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DE ESTRDISTtCR - INEGI

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INSTITUTO NRODNR\. DE ESTRDISTtCR GEOGRRFIR E INFORMRTICit COLEGIO DE POSTGRADUADOS

Análisis de las Unidades de Producción Rurales en México.

Publicación única. Primera edición. 52 p.p. Analizar y clasificar a las unidades de producción rurales, con

base en las variables de los temas: Destino de la producción; Productos de recolección; Mano de obra;

Forma de organización; animales de trabajo; y vehículos y tractores.

OBRAS AFINES O COMPLEMENTARIAS SOBRE EL TEMA: Unidades de Producción Rurales.

SI REQUIERE INFORMACION MAS DETALLADA DE ESTA OBRA, FAVOR DE COMUNICARSE A:

Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática

Dirección General de Difusión

Dirección de Atención a Usuarios y Comercialización

Av. Héroe de Nacozari Núm. 2301 Sur

Fracc. Jardines del Parque, CP 20270

Aguascalientes, Ags. México

TELEFONOS: 01 800 490 59 00 Y 01 (49) 18 29 98

CORREO ELECTRONICO [email protected]

DIRECCION INTERNET http://www.inegi.gob.mx

DR © 1998, Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática Edificio Sede Av. Héroe de Nacozari Núm. 2301 Sur Fracc. Jardines del Parque, CP 20270 Aguascalientes, Ags.

Dirección Internet http://www.inegi.gob.mx

Análisis de las Unidades de Producción Rurales en México

Impreso en México ISBN 970-13-2017-4

Foto portada: detalle del mural LA DIOSA DEL MAIZ de Diego Rivera Reproducción autorizada por el Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura

Presentación

El Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI) y el Colegio de Postgraduados (CP) presentan la monografía titulada: Análisis de las Unidades de Producción Rurales en México.

El INEGI y el CP establecieron, en marzo de 1994, un convenio amplio de colaboración en materia de estadística, geografía e infor­mática y, derivado de este instrumento, acordaron, en un convenio específico, la elaboración de 1 O monografías sobre diversos temas relacionados con el sector agropecuario y forestal de México. Los trabajos se basaron en la información del VIl Censo Agropecuario realizado por el Instituto en 1991 y el análisis y desarrollo estuvo a cargo de personal académico del Colegio.

De esta colaboración se obtuvieron resultados satisfactorios no sólo en cuanto a la calidad de los documentos y la demanda de los mismos, sino en lo que corresponde a la conjunción de esfuerzos interinstitucionales.

Debido a los logros obtenidos y a la amplia gama de temas que pueden ser analizados utilizando la información del VIl Censo Agropecuario, el Instituto y el Colegio decidieron establecer, en diciembre de 1996, un segundo convenio específico para elaborar 8 monografías, en las cuales se abordaron temas centrales para aten­der la situación que prevalece en el sector agropecuario y forestal, y de esta manera proveer a los usuarios con resultados rigurosamente tratados por especialistas.

Los títulos de las monografías que conforman la colección son:

• La Ganadería Familiar en México

• La Horticultura Ornamental en México

• Análisis a Nivel Nacional de la Producción de Caña de Azúcar

• Uso de Tecnología Silvícola en México

• Recursos Agrícolas del Trópico y Subtrópico Mexicano

• Principales Cultivos Hortícolas de México

• La Producción Agrícola y su Correlación con el Espacio Geoestadístico

• Análisis de las Unidades de Producción Rurales en México

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Introducción VIl

1. El Destino de la Producción 1

1.1 El Destino de la Producción Agrícola y Ganadera hacia el Autoconsumo 3

1.2 El Destino de la Producción Agrícola y Ganadera Hacia la Venta 8

1.3 Los Productos de Recolección en las Unidades de Producción Rurales 1 O

2. Organización y Mano de Obra en las Unidades de Producción Rurales en México 13

2.1 Formas de Organización de las Unidades de Producción Rurales 15

2.2 La Mano de Obra en las Unidades de Producción Rurales en México 19

3. La Tracción en las Unidades de Producción Rurales 29

3.1 La. Tracción Animal, los Semovientes en el Campo Mexicano 31

3.2 La Mecanización del Agro 33

3.3 Los Vehículos Motorizados en el Campo 34

Resumen 39

Bibliografía 41 IN

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Introducción

El presente trabajo es un análisis de la información proporcionada por el VIl Censo Agropecuario, 1991. Este ejercicio es realizado por el personal académico del Colegio de Postgraduados.

El objetivo del análisis es interpretar en un marco nacional y estatal los datos censales referentes al destino de la producción, a la mano de obra y a la energía utilizada en el proceso de producción de las unidades de producción rurales en México. El apoyo instrumental en que se basa el análisis se obtiene de la información ofrecida directa­mente por el VIl Censo Agropecuario, publicada por el INEGI en los discos compactos que contienen el sistema "El Sector Agropecuario".

Las unidades de producción rurales serán estudiadas con base en una selección temática construida de acuerdo con el interés de conocer su vinculación con el mercado. Gracias a esta relación que guardan con la economía del país, las unidades de producción rurales pueden ser estudiadas y se puede encontrar en ellas los sistemas agrícolas en las que se sustentan y las estructuras agrarias con las que se rigen.

Se parte del hecho de que existe una relación de interés de los responsables de las unidades de producción rurales para cubrir sus necesidades básicas mediante su trabajo, por lo que se buscará conocer la relación que se genera con el trabajo en el agro mediante la inversión de energía para obtener productos de la tierra. De esta forma la mano de obra se vuelve una variable de estudio en este ejercicio. Además este interés por el trabajo se extiende a la energía utilizada por los productores como es en este caso la tracción animal y la tracción mecánica, recurso energético que sirve para la clasificación de la relación que las unidades de producción rurales generan con su entorno.

El concepto de autoconsumo se vuelve un criterio de definición que facilita la descripción de las unidades de producción rurales en estudio y del grupo que conforman. Además las relaciones de trabajo y las formas de organización en las unidades de producción rurales también apoyan el estudio. Con las clasificaciones así obtenidas se busca crear un instrumento útil para el análisis de las unidades de producción rurales que posibilite generar una definición operativa de la sociedad mexicana que vive en el campo. Una definición de esta naturaleza tiene un valor genérico útil a nivel nacional, pero no puede ser aplicada a niveles regionales ni mucho menos a circunstancias locales ya que la base de la interpretación es la información censal a nivel estatal, este es otro paso que habrá que dar en su oportunidad.

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De esta manera, se generó una metodología de trabajo partiendo de los datos censales de las unidades de producción rurales y su división con base al destino de su producción (autoconsumo o venta), al trabajo y la energía utilizada. Partiendo de los datos a nivel nacio­nal, se generó un proceso comparativo del total nacional con las entidades federativas. De allí se obtuvieron diversos porcentajes y en algunas ocasiones la diversificación obtenida era tan obvia que los datos ordenados señalaban diferenciaciones de importancia que fueron recogidas en el análisis. En este proceso comparativo, se volvieron trascendentes los criterios que podían ayudar a entender la relación de las unidades de producción rurales y su entorno social.

Con el fin de esclarecer más este proceso de estudio se enfatizan los criterios que lo apoyaron. Así el primero de ellos fue el autoconsumo, el cual para ser estudiado ha de partir de un modelo dual en el cual podamos imaginar a los responsables de las unidades de producción rurales con un autoconsumo total por una parte y por otra, en una dependencia total del mercado. También está el criterio de la mano de obra para la producción agrícola, pecuaria o forestal, desde la perspectiva del trabajo remunerado y el trabajo no remunerado, que puede clasificarse de acuerdo a su duración eventual o permanente. También la organización individual o colectiva de las unidades de producción rurales nos conduce a la clasificación del trabajo.

Otra variable señalada es la energía utilizada para la tracción en el sistema agrícola tanto de origen animal como mecánico. Esta tracción puede ser tradicional basada en la energía que proveen los tiros de caballos, las yuntas de bueyes, los troncos d,e mulas y conforman una variable genérica llámada semovientes utilizados por los responsables de las unidade~ de producción rurales. O bien, esta energía puede ser obtenida de la mecanización, lo que implica la tractorización y la movilización, mediante vehículos de carga y trans­porte como camionetas y camiones e implementos agrícolas adosados a los tractores.

Es importante además definir la unidad de estudio, porque ésta es la que marca la ruta del análisis. La base será establecida por ellNEG 1 en el VIl Censo Agropecuario, el cual toma como base de estudio la Unidad de Producción Rural, que "Es el conjunto formado por: los predios, terrenos o parcelas con o sin actividad agrícola, ganadera o forestal que se encuentren en un mismo municipio; los animales criados por su carne, leche, huevo, piel, miel o para trabajo que se posean, independientemente de su ubicación, así como los elemen­tos de producción disponibles para estas actividades, siempre que en el año agrícola 1990-1991 todo esto se haya manejado bajo una misma administración y que al menos uno de los predios, terrenos o parcelas esté ubicado fuera de los límites de las Areas Geoestadísticas Básicas Urbanas." Así las generalizaciones y conclusiones se enmarcarán dentro de estos lineamientos y de esta forma podrán ser comparadas con otros estudios que toman la misma base y la misma medida.

El estudio se limita a interpretar la información censal y cuando algún dato no se ha obtenido del censo, se indica su fuente. Se

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presenta la información como la proporciona el censo manejándola de una manera desglosada o parcialmente limitada y en algunas ocasiones graficada, siempre señalando la fuente. En general la interpretación se iniciará con la descripción del fenómeno con base a datos censales y de allí se buscará vincular estos datos con los conceptos ya señalados, que faciliten el proceso de la formación de generalizaciones y comparaciones de los datos ofrecidos, por entidad federativa.

Los autores de este ejercicio académico son profesores investiga­dores del Programa de Estudios del Desarrollo Rural del Instituto de Socioeconomía Estadística e Informática: la Dra. Jacinta Palerm Viqueira y el Dr. Tomás Martínez Saldaña. Los citados autores se basaron en el apoyo logístico y técnico del M. C. Fidencio Servín Juárez y de la M. C. Roxana Mondragón Hernandez, a quienes agradecemos su participación y colaboración.

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1 . El Destino de la Producción

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1.1 EL DESTINO DE LA PRODUCCION AGRICOLA Y GANADERA HACIA EL AUTOCONSUMO

El VIl Censo Agropecuario levantado en el año de 1991, captó información del tema destino de la producción de los productos agrícolas, pecuarios y forestales obteni­dos en la unidad de producción ya sean para autoconsumo, venta local o nacional, o exportación.

En este primer punto, se presenta un análisis de la variable de autoconsumo de la producción agrícola reportado por las unidades de producción rurales con superficie agrícola a nivel nacional.

Antes de ello, se expone un panorama general de las unidades de producción rurales, ubicándolas en cuatro supuestos ámbitos de acuerdo con el destino que se le da a la producción.

a) Las unidades de producción rurales, cuyos inte­grantes adoptan una estrategia de sobrevivencia que no implica una vinculación continua y limitante con el mer­cado y que ofrecen una relación de compra-venta de mano de obra y de mercancías. En este caso los responsables de las unidades tienen capacidad para desvincularse de las relaciones de mercado, además reaccionan de una manera favorable a los incrementos de precios de las mercancías, así como a la eleva­ción de costos de los insumos que compran, al poder tener la oportunidad de ingresar al mercado o retirarse de él, de acuerdo con sus intereses.

b) En un segundo ámbito, los responsables de las unidades de producción rurales no tienen más recursos que la venta de mano de obra, así, todas sus necesida­des, que satisfacen a través de la compra de mercan­cías, están condicionadas a lo que se adquiere por la vía del salario, generándose muy pocas relaciones de tra­bajo y de integración al medio, y muchas veces susten­tado por la relación de aprovechamiento de los recursos naturales, vía la recolección, el uso de espacio y bos­ques, los derechos de pastoreo y el área común, entre otros.

e) En un tercer escenario, aparecen las unidades cuyos responsables están vinculados al mercado tanto de trabajo como de productos, sus sistemas de produc­ción están capitalizados o al menos mecanizados, para llegar a obtener mayores niveles de producción aún cuando conservan dinámicas de organización y produc­ción de tipo familiar o tradicional, en cuanto que utilizan la mano de obra de los niños y las mujeres, la mano vuelta, los trabajadores pagados en especie y compro­misos morales con sus trabajadores, aunque sus pro­ductos los ubican en los mercados locales o regionales. En este tipo de unidades de producción rurales sus responsables están más expuestos a las fluctuaciones y riesgos que provoca el mercado, pero al mismo tiempo tienen capacidad de adaptarse a la vida económica del país y cambiar sus sistemas de producción de acuerdo a los lineamientos del mercado.

d) Un cuarto y último ámbito surge cuando analiza­mos las unidades de producción rurales, cuyos inte­grantes están inmersos en el mercado de todos los niveles tanto para su consumo, comprando todos sus alimentos en el mercado, como los insumos para la producción, sin realizar ninguna forma de autoconsumo, ya que utilizan sistemas de producción que están vincu­lados al mercado por la vía de insumes, recursos técni­cos y mecanización.

El autoconsumo de la producción agrícola

Bajo este concepto, se clasificó a todas aquellas unida­des de producción con superficie agrícola que reportaron no haber vendido toda o parte de su producción agrícola. Los resultados del censo señalan que el46% del total de unidades de producción rurales, destina su producción al autoconsumo; el 44% la destina a la venta y el 1 O% restante de unidades no reportó producción (Gráfica 1 }. Además, de las unidades que destinan su producción a la venta, el 99.3% la dirige a los mercados local y nacional, y tan sólo un 0.7% se vincula también al mercado internacional.

PROPORCION DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERFICIE AGRICOLA, SEGUN DESTINO DE PROOUCCION

SOLO AUTOCONSUMO

46%

Gráfica 1

NO REPORTARON PAODUCCION

10%

MERCADO 44%

A nivel de entidad federativa, el autoconsumo por parte de los integrantes de las unidades de producción rurales, viene a ser una forma dominante en los estados de México, Tlaxcala, Guerrero, Oaxaca, Puebla, Ouerétaro, Distrito Federal, Quintana Roo e Hidalgo, entidades cuyas unidades de producción con autoconsumo rebasan el 50% (Cuadro 2).

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Al analizar la información del grupo anterior de una manera más detallada, resalta el estado de México, que tiene un mayor conglomerado humano y a la vez, cuenta con una mayor población asentada en el ámbito rural. Allí las dos terceras partes de las unidades de produc­ción destinan sus productos al autoconsumo, lo cual indica que la población en esa zona debe tener otra forma de allegarse recursos como sería la venta de tuerza de trabajo en el entorno cercano al Distrito Federal y su área metropolitana. Del mismo modo algunas otras entidades del grupo mencionado siguen el mismo esquema laboral del estado de México.

El segundo grupo de entidades formado por San Luis Potosí, Yucatán, Durango, Michoacán, Chihuahua y Campeche tienen un porcentaje de entre 40 y 46% de unidades de producción rurales que destinan su produc­ción al autoconsumo. En este mismo proceso, de manera decreciente se encuentran las unidades de pro­ducción de Nuevo León, Guanajuato, Chiapas, Veracruz, Zacatecas, Aguascalientes, Jalisco, Tabasco, Coahuila, Morelos, Colima y Nayarit.

El tercer grupo de entidades federativas presentan datos que indican que sus unidades de producción rurales quedan enmarcadas en la vinculación dada por la venta de su producción, tal es el caso de Sinaloa, Sonora y Tamaulipas, (estados que aunque reportan la mayor producción del país, alrededor de una quinta parte de sus unidades de producción se clasifican en autoconsumo).

Por último, las entidades de Baja California Sur y Baja California son las que presentan, a nivel nacional, los más bajos porcentajes de unidades de producción ru­rales con superficie agrícola que destinan su producción al autoconsumo; con un 15 y 13%, respectivamente.

El autoconsumo de la producción ganadera

Este concepto estuvo aplicado a las unidades de pro­ducción rurales con cría y explotación de animales que informaron no haber vendido toda o parte de su produc­ción pecuaria.

Los datos censales indican que a nivel nacional, el 76% de este tipo de unidades de producción rurales destina su producción al autoconsumo, en tanto que el 24% restante de unidades vende su producción (Gráfica 2). También es importante mencionar que del total de unidades de producción que destina su producción a la venta, el 99% lo hace en los mercados local y nacional; mientras que el 1% además de relacionarse con dicho mercado, también lo hace con el mercado internacional.

A nivel de entidad federativa, las unidades de produc­ción rurales que destinan su producción pecuaria al autoconsumo dominan en la mayoría de los estados, las

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PROPORCION DE UNIDADES DE Gráfica 2

PRODUCCION RURALES CON CRIA Y EXPLOTACION DE ANIMALES, SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION

SOLO VENTA AUTOCONSUMO

excepciones son Baja California Sur y Sonora, con un 46 y 44% de unidades, respectivamente (Cuadro 4).

También en el cuadro 4 se observa una serie de diferenciaciones entre las entidades federativas, respecto a la venta y consumo de la producción ganadera que se presenta en sus unidades de producción rurales, lo cual facilita su estudio.

La primera diferenciación se presenta en aquellas entidades federativas en donde el número de unidades de producción rurales que destinan su producción pe­cuaria a la venta es preponderante, como Sonora y Baja California Sur, en donde se comercializa en gran escala el ganado bovino, porcino, así como aves y otros pro­ductos pecuarios.

Una segunda diferenciación se da en aquellas enti­dades federativas donde las unidades de producción rurales cuya producción pecuaria se vincula al mercado, pero a pesar de esta capacidad de venta de ganado y productos pecuarios domina el autoconsumo como una variable general. Este es el caso de Jalisco, Chihuahua, Tamaulipas, Durango, Veracruz y Chiapas. Este es el único rasgo en común porque en dichas entidades existen grupos de productores muy diferenciados entre sí. Los estados norteños presentan unidades integradas por productores campesinos, pero los sureños tienen una presencia étnica importante. Lo anterior nos llevaría a pensar en la existencia de sistemas de producción ganadera de trashumancia y de traspatio así como de aprovechamiento de pastoreo estacional. (Relación que

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habrá que estudiar al detallar el análisis a niveles regionales o locales).

Una tercera diferenciación se ubica en el grupo que está formado por aquellas entidades federativas, cuyas unidades de producción rurales presentan el predominio de la producción tradicional de productos pecuarios, lo que implica un número importante de productores y consumidores de la producción ganadera. En este caso se encuentran los estados de México, Tlaxcala, Puebla, Guerrero, Hidalgo, Oaxaca, Querétaro, Morelos y los estados ubicados en la península de Yucatán. Estos tienen una presencia muy amplia de población rural así como alto autoconsumo de la producción pecuaria, lo que lleva a pensar que dicha producción se da de una manera precaria, con sistemas de explotación de traspatio de aves, puercos así como el pastoreo de cabras y ovinos. Está en el futuro saber cómo se atienden estos sistemas y bajo qué régimen familiar se organizan para aprovechar los pastos comunales o privados.

Hay una cuarta diferenciación entre las entidades federativas, cuyas unidades de producción rurales tie­nen una ganadería irrelevante, ya que el número de unidades que se ocupa en ella es baja, este es el caso de las entidades federativas con muy poco territorio como Colima, Aguascalientes, Distrito Federal y los estados norteños desérticos de Baja California y Baja California Sur {ver cuadros 3 y 4).

De esta forma, el autoconsumo pecuario se añade al autoconsumo agrícola de las unidades de producción rurales como un elemento más de clasificación, conclu­yendo de una manera genérica que la presencia del autoconsumo es mucho más relevante en el caso de productos pecuarios que de productos agrícolas ya que la producción de traspatio es consumida familiarmente y cuando se vende, tiene una mínima presencia en los mercados, ya que esta venta es esporádica y cuando está presente el producto campesino se vende en los tianguis rurales del centro y sur del país.

Por el contrario, en las entidades federativas norteñas existen compradores que controlan la compra-venta del ganado mediante empresas establecidas y no existen mercados campesinos de animales, de esa forma las unidades de producción rurales no están acostumbra­das a participar en el abasto de carne local, ya que está controlada por los rastros oficiales y regulados por la estructura estatal así como por introductores y tablajeros que hacen del mercado de la carne un mercado cerrado. Por el contrario, en las regiones campesinas todavía se encuentran mercados de carne, cuya oferta es muy limitada donde se sacrifica un animal o dos para el consumo local y no existen facilidades de refrigeración y por lo tanto la carne tiene que ser consumida en un par de días.

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERFICIE AGRICOLA, Cuadro 1

SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD UNIDADES DE AUTOCONSUMO VENTAS NO REPORTARON

PRODUCCION PRODUCCION

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3 794025 1 739432 1 664 555 390 038 OAXACA 342 203 208 506 101 417 32 280 MEXICO 297 812 204 818 65 722 27 272 PUEBLA 337193 197 563 110 673 28957 VERACRUZ 373 088 139 115 201 686 32287 GUERRERO 201 787 125 845 59 727 16 215 CHIAPAS 303275 112 518 175 240 15 517 HIDALGO 199 815 110 804 49979 39032 MICHOACAN 183 384 75 930 88257 19197 SAN LUIS POTOSI 144236- 66 959 62235 15 042 GUANAJUATO 136 037 51 699 71 877 12461 JALISCO 149 067 48 214 82676 18177 TLAXCALA 68 011 44 531 21 036 2444 ZACATECAS 117 495 43408 60349 13 738 YUCA TAN 83629 36813 38 327 8 498 CHIHUAHUA 91 225 36 382 48674 6 169 DURANGO 84 215 34 321 43188 6 706 OUERETARO 46005 27202 11 880 6923 TABASCO 87 357 25 727 40548 21 082 SINALOA 94 608 19 715 68053 6840 NUEVOLEON 42487 16448 15015 11 024 QUINTANA ROO 27 583 15 349 10 232 2002 CAMPECHE 36543 14 471 16 653 5419 TAMAULIPAS 84 513 13 909 61 207 9 397 NAYARIT 60156 13 786 44 188 2182 COAHUILA 50994 13 656 28 900 8 438 MORE LOS 46188 11 733 30 054 4 401 DISTRITO FEDERAL 19422 10 589 5 123 3 710 SONORA 38 769 8 215 25 164 5 390 AGUASCALIENTES 19236 6 278 8 101 4 857 COLIMA 13 381 3018 8632 1 731 BAJA CALIFORNIA 10 868 1 401 7190 2277 BAJA CALIFORNIA SUR 3443 509 2552 382

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

PROPORCION DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERFICIE AGRICOLA, Cuadro 2

QUE DESTINAN SU PRODUCCION AL AUTOCONSUMO Y A LA VENTA, Continúa

POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD AUTOCONSUMO VENTAS NO REPORTARON PRODUCCION

MEXICO 69 22 9 TLAXCALA 65 31 4 GUERRERO 62 30 8 OAXACA 61 30 9 PUEBLA 59 33 8 QUERETARO 59 26 15 DI S"¡ RITO FEDERAL 55 26 19 QUINTANA ROO 56 37 7 HIDALGO 55 25 20 ESTADOS UNIDOS ~~EXICANOS 46 44 10 SAN LUIS PO fOSI 46 43 11 YUCA TAN 44 46 10 DURANGO 41 51 8 MICHOACAN 41 48 11 CHIHUAHUA 40 53 7 CAMPECHE 40 45 15 NUEVO LEON 39 :'5 26 GUANAJUATO 38 53 9

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PROPORCION DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERACIE AGRICOLA, QUE DESTINAN SU PRODUCCION AL AUTOCONSUMO Y A LA VENTA, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD AUTOCONSUMO VENTAS

CHIAPAS 37 58 VERACRUZ 37 54 ZACATECAS 37 51 AGUASCALIENTES 33 42 JALISCO 32 56 TABASCO 29 46 COAHUILA 27 57 MORELOS 25 65 COLIMA 23 64 NAYARIT 23 73 SINALOA 21 72 SONORA 21 65 TAMAUUPAS 16 73 BAJA CALIFORNIA 13 66 BAJA CALIFORNIA SUR 15 74

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD DE CRIA Y EXPLOTACION DE ANIMALES, SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD AUTOCONSUMO VENTAS

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 2362 367 756307

OAXACA 246411 49870 VERACRUZ 236400 83 835 PUEBLA 227 071 40 817 CHIAPAS 203 014 66 527 MEXICO 192 005 30 592 GUERRERO 149 242 28 699 HIDALGO 132 372 25552 MICHOACAN 109 514 38082 SAN LUIS POTOSI 93999 30014 GUANAJUATO 80 784 33004 JALISCO 76 721 48 340 ZACATECAS 63 561 33 215 SINALOA 56671 16 384 TABASCO 56350 23252 YUCA TAN 46 733 15 698 CHIHUAHUA 46477 34995 DURANGO 44 667 27 440 TLAXCALA 41 544 6526 TAMAULIPAS 38 475 20 758 NAYARIT 36 871 11 172 QUERETARO 33087 6904 MOR EL OS 25437 5 565 COAHUILA 24 530 16 261 NUEVO LEON 22 431 14176 CAMPECHE 20285 10 841 QUINTANA ROO 16 184 5868 SONORA 12 762 16 221 AGUASCALIENTES 9094 5 743 DISTRITO FEDERAL 7 509 1693 COLIMA 6147 4 006 BAJA CALIFORNIA 4121 2 049 BAJA CALIFORNIA SUR 1 898 2 208

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario. 1991.

Cuadro2

Conclusión

NO REPORTARON PROOUCCION

5 9

12 25 12 25 16 10 13

4 7

14 11 21 11

Cuadro 3

TOTAL

3118 674

296 281 320 235 267 888 269541 222 597 177941 157 924 147 596 124 013 113 788 125 061 96 776 73055 79602 62 431 81472 72 107 48070 59233 48043 39991 31002 40 791 36 607 31 126 22 052 28 983 14 837 9202

10153 6 170 4106

7 INE

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PROPORCION DE UNIDADES DE Cuadro 4 1.2 EL DESTINO DE LA PRODUCCION AGRICOLA Y GANADERA HACIA LA VENTA PRODUCCION RURALES CON CRIA Y

EXPLOTACION DE ANIMALES QUE DESTINAN SU PRODUCCION AL AUTOCONSUMO Y A LA VENTA, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD SOLO VENTA

La venta de productos agrícolas, ganaderos y foresta­les, al ser una fuente importante de recursos para los responsables de algunas unidades de producción rura­les, se constituye en una de las variables básicas para aclarar el proceso de vinculación de las unidades de producción rurales con el sistema de mercado.

AUTOCON-SUMO%,

MEXICO 86 TLAXCALA 86 PUEBLA 85 GUERRERO 84 HIDALGO 84 OAXACA 83 QUERETARO 83 DISTRITO FEDERAL 82 MORELOS 82 SINALOA 78 NAYARIT 77 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 76 SAN LUIS POTOSI 76 CHIAPAS 75 YUCA TAN 75 MICHOACAN 74 VERACRUZ 74 QUINTANA ROO 73 GUANAJUATO 71 TABASCO 71 BAJA CALIFORNIA 67 ZACATECAS 66 CAMPECHE 65 TAMAULIPAS 65 DURANGO 62 AGUASCALIENTES 61 COLIMA 61 JALISCO 61 NUEVO LEON 61 COAHUILA 60 CHIHUAHUA 57 BAJA CALIFORNIA SUR 46 SONORA 44

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

14 14 15 16 16 17 17 18 18 22 23 24 24 25 25 26 26 27 29 29 33 34 35 35 38 39 39 39 39 40 43 54 56

La venta de la producción agrícola

El VIl Censo Agropecuario informa sobre el destino de la producción agrícola hacía la venta, por parte de algunas unidades de producción rurales con superficie agrícola en México. El cuadro 5 señala que el44% de estas unidades en el país vende sus productos a los mercados (locales, nacional o internacional).

En el análisis a nivel entidad federativa, se observa que 12 entidades están por debajo de este promedio nacional y en 4 de estas entidades, menos del 30% de sus unidades de producción con superficie agrícola venden sus productos agrícolas. Así tenemos al Distrito Federal y Querétaro con el 26%, Hidalgo con el 25% y México con el 22%. Estas unidades están en la con­fluencia de la zona metropolitana de la Ciudad de México, hecho que en nuestra opinión nos permite configurar la hipótesis de la vinculación laboral de los integrantes de estas unidades al mercado de trabajo de la ciudad, lo que hace que la producción obtenida se dedique al autoconsumo.

UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERFICIE AGRICOLA, Cuadro 5

SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION, POR ENTIDAD FEDERATIVA Continúa

ENTIDAD UNIDADES DE DESTINO DE LA PRODUCCION PRODUCCION SIN

AUTOCONSUMO VENTA PRODUCCION

NUMERO % NUMERO % NUMERO o¡o

BAJA CALIFORNIA SUR 3443 509 15 2 552 74 382 11 NAYARIT 60156 13 786 23 44 188 73 2182 4 TAMAULIPAS 84 513 13 909 16 61 207 72 9 397 11 SINALOA 94608 19 715 21 68 053 72 6 840 7 BAJA CALIFORNIA 10868 1 401 13 7190 66 2 277 21 MORELOS 46188 11 733 25 30 054 65 4 401 10 SONORA 38 769 8 215 21 25164 65 5390 14 COLIMA 13 381 3018 23 8632 65 1 731 13 CHIAPAS 303 275 112518 37 175 240 58 15 517 5 COAHUILA 50 994 13 656 27 28 900 57 a 438 17 JALISCO 149 067 48 214 32 82 676 55 18 177 12

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON SUPERFICIE AGRICOLA, Cuadro 5

SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION, POR ENTIDAD FEDERATIVA Conclusión

ENTIDAD UNIDADES DE DESTINO DE LA PRODUCCION PRODUCCION SIN

AUTOCONSUMO VENTA PRODUCCION

NUMERO

VERACRUZ 373 088 139 115

CHIHUAHUA 91 225 36 382

GUANAJUATO 136 037 51 699

ZACATECAS 117 495 43408

DURANGO 84 215 34 321

MICHOACAN 183 384 75930

TABASCO 87 357 25 727

YUCA TAN 83629 36813

CAMPECHE 36543 14 471

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3 794025 1 739 432

SAN LUIS POTOSI 144 236

AGUASCALIENTES 19236

OUINT ANA ROO 27583

NUEVOLEON 42 487

PUEBLA 337 193

TLAXCALA 68 011

OAXACA 342 203

GUERRERO 201 787

DISTRITO FEDERAL 19422

OUERETARO 46005

HIDALGO 199 815

MEXICO 297 812

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

En las 20 entidades restantes, las unidades que venden sus productos a los mercados oscilan entre el 46% y el 74%, sobresaliendo las de los estados cuya comercialización está vinculada a la zona costera del Océano Pacífico y a la frontera con los Estados Unidos, como lo son fas de Sinaloa con el 72%, las de Nayarit con el 73% y las de Baja California Sur con el 74%. También las de Tamaulipas con el 72%, aunque su ubicación está en el Golfo de México.

Nosotros concluimos en general que, tanto en los casos donde hay un gran número de unidades vincula­das al mercado como en los casos donde apenas algunas cuantas unidades mantienen esta vinculación, cada día los espacios productivos son más reducidos, pero se mantienen en producción, sea ésta destinada al mercado para obtener ganancias o al autoconsumo por ser muy poca o para proteger y defender el terreno rural o para ocupar la mano de obra sobrante de niños, mujeres y ancianos.

66959

6 278

15 349

16448

197 563

44 531

208 506

125 845

10 589

27202

110 804

204 818

% NUMERO % NUMERO %

37 201 686 54 32 287 9

40 48674 53 6 169 7

38 71 877 53 12 461 9

37 60 349 51 13 738 12

41 43 188 51 6 706 8

41 88 257 48 19 197 10

29 40548 46 21 082 24

44 38 327 46 8 489 10

40 16 653 46 5419 15

46 1 664 555 44 390 038 10

46 62235 43 15 042 10

33 8 101 42 4 857 25

56 10 232 37 2 002 7

39 15 015 35 11 024 26

59 110 673 33 28 957 9

65 21 036 31 2444 4

61 101 417 30 32 280 9

62 59727 30 16 215 8

55 5 123 26 3 710 19

59 11 880 26 6 923 15

55 49979 25 39 032 20

69 65 722 22 27 272 9

La venta de la producción ganadera

Los datos del VIl Censo Agropecuario muestran el destino de la producción ganadera hacia la venta, por parte de las unidades de producción rurales con actividad ganadera en el país. El cuadro 6 indica que sólo el24% de las unidades de producción rurales con actividad de cría y explotación de animales en México vende su producción al mercado.

A nivel entidad federativa, se observa que 12 de ellas están en o abajo de la media nacional y en 5 de estas entidades sólo venden sus productos el 16% o menos de sus unidades de producción con actividad ganadera, siendo éstas las de los estados de Hidalgo y Guerrero con el 16%, Puebla con el15% y México y Tlaxcala con el14%. De una manera hipotética, podríamos señalar que los productores de éstas pocas unidades vincula­das al mercado, acuden a vender su ganado a interme­diarios o a los consumidores mismos en tianguis locales o cuando mucho en tianguis circulatorios regionales.

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD DE CRIA Y EXPLOT ACION DE ANIMALES, SEGUN DESTINO DE LA PRODUCCION, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 6

ENTIDAD UNIDADES DE PRODUCCION

DESTINO DE LA PRODUCCION GANADERA

SONORA BAJA CALIFORNIA SUR CHIHUAHUA COAHUILA COLI'v1A NUEVO LEON AGUASCALIENTES JALISCO DURANGO TAMAULIPAS CAMPECHE ZACATECAS BAJA CALIFORNIA TABASCO GUANAJUATO QUINTANA ROO VERACRUZ MICHOACAN YUCA TAN CHIAPAS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS SAN LUIS POTOSI NAYAAIT SINALOA DISTRITO FEDERAL MOR EL OS QUERETARO OAXACA HIDALGO GUERRERO PUEBLA MEXICO TLAXCALA

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario. 1991.

En las 20 entidades restantes, el cuadro nos muestra que las unidades que venden sus productos a los mercados fluctúan entre el 25% y el 56%. A nuestro juicio, en este grupo de unidades, se encuentran los grandes productores de ganado e introductores de productos cárnicos para la Ciudad de México como son las unidades de los estados de Tabasco, Veracruz y Chiapas. La proporción que venden quizá sea la mayor de la república, pero dentro del análisis comparativo quedan en este nivel por pertenecer a entidades que también tienen números muy altos de unidades que no venden productos. Igualmente sobresalen en este gru­po las unidades de los estados de Jalisco. Aguascalientes, Nuevo León y Colima con el 39% y las de Coahuila. con el 40%; unidades que representan a productores de la frontera o del norte ganadero. así como del centro de la república donde existen pastos. Mención aparte merecen las unidades de Chihuahua con el43%, las de Baja California Sur con el 54~o y las de Sonora con el 56%. A nuestro parecer.la dinámica de

10

AUTOCONSUMO VENTA

NUMERO o• /o NUMERO %

28 983 12 762 44 16221 56 4 106 1 898 46 2208 54

81 472 46 477 57 34 995 43 40 791 24 530 60 16 261 40 10 153 6 147 61 4 006 39 36 607 22 431 61 14 176 39 14 837 9094 61 5 743 39

125 061 76 721 61 48340 39 72107 44667 62 27 440 38 59233 38475 65 20758 35 31126 20285 65 10 841 35 96 776 63 561 66 33215 34

6 170 4121 67 2049 33 79 602 56 350 71 23252 29

113 788 80 784 71 33 004 29 22 052 16 184 73 5 868 27

320 235 236 400 74 83 835 26 147 596 109 514 74 38 082 26 62 431 46 733 75 15698 25

269 541 203 014 75 66527 25 3118 674 2 362 367 76 756 307 24

124 013 93999 76 30 014 24 48043 36871 77 11 172 23 73 055 56 671 78 16 384 22

9 202 7 509 82 1 693 18 31 002 25 437 82 5 565 18 39 991 33 087 83 6 904 17

296 281 246 411 83 49 870 17 157 924 132 372 84 25 552 16 177 941 149 242 84 28 699 16 267 888 227 071 85 40 817 15 222 597 192 005 86 30 592 14

48 070 41544 86 6 526 14

producción de este último grupo de unidades, se distin­gue por ser ganadera en grandes franjas de pastizales en la Sierra Madre Occidental y encuentran su mercado en nichos que buscan carne de calidad tanto en el centro del país como en la frontera norte.

1.3 LOS PRODUCTOS DE RECOLECCION EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES

El VIl Censo Agropecuario también da cuenta de los productos que se recolectan. por parte de algunas unidades de producción rurales en el país. El cuadro 7 muestra que la leña es el único producto de importancia, al dedicarse a su recolección el 98~·;, de las unidades de producción rurales con actividad forestal. Sobre los otros productos. la información proporcionada señala que su actividad prácticamente está en extinción ya sea porque el mercado ha caído o porque se han agotado los recursos naturales de donde normalmente se obtenían.

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La leña

La leña es un recurso energético al alcance práctica­mente de casi todas las unidades de producción rurales, y por lo general, es utilizada como fuente de energía por las propias unidades de producción recolectoras. Este uso de la energía déndrica aunado al hecho de la escasa existencia de mercados de leña organizados que lle­guen a las comunidades rurales, motiva a que esta­blezcamos la hipótesis de que el destino de la produc­ción forestal por parte de las unidades de producción con actividad fore::.tal esté fuertemente sesgado hacia el autoconsumo.

El cuadro 7 nos señala que la presencia de este tipo de unidades recolectoras, se ubica en primer término en los estados de Chiapas, San Luis Potosí, Puebla, Guanajuato, More los y Oaxaca, con un 99% del total de sus unidades con actividad forestal. Otra región que tiene caracterís­ticas parecidas la forman las unidades de los estados de Yucatán, Chihuahua, Hidalgo, Guerrero, Tabasco y Tlaxcala, con un 98% de sus unidades.

Finalmente, las unidades de las restantes 20 entida­des se ubican por debajo del promedio nacional, oscilan entre el 97% y el 83%, destacando en este sentido, las unidades de producción de los estados de Campe­che con el 89%, Baja California con el 86% y Coahuila con el83%.

Por lo que toca a los restantes productos de recolec· ción como la resina, el barbasco, la lechuguilla, la candelilla y otros menos significativos a nivel nacional, asumimos que son destinados hacia la venta en los mercados de consumo local o regional.

La candelilla

En cuanto a la candelilla, planta del desierto que para sobrevivir acumula, en lugar de agua en su savia, un aceite ceroso que por sus peculiaridades ha tenido muchas aplicaciones como su uso en los barcos para aislar la madera y, proteger los aromas y cordeles marinos, o en los metales para evitar su oxidación, o como aislante en materiales de cobre y circuitos electró­nicos, o en la industria de los aceites, perfumes y cosméticos como base y como ingrediente. Al caer su demanda después de la Primera Guerra Mundial, su explotación vino a menos hasta el grado de que las unidades que se dedican a su recolección apenas

existen y conforman una insignificante estadística er relación a las unidades de producción rurales con acti· vidad forestal existentes en los estados, pues como se observa en el cuadro 7, en el estado de Coahuila 27% de ellas se dedica a esta actividad, en tanto que en los estados de Durango, Zacatecas, Nuevo León, Sinaloa, Tamaulipas y Baja California, que se caracterizan por tener toreas desérticas o estepas secas, apenas alcan­zan el 1% y 2%. Como ya lo mencionamos antes, suponemos que estas unidades aprovechan la candelilla como un soporte comercial más que como un producto para autoconsumo.

El barbasco y la lechuguilla

De la misma manera que la candelilla, estas especies vegetales viven y se desarrollan de una manera espon­tánea, la lechuguilla en las zonas desérticas y el barbasco en las zonas selváticas. Este último es aprovechado, como se observa en el cuadro 7, por algunas unidades de producción rurales con actividad forestal de los estados de Sinaloa, Michoacán, Oaxaca, Baja California y México.

La lechuguilla, por el contrario, se encuentra en el desierto y su aprovechamiento es realizado por las unidades de los estados de Coahuila, Nuevo León, Tamaulipas, Zacatecas, San Luis Potosí y en menor grado, Hidalgo, Baja California, Durango y Sonora.

A nuestro juicio, estos productos tuvieron una impor­tancia estratégica a principios de siglo, pero ahora su uso es industrial o comercial y su dinámica de comercialización ha estado intervenida por instituciones oficiales.

La resina

La explotación de este producto tiene una caracteriza­ción diferente a las anteriores, porque las unidades de producción rurales que lo aprovechan tienen una tecno­logía que facilita la recolección y que permite que sobrevivan los árboles y el bosque. En relación a las unidades de producción rurales con actividad forestal existentes en los estados, son pocas las que se dedican a esta labor, ubicándose principalmente en las entida­des de Michoacán con el 21%, Distrito Federal con el 8%, Quintana Roo y Campeche con el 5% cada una y, Jalisco y Baja California con el 3% respectivamente. Además de contar con alguna presencia en otros esta­dos de la república.

11 INE

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD FORESTAL, SEGUN PRODUCTO DE RECOLECCION OBTENIDO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD UNIDADES DE

PRODUCCION

RESINA

PRODUCTO DE RECOLECCION OBTENIDO

BARBAS­

CO

LECHU- CANDE-

GUILLA LILLA

Cuadro 7

LEÑA OTROS

NUM. % NUM. % NUM. % NUM. % NUM. % NUM. %

CHIAPAS

SAN LUIS POTOSI

PUEBLA

GUANAJUATO

MORE LOS

OAXACA

YUCA TAN

CHIHUAHUA

HIDALGO

GUERRERO

TABASCO

TLAXCALA

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS

QUINTANA ROO

VERACRUZ

MEXICO

AGUASCAUENTES

O U RANGO

ZACATECAS

QUERETARO

NUEVOLEON

SINALOA

NAYARIT

JALISCO

SONORA

TAMAULIPAS

COLIMA

BAJA CALIFORNIA SUR

DISTRITO FEDERAL

MICHOACAN

CAMPECHE

BAJA CALIFORNIA

COAHUILA

216 332

68 700

93 250

19 957

4986

156 185

32300

25 940

64499

64 415

41 977

4 351

1 219166

14 368

193 909

32 514

1 589

20 789

18 985

12 043

10 399

12 340

10 953

23 113

8 766

13067

2 556

528

518

30 388

8448

500

10 501

FUENTE: INEGI. Vll Censo Agropecuario, 1991.

12

1 221

128

975

99

61

2 089

37

253

288

447

9

29

16256

762

948

721

25

266

69

71

42

59

37

653

109

30

6

40

6 312

399

14

57

1 523

o 120

1 687

o 90

1 4

1 3 499

o 20

1 70

o 227

1 162

o 327

1 22 1 11150

5 7

o 2254

2 580

2 8 1 1

o 2

1 56

o 46

o 500

o 25

3 10

1 52

o 53

o 2

8

21 689

5 18

3 9 87

1 1 o o 2 366

1 322

o .156

o 2 281

o o 152

o 1 504

o

1 16

1 11 739

o 1 207

2

1 17

o 404

o 1147

o 159

o 1105

4 95

o 33

o 1 147

o 1 262

o 4

2 48

o 2 11

2 293

o 7 3 178

o 94

24

o 70

1 113

2 156

o 9 1 4 589

o 260

7

2 266

6 186

14

11 93

1 154

o 6

1

2 43

10 104

2

o 2

2 8

22 2 792

o 214 326

o 68 054

o 92 344

o 19 734

4 925

o 154 199

31 796

o 25 476

o 63 317

63 147

41 148

o 4263

o 1190160

14 001

o 188 777

31 618

o 1 545

20198

18 346

o 11604

9937

1 11 669

o 10 355

o 21 726

o 8173

12150

2 373

o 487

470

o 27 272

7 558

2 432

27 8 740

99 637 o 99 859

99 638

99 123 1

99 114 2

99 1295 1 98 76 o 98 378

98 319 o 98 309 o 98 292

98 84

98 10 442

97 49

97 856

1

2

1

o o

97 601 2

97 12 1

97 578 3

97 509 3

96 468 4

96 187 2

95 410 3

95 118 1

94 237

93 106 1

93 259 2

93 67 3

92 27 5

91 35 7

90 277 1

89 27 o 86 52 10

83 443 4

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2. Organización y Mano de Obra en las Unidades de Producción Rurales en México

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2.1 FORMAS DE ORGANIZACION DE LAS UNIDA­DES DE PRODUCCION RURALES

la variable de mano de obra viene a constituir un elemento más para el análisis de la vinculación del sistema mercantil con la clasificación de las unidades de producción rurales en México. Esta variable tiene un carácter calificativo y puede apoyar el entendimiento de las relaciones existentes con el proceso de producción.

los datos proporcionados por el censo dan bases para el seguimiento del análisis de la mano de obra, así como del comportamiento que presenta la organización de productores, además si se reunieran estos datos con los del Censo de Población, se podrían tener mayores elementos para entender las estructuras ocupacionales existentes en el ámbito rural del país.

De acuerdo al censo, la organización para la pro­ducción se refiere a las formas de manejo de la unidad de producción, las cuales pueden ser: el responsable con su familia, o varios responsables o productores que se relacionan entre sí para llevar a cabo el manejo conjunto de terrenos o animales con el fin de reducir costos, aumentar la eficiencia y elevar la producción.

En este contexto, se tiene que la organización para la producción se puede dar en dos formas: individual y en grupo. En nuestro país, las unidades organizadas en forma individual representan el98.7% del total, en tanto que aquéllas que trabajan en grupo sólo concentran el 1.3% restante (cuadro 8).

En el tipo de organización en grupo, destacan los estados de Veracruz y México con una presencia relativa de unidades bajo esta clasificación, en conjunto, dichas entidades representan el23.1% de unidades en grupo, respecto al total nacional (gráfica 4). Este carác­ter organizativo es importante porque dichas unidades, por pocas que sean representan todavía prioridad regional y acaparan recursos locales, lo cual ha dado lugar a la superación de cambios políticos y técnicos. Así se tiene que las unidades organizadas en grupo representan en algunas partes, la mayoría productiva de la región y condicionan la vida económica y política local.

Unidades de producción rurales organizadas en forma Individual

la forma de organizar la producción de una manera individual resalta por el número de unidades de produc­ción rurales registradas por el censo.

El concepto de trabajo individual se refirió en el censo, al caso en que el responsable de la unidad de

producción toma las principales decisiones sobre su manejo, aun cuando algún integrante de la familia partí· cipe ya sea en la toma de decisiones o en la realización de las labores agrícolas, ganaderas o forestales.

Esa forma de organización individual sobresale en algunas entidades federativas ubicadas en las cerca­nías de las grandes ciudades que pueden ser foco de relaciones mercantiles importantes.

Los estados de Veracruz, Oaxaca, Puebla, Chiapas y México destacan por el mayor numero de unidades de producción organizadas en forma individual, en donde cada uno de ellos cuenta con más de 250 000 unidades organizadas bajo esa modalidad.

Un segundo grupo lo constituyen entidades federativas ubicadas en el altiplano central y en el occidente centro del país, como son los estados de Guerrero, Hidalgo, Michoacán, Jalisco, San Luis Potosí y Guanajuato. Dichos estados tienen una presencia muy nutrida de unidades de producción rurales indivi­duales oscilando entre 130 000 y 200 000 unidades. Cabe señalar que en promedio la extensión territorial de estas entidades es mediano y por supuesto, menor al del grupo anterior.

Un tercer grupo de entidades federativas con unida­des organizadas en forma individual se ubica en el rango de 83 000 a 117 000 unidades. Estas entidades son Zacatecas, Chihuahua, Sinaloa, Tabasco, Tamaulipas, Yucatán y Durango. En este grupo se encuentran dos regiones, la norteña fronteriza repre­sentada por Chihuahua, Durango, Tamaulipas y Zacatecas; y la sureña con Tabasco y Yucatán.

Un cuarto grupo está formado por entidades federativas, cuyas unidades de producción rurales or­ganizadas en forma individual fluctúan entre 37 000 y 67 000 unidades y lo forman Tlaxcala, Nayarit, Coahuita, Querétaro, Morelos, Nuevo león, Sonora y Campeche, aquí una vez más está representado el norte fronterizo con Sonora, Nuevo León y Coahuila, y el centro del país con Tlaxcala, Morelos y Ouerétaro. El sur tiene una ubicación en esta categoría con la entidad de Campeche.

Finalmente, un quinto grupo se establece con las entidades federativas que tienen un registro de unida­des de producción rurales con organización individual de trabajo, entre 4 000 y 28 000 unidades y está formado por Quintana Roo, Aguascalientes, Distrito Federal, Colima, Baja California y Baja California Sur, entidades cuya extensión territorial es pequeña y el número de unidades de producción de este tipo es bajo también.

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NUMERO DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA O FORESTAL, SEGUN FORMA DE ORGANIZACION POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 8

FORMA DE ORGANIZACION

ENTIDAD TOTAL INDIVI- EN DUAL GRUPO

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3 823 063 3 770166 52897

VERACRUZ 388 822 382 697 6125 OAXACA 341 163 338 036 3 127 PUEBLA 333 296 329403 3 893 CHIAPAS 306 320 303 531 2 789 MEXICO 293 912 287 815 6 097 HIDALGO 200 822 198 730 2092 GUERRERO 200 810 200 023 787 MICHOACAN 182 007 179 141 2 866 JALISCO 152 513 149 775 2 738 SAN LUIS POTOSI 145 520 143 851 1 669 GUANAJUATO 136 370 134 133 2 237 ZACATECAS 118 917 117 421 1 496 SINALOA 94 865 92 875 1 990 CHIHUAHUA 94 778 93414 1 364 TABASCO 9461 9412 049 TAMAULIPAS 85 698 83 833 1 865 YUCA TAN 84 702 83 232 1470 DURANGO 8 4 210 83 020 1 190 TLAXCALA 67 446 66884 562 NAYARIT 60 596 59 713 883 COAHUILA 51 645 50 680 965 QUERETARO 46 791 46 372 419 MORELOS 44 795 44 383 412 NUEVO LEON 44 327 43 676 651 SONORA 41 817 39 926 1 891 CAMPECHE 36 916 36452 464 QUINTANA ROO 27 786 27464 322 AGUASCALIENTES 18 859 18 448 411 DISTRITO FEDERAL 17 351 17 259 92 COLIMA 13 301 12 936 365 BAJA CALIFORNIA 10 327 9856 471 BAJA CALIFORNIA SUR 4 920 4 775 145

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

PROPORCION DE UNIDADES DE Cuadro 9

PRODUCCION RURALES SEGUN Continúa

FORMA DE ORGANIZACION, POR ENTIDAD FEDERATIVA

FORMA DE ORGANIZACION

ENTIDAD INDIVI- EN DUAL GRUPO

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 99 1 VERACRUZ 98 2 OAXACA 99 PUEBLA 99 CHIAPAS 99 1 MEXICO 98 2 GUERRERO 100 o

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PROPORCION DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES SEGUN FORMA DE ORGANIZACION, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 9

Continúa

FORMA DE ORGANIZACION

ENTIDAD INDIVI- EN DUAL GRUPO

HIDALGO 99 1 MICHOACAN 98 2 JALISCO 98 2 SAN LUIS POTOSI 99 1 GUANAJUATO 98 2 ZACATECAS 99 1 CHIHUAHUA 99 1 SINALOA 98 2 TABASCO 99 1 TAMAULIPAS 98 2 YUCA TAN 98 2 DURANGO 99 TLAXCALA 99 NAYARIT 99 COAHUILA 98 2 OUERETARO 99 MORE LOS 99 NUEVO LEON 99 1 SONORA 95 5 CAMPECHE 99 1 QUINTANA ROO 99 1 AGUASCALIENTES 98 2 DISTRITO FEDERAL 99 1 COLIMA 97 3 BAJA CALIFORNIA 95 5 BAJA CALIFORNIA SUR 97 3

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1981.

Promedio de hectáreas en las unidades de produc­ción rurales organizadas en forma individual

Es relevante indicar el promedio de hectáreas en fas unidades de producción rurales organizadas de forma individual, ya que este promedio puede dar elementos para entender el tipo de sistema agropecuario existente en el área geográfica en donde se ubican las unidades de producción rurales, así como las limitaciones que pueden registrarse para el desarrollo natural de dichas unidades, cuyas características se definen de acuerdo con el tamaño territorial y al promedio de hectáreas bajo control.

Así, el primer grupo lo constituyen los estados de Baja California Sur. Sonora, Coahuila, Chihuahua, Nue­vo León y Baja California, en los cuales el promedio de superficie por unidad de producción, fluctúa entre 56 y 228 hectáreas (cuadro 1 0). Además son entidades que cuentan con amplias extensiones de tierras baldías, ya que son estados con tierras yermas desérticas. En ellas, las extensiones territoriales son muy amplias, tanto que cuentan con más de la tercera parte del territorio nacio· nal, donde la forma de aprovechamiento de los recursos se da en sistemas de barbecho extensivo. así como la

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JERARQUIZACION DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS, SEGUN NUMERO DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES ORGANIZADAS EN FORMA INDIVIDUAL

100 200

MILES DE UNIDADES DE PRODUCCION

~~INDIVIDUAL

JERARQUIZACION DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS, SEGUN NUMERO DE UNIDADES DE PRODUCCION RURALES ORGANIZADAS EN GRUPO

VERACRUZ MEXICO PUEBLA

MIC~~éX~ CHIAPAS

GUAN'fJú~98 HIDALGO SINALOA SONORA

TAMAULIPAS SAN LUIS POTOSI

ZACATECA$ YUCA TAN

CHIAHUAHUA

DTL).~~~~8 COAHUILA

NAYARIT GUERRERO

NUEVOLEON TLAXCALA

Gráfica 3

300 400

Gráfica 4

BAJA CALIFORNIA CAMPECHE

QUERETARO MORELOS

AGUASCALIENTES COLIMA

QUINTANA ROO~ BAJA CALIFORNIA SUR,.

DISTRITO FEDERAL .,_lm ___ -'-----'------'------'------'-----'-------'

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MILES DE UNIDADES DE PRODUCCION

~~ ENGRUPO

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utilización de los pastizales mediante pastoreo extensi­vo con altos índices de agostadero.

Un segundo grupo los forman las entidades federativas de Tamaulipas, Campeche, Durango, Zacatecas y Quintana Roo, que tienen entre 24 y 54 ha. en promedio por unidad de producción rural organizada en forma individual. En este grupo, también están presentes entidades norteñas con tierras desérticas, aunque el territorio estatal es de medianas proporciones de acuerdo al nivel nacional. En ellas, existe la misma cultura agrícola y pecuaria que en el primer grupo; aunque las proporciones de tierra y de aprovechamiento agrícola y pecuaria es más reducido. Igualmente, las condiciones del suelo son de estepa semiárida con algunas zonas productoras cercanas a las sierras y con zonas de riego.

Los estados de Jalisco y Colima conforman un tercer grupo con un promedio de 23 y 22 hectáreas, respec­tivamente, por unidad de producción rural organizada en forma individual. Estas entidades caracterizan un modelo de aprovechamiento de la tierra con barbechos de tiro animal, así como la explotación de tierras agrí­colas bajo sistemas de producción tecnificada y moderna; donde el aprovechamiento agrícola se vincula a la explotación de animales. Así se integra el ganado a la producción agrícola dándose una relación simbiótica en el proceso de producción.

El cuarto grupo es una continuidad del anterior y está conformado por Tabasco, Sinaloa, Yucatán. Aguas­calientes, Nayarit, Chiapas, San Luis Potosí, Guanajuato, Michoacán, Veracruz y Querétaro. Entidades que abar­can las zonas del pacífico como Sinaloa y Michoacán, y la del golfo, como Tabasco y Veracruz; así como la zona sureña con Chiapas y Yucatán.

Las unidades de producción organizadas en forma individual, en estas entidades tienen un promedio que oscila entre 11 y 17 ha. Generalmente, con caracterís­ticas de explotación tradicional del suelo en los sistemas de producción, aunque con severas restricciones de extensión para la producción.

Al mismo tiempo, podemos concluir que las unidades de producción rurales de estas entidades generan una amplia vinculación comercial productiva ante los mer­cados regionales. Los estados de Aguascalientes, San Luis Potosí, Guanajuato, Querétaro y Michoacán con­forman el corredor productivo del Bajío que produce tanto para el mercado nacional como para el internacio­nal (Cuadro 8).

Además, el sudeste productivo también representa a las unidades de producción rurales, cuyo promedio de tamaño oscila entre 1 O y 20 hectáreas. unidades ubica­das en las entidades federativas de Yucatán, Chiapas y Tabasco. Es importante notar que las unidades de

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producción rurales en las regiones donde se acostum­bra el sistema de roza tumba y quema, cuyas extensio­nes están muy por debajo de los requerimientos de dicho sistema agrícola de aprovechamiento, lo que genera problemas para la reproducción natural de la flora y el regeneramiento de la fertilidad del suelo, tal es el caso de Yucatán, donde la desaparición del ejido henequenero ha dejado porciones de parcelas no ma­yores de 1 O hectáreas que no permiten reconstruir el sistema productivo de la roza, tumba y quema ya que éste requiere, para su éxito productivo, extensiones superiores a 50 hectáreas por unidad de producción rural.

Finalmente, existen unidades de producción rurales con porciones muy pequeñas y cuya concentración se da en los estados del centro de la república, aledaños a la zona metropolitana que conforma la ciudad de México y las ciudades satélites de Cuernavaca, Pachuca y Toluca, tal es el caso de las entidades federativas de México, Tlaxcala, Morelos, Hidalgo y el Distrito Federal. Pero también hay otro grupo muy importante, donde se concentra la población rural y explota unas minúsculas porciones de tierra productiva, éste es el caso de los productores campesinos de Guerrero, Oaxaca y Pue­bla, cuya población rural es clave fundamental para la producción de alimentos, productores que logran vincu­larse al mercado regional y urbano vía la producción de legumbres, hortalizas y hierbas finas, que entran al mercado metropolitano de abastos todos los días. Esta vinculación mercantil ha facilitado que muchas unida­des de producción campesinas sobrevivan con peque­ñas extensiones de suelo, el cual casi siempre es de excelente calidad y con agua rodada o sistema de riego por bombeo de pozo profundo.

NUMERO, SUPERFICIE Y PROMEDIO DE HECT AREAS POR UNIDAD DE PRODUCCION RURAL ORGANIZADA EN FORMA INDIVIDUAL,

Cuadro 10

Continúa

POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD SUPERFICIE NUMERO HA/ DE U P R UNIDAD

BAJA CALIFORNIA SUR 1 089 088 47 752 28 SONORA 8 385 943 39 926 210 COAHUILA 7 504 746 50 680 148 CHIHUAHUA 13 020 139 93 414 139 NUEVO LEON 3 496 638 43676 80 BAJA CALIFORNIA 553 245 9856 56 TAMAUL!PAS 4 542 658 83833 54 CAMPECHE 1 353 758 36 452 37 DURANGO 2 611 237 86020 31 ZACATECAS 3 340 751 117 421 28 OUINT ANA ROO 647 135 27 464 24 JALISCO 3 425 878 149 775 23 COLIMA 283 167 12 936 22 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 77 410 722 3 770166 21

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NUMERO, SUPERFICIE Y PROMEDIO DE HECTAREAS POR UNIDAD DE PRODUCCIÓN RURAL ORGANIZADA EN FORMA INDIVIDUAL,

Cuadro 10

Conclusión

POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD SUPERFICIE NUMERO HA! DE U.P.A. UNIDAD

TABASCO 15 129 510 90412 17 SINALOA 1 508 184 92875 16 YUCA TAN 1 366 639 83232 16 AGUASCALIENTES 268 101 184 408 15 NAYARIT 888 622 59 713 15 CHIAPAS 3820912 303 531 13 SAN LUIS POTOSI 1 869 381 143 851 13 GUANAJUATO 1 654 666 134133 12 MICHOACAN 2 186 143 179 141 12 VERACRUZ 4 745132 382697 12 QUERETARO 522 807 46372 11 GUERRERO 1 433 360 200 023 7 OAXACA 1 925 739 338036 6 HIDALGO 845 034 198 730 4 MORELOS 169126 44383 4 PUEBLA 1 406147 329403 4 MEXICO 788554 287 815 3 TLAXCALA 207 381 66884 3 DISTRITO FEDERAL 20 873 1 725 91

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

UNIDADES DE PRODUCCION RURALES ORGANI­ZADAS EN GRUPO

La información relativa al trabajo organizado en grupo se refirió en el censo, a la asociación de personas que se relacionan entre sí para manejar conjuntamente los terrenos o animales que originalmente disponían cada uno de ellos.

Esta información es importante, ya que proporciona elementos precisos para el estudio de la organización rural de las unidades de producción de todo el país y se reafirma con la tendencia surgida de la modificación a la Ley de Reforma Agraria en el artículo 27 Constitucional.

En el cuadro 9, se observan los porcentajes de unidades de producción rurales organizados en forma individual, así como las que se encuentren en grupo.

El porcentaje de unidades de producción organiza­das en grupo, respecto al total de unidades de cada entidad federativa, permite caracterizar a los mismos, de esta manera encontramos a Baja California y Sonora que dan un porcentaje de 5%. Les siguen Colima y Baja California Sur con un 3%; y con una presencia de un 2% están Veracruz. México, Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Sinaloa, Tamaulipas, Yucatán, Coahuila y Aguascalientes. En el resto de las entidades. menos del 2% de unidades de producción están organizadas en grupo.

Al revisar el número absoluto de unidades de produc· ción rurales organizadas en grupo existentes en todas las entidades federativas. Veracruz es el estado con mayor número de este tipo de unidades (6 125) y le sigue el estado de México con 6 097.

Un segundo grupo de entidades con unidades orga­nizadas en grupo son Puebla, Oaxaca, Michoacán, Chiapas, Jalisco y Guanajuato en donde el rango de unidades se encuentra entre 3 893 y 2 237 (Cuadro 8).

Hidalgo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, San Luís Potosí y Zacatecas forman un tercer grupo de entidades en las que sus unidades de producción organizadas en grupo oscilan entre 1 500 y 2 000. Aquí destacan las organiza­ciones del occidente sonorense y sinaloense con unida­des de producción rurales que producen para el merca­do de exportación y para el mercado de consumo nacional. (Cuadro 8).

También hay que incluir a Yucatán, Chihuahua, Durango, Tabasco, Coahuila y Nayarit como entidades, cuyas unidades de producción enfrentan al mercado de manera organizada. Restan además un grupo de enti­dades federativas que presentan un bajo número de unidades organizadas en grupo, entre las que figuran entidades pequeñas como Colima, Distrito Federal y Aguascalientes.

2.2 LA MANO DE OBRA EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES EN MEXICO

La variable de mano de obra de las unidades de produc­ción rurales constituye otra fuente de análisis para el estudio de la naturaleza de las unidades de producción en el campo. Toda unidad de producción implica no sólo su entorno geográfico, sino la base social de sus inte­grantes, los cuales se relacionan entre sí y conforman una estructura de producción que conlleva la genera­ción de trabajo y producción para el autoconsumo y el mercado.

El concepto censal de mano de obra estuvo referido al conjunto de personas que trabajaron o realizaron alguna actividad agrícola, ganadera o forestal en la unidad de producción durante un periodo de referencia determinado.

Cabe señalar que este concepto de mano de obra se clasificó en dos formas:

Mano de obra Total. Se considera a todas las perso­nas que laboraron en la unidad de producción en las actividades agrícolas. ganaderas o forestales. incluyen­do al responsable de la unidad de producción.

Mano de obra ocupada. En este caso. se considera a todas las personas que laboraron en la unidad de producción, sin contar al responsable.

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También es importante mencionar que para efectos del presente análisis se tomaron como base los datos de mano de obra total.

El estudio de mano de obra en las unidades de producción rurales fundamenta el criterio para entender la naturaleza económica de los integrantes de dichas unidades. La mano de obra se divide en remunerada y no remunerada.

Mano de obra no remunerada

La mano de obra no remunerada de las unidades de producción puede estar integrada por los miembros de una misma familia u otros ajenos a ella.

En el cuadro 11, se puede observar que la mano de obra no remunerada se encuentra integrada en un 85% por personas del sexo masculino y el restante 15% corresponde al sexo femenino.

Al efectuar un análisis del total de mano de obra no remunerada en las unidades de producción organiza­das en forma individual, incluyendo hombres y mujeres, las entidades federativas que destacan dentro de un primer grupo son: México, Puebla, Oaxaca, Veracruz, Chiapas y Guerrero. Estas entidades presentan unida­des de producción con un total de personal que va desde 511 480 a 871 906 personas.

Un segundo grupo de entidades, de acuerdo con el número de personas que trabajan en las unidades de producción individuales en forma no remunerada lo conforman Michoacán, Hidalgo, Guanajuato, Jalisco, Zacatecas y San Luis Potosí. Estas entidades están ubicadas en el Bajío y Occidente, y sus extensiones son medias con relación al territorio de las entidades que conforman el país. El número de integrantes de sus unidades de producción oscila entre 293 487 y 452 787.

Un tercer grupo de entidades que surge de este análisis basado en el número de personas no remune­radas en las unidades de producción rurales organiza­das individualmente, lo conforma Chihuahua, Durango, Sinaloa, Tlaxcala, Tabasco, Tamaulípas, Nayarit, Yucatán y Querétaro, donde el número de personas va de 120 706 a 192 679. Este grupo incluye entidades muy diversas como son las regiones norteñas con territorio muy extenso como lo son Chihuahua, Durango y Tamaulipas; así como estados del centro del país con territorio de mediano a pequeño como Querétaro y Tlaxcala. También vienen a formar parte estados sureños representados por Tabasco y Yucatán; y finalmente aquéllos que se ubican en la cuenca del pacífico como son Sinaloa y Nayarit.

Un cuarto grupo lo constituyen Coahuila, Morelos, Nuevu León, Sonora y Campeche, cuyos informantes

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de las unidades de producción señalaron que cuentan con mano de obra no remunerada que va desde 58 900 a 91 915 personas. En estas entidades, al igual que en el grupo anterior, existen grandes diferencias de la presencia de mano de obra, en donde podemos con­trastar Sonora con Morelos, donde un municipio de Sonora puede ser del tamaño del estado de More los; en tanto que en el primero, se notan las estepas norteñas desoladas y por otro lado, los pequeños pero poblados valles de Morelos.

Por su parte, Aguascalientes, Distrito Federal, Quintana Roo, Colima, Baja California y Baja California Sur confor­man un quinto grupo, cuyas unidades de producción ru­rales organizadas en forma individual, cuentan con mano de obra no remunerada en los niveles más bajos de todo el territorio nacional. En este caso, se puede apreciar la presencia de tres entidades pequeñas, Aguascalientes, Distrito Federal y Colima; y otros tres estados fronterizos, uno en el sur y dos en el norte.

Una segunda forma de análisis de la variable de mano de obra no remunerada en las unidades de pro­ducción rurales individuales, es con base en los porcen­tajes de hombres y mujeres respecto a la totalidad de mano de obra en cada entidad federativa, en donde se observa la relación de cada una de ellas con el resto.

Las entidades de México, Querétaro, Oaxaca, Guanajuato, Puebla y Guerrero presentan unidades de producción rurales con una proporción de entre 20 y 23% de mano de obra femenina en actividades agríco­las, ganaderas o forestales durante la última semana de septiembre de 1991 (Cuadro 11).

La mayor presencia femenina de mano de obra coincide en México, Puebla y Oaxaca con el mayor número de personal no remunerado, la excepción noto­ria es en Veracruz donde la presencia femenina dismi­nuye a un 7°/o. Hay que señalar también que Guanajuato, Querétaro y Guerrero representan un promedio más alto de población femenina trabajando que el de unida­des de producción rurales individuales respecto al total nacional.

Un segundo grupo lo conforman aquellas entidades federativas. cuyas unidades de producción presentan porcentajes de mano de obra femenina que van del 15 al 19%, en donde se incluyen Tlaxcala, Baja California Sur, Zacatecas. Chihuahua y Michoacán. En este grupo resalta Baja California Sur que es la entidad con el menor número de unidades de producción individuales a nivel nacional, pero con un porcentaje relativamente alto de mano de obra femenina.

Los estados de Hidalgo, San Luis Potosí, Durango, Aguascalientes, Jalisco, Quintana Roo, Nayarit. Yucatán

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y Chiapas forman el siguiente grupo, en los cuales sus unidades ostentan entre el 1 O y el 13% de mujeres no remuneradas.

En el resto de las entidades federativas, sus unidades de producción presentan menos del 1 0% de mano de obra femenina sin remuneración. Resaltan los estados fronterizos de Baja California, Nuevo León, Tamaulipas, Coahuila y Sonora, donde podemos imaginar que la modernización de la agricultura y de la economía ha sacado el trabajo femenino del agro.

También aparecen entidades pequeñas como el Dis­trito Federal, Morelos y Colima que de alguna forma también la modernización y la presencia de fuentes de trabajo alternativas en las ciudades han llevado a las mujeres a no realizar labores no pagadas en las prácticas agrícolas de las unidades de producción rurales; y por último,los estados del sureste como Campeche, Tabasco y Veracruz la presencia de otras actividades más lucra­tivas como la pesca, la industria petrolera y el comercio ofrecen ventajas más rentables a la mano de obra femenina en la región.

MANO DE OBRA NO REMUNERADA, EN LAS UNIDADES DE PROOUCCION RURALES INDIVIDUALES, CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA O FORESTAL, SEGUN SEXO,

Cuadro 11

POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD HOMBRES MUJERES TOTAL

ABSOLUTOS % ABSOLUTOS % ABSOLUTOS %

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS MEXICO PUEBLA OAXACA VERACRUZ CHIAPAS GUERRERO MICHOACAN HIDALGO GUANAJUATO JALISCO ZACATECAS SAN LUIS POTOSI CHIHUAHUA DURANGO SINALOA TAMAULIPAS TLAXCAL.A TABASCO NAYARIT YUCA TAN OUERETARO COAHUIL.A MOR EL OS NUEVOLEON SONORA CAMPECHE AGUASCALIENTES DISTRITO FEDERAL QUINTANA ROO COLIMA BAJA CALIFORNIA BAJA CALIFORNIA SUR

FUENTE: INEGI. VI Censo Agropecuario, 1991.

Mano de obra remunerada

El censo agropecuario también ofrece información so­bre la variable mano de obra remunerada, para lo cual se capta el número de personas que participaron en las actividades de la unidad de producción la última se­mana de septiembre de 1991 • recibiendo a cambio una

7253020 85 1 286363 15 8539383 100 673420 77 198 486 23 871 906 tOO 666299 80 163 608 20 829907 100 599 802 79 157 256 21 757 058 100 697299 93 51 992 7 749 291 100 541 508 90 62 011 10 603 519 100 410 702 80 100 778 20 511 480 100 385007 85 67780 15 452787 100 357 716 87 55423 13 413 139 100 307 590 79 82 316 21 390 806 100 303065 89 38840 11 341 905 100 258689 83 54334 17 313 023 100 256303 87 37184 13 293487 100 164 461 85 28 218 15 192 679 100 168846 88 22389 12 191 235 100 176334 94 12045 6 188 379 100 167 917 93 13158 7 185140 100 150 308 81 34832 19 181 075 100 125 456 93 9549 7 135 005 100 114 920 90 13254 10 128 174 100 111602 90 12479 10 124 081 100 94460 78 26246 22 120 706 100 87 011 45 4904 5 91 915 100 83729 93 6044 7 89773 100 69693 91 6506 9 76199 100 64102 96 2850 4 66952 100 53695 91 5205 9 58900 100 37 811 88 4926 12 42 737 100 39934 92 3433 8 43367 100 37 801 89 4435 11 42236 100 24393 93 1 730 7 26123 100 14072 91 1 321 9 15393 100 9075 82 1 931 18 11 006 100

retribución en efectivo por el trabajo realizado, indepen­dientemente del tiempo que lleven laborando en la unidad de producción.

El análisis e interpretación de los datos de mano de obra remunerada se hacen de acuerdo a su clasificación en eventual y permanente.

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Mano de obra remunerada eventual

La eventualidad de la mano de obra estuvo determinada por el número de meses que las personas llevaron laborando en la unidad de producción; es decir, aquellas personas que trabajaron a cambio de un pago en efectivo por menos de seis meses se consideraron como eventuales, en tanto que el personal con más de seis meses laborando en la unidad de producción se clasificó como permanente.

De esta forma, un primer grupo de entidades que destaca por el número de personas contratadas de manera eventual en las unidades de producción rurales individuales son: Veracruz, Puebla, Hidalgo, Oaxaca, Chiapas y México. Tan sólo Veracruz tiene una contra­tación señalada en las unidades de producción rurales de 270 490 entre hombres y mujeres. Puebla le sigue con 225 196 personas e Hidalgo con 196 263 (Cuadro 12). En el caso de Veracruz por su extensión territorial y potencial productivo. se explica que exista tal cantidad de mano de obra remunerada eventual; pero en el caso de Puebla y más notorio de Hidalgo, es importante resaltar la notable existencia de mano de obra remune­rada eventual, ya que son estados medianos, con pocos recursos agrícolas en comparación con otros estados.

Es importante mencionar que los estados de Vera cruz y Puebla destacan por el total de personal ocupado tanto remunerado como no remunerado, lo que indica que sus unidades de producción contratan mano de obra y al mismo tiempo recurren a su propia fuente de trabajo, lo que podría llevar a concluir que dichas unida­des generan productos para el mercado y al mismo tiempo conservan parte de su producción para el autoconsumo.

Un segundo grupo lo conforman Michoacán, Guerre­ro, Guanajuato, Jalisco, Morelos y San Luis Potosí, cuyas unidades de producción rurales individuales con­tratan personal y su número oscila entre 50 732 y 97 312 personas de ambos sexos. Estos estados se ubican en la franja occidental que se inicia en el Pacífico con Jalisco, se continúa con Guanajuato, San Luís Potosí y Michoacán. Tan sólo Morelos queda como un estado que a pesar de su tamaño pequeño las unidades allí existentes requieren de la contratación de mano de obra remunerada eventual.

Otro grupo de entidades conformado, según el núme­ro de personas ocupadas eventualmente, lo integran Nayarit, Zacatecas, Sonora, Sinaloa, Durango, Chihuahua y Tamaulipas, en los cuales sus unidades ocupan entre 22 000 y 36 000 personas. Resalta aquí la conformación del grupo de estados que tienen más extensión territorial ubicados en el norte como son Sonora, Chihuahua, Durango, Zacatecas y Tamaulipas, así como estados localizados en el occidente como son

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Sinaloa y Nayarit. Este último, en particular, requiere mano de obra para las cosechas de tabaco, mientras que Sinaloa lo amerita para el jitomate y todo tipo de productos hortícolas de exportación.

Por su parte, Tabasco, Baja California, Coahuila, Tlaxcala y Yucatán forman un cuarto grupo de entida­des, en las cuales, sus unidades de producción ocupan eventualmente alrededor de 1 O 000 y 19 000 personas para realizar las actividades agropecuarias. En este conjunto de estados también aparecen estados norteños como son Coahuila y Baja California que tienen siste­mas agrícolas que requieren mucha mano de obra contratada eventual, en el caso de Coahuila están las pizcas de algodón en la Laguna y las cosechas de fruta en la región de Saltillo. En Tabasco, los requerimientos son de otra índole, más bien pecuaria; y en Yucatán, todavía existen huertas de naranja, cosecha de henequén y otros productos. Tlaxcala a pesar de su tamaño tam­bién tiene una presencia importante de mano de obra contratada, gracias a que se produce en pequeñas cantidades, pero en muchas unidades, fruta y hortalizas.

Finalmente, existe un quinto grupo con Colima, Quintana Roo, Querétaro, Distrito Federal, Campeche, Aguascalientes, Nuevo León y Baja California Sur; entidades pequeñas, cuyas unidades de producción rurales contratan un bajo número de personas para trabajo eventual. Las excepciones son Nuevo león, cuya dinámica no está en el campo y Baja California Sur que tiene una población muy baja en relación a su tamaño (Cuadro 12).

MANO DE OBRA REMUNERADA EVENTUAL EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 12

Continúa

ENTIDAD HOMBRES MUJERES TOTAL

(Abs.) (Abs.) (Abs.)

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 1 711 061 160 222 1 871 283

VERACRUZ 263 053 7437 270 490 PUEBLA 195 186 30010 225196 HIDALGO 187 193 9 070 196 263 OAXACA 143 043 17 904 160 947 CHIAPAS 126 253 6169 132 422 MEXICO 104086 16 880 120966 GUERRERO 92043 4867 97 312 MICHOACAN 88917 S 395 96 910 GUANAJUATO 62 354 11330 73 684 MORE LOS 52423 1 806 54 592 JALISCO 50 698 3 894 54229 SAN LUIS POTOSI 47 186 3 546 50 732 NAYARIT 33523 2 722 36 245 SONORA 28 712 3 979 32 691 ZACATECAS 28 161 5413 33 574

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MANO DE OBRA REMUNERADA EVENTUAL EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 12

Conclusión

ENTIDAD HOMBRES MUJERES

(Abs.) (Abs.)

DURANGO SINALOA CHIHUAHUA TAMAULIPAS TABASCO BAJA CALIFORNIA COAHUILA TLAXCALA YUCA TAN QUINTANA ROO COLIMA DISTRITO FEDERAL QUERETARO CAMPECHE NUEVO LEON AGUASCALIENTES BAJA CALIFORNIA SUR

26175 26053 22794 20839 18 938 14370 14 019 13 431 10108 7 276 6 727 6088 5973 5 507 4 241 4157 1534

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

MANO DE OBRA REMUNERADA EVENTUAL EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

2 061 5861 5167 1 307

556 4 671 1822 1 438

192 258 822 205 837 110 293 749 451

ENTIDAD HOMBRES MUJERES

BAJA CALIFORNIA BAJA CALIFORNIA SUR CHIHUAHUA SINALOA ZACATECAS AGUASCALIENTES GUANAJUATO MEXICO PUEBLA SONORA COAHUILA QUERETARO COLIMA OAXACA TLAXCALA ESTADOS UNIDOS MEXICANOS MICHOACAN NAYARIT NUEVOLEON JALISCO SAN LUIS POTOSI DURANGO TAMAULIPAS CHIAPAS HIDALGO GUERRERO

(Abs.) (Abs.)

76 77 81 82 84 85 85 86 87 88 88 88 89 89 90 91 91 92 93 93 93 93 94 95 95 95

24 23 19 18 16 15 15 14 13 12 12 12 11 11 10 9 9 8 7 7 7 7 6 5 5 5

TOTAL

(Abs.)

28236 31 914 27 961 22146 19494 19 041 15 841 14869 10300 7549 7 534 6810 6293 5617 4534 4906 1 985

Cuadro 13

Continúa

TOTAL

(Abs.)

100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100 100

MANO DE OBRA REMUNERADA EVENTUAL EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 13

Conclusión

ENTIDAD HOMBRES MUJERES TOTAL

(Abs.)

QUINTANA ROO VERACRUZ MORELOS TABASCO DISTRITO FEDERAL CAMPECHE YUCA TAN

(Abs.) (Abs.)

96 97 97 97 97 98 98

4 3 3 3 3 2 2

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

100 100 100 100 100 100 100

Como parte del análisis de la variable de mano de obra remunerada eventual también se le puede dar el enfoque desde el punto de vista del sexo de las perso­nas que laboran en la unidad de producción rural.

El cuadro 13 muestra que la mayor proporción de mujeres con trabajo eventual en las unidades de pro­ducción rurales individuales aparece en las regiones donde existen empresas que requieren de este perso­nal, es el caso de las entidades federativas de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Sinaloa, Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato. En especial en los estados fronterizos existen dichas empresas, así como en el occidente del país, en particular en Sinaloa. Además en la zona del altiplano centro como Zacatecas, Aguascalientes y Guanajuato, también allí existe la demanda de mano de obra femenina.

Un segundo grupo lo constituyen México, Puebla, Sonora, Coahuila, Querétaro, Colima, Oaxaca y Tlaxcala cuyo porcentaje de mujeres integrantes del personal remunerado eventual fluctúa entre un 10 y 14%.

A partir de un 9% de mujeres integrantes de mano de obra eventual, que corresponde a la media nacional, se conforma un tercer grupo de entidades, en las cuales sus unidades de producción ostentan esta proporción en forma decreciente y son Michoacán, Nayarit, Nuevo León, Jalisco, San Luís Potosí, Durango y Tamaulipas. Más adelante, el decrecimiento se acentúa hasta vol­verse imperceptible, así Hidalgo, Guerrero y Chiapas tienen el 5%, Quintana Roo por su parte con un 4%; Veracruz, Morelos, Tabasco y el Distrito Federal alcan­zan el 3%; mientras que Campeche y Yucatán tan sólo un 2% de mujeres integran la mano de obra eventual en las unidades de producción rurales (Cuadro 13).

Así, el señalamiento de la remuneración al personal eventual en las unidades de producción rurales queda

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enmarcado con un carácter masculino en todo el país, exceptuando la frontera norte donde aparece una ocu­pación femenina en las unidades de producción, que si bien es relevante para la zona no es importante en números absolutos.

Esta tendencia se puede decir que en el futuro cambiará en las zonas donde se han venido instalando aprovechamientos de los recursos agrícolas y pecua­rios, en donde existe la pizca o cosecha, la vendimia o alguna otra actividad que requiera la mano de obra femenina.

Mano de obra remunerada permanente

El censo agropecuario también captó el número de empleados que están contratados en las unidades de producción rurales de una manera permanente.

Tomando como base el total de personas contrata­das bajo esa modalidad, se conforma un primer grupo de entidades que destacan de acuerdo con esta varia­ble, las cuales son: Veracruz, Puebla, Chiapas, Jalisco, Guanajuato, Sonora, Míchoacán y México (Cuadro 14). Es importante mencionar que Veracruz representa un caso excepcional, ya que el número de personas contra­tadas permanentemente (57 173) es más del doble de lo que tiene la entidad que le sigue en orden decreciente, Puebla (27 287). En este grupo, están incluidos estados con mayor comercialización agropecuaria como lo son Veracruz, Sonora, Jalisco y México ya que son impor­tantes productores de granos básicos y pecuarios.

Un segundo grupo lo integran Chihuahua, Tamaulipas, Oaxaca, Tabasco, Hidalgo, Coahuila, San Luis Potosí y Sinaloa. En estos estados, las unidades de producción rurales contratan mano de obra permanente remunerada que oscila entre 12 038 y 16 985 personas de ambos sexos.

Las zonas representadas en este grupo son el norte fronterizo con Chihuahua, T amaulipas y Coahuila, así como el centro con San Luis Potosí e Hidalgo y el sur con Oaxaca y Tabasco. El occidente productivo cercano al Océano Pacífico está representado por las unidades de producción rurales de Sinaloa.

Por su parte, Durango, Zacatecas, Yucatán, Nuevo León, Baja California, Guerrero, Querétaro, Morelos y Nayarit forman otro grupo, en el cual sus unidades de producción contratan mano de obra remunerada per­manente que va de entre 5 337 y 9 911 personas. De estas entidades resaltan una vez más las fronterizas, con un territorio mediano como serían Nuevo León y Baja California donde se encuentra un sinnúmero de empresas productivas del sector agropecuario. El pri­mero de dichos estados está vinculado al mercado de la misma capital del estado, la ciudad de Monterrey, así

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como a la frontera texana, mientras que Baja California de la misma forma a la frontera californiana. Le siguen los estados de la planicie norteña como lo son Durango y Zacatecas que se integran al mercado regional de la frontera o de Monterrey, N.L

Además hay estados más pequeños, pero que tienen el mismo nivel de contratación que los anteriores, como lo son Querétaro y Morelos; en tanto que al sur tenemos a Yucatán, cuyas unidades de producción venden sus productos en la ciudad de Mérida y en las zonas de Cancún. Guerrero, al igual que Yucatán, encuentra mercado en Acapulco y en la ciudad de México.

Finalmente, un cuarto grupo lo conforman Colima, Aguascalientes, Campeche, Tlaxcala, Baja California Sur, Quintana Roo y el Distrito Federal, en los cuales sus unidades de producción tienen entre 1 260 y 4 291 personas contratadas permanentemente con remune­ración (Cuadro 12).

Una segunda ronda de análisis de esta variable nos lleva a ver, en números relativos, la composición de la mano de obra remunerada permanente en las unidades de producción rurales del país, lo que nos da una estructura de división del trabajo por sexo.

Esta clasificación ubica al Distrito Federal y a Baja California como las entidades federativas con una ma­yor presencia femenina de trabajo contratado perma­nente remunerado, ya que éstas tienen un 23 y 16%, respectivamente (Cuadro 15).

En dichas entidades, las unidades de producción rurales tienen diversas formas de explotación, como es el caso del Distrito Federal donde existen las chinampas, las zonas productoras de hortalizas, así como la produc­ción del nopal y maíz elotero para consumo en verde.

Por su parte, en Baja California existen unidades de producción rurales que requieren de mano de obra femenina para el trabajo de empacado, para la pizca y el maneío de hortaliza que se comercializa en la u11ión americana.

Un segundo grupo lo conforman México, Baja California Sur, Guanaíuato, Puebla y Zacatecas en donde la presencia femenina va del10 al14%. Algunas de estas entidades se ubican cerca de los mercados importantes de la Ciudad de México. Asimismo Puebla, cuyas unidades producen para el mercado de la capital de dicho estado, así como para el gran sistema del abasto que se da en Tepeaca y además surte a todo el centro sudeste del país produciendo una gran canti­dad de hortaliza y hierbas de olor.

Le siguen en importancia Michoacán, Sonora. Querétaro y Tlaxcala que tienen una mano de obra

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femenina de un 8 y 9%; lo cual significa que la presencia masculina se ubica por arriba del 90%; en lo que respecta a Michoacán y Sonora donde existen empre­sas que contratan mano de obra, se puede deducir que esta demanda se surte de la oferta de trabajo que proporciona la migración de otros estados. En relación con Querétaro y Tlaxcala se puede concluir que las unidades de producción rurales son más bien de tipo familiar donde no se requiere mayor contratación de mano de obra, y en caso de necesitarla, pocas veces se contrata personal femenino.

Existe un número importante de unidades de pro­ducción rurales, en entidades federativas muy disímbolas, cuyo común denominador es que casi no contratan mano de obra femenina. En este caso están Hidalgo, Guerrero, Colima, Jalisco, Sinaloa, Morelos y Quintana Roo, los que se encuentran alrededor de una media nacional que es del 6%, además de Chihuahua,

Oaxaca, San Luis Potosí, Durango, Nayarit y Aguascalientes. Llama la atención que esos estados tengan esta característica en común, a pesar de sus diferencias territoriales, el número de habitantes y sus recursos naturales.

Finalmente, existe un grupo de entidades federativas del país cuyas unidades de producción rurales práctica­mente no cuentan entre sus filas a personal contratado de forma permanente y remunerado que sean mujeres. Esto es en Chiapas, Tabasco, Coahuila, Campeche, Tamaulipas, Yucatán, Nuevo León y Veracruz radican entre 2 y 4% (Cuadro 14).

Una vez más, Veracruz representa un caso excepcio­nal, ya que a pesar de ser la entidad federativa con el mayor número de unidades de producción rurales en todo el país, la presencia de mujeres remuneradas en forma permanente en el agro es, proporcionalmente, el más bajo a nivel nacional.

MANO DE OBRA REMUNERADA PERMANENTEMENTE EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

Cuadro 14

MANO DE OBRA PERMANENTE

ENTIDAD HOMBRES MUJERES TOTAL

(Abs.) (Abs.) (Abs.)

ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 393 381 26724 420105 VERACRUZ 55871 1 302 57173 PUEBLA 24 661 2 626 27287 CHIAPAS 25453 967 26420 JALISCO 22520 1 461 23 981 GUANAJUATO 19847 2680 22527 SONORA 19420 1 777 21197 MICHOACAN 19 318 1 786 21104 MEXICO 16923 2 820 19 743 CHIHUAHUA 16234 751 16985 TAMAULIPAS 15 260 533 15 793 OAXACA 14462 731 15193 TABASCO 14437 642 15 079 HIDALGO 13 736 962 14 698 COAHUILA 12 441 480 12 921 SAN LUIS POTOSI 11 855 583 12 438 SINALOA 11 384 654 12038 DURANGO 9460 451 9 911 ZACATECAS 8 213 941 9154 YUCA TAN 8547 247 8 794 NUEVO LEON 8 211 287 8498 BAJA CALIFORNIA 5842 1 104 6946 GUERRERO 5 509 388 5 897 QUERETARO 5233 427 5 660 MOR EL OS 5295 347 5642 NAYARIT 5050 287 5 337 COLIMA 3985 306 4291 AGUASCALIENTES 3873 208 4081 CAMPECHE 3206 122 3328 TLAXCALA 2498 200 2 698 BAJA CALIFORNIA SUR 1 938 264 2 202 QUINTANA ROO 1 726 103 1 829 DISTRITO FEDERAL 973 287 1 260

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

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MANO DE OBRA REMUNERADA PERMANENTEMENTE EN LAS UNIDADES DE PRODUCCION RURALES INDIVIDUALES, SEGUN SEXO, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD HOMBRES

(%)

DISTRITO FEDERAL 77 BAJA CALIFORNIA 84 MEXICO 86 BAJA CALIFORNIA SUR 88 GUANAJUATO 88 PUEBLA 90 ZACATECAS 90 MICHOACAN 91 SONORA 92 QUERETARO 92 TLAXCALA 92 HIDALGO 93 GUERRERO 93 COLIMA 93 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 94 JALISCO 94 SINALOA 94 MOR EL OS 94 QUINTANA ROO 94 CHIHUAHUA 95 OAXACA 95 SAN LUIS POTOSI 95 O U RANGO 95 NAYARIT 95 AGUASCALIENTES 95

CHIAPAS 96

TABASCO 96

COAHUILA 96

CAMPECHE 96

TAMAULIPAS 97

YUCA TAN 97

NUEVOLEON 97

VERACRUZ 98

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

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Cuadro 15

MANO DE OBRA PERMANENTE

MUJERES TOTAL

(%) (%)

23 100 16 100 14 100 12 100 12 100 10 1 DO 10 100 9 100 8 100 8 100 8 100 7 100 7 100 7 100 6 100 6 100 6 100 6 100 6 100 5 100 5 100 5 100 5 100 5 100

5 100

4 100

4 100

4 100

4 100

3 100

3 100

3 100

2 100

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JERARQUIZACION DE LAS ENTIDADES FEDERATIVAS, SEGUN NUMERO DE PERSONAS DEL SEXO MASCULINO REMUNERADAS PERMANENTEMENTE Y EVENTUALMENTE

VERACRUZ PUEBLA

HIDALGO OAXACA CHIAPAS MEXICO

GUERRERO MICHOACAN

GUANAJUATO MOR EL OS

JALISCO SAN LUIS POTOSI

NAYARIT SONORA

ZACATECAS DURANGO

SINALOA CHIHUAHUA TAMAULIPAS

TABASCO BAJA CALIFORNIA

COAHUILA TLAXCALA YUCA TAN

QUINTANA ROO COLIMA

DISTRITO FEDERAL OUERETARO

CAMPECHE NUEVOLEON

AGUASCALIENTES

Gráfica 5

BAJA CALIFORNIA SUR ...__ ___ ____,._ ___ __, ____ __., ____ __,_ ____ __._ ____ __,

o 50 100 150 200

MILES DE UNIDADES DE PROOUCCION

~~~ PERMANENTE üiliill EVENTUAL

250 300

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3. La Tracción en las Unidades de Producción Rurales

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Un elemento sustantivo del estudio de la vinculación comercial y mercantil de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en México, es la fuente de tracción que utilizan en el trabajo produc­tivo. La fuente de energía implica una organización particular que vincula a la unidad de producción al entor­no inmediato o a la sociedad en la que se encuentra.

3.1 LA TRACCION ANIMAL, LOS SEMOVIENTES EN EL CAMPO MEXICANO

El VIl Censo Agropecuario informa sobre los ani­males de trabajo o semovientes que tienen algunas unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en México. El cuadro 16 señala que únicamente el 38% de las unidades de producción rurales en el país cuenta con ganado de trabajo.

En el análisis a nivel entidad federativa, se observa que 15 de ellas están por debajo de este promedio nacional y en 5 de estas entidades, sólo poseen anima­les de trabajo menos del 10% de sus unidades de producción: Baja California y Campeche con el 8%, Quintana Roo y Tabasco con el5%, y Yucatán con el4% de sus unidades, respectivamente. En el resto de las entidades, sus unidades de producción rurales con animales de trabajo oscila entre el 40% y el 60%, sobresaliendo los estados de Querétaro, Guanajuato y Durango con el 55%, y Guerrero con el 59% de sus unidades, respectivamente.

Las existencias de estos animales es de poco más de 3 700 000 cabezas entre ganado bovino, caballar, mular y asnal, como más adelante observaremos. Antes qui­siéramos hacer algunas reflexiones. El uso y manejo de los animales de tiro, si bien ha disminuido en México, la tractorización no los ha desplazado como se hubiera esperado. Esto se debe en pafte a que los bueyes, los caballos y las mulas siguen siendo la única fuente de energía de trabajo al alcance de más del 80% de los productores nacionales que poseen superficies muy limitadas para el cultivo (Cruz León A. 1997, pp. 77).

La fuente de energía además conforma la tecnología que se utiliza así como la cultura en la que se intercambia, una yunta en producción y en trabajo hace que el responsable de la unidad de producción rural negocie con el trabajo en forma tradicional y en especie. Así cuando se rentan semovientes sin importar que sean yuntas, caballos o troncos, esperando que se pague en cargas de maíz, se obliga a trabajo y mano vuelta, y a seguir los patrones tradicionales que facilitan o permiten el uso de tracción animal.

El hecho de utilizar una yunta de bueyes, un tronco de mulas o un tiro de caballos permite a los responsables de esta clase de unidades de producción rurales el tener

la fuente de poder en sus manos y bajo su capacidad de reproducción económica, les facilita la producción y el intercambio de trabajo y de mercancías, sin llegar al mercado. Es por eso que la tracción animal se convierte en una variable inmejorable para clasificar los procesos de penetración de mercancías, del financiamiento y de la vinculación con el mercado. El que existan yuntas no implica "per se" una economía cerrada al mercado, implica una economía natural que aprovecha del medio el uso de la energía. La producción lograda mediante esta fuente de trabajo bien puede entrar al mercado como mercancías.

Las yuntas de bueyes

Los datos del VIl Censo Agropecuario muestran los animales de traba jode especie bovina que tienen algunas unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país. El cuadro 16 indica que sólo el7% de las unidades de producción rurales en México cuenta con ganado bovino para trabajo.

A nivel entidad federativa, se observa que 24 de ellas están abajo de la media nacional, y en 11 de estas entidades, sólo poseen animales de trabajo el 1% o menos de sus unidades de producción, destacándose los estados de Campeche, Baja California, Tabasco, Quintana Roo y Yucatán que no alcanzan siquiera el1% de sus unidades. En las entidades restantes, ubicadas en la parte centro y sur del país, el cuadro nos muestra que en siete de ellas sus unidades de producción rurales con ganado bovino de trabajo oscilan entre el 8% y el 15%. Mención aparte merecen las unidades del estado de Oaxaca, el 22% cuenta con esta clase de animales.

las existencias de estos animales es de casi 620 000 cabezas concentrándose, en las unidades de produc­ción rurales de los ocho estados mencionados, casi el 70% de las mismas. Solamente las unidades de produc­ción del estado de Oaxaca poseen más de la cuarta parte, el 27%, de las existencias totales.

Sobre este punto mencionaremos lo siguiente: las yuntas son utilizadas para el trabajo directo en el agro, para tracción y acarreo, así como para uso industrial o artesanal en trapiches o molinos, además el ganado bovino posee un uso más integrado a la unidad de producción rural al facilitar la producción agrícola, al proporcionar lácteos y ofrecer su carne al mercado al final de su vida útil. Así los bueyes se integran más a la dinámica de producción campesina.

También, como ya se dijo antes, las unidades de producción rurales de los estados del sur de la república como Quintana Roo, Yucatán, Campeche y Tabasco tienen una presencia mínima de bueyes, debido en gran medida a que la región no se facilita para el trabajo con yuntas por el tipo de suelo calcáreo que tiene.

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Los tiros de caballos

El VIl Censo Agropecuario indica también, como se muestra en el cuadro 16, que el12% de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con ganado caballar para trabajo.

Al realizar el análisis a nivel entidad federativa, se observa que la mitad de las entidades están por debajo de la media nacional, resaltando las entidades sureñas de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Yucatán y Tabasco, donde sólo poseen caballos para trabajo menos del 5% de sus unidades de producción. En las otras 16 entidades, los porcentajes de unidades de producción rurales con caballos de trabajo fluctúan entre el 13% y el 31%, destacando las unidades de producción de los estados de Michoacán con el 24%, Durango con el 25%, Guanajuato con el26%, Coahuila con el 28% y Chihuahua con el 31%.

El número de caballos de trabajo es de poco más de 860 000 cabezas a nivel nacional y como se observa en el cuadro, su distribución es muy irregular entre las entidades de producción rurales de los dos grupos de entidades analizadas. No obstante aseveramos que las entidades de producción rurales del segundo grupo de entidades, se distinguen por contar con tierras de cali­dad que no necesitan un trabajo muy fuerte y por lo mismo en ellas va a preponderar la tracción ligera. También se distinguen por tener tierras agrícolas que utilizan la práctica del secano. Y también por ser muchas de ellas de actividad ganadera y donde utilizan al caballo para el manejo del ganado. Finalmente, en el primer grupo de entidades, existen aquellas unidades de producción rurales donde la presencia equina casi está desterrada y los pocos caballos que poseen son para uso turístico.

Los troncos de mulas y los asnos

La información del Vll Censo Agropecuario nos señale. en el cuadro 16 que el 11% de las unidades de produc­ción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con ganado mular para trabajo.

A nivel entidad federativa, el cuadro muestra que 13 de las entidades están por debajo del promedio nacio­nal, resaltando las entidades de Campeche, Baja California, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán, donde sólo poseen mulas para trabajo menos del 5% de sus unidades de producción. En las 19 entidades restantes, los porcentajes de unidades de producción rurales con

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mulas de trabajo fluctúan entre el 11% y el 30%, desta­cando las unidades de producción de los estados de Aguascalientes, con el21 %, Nayarit y Zacatecas, con el 23% y Durango, con el 30%.

El número de mulas de trabajo es de poco más de 7 45 000 cabezas a nivel nacional. En nuestra opinión se utilizan para la carga de mercancías de arrieros en zonas rurales no comunicadas por carreteras, así como para la agricultura en zonas de difícil acceso.

En cuanto a los asnos, los datos del VIl Censo Agropecuario señalan en el cuadro 16 que el22% de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con ganado asnal para trabajo.

En el estudio a nivel entidad federativa, el cuadro muestra que 20 de las entidades están abajo del prome­dio nacional, resaltando las entidades de Tabasco, Quintana Roo y Yucatán, donde ni siquiera el1% de sus unidades de producción rurales poseen asnos para trabajo. En las 12 entidades restantes, los porcentajes de unidades de producción rurales con asnos de trabajo fluctúan entre el22% y el42%, destacando las unidades de producción de los estados de Guanajuato con el 32%, Oaxaca con el 35%, Querétaro con el 36% y Guerrero con el 42%.

El número de asnos de trabajo es de más de 1 500 000 cabezas a nivel nacional, poco menos de la mitad del total de animales de trabajo en el país.

Nosotros opinamos que asnos y mulas representan un soporte para las zonas más pobres de México, en tanto que su capacidad de pastar está por encima de los caballos y el ganado Qovino: en los campos sobre­pastoreados donde es difícil la sobrevivencia de los caballos y de los bueyes, las mulas y los asnos pastan y sobreviven.

Sinopsis de la tracción animal en México

En la República Mexicana, cuatro de cada diez unida­des de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal tiene semovientes y éstas tienen en promedio tres animales de trabajo. En nuestra opinión esto se correlaciona con su uso eficiente por pareja como el tiro de caballos, la yunta de bueyes y el tronco de mulas; aunque en muchas partes, se utiliza un solo animal para la carga o para el traslado.

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA O FORESTAL, SEGUN ESPECIE DE ANIMALES DE TRABAJO, POR ENTIDAD FEDERATIVA.

Cuadro 16

ENTIDAD UNIDADES CON ANIMALES CON ANIMALES DE TAABA.JO CON ANIMALES DE CON ANIMALES DE CON ANIMALES DE DE PROD. OETAABA.JO BOVINO

NUM. ... CABEZAS NUM.

ESTADOS UNIDOS MeXICANOS 31123063 1448372 38 3 746 035 278372

AGUASCALIENTES 18 859 /907 42 23360 310 BA..IA CALIFORNIA 10327 847 8 1 967 34 BA..IA CALIFORNIA SUR 4 920 1570 32 6890 40 CAMPECHE 36916 2927 8 7 29() 126 COAHUILA 51645 24105 47 70492 2083 COLIMA 13 301 4400 34 10307 147 CHIAPAS 306 320 70522 23 143848 19245 CHIHUAHUA 94 778 46159 49 150177 4 193 DISTRITO FEDERAL l7 351 2605 15 4 710 143 DURANDO 84 210 46566 55 163965 2 512 GUANAJUA TO 136 370 74 875 55 2'3412 12634 GUERRERO 200 810 119356 59 313907 23530 HIDALGO 200 822 61382 31 146417 1l558 JALISCO 152 513 66815 44 l80J07 6872 MEXICO 293 912 111 521 38 251041 31379 MICHOACAN 182 007 88917 49 230571 l7 718 MORELOS 44 795 16176 36 34 547 2 218 NAYARIT 60596 25834 43 67333 580 NUEVOLEON 44327 18516 42 61747 5684 OAXACA 341163 167516 49 424 771 73 776 PUEBLA 333296 138452 42 326 851 25246 OUERETARO 46 791 25536 55 68585 7 120 QUINTANA ROO 27 786 1457 5 2 224 50 SAN LUIS POTOSI 145 520 59759 41 170 503 9619 SINA!.OA 94 685 26666 28 91 454 697 SONORA 41817 t3113 31 46199 534 TI\81\SCO 91461 4306 5 9833 301 TAMI\ULIPAS 85696 21361 25 57 763 2683 TLAXCALA 67 446 25728 38 61 «O 1502 VEAACRUZ 388822 115028 30 217 308 13 286 YUCA TAN 84102 3548 4 7228 151 ZACATECA$ 118 ~17 54842 46 179 570 2141

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

Del total de animales de trabajo registrados por el VIl Censo Agropecuario, el cuadro 16 nos permite de­terminar que el 16% son bueyes, el 23% son caballos, el 20% son mulas y el 41% son asnos. Al respecto opinamos que si bien en los últimos años se ha venido dando un incremento en la utilización de la tracción mecánica, hay que diferenciar cuando ésta suple a la tracción animal o cuando sólo se le utiliza para una práctica cultural como es el caso de la roturación del suelo, lo cual es común en muchas regiones del país. Pero independientemente de esto, la tracción animal continúa vigente y es utilizada para escardas y algunas prácticas culturales exigidas por la tradición y por la cultura como es el hecho de que los bueyes apisonan menos el suelo que un tractor.

Por lo anterior, decimos que ha sido una norma en el campo el hecho de que en las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria y forestal, se busque reproducir los animales dentro de la propia unidad y se evite su compra, reproducción que es importante por­que supone una etnoveterinaria y una cultura ganadera autóctona para el manejo del ganado de trabajo en el campo.

Un elemento a estudiar es la vinculación que existe entre los espacios necesarios requeridos para el man­tenimiento de una yunta y las tierras de producción. Así podemos señalar que las yuntas, los troncos y los tiros se asocian a terrenos agrícolas de pequeñas dimensio­nes donde se vuelve costeable el uso de animales.

... 7

12 6 5

11 10

5

13 22

8 15 o 7

TAABA.JO CABAI..I.AR TRABAJO MULAR TAABA.JO ASNAL

CABEZAS NUM. ... CABEZAS NUM . ... CABEZAS NUM. ... CABEZAS

819577 468624 12 861131 411575 11 745865 -760 22 1 519462

679 3820 20 7799 3944 21 7561 3493 19 7321 72 515 5 783 265 3 547 195 2 565

198 419 9 619 868 18 2419 919 19 3654 1038 1658 4 3718 1229 3 2068 280 1 466 4388 14608 28 2'6825 6002 12 12680 11017 21 2'6599

510 1 7f>7 13 3282 2564 19 4554 1404 11 1961 43084 11076 4 20259 24011 8 38226 26065 9 42 267 10216 29194 31 56419 16899 18 34242 18466 19 49300

254 , 572 9 2495 800 S 1 201 583 3 700 6161 21393 25 44 777 25681 30 :.6237 24 825 29 56 810

29662 35294 2'6 68505 24090 18 45261 43606 32 69984 51009 27733 14 43628 30868 15 52534 85333 42 166 736 23 423 16 057 8 29213 12626 6 16821 42282 21 74 960 19669 26765 18 52123 29080 19 55- 30146 20 52 627 63647 34627 12 60050 15629 5 24160 67 307 23 103184 39944 44160 24 68187 20526 11 38573 40424 22 67 867 5020 6154 14 9677 7061 16 11369 5101 11 6 481 1694 12139 20 21-891 13709 23 27 380 8127 13 16368

12569 8127 18 15 747 4 788 11 91ll1 103S2 23 24270 165 227 15405 S 22952 20593 6 33837 118509 35 202 755 53140 34074 10 56312 36056 1l 59556 92119 28 157 843 14916 8895 19 17133 • 551 10 7 710 16774 36 28 826

192 945 3 1340 477 2 581 85 o 111 20336 23795 16 44517 16694 11 29846 37 109 26 75 804 4071 9332 10 18729 14 951 16 33587 14966 16 35 067 3168 6734 16 13066 6&73 16 14<485 6640 16 15441 1320 2659 3 5225 '313 t 2452 424 o 836 6223 10061 12 18513 5 501 6 9538 12445 15 23489 3012 6200 12 14944 9791 15 17429 17606 26 26055

28786 25803 7 43117 25 005 7 36344 10 504 16 109061 697 2526 3 4 118 962 1 2037 226 o 376

5234 23121 19 47138 27 370 23 57580 33206 28 69618

Además, en nuestra opinión, la fuerza de tracción animal se enfoca fundamentalmente al autoconsumo, aseveración que no es posible probar con los datos censales, pero que de ser cierta nos permite concluir que la agricultura tradicional defenderá y auspiciará el uso y la permanencia de la tracción animal como meca­nismo de fuerza.

3.2 LA MECANIZACION DEL AGRO

La llegada del tractor al agro se dio en los años veinte. La Reforma Agraria facilitó la adquisición de tractores en bloque cuando en 1936 BANRURAL adquirió un lote de 300 tractores para destinarlos al cultivo del algodón en la región lagunera. Esta práctica se continuó y siempre se consideró la presencia del tractor como una señal de modernización de la agricultura.

Otro aspecto importante en el estudio de la vincula­ción con el sistema de mercado por parte de las unida­des de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal, es el relacionado con la mecanización de la fuerza de trabajo empleada, en particular mediante la fuerza derivada de tractores.

Argumentamos que la existencia de tractores en el agro supone el acercamiento al mercado de insumas, partes, refacciones, energéticos como gasolina, aceites y lubricantes, así como de implementos agrícolas. La vinculación es obvia en estos aspectos, por lo que concluimos en una visión heurística, que el uso del tractor conlleva la comercialización y mercantiHzación

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de la economía de las unidades de producción rurales. Si bien se puede hacer un ejercicio de autonomía financiera, se llegará a un punto en que se tiene que entrar al mercado para adquirir algún requerimiento mecánico o insumo que está fuera de la esfera de la producción campesina.

Por otra parte, la existencia del tractor como variable de estudio. no nos conduce de una manera automática hacia una economía de mercado o sea que todas las unidades de producción rurales que cuentan con tractor no se transforman por ese hecho en economías de mercado, lo que si logran es estar inmersas en el mundo del intercambio económico, de la compra de insumas, de petróleo, de piezas de repuesto y de tecnología, así sea a niveles mínimos. Sin embargo, el trabajo derivado de la tracción mecanizada apenas cubre una parte del proceso agrícola de producción, como lo es la rotura del suelo, ya que las labores culturales de la escarda y de las limpias son realizadas con tracción animal y no con el tractor. De todas formas el tractor implica en términos generales una vinculación al mercado.

El tractor en las unidades de producción rurales

Los datos del VIl Censo Agropecuario muestran en el cuadro 17 que sólo el6% de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con tractores.

A nivel entidad federativa, se observa que las unidades de producción rurales en 16 estados están por debajo del promedio nacional, ubicadas principalmente alcen­tro y sur del país. En 4 de estas entidades. Quintana Roo, Oaxaca, Distrito Federal y Guerrero, las unidades de producción rurales que poseen tractores apenas alcanzan el1% y las del estado de Yucatán ni siquiera llegan al 1%. En las restantes entidades localizadas al centro y norte del país, la proporción de unidades de producción rurales con tractor fluctúa entre el 8"/o y el46%, sobresaliendo los estados de Tamaulipas con el 20%, Baja California Sur con el 21 %, Sonora con el 23%, Chihuahua con el 29% y Baja California con el 46% de sus unidades respectivamente.

El número de estos tractores es de más de 317 000 a nivel nacional y como se observa en el cuadro. se concentran en las unidades de producción rurales de las

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regiones media y norte del país, existiendo en la región sur entidades donde casi no hay. Por otro lado el VIl Censo Agropecuario también da cuenta de los tractores que estaban en funcionamiento al momento de levantar la información, representando éstos casi el94% del total nacional, esto es poco más de 20 000.

De lo anterior, deducimos que los tractores están presentes en las unidades de producción rurales del norte agrícola, irrigadas con sistemas hidráulicos impor­tantes, así como en las unidades de producción de la región del Bajío, zonas que se encuentran integradas a los sistemas locales y regionales de mercado.

Pensamos que la presencia de tractores como base de la fuente de tracción para la agricultura no basta para entender la mecanización del agro en México. Tampoco significan un criterio último para evaluar la moderniza­ción del agro lograda a través de las inversiones hechas. Hay otras variables que el VIl Censo Agropecuario proporciona y que podrían explicar mejor los efectos de la mecanización. Aunque dicha información se refiere a un universo más concreto, el de las unidades de produc­ción rurales con superficie de labor, nos dice que el tractor se emplea, bien que sea propio, rentado, presta­do o de uso colectivo. Gracias a esta forma de apro­vechamiento, el número de tractores en su eficiencia se quintuplica en su uso y podemos suponer que casi un millón y medio de unidades de producción rurales utili­zan los cerca de 300 mil tractores útiles y en funciona­miento existentes en el país, en alguna de las formas de aprovechamiento señaladas.

3.3 LOS VEHICULOS MOTORIZADOS EN EL CAMPO

Otro criterio que permite evaluar la vinculación econó­mica que tienen con el mercado las unidades de produc­ción rurales en el país, lo constituye la presencia de vehículos automotores para el transporte, manejo e intercambio de productos agropecuarios o forestales.

Las camionetas

Los datos del VIl Censo Agropecuario muestran en el cuadro 18 que sólo el14% de las unidades de produc­ción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con camionetas menores de dos toneladas.

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA Cuadro 17

O FORESTAL, SEGUN EXISTENCIAS DE TRACTORES, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD UNIDADES DE CON TRACTORES PRODUCCION

TOTAL EN FUNCIONAMIENTO

NUMERO % EXISTENCIAS NUMERO % EXISTENCIAS

BAJA CALIFORNIA 10327 CHIHUAHUA 94 778 SONORA 41 817 BAJA CALIFORNIA SUR 4920 TAMAULIPAS 85698 ZACATECAS 118917 DURANGO 84210 AGUASCALIENTES 18859 GUANAJUATO 136370 JALISCO 152 513 NUEVOLEON 44327 COLIMA 13301 SINALOA 94865 COAHUILA 51 645 NAYARIT 60596 MICHOACAN 182 007 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3823063 MOR EL OS 44 795 SAN LUIS POTOSI 145 520 QUERETARO 46791 TLAXCALA 67446 VERACRUZ 388822 MEXICO 293 912 HIDALGO 200822 TABASCO 91461 CAMPECHE 36916 PUEBLA 333296 CHIAPAS 306320 QUINTANA ROO 27786 OAXACA 341163 DISTRITO FEDERAL 17 351 GUERRERO 200 810 YUCA TAN 84702

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

A nivel entidad federativa, se observa que la mitad del país (la parte centro y sur) está por debajo de es­te promedio nacional y en 12 de estas entidades, sólo poseen camionetas, menos del 1 0% de sus unidades de producción. Destacan en este sentido los estados sureños de Chiapas con el4%, Yucatán y Guerrero con el 3% y Oaxaca con el 2% de sus unidades .

En la otra mitad del pafs, representada por los esta­dos de la parte media y norte, el 20% o más de sus unidades de producción cuenta con camionetas, sobre­saliendo los estados de Sonora con el47%, Chihuahua con el 49%, Baja California Sur con el 61% y Baja California con el72% de sus unidades respectivamente.

El número de estos vehículos es de casi 640 000 a nivel nacional y como se observa en el cuadro, su distribución es muy desigual ya que se concentran en las unidades de producción rurales de las regiones

4 738 46 7583 4455 43 6842 27406 29 37 510 26 589 28 35804 9698 23 17045 9 360 22 15 778 1 053 21 1 909 1 008 20 1 740

16 881 20 22363 16 221 19 20936 22844 19 26632 22232 19 25636 12 617 15 16337 12 104 14 15 325 2689 14 3699 2 550 14 3458

18039 13 25623 17 329 13 24183 19938 13 24482 18948 12 23021 5756 13 7503 5434 12 6886 1 712 13 2209 1 569 12 2 002

11 906 13 20893 11 354 12 19640 4561 9 6440 4 286 8 5 892 4922 8 5943 4675 8 5559

14190 8 16 762 13373 7 15 676 240618 6 317 312 229280 6 296 938

2 417 5 2723 2 292 5 2 551 6735 5 8232 6 373 4 7649 2165 5 3074 2076 4 2899 2 731 4 3096 2 591 4 2924

13655 4 16239 12 775 3 14 973 9042 3 10 735 8429 3 9822 5101 3 5991 4 790 2 5 535 2185 2 2860 2021 2 2570

794 2 1 637 743 2 1 497 5907 2 6813 5540 2 6306 5201 2 6266 4872 2 5 793

302 1 403 263 1 338 3364 1 3910 3142 3596

164 1 183 141 153 1496 1 1687 1 375 1 513

409 o 530 370 o 441

media y norte del país, existiendo en la región sur unidades de producción donde casi no hay.

En nuestra opinión, la camioneta ha llegado a ser parte de la inversión en el agro como equipo de trabajo y se le encuentra no sólo en las grandes unidades de producción de altos rendimientos, sino también en las pequeñas. Por sí sola la camioneta no representa un criterio sólido para definir su vinculación con el mercado, ésta se logra a través de los requerimientos para su uso, mantenimiento, refacciones y autopartes, en la medida en que vincula a quien la posee con el mercado al menos local. De allí que sirva para la catalogación dentro de los vínculos con el mercado, de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria y forestal.

Nosotros argumentamos que la camioneta se usa a nivel rural desde hace ya varias décadas porque son un vehículo muy adaptable para el trabajo, el acarreo y el

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transporte de gente, de cosechas y de animales. Ade­más de poder circular por los diversos caminos rurales de México que no están asfaltados y que no tienen mayores servicios. Por su adquisición barata y al alcan­ce de la mayoría de los responsables de las unidades de producción rurales, de vez en cuando se ha autorizado como medida temporal su importación de los Estados Unidos, siempre que sean vehículos de segunda y de tercera clase. Además en la región norte es don­de se otorgan las franquicias para la tenencia de vehí­culos de importación sin el pago correspondiente a los impuestos de residencia. Dicha franquicia facilita a las unidades de producción rurales en estos estados la adquisición de camionetas de esta clase.

Los camiones

Los camiones también son otro recursos de uso y de apoyo para la producción rural, sólo que éstos tienen una característica más específica para la comercialización y acarreo de materiales así como de animales y de transporte de personas. Al igual que las camionetas el parque vehicular de los camiones es muy disímbolo.

La información del VIl Censo Agropecuario señala en el cuadro 19 que sólo el4% de las unidades de produc­ción rurales con actividad agropecuaria o forestal en el país cuenta con camiones mayores de dos toneladas.

UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA Cuadro 18

O FORESTAL, SEGUN EXISTENCIAS DE TRACTORES, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD UNIDADES DE CON CAMIONETAS DE MENOS DE DOS TONELADAS PRODUCCION

NUMERO % EXISTENCIAS

BAJA CALIFORNIA 10 327 7 432 72 10 714 BAJA CALIFORNIA SUR 4 920 3 006 61 4137 CHIHUAHUA 94 778 46 880 49 60186 SONORA 41 817 19810 47 26532 COLIMA 13 301 5 313 40 6291 JALISCO 152 513 56876 37 69447 ZACATECAS 118 917 42875 36 51 247 TAMAULIPAS 85698 30577 36 35 721 AGUASCALIENTES 18859 6 669 35 8 084 NUEVO LEON 44 327 15 510 35 18 548 COAHUILA 51 645 16 740 32 20 063 DURANGO 84 210 26 277 31 31 329 SINALOA 94865 22 563 24 28 743 GUANAJUATO 136 370 29042 21 34937 MICHOACAN 182 007 37 910 21 43918 NAYARIT 60596 11 874 20 13 184 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3 823063 536 347 14 639468 SAN LUIS POTOSI 145 520 18 379 13 21149 MOR EL OS 44 795 5136 11 5736 OUERETARO 46 791 5 227 11 5 987 DISTRITO FEDERAL 17 351 1 826 11 1 970 MEXICO 293 912 22569 8 25241 TLAXCALA 67446 5 135 8 5 572 TABASCO 91 461 6 628 7 7 829 VERACRUZ 388822 27963 7 31 090 QUINTANA ROO 27 786 1 913 7 2176 HIDALGO 200822 12 941 6 14 481 CAMPECHE 36916 2 254 6 2 609 PUEBLA 333296 18 492 6 20 312 CHIAPAS 306 320 12 135 4 13 895 YUCA TAN 84 702 2 853 3 3 370 GUERRERO 200 810 6425 3 7106 OAXACA 341 163 7 117 2 7 864

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

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UNIDADES DE PRODUCCION RURALES CON ACTIVIDAD AGROPECUARIA Cuadro 19

O FORESTAL, SEGUN EXISTENCIAS DE TRACTORES, POR ENTIDAD FEDERATIVA

ENTIDAD UNIDADES DE CON CAMIONES DE MAS DE DOS TONELADAS PRODUCCION

NUMERO % EXISTENCIAS

BAJA CALIFORNIA 10327 2640 26 4197 COLIMA 13 301 1 674 13 2067 SONORA 41 817 5208 12 7139 BAJA CALIFORNIA SUR 4920 548 11 822 CHIHUAHUA 94 778 9248 10 11 881 AGUASCALIENTES 18859 1 809 10 2156 JALISCO 152 513 12 970 9 15 811 ZACATECAS 118 917 9 263 8 10 664 NAYARIT 60596 4379 7 5006 DURANGO 84210 6000 7 7 500 TAMAULIPAS 85698 6006 7 7 786 NUEVO LEON 44327 3017 7 3775 MICHOACAN 182 007 11 438 6 13 661 GUANAJUATO 136 370 8195 6 10 410 SINALOA 94 865 5543 6 7 943 COAHUILA 51 645 2 964 6 3 650 DISTRITO FEDERAL 17 351 722 4 837 ESTADOS UNIDOS MEXICANOS 3823063 157 839 4 194 747 MORELOS CAMPECHE PUEBLA VERACRUZ SAN LUIS POTOSI QUINTANA ROO TLAXCALA MEXICO QUERETARO HIDALGO TABASCO CHIAPAS YUCA TAN GUERRERO OAXACA

FUENTE: INEGI. VIl Censo Agropecuario, 1991.

En el estudio por entidad federativa, se observa que más de la mitad (las entidades del centro y sur del país) está abajo de la media nacional, resaltando los estados de Hidalgo, Tabasco, Chiapas y Yucatán con el 2% y Guerrero y Oaxaca con el 1% de sus unidades de pro­ducción que cuentan con camiones mayores de dos toneladas.

En las otras entidades del país ubicadas en su parte media y norte, destacan los estados de Aguascalientes, Chihuahua, Baja California Sur, Sonora y Colima. donde sus unidades de producción rurales con camiones van del 1 0% al 13%. Mención aparte merecen las unidades del estado de Baja California pues un 26% de las mismas cuenta con camiones.

Estos vehículos en el país son casi 195 000 y en opinión nuestra, los camiones tienen un componente más nacional que las camionetas por lo que sus precios

44 795 1 807 4 2216 36916 1 386 4 1 639

333 296 11 303 3 13226 388822 12883 3 15688 145 520 4 819 3 5964 27 786 874 3 108 67446 2089 3 2 391

293 912 8960 3 10 801 46 791 1 376 3 1 785

200822 4332 2 5 192 91 461 1 801 2 2 258

306 320 5672 2 6822 84 702 1 431 2 1 775

200 810 2830 1 323 341163 4 652 1 5 372

los dejan fuera del alcance de muchos responsables de las unidades de producción rurales con actividad agropecuaria y forestal, aunque no se descarta la idea de que existe un número importante de ellos que han sido importados en alguna forma.

Como se observa en el cuadro, los camiones tienen una distribución muy semejante a las camionetas, aun­que en menor proporción, pues ésta resulta casi de 1 a 3, esto es por cada tres camionetas hay un camión en el agro mexicano.

3.4 LA SUMA DEL TRANSPORTE Y DE TRACTORES EN EL AGRO

Los tractores, las camionetas y los camiones han mati­zado el estudio de la vinculación comercial y mercantil de las unidades de producción rurales en el agro y lo caracterizan. Es por ello que era importante su análisis detallado.

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Concluimos que el proceso de vinculación comercial vía la tracción, se reduce tan sólo al manejo de tractores camiones y camionetas, y cuando existe esa vinculación no afecta en toda la vida productiva de las unidades de producción rurales, sino tan sólo una parte específica como es la producción agropecuaria o forestal y su transporte. Estas acciones representan una parte limita­da de la economía y no se puede concluir que estas unidades de producción rurales estén dominadas por el mercado, tan sólo por el hecho de que estén vinculadas con el transporte.

De esta forma, la mecanización de las unidades de producción rurales en México conforma un grupo de variables de estudio, cuyos alcances son limitados e implican una integración de diverso tipo a una economía de mercado ya que los servicios y los insumos requeridos para su uso y mantenimiento, no pueden ser adquiridos dentro de la lógica y capacidad de la economía campe­sina, y están fuera del alcance de la tecnología de los

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productores, pero por otro lado, no necesariamente condicionan esta estructura productiva para que se vin­cule al modelo de mercado o sea, que estos servicios e insumos de uso y mantenimiento pueden generar una dependencia gradual que no llega a trastocar la natura­leza de la economía agropecuaria o forestal, pero tam­bién pueden llevar a una subordinación de la estructura productiva al mercado.

Estas variables, sin duda, ayudan a aclarar la trans­formación técnica de las unidades de producción rura­les con actividad agropecuaria o forestal en México y a entender la modernización del agro mexicano, pero no es una prueba definitiva del prooeso de descampe­nización del agro. Es sin duda una muestra de la vinculación con el mercado de tos responsables de las unidades de producción, pero su efecto no es determi­nante como para que pierdan las características tradi­cionales de la producción campesina.

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Resumen

Las diversas variables utilizadas para clarificar la cali­dad de la vinculación económica y social de las unida­des de producción rural con el mercado implican un diagnóstico nacional que ayuda a entender la situación que guarda el agro mexicano, respecto al cambio moti­vado por su entrada al mercado. También se constata que un sinnúmero de unidades de producción rurales han optado por conservar el entorno rural productivo para el autoconsumo y se han vinculado mediante la venta de su mano de obra al entorno mercantil, por lo que se puede inferir que no basta la presencia de las variables de mercado, tecnología y venta de mano de obra, para estudiar y concluir que las unidades de producción rurales estén desapareciendo, lo que se puede señalar es que están modificando su estructura de producción, habrá que estudiar con detalle y en base a otras variables, si se conserva o se modifica su estructura social y su ámbito cultural.

Los cambios en la cultura, la economía y en las relaciones sociales de los responsables de las unida­des, implican adelantos y atrasos dependiendo del contexto de análisis. Tal es el caso de las unidades de producción rurales que por su ubicación sufren proce­sos de reconversión urbana de su entorno rural o de reconversión rural delante de los fracasos de penetra­ción urbana. Estos procesos facilitan el estudio en términos conceptuales mediante el manejo de variables como la tecnología campesina, la mano de obra familiar, la producción de granos, hortali~as y ganado.

Así el estudio del autoconsumo, la recolección, la venta de productos y de fuerza laboral, el autoempleo, y la organización para la producción en el modelo utilizado, sirvieron como variables claves para analizar y diagnosticar la realidad nacional en términos muy amplios y en particular, para evaluar situaciones que se dan en las entidades federativas y en las que están involucradas las unidades de producción rurales.

Cada una de estas variables ha aportado un elemen­to evaluador y, una vez analizadas y puestas en conjunto han ayudado a interpretar la información que el modelo genérico utilizado de sociedad rural en México ha con­jugado y unificado. Este análisis condujo al reconoci­miento de una regionalización tipológica donde existe un contenido propio y la suma de estas características basadas en el universo de unidades de producción rurales en México dan una caracterización única al país en los años noventa que se diferencia notoriamente de

lo que fue el México rural hace 20 años o más. Dicha diferencia también implica y constata la existencia de un gran cambio en la realidad rural nacional. Así en este proceso de cambio. existe una parte rural que ha sido fiel a sus formas de producción, pero al mismo tiempo acepta una serie de cambios persistentes mediante los cuales continúa buscando y protegiendo una identidad propia.

Estos cambios que llevan a conseguir la fidelidad al origen propio indican que no ha sucedido como se esperaba que el empobrecimiento rural condujera a la desaparición definitiva de las formas de producción campesinas, existe la pobreza, pero ésta ha provocado otros fenómenos como es la marginalización, ya que se infiere de los datos que la mayoría de los responsables de las unidades de producción rural permanecen en el autoconsumo.

Es importante recalcar que si bien en el campo mexicano hay ahora una diferenciación más acentuada, ésta se ha dado dentro del propio agro, porque existen más productores y más población rural que hace dos o más décadas. Ahora no todos los habitantes del mundo rural son campesinos ni todos tienen acceso a la tierra, por lo que existe una diferencia en el tiempo y en espacio rural ocupado por las unidades de producción rurales que no existía antes. Es por eso que, para mantenerse en el autoconsumo, los responsables de las unidades de producción rurales tienen que generar más estrategias y de carácter muy diverso a como lo hacían sus antepasados, cada vez el proceso se hace más complicado.

Esta forma de adaptación al entorno cambiante que hacen los responsables de las unidades de producción rurales implica el cambio en sus sistemas de produc­ción, su consumo, así como la venta de su mano de obra. En estos procesos la incorporación con el merca­do de trabajo se ha convertido en un sostén fundamental para el éxito del cambio.

Tampoco se ha se ha dado la desaparición de la sociedad campesina como se había pronosticado, por el contrario, existen más campesinos en las unidades de producción rurales sin tomar en cuenta el tipo de clasi­ficación que se utilice en este estudio. Los números indican en términos absolutos que existen más campe­sinos a finales de este siglo, que en toda la historia de la Nación.

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A la conclusión preliminar de la diversidad que priva en el agro mexicano en relación al autoconsumo y a la vinculación comercial, hay que añadir la necesidad que existe de entender los sistemas agrícolas y las estructu­ras agrarias dominantes en vista del autoconsumo, lo que implica un sistema de producción estable, natural poco o nada vinculado al mercado, por lo que se concluye que donde existe autoconsumo todavía se encuentran relaciones naturales con el entorno, confor­mando sistemas energéticos homoestáticos que facili­tan la durabilidad y la continuidad de los sistemas.

En el caso contrario, queda claro que los responsa­bles de las unidades de producción rurales, relaciona­dos con el mercado, generan una amplia gama de vinculaciones que se centran tanto en las relaciones con la naturaleza y en las relaciones con el proceso de compra venta de productos. En este caso, el dominio del modelo de ganancia puede producir sistemas en trópicos en el agro, por lo que se llegará a un modelo incapaz de continuar por sí solo si se le canaliza al futuro, porque implica improductivad en el sistema de producción física y bajo rentabilidad en la vinculación mercantil y econó­mica. Esto lleva a entender la dependencia alimentaria y con ella la vinculación política y social de los sujetos que la padecen. Una vez más, dicha dependencia implica una taxonomía convertida en tipología de una sociedad rural muy diversificada y que corre paralela a la tipología de unidades de producción rurales, cuyos responsables se mantienen en el autoconsumo.

En la medida en que el autoconsumo es generalizado en todo el país, con algunas diferencias regionales y estacionales. esta variable ayuda poco a entender la naturaleza de la sociedad rural, pero lo que permite diferenciarla es la vinculación mediante el trabajo.

En base a la información recabada sobre el trabajo en el ámbito rural, se puede concluir que cerca del80% de los responsables de las unidades de producción rurales continúan laborando en los predios de su propiedad o bajo su control sin recibir remuneración alguna, esto explica e implica que continúa dándose una estructura de producción campesina o al menos desvinculada del mercado de trabajo. En este sentido las unidades de producción rurales ubicadas en los estados del cen­tro de la república indican que su fuerza laboral se vincula al mercado de trabajo ubicado fuera de la unidad de producción y en ella permanece el trabajo de muje­res, niños, ancianos y parientes cercanos que viven del autoconsumo.

Esta dedicación al predio por parte de la fuerza laboral ubicada en las unidades de producción rurales implica que exista demanda de trabajo contratado

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dentro de la tradición campesina, así como fuerza de trabajo adquirida a través de la mano vuelta, forma tradicional de contratar trabajo para suplir la carencia de trabajo local.

Cuando el trabajo se analiza desde la perspectiva del género, las diferencias son más pronunciadas. ya que aparece que son el 50% de los hombres los que trabajan su propia tierra, por lo que el otro 50% lo atiende la mujer o los hijos y en algunos casos de manera eventual se contrata mano de obra. Así de diez campesinos, siete viven del campo trabajando o vendiendo su mano de obra, tres campesinos salen de su entorno para trabajar cerca y de acuerdo a esta proyección, de diez campe­sinos. cinco trabajan su tierra.

Una variable final que ayuda a entender la naturaleza de la relación de los campesinos con su entorno social es la fuerza de trabajo utilizada para sus labores. La presencia de los semovientes en el país domina en el sur y en el occidente, la presencia de tractores domina en el norte fronterizo y en el Bajío. De igual forma, el apoyo de camiones y camionetas sigue la misma tendencia: están en la frontera y en el occidente centro del país.

Así la fuerza de trabajo lleva una vez más a la clasificación de las unidades de producción rurales y refuerza el entamo establecido desde el principio, aunque hay cada vez más modificaciones, éstas siguen dando el patrón inicial que se puede romper a base de tantos procesos de cambio.

Finalmente, los datos del censo de la década de 1990, señalan a un México rural en búsqueda de un equilibrio nuevo tanto por el trabajo como por la venta de mercancías.

El Censo Agropecuario capta la información de varia­bles estructurales del sector, no capta la información de coyuntura que mide los cambios que han venido sobre­viniendo en la última década de este siglo. Esos diez años han sido un parteaguas de la vida rural del país, por lo que urge un sistema de información que suministre datos intercensales y no tengamos que esperar la evaluación del próximo censo del año 2001 para justipreciarlos en lo que valen y corroborar las prediccio­nes que se han venido insinuando. En este ejercicio, se señalaron algunos cambios que se apuntan al futuro y ojalá estas predicciones sean un apoyo para entender la dinámica de los productores y sirvan de algo a la producción del agro mexicano y sus actores los agricul­tores, campesinos, empresarios que constituyen a los responsables de las unidades de producción rurales en México. Al final de cuentas ellos y sólo ellos tienen la última palabra.

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Esta publicación consta de 1 570 ejemplares y se terminó de imprimir en el mes de julio de 1998 en los talleres gráficos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática Av. Héroe de Nacozari Núm. 2301 Sur, Acceso 11, P.B. Fracc. Jardines del Parque, CP 20270 Aguascalientes, Ags. México