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CAPÍTULO 3 LEGADO DEL MUNDO ANTIGUO: GRECIA Legado más relevante de Grecia: la democracia ateniense dentro del contexto de la historia de Grecia. OBJETIVOS ESPECIFICOS: Al terminar el capítulo el estudiante serpa capaz de: 1. Ubicar la región natural del Ática y la ciudad de Atenas en un mapa de Grecia antigua. 2. Citar los organismos político-administrativos de las áreas culturales de Grecia. 3. Enunciar los períodos cumplidos por Atenas en su proceso hacía la democracia. 4. Explicar la labor cumplida por Clístenes y por Pericles en el establecimiento del sistema democrático de Atenas. 5. Comparar mediante una síntesis el sistema democrático ateniense con nuestra forma de gobierno. SINTESIS GEOGRAFÏA DE GRECIA Ubicada al S.E. de Europa, consta de la Grecia Continental, la Peninsular, la Insular y la Asiática. El clima y la vegetación son mediterráneos. El terreno es predominantemente montañoso, hecho por el cual imperó la distribución por pequeñas regiones y ciudades-estados. AREAS CULTURALES Comprende Grecia las culturas Cretenses, Micénica, Jónica, Espartana y Ateniense. En todas hay asambleas populares. En todas hay consejos asesores. En Creta el máximo gobernante era el Minos. En Esparta hubo una diarquía moderada por los éforos, la gerusía y la apella. Su constitución fue obra de Licurgo. La democracia ateniense fue la más trascendente. En Atenas se llega a la democracia por etapas: monarquía, oligarquía nobiliaria y plutocrática y tiranía. Dracón dio las leyes escritas. Son importantes Solón, Clístenes y Pericles en el proceso de democratización.

03 Legado Mundo Antiguo Grecia

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CAPÍTULO 3

LEGADO DEL MUNDO ANTIGUO: GRECIA

Legado más relevante de Grecia: la democracia ateniense dentro del contexto de la historia de Grecia.

OBJETIVOS ESPECIFICOS: Al terminar el capítulo el estudiante serpa capaz de: 1. Ubicar la región natural del Ática y la ciudad de Atenas en un mapa de Grecia antigua. 2. Citar los organismos político-administrativos de las áreas culturales de Grecia. 3. Enunciar los períodos cumplidos por Atenas en su proceso hacía la democracia. 4. Explicar la labor cumplida por Clístenes y por Pericles en el establecimiento del sistema democrático de Atenas. 5. Comparar mediante una síntesis el sistema democrático ateniense con nuestra forma de gobierno.

SINTESIS GEOGRAFÏA DE GRECIA Ubicada al S.E. de Europa, consta de la Grecia Continental, la Peninsular, la Insular y la Asiática. El clima y la vegetación son mediterráneos. El terreno es predominantemente montañoso, hecho por el cual imperó la distribución por pequeñas regiones y ciudades-estados. AREAS CULTURALES Comprende Grecia las culturas Cretenses, Micénica, Jónica, Espartana y Ateniense. En todas hay asambleas populares. En todas hay consejos asesores. En Creta el máximo gobernante era el Minos. En Esparta hubo una diarquía moderada por los éforos, la gerusía y la apella. Su constitución fue obra de Licurgo. La democracia ateniense fue la más trascendente. En Atenas se llega a la democracia por etapas: monarquía, oligarquía nobiliaria y plutocrática y tiranía. Dracón dio las leyes escritas. Son importantes Solón, Clístenes y Pericles en el proceso de democratización.

La educación espartana fue militarizada, la ateniense se ocupó tanto de lo físico como de lo espiritual.

I. Condiciones del Ambiente Geográfico de Grecia.

Grecia está situada en el sureste de Europa, limitada por los Balcanes al norte, el Mediterráneo al sur, Asia Menor al este y el mar Jónico al oeste. El clima que allí impera es el mediterráneo, con largos y templados veranos. Este clima varía un tanto debido a la conformación del terreno, que da por resultado numerosas regiones naturales. La vegetación es igualmente mediterránea. Nótase la presencia de los tres productos básicos: trigo, vid y olivo. La vid, especialmente, crece casi sin necesidad de intervención humana. Grecia comprende cuatro grandes zonas: Grecia Continental, Grecia Peninsular o Peloponeso, Grecia Insular o Egeida y Grecia Asiática. Todas estas zonas se caracterizan por estar surcadas por líneas orográficas que, en el caso de de Grecia Continental y Peninsular, las dividen en regiones naturales aisladas, muchas de ellas comunicadas sólo por el mar. Entre estas montañas son importantes: el Olimpo, que los griegos consideraban como la morada de los dioses, al norte de Grecia Continental; el Parnaso, en Focidia (Grecia Continental); el Pentélico, en el Ática (Grecia Continental); el Parnón y el Taigeto, en Laconia (Grecia Peninsular). Los ríos son cortos y torrentosos, debido a la accidentada topografía. Entre los mismos cuentan el Cefisos al norte de Focidia y Ática y el Eurotas en Laconia. La Grecia Continental está separada del Peloponeso por el istmo (hoy canal) de Corinto. Las pequeñas regiones naturales más importantes fueron Ática, en Grecia Continental, donde floreció la ciudad de Atenas; Laconia, en la Grecia Peninsular, cuya ciudad principal fue Esparta, y Tróade, en la Grecia Asiática, sede de la ciudad de Troya. La Egeida o Grecia Insular tiene como islas importantes Creta, sede de la Civilización Cretense, Eubea y Delos, que fue capital de la Liga de o Confederación del mismo nombre. La Egeida está dividida en dos archipiélagos: Las Cícladas en el oeste, y las Espóradas, en el este, frente a la Grecia Asiática. El nombre de Egeida se debe a que está ubicada en el mar Egeo.

Como consecuencia de sus características geográficas, la vida de Grecia se desarrolló en función de ciudades-estados, es decir, unidades urbanas de vida propia en lo político administrativo, social, económico y cultural. De esas ciudades-estados las más importantes fueron Atenas y Esparta. No se puede hablar de una Grecia unida como nación en la antigüedad. Se habla de ciudades-estados. Sin embargo, los griegos formaron una unidad no tan sólo en Grecia sino en todo el Mediterráneo, donde fundaron colonias. Esa tendencia a formar unidad es lo que en ellos se llama panhelenismo (de pan: todo y heleno: griego). Formaron igualmente confederaciones de ciudades con fines de cooperación y defensa, como la Liga de Delos, guiada por Atenas: la Liga del Peloponeso, que tuvo por ciudad hegemónica o controladora a Esparta, entre otras.

II. Las Áreas Culturales de Grecia. En el ámbito de Grecia surgieron áreas culturales con características propias. Ellas fueron: a) La Cultura Cretense, con sede en Creta y con influencia sobre las islas del mar Egeo. Tuvo por ciudad principal a Cnosos. Formó una talasocracia o imperio marítimo. Se distinguió de las culturas de la zona porque (de acuerdo con los restos arqueológicos que sobre ella existen) sus habitantes llevaron una vida de lujo y gran comunidad. Se cree que su gobierno estuvo en manos de una especia de rey llamado Minos, un consejo de nobles y una asamblea popular. Los cretenses desarrollaron la arquitectura, la pintura y la cerámica, lo mismo que la orfebrería. Se calcula que el florecimiento de esta cultura fue, aproximadamente, hacia el siglo XVII a. C.

Pintura hallada en el Palacio de Cnosos.

b) La Cultura Micénica, con sede en la península de Argólida (Peloponeso) y con Micenas como ciudad principal, en calidad de ciudad-estado. Su gobierno tuvo un rey, un consejo asesor, y una asamblea popular. Fueron también ciudades-estados importantes: Tirinto y Argos. Tuvo vigencia la Cultura Micénica entre los siglos XVIII y XII a. C. c) La Cultura Jónica con asiento en la región de Jonia, en la Grecia Asiática, entre las regiones de Eolia y Dórida. Tuvo numerosas ciudades-estados, entre las cuales cuentan Éfeso, Mileto, Esmirna, Samos y Quíos, patrias de grandes representantes de la cultura griega como Tales, Heráclito, Pitágoras y Homero. La cultura de los jonios fue de notable brillo. Son importantes sus aportes en literatura, filosofía, historia y arte. Influyó grandemente esta cultura en la Grecia europea (es decir, la Peninsular y Continental). Cada ciudad-estado tenía como gobernantes a un rey, un consejo asesor y una asamblea popular.

d) La cultura Espartana, que tuvo como figura a Licurgo, creador de su constitución. Si bien no se conoce con precisión la vida de Licurgo, sí se sintió su obra a partir del siglo VIII a. C. Esparta floreció en la región natural de Laconia, en el Peloponeso, e influyó sobre toda la península. La constitución de Licurgo estableció la organización del gobierno, las clases sociales y la educación. El gobierno estuvo repartido así: dos reyes, un consejo de cinco asesores llamados éforos, una especia de congreso de 28 ancianos llamado Gerusía, y una asamblea popular denominada Apella. El sistema de gobierno fue, por lo tanto, una diarquía moderada por los asesores y las asambleas.

Guerrero Espartano

Licurgo distribuyó las clases sociales según la mayor o menor resistencia que los antiguos habitantes de laconia (aqueos) presentaron a los invasores a los cuales él pertenecía (dorios). Así: la primera clase fue la de los espartanos o iguales, que eran los dorios triunfantes en la invasión. Sólo ellos podían gobernar. La segunda clase fue la de los periecos, que vivían en las zonas montañosas de Laconia con ciertas libertades. La tercera y última clase la formaban los ilotas, que vivían en calidad de siervos de los espartanos. Los ilotas habían resistido mucho a la invasión y los espartanos poco. La educación, según la constitución de Licurgo, era eminentemente militarista. El niño pasaba a cargo del Estado a partir de los siete años y se educaba en común con los demás niños en instituciones parecidas a los cuarteles de hoy. Esa educación tenía como finalidad primordial la preparación para la guerra.

e) La Cultura Ateniense, que floreció en la región del Ática, en la Grecia Continental. Su influencia se sintió en toda Grecia y alcanza hasta nuestros días por sus diferentes aportes en arte, literatura, filosofía y, especialmente, por ser la cultura creadora de la democracia. Por esta razón merece que se le trate en forma destacada.

III. La Democracia Ateniense

La democracia se estableció en Atenas después de un largo proceso que cuentan los siguientes períodos: la monarquía, la Oligarquía Nobiliaria, la Dictadura de Dracón, la Oligarquía Plutocrática con Solón, la Tiranía con Pisistrato y luego con sus seguidores, la Democracia con Clístenes y finalmente la llamada Democracia Imperialista de Pericles. Veamos cada uno de esos períodos en los aspectos político-administrativo y social:

Reconstrucción Acrópolis de Atenas

LOS PRIMEROS TIEMPOS DE ATENAS

a) Organización política: la Monarquía

Como todas las ciudades-estados griegas, en los comienzos de su historia tuvo Atenas un rey con carácter hereditario, con una asamblea asesora formada por nobles, descendientes de los primeros pobladores.

b) Organización social Los grupos sociales se distribuían, según los bienes que poseían, así:

1° Eupátridas, eran nobles, habitaban la ciudad, tenían grandes posesiones. Eran los únicos que tenían derecho a pertenecer al gobierno. Descendían de los pobladores iniciales de Atenas. 2° Demiurgos: habitantes de la ciudad dedicados al comercio, la artesanía y oficios inferiores. 3° Georgoi: campesinos. A estos grupos se agregaban gente sin oficio, los extranjeros y los esclavos (prisioneros de guerra o deudores) LA OLIGARQUÍA NOBILIARIA Es la segunda forma de gobierno en el proceso de Atenas hacia la democracia. Su nombre se debe a que el gobierno estaba en manos de un grupo de nobles (los Eupátridas). La política era regida por dos asambleas: a) El arcontado, que sustituye al Rey y lo coloca como uno entre sus miembros. Estos eran nueve: el Arconte-Rey, encargado de la religión; el Arconte-Polemarca, del ejército; el Arconte-Epónimo, encargado del aspecto civil y seis Arcontes-Tesmotetes, con funciones judiciales. b) El Areópago, antiguo Consejo de Nobles en la Monarquía, tenía miembros vitalicios que habían sido antes arcontes. Sus funciones eran múltiples: todas las que no correspondían al Arcontado. LAS LEYES DRACÓN (621 a. C.) El abuso por parte de los Eupátridas al tomarse para sí las riendas del Estado trajo como consecuencia una verdadera lucha social. Las demás clases pedían más garantías para con ellas. De allí resultaban las reformas de Dracón, miembro del Arcontado, quien logró la aprobación de leyes escritas que habían de sustituir a las consuetudinarias. Estas leyes no tuvieron mayor importancia en su contenido, pero el solo hecho de ser escritas contribuyó a la disminución de los abusos por parte de la nobleza. Eran leyes demasiado severas, imponían la pena de muerte para la mayoría de los delitos. LAS REFORMAS DE SOLÓN: la Oligarquía Plutocrática (594 a. C.) Hacia principios del siglo VI a. C., unos treinta años después de las reformas de Dracón, llegó al poder Solón como miembro del arcontado. La tensa situación existente frente al predominio continuado de los eupátridas hizo que todos los atenienses convinieran en dar poderes dictatoriales a este legislador para que creara una organización gubernamental y social que acabara con la oligarquía nobiliaria, la cual era una verdadera tiranía. De las reformas de Solón resultó un tipo de gobierno nuevo: la Oligarquía Plutocrática o gobierno de los adinerados.

La legislación de Solón protegió igualmente a las clases bajas. Puede dividirse en reforma social y reforma política.

a) En lo político: El gobierno estuvo organizado así: 1° El Arcontado fue cambiado en cuanto a las funciones de los tesmotetes, quienes asesoraban a los tres arcontes principales. 2° El Aerópago solo cumplía funciones judiciales. 3° El Senado o Consejo de los Cuatrocientos era una nueva asamblea encargada de hacer proyectos de leyes que eran presentadas a la Asamblea Popular. Sus miembros debían ser escogidos entre las tres primeras clases. Esta asamblea se llamó también la Boulé. 4° La Asamblea Popular o Ecclesía la formaban todos los atenienses mayores de veinte años. Se encargaban de aprobar o rechazar los proyectos de ley hechos por el Consejo de los Cuatrocientos y elegían a los arcontes y a los miembros del mismo Consejo. 5° El Tribunal Popular de la Heliea era un organismo encargado de juzgar los delitos comunes; lo formaban numerosos miembros escogidos entre las tres primeras clases.

b) En lo social: Dividió al pueblo en cuatro clases sociales según la riqueza así: la primera la formaban los más adinerados; la segunda y tercera eran clases medias y la cuarta era la clase de los pobres (1). La primera clase tenía plenos derechos. La cuarta solo podía pertenecer a la Ecclesía; las otras dos no se diferenciaban en cuanto a derechos de ocupar puestos en el gobierno: a ambas les estaba vedado pertenecer al Arcontado y al Aerópago; en cuanto al servicio militar, los de la segunda clase servían en el ejército de a caballo y los de la tercera como soldados de infantería. Solón abolió la esclavitud por deuda, de tal forma que, aparte de estas cuatro clases, había esclavos prisioneros de guerra y los extranjeros. Otra reforma consistió en la abolición del derecho de sucesión por mayorazgo, con lo cual logró que las tierras estuvieran en muchas manos y no fueran privilegio de unos pocos, puesto que a la muerte del padre, antes de las reformas, todo pasaba al hijo mayor. (1) Los nombres propios eran, sucesivamente, pentakosiomedimnoi, hippeis o caballeros, zeugites u oplitas y tetes (W. G. Forrest: “La Democracia Griega”, Ed. Guadarrama, Madrid, 1966, p 22).

LA TIRANÍA: Pisístrato (561 a. C. al 528 a. C.) La oligarquía establecida por Solón no fue del agrado general, pese a que sus leyes sociales protegieron al pueblo. Por esta inconformidad, siguiendo un proceso similar al de las demás ciudades griegas, con excepción de Esparta, se cayó en Atenas en la tiranía: líderes de partidos tomaron el poder por la fuerza y mandaron sin límite de tiempo. Uno de estos tiranos fue Pisístrato, quien, a pesar de mandar con mano fuerte, tuvo una actuación brillante en cuanto a la protección de la cultura: la influencia de Jonia se dejó sentir mucho durante su gobierno y en la misma época fueron recogidos y escritos los poemas homéricos. Sus sucesores no se comportaron en igual forma, el pueblo sintió más el peso del gobierno personal y, después de las consiguientes luchas, dio el poder a un noble amante de ese mismo pueblo para que creara una constitución con mayores garantías de libertad; de allí resultaron las reformas democráticas de Clístenes, ese noble.

Solón Clístenes LAS REFORMAS DE CLÍSTENES (508 a. C.) a) En lo social Clístenes empezó por abolir las clases sociales, quedó Atenas repartida solo en ciudadanos atenienses, extranjeros y esclavos. Los ciudadanos atenienses fueron distribuidos en diez tribus para mejor ejercicio de la democracia; las diez tribus se agrupaban a su vez en cien comarcas del Estado llamados demos. b) En lo político La democracia o “gobierno del pueblo por el pueblo” creación de Clístenes, se manifestó por la existencia de leyes iguales para todos los ciudadanos atenienses y por la presencia de numerosos funcionarios gubernamentales, cargos que podía ejercer cualquier ateniense. Su sistema se ha llamado decimal por distribuirse el gobierno de acuerdo con el número diez. Los organismos del estado son:

1° El Arcontado, especie de Consejo de Estado con diez miembros. Estos, con funciones ejecutivas bien definidas, son parecidos a los gobiernos de las republicas actuales. A los nueve arcontes tradicionales se agregó el Arconte-

ecretario.

diez generales del ejercito que eran presididos por el rconte-Polemarca.

° El Aerópago, tribunal supremo integrado por diez jueces.

onjunto de cien gobernantes encargados cada uno del ando de un demo.

e acer proyectos de leyes que debían ser presentados a la Asamblea Popular.

ctos de ley que debían de discutirse más tarde en la samblea Popular.

la Boulé. La rmaban todos los ciudadanos atenienses mayores de 20 años.

mil jueces, ncargados de dar su opinión sobre los delitos de trascendencia.

e Atenas hasta por diez años a s políticos sospechosos de caer en ese vicio.

L IMPERIALISMO ATENIENSE. SIGLO DE PERICLES (S. V a. C.)

do Ateniense. Era el apogeo de tenas; durante el –siglo V- mandó Pericles.

S 2° Los Estrategas, A 3 4° Los Demarcas, cm 5° La Boulé o Consejo de los Quinientos, especia de congreso encargado dh 6° La Asamblea de los Demos, en número de cien, que ventilaban los problemas o proyeA 7° La Asamblea Popular o Ecclesía, organismo encargado de discutir los proyectos de ley y de grandes decisiones presentados por fo 8° El Gran Tribunal de la Heliea, formado por unos cincoe Para evitar la vuelta de la tiranía, Clístenes estableció la Ley del Ostracismo, sistema por el cual la Ecclesía podía expulsar dlo E Durante la vigencia de la democracia en Atenas, el pueblo griego se vio envuelto en guerras con el Imperio Persa: las Guerras Médicas. Empezaron por el ataque de los medopersas a las colonias de Asia Menor (Grecia Asiática) y siguieron con la unión de los griegos para la defensa. De la guerra resultó la Liga de Delos, confederación de ciudades ideada por Atenas, que tenía su asiento en la isla de Delos. El provecho lo sacó Atenas, pues transformará la Confederación en un verdadero Imperio Ateniense al final del conflicto, aprovechando el triunfo helénico. Las ciudades confederadas –ciudades marítimas- pasarán a ser súbditos del EstaA

Pericles

Pericles fue solamente un estratega reelegido por la Asamblea Popular hasta su muerte, pero desde su puesto poco trascendente logró influir con ideas en las dos asambleas deliberantes: la Boulé y la Ecclesía. La importancia de la democracia, la economía y la cultura durante su gobierno hacen que a ese siglo V a. C. se le llame el Siglo de Pericles. Su labor se puede resumir así: 1° Consolidó el sistema democrático al poner vigencia una serie de medidas, entre ellas: a) El derecho a pertenecer al gobierno y ejercer cargos remunerados del que gozaban todos los atenienses; entre esos cargos se incluía la asistencia a las deliberaciones de la Asamblea Popular. b) La limitación de las funciones gubernamentales a un año. c) La vigencia en todo momento de la soberanía popular, eliminándose así todo intento de tiranía, ya que para proteger dicho derecho se continuó aplicando la ley del Ostracismo. 2° Protegió al pueblo creando las cleruquías, especie de aldeas fuera de Atenas en donde vivían los atenienses que carecían de tierras y empleos en la propia ciudad, los cuales encontraron allí sin privárseles de los derechos que tenían como ciudadanos atenienses. LA EDUCACION ATENIENSE A diferencia de la espartana, la educación en Atenas estaba encaminada tanto a la formación física como espiritual y la responsabilidad correspondía a la vez al Estado y a la familia. Alrededor de los siete años pasaba el niño al cuidado de un esclavo culto (el “pedagogo”) que se ocupaba de enseñarle buenos modales, de vigilar su comportamiento y de llevarlo a escuela. En la escuela aprendían lectura, escritura, cálculo, poesía (a recitar de memoria trozos de las obras de Homero) y música (a cantar y tocar instrumentos

musicales como la flauta y la cítara). En el gimnasio seguía un curso de educación física y deportes (lucha, saltos, carreras de resistencia de conducción de carros, equitación, lanzamiento del disco y de la jabalina). La educación militar se cumplía entre los 18 y los 20 años. Allí se preparaba al individuo para la guerra. La educación era eminentemente masculina. La niña estaba al cuidado de la madre hasta que se casaba. En el hogar solo aprendía a hilar, tejer y coser. El ciudadano ateniense, se dedicaba únicamente al cumplimiento de sus deberes políticos y el proceso cultural. El trabajo era para los esclavos.

PROCESO POLÍTICO Y SOCIAL DE ATENAS

PERÍODOS PERSONAJES

REPRESENTATIVOS ORGANIZACIÓN POLÍTICA ORGANIZACIÓN SOCIAL

Monarquía

Rey Consejo de Nobles

Oligarquía Nobiliaria

Arcontado (9miembros) Aerópago (9miembros)

Dictadura

Dracón

Dictadura (Se hacen leyes escritas)

Eupatridas Demiurgos Georgoi Esclavos

Oligarquía

Plutocrática

Solón

Arcontado (9) Aerópago (9) Boulé(400) Asamblea Popular (Ecclesía) Tribunal de la Heliea

Tiranía

Pisístrato

Tirano

1° Ricos 2° y 3° Clase Media 4° Pobres y extranjeros Esclavos No hay esclavitud por deudas (No hay mayorazgos)

Democracia

Clístenes

Arcontado (10) Aerópago (10) Estrategas (10) Asamblea de los Demos (100) Demarcas (100) Boulé (500) Heliea (5000 jueces) Ley del ostracismo

Igualdad social de los atenienses Extranjeros Esclavos División en Demos.

Democracia Imperialista

Pericles

Igual organización política que en Clístenes Cargos pagados Magistrados anuales Liga de Delos en poder de Atenas

Igual ordenamiento social que en Clístenes Creación de las Cleruquías

APENDICE I

Las principales manifestaciones de la cultura griega en el período clásico.

1. LITERATURA

a) Poesía Épica En Grecia, en especial en los primeros tiempos, fueron comunes los cantores de poesía populares llamados aedos. Ellos narraban la historia de los pueblos y la mezclaban con la leyenda. Homero, autor de la Ilíada y la Odisea, se cree que fue uno de esos aedos. En la Ilíada se describe la guerra de Ilíon o Troya; habla de la unión de los reyes de la Argólida contra Príamo, que lo era de Troya. Elena, Aquiles, Héctor son personajes de su obra. En la Odisea narra las aventuras de Ulises u Odiseo por el mar Egeo después de abandonar Troya. La presencia de héroes y las hazañas de los mismos, hacen que se cataloguen a sus obras entre las primeras de tipo épico o heroico.

b) Poesía Lírica Los juegos panhelénicos, que se celebraban en Olimpia, al sur de Elida, en honor de Zeus, fueron cantados por el poeta Píndaro en sus Himnos Triunfales. Este género literario se desarrolló en toda Grecia debido a las luchas sociales que llevaban hacia la democracia, así como la guerra entre ciudades, contra los persas o contra los macedonios. El primero de los oradores, por la fuerza de sus discusiones fue Demóstenes, que dejó dos series de piezas oratorias en contra de Filipo de Macedonia: las Filípicas y las Olentíanas (éstas con motivo de la toma de la colonia de Olinto por el invasor), además de los discursos sobre la Corona y sobre la Democracia. Se distinguieron también Isócrates. Pericles anterior a Demóstenes, y Arístides, ideador de la Liga de Delos en contra de los medopersas.

c) Teatro Las fiestas que anualmente se celebraban en honor de Dioniso, dios de las viñas, dieron pie para el desarrollo de la tragedia y la comedia en Atenas, representaciones que fueron corrientes, por otra parte, en toda Grecia. El teatro empezó por coros que cantaban poesías y siguió con la presencia de los demás actores. Estos usaban zapatos con planta alta y cubrían sus rostros con máscaras para hacer más grave la voz y mostrar la expresión que correspondía al personaje que cada uno representaba. Hubo cuatro nobles autores teatrales en Grecia: Esquilo, Sófocles y Eurípides, en la tragedia, y Aristófanes, en la comedia.

Los tres trágicos se diferencian en sus personajes: Esquilo usa dioses y héroes (éstos eran considerados como hijos de un dios y un ser humano). Sófocles tiene también personajes sobrenaturales pero hay ya hombres en sus obras. Eurípides tiene personajes totalmente humano. Los argumentos se diferencian igualmente en cuanto a su tendencia: la tragedia se marca más en las obras de los dos primeros que en las de Eurípides. Entre las tragedias de Esquilo cuentan: Las Coéforas, Las Suplicantes, las Euménides, Los Persas, Los Siete Contra Tebas, Prometeo Encadenado y Agamenón. De Sófocles: Electra, Antígona, Edipo Rey, Edipo en Colona, Ayante. De Eurípides: Ifigenia en Aulide, Ifigenia en Táuride, Alcestes, Medea. La humanización de los dioses se nota con más énfasis en Aristófanes, principal comediógrafo de Grecia. De allí nace el irrespeto a los mismos, que manifiesta el autor en sus obras, junto con la burla de la política, el arte y la filosofía de la época de Pericles. Sus obras más importantes son: La Asamblea de las Mujeres, Las Ranas, Las Nubes y Las Avispas. 2. LA HISTORIA Heródoto, considerado "padre de la Historia", escribió Los Nueve Libros de la Historia. El escenario fue el Cercano Oriente y el estilo totalmente narrativo. Mezcla hombres, dioses y héroes. Habla con igual naturalidad de lo mítico como de lo verosímil, de lo verdaderamente histórico. Por lo tanto, une en su obra la leyenda y la verdad. Aunque su tema central es la guerra entre persas y helenos, tiene abundancia digresiones y muchas veces dedica capítulos enteros a la geografía. Es él quien llama a Egipto un "don del Nilo". Tucídides, en oposición a Herodoto, eliminó lo ultraterreno como tema de su obra. La Guerra del Peloponeso. Su historia es genética, es decir, busca las causas de los hechos; y critica, no se conforma con narrar sino que juzga y se hace presente él en la obra. Jenofonte siguió el tipo de historia de Tucídides pero no igualó. Describió la expedición de Ciro en su Anábasis o Retirada de los Diez Mil. La "Ciropedia" y "Helénicas" son también obras suyas. 3. LA FILOSOFÍA En su origen, la Filosofía fue el "amor a la sabiduría" y más tarde la "sabiduría misma", de tal manera que los filósofos eran primero amantes del saber y luego sabios. Ello hace que entre los filósofos griegos no se encuentren especialistas: Aristóteles, por ejemplo, habla de botánica, política, moral, zoología, y es, junto con Sócrates y Platón, de ese trío de los que podría llamarse filósofos mayores de Grecia. Pero hay algo en ese grupo de sabios: es su interés por buscar respuestas al origen de las cosas. Los filósofos de Jonia, que fueron los primeros y además dejaron sentir su influencia sobre la Grecia propiamente dicha, se hicieron siempre esa pregunta: ¿Cuál es el origen de las cosas? Por lo tanto, empezaron por descartar la

creencia de los dioses. Entre los jonios son importantes: Tales de Mileto, Heráclito de Efeso, Demócrito de Abdera, Pitágoras de Samos, Anaximandro y Anaximenes de Míleto. El grupo Sócrates-Platón-Aristóteles y los filósofos restantes olvidan un tanto la pregunta anterior y se dedican a meditar sobre el hombre y su conducta. Los sofistas, maestros que iban de ciudad en ciudad dando conferencias, fueron criticados por Sócrates porque muchos de ellos se dedicaban a enseñar a discutir, sin agregar conocimientos. Sócrates, ateniense, se propuso moralizar a la juventud, enseñaría a pensar en sí misma y no conformarse con gozar de la prosperidad que Atenas tenía en la época de la democracia -siglo V a. C.- Les predicaba siempre la práctica de la virtud; usaba como método de enseñanza la discusión, llamada hoy pedagogía "método socrático". No escribió ninguna obra pero sus enseñanzas fueron recogidas por Platón su discípulo, en sus Diálogos, entre los cuales cuentan La Apología de Sócrates, que trata de la defensa que el filósofo hace de sí mismo en el Tribunal de los Heliastas confundiendo a su acusador Melito; y el Fedón, donde Platón describe la muerte de Sócrates, condenado a beber el veneno de la cicuta después de declarársele culpable de corromper a la juventud, no creer en los dioses de Grecia e introducir nuevas divinidades. Sócrates, sin embargo, creía en una superioridad infinita y en la inmortalidad del alma; lo demuestra en su conversación antes de morir. Platón no se conformó con predicar la dedicación al alma solamente, como lo hacía Sócrates, sino que consideró como puntos importantes al hombre y a la sociedad. No estuvo de acuerdo con la democracia porque, decía, ella pone el gobierno en manos de gente no capacitada para tal función. Su obra La República habla de un Estado ideal en que el poder está en manos de los sabios, de los filósofos. En cuanto al hombre en sí, decía que el mejor medio para conseguir la felicidad era ser dueño total de su propia vida y así, afirmaba, "mucho de lo que te domina podrás dominarlo tu". Además de La República escribió Las Leyes, y numerosos Diálogos, entre ellos, además de La Apología de Sócrates y Fedón, Timeo, Critias y Eutrifón. Aristóteles no era ateniense como Platón como Platón y Sócrates, sino de Estagira, ciudad de las costas macedónicas; pero enseñó en Atenas. Durante el reinado de Filipo fue a Pella, la capital de macedonia, a ser el maestro de Alejandro Magno. Aristóteles es filósofo metódico, que parece conformarse con lo existente en política y preferir la monarquía al estilo de la macedonia; además, es partidario de un mejor conocimiento de la vida, lo que le lleva a la investigación y al ordenamiento de lo ya existente. Aunque no entró a dar teorías políticas, estudió numerosas constituciones y escribió su obra La Política. Se dedicó igualmente al estudio del pensamiento del Hombre, sobre el cual escribió su Lógica. Estudió la Naturaleza y dejó numerosas obras sobre botánica y zoología.

APENDICE II

I. Macedonia y sus contrastes con Grecia. Macedonia está situada al norte del la Grecia Continental y de mar Egeo. La limita la Tesalia al sur, Peonía al norte, Tracia al este e Iliria al oeste. Para el

siglo V a. C. la salida al Egeo por el suroeste estaba obstaculizada en parte por la península de Calcídica, colonizada por los griegos. La capital era Pella, ciudad cercana al mar. Es diferente de las regiones griegas por su gran extensión, por dividirse en dos comarcas amplias, una montañosa al norte y otra llana al sur. El clima es también diferente al de Grecia: mediterráneo en las costas pero continental en el resto del país. La vegetación se nota por los tres productos mediterráneos en las regiones frente al mar, más la mayor producción de Macedonia era la vid. El interior, hacia las montañas, estaba cubierto de bosques. Fue habitada por los macedonios, grupo que se tiene entendido fue el resultado del mestizaje entre pelasgos y helenos. La lenga hablada en la corte el griego, pero el pueblo se entendía en macedonio, idioma no comprendido por los griegos. Esto fue causa de que la gente de Grecia no consideraba a los macedonios sus parientes y en su concepto fueran bárbaros, es decir, extranjeros. Por otra parte, era extendido por el sur como verdad el que los macedonios eran gente ruda, salvaje, sin visos de adelantos. Por ello no partirá de los helenos la iniciativa de establecer relaciones con aquellos pobladores del norte. La organización política de Macedonia fue una monarquía suave, con un rey sin gran poder, ya que los que sí tenían éste eran los nobles. Se parece mucho este tipo de gobierno al feudalismo de la Edad Media, que surgirá mucho más tarde en Europa, en el que el rey es sólo un mandatario nominal. Pero esta situación va a cambiar bastante con la presencia de Filipo II y Alejandro en el poder. Otra característica que distingue al Estado macedonio es la ausencia de esclavos en su sociedad. Esta es muy simple: nobles y pueblos. La amistad entre macedonios y griegos fue siempre deseada por los primeros, admiradores de la cultura de aquellos pueblos meridionales. Entre los reyes más preocupados por estas relaciones está Arquelao, que gobernó durante la última parte del siglo V a. C. Para lograr su objetivo trajo a Macedonia hombres cultos de Grecia, los que influyeron en forma notable en el Estado. La secuencia de los acontecimientos colocará en la Historia a Filipo II, que se impone sobre los helenos, y a Alejandro, que conquistará a Persia. La historia de Macedonia tiene en Filipo su primer gran gobernante, con miras mucho más amplias que las de sus predecesores. Filipo estuvo cautivo en Tebas, capital de Beocia, después de las guerras en las que se vio envuelta Macedonia. Allí conoció después de cerca a los griegos y a su tipo de gobierno. Nunca pensó que la democracia fuera el mejor sistema para gobernar un pueblo; en cambio, consideró como digna de imitación la organización de los ejércitos de Tebas, donde se destacaba ese cuerpo de infantería que llamaban "la falange". Su admiración por los griegos se hizo visible cuando, siendo ya rey de macedonia, pidió a Aristóteles que educara a su hijo Alejandro en función del saber helénico.

Los siguientes puntos pueden resumir la obra de Filipo II al frente del Estado macedonio: a) Imposición de la monarquía absoluta sobre la monarquía controlada por los nobles. Con ello consigue el mayor poder para sí. b) Seguridad de las fronteras por el norte, este y oeste, previo el dominio de los peonios, tracios e ilirios, que acostumbraban hacer numerosas incursiones por aquellos límites amenazando la seguridad del Estado. El éxito de este plan como el de los que siguen, se debe en gran parte a la creación de un ejército caracterizado por el número considerable de miembros, la técnica y la agilidad en el campo de batalla. Las falanges macedónicas llegaron a ser temidas por todos los enemigos. c) conquista de Grecia Continental. Los conocimientos de las numerosas tácticas de la política verdaderamente imperialista fueron demostrados por Filipo II en esta campaña. Pagó oradores nativos de Grecia para que en sus propias ciudades propagaran la idea de una Hélade unida y fuerte bajo el solo mando del gobernante del norte. Sembró el odio entre los propios estados griegos para evitar la organización de una alianza total contra su invasión. Propagó la idea de in dependencia de las colonias atenienses y después de lograda esta desmembración las tomó bajo su mando una a una. El ataque empezó por la Península de Calcídica. Logró la independencia de Olinto, instó a ésta a atacar a Petidea y Anfípolis y después dominó a la propia Olinto. Este ataque provocó la reacción en el sur. El odio a Filipo II fue despertado por Demóstenes con sus FIlípicas y Olintianas. El orador hacía ver a los griegos todos los planes de aquel gobernante y el peligro que implicaban los mismos. Pintaba al invasor como un "hombre que no sólo no es griego, ni en nada afín a los griegos, y ni siquiera bárbaro d un país respetable, sino un apartado macedonio que ni siquiera nos da un esclavo decoroso". El principal enemigo de Demóstenes en la propia Atenas fue el orador Isócrates, que por su parte se ocupa de hacer los elogios de Filipo.

Filipo II de Macedonia

Después de este éxito, Filipo reunió el Congreso de Corinto, en el que estuvieron representadas todas las ciudades-estados griegas con excepción de

Esparta. En aquella reunión se dio a Filipo el cargo de Generalísimo de los Ejércitos Helénicos y se aprobó su plan para la conquista del Imperio persa, como venganza por la invasión persa en las Guerras Médicas. Dicho plan lo habría de llevar a cabo Alejandro porque Filipo fue asesinado por un oficial de su propio ejército.

III. Alejandro Magno (336 al 323 a. C.)

Su obra conquistadora

Con apenas veinte años de edad pasa Alejandro a ocupar la primera magistratura de macedonia. COn política sistemática que raya al fin en la ambición desmedida por extender su imperio, llega a hacer de Macedonia la nación dominadora del mundo conocido. Su primera labor consistió en dominar a la propia Macedonia y a los griegos que estaban en su contra; aquellos por considerarlo un gobernante sin experiencia y por volver al antiguo gobierno monárquico nominal; y éstos por ver en él un obstáculo para su independencia, que creyeron haber detenido con la muerte de Filipo. Alejandro se comportó en forma dura con ciertos pueblos y fue justo con otros. A Tebas, por ejemplo, la hizo incendiar y a Atenas la perdonó. Una vez logrado este objetivo se decidió a poner en práctica el proyecto de su padre: la conquista del gran imperio de Darío III, emperador de los persas, la cual se realiza entre el 334 y el 324 a. C., y en cuyo desarrollo, a la par que aumenta el poderío macedónico, cambia la concepción que Alejandro tiene del poder: al fin será un gobernante déspota y exigente como los reyes orientales. La conquista del imperio persa fue relativamente fácil. La diferencia entre las dos partes estaba en favor de Alejandro: mientras Darío III llevaba un ejército lento, pesados carros de guerra, soldados apáticos ante la lucha, numerosas tiendas de campaña y hasta su propio harem, Alejandro economizaba tiempo para presentarse en los campos de batalla por tener las ligeras falanges macedónicas y soldados entusiasmados por sus arengas, buscadores de la victoria como único objetivo. Tres batallas se destacan en esta conquista: la del Gránico, en la región de la Troade, al norte de la Eolia, realizada en el 334 a. C., apenas comenzada la conquista, con la cual obtienen los macedonios el poderío total en Asia Menor, puesto que las huestes de Darío se retiraron a Siria; la de Isso, al este del golfo de Alejandreta, en la región septentrional de Fenicia, en el 333 a. C.; con esta victoria se retiró el ejército de Bario a Mesopotamia. La batalla de Isso puso a Alejandro en posesión de Siria, Fenicia y Palestina y había de ser completada por la toma de Tiro, que duró seis meses resistiendo al sitio. la tercera victoria fue la de Arbela (año 331 a. C.), llanura situada más allá del Tigris, por el este, con la cual fue fácil la conquista total de Mesopotamia; ya Alejandro tenía bajo su cetro al Egipto. El maltrecho ejército del emperador persa huyó a la Media. El resto de la conquista consistió en avances y fáciles expediciones de pueblos dominados por los persas. Las grandes ciudades -Sidón, Tiro, Jerusalén,

Menfis, babilonia, Susa, Persépolis, Pasargada, Ecbatana- pasaron a ser controladas por los macedonios. La ambición de los reyezuelos del imperio persa hizo desaparecer la figura de Darío III. La incapacidad del emperador para hacer frente con éxito al invasor macedónico fue el pretexto que tomaron los sátrapas, comandados por Besso, magistrado de Bactriana, para hacerlo prisionero. Impotentes, ellos también ante las rápidas fuerzas de Alejandro, huyeron hacia el sur del mar Caspio, y en la fuga dieron muerte a su victima (año 330 a. C.) Luego habrían de sufrir igual suerte en manos de conquistador macedónico.

Mosaico donde se representa al conquistador Alejandro Magno

Estos éxitos sin precedentes acrecentaron en Alejandro la ser de conquista; no se detuvo en las tierras cercanas a Media y Susa sus objetivos. Salió de Ecbatana y se dirigió hacia el este, camino de la remota Sogdiana, siguió a Bactriana y torció su rumbo al norte del Indo, río que atravesó para pasar a la lejana India. Manifestó su proyecto de seguir hacia el Ganges pero sus soldados se negaron a obedecerle. EL regreso lo emprendió por el sur, camino del delta del Indo, donde dividió sus fuerzas: parte de las mismas retornaron por el Índico hacia el Golfo Pérsico y babilonia, mandadas por el oficial Nearco, el resto realizó con Alejandro el retorno por tierra. Ya el imperio amenazaba con desmembrarse cuando Alejandro moría en Babilonia. Era el año 323 a. C. El gran conquistador había gobernado el imperio por seis años. A lo largo de las campañas y especialmente después de la visita a Egipto, la concepción que Alejandro tuvo de sí mismo cambió hasta transformarse en un perfecto imitador del protocolo y brillo orientales. Los sacerdotes de Amón le habían hecho creer en su parentesco con el dios egipcio. Sus oficiales habían tenido que soportar

tales creencias y el comportamiento de acuerdo con las mismas. Por eso la visión de unidad del nuevo imperio no se cuidó. Así había de precipitarse el fracaso.

IV. Características del Imperio de Alejandro 1. POLITICAS Alejandro logra integrar el imperio de mayor extensión hasta aquel siglo (siglo IV a. C.) Sus extremos, del Mediterráneo al Indo, y sus partes en tres continentes, son demostración de sus considerables proporciones. Se continúa con el sistema de tolerancia de los persas y se respeta la estructura estatal en sus puntos básicos: gran rey, funcionarios de provincias y ausencia de capital fija. Los gobiernos súbditos se mandan por sí mismos y su obligación hacia el poder central consiste en pagar tributos. La reforma de este sistema estaba en proyecto cuando murió el emperador. Su base era la concepción del Estado. 2. SOCIALES Se intensifica el mestizaje. Las célebres bodas multitudinarias que propicia Alejandro entre sus oficiales, sus soldados y las damas persas, en las cuales él mismo desposó a la persa Roxana, muestran la intención que tuvo el jefe macedónico de hacer un todo de las tierras conquistadas.

3. ECONÓMICAS Aunque no por planificación de Alejandro sino por simple secuencia de los hechos, a partir de la integración del gran imperio se intensifica el tráfico comercial por caravanas y flotas entre las más apartadas comarcas del enorme estado. Los productos de la India tienen gran demanda en Grecia y viceversa. Babilonia, Antioquia, Alejandría de Egipto, Pérgamo, Rodas, se hacen ciudades de gran movimiento económico. Se construyen buenas flotas y se hacen ciudades de gran movimiento económico. Se construyen buenas flotas y se aprovechan los caminos construidos por los emperadores de Persia. 4. CULTURALES A pesar de que el Imperio de Alejandro duró tan solo poco tiempo, su fin no detuvo el intercambio de manifestaciones culturales que se inició en vida del conquistador macedónico. De esta mezcla resulta la llamada Cultura Helenística.

V. La aparición del mundo helenístico

1. CAUSAS DE LA DESMEMBRACIÓN DEL IMPERIO DE ALEJANDRO El Imperio de Alejandro desapareció a los pocos años de la muerte de éste. El vasto Estado había de repartirse entre los principales oficiales del estado mayor del jefe macedónico. Las causas de este hecho son las siguientes: a) La falta de sucesor y la ausencia de un plan sucesoral establecido previamente a la muerte de Alejandro. El general Pérdicas, segundo del emperador dispuso que el hijo póstumo de éste, Alejandro, como su padre, fuera el futuro gobernante. Pérdicas sería el regente durante la minoría de edad del príncipe. No sucedió así. Sobrevivieron largas luchas entre los generales y la familia de Alejandro, a consecuencia de las cuales los principales miembros de ella, inclusive el príncipe sucesor, fueron asesinados. b) La gran extensión y heterogeneidad del mundo conquistado; en efecto, era difícil mantener en manos de otra persona que careciera de las cualidades singulares de Alejandro el cetro de aquellos pueblos divididos en satrapías y reinos de características propias: lengua, religión, economía y costumbres los diferenciaban grandemente unos de otros. c) La ambición de los generales de Alejandro -Lisímaco, Casandro, Antígono, Seleuco- quienes se apoderaron de grandes sectores del Imperio y pretendieron extender sus dominios. Tales intentos culminaron con la lucha entre los mismos, que se decidió en el 301 a. C. con la batalla de Ipso, en Asia Menor.

2. EL MUNDO HELENÍSTICO. ESTADOS QUE LO FORMARON. CARACTERÍSTICAS Después de Ipso el Imperio quedó repartido así: Reino de Egipto, con el Egipto propiamente dicho y la Palestina, en manos de Ptolomeo Lagos, fundador de la dinastía de los Lágidas. Su capital fue Alejandría. Reino de Macedonia y Grecia, en poder de Casandro. Reinos de Asia Menor y Tracia, gobernados por Lisímaco. Reino de Siria, que abarcó desde las costas de Fenicia hasta el río Ganges en la India. Este Estado pretendió ser el sucesor del Imperio Macedónico. Tuvo por capital a Antioquía, en las bocas del Orontes, y entre las ciudades principales estuvo Seleucia, en las márgenes del Tigris.Sus gobernantes fueron los Seléucidas, dinastía fundada por Seleuco Nicator, general de Alejandro que sacó mayor partido del triunfo de Ipso. Todos estos reinos tuvieron poca duración. Fueron afectados por los mismos factores destructores del Imperio Macedónico. Siria se vio fraccionada, se le separaron Mesopotamia y el Iran que formaron el Reino de Partia; el Asia Menor sufrió igual suerte: Capadocia, Bitinia, Pérgamo, Rodas y Ponto fueron los pequeños reinos resultantes.

Estos pueblos, que se conocen con el nombre de Estados Helenísticos, tuvieron como características: a) La presencia de monarquías absolutas como tipo de gobierno. b) La tendencia imperialista entre sus prácticas: procuraban siempre extender sus territorios y sus zonas de influencia. c) EL cosmopolitismo o mezcla de habitantes de distintas procedencias en su población. d) La riqueza de los gobernantes, puesta de manifiesto por los grandes gastos en lujo y confort al estilo de todos los reinos del Oriente. e) El notable desarrollo de la actividad comercial, lo que aumentó la circulación del dinero.

VI La Cultura Helenística. Rasgos fundamentales 1. UBICACIÓN GEOGRÁFICA E HISTÓRICA. CARACTERÍSTICAS El aporte de mayor trascendencia resultante de la formación del Imperio Macedónico fue el surgimiento de una cultura nueva, con matices propios, y adaptada a los nuevos tiempos, conocida con el nombre de Cultura Helenística. Su vigencia se marca en los tres últimos siglos anteriores a la Era Cristiana y fue el siglo III el de su apogeo. EL Cercano oriente, Grecia y Macedonia le sirvieron de escenario. SUs proyecciones llegaron hasta Roma. Lo helenístico resulta de la fusión de las culturas griega y oriental. Más no es una suma sino una mezcla con caracteres singulares. Alejandría de Egipto, Antioquia de Siria, Pérgamo de Asia Menor y Atenas de Grecia son las ciudades populosas donde la nueva cultura tuvo su mayor impulso. Los Ptolomeos Lágidas del Egipto se distinguen como sus más importantes mecenas. La cultura helenística, a diferencia de la griega, es diversificada. Cuando en lenguaje helénico se habla de filósofos como hombres que abarcan todo el saber de sus tiempos, en lo helenístico se habla de sabios en física, geografía, matemáticas, astronomía. La observación, la inducción, la deducción, la experimentación, son métodos que sirven al desarrollo de estas disciplinas. El ambiente donde viven los sabios es también distinto: los gobernantes los protegen, les prestan facilidades para sus investigaciones. Alejandría fue famosa en el Mediterráneo por el Museo o "albergue de las musas", donde los sabios helenísticos se entregaban con comodidad al estudio y a la enseñanza, ya que había allí salas de conferencias, laboratorios, observatorio y una biblioteca con setecientos mil volúmenes.

2. MANIFESTACIONES

a) Filosofía Los filósofos helenísticos se dedicaron a buscar la actitud que el hombre debe tomar ante la vida para ser feliz. Así nacieron el Estoicismo de Zenón, que recomendaba tener un espíritu firme, inconmovible ante la adversidad o la dicha; el Escepticismo de Pirrón, partidario de mostrar siempre una actitud de duda ante todo lo considerado como verdad, puesto que todo lo afirmable, decía, es refutable; y el Epicureismo de Epicuro, doctrina que recomendaba el goce espiritual en esta vida ya que negaba la inmortalidad del alma y toda la vida ultraterrena.

b) Geografía

Eratóstenes aportó grandes conocimientos sobre la forma esférica de la Tierra, sobre la medida aproximada de la circunferencia de nuestro planeta y elaboró un mapa del mundo conocido. Aristarco habló por vez primera del heliocentrismo como distribución del sistema planetario, del cual volvería a hablar Copérnico en el siglo XVI de nuestra era. Igualmente consideró la inclinación del eje de la Tierra sobre el plano de la eclíptica en el movimiento de traslación. Hiparco es el autor del Sistema Geocéntrico, que Claudio Ptolomeo recopilaría en el siglo I y lo entregaría a la posteridad con su nombre. Es Hiparco el padre de la Astronomía; habló de la división de la Tierra en meridianos y paralelos, usó en sus cálculos la longitud y la latitud y calculó con precisión el año solar.

c) Matemática y Física

Euclides sigue teniendo vigencia; la geometría expuesta en su libro "Elementos" recibe el nombre de Geometría Euclidiana y se distingue por su claridad y ordenamiento. Arquímedes es considerado el padre de la Física. Sus grandes aportes son el aprovechamiento del calor solar, el invento de la palanca y la determinación del peso específico de los cuerpos basada en el principio conocido con su nombre: "Todo cuerpo bañado en un fluido pierde una parte de su peso igual al peso del volumen que aquel fluido desaloja".

LECTURA ILUSTRATIVA

AMANECER EN ESPARTA HOTEL XENIA Esparta, Grecia

Agosto 7, 1967 Amigo: Me pidió Ud., cuando dejé mi país, que le escribiera desde el lugar que más me emocionará a lo largo de mi viaje. Ha sido intención complacerlo; pero es difícil calibrar, a priori, los sitios de emoción. Mis impresiones de las experiencias tenidas forman grandes cuadros de un diario que escribo desde que toqué tierra londinense. Pienso conformar algo a mi regreso: grandes cuadro donde Ud., como todos mis lectores, rehagan el viaje conmigo. Pero dejo de lado el diario y mis proyectos y me ubico en tiempo y espacio en el instante en que estoy dando cuerpo a esta epístola. Está amaneciendo en la tierra de Menelao y Licurgo. No resistí perder un amanecer espartano –paradójicamente suave- y me senté cómodamente en una butaca, aquí, en mi balcón de madera, desde donde tengo a los pies la aldea de diez mil habitantes, estoy rodeado de naturaleza fresca, de pinos y álamos que se balancean vencidos por un viento acariciante y cálido que viene con el nacer del sol y está matizado sinfónicamente con el cantar de los gallos en esa especie de contrapunteo que ellos hacen a estas horas: uno canta en el Este y otro responde en el Oeste. Van despertando otros; ya es un concierto lo que se oye en esta villa campesina. ¡Ah! Entró de solista una cigarra, aquí, muy cerca, en el pino de la derecha... Esparta se extiende ahí, a los pies del Taigeto y, aunque no estoy viendo ahora el milenario río Eurotas, del que habla el “turista” romano Pausanias, me bastó con verlo ayer, “pobre de agua en verano” y saber que es “poderoso en invierno, suficiente para saciar la sed de árboles, animales y gentes de Lacedemonia”, como nos decía nuestra sabia guía Helena, una simpática “esparciante”, como dice ella en su buen francés. Anoche nos resistimos a costarnos y dejar de admirar la quietud de esta tierra. Yo me fui a los balcones del hotel (fíjese que es acogedor desde su nombre desde su nombre, “Xenia” hu Hospitalidad) y terminé sentándome en el mío, especial, frente a esos álamos y pinos que estaban quietos, ya dormidos, en la noche sin luna pero muy estrellada: arriba, más arriba del destino de los héroes y dioses griegos, y ahí, en casa de uno de sus descendientes cercanos, todo era quietud. ¡Cuánta diferencia con aquellos tiempos belicosos de los creadores de la Liga del Peloponeso! Ayer visitamos Mistra, a cinco Kilómetros de acá, encaramada en las montañas camino al Oeste. Fue Mistra un pueblo que tubo por déspota (algo así como los “tiranos” de la antigüedad) a Constantino Paleologo, emperador que perdió Constantinopla un trágico 29 de mayo de 1453, que el mundo recuerda, como Ud. bien sabe, como principio del Renacimiento y los espartanos sienten como martes trágico para el Imperio Bizantino, en que ellos eran pueblo importante. Pero lo que más me ha emocionado en estos días es el recorrido por pueblos, lugares, montañas y ruinas que reviven en forma constante mi querida Ilíada. A fines del mes pasado estuvimos en Troya (soy egoísta en mi emoción frente a ella; sopórtame ese egoísmo, amigo mío) y en estos días, ya que en la propia Hélade europea, estuvimos en el Ática, la dejamos y nos internamos en la Argólida, Arcadia, Lacedemonia, en pleno Peloponeso. Subimos, en tremenda demostración de “courage”, como nos pedía Helena a Luisa y a mí, a la Micenas de Agamenón; visitamos, no lejos de allí, bajando apenas las colinas, la tumba de “Pastor de Hombres” y almorzamos –dando unidad dentro de la jornada- en el restaurant “Agamenón”. Terminando bebiendo “La Sangre de Hércules”, un delicioso vino de Arcadia famoso en todo el

Peloponeso, Quizá si hubiéramos bebido esa “sangre” antes de tomar camino pendiente arriba, hacia Micenas, hubiéramos sido insensibles al sol de plomo que caía sobre nosotros. Pese a ello, bastaban los nombres de Agamenón, Menelao, Electra, Egisto, Orestes, Clistenmnestra, para darnos decisión hercúlea en el ascenso. Helena (la guía, no la esposa de Menelao) nos sentó antes, cómodamente a la sombra, en un rincón junto a la Puerta de los Leones, para evocar la mitología y la historia. Recuerdo como si fuera en este instante, que estaba emocionada la guía, cuando un pajarillo, se posó en el muro ciclópeo del Este y se puso a cantar tranquilamente. Helena fue veloz en pensamiento: “Es el alma de Agamenón”, apuntó de inmediato, y siguió en el ambiente histórico y mitológico. Recuerdo que hice también yo el contrapunteo frente a la entrada de la Tumba de Agamenón o “Tesoro de Atreo”: nuestras figuras eran mínimas frente a aquellos paredones que tienen poco que envidiar a los sepulcros colosales egipcios de la Cuarta Dinastía: estaba absorta nuestra Helena en su explicación de los líos de la célebre pareja Agamenón-Clistemnestra, que especuló en sus tragedias el teatro griego, cuando una impertinente avispa se paseó inquieta y amenazante frente a nosotros, “Es el alma de Clistemnestra”, le dije yo y rompí la unidad… Bueno amigo: lentamente se ilumina esta Esparta de hoy construida sobre las bases de ayer. El balanceo de pinos y álamos y el cantar de los gallos continúa, aunque con menor insistencia. La cigarra solista dejó de ser vedette. Parece que los concertistas de amanecer callan ante el despertar del hombre que empieza su trabajo. Se oyen motores: suavemente, muy lejos, una moto, un auto, un camión (crueles ruidos frente al sueño de nuestro querido Licurgo). Si, amigo mío, que empiecen a hacer ruido, que ese ruido vaya “in crescendo”, pero el Taigeto, testigo de verdugos de aquellos tiempos, sigue allí, y no lejos el Eurotas, y más allá el Parnón –las murallas y el fresco para Esparta- y cinco Kilómetros Mistra, “la de escarpados riscos”, como habría dicho nuestro eternal Homero. Yo dejo mi balcón ante la paz turbada y sólo me queda, con un abrazo, firmarle.

Aureo.

De Aureo YEPEZ CASTILLO: Revista “Giraluna”, Caracas, Mayo 1968.

PLUTARCO ESCRIBE SOBRE LOS LIDERES GRIEGOS

Licurgo. Nada absolutamente puede decirse que no esté sujeto a dudas acerca del legislador Licurgo, de cuyo linaje, viajes y muerte, y, sobre todo, de cuyas leyes de gobierno, en cuanto a su establecimiento, se hacen relaciones muy diversas, siendo el tiempo en que el vivió en que menos se conviene. En las muchas innovaciones hechas por Licurgo, la principal fue la creación del Senado (Gerusía), del que dice Platón que, unido a la autoridad real para controlarla, e igualado con ella en las resoluciones, sirvió para los grandes negocios desalad y de freno, porque estando como en el aire el poder, e inclinándose, unas veces por parte de los reyes a la tiranía y otra por parte de pueblo hacia la democracia (…) tuvo ya más seguro orden y consistencia, adhiriéndose los veintiocho ancianos a los reyes siempre que había que contrarrestar a la democracia y dando vigor al pueblo para evitar la tiranía. Se tenían las juntas públicas (Apella), sin que hubiesen pórticos ni ningún aparato, creyendo que nada contribuían, sino que más bien dañaban estas cosas para el acierto, porque excitan

en los ánimos de los concurrentes ideas fútiles y vanas, cuando fijan la vista en las estatuas, en las pinturas, en los balcones teatrales y en los techos muy artificiosamente labrados. Congregada la muchedumbre, a ninguno se le permitía hablar de otros asuntos, y solo el pueblo era el dueño de decir sobre el dictamen propuesto por los ancianos (Gerusía) y por los reyes. Nacido un hijo, no era el dueño el padre para criarle, sino que tomándole en los brazos, le llevaba a un sitio llamado Lesca donde, sentados los más ancianos de la tribu, reconocían al niño, y si era bien formado y robusto, disponían que se le criase (…) más si le hallaban degenerado y monstruoso, mandaban llevarle a las que llamaban apotemas o expositorios, lugar profundo junto al Taigeto. A los jóvenes espartanos no los entregó Licurgo a la enseñanza de ayos comprados o mercenarios, ni aún era permitido a cada uno criar y educar a sus hijos como gustase, sino que él mismo, encargándose de todos a la edad de siete años, lo repartió en clases, y haciéndolos compañeros y camaradas, los acostumbró a entretenerse y holgarse juntos (…) De letras no se apredían mas que lo preciso; y toda la educación se dirigía a que fuesen bien mandados, sufridores del trabajo y vencedores en la guerra; por eso, según crecían, también las pruebas, rapándolos hasta la piel, haciéndoles andar descalzos y jugar, por lo común, desnudos. Dracón. …para casi todos los delitos (Dracón) no impuso más que una sola pena: la muerte; de manera que los convencidos de holgazanería debían morir, y los que hurtasen hortalizas o frutas debían sufrir el mismo castigo que los sacrílegos o los homicidas. Por esto se celebró el dicho de Démades (orador ateniense de la época de Demóstenes), de que Dracón había escrito sus leyes con sangre, no con tinta; y el mismo Dracón, preguntando, según se dice, por qué había impuesto a casi todas las faltas la pena de muerte, había respondido: que las pequeñas las había creído dignas de este castigo y que ya no había encontrado otro mayor para las más graves. Solón. …(dispuso) que los créditos existentes se anularan y que en adelante nadie pudiese prestar dando como garantía a las mismas personas. …se valió del medio del censo de los ciudadanos, y formó la primera clase de los que recogiesen quinientas medidas en áridos y líquidos, y les dio el nombre de pentakosiomedimnoi (quinientarios); la segunda, de los que podían mantener un caballo o recibían trecientas medidas, los llamó hippeis (caballeros), y dio la denominación de zeugites (yunteros) a los de la tercera clase, que eran los que recibían doscientas medidas en áridos y líquidos; todos los demás se llamaban tetes (proletarios o jornaleros). Viendo al pueblo todavía alterado e insolente con la remisión de las deudas, nombró un segundo Consejo, eligiendo de cada tribu, que eran cuatro, cien varones, los que dispuso diesen dictámenes con anterioridad al pueblo, de manera que ningún negocio llevasen a la junta pública (Ecclesía) si antes no había sido tratado en el Consejo. Al Aerópago le constituyó superintendente de todo y conservador de las leyes, pensando que asegurada en los dos Consejos, como en dos áncoras, estaría la República menos vacilante y quedaría el pueblo más tranquilo. Ha merecido elogios la ley sobre los testamentos, porque antes no era permitido testar, sino que los bienes y la casa del que moría debían quedar en la familia; más permitiendo Solón al que no tenía hijos dar su hacienda a quien quisiese, tuvo en más la amistad que el parentesco, y el cariño que la precisión, he hizo que la hacienda fuese verdaderamente propiedad del que la tenía. Pisístrato Pisístrato, apoderado ya de toda la autoridad, tuvo tanto miramiento con Solón, honrándole y enviándole a llamar, que fue este su consejero, y aun celebro algunas de las cosas que hacía;

porque aquél conservó la mayor parte de las leyes de Solón, cumpliéndolas primero él mismo, y obligando a cumplirlas a sus amigos (…). Publicó además, por sí, otras leyes, de las cuales es una la que disponía que los imposibilitados en la guerra fuesen mantenidos del erario público. (…). Según dice Teofrasto, no fue Solón el que hizo la ley contra la ociosidad sino Pisístrato, que con ella hizo todo el país más activo y alivió de ciertas gentes a la ciudad. Pericles. Soltando Pericles las riendas al pueblo, gobernaba a gusto de éste, disponiendo que continuamente hubiese en la ciudad un espectáculo público, o un banquete, solemne, o una ceremonia aparatosa, entreteniéndolo con diversiones del mejor gusto. Hacía además salir cada año sesenta galeras en las que navegaban muchos ciudadanos, pagados por espacio de ocho meses, quienes al mismo tiempo se ejercitaban y aprendían la náutica. Lo que mayor placer y ornato produjo a Atenas, y más dio que admirar a todos los demás hombres, fue el aparato de las obras públicas, siendo éste sólo el que aun atestiguaba que Grecia no usurpó la fama de su poder y opulencia antigua. (…) Adelantábanse, pues, unas obra insignes en grandeza, e inimitables en belleza y elegancia, conteniendo los artífices por excederse y aventajarse en el primor y maestría; y con todo, lo más admirable en ellas era la prontitud, porque cuando de cada una pensaban que serían necesarias algunas edades y generaciones para que difícilmente se viese acabada, todas alcanzaron en el vigor de un solo gobierno su fin y perfección. (…) Por lo mismo era mayor la admiración de que, siendo las obras de Pericles para durar largo tiempo, en tan breve se hubiesen concluido: porque cada una de ellas fue como antigua en belleza, y en solidez, todavía es reciente y nueva (…) Todas las dirigía Fidias, quien, con Pericles, era superintendente. De PLUTARCO: En “Vidas Paralelas”, las de Licurgo, Solón y Pericles. Plutarco es un historiador del Imperio Romano, que vivió del siglo I al II.

UN PARTIDO DE DERECHA

Acepto que aquél no era un partido como los de hoy, pero tenía líderes, comunidad de intereses y posiciones tomadas, Era la derecha de Atenas. Plutarco lo llama el partido de la “gente bien”. Los Kaloi Kagatoi. Adormecía al pueblo ateniense para que no se levantara en pro de sus intereses directos y polarizaba la atención hacia lo exterior: guerra con Persia, recuperación de territorios perdidos, pacto con Esparta, que había sido siempre la polis enemiga. Los años pasaban —esos veinte años en que gobernó Cimón, su líder máximo, en el siglo V a. C. — y a pesar de los inmensos adelantos logrados por Clístenes en cuanto a derechos políticos, el pueblo, si bien votaba, seguía en la miseria. La riqueza continuaba en pocas manos, en las de los areopagitas, miembros del Areópago, cabeza institucional visible de aquel partido de derecha. Ahora bien, era un partido sin maquinaria y sin finanzas. Por tanto, sus líderes debían tener tanto cualidades personales como dinero propio. Por otra parte, el partido no disimulaba su derechismo, no buscaba curules pactando con otros partidos, ya que solo había uno más, el democrático, y éste era el adversario directo, sin matices de pragmatismo. Al pueblo, además, había que convencérsele en forma llana, casi personal, debido a la inmediatez de su acción: la democracia era participativa y era el hombre el que actuaba, no el partido. Los ciudadanos nombraban a los altos ejecutivos y votaban leyes en sus asambleas zonales (demos) y en la general (Ecclesía). Del Congreso (Boulé) venía al proyecto, no la Ley. Al no haber maquinaria, era muy cuidadosa la selección de los candidatos al gobierno, especialmente al puesto de estratega, que era una especie de presidencia nuestra. Aquella gente no se arriesgaba a postular a alguien sin carisma, sin formación cultural, sin equilibrio

emocional; rechazaba al abúlico, al incoherente, al inseguro. Todo era comprensible: no tenía a la disposición ningún cónclave que preparara frases ni discursos para que el candidato los pronunciara en público. Tampoco había líderes de segunda dispuestos a explicar lo que el postulante dejara oscuro en sus actuaciones ente la masa. Por eso, repetimos, los líderes de la aristocracia garantizaban el éxito de su rol con cualidades personales. Y más, con dinero suyo, no del partido. Nos cuenta Plutarco que Cimón se ganaba al pueblo “dando diariamente de comer a los atenienses necesitados, vistiendo a los ancianos y echando al suelo la cerca de sus posesiones para que tomaran los frutos que quisieran”. En las elecciones del 447 a. C. ganó la democracia, representada por Pericles, al candidato derechista Tucídides, hijo de Melesias (diferente al Tucídides historiador). En Pericles contaron tanto su vasta formación política como el asesoramiento de Damónides de Oa, verdadero antecesor de los conejeros que, bajo contrato, se mueven hoy tras bastidores de partidos y gobiernos. Para el vulgo aquél era un simple citarista; Plutarco lo llama “maestro de las cosas públicas”. Pericles gobernó, reelección tras reelección, del 447 al 431 a. C. con él el pueblo tuvo trabajo, la ciudad fue embellecida y se aseguró de los ciudadanos el ejercicio de sus derechos: se estableció la mistoforia o pago por la asistencia a las asambleas. El ateniense era un pueblo feliz. No valían ya los manejos venales entre los candidatos derechistas.

Aureo YEPEZ CASTILLO. Diario “El Nacional”,Caracas, 2-10-82

UNA OPOSICIÓN INJUSTA El jefe del gobierno es de aspecto imponente. Sin embargo, su cabeza es poco exhibible: muy grande y, para completar, oblonga; podríamos decir que hasta puntiaguda. Por eso los que se encargan de representar su imagen se la tapan con un casco. Con ello buscan evitarse problemas; no saben cómo reaccionará el jefe al verse esa cabeza atípica expuesta a la burla de todos. La oposición que gobernó veinte años y perdió escandalosamente el poder, está confundida ante los éxitos del jefe. Por eso busca lo adjetivo como punto vulnerable, y lo adjetivo es su cabeza, unida a su porte arrogante que sin duda tiene, ha hecho que prácticamente todos lo llamen “El Olímpico cabeza de cebolla” El verbo del jefe es un modelo. Por ahí hay oradores buenos, pero es difícil que sea superado por alguien. Sus discursos quedarán para la Historia, no hay duda. Son bien estructurados, sólidamente fundamentados, desarrollados con elegancia, llenos de conceptos precisos y con objetivos claros: los entiende tanto el intelectual como el hombre del pueblo. El otro día Eupolis, ese autor de obras teatrales poco serias, perteneciente al grupo de los llamados “poetas cómicos”, que hacen oposición, debió reconocer públicamente las cualidades de un discurso del gobernante y declaró esto: “La persuasión residía en sus labios. En su palabra había una suerte de encanto y era el único orador que dejaba el aguijón en la llaga”. Las dotes de estadista del jefe son reconocidas por todos, menos por los que perdieron el mando. Construye murallas para proteger la ciudad y dicen que lo hace muy lentamente. Se enfrenta al enemigo para fundamentar la paz y le dicen belicoso. Habla con seguridad desde su máximo cargo y lo tildan de soberbio. Decreta medidas en pro de las masas y le dicen demagogo. Pese a todo, el pueblo está contento. Todos tienen ahora empleo, no reciben las limosnas que la gente del régimen anterior les daba para lograr sus votos. Es más, el votar es un debercuyo cumplimiento se paga. La ciudad se ha embellecido: una corte de arquitectos, escultores y

pintores rodea al gobernante y éste pone en ejecución sus proyectos. Antes se hablaba de la clase marginal que pululaba por la ciudad o vivía incómodamente en los aledaños; hoy se habla de las cleruquías, esas colonias donde habita y tiene tierras la gente que no cabía en la urbe. El jefe ha llegado hasta fundar una ciudad, Turi. El pueblo se siente unido a él y defiende la democracia. No le prestará atención a las críticas de la oposición, si bien va al teatro a reír con las obras de los poetas cómicos. Así la oposición contribuye, sin darse cuenta, al bienestar del pueblo haciéndolo feliz con sus comedias, con las que pretende destruir la imagen del gobernante ofendiéndolo directa o indirectamente. Ha llegado inclusive a meterse con la señora Aspasia, la primera dama, tratando de manchar su honorabilidad: ha hecho dudar de la recta intención de las reuniones de jóvenes que ella hace en su casa para enseñarles oratoria. Sin embargo esa oposición de poetas cómicos quedará un tanto oscura. De Eupolis, Hermipo, Cratino, Teléclides, seguramente se hablará poco en el porvenir. Como contraparte, Pericles y Atenas quedarán como nombres lapidarios para la posteridad.

Aureo YEPEZ CASTILLO. Diario “El Nacional”, Caracas, 8-10-82

CUESTIONARIO GUIA

RECOMENDACIÓN De una lectura general al capítulo, tanto a los objetivos específicos como al contenido y la Lectura Ilustrativa. Observe la ubicación de los datos geográficos en el mapa que acompaña al capítulo. Responda luego al cuestionario en su cuaderno.

1. Elabore un croquis de Grecia y señale en él:

a) Grecia Continental, Grecia Peninsular, Grecia Insular y Grecia Asiática. b) La península Ática. c) La ciudad de Atenas.

2. Nombre las áreas culturales de Grecia. 3. Indique los organismos de gobierno que tiene cada una de las culturas en el punto anterior. 4. Relea el punto sobre la democracia ateniense. Observe el cuadro esquemático que sirve de información sintética. Luego responda:

a) ¿Cuáles son los personajes que se destacan en ese proceso?

b) ¿En qué consistió la obra de Clístenes? c) ¿Por qué se considera que Pericles dio la democracia plena a los atenienses?

5. Extraiga del cuadro esquemático que citamos antes los aspectos político y social correspondiente al gobierno de Pericles. 6. Infórmese sobre nuestro sistema de gobierno y escriba un comentario sobre el siguiente tema: “Relaciones entre el sistema de gobierno venezolano y la democracia ateniense” 7. Vuelva al punto de las áreas culturales de Grecia. Observe que en cada una de ellas hay una asamblea popular. Tenga en cuenta, como consecuencia, esta afirmación: Si bien la democracia floreció plenamente en Atenas en el siglo V, este sistema de gobierno se sintió en toda Grecia. 8. Elabore una ficha-resumen de cada una de las lecturas ilustrativas. Bibliografía: A. YEPEZ CASTILLO: “Historia Universal, Educación Básica 8°”, Edit. Larence (Venezuela 1993)

____________________ NOTA: Copia para uso privado transcrita directamente del libro.