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los dossieres de Los CIES estallan

deelsiglodeuropa.es/siglo/historico/2016/1174/1174Dossier.pdf · to de las 6.390 personas encerradas en los CIE en 2015. La Defensora del Pueblo, Soledad Be-cerril, y varias ONG han

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Los CIES estallan

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Por Pedro Antonio Navarro

H ace dos semanas, un grupode 60 internos del Centro deInternamiento de Extranjeros(CIE) de Madrid se amotina-

ban, exigiendo su puesta en libertad, aun-que no se producía ninguna fuga y depo-nían su actitud tras una negociación de 12horas.

En otras ocasiones anteriores sí se hanproducido intentos de fuga, algunas, cul-minadas con éxito, como cuando el pa-sado mes de agosto, 17 personas se es-caparon en la mayor huida del centro,con capacidad para 280 internos. Los in-migrantes, diez de los cuales fueron de-tenidos de manera inmediata, lograronsalir serrando los barrotes. Un métodoque también emplearon el pasado mesde mayo para huir del CIE otras cincopersonas que cortaron las verjas con unserrucho.

En agosto de 2014, otro joven huyóaprovechando unas obras de mejora, tre-pó una tubería y superó el muro hasta lacalle. Además, en abril de 2012, otras trespersonas intentaron fugarse y una lo con-

siguió. Del mismo modo, en febrero de2011 siete personas salieron de las insta-laciones tras serrar durante días los barro-tes de la celda y descolgarse después consábanas desde la ventana.

El motivo de la protesta, que ha puestode nuevo al polémico asunto de los CIEen primera línea informativa y ha dadonuevo aire a un antiguo y agrio debate,era expresar sus quejas por las condicio-nes en las que se encuentran los ‘internos’y la desatención de sus derechos.

Hace varias semanas, el juzgado de Ins-trucción número 6 de Madrid instaba al

director del CIE de Aluche a garantizar elderecho de asilo de las personas internasy disponer de los medios suficientes parapresentar las solicitudes y facilitar al inte-resado una copia de la misma. Entre otrosasuntos, el juez reclama al centro “el es-tablecimiento de un horario, lugar y per-sonal suficiente para que los internos pue-dan entregar en mano su solicitud de asi-lo y recibir, en ese momento, copia sella-da de su solicitud de asilo”.

El juzgado procedía de este modo trasuna denuncia presentada por SOS Racis-mo sobre un interno que aseguraba haberentregado una petición de asilo en un bu-zón ideado para estas solicitudes, mien-tras el centro alegaba que no constaba es-te escrito.

A principios de octubre también se pro-ducía otro amotinamiento en el CIE deMurcia, donde 67 detenidos lograban es-capar. Además, la pasada semana, otros37 internos del CIE de Barcelona prota-gonizaban una huelga de hambre queabandonaban al poco de iniciarse.

Hijos de la Ley de Extranjería. Los centrosde internamiento son instalaciones no pe-

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Se reaviva el debate sobre los centros deinternamiento para extranjeros en nuestro país

Tensión en los CIELos recientes motines y huelgas de hambre, así como las fugas en este últimoaño, han vuelto a colocar en primera línea el polémico y espinoso asunto de las‘detenciones’ de ciudadanos extranjeros que se encuentran en situaciónirregular en España en los denominados Centros de Internamiento deExtranjeros (CIE). Cada vez son más las voces que reclaman el cierre de estoscentros, que se asemejan demasiado a prisiones, en las que son encerradaspersonas sin haber cometido un delito, tan solo una falta administrativa.

El motín saca denuevo a la luz pública

las condiciones devida de los internos

Los CIE retienen a losextranjeros que

esperan a serexpulsados del país

POLÍTICAlos dossieres

Diputados nacionales de Podemos como Rafael Mayoral o Irene

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nitenciarias creadas a la luz de la Ley deExtranjería donde se retiene a los inmi-grantes, ya sea por estancia irregular enEspaña o por la comisión de algún deli-to, en tanto se tramita su expulsión delpaís.

En ellos se encuentran detenidos inmi-grantes sin papeles que esperan para serexpulsados del país –lo que supone unafalta administrativa, no un delito– y tam-bién aquellos que, tras haber cometido undelito, también serán deportados. Los in-ternos permanecen privados de libertadhasta un máximo de 60 días a la esperade una expulsión a sus países de origen,que finalmente se produce en menos del50 por ciento de los casos.

Los Centros de Internamiento de Ex-tranjeros (CIE) son edificios públicos nopenitenciarios, competencia directa de laDirección General de Policía, dependientedel Ministerio del Interior. En España hayactualmente siete Centros de Internamientode Extranjeros: Aluche (Madrid), La Piñe-ra (Algeciras), Zapadores (Valencia), San-gonera La Verde (Murcia), Barranco Seco(Las Palmas), Matorra (Fuerteventura) y Zo-na Franca (Barcelona). En ellos, los dete-

nidos pueden permanecer privados de li-bertad durante un máximo de 60 días, conel objetivo de materializar su expulsión asu país de origen. Si en ese tiempo no hansido devueltas, quedan en libertad.

Pero el hecho es que más de la mitad depersonas encerradas en los CIE finalmen-te no son expulsadas. Según datos del úl-timo informe de la Defensora del Pue-blo, el Estado no deportó al 59 por cien-to de las 6.390 personas encerradas en losCIE en 2015.

La Defensora del Pueblo, Soledad Be-cerril, y varias ONG han denunciado enrepetidas ocasiones que en las instala-ciones de los CIE se producen “viola-ciones sistemáticas de los derechos hu-manos”. En diferentes informes, estas or-ganizaciones han documentado  malostratos, hacinamiento, incomunicación eindefensión legal de los internos y au-sencia de asistencia sanitaria perma-nente.

Cada vez más colectivos sociales y par-tidos políticos exigen el cierre definitivode los CIE ya que entienden que la propiaprivación de libertad por una falta admi-nistrativa es una vulneración de derechoshumanos en sí misma.

Los CIE cuentan con una infraestructu-ra y una gestión completamente peni-tenciarias. Aunque formalmente no soncárceles, distintos informes del Defensordel Pueblo, el último, de la Defensora enel año 2011, resaltan su “carácter peni-tenciario”. En ese escrito, Soledad Bece-rril recuerda que el Tribunal Constitucio-nal estableció que la medida de interna-miento no debe aplicarse solo porque sehaya decretado la expulsión de una per-sona, sino que deben aducirse motivosde seguridad u orden público. Pese a to-do, concluye la Defensora, “se puede de-cir que esa doctrina del tribunal no ha si-do aplicada con la debida claridad porparte de los distintos organismos concompetencias en el internamiento de ex-tranjeros”.

La Defensora del Pueblo denuncia ade-más que en los CIE “se ha identificado unaacusada tendencia a priorizar las medidasde seguridad y control policial de los cen-tros en detrimento de las condiciones devida de los internos y del mantenimiento

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También ha habido unmotín en el de Murcia yuna huelga de hambre

en el de Barcelona

La Defensora del Pueblo, Becerril, también denuncia.

Montero hicieron acto de presencia en el motín del CIE de Aluche (Madrid), para analizar la situación creada.

EUROPA PRESS

EUROPA PRESS

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de sus derechos no afectados por la pri-vación de libertad deambulatoria”.

También existen quejas por el hecho deque el Ministerio del Interior pueda sub-contratar libremente iniciativa privada pa-ra la gestión médica, social y de seguri-dad de los centros. La titularidad de todoslos CIE continúa siendo de la Policía. Eldirector siempre es un policía.

Además, con el nuevo reglamento, apro-bado en 2014, las condiciones para los in-ternos se han endurecido notablemente.De la posibilidad de una visita diaria sepasaba a dos semanales, excepto en el ca-so de cónyuges o hijos menores de edad.Las ONG ya sólo pueden asistir si una delas personas internas lo solicita, y si lo ha-ce, tienen que solicitar una autorización

explicando el motivo.En algunos CIE las reclamaciones se

podían entregarse directamente a los juz-gados, sin intermediarios. Ahora, si unapersona quiere quejarse a un juez deldirector, tiene que presentar dicha re-clamación al propio director antes deque llegue a un juzgado. Los funciona-rios puedan restringir las visitas y reali-

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La detención de los inmigran-tes irregulares pendientes de ex-pulsión en centros especializadoses una exigencia de la Directivade Retorno.de la Unión Europea.En la actualidad, menos del 40 porciento de los inmigrantes irregu-lares a los que se ordena salir dela UE abandonan efectivamenteel territorio comunitario. Por eso,y en plena crisis de los refugia-dos, los dirigentes europeos quie-ren aumentar de forma urgenteesta tasa. “Para cumplir su obli-gación de llevar a cabo las repa-triaciones, los países miembrosdeben usar la detención, comomedida legítima de último recur-so, cuando sea necesaria para evi-tar que los inmigrantes irregula-res huyan”, reclama la ComisiónEuropea en su última comunica-ción sobre retornos.

Pese a esta obvia declaraciónde intenciones, la Comisión Euro-pea ha recibido múltiples quejasde eurodiputados sobre los CIEespañoles, pero nunca ha abiertoun expediente sancionador. La úl-tima denuncia fue presentada lapasada semana por diputados dePodemos, Izquierda Unida, Inicia-tiva per Catalunya y Equo, referi-da al CIE de Aluche. Reclaman alcomisario de Inmigración, Dimi-tris Avramopoulos, que investiguela “situación deteriorada de los

derechos humanos que motivó alos detenidos a protestar”.

En el pasado, los eurodiputa-dos de Izquierda Unida han de-nunciado también la presenciade una plaga de chinches en elCIE de Zapadores (Valencia), de-ficiencias en higiene en el cen-tro de Barranco Seco en Las Pal-mas o supuestos casos de mal-trato policial también en Zapa-dores o Aluche.

En su reclamación a Avramo-poulos, Izquierda Unida y Pode-mos exigen el cierre de todos losCIE en España por considerar queno respetan las normas comuni-tarias y vulneran los derechos delos migrantes.

Pero el comisario de Inmigra-ción ha rechazado dar trámite aestas denuncias, aunque asegu-ra que mantendrá su vigilanciapor si se confirma alguna irre-gularidad. Alega que “la evalua-

ción de deficiencias e incidentesconcretos que se produzcan encentros de internamiento de ca-da país es, ante todo, compe-tencia de las autoridades y delos órganos jurisdiccionales na-cionales pertinentes”.

Además, recuerda que los paí-ses miembros están obligados adetener a los inmigrantes si es ne-cesario para deportarlos.

El hecho es que en compara-ción con el resto de la UE, Espa-ña es uno de los Estados miem-bros más garantistas en las con-diciones de detención de los in-migrantes irregulares. España,Alemania y Rumanía son los úni-cos países en los que la deten-ción sólo puede ser ordenada porun juez. En el resto, la compe-tencia está en manos de autori-dades administrativas, como lapolicía o la guardia de fronteras.

Además, la legislación espa-

ñola fija uno de los periodos dedetención más breves de toda laUE: 2 meses, frente al máximo de18 meses previsto en la directivade retorno. Sólo Francia aplica unlímite inferior, un mes y medio.República Checa, Alemania, Di-namarca, Italia, Holanda, Estonia,Lituania, Malta, Rumanía, Eslo-vaquia, Bulgaria o Grecia agotanel plazo de 18 meses.

Mientras que España disponede centros especializados para losinmigrantes, en otros países co-mo Alemania, Dinamarca, Holan-da o Suecia se les puede deteneren prisiones.

España no detiene a menoresno acompañados, una prácticaque sí se produce en países comoAustria, Bulgaria, Chipre, Repú-blica Checa, Alemania, Holanda oDinamarca, entre otros.

Aun así, el Comité contra la Tor-tura del Consejo Europeo denun-cia deficiencias en los CIE espa-ñoles. Una misión de este Comi-té visitó en 2014 los centros deZona Franca y Aluche. En sus con-clusiones reflejan que “los dosCIES muestran un entorno carce-lario que no es apropiado parapersonas detenidas de acuerdocon la legislación de extranjería”.

Este comité reclama más es-pacio en las celdas para los de-tenidos y menos restricciones a lahora de recibir visitas. Tambiénrecomienda medidas para erradi-car cualquier caso de violencia po-licial contra los inmigrantes y deataques entre los detenidos.

En Europa noes mejor

Dimitris Avramopoulos es el comisario europeo de Inmigración.

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zar registros hasta el punto de desnudara una persona ·por motivos de control yseguridad”.

Informe de SOS Racismo. El año pasado, es-ta ONG hacía público un informe sobre lasituación en estos centros, aportando unosdatos demoledores. En 2015, el 33.5 porciento de las personas visitadas llevaba másde seis años en España, habiendo casos quellevaban más de 20 años, 30 años o todala vida en el país. Tan sólo un 15,9 por cien-to se encontraba en España por menos detres años. El 60 por ciento tenía familiaresen España y más de un 8 por ciento llega-ron siendo menores de edad.

La mayoría tenían indicios fuertes dearraigo. La ONG denuncia que además deromper familias, dejar a menores de edadsin padres o madres, a personas sin pare-ja, casas compradas o trabajos, estos cen-tros tienen una función represiva, funcio-nan como castigo a la irregularidad, paraatemorizar y estigmatizar. La dificultad pa-ra regularizar la situación administrativaqueda patente con un 11,7 por ciento depersonas que habiendo tenido acceso apermisos de residencia, los había perdido.

Igualmente se hace hincapié en que el30,4 por ciento de las personas visitadasfueron detenidas en espacios públicos. Es-te dato pone el foco sobre los controles deidentidad basados en el perfil étnico.

‘Guantánamoespañol’ H os centros de internamiento

nacieron a la luz de la ley or-gánica sobre los derechos ylibertades de los extranjeros

en 1985, como ‘instituciones no peniten-ciarias’, pero los internos duermen tras losbarrotes cerrados. Nadie que ha pasadopor uno de estos CIE habla bien de esa ex-periencia, pero la ‘palma’ se la lleva elCentro de Aluche, en Madrid, conocidocomo “el Guantánamo español”.

En junio de 2015, las universidades deComillas, Barcelona, Valladolid y Valen-cia confeccionaron un informe para laONG Pueblos Unidos. En él se establece

que Aluche centraliza la mayor parte delas expulsiones y menciona “las celdas ce-rradas, la férrea vigilancia y la continuaviolación de los derechos de los internos”.

Con 10.000 metros cuadrados, se inau-guró el 28 de junio de 2005, con una in-versión de 11 millones de euros. Al res-pecto, el informe de Pueblos Unidos con-sidera que “el deterioro de las instalacio-nes hace pensar que se dedicó gran partede estos recursos a las dependencias ad-ministrativas y policiales”. En primera ins-tancia, estuvo preparado para acoger 160personas, un aforo que se ha ampliado

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Pese a no ser cárceles, los CIE tienen una gestión e infraestructuras plenamente penitenciarias.

Cada vez más colectivos sociales exigen el cierre de los CIE.

Según SOS Racismo,la mayoría de los‘presos’ tienen yaarraigo en España

El CIE de Madridconcentra la mayoríade las quejas, incluso

ante la UE

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hasta los 280.El interior, como en cualquier prisión,

se estructura en torno a habitaciones enforma de celda separadas por un pasillo.La ventanas están blindadas con planchasmetálicas. Los dormitorios, de entre 21 y40 metros cuadrados, se concibieron pa-ra un máximo de seis personas, un límiteque el informe amplía hasta las ocho. Losgrandes espacios quedan separados pordispositivos de rejas y llaves. En todas susestancias hay vigilancia policial.

El informe califica la calefacción de “de-fectuosa”. Cuenta que las visitas están muyreguladas. Se calcula una duración mediade treinta minutos y “solo se permite unabrazo al principio de la conversación”.El trato que dan los funcionarios “es in-correcto”.

La asistencia médica, obligada por leya mantenerse durante las 24 horas del día,es otro de los puntos abordados por el in-

forme. Se recrimina que ese carácter depermanencia no existe y que ni siquierase realizan analíticas para detectar la pro-liferación de enfermedades contagiosas.

El servicio médico, adjudicado a la em-presa Clínica Madrid, S.A. no tiene servi-cio permanente. Según el pliego rector dela licitación convocada por el Ministeriodel Interior el pasado mes de mayo de2014, “el servicio médico se prestará delunes a viernes, de 8.00 a 22.00 horas. Lossábados, domingos y festivos en horariode 10.00 a 13.00 horas”. Cuando hacenuna prueba, “no se entregan los partes mé-dicos a los internos”. Además, los inter-nos no pueden disfrutar de asistencia es-pecializada -psiquiatría o bucodental, en-tre otras-. Tampoco se garantiza el dere-cho a la intimidad en los reconocimien-tos personales.

No existen espacios de culto, ni siquierauna biblioteca. Tal y como obliga la ley,

este centro de internamiento dispone deun buzón en el que pueden introducirselas quejas que se desee, pero Pueblos Uni-dos remarca que no existe un registro dereclamaciones y varios inmigrantes handenunciado que esas peticiones no lleganal juez de estancia encargado de velar porel cumplimiento de la legislación en elinterior. Las visitas deben comunicarsecon sus allegados a través de una mam-para y hablan por un telefonillo, sin con-tacto físico.

Tras la muerte de la interna Samba Mar-tine, en 2011, el Juzgado de Instrucciónnúmero 6 de Madrid emitió unas órdenesal director del centro en las que le recla-maba una mejora de las condiciones dellugar. El magistrado constataba “el pal-mario hacinamiento existente en el CIE,donde no existen habitaciones individua-les ni dobles ni triples, tan siquiera, sinoque mayoritariamente existen habitacio-

POLÍTICAlos dossieres

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En los últimos años se han pro-ducido diversos fallecimientos depersonas internadas en estos cen-tros. El caso más llamativo fue elde Samba Martine, encerrada enel CIE de Aluche sin el tratamien-to médico adecuado, pese a quelas autoridades del centro teníanconstancia de su enfermedad.

En diciembre de 2011, SambaMartine visitaba el servicio mé-dico del CIE de Aluche por últimavez. Con fuertes dolores, Sambafue internada al mediodía. A las13.00 horas la ingresaron en elhospital madrileño 12 de Octubre.Murió alrededor de las 19.30 ho-ras, debido a una criptococosis,una infección producida por hon-gos que se da en personas con lasdefensas muy bajas.

Martine llegó a Melilla enagosto de 2011. Era de la Repú-blica Democrática del Congo. Na-da más pisar territorio español,entró en el CETI (Centro de Es-tancia Temporal de Inmigrantes).Estuvo allí tres meses, hasta el12 de noviembre, cuando, por so-breocupación del CETI, la trasla-daron al CIE de Aluche, en Ma-drid, con la intención de expul-sarla del país. Permaneció inter-na poco más de un mes. Murió el19 de diciembre tras visitar el ser-vicio médico del centro en 12 oca-siones aquejada de diferentessíntomas y no recibir el trata-miento adecuado.

En primera instancia, el Juzga-do de Instrucción número 38 deMadrid decretó el sobreseimien-to y archivo de la denuncia de lafamilia de Samba Martine y laacusación popular, la asociaciónFerrocarril Clandestino y SOS Ra-cismo, por negligencia en la muer-te de Martine. El auto asegura quelos errores de diagnóstico “no sontipificables como infracción penal

salvo que constituyan una equi-vocación inexcusable”.

Pero en enero de 2014, la Au-diencia Provincial de Madrid con-sideró necesaria la reapertura dela investigación penal debido a laexistencia de múltiples indiciosque podrían responsabilizar alservicio médico del CIE de lamuerte de Martine. El auto tam-bién indica que Samba Martineno siempre fue atendida por mé-dicos, sino por enfermeros, y su-braya que solo dispuso de tra-ductor en una ocasión, cinco días antes de fallecer.

También llamaba la atención dela Audiencia Provincial que la his-toria clínica manuscrita no coin-cidiera con el resumen del infor-me médico del CIE. Este último,enviado al juzgado de instrucciónnúmero 6 por la empresa Servi-cios Médicos Especializado S.L. -contratada para hacerse cargo dela atención sanitaria de las per-sonas en el CIE- “silencia datosrelevantes que igualmente de-bieron ser tenidos en cuenta”, se-

gún el auto.La Audiencia indicó que dichas

contradicciones entre el historialclínico y el informe médico pos-terior “tratan de ocultar aparen-temente el conocimiento de sín-tomas relevantes por parte de losmédicos”. El auto concluía que ta-les síntomas, “sumados a la rei-teración de solicitud de consultasmédicas en el CIE de Aluche” (entotal diez ocasiones), “obligabana sospechar de la existencia deuna enfermedad más grave queno fue tomada en consideración.De haber sido tratada correcta-mente se podría haber evitado elfatal desenlace”.

Consecuentemente, revocabael sobreseimiento y ordena alJuez Instructor que continúe lainvestigación.

Pocos días después de la muer-te de Samba Martine, el 6 de ene-ro de 2012, Idrisa Diallo un jovenguineano, de 21 años, fallecía enel CIE de Zona Franca de Barce-lona. La causa de la muerte fueun paro cardiaco, pero las ONG

Muerte tras losbarrotes

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nes absolutamente inapropiadas, en cu-yas habitaciones, incluso, se carece decuarto de aseo. No resulta por tanto ex-traño que enfermedades infecciosas comocierto tipo de meningitis -los servicios mé-dicos del CIE pensaban en un principioque la fallecida tenía meningitis- se pue-dan propagar con extrema y alta facili-dad”. También dejaba constancia de que“ni tan siquiera existe una habitación deenfermería, donde los internos enfermospudieran estar aislados de los sanos”.

Por otro lado, los internos tienen reco-nocido el derecho a solicitar asilo en lasinstalaciones del CIE, aunque el procedi-miento actual no cumple todas las garan-tías,  según han denunciado distintasONG.  En algunos casos, solo pueden so-licitar asilo introduciendo su petición enel buzón del director del Centro, sin reci-bir una copia sellada de la misma que lespermita dejar constancia de haber reali-

zado el trámite.  El pasado 3 de octubre, un juez instaba

al CIE de Aluche a establecer “un horario,lugar y personal suficiente para que los in-ternos puedan entregar su solicitud de asi-lo en mano”, así como a que se les entre-gue una copia sellada de la misma.

Todos los demáscentros C uatro universidades, la de Bar-

celona, Valencia, Valladolid yla Pontificia Comillas ICAI-ICADE, han elaborado un es-

tudio exhaustivo de las condiciones de vi-da de los internos en estas ‘instalaciones’.El informe ‘La situación de los Centros de

Internamiento de Extranjeros (CIE) en Es-paña y su adecuación al marco legal’, en-cargado por Pueblos Unidos, radiografíaindividualmente a cada uno de los sieteCIE que existen en nuestro país:

CIE de La Piñera (Algeciras)El CIE de Algeciras, con capacidad para350 personas, se crea en 2003 en un an-tiguo centro penitenciario. Según el in-forme, “necesita numerosas reformas”, mu-chas “estructurales”.  En literas, compar-ten habitación entre 6 y 8 personas, en ha-bitaciones aisladas por rejas, tanto en puer-tas como en ventanas. Tampoco hay se-paración de las personas con anteceden-tes penales de las que no los tienen.

La atención sanitaria es responsabilidadde Clínica Madrid S.A. -gracias a la lici-tación concedida por el Ministerio del In-terior-. Si tienen alguna indisposición porla noche, no hay personal cualificado ya

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Papeles y Derechos para Todos,SOS Racismo y De Bat a Bat de-nunciaban un caso de negligen-cia, dado que los internos asegu-raron que Diallo había pedidoatención médica desde la tarde,pero los agentes no solicitaronatención médica hasta pasada lamedianoche.

Idrissa Diallo, según algunostestimonios, gemía de dolor en sucelda en el Centro de Interna-miento de Extranjeros (CIE) de laZona Franca. Había saltado la va-lla en Melilla el 5 de diciembre de2011.

Distintas organizaciones de de-fensa de los derechos de las per-sonas migrantes siguen exigien-do que se aclaren las circunstan-cias de esta muerte.

El 3 de diciembre de 2013 fa-llecía el ciudadano armenio Ara-mis Manukyan, El Cuerpo de Po-licía Nacional, encargado de lagestión de estos centros, comu-nicó que se trataba de un suici-dio, y asegura que se trataba deuna persona conflictiva, que es-

taba solo porque los otros inter-nos no querían convivir, y que sesuicidó con los cordones de suszapato.

Pero algunos internos asegura-ron que Manukyan había tenidoun enfrentamiento con la policía,que había sido agredido, y que co-mo consecuencia le llevaron a unacelda de aislamiento, donde es-tuvo gritando y gimiendo toda lanoche.

En mayo del 2010 MohamedAbagui, marroquí de 22 años,también murió a los pocos díasde ingresar en el centro barcelo-nés. Los familiares que lo visita-ban habían reclamado trata-miento para Abagui por su esta-do físico y psicológico.

Otro caso que denuncian lasasociaciones que trabajan con losmigrantes, aunque no está clarosi tuvo lugar en el CIE o en la co-misaría, es el de Jonathan Sizali-ma, un joven ecuatoriano que en2009 fue encontrado ahorcado ensu celda cuando se había inicia-do su proceso de extradición.Estos centros ya han saltado a los medios por el fallecimiento de varios internos.

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que la asistencia se presta de lunes a vier-nes, de 8 a 15 horas. Los fines de semanatampoco están presentes los profesionalesmédicos ni el de enfermería.

No siempre hay servicio de traducción.La capacidad del centro para detectar aposibles menores de edad, que deberíanser acogidos por el sistema de proteccióndel menor, no existen. Tampoco se adop-tan “medidas especiales para el caso delas mujeres embarazadas ni los internosde avanzada edad”.

CIE de Zapadores (Valencia)Un edificio, construido dentro de las ins-talaciones policiales. No se conoce el nú-

mero exacto de personas que pueden ocu-parlo: los datos recabados en el informeapuntan que existen 156 plazas, pero enuna entrevista del Juzgado de Control -en-cargado de la vigilancia de las condicio-nes del centro– de las se obtiene un datodiferente, 135.

Las celdas, con ventanas con barrotes,están preparadas para seis personas. Noexiste baño en el interior de las habita-ciones, las puertas se cierran por la nochey no hay ningún sistema automático deapertura para los casos de emergencia. Laventilación en las celdas llega por unosventanucos pequeños.

Los internos tienen “escasez de agua:una botella de un litro para cuatro per-sonas en las principales comidas, conacceso a un dispensador de agua de pa-

go, con una máquina expendedora (a unprecio 0,75 euros la botella de medio li-tro y un euro la de litro)”. Está prohibi-do el uso de linternas o bolígrafos y ce-pillos de dientes.

Los internos del CIE de Zapadores tam-poco cuentan con médico las 24 horas deldía. La adjudicataria del servicio sanitarioes la empresa Sermedes. Los voluntarios

que trabajan con los internos afirman quetienen que ser muy exagerados o tener do-lores muy fuertes para poder ver al médi-co, que está ocho horas

CIE de Zona Franca (Barcelona)Con capacidad para 226 personas, fue cons-truido en 2006, siguiendo el modelo arqui-tectónico de las cárceles. Las personas in-ternadas comparten habitación con otrostres, cuatro o cinco compañeros, sin baño.

No hay separación de las personas que

han estado en la cárcel por delitos co-metidos de los que no tienen anteceden-tes. Tampoco existe servicio sanitario per-manente, ni atención especializada. Gra-cias a un auto del Juzgado de Control sefalló en contra de la práctica en la quese negaba la realización de pruebas mé-dicas por la falta de tarjeta sanitaria. Laspersonas que ingresan en los CIE no tie-nen papeles y el Gobierno quitó las tar-jetas sanitarias a las personas en situa-ción irregular.

CIE de Sangonera La Verde (Murcia)Comenzó a funcionar en1993. En este cen-tro, las habitaciones son colectivas, don-de conviven entre 6 y 12 personas. Den-tro, no hay aseo ni inodoro ni ducha. Laspuertas se cierran por la noche y no cuen-tan con apertura automática. En este cen-tro, hay atención médica permanente: porparte de un médico y un diplomado enenfermería. Aunque el médico está deguardia y localizable, solo permanece enel centro de las 8.30 a las 14.30 horas.

El informe indica que “no hay asisten-cia social en este CIE”.

CIE de Barranco Seco (Las Palmas)Puede acoger a un total de 168 personas.En las habitaciones conviven entre 5 y 6internos, para el informe, “un número ex-cesivo”. Tampoco hay asistencia sanitariadurante todo el día, aunque se descono-ce el horario establecido. Se detecta la au-sencia de trabajadores sociales.

CIE de El Matorra (Fuertventura)En la actualidad, en suspensión temporaldebido a su uso reducido desde 2012.Consta de dos grandes naves con una ca-pacidad para 350 personas cada una, do-tadas de un baño y alguna ducha. Por otrolado, “pequeñas celdas, pero dotadas deveinte literas cada una”.

El baño es común y exterior y “su insa-lubridad era alarmante”. Las celdas son de“tipo cárcel”, sin luz nocturna, con rejasen ventanas y puertas.

Respecto a la atención médica, “hay no-ticias de que a veces pasaban semanas com-pletas desde que veían al médico”. El ser-vicio fue adjudicado por el Ministerio delInterior a una clínica privada ‘Las Olas’. l

POLÍTICAlos dossieres

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Pese a no ser centros penitenciarios, los internos duermen tras los barrotes.

La autoridad judicialha ordenado mejorasen las condiciones devida en estos centros

En el CIE de ZonaFranca los retenidos

se hacinan enhabitaciones sin baño

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