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© Cuadernos de Autoconocimiento
LA MELODÍA INTERIOR
Querid@ amig@
Te regalo en este cuaderno de Autoconocimiento, una historia que he titulado LA MELODÍA
INTERIOR, que transcurre en un poblado guineano, en el África Central. Es una historia, que
he creado como herramienta para la introspección personal y así facilitar la expansión de
conciencia que necesitas para ser una mejor versión de ti mism@ y despertar a tu líder
interior.
La he hecho transcurrir en África, porque es una tierra hermosa, de la que tengo hermosos
recuerdos y que me regaló grandes enseñanzas existenciales. Durante 11 años tuve la
fortuna de vivir y convivir con el pueblo fang de Guinea Ecuatorial, y conocer sus tradiciones
y costumbres me ha posibilitado sacar esta narración de la memoria de mi alma, donde la
vida con ellos, la inspiró.
Disfruta la historia y luego, si así lo deseas, puedes responderte a las preguntas que la
protagonista se fue haciendo a lo largo de su proceso y, que son un buen pretexto para que
te las hagas a ti. Las encontrarás al final de este cuaderno. Respóndelas con serenidad. Date
tu tiempo para ello. También tienes un ejercicio de proyección mental que puedes realizar.
Sólo me queda decirte que si después de hacer la tarea, la quieres compartir conmigo, te
ofrezco una sesión de acompañamiento personal que amplificará y reafirmará todo tu
trabajo personal.
Para mayores informes sobre el acompañamiento personal, puedes contactarme vía email
a la siguiente dirección:
© Cuadernos de Autoconocimiento
LA MELODÍA INTERIOR
PREÁMBULO
Hace unos años tuve la suerte de conocer una de las muchas tradiciones africanas, para el
conocimiento y desarrollo personal.
Me contaron que los pigmeos del África Central, que habitan las selvas de países como
Guinea Ecuatorial o Camerún, tienen sus propios hábitos o ritos de búsqueda de su esencia
genuina.
Cada habitante de esos pueblos, hombre o mujer, a lo largo de su vida, tiene en algún
momento determinado, que enfrentar una peregrinación, que le lleve a encontrar su
melodía interior.
Es un viaje físico e interior a un tiempo. Según su tradición para cada uno, el bosque, regala
una senda única e irrepetible.
Por eso, estos habitantes de la selva, recorren todas y cada una de las sendas, con una
pregunta en el alma ¿Será este mi camino, virgen, único?
Desde que nacen, viven en esa experiencia permanente de búsqueda, de su camino único.
En una ocasión, una anciana de los pueblos de la selva, llegó hasta el poblado en el que yo
vivía y me contó su historia.
Antes de contármela, me hizo prometerle, que algún día, compartiría su historia, con otros
pueblos, con otras personas, para que sirviera de modelo. Ella estaba convencida que su
tradición era universal. Ella sabía en su corazón, que todas las personas, buscan en su vida,
su camino virgen y su melodía interior.
Hoy con gran satisfacción, cumplo aquella promesa. Cuento su historia para que con ella,
igual que yo lo hice en su momento, otros y otras puedan hacer su propio viaje físico e
interior a un tiempo.
EL ORIGEN
Estrella radiante, nació una noche de luna llena, hace muchas épocas de lluvia y seca. Por
aquel tiempo su clan vivía junto al río Nguang. Su abuelo paterno, era el jefe de la tribu.
Anciano sabio, conocedor de hierbas medicinales, consejero y adivino.
© Cuadernos de Autoconocimiento
LA MELODÍA INTERIOR
Como a todos los miembros del clan, la nombraron así, porque cuando su padre escuchó
los cantos de júbilo de las mujeres del poblado, anunciando el nacimiento de una nueva
bebé, él miró al infinito firmamento y una estrella con más brillo que sus compañeras, le
hizo un guiño cómplice.
Corrió Mba, que así se llamaba el padre de la nueva criatura, a las puertas de la choza
familiar. El anciano jefe, detuvo sus pasos en seco.
Mba, frenó de golpe, perdiendo incluso el equilibrio. Eso que era un gran cazador y corredor
experto.
Detén tus pasos, hijo mío. Conoces la tradición, para entrar a recibir a la criatura que la
vida ha querido regalarte, tienes que nombrarla primero, para mostrar su destino.
Sí, anciano sabio, padre mío. Conozco la tradición. Tengo la gran dicha de anunciarle a
usted y a todos los que quieran escucharme, que esta nueva vida que nos ha sido
regalada, por la bondad y la luz eterna, ya puede ser nombrada.
¿Cómo ha sido eso, Mba? ¿Acaso el bosque mientras buscabas el alimento para tu
gente, te lo ha ofrecido como manjar más suculento que un antílope o una boa?
¡Padre mío y anciano de mi pueblo! El bosque hoy, no ha tenido a bien, regalarme de
sus abundantes bienes, ni siquiera me ha ofrecido, un pequeño roedor, con el que
calmar el hambre de los niños.
Venía yo, para qué negarlo, cabizbajo, preguntándome por qué mi hermano el bosque,
me había cerrado sus entrañas generosas, cuando justo al llegar a la senda conocida del
poblado, mi corazón comenzó a experimentar la alegría inmensa de llegar con los míos,
para consolar al calor de la lumbre esta desazón que me consumía.
Escuché, traídos por el viento, los cantos jubilosos, de las parteras, que me anunciaban
que era niña, la criatura que la vida había tenido a bien regalarme.
Toda mi pesadumbre, se esfumó al instante, comprendí la razón de mi hermana la selva.
Me quería aún más expectante de lo que en sí ya estaba.
Miré al infinito cielo y una estrella, cuyo brillo destacaba entre las de sus hermanas, me
regaló un guiño.
Entonces comprendí todo, con una claridad tal, que aún me quema por dentro. Esta
criatura nuestra, pueblo mío, será nombrada de hoy en adelante ESTRELLA RADIANTE.
Ese es su camino, su destino, su misión, su razón.
Todos los vecinos que se habían conglomerado en torno al padre de la criatura y al anciano
abuelo y sabio del pueblo, hablaban entre sí. Reían, cantaban, se preguntaban: ¿Qué
significado tiene el nombre? ¿Cuál es la misión que conlleva? ¿Qué historias y sueños hay
detrás de ese nombre?
© Cuadernos de Autoconocimiento
LA MELODÍA INTERIOR
Después de un rato grande, de dilucidar, de conversar y compartir amigablemente sobre el
nombre y la buena noticia que con él traía para el pueblo, comenzaron a danzar. Era una
danza nueva, diferente, original, porque era el primer regalo que el pueblo le hacía a
ESTRELLA RADIANTE. Era su regalo de bienvenida a la gran familia.
Tras la danza, las mujeres que habían sacado a la niña, envuelta en telas blancas, a la luz de
la luna llena, se la presentaron al padre, al abuelo y al pueblo congregado, con cantos de
júbilo por la vida recién estrenada.
LA SOCIALIZACIÓN
Estrella radiante, fue creciendo acompañada de otros niños y niñas, al calor de la lumbre,
cobijada y protegida de cualquier peligro, en las grandes faldas de las ancianas abuelas del
clan, responsables de su cuidado y primera educación.
Las ancianas les contaban historias de la tribu, de la caza y la pesca, de otras épocas más
gloriosas, de los peligros del bosque y el río, de los fantasmas de la noche.
Estrella radiante, abría sus grandes ojos negros para escuchar atentamente cada uno de los
cuentos. Los guardaba en su memoria, como si hubieran sido tatuados con tinta indeleble.
Para ella, eran sagradas las enseñanzas de sus ancianas abuelas. Experimentaba una
profunda seguridad al recordarlas y hacer memoria de todas y cada una de las normas y
creencias regaladas. También sentía en la boca del estómago, cierto temor, a incumplir
alguna de esas benditas enseñanzas.
Tenía una amiga muy especial, realmente era una prima, nacida unos meses antes que ella.
Colibrí era su nombre. Con ella platicaba y se pasaban las horas entre juegos y disertaciones
infantiles.
Les gustaba discutir sobre lo que las abuelas les enseñaban. Y cuando hablaban de esos
temas se preguntaban entre sí: ¿Cuáles son las normas y creencias que recuerdas más
significativas? ¿Cuáles son esas creencias que más te han impactado? ¿Con qué normas no
estás de acuerdo, ahorita? ¿Hay alguna creencia que te dé miedo o que frene tu libertad e
independencia? ¿Para qué nos enseñan normas? ¿Qué creencias siguen siendo ahorita para
mí importantísimas?
Siempre que hablaban de esas cosas, al terminar sus diálogos, hacían lo que las abuelas les
habían enseñado. La danza de la libertad de la conciencia expandida, para dejar que la
creatividad en ellas se empoderara y así poder encontrar algún día su camino único y su
melodía interior.
© Cuadernos de Autoconocimiento
LA MELODÍA INTERIOR
LA ELECCIÓN
Estrella reluciente, tenía 13 años, cuando por primera vez, le bajó la sangre de la vida, de la
madurez, del permiso para procrear, del final de la niñez, de la salida del pueblo paterno,
de la nueva vida y el nuevo hogar.
Dejó de ser niña, para hacerse mujer, futura esposa, madre, proveedora de alimentos para
otro pueblo que la eligiera.
Se sentía diferente, su cuerpo había ido cambiado, avisándole que el final o el principio de
la nueva vida, estaba a la vuelta de la esquina.
Experimentaba una emoción inmensa, ya era una mujer adulta, Sabía que la
responsabilidad tenía que acompañarla a partir de ese momento.
Sentada a la orilla del río, apoyada en un tronco viejo, creía escuchar al bosque que le
cantaba una hermosa canción. Ella cerraba los ojos, y recordaba lo que había ido viviendo
a lo largo de esos años.
Después comenzó a dibujar en la arena, a la orilla del río. Dejó que su mente volará
creativamente. Por una parte diseñaba símbolos, signos, dibujos que tenían que ver con lo
que de ella se esperaba como mujer adulta y responsable. Por otra parte y con mayor
intensidad y fuerza, surgían de algún rincón de su alma, sus sueños y deseos más personales
y auténticos. Unos y otros iban apareciendo desde el inconsciente, a la conciencia
expandida, de reconocerse a las puertas de una nueva etapa de su vida.
LIBERACIÓN
Mientras contemplaba lo que había creado, se le venían a la mente las normas y creencias
que le habían enseñado de niña. Algunas se le hacían pesadas cargas que soportar.
Comenzó a agarrar chinitas de la orilla y una a una las fue lanzando al río, para que la
corriente se las llevara. En cada chinita que lanzaba, iba una de esas creencias aprendidas
de la que se quería liberar.
Se fue sintiendo ligera, una bandada de pájaros, sobrevoló cantando, su cabeza. Parecían
invitarle a volar. Ella comenzó a danzar cuál ave libre, que sueña y crea caminos nuevos y
diferentes y los mismos de siempre.
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LA MELODÍA INTERIOR
ARTISTA DE SU EXISTENCIA
Tenía 15 años, cuando a Estrella radiante, le encontraron marido. Le dijeron que todo se
había acomodado maravillosamente. Que los astros habían confabulado en su destino
exitoso.
Ella estaba emocionada y asustada a un tiempo. Feliz y melancólica. Como el resto de la
gente de su pueblo, se sentía orgullosa de cumplir con su destino.
Aunque también era cierto que unas preguntas rondaban su cabeza desde hacía un tiempo:
¿Qué pasaba si no cumplía con lo establecido? ¿Era realmente eso lo que quería o en sus
adentros quería algo diferente? ¿Qué iba a pasar después, qué futuro le esperaba? ¿Sabría
estar a la altura de sus obligaciones? ¿Sería feliz? ¿Encontraría así, su camino virgen y único?
¿Descubriría su melodía interior?
Con su prima y amiga, y con otras amigas más, hablaba de estas cuestiones, a la luz de luna
en las noches estrelladas, antes de dejar para siempre su pueblo.
Sus amigas le pidieron que como despedida, ella les regalase un símbolo. Le dejaron que
eligiera, un baile, una poesía, un dibujo, una figura hecha con sus manos. Y una de las
últimas noches que pasó en el hogar paterno, cuando todos dormían, comenzó a pensar,
despedirse, cambiar de vida, cerrar un círculo, morirse para revivir… son palabras parecidas.
Siempre permaneceré en el corazón de mi pueblo. Soy, estrella radiante y así me
recordarán. Soy, ya sé, voy a crear un símbolo, con lo que yo creo ahorita, que significa mi
nombre y qué es por tanto la misión que me corresponde vivir desde ahora en adelante.
Estrella radiante, regaló su símbolo y partió del pueblo paterno. Se fue en busca de otro
hogar. Se fue experimentando una fuerza interior que le hacía sentirse dueña de su vida.
Consciente que iniciar una nueva etapa era como volver a nacer.
Consciente que siempre viviría con una sensación en su corazón de nostalgia, al despedir y
dejar atrás lo vivido.
Consciente que se puede siempre encontrar lo que se busca. Porque la razón de la búsqueda
es la felicidad.
Consciente que su melodía interior, era querer en cada momento, lo que corresponde
querer.
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LA MELODÍA INTERIOR
EPÍLOGO
Este fue el mensaje que esta anciana mujer me regaló. Hoy yo lo vuelvo a regalar.
En cada ocasión grande o pequeña que vivas, quiere, acepta, ama lo que corresponde
vivir. Esta es la clave para vivir en el presente, sin nostalgia del ayer, ni miedo al
mañana.
Querer lo que corresponde, es la mejor herramienta para experimentar la libertad, porque
no hay apegos, sólo nos pertenece este instante que queremos y en el que somos felices.
FIN
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LA MELODÍA INTERIOR
PREGUNTAS PARA LA REFLEXIÓN PERSONAL
1. ¿Qué significado tiene el nombre?
2. ¿Cuál es la misión que conlleva?
3. ¿Qué historias y sueños hay detrás de ese nombre?
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LA MELODÍA INTERIOR
4. ¿Cuáles son las normas y creencias que recuerdas más significativas?
5. ¿Cuáles son esas creencias que más te han impactado?
6. ¿Con qué normas no estás de acuerdo, ahorita?
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LA MELODÍA INTERIOR
7. ¿Hay alguna creencia que te dé miedo o que frene tu libertad e independencia?
8. ¿Para qué nos enseñan normas?
9. ¿Qué creencias siguen siendo ahorita para mí importantísimas?
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LA MELODÍA INTERIOR
MAPA MENTAL DE TU MOMENTO ACTUAL
Haz un dibujo, como el que Estrella Radiante hizo en la arena, a la orilla del río. Deja que tu
mente vuele creativamente. Por una parte diseña símbolos, signos, dibujos que tengan que
ver con lo que se espera de ti como persona adulta y responsable. Por otra parte deja que
surjan de algún rincón de tu alma, tus sueños y deseos más personales y auténticos.
Cuando hayas concluido este ejercicio puedes darte un espacio para responder a esta otra
batería de preguntas:
10. ¿Qué pasa si no cumples con lo establecido o las expectativas de los demás?
11. ¿Es realmente eso que has puesto en el mapa lo que quieres o en tus adentros quieres
algo diferente?
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LA MELODÍA INTERIOR
12. ¿Qué futuro te espera?
13. ¿Cómo vas a conciliar obligaciones y deseos personales?
14. ¿Cómo vas a ser feliz?
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LA MELODÍA INTERIOR
15. ¿Cuál es tu camino virgen y único?
16. ¿Cómo es tu melodía interior?