desem-pleo. En este sentido, también esbueno destacar que el incrementodel consumo no debe ir a productosimportados como desde julio 2003sucedió con bicicletas, textiles,electrodomésticos y otros denomi-nados por el INDEC “bienes de ca-pital”. Todos ellos se fabrican en laArgentina. Al comprarlos estamosayudando a resolver la crisis econó-mica de Brasil o algún otro paíspero no la nuestra. Si el gobiernono quiere emitir para aumentar elvalor del dólar, entonces es necesa-rio que tome otro tipo de medidaproteccionistas, no sea cosa que es-timulemos el consumo para salir dela pobreza comprando productosimportados.

Sino, puede pasar como con laindustria textil, que en enero 2004contra enero 2003 creció solo el2,55 pues se estancó desde julio del2003. Por eso felicitamos y nos ale-gramos cuando el gobierno protegea la industria argentina textil contrala invasión brasileña o a la produc-ción argentina de bicicletas contrala competencia china a través de suarmaduría en Uruguay.

Con confianza, con firmeza yalertas vamos a reconstruir a la Na-ción Argentina.

Luis Javier Scali

do tal que en enero 2002 la caídadel PBI y la actividad industrial ha-bían llegado al 20% y en diciembre2002 esas caídas eran del 10%, loque implica una recuperación dediez puntos en el 2002.

Este ciclo largo de crecimientoenorgullece a los argentinos perono implica una sociedad peronistaen el sentido de una inclusión conjusticia social, un estado fuerte yuna sociedad que define su rumbosocio-económico sin ser determi-nada por el capital multinacional.

Nosotros, como peronistas,acompañamos este proceso inicia-do en enero de 2002 y confiamosque nuestro gobierno nos conduzcapor un rumbo de justicia social ydignidad nacional, y entendemosque es un proceso que tiene etapas.Estamos seguros también de que elgobierno abordará la solución delas luces amarillas que aparecen enel camino.

Podemos destacar en este senti-do que la creación de empleo esmuy alta y probablemente en estemandato pueda llegar la desocupa-

La cosecha de soja seráfundamental para el ingreso dedivisas al país.

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SUDESTADA 13

Este modelo que impulsó po-líticas que enfatizaban la in-versión y especulación

financiera en perjuicio de la inver-sión productiva provocó altísimosíndices de desempleo, pobreza eindigencia. Frente a este panoramanace una nueva forma de lucha dela fuerza de trabajo, la recupera-ción de empresas, con el objetivode evitar el cierre definitivo de és-tas y la pérdida de empleos. Esteproceso llega a su momento cúlmi-ne en el año 2002 –cuando en laArgentina del gobierno de Duhaldese produjo la devaluación competi-tiva y exitosa que marcó el finaldel modelo de acumulación finan-ciera y el inicio de un modelo dedesarrollo productivo del que aúnfalta definir su perfil– con 160 em-presas recuperadas o en proceso derecuperación y alrededor de 10.000trabajadores retomando sus puestosde trabajo.

Un claro ejemplo de esta nuevaforma de organización de la clasetrabajadora es IMPA, cuando en1998, ante la posibilidad de quie-bra de la fábrica, sus trabajadoresrecuperaron y reorganizaron lacooperativa. Hoy, su planta es una

de las dos únicas del país en lasque se procesa el aluminio en todassus fases. Los trabajadores pasaronde cobrar entre 5 y 10 pesos porsemana a 900 pesos mensuales. Esuna empresa líder que ya exportó aBolivia y Paraguay y está en trata-tivas con Brasil.

Este proceso prueba lo siguien-te: Los trabajadores son capaces demanejar eficientemente las empre-sas

• Es posible la gestión solida-ria y colectiva de las empresas

• Es viable un poder econó-mico alternativo al capital privado

Frente al egoísmo e interés in-dividual del capital privado se con-trapone la solidaridad e interéscolectivo del capital cooperativo.Esta nueva forma de lucha generatambién lazos solidarios y proyec-tos comunes con otros sectores so-ciales como los desocupados, lasasambleas barriales, los estudian-tes, los artistas, etc. También hayque destacar la solidaridad de lasempresas ya recuperadas con lostrabajadores que buscaban retomarsus empresas. Esta solidaridad fuedecisiva y exitosa y culminó con laformación del Movimiento Nacio-

nal de Empresas Recuperadas,donde se aglutinan la mayoría deestas experiencias.

Es importante señalar que la re-cuperación y cooperativización delas empresas, no sólo implica la in-clusión en el mercado laboral y lareconstrucción del aparato produc-tivo, sino también distribución dela riqueza. Tanto desde el punto devista de los salarios, que en unacooperativa pueden ser más altosque en una empresa privada enigualdad de condiciones, como enla distribución de la propiedad delos medios de producción de unaforma menos concentrada y másequilibrada.

Para que pueda consolidarse es-te proceso de inclusión de los tra-bajadores que fueron dejados fueradel sistema productivo es necesariouna política de Estado decisiva ydecidida al respecto. Esta políticadebe traducirse en apoyo económi-co (Fondo Fiduciario para capitalde trabajo) y sanción de leyes (mo-dificación de la ley de quiebras)que permitan hacer efectiva la re-cuperación de empresas.

Luis Javier Scali

E C O N O M I C A S

Hecho por ARGENTINOSLa recuperación de empresas por parte de los trabajadores surge,en el proceso de agotamiento final del modelo liberal, como unanueva forma de lucha de la clase trabajadora

MADEINARGENTINA

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14 SUDESTADA

Creció la recaudaciónEl consumo fue uno de los principalesfactores que dieron impulso a la recau-dación impositiva. El aumento de febrerofue del 36,7% respecto del mismo mesde 2003, según anunció laAdministración Federal de IngresosPúblicos (AFIP). El titular del organismo,Alberto Abad, destacó que la mejora seprodujo por:• aumento en el nivel de actividad.• mayores pagos en Ganancias y BienesPersonales.• aumento en el movimiento de cheques(impuesto al cheque).En el primer bimestre del año los recur-sos fiscales treparon a 13.520 millonesde pesos, unos 2000 millones por enci-ma de la pauta presupuestaria.

Aumento en el consumo

Mientras los supermercados comenzaron el año conuna leve recuperación en sus ventas, los shopingsmuestran una recuperación superior al 30% en eneroen relación contra el mismo mes de 2003, la mayorsuba desde que hace un año se inició la recuperacióndel sector. La facturación anual de las empresas del rubro ascen-dió a $ 16.552 millones, con un incremento del 8,9%frente a 2002.Las ventas por metro cuadrado continuaron su ten-dencia descendente, con una baja del 3,2%, hasta to-car 416 pesos. Esta caída revela que durante el últimoaño continuaron las aperturas de locales en el sector.

Bajan las quiebras y lasdemandas

Las demandas presentadas por falta de pago durantefebrero ante los tribunales comerciales de la CapitalFederal fueron las más bajas de los últimos cuatroaños, con lo que se ubicaron en el nivel previo a la úl-tima crisis que desembocó en la pesificación y el co-rralito financiero.Los 8.560 juicios iniciados en febrero son un 39% in-feriores a los de igual mes de 2001, un 26,6% menosque los de 2002 y un 19% más bajos que en 2003.La cifra de quiebras decretadas es la más baja desdeagosto de 2002, es decir, en 16 meses. Los informes de la compañía de informes comercialesFidelitas muestran que la cadena de pasos se desarro-lla dentro de un clima cada vez más amigable, lo queconfirma la mejora en los medios de pago verificada alo largo de 2003.

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SUDESTADA 15

I N T E R N A C I O N A L E S

Bajo una verdadera lluvia demisiles lanzados desde uncoche apostado a 300 me-

tros del hotel, se firmaba la nuevaconstitución ante la absoluta indife-rencia del pueblo irakí que para en-tonces enfrentaba a pedradas unconvoy británico en Amara, cercade Basora, puerto de Simbad el ma-rino, hiriendo a 5 soldados.

El escenario dista bastante delidílico que imaginó George W.Bush, con el pueblo irakí volcado alas calles recibiendo alborozado alas tropas de la coalición que ve-nían a poner la piedra fundamentalde la revolución democrática, pací-fica y de libre mercado, que despa-rramaría por todo el Medio Orientesus mieses.

Es el infierno tan temido por losyanquis, la guerra después de laguerra, porque convengamos que elarsenal irakí debe estar poco menosque intacto, a juzgar por la escasacombatividad que opuso al avanceinicial de las tropas de la coalición.

Tal parece que la estrategia dela resistencia irakí es la de una gue-rra de desgaste prolongada, que seva instrumentando en el tiempo através de sucesivas fases de organi-zación clandestina. Así al menos

IRAK: LA GUERRADESPUES DE LA GUERRA

La invasión a Irak

parecen indicarlos los centenaresde soldados yanquis que regresan aEE.UU. en negras bolsas de polie-tileno.

Los últimos atentados parecenindicar un salto cualitativo en la or-ganización de la resistencia irakí,que suma los enfrentamientos di-rectos a los atentados comandadosa distancia con misiles y cochesbomba.

En la nueva constitución tiendea formar un gobierno provisorioque permitiría a EE.UU. pasarle elmanejo público a los irakíes “bue-nos”, es decir, aquellos que permi-tan que la totalidad del gas y elpetróleo sobre el que flota Irak flu-yan hacia Yanquilandia y los paí-ses integrantes del G7, o quequieran participar en la reconstruc-

ción de Bagdad, haciendo de manode obra barata de Halley Burton, laempresa del vicepresidente yanqui.

Con la detención de SaddamHussein, EE.UU. suponía haberasestado un golpe mortal a la resis-tencia irakí, pero esa sensacióntriunfal duró poco. La realidad esque hoy para la gestión Bush, Irakes un lastre en su camino para ob-tener la reelección frente al demó-crata John Kerry, veterano deVietnam, que acusa al presidentede despreciar la seguridad de lossoldados y reclama el reclutamien-to de 40.000 soldados para liberar alos reservistas, como toda solucióna semejante pandemonium.

Dios nos libre de semejante de-mócrata.

Roberto Buján Romero

Parece que a George W. Bush ya no lo aplauden tanto por la invasiónnorteamericana a Irak.

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16 SUDESTADA

Esto para conformar una vi-sión estratégica que décuenta de los pasos tácticos

más convenientes en el escenarioactual: el retorno del verdadero jus-ticialismo al Gobierno nos enfrentaal desafío de la recuperación y re-construcción de un Proyecto Na-cional al servicio de la Liberación.

¿Cuál es el lugar de la culturanacional, y más en general de lacultura, en dicho proceso? El últi-mo Juan Domingo Perón, el de “LaHora de los Pueblos”, conmociona-do por la marea que cristaliza en elMayo francés y se esparce por todoel mundo, llegó a una concepciónfascinante: en un capitalismo avan-zado en el que lo económico es lodeterminante –subordinando la po-lítica a los mercados, asimilando elconflicto a través de la máquina decaptación del aparato jurídico yburocrático puesto a su servicio–,el motor del cambio sólo puedeprovenir de las transformacionesculturales, a través de su impactotecnológico y comunicacional.

En términos claros para la iz-quierda obtusa, que siempre se nie-

ga a ver la anticipación de JDP:cuando en los ’70 muchos estabanencandilados por Althusser –tradu-cido por Marta Harnecker–, paraquien la producción y reproducciónde la ideología –y por lo tanto de lacultura– eran algo mecánico, conuna concepción del poder fuerte-mente localizada en los AparatosIdeológicos del Estado (gobierno,burocracia estatal, partidos políti-cos, sistema educativo, iglesias,medios de comunicación); y por lotanto, seguían pensando linealmen-te como en 1917 en términos de to-ma del poder (o Palacio deInvierno...); “el Viejo” estaba pen-sando el problema político del fu-turo en términos de unaconstrucción –y reconstrucción–permanentes, con una visión instru-mental de la política y del Estadoen el contexto de la comunidad or-ganizada, y en el que la cultura pa-saba a ser el punto crítico y el lugarde una constante batalla por elsentido. Esto fue mucho antes deque los intelectuales de izquierdareaccionaran –tarde, como siem-pre...– y “redescubrieran” a Grams-

ci a través de Foucault y su con-cepción del poder como una situa-ción estratégica que atraviesa a lasociedad, como una red de inter-cambio simbólico en la que cadauno debe ser consciente de su posi-ción.

No es ocioso aclarar, para unaconcepción justicialista, cuál es elfin de los instrumentos y la organi-zación: no para perpetuar una ma-fia enquistada en el PJ y vendida ala peor versión del neoliberalismo–caso del menemismo–, o para sa-tisfacer las necesidades de políticosmediocres y la perpetuación de susaparatos tras la versión prolija delmodelo –caso del delarruismo y elfrepasismo cavallista–. No. El es-quema está al servicio del ProyectoNacional, en el contexto de la lu-cha por la Liberación y de cara a laconstrucción de la Patria Grande.

¿Qué idea tenía el último JDPde la cultura nacional, como partede ese territorio estratégico de lacultura en general? ¿Qué entendíapor Liberación...?: “En lo SOCIO-CULTURAL, queremos una comu-nidad que tome lo mejor del

Medios deComunicación, CulturaNacional y LiberaciónEl justicialismo debe recuperar el debate sobre la relación entreMedios de Comunicación, Cultura Nacional y Liberación.

Apuntes para la actualización doctrinaria (I)

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SUDESTADA 17

mundo del espíritu, del mundo delas ideas y del mundo de los senti-dos, y que agregue a ello todo loque nos es propio, autóctono, paradesarrollar un profundo nacionalis-mo cultural, como antes expresé.Tal será la única forma de preser-var nuestra identidad y nuestra au-to-identificación. Argentina, comocultura, tiene una sola manera deidentificarse: ARGENTINA. Y pa-ra la fase continentalista en la quevivimos y universalista hacia lacual vamos, abierta nuestra cultu-ra a la comunicación con todas lasculturas del mundo, tenemos querecordar siempre que Argentina esel hogar.” (Discurso ante la Asam-blea Legislativa, 1º/5/74, mayúscu-las de JDP, bastardillas mías).

Todavía no había mercados co-munes por doquier, ni debate acer-ca del tema; ni siquiera existía lapalabra Internet, y JDP ya anticipa-ba el tema de la integración y laglobalización: “Se percibe ya confirmeza que la sociedad mundial seorienta hacia un Universalismoque, a pocas décadas del presente,nos puede conducir a formas inte-gradas, tanto en el orden económi-co como en el político. La integra-ción social del hombre en la tierraserá un proceso paralelo, para locual es necesaria una firme y efec-tiva unión de todos los trabajado-res del mundo, dada por el hechode serlo y por lo que ellos repre-sentan en la vida de los pueblos.”¿Marx, Lenin, Trotsky...? No,JDP... (Discurso ante la AsambleaLegislativa, 1º/5/74, bastardillasmías).

Está claro, entonces, cuáles sonlos lineamientos que deben guiar auna política cultural justicialista,más aún desde el Gobierno. ¿Quérol tienen los medios de comunica-ción en manos del Estado, en elcontexto de esa lucha por el senti-do? Habida cuenta del pasado cer-cano, no una caja entregada a los

amigos como isla de despilfarro enmedio del naufragio general –toda-vía se oye en pasillos de los mediosestatales el chiste “con Menem es-tábamos mejor”... mientras el paísse iba a pique... –, o un feudo en-tregado a parte del aparato para po-líticas abstractas y vaciadas decontenido en nombre de un demo-cratismo liberal –caso de “lo pérfi-do” más reciente... –.Está claro que losmedios pri-vados seguían só-lo por lalógica delb e n e f i c i oeconómico, ysu agenda searma sobreesa base:lo quemás ven-de. Losm e d i o spúblicos,entonces,no puedend e j a r s emarcar elritmo por losprivados, porquesu lógica es distinta:deben preservar, de-fender y transmitir lacultura nacional, en sin-tonía con la situacióndel país. Que la gestiónde la crisis incluya alsistema de medios públicos es tam-bién parte de una política de soli-daridad social, de sinceramiento dela situación y de enfrentamientocon lo real.

Es saludable, entonces, que ha-ya una política como la que el Go-bierno impulsa en el área delsistema público de comunicación,con alguien como Enrique “Pepe”Albistur al frente de la Secretaríade Medios. Más allá de cuestiones

menores que siempre se puedenconsiderar, se han iniciado políti-cas de recuperación y reconstruc-ción de espacios en el marco deuna asignación racional de las prio-ridades y de los recursos. Un buenejemplo en Radio Nacional –quedirige la compañera Mona Moncal-villo– es el caso de la FM FAROcoordinada por el Lic. Santiago

Aragón, lo que antes era laSupernova en manos delos “sushi boys”, con

quienes tenía fun-cionarios y figu-rones coningresos fastuososy una emisora en

total estado de pre-cariedad, vaciada

y sin renova-ción de equipa-miento.

Sin perderlos linea-mientos es-tratégicos delProyecto Na-cional, la ac-

tual política decontenidos para

los mediospúblicos pro-picia un salu-

dable debate de ideas alcual ningún justicialista

puede negarse: si la razón estáde nuestro lado, “la fuerza es elderecho de las bestias”... Ade-más, y entendiendo siempre a la

cultura en términos de una red deintercambios abierta e infinita, esfundamental la articulación con es-pacios como Nueva Dirección enla Cultura, con eventos como eldebate “¿Qué deuda?”, realizadolos miércoles 18 y 25 de febreropasados en el Teatro ND Ateneo.

Si alguien aún duda sobre la di-ferencia entre un “Pepe” Albistur yun Darío Lopérfido, quisiera termi-nar este artículo con las palabras

D O C T R I N A R I A S

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18 SUDESTADA

del 1º en el discurso inaugural de lamuestra “Jauretche/ Basta de zon-ceras”, realizada en la Rural entreel 14 de noviembre y el 15 de di-ciembre del 2002 (www.bastade-zonceras.com.ar):

“...quiero dar la bienvenida a loscompañeros y amigos que nosacompañan en este día tan impor-tante en que comenzamos a saldar,en parte, la deuda que los argenti-nos tenemos con el pensamientonacional. Deuda que sí debemoshonrar. Y lo hacemos en la personade Don Arturo Jauretche, que hoycumpliría 101 años. Para Nueva Di-rección en la Cultura y para mí, laúnica deuda que no debemos dejarde pagar, y que aún está pendiente,es con el pensamiento nacional, queha sido deliberadamente silenciado.

“…tomando nuestra identidad ycultura como puntos de partida, po-dremos superar esta crisis y comen-zar a construir un gran país.Primero debemos ser capaces demirar el mundo desde nosotros mis-mos. Para ello precisamos de ejem-plos, como el de Don Arturo, que sibien fue un teórico, mucho más fueun hombre de acción, que luchó yvivió con coherencia…

Antonio Gramsci

“Esta muestra pretende rescatar-lo del olvido y lograr que la mayorcantidad de argentinos lo conozca.Pero es nuestra juventud su princi-pal destinatario. Debemos llegar aellos con el pensamiento sencillo yclaro de Jauretche, que ahora nosestaría diciendo que lo que nos pa-só, nos pasó por zonzos, por tilin-gos y porque estamos rodeados decipayos.

“Y termino con una frase deJauretche, demostrativa de la vi-gencia de su pensamiento y que vaa ser lo primero que Uds. lean

cuando entren a la muestra: ‘En elterritorio más rico de la tierra viveun pueblo pobre, mal nutrido y consalarios de hambre. Hasta que losargentinos no recuperemos para laNación y el pueblo el dominio denuestras riquezas, no seremos unanación soberana ni un pueblo fe-liz.’ Muchas gracias.”

Gabriel AgoteCarrera de Comunicación, UBA

Conductor del programa “Ciudad Sitiada” en FM FARO,

Radio Nacional Bs.As.

E L F R A U D EY A N K I

“Ahora, hablan de excesivos tecnicismos yyo me pregunto ¿si es que las firmas depersonas ya fallecidas, desde hace 20años, forman parte del tecnicismo? Yo lepregunto al gobierno de Washington y ala OEA que si las firmas de menores deedad, detectadas, es tecnicismo. Yo lepregunto si la firma de colombianos, estecnicismo. Yo le pregunto, si las firmasrepetidas, personas que firmaron dos yhasta cuatro veces, si eso es excesivo tec-nicismo. Eso se llama fraude”.

Cnel. Hugo Chávez Frías

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SUDESTADA 19

Se desarrolló bajo la modali-dad de panel y debate loque permitió establecer una

relación comunicativa más fluidaentre los panelistas y el auditorio.

La temática del encuentro estu-vo destinada a re-pensar la Políticay la Transformación Social desdeel rescate de las categorías del Pen-samiento Nacional. En este sentidonos interesó discutir la función delas organizaciones sociales dentrode los procesos de cambio social y,más concretamente, recuperar elpapel histórico del MovimientoObrero en la construcción de laComunidad Organizada, lo cualvuelve imprescindible revalorizarla acción política como una prácti-ca de masas sustentada sobre unProyecto Nacional. Se dedicó unpanel especial para tratar la cues-tión de los Medios de Comunica-ción, a fin de dar cuenta de lainfluencia de estos en la construc-

ción de los diferentes discursos so-ciales.

En carácter de expositores par-ticiparon el Director de la revistaSUDESTADA, Cro. Héctor Fernán-dez; el Sec. General del SADOP,Prof. Horacio Ghillini; el Directordel Instituto Nacional de Capacita-ción Política (INCaP), Carlos Cara-mello; el Sec. General de UATREy de las 62 Organizaciones, Cro.Gerónimo Venegas; el Cro. Jefedel Bloque Justicialista, DiputadoNacional José María Díaz Bancala-ri; el Interventor del COMFER, Ju-lio Bárbaro; la Diputada NacionalSilvia Martínez, y el Prof. Guiller-mo García Caliendo de la Casa So-cial San José Obrero.

El Foro es un espacio abiertodel cual participan diferentes orga-nizaciones sociales, políticas, gre-miales y culturales, que pretendecoordinar su accionar con diferen-tes organismos estatales. El objeti-

vo central es construir un ámbitode intercambio de ideas y de expe-riencias que nos permitan conocermejor nuestra realidad a fin deaportar claridad a nuestras prácti-cas transformadoras. Partimos delreconocimiento de que la crisis porla que estamos transitando es decarácter social, es decir que abarcauna dimensión cultural, política yeconómica (así, en este orden). Leotorgamos a la cuestión cultural unorden de importancia relativamentemayor, porque es el terreno dondese libra la batalla por las ideas; pe-ro, que no se nos mal entiendacuando decimos “cultural” no nosreferimos a problemas educativosen términos de escolaridad. La re-ducción de la cultura a la educa-ción formal suele ser un argumentotípico de los sectores medios “edu-cados” y “progresistas” que con talde no hacerse cargo de sus accio-nes y de sus inacciones, cometen la

FORO GENERACIONALEl 2 de diciembre del2003 se realizó en el

Salón Julio Cortázar dela Biblioteca Nacional el

Primer Encuentro delFORO GENERACIONAL

PARA EL PENSAMIENTONACIONAL

D O C T R I N A R I A S

“Momo” Venegas, Caliendo, el directorde Sudestada y Díaz Bancalari.

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20 SUDESTADA

De izq. a der.: Julio Bárbaro, CarlosCaramello y Horacio Ghillini, exponiendoen el Foro.

falacia (que no es más que una re-flexión gorila) de poner fuera de sísu cuota de responsabilidad. En de-finitiva, estos argumentos solo re-visten una diferencia terminológicade los sostenidos por los sectoresmás reaccionarios. Unos y otrosparecen coincidir que “en este paísel problema son los negros”.

Lo que estamos tratando de de-cir es que no hay respuestas supe-radoras que puedan surgir desdeuna fórmula técnica. En efecto, du-rante los últimos treinta años hansucedido una serie de aconteci-mientos que implicaron un profun-do trauma para nuestra sociedad yque no han sido debidamente inter-pretados y considerados por la diri-gencia política.

Los partidos políticos no hansabido aprovechar las posibilidadesque ofrece el sistema democrático.El peronismo demostró, durante lagestión de Menem, no estar a la al-tura de las circunstancias históricaspara retomar las sendas del Proyec-to Nacional de acuerdo al legadopolítico del Gral. Perón en el “Mo-delo Argentino”. Este hecho no re-siste ninguna discusión a la luz delos acontecimientos y desde unahonesta posición intelectual. Sinembargo, la mediocridad aferrada a

un éxito cortoplacista condujo auna desviación ideológica y a unaclaudicación política sostenida queterminaron arrastrando al PJ a unacrisis institucional, convirtiéndolovirtualmente en una federación departidos provinciales, de la cual in-tenta recomponerse bajo las tensio-nes suscitadas por la nueva modatransversal.

Durante treinta años (del ’45 al’75) los argentinos crecieron bajoun concepto hegemónico de solida-ridad social, el cual Perón inmorta-lizó en la famosa frase: “Ningúnindividuo se realiza en una socie-dad que no se realiza”. Esta singu-lar frase no sólo expresa comocondición necesaria la realizacióndel conjunto para que las partes serealicen, sino que da cuenta de unatotalidad articulada en la cual laspartes son como engranajes de unamaquinaria. En efecto, existe unamutua dependencia funcional entrelas partes, y los conflictos suscepti-bles de suceder entre ellas se halla-rían superados por la acciónreguladora del Estado, último ga-rante de la armonía social. Como sepodrá observar esta frase contieneuna síntesis filosófica sumamenteaguda que fue cuestionada y aban-donada con el comienzo de la dicta-

dura cívico-militar del ’76. A partirde ese momento, bajo la acción deuna tremenda política represiva, seva trabajando desde los sectores delpoder dominante en la construcciónde una nueva hegemonía culturalanclada en la vieja tradición liberaldel individuo aislado.

Para este objetivo ha sido su-mamente eficiente la política terro-rista de la dictadura destinada adestrozar aquellos lazos de solida-ridad social constitutivos del movi-miento popular.

El desprecio por la vida y lairrelevancia del concepto de justi-cia van afectando la convicción deposibilidad de una sociedad mejory produciendo un repliegue a nivelindividual que lleva al escepticis-mo y a la decadencia. Si la socie-dad es el resultado natural de lacompetencia de los individuos enel mercado, el Otro que era condi-ción de realización conjunta seconvierte, desde esta perspectiva,en una amenaza a la existencia pro-pia.

Otro hecho que ha sido dramá-tico desde el punto de vista emo-cional ha sido [a mi entender] laderrota sufrida en la guerra de Mal-vinas. Más allá del heroísmo denuestros jóvenes soldados, a partir

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SUDESTADA 21

D O C T R I N A R I A S

de esa derrota comienza a vivirseuna cierta autodenigración de lo ar-gentino, amasada gustosamentedesde los medios de comunicaciónpor los voceros de la dictadura ydel capital transnacional tipo Neus-tadt y Grondona. De repente, pare-ciera ser que los argentinos noservimos para nada; mucho menospara la administración de la cosapública. Bajo este discurso cobróconsenso la idea privatizadora delos ochenta que terminó, en los no-venta, con el desguace de los acti-vos del Estado y el deterioro de susfunciones.

El último elemento que golpeasin piedad a nuestra sociedad es elproceso hiperinflacionario de fina-les de la década de los ochenta. Enefecto, si la dictadura sembró cier-to “miedo a la muerte”, la hiper, através de sus mecanismos caóticos,lo que produjo fue el pánico a ladesvalorización sistemática. No es

solo que lo que uno cobra no alcan-za, sino que se volatiliza; y eso quese volatiliza es uno mismo, es elequivalente monetario de una de-terminada cantidad de trabajo.

El terror económico generadopor la hiperinflación fue, quizás, elmayor componente de degradaciónsocial del siglo veinte, cuya secue-la psicológica perdura aún en nues-tra sociedad. De hecho, este pánicofue recordado recurrentemente du-rante la “convertibilidad” cavallis-ta-menemista por intelectualesmiopes y cipayos a sueldo a travésde ese lacayo del capital financierointernacional conocido con el pro-lijo nombre de “multimedios”.

Tal recurrencia mediática cons-tituyó, tal vez, el principal sustentopolítico del “Modelo”.

La inutilidad de la dirigenciapolítica no supo cómo procesar es-tos tres flagelos sociales y se entre-gó mansamente a la voracidad del

capital, expresado técnicamente enlos planes de ajuste estructural queaún siguen y seguirán recomendan-do los organismos multilaterales decrédito. Esta imbecilidad provocóun último flagelo conocido socio-lógicamente como “desocupaciónestructural” que ha dado lugar alemergente de un “nuevo” actor so-cial: “los piqueteros”, que bastan-tes molestias está causando a la“culta” ciudadanía porteña.

Por estos motivos es que consi-deramos al Foro Generacional co-mo una herramienta fundamentalpara el debate ideológico y el inter-cambio de ideas, para la reafirma-ción doctrinaria y el enrique-cimiento de la misma; en fin, un es-pacio de la cultura nacional quecontribuya a la impostergable tareade la reconstrucción del Movimien-to Popular y su misión liberadora.

Emiliano González

Por un mundo sin Alejandro Sanz

Hace unos días el cantante español Alejandro Sanz declaró que le desagrada el presidente venezolano, HugoChávez, y que dejaría de cantar si se lo piden tres millones de personas con firmas, refiriéndose al petitorio dereferéndum revocatorio que estuvo en el centro de la situación política de Venezuela últimamente, hasta queel Poder Electoral de ese país declaró la falsedad de casi dos millones de las rúbricas con las que se pretendíaavalar la exigencia, falsedad que nadie se atrevió a desmentir.Lo que son verdaderos son los millones de votos que por cinco veces consolidaron el proceso político queChávez impulsa en Venezuela. Pero esto no impidió la insolente intromisión de este cantante melódico, afec-to a hablar en sus canciones más del amor que de la miseria o de la injusticia.Ya anteriormente había hecho declaraciones en contra del gobierno cubano, reclamando unas elecciones queno parece respetar en el caso venezolano. Se ve que el mercado latino de Miami, dominado económicamentepor los cubanos anticastristas lo conmueve más que la lucha de los pueblos por la liberación nacional.Pero como todavía hay patriotas en la América Criolla, mal que les pese a los mercaderes del arte, de la viday de la muerte, alguien ha decidido hacerle tragar sus palabras a Alejandro Sanz.El cantante dijo: “Yo, si me lo piden con tres millones de firmas, dejo de cantar”.A raíz de esta afirmación temeraria, distintas organizaciones venezolanas han creado la “Alianza por unmundo sin Alejandro Sanz” y, lejos de pasar a la agresión física, han instalado un petitorio en la red virtualpara que Sanz cumpla con la palabra empeñada y demuestre que la respeta más que a los venezolanos aquienes insultó con sus declaraciones.El petitorio puede rubricarse ingresando a la página http://www.petitiononline.com/nomasale/petition.html

Colabore con la causa, si no es efectivo ¿quién nos quita lo bailado?

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22 SUDESTADA

Escenas de violencia en el centro de Bogotá, tras el asesinato de Gaitán.

A comienzos del siglo pa-sado, la situación socio-política de Colombia no

difería sustancialmente del resto deLatinoamérica. Gobiernos títeres deEEUU, una oligarquía terratenienteque para preservar sus privilegiosno dudaba en ceder el control de losprincipales resortes de su economíaa empresas multinacionales y me-nos aún en llamar a tropas yankeesa reprimir huelgas y movilizacionesobreras. De esta manera el café,primer producto de la economía co-lombiana, era comercializado por la

United States Cofee Corporation,las bananas por la United FruitCompany, el petróleo por la Stan-dard Oil y el oro por la casaGoldschmidt de origen inglés ( nofuera cosa que la pérfida Albión sequedara afuera ).

Es en este marco de empresasmonopolistas que se multiplica lacadena de intermediarios, dejandoafuera a los antiguos exportadorescolombianos, imponen sus precios,controlan el crédito, el transporteinterior, el mercado de consumo(ya que el Estado no fija los saldos

El Bogotazoabril de 1948

de exportación) y el transporte marí-timo. En su libro Colombia: Paísformal o país real, Diego MontañaCuellar expresa: “La primer granbatalla nacionalista de la clase obre-ra contra el imperialismo americanose dio en la zona bananera de SantaMarta contra la United Fruit Com-pany. Esta huelga reprimida a san-gre y fuego (ver para más informa-ción: SUDESTADA N° 9 Pág. 29), co-nocida como la Masacre de las ba-naneras , marca el ocaso delgobierno conservador. Es en estahuelga donde hace sus primeras ar-mas como político Jorge EliécerGaitán. Recién llegado de Italia, re-corre la zona a fines de marzo de1929, conoce el horror de boca delos propios trabajadores, accede adocumentos militares reservados ylos hace públicos a través del perió-dico La Nación. El país toma cono-cimiento de lo ocurrido en la zonade las bananeras. Gaitán acusa algobierno por la sangrienta represión.El partido conservador, que gober-naba desde 1886, estaba en baja des-de la cesión de Panamá en 1903,conseguida mediante sobornos deRoosevelt a la clase política. Esto,sumado a la crisis económica mun-dial del 29, con su secuela de quie-bras, desocupación y descontento yla creciente movilización de los tra-bajadores no pudo impedir el triunfoelectoral del liberal Olaya Herrera.

Gaitán, que desde el 20 de juliode 1929 ocupa una banca en la Cá-mara de Representantes, no obstantela desconfianza que le generan lasrelaciones de Olaya Herrera con lasmultinacionales (se desempeñó co-mo embajador en Washington y es-

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SUDESTADA 23

H I S T O R I C A S

taba íntimamente vinculado con in-versionistas yankees) participa dela campaña en parte por conductapartidaria y en parte porque su po-der interno aún es pequeño. Intuíaque la histórica alternancia biparti-dista entre conservadores y libera-les poco tenía para ofrecer al pue-blo colombiano. Comienza a for-mar una fuerza disidente propia enel congreso. En octubre de 1933lanza un manifiesto convocando alpueblo, a todos los oprimidos y ex-plotados, para que formen un fren-te único capaz de luchar contra laoligarquía. Este movimiento se lla-maría Unión Nacional IzquierdistaRevolucionaria. Tendría algunospuntos de contacto con el A.P.R.A.peruano en lo que se refiere alideario revolucionario y antiimpe-rialista, en la recuperación nacionaly en el protagonismo de los traba-jadores.

Su programa político y econó-mico consistía en: la tierra debíaser de quien la trabaja. El latifun-dio improductivo es un crimencontra la economía y contra la so-ciedad. Solo el capital ganado conel trabajo es justo, y el enriqueci-miento con la especulación y conla explotación de los hombres esilícito y criminal. Los obreros de-ben intervenir en la reglamentaciónde la producción y en la adminis-tración de las fábricas. No hay di-ferencia entre el capital y trabajopara la conformación del sistemaeconómico, porque ninguno de losdos puede marchar sin el otro. ElEstado tiene el deber de interveniren la dirección de la economía cu-yo proceso no puede entregarse asu fuerza intrínseca, porque engen-dra el monopolio y la opresión porlos más hábiles y los más audaces.La función electoral no puede se-guir siendo una farsa o un negocio,que ejecuten escamoteadores elec-toreros y encumbra a gentes inmo-rales o irresponsables, sino la másperfecta y sincera manifestación dela democracia, que consiste en que

solo sean elegidos los más dignosy los más capaces. El proyecto po-lítico de U.N.I.R. giraba funda-mentalmente sobre el problema dela tierra, de su injusto sistema detenencia, de la situación del cam-pesinado en general. Todo esto ha-bía sido planteado inútilmente enla Cámara de Representantes. Loscampesinos comienzan a movili-zarse, realizan las primeras huelgasagrarias y plantean sus reclamosembanderados en U.N.I.R. La mo-vilización del campesinado era in-dispensable para la culminación dela batalla que planeaba Gaitán, lainvasión proletaria de Bogotá. Coneste objeto creó filiales de U.N.I.R.en todas las aldeas y caseríos decien kilómetros a la redonda de lacapital. Impuso en todas sus ocu-paciones los ejercicios gimnásti-cos, como parte de sus deberes ydisciplina partidaria. La oligarquíadel partido liberal no podía mante-nerse indiferente ante el avance delunirismo. Comenzaron a llamarlodespreciativamente “el Negro Gai-tán”. El partido recibiría su bautis-mo de fuego en febrero de 1934,cuando la policía disparó contra loscampesinos reunidos para escucharal “Tribuno del Pueblo”, quien esretirado a viva fuerza del lugar porsus compañeros. Pero la experien-cia de U.N.I.R. tenía los días con-tados. En mayo de 1934, ante laperspectiva de elecciones naciona-les, el partido llama a la absten-ción, pero parte de sus partidariosy colaboradores no obedecen lasdirectivas del movimiento. Gaitánante tal situación, declara disueltala organización. Días después de ladisolución acepta ser representanteal Congreso por el liberalismo. Porsupuesto fue recibido con indife-rencia por los liberales y con des-precio por los antiguos uniristas.En el Congreso de 1935 actuó consu acostumbrado ímpetu a favordel presidente López. Alfonso Ló-pez, miembro de la aristocracia, re-conoció los problemas de las

masas y tomó medidas que lo ubi-caron como desleal a su clase. Laoligarquía nunca le perdonó a Ló-pez su traición.

El 1 de mayo de 1936 se llega ala unidad sindical: los liberales ylos comunistas unen sus fuerzas ysurge la Confederación de Trabaja-dores de Colombia (CTC). El go-bierno de López, al mismo tiempo,formula una nueva Constitucióndonde se habla de la “función so-cial de la propiedad”, de que “sepueden hacer expropiaciones porrazones de interés nacional”. Esemismo año, López designa a Gai-tán alcalde de Bogotá. Al hacersecargo termina su discurso con lassiguientes palabras: “Si avanzo, se-guidme; si retrocedo, matadme; simuero, vengadme”. Como alcaldeemprende una campaña de indu-mentaria y de aseo pues los hom-bres vestían con andrajos,establece el desayuno escolar, co-mienza la construcción de barriosobreros, trata de embellecer la ciu-dad. La imposición del uniforme alos obreros del transporte urbanoprovoca una huelga que es utiliza-da por el lopismo para destituirlo,temeroso del ascenso gaitanista.

En 1938 es elegido presidenteel propietario y director del diario“El Tiempo”, Eduardo Santos. Enel libro citado más arriba, MontañaCuellar expresa “el gobierno deSantos es la culminación del impe-rio de las formas” y agrega “... alaceptar la candidatura quiere dejaruna apariencia de sacrificio, desorpresa, de resignación y repug-nancia por los honores, en ejerciciode la falsa ética pequeño-burguesaque con tanto éxito manejan lasclases dirigentes colombianas”.

Santos consideró que Lópezhabía llegado demasiado lejos yvolvió al status quo anterior. Al es-tallar la segunda guerra mundial seproduce una aproximación entrelas fuerzas derechistas liberalescon el partido conservador que ten-día hacia un gobierno de coalición

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24 SUDESTADA

“para defender el hemisferio”, de-clarando la guerra a las potenciasdel eje. Gaitán exige la neutralidadcolombiana. Esta actitud lo lleva aser considerado fascista.

En 1942 el liberalismo unidocoloca en la presidencia nuevamen-te a Alfonso López, pero esta vezera un López que iba a seguir la po-lítica de colaboración con el Depar-tamento de Estado norteamericanoy los monopolios extranjeros. Esteclaro continuismo oligárquico iba aser enfrentado por el ala izquierday nacionalista del liberalismo. Ló-pez, acorralado, escudándose enmotivos personales, parte hacia Es-tados Unidos. Asume interinamenteDarío Escandía, quien intenta re-construir el partido liberal, encar-gando el Ministerio de Trabajo,Higiene y Previsión Social a Gai-tán. Desde este ministerio concibeuna serie de reformas con las quemejora sustancialmente la deplora-ble condición en la que estaba su-mido el pueblo trabajadorcolombiano. Viaja incansablementepor todo el territorio colombiano, lapopularidad de Gaitán es arrollado-ra. Se aproximan las elecciones. Esnecesario oponerle un firme candi-dato. Gaitán abandona el Ministe-rio para volcarse de lleno a laorganización de la campaña, se en-frenta a la oligarquía y pide a loscolombianos que contribuyan en lalucha por la “restauración moral dela Republica”. Desde el semanarioJornada invita una lucha sin treguacon el grito de: “¡A la carga!”.

Al presentarse divididos los li-berales, posibilitaron el triunfo delconservador Mariano Ospina Pérezcon 565.849 votos, mientras queGabriel Turbay (liberal) obtuvo437.089 votos y Gaitán 363.849.Conocidos los resultados éste ocu-pa la tribuna y pronuncia un discur-so donde reconociendo el hecho dela derrota arenga a la multitud conun nuevo lema de combate: “¡Pue-blo, por la reconquista del poder, ala carga!”.

La situación en 1946 no era na-da tranquila. Las huelgas se suce-den; de obreros petroleros, dechoferes, de todos los sectores de laactividad económica. La violenciaconservadora se desata.

A fines del ´47 Gaitán eleva unnuevo memorial de agravios. Al nohaber respuesta ordena a los libera-les retirarse de los puestos públicose invita al pueblo a ostentar su due-lo por las matanzas y persecucio-nes. Una imponente manifestacióndesfila frente al palacio presiden-cial portando banderines negros.

El gaitanismo se hacía cada vezmás fuerte, era casi seguro que ga-naría las elecciones en 1950,abriendo las puertas a los cambiostan temidos por la genuflexa oligar-quía terrateniente. Gaitán insiste enla abstención en el gobierno, no asíen la Novena Conferencia Paname-ricana, que se reunió en el 30 demarzo de 1948. El general Marshallabre las sesiones en un clima tenso.

En febrero de 1948 Gaitan en-cabeza en Bogotá una manifesta-ción de aproximadamente 100.000personas que se congregaron en si-lencio en la Plaza Mayor de Bogotápara pedir, en paz, respeto a los de-rechos humanos. En esa oportuni-dad Gaitán expresó: “Señor Presi-dente, no os reclamamos tesis eco-nómicas o políticas. Apenas os pe-dimos que nuestra patria no sigapor caminos que avergüenzan antepropios y extraños. Os pedimos te-sis de piedad y de civilización. Ospedimos que cese la persecuciónpor las autoridades... Impedir, se-ñor Presidente, la violencia. Soloos pedimos la defensa de la vidahumana, que es lo menos que pue-de pedir un pueblo”. Es la llamada“Oración de la Paz”. En el medio-día del 9 de abril de 1948, un des-conocido, que luego prácticamentees despedazado por la multitud,dispara sobre Gaitán, asesinándolo.

Se desata el Bogotazo: desde lamedia tarde y durante toda la no-che, el centro de Bogotá es prácti-

camente des-truido. Lose d i f i c i o sf u e r o narrasados,incendia-dos y sa-queados. Ladevastación dela zona céntricafue casi com-pleta. Enel palaciop r e s i -dencial, OspinaPérez se mantu-vo fusil en manodefendido por el cuerpo de guardiay algunos otros efectivos, que nodejaban de disparar contra la multi-tud. Fue declarada la huelga gene-ral en apoyo del Plan Revolucio-nario Liberal. La CTC la declarópor radio. Iglesias incendiadas, es-casez de alimentos; no solo los gai-tanistas se volcaron a las calles,sino también los marginados, loscampesinos llegados a la ciudad,los intelectuales, todos aquellosque no tenían cabida en el sistemaoligárquico. El Bogotazo no llegó aser una revolución, pero marcó elinicio de la violencia política enColombia, en la que pueden reco-nocerse tres etapas en la lucha in-surreccional:

1) en la época de la violencia(1948/53) la guerrilla de tipo parti-dista.

2) como consecuencia de lamisma, el bandolerismo.

3) la guerrilla revolucionaria,con fines politicos.

El Bogotazo, de hondo conteni-do nacional, popular y revolucio-nario, hizo temblar a la oligarquíacolombiana, pero no consiguió de-rrotarla, al carecer de la conduc-ción política de quien fuera su líderindiscutido, Jorge Eliécer Gaitán,el Negro Gaitán.

Rosendo “Cacho” Castiello

Jorge EliécerGaitán

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SUDESTADA 25

A ntes de recordar aquella jorna-

da de lucha frente a la dictadu-ra, conviene tener una correcta

caracterización del momento político quese vivía; 1° El frente interno: los militares,acorralados por una creciente oposición,viven desvelados por la entrega del podera manos civiles que no cuestionen ni in-vestiguen la represión ilegal implementa-da a partir del 24 de marzo de 1976 con susecuela de 30.000 desaparecidos. 2° Elfrente económico: el estrepitoso fracasodel desembarco liberal-monetarista co-mandado por el inolvidable José AlfredoMartínez de Hoz y sus “chicago boys”,que sumió al país en la recesión, la infla-ción y en un porcentaje de desocupacióninédito en la historia. 3° El frente externo:El gobierno encabezado por el GeneralGaltieri contaba con el absoluto apoyo deRonald Reagan, fruto del respaldo políti-co, diplomático y militar argentino a la acción desple-gada por EE.UU. en Centroamérica (El Salvador,Nicaragua, Colombia, etc.) que se tradujo en el envíode asesores militares.

Es en este marco que la CGT liderada por SaúlUbaldini convoca a marchar hacia Plaza de Mayo paraentregar un documento al gobierno. Este respondió de-clarando ilegal el acto al no autorizarlo. Centenares depolicías de la federal y de provincia, desde la mañanatemprano, acordonaron el paseo y calles adyacentes ymontaron un riguroso dispositivo de seguridad en losaccesos a la capital. “Circulen, circulen, aquí no se

PAN, PAZ Y TRABAJO30 de marzo de 1982

El 30 de marzo de 1982 miles de trabajadores y militantes pero-nistas marcharon hacia la Plaza de Mayo, bajo la represión desatadapor el gobierno militar, encabezado por el General Galtieri.

H I S T O R I C A S

puede permanecer”, fue la consigna permanente de

los efectivos de seguridad a quienes pretendían sentar-

se en los bancos ubicados en la plaza, generalmente ju-

bilados que habitualmente concurrían al paseo. Al

configurarse, con el correr de las horas, el amplio y se-

vero dispositivo para impedir que grupos de trabajado-

res se acercaran al microcentro, el secretario de Prensa

de la CGT, Ricardo Pérez, declaró que si las autorida-

des “reprimen la movilización, será resposabilidad del

gobierno que estaria dando la espalda al pueblo frente

al reclamo de los trabajadores argentinos. Poco antes

de las 14 hs., Plaza de Mayo y su área adyacente fue-

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26 SUDESTADA26 SUDESTADA

ron absolutamente desalojadas y se restringia el ingre-so de personas y vehículos particulares. Por otra par-te, a las 15:35 llegó al local de la CGT el secretariogeneral de la central obrera, Saúl Ubaldini, cuyo arri-bo fue saludado desde los balcones de la sede por ungrupo de activistas, quienes desplegaron una banderaargentina. Poco después llegaron a la sede de la CGTdonde se encontraban alrededor de 200 personas, losdirigentes Lorenzo Miguel y Diego Ibáñez. Las pri-meras corridas y detenciones se produjeron alrededorde las 16:00 en la esquina de Av. de Mayo y Tacuarí,donde un grupo de 100 personas comenzó a corear es-tribillos en contra de la dictadura. Efectivos de la po-licía montada dispersaron a los manifestantessubiendo con los animales a la veredas. Otra columna,

Militantes detenidosdurante la jornada del30 de marzo de 1982.

El 2 de agosto de 1825, Bolívar llegó, espada en mano, a un pueblo llamado Pucará,en el Titicaca peruano. El cura José Domingo Choquehuanca, doctor en leyes ydescendiente del Inca Huáscar, le dedicó al Libertador las siguientes palabras derecibimiento.

“Quiso Dios de salvajes formar un gran imperio y creó a Manco Cápac. Pecó su razay mandó a Pizarro. Después de tres siglos de expiación, ha tenido piedad deAmérica y os ha enviado a vos. Sois, pues, el hombre de un designio providencial.Nada de lo hecho antes se parece a lo que habéis hecho y para que alguno puedaimitaros será preciso que haya un mundo por libertar. Habéis fundado cincorepúblicas que, en el inmenso desarrollo a que están llamadas, elevarán vuestronombre donde ningún otro ha llegado. ¡Con los siglos crecerá vuestra gloria comocrece la sombra cuando el sol declina!”

que avanzaba por Bartolomé Mitre, arrojó bombas deestruendo al llegar a la calle Florida. En Maipú 73, se-de del Banco Credicoop, un vehículo policial subió ala vereda a toda velocidad para dispersar un grupo depersonas que se había apostado allí.

Mientras la policía actuaba con singular energía losmanifestantes coreaban consignas tales como “CGT,CGT”, “se va a acabar la dictadura militar”. En Lima yAlsina unas 50 personas fueron puestas contra la paredy subidas a un colectivo de la línea 29 que la policíahizo detener obligando a bajar a los pasajeros. Todo elcentro era un caos de gases lacrimógenos, efectivos dela montada y autos sin identificación. Ante tal situa-ción los directores de escuelas enviaron, bajo su res-ponsabilidad, a los alumnos a sus casas; los comercioscerraron, los subterráneos restringieron su recorrido.Los incidentes arreciaron hasta bien entrada la noche.El saldo fue de 100 heridos y más de 1000 detenidos,entre ellos la mayoría de la cúpula de la CGT y la di-rigente de Madres de Plaza de Mayo Nora Cortiñas.Esta movilización marcaría el comienzo del fin de lalarga noche que los militares personeros del continuis-mo oligárquico impusieron al pueblo argentino.

Estanislao Graci

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SUDESTADA 27SUDESTADA 27SUDESTADA 27

¡Rompa el mantode neblinas!

2 de abril de 1982

H I S T O R I C A S

S e cumplirán este 2 de abrilveintidós años de la recu-peración de las islas Mal-

vinas. Y otra vez insistimos enhomenajear la Gesta, a contrapelode la prensa mercenaria de izquier-da y derecha. ¿Por qué este empe-cinamiento?

La Gesta Malvinera poseegrandes virtudes, más allá de la in-negable justicia de la causa territo-rial en sí y pese al resultado de laconflagración.

Después del 2 de abril de 1982ya nadie puede ignorar que GranBretaña es enemiga nuestra en el te-rreno práctico, por más que deshon-rosamente permitamos a lossúbditos de la Corona comerciar enestas tierras y tener incluso títulos depropiedad en ella. Y ya nadie puedesuponer que Estados Unidos y Euro-pa sean aliados nuestros, toda vezque reaccionaron monolíticamenteen defensa de la vetusta potencia ybloquearon nuestro comercio paraempujarnos a la derrota.

También enseñó “Malvinas”que teníamos aliados naturales enla América Criolla, capaces deofrendar su vida y su riqueza paradefender nuestro suelo patrio. Yque en el corazón de las juventudesargentinas siempre flamea la ban-dera soleada dando braveza paradefender a la Patria cuando está enpeligro.

También aprendimosque hay argentinos capacesde visitar por su cuenta laembajada de una potenciaagresora en pleno enfren-tamiento bélico... Y queel Ejército de SanMartín, de Savio, dePerón había sidodesmantelado y em-brutecido al puntode imaginar que trasla reconquista ven-dría un período de150 años de reclamos ingleses,porque creían que los británicos noiban a venir a tirar. Es decir, queteníamos un ejército que ignorabala existencia del imperialismo y susignificado.

Hoy vemos cómo la intelectua-lidad argentina esconde tras el ar-gumento de la “aventura irrespon-sable” la verdad que expresó en sumomento el asesino Viola, quefuera presidente durante la últimadictadura: “Yo no lo hubiera he-cho”. Lo que Viola y muchos otrosnunca harían es enfrentar al impe-rialismo. Tras un supuesto criteriode oportunidad disimulan su faltade patriotismo. Seguramente elmismo criterio que permitió quemuchos de ellos callaran durante ladictadura, con tal de sacarse al Pe-ronismo de encima y no obstaculi-zar la tarea de diezmarlo para

hacer posible nuestra “entrada glo-riosa” en el concierto desafinadoque dirigía la batuta liberal de losimperios.

La militancia que el 30 de mar-zo del 82 repudiaba a la dictadura,enfrentando a la montada, a los ga-ses lacrimógenos y a las macanasde las fuerzas de la represión, no sedejó engañar por la maquinaria co-lonial y rápidamente manifestó suapoyo a una lucha que debía obli-gar a las Fuerzas Armadas, si pre-tendían ganar la guerra, a recos-tarse en las fuerzas populares parapoder profundizar el enfrentamien-to con los imperios. El ejército noestuvo a la altura de las circunstan-cias y titubeó. Los soldados pelea-ron y el pueblo ofreció sufortaleza, expresada en las grandesmanifestaciones de aquellos meses.

Francisco Sierra

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28 SUDESTADA

Raúl Scalabrini Ortiz nació en Co-rrientes el 14 de febrero de 1898, hi-jo de Don Pedro Scalabrini y

Ernestina Ortiz, de los Ortiz de Paraná, des-cendiente de conquistadores.

Las inquietudes de su padre, un natu-ralista de ideas liberales y admi-rador de las Ciencias Positivas,lo llevaron a estudiar y docto-rarse en la Facultad de Cien-cias Exactas, Físicas yNaturales.

Los vínculos socialesque le profiere el entorno fa-miliar, constituyen peligrososejemplos aristocratizantes.

Sin embargo, a partir de 1935, sus nuevas amista-des, en especial con Macedonio Fernández, lo alejande la senda de los escritores europeizados y comienzaScalabrini a transitar los recorridos de la identidad na-cional.

El 29 de Junio de 1935 se funda el grupo FORJAliderado por su amigo Arturo Jauretche y el 30 de sep-tiembre de ese año Scalabrini da su primera conferen-cia. Desde aquella tribuna irá desempeñando unaverdadera acción pedagógica, denunciando las manio-bras de la oligarquía y explicando los mecanismos dela dependencia y el carácter semicolonial de la Argen-tina.

Periódicos como el “Franfürter Zeintung” de Ale-mania, “Le Monde” de París y “Living Age” de NuevaYork, publicaron sus ensayos. Escribió en “La Na-ción”, “El Mundo” y “Noticias Gráficas”.

En 1935 intervino en la fundación del Semanario“Señales”, donde comenzó la publicación de sus estu-dios sobre economía nacional. En 1939 organiza defi-

nitivamente su lucha antiimperialista en elsemanario “Reconquista”.

Sus obras son numerosas. En 1918 editaErrores que afectan a la taquimetría y en1923 La manga. Ocho años mas tarde, apare-

ce “El hombre que está solo y espe-ra”

Con el auspicio deFORJA publica en formade cuadernos Política Bri-tánica en 1937, El petró-leo Argentino e Historiadel Ferrocarril CentralCórdoba en 1938; en1939 Historia del primer

empréstito argentino, y en 1940, Política británica enel Río de la Plata e Historia de los ferrocarriles ar-gentinos. En 1947 Los ferrocarriles deben ser argenti-nos, trabajo precedido por Comisión pronacionalización y Los FFCC son argentinos.

El único libro de poemas que dio a la luz fue Tie-rra sin nada, tierra de profetas; en el mismo año apa-rece Identidad y línea histórica de Yrigoyen y Perón yEl capital, el hombre y la propiedad en la nuevaConstitución Argentina. En 1950 publica en “Hechose Ideas” Perspectivas para una esperanza argentina, yen 1957 aparece en la revista “Qué” una edición deAquí se aprende a defender a la Patria. La última eta-pa de su brega antiimperialista la llevó a cabo en “ElLíder” (1955), “El Federalista” (1955) “De Frente”(1956) y en la revista “Qué” (1956-1958)

Murió el 30 de Mayo de 1959 junto a su esposa ysus hijos. Sus amigos y compañeros de lucha, así lorecordaron y así lo despidieron:

...“Sabiendo como pensaba Scalabrini y cuál fue suinvariable conducta ciudadana y patriótica, no es difí-

Un sincero patriota

Raúl ScalabriniOrtiz

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cil imaginar otra cosa sobre su lucha constante por lasbanderas que nos son comunes: la justicia social, la in-dependencia económica y la soberanía popular y nacio-nal, de las que fue siempre él un paladín.

Consecuentemente con su manera de pensar, desdela caída de nuestro gobierno, en 1955, Scalabrini Ortizintensificó su prédica en defensa de lo nacional y autóc-tono contra los avances del imperialismo y los grandesconsorcios a su servicio...

...Scalabrini era un sincero patriota que anhelaba,por sobre todo, el bien del país, y no dudó en prestar sucolaboración para todo lo que fuera el bien de la pa-tria”1.

“Esto fue allá, en una fecha que es liminar en la his-toria de la cultura argentina. El drama social y econó-mico de la vida de un pueblo había tenido susexpresiones en los medios de la inteligencia, pero esasexpresiones no eran más que el trasunto de otras reali-dades ajenas a la concreta realidad nacional. Y por in-concretas y ajenas no molestaban al orden colonialexistente, por el contrario, le eran útiles como factoresde dispersión, como desfiguraciones diversionistas des-tinadas a impedir la formación de una conciencia nacio-nal. Hasta entonces el hombre de la cultura, cualquierafuese el “ismo” que profesara, no era peligroso, sinopor el contrario, un cómplice amable, consciente o in-consciente. Fue entonces que la realidad golpeó brusca-mente y enfrentó a los hombres de la cultura con laresponsabilidad. Hubo que optar entre ser solo artista ycomo artista el cómodo bufón de los mecenas o asumirla responsabilidad de ser hombre de su tiempo y de sulugar. Pocos –con Raúl Scalabrini a la cabeza– bajaronde la torre de marfil donde estaba el éxito fácil y la glo-ria barata para fundirse en el silencio y las multitudesanónimas, mientras ascendían a reemplazarlos en el pri-mer plano los payasos del buen decir y de la idea con-venida... Pero el amigo que se despide tampoco quiereestar triste. Cómo estar triste si Raúl Scalabrini vive enel privilegio de su pensamiento y de su conducta, y vivealegremente con este canto de esperanza y de fe en elfuturo con que fue cortando nuestras cadenas con minu-ciosidad de preso que lima los grillos, mientras el albasubía anunciando el despertar... Raúl Scalabrini Ortiz.Tú sabes que somos vencedores. Más allá del estrecholímite de los partidos y las fracciones, de los perecede-ros gobiernos, de la transitoriedad de los éxitos y lasderrotas. Somos vencedores en esta conciencia definiti-va que los argentinos han tomado de lo argentino. Poreso hemos venido, más que a despedirte, a decirte: Gra-cias, Hermano”.

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1 Juan Domingo Perón en carta a Norberto Galassocit. por Norberto Galasso en Vida de Scalabrini Ortized. Mar Dulce. 1970

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Despedida de Arturo Jauretche en el funeral deScalabrini. Op.cit.

Sabiendo cómo pensabaScalabrini y cuál fue su

invariable conducta ciudadanay patriótica, no es difícil

imaginar otra cosa sobre sulucha constante por las

banderas que nos son comunes:la justicia social, la

independencia económica y lasoberanía popular y nacional,de las que fue siempre él un

paladín ”

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Las callecitas deBuenos Aires tienenese… qué sé yo, ¿viste?

Es bien conocido por todos,aunque aún muchos conti-núen callándolo, el hecho

de que nuestra historia ha sido ab-surdamente falsificada, y que esafalsificación se sostiene hastanuestros días a partir de un “apara-to de prestigio” formado por laprensa escrita, los grandes mediosde comunicación, la universidad,los bienpensantes que son “bien” y“pensantes”, y otros ejemplos de loque alguna vez se conoció como“la intelligentzia”. El principalefecto de repetir la mentira de unahistoria falsificada fue impedirnosa los argentinos engarzar nuestrasluchas actuales con las luchas pa-sadas, reconociendo al pueblo ensu epopeya. Producida la descone-xión con los triunfos y derrotas delpasado, parece que toda lucha ac-tual debe empezar desde cero, conel consiguiente desaliento paraquien se lo proponga.

No se trata esto de una conspi-ración, ni siquiera de una tara vin-culada a algún atavismo del “serargentino”, sino, simplemente, que

es el reflejo de la estructura realdel país, de nuestra estructura eco-nómica y de nuestro particular mo-do de dependencia en el conciertointernacional.

El hecho es que nuestro paíscuenta con un muy aceitado apara-to intelectual, que en virtud de ladependencia económica se planteaa sí mismo más como una exten-sión de la cultura europea que co-mo un vehículo de liberación parael pueblo. Esto crea la necesidadde ocultar o minimizar a los argen-tinos que pensaron y vivieron a laArgentina en un sentido contrario alos intereses de la dependencia.Hay formas más o menos sutiles dehacerlo. La elección de algunosnombres para las calles de nuestraciudad es una de ellas.

En la nomenclatura de las ca-lles de Buenos Aires se pueden en-contrar muchas rarezas yparticularidades. Por ejemplo haytres calles que homenajean a unamisma persona: calle San Martín,avenida San Martín y avenida delLibertador; hay una carencia casicompleta de calles que se nominen

por accidentes geográficos o que serefieran sólo a sí mismas y que sunombre no evoque un suceso, unapersona o algún paraje extrínseco(me refiero a nombres como “Ala-meda” –Santiago de Chile– o“Campos Elíseos” –París–), y losúnicos nombres que ubico de estetipo son “Caminito” y “AvenidaCostanera”.

Permítaseme comentar el ori-gen de esta costumbre: en las anti-guas ciudades del Mediterráneo,los ciudadanos que realizabanproezas importantes para su comu-nidad eran premiados con el honorde que se le pusiera su nombre auna calle o a un espacio público,tal como nos cuenta Foustel deCoulanges en su obra “La ciudadantigua”; así, los griegos acostum-braban poner los nombres de losatletas que habían descollado en al-guna Olimpíada, acrecentando elprestigio de su ciudad natal, los la-tinos preferían más los nombres desus guerreros, e imagino a los car-tagineses poniendo nombres de losnavegantes más avezados o de loscomerciantes más prósperos. La

Cuando no se da puntada sin hilo

¿Existe una política de la nominación de calles, plazas y hasta pueblos enterosen nuestro país tendiente a apuntalar los héroes y las fechas que más exaltanlos enemigos de la patria y del pueblo?

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costumbre de homenajear a los“ciudadanos ilustres” de esta ma-nera reaparece con gran fuerza enla Ilustración (siglo XVIII) y su in-tento de rescatar el modo de vidade la antigüedad clásica. De ahí laheredamos nosotros, con nuestrapasión por todo lo que sea el últi-mo grito de la moda europea.

Pero en su remoto origen, elhomenaje se solía hacer a personasque estuvieran vivas, y no se utili-zaba con la idea de canonizar portoda la eternidad a una figura des-collante, sino que más bien se pre-tendía impresionar a suscontemporáneos impulsándolos ala imitación. Así, se le puso en1808 a una calle céntrica de Bue-nos Aires el nombre del jefe victo-rioso de la reconquista y defensade la ciudad, Santiago de Liniers;las calles “Victoria” y “Defensa”fueron bautizadas al poco tiempode los sucesos de 1806 y 1807, pa-ra recordarle a todos los compa-triotas que en esos sitios se habíacombatido contra el ejército inglésque invadió Buenos Aires; el pri-mer gobierno patrio (la Junta de1810) homenajeó a Calixto Gauna(posteriormente soldado de Güe-mes) quien realizó la proeza de lle-gar a Buenos Aires galopandodesde Salta, en sólo ocho días, paratraer la adhesión del Cabildo salte-ño a la Revolución de Mayo, dan-do el nombre de “Camino deGauna” al derrotero por él seguidoy que en la entrada a la Capital, esla actual calle Gaona en la que seha alterado el verdadero nombredel admirable jinete salteño.

Pero en nuestros días la cos-tumbre se trastocó.

Si observamos atentamente elnomenclador de las calles de laciudad de Buenos Aires, podemosnotar que no siempre los homena-jeados han hecho algo destacadopor el país, y muchas veces los

hombres que actuaron con totaldesprendimiento, en favor del biencomún (es decir, lo que era buenopara todos), están completamenteolvidados, y hasta parecería queprohibidos, al menos en lo que anombres de calles se refiere.

¿Cómo es esto? Tomemos uncaso entre cientos: los gobernado-res de la provincia de Buenos Ai-res se empiezan a contar desde1820, ya que hasta ese momentoeran designados por el Director Su-premo (que era un cargo equipara-ble al del actual Presidente). Elprimero, entonces, es Martín Ro-dríguez (calle de 9 cuadras en elbarrio de La Boca) quien tenía unministro genial que era BernardinoRivadavia; luego sigue GregorioLas Heras (avenida de doble manode 28 cuadras que conecta BarrioNorte con Palermo); después vieneel genial Bernardino Rivadavia(avenida de 116 cuadras que atra-viesa la ciudad de lado a lado y esel punto “0” de todas las calles quela cruzan), cuyos méritos son enor-mes, por supuesto: separó de hechoa Buenos Aires del resto del país,pidió el primer préstamo a la bancafinanciera del capitalismo naciente,puso como garantía de ese créditoa todas las tierras públicas de laprovincia, prohibió a los gauchosvagar por la inmensa planicie y losobligó a “conchabarse” en algunaestancia bajo la pena de cepo y en-rolamiento forzoso en el ejército,dictó leyes donde se crearon unmontón de instituciones científicasla mayoría de las cuales nuncatuvo una existencia real, luego deimportantes victorias marítimas yterrestres cerró un tratado con elBrasil en el cual le cedía graciosa-mente la provincia de la BandaOriental y logró finalmente que elagradecido pueblo de Buenos Ai-res lo echara a patadas del gobier-no; después vienen Dorrego,

Viamonte, Balcarce, Maza... ¿meolvido de alguien? no puede ser, si-gamos: Valentín Alsina, Mitre, Te-jedor (todos ellos con calles quetienen entre 15 y 40 cuadras).

¿Me estoy olvidando de al-guien?

Veamos: si Maza fue asesinadoen 1832 y Valentín Alsina asumeen 1852, ¿quién gobernó en los 20años que hay en el medio? ¡Espe-ren!... Creo recordar que existió ungobernador que ganó el primer ple-biscito de nuestra historia, que cua-druplicó la superficie de laprovincia de Buenos Aires a travésde una campaña militar coronadacon un gran acuerdo con los caci-ques de la zona, que contó durante20 años con el apoyo de las provin-cias interiores, las que se encontra-ban federadas de hecho y que loreconocían como su representanteinternacional, que dictó la primerley integral protectora de nuestrasmanufacturas, que enfrentó a lasgrandes potencias internacionalesde su tiempo en una batalla que ledio fama y prestigio internacionaly que por ese hecho San Martín lelegó su sable libertador en su testa-mento, un hombre que al parecercontaba con el firme apoyo de lossectores populares de su provincia,con el apoyo de esos sectores quecon su esfuerzo y sacrificio diariovan construyendo la riqueza delpaís. Este hombre se llamaba JuanManuel de Rosas, pero no debe ha-ber existido, ya que no existe nin-guna calle, ni siquiera una míseracortada que lleve su nombre.

Sabemos que como Rosas haycientos de héroes más que no reci-ben “el homenaje de la calle”, peroquería exponer un ejemplo de có-mo opera en lo cotidiano aquelloque Jauretche llamaba “la políticade la historia”.

Manuel Gauna

C U L T U R A L E S

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Hemos visto

Finalmente llegó a nuestros cines El retorno del rey,la última parte de la trilogía basada en El Señor delos Anillos, la obra de J.R.R. Tolkien.

Para quienes somos lectores (y re-lectores) de Tolkiendesde la adolescencia, la mezcla de sensaciones es, co-mo las dos veces anteriores, inevitable. Por un lado nosmaravilla ver plasmadas en imágenes tantas cosas milveces imaginadas, y por otro, lamentamos saber quenunca la película alcanzará la profundidad y belleza dellibro.Pero para quienes nos esforzamos en pelear día a díanuestras pequeñas-grandes batallas junto a los humildesde América Latina, la sola historia de Tolkien (inclusocontada por Peter Jackson) puede dejarnos esperanza.Esta afirmación no significa desconocer los millones quela difusión masiva de la trilogía fílmica ha dejado a Jack-son y a la compañía multinacional New Line Cinema,causa tal vez de ciertas concesiones al sistema que apa-recen en la película y no en el libro (como por ejemplola presentación de Aragorn como rey de toda la TierraMedia, cuando en la obra literaria gobierna un reino en-tre otros, todos los cuales conviven en armonía). Sin em-bargo, la película tiene el mérito de contar, sindesvirtuarla demasiado, y de hacer llegar a miles de per-sonas, una historia profundamente valiosa en sí misma.De los muchos temas que podríamos tomar, queremoshablar aquí de la esperanza, señalada por Tolkien comouno de los temas fundamentales de su novela y en ge-neral de los llamados “cuentos de hadas” (en los que laconsideraba incluida). Este tipo de historias, según él, nodesconocen la posibilidad de la derrota y del dolor (muypor el contrario, las muestran claramente), pero nieganla completa derrota final: “No podrán vencer siempre”,piensa Frodo al contemplar la cabeza del rey de piedracaído.Las imágenes de la película muestran con claridad lacontraposición entre el despliegue de poder del SeñorOscuro y el heroísmo aparentemente desesperado delos hombres, elfos y hobbits que se le oponen. Símbolode lo primero es la aparición del Rey Brujo en la bestiaalada sobre la torre de Minas Morgul, y en cuanto a losegundo, recordemos momentos como la cabalgata deFaramir hacia la ciudad tomada, la carga de los Rohirrimy la arenga de Théoden, o el lento ascenso de Frodo ySam al Monte del Destino. Como cada uno de nosotros y de nuestros compañerosde militancia cotidiana, los hobbits parecen pequeños ydébiles ante el inmenso poder imperial que deben en-frentar. Su heroísmo reside no en la falta de miedo, noen poseer un arma poderosa e invencible, no en saberse

triunfadores a partir de sus habilidades y capacidades. Suheroísmo reside en saber dónde está su lugar, ocuparlo apesar de la apariencia de la derrota y hacer todo lo queestá en sus manos para llevar a cabo su misión. Y sonpremiados con la victoria de la manera más inesperada,tanto para ellos como para sus enemigos.Cuando Tolkien inventó las lenguas élficas (de las queaparecen algunos retazos de conversación en las pelícu-las), pensó que necesitaba dos palabras para significar“esperanza”: amdir, la esperanza que se basa en el co-nocimiento de que hay posibilidades ciertas y lógicas detriunfo (como por ejemplo, si tenemos la tecnología máspoderosa), y estel, la esperanza “inesperada”, la quesubsiste más allá de todas las apariencias contrarias. Estaesperanza, por supuesto, debe ir acompañada de la deci-sión y la lucha necesarias para realizarla, pero no se dejaespantar por la creencia en el excesivo poder del enemi-go.Estel le falta a Denethor, el personaje (senescal de la ciu-dad de Minas Tirith) que quiere entregar la ciudad e in-molarse en una pira con su hijo porque considera a lamaquinaria del enemigo imposible de vencer.Estel le falta a Saruman, el mago blanco que piensa quela única solución es unirse al Señor Oscuro y aceptar susdecisiones, y termina corrompido por el deseo del Anillo.Estel, sin embargo, guía a Elrond y Gandalf, que contratoda esperanza lógica confiaron al pueblo más humildede todos, los hobbits, la misión de resolver su destino.Estel guía a Sam y Frodo cuando, paso a paso y caída acaída, continúan tercamente rumbo a la cumbre de esemonte que ni siquiera saben si podrán bajar.Estel guía a Aragorn, a Théoden, a Legolas, a Gimli, alos Jinetes de Rohan, a los hombres de Minas Tirith, encada carga y en cada batalla.Tampoco a nosotros debe faltarnos esta esperanza,cuando leemos que Bush arrasa Irak, o que el FMI presio-na por la deuda y es “imposible” decirle que no, o que sino firmamos el ALCA será nuestro fin.Digamos “no” con entereza, cuando sea necesario, ycon estel en el corazón, sepamos que la victoria finalpuede también ser nuestra, aunque el camino esté toda-vía oculto y sea difícil recorrerlo.

Cecilia Fernández Rivero

El señor de los anillos - El retorno del reyDirección: Peter Jackson