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El Plan de Sustentabilidad Forrajera como estrategia adaptativa a la dinámica climática en el área rural del partido de Villarino. Vet. Sergio G. Cuello*; Ing. Agr. Luciano Zubiaga**; Ing. Agr. Juan Pablo Vasicek*** *Coord. Proyecto con Enfoque Territorial BASUR1232708 – INTA EEA H. Ascasubi; **Agente de Proyecto Cambio Rural – INTA EEA H. Ascasubi; ***Profesional Gestion Externa- Extensionista – Área Produccion vegetal – INTA EEA H. Ascasubi Resumen La ocurrencia de dos eventos Niña que se sucedieron consecutivamente, uno en la campaña 2008-2009 y el segundo en la campaña 2011-2012, hizo que se genere una situación compleja en los sistemas productivos del partido de Villarino dejando en evidencia que el concepto de sequía agroclimático planteado desde la LEA es limitado y que es necesario realizar cambios profundos en los sistemas productivos locales a fin de adaptarse a eventos climáticos extremos. A partir de la conformación de una red inter institucional, se impulsa la puesta en marcha del Plan de Sustentabilidad Forrajera como una política pública que permita romper el statu quo de los sistemas productivos vigentes 1 y fomentar desde el Estado la implantación de especies forrajeras perennes para el uso en los sistemas ganaderos de cría proveyendo la asistencia técnica y financiera al productor. 1

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El Plan de Sustentabilidad Forrajera como estrategia adaptativa a la dinámica climática en el área rural del partido de Villarino.

Vet. Sergio G. Cuello*; Ing. Agr. Luciano Zubiaga**; Ing. Agr. Juan Pablo Vasicek***

*Coord. Proyecto con Enfoque Territorial BASUR1232708 – INTA EEA H. Ascasubi; **Agente de Proyecto Cambio Rural – INTA EEA H. Ascasubi; ***Profesional Gestion Externa- Extensionista – Área Produccion vegetal – INTA EEA H. Ascasubi

Resumen

La ocurrencia de dos eventos Niña que se sucedieron consecutivamente, uno en la campaña

2008-2009 y el segundo en la campaña 2011-2012, hizo que se genere una situación compleja

en los sistemas productivos del partido de Villarino dejando en evidencia que el concepto de

sequía agroclimático planteado desde la LEA es limitado y que es necesario realizar cambios

profundos en los sistemas productivos locales a fin de adaptarse a eventos climáticos extremos.

A partir de la conformación de una red inter institucional, se impulsa la puesta en marcha del

Plan de Sustentabilidad Forrajera como una política pública que permita romper el statu quo de

los sistemas productivos vigentes1 y fomentar desde el Estado la implantación de especies

forrajeras perennes para el uso en los sistemas ganaderos de cría proveyendo la asistencia

técnica y financiera al productor.

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Figura 1: Anomalías pluviométricas en los partidos de Villarino y Patagones durante 2004, 2008 y 2009 (Ferrelli, 2012)

Introducción

La variabilidad natural del clima y sus eventos extremos, como sequía o excesos hídricos,

tienen una ocurrencia periódica asociada a fenómenos océano-atmosféricos como la oscilación

climática del sur (Niño y Niña), e incide fuertemente en las principales áreas productivas del

país (Occhiuzzi, 2011).

Los eventos secos que se evidenciaron entre

los años 2005 y 2009 fueron históricamente

los de mayor duración en la región. Durante

los años 2008 y 2009, la precipitación anual

registrada estuvo 200 mm por debajo de su

valor medio histórico, haciendo que este

período sea caracterizado como de años muy

secos (Figura 1).

Luego de la sequía del 2008, la situación

deficitaria continuó en varias zonas del

sudoeste de Buenos Aires, especialmente en

los partidos de Villarino y Patagones. Durante

los últimos 20 años, esta región acumula la

mayor cantidad de días con emergencia

agropecuaria por la alta recurrencia de sequía

meteorológica, agrícola e hídrica (Occhiuzzi,

2011).

En la zona en cuestión, el efecto sinérgico de

fuertes heladas durante períodos prolongados, el incremento de los vientos con suelos sin

cobertura y el refinamiento excesivo de los lotes de cultivo anual provocó un grave proceso de

erosión eólica e hídrica que afectó especialmente las zonas productivas y sectores sociales más

vulnerables.

Acciones adaptativas ante las dinámicas climáticas en el ámbito rural y la Ley de Emergencia Agropecuaria

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Las acciones adaptativas son aquellas respuestas orientadas a ampliar la resiliencia de

sistemas vulnerables para reducir los daños producidos a los sistemas humanos y naturales por

el cambio en la variabilidad climática (Scheraga, 1998).

Ampliando el concepto, se puede diferenciar resiliencia de adaptación. La resiliencia, hace

referencia a la capacidad de afrontar y absorber un disturbio infrecuente y de diversa magnitud

para retornar luego a su estado original, son ajustes a corto plazo donde tanto el sistema

económico, como las instituciones mantienen el statu quo del modelo agropecuario vigente. En

cambio, en un proceso de adaptación se requiere mayor transformación, donde la acción

creativa del hombre – sujeto se integra reflexivamente a la realidad, la construye y la

transforma, siendo partícipe de su propio modelo de desarrollo (Murgida y Natenzon, 2007).

Este último concepto se refiere a un ajuste a largo plazo que depende de la habilidad para el

cambio del sistema en su forma y función como respuesta a un disturbio prolongado.

El proceso de adaptación requiere, por lo tanto, participación ciudadana y un aumento de

inversiones en infraestructura y tecnología con una mayor inversión del Estado por medio de

políticas públicas, y un aumento en la participación de la investigación y el asesoramiento como

respuesta a los estímulos ambientales y económicos (Pereira, 2009).

La Ley de Emergencia Agropecuaria es una medida pública de mitigación frente a

manifestaciones extremas de la dinámica climática y sus consecuencias negativas.

En el ámbito Nacional se dictaron varias leyes de emergencia agropecuaria como son, la Ley

21.390 de 1975, y su modificatoria, la Ley 22.913 de 1983. Actualmente, el marco legal para

prevenir y mitigar los impactos producidos por estos fenómenos climáticos está dado por la Ley

26.509 sancionada en agosto del 2009. Esta ley de emergencia agropecuaria (LEA), crea la

Dirección Nacional de Emergencia Agropecuaria quien tiene por función hacer operativo al

Sistema Nacional para la Prevención y Mitigación de Emergencias y Desastres Agropecuarios

asignándosele para ello un fondo de 500 millones de pesos. Este, es un fondo público de ayuda

directa para la contención ex post, organizando y articulando las tareas de reconstrucción en las

zonas de emergencia (Casparri, 2014).

Mediante este sistema se pretende prevenir y/o mitigar los daños causados por factores

climáticos, meteorológicos, telúricos, biológicos o físicos, que afecten significativamente la

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producción y/o la capacidad de producción agropecuaria, poniendo en riesgo de continuidad a

las explotaciones familiares o empresariales, afectando directa o indirectamente a las

comunidades rurales.

Emergencia Agropecuaria en el Partido de Villarino.

En el partido de Villarino, si bien hubo emergencias agropecuarias con anterioridad, el período

1994 – 2005 a excepción del 2002 es el de mayor continuidad en situación de emergencia

agropecuaria (Pereira, 2009).

La ocurrencia de dos eventos Niña que se sucedieron consecutivamente, uno en la campaña

2008-2009 y el segundo en la campaña 2011-2012, hizo que se genere una situación compleja

en los sistemas productivos del partido de Villarino dejando en evidencia que el concepto de

sequía agroclimático planteado desde la LEA es limitado, debiéndose abordar a este evento

como un producto de la vulnerabilidad social donde previamente hay una “construcción social

de riesgos”, resultado de la falta de previsión y de la incertidumbre.

El convenio N° 455/11 firmado el 29 de Setiembre del año 2011 entre el Ministerio de

Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación y el Municipio de Villarino, basado en “la necesidad

de desarrollar un programa en favor de los pequeños y medianos productores ganaderos que

han sido afectados por la intensa sequía”, es uno de los antecedentes legales para la puesta en

funcionamiento del Plan de Sustentabilidad Forrajera (PSF). A partir de dicho convenio, el

Ministerio de Agricultura Ganadería Pesca y Alimentación encuadrado en el marco legal que le

confiere la LEA, aporta hasta un monto de $6.000.000 como apoyo financiero; este monto fue

distribuido asignando $50.000 para evaluación técnica e identificación satelital previa de las

explotaciones donde se desarrollen las acciones; $700.000 para la compra por parte del

Municipio de maquinarias y herramientas complementarias para la siembra directa de pasturas

y; $5.250.000 para la implementación de un fondo rotatorio orientado a las producciones

bovina, ovina y porcina (“Créditos de alimentación y créditos de verdeos”). En el convenio

queda explicito el apoyo que deberá darse para la ejecución de estos fondos desde el

Programa Cambio Rural y el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), debiéndose

otorgar los préstamos a través del Municipio previo acuerdo con la Comisión de Emergencia

Agropecuaria Local. Esta última, recibirá, analizará y avalará las solicitudes de los préstamos en

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reunión ad hoc. También queda fijado en el convenio que los reintegros se harán directamente

al Municipio y que los fondos recuperados se otorgarán como nuevos créditos.

En el año 2011 desde la LEA se asignan fondos al Consejo de la Ley del Sudoeste para la

financiación de un Programa de Promoción Ganadera impulsado; dentro de este plan se delinea

el subprograma Forrajero que financia en ese mismo año la compra de insumos para la

implantación de pasturas (agropiro, pasto llorón, vicia, avena y sorgo) para los distritos ubicados

en el Sudoeste de la provincia de Buenos Aires.

Plan de Sustentabilidad Forrajera en el Partido de Villarino (PSF)El PSF plantea como objetivo romper el statu quo de los sistemas productivos vigentes1 y

fomentar desde el Estado la implantación de especies forrajeras perennes para el uso en los

sistemas ganaderos de cría proveyendo la asistencia técnica y financiera al productor

integrando un fondo rotatorio a valor nominal, sin interés.

La población objetivo son productores cuyos establecimientos presenten un área menor a 800

ha cultivables y, para asegurar el acceso de todos los productores del partido de Villarino, el

PSF contempla un tope máximo de 40 has por beneficiario, pero no posee un mínimo de

implantación, asegurando así incorporar al pequeño productor al sistema de beneficio.

1Los sistemas agropecuarios representativos en el partido de Villarino son los ganaderos agrícolas (mixtos) y ganaderos puros. Los

sistemas mixtos medianos del área de secano del partido de Villarino son aquellos que cuentan con una superficie entre las 700 y

800 ha; el uso de la superficie está distribuida en un 50% ocupada por pastizales y rastrojos, un 10 – 30% cultivo de trigo y un 10 –

20% de la superficie ocupada con avena doble propósito. Los Sistemas mixtos pequeños son aquellos comprendidos entre las 300

y 400 ha siendo el uso de la superficie la ocupación de la misma en un 40 – 60% por pastizales y rastrojos, un 10 – 25% por cultivo

de trigo y un 15 – 30% de la superficie ocupada con verdeos con ganadería bovina de cría y recría. (Iurman, 2009).

Para dar inicio al PSF, la Mesa de Emergencia Agropecuaria Local lleva adelante dos reuniones

en el mes de junio del 2012, enfocándose en las medidas que permitan recuperar los fondos

implementados en el marco de la ley N° 13.647, Programa “Carnes sureñas” Subprograma

Forrajero, del Plan Ganadero especial y Diferencial para el Sudoeste Bonaerense – Programa

de asistencia alimentaria para la ganadería en emergencia, y de los fondos rotatorios para la

siembra de trigo. Para ello se decide hacer descuentos especiales por pago contado a fin de

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hacer efectiva su recuperación y afectar ese dinero en nuevos créditos. Avalado por el Acta de

la Mesa de Emergencia Agropecuaria Local, el Gobierno Municipal decreta a través del

documento 503/12, la aplicación de una quita escalonada de la deuda.

En el año 2011, el Ministerio de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación previa solicitud

del Gobierno Municipal, autoriza la reasignación de los fondos recuperados originados del

Convenio 455/11 al PSF, afectándose de esta manera la suma de $357.415,08 para efectivizar

la primera compra de insumos para la implantación de pasturas. Este flujo de fondos permitió

movilizar la siembra de pasturas perennes y verdeos utilizando la maquinaria oportunamente

entregada por el Gobierno Nacional al Municipio.

Un nuevo aporte en el año 2013 es logrado a partir de la resolución N°57/13 donde el Ministerio

de Asuntos Agrarios de la Pcia de Buenos Aires aprueba en el marco de la ley de Desarrollo del

Sudoeste, asignar la cantidad de $1.019.000 para ser aplicados al PSF y a un Plan Ovino

Municipal. Entendiendo el Gobierno Municipal que el PSF tiene por objeto lograr una base

forrajera perdurable para la alimentación del ganado, la Intendente resuelve por decreto

N°842/2014 asignar $542.244 para continuar la metodología del Plan de Sustentabilidad

Forrajera, destinándose los recursos a productores y/o municipio para la compra de insumos

agropecuarios y los repuestos necesarios.

Conformación de una red de trabajo para implementar la operatoria del Plan de Sustentabilidad ForrajeraLa especialización de las instituciones participantes en el PSF hace que por sí solas no puedan

abordar la compleja realidad del sector agropecuario. Por esta razón, se asume el trabajo en

red como la opción metodológica que permite entretejer los huecos de capacidades propios de

la especificidad de cada integrante, resultando en un abordaje más integral a la falta de

sustentabilidad de los modelos de producción ganadera vigentes en el partido de Villarino.

Los objetivos comunes explicitados en el Plan de acción de la AER Médanos dependiente de

INTA H. Ascasubi en sus documentos programáticos (PROFAM Alternativas productivas para

los pequeños y medianos productores familiares del área de secano del Partido de Villarino y

más tarde el Proyecto con enfoque territorial BASUR 1272308 y Programa CR II) junto al Plan

de acción de la Subsecretaría de Producción de la Municipalidad de Villarino, dan el ámbito

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propicio para constituir un espacio de intercambio técnico cuyos objetivos son los de mejorar la

comunicación institucional, la planificación estratégica y, a partir del debate y la formación

agronómica específica, unificar los criterios técnicos que mejoren los resultados del PSF a nivel

predial. A este ámbito se lo denomina Mesa Técnica del Plan de Sustentabilidad Forrajera.

Esta Mesa, compuesta por técnicos de diferentes Instituciones y programas, tiene por objeto

articular recursos humanos y económicos, además de fortalecer la conexión y el vínculo con la

realidad de los productores y la inserción del PSF en las redes naturales propias del territorio. El

cuidado de estas formas, es la manera a través de la cual se busca la pertinencia en la

planificación y ejecución del trabajo.

La comunicación interna entre los participantes de la Mesa se realiza a través de reuniones

periódicas y el uso de un sistema de correo electrónico “con copia a todos” facilita el

intercambio de información y pareceres a bajo costo (en tiempo y en dinero). Como sostiene

Granovetter (1973), la combinación del tiempo, la intensidad emocional, la confianza mutua y

los servicios recíprocos, son las ‘herramientas’ usadas para fortalecer el trabajo en equipo,

generando la confianza de cada técnico para poner en juego sus saberes con el objeto de

aportar al eficiente desempeño del PSF en un ambiente de construcción participativa de

conocimiento.

Bases técnicas de intervención del Plan de Sustentabilidad ForrajeraSe parte de la base que un sistema ganadero con una superficie importante de forrajeras

perennes es más estable frente a las sequías ya que, la profundidad efectiva de las raíces

determina el espesor de suelo que dispondrá un cultivo para extraer agua, siendo la razón por

la que algunas especies que no poseen un mecanismo particular de resistencia a la sequía

puedan soportar periodos largos de déficit hídrico y que en la región, la disponibilidad de agua

frecuentemente limita la productividad de los verdeos (Quiroga, 2007).

Por lo anteriormente expuesto, se estableció que el financiamiento de verdeos se aprobaría en

los casos donde fuera necesario para favorecer la implantación posterior de una pastura

perenne.

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A partir de la experiencia técnica y de los saberes de los productores se determinó fomentar el

uso de agropiro como especie otoño – inverno – primaveral y, el pasto llorón y mijo perenne

como especies primavero – estivo – otoñales.

El agropiro (Thinopyrum ponticum) fue seleccionado por su facilidad de implantación y la

oportunidad de esta especie para suplantar a los verdeos de invierno ya que manteniéndolo en

estado vegetativo se mejora la producción y calidad de la oferta de forraje. Gracias a su tenor

proteico y un menor contenido de pared celular, es posible destinar su utilización para recría de

vacunos.

La segunda gramínea perenne de mayor difusión en la zona es el pasto llorón (Eragrostis

curvula), que si bien, su introducción data de varias décadas, el porcentaje de establecimientos

agropecuarios que lo utilizan en la región todavía es bajo (Vasicek, 2014). El pasto llorón es una

especie cuya plasticidad permite introducirlo en diferentes sistemas de producción,

adaptándose a distintas alternativas y dando en todos los casos una mayor eficiencia a las

explotaciones. Es una gramínea típicamente primaveral, pudiendo estimarse que durante un

período de 60 días (15/10 al 15/12) se produce un 70 al 80% de la producción forrajera anual.

Se adapta muy bien a los sistemas de cría bovina de Villarino, permitiendo utilizar en forma

eficiente las precipitaciones de primavera-verano, complementando al agropiro y a los verdeos

de invierno. Es sumamente importante su manejo a fin de tener en forma permanente un

equilibrio entre calidad y cantidad de forraje (Lauric, et al 2010).

Otra especie recomendada, es el mijo perenne (Panicum coloratum). Esta especie ha

demostrado estar bien adaptada a las condiciones climáticas y edáficas de la región semiárida,

sus características son muy similares a las del pasto llorón, en cuanto a fecha de siembra,

rusticidad, comportamiento, época de crecimiento y dificultad de implantación. Su producción se

encuentra más desplazada hacia mediados de noviembre y a diferencia del llorón, presenta una

mejor calidad nutricional tanto en estado vegetativo como en diferido (Torres Carbonell y

Marinissen, 2010).

Acceso por parte de los productores al Plan de Sustentabilidad ForrajeraEl PSF tiene como principal objetivo la implantación de pasturas perennes aunque, se

contempla los casos donde el productor retire el primer año solamente el paquete para la

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siembra de verdeos, comprometiéndose al próximo año a implantar pasturas perennes

mediante este plan.

Para acceder a los beneficios, el productor interesado debe llenar una planilla de solicitud de

siembra a través del PSF. A esta planilla se le anexa como documentación respaldatoria la

constancia de CUIT vigente; georeferenciamiento del establecimiento; fotocopia del título de

propiedad en caso de ser Propietario o Contrato vigente legalizado por al menos 5 (cinco) años

en caso de ser arrendatario y último Certificado de Emergencia o Desastre Agropecuario de la

Pcia de Buenos Aires (CEDABA).

A partir de la recepción de la documentación solicitada, un técnico especializado recorre el

potrero a sembrar y establece un paquete tecnológico completo donde se incluyen los análisis

de suelos, insumos, labores y semillas necesarios para el logro de la implantación. Estos gastos

serán financiados mediante el fondo rotatorio a valor nominal con devolución para el caso de las

pasturas en 4 cuotas anuales de igual valor con un año de gracia y para el caso de los verdeos

en 2 cuotas anuales de igual valor a pagar transcurrido un año de gracia.

El convenio cuenta con una salvaguarda de manera que si se presentan fallas de implantación

ajenas al manejo del productor se prevén exenciones totales o parciales, prórrogas y resiembra

en caso de ser necesario.

Evolución de la superficie implantada de pasturas perennes financiadas en el período 2012 – 2015.Durante el año 2012, hubo muy baja incorporación de productores al PSF; mientras que en el

año 2013 se presentó la mayor demanda (Figura 2), cayendo luego los guarismos en los años

2014 y 2015. Esto se debe a dos situaciones, una es que en el año 2013, la mayor parte de los

productores que se incorporaron eran aquellos relacionados directa e indirectamente con algún

programa de asistencia técnica del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria y que

estaban al día en el pago de las cuotas con las obligaciones contraídas ante los fondos

rotatorios entregados a través del Municipio de Villarino. Sin embargo, a partir del 2014, actuó

como limitante para que nuevos productores presentaran solicitudes de incorporación al PSF, la

situación de morosidad que presentaban ante otros fondos rotatorios, ya que la única clausula

restrictiva para acceder al beneficio es que el beneficiario debe estar al día con los fondos

rotatorios recibidos hasta el momento. En este sentido, aún existe un alto grado de morosidad

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Figura 2: Evolución de las solicitudes para implantación de pasturas (izq.) y evolución de la superficie implantada (der)

de los fondos rotatorios entregados, especialmente aquellos que fueron entregados en su

oportunidad para la siembra de trigo.

Desde los comienzos, el común denominador fue la mayor demanda del agropiro. Esto se debe,

principalmente, al mayor estímulo por parte del equipo técnico de la implantación de esta

especie. La elección de impulsar a esta especie se debe a que se observó un mayor porcentaje

de logro en la implantación del agropiro respecto del pasto llorón y mijo perenne, requiere

menos cuidados al momento de la siembra (profundidad de siembra), no es necesario el uso de

maquinaria especializada y su período de implantación coincide con el período de mayor

ocurrencia de precipitaciones en la zona (fines de verano – otoño). Sumado a estas ventajas

para su implantación, es una especie forrajera interesante que puede reemplazar a los verdeos

de invierno, ya que posee un mejor balance nutricional y su rebrote otoñal permite cubrir el

bache invernal; luego, se cuenta expresa una importante producción de materia seca de calidad

en la época primaveral.

En el cuadro 3 se observa la evolución de

superficie implantada por el PSF de

pasturas en el período 2012 – 2015

discriminado por especies. En los

comienzos el productor elegía la especie

que le interesaba o que le parecía. Luego, la

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Año 2012

Año 2013

Año 2014

Año 2015

Alfalfa 0 24,00 24,00 24,00

Mijo perenne 16 102 159 302

Pasto Llorón 70 306 377 377

Agropiro 0 322 675 856,5

Superficie de pasturas implantadas

86 730 1211 1559,50

Cuadro 3: Evolución de la superficie implantada de pasturas perennes financiada por el PSF en el período 2012 - 2015

elección pasó a ser parte de un análisis e intercambio de criterios entre el técnico y productor,

priorizando la funcionalidad de la pastura de acuerdo a los objetivos de la empresa

agropecuaria y la sostenibilidad del sistema a lo largo del tiempo.

Reflexiones finalesA partir de la crisis climática que afecto al partido de Villarino, quedo en evidencia las

limitaciones que tiene la LEA para transformar la vulnerabilidad social de un territorio ante

eventos climáticos adversos y que es necesario tomar en valor el concepto de adaptación para

romper el status quo del modelo agropecuario vigente.

El trabajo colaborativo asumiendo que las redes locales se yuxtaponen con redes de mayor

alcance, permite un entendimiento distinto de la innovación tecnológica. Fue bajo este enfoque

que se dieron procesos sociales que permitieron conformar una red de actores con capacidad

para transformar (y transformarse), produciendo cambios en la forma que las Instituciones del

medio interactúan para generar políticas públicas para la contención de la sociedad ante

eventos climáticos adversos.

La articulación inter institucional y la planificación conjunta de agendas de trabajo dio el

escenario propicio posibilitó un uso eficiente de los recursos económicos, financieros y de

equipamiento para que los productores del partido de Villarino tomaran al PSF como un

instrumento apropiado para incorporar pasturas perennes en sus planteos productivos

aumentando así, la estabilidad de sus sistemas ganaderos.

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