01Ciencia Politica Sartori

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    A R T I C U L O S

    H A C I A D O N D E V A L A C I E N C I A P O L I T I C A *

    GIOVANNI SARTORICuando era estudiante, 0 algo por el estilo, se me ensefiabaque no se hace historiografia del presente. Cada historia es contem-poranea en cuanto el historiador interpreta con los ojos de su pro-

    pio tiempo; pero el objeto de la historiografia es el pasado, 1 0 queya se ha hecho y no 1 0 que se esta haciendo. (_Hacia dan de va laciencia politica? (_Adonde ira? (en el futuro) no 10 se. A dan de fueen los afios en los cuales la disciplina y yo hemos caminado juntoses (supongo) 10 que se me pide contar e interpretar. Me han pe-dido, entonces, ser el historiador de mi presente. Pobre de mi.Tengo una justificacion: se me pide 1 0 casi imposible. (_Hacia dan-de va la ciencia politica respecto a cuando? cCua! es el momento 0punto de referenda? Iniciare -ano mas afio menos- desde e11950,es decir, desde el nuevo curso que refleja en gran medida, en Italiay generalmente en Europa, la influencia americana: el afirmarsepaulatino de una ciencia politica entendida literalmente, es decir,esperando consolidarse como "ciencia empirica" basada en la in-vestigacion.

    Los franceses, siempre celosos de todo los primados que nosean suyos, hablan a veces de ciencia politica a I'americaine. EIelemento esencialmente americano es el behaviourismo: elementoque habia sido predecido, en los afios cuarenta, por un flujo masivode profugos de cultura alernana. La caracterfstica de la cultura quenos llegaba desde los Estados Unidos despues de la segunda guerramundiaI, estaba justamente en esta interrelacion entre la Mittleleu-ropa y el nuevo mundo. Cassirer y Kelsen trasplantados en los Es-tados Unidos, no son mas Cassirer y Kelsen de la escuela de Mabur-go 0 de Viena, aunque sigan siendo Cassirer y Kelsen. Cuando jo-ven desembarque (todavia se viajaba por mar) en los EstadosUnidos, en 1949; el que mas me interesaba en Columbia era Lazars-field (nacido en Viena), y el autor que mas importancia tenia y quereinaba en Harvard era Carl Friedrich. Americanizandose Karl sehabia transformado en Carl, pero era diffcil encontrar catedraticomas teutonico que Friedrich. Por 10 tanto, la hegemonia de la culturaamericana despues de la segunda guerra mundial, que por esos

    ., Publicado en La Scienza Politica en Italie, Bilarcio e Prospettive, FrancoAngeli, 1986.Traducido del Italiano por Chantal Signorio.

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    aims, reemplazo la hegemonia de la cultura alemana (dominan-te hasta 1914 y sucesivamente destruida por Hitler) era solamen-te en parte producto del nuevo mundo; dina mas bien que suexito era producto del trasvasijo a una botella nueva del viejovino europeo. En los afios 1950 la "nueva cultura" venia de los Es-tados Unidos como sede territorial, pero era fruto de la reunion yconcentracion de cerebros europeos .en tierra americana productode una fuga masiva.'

    Esta aclaracion se conecta con la primera observacion que voya hacer. Lo que mas me extrafia volviendo hacia atras con la memo-ria y comparando los afios cincuenta con los afios ochenta, es vercomo han desaparecido los "grandes", los grandes autores. En losafios en que leta mucho y escribia poco (en vez de escribir mucho. y leer poco como desgraciadamente pas a en la vejez) existian sinlugar a duda autores obligatorios, que eran absolutamente "gran-des". (Quienes eran? En 1980 la revista Government and Oppositionpublico un fasciculo conmemorativo destinado a "una generaciondel pensamiento politico".' En su contribucion Ralf Dahrendorf ob-serva que en esta generacion (lei mas cerca de los niveles de MaxWeber pareciera ser Raymond Aron", y recuerda entre otros auto-res geniales a Daniel Bell, S.M. Lipset, Edward Shils, y concluyeque los afios setenta han producido, respecto a los nuevos proble-.mas y a las nuevas fuerzas de ese decenio "nada ni siquiera pareci-do" a 1 0 que habia sido producido por la literatura en el periodoanterior.' En el mismo numero el sociologo Julius Gould agrega aLipset, Bell y Shils los nombres de Bendix y Smelser, para despues"esnerabamos oue tuvi f ,,' 4omentar: espera amos que tuvteran sucesores: pero no ue asi .Recientemente y por casualidad llego a mis manos una nota deFranco Ferrarotti que incluye entre los gran des tambien a DavidRiesman, para despues observar: "con una mirada restrospectivay comparativa el panorama hoy en dia se presenta gris e impresio-nantemente llano"." Hasta aqui los nombres recordados son soci6-logos (a los cuales agregaria Talcott Parsons) mas que politologosEntre los ultimos, como decia, esta Friedrich. Y (como olvidarse,.recordando (con Dahrendorf) a Raymond Aron, el amigo que Aron.fue a defender en los tribunales justa antes de morir, es decir, Ber-trand de Jouvenel? Si alguien me preguntara quien es el sucesor de

    1 Vel', en general, Laura Fermi: Illustrious Immigrants: The IntellectualMigration from Europe 1930-1941,University of Chicago Press, II ed. 1972.2 . "A Generation of Political Thought", vol. 15, nn. 3-4, 1980en Governmentand Opposition.3 Twenty-Five Years of Socio-Political Analysis: Notes and Reflections, p. 3 1 4 ,3 1 8 y succ.4 Op, cit., pp. 390-91.5 "La Ciencia Fragil", L'Opinione, Abril, 1984 .

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    Ortega y Gasset, contestaria: de Jouvenel," Pero si alguien me pre-guntara quienes son los sucesores de el y de Aron, me callaria. Po-dna agregar algun otro nombre, y se puede no estar de acuerdosobre algunos de los citados. Perc, en el conjunto, me parece quelos grandes autores de los cuales mi generaci6n aprendi6 realmente,no se han reproducido.

    No hay mas "in re" 0no logramos (Dahrendorf, Gould, Ferra-rotti, yo) verlos? Quien trata la historiografia del presente no tie-ne la distancia y la perspectiva. Por 10 tanto puede ser que tambienhoy en dia existan grandes que hoy no vemos. Claro esta que iden-tificarlos y reconocerlos (en la "communis opinio") es dificil, poral menos dos circunstancias. La primera es la cantidad. Esporadi-cos manchones de arboles se han transformado en bosques; y elbosque esconde los arboles. Tambien si en el bosque existen tron-cos gigantes, siguen sumergidos. No creo que de esta manera sepueda explicar mucho; pero la cantidad esconde, y esto si que pue-de ser explicativo.

    La segunda circunstancia es la industria cultural. Un gran autores tal por sus libros, libros que todos encuentran y muchos leen.El "imprirnidor" de antafio sabia 1 0 que imprimia, olfateaba y talvez hasta estimaba a los autores de exito, y los man tenia en vida, esdecir, en el mercado. Benedetto Croce era Benedetto Croce, pero sinLaterza habriamos side menos en sentir su encanto; y si hubiesevivido hoy en dia en Nueva York y hubiese caido en las manos de uneditor que ocupa un rascacielo, y que tiene que publicar diez volume-nes por dia, y que a su vez estuviese poseido por una multinacional.farmaceutica (el ejemplo es imaginario pero son casos que se dan),en tal caso podria perfectamente suceder que de Benedetto Crocenadie sc de cuenta. Por un contador del gran editor (u, hoy en dia,por su computador) sabriamos, si nos llegaramos a interesar, queun volumen con el titulo Estetica fue publicado en 1.500 copias, yque 600 copias no fueron vendidas y se tuvieron que ceder al mer-cado del sobrante. Amen: asi termina un obscuro filosofo de pro-vincia. Dejando de lado estos fantasiosos si bien posibles escena-rios, la industria cultural es antes que nada (si no exclusivamente)"industria": tiene que pagar miles de sueldos, tener en constantefuncionarniento las rotativas, y producir ganancias que a su vezmantienen las cuotas accionarias en la bolsa. El editor quese transforma en industria no sabe nada sobre 1 0 que publica;quien alguna vez vio el manuscrito ya no esta mas, y un pobre au-tor que trata de explicar a alguien, piso por piso, oficina por ofi-cina, que su libro no vende mas porque esta agotado, encuentra

    6 No objetaria, si alguien me contestase: Hannah Arendt (con relacion a lasesplendidas recopilaciones de ensayos reagrupados en Between Past andFuture del 1954,y The Human Condition del 1958).El punta sigue sien-do el rnisrno, que de Jouvenel y Arendt pertenecen a la misma generaci6n.

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    5610la atenci6n de un computer que no escucha y que ha notadoel 31 de diciembre una sensible caida en las copias vendidas. Es elfin. El que no existan mas copias en el comercio es, para el editor,solamente motivo de complacencia financiera: el limon ha sidoexprimido hasta la ultima gota. Bien. Ahora hay que eliminarlo.Una reimpresion no ocupa el personal, deja inutilizados a los lee-tores y editores y sobre todo no permite exprimir el nuevo limon-sobre el tema- que esta por salir de la cadena de producci6n."Mors tua vita mea". Para que la maquina funcione a pleno ritmo,ellibro publicado en 1982 se mata para dejar espacio a su sucesorpublicado en 1984.Exagero, creo que no. Las "reading list", la listade lectura para los estudiantes, son cada afio mi desesperacion.Despues de los grandes obligatorios, encontrar un buen libro, su-mergidos como estamos por una selva de publicaciones mediocres(0 peores), es tarea dificil. Buscando, al final uno 1 0 eneuentra.Pero es una alegria grande y al mismo tiempo efimera: despues de2 0 3 afios el libro se agota. Entonces la caza al tesoro debe volvera empezar, y el tesoro es siempre mas pequefio. Es asi como la in-dustria cultural dificulta a los grandes, 0 por 10 menos a los bue-nos, de crecer y de afirmarse. Asistimos -casi sin darnos cuentaya que se ha transformado en algo comun-> a una gran masacre enla eual el toro de corrida termina siendo un cojo bueno y devoto.Pregunta: (c6mo es posible que las victimas de un mataderotan indiscriminado se dejen tranquilamente matar? En parte esculpa de enos. La ciencia verdadera es acumulatoria. Para hacerqufrnica no es necesario conocer la historia de la qufmica, y parahacer ftsica se puede empezar por sus ultimos conocimientos. Peroen las ciencias "blandas" la acumulaci6n 0 no existe si existe esdudosa. Pero en el ansia de exhibir credenciales cientificas, la ma-yoria de mis colegas mas jovenes deja creer, y quizas terminan porcreerlo de verdad que el ultimo texto, el mas reciente, acumula enS I el conocimiento de los textos anteriores. La demostraci6n de estoesta en las "reading lists" de las cuales hable mas arriba. En mistrabajosas busquedas destinadas a reemplazar los "agotados", yoinspecciono todas las listas de lectura a mi alcance. Y la gran mayo-ria de mis colegas se enfrenta, me parece, a la misma tigresa de laindustria cultural. En la lista esta el ultimo libro, el mas recien-te, si bien su predecesor todavia no esta agotado. Es como si elnuevo incluyese eo ipso al viejo y 1 0 superase. Desgraciadamen-te no es asi, Afios atras invente la palabra "nuevitissimo": sera fea,pero dice mucho. En el hecho dice que el editor y el autor se per-siguen en una falsa competencia "nuevitissima" que destruye la ho-nesta transici6n del saber y premia la ultima estupidez de quiensabe vender humo repintado. Esta vez, 10 admito, he exagerado un"poco. Con los "nuevitissimos" existen tambien estudiosos serios;y a veces el exito Uega tambien a estos ultimos. Falta por observarque tambien el buen texto del autor serio es hoy en dia mas pereci-

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    ble de 1 0 que fuera en el pasado por una razon intrinseca. Hay ve-ces que Ies es necesario fundamentarse en la investigacion. Laciencia viene acornpafiada por datos y en 1 0 posible con datos "du-ros", datos cuantitativos. Pues bien, la investigacion observada aquiy ahora; y cuanto mas precisa es su observacion, es decir su medi-cion, mas fotografia el instante que pasa. Por 1 0 tanto, los textos quese basan en la investigacion envejecen rapidamente: con unos po-cos afios sus datos tienen que ser puestos al dia y sera facil decla-rarlos obsoletos. iEs esta una "diminutio capitis" sin remedio? No.Claro que una teoria "sin datos" es, existiendo igualdad de condi-ciones, menos perecible que una teoria "de datos", demasiadorcdu-cida y circunscrita por los datos de que dispone. Pero el punto no eseste, El pun to esta en que los buenos datos presuponen una buenateoria, que un texto de relieve es tal porque su teoria supera su em-piricidad, y por 1 0 tanto el gran autor no envejece (tambien cuandosus datos son viejos) porque ha sabido pensar, porque la teoria re-siste. Un ejemplo perfecto es la de los clasicos de la economia.Laeconomia es ciencia empirica; el economista es adicto a los "fenorne-nos", a las cosas que se ven, aunque los grandes economistas se leensiempre con provecho: quien ha sido importante continua siendoleido no por sus datos sino por su importancia.

    Habia iniciado por la interrogante si es verdad que los grandesno existen realmente mas. Reconoci que es mas dificil individuali-zarlos, que la industria cultural destruye ciegamente, y que el em-pirismo produce perecibilidad. Los facto res obstaculizantes existen.Pero paso a paso se ha empezado a ver como tambien nosotros,sociologos y cientistas politicos, somos los que hemos escogido elcamino equivocado. El que en la ciencia del hombre exista acu-mulacion es un auto-engafio nefasto. Peor todavia, la relacion entreteoria e investigacion ha sido resuelta demasiado rapidamente, y entanto apuro ha sido mal resuelta.De la revolucion Behaviourista pasamos con paso de gigante ala cuantificacion, y el "computer" llego en las ciencias sociales de-masiado luego. En la mitad de esta carrera nos agarro el "movi-miento de los '60", una revolucion cultural que rompio mucho pero

    produjo poco. Despues de haber dicho todas estas cosas negativas,me corresponde explicarIas de alguna forma.Empiezo con la relacion teoria-investigacion. Despues de tantateoria sin investigacion era normal, y tambien bueno, privilegiar lainvestigacion -la adquisicion de datos- como caracteristica dis-tintiva de la ciencia del hombre. Sin embargo en la fase del "empi-rismo crudo" los datos se comieron la teoria. La doctrina que ha si-do llamada neo-baconiana? considera que la ciencia emerge, ayudada7 En Robert T. Holt, John E. Turner, The Methodology of ComparativeResearch, Free Press, New York, 1970,p. 58. Comparar cap. 2 (de Holty Richardson), especialmente pp. 58-63,"A Theoretical Approach". La tesisen este caso es que son los datos los que generan Ia ciencia.

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    por la estadistica, de los datos, es decir un "retorno de los datos".Paradogicamente el noble padre de esta vision, ejemplificado porel Cross-Polity Survey de Banks y Textor (1963), y por el WorldHandbook of Political and Social Indicators de Russel, Alker et al.(del 1965, sucesivamente reeditado por Taylor y Hudson en 1972)fue Karl Deutsch," El empiritismo puro, tambien en su version neo-baconiana mas sofisticada, es declarado superado un poco por to-dos. Hoy en dia la mayoria pide "mas teoria". Pero el Ilamado llegaa un desierto en el cual no puede aferrarse. Despues de habernosrehusado por demasiado tiempo a comprender que los ovacionadosdatos no son mas que informaci6n plasmada y recolectada por"contenedores 0 conceptua1es", ahora nos encontramos con concep-tos venidos a menos, y peor aun sin "redes conceptuales'' sistema-tizadas para la investigacion y aptas a permitir la acumulacion dedatos," Cuando todo esta dicho -habria todavia muchlsimo quedecir- se llega a esta desconcertante conclusion: hemos acumula-do montafias caoticas de datos los cuales no solamente deberianser sumados (si bien, con la complicidad del computador ya 1 0 ha-cemos) sino que adernas son raramente "validos", es decir, no sola-

    o mente no .miden sino que tampoco "indican" 10 que pretenden me-dir." La relacion entre teoria e investigacion ha sido revertida en1a relacion de investigacion a teoria, e impuesta de esta manera, haarruinado la teoria sin vincularla 0 aportar nada.Al principio de los alios setenta, despues de 20 alios del cambiode 1950, era ya facil ver que la revolucion behaviourista y el ansiacuantitativizante eran contraproducentes a tres niveles, Primer in-conveniente: "en Ia medida en la cual Ia natura1eza de los datos(cuantitativos 0 no) es Ia que establece cuales son 1 9S problemas,en la misma medida la ciencia de Ia politica peligra en descubrir'mas y mas' sobre 'menos y menos': de aparecer precisa, 0mejordicho exacta, sobre cosas triviales. Bienvenidos sean, por 1 0 tanto,esos datos cuantitativos susceptibles de procesamiento estadistico;pero el hecho de ser datos expresables en numeros no ... constituyeun criterio de relevancia". Segundo inconveniente: "las definicionesoperacionales (con el fin de enlazar teoria e investigacion) desarro-lIan Ia extension 0 denotaci6n de los conceptos perjudicando sus in-

    8 Deutsch ha sido el compilador de Problems of World Modeling: Politicaland Social Implications, Ballinger, Cambridge Mass., 1977.9 Ver en extenso, G. Sartori, La Politica: logica e metodo in scienze sociali;SugarCo, Milano, 1979,especialmente pp. 266-75.Comparar tambien Partiesand Party Systems, Cambridge University Press, New York, 1976,especial-mente pp. 295-98.10 Lo mismo vale para los indicadores. A esto hay que agregar que no bastandatos validos: es necesario tambien que midan caracteristicas (propieda-.des) no-triviales del supuesto teorico sometido a verificacion, Sobre esteultimo problema tengo que citar mi contribucion "Guidelines for Conce:ptAnalysis", en G. Sartori, Social Science Concepts: A Systematic Analysis,Ensayo, Beverly Hills, 1984.

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    tenciones 0 connotaciones. Lo que conduce a que un operacionismoobsesivo y mal entendido atrofie la teoria, es decir, la fecundidadteoretica del concepto". Tercer inconveniente: "al progresar de laciencia hace de contrapeso el rctroceso del objeto, en nuestro caso,de la politica. Necesitamos datos; si vienen cuantificados es mejor;y si consisten en grandes numeros es todavia mejor. Pues bien, lamayoria de los datos de este tipo esta constituida por los datossocio-economicos revelados por las estadisticas ... (y) este tipo deinformacion preconstituye la interpretacion: de los datos econo-mico-sociales es obligato rio extraer explicaciones del tipo economi-co-social. .. La politica se transforma en "explanandum" el cual "es-planans" es dado, y preconstituido, por datos que podriamos lla-mar ipo-politicos, con un bajo tenor de politicidad"."

    Paso a los afios '60. Por 1 0 dicho mas arriba se deduce que almenos en un pun to mi diagnostico coincidia con el de los contes-tatarios: la "irrelevancia" de la ciencia politica de tipo behaviouris-taoAdemas, un mismo exito puede atribuirse a causas diferentes. Dehecho asi fue. Para los contestatarios de la segunda mitad de losafios setenta, el vicio estaba en la falta de evolucion (denunciadapor 10 demas como conservadora), y el remedio en el renacimientode una ciencia politica politizante y que valera." No he aceptadonunca, y tampoco voy a empezar ahora, esta terapia. No es que yosea un desmedido, un indisciplinado de la Wertfreiheit. Desmedido

    11 Cito mi capitulo "La scienza politica", en Storie delle idee politiche, eco-nomiche e sociali (dirigida por Luidi Firpo), vol. VI, Utet, Torino, 1972,pp. 699, 703, 704, 706. Ese texto esta actualmente reproducido en La po-litica, op. cit., pp. 189-245(en donde los pasajes citados son: pp. 234-35,239-40,241 244-45).Segun G. Pasquino, en la ciencia politica de los aiiossesenta estaba emergiendo "el paradigma de la separacion, de la autono-mia de 1 0 politico"; paradigma que alcanzo su punto maximo con Eastony que viene recuestionado con los hechos del 1968,de forma tal "que elpunto de inicio de los afios setenta es la retirada de la politica". ("Desdela separacion a la relevancia de la politica" en Aa. Vv., La scienza politi-ca in Italia: materiale per un bilancio, Quaderni Fondazione Feltrinelli,Angeli, Milano, 1984,pp. 23-25).A mi juicio no hubo ninguna separacionen la politica de los afios sesenta. En el escrito citado explicaba "la desa-paricion de la politica" (exactamente 1 0 contrario de 1 0 que afirma Pas-quino) asi: "El movimiento behaviourista se declara interdisciplinario, no"reduccionista": pero incluye, quiera 0 no, un potencial reduccionista.No hay duda, por ejemplo, que el behaviourismo ha contribuido a la "so-ciologizacion de la politica"... (La Politica p. 242). Esto ultimo es untema que desarrollo a fondo en el escrito "Classi e sociologia della poli-tica", actualmente en Teoria dei partiti e caso italiano, SugarCo, Milano,1982,cap. 5. Tambien estoy en contra de la posicion de Easton, como ex-plicare en la nota 23.

    12 Una recompilacion que representa, en los Estados Unidos, la posicion delos contestados (el Caucus de la Associacion americana de ciencia pollti-ca) es: Markin Surkin, Alan Wolf (comp.), An End to Political Science:The Caucus Papers, Basic Boos, New York, 1970.

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    no 1 0 soy por naturaleza. No me voy a citar de nuevo." Y no voya emprender una disquisicion superflua sobre 1 0 que Max:Weberdijo, no dijo, 0 pensaba. La cuestion de los valores era, hasta larevolucion romantica, la cuestion de las "pasiones", Y por masde 2000 afios ha sido dicho en los mas diversos lugares que las pa-siones opacan y estorban el saber. Asi Plutarco: "AI sol hacen som-bra las nubes, al razonamiento, las pasiones". Asi Hobbes: "Singuia las pasiones son sobre todo pura locura". Asi La Rochefou-cauld: I'La pasion vuelve torpe al mas habil de los hombres, y ha-biles los m.is torpes". La voluntad general de Diderot y de Rousseaupresuponia (si bien no era ni cognoscitiva ni general) "el silencio delas pasiones", La maxima que rige desde siempre es que la conquis-ta del saber es "sine iara et studio". Maxima que el movimiento delos afios '60 transforma. En el '69 denuncie al movimiento como"asnocracia" (poder de los ignorantes). Fue mi escrito mas famo-so (en El Corriere), que me rindio como fruto una gran cantidadde injurias, y la condena "urbi et orbi" por parte de los iluminadosde Ia epoca. Pero permaneci del mismo parecer. En los '70, en rela-cion a las "filosofias sociologizantes a la Marcuse y la escuela deFrancfort" observaba que dichas filosofias "no por casuaIidad en-contraban en Italia el entusiasmo general no solamente de los jo-venes (hasta aqui el fenomeno es generacional e universal) sinoque tambien de los ancianos, deleitados de encontrarse de nuevofrente a los mismos pecados de su juventud, esa facilidad dialectica,esa orgia de palabronas obscuras y esa insolencia verbal que resuel-ve todos los problemas en palabras ... " .14 De todo ese emborracha-mien to en Italia y en otras partes actualmente sobrevive solo Ha-bermas (1 0 cual no me extrafia minima mente) ; pero la destruccionexistio, y sus consecuencias, si bien mitigadas, perduran."

    Luego de haber prop ina do gran des golpes de navaja de un ladepara el otro, no quisiera dejar a quien me escucha con la impresionde que yo sea un nostalgico de los buenos viejos tiempos, 0 bienque yo reconstruyo 30 afios de camino como un andar de mal en

    13 Para mi posici6n e interpretaci6n de la Weberiana "libertad del valor"ver La Politico; op. cit., pp. 45-49 u 235-39.14 Antologia de ciencia politica comp, por G. Sartori, Bologna, n Mulino,1970, "Introduccion", pp. 18-19.IS Diria que el pais que fue mas marcado por el movimiento de 1968 fue

    Alemania, en vez de Francia fue donde hubo un contraataque mas eficaz.En los Estados Unidos una encuesta de 1976 indicaba que el 69% de lospolitologos americanos consideraba el behaviourismo "el paradigma pre-dominante" pero s610el 48% se identificaba con el. La diferencia entrelos dos valores puede ser leida como una erosi6n debida al Campus Re-volution. (Con 10 que no pretendo decir que la mitad de los politologosamericanos sean sus hijos y aprueben la "ciencia que evalua"). Compararen general John Dreijmanis, "Political Science in the United States: TheDiscipline and the profession", Government and Opposition, Spring 1983(el cual obtuve los valores de la encuesta de 1976 en p. 209).

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    peor. No, en realidad, la ciencia politica fue y sigue siendo algorepartido. Lo que implica que entre los dos extremos por mi criti-cados (la ciencia como pura observancia positivistica-cuantitativapor un lado, y la no-ciencia ideologizante y filosofizante por el otrolado) existe de todas manera una corriente intermedia, ajena a losdos excesos, que ha trabajado y continua trabajando con seriedady provecho. Para citar un observador que no es sospechoso (ni deinfluencia ni de americanismo) como S.E. Finer: "a despecho detodo, el estudio de la politica esta en condiciones mucho mejoresque cuando yo empece"." Esto es cierto para Inglaterra, para Italiay para la mayoria de los paises europeos. Tambien en los EstadosUnidos, en los aiios 'SO, al alero de los grandes y de las grandesuniversidades surgia un precipicio: la mayoria de los politologostenian un nivel muy modesto. Treinta afios mas tarde no encontra-mos ni eminencias ni nulidades. La profesion se ha equilibrado, yel nivel general se situa seguramente mas alto que antes. Hoy endia la profesionalidad es solida y el nivel medio es bueno: aunquesea tambien mediante uniforme.FVolviendo desde los Estados Unidos a Italia, nosotros, dentrode nuestros Iimites hemos progresado netamente segun la vision deFiner.

    Cuando yo debute y empece a moverme en pro de la cienciapolitica era joven e ingenuo, y me parecia poseer el "knock-downargument", un argumento que te tira al suelo. Golpeando las puer-tas de los caciques de la epoca, preguntaba: (como es posible queproduzcamos profesionales de pre-grado en Ciencia Politica, loscuales despues de habcr superado veinticuatro examenes, no sa-ben absolutamente nada de politica? Las politicas al plural noincluyen (por 1 0 menos en 1/24 ava parte) tambien la politica alsingular. Pobre de mi, el argumento ni les llegaba. Ellos tenian elargumento que te tiraba realmente al suelo. Me contestaban: lapolitica (1 0 tendrias que saber) es arte, y por 1 0 tanto no puede serni ciencia, ni ensefiada. Yo contestaba por 1 0 menos en ultima ins-tancia: hasta el arte se ensefia: el pintor va a clases de dibujo, elrmisico estudia musica, etc. Pero era como golpear una puerta ce-rrada, mas bien cementada. < . Como fue entonces que esa puerta fi-nalmente se abrio? No fueron las buenas razones. No fueron losgrupos de presion. Ya han pasado tantos afios que la historia ver-dadera, 1 0 que sucedio realmente, se puede contar (si se me permite

    16 "Political Science: An Idiosincratic Retrospect of a Putative Discipline",Government and Opposition, nn. 3-4,p. 362.17 EI momento de mayor importancia de la disciplina esta representado porlos ocho volumenes de F.I. Greenstein y Nelson Polsby, Handbook of Po-litical Science, Addison-Wesley, Reading 1975. Si la serie fue publicadaen 1975,el proyecto era de diez aiios antes. EI Handbook refleja, por10 tanto, una literatura de los aiios Cincuenta-Sesenta que precede la fasede equilibrio de la cual hablo en el texto.

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    una desviacion autobiografica que se agrega a la casuistica de lasastucias de la razon) .Era -no estoy seguro- el afio de gracia 1954 (0 quizas 1955);me sentia perdido, pero siendo entonces un valiente 0, de todasformas, un cabeza dura, decidi enfrentar al leon en su guarida: pediy logre ser recibido por Carlos Antoni. En esos afios la Universidadestaba gobernada por el Consejo Superior de la Educacion en dondeAntoni representaba la Facultad de Ciencias Politicas, y por 1 0 tantotenia jurisdiccion sobre las modificaciones al estatuto (la introduc-cion de los nuevos ramos). Mi Facultad -la "Cesare Alfieri" de Flo-rencia- habia pedido la modificacion del estatuto de Ciencias Poli-ticas sobre todo con el fin de librarse de una molestia, pero sabiamuy bien que ninguno de mis profesores habia hecho nada. Por 1 0que estaba obligado air adonde Antoni. Lo estimaba como estudioso,pero sabia que era un severo seguidor de Croce; y para Croce laCiencia Politica era un anatema. Entre en la oficina de Antoni pen-sando que pear no podia ser; y cuando 1 0 vi (no 1 0 conocia)tuve la ultima fuerte sensacion en el corazon, Quien 1 0 canace sabeque Antoni era transparentemente timido, y los timidos, si ya son ce-rrados tienden a cerrarse todavia mas (y a veces se defienden ata-cando). De hecho, la entrevista empezo y siguio como un dialogoentre sordos. Aun cierto punta, como me encontrabaperdido, dije:"Profesor, usted ensefia Filosofta de la Historia, materia que paraCroce no tendria que existir, asi como la Ciencia de la Politica; per-mita a otro no existente de acoplarse a usted". No digo que vi aAntoni reirse: pero seguramente sonreir. El pacta fue tacitamentesuscrito sobre esta frase. Antoni, que era un caballero, hizo pasar lamodificacion en el estatuto al Consejo Superior. En 1956 Florenciame dio el cargo en Ciencia de la Politica. Pero durante varios afiosmi rol no tuvo gran importancia y trabaje solo." El camino trans-currido desde entonces hasta hoy en dia es, como 1 0 puede atesti-guar este Convenio, muy grande y fecundo." (Par que, en esos tiem-pos, 1 0 que yo decia era vedado mas bien que elogiado? iQuizas yoyeo la cieneia politica italian a como una feliz Isla de Arturo rodeadade tierras y continentes en estado de infelicidad? En alguna medidaes asi. No 1 0 admito ni conmigo mismo, pero el corazon late siern-pre mas fuerte en mi patria. Pero la razon par la cual mi estado deanimo es globalmente aprensivo es una razon que debo todaviailustrar.

    Interrumpi mi discurso euando estaba observando que la Cien-cia Politica se ha desarrollado, despues del periodo hegemonico

    18 Los recuerdos me llevan a repensar que fue sobre todo Norberto Bobbio,con su indiscutido prestigio, el primero en contribuir a la Iegitimizacionde la recien nacida ciencia. Tengo tambien que recordar con agradeci-miento a Bruno Leoni y Guiseppe Maranini. .19 Lo confirma tambien el bien documentado y ya cit. volumen de Aa. Vv.,La scienza politica in ltalia: materiale per un bilancio.

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    americano, en forma de abanico y de manera desordenada. Refi-riendome a los afios ochenta en el conjunto, y de forma breve, yo1 0 veda asi. Primero, los Estados Unidos y Europa (Inglaterra yFrancia se mantuvieron en sus posiciones anteriores) han vueltoa separarse, y no existe mas, a traves del Atlantico, un flujo perma-nente. Desde el viejo al nuevo mundo viaja solamente, 0sobre todo,el marxismo. Para el resto, que representa la parte mas grande, yani existe esa deferencia respecto a Europa que caracterizo hasta losafios 1939 aproximadamente 1a cultura americana, ni 1a deferenciainversa de la nueva ciencia politica europea "status nascendi" res-pecto a la americana. Segundo, la configuracion de las relaciones en-tre nuevo y viejo mundo es asimetrica. Los americanos son (como10 fueron antes los ingleses) monoglotas, leen casi exclusivamentesus obras, son relativamente homogeneos y hacen continente aparte.Los europeos son fragmentarios, son poliglotas, 1een (sin recambio)a los americanos, y asi disfrutan de una ventaja que los americanosestan perdiendo: la "cross-fertilization", la fecundacion cruzada.Lo que no quita, tercero, que la mayoria de los recursos, de los nu-meros y de las Universidades que realmente funcionan a alto nivel,sigan concentradas en los Estados Unidos.f

    Si 1 0 dicho hasta ahora no es inexacto, se deduce que el orden(0 el desorden) esta demasiado repartido para sostener una "cien-cia" que tenga los requisitospara declararse tal. Una ciencia auten-tica no se divide segun las naciones: es, cuando existe, transnacio-nal. Una ciencia, cuando es tal, exhibe un "mainstream", un euerpocentral; se funda en un lenguaje comun "especial", y sus divisionesinternas son (hasta que no ocurra una revolucion, diria Kuhn, delparadigma) de escuela. La analogia mas apropiada es siempre la delos economistas. Los economistas, si bien estan hoy en dia en pugnaentre ellos, entre keynesianos, monetaristas, "supply-side" y otros,siempre se ponen de acuerdo respecto a los conceptos bases; noestan obligados a empezar cada vez desde cero, declarando que en-tienden por valor, costo, mercado, demanda, oferta, etc. Los polite-logos, en vez, no tienen ni siquiera un lenguaje especial estabilizado.Se dejaron convencer por la doctrina (tan fabulosa como suicida)que las palabras son "convenciones" dejadas a la libre "estipula-cion"; no esperaron crear bases metodologicas (1 0 dejaron haeeren su tiempo a los Max Weber, los Lazarsfeld, los Merton); y cuandose constituyeron, treinta afios atras, como cultores de una cienciadel comportamiento se volcaron de lleno en la investigacion y la

    2() En adjunto al articulo de Dreijmanis cit., nota IS, comparar la nueva ed.de A. Sornit, J. Tanenhaus, The Development of American Political Scien-ce, Irvington, New York, 1982.EI momento maximo del American Poli-tical Science Association ha sido, en 1971,con casi 18.000miembros. Des-pues de diez alios, en 1981,los inscritos habian bajado a 12.000(con seismil estudiantes que descendian aproximadamente a dos mil), 1 0 que detodas forma representa los tres cuartos del total mundial.

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    cuantificacion sin antes consoli dar las propias bases. Han podidocaminar de todos modos, pero sobre piernas de arcilla, y ahora elarcilla muestra sus grietas.

    Retorno, para explicar mejor, mi pun to fijo, 0por 1 0 menos mipunto inicial: lcomo es posible que los grandes se hallan ido extin-guiendo sin sucesores? Manteniendonos unicamente en los politolo-gos, volvamos ala pregunta: iquien vino despues de Friedrich? EnAmerica, los grandes nombres de la generacion siguiente son (unomas uno menos) Robert Dahl, Gabriel Almond, David Easton y KarlDeutsch." Excluyendo a Deutsch, los otros tres no son cuantitati-vistas. Easton (a pesar de su profesion de fe) no es ni siquiera unbehaviourista: sus dos mayores trabajos son teoricos, y se aconsejanpor sus finezas analiticas." Significativo es el hecho que Easton esuna voz en el desierto: no tuvo alumnos y la objecion de casi todosfue que su teoria era demasiado abstracta para prestarse a la in-vestigacion." Dahl, en vez, cultivo y promovio la teoria empirica:pero su mejor trabajo sigue siendo A Preface to Democratic Theoryde 1956: un texto ejemplar sobre el "analisis de las condiciones",que realmente se presta a la investigacion empirica. Lo que no im-pide que Dahl sea autor de teoria de la democracia, del pluralismo,de las oposiciones, de "quien gobierna", y no un autor cuantitativi-zante. Almond es una figura "sembrante", ideante, que ha dadoideasa todos. La introduccion a The Politics of the Developing Areasde 1960, los articulos de los arras 50 hoy reagrupados en PoliticalDevelopment: Essays in Heuristic Theory (1970), hasta el capituloque 'introduce Crisis, Choice and Change (1973) son todos escritosque han realmente lanzado y agitado la politica comparada. Almondno es un autor riguroso: su discurrir es deshilado, a menudo im-preciso, y logicamente en desorden pero el ingenio es estimulantee innovador. Hablemos que Deutsch, Easton, Dahl, Almond, repre-sentan la gran politologia estadounidense de formacion autoctona,pero no tienen ninguna versatilidad hacia los mimeros y estadfsti-

    21 Me limito al nucleo de derivacion y extraccion intradiscipIinario. Loseconomistas (desde Buchanan y Tullock a Hirschman, por ultimo, Man-cur Olson), los matematicos de la teoria de los juegos, as! como losfilosofos (con Rawls como jefe de bancada) que llegan a la politica desdeotras disciplinas, obviamente no estan incluidos en mi discurso. Tambiendebo precisar que en la ciencia politica yo incluyo la teoria politica en-dogena (esa teoria que cada disciplina desarrolla en su interior), perono la teoria politica exogena, importada a la fuerza desde otras discipli-nas. Si admitirnos las importacion entonces estamos huyendo el problema.

    2 2 Me refiero a A Framework for Political Analysis y Systems Analysisof Political Life, pubIicados ambos en 1965.El volumen de 1953, "Thepolitical System", que ha sido el de mayor exito, es de calidad inferior.2 3 Como se entiende, no logro atribuir el insuceso de Easton (como Pasqui-no, ver nota 11) en haber hasta logrado "el punto mas alto de la autono-mia de 10 politico". Si asi fuese, entonces en Easton todo deberfa ser"withinput", y en Ia realidad no es asi, el sistema politico eastoniano re-coge y procesa cualquier "input".

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    cas y, son y no son behaviouristas a ultranza. Deutsch publico envez el Yale Political Data Program; pero nace en Checoslovachia,proviene de la Sudetenland, y realiza todos sus estudios universita-rios en Praga, que deja en 1938 para ir a Harvard. En 1942, en elMassachusetts Institute of Technology, hace amistad con NobertWiener (nacido en America pero educado en Cambridge y en Go-tinga) el cual ejercio -escribe Deutsch- "una profunda influenciaen mi pensamiento";" 10 que se nota, ya que su libro mas impor-tante es una teoria cibernetica de la politica: The Nervers of Go-vernment (1963). Deutsch es entonces el cuantitativista del grupo;pero es el menos americano, y seguramente trae consigo, llegando alos Estados Unidos, una rica y poliedrica cultura europea que nuncaabandonara, Su erudicion es proverbial asi como su memoria. Por1 0 tanto Deutsch no demuestra cuanto puede hacer un cuantitati-vista con sus propias piernas.

    Los autores apenas recordados son, se podria decir, los ultimosen su especie. lComo es posible? Mi explicacion (la mejor que soycapaz de escoger) es que los primeros "especialistas" no son nuncacompletamente especialistas. La generacion que hoy en dia ha su-perado los sesenta procede todavia de un ambito cultural pre-espe-cializado. Los maestros de la generacion de Dahl (el mas joven delos recordados arriba) llegaron al estudio de la politica desde otrasareas, enriquecidos por aportes halogenos." Las generaciones su-cesivas son siempre en vez mas una incubacion endogena, es decirnacida de la especializacion, en una especializacion siempre masestrecha y, peor todavia (sobre todo en los Estados Unidos}, en unespecialismo en el cual la transmision del saber se ha atascado. Seha atascado si todavia no se ha roto, un poco por el auto engafiodel acumulo, un poco gracias al nuevitismo, un poco por culpa delestipulativismo (que desgarra el instrumento lingiiistico), y sobretodo, porque es llevado desde un cuantitativismo librado en el va-do. A esto hay que agregar, en su origen, un progresivo debilita-miento debido a diversos factores, de la escuela pre-universitaria.

    Cualquier saber (conocimiento) es y debe ser rae ional, es decirdesarrollado y organizado razonando. La capacidad razonante noes condicion suficiente de adquisicion del nuevo saber, pero siguesiendo condicion necesaria. Quien desarrolla un argumento llenode "non sequitir", de vicios logicos, de palabras indefinidas 0ambi-

    24 En A Generation of Political Thought, op. cit., p. 326.25 E1 mas americano de dichos maestros fue Merriam, a1rededor del eualse desarrollo la escue1a de Chicago, 10 que no quita que su Political Po-wer (193 4 ) fuese, culturalmente, de derivacion a1emana. Arthur Bentley,fue realmente autor de cultura poliedrica (por un 1ado filosofo, por otromatematico, ademas de estar influenciado por Simmel). De todas for-mas, The Process of Government (1908) tuvo poqufsima inf1uencia hastaque fue relanzado por David Truman con The Governmental Process de1 9 5 1 .

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    guas, no produce ni tampoco transmite saber: 1 0 arruina. No digocon esto que para hacer bien hay que estudiar logica, pero observoque una formacion logica estaba indirectamente incluida cuando enel colegio los jovenes debian realmente estudiar el griego, el Iatin,sobre filosoffa, y en general sobre los "clasicos". Desde despues dela Segunda Guerra Mundial en adelante el colegio "disciplina",siempre menos en las disciplinas formativas, no ensefia a escribiry todavia menos a pensar. Ahora, mas encima que estan llegandolos computadores a clases, los quinceafieros pierden 0 perderantambien el control de la mana y de los dedos (la mana prensil delhomo no solamente faber sino tarnbien sapiens) a favor de la pura"digitacion". Dentro de poco descubriremos que los jovenes no tie-nen la necesidad de ejercitar la memoria 0 de recordar: total, todoesta ya memorizado en la maquina, Posibilidades futuras aparte, ymanteniendonos en el punto, en los ultimos decenios las universi-dades han acogido jovenes siempre menos y siempre mas mal en-trenados a pensar, a pensar Iogicamente, a razonar segun las reglasde la racionalidad. Esa logica que hasta todos los afios treinta veniaindirectamente incluida en la Paideia, hoy en dia debiera de serensefiada, debiera de ser presentada explicitamente. Pero no vieneensefiada bajo ninguna forma, ni en la universidad. Peor todavia,en las ciencias sociales la logica ha desaparecido, 0casi, hasta en lasensefianzas que se declaran de "rnetodologia", es decir del metododel logos. La industria cultural pone en el mercado cantidades detextos que se dcclaran de metodologia pero que se ocupan en reali-dad, de tecnicas de investigaci6n y de tratamiento estadistico de losdatos. En la asi Hamada y maldecida metodologia la estadisticaengloba logos y logica. Y entonces, lcomo impresionarse si sus gran-des ya no existen, y como impresionarse, paralelamente, de la me-diocratizacion de la disciplina en su conjunto?

    Decia antes quedesde el behaviourismo entramos a pasos de gi-gante en la cuantificacion," y que el computador llego, para lasciencias sociales demasiado pronto. Quisiera concluir sobre estosdos puntos, que se enlazan aunque sean netamentes distintos. EIdicho que tienen los enemigos a ultranza hacia los numeros es:"quis incipit numerare incipit errare": quien empieza a contar em-pieza a errar. En el otro extremo esta el dicho del economista FrankKingth: "Si noestamos capacitados para medir algo, hagamoslo,es decir midamoslo de todas formas", Lord Kelvin, quien era unfisico, era menos imprudente, y dijo: "Si no 1 0 puedes medir, si no1 0 puedes expresar en numeros, tu saber es modesto e insatisfacto-rio". Le contesto el economista Jacob Viner: "Cuando 1 0 puedes26 La mejor confirmaci6n de estos pasos de gigantes esta en la rapida trans-formaci6n de la American Political Review, por mas de un decenio, enuna revista casi monopolizada por articulos basados en capacidad estadfstico-cuantitativa.

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    rnedir, cuando 1 0 puedes expresar en nurneros, tu saber sigue siendomodesto e insatisfactorio", (,Como resistir a la tentacion de entraren este torneo de parafrases? Propongo una variante: "aunque 1 0puedas medir, si no sabes 1 0 que mides y por que, tu saber siguesiendo insatisfactorio"." En resumidas cuentas: (_cmintos de quecosas?Cuando preguntamos "(,que es?" es obvio que estamos usandopalabras, no numeros. Por 1 0 tanto la pregunta es "(,cuanto de quecosa?", Llama la atencion el hecho que la mayor parte del saberde las ciencias sociales venga expresado en lenguaje natural, cuali-tativo y no cuantitativo. Esto nos obliga a reflexionar sobre el esta-do del lenguaje y sobre la importancia del instrumento lingiiistico.Siempre he dicho, hasta el cansancio, que sin un lenguaje preciso-relativamente precisado y definido- no se da ni ciencia ni cono-cimiento. Y no voy a repetir cuanto el estado dellenguaje es hoy endia, en las ciencias blandas, mas que blando.

    El punto es que en estas condiciones el encuentro de las cien-cias sociales con el computador no puede mas que ser desastroso.Entre seres humanos todavia es posible llegar a un entendimiento(queriendolo) sin precision en el Ienguaje, pero entre el ser humanoy la maquina no. Es mas, al computador no le basta una precisionrelativa: requiere de una precision absoluta. Lo absurdo 0 10 ironi-co de nuestro tiempo es que mientras mas entramos en la era de loscerebros artificiales y de la informatica, menos nos hemos dadocuenta, en 1 0 relativo a las ciencias del hombre, del imperativo lin-giiistico, El computador si bien es hoy un millen de veces mas ra-pido que la mente hurnana, sigue siendo una maquina un millen deveces mas estupida que la mente humana. El computador simple-mente obedece a las instrucciones que recibe. Para el computadorno existe, no puede haber nada que tenga una segunda intenci6n,nada de intuitivo, nada que sea obvio (sin necesidad de decirlo). Loque indica que no pcrmite el saber no expresado, no se ayuda de susconocimientos anteriores, del "saber personal", y no puede automa-ticamente adaptar (como hace en cada instante el "homo loquax")las palabras al contexto en el cual se usan. Si las instrucciones no1 0 explicitan, el ordenador no hace ninguna diferencia entre "pe-rro", animal domestico, y "perro", constelacion, entre "bueno" ensabor y "bueno" en etica, Con referencia al meticulosismo, siste-matico requerimiento de la rnaquina, mi antigua insistencia sobrelas definiciones es un ejercicio que sirve apenas para las preparato-rias. Sin embargo, mis jovenes colegas expertos en estadistica, detodo esto parecieran no darse cuenta. En tanto que elIos duermen,[Kinlax trabaja! Por Ia manana se encuentran Iisto un kilo 0dos

    27 Obtuve las citaciones de Knight, Kelvin y Viner de Merton et al., "TheKelvin Dictum and Social Science", Journal of the History of the Beha-vioral Sciences, Octubre 1984,pp. 319-31.

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    de listados que tienen que ser leidos con las tijeras en las manos,sobre todo con el fin de ver cuando y cuanto tienen que cortaro Ouees 1 0 que sucedio en la "caja negra" durante la noche no 1 0 saben,no pueden (aunque quisieran) saberIo, y de todas formas poco im-porta. Asi, y con estos andares, la vociferada era de la informaticaarriesga cada dia mas transformarse en la era de la desinformacion,de pseudodatos y pseudoagregados que cada dia mas nos inundany ahogan sin que nadie este mas en grado de reordenarlos y contro-larIos. Lo repito, el computador ha llegado para nosotros demasiadopronto, y en el encuentro entre hombre y maquina esta vez es elhombre quien queda triturado.

    iExagero? Esta vez 1 0 admito sin duda: si, estoy exagerando.Pero sin exageraciones las campanillas de alarma no se sienten. Yasi como a veces la campanilla se escucha, asi tambien estoy dis-puesto a reconvertirme desde el pesimismo al optimismo. De 1 0que si estoy convencido es que la parte mas grande de la cienciapolitica (la que yeo y vivo en los Estados Unidos) no va, en losultimos diez a quince afios, mejor sino peor. Y permanezco de igualmodo convencido que no se necesitaria de mucho para remediar.Bastaria con darse cuenta que la debilidad nuestra hoy en dia estaen nucstras piernas metodologicas. Y para enderezarIas bastariacon preocuparse, bastaria con darse cuenta del problema. No senos pide descubrir la piedra filosofal 0 el elixir de la vida eterna. Senecesitaria solamente que el entrenamiento del politologo (y delsociologo) sepa y reaccione a los vacios producidos por los descon-certantes cambios de los ultimos decenios. Tambien el crecimientoproduce descompensacion: hemos crecido, ahora debemos compen-sar. La logica existe, estudiemosla. EI lenguaje no debe de serinventado, mejoremoslo tomando conciencia de el, Existe un meto-do que se encuentra en los origenes de las tecnicas estadfsticas,desenterremoslo. Hablo de casas que se encuentran al alcance denuestras manos. Basta con que las manos no vengan atrofiadas conla digitacion, que sigan siendo prensiles y que sepan agarrar.